Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
205-230
205
| CONFLICTOS SOCIALES Y AMBIENTALES EN CHILE
| SOCIAL AND ENVIRONMENTAL CONFLICTS IN CHILE
Hasta hace poco, Chile era el “niño mode- el tema. El foco del simposio fue el análisis
lo” en América Latina, tanto para las insti- cuantitativo y cualitativo de: (i) el conflicto
tuciones internacionales como para muchos entre el Estado chileno y el pueblo mapu-
analistas extranjeros. Las supuestas virtudes che, (ii) los nuevos movimientos sociales y
de un sistema económico productivo y efi- (iii) el impacto de la explotación de recur-
ciente, un aparato político funcional y de sos naturales en las comunidades.
alta probidad, y una sociedad con baja con- El estudio de los conflictos es, por defi-
flictividad hacían que este Chile cuasi de- nición, contencioso. Si bien entre los parti-
sarrollado pareciese ser un ejemplo para el cipantes del simposio no hubo acuerdo en
resto del continente y para otras economías muchos aspectos, una idea transversalmente
emergentes. Sin embargo, los recientes es- aceptada fue que durante la transición auto-
cándalos de corrupción de todos los secto- crática-democrática chilena se generó en la
res políticos tradicionales, el estancamiento sociedad una especie de “bomba de tiempo”
de la productividad y el incremento de los u “olla de presión” que ha terminado por
conflictos sociales y ambientales han des- explotar en los últimos años. En este foro,
nudado la fragilidad del “modelo chileno”. Belén González describe esta “Transición
¿Qué es lo que está pasando en el Chile que sin violencia a una democracia limitada”.
se encamina a cumplir treinta años desde el A partir de su experiencia en una extensa
fin de la dictadura? investigación de campo, relata cómo las
En este foro presentaremos algunas concesiones otorgadas al saliente régimen
Iberoamericana, XVIII, 67 (2018), 205-230
de las reflexiones que tuvieron lugar en el militar en 1988 y 1989 permitieron una
primer “Simposio académico: Análisis de transición pacífica, pero en que se toleró la
conflictos sociales y ambientales en Chile”, permanencia de una serie de “enclaves au-
realizado el 28 y 29 de septiembre de 2017 tocráticos” que han condicionado al Chile
en la Universidad Goethe de Fráncfort. En post-dictadura. Una democracia poco re-
este simposio, inédito en Europa, se reu- presentativa y un Estado que se desliga de la
nieron más de veinte investigadores de di- provisión de muchos de los servicios sociales
ferentes disciplinas (antropología, ciencia básicos fueron consentidos largamente y sin
política, economía, filosofía, sociología, mayor conflictividad por la sociedad chile-
etc.) para discutir estudios originales sobre na. Esto en pos de no retornar a un régimen
206 autocrático y no perturbar el inicialmente 1999 y 2002 ya habían representado even-
exitoso modelo económico. tos relevantes, en 2006 es cuando la con-
Uno de los primeros conflictos a los que flictividad social se comienza a manifestar
J AI M O VI CH / G O NZ ÁLE Z / CALBU CU RA / DE L VALLE ORE LLAN A / MALDON ADO GRAU S
che han ocupado “la política como estrate- y las consecuencias que ha traído hasta aho-
gia de sobrevivencia”. Un aspecto relevante ra. La persistente desigualdad económica y
es que este conflicto no es solo étnico y so- social parece haber dejado de ser algo con
cial, sino también ambiental. Mucho antes lo que los chilenos estén dispuestos a con-
que otros movimientos ambientales, las co- formarse.
