Sunteți pe pagina 1din 152

COLECCIÓN DIDAXIS

I'HINCIPIOS DE FONOLOGÍA

por N. S. Trubetzkoy

I n ri |ii ni i-,o dt constitución de la Iingüís-


i" i i|i-ni'i.il. IMS l'iincipios cíe fonología, de
I inlii'l/kiiy, (icup.in iiim posición clave: puede
i Inclín 'iur i mi i-.i.i obiii t]uudan definitivamen-
i.ilih-i ido', rl criterio funcional y la con-
' i i» mu, i|iir do oí s(! desprende, de las entid-a-
'i inM|iii',iic,i', cuino miembros de una estruc-
ii u ,i 11 ir i,i di: I ¡i i nuil i:s imposible definirlas.

Milu ilr los ,ipoi u.'s fundamentales de esta


nli i •.!• Kill.i ni liis definiciones de "oposición
l.inii.i ilr.tnii iv.i" y "i/posición fónica no dis-
iiniivii" Con rsl;is definiciones st resuelve
•..iir.l.K i inriiir, después de 30 años de tan-
irip., rl |iiohlciii,! de la distribución de los
.mullí', rn Lis clasi.'s lintjüi'sticas que son los
lunrm.i',, i", dren, el |)ioblema del paso de lo
n'iti .1 lo ,il)sii.icio en el plano fónico del

I ir. / ' / ; / « í/i/n.s í/c fonología, de Trubetz-


I "v , 1 1 HI'.I iiuyi'ii l.i i>hi ,i principal de la lingüis-
I H . I Inni iiin.il y r'.iiuciural. Si se tiene en
iiM'iil.i i|iir li.iy itnpoi tiintcs capítulos de la
iini|ur.iii ,i i|c'ni'i,il i'n los <|ia.' todo está por
i , .1 muir pin los desarrollos a que ha
luiini l.i Iri iinduliid di; las ideas conte-
• " • i. lililí), M1 compiünderá el interés
ii luí liiin iiiiiiiinlii P.II.I indo estudioso del
i . 11 i tlii cslii ti .iducción puede
IMH • ' muí un ,ii iinlrcimiento
II.H.I rl mundo di> h.ihl.i
Principios de fonología

!
N. S. TRUBETZKOY

PRINCIPIOS
DE FONOLOGÍA

EDITORIAL
A L B E R T O A G U I L E R A , 32 - MADRID
Titulo de la edición original.
GRUND20GE DER PHONOLOGIE.
o Vandenhoeck & Ruprecht in Góttingen.
Traducción de Delia García Giordano
con la colaboración de Luis J. Prieto.

ÍNDICE

Prólogo a ¡a edición castellana XIII


Prólogo a la primera edición xxxi
Introducción 1
I. Fonología y fonética 1
II. Fonología y fonoestilística 13
.
Fonología 25
Notas preliminares 25

ESTUDIO DE LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA


1. CONCEPTOS FUNDAMENTALES 29
I. Oposición fonológica distintiva 29
Todos los derechos reservados por:
'C' 1973 EDITORIAL CINCEL, S. A. II. Unidad fonológica (distintiva). Fonema. Variante 31
Alborto Aguilera, 32. Madrid. III. La definición de fonema 35
liiipirMí CMI Mijos do E. Minuesa, S. L.
Honda do Toledo, 24.—Madrid-5. 2. REGLAS PARA LA DETERMINACIÓN DE LOS FONEMAS 41
Di iioMlí) l.-i|.il M lfj.715-1976. I. Distinción entre fonemas y variantes 41
ISIIN 84-7046-034-X. II. Falsa apreciación de los fonemas de una lengua extran-
*
I'MIIH-I.I IM|II ion Septiembre de 973. jera . . . . i 46
'.'•mi 1.1 i'iln mu M.iyo do 1976. III. Fonemas y grupos de fonemas 49
IMI'MI MI I N i .",1'ANA. Printed in Spain. A) Valor monofonemático 49
B) Valor polifonemático 54
IV. Errores en la interpretación monofonemática o polifone-
mática de los sonidos de una lengua extranjera 56
PRINCIPIOS DE FONOLOGÍA XI

t < ' l ASIFICACIÓN LÓGICA DE LAS OPOSICIONES DISTINTIVAS 59 C) Particularidades de resonancia 161
V. Particularidades prosódicas 167
I. Contenido de los fonemas y sistema fonemático 59 A) Los centros silábicos 167
11. Clasificación de las oposiciones 60 B) Sílaba y mora 170
A) Según su relación con las demás oposiciones del siste- Interpretación fonológica de la cantidad 170
ma: oposiciones bilaterales y oposiciones multilatera- C) Las particularidades de diferenciación prosódica . . . 180
les; oposiciones aisladas y oposiciones proporcionales; a) Clasificación 180
estructura del sistema fonemático basada en estas cla- b) Correlaciones prosódicas de intensidad y de gemi-
sificaciones 60 nación 182
B) Clasificación de las oposiciones según la relación entre c) Correlación de registro 182
sus miembros: oposiciones privativas, oposiciones gra- d) Correlación de acentuación 187
duales y oposiciones equipolentes 66 D) Las oposiciones prosódicas de modo de enlace 195
C) Clasificación de las oposiciones según la extensión de a) La correlación de explosión glotal 195
su capacidad distintiva: oposiciones constantes y neu- b) La correlación de corte de sílaba 197
tralizables . 69 E) Oposiciones prosódicas que distinguen frases 200
III. Las correlaciones 75 a) La entonación de la frase 201
IV. Los haces de correlaciones 77 b) Diferencias de registro que distinguen las frases 203
c) El acento de la frase 204
4. SISTEMÁTICA FONOLÓGICA DE LAS OPOSICIONES FÓNICAS DIS- d) Las pausas de frase 205
TINTIVAS 81 e) Observaciones generales 206
VI. Los elementos distintivos anómalos . . 206
I. Observaciones preliminares 81
II. Clasificación de las particularidades fónicas distintivas 83
5. TIPOS DE NEUTRALIZACIÓN DE LAS OPOSICIONES DISTINTIVAS 209
I I I . Particularidades vocálicas 86
A) Terminología 86 I. Generalidades 209
B) Particularidades de localización o de timbre 88 II. Tipos de neutralización condicionados por el contexto . . 210
C) Particularidades de grado de apertura (o de plenitud A) Neutralización disimilativa 210
vocálica) 97 B) Neutralización asimilativa 213
D) Particularidades de resonancia 112 C) Neutralización combinada condicionada por el con-
IV. Particularidades consonanticas 116 texto 214
A) Particularidades de localización 116 III. Tipos de neutralización condicionados por la estructura 215
a) Las series fundamentales 116 A) Neutralización centrífuga 215
b) Series emparentadas equipolentes 119 B) Neutralización reductiva 216
c) Series de trabajo accesorio 124 C) Neutralización combinada condicionada por la es-
d) Fonemas consonanticos fuera de las series de lo- tructura 219
calización . . \ 133 IV. Tipos de neutralización mixtos 219
B) Particularidades de modo de franqueamiento 136 V. Efectos de los distintos tipos de neutralización 220
u ) Los grados de obstaculización y las correlaciones i
de modo de franqueamiento de primer grado . . . 136 6. LOS GRUPOS DE FONEMAS 223
I ) ) Correlaciones de modo de franqueamiento de se-
Kundo grado 140 I. Clasificación funcional de los fonemas 223
. ) I,.-i oposición de geminación como correlación de II. El problema de las leyes generales de combinación de los
niodii de franqueamiento de tercer grado 157 fonemas . 225
XII PRINCIPIOS DE FONOLOGÍA

I I I . Métodos para el estudio de las combinaciones 228


IV. Grupos anómalos de fonemas 233
PRÓLOGO A
7. DE LA ESTADÍSTICA FONOLÓGICA 235 LA EDICIÓN ESPAÑOLA
I. Las dos formas de contar 235
II. Resultados condicionados por el estilo y por la lengua . . 236 por Luis J. PRIETO
III. Interpretaciones propuestas de la frecuencia de los fo-
nemas 239
IV. Frecuencia efectiva y frecuencia esperada 241
1. LA CONSTITUCIÓN DE LA FONOLOGÍA
V. La estadística fonológica del vocabulario 244

ESTUDIO DE LA FUNCIÓN FÓNICA DELIMITATIVA


El proceso que conduce al descubrimiento del fonema, y con ello
a la constitución de la problemática fonológica, no puede ser explicado
1. OBSERVACIONES PRELIMINARES 249 sino a partir de las opciones epistemológicas de base que ese mismo
2. SIGNOS DEMARCATIVOS FONEMÁTICOS Y AFONEMÁTICOS 251 descubrimiento impone y que pueden caracterizarse- por lo que llama-
3. SIGNOS INDIVIDUALES Y SIGNOS GRUPOS 255 remos una concepción "relacional" del objeto, es decir, una concepción
del objeto según la cual éste no precede en cuanto objeto a las rela-
4. SIGNOS DEMARCATIVOS POSITIVOS Y NEGATIVOS 265
ciones de las que se lo reconoce como término. Se trata, en otras pala-
I. Signos demarcativos negativos fonemáticos 265 bras, de la opción epistemológica que consiste en derivar la noción de
A) Signos individuales 265 "identidad" de la de "diferencia" y no al contrario ésta de aquélla, y,
B) Signos grupos 266 en definitiva, en abandonar la reflexión de tipo metafísico por una re-
II. Signos demarcativos negativos afonemáticos 266 flexión de tipo gnoseológico y proponerse la construcción de una teoría,
A) Signos individuales 266 no del objeto "en sí", sino del objeto conocido. Por lo que hace al
B) Signos grupos 267 problema de explicar el proceso mencionado arriba, lo que nos inte-
resa inmediatamente es precisar ¡a manera en que, del punto de vista
5. EMPLEO DE LOS SIGNOS DEMARCATIVOS 269 de una posición epistemológica como la que señalamos, debe concebirse
lo que se ¡lama una "característica". De este punto de vista, en efecto,
característica y diferencia se suponen recíprocamente, es decir, que no
se reconoce una característica que un objeto presenta sin reconocer que
este objeto es diferente de al menos otro objeto y, viceversa, no se
reconoce que un objeto es diferente de otro objeto sin reconocerle al
menos una característica que presenta. Una característica que un ob-
jeto presenta resulta ser así, no algo que un objeto poseería en sí,
independientemente de toda relación de la que sea término, sino al
contrario, algo que un objeto posee sólo en relación con otros objetos
y, puesto quef la diferencia es una relación recíproca, en relación con
una característica que estos objetos a su vez presentan.
La noción de "clase" es un medio cómodo que permite referirse a
la vez a una o varias características que se reconocen a un objeto
y a la relación de diferencia en la que, del momento que se le recono-
cen dichas características, se reconoce necesariamente que se halla res-
Prólogo a la edición española xv
PRINCIPIOS DE FONOLOGÍA

IK-< t<i <le otros objetos. Reconocer, en efecto, que un objeto es miembro foro, el sujeto debe ser capaz de operar con otra clase que "corte" a
</(• uiiii clase, no es sino reconocer a este objeto una o varias caracte- aquélla. En efecto, si un sujeto reconoce a un objeto una característica
rísticas que presenta —de las que se dice que componen la "compren- que no figura entre las que componen la comprensión de una clase de
\ioii" (/(.• dicha dase— y reconocer por consiguiente que difiere de otros la que éste es miembro, lo reconoce como diferente de un objeto que
<>hji-it>N —de los objetos que no son miembros de la clase de que se no pertenece al complemento de esta clase; lo reconoce por lo tanto,
(ruta y que forman, por lo tanto, lo que se llama su "complemento" o puesto que un objeto pertenece necesariamente a una clase o a su
l.'i clase "complementaria" correspondiente—. Es pues perfectamente complemento, como diferente de un objeto que es también miembro
equivalente decir que se reconoce a un objeto una característica que de la clase mencionada, lo cual supone, como hemos visto, que el su-
¡inmérita y decir que se lo reconoce como miembro de una clase en jeto de que se trata es capaz de operar con otra clase que "corta" a
cuya comprensión figura esta característica, como lo es asimismo decir aquélla. Las clases con las que puede operar un sujeto y que no son
</iiv se reconoce que un objeto es diferente de otro objeto y decir que "cortadas" por ninguna otra clase con la que pueda operar igualmente
,v<> lo reconoce como miembro de una clase a cuyo complemento per- marcan así, para dicho sujeto, una suerte de límite, el límite de su
tenece éste. La "identidad" de que un objeto aparece dotado para un capacidad de discriminación de los objetos. El sujeto no puede en
.•itiiüfo depende de la cíase de la que éste lo reconoce como miembro, efecto reconocer a un objeto ninguna característica que no le reconozca
(••, decir, de las características que le reconoce y de los objetos de los ya cuando reconoce su pertenencia a una clase semejante, ni reconocer
(¡tic por consiguiente lo reconoce como diferente. Dos objetos que apa- que ese objeto difiere de ningún otro objeto del que no lo reconozca ya
recen a un sujeto como idénticos entre sí son dos objetos que le apare- como diferente cuando reconoce dicha pertenencia.
cen como dotados de la misma identidad, o sea dos objetos que dicho Se puede considerar que si un sujeto dispone de dos clases de las
sujeto reconoce como miembros de una misma clase y que reconoce que es miembro un mismo objeto, dispone también de la clase que
por consiguiente como diferentes de los mismos otros objetos. constituye el producto lógico de aquéllas y de la cual, por supuesto,
Cuando, dada una clase, hay entre sus miembros uno que es a la dicho objeto es también miembro. Ahora bien, de esto, y de las rela-
ve-/, miembro de otra clase y otro que, al contrario, no lo es, diremos ciones que hay entre un producto lógico y los factores de que resulta,
t/iic t-nta última clase "corta" a la primera. Una clase "corta" por lo se siguen dos conclusiones: por una parte, puesto que, dadas dos cla-
tíinto a otra cuando está incluida en ella o cuando se halla respecto de ses, su producto lógico "corta" necesariamente por lo menos a una de
<-lí¿i cu relación de intersección, pero no cuando la incluye o cuando ellas,2 un sujeto no puede disponer sino de una clase de la que sea
.-.e liiilln respecto de ella en relación de exclusión.1 Naturalmente, si una miembro un objeto determinado y a la que no "corta" ninguna otra
elimo es "cortada" por otra, también ¡o es por el complemento de ésta. clase de la que disponga igualmente; y, por otra parte, puesto que un
Ahora bien, de la definición que acabamos de enunciar y de lo dicho producto lógico no es nunca "cortado" por los factores de que resulta,
/ m > < cilciiícmcntc .se sigue que una condición necesaria para que un la mencionada sola clase de que dispone un sujeto, que comporta entre
mijfíto pueda reconocer que un objeto perteneciente a una cíase con sus miembros a un objeto determinado y a la que no "corta" ninguna
tu cual opera difiere de otro objeto perteneciente a esta misma clase, otra clase de la que dicho sujeto disponga igualmente, es el producto
<!.v que sea capaz de operar con otra clase que "corte" a la primera. lógico de todas ¡as clases de que dispone este sujeto que comportan
Reconocer, en efecto, que un objeto difiere de otro objeto, supone, como entre sus miembros al objeto de que se trata. Un sujeto llega pues al
hemos visto, reconocer que aquél es miembro de una clase a cuyo com- límite de su capacidad de discriminación de un objeto cuando lo reco-
/ilcinfiito pertenece éste, ¡a \zual, por consiguiente, "corta" toda clase noce como miembro del producto de todas las clases de que dispone
<!<• 111 (¡ue ambos objetos sean miembros. Por supuesto, la misma con- y de las que dicho objeto es miembro. Se trata, como se ve, de un
chisión puede .ver formulada en términos de características: para poder límite subjetivo, que depende de las clases con las que el sujeto de
iccDnocur a un objeto una característica que no figura entre las que
cinn¡M>nen la comprensión de una clase de la que dicho objeto es miem-
2
Siempre que se trate efectivamente de dos clases, es decir, de dos clases dis-
1 tintas. El producto lógico de dos clases idénticas no "corta" por cierto a ninguna de
l'nni las nociones de lógica de clases que empleamos sin definirlas puede
ni! u ríe J. Ferrater Mora y H. Leblanc, Lógica matemática, México-Buenos éstas, pero no es seguro que haya razones para considerar que dos clases idénticas
\«. i ..rulo de Cultura Económica, 1955. son efectivamente dos clases.
PRINCIPIOS DE FONOLOGÍA
Prólogo a la edición española
se trata es capaz de operar. El sujeto, sin embargo, tiene tendencia
11 proyectar sobre la realidad su propia limitación y a suponer que un procedencia regional del hablante, etc. El hablante cree, por lo tanto,
objeto no presenta sino las características que él es capaz de recono- según lo explicado arriba, que los sonidos de su lengua son "realmente"
cerle. El sujeto cree por consiguiente, cuando reconoce a un objeto tal como le aparecen cuando los reconoce como miembros de las clases
como miembro del producto lógico de todas las clases de que dispone que resultan de la multiplicación lógica de los fonemas por las cla-
y de ¡as que dicho objeto es miembro, que lo "agota", es decir, que le ses del tipo mencionado de que dispone. Esta convicción, más o menos
reconoce la totalidad de las características que presenta y que lo reco- explícitamente manifestada, ha sido también, durante todo el siglo pa-
noce como diferente de todos los objetos de los cuales difiere. La sado, la de los lingüistas, quienes, en éste como en muchos otros casos,
identidad de la que un objeto aparece dotado para un sujeto cuando no hicieron sino incorporar a la teoría de la lengua el conocimiento
t'\itc lo reconoce como miembro del producto lógico de todas las clases práctico que tenían de ésta en tanto simples hablantes:3 una lengua
de que dispone y de ¡as que dicho objeto es miembro, se convierte así, comporta un número limitado y relativamente pequeño de "sonidos"
pura el sujeto de que se trata, en la identidad "natural" del objeto, en con los que se forman (los significantes de) las palabras; cada uno de
ÑU "verdadera" identidad, la que el objeto posee "en sí"; y es porque estos "sonidos" puede por cierto recibir pronunciaciones distintas según
son "realmente" idénticos que el sujeto cree que le aparecen como tales el locutor que los produce, pero, abstracción hecha de estas diferencias
mi objeto que reconoce como miembro del producto lógico de todas que dependen del locutor, es siempre "el mismo". Los lingüistas, en
¡as clases de que dispone y de las cuales este objeto es miembro y los otros términos, admitieron, durante todo el siglo pasado, que la iden-
otros objetos que son igualmente miembros de este producto. La ilu- tidad con que ¡os sonidos de una lengua aparecen al hablante puede
sión, común a todos los empirismos, de que el sujeto tiene acceso al explicarse simplemente por lo que los sonidos son "en sí" y por la
objeto "concreto", ilusión a la que se hace referencia implícita cada vez abstracción que, naturalmente, el hablante hace de aquellas de sus ca-
que se dice que un sujeto "hace abstracción" de una característica que racterísticas que dependen del locutor que los pronuncia.
un objeto presenta, tiene su origen a nuestro parecer en esta confusión El acontecimiento que impone a los lingüistas la revisión de estos
entre la posibilidad subjetiva y la posibilidad objetiva de discrimina- puntos de vista es, como ya se ha dicho, el desarrollo de la fonética
ción de los objetos: lo que se toma por un objeto "concreto" no es instrumental. El papel que desempeña esta disciplina es simplemente
sino un objeto tal como aparece cuando se lo reconoce como miembro el de poner a disposición de los lingüistas clases de sonidos que "cortan"
del producto lógico de todas las clases con que se es capaz de operar a los fonemas y en cuya definición intervienen características que no
a las que dicho objeto pertenece. pueden ser atribuidas a la "manera de pronunciar" de los diversos lo-
Esta interpretación permite en todo caso explicar la manera en que cutores. Los lingüistas no se liberan por cierto, gracias a la fonética, de
lu lingüística trata los sonidos de la lengua en el período que va hasta la la ilusión empirista, y siguen convencidos de que un sonido es, en su
constitución de la fonología y la situación que crea, a fines del siglo "realidad concreta", tal como aparece cuando lo reconocen como miem-
pasado, el desarrollo de la fonética instrumental, situación que desem- bro del producto lógico de todas las clases de que disponen y de las
boca en el descubrimiento del fonema. Los sonidos que pueden pro- que dicho sonido es miembro. Pero a las clases de las que los lingüis-
ducirse cuando se habla una lengua determinada son normalmente dis- tas disponían hasta entonces, y de las que resultaba pues dicho pro-
tribuidos, por los hablantes de esta lengua, en las clases que son sus ducto, se agregaron con el desarrollo de la fonética instrumental las
que les suministraba esta disciplina, y esto hizo que surgiera para ellos
"limemos". En principiólos fonemas de una lengua se hallan siempre
en relación de exclusión entre ellos, de modo que en principio un fo- un problema que hasta entonces no se ¡es había planteado: un sonido
nema de una lengua no es nunca "cortado" por otro fonema de la mis- de una lengua; una vez que "se hace abstracción" de las diferencias que
niíi lengua. Ahora bien, las únicas clases de que dispone normalmente dependen de la "manera de pronunciar" de los diversos locutores, no
un hablante, a las que pertenecen los sonidos de su lengua y que es siempre "el mismo" sonido y, por consiguiente, la identidad de que
"cortan" a los fonemas de ésta, son clases determinadas por caracte- un sonido aparece dotado para el hablante no puede ser explicada sim-
rísticas que dependen del locutor que los produce como, por ejemplo, plemente por ¡o que dicho sonido es "en sí" y por la abstracción de
las clases con que se opera cuando se reconoce una "voz de hombre"
o una "voz de mujer", o cuando se reconoce por su pronunciación la
•' Puede decirse que este procedimiento ha sido el habitual, hasta el adveni-
miento de Saussure, en todo lo que concierne a la sincronía de la lengua.
\\iii PRINCIPIOS DE FONOLOGÍA Prólogo a la edición española xix

aquellas de sus particularidades que dependen de la "manera de pro- de las lenguas, dice, se comprueba a menudo que varios sonidos
nunciar" del locutor. [abstractos] distintos deben ser considerados en una lengua como si
El descubrimiento del fonema se halla en la lógica de los hechos . fueran uno"6 y, "de hecho, muchos de los elementos de una lengua que
</(«• llevan al planteamiento del problema mencionado y que no es son corrientemente llamados «son/dos» son en realidad pequeñas fami-
otro, en definitiva, que el de la identidad lingüística de los sonidos. Los lias de sonidos [abstractos]".'* Son estas "pequeñas familias" de soni-
"sonidos" en que se había confiado hasta entonces se revelaban ser dos, que deben ser considerados en una lengua como si fueran uno, lo
frecuentemente, no un "sonido", sino varios. Una posible reacción ante que Jones ¡lama "fonemas".
esta revelación pudo ser y fue sin duda para muchos la de abandonar
pura y simplemente los antiguos "sonidos" y reemplazarlos por los 2. LA FONOLOGÍA, CIENCIA DEL HOMBRE
"sonidos" que la fonética mostraba eran los "verdaderos". Pero hubo
también lingüistas que reconocieron que, si bien los antiguos "sonidos" Es dándose un objeto que le es propio como se constituye una cien-
no eran lo que se había creído hasta entonces, no por ello dejaban de cia. Para la fonología ese objeto fue, por supuesto, el fonema: los lin-
tener una identidad para el hablante, y se interrogaron acerca de esta güistas comienzan, sin duda sin darse cuenta aún, a hacer fonología,
identidad: es esta identidad o, más exactamente, la clase de la cual cuando llegan a la conclusión de que un fonema no es simplemente un
resulta, lo que llamaron "fonema". sonido. El objeto que de este modo se daba a la fonología es sin embar-
Donde mejor se halla reflejada esta fase de ¡a evolución del pro- go un objeto de un tipo particular. Un fonema es, como hemos visto,
blema —fase que la obra de Trubetzkoy deja muy atrás4— es, quizás, en una cierta identidad de que un objeto aparece dotado para un sujeto,
tas teorías de Daniel Jones. Jones distingue los sonidos "concretos" esto es, la identidad de que un sonido de una lengua aparece dotado
y ¡os sonidos "abstractos". "Un sonido concreto es una cosa física, un para un hablante de esta lengua. Sabemos, por otra parte, que la iden-
sonido efectivamente pronunciado en una ocasión determinada."5 Jones tidad de que un objeto aparece dotado para un sujeto depende de la
no define el sonido "abstracto", pero nos parece posible decir, sin trai- clase de la que éste lo reconoce como miembro. Ahora bien, si se admi-
cionar su pensamiento, que el sonido "abstracto" de Jones es el sonido te, como, a nuestro parecer, no cabe duda de que debe hacerse, que
"concreto" del empirismo —es decir, el sonido tal como aparece cuando reconocer la pertenencia de un objeto a una clase y reconocerle por lo
se lo reconoce como miembro del producto lógico de todas las clases tanto una identidad es ya lo que se llama "conocer" a dicho objeto,
a las que pertenece con las que el sujeto es capaz de operar— una vez es decir, tener de él una aprehensión no meramente sensorial, sino
que "se ha hecho abstracción" en él de las particularidades que depen- intelectual, se llega a la conclusión de que dándose como objeto el
den de la "manera de pronunciar" del locutor. El sonido "abstracto" fonema y por lo tanto una clasificación a la que ciertos sujetos someten
de Jones correspondería pues a lo que hablantes y lingüistas, en tanto ciertos objetos, la fonología se daba como objeto una manera en la que
unos y otros dispusieron de las mismas clases, es decir, hasta que la
fonética, suministrando a los lingüistas clases de ¡as que no disponían
los hablantes, vino a complicar la situación, estuvieron de acuerdo en 6
"It is constantly found in language study that several dístinct sounds [...]
llamar un "sonido". Lo que lleva a Jones a agregar a las nociones de in a language have to be considered as if they were one". Ibíd., pág. 7. No inclui-
sonido "concreto" y de sonido "abstracto" la noción de "fonema" es, mos en el texto la continuación de la frase: "... for orthographic, grammatical and
precisamente, el desacutii'do en que lingüistas y hablantes se hallaron semantic purposes", porque nos parece errónea la prioridad que Jones otorga a la
desde entonces en cuanto a la identidad de los sonidos: "En el estudio relación entre fonología y escritura ("...for orthographic ..."). Este error lo lleva
a afirmar, en "The History and Meaning of the Term «Phoneme»" (Suplemento a
Le Maitre phonétique, julio-diciembre 1957), pág. 1, que "the idea of phoneme [...]
is very ancient. In fact [...] it must be date back to the time when people first
1
Véase Luis J. Prieto, "La Découverte du phoneme: Interprétation épistémo- bethought themselves of writing down languages by an alphabet". Evidentemente,
logique", en La Pensée, N' 148 (París, diciembre de 1969), especialmente § 17.2. "the idea of phoneme" es aún mucho más antigua, puesto que remonta al tiempo
en que el hombre simplemente comenzó a hablar.
•' "A concrete sound is a physical thing, a sound actually uttered in a particular 7
"In fact, many of the elements of language commonly termed «sounds» [...]
occasion". D. Jones, The Phoneme: Its Nature and Use, Cambridge, W. Heffer
8r. Sons, 2* edición, 1962, pág. 6. are in reality small families of sounds". The Phoneme, pág. 7.
PRINCIPIOS DE FONOLOGÍA Prólogo a la edición española xxi

conocen a aquéllos: el objeto dándose el cual se constituye la Esta particularidad del objeto que, si se acepta nuestro punto de
fonología es la clasificación a la que el hablante somete a los sonidos vista, caracteriza a las ciencias del hombre, explicaría las dificultades
de su lengua y la manera en que, de resultas de esta clasificación, los que hallan éstas para definirlo y para constituirse así en disciplinas
conoce. epistemológicamente autónomas. El sujeto del conocimiento espontá-
Poco importa que los fundadores de la fonología estuvieran lejos de neo tiene en efecto tendencia a "naturalizar" este conocimiento, es decir,
tomar plena conciencia de esta particularidad del objeto que se propo- a considerarlo como una consecuencia necesaria de lo que el objeto es
ninii estudiar* El caso es que, proponiéndose el estudio del fonema, la "en sí". Ahora bien, es evidente que en tanto se sea víctima de este
luiiología se daba, más claramente de lo que jamás lo había hecho has- espejismo y no se reconozca la imposibilidad de explicar la manera
ta entonces ninguna otra disciplina de las que se acostumbra llamar las particular en que un sujeto conoce un objeto por lo que este objeto
"ciencias del hombre", un objeto del tipo que, a nuestro parecer, carac- es "en sí", dicha manera de conocer no puede aparecer como constitu-
teriza a estas disciplinas. Frente a la realidad primera y natural que yendo una realidad distinta de la de su objeto ni convertirse a su vez
os la realidad material, la actividad cognoscitiva del hombre produce en objeto de otro conocimiento. La importancia del obstáculo que la
tin efecto otra realidad, segunda e histórica, que es el conocimiento de tendencia mencionada del sujeto del conocimiento espontáneo opone
aquélla. La división fundamental de las ciencias es, a nuestro parecer, a la constitución de una ciencia del hombre no aparece en toda su
la que distingue por un lado las ciencias que estudian la realidad ma- medida si no se tiene en cuenta el hecho de que el científico del hom-
terial, es decir las ciencias de la naturaleza, y, por el otro, las ciencias bre, actual o virtual, es siempre, al mismo tiempo que sujeto del cono-
cuyo objeto está constituido por un conocimiento y forma parte, por cimiento científico que constituye su disciplina, sujeto de al menos uno
lo tanto, no de la realidad natural, sino de la realidad histórica. Entre de los conocimientos espontáneos que constituyen el objeto de aquélla:
his últimas figuran por cierto las "epistemologías", que estudian los co- así el fonólogo, a la vez que sujeto del conocimiento científico que
nocimientos del tipo llamado "científico".9 Las llamadas "ciencias del constituye la fonología, es siempre sujeto del conocimiento espontáneo
hombre", que, como las epistemologías, tienen por objeto respectivo un de los sonidos de su lengua, conocimiento espontáneo éste que es ob-
conocimiento y se oponen por ello a ¡as ciencias de la naturaleza, se jeto de aquel conocimiento científico; y en situación análoga se hallan,
caracterizan frente a las epistemologías por el tipo, que no es cientí- a nuestro parecer, el sociólogo, el economista, etc.
fico, sino "espontáneo",10 del conocimiento que constituye su objeto. Lo dicho arriba acerca de ¡a disociación, necesaria para que una
Toda ciencia del hombre se halla pues, a nuestro parecer, en el caso ciencia del hombre pueda constituirse, de la realidad del objeto y la
de la fonología, la cual, aun si los fonólogos no lo reconocen explícita- de su conocimiento, puede resumirse gracias a un término de Saussure
mente, es, en la práctica de éstos, un conocimiento científico cuyo diciendo que un conocimiento no puede aparecer como constituyendo
objeto es el conocimiento espontáneo que ciertos sujetos —los hablantes— una realidad distinta de la que constituye su objeto ni, por consiguien-
tienen de ciertos objetos: los sonidos de su lengua. te, convertirse a su vez en objeto de otro conocimiento, sino en la
medida en que se le reconoce su carácter "arbitrario". La clave de esta
"arbitrariedad" del conocimiento es Saussure mismo, quien nos la su-
14
Trubetzkoy no utiliza nunca la noción de "clase". La polémica que el autor ministra cuando afirma que "la relación de identidad depende del pun-
muntiene con Jones (véase p-g. 37) hubiera podido evitarse con su empleo, puesto
que una clase puede ser a la vez, según si se tiene en cuenta su extensión o su
to de vista variable que se decide adoptar".11 Todo conocimiento es
(-omprensión, una "familia" de objetos y "la suma de las particularidades pertinen- pues arbitrario, porque todo conocimiento supone un punto de vista
tes" que comporta un objeto. que determina la clase a la que el sujeto reconoce que pertenece el
objeto y la identidad con la que éste le aparece, y que este punto de
" Y que deben por cierto ser contadas entre las ciencias del hombre. Esta de- ! vista no es de ninguna manera impuesto por el objeto, sino elegido,
signación la reservamos sin embargo, en lo que sigue, para las disciplinas a las que en un contexto histórico-social, por el sujeto.
so aplica habitualmente.

11
1
"La relation d'identité dépend du point de vue variable qu'on decide d'adop-
" El término "espontáneo" no es el ideal, pero presenta menos inconvenientes ler". F. de Saussure, Cours de linguistique genérale, edición crítica de Rudolf
que otros igualmente frecuentes como "intuitivo", "empírico", etc. En cuanto a la Engler, Wiesbaden, Harrassowitz, tomo I, 1968, pág. 25, columna 3. (Citamos sim-
caracterización del conocimiento espontáneo frente al científico, véase nota 15. plificando las convenciones grafísticas de Engler.)
!!^||1||||^K^^£Í||S^S£!Í

*MI PRINCIPIOS DE FONOLOGÍA Prólogo a la edición española xxm

A continuación veremos algunas consecuencias de este arbitrario del


referencia con ellos.14 Es, como se ve, un punto de vista determinado
conocimiento, pero antes querríamos citar de nuevo a Saussure, quien
os, sin duda, aún hoy, el lingüista que más lúcidamente ha tratado de por relaciones que se establecen entre los sonidos, es decir los objetos
que se someten a la clasificación de que se trata y que forman ío que
cutos problemas, para mostrar que la división de las ciencias que pro-
ponemos arriba como fundamental y la manera en que caracterizamos se llama el "universo del discurso" de esta clasificación, y objetos
liin ciencias del hombre frente a las ciencias de la naturaleza, se hallan que no entran en ella y pertenecen por lo tanto a otro universo del
l>robablemente formuladas ya en ¡os cursos con que, a principios de discurso. Ahora bien, lo que es válido para la identidad que el hablante
siglo, en Ginebra, inauguró la lingüística general. "En otros dominios reconoce a los sonidos lo es en general para la identidad que un suje-
to reconoce a los objetos de un universo del discurso cualquiera sea, no
-dice Saussure— se puede hablar de las cosas consideradas «de tal o
sólo en cuanto al hecho de que esta identidad, como lo señala Saussure,
cual punto de vista» con la certeza de hallar un terreno firme en el
objeto mismo";1'2 en lingüística, por el contrario, "negamos que haya depende siempre de un punto de vista que el sujeto decide adoptar,
sino incluso en cuanto a la índole misma de este punto de vista: la
objetos dados, que haya cosas que continúan existiendo cuando se pasa
distribución en clases de los objetos que componen un universo del
de un orden de ideas a otro": "no es posible [...] hablar en lingüística
discurso se basa siempre, cualquiera sea este universo del discurso, en
«de una cosa» que sería considerada de diferentes puntos de vista [ . . . ]
la relación en la que ¡os objetos que lo componen se hallan respecto de
porque en [lingüística] es el punto de vista lo que hace la cosa".13
los objetos que componen otro universo del discurso.
Creemos posible interpretar ¡os pasajes citados en el sentido de que, en
Del momento, sin embargo, en que los objetos que componen un
tanto que las ciencias de la naturaleza, que estudian los objetos mate-
universo del discurso son clasificados del punto de vista de su relación
riales, fijan un punto de vista en que se basan para considerarlos y
con los objetos de otro universo del discurso, los objetos que componen
del cual resultan las identidades con las que estos objetos les aparecen
a éste son inevitablemente clasificados a su vez del punto de vista de
-punto de vista e identidades que serán el objeto de las epistemologías
su relación con los objetos que componen a aquél. La clasificación a
correspondientes—, en lingüística tal cosa es imposible, porque es pre-
que un sujeto somete los objetos de un universo del discurso y las
cisamente un punto de vista, y las identidades con que aparecen los
objetos a los que se lo aplica, lo que constituye su objeto. identidades con que estos objetos le aparecen en consecuencia, resultan
de este modo ser siempre respectivamente correlativas de una clasifi-
cación a la que el mismo sujeto somete los objetos de otro universo
3. FONOLOGÍA Y ESTRUCTURALISMO del discurso y de las identidades que reconoce por lo tanto a estos
objetos. Es decir, que toda clasificación, y por consiguiente toda manera
El "punto de vista que se decide adoptar" del que depende ¡a iden- de conocer, resulta ser lo que se puede llamar "significativa" y toda
tidad con que aparece un objeto, o sea, según lo que hemos visto, el clase y todo concepto1"' constituyen en cierto modo una de las "faces"
punto de vista que sirve de base a la clasificación de la que resulta de una identidad bifaciaí, cuya otra "faz" está por supuesto constituida
dicha identidad, está determinado, en lo que concierne a la distribución igualmente por una clase y un concepto.
que el hablante hace de loi* 'sonidos en las clases que son los fonemas '
y a las identidades que resultan de esta clasificación, por las relaciones
(¡uc existen entre ¡os sonidos y los objetos a los que puede hacerse 1
•* Creemos que estos objetos son siempre influencias, consistentes en "hacer
saber" o en "hacer obrar", que un emisor puede tratar de ejercer, con los sonidos
que produce, sobre un receptor (véase L. J. Prieto, Enciclopedia del /Vovecenfo,
'* "En d'autres domaines, on peut parler des choses «á tel ou tel point de vue-», Roma, Istituto della Enciclopedia Italiana, 1973 y ss., s. v. "Semiología"). Si esto
. , i I . M I I qu'on est de retrouver un terrain ferme dans l'objet méme". Ibid., pág. 26, no es inmediatamente evidente, lo es en todo caso que produciendo sonidos se hace
col. 5. referencia a objetos,, y esto basta para nuestra argumentación.

