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CAPÍTULO I

HABILIDADES BÁSICAS MOTORAS


1.1. CORRER
1.2.SALTAR
1.3.LANZAR
CAPÍTULO II
DESARROLLO MOTRIZ
2.1. MOTRICIDAD
2.2. HABILIDAD
2.3. JUEGO
2.4. EDUACIÓN FÍSICA
CAPÍTULO III
LAS HABILIDADES LOCOMOTORAS DENTRO DE LA SOCIEDAD
3.1. LA PRÁCTICA DEL SALTO DENTRO DE LA INSTITUCIÓN
CAPÍTULO I

1.1.CONCEPTO DE HABILIDADES BÁSICAS MOTORAS


Para entender mejor este concepto definiremos la habilidad motriz como la capacidad
básica adquirida por el aprendizaje, es decir diversos patrones motores fundamentales
a partir de los cuales el individuo podrá realizar habilidades más complejas.

Según McClenaghan y Gallahue (1985), citado por ( Bujosa, 2005):

“Las habilidades básicas tienen una gran importancia en primer lugar para
sobrevivir y progresivamente para relacionarse. Correr, saltar, etc. Son
actividades motoras generales incluidas en la categoría de habilidades
básicas que constituyen en situaciones concretas del futuro del niño”.
Teniendo en cuenta o mencionado anteriormente, podemos decir que las habilidades
motoras son propias del ser humano que le permite relacionarse de diversas maneras
dentro de su entorno social. En ese sentido, estas características marcan el futuro del
niño.
1.2. CLASIFICACIÓN
Las habilidades motrices básicas se pueden clasificar en:
1.2.1. Locomotrices
Las habilidades locomotrices son toda progresión de un punto a otro del entorno
que utilice como medio único el movimiento corporal, total o parcial.

Las actividades locomotrices son:

Andar, correr, saltar, variaciones del salto, galopar, deslizarse, rodar, pararse,
botar, esquivar, caer, trepar, subir, bajar.
1.2.1.1.Correr
Para (Meinel, 1977: p.214 – 218)
“El correr se entiende como una forma de locomoción en la que a diferencia
del caminar se produce una fase de vuelo, en el segundo año los niños
caminan a menudo con una sucesión muy rápida de pasos, sin que pueda
observarse una fase de vuelo. etapas previas del correr son: rapidez y
seguridad en el caminar, el niño domina los cambios de dirección. Se dan
dos pasos pequeños y cortos, levantando más, la rodilla que al caminar.

Los primeros ensayos de correr con breve fase de vuelo los hemos
observado en los niños de dos años y medio. El dorso se mantiene casi
derecho, las caderas y rodillas están ligeramente inclinadas, los
movimientos de los brazos son amplios y abiertos y muchas veces
asimétricos”.

De lo descrito anteriormente por el autor, podemos comentar que la destreza en el


correr progresa con la edad. Los movimientos se hacen más fluidos, espaciales y
funcionales. Se dice que la fase de vuelo es más larga ya que hay un tiempo
determinado, ya que hay un tiempo determinado para realizar esta actividad. Al
entrar a la edad escolar el niño presenta una manera de correr coordinada
moviendo siempre los brazos en paralelo con las piernas.

1.2.1.2. Saltar
siguiendo a (Meinel, 1977:214-218)
“el saltar se emprende alrededor de los dos años y medio, o sea, al mismo
tiempo que el niño empieza correr. La caída se produce casi siempre en
posición de paso. (una pierna avanzada) y todavía elástica. Por general los
niños brincan una o dos veces hacia adelante después de la caída. También
a los tres-cinco años, cuando ya se saltan de alturas mayores, no se observa
todavía elasticidad en la caída. Los niños caen muchas veces de cuclillas,
como es justo, pero no pueden erguirse inmediatamente. Después de caer
acostumbra a producirse una pausa y a continuación sigue un brinco
parecido al de los primeros saltos, el salto se da todavía de la posición
erguida, con gran profusión de arranques. Aproximadamente al cumplir los
tres años, observamos el salto hacia arriba de pequeñas alturas, desde el
suelo”.

De acuerdo a lo anterior, el salto es otra de las habilidades locomotrices, que se


necesitan haber pasado por varios procesos como el caminar y el correr para poder
llegar a esta etapa.

1.2.1.3.Lanzar
Según (Meinel 1977, :214-218) El lanzar desde los comienzos primerizos hasta el
lanzamiento con puntería pueden observarse de las siguientes maneras:
“El niño arroja hacia abajo pequeños objetos manejables (pelotas),
aparentemente con la articulación de la mano, poco antes cumplir un año. A
partir desde este movimiento se desarrolla paulatinamente el lanzamiento
con una mano a un objetivo. Este desarrollo se produce con relativa rapidez
cuando se presenta suficientes posibilidades de ejercicio”.
Analizando lo anterior se puede decir que la habilidad de lanzar va evolucionando
a medida que el niño va creciendo, y a media que crece va desarrollando nueva
técnica de lanzamiento.