munidades indígenas se manifestaron con- Amartya Sen, célebre economista y fi-
tra la construcción de la central hidroeléc- lósofo indio, señala que el desarrollo no es
trica Ralco y las empresas forestales. llegar a los 30.000 dólares de PIB per cá-
Si bien el “conflicto mapuche” y las pita, el desarrollo es la libertad. La libertad
manifestaciones estudiantiles de 1997, de poder elegir la forma en que queremos
vivir, la libertad de no vernos restringidos trica académica internacional, los conflic- 207
por carencias materiales, limitaciones polí- tos sociales y ambientales son la expresión
ticas y degradación ambiental para poder de una sociedad que parece querer ir en
La presencia de grupos con tendencias representó un reto sobre todo para la opo-
violentas tuvo consecuencias directas so- sición, que no tuvo un frente común hasta
bre la transición chilena. Primero, añadió la campaña para el plebiscito de 1988. De
un alto nivel de inestabilidad política y hecho el atentado del FPMR contra el gene-
social poniendo en entredicho la capaci- ral Pinochet en 1986 debilitó la postura de
dad tanto del gobierno militar como de la oposición en las negociaciones informales
la oposición para controlar sus facciones y los obligó a distanciarse de las facciones
internas y llegar al plebiscito de 1988 sin más radicales a fin de no perder legitimidad
violencia. Segundo, ponía en peligro la política y apoyo social. Este hecho empujó
transición en sí misma ya que con el co- a la oposición a acatar los términos de las
mienzo de las reuniones informales entre negociaciones del gobierno militar de cara
el gobierno militar y la oposición en 1985 al referéndum de 1988 con el objetivo de
–como narra Ascanio Cavallo en su libro mantener la posibilidad de una transición
“La historia oculta de la transición”– y política abierta y evitar poner en peligro el
Iberoamericana, XVIII, 67 (2018), 205-230
sobre todo con las negociaciones oficia- precario equilibrio político. Incluso el asesi-
les para la transición a la democracia tras nato de Jaime Guzmán en 1991 por parte
el plebiscito de 1988, el accionar violen- del FPMR durante el primer gobierno de-
to de dichos grupos podría haber roto el mocrático, supuso un duro golde para el
equilibro de concesiones entre el gobier- gobierno de Patricio Aylwin y ayudó a la
no saliente y la oposición emergente. saliente administración militar a destacar la
Sin embargo, poder controlar estos necesidad de proteger sus propios intereses.
grupos durante el período 1985-1989 re- Un ejemplo de esto es la creación de la Di-
quería un nivel interno de cohesión entre rección de Seguridad Pública e Informacio-
las distintas facciones de cada bando. Esto nes, “La Oficina”, en 1993.
210
J AI M O VI CH / G O NZ ÁLE Z / CALBU CU RA / DE L VALLE ORE LLAN A / MALDON ADO GRAU S
cambio político iba a colisionar con una transición por concluida, los enclaves
sociedad políticamente dividida. Durante autocráticos heredados de la dictadura
las dos primeras presidencias democráti- militar aún presentan una atadura para
cas (Aylwin 1990-1994, Frei Ruiz-Tagle los gobiernos democráticos y en los úl-
1994-2000) aún era latente el conflicto timos años han estado intrínsecamente
de los enclaves autocráticos, con unas ligados a importantes conflictos sociales
fuerzas armadas capaces de dar un golpe en Chile.
de mesa. Solo basta decir que Pinochet
fue comandante en jefe hasta 1998 y se-
nador vitalicio hasta 2002. Recién a par- Belén González
213
MÁS ALLÁ DEL HORIZONTE COLONIAL
de la élite política mapuche, al asumir la cias en las líneas de acción políticas de las
defensa de la raza indígena y renunciando organizaciones mapuche.
a la defensa de los intereses de los mapu- En Chile, en la década de 1960, la
che pobres. De esta forma, la educación izquierda gradualmente gana fuerza elec-
pasa a ser la prioridad estratégica para la toral, al mismo tiempo que se operan im-
integración social en la sociedad chilena. portantes transformaciones sociales. En
Cautín pasa a ser el centro de la acti- este nuevo escenario de múltiples cam-
vidad política y del desarrollo del lideraz- bios se producen relaciones de conflicto
go político mapuche. Las organizaciones y de cooperación, transacción y acción,
y redes indígenas más representativas se lo que facilita el empoderamiento social
reunirán en torno a la tarea de subsa- y político mapuche, y su propuesta de
nar necesidades que incluyen la defensa destacarse en su especificidad. Son tiem-
de las tierras colectivas, denuncias del pos de protagonismo de los mapuche po-
maltrato, la exclusión y explotación de bres de las reservas indígenas, que ante el
los comuneros. Sobre la base de estas fracaso de la propuesta de asimilación y
demandas se fundan las primeras orga- desindianización impulsada por las aso-
nizaciones mapuche, contribuyendo a ciaciones indígenas pasan a la acción.