15
1:1
". .. nous nions en principe qu'il y ait des objets donnés, qu'il y ait des Por "concepto" entendemos la comprensión de una clase, y quien opera con
choses qui continuont d'exister quand on passe d'un ordre d'idées a un autre"... "II una clase opera por lo tanto con un concepto. Una particularidad, si no la más
nous est interdit en linguistique [...] de parler «d'une c/iose» a différents points importante, al menos la más constante, del conocimiento espontáneo es la de no
de vue, f . . . ] parce que c'est le point de vue qui /a/í la chose". Ibíd. explicitar los conceptos con que opera, al contrario del conocimiento científico, que
los explícita siempre.
PRINCIPIOS DE FONOLOGÍA Prólogo a la edición española xxv

La distribución de los sonidos en las clases que son los fonemas, que explicar la pertinencia que poseen, en una lengua, las diferencias fóni-
.•.<• himn, como hemos señalado, en la relación que hay entre los sonidos cas pertinentes.
\- ION objetos a que puede hacerse referencia con ellos, supone pues una La fonología es pues "estructural" en dos sentidos que es importante
clasificación correlativa de estos objetos, basada en la relación en que distinguir claramente. Lo es en primer lugar porque considera que su
/i su vez se hallan respecto de los sonidos. Son estas clases las que el objeto, el fonema, no puede ser definido fuera de un sistema de enti-
hablante, basándose en la relación en que los objetos a que puede dades semejantes que se determinan recíprocamente. Esto, que la fo-
hacerse referencia con los sonidos se hallan respecto de éstos, distribuye nología sostiene a propósito del fonema, no es, como se ve, sino un caso
.•i ilichos objetos, ¡o que constituye los "significados" de las frases y de particular del principio general según el cual una clase no puede ser
IIIN palabras. Cuando Trubetzkoy define la noción de "oposición fono- definida fuera de un universo del discurso y por oposición a su com-
lógica", que constituye la piedra de base de su teoría, lo hace refirién- plemento, es decir, fuera de lo que llamaremos una estructura "oposi-
dose a los significados o, como dice él, sin duda para evitar toda con- cional". Pero la fonología es estructural, también, y de manera mucho
tusión con las oposiciones fónicas que sólo tienen valor estilístico, a las más original, cuando explica la estructura oposicional que constituye el
"significaciones intelectuales" de las palabras. Ahora bien, lo dicho pre- sistema fonológico de una lengua por su correlación con otra estructura
cedentemente permite poner en claro el sentido de esta manera de oposicional, la que forman los significados. Con esta explicación la fo-
proceder de nuestro autor y, al mismo tiempo, uno de los aspectos fun- nología sienta un principio fundamental que se inserta en la más pura
damentales de la problemática fonológica. Las oposiciones fonológicas tradición saussureana y cuyas consecuencias están aún muy lejos de
no son sino ¡as diferencias fónicas "pertinentes", es decir las diferencias haber sido valoradas en toda su importancia, a saber, que una estruc-
fónicas que cuentan para la identidad que el hablante reconoce a los tura oposicional o, al menos, una estructura oposicional con la que un
sonidos y, por consiguiente, para la clasificación que aquél hace de sujeto opera efectivamente, se integra necesariamente en una estruc-
listos cuando establece los fonemas. El lingüista no tiene pues de nin- tura de otro orden, que llamaremos "semiótica", en la que la estructura
gún modo necesidad de recurrir al significado para determinar cuáles oposicional de que se trata y otra estructura semejante se suministran
recíprocamente la pertinencia de la que cada una resulta.
son, en una lengua, las oposiciones fonológicas: al contrario, el problema
que el recurso al significado viene a resolver sólo pudo plantearse cuan-
do se reconoció que, una vez "hecha abstracción" de las diferencias 4. VIGENCIA DE TRUBETZKOY
fónicas que dependen de la "manera de pronunciar" del locutor, hay
aún diferencias fónicas que cuentan y diferencias fónicas que no cuen- La fonología no podía por cierto dejar de seducir, por su rigor y
tan para ¡a identidad con que los sonidos aparecen al hablante, es decir, por la necesidad lógica que se manifestaba en sus conclusiones, a las
que, cualquiera fuera la designación que se les diera, las oposiciones otras ciencias del hombre. Las cualidades mencionadas de la fonología
fonológicas debieron ser reconocidas como pertinentes antes de que se fueron vistas como una consecuencia de su estructuralismo, y fue por
pensase en hacer un tal rt 'tirso. Sí aún hoy hay sin embargo fonólogos lo tanto en éste que las otras ciencias del hombre trataron sobre todo
que piensan que el recurso al significado es necesario para determinar de inspirarse.
los fonemas de una lengua, es porque parten de una falsa concepción El estructuralismo de la fonología era sin embargo el de una disci-
del objeto de su disciplina: el resultado a que apunta el trabajo teórico plina que, explícitamente o no, había reconocido en todo caso que su
de una ciencia del hombre no es, como en una ciencia de la naturaleza, objeto está constituido por una manera de conocer ciertos objetos y
¡•I </<• establecer clases de objetos materiales, sino el de explicar clases de por consiguiente por una manera de distribuirlos en clases,10 y era ine-
objetos materiales que la ciencia del hombre de que se trata encuentra vitable que este estructuralismo, adoptado por una disciplina que no
yn establecidas; en nuestro caso particular, la tarea del fonólogo no es
1(i
I/i <!<• establecer clases de sonidos, sino la de explicar clases de sonidos Debe estar claro que cuando decimos, por ejemplo, que la fonología estudia
loa fonemas— que el fonólogo encuentra ya establecidas por el ha- la manera en que el hablante distribuye los sonidos en clases, nos referimos a la
hlnnto. Es en esta explicación donde el recurso al significado es indis- manera en que un hablante de una lengua determinada distribuye los sonidos de
esta lengua en las clases que son sus fonemas y que forman su sistema fonológico.
pensable, es decir, que tal recurso es indispensable, no para determinar En ningún caso nos referimos, por supuesto, a una clasificación o a un sistema
ruóles son, en una lengua, las diferencias fónicas pertinentes, sino para fonológico universales.
PRINCIPIOS DE FONOLOGÍA
Prólogo a la edición española XXVH

lit-cho, a propósito de su objeto, un reconocimiento semejante,


nología postula en efecto una disciplina que estudie los significados, es
de carácter. La ambigüedad, entre otras cosas, que se mani-
decir la estructura oposicional que explica la estructura oposicional que
en ciertos estructuraíismos no fonológicos en cuanto al nivel en
constituye su propio objeto, y una lingüística, de la que tanto esta teoría
.se sitúan, que no se sabe bien si es el del método de análisis del
del significado como ¡a fonología misma deben formar parte, cuyo ob-
i'hirió o el del objeto mismo, puede probablemente explicarse a partir
jeto sea la estructura semiótica en la que se integran ¡as dos estructuras
</(> lo dicho arriba: visto el carácter evidentemente estructural de un
oposicionales mencionadas. Ahora bien, de la ejecución de estas tareas,
• if.tt-ma de clases, difícilmente una ambigüedad semejante podría en
lo más que puede decirse es que está apenas esbozada: basándose en
f l f d o subsistir una vez que se ha reconocido como objeto un tal sistema.
premisas que consideramos falsas, los lingüistas que adoptan la fono-
Las ciencias del hombre que intentaron adaptar a sus propios pro-
logía como una de las partes, de que consta su disciplina abandonan
hlrtniíN el estructuralismo fonológico parecen por otra parte haber con-
frecuentemente, cuando tratan las otras, ¡a problemática lingüística que
t-riilrudo a menudo su atención sobre la estructura de tipo oposicional
plantea la fonología y, con ella, la construcción de la sola teoría lin-
(o/i la que trata la fonología, es decir, sobre el sistema fonológico, en
güística en la que pueda integrarse orgánicamente ¡a fonología.
rl (¡tic cada fonema se define por su oposición a los otros, y dejado
A pesar de los casi 35 años transcurridos desde su publicación, la
(/o lado por lo tanto la estructura semiótica en la cual aquélla se inte-
obra que hoy se pone a la disposición del mundo de habla española
grn y adquiere sentido. Es interesante hacer notar a este propósito
no ha sido reemplazada por ninguna otra como obra de base de esta
(¡tío dos entidades entre las que hay oposición pertenecen necesaria- disciplina plena de virtualidades inexplotadas que, esperamos haberlo
mente al mismo universo del discurso, puesto que un universo del dis- mostrado, es la fonología. La única obra que trata de la misma ma-
< ur.so se define precisamente como el conjunto que forman un objeto teria y que puede ponerse en parangón con la de Trubetzkoy pero que,
</nc un sujeto conoce y todos los otros objetos en oposición a los cuales lejos de venir a reemplazarla, la completa, es sin duda la Économie
lo conoce. Reduciendo pues todas las relaciones a la oposición, no se des changements phonétiques de André Martinet17 (quien, lamenta-
nulo de un único universo del discurso. Ahora bien, el problema fun- blemente, abandona ¡as perspectivas que esta obra abre a la investiga-
damental que se planteó la fonología es el de la imposibilidad de hallar ción para consagrarse a trabajos de interés mucho menos seguro18).
dentro de ¡os límites de un universo del discurso la explicación de la La publicación en español de los Principios de fonología constituye
manera en que un sujeto distribuye en clases los objetos que lo com- pues un acontecimiento cultural y científico de importancia. Por eso,
, es decir, el de la imposibilidad de explicar una estructura opo- y para terminar este Prólogo, querríamos, en nombre y por encargo de
con la que opera un sujeto sin franquear los límites del universo ¡a Casa editora y en nuestro propio nombre, rendir el homenaje o
del discurso al que esta estructura se refiere; y la solución que la fo- expresar la gratitud que merecen todas las personas que han colabo-
nología da a este problema, que consiste, como hemos visto, en explicar rado de una forma u otra para que este acontecimiento tenga por fin
tinu estructura oposicional por su correlación con otra estructura opo- lugar. Mencionaremos en particular ¡os nombres de la señora Vera
,sici()/iaí con la que forma una estructura semiótica, constituye sin duda Trubetzkoy, viuda del autor de los Principios, que mostró siempre la
hi contribución más original de la fonología a la teoría del conocimiento más generosa disposición para facilitar la realización de la empresa, del
y a las ciencias del hombre en general. En ¡a medida, por consiguiente, profesor Eberhard Zwirner, gracias a cuya amable intervención se
«•/i </ue no se capte plenamente la forma en que se articulan, en la pudo establecer contacto con la señora Trubetzkoy, y, por último, del
teoría fonológica, ¡os dos tipos de estructura que hemos mencionado, profesor D. Francisco Marcos Marín, sin cuya tesonera diligencia la
es ¡o que hay quizá de más interesante en esta teoría lo que se deja publicación corría el riesgo de ser diferida aún e incluso el de ser
í/e lado. definitivamente abandonada.
La importancia de estos dos aspectos de la teoría fonológica que no Cátedra de Lingüística General
han sido suficientemente explotados por las otras ciencias del hombre de la Universidad de Ginebra, febrero de 1973.
non exime de insistir mencionando otros: lo dicho basta para que se
17
ntiedfi considerar que la fonología sigue siendo una disciplina de van- Berna, Ediciones Francke, 1955.
tfn/irr/i'fl en el conjunto de las ciencias del hombre. La fonología, por 18
El español es una de las lenguas mejor estudiadas desde el punto de vista
olnt parte, establece, constituyéndose, el plan de una lingüística: la fo- fonológico, gracias a la Fonología española de Emilio Alarcos Llorach, Gredos, Ma-
drid, 4? edición, 1965.
ADVERTENCIA

La traducción española fue hecha directamente del original


alemán. Nuestra intervención en esta tarea consistió en revisar
completa y detalladamente una primera versión preparada por
la traductora, profesora Delia García Giordano, y en discutir
con ella las modificaciones que nos pareció necesario intro-
ducir en dicha primera versión. El texto que se presenta al
lector es el que traductora y revisor elaboraron conjuntamente
en el curso de esas discusiones.
L. J. P.
PRÓLOGO A
LA PRIMERA EDICIÓN

El presente libro, en el cual N. S. Trubetzkoy (1890-1938) trabajó


infatigablemente hasta ¡as últimas semanas de su vida, no fue termi-
nado. Según las previsiones del desaparecido autor, debían seguir aún
unas veinte páginas. El supuesto contenido de estas páginas habría sido
un capítulo sobre los signos demarcativos de ¡as frases y una conclusión.
El texto del libro, por otra parte, no recibió redacción definitiva: en
particular, el autor proyectaba ampliar las notas bibliográficas, revisar,
completar y redactar con más precisión cada capítulo y, finalmente,
anteponer a la obra un prólogo con una dedicatoria a R. Jakobson. En
el curso del trabajo preparatorio el autor estudió a fondo alrededor de
doscientos sistemas fonológicos. Su propósito era utilizar parte de este
material para demostrar la tesis de su obra principal, publicándolo e/i
forma de tratados suplementarios que llevarían el título general de
Aus meiner phonologischen Kartotek. Trubetzkoy pensaba, sin duda,
que terminaría estos trabajos suplementarios. Sólo ¡legó a dictar, sin
embargo, desde su lecho de muerte, el comienzo del primero de ellos,
que trata del sistema fonológico de la lengua dungana y que fue
publicado en el octavo tomo de los Travaux du Cercle Linguistique de
Fragüe. Además, el autor proyectaba un segundo tomo de los Principios
de fonología, que debía tratar las principales cuestiones de ¡a fonología
histórica, de la geografía fonológica, de la morfonología y de la escri-
tura en sus relaciones con la estructura fonológica de la lengua. Para
la transcripción fonológica empleada en el libro, el autor se proponía
elaborar un sistema uniforme. Sin embargo, este plan no ¡legó a reali-
zarse, y fueron conservados en gran parte los signos fonéticos que se
emplean habitualmente en la transcripción de grupos determinados
de lenguas.
[CÍRCULO LINGÜÍSTICO DE PRAGA]
INTRODUCCIÓN

/. Fonología y fonética

i (£ ^Cada vez que una rjersona dice algo a otra, tiene lugar un acto de
palabra. El acto de palabra es siempre concreto: se realiza en uun lugar
y en un momento determinados. El acto de palabra supone un locutor
determinado (un "emisor"), un oyente determinado (un "receptor") y
un determinado estado de cosas al cual se refiere. Estos tres elementos:
emisor, receptor y estado de cosas, varían de un acto de palabra a otro.
Pero el acto de palabra supone algo más: para que el oyente y el
locutor se entiendan, ambos deben dominar la misma lengua. La condi-
ción previa a todo acto de palabra es, pues, la existencia de una lengua
que viva en la conciencia de los miembros de la comunidad lingüística.
En oposición al acto de palabra, que es siempre individual e irrepetible,
la lengua o forma lingüística es algo general y permanente. La lengua
existe en la conciencia de todos los miembros de una determinada comu-
nidad lingüística y es el fundamento de innumerables actos de palabra
concretos. Pero, por otra parte, la lengua no tiene otra razón de ser que
la de hacer posibles los actos de palabra y existe sólo en tanto que éstos
se refieren a ella, es decir, en tanto que se realiza en los actos de palabra
concretos. Sin actos de palabra concretos la lengua no existiría. Por lo
tanto, acto de palabra y lengua se presuponen recíprocamente. Ambos
están unidos entre sí de manera inseparable y deben ser considerados
como dos aspectos interdependientes de un mismo fenómeno,el lenguaje.
Sin embargo, estos dos aspectos son esencialmente distintos, y cada uno
debe ser objeto, por lo tanto, de un estudio particular.
La distinción entre los actos de palabra (la parole, el "habla") y la forma
lingüística (la langue, la "lengua") fue enunciada por primera vez y en forma
muy clara por el lingüista suizo Ferdinand de Saussure en su Cours de linguistique
genérale '. De la bibliografía posterior sobre el mismo tema, mencionaremos sola-
mente: Alan H. Gardiner, Speech and Language ] bls y especialmente Karl Bühler,
"Axiomatik der Sprachwissenschaft" ' tL'r y Sprachtheorie * quattT^ donde se menciona
también una bibliografía más amplia. En el sentido de "perteneciente a la lengua",
empleamos la expresión "glótico", propuesta por Otto Jespersen -.

1
Lausanne, 1916. [Hay traducción española por Amado Alonso: Curso de
lingüistica general, Buenos Aires, 1945.]
1 llis
Oxford, 1932.
l »•' En Kunt Studien, XXXVIII.
I iiH.ni-i jeim, 1934. [Hay traducción española por Julián Marías: Teoría del
It'iiltii.-iif. M n i l i i d , 1050.)
/ llllíllinlií-11, ('npl-llllllKIH 1 . 1931.

1
INTRODUCCIÓN Fonología y fonética

Todo lo que pertenece al lenguaje, ya sea al habla o a la lengua, zada en el acto de palabra puedan ser referidos a los distintos miembros
tiene, según Saussure, dos faces: el significante (signifiant) y el signi- de este sistema, introduce en ella una cierta organización.
ficado (signiíié), de tal manera que el lenguaje es siempre una asocia- ——. De lo dicho, resulta evidente que como los distintos aspectos del
ción, una correspondencia entre el significante y el significado. En el proceso del lenguaje son tan dispares, su estudio debe ser repartido
neto de palabra el significado es siempre un mensaje concreto que entre varias ciencias parciales. Surge claro, ante todo, que la faz signi-
solamente tiene sentido como un todo. En la lengua, por el contrario, ficada y la faz significante del lenguaje deben ser asignadas a discipli-
el significado está constituido por reglas abstractas: sintácticas, fraseó- nas distintas. Y en efecto, "el estudio de los sonidos", es decir, la ciencia
le/gicas, morfológicas y lexicales. "En efecto, incluso los significados de de los elementos del significante, ha constituido desde siempre una
l:is palabras, tal como existen en la lengua, no son sino reglas abstractas parte especial de la lingüística perfectamente separada de la "semán-
o esquemas de conceptos con los cuales se relacionan los significados tica". Pero ya con anterioridad habíamos visto que el significante, en
concretos que aparecen en el acto de palabra. La faz significante del la lengua, es algo completamente distinto del significante en el acto
acto de palabra es una corriente fónica concreta^ujri .fenómeno, jjsico I de palabra. Es por lo tanto recomendable establecer no una sino dos
perceptible mediante el oído. Pero ¿qué es la faz significante de la 'J distintas "ciencias de los sonidos", de las cuales, una debe ocuparse del
lengua? Así como la faz significada de la lengua consiste en reglas que acto de palabra y la otra de la lengua. De acuerdo con el objeto, que
fraccionan el mundo de las significaciones y ordenan estas fracciones, M es en cada caso distinto, cada una de estas "ciencias de los sonidos"
la faz significante sólo puede consistir en reglas que ordenan la faz debe utilizar métodos de trabajo completamente distintos: la ciencia/
fónica del acto de palabra. de los sonidos del habla, que se ocupa de fenómenos físicos concretos,
El número de representaciones e ideas distintas y concretas que debe usar los métodos de las ciencias naturales; por el contrario, la
pueden ser expresadas en los actos de palabra es infinito. Sin embargo, ciencia de los sonidos de la lengua ha de usar métodos puramente
el número de significaciones que existen en la lengua es limitado: el lingüísticos, psicológicos o sociológicos. [(Designaremos con el nombre
"dominar una lengua" consiste precisamente en ser capaz de expresar, de_ "fonética!' la ciencia de los sonidos del habla, y con el nombre de
con los siempre limitados medios semánticos y gramaticales que ella "fonología" fia ciencia de los sonidos de la lengua. I
ofrece, todas las representaciones y pensamientos concretos y sus Sólo paso a paso los lingüistas han llegado a esta separación entre.^
asociaciones. El significado de la lengua consiste, pues, en oposición fonética y fonología. J. Winteler parece haber sido quien por primera
al significado del acto de palabra, en una cantidad limitada (nume- vez, en su obra Die Kerenzer Mundart des Cantón Glarus (Leipzig,
rable) de unidades. Pero la misma relación entre lengua y acto de 1876), reconoció consecuentemente que en una lengua dada existen
palabra existe también en el plano del significante. Los movimientos oposiciones fónicas que son utilizadas para diferenciar las significaciones
¡irticulatorios y los sonidos correspondientes que aparecen en los distin- de las palabras y otras que no son utilizables con este fin 2 his. Sin
tos actos de palabra son infinitamente variados, pero las normas, fónicas embargo, Winteler no llegó a ninguna conclusión en cuanto a la nece-
que constituyen las unidades de la faz significante de la lengua, son, en sidad de dividir la ciencia de los sonidos en dos disciplinas distintas.
cambio, finitas y numerables. Aún rnenos podían haber llegado a esta conclusión los contemporáneos
Puesto que la lengua consiste en reglas o normas, es, en oposición de Winteler, pues si bien su libro alcanzó notoriedad como primer ensa-
. | al acto de palabra, un sistema, o mejor dicho, un conjunto de sistemas yo de una descripción dialectal fonéticamente precisa, y logró como
?J parciales. Las categorías gramaticales forman un sistema gramatical; tal un amplio reconocimiento, su idea de d i s t i n g u i r dos clases de
j las categorías semánticas, distintos sistemas semánticos. Por cierto oposiciones fónicas no fue tenida en cuenta e incluso quizás pasó inad-
] que todos estos sistemas están equilibrados de tal manera que se ligan vertida. Más tarde, y al parecer independientemente de Winteler, el
i entre sí, se complementan y se relacionan recíprocamente. Sólo de famoso fdneticoínglés Sweet anunció en varias oportunidades la misma
idea, que t r a s m i t i ó a sus discípulos; el más notable de ellos, Otto
este modo es posible unir la infinita multiplicidad de las representacio-
Jespersen, señaló con especial vigor el punto de vista de su maestro.
nes y pensamientos que aparecen en el acto de palabra, con los miem- Sin embargo, tanto Sweet como sus discípulos trataron de la misma
bros de los sistemas de la lengua. Lo mismo puede decirse de la faz manera todas las oposiciones fónicas, sin tener en cuenta si servían o
significante. Ln corriente fónica del acto de palabra concreto es una no servían para diferenciar las significaciones; y el método utilizado
Mieesión ininterrumpida de movimientos sonoros imbricados entre sí
v .•iparentemeiite sin organización. Las unidades del plano significante - h i s Ya antes, en 1870, J. Baudouin de Courtenay había desarrollado una idea
de l¡i lengua forman, por el contrario, un sistema ordenado. Y el hecho semejante en su curso de~5períü?ar Peró"a'"Tpevsar "dé" que este curso de apertura fue
de que los distintos elementos o momentos de la corriente fónica reali- publicado, se mantuvo inaccesible para la mayoría de los lingüistas europeos, debido
a que estaba redactado en ruso (c/. R. Jakobson, S/av. Rundschau, I, pág. 810).
INTRODUCCIÓN Fonología y fonética

fui-, además, la observación, tal como ella se practica en las ciencias En 1929 aparecieron los dos primeros tomos de los Travaux du Cercle
n.iUirales. Saussure, que reconoció la i m p o r t a n c i a de la diferencia Linguistique de Fragüe, los cuales estaban dedicados a la fonología, en
cutre lengua y habla y la formuló claramente, señaló también la esen- el sentido de ciencia de los sonidos de la lengua. Un año más tarde
cia inmaterial —tal fue su expresión— del significante de la lengua. No fue organizada en Praga una conferencia fonológica, y en ella partici-
obstante, tampoco reclamó en forma expresa la necesidad de diferenciar paron representantes de nueve países3 h '\ En su transcurso se decidió
una ciencia de los sonidos del habla, de una ciencia de los sonidos de crear una sociedad internacional de estudios fonológicos. En el segun-
la lengua. En su Cours de linguistique genérale apenas alude a esta do Congreso Internacional de Lingüistas de Ginebra, en 1931, se dedicó,
idea. Es evidente, que al fundador de la Escuela de Ginebra, no le en el sentido ya señalado, una sesión plenaria a la "fonología", lo que
I >; i recio tan importante esta distinción entre ciencia de tos sonidos del muestra que la nueva ciencia había ganado las simpatías de un amplio
habla y ciencia de los sonidos de la lengua, como la distinción entre el sector. Actualmente, la Asociación Internacional de Estudios Fonoló-
estudio descriptivo y el estudio histórico de los sonidos2'". Sólo Jan gicos tiene representantes en numerosos países 4 .
Baudouin de Courtenay concibió la idea de que tenía que haber dos No se debe creer, sin embargo, que la distinción entre ciencia de
distintos estudios descriptivos de los sonidos, según si los sonidos con- los sonidos de la lengua y ciencia de ¡os sonidos del habla haya llegado
cretos eran considerados como fenómenos físicos o como señales fónicas a generalizarse en la actualidad. Hay muchos estudiosos que no reco-
destinadas a asegurar la intercomprensión dentro de una comunidad nocen siquiera la oposición entre acto de palabra y forma lingüística.
lingüística."*-Baudouin de Courtenay tuvo muchos discípulos, de los En algunos, este no reconocimiento se basa en convicciones conscientes
cuales especialmente L. Scerba y E. Polivanov realizaron una labor que tienen sus raíces en una determinada concepción del mundo (por
muy m e r i t o r i a al p r o f u n d i z a r y ampliar las ideas de su maestro ejemplo, W. Doroszewski; véase su artículo "Langue et parole" en
sobre el aspecto fónico del lenguaje. Fuera de este limitado círculo Prace Filologiczne, XIV, 1930). En otros, ciertamente la mayoría, este
de discípulos, las opiniones de Baudouin de Courtenay sobre lingüís- no reconocimiento descansa simplemente en la inercia, en la pereza
tica general fueron poco conocidas y poco valoradas. Fue así como mental, en el obstinado rechazo de toda idea nueva. De todos modos,
su distinción entre las dos ciencias de los sonidos no encontró eco es muy natural que los investigadores que niegan la oposición entre
antes de la primera guerra mundial. Sólo en la posguerra comenzó acto de palabra y forma lingüística, no puedan reconocer tampoco la
.•i difundirse la idea de tal distinción. En el primer Congreso Inter- existencia de la distinción entre fonética y fonología, en el sentido ante-
n.irional de Lingüistas de La Haya, en 1928, tres sabios rusos (de los riormente señalado. Hay también investigadores que, si bien recono-
cuales casualmente ninguno pertenecía a la Escuela de Baudouin de cen la distinción entre acto de palabra y forma lingüística, e incluso la
Courtenay) formularon un corto programa en el cual, en forma clara distinción entre oposiciones fónicas que diferencian las significaciones
y concisa, exponían la estricta distinción entre ciencia de los sonidos y oposiciones fónicas que no lo hacen, se rehusan, sin embargo, a sepa-
d<- la lengua y ciencia de los sonidos del habla; vinculaban además esta rar la fonología de la fonética. Se apoyan para esto en los manuales
distinción con la necesidad de hacer estudios de conjunto, de investigar clásicos de la escuela inglesa, en Sweet y en Jespersen, quienes pese
Ifis leyes estructurales de los sistemas fonológicos, y de aplicar estos a estar perfectamente de acuerdo sobre la diferencia fundamental entre
postulados no sólo a la ciencia descriptiva sino también a la ciencia las oposiciones fónicas que diferencian las significaciones y las que no
histórica de los sonidos. Los redactores de este p r o g r a m a fueron las diferencian, tratan la fonología juntamente con la fonética. Pero
R. Jakobson, S. Karcevskij y el autor de la presente obra. El programa podrían alegarse, en general, argumentos de este tipo contra cualquier
logro buena acogida. Varios lingüistas de distintos países se adhirieron
¡i el. Especialmente activo en este sentido se mostró el Círculo Lingüís- el verso checo comparado con el verso ruso (O cesskom stiche) había aparecido
l n - o de Praga (Cercle Linguistique de Fragüe, Prazsky ¡inguisticky ya en Berlín en 1922 (véase Trubetzkoy, Slavia, II, págs. 452 y sigs.).
A Í O I / / C / C ) que fue fundado en 1926 y que contaba ya con algunos :! h l s
Las ponencias presentadas en esta Conferencia y las discusiones a que
fervientes defensores de la nueva teoría en el Congreso de La Haya 3 . dieron lugar fueron publicadas en el tomo IV de los Travaux du Cercle Linguis-
tique de Prague (citados en lo sucesivo TCLP).
* Sobre la historia del origen de la fonología moderna véase V. Mathesius,
" '" Por lo demás, algunos discípulos de Saussure, especialmente A. Meillet,
"Ziele und Aufgaberi der modernen Phonologie" (Xenia Pragensia, 1929, págs. 432
< i . n . i l l v v A Sechehaye, han practicado luego con bastante claridad la distinción
y siga.), G. Laziczius "Bevezetés a fonológiába" (A Magyar Nyelvtudományi
• • m í e i leí» 1.1 < ! < • lus sonidos del habla y ciencia de los sonidos de la lengua.
1
Titrsasáé Kiadványai, N<> 33, 1932, págs. 109 y sigs.), N. S. Trubetzkoy, "La pho-
l ' . n t i e ellos, especialmente el presidente de dicho Círculo, Vilém Mathesius, iioloj'.ie nc-luelle" (.Journal de Psychologie, XXX, 1933 [traducido al español por
,¡t v.i '-u I ' M I h : i l > i a publicado su notable trabajo acerca de la potencialidad C. A. Fiiyard: "La fonología actual", y publicado en el volumen colectivo Psicología
,1.- I » . le líenos h n i ' . i n s t i r o s (O potenciálnosti jevó jazykovych, Vestnik Král. del lenguaje, Buenos Aires, s. d., págs. 145-1601) y J. Vachek, "What is Phono-
, . - . / . , r,,l, , , : , , • . i , ninik), v K' Jakobson, cuyo libro de orientación fonológica sobre lo K y?" (English Studies, XV, 1933).
f. INTRODUCCIÓN Fonología y fonética 7

lulcliinto de la ciencia. La falta de una neta separación entre fonología que hubieran sido objeto de este examen tendrían un valor lingüístico.
y fonética fue, precisamente, un error de método de los m a n u a l e s En este caso Zwirner está en un error. Lo que se puede establecer con
i I .raros. Este error influyó sin duda en forma negativa en el desarrollo su método fonométrico no es de ningún modo la norma a la cual se
i; i uto de la fonética como de la fonología, y no hay, pues, motivo refieren los hablantes cuando producen o perciben un sonido determi-
para repetirlo en el futuro. nado. Con dicho método se establecen, por cierto, "normas", pero en
Hubo también intentos más serios de conciliar la oposición entre la un sentido completamente distinto: se establecen normas de la pronun-
fonología y la fonética. E. Zwirner creyó lograrlo reemplazando ambas ciación, normas de la realización, es decir, en última instancia, normas
ciencias por otra nueva, a la que denominó "fonometría". Según su del acto de palabra, pero no normas de la lengua. Naturalmente, tales
punto de vista, el estudio de los distintos actos de palabra concretos es normas pueden tener sólo un valor relativo y no pueden ser asimiladas
inútil y sin sentido si se los toma como f i n a l i d a d , puesto que "la a los valores de la lengua. La k alemana no se pronuncia igual ante
lingüística no ha contado nunca entre sus tareas la de distinguir las consonante y ante vocal, ante vocal acentuada y ante vocal no acen-
diferencias acústicas muy m a n i f i e s t a s que hay entre los distintos tuada; además, su timbre y articulación varían, por supuesto, según la
locutores de una misma comunidad lingüística" ("Aufgaben und vocal que la precede o que la sigue. Para cada una de estas variantes
Mfthoden der Sprachvergleichung durch Mass und Zahl, Phonometrie", pueden calcularse valores medios fonométricos, y la p r o n u n c i a c i ó n
en Zeitschrift tur Mundartforschung, XII, 2, 78) 5; en efecto, "no sólo alemana correcta de cada una de estas variantes "se dispersa" alrededor
la lingüística no tiene ningún interés en lo que ha dicho un señor X, un de estos valores medios de acuerdo con la curva de errores de Gauss.
determinado día, en un determinado laboratorio, ante un micrófono o Pero un valor medio de tal tipo no puede ser calculado para "k en
un cono acústico. . ., sino que, en general, no presenta ningún interés general"; ante vocal acentuada, k se pronuncia aspirada (en grado muy
científico lo que. . . ha sido dicho por una persona una sola vez" (¿£>¿d., variable), y ante vocal no acentuada, sin aspiración. Si se examinan
69). El lenguaje es para Zwirner "únicamente un sistema de normas, cuidadosamente, en lo que respecta a su grado de aspiración, todas las
de signos audibles formados por los órganos humanos de fonación, que "k" que aparecen en un texto, y el grado de aspiración se expresa en
sirve para la intercomprensión. . . Estas normas pueden cumplir su cada caso por medio de números para calcular luego el valor medio
función, es decir, servir a la intercomprensión, sólo cuando locutor y de la aspiración de k, este valor medio no corresponderá a ninguna
oyente se refieren a ellas d e n t r o . . . de la misma comunidad lingüís- realidad: a lo sumo representará la frecuencia relativa de la aparición
tica. . . Dichas normas rigen tanto la producción como la percepción de k ante vocal acentuada en el texto estudiado. Sólo se obtendrían
de cada signo, el cual debe su carácter lingüístico, no al hecho de ser resultados unívocos si se calcularan dos valores medios distintos: uno
producido por los órganos de la fonación, sino a la r e l a c i ó n que se para k ante vocal acentuada y otro para k ante vocal no acentuada.
establece, tanto en el hablar como en el oír, entre dicho signo y las Pero la norma a la que se refieren los hablantes es "k en general", y
normas tradicionales" (ibid., 77). Como se ve, Zwirner no quiere enten- ésta no puede ser determinada por medio de medidas o cálculos. En
der por lenguaje más que la lengua. Solamente las normas tradiciona- verdad, sería muy deseable poder calcular exactamente la pronuncia-
les concebidas como estables en un d e t e r m i n a d o estado de lengua, ción media, normal de un sonido en un lugar determinado, y se ha de
pueden ser objeto de un estudio científico, y no "las realizaciones saludar sin duda como un gran a d e l a n t o el empleo de los métodos
perceptibles, no renovables (e innumerables) de estas normas". Pero biológico-estadísticos, tal como los practica Zwirner. Es un error, sin
Zwirner extrae de esto una conclusión inesperada: "puesto que los embargo, creer que puedan ser resueltos de este modo todos los proble-
órganos vocales no pueden realizar dos veces en forma exactamente mas de la ciencia de los sonidos. Los problemas de la fonología no son
igual las normas tradicionales que rigen la producción de los sonidos en absoluto abordables por medio de estos métodos, pues la lengua
del lenguaje, el paso del estudio de dichas normas al estudio del habla, está fuera de toda "medida y número"; pero tampoco los problemas de
implica el paso de la historia de la lengua a una concepción estadística la fonética se acaban con la fonometría. O p o n i é n d o n o s a Zwirner,
de l;is variaciones del habla en relación con dicha historia" (ifoíd., 77). debemos señalar que el fonetista no sólo tiene que ocuparse de las
El valor medio de los distintos sonidos debe ser determinado según un normas vigentes en una c o m u n i d a d lingüística, sino también de las
procedimiento especial. Las variaciones de un sonido, registradas exac- diferencias individuales de cada hablante y de las modificaciones que
i m í e n l e en forma mecánica, se dispersan alrededor de este valor experimenta la pronunciación de cada sonido debido a la modificación
medio, según la conocida curva de errores de Gauss. En esta curva se de la situación lingüística. Y también en este terreno hay que buscar,
exiiimiiim críticamente los valores medios, y sólo los valores medios por cierto, un tipo especial de reglas uniformes. La lingüística debe
1
ocuparse no sólo de la lengua, sino también del acto de palabra y de
M.is i l i - i ¡u u!» on E. y K. Zwirner, Grundíragen der Phonometrie, Berlín,
todo lo que a él le concierne, pero para ello es muy importante distin-
INTRODUCCIÓN Fonología y fonética

estrictamente los dos objetos de la lingüística: acto de palabra y sido a menudo combatidos en los últimos tiempos. Por el método de la radiocine-
loini;i lingüística. matografía se restablece la síntesis, la relación de la acústica con la organogenética.
Por consiguiente, el estudio de la naturaleza y el estudio de la producción de los
sonidos del lenguaje constituyen una única tarea y no dos diferentes tareas <!e
Respecto a la denominación de la ciencia de los sonidos del habla y de la la fonética.
ciencia de los sonidos de la lengua, debemos señalar que no todos los lingüistas
utilizan los términos "fonética" y "fonología" con el mismo sentido. Saussure, que
fue el primero en proponer una distinción conceptual de este tipo, la modificó más La única tarea de la fonética es, justamente, la de responder a la
larde en el sentido de entender por fonología el estudio estático (sincrónico) o pregunta: "¿cómo se pronuncia esto o aquello?". Y esta pregunta no
descriptivo de los sonidos, y por fonética el estudio histórico (diacrónico) de los puede ser contestada si no se especifica cómo suena el complejo fónico
mismos, es decir, la historia de las m o d i f i c a c i o n e s fónicas producidas en una
lengua <>. Al parecer, su ejemplo no fue seguido por nadie, excepto por M. Gram- de que se trata (o, en términos físicos, qué tonos parciales, qué ondas
mont. Kl lingüista sueco Noreen entendió por fonética la "ciencia de los supuestos sonoras, etc., revela) y cómo, es decir, por medio de qué trabajo del
aruslicos, fisiológicos y anatómicos del lenguaje" y por fonología, en cambio, la aparato fonador, se logra ese efecto acústico. El sonido es un fenómeno
"ciencia del material físico del lenguaje, de los sonidos articulados del lenguaje", y físico perceptible por el sentido del oído: m e d i a n t e el estudio del
i-sia terminología fue adoptada por sus compatriotas. Los ingleses y norteameri-
c anos usan a menudo el término phonology en el sentido de "fonética histórica" o aspecto acústico del acto de palabra, la fonética se pone en contacto
"estudio del empleo de los sonidos en una lengua determinada", y el t é r m i n o con la psicología de la percepción. Por otra parte, la articulación de
phonetics, por el contrario, para designar el estudio de las particularidades físicas los sonidos del lenguaje es una actividad semiautomática y, sin embar-
y fisiológicas de los sonidos del lenguaje. En los últimos tiempos los anglosajones go, de dirección central y reglada por la voluntad: por medio de la
han utilizado la palabra phonemics con el mismo sentido con que nosotros emplea-
mos "fonología". Como el término phonology ya había recibido en inglés otro investigación del aspecto articulatorio del acto de palabra, la fonética
sentido, el término phonemics tendría que ser mantenido en inglés, y quizá sería sa pone en contacto con la psicología de los actos automáticos. Sin
conveniente introducir esta expresión también en sueco. Pero en las demás lenguas, embargo, a pesar de que el dominio de la fonética reside propiamente
donde no tiene ningún otro significado, el término "fonología" tendría que ser en lo psíquico, sus métodos son meramente los de las ciencias naturales.
empleado en la forma que nosotros proponemos. En todo caso la expresión
"psicofonética", propuesta por J. Baudouin de Courtenay debe ser rechazada, puesto Con esto se relaciona el que los dominios vecinos de la psicología
que la fonética (que Baudouin de Courtenay proponía llamar "fisiofonética") tiene experimental empleen también estos métodos, lo cual se explica porque
que ver con los fenómenos psíquicos mucho más que la fonología, cuyo objeto son no se trata aquí de actividades psíquicas elevadas, sino más bien rudi-
valores sociales, supraindividuales. mentarias. La orientación hacia las ciencias naturales es en absoluto *
necesaria para la fonética.
No todo está dicho, sin embargo, con la definición de la fonología
, como ciencia de los sonidos de la lengua y de la fonética como ciencia í La fonética se caracteriza especialmente por una total exclusión
de los sonidos del habla. La diferencia entre estas dos ciencias debe 7 de toda relación entre los complejos fónicos estudiados y su significa-
^ción lingüística. El adiestramiento especial, la educación del oído y del
ser expuesta en forma más profunda y detallada. •-.
tacto a los que debe someterse un buen "audiofonetista", consiste preci-
Puesto que el s i g n i f i c a n t e del acto de palabra es un fenómeno samente en que se habitúe a escuchar frases y palabras o a palpar los
natural irrepetible, una corriente sonora, la ciencia que lo estudia debe órganos durante su articulación, sin tener en cuenta su sentido, perci-
emplear los métodos de las ciencias naturales. Según si se desea inves- biendo sólo su aspecto fónico o articulatorio, tal como haría un
tigar la naturaleza de la corriente sonora o su modo de producción, se extranjero que no comprendiese la lengua de que se trata. La fonética"!
podrá tener en cuenta su aspecto puramente físico, acústico, o bien su puede ser definida, por lo tanto, como la ciencia del aspecto material \ £.
.-ispéelo fisiológico, articulatorio, aunque en realidad ambas cosas debe- (de ¡os sonidos) del lenguaje.
ii.ni hacerse en forma simultánea. El significante de la lengua consiste en una cantidad de elementos
Las dos tendencias de la fonética, la acústica y la organogenética, no necesitan
cuya esencia reside en el hecho de distinguirse unos de otros. Cada
eslar estrictamente separadas. La llamada "audiofonética", que observa los sonidos palabra debe diferenciarse por medio de algo, de todas las otras pala-
ild lenguaje sin aparatos especiales y sólo m e d i a n t e los sentidos debidamente bras de la misma lengua. Pero la lengua posee sólo una c a n t i d a d
educados, no conoce la oposición entre la tendencia acústica y la organogenética: limitada de tales medios de diferenciación, y como esta cantidad es
el "midiofonetista" determina con su oído el valor acústico del sonido observado y, mucho menor que el número de palabras, éstas deben consistir an
ni mismo tiempo, estudia con la ayuda de sus ojos, de su tacto y de su sentido V combinaciones de elementos de d i f e r e n c i a c i ó n ("marcas", según la
.lien, la forma en que ese sonido se produce. Una oposición entre acústica y
iii|'.>M'>r.ein'li<-.-i se manifiesta únicamente en la llamada fonética experimental (o
mejoi dicho, instrumental) y también en ciertos métodos que, precisamente, han
o V terminología de K. Bühler). Pero, por otra parte, no son admisibles
todas las combinaciones imaginables de tales elementos. Su combina-
11
<> ción está regida por leyes especiales, distintas para cada lengua. La
(V. R. Jnknbson, TCLP, II, pág. 103. tarea de la fonología ha de ser la de investigar cuáles son las diferencias
-M 4-f c*vJ-<

III INTRODUCCIÓN Ponología y fonética . \^\tr¿¿\^- • <!• K- *-ry A~í ^-4 **~ ''
lomr.-is que. en una lengua dada, están ligadas a las diferencias de Ljdea de lengua (/arique)"; la fonética investiga "los supuestos inmediatos, la pro-
-.ii'.iiilicación, cómo se comportan unos con respecto a otros los elemen- ducción, los efectos inmediatos y la recepción de la lengua", y trata de "llegar al
los di- diferenciación (o marcas), y de acuerdo con qué reglas pueden conocimiento completo de los componentes de la lengua" (pág. 34). Existe aquí,
combinarse para formar palabras y oraciones. Es evidente que estos evidentemente, un malentendido cuya causa reside en el hecho de que Sotavalta
toma como paralelo las ciencias naturales, en las cuales no existe absolutamente
I u n í ilcmas no pueden ser solucionados con la ayuda de los métodos de ningún equivalente de la oposición "lengua-habla". Sólo los elementos del habla
l.r. ciencias naturales. La fonología debe utilizar más bien los mismos pueden ser producidos y percibidos. La lengua, en cambio, no es percibida ni
nú-todos que se usan para la investigación de los sistemas gramaticales producida: ella debe existir de a n t e m a n o , puesto que tanto el locutor como el
d<- una lengua. oyente se refieren...a...ejla. Las "ideas más generales" a las que llega la fonética
por medio de la observación de los sonidos o grupos de sonidos concretos, y que
Los sonidos del lenguaje que estudia la fonética poseen un gran pueden ser comparadas a las especies animales de la zoología o a las especies
numero de particularidades acústicas y articulatorias, todas importantes vegetales de la botánica, no son sino las diferentes clases de sonidos o de articu-
laciones; pero la fonética, si quiere permanecer como una ciencia puramente feno-
I m i . i el fonetista, puesto que sólo la consideración de todas ellas posi- menológica, no puede tener nunca en cuenta la función lingüística de los sonidos.
b i l i t a la exacta respuesta a la pregunta: "¿cómo se pronuncia tal sonido La fonética queda siempre, por lo tanto, dentro del dominio del acto de palabra,
determinado?". Para el fonólogo, sin e m b a r g o , la m a y o r í a de estas mientras que la fonología —como lo admite Sotavalta— permanece dentro del terre-
particularidades no son en modo alguno esenciales, puesto que las no de la lengua. Ambas definiciones coinciden. La fonología es el estudio de los
sonidos de la lengua; la fonética es el estudio de los sonidos del habla. Por eso la
mismas no actúan como marcas distintivas de las palabras. En conse- fonología se ocupa n e c e s a r i a m e n t e de la función lingüística de los sonidos del
i nenci;i, los sonidos del fonetista no coinciden con las unidades del lenguaje, en tanto que la fonética considera el aspecto fenomenológico de los mismos,
lonólogo. El fonólogo ha de tener en cuenta en un sonido, sólo aquello sin tener para nada en cuenta su función. El fundamento de esta diferencia se halla
</ue cumple una determinada función en la lengua. en el hecho de que la lengua, cerno es una institución social, constituye un mundo
de relaciones, de funciones y de valores, en tanto que el acto de palabra constituye
Esta consideración de la función de los sonidos, que hace el fonó- un mundo de fenómenos empíricos. Las ciencias naturales, como la botánica o la
!<>no, está en completa oposición con el punto de vista del fonetista, zoología, no ofrecen nada semejante y por lo tanto no pueden ser tomadas como
<|iiien, como se ha explicado antes, debe evitar cuidadosamente toda término de comparación. En cambio, hallamos la misma situación en todas las
ciencias sociales, en la medida en que se ocupan de la utilización social de objetos
consideración al sentido de lo dicho (es decir, a la función del signi- materiales. En todos estos casos, en efecto, la institución social como tal, debe ser
hc.-mte). Esto impide colocar a la fonética y a la fonología bajo un claramente distinguida de los actos concretos en que, por así decirlo, aquélla se
mismo rubro, a pesar de que ambas ciencias se ocupan, aparentemente. realiza y los cuales no serían posibles sin ella. Por eso la institución debe ser
de cosas semejantes. Para repetir una oportuna c o m p a r a c i ó n de estudiada en las relaciones y las funciones, mientras que los actos que a ella se
refieren deben ser investigados en su aspecto fenomenológico.
K. Jakobson, diremos que la fonología está, en relación con la fonética,
como la economía nacional respecto a la m e r c o l o g í a ; o la c i e n c i a La tentativa de E. Otto de definir la fonología como la ciencia de los sonidos
considerados desde el punto de vista acústico, y la fonética como la ciencia de los
Im.inciera respecto a la numismática. sonidos considerados desde el punto de vista organogenético ", debe ser considerada
como un fracaso total. Es sorprendente que a esta concepción de la fonología y de
Además de la definición de la fonética como ciencia de los sonidos del habla la fonética, Otto una la opinión absolutamente correcta de que la fonología es la
di- I. > fonología como ciencia de los sonidos de la lengua, podría darse otra según ciencia de los sonidos de la lengua, y la fonética, en cambio, la ciencia de los
rn;il la ('emética sería una investigación puramente fenomenológica de los sonidos sonidos del habla. Pero Otto cree que lo esencial para la lengua es el aspecto
-l lenguaje y la fonología, en cambio, un estudio de la función lingüística de los acústico y que para el habla, en cambio, lo es el aspecto articulatorio de los soni-
r.iiin-, sonidos. Últimamente Arvo Sotavalta ha tratado de demostrar en su valioso dos, y en esto está completamente equivocado. Sotavalta, en el libro ya mencio-
u í ' /)«• l'honetik und ihre Beziehungen zu den Grenzwissenschaften (Publica- nado, ha delimitado muy bien las distintas ramas de la fonética, de modo que no
niii-H liwtitiiii Phonetici Universitatis Helsingforsiensis, N9 4 = Annales Academias tenemos necesidad de entrar aquí en detalles. Señalemos solamente, que tanto el
irri/i.-iriim /''ennicae, XXXI, 3, Helsinki, 1936) que esta definición, aceptada ya aspecto acústico como el aspecto articulatorio de los sonidos del lenguaje son fenó-
I 1'l.tO pin- la Conferencia Fonológica de Praga e impresa en el "Projet de menos naturales, que por lo tanto ambos aspectos sólo pueden ser estudiados con
• i m i n o l o | > i , - p h o n o l o g i q u e standardisée", TCLF IV, sería la única correcta. los métodos de las ciencias naturales, y que por consiguiente, el estudio de ambos
o l . i \ . i l i : i i",i:i (le acuerdo en que la fonología se mueve exclusivamente en el campo se halla dentro del dominio de la fonética. En efecto, el material de la investiga-
1. 1 I < M I I ; I I : I , pero no cree que la relación de la fonética con el acto de palabra ción, tanto si ésta se ocupa del aspecto articulatorio como si se ocupa del aspecto
I . I M importante. El "punto de partida" de la fonética "es, por así decirlo, con- acústico de los sonidos del lenguaje, no puede ser tomado sino de los actos de
rlo, iMirslo que es el hablar™ humano . . . Pero lo mismo ocurre con la investigación palabra concretos. ¡En cambio, los valores fónicos de la lengua que constituyen el
i ' i i t i l i r . ' i ni i;cin'ral: el punto de partida de la zoología lo constituyen los animales objeto de la fonología, son valores abstractos; son ante todo relaciones: oposiciones,
. ir, n l r t . idos individualmente; el de la botánica, las plantas consideradas individual- etc., es decir, objetos ¿totalmente inmateriales que no pueden ser percibidos ni estu-
i r n l i . i-lr. No obstante, el conocimiento y el estudio de estos objetos considerados diados por medio del oído o del tacto.
i,h\ nln. tímente no es, por cierto, el fin propio de las ciencias: éste consiste más
I M I «MI los conceptos generales obtenidos a partir de dichos objetos individuales".
I ii l mismo modo la fonética intenta "establecer, tomando el habla (parole) como 7
E. Otto, "Grundfragen der Linguistik" (Indoéerm. Forsch., LII, págs. 117
i i i n dr pin l i i l i i , la esencia de una idea más general que la de habla, a saber, la y sigs.).
INTRODUCCIÓN Fonología y fonoestilística