Además, el lanzamiento de puede definir como una habilidad motriz que permite
al sujeto desprenderse de un móvil con la ayuda de los miembros superiores para
posteriormente recorrer una trayectoria (Barrea, R.2010)

1.2.2. No locomotrices
Su característica principal es el manejo y dominio del cuerpo en el espacio, pero
no se realiza ninguna locomoción: balancearse, inclinarse, estirarse doblarse,
girar, retorcerse, empujar, levantar, tracciones, colgarse, equilibrarse.

1.2.2.1.Equilibrio
Por equilibrio podemos entender, la capacidad de asumir y mantener una determinada
postura en contra de la gravedad. Factores como la base, altura del centro de gravedad,
número de apoyos, elevación sobre el suelo, estabilidad de la propia base, dinamismo
del ejercicio, etc., pueden variar la dificultad de las tareas equilibradoras.

En ese sentido, el equilibrio es un factor de la motricidad infantil que evoluciona con


la edad y que está estrechamente ligado a la maduración del SNC (Sistema Nervioso
Central).

Podemos hablar de dos tipos de equilibrio:


a) Dinámico
b) Estático
1.2.2.2. Giro
El giro es aquel movimiento corporal que implica una rotación a través de los ejes
ideales que atraviesan el ser humano, vertical, transversal y Sagital. Los giros,
desde el punto de vista funcional constituyen una de las habilidades de utilidad en
la orientación y situación de la persona, favoreciendo la capacidad de orientación
espacial.

Ejemplo:
Orientar el cuerpo en la dirección deseada, coordinación dinámica general y
control postural (maduración neuromuscular y equilibrio dinámico), así como del
esquema corporal (percibiéndose mejor). Podemos establecer varios tipos de
giros:
 Según los tres ejes corporales: Rotaciones, Volteretas, Ruedas.
 Giros en contacto con el suelo.
 Giros en suspensión.
 Giros con agarre constante de mano
CAPÍTULO II
2.1. DESARROLLO MOTRIZ
Según (Rubio, 2009) el desarrollo motor hace referencia a la evolución en la capacidad
del movimiento.

Los desarrollos de las habilidades motrices dependen de la maduración neurológica y


pasa por las siguientes fases:

 Fase de automatismo: corresponde a los primeros meses. La mayoría de las


acciones son reflejas, es decir que la capacidad interior de la medula espinal nos
ayuda a realizar estos actos reflejos.
 Fase receptiva: se entiende a lo largo del segundo trimestre de vida y coincide
con el perfeccionamiento de los sentidos. Las acciones ya son voluntarias, pero
predomina la observación de los cinco sentidos de todo lo que rodea el niño.
 Fase de experimentación y adquisición de conocimientos: comienza en los
primeros meses y se extiende a lo largo de toda la vida.

2.2. Motricidad

Según (Peña,2003) “La motricidad desde las perspectivas más convencionales de


venidas de las influencias biologistas y psicologistas, se refiere la capacidad de
movimiento fisiológico e incluso orgánico que se asocia con lo motriz o fuerza
impulsora de algo”.

Desde nuestra perspectiva la motricidad es también creación, espontaneidad, intuición;


una combinación de intencionalidades o personalidades. Cada persona construye su
propio movimiento como manifestación de su personalidad. Esta construcción de la
identidad motriz resulta de procesos afectivos, cognitivos y estéticos que sean
adquiridas a través de la vida.

2.2.1. Habilidad

Es la capacidad, aptitud innata del hombre, es responsabilidad de cada persona


desarrollarla con distintas actividades ya sea dentro del trabajo u oficio.

Según Savin (1976), citado por (Camaguey, 2008) “Es la capacidad del hombre para
realizar cualquier operación (actividad) sobre la base de la experiencia anteriormente
recibida”.

De acuerdo a esto, decimos que la habilidad está presente en todo el ámbito de nuestra
vida, que nos permiten desenvolvernos dentro de la sociedad como seres capaces y
competentes, con el objetivo de realizar y cumplir nuestras metas.

2.2.2. Juego

Piaget concibe al juego ligado al pensamiento del niño como representación cognitiva,
para este autor la asimilación se equilibra con la acomodación, en el juego la asimilación
prevalece en las relaciones del niño con el significado de las cosas, e incluso ayuda en la
construcción de estas. De este modo el niño no solo asimila la realidad si no que la
incorpora para poder revivir, dominarla o compensarla.

Con los inicios de la socialización, hay un debilitamiento del juego propio de la edad
infantil y se da el paso al juego propiamente preescolar, en la que la integración de los
otros constituye un colectivo lúdico en que los jugadores han de cumplir un cierto plan
de organización, sin el cual el juego no sería ciertamente viable.

En ese sentido, los juegos sensorio-motores comienzan desde los primeros meses y a
partir del segundo año hace su aparición el juego simbólico, se da a partir de los cuatro
años y hasta los seis, en un primer periodo, y de los seis a los once, en un segundo periodo
mas complejo, cuando se desarrollan los juegos de reglas. Estos juegos de reglas van a
integrar y combinar todas las destrezas adquiridas: combinaciones sensorio-motoras
como carreras, lanzamientos, etc., o intelectuales como el ajedrez con el añadido de la
competitividad hay bajo la regularización de un código normativo vinculado a la
naturaleza del propio juego o por simples pactos puntuales e improvisados.

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