enriquecer las representaciones figuradas La propuesta programática es la movili-
sobre la integración, la identidad mapu- zación por la recuperación de las tierras.
che-campesina y la implementación de Las comunidades mapuche, sobrepasan-
políticas sociales. La Sociedad Caupoli- do los programas de reforma agraria im-
cán se funda en 1910, con el objetivo de pulsados por el gobierno de Eduardo Frei
“la defensa de la raza y educación para los Montalva y Salvador Allende, comen-
mapuches”. Esta sociedad, liderada por zaron, en 1969, las “corridas de cerco”,
Venacio Coñoepan, cambia de nombre esto es, la recuperación de tierras en la
en 1934 y pasa a llamarse Corporación provincia de Cautín. La primera acción
Araucana. En 1917, se funda la Federa- coordinada de este tipo se conoce como
ción Araucana, bajo la conducción de “el Cautinazo”. Los resultados electorales
Aburto Panguilef, y en 1920, Antonio de entonces ofrecen una clave para com-
Iberoamericana, XVIII, 67 (2018), 205-230
debate sin precedentes en Chile que se ha estructural de las sociedades que transi-
mantenido en la esfera pública hasta el día tan desde órdenes sociales tradicionales
comunidades que ven sus vidas interfe- ta las desigualdades y las luchas sociales.
ridas por proyectos extractivos. Frente a Desde este punto de vista, la moderniza-
esto, las críticas no solo ponen el acento ción significó un proceso de democrati-
en las dinámicas entre sociedad y natu- zación y crecimiento económico que dis-
raleza, sino también señalan la oportuni- minuyó la pobreza y redujo –en parte– la
dad de pensar un modelo de desarrollo inequidad de ingreso, pero al mismo
basado en la cultura, el conocimiento y tiempo profundizó ciertas desigualdades
la información. El malestar ligado a la no convencionales que afectan la vida co-
explotación de recursos naturales ha te- tidiana, la participación política, el me-
nido respuestas políticas de diferentes dio ambiente, entre otras. Recordando el
índoles, desde comunidades indígenas informe de 1998, la modernización es un
en conflicto con las empresas trasnacio- proceso paradójico, que implica avances
nales, pasando por movimientos conser- y retrocesos de acuerdo al estándar de la
vacionistas, hasta iniciativas públicas por democracia y los derechos humanos.
el uso de energías renovables que siguen Contra la tesis del malestar, se esgrime
siendo extractivas. Dicha puesta en va- la tesis del éxito del proceso de moderni-
lor de la naturaleza deviene un malestar zación capitalista que encuentra sus raí-
frente al modelo de desarrollo basado en ces en la crítica de José Joaquín Brunner,
la extracción de recursos naturales. pero que hoy se sustentan en las estrate-
gias políticas de las elites que componen
El malestar en el Chile de hoy la coalición de derecha. En un informe
recientemente publicado por el Centro
En junio de 2017, el equipo de PNUD de Estudios Públicos (CEP Chile), ligado
vuelve a publicar su informe anual sobre al empresariado y a la actual oposición
desarrollo humano, esta vez relativo a política de derecha, sostiene no solo la
las desigualdades. Titulado “Desiguales. inviabilidad de la tesis del malestar, sino
Orígenes, cambios y desafíos de la brecha además, que las movilizaciones y las insa-
social en Chile”, el estudio profundiza en tisfacciones manifestadas en las encuestas
una de las mentadas “causas” del malestar son resultado del éxito de la moderniza-
Iberoamericana, XVIII, 67 (2018), 205-230
cultural. El estudio sostiene que si bien ción neoliberal en Chile. Así, mientras
no es posible establecer relaciones causa- que la tesis del malestar de fines de la dé-
les en este tipo de estudios, hay evidencia cada de los noventas terminó por justifi-
que podría sustentar la hipótesis que re- car las luchas sociales y el cuestionamien-