Una distinción precisa entre fonología y fonética es teóricamente


4 consiste en descubrir las oposiciones fónicas que, en la lengua de que
iii-ccsaria y prácticamente realizable. Esta distinción es beneficiosa I se trata, sirven para diferenciar las significaciones, y para ello debe
para ambas ciencias. Pero, por supuesto, ello no ha de impedir que tomarse como material y punto de partida el inventario fonético de
cada una de las dos disciplinas se favorezca con los resultados obteni- dicha lengua. Pero es i n d u d a b l e que las etapas más a v a n z a d a s y
dos por la otra. Sólo es necesario guardar en esto la justa medida, lo elevadas de la descripción fonológica, es decir, el estudio del sistema
cual, lamentablemente, no siempre ocurre. £_ y el de las combinaciones, son por completo independientes de la
La corriente sonora que estudia el fonetista es un continuum_gue fonética.
puede ser dividido en cuantas partes se quiera. El esTuerzo dé ciertos Así pues, cierto contacto entre la fonología y la fonética es, a pesar
fonetistas para delimitar dentro de este continuum los "sonidos del de su independencia básica, inevitable y absolutamente necesario. Pero
lenguaje" se basaba en representaciones fonológicas (por medio de la este contacto sólo debe tener lugar en los comienzos de la descripción
imagen escrita). Dado que difícilmente puede hacerse una delimita- fonológica y fonética, y debe, además, limitarse a lo estrictamente
ción de los "sonidos del lenguaje", algunos fonetistas concibieron la necesario 8.
existencia de "sonidos fijos", por una parte, y de "sonidos de transi-
rion", que aparecen entre los sonidos fijos, por la otra. Los sonidos fijos,
que corresponden a los elementos fonológicos, fueron descriptos deta- 77. Fonología y fonoestilística
lladamente, mientras que los sonidos de transición permanecieron en
general sin describir, ya que se los consideró manifiestamente como Puesto que un acto de palabra supone siempre un locutor, uno (o
menos importantes o incluso como carentes por completo de impor- varios) oyentes y un estado de cosas del cual se habla, toda manifesta-
tancia. Una división tal de los elementos de la corriente sonora no ción hablada tiene tres faces: es al mismo tiempo una manifestación
puede justificarse desde un punto de vista puramente fonético, y se (o una expresión) del locutor, un llamado al oyente (o a los oyentes)
basa en una falsa transposición de conceptos fonológicos al terreno de y una representación del estado de cosas. El gran mérito de Karl
la fonética. Para los fonólogos, ciertos elementos de la corriente sonora Bühler es el de haber puesto de relieve este hecho, a p a r e n t e m e n t e
son, en efecto, no esenciales. Estos elementos no esenciales, por otra simple, pero no obstante ignorado durante mucho tiempo !'.
I j . i r t e , no son sólo los sonidos de transición, sino también ciertas parti- El esquema de Bühler es válido también para el aspecto fónico del
cularidades y marcas de los sonidos fijos. Pero semejante punto de lenguaje. Cuando oímos hablar a alguien, oímos quién habla, en qué
vista no puede ser adoptado por el fonetista. Lo no esencial para él es íono habla y qué dice. Hay, en rigor, una única impresión acústica.
solamente el sentido de la corriente sonora del acto de palabra, en Pero la descomponemos en sus partes constitutivas, y siempre desde
l a u t o que todos los elementos o partes de esta corriente sonora le son el punto de vista de las tres funciones de Bühler: ciertas particulari-
igualmente esenciales e importantes. Por cierto que el fonetista consi- _dades de la voz que percibimos las interpretamos como expresión o
derará siempre ciertas posiciones típicas de los órganos o los fenómenos como síntoma del locutor (por ejemplo su timbre de voz); otras,
ncústicos c o r r e s p o n d i e n t e s como elementos fundamentales de la como medio para provocar en el oyente determinados sentimientos, y
\.,*JllL\s Lll^l^Lm ^.c** €J ^nvxrw^m ^n X~A ~j.~.»..v, ^ ~ . . ~ - - ^ ^ ^

fonación y, en consecuencia, retendrá como fundamento de la descrip- otras, en fin, como marcasque nos permiten reconocer las palabras con
ción las formaciones sonoras y a r t i c u l a t o r i a s típicas, extraídas del significaciones determinadas y frases compuestas por ellas. Proyecta-
continuum fónico y a r t i c u l a t o r i o . Pero esto sólo en una primera mos en cierto modo las distintas particularidades del sonido percibido,
aproximación: ulteriormente deberá estudiar también la estructura de en tres planos distintos: el plano expresivo, el plano apelativo y el
complejos fonéticos más amplios. Por otra parte es muy natural que, plano representativo.
cuando se describe en forma elemental la fonética de una lengua, se Cabe preguntarse si la fonología debe estudiar esos tres planos. Es
tenga de algún modo en cuenta su sistema fonológico, y se traten con sin más evidente que el plano representativo pertenece al dominio de
mas detenimiento las oposiciones fónicas esenciales desde el punto de
v i s t a fonológico, que las otras. 8
Acerca de la relación entre fonología y fonética, véase K. Bühler, "Phonetik
En lo que respecta a la fonología, esta disciplina necesita evidente- und Phonologie" (TjCLP, IV, págs. 22 y sigs.), V. Brondal, "Sound and Phoneme"
mente usar ciertos conceptos fonéticos. Así, por ejemplo, cuando se (Proceedings oí the Second International Congress oí Phonetic Sciences, págs. 40
y sigs.), J. Vachek, "Several Thoughts on Several Statements of the Phoneme
a l u ma < | i i < > la oposición entre sonidos consonadores sonoros y sordos Theory" (.American Speech, X, 1935), así como el ya mencionado trabajo de
es usada en ruso para distinguir las palabras, se está en el terreno de A. Sotavalta, "Die Phonetik und ihre Beziehung zu den Grenzwissenschaften"
la t i loi'.ia, pero los conceptos de "sonoro", "sordo" y "consonador" (Annales Academiae Scientiarum Fennicae, XXXI, 3, Helsinki, 1936).
',oii, en si mismos, fonéticos. El principio de toda descripción fonológica 9 Véase K. Bühler, loe. cit. ; . ; ; .>,.,.. . . . ,.,. .,f lv ,,
14 INTRODUCCIÓN 1 enología y fonoestilistica 15

I; i fonología. El contenido de una frase percibida no puede ser com- apelativos utilizados en la misma. Algo puede extraé*rse de los trabajos
prendido si las palabras que la componen no se r e l a c i o n a n con los sobre arte declamatorio, pero como la mayoría de las veces estos traba-
elementos lexicales y gramaticales de la lengua; y la faz significante de jos tienen un fin p u r a m e n t e práctico y no hacen, como es natural,
estos elementos consiste, n e c e s a r i a m e n t e , en unidades fonológicas. ninguna distinción entre acto de palabra y forma lingüística, no pueden
Menos evidente es la relación del plano expresivo y del apelativo con ser utilizados sin crítica previa; y luego de una crítica más o menos
I la fonología. A primera vista, estos planos parecen estar situados exclu- precisa, se llega a la conclusión de que el material disponible es de poco
sivamente dentro del terreno del habla y, en consecuencia, no ser valor. Por consiguiente, muy poco se puede decir, en el estado actual
susceptibles de un estudio fonológico sino, únicamente, de un estudio de las investigaciones, acerca de la fonología del plano expresivo y del
fonético. Pero considerado con más atención, este punto de vista se /
plano apelativo, pudiendo enunciarse solamente algunas ideas generales.
presenta como falso. Entre las impresiones fónicas en las que recono-
,—•" La función expresiva del lenguaje humano consiste en la caracteri-,,!
cemos la persona del locutor y la influencia emocional que intenta
/

Í
zacioñ del locutor. Todo lo que en el discurso sirve para caracterizar'
ejercer sobre el oyente, hay también algunas que, para llegar a ser
al locutor cumple una función expresiva. Los elementos encargados de
comprendidas exactamente, deben ser puestas en relación con deter-
esta función pueden ser, por lo tanto, muy variados: la pertenencia del
minadas normas vigentes dentro de la lengua de que se trata. Tales
locutor a un determinado tipo humano, sus particularidades físicas y
normas deben ser consideradas como valores lingüísticos, pertenecen
espirituales, etc., pueden ser reconocidas en su voz, en su pronunciación,
a la lengua y, en consecuencia, deben ser tratadas por la fonología.
en todo el estilo de su conversación e inclusive en la elección del voca-
En los primeros trabajos sobre fonología, el plano expresivo y el
bulario y la construcción de la frase. Sin embargo, sólo nos interesan
plano apelativo fueron poco tenidos en cuenta. En este terreno existía
los recursos expresivos fonológicos, es decir, los recursos expresivos de
más bien una tendencia a sobreestimar el papel de las consideraciones
la faz fónica de la lengua considerada como un sistema de signos
fonéticas I0 . Julius von Laziczius fue el primero en señalar expresamen-
convencionales.
le la deficiencia de este punto de vista. Dado que la fonología, en
oposición a la fonética, debe estudiar las funciones de la faz fónica del Una gran parte de los elementos fónicos sintomáticos del lenguaje
lenguaje humano, no debe limitarse a la función representativa sino humano, en efecto, debe quedar desde el comienzo fuera de nuestras
/ que debe estudiar también, según Laziczius, la función expresiva y la consideraciones: debemos dejar a un lado, ante todo, lo que está dado
función apelativa de los sonidos del lenguaje. El fonólogo húngaro por la naturaleza o condicionado puramente por la psicología. En la
insiste, además, en que el empleo de los distintos sonidos que poseen voz del locutor se puede reconocer, sin duda, no sólo el sexo y la edad,
función expresiva o apelativa es tan fijo y tan convencional como su sino también, en ciertos casos, su estado de salud y, aun sin verlo,
empleo para d i f e r e n c i a r las significaciones: un recurso expresivo o determinar si es grueso o delgado. Sin embargo, esto no tiene nada que
apelativo que cumple esta función en una lengua d e t e r m i n a d a , no ver con la fonología. Si bien se trata aquí de síntomas perceptibles por
puede ser trasladado sin más ni más a otra lengua n. el oído, éstos no pertenecen al sistema de signos convencionales de una
Parece resultar, pues, de las ideas de Laziczius que, de aquí en lengua determinada, y mantienen su valor de síntomas aun en los actos
.nielante, deberán ser creadas dos nuevas subdivisiones de la fonolo- vocales exteriores a la lengua. Lo mismo vale también para muchas
r.i.i: la fonología expresiva y la fonología apelativa. La creación de particularidades del lenguaje humano, de las cuales se pueden sacar
est;is subdivisiones estaría unida, por cierto, a grandes dificultades; conclusiones caracterológicas. De las p a r t i c u l a r i d a d e s fónicas que O
u n t e todo, a la que representa la falta de material fidedigno disponible. caracterizan a un locutor, a la fonología expresiva le interesan única- ~)
, En efecto, es excepcional en una descripción detallada del sistema mente aquellas que lo hacen en forma convencional. Ahora bien, puesto
fónico de una lengua, hallar datos acerca de los recursos expresivos y que la lengua es, ante todo, una institución social, en ella caracterizan
convencionalmente al locutor sólo las particularidades fónicas que lo
111
lín el artículo de A. W. de Groot "Phonologie und Phonetik ais Funk- señalan como perteneciente a un determinado tipo humano o grupo
lionswissenschafteri" (TCLP, IV, págs. 116 y sigs., especialmente págs. 124 y sigs.), esencial para la existencia de la comunidad lingüística correspondiente.
IMS H'lm i -s de la fonología y la fonética con los distintos planos de la voz eran Por estos medios puede indicarse, por ejemplo, la pertenencia del
1 1 . 1 1 . 1 . l < i - , a u n en esto sentido. Pero el gran mérito de de Groot reside en haber
l t l . i i 1 1 1 n I., el |>n>l>lema. locutor a una qlase social o a un grupo de edad determinados, como
11 asimismo su sexo, su grado de cultura y, por último, su procedencia
J. von Kíi/ic/ius, "Probleme der Phonologie", en Ungarische Jahrbücher,
X V ( I ' M S ) y en Proreedings oí the Second International Congress oí Phonetic local; y esto, precisamente, porque dichas particularidades del locutor
S'ri'pfirr.v (l.omlii-s, l ' i . l . S ) . ¡>;i\.;. 57. Véase por lo demás ya L. acerba, "O raznych son esenciales para la estructura interna de la comunidad lingüística y
i . l . u l i pioi/nost-nijn", en Znpiski Neofilolog. obscestva pri SPBU, VIII (1915), para el contenido y la forma de la conversación. En cambio, la clasi-
mu Kí. Jnkobson, O ¿esskom stiche, págs. 40 y sigs.
ficación de las personas en gruesas o delgadas, en enfermas o sanas, en
11, INTRODUCCIÓN 17
Fonología y fonoestilística

f l i - m a t i c a s o sanguíneas, etc., no tendría ninguna importancia para la (ís, dz), y por los ancianos como c,' í palatalizados 1B. En todos estos
vida de la comunidad lingüística que se exterioriza en los diversos tipos casos se trata de nómadas o de pueblos cazadores (o de pescadores)
'!<• conversación, y no necesita en consecuencia ninguna caracterización que hacen vida nómada, en los que los sexos (o las clases de edad y de
lingüística convencional ("glótica:>, en el sentido de Jespersen): cuando sexo) forman comunidades muy bien delimitadas y en los que no
l;i faz fónica de su lenguaje permite reconocer en el locutor tales rasgos, existe casi ninguna otra división interna de la sociedad. Sin embargo,
<'sto se debe solamente a un proceso psicológico extralingüístico. la diferencia de pronunciación de los sexos y de los grupos de edad se
presenta también en los pueblos con una estructura social más desarro-
La fonología expresiva puede ser comparada, por lo tanto, con el estudio de llada. Por supuesto que en estos casos son generalmente menos nota-
l.i indumentaria, en la etnografía. La diferencia entre personas gruesas o delgadas, bles. Así, por ejemplo, existe en ruso una tendencia general a aumentar
l'.i andes o pequeñas, etc., es esencial para el sastre que debe realizar prácticamente
UN traje determinado. Desde el punto de vista de la etnografía, sin embargo, estas la labialización de o acentuada en su primera parte y a debilitar la
diferencias carecen por completo de importancia: desde ese punto de vista sólo articulación hacia el final, de modo que la vocal o suena siempre como
interesan las formas del traje establecidas convencionalmente. Las prendas de una especie de diptongo con labialización decreciente. Pero mientras
vestir de una persona desordenada son sucias y arrugadas, en las de una persona
distraída los botones no están siempre todos prendidos: pero estos síntomas no
que la diferencia entre el comienzo y el final del sonido o es muy leve
I "Míen ninguna importancia para el estudio etnográfico de la indumentaria. En e incluso apenas perceptible en la pronunciación masculina normal, en
cambio, la etnografía se interesa por particularidades tan p e q u e ñ a s como, por la p r o n u n c i a c i ó n de las mujeres es mucho mayor, de manera que
ejemplo, las que diferencian según las costumbres el traje de la mujer casada del algunas mujeres pronuncian, en lugar de o, directamente u P (lo que,
de la joven soltera, etc. Los grupos humanos que suelen caracterizarse por diferen- por otra parte, es considerado ya como un poco vulgar). La diferencia
c i.-is de indumentaria pertinentes desde el punto de vista etnográfico, son a menudo
npruximadamente los mismos que se distinguen por particularidades lingüísticas entre la pronunciación femenina y la masculina reside, en este caso,
("ulóticas") y, en especial, por particularidades fonológicas expresivas: los dos sólo en el grado de diptongación; pero si un hombre pronuncia la o con
M'xos, las clases de edades, las clases o situaciones sociales, las clases de cultura, el grado de labialización que es normal en la pronunciación femenina,
Ins clases rural y urbana y, finalmente, los grupos locales '-. esto choca de inmediato pues se lo siente como afectado y afeminado lb .
Una observación detenida puede descubrir en casi todas las lenguas,
Los pormenores dependen, evidentemente, de la estructura social finas diferencias convencionales de este tipo entre la pronunciación
del pueblo o de la comunidad lingüística de que se trata. En las comu- femenina y la masculina, y una descripción detallada del sistema
nidades lingüísticas poco o nada diferenciadas desde el punto de vista fonológico de una lengua debe tenerlas en cuenta. En lo que se refiere
social, son especialmente las diferencias de sexo y de edad las que a las diferencias convencionales de pronunciación entre los diferentes
influyen en la pronunciación (en la realización) de los distintos soni- grupos de edad, existen también en la mayoría de las lenguas y son a
dos del lenguaje. En el dialecto darjat del mongol, la articulación de menudo expresamente mencionadas por los observadores. Pero no
todas las vocales posteriores y medias, en la pronunciación de las deben confundirse las diferencias convencionales con las de origen
mujeres se desplaza hacia adelante, de modo que a u, o, a y a ú, ó, á de natural. El hecho de que en ciertas comunidades lingüísticas los niños
los hombres corresponde, en las mujeres, ú, ó, á y ü, ó, á; además, al reemplacen algunos sonidos por otros, debido a que sólo con el tiempo
sonido fricativo x de la pronunciación masculina le corresponde en la adquieren la pronunciación correcta, no constituye un hecho de fono-
femenina el oclusivo /c 13 . A propósito de los chukches (hoy "luorave- logía expresiva, como tampoco los errores patológicos del lenguaje^Enj
tlanos") de Kamchatka VI, Bogoraz señala que hay en su lengua un
sonido determinado que los hombres adultos p r o n u n c i a n como c" (c
palatalizada) y, en cambio, las mujeres y los niños como c ( = ís) 14.
¡ cambio, tiene lugar un fenómeno de fonología expresiva" cüaTTclcrun niño
que puede imitar perfectamente la pronunciación de los adultos lo
evita intencionadamente, o cuando un hombre joven se cuida de pro-
Por otra parte existen, en la lengua de los yucáguires (hoy "odules") nunciar como los mayores, aun cuando ello no le o f r e z c a ninguna
del N. E. de Siberia, según V. Jochel'son, ciertos sonidos que son pro- dificultad, para no parecer anticuado o ridículo. Muchas veces se trata,
nunciados por los hombres adultos aptos para la caza como explosivos en estos casos, sólo de matices muy finos; por ejemplo, de diferencias
palatales {, cf, por los niños y las mujeres nubiles como africados c, i de entonación, etcétera.
En las comunidades lingüísticas socialmente muy diferenciadas son
'• Sobre la función de la indumentaria, véase el excelente trabajo de P. Boga- i
l y i i - v "Funkcie kroja na Moravskom Slovensku" (Spisy Národopisného Odboru
Matice Slovenskej, I, 1937). 15 Ibid., III, pág. 158.
1;! "' Lo que prueba que este rasgo no está de ningún modo condicionado fisio-
G. D. Sanzenev, "Darxatskij govor i fol'klor" (Akad. Nauk SSSR, Lenin-
urudo, 1931). pá ft . 17. lógicamente, sino que es puramente convencional, es entre otras cosas el hecho de
14 que en algunas mujeres aparece claramente sólo en la conversación afectada de
En Jazyki i pis'mennost' narodov Severa, III, pág. 13. coquetería, es decir, cuando acentúan su femineidad.
1S INTRODUCCIÓN Fonología y fonoestilística 19

muy notables las v a r i a c i o n e s que experimenta la pronunciación en lenguaje particularmente generalizado, o de una especie de moda, etc.
correspondencia con las diferencias de rango, de profesión o de grado La diferencia entre el sonido "sucedáneo" y el sonido "normal" puede
de cultura. Y estas variaciones tienen lugar no sólo en las lenguas de ser más o menos grande: a veces es posible que sea reconocida por
In India, donde corresponden a las distintas castas (por ejemplo, en "' cualquier observador, como ocurre, por ejemplo, con los diferentes
tamil, el mismo fonema se pronuncia como c o como s según la casta sucedáneos de r que existen en muchas lenguas europeas; pero a veces
a la que pertenece el locutor), sino también en otras partes del mundo. también su percepción exige un oído bien entrenado. Es imprescindible
La lengua coloquial vienesa, por ejemplo, suena de manera distinta en que estos sonidos sucedáneos sean permitidos por la comunidad lingüís-
boca de un funcionario ministerial y de un vendedor de comercio. En tica, es decir, que no sean rechazados y coexistan, por lo tanto, con los
la Rusia prerrevolucionaria los miembros del clero se distinguían por sonidos normales. De este modo, en la m e d i d a en que h a b l a n t e s
la pronunciación espirante de g (como y ) aun cuando por lo demás aislados se apropien de ellos y los usen siempre o casi siempre, los
hablaban la más pura lengua literaria. En ruso literario había además sonidos sucedáneos se convierten en recursos expresivos personales dé
• una pronunciación especial "noble" y una "comercial". En todas las dichos hablantes. '
lenguas existe ciertamente una oposición entre la pronunciación del Además de los recursos puramente expresivos, hay también aque-
hombre de ciudad y la del campesino, lo mismo que entre la pronun- llos que cumplen al mismo tiempo una función representativa especial.
ciación de las personas cultas y la de las personas incultas. Hay a La pronunciación de un grupo de hablantes se caracteriza a menudo
menudo una p r o n u n c i a c i ó n "mundana" que se caracteriza por una porque descuida una oposición fónica que en la pronunciación corrien-
articulación indolente, que es propia de los snobs de todo tipo. te distingue las significaciones (y tiene por lo tanto función represen-
Existen, igualmente, en todas las lenguas, diferencias de pronun- tativa) o, a la inversa, porque utiliza para distinguir las significaciones
ciación de carácter local. Gracias a tales diferencias muchas veces se una oposición que los otros grupos no utilizan. Piénsese, por ejemplo,
reconoce, en un mercado de campaña, la aldea de la cual procede un en la observancia de la oposición entre oclusivas sordas y sonoras (que
determinado locutor. Entre los hablantes más cultos que emplean un se da incluso en personas que hablan la lengua literaria) en una parte
lenguaje literario normalizado, es imposible, basándose en su pronun- del dominio lingüístico alemán, o en la confusión de s con s y de z con
ciación, determinar con tanta precisión su lugar de procedencia; pero z, típica de los habitantes de Marsella o, en fin, en la distinción entre
en rasgos generales, también en estos casos se puede descubrir de qué o y a no acentuadas que en la Rusia prerrevolucionaria caracterizaba
parte del dominio lingüístico proviene el locutor. la pronunciación de las viejas generaciones de sacerdotes (en especial,
Los medios expresivos fónicos convencionales no siempre indican por supuesto, en los territorios medio y meridional de la Gran Rusia,
lo que un locutor es en la realidad, sino a menudo sólo lo que éste donde las otras capas sociales no hacían esta distinción). JDesde el
pretende parecer en un momento dado. Así, en muchos pueblos, la punto de vista de la función representativa existen, en tales casos,
pronunciación que se usa en una alocución pública es muy diferente distintos sistemas fonológicos (o fonéticos) dialectales, y, desde el,
de la utilizada en la conversación normal; existen igualmente rasgos punto de vista de la función expresiva, distintas formas expresivas de
especiales que caracterizan una pronunciación dulce, devota y lisonjera; los mismos sistemas. De todos modos es preciso distinguir rigurosa-
el lenguaje modulado y a f e c t a d a m e n t e ingenuo de ciertas mujeres - mente estos casos, en que la caracterización de un grupo social o local
presenta también una serie de particularidades fónicas convencionales, se basa en el mayor o menor número de fonemas que distingue, de
etc. Todos los recursos fónicos expresivos que sirven para caracterizar, aquellos en que la caracterización se basa exclusivamente en la distinta
dentro de una comunidad lingüística, a un grupo determinado de locu- pronunciación de los mismos fonemas.
tores, forman un sistema, y su conjunto puede ser designado como el Los recursos fonológicos expresivos deben distinguirse de los p
estilo expresivo del grupo de locutores de que se trata. Un locutor no 'I (f ^recursos fonológicos apelativos o desencadenantes. Éstos sirven para Y
necesita usar siempre el mismo estilo expresivo sino que a veces usa I •^j" provocar o "desencadenar" en el oyente ciertos sentimientos. Estos
uno, a veces otro, según el contenido de la conversación, el carácter r I" > sentimientos son a menudo p r e s u n t a m e n t e experimentados por el
del oyente y, en suma, según las costumbres en vigor en la comunidad \ j_ hablante mismo; pero lo esencial es que el oyente sea afectado por
lingüística a que pertenece. ( í ellos. El hecho( de que el hablante e x p e r i m e n t e en realidad estos
s
] Un tipo especial de recursos fonológicos expresivos lo forman los sentimientos o sólo los finja, es indiferente. La intención, del hablante H ~$
( "•.nredimcos fónicos permitidos". En toda lengua existen, además de
no es expresar sus sentimientos personales sino provocar estos sentir J ^
l i > \ sonidos normales que utiliza la mayoría de los hablantes, otros que mientos (u otros correspondientes) en el oyente.- "CT
I I S / I M solo unos pocos, en reemplazo de sonidos normales por los que Los recursos fonológicos apelativos deben ser a su vez, cuidadosa-
sienten aversión. La "aversión" puede ser producto de un error de mente diferenciados de las manifestaciones naturales del sentimiento,
INTRODUCCIÓN Fonología y fonoestilística 21

U N luso cuando éstas son sólo fingidas. Por ejemplo, no tiene nada que tuada y de la consonante precedente supone, por cierto, la existencia
ver con la fonología el que el hablante tartamudee de angustia o de de vocales y de consonantes, así como de sílabas acentuadas e inacen-
emoción (fingidas o reales), o el que su discurso sea interrumpido por tuadas; está, pues, ligado, por su esencia misma, exclusivamente a las
sollozos: ,n estos casos, en efecto, se trata de síntomas que se dan manifestaciones p u r a m e n t e lingüísticas, y vale sólo para lenguas
incluso en manifestaciones extra lingüísticas. En cambio, son evidente- determinadas. t
mente lingüísticos (glóticos) fenómenos tales como el alargamiento de
la c o n s o n a n t e y de la vocal que aparece por ejemplo cuando se Al parecer, la mayoría de los recursos fonológicos apelativos están S

pronuncia efusivamente schschóón! "hérmóoso!": fenómenos de este constituidos de este modo: no están en relación directa con una emo-
tipo, en efecto, sólo pueden ser observados en manifestaciones lingüís- ción determinada, sino que hacen posible el desencadenamiento de va-
ticas, poseen una función determinada y, como todos los fenómenos que rias emociones distintas; la elección de una de éstas está determinada
están en este caso, son convencionales. Y puesto que, por otra parte, por la situación en que el acto de palabra tiene lugar, y a su provoca-
están destinados a provocar en el oyente un sentimiento determinado, ción contribuye además una gran cantidad de manifestaciones vocales
pertenecen al dominio de la "fonología apelativa". variadas no convencionales. La tarea de la fonología apelativa no
Es difícil decir, en el estado actual de las investigaciones, qué consiste en la recopilación, descripción y clasificación sistemática de
métodos debe seguir la "fonología apelativa". Desde el punto de vista, estas manifestaciones emocionales de la voz, ni tampoco en su adjudi-
teórico, debería establecerse para cada lengua un inventario'completo ? cación a determinadas emociones concretas, sino ú n i c a m e n t e en la
<le todos los recursos fonológicos apelativos, es decir, de todos los determinación de las marcas fónicas convencionales que, una vez elimi-
recursos convencionales que sirven para provocar sentimientos y _ nadas las mencionadas manifestaciones vocales, distinguen entre un
emociones. Sin embargo, no es siempre fácil individualizar un recurso discurso matizado de emoción y un discurso tranquilo, emocionalmente
apelativo y deslindarlo de los otros. Además, la distinción entre lengua neutro. Así podemos decir, por ejemplo, que el sobrealargamiento de
y habla, entre forma lingüística y acto de palabra, es aquí particular- las vocales largas acentuadas y el a l a r g a m i e n t o de las consonantes
mente difícil y complicada. Con anterioridad hemos mencionado ya pretónicas en alemán, el alargamiento de las consonantes iniciales y de
el alargamiento de la vocal acentuada y de la consonante inmediata las vocales finales de la frase en checo, el alargamiento de las vocales
pretónica, en alemán. Como ejemplo hemos citado la pronunciación breves (sin pérdida de su cualidad específica de vocales abiertas rela-
efusiva schschóón!. Pero el mismo recurso puede ser usado también jadas) en húngaro, el alargamiento de la primera consonante de una
pura promover otras emociones: schschóón!, por ejemplo, puede ser palabra (accenf d'insistance) en francés, etc., constituyen recursos
pronunciado con ironía; schschaamlos! "sinvergüéenza!", con indigna- fonológicos apelativos. En efecto, se trata en todos estos casos, de
ción; lliieber Freund! "queríido amigo!", con entusiasmo, ironía, indig- características del discurso emocional, que serían inadmisibles en el
nación, en tono persuasivo, con tristeza o piedad, etc. En cada caso la discurso calmo y emocionalmente neutro. Es evidente además, que son
entonación presenta un matiz distinto. Pero cabe preguntarse cómo convencionales, en oposición, por ejemplo, a la entonación de espanto,
deben ser tratados estos distintos matices. ¿Pertenecen también todos que es, por así decir, internacional (aunque en cada lengua deba estar
ellos a la fonología apelativa y en general a la lengua, o sólo al acto asociada a determinados recursos apelativos convencionales, como en
de palabra? ¿Son, en general, realmente convencionales? Entonacio- alemán, el alargamiento de la consonante pretónica) 1S.
nes emocionales acentuadas aparecen también muy a menudo en las No es siempre fácil distinguir los j-ecursos apelativos de los recursos
manifestaciones extralingüísticas como los gritos i n d e t e r m i n a d o s e expresivos- Algunos estilos expresivos se distinguen porque refuerzan
inarticulados, en las que se puede reconocer con claridad la emoción la función apelativa y otros en cambio porque la debilitan: el grado
eonereta que deben provocar. Según parece, estas entonaciones extra- de intensidad de la función apelativa se convierte aquí en un recurso
lingüísticas que provocan emociones, presentan la misma estructura de expresivo. Compárese, por ejemplo, el discurso exageradamente teñido
tono <• intensidad que las entonaciones dotadas del mismo matiz de emotividad de una dama afectada y el discurso s o l e m n e m e n t e
emocional que afectan a las palabras (esto, por otra parte, no ha sido apático de un viejo e importante dignatario. Estos dos estilos expre-
investigado nunca eti forma precisa). Se puede observar, además, que sivos tienen, por cierto, sus características específicas propias, situadas
muchas de estas entonaciones tienen igual significado en todas las i
leii(.;iins del m u n d o l 7 . En cambio, el alargamiento de una vocal acen- 'K De manera, pues, que los medios de apelación establecidos convencional-
mente en cada lengua deben ser diferenciados cuidadosamente de las expresiones
1 a l e c l i v a s espontaneas. En el recién aparecido trabajo de E. R i c h t e r , tan rico en
I . < > • . einopeii',, I I U M cuando no entiendan ninguna palabra de lo que dice m . i l e i i . i l . "Das p s y c l i i s c l i c (ícscliehen und (lie A r t i k u l a t i o n " (Archives /Véer/;i/i-
"" l'iien ¡" i"i jupones, comprenden por lo menos los sentimientos que quiere ilnisfx i/e l ' l i i < r i , ' l i < i i n - / . ' > , „ , „ , . , - n i . i / i - , X I I I . 1 < > : ( 7 ) , estos d o s conceptos n o s e dis
'expii'iin", v un * u i l < i por l.i mímica, sino también, en parte, por la entonación. l i n i : i i e i i . I l l M H M l t n h l e m e n t e , en f i i i i n n s u f i c i e n t e .
Fonología y fonoestilistica 25
INTRODUCCIÓN

exclusivamente en el terreno de la fonología expresiva, pero a ellas porción. La "fonología representativa" abarcaría un terreno enorme,
M agrega, además, el modo de empleo de los recursos apelativos. La mientras que cada una de las otras dos ramas mencionadas tendría por
tarea de las futuras investigaciones será la de separar cuidadosamente, objeto sólo pequeños grupos de hechos. Además, la fonología expre-
dentro de los distintos estilos, los recursos apelativos y los recursos, siva y la apelativa presentarían ciertos rasgos comunes que las separa-
expresivos. En la actualidad esto no es posible aún. Antes habrá que rían de la "fonología representativa". Por ejemplo, el problema de la
K'unir el material, y es de desear que éste proceda de lenguas lo más distinción entre lo que es natural y lo que es convencional existe en
diversas posible. realidad sólo en la fonología expresiva y en la fonología apelativa, en
tanto que en la fonología representativa no juega ningún papel: a lo
En todo caso es inadmisible renunciar a la posibilidad de distinguir entre los sumo podrían ser consideradas como recursos representativos naturales
i ei MISOS expresivos y los recursos apelativos, como lo hace -Laxiezius- en su artículo ciertas imitaciones sonoras directas (en la medida en que no se compo-
RMncionado anteriormente. Este autor propone distinguir, en la faz fónica de la nen de sonidos normales del lenguaje). Pero tales imitaciones, siempre
lengua, tres clases de elementos: los fonemas, a los cuales conciernen las tres
funciones (expresiva, a p e l a t i v a y representativa), los enfáticos, que no poseen
que sean efectivamente naturales y no convencionales, caen en general
función representativa pero sí función expresiva y 'apelativa, y finalmente las fuera del marco de la lengua. Si alguien narra un incidente de caza
variantes, que cumplirían sólo una f u n c i ó n expresiva. Lo que Laziczius llama y para dar vida a su relato imita gritos de animales u otros ruidos
"enfáticos" es todo lo que nosotros entendemos por recursos expresivos y recursos naturales debe, en ese momento, interrumpir su discurso: el ruido
apelativos. En la medida, justamente, en que reconocemos como un mérito de
l . a / i c / i u s el haber señalado la necesidad de estudiar fonológicamente las tres fun-
natural imitado es allí un cuerpo extraño, que queda fuera del discurso
( iones de Bühler, nos es imnosible aceptar su idea de distinguir fonemas "enfáti- representativo normal 20. En el plano expresivo y en el plano apelativo,
cos" y "variantes". En el acto de palabra concreto estas tres funciones están en cambio, los hechos se presentan en forma muy diferente. Aquí lo
me/dadas y muy ligadas entre sí. Pero el oyente descompone este complejo en convencional y lo natural se entremezclan; los alargamientos conven-
sus partes constitutivas, cada una de las cuales tiene sólo una función; además,
• •I oyente relaciona e identifica cada uno de estos elementos funcionales con el
cionales de consonantes o vocales con valor apelativo aparecen sólo
correspondiente elemento de la lengua. Laziczius menciona como ejemplo la pala- en asociación con un tono emocional determinado, producido con natu-
I H . I húngara ember, "hombre". Supongamos, sin embargo, que esta palabra es ralidad; la pronunciación especial de ciertos sonidos, que en algunas
pronunciada en "tono de reproche" por un elegante mundano: los cinco fonemas lenguas está convencionalmente limitada a las mujeres, sólo aparece
( i . ni, h, K, r) sirven aquí exclusivamente para distinguir la palabra, y ninguno
i l < > ellos puede ser reemplazado por otro sin hacer irreconocible la palabra o cam-
en asociación con la voz femenina, condicionada fisiológicamente, etc.
l ' i . n sn significación; el alargamiento enfático de t' inicial es un recurso apelativo Puede decirse por cierto, que los recursos expresivos o apelativos con-
que está en relación con el "tono de reproche" y cuya ausencia cambiaría el vencionales son siempre menos numerosos que los naturales. Por lo
l o i i i c n i d o emocional (es decir, el "contenido apelativo") de lo dicho, puesto que tanto, mientras que la "fonología representativa" estudia la totalidad
se t e n d r í a que continuar en un tono por completo neutral; finalmente, la impreci-
sión característica en el grado de apertura de las vocales, la negligencia en la
de los recursos fónicos de !a lengua que poseen valor representativo,
n t t ¡dilación de las consonantes y la pronunciación uvular de r son recursos expre- las otras dos ramas de la fonología tratarían sólo de una pequeña parte
sivos que permiten reconocer al elegante mundano. Cualquier manifestación fónica de los recursos fónicos con valor expresivo o apelativo. Podría pregun-
puede ser sometida a un análisis funcional semejante. Es cierto que es a veces más tarse en consecuencia si las tres ramas de la fonología pueden ser
f á c i l separar por una parte los fonemas y por la otra las propiedades fónicas con
I I I I H ion expresiva o apelativa, que distinguir entre éstas. Pero ello no significa que consideradas de igual importancia y colocadas al mismo nivel y, por
'• i l r l i i u - i m n c i a i a esta distinción 1 '- 1 . otra parte, si la distinción, en materia de recursos expresivos o apelati-
vos, entre lo natural y lo convencional, es conveniente y debe ser
Insistimos, por lo tanto, en una estricta distinción entre los recursos tenida en cuenta por la fonología.
expresivos y los recursos apelativos. Consecuentemente tendrían que í~^ Estas dificultades pueden ser resueltas de la mejor manera, adjudi-
ser creadas, como ya se ha dicho, dos ramas especiales de la fonología, / cando el estudio de los recursos fónicos expresivos y apelativos a una
UMÍI de las cuales trataría de los recursos expresivos y la otra de los í rama especial de la ciencia, esto es, a la fonoestilística. A su vez esta
HTiiisns apelativos. Una tercera rama estaría constituida por la parte disciplina podría ser dividida, por una parte, en una estilística expresi-
«Ir l . i | ( I I I D | I I | ' Í ; I , que hasta la aparición del artículo de Laziczius ya Vya y una estilística apelativa y, por la otra, en una estilística fonética
ini-ncioiíado, ocupó casi exclusivamente la atención de los fonólogos, es
ilccn, la que estudia los recursos fonológicos representativos. Pero al 2(1
i
Esto no se aplica, por supuesto, a las imitaciones sonoras convencionales,
< i i i i i | i n i i i i estas tres ramas entre sí, salta a la vista sobre todo su despro- que presentan a menudo bastante poca semejanza con los ruidos naturales que
imitan (por ejemplo, Bums.', Quiquiriquí!, etc.), y que suelen ser incorporados
1 1 al sistema gramatical de tal manera que pueden ser empleados sin interrupción
A. i ...... I. lu cNli'urtura fónica particular de las palabras que no poseen
del discurso. Véase J. M. Kofínek, "Studie z o b l a s t i o n o m a t o p o j e " (Práce z
lu ..... ni i i - |...... . i i i . i t n . i , •.uní sólo función apelativa o expresiva (interjecciones, órde-
h«l a animal*!, «Mr. ) , ve.ise pú(js. 206 y sigs., y 235. vfüeckych ús/avú, XXXVI, 1934).
'I INTRODUCCIÓN

y una estilística fonológica. En la descripción fonológica de una lengua


debe tenerse en cuenta la estilística fonológica (tanto expresiva como
apelativa); pero la tarea propia de una descripción de este tipo debe
seguir siendo el estudio fonológico del "plano representativo". Por lo FONOLOGÍA
tanto, la fonología no necesita ser subdividida en una fonología expre-
siva, una fonología apelativa y una fonología representativa. El nombre
de "fonología" puede, como antes, quedar reservado para el estudio de
la faz fónica de la lengua desde el punto de vista de la función repre- Notas preliminares
sentativa. En cambio, el estudió de "los eleme'ntos fónicos de la lengua
que poseen valor expresivo o valor apelativo, estará a cargo de la Se ha dicho antes, que en la percepción del habla humana, las
"estilística fonológica", que es, a su vez, sólo una parte de la "fono- distintas particularidades de las impresiones fónicas son por así decir,
estilística". proyectadas sobre tres planos diferentes: el plano expresivo, el plano
apelativo y el plano representativo, y que la atención del oyente puede
concentrarse sobre cada uno de estos tres planos con exclusión de los
otros dos. Las particularidades fónicas situadas en el plano represen-
tativo pueden, por lo tanto, ser reconocidas y estudiadas independiente-
mente de las que pertenecen al plano expresivo o al plano apelativo.
No debe creerse, sin embargo, que todas las particularidades fónicas
situadas en el plano representativo cumplen la misma función. Por
cierto que todas ellas sirven para indicar la significación intelectual de
la frase de que se trata (es decir, que todas se relacionan con valores
de la lengua provistos de una significación intelectual determinada).
Pero en este terreno pueden distinguirse claramente tres funciones.
Algunas particularidades fónicas poseen una función culminativa, es
decir, indican cuántas "unidades" ( = palabras o conjuntos de palabras)
están contenidas en una oración determinada: tal es el caso, por ejem-
plo, del acento principal de palabra en alemán. Otras particularidades
fónicas cumplen una función delimitativa, indicando el límite entre dos
unidades (o sea entre conjuntos de palabras estrechamente ligados,
entre palabras o entre morfemas): en alemán, por ejemplo, desempeña
esta función el ataque vocálico duro. Otras particularidades fónicas
desempeñan en fin, una función distintiva, ya que diferencian entre sí
las distintas unidades provistas de significación. Por ejemplo, en
alemán: List "astucia" - Mist "basura" - Masi "mástil" - Machí "fuerza",
etc. Cada unidad lingüística debe contener particularidades fónicas dis-
tintivas, pues de lo contrario no podría ser diferenciada de las otras
unidades. La diferenciación de las distintas unidades lingüísticas se
hace, en efecto, exclusivamente por medio de las particularidades fónicas
con función distintiva. En cambio, las particularidades fónicas con
función delimitativa o culminativa no son indispensables para las
unidades lingüísticas. Hay frases en las que la delimitación de las dis-
tintas palabras ño se hace mediante particularidades fónicas especiales
y, por otra parte, muchas palabras son empleadas en el contexto de la
frase sin elementos culminativos. Siempre existe la posibilidad de una
pausa entre las distintas palabras de una frase: las particularidades
fónicas con función delimitativa o función culminativa sirven en cierto
modo como sustitutos de estas pausas. Por consiguiente, estas dos
25
.. . . _— , . ...v ..

26 FONOLOGÍA

funciones se presentan simplemente como recursos cómodos, en tanto


que la función distintiva no sólo es cómoda, sino absolutamente nece-
saria e indispensable para la intercomprensión. De esto resulta que de
las tres funciones fónicas que pueden ser distinguidas dentro del plano
representativo, la más importante es, con mucho, la función distintiva.
La fonología sincrónica (descriptiva) puede ser dividida en tres
partes principales correspondientes a las tres mencionadas funciones
que se presentan en el plano representativo. Pero es evidente que la
parte que trate de la función distintiva tendrá que ser mucho más exten-
sa que las otras dos, dedicadas al estudio de la función culminativa y
de la función delimitativa.

