La educación como derecho requiere el desarrollo de alternativas educativas
flexibles y pertinentes que les permiten a las instituciones educativas lograr los fines y objetivos de la educación, para ello goza de autonomía escolar en el diseño de su accionar siguiendo los parámetros de la calidad educativa.
La flexibilidad conlleva, entre otras cosas, y según el diseño plasmado en nuestro
sistema educativo, que el currículum no se organice por materias o asignaturas –porque daríamos más importancia a los contenidos curriculares que al alumno–, sino por áreas. Pero donde la flexibilidad en el proceso de enseñanza adquiere toda su virtualidad es en la evaluación. En este aspecto, los diseñadores y defensores de este modelo de enseñanza entienden su propuesta en oposición a la llamada “enseñanza tradicional”.
Al ser currículo el eje articulador de las diferentes acciones escolares y
administrativas de una comunidad o institución educativa, ella debe estar sujetos a las exigencias y necesidades de su entorno físico y las características socioculturales de las de las personas que lo integran, lo cual supone un diseño transversal flexible que atienda a las necesidades educativas de su entorno real para lograr permanencia, cobertura e inclusión tanto humano como de calidad en términos de educación. Es así como la flexibilidad curricular debe ser entendida como una adaptación a la acción educativa para ofrecer opciones de cuando, y como quiere aprender.
La flexibilidad académica va más allá de la flexibilidad del plan de estudio y de la
factibilidad del alumno del alumno de construir lo que quiere estudiar; la flexibilidad académica incluye la flexibilidad numérica, funcional, administrativa, tecnológica, de gobierno y, por supuesto, la curricular o referida al plan de estudios.
De esta forma, las características de un plan flexible son las siguientes:
a) Persigue adecuar permanentemente los nuevos conocimientos a los procesos de
formación, lo que implica la actualización permanente de la disciplina; b) Promueve la capacidad de decisión en el alumnado en el momento de elegir las asignaturas o módulos que deben cursar y lo ayuda a determinar el ritmo de sus estudios; c) Fomentar el trabajo colegiado de docentes al darle una nueva formación docente para sensibilizar a los profesores hacia el cambio; d) Propicia la comunicación horizontal y vertical de los contenidos al evitar la rigidez de materias secuenciales; e) Facilita la movilidad de los actores académicos, tanto estudiantes como docentes; f) Opta por un aprendizaje integral; g) Estimula la interdisciplinariedad, disciplinariedad y transdisciplinariedad al situar la disciplina en el área de conocimiento y el actuar.