laciona directamente las desigualdades y to del modelo neoliberal el año 2011; la
el malestar en la sociedad chilena. Para tesis del éxito del modelo asiente que los
esto, no bastaría solo hacer mención a chilenos tienen una insatisfacción respec-
los datos de encuestas de opinión, pues to de las soluciones públicas, pero no de
la cultura política expresa procesos de las soluciones privadas a problemas pú-
transformación de larga duración que blicos, reconociéndose como sujetos sa-
tisfechos con el acceso a ciertos servicios, igualdades arbitrarias con el objetivo de 223
aunque descontentos con el desempeño mitigar sus efectos patológicos, así como
de las instituciones y el Estado. Antes que disminuir el hiato entre las condiciones
posible, en gran medida, por la grieta que y que pusieron en cuestión el funciona-
el movimiento social y sus actores (prin- miento de los vínculos sociales en torno
cipalmente el estudiantil) ocasionaron a a un punto fundamental: los abusos; co-
la estructura hegemónica predominante tidianos, de los poderosos, de los mejores
a través del cuestionamiento generalizado ubicados en la escala social. Con la idea
y transversal a las formas de organización del acontecimiento no quiero afirmar que
social excluyentes que predominan en este sea un hecho dado en un momento
Chile. Ocurrida esta dislocación se ob- histórico único y con capacidad de expre-
serva claramente una agudización de los sar todos los problemas de la sociedad,
conflictos y una mayor exposición públi- sino que quiero poner énfasis en aquellas
226 características asociadas a él que hizo visi- cales como el cambio de régimen político
bles a los invisibles, dio voz a los sin voz, (dictadura-democracia) y el advenimiento
e hizo públicos e identificables los daños neoliberal, con su impacto en la cultura y
J AI M O VI CH / G O NZ ÁLE Z / CALBU CU RA / DE L VALLE ORE LLAN A / MALDON ADO GRAU S
expresados por quienes los sufren, aspec- sus contradicciones. El segundo diagnósti-
tos que dan la oportunidad de pensar este co del acontecimiento se asocia una nueva
fenómeno de forma excepcional. En bre- situación social presente en los últimos
ve entonces, se irá sobre el proceso de ges- años y que se expresa en una fuerte de-
tación de este acontecimiento, así como manda de cambios en un escenario donde
su efecto transcendental en los términos hay un cuestionamiento generalizado a lo
del debate social y político actual. jurídico, lo institucional, y a la clase po-
Si volvemos unos años atrás, y parti- lítica; pero que sobre todo, cuestiona los
cularmente a aquellos anteriores a 2010, criterios éticos y morales que conciernen
podemos reconocer la existencia de su- al ámbito subjetivo y de las interacciones
jetos invisibles, sujetos dañados por ma- cotidianas de los chilenos (Araujo 2013,
lestares y demandas insatisfecha ligadas 2016; Frei 2016). Este panorama general
sobre todo a la inseguridad e incertidum- de malestares compartidos sin embargo,
bre con la que los individuos en Chile habría necesitado del movimiento estu-
enfrentaban su vida en distintos ámbitos diantil como válvula de explosión, en este
(salud, educación, trabajo, protección sentido ¿muchos se preguntarán por qué
social, etc.). Esta tesis ampliamente dis- la educación y no otro ámbito? Porque
cutida a partir del informe del Programa la educación es un tema particularmente
de Naciones Unidas para el Desarrollo sensible para la sociedad chilena, ya que
(PNUD) del año 1998, “Las paradojas de en ella están puestos los anhelos del re-
la modernización”, fue sin duda un punto conocimiento, la esperanza de movilidad
de partida para documentar los primeros y distinción social, valores enaltecidos y
síntomas del malestar de la sociedad con promovidos tanto desde el Estado como
algo mayor. Este síntoma a todas luces pa- desde las élites sociales y políticas.