ESTUDIO DE LA
FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA


1 CONCEPTOS FUNDAMENTALES

/. Oposición fonológica distintiva

La idea de diferencia supone la idea de oposición. Una cosa puede


diferenciarse de otra sólo en la medida en que ambas se opongan entre
sí, es decir, en la medida en que exista entre ambas una relación de
oposición. La función distintiva, por lo tanto, sólo puede ser desempe-
ñada por una particularidad fónica en la medida en que ella se oponga
a otra particularidad fónica; es decir, en la medida en que sea término
de una oposición fónica. Las oposiciones fónicas que en la lengua de
que se trata pueden diferenciar las significaciones intelectuales de dos
palabras serán llamadas fonológicas (o fonológicamente distintivas o
simplemente distintivas21. Las oposiciones fónicas que, por el contra-
rio, no poseen esta facultad serán designadas no pertinentes desde el
. punto de vista fonológico o no distintivas. En alemán, la oposición
o - i es fonológica o distintiva, como lo m u e s t r a n los ejemplos so
. "así" - sie "ella", Rose "rosa" - Riese "gigante", etc.; en cambio, la oposi-
ción entre r lingual y r uvular no es distintiva, puesto que en alemán
no hay ningún par de palabras que se diferencien por esta oposición
fónica.
/ Hay sonidos permutables y sonidos impermutables^ Los sonidos
permutables son los que, en una lengua determinada, pueden encon-
trarse en el mismo contexto fónico (como la o y la i alemanas en los
>•. ejemplos citados anteriormente); los sonidos impermutables son, en
cambio, los que no pueden aparecer nunca en el mismo contexto fónico:
en alemán ocurre esto, por ejemplo, con el "sonido ich" y el "sonido
ach"; este último aparece sólo tras u, o, a, au, en tanto que el primero
se presenta en todas las demás posiciones. De lo dicho resulta que los
sonidos impermutables no pueden formar, en principio, oposiciones
fonológicas (o distintivas): puesto que no se encuentran nunca en el
mismo contexto fónico no pueden tampoco constituir jamás los únicos
elementos distintivos de dos palabras. Las palabras alemanas dich "a ti'1'
y doch "sin embargo", por ejemplo, se diferencian entre sí no solamente
por los sonidos c/v sino también por las vocales; ahora bien, en tanto
*
21
En el "Projet de terminologie phonologique standardisée", TCLP, IV, ha
sido propuesta la expresión "phonologischer Gegensatz", "oposition phonologique", la
rual puede ser conservada en todas las lenguas en que el término "fonológico" no
puede dar lugar a confusión. En inglés, por el contrario, sería de recomendar la
expresión "f/is//nc/iVe opposition", pues tanto "p/iono/ogica/ oppos/fion" como
"/ihonpinicnl nppnsition" podrían ser motivo de errores.
29
10 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Conceptos fundamentales 31

<|ue en alemán la diferencia entre / y o aparece en muchos otros pares que no poseen ninguna particularidad fónica común que permita diferenciarlos de
< l c palabras como factor diferenciativo único e i n d e p e n d i e n t e (por todos los demás sonidos del mismo sistema forman, a pesar de ser impermutables,
oposiciones distintivas. En alemán la oposición entre el sonido ich y el sonido ach
ejemplo en stillen "tranquilizar"-Stolíen "pata (de mueble)", ríss "(él) no es distintiva porque estos sonidos son i m p e r m u t a b l e s y las particularidades
desgarra"-.Ross "caballo", Mitte "mitad"- Motte "polilla", bin fónicas que tienen en común, o sea el ser fricativos dorsales sordos, no se reencuen-
"soy"-Bonn (nombre de ciudad), Hirt "pastor" - Hort "tesoro", etc.), tran en ningún otro sonido del sistema fónico alemán. Pero la oposición entre los
la oposición entre el sonido ich y el sonido ach aparece en alemán sólo sonidos'Tí)yCnJ(ng) del alemán, que son también impermutables (puesto que h
aparecesoloiSnte vocal, excepto e y /' no acentuadas, mientras que i|, por el con-
en concomitancia con una oposición de las vocales precedentes y no trario, aparece únicamente ante e y i no acentuadas y ante consonante) es, no
puede por lo tanto presentarse nunca como el único medio de diferen- obstante, distintiva, puesto que la única característica que estos sonidos poseen en
ciación entre dos palabras. Lo mismo ocurre con todas las oposiciones
entre sonidos impermutables (véase, sin embargo, abajo).
Los sonidos permutables, por su parte, pueden formar tanto oposi-
ciones distintivas como oposiciones no distintivas. Esto depende exclu-
común, a saber, su condición de consonantes,! no les es de ninguna manera exclusiva
y no permite, por lo tanto, distinguirlos del las otras consonantes alemanas. Para"*
difereciar estas oposiciones distintivas de las oposiciones normales, es decir, de las
que se establecen entre los sonidos permutables, las l l a m a r e m o s o p o s i c i o n e s
indirectamente distintivas o indirectamente fonológicas. Kn tanto que las oposicio-
í
sivamente de la función que desempeñan tales sonidos en la lengua de nes normales o directamente fonológicas (como en alemán o - / , r - /, etc.), pueden
que se trata. En alemán, por ejemplo, la altura'musical relativa de las ser usadas directamente para d i f e r e n c i a r palabras, esto es con toda evidencia
imposible para las oposiciones indirectamente fonológicas. Los miembros de una
vocales de una palabra no es pertinente para su significación (es decir, oposición indirectamente fonológica pueden, sin embargo, entrar ambos en rela-
para su función representativa). Las diferencias de altura musical de ción de oposición directamente fonológica con otro sonido cualquiera y, en especial,
las vocales pueden a lo sumo ser a p r o v e c h a d a s en alemán para la con un sonido que presente igualmente las particularidades fónicas que aquéllos
función apelativa: la significación intelectual de una palabra de dos poseen en común. Así, en alemán, h y ij, que tienen en común el ser consonantes,
se hallan en oposición directamente distintiva con muchas otras consonantes como,
Miabas, por ejemplo, no cambia en absoluto si la altura musical de la por ejemplo, p (hachen "picotear" - pac/cen "empaquetar", Ringe "anillos" - Rippe
Vocal de la segunda sílaba es más aguda que la de la vocal de la prime- "costilla"), / (heute "hoy" - Leute "gente", íange "(yo) tomo" - íalle "caigo"), etc.
ra sílaba, o si ocurre lo inverso, o si ambas sílabas se pronuncian con la
misma altura. Si consideramos, pues, la u grave y la u aguda como dos
sonidos distintos, podemos decir que son, en alemán, sonidos permuta- //. Unidad fonológica (distintiva).
bles, pero que no forman una oposición distintiva. En cambio, los Fonema. VarianL
sonidos r y / son también permutables en alemán; pero, en este caso,
so trata de sonidos que forman una oposición distintiva, como lo mues- Por oposición fonológica (directa o indirecta) entendemos toda
t r a n los siguientes pares de palabras: Rand "borde" - Land "país", führen oposición fónica que, en la lengua de que se trata, puede diferenciar
"<•<inducir" - fühlen "sentir", se/Jarren "raspar" - schallen "resonar", wirst las s i g n i f i c a c i o n e s intelectuales. Cada uno de los términos de una
"licúas a ser" - iv/'//sí "deseas", etc., en los cuales la diferencia de signifi- oposición fonológica será llamado unidad fonológica (o distintiva) '-¿.
cación se produce sólo por la oposición r -1. j^a situación es exacta- De esta definición se deduce que las unidades fonológicas pueden ser de
mente inversa en japonés, donde/^y_j; son sonidos permutables pero extensión muy diferente. Un par de palabras como bahne "abro" - banne
mc.iparcs de formar una oposición distintiva: en cualquier palabra, / "excomulgo", se diferencia sólo por el corte silábico (o por la diferente
(Mírele ser reemplazada por r o viceversa, sin que esto implique ningún cantidad de la vocal y de la consonante, la cual está ligada a dicho
i ' . - u n l i i i ) de significación. Por el contrariedla altura musical relativa de corte), en tanto que en un par de palabras como tausend "mil"- Tischler
lus diferentes sílabas es, "en japonés, fonológicamente pertinente. La "carpintero", la diferencia fónica se extiende a todo el cuerpo de la
11 r.i'iive y la u aguda son aquí sonidos permutables y forman una opo- palabra, con excepción del sonido inicial, y en Mann "hombre" - Weib
•.ii ion distintiva, de manera que una palabra, como por ejemplo, tsuru, "mujer", ambas palabras son fónicamente distintas desde el principio
puede tener tres significaciones distintas según la altura musical relativa hasta el fin. De esto se deduce que hay unidades fonológicas más gran-
ile i'íidii una de las u: significa "cuerda de arco'' cuando la primera u des y más pequeñas, y que las unidades fonológicas de una lengua
es iiuis anuda que la segunda, "grulla" cuando la primera u es más grave dada se pueden clasificar según su tamaño relativo.
i|iie l , i segunda, y "pescar" cuando ambas u tienen la misma altura.
Pueden distinguirse, por consiguiente, dos clases de sonidos permuta- Hay unidades fonológicas que pueden ser analizí-das en una serie
bles: los que en la lengua de que se trata forman oposiciones distin- de unidades fonológicas más pequeñas que se suceden en el tiempo.
tivns y los que únicamente forman oposiciones no distintivas. Las unidades [me:] y [by:] que distinguen en alemán las palabras

Si l u í ilii luí miles que los sonidos impermutables no forman oposiciones dis- 22 Véase "Projet de terminologie phonologique standardisée", TCLP, IV,
i m i i v i m . l'i-io i'sta afirmación requiere una restricción. Los sonidos impermutables [i ir. - Í 1 I . En inglés es recomendable la expresión "distinctive unit".
i' LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA < o i u c p i o s fundamentales 33

"crines" y Biihne "teatro", son de este tipo: de las oposiciones modo, la unidad fonológica más pequeña de la lengua de que se trata.
Miihne-gáhne "(yo) bostezo" y Máhne-mahne "advertí" resulta el I ..i la/ significante de cada palabra puede ser analizada en fonemas y
Ml'.uirnte análisis: [mr:] — [m] -f [ f : L y de Bühne - Sühne "reconci- s<-r representada como una serie determinada de fonemas.
liación" y Bühne - Bohne "poroto" resulta que [by:] = [b] + [y:]. En Naturalmente, no se deben simplificar demasiado las cosas. No debe
cambio las unidades fonológicas m, fo, F:, y: no pueden representarse imaginarse que los fonemas son algo así como ladrillos con que se
como series de unidades fonológicas sucesivas aún más pequeñas. Desde compondrían palabras. Cada palabra es más bien una totalidad fónica,
d punto de vista fonético cada b consiste en toda una serie de movi- una forma, y es reconocida como tal por los auditores, del mismo
mientos articulatorios: primero se acercan los labios entre sí, luego se modo que se reconoce, por ejemplo, por su aspecto general, a una
apoyan uno contra el otro de manera que la salida anterior de la cavi- persona conocida que encontramos en la calle. El reconocimiento de
dad bucal queda completamente cerrada; al mismo tiempo se levanta la forma supone, sin embargo, su diferenciación, y ésta es posible sola-
el velo del paladar y se aplica contra la pared de la faringe de modo mente si las formas se distinguen unas de otras por medio de ciertas
que el paso entre ésta y la cavidad nasal queda obstruido; las cuerdas marcas. Los fonemas son, precisamente, las marcas distintivas de la
vocales comienzan a vibrar y el aire que viene de los pulmones penetra forma de las palabras. Cada palabra debe contener tantos fonemas y
en la cavidad bucal y se acumula detrás del obstáculo que forman los en un orden tal, que se distinga de toda otra palabra. El conjunto de
labios; por fin, éstos se separan bruscamente por la presión del aire. fonemas en un determinado orden, que caracteriza a una palabra no es
Cada uno de estos movimientos sucesivos corresponde a un efecto propio sino de esta palabra; pero cada fonema individualmente aparece^
acústico determinado, pero ninguno de estos "átomos acústicos" puede como marca distintiva, también en otras palabras. En todas las lenguas,
ser considerado como una unidad fonológica, ya que siempre se presen- en efecto, el número de fonemas utilizado como marcas distintivas es
t a n todos en conjunto y nunca en forma separada: a la "implosión" mucho menor que el número de palabras, de modo que una palabra
labial sucede siempre la "explosión" que, por su parte, va siempre presenta siempre una determinada combinación de fonemas que existen
acompañada de la implosión; y la "sonoridad" con coloración labial que también en otras palabras. Esto no contradice en ningún modo el
se oye entre la implosión y la explosión no puede producirse sin la carácter de forma que posee la palabra. Cada palabra, en cuanto
implosión y la explosión labiales. La b entera constituye, por lo tanto, forma, contiene siempre algo más que la suma de sus miembros
una unidad fonológica no disociable en el tiempo. Lo mismo puede ( = fonemas), a saber, el principio de unidad que liga a la serie de
decirse acerca de las otras unidades fonológicas antes mencionadas. fonemas y otorga a la palabra su individualidad. Pero, a diferencia
La y ( ü ) "larga", por ejemplo, no puede ser tratada como una serie de de los fonemas, este principio de unidad no puede ser localizado en el
y "breves". Por cierto que esta [ y : ] , considerada desde el punto de cuerpo de la palabra. Y, en consecuencia, es posible decir que el
vista fonético, es un espacio de tiempo ocupado por la articulación de cuerpo de una palabra puede ser analizado en fonemas sin que quede
la y. Pero si se trata de reemplazar una parte de este espacio de resto, y que consiste en fonemas (exactamente como es posible decir
tiempo por otra articulación vocal, no se obtiene ninguna nueva palabra que una melodía compuesta sobre la escala mayor consiste en notas
alemana (Baüne, Büane, Biüne,Buüne, etc., son imposibles en alemán). de esta escala mayor a pesar de que toda melodía, además de las notas,
I-a i i larga es, por lo tanto, desde el punto de vista del sistema fonoló- contiene seguramente algo más que hace de ella una forma musical
gico alemán, no analizable en el tiempo. determinada) 24.
I.as unidades fonológicas que, desde el punto de vista de la lengua La misma imagen fónica puede ser al mismo tiempo término de
t i a t a d a , no pueden ser analizadas en unidades fonológicas aún más una oposición fonológica (o distintiva) y de una oposición no distin-
l>e<|ucnas y sucesivas, serán llamadas fonemas2*. El fonema es, de este / •!
que puede ser distinguida dentro del discurso como el elemento más breve que
sirve para diferenciar las unidades de significación". La definición de fonema
l'H2 L. V. Scerba dio, en Russkije glasnyje (San Petersburgo, 1912, que presentamos arriba fue formulada por primera vez en 1929 por R. Jakobson
i siguiente definición de fonema: "la representación fónica general más en su trabajo "Remarques sur l'évolution phonologique du russe" (TCLP, II,
. l i - un.i lengua dada que posee la capacidad de asociarse a las representaciones pág. 5): "Todo término de oposición fonológica no susceptible de ser disociado en
i l u l o ' , y <lu diferenciar palabras... se llama fonema". En esta definición, suboposiciones fonológicas más pequeñas se llama fonema". Esta definición fue
.u u i aún enteramente en los dominios de la psicología asociativa, y en la adoptada también, cpn leves modificaciones, en el "Projet de terminologie phono-
mu i ontenidu en el Court exposé de la prononciation russe de Scerba (1911, logique standardisée", TCLP, IV, pág. 311: "Unidad fonológica no susceptible de
) . i'.u -cr haberse señalado con claridad por primera vez la función del fone- ser disociada en unidades fonológicas más pequeñas y más simples".
M I I I I il fi-rcnciador de significaciones. En 1928, N. F. Jakovlev dio en un a4
Véase acerca de este tema K. Bühler, "Psychologie der Phoneme" (Pro-
ludo "Mutematifeskaja formula postrojenija alfavita" (en la revista ceedings oí the Second International Congress oí Phonetic Sciences, págs. 162 y
Kiil'liiin i i (Yriipririox/ Vostoka, I, pág. 46) una definición de fonema desvinculada SÍRS. ) y N. S. Trubetzkoy, "Über eine neue Kritik des Phonembegriffes" (Archiv
yu tía oli'im uto» psicológicos: "Entendemos por fonema toda particularidad fónica lur \<-rflcichende Phonetik, I, págs. 129 y sigs. y especialmente 147 y sigs.).

I
U LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Conceptos fundamentales 35

tiva. Así, por ejemplo, la distinción entre el sonido ach y el sonido ich fonemas. Cada uno de estos puntos puede ser considerado como la
es no distintiva, pero la oposición de cada uno de ellos con los sonidos realización de un determinado fonema. Además de las particularidades
k es distintiva (cf. stechen "pinchar" - stecken "caber", roch "olió" - Rock fónicas fonológicamente pertinentes aparecen, sin embargo, en el mismo
"falda", etc.). Si esto es posible, es sólo porque una imagen fónica punto de la corriente sonora, muchas otras que son fonológicamente no
contiene siempre varias particularidades acústico-articulatorias y no se pertinentes. El conjunto de todas las particularidades, tanto pertinen- A
distingue de otras imágenes fónicas por todas estas particularidades, tes como no pertinentes, que aparecen en un determinado punto de la ^
sino solamente por algunas. Así los sonidos k se diferencian de los corriente sonora en el cual se realiza un fonema, será designado con el /
sonidos ch, porque en los primeros el acercamiento del dorso de la nombre de sonido del lenguaje (o sonido del habla). Cada sonido del;'»,
lengua al paladar produce una oclusión completa, en tanto que en los lenguaje incluye, pues, por una parte, particularidades fonológicamente
últimos sólo llega a producir un estrechamiento; en cambio, la dife- pertinentes que hacen de él la realización de un fonema determinado
rencia entre el sonido ich y el sonido ach consiste en que el estrecha- y, por otra parte, toda una cantidad de particularidades fonológicamente
miento se produce, en el primer caso, a la altura del paladar medio y, j no pertinentes, cuya elección y aparición está condicionada por una
en el segundo caso, a la altura del paladar posterior. Ahora bien, la serie de causas.
oposición ch - k es distintiva, en tanto que la oposición del sonido ich y De esto se deduce que un fonema puede ser realizado por varios
del sonido ach es no distintiva; lo cual significa que, para ch, el estre- sonidos del lenguaje, distintos. Para la g alemana, por ejemplo, son
chamiento entre el dorso de la lengua y el paladar es fonológicamente fonológicamente pertinentes las siguientes particularidades: oclusión
pertinente, en tanto que la localización del mismo en el paladar medio completa entre el dorso de la lengua y el paladar con elevación del
o en el p a l a d a r posterior es, por el contrario, fonológicamente no velo del paladar; distensión de los músculos de la lengua y ruptura no
pertinente. Las imágenes fónicas toman parte en las oposiciones fono- aspirada de la oclusión. Pero el lugar donde se forme la oclusión
lógicas (distintivas) sólo por medio de sus particularidades fonológica- linguo-palatal, el comportamiento de los labios y de las cuerdas vocales
mente pertinentes. Y puesto que todo fonema debe ser miembro de durante la oclusión, todo esto es fonológicamente no pertinente. De U
una oposición fonológica, se deduce que el fonema no debe coincidir allí que haya en alemán toda una cantidad de sonidos del lenguaje que -T
con una imagen fónica concreta, sino sólo con las p a r t i c u l a r i d a d e s valen como realizaciones de este único fonema: hay g sonoras, semi-
fonológicamente pertinentes de ésta. Puede decirse pues, que el fonema sonoras y c o m p l e t a m e n t e sordas (aun en las partes del dominio
es el conjunto de las particularidades fonológicamente pertinentes de lingüístico alemán donde las consonantes de esta serie son generalmente
una imagen fónica'"'. sonoras), g velares labializadas (por ejemplo en gut "bueno", Glut
Cada uno de los sonidos concretos producidos y percibidos en el "ardor", etc.), g palatales estrechamente labializadas (por ejemplo en
neto de palabra, presenta además de las particularidades fonológica- Guíe "bienes", Glück "felicidad", etc.), g velares no labializadas (por
mente pertinentes, muchas otras fonológicamente no pertinentes. En ejemplo en ganz "entero", Waage "balanza", tragen "llevar", etc.), g no
consecuencia, ninguno de estos sonidos puede ser considerado sin más labializadas y marcadamente palatales (por ejemplo en Gift "veneno"', j¿
como un fonema. Sin embargo, en la medida en que un sonido contiene G/'er "glotonería", etc.), g medio-palatales (por ejemplo en gelb "ama-
entre otras las particularidades pertinentes de un fonema determinado, rillo", liege "me encuentro", etc.), etc. Todos estos distintos sonidos del
puede ser considerado como una realización de este fonema. Los fone- lenguaje que realizan el mismo f o n e m a serán designa.dos como ¿j!
mas se realizan en los sonidos de que está constituido todo acto de variantes (o como variantes fonéticas) de dicho fonema.
palabra. Estos sonidos no son nunca el fonema mismo, puesto que un ff
fonema no contiene ningún rasgo fonológicamente no pertinente, y
esto es imposible para un sonido realmente pronunciado. Los sonidos ///. La definición de fonenut
concretos que hallamos en el habla son, más bien, sólo los símbolos
materiales del fonema. La definición dada aquí de los conceptos de "fonema", de "sonido del lengua-
La corriente sonora, que en un acto de palabra se desarrolla sin je" y de "variante" no es aceptada por todos los lingüistas ni tampoco fue formulada
así desde un principio.
solución de continuidad, realiza o simboliza una sucesión determinada La definición de fonema fue formulada primeramente en términos psicológicos,
de fonemas. En d e t e r m i n a d o s puntos de esta corriente sonora, se .lean Baudouin de Courtenay definió el fonema como "el equivalente psíquico de
pueden reconocer las particularidades fónicas fonológicamente perti- Icis sonidos del lenguaje". Esta definición era insostenible, puesto que a un mismo
nentes que caracterizan a los distintos componentes de la sucesión de íunema pueden corresponder, como variantes, varios sonidos del lenguaje, cada uno
de los cuales posee un "equivalente psíquico" propio, constituido por las corres-
pondientes representaciones acústicas y motrices. Esta definición supone, además,
~ r ' Un;t definición semejante da R. Jakobson en la enciclopedia checa Ottúv que el sonido del lenguaje es en sí mismo una magnitud positivamente dada y
Sl«v¡tik Nnufny, Dixlatky II, 1, 608 (s.v. "fonema"). onteramente concreta. Pero esto no es en realidad así: sólo está positivamente
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Conceptos fundamentales 37

dado la corriente sonora concreta del acto de palabra, y si de este continuum tara esta definición, no se sabría nunca, en un caso concreto, qué habría que
extraemos distintos "sonidos del lenguaje", lo hacemos precisamente porque la considerar como fonema. Es imposible, en efecto, penetrar "en la psiquis de todos
seo-ion considerada de la corriente sonora "corresponde" a una palabra que contiene los miembros de una comunidad lingüística" (especialmente cuando se trata de
i leí ei minados fonemas. ÉÍ sonido del lenguaje sólo puede ser definido por su lenguas muertas). Además, determinar lo que "siente" la "conciencia lingüística"
relación con el fonema. Pero si para definir al fonema se parte del sonido del es una empresa espinosa y extraordinariamente difícil. Que la "conciencia lingüis-
lenguaje, se cae en un círculo vicioso. tica" no esté en condiciones de dividir un fonema en partes sucesivas, y que todos
En sus primeros trabajos fonológicos el autor de estas líneas ha utilizado los miembros de la comunidad lingüística "posean" los mismos fonemas, son, por
también varias veces, en relación con el fonema, la expresión "representación cierto, dos afirmaciones completamente exactas, pero que en ningún caso pueden
fónica" 2( >. Esta expresión no era acertada por las mismas razones que la definición ser consideradas como definición del fonema. El fonema es ante todo un concepto
de Baudouin de Courtenay anteriormente citada, puesto que las representaciones funcional, que debe ser definido en relación con su función. Una definición de
acústico-motrices, en la medida en que la articulación es controlada y regulada este tipo no puede obtenerse por medio de conceptos psicológicos.
por el locutor, corresponden a cada variante fonética y no a cada fonema. Tam- Otras definiciones, igualmente insuficientes, parten del hecho de la existencia
poco existe ninguna razón para considerar como "conscientes" a algunas de estas de variantes combinatorias. Daniel Jones ¡definió el fonema como una familia
representaciones y a otras como "inconscientes". El grado de conciencia del pro- o grupo de sonidos del lenguaje emparentados acústica o articulatoriamente y que
ceso articulatorio depende sólo de la ejercitación. Con un adiestramiento especial no aparecen nunca en el mismo contexto fónico. Esta primera definición de Jones
se pueden percibir conscientemente aun las particularidades no fonológicas del supone, por lo tanto, que el discurso humano consiste en fonemas y sonidos del
•.unido (gracias a esto es posible la llamada "fonética auditiva"). Por lo tanto, lenguaje, con lo que fonemas y sonidos del lenguaje no pertenecerían a distintos
no puede definirse al fonema ni como "representación fónica" ni como "represen- planos sino que coexistirían en uno mismo. En una palabra como el alemán Wiege
tación fónica consciente", oponiéndolo de este modo al sonido del lenguaje (varian- "cuna", por ejemplo, v, i: y a , puesto que no presentan ninguna variante combi-
te fonética). La expresión "intención fónica" utilizada por el autor en su comu- natoria que pueda ser percibida simplemente por el oído, serían sonidos del lengua-
nicación al Segundo Congreso Internacional de Lingüística de Ginebra 27 f u e, a decir je; g, por el contrario, puesto que se pronuncia diferentemente según el contexto
verdad, sólo trasposición en términos voluntaristas de la definición de fonema como fónico, sería un fonema. Es evidente que semejante uso de las expresiones "sonido
"representación fónica" y fue por lo tanto también errada. Quien tiene la inten- del lenguaje" y "fonema" sólo tiene sentido en r e l a c i ó n con la escritura: por
ción de p r o n u n c i a r la palabra ¿ib "da", debe por lo mismo tener también la "fonema" se entenderían aquellas letras que se pronuncian diferentemente según su
intención de efectuar todos los movimientos de los órganos de la fonación que posición dentro de la palabra, y por "sonido del lenguaje" (o "fonos"), aquellas
la pronunciación de esta palabra requiere y, por consiguiente, la intención de que se pronuncian siempre en la misma forma. El concepto de fonema, en Jones,
nrticular una g palatal, y esta intención no es la misma que se tiene cuando se quiere se encontraba al principio en estrecha relación con el problema de la "transcripción
pronunciar la palabra gab "dio", con su g velar. Todas estas formas de expresarse fonética" M. Pero muy pronto se hizo evidente que la "teoría del fonema" era, en
mediante términos psicológicos no están de acuerdo con la esencia del fonema y esa forma, insostenible, y que necesitaba un complemento. La definición de fonema
deben, en consecuencia, ser rechazadas. En caso contrario podrían conducir a quedó, a decir verdad, sin cambios, pero no fue utilizada sólo para las familias o
una confusión de los límites entre sonido y fonema, confusión que efectivamente grupos de sonidos impermutables que el oído reconoce como distintos sin ayuda
puede observarse bastante a menudo en Baudouin de Courtenay y en algunos de aparatos, sino también para aquellos sonidos cuya diferencia no es inmediata-
i i-presentantes de su escuela. mente perceptible. Y puesto que la fonética experimental había probado que es
Al definir el fonema debe evitarse recurrir a la psicología, puesto que el fone- imposible pronunciar exactamente el mismo sonido en contextos fónicos diferentes,
ma es un concepto lingüístico y no psicológico 2*. Debe eliminarse, además, toda resultó, según esta nueva concepción, que en una palabra como Wiege, por ejemplo,
referencia a la "conciencia lingüística", puesto que la conciencia lingüística es, o no solo g, sino también v, /':, 9 eran fonemas. En el primer período del desarro-
liien una designación metafórica de la forma lingüística (langue), o un concepto llo de la teoría del fonema de Jones, fueron aceptados, junto con los sonidos del
i•umpletamente impreciso que requiere a su vez ser definido y que quizá no pueda lenguaje y los fonemas, los "diéfonos", término con el que se designaban familias
serlo. Por esta causa es también discutible la definición de fonema propuesta por de sonidos que pueden reemplazarse entre sí sin cambiar la significación de la
N. van W i j k (en De Nieuwe Taalgids, 1936, 323). Según van Wijk "los fonemas palabra. Ahora bien, puesto que la fonética instrumental muestra que es imposible
de una lengua forman una categoría de elementos lingüísticos que están presentes repetir exactamente el mismo sonido en el mismo contexto fónico, Jones, en rigor
en la psiquis de todos los miembros de una comunidad lingüística". Los fonemas no debía hablar de sonidos del lenguaje o fonos, sino sólo de diáfonos, y definir el
M U Í "las unidades más pequeñas que la conciencia lingüística siente como indivi- fonema como una familia de diáfonos no permutables. Y en efecto, a un resulta-
sible". Unir el concepto de fonema a conceptos tan vagos e indeterminados como do cercano a esto llega en el último período del desarrollo de su teoría del fonema.
"psiquis", "conciencia lingüística", "sentir", no contribuye a aclararlo. Si se acep- Se basa para ello en la teoría de los "sonidos abstractos" desarrollada por el
profesor japonés Jimbo y el lingüista inglés Palmer. Los sonidos concretos que
~ (i C/. N. S. Trubetzkoy, Polabische Studien ( = Sitzb. der Akademie der oímos son todos distintos, y es imposible pronunciar exactamente el mismo sonido
•M-m-r/Mi/fí-n zu Wien, Philol.-hist. Klasse, CCXI, N? 4), pág. 111, y "Versuch dos veces. Sin embargo, ciertos sonidos tienen tantos rasgos comunes y son tan
-i allgomeinen Theorie der phonologischen Vokalsysteme" (TCLP I, págs. 39 semejantes entre si, que sus rasgos comunes pueden reunirse en una sola repre-
,. ) Esta expresión, por lo demás, no fue nunca empleada como una definición sentación y esta representación ser pensada como tal. Así resultan "sonidos abstrac-
l i r a precisa. Al autor no le interesaba en ese momento formular definiciones, tos" como por ejemplo g velar, g palatal, etc. Pero esto es sólo una abstracción de
i i n p l e a i correctamente el concepto de fonema. Y en cuanto a este empleo, p i i m e r grado. Si se reúne en una representación general toda una familia de
v d i f e r e n c i a entre los primeros escritos fonológicos del autor y los más recien- sonidos abstractos de este tipo que presenten por una parte cierto parecido entre
/., por ejemplo, Polabische Studien, págs. 115-120). si, pero que, por otra parte, no aparezcan nunca en la lengua tratada en el mismo
'•'< Véase /l< íes dti deuxiéme Congrés International des Lingüistas, págs. 120
-" Véase, acerca de este tema, J. Vachek, en Charisteria G. Mathesio, págs. 25
'-x Véase i( l.l\ II, piig. 103. ,, '••-r , V sin»., y los trabajos de D. Jones allí citados.
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Conceptos fundamentales 39

. i i n l e x t o fónico, tendremos un segundo grado de abstracción. Los fonemas son, ejemplo, la parte final, o la inicial) esta clase está "ordenada". Así, por ejemplo,
I isamente, estos sonidos abstractos de segundo grado. Contra esta definición las palabras alemanas nahm "él toma", lahm "tullido", kam "él vino", Rahm
puede argüirse, sobre todo, que una abstracción supone siempre un principio sobre "crema", Scham "pudor", zahm "manso", forman una clase ordenada. Las rela-
la base del cual se la realiza. A una cantidad de perros concretos pueden corres- ciones entre los miembros de una clase de este tipo son oposiciones fonológicas
ponder las representaciones abstractas "perro grande", "perro negro", "perro fiel", mínimas. Twaddell llama a los términos de tales oposiciones "microfonemas" (por
"perro de aguas", etc., según lo que se elija como principio de abstracción, y los lo tanto, en nuestro caso, n, /, k, r. sc/i, rs, son microfonemas de la clase formal
perros concretos a los que corresponderán estos "perros abstractos" no serán en caracterizada por -am final). El equivalente fónico de un microfonema contiene
ningún caso los mismos. Jones habla de sonidos abstractos sin preocuparse del varias particularidades articulatorias. Dos clases formales se dicen "igualmente
principio sobre el cual se funda la abstracción. En el "primer grado" la abstrac- ordenadas" cuando la relación entre sus microfonemas es idéntica. Así, por ejem-
ción se realiza desde el punto de vista de la similitud acústico-articulatoria, en el plo, las clases inglesas pill "pildora", till "hasta", kill "mato" y bilí "rótulo" por
"segundo grado", desde el punto de vista de la relación con el contexto fónico. una parte y nap \nasp] "pelusa", gnat [nast] "insecto", knack \naek] "juguete" y
Kstos dos principios de abstracción son tan dispares que en ningún caso pueden nab \naeb] "yo atrapo" por la otra, están igualmente ordenadas, pues a pesar de
Mr considerados como dos grados del mismo proceso de abstracción. Además, debe que la naturaleza fonética de los microfonemas no es exactamente la misma en
•.enfilarse otra vez la imprecisión del concepto de "sonido del lenguaje" ("sonido ambos casos (p, t, !< son aspiradas en comienzo de palabra pero no en f i n a l ) , la
concreto"). Los sonidos concretos existen solamente en cuanto son realizaciones de relación entre ellos es en ambos casos idéntica. Todos los microfonemas que ocupan
límenlas. Así pues, el "primer grado de abstracción" es, en verdad, el segundo. el mismo lugar en las distintas clases formales igualmente ordenadas constituyen
En tanto que el concepto de fonema de Jones fue creado con el único fin de que un "macrofonema", que corresponde a nuestro concepto de "fonema". Como muy
sirviera a la transcripción, tuvo por cierto un valor práctico, aun cuando su relación bien lo ha señalado J. Vachek (véase Proceedings of the Second International
con la lingüística como tal era escasa. Pero tan pronto como se lo modificó para Congress of Phonetic Sciences, págs. 33 y sigs.), esta definición de fonema con-
'|tie correspondiera a fenómenos lingüísticos determinados, quedó en evidencia la cuerda exactamente con la nuestra: los microfonemas y los macrofonemas de
endeblez de su punto de partida. Twaddell son términos de oposición no analizables; del macrofonema se ha dicho
El fonema no puede ser definido satisfactoriamente ni por su naturaleza expresamente que es la suma de las particularidades fónicas fonológicamente
psicológica ni tampoco por su relación con las variantes fonéticas, sino única y pertinentes, etc. Es decir, que Twaddell llega, por rodeos complicados, al mismo
exclusivamente por su función en la lengua. Que se lo considere como la unidad resultado que nosotros alcanzamos por un camino más corto. Por otra parte este
d i s t i n t i v a más pequeña (L. Bloomfield), o como marca fónica dentro del cuerpo rodeo complicado no ofrece ninguna ventaja. Nuestra definición no incluye nada
de la palabra ,(K. Bühler),! se llega en todo caso a la misma conclusión: a saber, que suponga o que provoque una h i p ó s t a s i s del fonema. La c o n c e p c i ó n de
que toda lengua supone oposiciones distintivas (fonológicas) y que el fonema es K. Bühler del fonema ¡como "marca fónica en el rostro de la palabra", que corres-
un término de estas oposiciones no divisible en unidades distintivas (fonológicas) ponde a la concepción de la palabra como forma, coincide totalmente con nuestra
aún. más pequeñas. En esta definición, completamente clara y unívoca, no hay definición, del mismo modo que la "pertinencia abstractiva" que Bühler considera
ínula que cambiar. Toda modificación que se introduzca en ella conduciría única- con razón como el fundamento lógico de n u e s t r o c o n c e p t o de fonema (véase
mente a una complicación que puede ser evitada. TCLP, IV, págs. 22-53). Las ventajas que puede ofrecer la distinción entre micro-
Por lo demás, los motivos de tales complicaciones son a veces no sólo com- fonemas y macrofonemas pueden ser obtenidas igualmente por medio de nuestra
prensibles desde el punto de vista psicológico, sino también dignos de ser tenidos doctrina de la neutralización de las oposiciones fonológicas y de los archifonemas
en cuenta. Tal ocurre, por ejemplo, con la extraordinariamente complicada defini- (véase cap. III); por otra parte, nuestra solución de este problema evita el peligro
ción de fonema que presenta el fonólogo americano'W. Freeman Twaddell, en su de la atomización de la fonología, peligro que se corre con la teoría de los micro-
inteligente tratado On Defining the Phoneme ( = Language Monographs published fonemas. Creemos, por lo tanto, que la complicada teoría del fonema de Twaddell
l>y the Linguistic Society oí America, XVI, 1935) motivada, al parecer, por el no puede reemplazar la definición que hemos dado más arriba. El gran mérito de
temor de una hipóstasis del fonema, es decir, de una consideración de los fonemas Twaddell consiste en haber suprimido radicalmente los prejuicios psicológicos y
i ' u n o rosns que el locutor poseería y con las cuales construiría, lo mismo que un naturalistas que se habían formado alrededor del concepto de fonema (tanto entre
muro con ladrillos, palabras y frases (véase especialmente pág. 53). Para evitar algunos partidarios de la fonología como entre algunos de sus detractores). Sin
este pe-ligio, Twaddell trata de destacar particularmente la naturaleza relacional duda, su forma abstracta de expresarse y su pensamiento de formación filosófica,
del Idiienia, es decir, su existencia como término de oposición, y construye con este imponen al lector esfuerzos bastante arduos que no están ai alcance de muchos
I ni una teoría del fonema que se puede resumir en la siguiente forma: una de los obstinados opositores de la fonología, lo que puede conducir (y ha condu-
"emisión" (e:s decir, un acto de palabra concreto) consiste en un fenómeno físico cido ya) a malas interpretaciones. Así, la afirmación de Twaddell de que el
(sonoro) ligado a una significación determinada. Un complejo fónico que se repite fonema, no es una realidad ni física ni psíquica sino una "abstractional, fictious
en d i s t i n t a s emisiones y que tiene siempre la misma significación, se llama "for- i/n//" fue interpretada por B. Colinder y P. Meriggi, con gran satisfacción, como
m;i". Dos formas con distinta significación son, en principio, diferentes también un abandono liso y llano del concepto de fonema- 1 '. Pero en realidad Twaddell
del punto de vista fónico (a excepción de los homónimos, que son relativamente sólo pensó, por supuesto, en lo mismo que Saussure consideraba como la esencia
míos en todas las lenguas) :!". El grado de diferencia fónica entre dos formas de lodo valor lingüístico ("entités oppositives, relatives et rielar/Ves", Cours de
c l r . i n i l . i s puede ser mayor o menor. La diferencia fónica mínima entre dos distintas linguistique genérale, pág. 164 [pág. 201 de la traducción española]) y que puede
l o i i n n s corresponde a los fragmentos del complejo fónico considerado. Un grupo ser dicho, con propiedad, acerca de todo concepto de valor. Puesto que el fonema
de formas (|ue presentan entre sí diferencias mínimas forman una "clase". Esta pertenece a la lengua y que la lengua es una institución social, el fonema es pre-
• l.r.t- -,e cnrncU'ri/íi por un complejo fónico común a todos sus miembros, y si la m u n i e n t e un valor y posee el mismo tipo de existencia de todos los valores. El
d i f e i e n r i n n n n i i n . i nfecta a todos estos miembros en el mismo fragmento (por valor de una unidad monetaria (por ejemplo de un dólar) no es una realidad ni
:1
" Vense H. Trnkii, "Bemerkungen zur Homonymie", TCLP, IV, págs. 152 '•' (7. P. Meriggi en Indogerm. Forsc/i., LIV, pág. 76, y B. Collinder en Actes
IVftnt' ('orifrés International des Linguistes, Copenhague, 1938, págs. 122 y sigs.
III LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA

I I . H I M Í C Í I ni física, sino una magnitud abstracta y "ficticia". Pero sin esta "ficción"
no podría existir un estado. . .
A. W. de Groot definió el fonema de la siguiente manera (TCLP, IV, 125):
"Kl fonema es, por lo tanto, una marca fonológica simbólica con función indepen-
diente. La función esencial del fonema consiste en hacer posible o facilitar, en
vv
caso necesario, gracias a que él mismo es reconocido e identificado, el reconoci- REGLAS PARA LA
miento y la identificación de las palabras o de las partes de palabras que tengan
valor simbólico. Los fonemas pueden definirse como las partes más pequeñas de DETERMINACIÓN DE LOS FONEMAS
ln corriente sonora, que posean esta función". Arvo Sotavalta (Die Phonetik und
/ / i i c Heziehungen zu den Grenzwissenschaften, pág. 10) adopta esta definición,
pt>ro la formula con más claridad, a pesar de que no habla de fonemas sino de
"•.unidos del lenguaje". Entiende por "sonidos del lenguaje" la parte más peque-
n.i <le la corriente sonora del acto de palabra que requiere un tiempo de emisión /. Distinción entre fonemas y variantes
más o menos determinado susceptible de ser reconocida e identificada y de
constituir mediante la combinación con sonidos del mismo tipo formas lingüís- Después de haber establecido en el capítulo precedente la definición
t i r ; i s reconocibles e identificables". Cabe, sin embargo, preguntarse: ¿por qué
M- reconocen los "sonidos del lenguaje" o las "palabras" o las "partes de palabra"?; de fonema, daremos a c o n t i n u a c i ó n un conjunto de reglas prácticas
, : t|iu' quiere decir en general "reconocer", "identificar"? N a t u r a l m e n t e , sólo mediante las cuales éste podrá ser diferenciado, de las variantes foné-
p i n M ' e ser reconocido aquello que se distingue por medio de algo, de otras cosas ticas por una parte, y de los grupos de fonemas por la otra :!2. ¿Cuándo
fVl mismo género. Son reconocibles e identificables aquellas palabras que se dos sonidos del lenguaje pueden ser considerados como realizaciones de
<!istiiH>uen de otras por "marcas de diferenciación" fónicas especiales. La palabra
l.i-her "hígado" se i d e n t i f i c a p o r q u e por medio de su / se d i f e r e n c i a de las dos fonemas distintos, y cuándo, por el contrario, deben ser considerados
palabras Weber "tejedor", Gefcer "donante", etc.; por su e, de la palabra lieber como dos variantes fonéticas de un mismo fonema? Es posible estable-
"c|iirrido"; por su b, de la palabra Leder "cuero" y por su r de la palabra Leben cer cuatro reglas sobre el particular:
"vida". Un elemento fónico que no posea la facultad de distinguir una corriente
.nnoni de otra, tampoco puede ser reconocido. Por lo tanto, el reconocimiento
>-u 1 ra - REGLA: Cuando dos sonidos de la misma lengua aparecen exac-
no es el hecho primario, sino la consecuencia lógica de la distinción. Además, tamente en el mismo contexto fónico y pueden ser reemplazados el uno
<•! "reconocimiento" es un hecho psicológico, y no es aconsejable introducir con- por el otro sin que esto provoque una diferencia en la significación inte-
i i ' l i l o s psicológicos para definir conceptos lingüísticos. En cambio, la distinción lectual de la palabra, dichos sonidos son sólo variantes fonéticas? facul-
do palabras es una noción puramente lingüística. En consecuencia debe prefe- <0 I He un fonema único. ¡
1 1 1 '.e nuestra definición. ' Y7 Pueden distinguirse varias subclases de variantes facultativas. Según
su relación con las normas del lenguaje distinguiremos las variantes
facultativas generales y las variantes facultativas individuales. Lgs pri-
meras son aquellas que no se consideran como errores de lenguaje o
desviaciones de la norma y pueden, por lo tanto, ser usadas todas por el
mismo locutor. Así, por ejemplo, el alargamiento de las consonantes
delante de las vocales acentuadas no es considerado en alemán como
un error de lenguaje; un mismo locutor puede, pues, pronunciar una
misma palabra alargando o no la consonante que precede a la vocal
acentuada (por ejemplo una s o una sch iniciales ).j Esta diferencia,
por lo demás, es utilizada para dar un matiz emocional al discurso:
ssoo? "¿así?", schschón! "¡bien!", alemán del Norte ¡ja! "¡sí!", etc. Las
variantes facultativas individuales, por el contrario, se d i s t r i b u y e n
entre los distintos miembros de la comunidad lingüística de manera que
sólo un tipo determinado vale como pronunciación "normal", "correc-
ta" o "modelo"; las otras, en cambio, son consideradas como desviacio-
nes locales, sociales, patológicas, etc., de la norma vigente. Así ocurre,
por ejemplo, con la r uvular y la r lingual en las distintas lenguas
europeas (aunque el valor de estos dos sonidos puede variar según la
lengua de que se trate). En las lenguas eslavas y lo mismo en italiano,
en español, en húngaro y en griego moderno, la r lingual es considerada
:í¿
Véase, del autor, Anleitung zu phonologischen Beschreibungen, Brno, 1935.
I' LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Determinación do los fonemas 43

como la norma, en tanto que la r uvular es sentida como desviación Tal como se ha explicado precedentemente (Introducción, 2), ía
I'filológica, como signo de afectación y esnobismo o en fin, muy rara- distinción y la sistematización de las variantes estilísticas es tarea de
mente, como particularidad local (por ejemplo en esloveno, donde la fonoestilística. Desde el punto de vista de la fonología en sentido
domina especialmente en ciertos dialectos de Carinthia). En alemán estricto (es decir, de la "fonología representativa") las variantes facul-
y en francés, en cambio, la r uvular (o más exactamente, diversos tativas pertinentes para el estilo y las variantes facultativas no perti-
11 pos de T uvular) vale como norma y la r lingual como desviación nentes para el estilo pueden ser comprendidas todas dentro del
local o como afectación arcaizante (por ejemplo en los actores france- concepto común de variantes facultativas. No debe olvidarse que, desde
ses). En todos estos casos, que no son raros por cierto, la distribución el punto de vista de la fonología representativa, \"variante'*i es un
misma de las variantes constituye en sí una "norma". Ocurre a menu- concepto puramente negativo: existe una relación de variante entre
<!o también que dos variantes de un fonema sean generales, pero que dos sonidos cuando éstos no pueden ser utilizados para diferenciar las
Ifi frecuencia de su empleo esté sometida a fluctuaciones individuales: significaciones intelectuales"] Si la oposición entre estos dos sonidos
el fonema A se realiza sea como a', sea como u", pero un individuo posee o no alguna otra función (expresiva o apelativa), no es en todo
prefiere la realización u', otro la realización a", etc. Existen por lo caso la fonología en su sentido estricto quien ha de ocuparse de ello,
t a n t o entre las variantes "generales" e "individuales" gradaciones sino la fonoestilística. Todas las variantes fonéticas facultativas deben
sucesivas. su existencia al hecho de que sólo es fonológicamente distintiva una
Teniendo en cuenta la función de las variantes facultativas, puede parte de las particularidades articulatorias de cada sonido del lenguaje.
dividírselas en pertinentes para el estilo y no pertinentes para el estilo. Las particularidades articulatorias restantes son, desde el punto de
Las variantes facultativas pertinentes para el estilo expresan la dife- vista distintivo, "libres", es decir, que pueden variar de un caso a otro.
i encía entre distintos estilos de lenguaje, por ejemplo, entre el emocio- Para la fonología representativa (y en especial para la fonología de la
nal mente agitado, el indolente y familiar, etc. Con esta función se palabra) es indiferente el hecho de que estas-variaciones sean o no
usan, por ejemplo en alemán, el alargamiento de las consonantes aprovechadas con fines expresivos o apelativos.
pretónicas, el sobrealargamiento de las vocales largas, la pronunciación 2? REGLAJ Cuando dos sonidos aparecen exactamente en la misma
espirante de la b intervocálica (por ejemplo en la palabra aber "pero" posición fónica y no pueden ser reemplazados el uno por el otro sin ^j
en un lenguaje indolente, familiar o fatigado), etcí~Las variantes esti- modificar con ello la significación de las palabras o convertir a éstas I
lísticas pueden caracterizar no sólo los distintos estilos emocionales en irreconocibles, dichos sonidos son realizaciones fonéticas de dos fone- ^
sino también los distintos estilos sociales: en el mismo lenguaje, por mas distintos.
ejemplo, pueden existir al mismo tiempo una variante popular, una Una relación de este tipo existe, por ejemplo, entre los sonidos
v;iri;mte distinguida y una variante estilísticamente neutra del mismo alemanes ¡ya: en una palabra como Lippe "labio" la sustitución de
lunerna, de tal manera que en esas variantes se reconoce el grado de /' por a provoca un cambio de significación: Lappe significa "lapón";
cultura o la procedencia social del locutor. \ Por consiguiente, las por otra parte, una palabra como Fisch "pescado" se hace irreconocible
variantes estilísticas pueden ser subdivididas a su vez en emocionales si se practica en ella una sustitución semejante (Fasch). En ruso los
i i patoenómicas y fisiognómicas. Cuando se trata, en cambio, de varian- sonidos ayo aparecen exclusivamente entre dos consonantes palatali-
tes facultativas no pertinentes para el estilo, estos puntos de vista no zadas. Puesto que el reemplazo del uno por el otro o modifica el signi-
e n t r a n para nada en la estimación. A las variantes facultativas no ficado de la palabra (t'áf'a "papá" - r'óf'a "tía") o la hace irreconocible
peí tmrntes para el estilo no les corresponde, en general, en absoluto (ítí'órr"vais"-íffár'i"'¿?", p'át' "cinco"-p'óf "¿?"), debe considerarse
ninguna función; se reemplazan entre sí en forma totalmente arbitra- a estos sonidos como realizaciones de fonemas distintos.
u.i, sin que por ello se modifique de manera alguna la función expre-
siva o la función apelativa del discurso. Así, por ejemplo, las oclusivas El grado de "irreconocibilidad" puede ser, por otra parte, muy
p a l a t a l e s se pronuncian en kabardo ya sea como sonidos de tipo k o diferente. En alemán, por ejemplo, las palabras no se hacen en general
como sonidos de tipo ch: un mismo hablante pronuncia, por ejemplo, tan irreconocibles como consecuencia del reemplazo de pf inicial por
la palabra ¿arie "camisa", sin darse cuenta y por lo tanto sin dar lugar / como cuando se cambia a por ;'. En una gran parte de Alemania, las
con dio a ningún matiz estilístico o emocional, unas veces como £ane personas que hablan el alemán literario reemplazan sistemáticamente
y otras como j'ane;!;t. la pf inicial por /, y a pesar de ello son entendidas sin dificultad por
lodos los demás alemanes. Sin embargo, la existencia de pares de
1
( / N. !•'. Jukovlev, "Tablicy f o n e t i k i k a b a r d i n s k o g o jazyka" (Trudy palabras como Pfeil "flecha"-fe// "vendible", Píand "prenda" - / a n d
I K x I t t i r r ' i i i l n i'.v.s/r</i>wirif/'(i severnokavkazskich jazykov pri Instituía vostokovedenija "encontró", Piad "sendero"-fad "insípido" (hüpíte "saltó"-Huíte
v Mnxkvi'. I, Miisn'i, l')23). "cadera", H'opten "lúpulo"- hoffen "esperar") muestra que en alemán
44 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Determinación de los fonemas 45

literario p/ y / son consideradas, incluso en posición inicial, como fone- cer nunca en la misma posición, no son variantes combinatorias de un
mas distintos, y que, en consecuencia, los alemanes cultos que reem- único fonema sino representantes de dos fonemas distintos (véase
plazan p/ inicial por f no hablan en rigor una lengua literaria correcta, arriba, págs. 30-31). Por el contrario, en japonés, el sonido g, que aparece
sino una mezcla de alemán literario y de su dialecto materno. sólo en principio de palabra, y el sonido i|, que justamente, no se halla
3a REGLA: Cuando dos sonidos de una lengua emparentados acús- nunca en esta posición, deben ser considerados como variantes combi-
tica o articulatoriamente no se presentan nunca en el mismo contexto
fónico, deben ser considerados como variantes combinatorias del mismo
I/í natorias de un único fonema: estos sonidos son, en efecto, los dos úni-
cos guturales sonoros del japonés, es decir, que poseen ciertas parti-
cularidades comunes que los distinguen de todos los otros sonidos
f
°nema- V«r',0¿« íWV,C- s y japoneses ' i4 .
C"~^l'"ic>vW»i<^'^.
Se pueden distinguir tres casos típicos.
A) En la lengua de que se trata existe, por una parte, toda una
<s 4? REGLA: Dos sonidos, aunque se ajusten a las condiciones de la
3" Regla, no deben ser considerados como variantes de un mismo
clase de sonidos (u', u", a"' . . . ) que aparecen sólo en una posición
fonema cuando pueden, en la lengua de que se trata, hallarse contiguos
determinada y, por otra parte, un único sonido («) que, justamente, no
el uno al otro, es decir, formar un grupo fónico en las posiciones en
aparece nunca en dicha posición. En este caso el sonido a puede encon-
que también uno de ellos puede aparecer aislado. En inglés, por ejem-
trarse en relación de variante sólo con el sonido de la clase a', a", a"'
plo, r sólo puede hallarse ante vocal; a, en cambio, no puede aparecer
con el cual está más emparentado desde el punto de vista acústico o
en esa posición; puesto que r se pronuncia sin fricción y sin explosión
articulatorio: En coreano, por ejemplo, s y r no aparecen en posición
final, en tanto que / se presenta, justamente, sólo en esta posición;
puesto que /, en cuanto líquida, es evidente que está en parentesco
Ivl y o, por su parte, posee un grado de apertura y un timbre muy inde-
terminado, se estaría tentado de considerar a r y a o como variantes
combinatorias de un mismo fonema; esto, sin embargo, se hace impo-
más cercano con r que con s, sólo I y r pueden ser consideradas en este
sible debido a que en palabras como professíon (pronunciada prafesn)
caso como variantes combinatorias de un mismo fonema. '
los sonidos r y a se hallan contiguos el uno al otro y que en otras
B) En la lengua de que se trata existen, por una parte, una serie palabras, en el mismo contexto fónico, aparece una a aislada (por
cíe sonidos que aparecen únicamente en una posición determinada y, ejemplo en perfection, pronunciada pafeksn).
por otra parte, una serie de sonidos que, por el contrario, no puede Las variantes fonéticas son, por lo tanto, o facultativas o constan-
aparecer en esa posición. En este caso hay una relación de variante tes; en este último caso, naturalmente, sólo pueden ser combinatorias.
combinatoria entre cada sonido de la primera serie y el sonido de la Hay también, sin embargo, ^variantes combinatorias facultativas.. Asi,
segunda serie que está, en forma acústica o articulatoria, más cerca- por ejemplo, en ruso el fonema ";'" se r e a l i z a tras vocal como una
namente emparentado con él.. En ruso, por ejemplo, los sonidos ó y á _i asilábica; tras consonante, en cambio, aparecen dos variantes: ¿ y ;
sólo aparecen entre dos consonantes palatalizadas, en tanto que los soni- espirante, que se comportan como facultativas. En ciertos dialectos
dos o y a no aparecen, justamente, en esa posición; puesto que por una medio-alemanes f y d coinciden fonológicamente, es decir, que existe
pjirte o, como vocal palatalizada de abertura media, está en parentesco en esos dialectos un solo fonema que, en la mayor parte de las posicio-
niíis cercano con o que con a, y por otra parte á, por ser vocal no nes, se realiza facultativamente ya sea como t o como d, pero tras
lubializada de apertura máxima, se asemeja más a a que a o, debe nasal siempre como d (así por ejemplo: rinde / dinde = alto alemán
considerarse a o y ó como variantes combinatorias de un fonema ("O")
Tin fe "tinta"), etc.
y n a y á como variantes combinatorias de otro fonema ("A"). En
japonés los sonidos c (fs) y / aparecen sólo ante u, en tanto que los Hemos visto arriba que una parte de las variantes facultativas, a
sonidos f y h no son admitidos, justamente, en esa posición; de los saber, las llamadas "variantes estilísticas", cumplen determinadas fun-
c u a t r o sonidos mencionados, f y c (fs) son los únicos oclusivos dentales ciones en el plano expresivo (véase pág. 42). En cuanto a las varian-
sóidos y h y f los únicos espirantes sordos: por lo tanto f y c deben ser tes combinatorias, su función se sitúa totalmente en el plano repre-
considerados como variantes combinatorias de un fonema y h y f de otro. sentativo. Son, por así decirlo, auxiliares fonológicos, que señalan un
C) En la lengua de que se trata existe un único sonido que apare- -1'1 Aparece además un cuarto caso: a veces un sonido (u) se presenta sólo
ce exclusivamente en una posición determinada, y otro único sonido IMI líis posiciones fónicas en que no aparecen nunca otros dos sonidos (u' y u"),
(|iie, justamente, no aparece en esa posición. En estos casos los dos V romo u está estrechamente emparentado tanto con u' como con u", puede ser
sonidos serán considerados como variantes combinatorias de un único i - i i r . n l i ' i . i « l o como variante combinatoria tanto de uno como del otro. Se trata en
i-Mr cuso de la neutralización de una oposición fonológica, acerca de lo que se
fonemn siempre que no formen una oposición fonológica indirecta. l u i l i l i u i i unís detalladamente en el capítulo correspondiente (véase págs. 69 y
Asi, por ejemplo, los sonidos alemanes h y i| (n¿) a pesar de no apare-
4< LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA I )ctcrminación de los fonemas 47

límite de palabra (o de morfema) o un fonema vecino. Sobre su fun- la mayoria de las consonantes, su pertenencia a una de estas dos clases es fonoló-
ción como señales demarcativas vamos a hablar luego en un lugar gicamente pertinente. Un ruso oye de inmediato, en una palabra de su lengua,
cuál consonante es palatalizada y cuál no lo es. La oposición entre las consonan-
apropiado, cuando se trate de la función fónica delimitativa (véase tes palatalizadas y no palatal izadas se destaca además por el hecho de que todas
págs. 252 y sigs.). En lo que concierne al señalamiento de los fonemas las vocales presentan variantes combinatorias especiales según la clase a la que
vecinos que efectúan las variantes combinatorias, no es una función pertenezca la consonante precedente y la siguiente. El fonema "i", entre otros,
en modo alguno superflua (aunque no es tampoco indispensable). sólo se realiza como una verdadera i, es decir, como una "vocal tensa de apertura
mínima de la serie anterior", cuando está en comienzo de palabra o tras conso-
Cuando se habla rápido y sin claridad, la realización de un fonema nante palatalizada. Los rusos transportan esta particularidad a las lenguas extran-
puede perder completamente su individualidad; por eso es siempre jeras. Si un ruso oye una palabra alemana con í larga cree "no haber oído bien"
conveniente que esta individualidad esté asegurada además por una la palatalización de la consonante precedente: la /' es para él una señal de palata-
particularidad especial de la realización del fonema vecino. Esto, sin lización de la consonante precedente; esta palatalización por lo tanto debe existir,
y si el ruso no la ha oído, sólo puede haber sido por un error acústico. Ahora
embargo, sólo puede tener lugar cuando dicha realización especial del bien, si el mismo ruso tiene que pronunciar la palabra alemana que ha oído, la
fonema vecino no aparece en el hablar rápido solamente, sino en todos pronuncia con palatalización de la consonante ante /': l'ige (liege "me encuentro"),
los casos en que los dos fonemas en juego se presentan juntos. Ünica- d'ip (Dieb "ladrón"), b'ibel (Bibel "biblia"), z'iben (sieben "siete"), etc.; y lo
mente así, en efecto, esta realización especial de uno de los dos fone- hace no sólo por convicción, sino también porque no puede pronunciar una í
cerrada y tensa tras consonante no palatalizada. La /' breve alemana no es tensa.
mas se graba en la conciencia y se convierte en una verdadera señal Entre las vocales rusas acentuadas no hay ninguna que corresponda exactamente
cíe la vecindad inmediata del otro. Así, por ejemplo, la articulación u esta / no tensa. Por lo tanto, no es posible para los rusos asociar este sonido con
de u en japonés es de por sí poco característica: la participación de la palatalización de la consonante precedente. El ruso oye, por ejemplo, que en
los labios es totalmente débil y la duración tan breve, que al hablar palabras alemanas como Tisch "mesa", Fisch "pescado", etc., las c o n s o n a n t e s
iniciales no son palatalizadas. Pero una consonante no palatalizada es, para los
con rapidez prácticamente la vocal no se pronuncia. En tales circuns- rusos, velarizada, y tras consonante velarizada el fonema ruso i se realiza como
tancias es muy conveniente para la comprensión, que ciertos fonemas ui (vocal no labializada, tensa, de apertura mínima, de la serie media o posterior).
japoneses presenten ante u una variante c o m b i n a t o r i a especial (a Por esta causa el ruso pronuncia tías, íms, etc. Como es natural, todo lo dicho se
saber, í la variante c y h la variante <| ): aunque u no sea percibida refiere únicamente a un ruso recién iniciado en el estudio del alemán, pues con
el tiempo llega a superar estas dificultades y adquiere una correcta pronunciación.
se adivinará, sin embargo, por la realización del fonema precedente, Algo queda, sin embargo, del "acento ruso", y aún después de una ejercitación de
<|iu: debe seguir una u :15. muchos años, un ruso que por lo demás habla correctamente el alemán, palatali-
zará algo las consonantes ante / larga y llevará un poco hacia atrás la articulación
de la / breve.
//. Valsa apreciación Otro ejemplo: en el ruso literario existe la vocal 9 que puede ser descripta
como una vocal no labializada de apertura media de la serie posterior (o posterior-
</c los fonemas de una lengua extranjera media). Esta vocal aparece sólo tras consonante: por una parte, en sílaba post-
tónica y, por otra parte, en sílaba pretónica con excepción de la inmediatamente
El sistema fonológico de una lengua es comparable a una criba'i a través de pretónica; por ejemplo, do:mS "en casa", pStamu: por esto". Puesto que la vocal
!• cual pasa todo lo que se dice. En la criba quedan únicamente las marcas fónicas tí aparece, en sílaba no acentuada, sólo en posición inicial de palabra (por ejem-
<im i son pertinentes para la individualidad de los fonemas. Todo lo demás cae en plo ad'fno.-kaj^ "solo"), tras vocal (por ejemplo vaaruzaf' "armar"), o en sílaba
o l í a criba donde a su vez quedan las particularidades fónicas pertinentes en el inmediatamente pretónica tras consonante (por ejemplo dSmo^ "a casa"), existe
pimío apelativo; más abajo aún se encuentra otra criba en la cual se seleccionan entre a y a no acentuada una relación de variantes combinatorias. Ahora bien, el
los rasgos fónicos característicos de la expresión del locutor, etc. Toda persona se búlgaro posee igualmente una vocal cuya naturaleza acústico-articulatoria es casi
nrosliimbra desde la niñez a analizar de este modo lo que se dice, y este análisis idéntica a la de la a rusa. Pero esta vocal búlgara se presenta no sólo en sílaba
lii-iH- lugar en forma totalmente automática e inconsciente. Pero el sistema de no acentuada, sino también en sílaba acentuada: pst "camino", ícasra "casa", etc.
" » i ibas" que posibilita este análisis, en cada lengua, está constituido diferente- Para los rusos que estudian búlgaro, la pronunciación de la a búlgara acentuada es
n i i - M i e . Las personas se apropian del sistema de su lengua materna, y cuando oyen terriblemente difícil; en general la reemplazan por a, por ui o por una é5 media, y
I m b l i i r o l í a lengua emplean involuntariamente, para el análisis de lo que oyen, la sólo con grandes esfuerzos y tras una larga ejercitación logran una pronunciación
"< i ¡luí") fonológica que les es habitual, es decir, la de su lengua materna. Pero medianamente correcta. El hecho de que el sonido 9 exista en su propia lengua
i i u i i c i esta "criba" no se adapta a la lengua extranjera, surgen numerosos errores Miaterna no facilita sino que al contrario, dificulta a los ruso-hablantes la correcta
i» incomprensiones. Los sonidos de la lengua extranjera reciben una interpretación pronunciación de la a búlgara debido a que, aunque la a rusa tiene casi el mismo
I I n i ' i r a inexacta debido a que se los ha hecho pasar por la "criba" fonológica sonido que la a búlgara, su función es completamente distinta: en ruso la s señala
di* I i | i i i > p i . i lengua. la posición relativa de la sílaba tónica y por eso el que nunca lleve el acento no es
un hecho casual sino al contrario, esencial; la a búlgara en cambio, puede ser
Dmeinos algunos ejemplos: en ruso todas las consonantes se dividen en dos
acentuada. Resulta de este modo que los rusos pueden identificar la a búlgara
i l.r.i- i i . i l . u . i l i / n l . i . \ MU p a l a t a l i / H i l o s (y éstas son además velai i z a d a s ) . Para
u r e n t u a d a con cualquier vocal de su lengua materna con la sola excepción de a.
Las vocales rusas acentuadas no son sólo más intensas sino también más largas
• ! ' • . ! . i l i i n i mu i",penal que sirve para indicar el fonema vecino puede ser que las no acentuadas. Se puede decir que en ruso todas las sílabas acentuadas
( l i ' s i ^ M i i i l n romo i i M i f u i l i v j i o asociativa auxiliar. •on largas y todas las no acentuadas breves. Cantidad y acento van juntos y for-
4S LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Determinación de lo.s fonema: 49

man, para los rusos, un todo indivisible. Además la sílaba acentuada puede hallar- i m i j i ' i " , pero esta oposición pertenece a la esfera lexical y no a la gramatical.
se tanto en final como en comienzo o en medio de palabra, y su posición es a I'ni i>so confunde, cuando habla alemán, der "el" con die "la", er "él" con Sí'e
menudo importante para determinar la significación: pál'it'i "encendéis" (presente "ella", etc. Del mismo modo la / tensa es un sonido que un ruso pronuncia habi-
de indicativo) — pal'ít'i "encended" (imperativo) —pál'it'i "vuela" (imperativo). I i i a l m o n t e ; pero para él es una variante combinatoria del fonema /, variante que
En checo, cantidad y acento se distribuyen en forma por completo distinta. El sriíala la palatalización de la consonante precedente, y debido a esto, cuando
acento se halla siempre en la primera sílaba de la palabra y por consiguiente l i . i l i l a alemán, palataliza todas las consonantes ante i.
carece de función distintiva: es sólo una señal de comienzo de palabra. En cambio
la cantidad no está ligada a una sílaba determinada; es libre y sirve a menudo
para diferenciar la significación de las palabras (píti "beber" — pití "el beber", etc.).
Esto constituye una gran dificultad para el checo que estudia ruso y para el ruso ///. fonemas y grupos de fonemas
que estudia checo. El ruso acentuará en checo todas las sílabas iniciales de pala-
bra pero alargándolas, o trasladará el acento a la primera sílaba larga; en conse-
cuencia, en lugar de kükátko "gemelos de teatro", kabat "chaqueta", etc., pronun- A) VALOR MONOFONEMÁTICO
ciará o bien kñkatko, kábat, o bien kukátko, kabat. Puesto que identifica canti-
dad y acento, le resulta difícil separarlos. Los chec-os que hablan ruso interpretan La distinción entre un único fonema y un grupo de fonemas no es
generalmente el acento ruso como cantidad. En las frases rusas acentúan la pri- siempre fácil. La corriente sonora del acto de palabra concreto es un
mera sílaba de cada palabra y pronuncian como largas las sílabas etimológicamente movimiento ininterrumpido y no puede decirse, desde un punto de
acentuadas. Una frase rusa como pr'Tn'Ys'it'T mn'é stakán vadui "tráigame un vaso vista puramente fonético (es decir, haciendo abstracción de la función
de agua" sería, en boca de un checo, prinesfr/ mñe sták-an vódT. Naturalmente,
sólo ocurie esto mientras la persona que aprende la lengua extranjera no está aún lingüística de los sonidos), cuándo un segmento determinado de esta
suficientemente ejercitada. Poco a poco desaparecen estas peculiaridades dema- corriente fónica ha de ser considerado como "monofonemático"
siado marcadas. Quedarán, sin embargo, algunos signos característicos del acento (es decir, como un único fonema) y cuándo como "polifonemático" (es
extranjero: el ruso, aun cuando hable bien checo, siempre alargará algo las sílabas
iniciales breves y confundirá en general largas y breves; en cambio el checo, aun
decir, como un grupo de fonemas). También aquí existen determina-
cuando hable bien ruso, siempre destacará algo las sílabas iniciales (especialmente das reglas fonológicas a las cuales es necesario atenerse :!~.
en las palabras largas con acento en una de las últimas sílabas, como gosudárstvo En términos generales, es posible afirmar que sólo pueden ser inter-
"estado", konnozavodstvo "harás", etc.), y colocará mal el acento. Que la diferen- pretados como monofonemáticos los grupos de sonidos cuyos compo-
te interpretación de la cantidad y del acento persiste en los checos y en los rusos nentes, en la lengua considerada, no se reparten en dos sílabas, son
aun en el caso de que dominen ambas lenguas, se manifiesta muy claramente en
la forma en que unos y otros reaccionan ante la poesía de la lengua extranjera :!(i. producidos por un único movimiento articulatorio y cuya duración
La métrica rusa se basa en la alternancia de sílabas acentuadas y no acentuadas no excede la duración normal de los sonidos simples. Un grupo de
(que son, como ya se ha dicho, largas y breves, respectivamente); los límites de sonidos que responde a estas premisas puramente fonéticas es sólo
palabra pueden hallarse en cualquier posición dentro del verso y su distribución potencialmente monofonemático. Será, en cambio, considerado como
siempre regular sirve para animar y variar su estructura. El verso checo en cambio
se basa en una distribución regular de los límites de palabra; como ya se ha dicho, electivamente monofonemático (es decir, como realización de un único
cada comienzo de palabra se destaca mediante un refuerzo; en cambio, las sílabas fonema) cuando según las reglas de la lengua en cuestión es tratado
largas y breves están distribuidas irregularmente en el verso y su agrupación libre como un único fonema o cuando la estructura general del sistema fone-
sirve para darle vida. Un checo que oye una poesía rusa interpreta su métrica mático de esta lengua exige que se lo considere así. La interpretación
romo cuantitativa, y todo el poema le resulta bastante monótono. En cambio, un
i uso que oye por primera vez una poesía checa está, por lo general, completamente monofonemática de un grupo de sonidos es especialmente preferible
desorientado, y no se encuentra en absoluto en condiciones de señalar los principios cuando los componentes de dicho grupo no pueden ser considerados
niel ricos con que ha sido construida: el ritmo de la sílaba inicial acentuada se como realización de ningún otro fonema de la misma lengua. Podemos
mezcla con la alternancia irregular de sílabas largas y breves; ambos ritmos pues, resumir las premisas fonéticas y las condiciones fonológicas del
se confunden, se molestan y se paralizan recíprocamente, de manera que el ruso no
oblicué en absoluto ninguna impresión rítmica. Estas primeras impresiones se valor monofonemático de un grupo de sonidos, en las seis reglas
debilitan con un mejor conocimiento de la lengua. Sin embargo, en un checo siguientes:
subsiste a menudo la incapacidad para apreciar el valor estético de un verso ruso,
V lo mismo puede decirse de un ruso, en lo que se refiere a la poesía checa. 1a REGLA: Un grupo de sonidos puede ser considerado como reali-
Ejemplos semejantes se podrían multiplicar a voluntad. Con ellos se prueba /nción de un único fonema sólo cuando sus componentes, en la lengua
i|ii<- el llamado "acento extranjero" no depende exclusivamente de que el extran- de que se trata, no se reparten entre dos sílabas.
jía i > un pueda pronunciar un sonido determinado, sino más bien de que no inter- En ruso, en polaco, en checo, etc., donde ambos componentes del
| n H i i ctin corrección dicho sonido. Y esta interpretación errónea está condicio-
niuhi pul ta diferencia entre la estructura fonológica de la lengua extranjera y la urupo fonético ís pertenecen siempre a la misma sílaba (cf. ruso ce-/a¿
'!•• l.i li-ni'.iui inaterna del locutor. Con los errores de pronunciación ocurre por lo "todo", polaco y checo co "qué"; ruso l'Y-co "rostro", polaco pfe-ce "(yo)
i ' . i ' i i r i . i l i ' x a r l a n i c M l r lo mismo que con los otros errores típicos de quien habla una cuento", checo vf-ce "más"; ruso ka-n'ec, polaco ko-n'ec, checo ko-nec
I c - i i i ' i i . i i - i i i a n | n . i . l'ara todo húngaro es habitual la oposición entre "hombre" y
H •'" Ver sobre este tema la ya mencionada obra del autor Anleitung zu phono-
' Vri l\*. liikíibsiin, O cesskom stiche. Ináifchfrí fíeschreibungen, 88 7-16. •
10 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA
terminación de los fonemas 51

"fin", etc.), éste debe ser considerado como un único fonema (c). En
finés, en cambio, donde este grupo fónico aparece sólo en interior de como monofonemático, puesto que se trata de dos movimientos arti-
palabra de manera que í cierra la sílaba precedente y s comienza 'a eulutorios de dirección diferente. Los llamados "sonidos de transi-
siguiente (ií-se "mismo", ssit-se-mán "siete", etc.), debe considerárselo ción" que aparecen entre dos consonantes se "cuentan" o con la con-
como realización del grupo de fonemas f 4- s- En ruso, en polaco o en sonante precedente o con la consonante siguiente, de modo que el •)
checo, cuando el grupo "vocal 4 ¿ asilábica" se encuentra ante vocal, ¿ "sonido de posición", juntamente con el "sonido de transición" que se \,
se une a la vocal siguiente y forma el comienzo de la sílaba a la que encuentra a su lado, se interpretan como una unidad. Pero en un gru-
ésta pertenece (ruso zbru-;a"arnés de caballo", checo ku-pu-je "(él) po como "s 4- sonido de transición de s a k 4- s", el sonido de transición,
compra", etc.). Por consiguiente estos grupos deben ser considerados, «un cuando no llegue a constituir una verdadera consonante, debe ser
en las lenguas mencionadas, como realizaciones del grupo de fonemas considerado como realización de un fonema (sin duda "/c") distinto
"vocal + /'", y lo mismo, por cierto, cuando todo el grupo es monosilá- de la s precedente y de la s siguiente, ya que no se trata de un único
movimiento articulatorio.
bico (como en ruso dají "da" = fonológicamente da;'). En alemán, en
cambio, lengua en la que los diptongos "con i" y "con u" no se reparten, Si se consideran los casos típicos en que se atribuye valor mono-
ante vocal, en dos sílabas (Ei-er "huevos", blau-e "azul", mis-trau-isch fonemático a los grupos de consonantes, se notará fácilmente que se
"desconfiado", etc.), debe interpretárselos al parecer como monofo- trata siempre de la disociación progresiva de un complejo articulatorio.
nemáticos :!S . En las "africadas", por ejemplo, una oclusión se abre primeramente
2" REGLA: Un grupo de sonidos puede ser considerado como reali- hasta convertirse en un "estrechamiento" que se suprime luego por
i. zación de un único fonema sólo cuando es producido por un único completo. En las "aspiradas", la oclusión bucal se rompe pero la larin-
o /L
V ->v ' movimiento articulatorio o por la disociación progresiva de un com- ge permanece aún un instante en la posición que ocupó durante la
oclusión bucal, lo que tiene como consecuencia acústica la "aspiración".
? V ' piejo articulatorio.
Es muy frecuente que los diptongos sean considerados como un EM las "oclusivas glotalizadas" se forman simultáneamente una oclusión
único fonema. Este caso se presenta con mucha claridad en inglés en bucal y una oclusión laringal; después de la supresión de la oclusión
el que, por ejemplo, ei y ou deben ser considerados como fonemas: bucal (es decir, de la explosión), la oclusión laringal se mantiene aún
como se sabe los ingleses pronuncian también las vocales alemanas un instante y luego a su vez se rompe produciendo el golpe de glotis.
largas e, o como ei, ou debido a que identifican los monoptongos alema- Las consonantes palatalizadas y las consonantes labializadas, que pro-
nes con los fonemas diptongados del inglés:!!l. J. Vachek señala (en ducen la impresión acústica de un grupo de "consonante + i (;') o u
"Über das phonologische Problem der Diphtonge", Práce z vedeckych (w)" con su último componente incompletamente formado y muy
ústavu filosoi. íakulty Karlovy university XXXIII, Praga 1933) que breve, presentan también el carácter de una formación articulatoria
tanto en inglés como en otras lenguas sólo puede atribuirse valor mono- compleja cuya supresión no es completamente sincrónica. En todos
fonemático a los llamados "diptongos de movimiento", es decir, a aque- fstos casos se trata de un único movimiento articulatorio que se efec-
llos diptongos que se producen durante la modificación de la posición tún en una única dirección (y precisamente en la dirección hacia la
de los órganos fuñadores y en los cuales interesa no el punto de par- "ruptura", es decir, hacia la posición de reposo). Por el contrario, un
tida ni el resultado final de este cambio de posición, sino sólo la direc- urupo fónico como sí no puede nunca ser considerado como monofo-
ción general del movimiento. Esta afirmación no puede invertirse (lo nemático, puesto que se trata de la formación progresiva de una oclu-
que Vachek hace, a mi juicio, erróneamente), es decir, que no todo sión que luego se "rompe". De igual modo un grupo como ks no puede
diptongo de movimiento debe necesariamente ser considerado como sor interpretado como monofonemático, puesto que supone dos movi-
monofonemático. Pero si un diptongo es considerado como fonema- mientos articulatorios distintos 40 .
tico, necesariamente es un diptongo de movimiento. En otras pala-
bras, debe tratarse de un único movimiento articulatorio. Un grupo 111
Lo dicho aquí no debe ser mal interpretado. Todo fenómeno relativo a los
como aia o como aua no puede ser considerado, en ninguna lengua, i n > i i n l o s del lenguaje puede ser abordado desde el punto de vista articulatorio o
V.ile rl punto de vista acústico. Si la Regla II está formulada en términos arti-
:ls
Por cierto que en palabras alemanas como Eier "huevos", blaue "azul", etc., iilulonos, ello se o^ebe exclusivamente a que la terminología científica actual no
pueden desarrollarse, entre el diptongo y la vocal siguiente, sonidos de transición lín|xnie de recursos suficientes para la descripción exacta de las impresiones acús-
ipie (H'rlenecen a la segunda sílaba (por ejemplo aee-jsr, etc.); pero lo esencial es n us l'ero no cabe duda de que la distinción de los movimientos articulatorios
i m l m i o s , como por ejemplo los de implosión o de explosión, corresponde exacta-
i|iie el diptongo pertenece enteramente a la primera sílaba.
mente n una distinción en el plano acústico, de modo que aun sin conocer las
•"' Véuse A. C. Lawrenson en Proceedings oí the Second International Congress tomín, iones d e l a articulación s e puede determinar p o r l a sola impresión acústica > • Q
ni l'tnmetic Se/enees, pág. 132. •I un complejo fónico pertenece o no a los "potencialmente monofonemáticos". \
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA
^Determinación de los fonemas 55

r 3" REGLA: Un grupo fónico puede ser considerado como realiza-


-»»—•• l •" f / Ci—

rn la lengua literaria) como fonemas y no como grupos de fonemas 44 .

? ción de un único fonema sólo cuando su duración no sobrepase la que


requiere la realización de los otros fonemas de la misma lengua.
Esta regla es prácticamente menos importante que las dos prece-
dentes. Se puede hacer notar, sin embargo, que, por ejemplo, la dura-
5a REGLA: Un grupo fónico que cumple las exigencias de las
reglas 1a, 2a y 3a debe ser considerado como realización de un único
fonema cuando esto restablece el paralelismo en el inventario de
fonemas.
ción de las africadas rusas c y c no es normalmente más larga que la
de las demás consonantes "breves" y que en todo caso no alcanza En lenguas como el chechén45, el georgiano, el tsimian 46 , etc., en
nunca la duración normal de los grupos como ks y /es"41. La duración las cuales se admiten grupos de consonantes en todas las posiciones,
del diptongo ou, en checo, sobrepasa al contrario la duración de las los grupos ís y í£ deben, sin embargo, considerarse como realización
vocales normales largas, y este hecho parece ser importante para atri- de simples fonemas (africados), y no como realización de grupos de
buir valor polifonemático a este diptongo. fonemas, porque todo el contexto del sistema de fonemas así lo exige.
En estas lenguas, en efecto, todos los sonidos oclusivos se presentan
Las reglas que siguen indican en qué casos los complejos fónicos en dos formas, a saber: sin oclusión glotal o con oclusión glotal, en
potencialmente monofonemáticos deben ser considerados como efec- tanto que en los fricativos no existe esta oposición. Puesto que en estas
tivamente monofonemáticos. lenguas junto a ís y ís sin oclusión glotal aparecen también fs' y ís' (o
4-c~-V ! tí ^ f CLf- •
4? REGLA: Un grupo fónico potencialmente monofonemático (es según la transcripción americana ts! y te!) con oclusión glotal, fs y ís
decir, que cumple las exigencias de las reglas 1a, 2a y 3a) debe ser se colocan entre los oclusivos (p-p', í-í', k-k'), y la relación ís-s
considerado como realización de un único fonema cuando es tratado o ís - s es completamente paralela a la relación k -x.
como tal, es decir, cuando aparece en las posiciones fónicas en las que, 6a REGLA: Cuando un componente de un grupo fónico poten-
en la lengua de que se trata, no se admiten grupos de fonemas. cialmente monofonemático no puede ser interpretado como una varian-
Muchas lenguas no aceptan, por ejemplo en comienzo de palabra, te combinatoria de un fonema cualquiera de la misma lengua, todo
ningún grupo de consonantes. Cuando en tales lenguas grupos fónicos el grupo fónico debe ser considerado como realización de un único
como ph, th, kh o pf, kx, ts o tw, kw, etc., pueden aparecer en comienzo fonema.
de palabras, es evidente que deben ser considerados como realización, Tanto en serbo-croata como en búlgaro, r aparece a menudo en
de fonemas y no de grupos de fonemas (es decir, como consonantes función silábica. En este caso se trata, generalmente, de un grupo de r
aspiradas, africadas, labializadas, etc.). Esto es válido, por ejemplo, con una vocal de_ transición de calidad indeterminada que, según el
para los grupos ís, dz, ts y dz del tíingit42, del japonés y de las contexto fónico, precede o sigue a r. Ahora bien, en serbo-croata, don-
lenguas turco-tártaras y mongólicas, para los grupos ph, th, kh, tsh, de en otras posiciones no aparece nunca una "vocal indeterminada", la
ísTi, etc., del chino, para los grupos ph, th, kh, %%, kx, ts, t§, t9 y k? del vocal de transición indeterminada que precede o sigue a r no puede
avar 4:! y para numerosos casos parecidos. El alemán admite en comien- ser identificada con ningún otro fonema del sistema fonológico, y todo
zo de palabra grupos de "consonante + /" (klar "claro", glatt "liso". el grupo formado por r y vocal de transición debe ser considerado
plump "pesado", Blei "plomo", fliegen "volar", schlau "fino") o de como un único fonema. En búlgaro, en cambio, una "vocal indeter-
"consonante + w" (Qual "sufrimiento", schwimmen "nadar"); pero los minada" (generalmente transcripta por medio de á) aparece también
grupos de "dos consonantes -f /" o "dos consonantes + w" se admiten en otras posiciones (por ejemplo, en kastá "casa" = kssts, pat "cami-
sólo en comienzo de palabra: spl (Splitter "astilla"), pil (Pílaume no" = pat, etc.). La vocal de transición que acompaña a la r silábica
"ciruela", Pílicht "deber* Pilug "arado", Pflanze "planta") y ísw (zwei vale aquí como variante combinatoria de esta vocal indeterminada y
"dos", zwar "en verdad", Zwerg "enano", Zwinger "calabozo", etc.); el grupo que forma con r debe ser por lo tanto considerado como poli-
puesto que en general los grupos de consonantes de tres miembros no fonemático (como ar o ra).
se admiten en alemán en comienzo de palabra (excepto sír, spl y spr), Una consecuencia de la 6a regla es que un grupo fónico potencial-
es necesario, sobre esta base, considerar a los grupos pf y ís (al menos
4
Además, en comienzo de palabras verdaderamente alemanas no son admi-,
11
Vi'-asc L. Scerba, "Quelques mots sur les phonémes consonnes composés", tidos los grupos dal tipo "oclusiva + fricativa" (palabras como Psalm, Xanthippe,'
MViinmi-.v de la Société de Linguistique de París, XV, págs. 237 y sigs. etc., llevan claramente la marca de su origen extranjero), y esto contribuye para
4J (]ue se atribuya valor monofonemático a pf y ts (z).
' (.'I J. R. Swanton en Bulletin oí the S^nithsonian Institution, Bureau oí
/•.//I/MJ/O/JV, XL. *•• Cí. P. K. Uslar, Etnografija Kavkaza, I, "Jazykoznanije", II (Cecenskij
j ü z y k ) , Tifus, 1888.
*•'' Cí. P. K. Uslar, Etnogralija Kavkaza, I, "Jazykoznanije", III ("Avarskij 4(i
jdzylc"), Tillis, 1KH<> Cí. F. Boas en Bulletin oí the Smithsonian Institution, Bureau oí Ethno-
lofy, XL.
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Determinación de los fonemas 55

mente monofonemático debe ser considerado como realización de un variantes facultativas o combinatorias, y el grupo fónico debe ser
único fonema cuando hay un solo grupo de fonemas que puede entrar considerado como realización de un grupo de fonemas, el sonido ha
en consideración y éste se realiza, en la lengua de que se trata, por de interpretarse también como realización de este mismo grupo de
mediq de otro grupo fónico que no responde a las reglas 1? y 3?. Por fonemas.
ejemplo, la í polaca (escrito cz), cuya duración no sobrepasa la de En tal situación se pueden distinguir tres casos típicos:
una consonante normal y que en posición intervocálica pertenece por a) El sonido de que se trata aparece sólo en aquellas posiciones
completo a la sílaba siguiente, debe ser considerada como realización en que el grupo fónico correspondiente no puede aparecer. En alemán,
de un único fonema, puesto que el grupo de fonemas "í -f- s" (escrito por ejemplo, las consonantes silábicas /, m y n aparecen sólo en sílaba
dsz, tsz o trz) se realiza en polaco por medio de otro grupo fónico cuya no acentuada ante consonante o en final de palabra; los grupos fónicos
duración sobrepasa la de una consonante normal y eventualmente se el, em y en aparecen en cambio sólo en sílaba no acentuada ante vocal
reparte, en posición intervocálica, en dos sílabas (por ejemplo, (y no pueden ser interpretados como monofonemáticos, puesto que el
podszywac, pronunciado pot-syvac); asimismo, en ruso, los grupos de límite de sílaba se encuentra entre a y la sonante siguiente; c/. la 1?
fonemas "í + s" y "í + í" se realizan por medio de un grupo fónico Regla). En consecuencia las consonantes silábicas alemanas /, m y n
que, por su duración y su relación con los límites de la sílaba, se dife- deben ser consideradas como realización de los grupos de fonemas
rencia totalmente de "c" y "c" monofonemáticos. La fricativa palatal "al", "sm" y "an" (lo que se pone de manifiesto, por ejemplo, al hablar
sibilante con oclusión glotal del adyghio occidental ("adyghio" o en forma lenta y distinta. En muchos dialectos polacos (especialmente
"cherkesio"), que aparece por ejemplo en palabras como yes'av"e en aquellos en que al polaco escrito " a," corresponde en comienzo de
"notable", se realiza en forma totalmente distinta que el grupo "frica- palabra o, u o bien om, um) las vocales nasales aparecen sólo ante
tiva palatal sibilante + oclusión glotal", que h a l l a m o s en palabras consonante fricativa. Los grupos "vocal + consonante nasal" se pre-
como, por ejemplo, yes'ay (e) "dio a conocer", y sólo puede, por lo sentan en cambio ante consonante oclusiva, ante vocal y en final de
tanto, ser interpretado como monofonemático. Ejemplos de este tipo palabra. Puesto que los grupos de "vocal + consonante nasal" no cum-
podrían fácilmente multiplicarse. plen ninguna de las reglas 1?, 2? o 3? y que sus componentes repre-
sentan en otras posiciones fonemas independientes, dichos grupos deben
B) VALOR POLIFONEMÁTICO ser considerados como realización de grupos de fonemas "vocal + con-
sonante nasal". Y por ello las vocales nasalizadas deben ser conside-
El valor monofonemático de un grupo fónico es exactamente lo radas a su vez, en los dialectos mencionados, como realización de los
opuesto del valor polifonemático de un único sonido. - mismos grupos de fonemas "vocal + consonante nasal".
Cuando un único sonido tiene valer polifonemático se trata casi b) El sonido de que se trata, que representaremos por u, aparece
siempre de un grupo de fonemas compuesto por una vocal y una L solamente en un determinado grupo fónico (ufS o |i«) en el cual vale
consonante siguiente o precedente y que se realiza por medio de una ^ como variante combinatoria de un fonema determinado y, además, en
consonante o de una vocal. El primer caso puede darse solamente otra posición en la que el grupo fónico u|^ (o bien (iu) no es admitido:
cuando la vocal "absorbida" (es decir, no realizada) presenta en otras en esta posición, pues, el sonido a debe ser considerado como sustituto
posiciones un grado de apertura especialmente reducido y se empa- del grupo fónico nfi (o (iu), y por consiguiente como realización del
renta, en consecuencia, desde el punto de vista acústico y articulatorio, grupo de fonemas correspondiente. En el grupo fónico ruso o/, por I/
con las consonantes. El segundo caso, por el contrario, sólo es posible ejemplo, la o cerrada se considera como una variante combinatoria
cuando la consonante "absorbida" se realiza en otras posiciones parti- del fonema "o". Fuera de este grupo fónico (y ante u no acentuada,
cularmente "abierta", es decir, con la mayor apertura y con la menor por ejemplo, en pg-üxu "encima de la oreja") la o cerrada aparece
fricción posible, y se asemeja, por lo tanto, a las vocales. En la prác- sólo en la palabra sonce "sol". Puesto que el grupo oí (lo mismo que,
tica se trata, en el primer caso, de vocales breves o no acentuadas, en general, todo grupo de "vocal + /") no aparece nunca ante
curradas o indeterminadas; en el segundo, de sonantes (líquidas, w, ;'). "n -)- consonante", la p de sonce debe interpretarse como sustituto del
Éstns son las condiciones fonéticas para que pueda atribuirse valor grupo oí, y la palabra mencionada, por consiguiente, como compuesta
polifonemático a un único sonido. En lo que se refiere a las condicio- de los fonemas "so/nca". En ruso la tí no acentuada se realiza como ü
r»?.v fonológicas de este fenómeno, todas ellas pueden ser resumidas en tras consonante palatalizada y tras ;', y en las demás posiciones, en cam-
unii fórmula que se expresa como sigue: bio, como u (por ejemplo, jül'it' "revolverse" = f o n o l ó g i c a m e n t e
7" REGLA: Si entre un único sonido y un grupo fónico que cum- "jiíl'it", t'ül'érí "perro de mar" = fonológicamente "í'ü/'en"'). Cuando
ple Ins condiciones fonéticas antes mencionadas existe una relación de a aparece tras vocal en sílaba no acentuada debe interpretárselo como
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Determinación de los fonemas 57

M i M i t u t o del grupo de fonemas "jü", el cual en esta posición, no puede gére" (TCLP IV, págs. 79 y sigs.), presenta una cantidad de ejemplos instructivos.
ser realizado de otro modo (por ejemplo, znáüt "(ellos) saben" = fono- Así, debido a que en su lengua no existen en general los grupos consonanticos y
lógicamente "znajüt"). En checo "i" se realiza tensa tras ;' (y lo mismo además las vocales cerradas son muy breves y pueden ser facultativamente absor-
I las palatal t', d' o n), pero tras gutural, dental o sibilante se realiza bidas, los japoneses creen también oír en las lenguas extranjeras, entre consonan-
tes y en final de palabra, vocales cerradas breves. Polivanov cita la pronunciación
relajada. En el discurso corrido la ;' inicial de palabra del grupo ;'/' es japonesa de las palabras rusas tak "así", put' "camino", dar "regalo", kor' "saram-
"¡ibsorbida" (es decir, no se realiza) cuando la palabra precedente pión", que es, respectivamente, taku, puc'i, daru, kor'i. Puede mencionarse también
termina en consonante oclusiva. De este modo la i tensa llega a estar la versión japonesa de palabras inglesas como club = japonés kurabu, film = hirumu,
inmediatamente tras consonante gutural, dental o sibilante, y debe cream "crema" = kurimu, ski = su/u, spoon "cuchara" = supun, etc., la palabra
japonesa Kirisuto "Cristo", y muchos otros casos (véase sobre el tema también
ser considerada, en esta posición, como realización del grupo de Henri Freí, "Monosyllabisme et polysyllabisme dans les emprunts linguistiques",
limrmas ";'/"'. Por ejemplo, ñeco k jídlu "¡algo para comer!", que se Bulletin de la Maison Franco-Japonaise, VIII, 1936). Esta intercalación de u o de
pronuncia aproximadamente ñecokYdlu; vytah ji ven "sáquela", que /' (o, tras t o d, también de o) entre consonantes o tras consonantes finales (junto
i
.c pronuncia aproximadamente vitaxtven; uz ji mam "lo tengo ya" con la confusión entre r y /) hace que sólo con dificultad pueda entenderse a los
japoneses que tratan de hablar una lengua europea. Únicamente después de una
pronunciado aproximadamente usJmam (distinto de usimam, escrito usi larga práctica, un japonés consigue librarse del hábito de esta pronunciación, pero
niiitn "tengo orejas", con i relajada), etc. a menudo cae en el extremo opuesto y absorbe las u y las i extranjeras que son
etimológicas. Todo esto se explica por el hecho de que las consonantes seguidas : . ..
c) En muchas lenguas en las que los grupos de consonantes no de / y de u y las consonantes no seguidas de vocal son para un japonés variantes
son admitidos en ciertas posiciones (por ejemplo en comienzo o en facultativas de un grupo de fonemas, y le es extremadamente difícil acostumbrarse
final de palabra) o directamente no lo son en ninguna posición, las no sólo a asociarlas con una función distintiva, sino también a reconocer en una
vocales cercadas son facultativamente absorbidas, y una consonante de ellas la realización de un único fonema y no de un grupo de fonemas. Otro
ejemplo citado también por Polivanov es el de la interpretación que dan los
(|iic precede a otra debe ser considerada como realización del grupo coreanos al grupo de "s + consonante". En oposición al japonés, el coreano admite
"consonante + vocal cerrada". En usbek, por ejemplo, donde nin- ciertos grupos de consonantes, aunque sólo en interior de palabra. El grupo de
i'.nn grupo de consonantes es admitido en comienzo de palabra, i es "s + consonante" no existe, sin embargo, en el coreano actual. Cuando un coreano
generalmente absorbida en la primera sílaba no acentuada: en la oye en una lengua extranjera un grupo de este tipo, lo interpreta como una pro-
nunciación particular, que él no tiene por qué imitar, del segundo componente del
pronunciación existe por ejemplo psirmoq "cocinar", pero esta palabra mismo; y cuando quiere pronunciar la palabra en que este grupo aparece, lo hace
so interpreta fonológicamente como pisirmoq 4T . En japonés no existen suprimiendo s: pronuncia, por ejemplo, el ruso starik skazal "el viejo dijo" como
'•u general grupos consonanticos (salvo "nasal + consonante") ni se tarik kazal. E. Sapir señala (en Journal de Psyc/io/oé/'e XXX, pág. 262) que los
admiten consonantes en final de palabra. Pero en el hablar rápido, la estudiantes americanos que conocen por las clases de fonética la oclusiva glotal,
tienen tendencia a "oir" este sonido a continuación de toda vocal final breve acen-
vocal u es frecuentemente absorbida (en especial tras consonante tuada que aparezca en una lengua extranjera. Esta ilusión acústica se debe a que
sorda), y de este modo se forman grupos de dos consonantes, la en inglés todas las vocales finales acentuadas son largas, lo que hace que las perso-^
pnmora de las cuales representa al grupo "consonante + u": desu "es" ñas que lo poseen como lengua materna no pueden concebir una vocal breve sino'*'"*"
por ejemplo, se pronuncia des, etc. ante consonante. t-C-Oyc--- o_v
Cada vez que oímos en una lengua extranjera una imagen fónica que no
aparece en nuestra lengua materna, tenemos tendencia a interpretarla como un
grupo fónico y a considerarla como realización de un grupo de fonemas de nuestra
/ ! ' . l'.rrores en la interpretación lengua. Muy a menudo el sonido percibido da efectivamente motivo para ello,
monofonema tica o polifonemátíca ya que cada sonido es una serie de "átomos sonoros". Las aspiradas se componen
</c lus tonillos de una lengua extranjera efectivamente de oclusión, explosión y aspiración, las africadas de oclusión y
fricción, etc. Nada tiene por lo tanto de asombroso que un extranjero en cuya
lengua estos sonidos no existen o no poseen valor monofonemático los interprete
reglas acerca del valor monofonemático o polifonemático de un sonido se como realización de un grupo de fonemas. Por esta razón es natural que los rusos
i la estructura del sistema correspondiente y en el papel especial que y los checos interpreten las vocales largas inglesas, que para los ingleses son sin
• ose sistema desempeña el sonido considerado. Por esta razón los sonidos duda alguna monofonemáticas, como diptongos, es decir, como un grupo de dos
de sonidos que en una lengua dada tienen valor monofonemático o poli- fonemas vocálicos, puesto que estas vocales son, efectivamente, "diptongos de movi-
co, no tienen necesariamente el mismo valor en otras lenguas. Sin embar- miento". Muy a menudo, sin embargo, la interpretación polifonematica de los
I» «•! observador "lego" oye hablar en una lengua extranjera, transporta sonidos extranjeros se basa en un error: distintas particularidades articulatorias
,. .1,. li.i IriiKun los valores fónicos determinados por las relaciones de su lengua que en la realidad" se dan simultáneamente son percibidas como sucesivas. Los
i M i l . i im, om lo que obtiene, como es natural, una representación completamente búlgaros interpretan la ü alemana como w (juber = iiber "sobre" (prepos.)), etc.,
I , 1 M ,1, IHMH'llil.
debido a que perciben la posición anterior de la lengua y la proyección hacia
I' I . Poliviinnv, cu su artículo "La Perception des sons d'une langue étran- adelante de los labios, que en la ü alemana se producen simultáneamente, como
sucesivas. Los ucranianos, que no poseen en su lengua el sonido /, reproducen
/ K. 1, l ' o l i v n r m v on TCLP, IV, pág. 83. la / extranjera como xv (Xvylyp "Felipe") debido a que conciben las particula-
ridades concomitantes de la /: la fricción sorda y la localización labiodental,
t« LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA

como dos elementos sucesivos. La r checa, que es sin duda un único sonido, es
percibida por muchos extranjeros como un grupo de sonidos rz (esta interpretación
ha logrado introducirse incluso en la gramática checa publicada por el eslavista
f i nuces A. Mazon 4íi ) : en realidad, r no es sino una r en la que el movimiento de la
punlii de la lengua tiene una amplitud mínima, de manera que entre las vibraciones
propias de r se puede oír un sonido fricativo parecido a z 49 En algunas lenguas del CLASIFICACIÓN LÓGICA
C'micaso septentrional (en adyghio, en kabardo, en archino, en avar y en todas
l¡is lenguas del Daghestán occidental), así como en algunas lenguas indígenas de DE LAS OPOSICIONES DISTINTIVAS
América y en algunas lenguas negras del África (zulú, suto, pedí), existen las
Humadas "espirantes laterales", tanto sonoras como sordas. Las sordas son perci-
liidiis por los observadores extranjeros como ti, kl, O/, xl, si, es decir, que su carácter
de sordas y su articulación lateral son sentidas como dos fonemas sucesivos 5C,
Podrían darse muchos ejemplos semejantes. Psicológicamente se explican por el /. Contenido fie los fonemas
hecho de que los fonemas no son simbolizados por sonidos, sino por determinadas V sistema fomijjnatico '
particularidades fónicas pertinentes: un grupo de estas particularidades fónicas
<>s interpretado como un grupo de fonemas, pero como dos fonemas no pueden
aparecer al mismo tiempo, necesariamente debe considerárselas como sucesivas. Empleando correctamente las reglas expuestas se puede establecer
Cuando se estudian lenguas extranjeras se debe luchar contra todas estas un inventario completo de todos los fonemas de una lengua dada.
dificultades. No es suficiente habituar a los órganos de la fonación a realizar una Pero es necesario además, determinar el ¡contenido fonológicofde cada
nueva articulación: se debe también acostumbrar a la conciencia lingüística a
interpretar correctamente esta nueva articulación como monofonemática o como fonema en particular. Por contenido fonológico entendemos la suma
polifonemática. de p a r t i c u l a r i d a d e s fonológicamente pertinentes de un fonema, es
d£CLrj__de las_particularidades que son comunes a todas las variantes de
ese fonema y lo distinguen de todos los demás fonemas de la misma
lengua y en especial de los más estrechamente emparentados con él.
El fonema alemán "fe", por ejemplo, no p u e d e ser d e f i n i d o como
"velar", puesto que esta particularidad aparece sólo en algunas de sus
variantes: ante i o ante ü, por ejemplo, "k" se realiza como palatal.
Por otra parte, definir este fonema como "dorsal" no es suficiente,
puesto que también "g" y "ch" son "dorsales", es decir, se articulan con
el dorso de la lengua. El contenido fonológicojdel fonema alemán "/c''
puede formularse sólo de este modo: "oclusiva dorsal, tensa, no nasali-
zada". En otras palabras, para el fonema alemán "/c" sólo las siguientes¿J|.
particularidades son fonológicamente pertinentes: (Tn la oclusión com-
pleta (en oposición a "C/T^),(í9)) el cierre del acceso a la cavidad nasal
(en oposición a "ng''), &?\ la tensión de los músculos de la lengua
acompañada por el relajamiento de los músculos de la laringe (en opo-
sición a "g") y $°Y) la participación del dorso de la lengua (en
oposición a "r" y p ). El fonema "k" tiene la primera de estas cuatro
características en común con í, p, fz, pf, d, b, g, m, n, ng; la segunda,
con g, t, d, p, b; la tercera, con p, r, ss, /, y la cuarta con g, ch, ng, y__
sólo el conjunto de estas cuatro características es exclusivo de "/c". Fsin ..
demuestra que la determinación del cpntenijdo fonológicp de un fonema
supone su incorporación al sistema de oposiciones fonológicas existen-
tes en la lengua de que se trata. La definición del contenido de un
• ) s (¡riitiiriiíiirc f/e la langue tchéq'.ie, París, 1931, pág. 14. fonema depende de la posición que éste ocupa en el sistema fonemático
|c|
< /. |. ( ' l i l u i m k y , "Une varíete peu commune de 1' r linguale", Kevue de
' que se considera, es decir, en último análisis, de los otros fonemas a los
/ V i . i m V i . / n c , l ' M 1. que se opone. Por eso un fonema puede recibir a veces una definición
Ml
( ' / . , del iiulor, "Les Consonnes laterales des langues caucasiques-septen- puramente negativa. Por ejemplo, si se consideran todas las variantes
i i i < i i i i i l < " i " , l l i i l l f f i n <lr lu Société de Linguistique de París, XXIII, 3, págs. 184 facultativas y combinatorias del fonema alemán "r", se lo deberá defi-
V '."!'.••
nir sólo como "líquida, no lateral", lo que constituye una definición
59
i l.isificación de oposiciones distintivas 61
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA

pulimente negativa, ya que una líquida es una "sonante no nasal" y Por el contrario, la oposición que forman las letras P y R es multi-
iitin sonante un "sonido no consonador". lateral, puesto que el conjunto de sus rasgos comunes (un asa dirigida
hacia la derecha, en el extremo superior de una barra vertical) aparece
también en otro miembro del sistema, a saber, en la letra B.
//. Clasificación de las oposiciones, La distinción entre oposiciones bilaterales y oposiciones multilate-
rales es extraordinariamente importante para la teoría general de las

S A) Según su relación con las demás oposiciones del sistema: oposiciones. Esta distinción puede hacerse en cualquier sistema de
oposiciones bilaterales y oposiciones multilaterales; oposiciones aisladas oposiciones y, naturalmente, también en los sistemas de oposiciones
y oposiciones proporcionales; estructura del sistema fonemático basada fonológicas ( = inventario de fonemas)! Así, por ejemplo, en alemán,
en estas clasificaciones. la oposición t-d es bilateral, puesto que í y d son las únicas oclusivas
El inventario de los fonemas de una lengua es, en realidad, sólo un dentales del sistema fonológico alemán. Por el contrario, la oposición
resultado del sistema de oposiciones fonológicas. No debe olvidarse d-b es multilateral, pues lo que tienen en común sus miembros, a saber,
nunca que, en fonología, el papel principal no incumbe a los fonemas, la oclusión débil, se reencuentra en otros fonemas del alemán, por
sino a las oposiciones distintivas. Si podemos determinar para cada $ ejemplo en g. Se puede, pues, reconocer precisa y claramente, en toda
fonema un contenido fonológico es sólo por el hecho de que el sistema oposición fonológica, cuándo es , bilateral y cuándo multilateral. Se
de las oposiciones fonológicas presenta una ordenación o estructura Y r\ entiende que para ello deben ser consideradas las particularidades
1
ilcterminada. Para entender esta estructura es preciso estudiar las dis- I fonológicamente pertinentes / Sin embargo, pueden ser tenidas en
tintas clases de oposiciones fonológicas. '] cuenta también algunas particularidades fonológicamente no pertinen-
Deben establecerse, ante todo, ciertos conceptos que son de impor- / tes cuando ambos miembros de la oposición de que se trata se distin-
tancia decisiva no sólo para los sistemas de oposiciones fonológicas guen por ellas de otros fonemas del mismo sistema. Así, la oposición
sino en general para todo tipo de Oposiciones51. d-n (por ejemplo en francés) puede ser considerada como bilateral
Una oposición supone no solamente particularidades por las cuales porque sus miembros son los únicos oclusivos dentales sonoros, a pesar
MIS miembros se distinguen entre sí, sino también particularidades que de que ni la sonoridad ni la oclusión son pertinentes en n (en el siste-
son comunes a ambos. Estas particularidades comunes pueden ser ma francés, en efecto, n sorda o espirante no existe como fonema).
Designadas como la V'base de comparación".! Dos cosas que no poseen 7
absolutamente ninguna base de comparación, es decir, ninguna parti- En todo sistema de oposiciones las oposiciones multilaterales son más nume-
«•nlíiridad común (como, por ejemplo, un tintero y el libre albedrío) rosas que las bilaterales. El sistema consonantico, del alemán escénico, por ejemplo,
se compone de veinte fonemas (fe, ch, d, í, g, h, k, {, m, n, ng, p, pf, r, ss, s, sc/i,
no forman una oposición. En los sistemas de oposiciones como el que t, iv, f z ) y en é\ son posibles, en consecuencia, ciento noventa—O-posiciones. Ahora
Constituye el sistema fonológico de una lengua deben distinguirse en bien, de estas ciento noventa oposiciones, ^V^jTP/~" °"n bilaterales (a saber: b-p,
primer lugar dos clases de oposiciones: las oposiciones bilaterales y las d-t, g-k, b-m, d-n, g-gn, pl-i, k-ch, tz-ss, f-w, ss-s, ss-sch, r-l), y todas las demás, es
«posiciones multilaterales. En las oposiciones bilaterales la base de; S) decir, el 93 % del total, son oposiciones multilaterales. Hay fonemas que no par-
ticipan de ninguna oposición bilateral: en alemán, h es uno de ellos. En cambio,
comparación, es decir, el conjunto de las particularidades que los dosj. todo fonema debe ser término de oposiciones multilaterales. Siempre, la mayor
miembros de la oposición poseen en común es propia sólo de éstos, es/' parte de las oposiciones de que participa un fonema son oposiciones multilaterales.
decir, que no aparece en ningún otro miembro del mismo sistema. En Así, todo fonema consonantico alemán participa de diecinueve oposiciones, de las
cambio, la base de comparación de una oposición multilateral no es cuales a lo sumo dos son bilaterales. Sin embargo, para determinar el contenido
fonológico de un fonema, las oposiciones bilaterales son justamente las más impor-
exclusiva de los dos miembros de esa oposición, sino que aparece tantes. De allí que estas oposiciones, a pesar de su número proporcionalmente
también en otros miembros del mismo sistema. La diferencia entre menor, desempeñan un papel p r e p o n d e r a n t e en la estructura de los sistemas
u n a oposición bilateral y una oposición multilateral puede ser ilustra- fonológicos.
da mediante ejemplos tomados del alfabeto latino. Así la oposición
que ( « l i m a n las letras E y F es bilateral, puesto que el conjunto de los Dentro de las oposiciones multilaterales 'pueden distinguirse las
11 a/o-, <|iie estas dos letras poseen en común (o sea: una barra vertical oposiciones ¡homogéneas! y las oposiciones ¿heterogéneas.1 Son homogé-
V do', horizontales dirigidas hacia la derecha, una de las cuales parte neas las oposiciones multilaterales cuyos miembros pueden ser consi-
«le la extremidad superior de la barra vertical y la otra del punto derados como los puntos extremos de una "cadena"52 de oposiciones
m e i l i o ) no se reencuentran en ninguna otra letra del alfabeto latino. bilaterales. En este caso se halla, por ejemplo, en alemán, la oposición
'' ( ' / , I I I T I C I I de esto tema, del autor, "Essai d'une théorie des oppositions
l>li<>""l"K"i i", ¡«ntniíl tlií Psychologie, XXXIII, págs. 5-18. •^ La expresión es de N. Durnovo.


6.' LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA ( lasificación de oposiciones distintivas 65

multilateral u-e: estos fonemas sólo tienen en común el ser vocales, y y proporcional (c/. fo-d, m-n), y la oposición p-sch es multilateral y
esta particularidad no es, por cierto, exclusiva de ellos sino que se .lisiada.
reencuentra en toda una cantidad de otros fonemas alemanes. Sin
embargo, los miembros de la oposición u-e pueden ser considerados En todos los sistémaselas oposiciones aisladas son mucho más numerosas que
como los puntos extremos de la cadena u-o, o-ó, ó-e, compuesta de las oposiciones proporcionales. Kn el sistema consonantico alemán, por ejemplo,
sólo cuarenta oposiciones son proporcionales y, en cambio, ciento cincuenta son
oposiciones evidentemente bilaterales: en efecto, u y o son las únicas aisladas (es decir, el 8 0 % ) . Se distribuyen en la siguiente forma:
vocales posteriores labializadas del sistema fonológico alemán, o y ó I
las únicas vocales labializadas de grado de apertura medio, y ó y e las~h bilaterales proporcionales 11 oposiciones ( = 6 %)
bilaterales aisladas 2 oposiciones ( = 1 %)
únicas vocales anterioFeSuj^egrado de apertura medio. La oposición u-e *•' multilaterales proporcionales 29 oposiciones ( = 15 %)
es, por lo tanto, xjpmogéneaT} Es también homogénea, en el sistema ( multilaterales aisladas 148 oposiciones ( = 78 % )
consonantico alemán, laUpTísíción multilateral x-\\ ("ch"-"ng"): es posi-j
Ks decir, que entre las bilaterales predominan las proporcionales y entre las multi-
ble, en efecto, establecer entre sus componentes una cadena de oposicio-^ l.'iterales, las aisladas.
nes bilaterales: x-k, k-g, g-\\. La oposición 'multilateral Ip-t es, por el Naturalmente, en cada lengua son distintas las cifras absolutas. Sin embargo,
contrario,'heterogénea">puesto que no podrían hallarse fonemas que se~. In relación entre los diferentes grupos es en principio siempre la misma: el grupo
hallaran en oposición bilateral entre sí y respecto a p y t. Es evidente iii.-is numeroso es el que constituyen las oposiciones multilaterales aisladas y el
Ñ U T I O S numeroso el que forman las oposiciones bilaterales aisladas. Entre estos
cjue en el conjunto del sistema fonológico de una lengua las oposiciones dos puntos extremos se sitúan las oposiciones proporcionales, de las cuales las
multilaterales heterogéneas tienen que ser siempre más numerosas que multilaterales son siempre más numerosas que las bilaterales. Para la caracteriza-
lus homogéneas. Pero estas últimas son muy importantes para deter- ción de un sistema determinado, la relación entre el número de oposiciones que
forman parte de cada uno de los grupos y el total de las oposiciones, no es tan
minar el contenido fonológico de los fonemas y, en consecuencia, tam- '
i m p o r t a n t e como la relación entre el número de los fonemas que participan de las
bien para la estructura total del sistema que éstos forman. f oposiciones de cada grupo y el total de fonemas del sistema. Así, de los fonemas
Se pueden distinguir dos clases de oposiciones» multilaterales homo- . • iMisonánticos del alemán hay sólo uno (h) que participa exclusivamente de oposi-
géneas, las lineales y las no lineales f en el primer caso los miembros fltc\bJ ciones multilaterales aisladas, y tres (sch, r y I) que participan de sólo una oposi-
ción bilateral aislada; todos los demás (o sea el 80% del total de fonemas conso-
<le la oposición pueden ser ligados por medio de sólo una "cadena" de^, Y nanticos del a l e m á n ) participan también de oposiciones proporcionales, bilaterales
oposiciones bilaterales; en el segundo caso, en cambio, pueden hacerlo y multilaterales. En ruso, las consonantes que participan de oposiciones propor-
mediante varias "cadenas" de este tipo. De los dos ejemplos conside- r i u i i í i l e s constituyen el 88 % del total, y en birmano se llega hasta el 97 %. Más
importante aún es la relación entre el número de oposiciones bilaterales propor-
rados arriba, la oposición x--i| es lineal, puesto que la cadena x-k-g-i\ es cionales y el número de fonemas que participan de las mismas. En tanto que en
la única posible dentro del marco del sistema fonológico alemán. En rl sistema fonológico alemán, dieciséis fonemas participan de once oposiciones
cambio, la oposición u-e es no lineal, puesto que entre u y e pueden l)il;iterales proporcionales, las cifras respectivas son para el ruso treinta y veinti-
"tenderse" varias "cadenas" sin salir del sistema f o n o l ó g i c o alemán siete, y para el birmano sesenta y setenta y nueve. Si se divide el número de
(ii-o-ó-e, u-ü-ó-el u-ü-i-e y u-o-a-á-e)._ oposiciones bilaterales proporcionales que hallamos en el sistema fonológico de una
lengua dada, por el número de fonemas que participan de ellas, se obtiene, para
No menos importante que la distinción entre las oposiciones bila- el alemán, 0,69, para el ruso 0,90 y para el birmano 1,32.
terales y las oposiciones multilaterales es la distinción entre las oposi- fi
ciónos/ proporcionales y las oposiciones aisladas! Se dice que es una . Los diversos tipos de oposiciones determinan la ordenación interna
oposición proporcional cuando la relación que existe entre sus miem- •j o estructura del inventario de fonemas en tanto que sistema de oposi-
bros os idéntica a la relación que existe entre los miembros de otra ™ ciones fonológicas. Todas las oposiciones proporcionales que presen-
oposición (o de varias oposiciones) del mismo sistema. Así, por ejem- tan la misma relación entre sus miembros pueden ser reunidos en una
plo, la oposición alemana p-b es proporcional, puesto que la relación "proporción" (de allí el nombre de "proporcionales"); en alemán es el
caso, por ejemplo, de b-d = p-t — m-n o de u-o — ü-o = ¿-e, etc. Por
c|iie hay entro p y fe es la misma que existe entre t y d o entre k y g.
otra parte, hemos mencionado ya las "cadenas" de oposiciones bilate-
KM cambio, la oposición p-sch, -es aislada, puesto que el sistema fono-
rales que pueden ser intercaladas entre los miembros de las oposiciones
lógico alemán no posee ningún otro párele fonemas cuyos miembros se
multilaterales homogéneas (y especialmente de las oposiciones homo-
eiii iieniicn ontre sí en la misma relación que p y sch. La distinción géneas lineales), tomo, en alemán, ch-k-g-ng o u-ü-i, etc. Si una de las
e n l i e oposiciones proporcionales y oposiciones aisladaít~'waplicable oposiciones de una cadena de este tipo es proporcional, la cadena se
l a u t o a las oposiciones bilaterales como a las oposiciones multilaterales.^ cruza entonces con una "proporción", y si un fonema participa a la
KM aloman, por ejemplo, la oposición p-b es bilateral y proporcional; vez de varias oposiciones proporcionales, se cruzan entonces varias
la oposición r-l es bilateral y aislada; la oposición p-t es multilateral"" proporciones. De este modo, un sistema fon alógico puede ser repre-

<T
M LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA ( l.isificación de oposiciones distintivas 65

sentado en forma de series paralelas que se cruzan entre sí. En el sis- Como ejemplo puede ser mencionado el fonema r, que aparece en diversas
tema consonantico alemán, las proporciones b-d = p-í = m-n, b-p = d-t lenguas. Hemos visto que el fonema alemán r está en oposición bilateral sólo con
y h-m = d-n se cruzan, y esto puede ser representado en forma de dos /. Su contenido fonológico es muy pobre y, en rigor, puramente negativo: no es es
una vocal, no es un sonido consonador determinado, no es una nasal y no es /. Su
series paralelas: p-b-m y t-d-n. Las proporciones p-b = t-d = k-g y realización es en consecuencia, muy variada: ante vocal es
, _„ en
_.. algunos
algunos £alemanes
h-m = d-n = g-i| determinan el paralelismo de las cadenas p-b-m y t-d-n una vibrante dental y en otros una vibrante uvular; incluso en algunos hablantes
con k-g-i\. Pero esta última cadena puede ser aumentada aún con un se realiza como una especie de espirante gutural casi sin fricción. Cuando no se
miembro, y se convierte entonces en ch-k-g-\\. Ahora bien, la relación llalla ante vocal, t se pronuncia en general como una vocal indeterminada que no
ch-k (fricativa-oclusiva) es idéntica, en esencia, a la relación í-pf y a forma sílaba o como una gutural incompletamente formada, y sólo raras veces
romo una vibrante débil. El fonema checo r tiene un contenido fonológico mucho
la relación ss-íz, y estas oposiciones, por su parte, no son sino una más rico, puesto que se encuentra en oposición bilateral no sólo con / sino tam-
sección de las cadenas p a r a l e l a s w-f-pf (en t r a n s c r i p c i ó n v-f-p) y bién con el fonema típicamente checo r : r y 1 son las dos únicas líquidas del
s-ss-tz (en transcripción z-s-c); ss es a la vez miembro de oposición checo, y r y r las dos únicas vibrantes; r se distingue de f por no ser un sonido
consonador, sino una líquida, y de / por ser vibrante. Por eso el fonema r del
bilateral aislada ss-sch (en t r a n s c r i p c i ó n s-s). Se obtiene así el
checo se pronuncia siempre y en todas las posiciones como una sonante enérgica y
esquema: claramente vibrante. No puede ser "tragado" como ocurre con el fonema r del
alemán. La pronunciación uvular no es corriente en la r checa, pues con ella la
oposición r-f perdería claridad. La r checa es normalmente dental (r lingual). La
x i s s r uvular aparece sólo como una variante individual extraordinariamente rara, y
se la considera incorrecta 54. Un cuadro totalmente distinto presenta el fonema r
p t k p c del guillak (lengua hablada en Siberia Oriental, en la desembocadura del Amur,
b d g y en la parte norte de la isla Sajalín) 55. El guillak posee, además de la r sonora,
una ' J sorda claramente fricativa. Puesto que esta j vale como espirante sorda,
m n \\, la oposición r-j no es sólo bilateral, sino también proporcional, y forma una pro-
porción con las oposiciones v-/, z-s, y-x y y-x. Por consiguiente r es considerada
en el que se incluyen diecisiete fonemas, es decir, el 85 % del total que en esta lengua como espirante sonora. Cuando se la articula en forma enérgica (y
compone el sistema consonantico alemán. Fuera de este esquema se especialmente cuando es geminada) se oye claramente un sonido fricativo del tipo
í, lo que no ocurre nunca en el caso del fonema checo r, puesto que esto podría
encuentran, por una parte, los fonemas T y I que, como únicas líquidas provocar su confusión con r. Además, las oposiciones v-í, z-s, y-x y y-x están unidas
del alemán, forman una oposición bilateral aislada y, por otra parte, a las cadenas b-p-p',í-c-c', É-k-k' y g-k-k', y paralelamente la oposición r- j está en
el fonema h, que forma con todas las demás consonantes sólo oposi- relación con d-t-t'. Resulta de este modo el esquema:
ciones multilaterales aisladas 3". La ordenación obtenida mediante la
d b
distribución de los fonemas en series paralelas no existe sólo en el
t P k * • ..--:>;.-..rSi
papel y no presenta sólo un interés gráfico. Al contrario, corresponde
t' p' k- k' .,.;... ,,;,-..,.,:;
a una realidad fonológica. Una determinada relación, por el hecho de ;
, •, : • •. :.'•:.•..•'• r v z y y /t - .
aparecer entre varios pares de fonemas que se hallan en oposición pro-
. "ffl, • , .., „'".',..' J
í S X X ' ' , ' '
porcional, se hace susceptible de ser concebida e interpretada indepen-
dientemente de cada par de fonemas en particular. Y esto conduce a La pronunciación uvular de r es por consiguiente totalmente imposible en
que las particularidades correspondientes de los fonemas en juego Kuillak: r debe realizarse siempre como dental. El contenido fonológico de este
aparezcan como tales en forma especialmente manifiesta y, por consi- fonema es el siguiente: "durativo sonoro de la serie dental". Además, como el
guiente, que dichos fonemas puedan ser analizados con facilidad en guillak posee una /, la r debe pronunciarse como una vibrante bien definida. Como
Último ejemplo podríamos mencionar el fonema japonés r. Es este fonema la única
sus marcas fonológicas. consonante líquida del sistema fonológico japonés, y se encuentra en relación de
oposición bilateral únicamente con el fonema palatalizado r'. Pero como todas las
LH dependencia en que se halla el contenido fonológico de un fonema respec- consonantes japonesas poseen una correspondiente palatalizada, esto no puede ser
to i.i posición de éste en el sistema fonológico y, en consecuencia, a la estructura considerado como una particularidad específica de r. La r japonesa, por lo tanto,
<Ir str sistrma, constituye para la fonología un hecho fundamental. Puesto que debe ser definida como "líquida no palatalizada" (entendiendo por "líquida" un fone-
i-l s i n i K i i|iii> forman las oposiciones fonológicas es distinto en cada lengua o ma consonantico que no es ni consonador ni nasal). La realización de este fonema
ni . i d . i dialecto, también es diferente en cada lengua o en cada dialecto el conte- r» por eso completamente indeterminada. Como variante facultativa aparece fre-
ni.I fonológico de los fonemas. La diferencia puede repercutir también en la cuentemente /, pero dun cuando esto no ocurra, T no debe ser vibrada enérgica-
KM / u ñ ó n <le los fonemas. mente, pues con esto adquiriría una individualidad demasiado neta. La mayoría de

•'• ; l'.l "fonema ;" no existe en alemán correcto; en esta variedad del alemán r>4
Cí. F. Trávnícé'k, Správná ceská vyslovnost, Brno, 1935, pág. 24.
/ < l r l n - si'i i on',idi-i:id:i como una variante combinatoria de /', de modo que no per- rr
' ' Ci. acerca de este tema E. A. Krejnovic, "Nivchskij (gil'ackij) jazyk",
tcm*n> al s r : l i - i n : i consonantico. Jitryki i pis'mennost' narodov Severa, III, 1934, págs. 188 y sigs.
í,e-, LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA < l.isif icación de oposiciones distintivas 67

his veces r se realiza con un único "golpe de lengua". La articulación uvular es


nusencia de la marca, miembro "no marcado". Esta clase de oposiciones
imposible, pues alteraría el carácter proporcional de la oposición r-r'.
Se podría ampliar indefinidamente esta lista de ejemplos e invocar aún muchas es de extraordinaria importancia para la fonología.
otras lenguas para mostrar cómo el contenido fonológico del fonema r depende de fa) Oposiciones graduales son aquellas cuyos miembros se caracte-
su posición en el sistema fonológico y, en consecuencia, de la estructura de éste, y
cómo, en la mayoría de los casos, la realización fonética de r, el inventario de sus
rizan porque presentan en distinto grado una misma particularidad,
variantes, etc., pueden ser deducidos de su contenido fonológico. Por supuesto, como es el caso, por ejemplo, de la oposición entre dos vocales de
podría elegirse cualquier otro fonema y el resultado sería el mismo. Puede decir- distinto grado de apertura (en alemán, por ejemplo, u-o, ü-ó, i-e, etc.).
se en resumen que el contenido fonológico de un fonema depende de la estructura 0 de distinta altura musical. El miembro de una oposición gradual que
del sistema fonológico al que pertenece. Y puesto que el sistema fonológico de
-•ada lengua o de cada dialecto está estructurado en forma distinta, es relativa-
presenta el grado extremo (máximo o mínimo) de la particularidad
mente raro hallar dos fonemas pertenecientes a dos lenguas distintas que tengan en cuestión se llama miembro "extremo"; el otro, en cambio, se llama
exactamente el mismo contenido fonológico. No nos debemos dejar engañar por miembro "medio". Las oposiciones graduales son relativamente raras
2! uso de los signos de transcripción internacionales comunes. Estos signos son y no tan importantes como las privativas.
sólo un recurso práctico. Si se representaran con signos iguales sólo a los fonemas
que tienen exactamente el mismo contenido fonológico, tendría que emplearse un ""* c) Oposiciones equipolentes son aquellas cuyos dos miembros son
sistema de transcripción especial para cada lengua. lógicamente equivalentes, es decir, que no pueden ser considerados ni
como dos grados distintos ni como negación y afirmación de una
B) Clasificación de las oposiciones según ¡a relación entre sus misma particularidad: por ejemplo, en alemán, p-t, í-k, etc. Las oposi-
, miembros: oposiciones privativas, oposiciones graduales y oposiciones ciones equipolentes son en todo sistema las más numerosas.
equipolentes. Una oposición fónica que se considera aisladamente, separada del
La estructura de un sistema de fonemas depende de la distribu- sistema fonológico del que forma parte y de su funcionamiento, es
ción de las oposiciones bilaterales, multilaterales, proporcionales y siempre equipolente y al mismo tiempo gradual. Consideremos, por
aisladas. A ello se debe precisamente que las clasificaciones estudiadas ejemplo, la oposición entre sonidos consonadores sonoros y sordos. La
en el parágrafo precedente sean importantes. Como se vio, estas cla- fonética instrumental enseña que sólo muy raramente las consonantes
sificaciones se basan en el sistema de fonemas: el que una oposición son absolutamente sonoras o absolutamente sordas: en la mayoría de
sea bilateral o multilateral depende de que el conjunto de caracterís- los casos rfay únicamente distintos grados de intervención de la voz.
ticas que tienen en común aparezca o no en otros fonemas del mismo Además, la sonoridad de un sonido oclusivo está ligada al relajamiento
sistema; el que una oposición sea proporcional o aislada depende de de los músculos de los órganos bucales y, en cambio, su carácter sordo
que la relación que hay entre sus miembros se reencuentre o no entre a la tensión de dichos músculos. La relación entre r y c? (por ejemplo
los miembros de otras oposiciones del mismo sistema r>l;. Pero es posi- en ruso o en francés) es por eso, desde el punto de vista puramente
ble también clasificar las oposiciones fonológicas sin tener en cuenta lonético, equívoca. Para considerar esta relación como privativa debe
el sistema a que pertenecen, tomando como base para ello la relación encararse, en primer término, una sola particularidad diferenciativa
puramente lógica que existe en cada caso entre los dos miembros de (por ejemplo sólo la intervención de la voz o sólo la tensión de los
una oposición. Una clasificación de este tipo no tiene importancia para músculos de la lengua) y hacer abstracción de todas las demás y, en
la estructura meramente externa del inventario de fonemas, pero es •.••¡•mido término, considerar como "igual a cero" el grado más pequeño
muy significativa cuando se considera el funcionamiento del sistema de la particularidad de que se trata. De igual modo, por ejemplo, la
de fonemas. 11-Lición entre u y o es privativa cuando se considera a estas vocales
[ "* Teniendo en cuenta la relación que existe entre sus miembros, las « • m í o los grados extremos de apertura o de cierre y se da a uno de
(oposiciones fonológicas pueden ser divididas en tres clases: « M u s el valor de "cero": entonces, o bien u es el fonema vocálico labia-
íi) Oposiciones privativas son aquellas en las que uno de los miem- ^ l i ido (o posterior) "no abierto" y o el "abierto", o bien, a la inversa,
bros se caracteriza por la presencia de una marca y el otro por la Y a es el "cerrado" y o el "no cerrado". Pero la misma oposición u-o se
nusencia de esa misma marca, como, por ejemplo, "sonoro" - "sordo", 1 'invierte en gradual desde el momento que existe en el mismo sistema
"nnsíili/ado"-"no nasalizado", "labializado"-"no labializado", etc. El \ < " alico otra vocal cuyo grado de apertura es mayor que el de o: en
miembro de la oposición que se caracteriza por la presencia de la • .ie i aso u es al miembro extremo y o el miembro medio de una
marca se llama miembro "marcado", y el que se caracteriza por la oposición gradual.
La clasificación de una oposición fonológica como equipolente,
llli
Kn lo que se refiere a la clasificación de las oposiciones multilaterales en K i i u l i i a l o privativa depende, pues, del punto de vista que se adopte
lirlcí(i^iMu-iis y homogéneas y de estas últimas en lineales y no lineales, ella se pina su consideración. No debe creerse, sin embargo, que esta clasifi-
IIJIMI, rn ú l l i m n instancia, en los mismos principios. , . ^ . •, cación sea puramente subjetiva o arbitraria. Observando la estructura
6K LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA
< Osificación de oposiciones distintivas 69

y el funcionamiento del sistema fonológico puede lograrse, en los más


de los casos, una clasificación absolutamente unívoca y objetiva de oposiciones lógicamente equipolentes son también efectivamente equi-
cada oposición. En una lengua donde además de u y o existen otras polentes, pero las efectivamente equipolentes no son siempre lógica-
vocales posteriores (o posteriores y labializadas) cuyo grado de aper- mente equipolentes sino, según los casos, lógicamente privativas o
tura es mayor que el de o (por ejemplo, o o «), la oposición u-o debe lógicamente graduales. Se tiene, pues, el esquema:
ser considerada como gradual. En cambio, en una lengua donde u y o
son las únicas vocales posteriores, no existe ningún fundamento para lógicamente gradual efectivamente gradual
interpretar como gradual esta oposición. La oposición t-d, citada arriba I
como ejemplo, tendría que ser considerada como gradual sólo en el lógicamente equipolente efectivamente equipolente
caso de que el sistema de fonemas al que pertenece contuviese además
un tercer fonema oclusivo "dental" cuyo carácter de sordo (y cuya lógicamente privativa efectivamente privativa
tensión) fuese más pronunciado y más completo que el de t (o, a la
inversa, menos que el de d). Cuando esta condición no se cumple, no C) Clasificación de las oposiciones según ¡a extensión de su capaci-
existe ningún motivo para dar a t-d el valor de oposición gradual. Si, dad 'distintiva: oposiciones constantes y neutralizables. i> .
por otra parte, el funcionamiento del sistema de fonemas muestra que Cuando hablamos del "funcionamiento del sistema de fonemas" de
t es el miembro no marcado de la oposición t-d, ésta debe ser conside- una lengua, nos referimos a la admisión en esa lengua de determina-
rada como privativa: la tensión de los músculos de la lengua debe das combinaciones de fonemas y a las reglas a que en la misma está
interpretarse como un fenómeno concomitante y el grado de sonori- sometida la validez fonológica de cada oposición.
dad propio de í como grado "cero", de modo que t debe valer como Hasta aquí hemos hablado de los fonemas, de las oposiciones fono-
"sorda" y d como "sonora". Pero, en cambio, si según las indicaciones lógicas y de los sistemas de oposiciones sin tener en cuenta la distri-
que nos da el funcionamiento del sistema de fonemas, no es t sino d el bución efectiva de las unidades fonológicas en la construcción de las
miembro no marcado, la presencia o ausencia de voz se convierte en palabras y de las formas.•«•••»p»"5é-:«.-f?-
Sin embargo, el papel de las distintas oposi-
J >
un fenómeno concomitante no pertinente y la tensión de la lengua, en . «-.- . .r X,,. .,-»;,, «,, *•;-:•;;;..: ,„.:-:;.„ ;;WC..
cíones en una lengua dada vana en la medida en que dichas oposicjo-
cambio, en la marca de diferenciación de la oposición, de modo que t nes .poseen realmente valor distintivo en todas.las posiciones fónicas 58 .
debe valer como "tensa" y d como "relajada". Finalmente, si el fun- En danés, por ejemplo, ¿e y e aparecen en todas las posiciones'imagi-
cionamiento del sistema de fonemas no permite considerar como no nables: representan por lo tanto a dos fonemas distintos, que forman
marcado ni a d ni a í, la oposición d-t debe ser considerada como una oposición constante. En ruso e aparece sólo ante ; o ante conso-
equipolente '". nante palatalizada y F, por el contrario, en todas las demás posiciones
T Así, pues, la inclusión de una oposición concreta entre las graduales fónicas: se trata, por lo tanto, en este caso, de dos sonidos impermuta-
yo las privativas depende en parte de la estructura y en parte del fun- bles, que no representan a fonemas distintos, sino que son variantes
\ cionamiento del sistema de fonemas. Pero, además, la oposición debe combinatorias de un único fonema. Pero en francés e y F aparecen
contener algo en sí misma que haga posible su clasificación como gra- como miembros de una oposición fonológica distintiva sólo en sílaba
dual o como privativa. Una oposición como k-í no puede en ningún final abierta (/es, pronunciado te, "los" - lait, pronunciado /F, "leche";
caso ser considerada como gradual o como privativa, puesto que sus allez, pronunciado ale, "vaya(n)"-a//aí'r, pronunciado aít, "((él) iba"),
miembros no pueden ser concebidos ni como afirmación y negación, en tanto que en las demás posiciones la aparición de un sonido o el
ni como dos distintos grados de una misma particularidad. La oposi- otro está determinada mecánicamente (F aparece en sílaba cerrada y e
ción u-o, en cambio, puede ser concebida o como privativa ("cerra- en sílaba abierta). Estos dos sonidos, pues, deben ser considerados
da"- "no cerrada" o "abierta" - "no abierta") o como gradual, y el que como representantes de dos fonemas distintos sólo en sílaba final abier-
</<•/).•! ser considerada efectivamente como privativa, como gradual o ta; en las demás posiciones deben, en cambio, ser interpretadas como
como equipolente depende de la estructura y del funcionamiento del variantes combinatorias de un único fonema. En francés, por lo tanto,
sistema fonológico correspondiente. Podemos distinguir, pues, las oposi- la oposición fonológica entre e y F se halla neutralizada en ciertas posi-
cioiii". < lectivamente privativas o graduales de las oposiciones potencial ciones. A estas oposiciones las llamaremos "neutralizables''; las posicio-
o l»An-iiitwtite privativas o graduales, y las oposiciones lógicamente nes fónicas en las cuales se produzca la neutralización serán llamadas
equipolentes de las oposiciones efectivamente equipolentes. Todas las
">s Cf. acerca de esto el artículo del autor "Die Aufhebung der phonologischen
'•'' Arrien de P4to Vf'-ase C). ' ' , Gegensátze", TCLP VI, págs. 29 y sigs., y A. Martinet, "Neutralisation et archi-
phonéme", ibid., págs. 46 y sigs.
70 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA ( l.isificación de oposiciones distintivas 71