rece haberse depurado con el paso de los Una pregunta importante en este pro-
años hasta llegar a 2011 con el reconoci- ceso de gestación del acontecimiento es:
miento de la desigualdad como su causa ¿por qué si estos malestares eran recono-
pero en un sentido amplio y generaliza- cidos por los individuos en Chile desde
do (desiguales oportunidades, desiguales hace un par de años atrás, no existieron
Iberoamericana, XVIII, 67 (2018), 205-230
sión, y la violación sistemática a los de- cial que no puede ser asegurado a través
rechos humanos a partir del año 1973. del colectivo político.
de Partidos por la Democracia (CPPD) a del malestar, sobre todo porque Piñera es
partir de los años noventa. En esta eta- simbólicamente representante del mode-
pa prevalece el eje dictadura-democracia lo que lo causa. A esta reacción simbóli-
en lo simbólico, lo que en lo práctico se ca también se suma la inexperiencia para
traduce en cooptación y disciplinamiento gobernar que mostró la derecha chilena y
de los grupos inconformes con la transi- que reflejó en un errático manejo de los
ción, aspecto que fue clave para limitar conflictos y en la poca influencia sobre los
la expresión de descontento en democra- líderes sociales, hechos que habrían acele-
cia. En esta etapa además se consolida el rado significativamente la manifestación
modelo económico de la dictadura en un pública de descontentos.
228 En lo que respecta a las consecuen- capacidad de articular una gran varie-
cias del acontecimiento, pueden resu- dad de identidades y demandas secto-
mirse en tres. La primera consecuencia riales históricas, las que mediante un
J AI M O VI CH / G O NZ ÁLE Z / CALBU CU RA / DE L VALLE ORE LLAN A / MALDON ADO GRAU S
personas (Barozet/Mc Clure 2015). dad por primera vez las desigualdades en
el mundo laboral (salarial y derechos).
Conclusión Se cuestiona la seguridad con la que los
individuos enfrentan proyectos familia-
Después del acontecimiento entonces, res e individuales, poniendo en el centro
vemos una movilización amplia de or- de la discusión la desigual libertad para
ganizaciones que tienen como principal tomar decisiones. Aparecen con fuerza
característica no pertenecer a los parti- la desigualdad en el trato cotidiano, vis-
dos políticos tradicionales (con algunas to sobre todo a través de situaciones de
excepciones). Estos habrían tenido la abuso (empresas sobre todo), pero que
también en el desprecio, y el ninguneo, educación es un ejemplo de ello). Pero 229
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFIAS
Araujo, Kathya (2009): Habitar lo social. Usos y abusos de la vida cotidiana en el Chile actual.
Santiago de Chile: Editorial LOM.
— (2013): “La igualdad en el lazo social: procesos sociohistórico y nuevas percepciones de la
desigualdad en la sociedad chilena”. En: DADOS-Revista de Ciências Sociais, Rio de Janeiro,
vol. 56, nº 1, pp.109-132.
— (2016): “La calle y las desigualdades interaccionales”. En: Serie de Documentos de Trabajo
PNUD Desigualdad, nº 2016/6, septiembre, Santiago de Chile.
Araujo, Kathya/Martuccelli D. (2012): Desafíos comunes. Retrato de la sociedad chilena y sus
individuos, Tomo I y II. Santiago de Chile: Editorial LOM.
Barozet, Emmanuelle (2006): “El valor histórico del pituto: clase media, integración y dife-
renciación social en Chile”. En: Revista de Sociología, Universidad de Chile, nº 20, pp.
69-96.
Barozet, Emmanuelle/Mac-Clure, O. (2015): “Tolerancia a la desigualdad y justicia social.
Una agenda teórica de investigación”. En: Castillo, Mayarí/Maldonado Claudia (eds.):
Desigualdades. Tolerancia, legitimación, y conflicto en las sociedades latinoamericanas. Santia-
go de Chile: RIL/Universidad Diego Portales, pp.151-182.
Engel, Eduardo/Navia, Patricio (2006): Que gane el más mejor. Mérito y competencia en el Chile
Iberoamericana, XVIII, 67 (2018), 205-230
| Nicolás del Valle Orellana, International Institute for Philosophy and Social Studies (Berlín;
ndelvalle@iipss.com), cientista político, magíster en Pensamiento Contemporáneo y candidato
a doctor en Filosofía. Director de Pléyade, revista de humanidades y ciencias sociales.