"posiciones de neutralización", y aquellas donde la oposición es perti- no nasal en general"; y como tal se opone por una parte a la nasal
nente, "posiciones de pertinencia". dental n y por otra parte a las oclusivas guturales y labiales no nasales.
Por el contrario, el hecho de que ni t ni d sean admitidas en alemán
en comienzo de palabra ante /, en tanto que b y p sí aparecen en esta
La diferencia psicológica entre las oposiciones fonológicas constantes y las
oposiciones fonológicas neutralizables es muy grande. Las oposiciones fonológicas posición, no significa que en la misma las oposiciones d-b y p-í se neu-
constantes son percibidas claramente incluso por los miembros de la comunidad tralicen: en una palabra, como Blatt "hoja", b conserva todas sus par-
lingüistica que carecen de adiestramiento fonético; los términos de una oposición ticularidades, es decir, sigue siendo una oclusiva labial sonora, y no
de este tipo, por otra parte, son considerados como dos "individuos fónicos" distin- puede ser considerada como la realización del archifonema de la oposi-
tos. Kn las oposiciones fonológicas neutralizables la percepción es variable: en las
posiciones de pertinencia los dos miembros de la oposición se distinguen netamente, ción d-b. El contenido fonológico de este archifonema, en efecto, no
pero en las posiciones de neutralización muchas veces no se está en condiciones de podría ser sino "oclusiva sonora en general"; ahora bien, la b de Blatt
decir cuál de los dos es el que acaba de ser pronunciado u oído. Sin embargo, no podría representar a este archifonema puesto que la g de glatt "liso"
incluso en las posiciones de pertinencia, los miembros de una oposición neutraliza- es también una oclusiva sonora. La neutralización propiamente dicha,
ble son sentidos sólo como dos matices que distinguen las significaciones, como
dos unidades fónicas diferentes, por cierto, pero no obstante estrechamente empa- por la cual un miembro de una oposición se convierte en representante
rentadas entre sí; y- este sentimiento de parentesco íntimo es particularmente del archifonema de esta oposición, sólo es posible por lo tanto en las
característico de los miembros de este tipo de oposiciones. Considerada desde un oposiciones bilaterales. Esto no significa, sin embargo, ni remotamente,'
punto de vista puramente fonético la diferencia en francés entre / y e no es mayor que todas las oposiciones bilaterales sean realmente neutralizables: en
que la diferencia entre e y f. Sin embargo, para todo franco-hablante es evidente
l . i intimidad del parentesco entre e y t, en tanto que no podría hablarse de una casi todas las lenguas hay por cierto oposiciones bilaterales constantes.
especial intimidad entre i y e: esto se debe, naturalmente, a que la oposición e-e Pero si una lengua posee una oposición neutralizable, ésta es siempre j
es neutralizable, en tanto que la oposición i-e es al contrario constante: una oposición bilateral.
No debe creerse, sin embargo, que la distinción entre oposiciones fonológicas ¿Cómo se realiza el representante del archifonema de una oposición
neutralizables y oposiciones fonológicas constantes sólo tienen importancia para la
psicología. Esta diferencia, como lo ha destacado por primera vez N. Durnovo, neutralizable? Hay que distinguir cuatro casos:
es de extraordinaria importancia para el funcionamiento de los sistemas fonológicos / cr
y debe ser contada entre los fundamentos esenciales de la teoría de los mismos.
í Caso: El representante del archifonema de una oposición neu-
Por eso la neutralización y la posibilidad de que las oposiciones fonológicas se tralizable que aparece en la posición de neutralización no es idéntico
neutralicen, merecen una minuciosa discusión. a ninguno de los miembros de la oposición de que se trata. Se realiza:
a) Por medio de un sonido fonéticamente emparentado con las
Es necesario ante todo delimitar claramente el concepto. No todas realizaciones de ambos miembros de la oposición, sin coincidir, sin
l.is clases de oposiciones fonológicas pueden ser neutralizadas. En las embargo, con ninguna de ellas. En ruso, por ejemplo, la oposición entre
posiciones donde una oposición neutralizable está efectivamente neu- labiales palatalizadas y no palatalizadas se neutraliza ante dental pala-
tralizada, las marcas específicas de uno de los miembros de la oposi- talizada y en la posición de neutralización aparecen labiales "semipala-
ción pierden su valor fonológico y sólo quedan como pertinentes los talizadas" especiales. En inglés, donde la^oposición entre^ las_ _suaves
rasgos que son comunes a ambos miembros (es decir, los que consti- sonoras b, d y g_y las fue'rte¥ sordas p^jt^^^e^ne^Taj^arijt^^^^^e^^
tuyen la base de comparación de la oposición). En la posición de ~cerT~éli""esta posición consonantes suaves sordas esne^ajes. En ciertos
, maMmmul^í-^r¡^ti^JbHa'aHtfm1ii^ "' *~ ' f^- »*•*••*-*.
neutralización uno de los miembros de la oposición se convierte por lo tj

dialectos bavaro-austnacos, donde la oposición entre fuertes y suaves se


t a n t o en representante del archiíonema de dicha oposición, entendién- neutraliza en comienzo de palabra, aparecen en esta posición "semi-
dose por "archifonema" al conjunto de particularidades distintivas que fuertes" o "semi-suaves" especiales, etc. Ejemplos semejantes podrían
i / son comunes a dos fonemas 6!l. De esto se deduce que solamente pue- fácilmente multiplicarse. En todos estos casos el archifonema está
den ser neutralizables las oposiciones bilaterales. En efecto, sólo estas representado por un sonido intermedio entre ambos miembros de la
oposiciones poseen un archifonema que pueda ser contrapuesto a todas oposición.
las demás unidades fonológicas del sistema de que se trata, y una
ci mi i aposición semejante es, por cierto, la condición fundamental de í>) Algo distintos son aquellos casos en los que el representante
del archifonema presenta, además de los rasgos que tiene en común
l . i existencia fonológica en general. Cuando la oposición bilateral <J-í se
con un miembro de la oposición o con el otro, rasgos específicos, pro-
n e i i t i a l i / a en alemán en final de palabra, el miembro de la oposición
(|ue a g i a i e c e en esa posición no es, desde el punto de vista fonológico, pios de él exclusivamente. La presencia de estos rasgos en el repre-
sentante del archifonema es el resultado de una asimilación al fonema
ni muí oclusiva sonora ni una oclusiva sorda, sino la "oclusiva dental
en cuya vecindad tiene lugar la neutralización de la oposición. Así,
por ejemplo, en el dialecto chino de Pekín la oposición k-c se neutra-
'•" ( ' / . K. Jükolison en TCLP, II, págs. 8 y sigs.
72 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Clasificación de oposiciones distintivas 73

liza ante i y ante ü, y aparece como representante del archifonema una como "archifonema + cero", y al segundo, en cambio, como "archifo-
r" palatal G0 ; en la lengua yjjrni^ en la isla de Tobago, una £ palatalizada nema + una marca determinada". Con otras palabras: todo miembro
representa al archííonema de la oposición "/ dental- ¿ cacuminal" ante de una oposición que es admitido en la posición de néufrallzaclofr*es,
/, etc. 01 . desde el punto de vista del sistema fonológico de que se trata, no
En todos estos casos, es decir, tanto en los citados en a) como en marcado, en tanto que el otro miembro de la oposición es marcado.
los citados en fo), el sonido que aparece en la posición de neutralización Evidentemente, esto puede ocurrir sólo cuando la oposición neutrali-
es una especie de variante combinatoria tanto de uno como también zable es lógicamente privativa. Pero ocurre que la mayor parte de
cíel otro miembro de la oposición. Los casos en que el archifonema está las ópOSfcISfies fonológicas neutralizables pertenecen a esta clase, es
representado por un sonido que no es totalmente idéntico ni a uno ni decir, se comportan como una oposición entre un miembro marcado
a otro de los miembros de la oposición son muy numerosos. Lo son, y otro no marcado, el primero de los cuales es el que aparece en las
sin embargo, menos que aquellos en que el sonido que aparece en la posiciones de neutralización.
posición de neutralización es más o menos idéntico a la realización de fo) Cuando la oposición neutralizable no es privativa sino gradual
un miembro determinado de la oposición en la posición de pertinencia. (como por ejemplo, la oposición entre los distintos grados de apertura
2'1" Caso: El representante del archifonema es idéntico a la reali- de las vocales o entre las distintas gradaciones de altura musical), es
zación de uno de los miembros de la oposición, y la elección entre uno el miembro extremo de la oposición el que aparece siempre en la
u otro está condicionada exteriormente. Esto es posible sólo en aque- posición de neutralización. En los dialectos búlgaros y griegos moder-
llos casos en que la neutralización de una oposición neutralizable nos, en los que las oposiciones u-o y i-e se neutralizan en sílaba no
depende de la vecindad de un determinado fonema:^jel miembro de acentuada, las vocales más cerradas (o mejor dicho, las menos abier-
la oposición que es "parecido", "emparentado" o completamente idén- tas): u y i, actúan como representantes de los archifonemas corres-
tico a este fonema vecino se convierte en representante del archifo- pondientes en la posición de neutralización. En ruso, en el que la
i i i nía. En muchas lenguas en las que la oposición entre sonidos conso- oposición o-a se neutraliza en sílaba no acentuada, la vocal más abier-
ladores sonoros y sordos (o bien entre tensos y relajados) se neutra- ta (o mejor dicho, la menos cerrada): a, representa al archifonema
liza ante sonido consonador del mismo tipo de articulación, ante sonido correspondiente en sílaba inmediatamente pretónica; en lamba, lengua
sonoro (o relajado) sólo se hallan sonidos sonoros, y ante sonido sordo bantú de Rhodesia del Norte, en la que la oposición entre el tono
(o tenso), sólo sonidos sordos; en ruso, en el que la oposición entre grave y el medio se neutraliza en fin de palabra, sólo el tono grave es
consonantes palatalizadas y no palatalizadas se neutraliza ante dental admitido en la posición de neutralización, es decir, en sílaba final 62 ,
no palatalizada, sólo pueden hallarse en esta posición las consonantes etc. Estos ejemplos podrían multiplicarse con facilidad. La causa de
no palatalizadas, etc. En estos casos (que son relativamente raros) este fenómeno es evidentemente clara. Hemos señalado ya que una
la elección de uno de los dos miembros de la oposición como repre- oposición gradual sólo puede ser considerada como tal cuando el mismo
sentante del archifonema correspondiente está condicionada en forma sistema fonológico contiene además un elemento que presenta otro
¡nirnmente exterior (por la naJuraJeza de. la-posición de neutralización). grado de la misma particularidad. Por otra parte, este grado debe ser
3" Caso: La elección de uno de los miembros de la oposición siempre más alto que el miembro "medio" de la oposición: i-e forman
como representante del archifonema está condicionada interiormente. una oposición gradual a condición de que el mismo sistema vocálico
contenga además de i y de e una vocal cuyo grado de apertura sea
u) En estos casos aparece, en la posición de neutralización, uno de mayor que el de e, etc. En este caso, el miembro "extremo" de una
los miembros de la oposición, sin que su elección pueda de ninguna oposición gradual presenta siempre el grado mínimo de la particulari-
m,mera ser puesta en relación con la naturaleza de la posición de dad en cuestión, en tanto que el miembro medio de la misma oposición
nrulrali/ación. Pero el hecho de que uno de los miembros de la oposi- sobrepasa este mínimo, es decir, puede ser representado como "míni-
ción aparezca en esta posición como representante del archifonema mo + algo más de la misma particularidad". Y dado que el archifo-
i (Piiespondiente, torna no pertinentes sus rasgos específicos, en tanto nema ha de contener sólo lo que es común a ambos miembros de la
i|iie los rasaos específicos del otro miembro de la oposición conservan oposición, sólo puede ser representado por el miembro extremo de la
lileii.i pertinencia fonológica: por lo tanto, al primero se lo considera oposiciónfi3. Si la oposición neutralizable es lógicamente equipolente,
111 K
Cl. H. Freí en Bulletin de la Maison Franco-]aponaise, VIII, 1936, N? 1, '¿ Cf. C. M. Doke, "A Study oí Lamba Phonetics", Bantu Studies, julio
I'.T.- I •»' de 1928.
u
( I I-,MU Assai, A Study oí Yami Language, an Indonesian Language Spoken *> r i Lo dicho concierne por supuesto sólo a las oposiciones graduales neutrali-
,,,: Uní,-I /,,/,.„;,, 1*1,inü, Leiden, 1935, pág. 15. zables, de cuyos miembros uno es "extremo". Cuando ambos miembros de la opo-
74 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA
Clasificación de oposiciones distintivas 75
se hace por supuesto imposible una elección del representante del
como efectivamente privativa y a "s suave" como su m i e m b r o no
nrchifonema condicionada interiormente. Debe señalarse, sin embargo, marcado.
que la neutralización de una oposición lógicamente equipolente es en
general un fenómeno raro. Así, pues, hay casos en los que la neutralización de una oposición
privativa indica clara y objetivamente cuál es el miembro no marcado
4"' Caso: Ambos miembros de la oposición representan al archi- y cuál el marcado: el miembro no marcado de la oposición neutralizada
fonema. Este caso se opone lógicamente al primero, en que ninguno es el que sirve en el "tercer caso" como representante único del archi-
cíe los miembros de la oposición representa al archifonema, y se pre- fonema o en el "cuarto caso" como representante del archifonema en la
senta muy rara vez en su forma pura: la mayoría de las veces se posición de diferenciación fonemática máxima.
trata de una simple combinación del segundo y del tercero. Así, por
ejemplo, en japonés, la oposición entre consonantes palatalizadas (o A veces la neutralización de una oposición permite establecer cuál
sea teñidas del timbre i o del timbre ;') y no palatalizadas se neutra- es el miembro marcado de otra oposición. Ocurre a menudo, en efecto,
que una oposición neutralizable se neutraliza en la vecindad del miem-
liza ante i y e, y el archifonema está representado ante i por las conso-
nantes palatalizadas, y ante e, en cambie, por las no palatalizadas:
P bro marcado de una oposición emparentada. Por ejemplo, en archino
es evidente que en este caso la elección del representante del archifo- ; (lengua del Caucase oriental) la oposición entre consonantes labializa-
nema está condicionada exteriormente ante i y, al contrario, interior- / V das y no labializadas se neutraliza ante o o u, lo que indica que o y u
son los miembros marcados de las oposiciones o-e y u-i.
mente ante e. Hay casos, sin embargo, que no admiten una interpre- / /
tación semejante. En alemán la oposición ss-sch se neutraliza ante Por medio de la neutralización las oposiciones lógicamente privativas
consonante, y sch representa al archifonema en comienzo de raíz y ss se convierten en efectivamente privativas, y la distinción entre miem-
en interior o en final de raíz: no puede hablarse aquí de un condicio- bros marcados y miembros no marcados adquiere un fundamento
namiento exterior de la elección del representante del archifonema, ni objetivo.
tampoco de un condicionamiento interior, sobre todo porque se trata
en este caso de una oposición equipolente. En otros casos, las distintas
III. Las correlaciones
posiciones de neutralización no son totalmente equivalentes desde el
punto de vista fonológico, por lo que tampoco deben ser considerados .
en forma completamente igual los dos representantes del archifonema. Dos fonemas que se hallan en oposición bilateral están por eso
Así, la oposición entre "ss dura" y "s suave" se neutraliza en alemán mismo estrechamente emparentados entre sí, puesto que lo que ambos
tanto en comienzo de raíz como en final de morfema, y aparecen como tienen en común no aparece en ningún otro fonema del mismo sistema:
representantes del archifonema "s suave" en comienzo y "ss dura" en son de este modo únicos en su ¿enero. Al confrontarlos se distingue
final. Pero en alemán la posición final es la de diferenciación fonema- claramente lo específico, lo que es particular de cada uno de ellos, lo
tica mínima: en esta posición las oposiciones p-b, k-g, t-d, ss-s y í-w, común que los une. Por el contrario, dos fonemas que están en oposi-
así como las oposiciones vocálicas de cantidad, se neutralizan, de modo ción multilateral aparecen como unidades no analizables. En los fone-
que sólo pueden aparecer en ella 18 de los 39 fonemas de esta lengua; mas que participan de una oposición proporcional, la particularidad
diferenciante puede ser fácilmente separada de las otras, puesto que
en comienzo aparecen en cambio 36 fonemas (a, ah, áh, au, b, ch, d,
aparece como tal en varios pares de fonemas del mismo sistema; puede,
i\ ch, ei, eu, f, g, h, i o ;', ih, k, 1, m, n, o, ó, oh, oh, p, pf, r, s, sch, t, u, ü,
de este modo, ser abstraída con facilidad, es decir, concebida inde-
iih, uh, w y z). Es evidente que el representante del archifonema que
pendientemente de las demás particularidades. En cambio, en los
apíircre en comienzo debe ser considerado, en estas circunstancias, como fonemas que participan de una oposición aislada, la particularidad
el "más auténtico". Y puesto que en el caso de "ss dura" y "s suave" se diferenciante no puede ser tan claramente concebida, puesto que se
1 i : i l a de una oposición lógicamente privativa, se la puede considerar presenta sólo una vez en el sistema de que se trata, y sólo ligada a las
demás particularidades de los fonemas en que aparece. De todas las
•4 i presentan distintos grados "intermedios" de la particularidad de que se trata, posibles relaciones lógicas entre dos fonemas, la relación privativa es
uno <•( mo el otro pueden representar al archifonema, según cómo se considere aquella en la cuál, la existencia o la no existencia de ciertas particula-
1 en cuestión del punto de vista de la lengua estudiada. En la
en la mayoría de los casos de la oposición entre dos tipos de e o ridades de los fonemas de que se trata aparecen con máxima claridad.
e i l . i - , l i | os c e o. En algunas lenguas se comportan como miembros no marcados Por consiguiente, es muy fácil el análisis del contenido fonológico de los
y '•' " idas, en otras, la e y la o abiertas, y esto depende de la vocal que fonemas que se hallan en esta relación. Por el contrario, es muy difí-
>sición de neutralización. En tales casos, por consiguiente, la oposi- cil de analizar el contenido fonológico de los fonemas que están en
yu, lusde el punto de vista fonológico, gradual. ,,,,, ¡, ..>.-,,
relación equipolente entre sí. Dos fonemas que participan de una
76 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Clasificación do oposiciones distintivas 77

oposición neutralizable están, aun en la posición de pertinencia, estre- Kl concepto de "correlación" es, por cierto, muy fecundo para la elaboración de
chamente emparentados entre sí: cada uno de ellos puede ser conside- la teoría fonológica. En los tiempos que siguieron inmediatamente a su descubri-
miento, su importancia fue, sin embargo, algo sobreestimada, puesto que todas las
rado como una variedad especial del correspondiente archifonema, oposiciones cuyos miembros no formaban un par correlativo eran agrupadas sin
cuya realidad está garantizada por su aparición en la posición de neu- distinción bajo la designación común de "disyunción". No se reconocían, pues, sino
tralización. En cambio, la pertenencia de dos fonemas a un archifone- dos tipos de relación entre las unidades fonológicas: o correlación o disyunción. Un
ma es mucho menos evidente cuando su oposición es constante, es estudio más preciso ha demostrado, sin embargo, que en realidad deben diferenciar-
se varios tipos de oposiciones fonológicas, y que el concepto de "disyunción" en su
decir, no neutralizable. sentido primitivo, tan general, es estéril. Más tarde debió descubrirse la diferencia
De todo esto puede extraerse la siguiente conclusión: la partici- fundamental correlaciones neutralizables y no neutralizables. Por otra parte, una
pación de dos fonemas de una oposición bilateral, proporcional, priva- correlación no neutralizable tiene también su importancia para la coherencia del
sistema fonológico.
tiva y neutralizable hace, .por una parte, que el contenido fonológico Con esta restricción, el estudio de las correlaciones puede ocupar el lugar que
de estos fonemas se pueda analizar con claridad, por cuanto la parti- le corresponde dentro de la fonología ''4.
cularidad diferenciante se destaca nítidamente de la base de compara-
ción, y exige, por otra parte, que estos dos fonemas sean considerados Según la marca de correlación se distinguen diversos tipos de corre-
como emparentados entre sí en forma particularmente íntima. Por el lación. Por ejemplo, la correlación de sonoridad (en francés d-t, b-p,
contrario, dos fonemas que sé" encuentran en relación de oposición g-k, z-s, etc.), la correlación de cantidad (a-a, í-i, etc.), etc. Estos diver-
multilateral aislada y por lo tanto no neutralizable son, en cuanto a sos tipos de correlación"sé hallan, unos respecto a los otros, en distinto
su contenido fonológico, lo menos claros posible, y en cuanto a su grado de parentesco, y según esto pueden ser distribuidos en grupos.
parentesco, lo más alejados posible el uno del otro (lo cual es espe- Para esta distribución sirve como base la relación de la marca de corre-
cialmente notable cuando se trata de una oposición heterogénea). lación con las otras particularidades de los fonemas de que se trata. Así
por ejemplo, la correlación de sonoridad (en francés d-t, b-p, etc.), y la
Si se consideran, por una parte, la oposición bilateral, proporcional, cc7rélacíón de aspiración (antiguo indio t-th, p-ph, etc.), pertenecen a
privativa y neutralizable y, por otra parte, la oposición aislada, hetero- la misma clase de parentesco, puesto que sus marcas de correlación
génea y multilateral como dos extremos, todos los demás tipos de opo- representan diferentes tipos de actividad de la laringe y de tensión
sición pueden ser ordenados entre estos dos puntos. Cuanto más oposi- bucal, independientemente de la localización de la articulación en la
ciones neutralizables, privativas, proporcionales, bilaterales y homogé-
cavidad bucal, etc.
neas aparecen en un sistema, tanto más coherente es éste; por el con-
trario, cuanto más dominan en él las oposiciones lógicamente equipo- La división de las correlaciones en clases de parentesco no es un simple artificio
lentes, aisladas, multilaterales y heterogéneas, tanto más incoherente es teórico y, por el contrario, corresponde a una realidad concreta. Aun la conciencia
lingüística no prevenida siente de manera perfectamente clara que en alemán las
dicho sistema. Por eso conviene poner, mediante una designación espe- oposiciones u-ü y e-ó son por cierto distintas, pero que se encuentran, sin embargo,
cial, las oposiciones bilaterales, proporcionales y privativas aparte de en el mismo plano, en tanto que la oposición entre a y a están en un plano total-
todas las otras oposiciones. Con este fin se emplea la expresión corre- mente distinto. La proyección de las oposiciones fonológicas (y en consecuencia
lución en la literatura fonológica. La definición que se da del concepto también de las correlaciones) en el mismo plano o en planos distintos, es precisa-
mente la consecuencia psicológica de las relaciones de parentesco entre las marcas
do "correlación" y de otros emparentados con él en el "Projet de termi- de correlación, las cuales constituyen la base de la distribución de las correlaciones
nologie phonologique standardisée" (TCLP IV, 1930) debe ser, sin en clases de parentesco.
embargo, algo modificada, puesto que fue formulada en una época en
<iue la teoría de las oposiciones no estaba aún completamente desarro-
llada. Hoy proponemos las siguientes definiciones: IV. Los haces de correlaciones
Entendemos por "par correlativo" [dos fonemas que están entre sí en__
oposición bilateral, proporcional y lógicamente privativa. Una marca de Cuando un fonema participa de varias correlaciones de la misma
(.«Ki-lncu'm es una particularidad fonológica por cuya presencia o ausen- /•óv'H.íj?' Av r clase de parentesco, todos los fonemas que forman parte de los mismos
•.<• caracteriza una serie de pares correlativos (por ejemplo, la nasa-
<> 4 Para ampliar véase (teniendo en cuenta, sin embargo, la restricción men-
' I vocálica que en francés diferencia los pares Correlativos an-a, on-o, cionada), del autorí "Die phonologischen Systeme", TCLP, IV, págs. 96 y sigs. El
ni <• v iin-etti). Por "correlación" se entiende el conjunto de todos los término "correlación", propuesto y definido por R. Jakobson, fue utilizado por pri-
pme\ correlativos que se caracterizan por la misma marca de correla- mera vez para designar la oposición bilateral proporcional en la ponencia que éste
ción. Un loticma apareado es aquel que participa de un par correlativo, presentó juntamente con S. Karcevskij y el autor de este libro ante el Congreso
de lingüistas de La Haya. Ci. las Propositions del Primer Congreso Internacional
y se llama "no apareado", en cambio, a un fonema que no participa de de Lingüistas, La Haya, 1928, págs. 36 y sigs., vicies du I>/r- Congrés International
ningún par correlativo. ; : • :.;«•;«•,.-•,,-•.;.:,.,•••>•• ,; ,;>. >i c'es Linguistes, Leíden, s. d., págs. 33 y sigs., y TCLP, II, pág. 6.
7S LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Clasificación de oposiciones distintivas 79

pares correlativos se reúnen en haces de correlaciones compuestos por


varios miembros. La estructura de estos haces de correlaciones es muy
vai iada y no depende sólo del número de las correlaciones participantes,
sino también de sus relaciones recíprocas.
Lo más frecuente es que se den haces de dos correlaciones empa- Finalmente, en cherkesio resulta, de las mismas correlaciones, un
rentadas. Hay dos casos posibles: o ambos miembros de cada correla- haz de seis miembros:
ción participan también de la otra, o las dos correlaciones poseen un
solo miembro en común. En el primer caso resulta un haz de cuatro
miembros; en el segundo, un haz de íres miembros. Estos dos casos
pueden ser muy bien ilustrados por medio del^indio y del_griego anti-
guos. En ambas lenguas las oclusiones participan a la vez de la corre-
lación de sonoridad y de la correlación de aspiración. puesto que aquí la correlación de modo de expiración ;;e extiende a
Pero de esto resulta, en el indio antiguo, un haz de cuatro miembros: ambos miembros de la correlación de grado de acercamiento.
La unión entre los miembros de un haz de correlaciones es parti-
P- -ph k—kh t—th cularmente estrecha cuando todo el haz es neutralizable. Estos haces
h -bh g—gh d—dh etc. de correlaciones n e u t r a l i z a b l e s no son raros. Los haces de cuatro
miembros del indio antiguo antes mencionados, son neutralizables ante
y en el griego antiguo, en cambio, un haz de tres miembros: sonidos consonadores y en final de palabra (la suave no aspirada apa-
rece en final absoluto como único archifonema). En coreano, donde
las oclusivas forman haces de tres miembros (suave - fuerte - aspirada),
\ estos haces se neutralizan en final y los archifonemas correspondien-
<P h tes están representados por implosivas. Por otra parte, las consonan-
tes coreanas forman, por su timbre, haces de correlaciones de tres
La agrupación de tres correlaciones emparentadas por su natura- miembros (neutro- palatalizado- labializado), eme se neutralizan en
leza, hace posible, teóricamente, haces desde cuatro a ocho miembros. final de palabra y cuyos archifonemas están representados por conso-
De hecho, muchos de estos tipos pueden ser atestiguados con ejemplos nantes de timbre neutro. Pero, además, la correlación de palatalización
tomados de distintas lenguas. Así, en la mayoría de las lenguas del se neutraliza ante i (representante del archifonema condicionado exte-
Caucaso la correlación de sonoridad y la correlación de modo de expi- riormente) y la correlación de labialización ante u y y (representante
ración se combinan con la correlación de grado de acercamiento (la del archifonema condicionado interiormente) (i(i. En archino (lengua
cual consiste en la oposición de oclusivas o de africadas por una parte del grupo caucásico oriental) las sibilantes agudas forman un haz de
y espirantes por la otra). De este modo resulta, en chechén, por ejem- correlaciones de seis miembros (sonora débil - africada sorda sin oclu-
plo, un haz de cuatro miembros' 15 : sión glotal - africada débil sin oclusión glotal - a f r i c a d a fuerte con
oclusión glotal - espirante sorda débil - espirante sorda fuerte), el cual se
neutraliza ante t o d y cuyo archifonema está representado por la espi-
rante (¿débil?). Estos ejemplos podrían multiplicarse fácilmente.
X s s
La proyección de todos los miembros de un haz de correlaciones sobre un
(liindi la oposición do grado de acercamiento es pertinente solo para las mismo plano, así como la estrecha unión recíproca propia de estos miembros, tiene
unías ("/' \ "z" se realizan en comienzo de palabra como africadas; en como consecuencia que el análisis del haz en correlaciones aisladas sea a veces
mi I n I n i , i ! <le palabra, como espirantes), y la oposición de expi- muy difícil. Cuando diversas correlaciones prosódicas se reúnen en un haz, por
ejemplo, los miembros de este haz son tratados o bien como "acentos" distintos,
i n i ion solo para las oclusivas (o africadas). En georgiano, las mismas sin considerar aparte las diferencias de cantidad o las de fractura tónica, o bien
I u iones i l . n i lugar a un haz cíe cinco miembros, debido a que en como grados cuantitativos diferentes, sin considerar las diferencias de dirección
• .le rasn la i • I . i r K í n de grado de acercamiento se extiende a ambos tonal. Krrores como estos se producen no sólo en el hablante profano sino tam-
bién entre teóricos y, a veces, hasta entre fonetistas de oficio. Tales casos cons-
m i e m l i i os de la correlación de sonoridad:
(;li
Cf. A. Cholodovié', "O latinizacii korejskogo pis'ma", Sovetskoje Jazykoz-
'' : ' ('/., (Irl milur, "Die Konsonantensysteme der ostkaukasischen Sprachen", nanije, I, págs. 144 y sigs.
(•«IK-H.S-/.-/I, V I I I . l ' l . t l .
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA

liiuyen una prueba de que la distribución de las correlaciones en clases de paren-


irsro corresponde a una realidad psicológica, y sólo puede darse cuando existe
realmente un haz de correlaciones, es decir, cuando un fonema participa de varias
correlaciones del mismo grupo de parentesco. SISTEMÁTICA FONOLÓGICA
DE LAS
Cuando un fonema participa simultáneamente de varias correla-
ciones de distinto grupo de parentesco, estas correlaciones no se OPOSICIONES FÓNICAS DISTINTIVAS
reúnen en haces: no se proyectan en el mismo plano sino que se super-
ponen unas a otras. La / larga acentuada del alemán, por ejemplo,
participa simultáneamente de varias correlaciones: de la correlación
de acentuación, de la correlación de cantidad y de la correlación de 7. Observaciones preliminares
labialización. Pero en tanto que las dos primeras forman un haz (haz
de correlaciones prosódicas), la correlación de labialización (í-ü, e-ó) Hemos considerado hasta aquí los diversos tipos de oposiciones
pertenece a un "plano" completamente distinto. Por supuesto, puede fonológicas desde diferentes puntos de vista: a) desde el pu-ito de
ocurrir también que dos haces de correlaciones pertenecientes a distin- vista de la relación de una oposición con las otras oposiciones del mis-
tos planos se superpongan entre sí, y que ambos se neutralicen en mo sistema, fo) desde el punto de vista de la relación lógica que
ciertas posiciones. Hemos mencionado ya el coreano, donde las oclusi- existe entre los miembros de la oposición misma y e ) desde el punto
vas forman un haz de correlaciones (compuesto de suaves, fuertes y de vista de la extensión de su capacidad distintiva. Estas tres formas
aspiradas) y donde todas las consonantes, incluso las oclusivas, forman de considerar las oposiciones nos han llevado a una triple clasifica-
por otra parte un haz de timbre (compuesto de un miembro neutro, ción: a) en oposiciones bilaterales y multilaterales, proporcionales y
otro palatalizado y otro labializado). Ambos haces de correlaciones se aisladas; fo) en oposiciones privativas, graduales y equipolentes; c) en
neutralizan en final; de este modo la gutural implosiva K representa oposiciones neutralizables y constantes. Todos estos puntos de vista y
en final de palabra, en coreano, un archifonema al que corresponden, estos principios de clasificación son válidos no sólo para la fonología,
en interior de palabra, nueve fonemas (g, k, k', g', k', k", g", k", ka'). sino también para cualquier otro sistema de oposiciones. No contie-
No obstante, los haces g-k-k' y g-g'-g" se encuentran evidentemente en nen, en efecto, nada de específicamente fonológico. Y por esta misma
planos distintos. razón, para que puedan ser empleados útilmente en el análisis de los
sistemas de oposiciones fonológicas concretos, deben ser completados
con principios de clasificación específicamente fonológicos.
Lo específico de una oposición fonológica reside en el hecho de
que es una oposición fónica distintiva. La "distinción" en sentido
fonológico, es decir, la capacidad para diferenciar las significaciones,
es algo que no necesita ser más explicado. En todo caso las oposicio-
nes fonológicas pueden ser clasificadas, desde este punto de vista, en
oposiciones que distinguen las palabras (oposiciones lexicales) y oposi-
ciones que distinguen las frases (oposiciones sintácticas). Las signifi-
caciones que pueden distinguirse por medio de las oposiciones fonoló-
gicas son, en efecto, o bien significaciones de palabras (incluyendo las
significaciones de las diversas formas gramaticales de las palabras),
o bien significaciones de frases. Esta clasificación tiene, sin duda,
importancia para los sistemas fonológicos de las distintas lenguas.
Pero la tiene menos para la sistemática general de las oposiciones
fonológicas. En ,efecto, todas las oposiciones fonológicas que en una
lengua determinada poseen la función de distinguir frases, se presen-
tan en otras lenguas con la función de distinguir palabras. En reali-
dad no existen oposiciones fonológicas especiales para distinguir las
frases: la misma oposición es usada en una lengua para diferenciar
frases y en otra para diferenciar palabras.
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 83

Mucho más importante para la sistemática general de las oposi- casos sólo interesa designar conceptos fonéticos generalmente conocidos, puede
dejar a un lado estas dificultades terminológicas.
ciones fonológicas es el hecho de que estas oposiciones son oposiciones
fónicas. En las oposiciones fonológicas no se oponen entre sí, por
ejemplo, gestos de las manos o señales hechas con banderas, sino //. Clasificación de las
determinadas particularidades fónicas. El que estas oposiciones ten- particularidades fónicas distintivas
gan como fin diferenciar las significaciones debe darse por sabido. En
el capítulo III se ha hablado de cómo las particularidades fónicas
Las particularidades fónicas que en las diferentes lenguas forman
se oponen unas a otras, es decir, qué tipos de oposiciones resultan. De
oposiciones distintivas pueden ser divididas en tres clases, a saber:
ahora en adelante se ha de investigar qué particularidades fónicas, en
particularidades vocálicas, particularidades consonanticas y particu-
las distintas lenguas del mundo, f o r m a n oposiciones fonológicas
laridades prosódicas. Los fonemas vocálicos consisten en particularida-
(distintivas).
des distintivas vocálicas y los fonemas consonanticos en particulari-
Así como en el capítulo III operábamos con conceptos puramente dades distintivas consonanticas. En cambio, no hay ningún fonema
lógicos, debemos en adelante unir estos conceptos lógicos a conceptos que consista exclusivamente en particularidades prosódicas. Estas
acústicos y articulatorios, es decir, a conceptos fonéticos. En efecto, particularidades están, por el contrario, asociadas, según las lenguas,
ninguna ciencia sino la fonética puede ilustrarnos acerca de las dife- sea con un fonema vocálico determinado, sea con un fonema conso-
rentes particularidades fónicas. Pero por otra parte, no debemos olvi- nantico determinado, sea, en fin, con toda una serie de fonemas.
dar lo que se ha dicho en la Introducción, acerca de las relaciones
Las definiciones de las distintas clases de particularidades fónicas
entre la fonología y la fonética. Ya por el hecho de haber sido inclui- distintivas deben ser precedidas, por consiguiente, por un examen de
dos en el sistema de categorías de oposiciones tratados en el capítulo los conceptos de "vocal" y "consonante".
III, los conceptos fonéticos con que trabaja el fonólogo aparecen,
necesariamente, algo esquematizados y simplificados. Y de este modo,
L. Hjelmslev ha tratado de definir estos conceptos sin hacer referencia a
on verdad queda muy poco de la fonética en la exposición que sigue. ningún concepto fonético: serían vocales los fonemas (o, según Hjelmslev, los
Los fonetistas, sin embargo, no deben sentirse decepcionados: nuestra "cenemas" o "cenematemas") que son capaces de formar por sí solos una unidad
tarea en el presente capítulo no es la de establecer una sistemática de significativa o una palabra "which have the faculty oí forming a notional unit or
a word by themselves"), en tanto que todos los demás fonemas serían consonan-
las posibilidades de producir sonidos que posee el aparato fonador
tes 67. Esta definición, que evidentemente restringe demasiado la extensión del
humano, sino la de hacer una revisión sistemática de las particulari- concepto de "vocal" (en alemán, por ejemplo, quedarían sólo tres fonemas vocáli-
dades fónicas utilizadas realmente en las distintas lenguas del mundo cos: Oh!, Au! y E/'.'), fue completada más tarde por Hjelmslev en la siguiente
para diferenciar las significaciones. forma: "Nous comprenons par voyelle un céneme susceptible de constituer á lui
seul un énoncé. . . ou bien admettant á l'intérieur d'une syllabe les mémes com-
binaisons qu'un reí céneme" r's. Pero aún en su segunda versión ampliada esta
Por eso no tiene mayor importancia para el fonólogo el servirse de una termi- definición es insostenible. Como ya se ha dicho, en alemán se emplean como
nología fonética acústica o articulatoria. Sólo se trata de designar de una manera interjecciones, de las vocales verdaderas, sólo o, y de los diptongos solo óee y
no ambigua las particularidades fónicas que en la bibliografía especializada son uo; como palabras, únicamente Au "pradera" y Ei "huevo". Estos tres fonemas
estudiadas y encaradas desde distintos puntos de vista y que, a pesar de las vocálicos pueden, entre otros, encontrarse en final de palabra (froh "alegre", Frau
diferencias de opinión, pueden ser reconocidas al menos como objetos de inves- "señora", freí "libre"), pero no aparecen ante i). Por el contrario, las vocales
tilinción por todos los fonetistas. Es cierto que la fonética instrumental moderna, breves no pueden hallarse en final de palabra, pero algunas de ellas aparecen
debido sobre todo a los resultados obtenidos en el empleo del film sonoro y de ante TI (a saber: i, u, ü, a y e). Si se consideran las interjecciones Oh!, Ai! y Au!
i ' radiografía, se acerca cada vez más a la idea de que los mismos efectos fónicos corno emisiones independientes (.notional units, énoncés), se deberá hacer otro
i n i c i l e n ser obtenidos mediante movimientos completamente diferentes de los tanto con la interjección sch! (como invitación al silencio). Resulta, por lo tanto,
oir.aiios de la fonación (Paul Menzerath, G. Osear Russel). Expresiones tales ce la definición de Hjelmslev, por una parte, que los fonemas alemanes breves
romo "vocal anterior" o "sonido oclusivo" son, por lo tanto, objetables desde el ti, ü, i, a y e deben ser considerados como consonantes, y por otra parte, que el
p u n t o de vista de los métodos modernos, pero tienen, sin embargo, la ventaja de fonema alemán £ y todos los que entran en las mismas combinaciones que él (es
sei entendidas por todos aquellos que conocen la fonética clásica. Aun el fone- decir, prácticamente todas las consonantes) deben ser contados como vocales. Lo
(¡Htn más p r e o c u p a d o por la exactitud puede, a menos que sea un pedante, insostenible de la definición dada por Hjelmslev es aún más evidente en otras
m c p t n r estas expresiones (a falta de otras mejores y más exactas) como designa- lenguas. En ruso e*xisten, además de la interjección s!, las interjecciones s.' y c!.
ri s convencionales de objetos de investigación conocidos. La terminología
i i < u s l i < : i , lamentablemente, es muy pobre aún. Y por eso en la mayoría de los 07
i jisus es i n e v i t a b l e u t i l i z a r los términos de fisiología fónica creados por la fonética L. Hjelmslev, "On the Principies of Phonematics", Proceedings oí the
. l.r.n .1. .1 |ii".:n ile <|ue la fonética moderna, como ya se ha dicho, atribuye al Second International Congress of Phonetic Sciences, pág. 52.
68
cierto nc-ústiro unii constancia y una unidad mayores que a los movimientos arti- L. Hjelmslev, "Accent, intonation, quantité", Studi Baltici, VI, 1936-1937,
culatorios que provocan este efecto. El fonólogo, a quien en la mayoría de los pág. 27.
H4 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 85

En otras lenguas el número de "consonantes silábicas" aisladas utilizadas como o vocálicas, los fonemas consonanticos o los fonemas vocálicos pueden
interjecciones o como órdenes dirigidas a los animales es aún mayor 69 . Por otra
parte, hay muchas lenguas en las cuales las vocales no pueden hallarse en comien- presentar aún otras. Supongamos que, en el esquema del proceso de
zo de palabra y en las que, por lo tanto, no son posibles las palabras formadas la fonación dado arriba, el largo del tubo cambie constantemente, o
por una única vocal. que la ubicación del orificio de salida se modifique constantemente.
No es casual que la definición dada por Hjelmslev sea insostenible. "Vocal" y En este caso los diferentes tipos de franqueamiento (o de obstáculo)
"consonante" son conceptos iónicos, es decir, acústicos, y sólo se pueden definir
como tales. Todo intento de descartar o de evitar los conceptos acústico-articula- de las consonantes y los diversos grados de apertura de las vocales
torios en la definición de "vocal" y de "consonante" debe, necesariamente, deben estar localizados en lugares distintos. De aquí surgen particula-
fracasar. ridades de localización especiales, que son propias tanto de las conso-
nantes como de las vocales y que forman, por así decirlo, una segunda
El proceso de la fonación humana puede ser representado muy coordenada de la calidad de consonante o de la calidad de vocal.
bien mediante el siguiente esquema: alguien silba o canta una melo- Para algunos fonemas vocálicos o consonanticos puede establecerse
día en la embocadura de un tubo y cubre con la mano el otro extremo, aún una tercera coordenada cualitativa. Supongamos, sin apartarnos
cerrándolo y abriéndolo alternativamente. Evidentemente, en el efecto de nuestro esquema de la fonación, que el tubo está en comunicación
acústico que resulta de este proceso se pueden distinguir tres clases con otra cavidad y que durante la fonación esta comunicación tan
de elementos: en primer lugar, las partes comprendidas entre el cierre pronto se establece como se interrumpe, lo que, como es natural, influ-
y la apertura del orificio de salida, en cuanto tales; en segundo lugar, ye sobre el carácter del sonido producido. Las particularidades acústi-
las partes comprendidas entre la apertura y el cierre del mismo orifi- cas especiales del sonido de las consonantes o de las vocales que resul-
cio, en cuanto tales; y, por último, los segmentos de la melodía cantada tan de añadir o suprimir una caja de resonancia accesoria, deben ser
o silbada dentro del tubo, en cuanto tales. Los elementos mencionados llamadas particularidades de resonancia.
en primer término, corresponden a las consonantes; los citados en
segundo término, a las vocales, y los citados en último término a las No debe olvidarse que una particularidad distintiva sólo existe como miembro
unidades prosódicas. de una oposición distintiva. La d alemana posee la particularidad de modo de
Lo esencial para una consonante es precisamente, como lo expresa franqueamiento "suave" en oposición a t (Seide "seda" - Se/re "lado"), la particu-
Paul Menzerath, "un movimiento de cierre y de apertura con un laridad de localización "dental" o "apical" en oposición a b (dir "a ti" - Bier
"cerveza") o a ¿ (dir-Gier "avidez") y la particularidad de resonancia "no nasal"
máximo articulatorio entre ambos puntos", y, para una vocal, "un en oposición a n (doch "por lo tanto" - noch "todavía"). Asimismo la o francesa
movimiento de apertura y de cierre con un mínimo articulatorio en posee una determinada particularidad de grado de apertura en oposición a u (dos
la juntura" 70 . En otras palabras, lo característico de una consonante "espalda" - doux "suave"), una determinada particularidad de localización en
es el establecimiento de un obstáculo y el franqueamiento del mismo, oposición a o (dos-deux "dos"), y una determinada particularidad de resonancia
en oposición a o (dos-don "don"). Pero la o alemana no posee ninguna particu-
en tanto que lo característico de una vocal es la ausencia de obstáculo71. laridad de resonancia, puesto que en el alemán literario no existe oposición dis-
De estas consideraciones resulta que las particularidades específi- tintiva entre vocales nasalizadas y no nasal izadas (o entre vocales faringalizadas
camente consonanticas sólo pueden estar en relación con distintas for- y vocales no faringalizadas, etc.). Las "tres coordenadas" de la calidad de vocal
mas de obstaculización y de franqueamiento y deben, por lo tanto, ser o de consonante no necesitan por lo tanto estar presentes en todo fonema vocálico
o consonantico. Pero, en cambio, cada una de las características en las que consis-
llamadas particularidades de modo de franqueamiento. Por el contra- te un fonema vocálico o un fonema consonantico debe pertenecer a una de estas
rio, las particularidades específicamente vocálicas sólo pueden refe- "tres coordenadas".
rirse a las distintas formas de ausencia de obstáculo, es decir, práctica-
mente a los diferentes grados de apertura y, en consecuencia, serán En cuanto a las unidades prosódicas, de nuestro esquema de la
llamadas particularidades de grado de apertura. fonación se infiere que son unidades rítmico-melódicas ("musicales"
Además de estas particularidades específicamente consonanticas en el sentido más amplio del término). Incluso desde el punto de vista
puramente fonético, la "sílaba" es fundamentalmente algo por comple-
''" Incluso en francés, en el que todas las vocales pueden cada una por sí sola
formar una palabra (oú "donde", eau "agua", a "tiene", y "allí", est "es", ai "tengo", to distinto de una combinación de vocales y consonantes72. La unidad
PI/ "tenido", eux "ellos", on "se", en "en", un "un"), hay una interjección rrr! (voz 72
<Ie mando para hacer detener un caballo), con lo que la definición de Hjelmslev Esto ha sido destacado en forma particularmente clara por R. H. Stetson,
resulta insostenible también para esa lengua. quien se ha acreditado grandes méritos gracias a sus trabajos acerca de la esencia
711
P. Menzerath, "Neue Untersuchungen zur Steuerung und Koartikulation", fonética de la sílaba. Cf. su "Motor Phonetics", Archives néerlandaises de phoné-
PfHccedín¿a oí the Second International Congress oí Phonetic Sciences, pág. 220. tique experiméntale, 1928, "Speech Movements in Action", Transactions oí the
American Laryngological Association, IV, 1933, págs. 29 y sigs. (especialmente
"" Véase otra definición de la oposición entre vocales y consonantes en la págs. 39 y sigs.) y "The Relation of the Phoneme and the Syllabe", Proceedings
piÍK. 170, notu 279. oí the Second Intern. Congress of Phonet. Sciences, págs. 245 y sigs.
86 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA, Oposiciones fónicas distintivas 87

prosódica fonológica no es en rigor idéntica simplemente a la "sílaba" el lingüista es el efecto acústico, sería quizá conveniente reemplazar la expresión
en el sentido fonético, pero tiene siempre una relación con ella, por "particularidades de grado de apertura" por "particularidades de grado de plenitud
\ocalica" o por "particularidades de grado de saturación". A las particularidades
cuanto consiste, según la lengua, en una parte determinada de la sílaba de localización corresponden, acústicamente, diversas lagunas en la serie de los
o en toda una serie de sílabas. Es evidente que sus particularidades no tonos parciales: las "vocales anteriores" muestran un refuerzo de los tonos parciales
pueden ser idénticas a las particularidades vocálicas y consonanticas más agudos y un debilitamiento de los tonos parciales más graves, en tanto que en
mencionadas antes. Puesto que la unidad prosódica puede ser conce- las "vocales posteriores" los tonos parciales más agudos están al contrario debili-
tados. En principio, los tonos parciales más agudos son tanto más fuertes cuanto
bida como una unidad "musical" (rítmico-melódica) o, mejor dicho, más corto es el "tubo adicional", es decir, en el aparato fonador humano, la distan-
como un segmento de una unidad "musical", se deduce de esto que las cia que hay en cada caso entre el borde de los labios y el punto más elevado de
"particularidades prosódicas" se relacionan con las marcas específicas la masa lingual. Pero como los mismos efectos acústicos pueden ser obtenidos
de cada uno de los miembros de una melodía (intensidad, altura musi- también mediante otras posiciones de los órganos, tampoco aquí se da siempre el
paralelismo con el movimiento de la lengua y de los labios ("movimiento hori-
cal) o con el modo de segmentación de la melodía en el proceso fona- zontal"). La expresión particularidades de localización podría por lo tanto ser
torio del discurso humano. El primer tipo de particularidades deter- reemplazada, en lo que concierne a las vocales por particularidades de timbre o
mina la diferenciación rítmico-melódica de las unidades prosódicas; el por particularidades de tono propio.
segundo tipo caracteriza la unión de una unidad prosódica con la uni- En adelante las expresiones "inexactas": "particularidades de grado de aper-
tura" y "particularidades de localización" serán empleadas junto con las acústicas.
dad contigua. Conforme a esto las unidades prosódicas pueden ser
divididas en particularidades de modo de diferenciación y particulari- Al parecer no existen lenguas con un único fonema vocálico. Si
dades de modo de enlace. hubiese existido alguna vez semejante lengua "univocálica" habría teni-
do que admitir numerosos grupos de consonantes. Sólo en estas condi-
¡II. Particularidades vocálicas ciones, en efecto, podría haber existido como tal el único fonema
vocálico, ya que habría podido oponerse de este modo, entre los miem-
bros de un grupo de consonantes o tras consonante en final de palabra,
A) TERMINOLOGÍA
a la ausencia de vocal (al "cero" vocálico). Una lengua "univocálica"
Como ya se ha dicho, las particularidades vocálicas se dividen en sin grupos de consonantes sería, desde el punto de vista fonológico,
particularidades de grado de apertura, particularidades de localización una lengua sin vocales, puesto que la vocal obligatoria que seguiría a
y particularidades de resonancia. Las dos primeras clases están mucho cada consonante tendría que ser considerada como un componente
más estrechamente ligadas entre sí que con las particularidades de sobrentendido de la realización de la consonante y no poseería ningún
resonancia, de tal manera que pueden ser reunidas en un grupo valor distintivo75.
especial7:l. Las lenguas que conocemos poseen siempre varios fonemas vocáli-
cos, los cuales forman determinados sistemas de vocales.
De todos los sonidos del lenguaje, las vocales son las que pueden analizarse
Si se toman en consideración sólo el grado de apertura (o de ple-
más fácilmente desde el punto de vista acústico. A los grados de apertura corres- nitud vocálica) y las clases vocálicas de localización (o de timbre),
ponden, desde este punto de vista, los "grados de saturación" o "grados de pleni- se pueden establecer tres tipos fundamentales de sistemas vocálicos76:
tud" de la voz. En principio el grado de saturación es mayor cuanto más pronun- a) sistemas lineales, en los que los fonemas vocálicos poseen grados
ciado es el descenso del maxilar inferior, es decir, cuanto más grande es la apertura de apertura (o de plenitud vocálica) determinados, pero no particula-
de la boca. Pero este principio parece tener plena validez sólo en las vocales
contadas en forma aislada. En el discurso espontáneo ininterrumpido, los mismos ridades de localización (o de timbre) que sean pertinentes; b) sistemas
efectos acústicos pueden ser obtenidos también mediante otras posiciones de los cuadranglares, en los cuales todos los fonemas vocálicos poseen no sólo
órganos articulatorios, de modo que no siempre se mantiene el paralelismo entre particularidades distintivas de grado de apertura, sino también particu-
el grado de saturación de la vocal y el grado de descenso (o de "movimiento laridades distintivas de localización; c) sistemas triangulares, en los
vertical") del maxilar inferior 74 . Y puesto que lo que en definitiva importa para
cuales todos los fonemas vocálicos poseen particularidades distintivas
7:1
En las lenguas en que las unidades prosódicas son exclusivamente vocales,
lita piirticulnridades prosódicas se asocian aparentemente con las particularidades vowel triangle and open-closed theories", Proceedings of the Second International
vocillcai. Pero en todo caso forman siempre un grupo especial, y no deben ser Congress of Phonet. Sciences, págs. 198 y sigs.
75
< uiif imilidns un la sistemática de las particularidades fonológicas con las particula- En consecuencia, debe evitarse la suposición de que tales circunstancias se
i M//H/ÍVV ¡u o/)i/i.s de la calidad de vocal. dan en los períodos reconstruidos, como lamentablemente ocurre a menudo.
76
VI Vcimxo oii especial, sobre este tema, los interesantes trabajos de G. O. Russel Para lo que sigue, c/., del autor, "Zur allgemeinen Theorie der phonologischen
"Tlm Vciwol" y "Speech and Voice", Nueva York, 1931, y el resumen "Synchron- Vokalsysteme", TCLP, I, págs. 39 y sigs. Téngase en cuenta, sin embargo, que
i/cil Xniy, oüfilloKruph, sound and movie experiments, showing the fallacy of este artículo está ya envejecido y ha sido superado en muchos aspectos.
88 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 89

de grado de apertura, pero en cambio, las particularidades distintivas ción o de timbre de los fonemas vocálicos tienen poder distintivo. En
de localización se presentan en todos los fonemas, salvo el de grado los sistemas triangulares las oposiciones distintivas basadas en parti-
máximo de apertura, de modo que este fonema se encuentra fuera de cularidades de localización o de timbre existen solamente en los fone-
las oposiciones de localización. Dentro de estos tipos fundamentales se mas de apertura no máxima, en tanto que en los sistemas cuadrangu-
pueden establecer también subtipos teniendo en cuenta el número de lares aparecen en los fonemas de todos los grados de apertura. La dife-
grados de apertura o de plenitud vocálica y de clases de localización rencia entre ambos tipos de sistema vocálico consiste solamente en esto.
o de timbre y la relación lógica existente entre los diversos tipos de En rigor sólo hay dos oposiciones de localización: una oposición entre
particularidades distintivas. vocales labializadas y vocales no labializadas (oposición de participación
de los labios) y una oposición entre vocales posteriores y vocales ante-
B) PARTICULARIDADES DE LOCALIZACIÓN O DE TIMBRE riores (oposición de posición de la lengua) 77. Pero estas oposiciones
pueden aparecer con capacidad distintiva tanto independientemente
Hay lenguas en las que estas particularidades de las vocales no como combinadas, de lo que resultan distintas clases de localización o
poseen valor distintivo, puesto que están automáticamente condiciona- de timbre. Lógicamente, son posibles las siguientes ocho clases: labia-
das por el contexto fónico. Es el caso, por ejemplo, del adyghio, en el lizadas, no labializadas, anteriores, posteriores, labializadas anteriores,
que se distinguen tres fonemas vocálicos: el fonema cerrado "a", que se labializadas posteriores, no labializadas anteriores y no labializadas pos-
realiza como u en la vecindad de guturales labializadas, como ü entre teriores. Estas ocho clases de timbre aparecen de hecho en diversas len-
dos labiales o tras sibilante labializada, como ui tras velar posterior no guas. Pero en un mismo sistema pueden existir como máximo sólo
labializada, como i tras palatal, y como vocal cerrada indeterminada a cuatro de estas clases. Teniendo en cuenta esto, los sistemas triangula-
en todas las demás posiciones; el fonema semiabierto "e", que se realiza res y cuadrangulares pueden ser divididos en sistemas de dos, de tres
como o tras gutural labializada, como ó tras sibilante labializada o entre o de cuatro clases. Acústicamente, las vocales labializadas son más
labiales, como a tras laringal o velar posterior no labializada, y como e oscuras que las no labializadas y las anteriores más claras que las
o como vocal abierta indeterminada é en todas las demás posiciones; y posteriores. En todo sistema vocálico de varias clases debe existir por
finalmente el fonema abierto "a", que se realiza ligeramente labializado lo tanto una clase caracterizada por el timbre más oscuro y otra carac-
entre dos labiales, como á entre palatales, y como 5 larga en los demás terizada por el timbre más claro, las cuales serán designadas extremas
casos. La duración de estas vocales está en relación con su grado de ya que entre ellas podrán existir, eventualmente, una o dos clases
apertura: "a" es la más larga, "e" es algo más breve (esta diferencia de medias.
cantidad es claramente perceptible tras laringal o velar posterior no Para los sistemas de dos c/ases se presentan tres posibilidades: o bien
labializada) y "a" es la más breve y tiene tendencia a desaparecer. Se posee capacidad distintiva sólo la oposición de posición de la lengua, o
presentan también ü, o, § y 7 largas, pero sólo como variantes facultativas sólo la oposición de participación de los labios, o, en fin, ambas oposicio-
de los diptongos "ew", aw", "e;" y "a;". Una situación semejante se da nes aparecen combinadas. En el primer caso se oponen vocales posterio-
en abjás, en el que, sin embargo, la realización del fonema vocálico semi- res y vocales anteriores, y la participación de los labios es fonológica-
abierto es más uniforme: aparece como e sólo en la vecindad de ;', como mente no pertinente; en el segundo caso se oponen vocales labializadas
o sólo ante w en sílaba cerrada, y siempre como a en los demás casos, y vocales no labializadas, y la posición de la lengua es fonológicamente
diferenciándose de la vocal de apertura máxima, sobre todo por su no pertinente; en el tercer caso, en fin, se trata de una oposición distin-
duración más breve. Según todas las probabilidades el sistema vocálico tiva entre vocales labializadas posteriores y vocales no labializadas
del ubyjio se basa también sobre el mismo principio. Los fonemas anteriores, y las particularidades de timbre de los fonemas vocálicos
vocálicos con grado de apertura fonológicamente determinado y locali- son indisociables, de tal modo que no se puede hablar en rigor, de
zación no pertinente serían una particularidad de las lenguas del vocales labializadas posteriores y no labializadas anteriores, sino sólo
Cáucaso occidental. Que aparezcan o no sistemas vocálicos "lineales" de vocales de oscuridad máxima y vocales de claridad máxima. Es
semejantes en alguna otra parte, es algo que el estado actual de las evidente que en el primero y segundo casos existen oposiciones lógica-
investigaciones fonológicas en el mundo no permite afirmar. Por lo que mente privativas y en el tercer caso en cambio, oposiciones lógica-
sabemos, en ciertas lenguas aparecen sistemas lineales como sistemas mente equipolentes.
parciales, sobre todo en ciertas lenguas finougrias y turcas, en las que el En la mayoría de los sistemas cuadrangulares de dos clases se
vocáTismo de la primera sílaba es más rico que el de las otras (véase presentan en forma pura los dos primeros casos, es decir, la correlación
más adelante). 77
Estas denominaciones pueden ser mantenidas, con las restricciones ya men-
En la gran mayoría de las lenguas las particularidades de localiza- cionadas, mientras no se creen para estos conceptos términos acústicos satisfactorios.
'MI LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 91

de posición de la lengua y la correlación de participación de los labios. rior labializado y otro anterior no labializado son extremadamente
Todo depende en estos sistemas de la manera en que se realizan los raros. Las diversas particularidades de timbre, en los sistemas de este
dos fonemas vocálicos con grado de apertura máximo. Si son ambos tipo, no pueden analizarse: los fonemas vocálicos se dividen en dos
no labializados, uno de ellos debe ser una vocal posterior y el otro una clases de timbre, una de oscuridad máxima y otra de claridad máxima,
vocal anterior. De este modo la oposición de posición de la lengua se que se encuentran entre sí en relación de oposición lógicamente equi-
convierte también en los otros pares de vocales del mismo sistema en polente. Como ejemplo se puede mencionar el sistema vocálico del
una oposición proporcional bilateral. El que las vocales posteriores de dialecto usbek de la ciudad de Tashkent 80 :
grado de apertura no máximo sean labializadas no es, en cambio, esen-
cial desde el punto de vista del sistema. Para ejemplificar este tipo de o as
sistema cuadrangular de dos clases se puede mencionar el sistema vocá- o e
lico de los dialectos montenegrinos arcaicos, en que las "semivocales" u í
del antiguo eslavo se han convertido no en a (como ocurre generalmente
en serbo-croata) sino en un sonido as especialmente abierto (intermedio Esta relación de oposición lógicamente equipolente entre las dos clases
entre a y e) 78: de timbre, que en los sistemas cuadrangulares es, como hemos dicho,
a se extremadamente rara, es la más frecuente en los sistemas triangulares
de dos clases. Las vocales posteriores labializadas (de oscuridad máxi-
ma) y las vocales anteriores no labializadas (de claridad máxima)
forman oposiciones cuyos miembros son equipolentes y "polares", y el
En cambio, cuando la vocal "oscura" de apertura máxima es labia- fonema vocálico de apertura máxima a, que no participa de estas
lizada y su correspondiente una vocal no labializada pero no anterior, oposiciones, es una vocal posterior no labializada, es decir, que no per-
sólo es fonológicamente pertinente para este par de vocales la posi- tenece a ninguna de las dos clases de timbre en que se distribuyen
ción de los labios. Esto permite interpretar en igual forma la oposición los otros fonemas del mismo sistema vocálico. Como ejemplo clásico
de participación de los labios en todas las demás vocales del mismo puede mencionarse el conocido sistema vocálico del latín:
sistema, y considerar el carácter anterior de las vocales no labializadas
sólo como un fenómeno secundario, no esencial. Como ejemplo de un
sistema cuadrangular de este tipo podría mencionarse el sistema vocá-
lico del dialecto polaco de P4-aza (en la Pequeña Polonia occidental):
a a Sistemas triangulares parecidos (sólo, a veces, con distinto número de
o e grados de apertura) aparecen en lenguas de todas partes del mundo.
Sólo en escasas ocasiones ocurre que en un sistema triangular de
ú y dos clases únicamente la correlación de participación de los labios o
u la correlación de posición de la lengua posean fuerza distintiva y que
Los sistemas cuadrangulares de dos clases en los cuales el grado la relación entre las dos clases de timbre sea por lo tanto una relación
de apertura máximo está representado por un fonema vocálico poste- lógicamente privativa. Esto puede inferirse, o de la realización de los
fonemas vocálicos, o de las circunstancias en las cuales se neutralizan
7 K Cí. M. Reíetar, "Der stokavische Dialekt" (Schriíten der Balkankom- las distintas oposiciones. Como ejemplos de sistemas triangulares de
nii'.sion íler k. k. Akademie der W issenschaften in Wien). dos clases en los que sólo posee fuerza distintiva la correlación de
7 >
"- Cí. P. Jaworek en Materyafy i prace komisji jgzykowej, VII. Se entiende participación de los labios, pueden mencionarse los sistemas vocálicos
por i" un sonido intermedio entre u y o, y por y una vocal de la serie media que
por su (>rado de apertura se encuentra entre /' y e; o y e son cerradas ante nasal y del ruso, del archino y del ostiak. En ruso, la posición anterior o pos-
. l i u i ' i l i i s en los demás casos. El hecho de que en este sistema sólo posee fuerza terior de la lengua durante la realización de los fonemas vocálicos está
distintiva la correlación de participación de los labios influye también en la reali- condicionada pdr el contexto fónico: entre dos consonantes palatali-
zución de los distintos fonemas. Por ejemplo, y no es una vocal anterior, sino zadas, "ü", "á", "e" e "i" se pronuncian como vocales anteriores (o, a,
u n . > vocal no labializada de la serie media; o y ñ presentan, especialmente tras
gutural o labial y en comienzo de palabra, un sonido u protético, etc. En muchos é, i), e incluso "u", en esta posición fónica, se desplaza hacia adelante
dialectos polacos con sistemas vocálicos de estructura semejante el elemento de
I . l , i . i l i / . i , ii.n se halla, en las vocales labializadas, por así decir separado, de modo 80
E. D. Polivanov, Uzbekskaja dialektologija i uzbekskij ¡iteraturnyj jazyk,
i|iu- estas vocales se realizan en forma de diptongo: Su, ue, uy. Taskent, 1933, pág. 14.
92 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 93

(aunque no tanto como las otras vocales); en cambio, tras las conso- fuerza distintiva la correlación de posición de la lengua, puede mencio-
nantes no palatalizadas (que son fonéticamente velarizadas), "u", "o" narse el sistema vocálico japonés. En él la correlación de palataliza-
y "a" se realizan como vocales de la serie posterior, "i" como vocal de ción consonantica (es decir, la oposición entre consonantes palatali-
la serie semi-posterior (iu), e incluso "e", en esta posición, es pronun- zadas y no palatalizadas) se neutraliza ante las vocales anteriores e y i
ciada por algunos rusos como vocal de la serie media. Para las vocales pero se mantiene ante las vocales posteriores u, o y a. Por esta razón
rusas la posición anterior o posterior de la lengua es, pues, fonológi- e y i se oponen a las otras vocales; es decir, que las vocales del japonés
camente no pertinente: la pertinencia fonológica recae con exclusividad se dividen en anteriores y posteriores, en tanto que la participación de
en la correlación de participación de los labios de los fonemas vocáli- los labios es no pertinente para su clasificación y en consecuencia tam-
cos81. En archino (lengua caucásica oriental del Daghestán Central) poco su contenido fonológico85. Por consiguiente, el sistema vocálico
existe una "correlación de labialización" consonantica, esto es, ciertas japonés y el sistema vocálico archino antes mencionado (a, e, i, o, u)
consonantes se dividen en labializadas y no labializadas. Esta corre- son fonológicamente muy distintos a pesar de su aparente similitud,
lación se neutraliza tanto ante las vocales labializadas u y o como puesto que uno tiene como fundamento fonológico sólo la correlación
tras ellas82. Por esta razón estas vocales se oponen a las demás voca- de posición de la lengua y el otro sólo la correlación de participación
les del sistema archino, las no labializadas a, e y i; es decir, que las de los labios.
vocales se dividen en labializadas y no labializadas, en tanto que la Los sistemas vocálicos de tres clases contienen, además de las
posición anterior o posterior de la lengua aparece como no pertinente dos clases "extremas" de localización, una clase "media" cuyos compo-
para la clasificación de los fonemas vocálicos y en consecuencia tam- nentes se realizan fonéticamente como vocales no labializadas poste-
bién para su contenido fonológico83. En ostiak (más precisamente en riores (o centrales) o como vocales labializadas anteriores (o centra-
el dialecto kasim del ostiak septentrional, elevado actualmente a la les). Muy a menudo la clase de localización media está representada
categoría de lengua literaria) existe, en sílaba inicial de palabra, un por vocales labializadas anteriores. La relación de la clase de locali-
sistema triangular de dos clases: zación media con las clases extremas no es la misma en todas las
a
lenguas. La existencia de una clase de localización media, en parte
, • > •••• ^ „>•; A ;*.. %v, Vr*»' ' <« f ^ * í-v * >' dificulta y en parte facilita el análisis de los complejos de particula-
ridades que se presentan en las clases extremas.
Cuando la clase de localización media de un sistema vocálico de
tres clases consiste en vocales labializadas anteriores, puede relacio-
narse estrechamente, según la lengua, con una u otra de las clases
en tanto que en las demás sílabas aparecen sólo las vocales no labiali- de localización extremas del mismo sistema. Esta relación estrecha
zudas (i, e, F y a) 84. En otras palabras, la correlación de localización con una de las clases extremas se manifiesta principalmente en la posi-
se neutraliza en esta lengua en sílaba no inicial y las vocales no labia- bilidad de neutralización de las oposiciones correspondientes. Así, por
lizadas representan al archifonema de la oposición correspondiente ejemplo, en finés, las oposiciones y (= ü) -u, ó-o y á-a son neutraliza-
(u-i, o-e, O-F). Y como en este caso es evidente que la elección del bles puesto que y, ó y a no pueden hallarse tras una sílaba con u, o o a
archifonema está condicionada interiormente, en los pares u-i, o-e y O-F y, a la inversa, u, o y a no son admitidos tras una sílaba con y, ó o á.
las no labializadas i, e y £ deben ser consideradas como miembros no Las oposiciones u-i, y-i, o-e y ó-e, en cambio, no son neutralizables. En
i liare;» dos y, en consecuencia, el redondeo de los labios debe ser consi- otras palabras: son neutralizables sólo las oposiciones entre vocales
derado como la marca de correlación fonológica pertinente. posteriores y anteriores de igual grado de apertura, en tanto que las
Como ejemplo de sistema triangular de dos clases donde sólo posee oposiciones entre vocales labializadas y no labializadas de igual grado
H1
Esto tiene como consecuencia el que en la pronunciación de o el redondeo de apertura son constantes. Tras una sílaba con u, y, o, ó, a o á no
<!<> los labios se separa y forma un elemento particular: de allí la pronunciación hay pues, en finés, sino cinco vocales posibles, a saber:
, mi . l i | . i m i | ' . i ( l a <le "o" en ruso, especialmente en las mujeres: o«, uj,ut'.
- Del autor, "Die Konsonantensysteme der ostkaukasischen Sprachen", a
CaucMJca, VIII, 1931, pág. 44. tras vbcal u, o o a: o e
1:1
Con esto se relaciona el que la posición de la lengua en u, o y a, en deter-
minad»» contextos fónicos (a saber, en la vecindad de h o de 6) sea llevada hacia u i
mli'hmtr; el. A. Oirr, "Aríinskij jazyk", Sbornik materialov dl'a opisanija mestnos-
85
ífj i /tlt'iiii*n Knvknza, XXXIV, pág. 1. En estas condiciones se comprende muy bien por qué la u japonesa se reali-
K1
V. K. S l c j i í i c , " C h a n t y j s k i j (ost'ackij) jazyk", Jazyki i pis'mennost' za tan a menudo (según parece, la mayoría de las veces) sin ningún redondeo de
iiiinulin- .SVvor/i, I, l')37, págs. 200-201. los labios.
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 95

cer una relación especialmente estrecha entre esta clase media y ningu-
tras vocal y, ó o á: na de las extremas. Así, por ejemplo, en alemán literario, en holandés,
en francés, en noruego, en sueco y en danés, las tres clases de localiza-
ción se oponen entre sí como términos equivalentes y, por lo que sabe-
Muy diferente es la distribución de las clases de timbre en un sistema mos, tampoco hay fundamento alguno para suponer una relación más
vocálico de tres clases como el polabio 8G. En polabio existió la corre- estrecha entre la clase de localización media y una de las clases extre-
lación de palatalización consonantica; pero esta correlación de palata- mas en albanés septentrional, en estonio, en zyriano 88 o en anamita 89.
lización consonantica se neutralizaba ante todas las vocales anteriores Lo mismo ocurre en kiurino (llamado actualmente lesghe), donde las
y ante la vocal de apertura máxima a que se encontraba fuera de las oposiciones a-e y u-i no son neutralizables pero sí, en ciertas posicio-
clases de timbre, con lo que las vocales posteriores u, o y a tomaban nes, las oposiciones ü-u y ü-i (la ü acentuada no puede hallarse en una
una posición especial en el sistema. Las oposiciones entre las vocales sílaba que siga a otra con u o con i, y la u y la ¿ acentuadas no son
posteriores y las vocales anteriores de igual grado de apertura eran por su parte admitidas tras una sílaba con ü ) : la relación de la clase
constantes (no neutralizables); por el contrario, las oposiciones entre de localización media con cada una de las clases extremas es igual-
vocales anteriores labializadas y no labializadas de igual grado de mente estrecha 9".
apertura (ii-i, ó-e) eran neutralizables tras v o ; y los archifonemas En los sistemas vocálicos de tres clases hasta aquí considerados, la
estaban representados por las vocales no labializadas í y e. De este clase de localización media está representada por vocales labializadas
modo la clase de localización media estaba estrechamente vinculada anteriores. Mucho más raros son los sistemas donde la clase de loca-
con la clase anterior. Existía una cierta jerarquía entre la correlación lización media incluye vocales no labializadas posteriores (o centrales):
de posición de la lengua y la correlación de labialización: como ejemplos pueden mencionarse el rumano, el siamés!)1, el votiak
("udmurt") 92, etc. También en los sistemas de este tipo existe a veces
labializadas una relación más estrecha entre la clase de localización media y una
vocales posteriores - vocales anteriores ; de las extremas. Así, por ejemplo, en el dialecto sorabe jariental de
[ no labializadas Muskau (vendo de Lusacia oriental) descripto por L. V. Scerba 93 , la
de lo que resultaba que la participación de los labios era fonológica- oposición entre las vocales de la clase de localización media y las de
mente no pertinente para las vocales posteriores 87. Gráficamente esto la clase anterior se neutraliza tras consonante lingual no gutural (es
puede representarse así: decir, tras dental, palatal, sibilante, rol); tras d, t, n, 1, r, s, z, y c
aparecen las vocales^medias no labializadas / (é en la transcripción de
Scerba) y e (ae de Scerba), pero tras í', c', z', s', n', /', r' y j aparecen
a e las vocales anteriores / y F (en tanto que, por ejemplo, tras labial
o o, e pueden aparecer, con función distintiva, tanto ii y e como i y é). Las
vocales de la clase de localización media se hallan por lo tanto en
u ü, i relación más estrecha con las de la clase anterior (de claridad máxi-
Los sistemas vocálicos de tres clases como el finés y el polabio, en los ma). Sin embargo, parece que tales relaciones se presentan sólo rara-
que la clase de localización media está vinculada estrechamente con mente en los sistemas vocálicos de tres clases con clase media no
una de las clases extremas, de modo que existe en ellos una cierta labializada.
jerarquía entre las correlación de participación de los labios y la corre- En lo que se refiere a los sistemas vocálicos de cuatro clases, se
lación de posición de la lengua son, según parece, relativamente raros.
En la mayoría de los sistemas de tres clases cuya clase media está 8íi
Ci. G. S. Lytkin, "Zyr'anskij kraj pri episkopack permskich i zyr'anskij
representada por vocales anteriores labializadas, no es posible estable- jazyk", Spb. 1889.
x9
A. Bouchet, Cours élémentaire d'annamite, Hanoi-Haiphong, 1908.
Hli !)u
(7. del autor, Polabischen Studien, págs. 128 y sigs. P. K. Uslar, Etnografija Kavkaza, c. 1: "Jazykosnanije", vyp. 6: "K'urinskij
K7
De esto dependen ciertas particularidades de la realización de los fonemas jazyk", Tifus, 1896.
... ,1 i l f l p u l . i h i n . l'or ejemplo, la « del polabio parece haber sido pronunciada •'1 W. Trittel, Einführung in das Siamesische, Lehrb. d. Semin. í. oriental.
romo vocal sin labialización (cf., del autor, Polabische Studien, págs. 42 y sigs.); Sprachen zu Berlín, XXXIV, 1930.
pin u i i a p a i l e , íi y o eran pronunciadas con "labialización despareja", es decir, !I
3 Cf. A. J. Emeljanov, Grammatika vot'ackogo jazyka, Leningrado, 1927.
i us un ui v i«', con lo que se destacaba especialmente el elemento de labiali- 1|:!
/ . i i M n i (<•/. il>id.t p.'ifís. 50 y sigs). Cí. V. L. Scerba, Vostocnoluiickoje narecije, 1915.
.)6 LA FUNCIÓN FÓNICA D I S T I N T I V A Oposiciones fónicas distintivas 97

presentan mucho más raramente que los de tres clases. Como ejemplo C) PARTICULARIDADES DE GRADO DE APERTURA
puede citarse el sistema siguiente: (O DE PLENITUD VOCÁLICA)
o a o a Hemos mencionado con anterioridad los llamados "sistemas vocá-
u IU ü i licos lineales", cuyos miembros poseen solamente particularidades de
grado de apertura y ninguna particularidad de localización (o de tim-
que aparece en muchas lenguas turcas. En aquellas que aplican con- bre). Cabe preguntarse ahora si existen sistemas vocálicos cuyos miem-
secuentemente la llamada "armonía vocálica" el sistema vocálico aquí bros, a la inversa, posean sólo particularidades de localización y ningu-
citado existe como tal (es decir, con plena validez fonológica) sólo en na particularidad de grado de apertura. J. van Ginneken cree poder
sílaba inicial de palabra, en tanto que en ¡as demás sílabas las oposi- responder afirmativamente a esta pregunta y menciona como ejemplo
ciones de localización se neutralizan; las particularidades de localiza- el sistema vocálico del lakke (lengua caucásica oriental del Daghestán
ción de las vocales de las sílabas no iniciales están regidas por la vocal Central) y el "asirio-babilónico de las inscripciones aqueménidas"9'7.
de la sílaba precedente. Entre los sistemas de cuatro clases debe con- Sobre este último ejemplo no se puede, en suma, aportar ningún juicio,
tarse también el del cheremisio oriental !H , en el cual las vocales de puesto que se trata de una lengua muerta. En lo que respecta al lakke,
grado de apertura mínimo presentan cuatro clases de localización, las puede demostrarse de manera positiva que los fonemas vocálicos de
de grado de apertura medio, tres, y las de grado de apertura máximo, esta lengua no poseen solamente particularidades de localización, sino
sólo dos, de modo que el sistema completo comprende nueve fonemas también particularidades de grado de apertura. Es cierto que las tres
vocálicos. La correlación de posición de la lengua es neutralizable en vocales del lakke se realizan, en la mayoría de las posiciones fónicas,
todos los pares de vocales, pero la correlación de participación de los como u, a e i, lo que lleva a van Ginneken a suponer que se trata de
labios lo es sólo en las vocales de grado de apertura mínimo !l:> . Así una "vocal posterior labializada en general', de una "vocal posterior no
pues, este sistema vocálico podría ser representado mediante el siguien- labializada en general" y de una "vocal anterior no labializada en
te esquema (en el que se conserva la transcripción empleada en general", respectivamente. De este modo el grado de apertura de estas
Anthropos): tres vocales sería fonológicamente no pertinente. En la vecindad de
las consonantes enfáticas palatalizadas, sin embargo, la realización de
estas tres vocales cambia: "u" se realiza, en esta posición, como ó, "i"
como e y "a" como á m. No existe, por lo tanto, en esta posición, otra
oposición entre "i" y "a" sino la de grado de apertura. De la comparación
Hay también, sin embargo, sistemas vocálicos de cuatro clases, donde de las dos variantes de cada fonema vocálico del lakke surge, pues, que
las oposiciones de localización son todas no neutralizables, de modo para "a" es esencial únicamente el grado de apertura, en tanto que para
que las cuatro clases de localización son completamente autónomas y "u" y para ''/'" son fonológicamente pertinentes el grado de apertura y,
equivalentes entre sí. A este tipo parece pertenecer el sistema vocálico además, una determinada particularidad de localización (a saber: la
del ostiak-samoyedo (actualmente "selkup") !l(i : labialización para "u" y la ausencia de labialización para "/"). El lakke,
pues, de ningún modo puede ser invocado como prueba de la posibi-
lidad de sistemas vocálicos sin particularidades de grado de apertura.
a as Lo dicho para el lakke se aplica en general a las otras lenguas que
.i e e poseen un sistema vocálico de tres miembros del tipo "u- a -i" 99 . En
w y i árabe existe entre / y a una clara oposición de grado de apertura, pues-

cu el que ninguna oposición es neutralizable. issled. As&ociacija Instituía Narodov Severa, Trudy po lingvistike, IV, vyp. I,
Leningrado, 1935.
'•" Cl. O. Beke, "Texte zur Religión der Osttscheremissen", Anthropos, XXIX, 97
J. van Ginneken, De ontwikkelingsgeschiedenis van de systeme der mens-
chelijke taalklanken, Amsterdam, 1932, pág. 5.
La neutralización tiene lugar en las sílabas no iniciales y la elección del 98
C/. P. K. I/slar, Etnografija Kavkaza, c. I: "Jazykoznanije", vyp. IV:
untante del archifonema está condicionada exteriormente (por la vocal de la "Lakskij jazyk", Tiflis, 1890, págs. 4-5, donde, sin embargo, la descripción de la
precedente): por ejemplo, tras sílaba con u, o, a o 5 aparece a como vocal pronunciación de las vocales es extremadamente confusa; nuestras indicaciones se
< l r ti • i l i i r ; i máxima; tras sílaba con ü, 6, o á sólo puede aparecer a como vocal de basan en observaciones personales. Debe señalarse, además, que las letras á, e y o
iru m:ixima; tras sílaba con e o /' la vocal de apertura máxima está repre- son empleadas en forma totalmente convencional.
ii por .i, t>tc. 9
Lo cual, por otra parte, van Ginneken no parece negar: el. o. c., pág. 6,
' ( ' / . ü. N. Prokofjev, "Sel'kupskij (ost'acko-samojedskij) jazyk", Naucno- donde da como ejemplos de s i s t e m a s t r i a n g u l a r e s los del árabe y del persa
moderno.
•)K LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA
Oposiciones fónicas distintivas 99
to que "a", cuando no está en la vecindad de las "consonantes enfáti-
Toda lengua posee, por lo tanto, un sistema vocálico en el que
cas", se realiza la mayoría de las veces como vocal anterior; tras conso-
aparecen oposiciones de grado de apertura. Y de igual modo que
nante enfática, "a" suena "oscura", de modo que en esta oposición
todos los fonemas vocálicos con iguales particularidades de localización
forma una oposición de grado de apertura más bien con "u". La "a"
forman, dentro de un sistema vocálico dado, una "clase de localización",
del árabe se realiza como vocal posterior o semiposterior (como la a
todos los fonemas vocálicos con el mismo grado de apertura ( — grado
de la palabra inglesa íather "padre") ante consonante enfática; pero en
de plenitud vocálica) constituyen, dentro de este sistema, un "grado
esta posición también la "i" breve se pronuncia como / media-posterior,
de apertura" o "grado de plenitud vocálica". En consecuencia, los
de modo que también aquí existe entre "a" e "i" una oposición de grado
sistemas vocálicos pueden dividirse no sólo en sistemas "de una clase"
de apertura 10°. Para los fonemas "u", "a" y "i" del árabe deben, pues,
(lineales), "de dos clases", "de tres clases" y "de cuatro clases", sino
ser admitidas las mismas particularidades fonológicas qu& para los tres
también en sistemas de dos grados, de tres grados, de cuatro grados, etc.
fonemas vocálicos del lakke ya mencionados. En persa moderno, "a'
larga se pronuncia normalmente labializada, en tanto que "a" breve se Los sistemas vocálicos de dos grados no son raros. Ya hemos men-
ha convertido en á. Existe en consecuencia, en este caso, -una oposición cionado los sistemas del lakke, del árabe y del persa moderno. Son
de grado de apertura entre a larga y la vocal correspondiente de oscu- éstos sistemas triangulares de dos grados (y de dos clases); esque-
ridad máxima ( u ) y entre á breve y la vocal correspondiente de clari- máticamente:
dad máxima (e) 1()1. Lo mismo ocurre en otras lenguas que poseen una
única vocal de "oscuridad máxima", una única vocal de "claridad
máxima" y una única vocal "neutra" en cuanto a la localización. El
fonema vocálico neutro es a la vez mucho más abierto que los otros
dos. Ahora bien, en tanto que entre la vocal de "oscuridad máxima" Al mismo tipo pertenecen también otros sistemas vocálicos como, por
y la vocal de "claridad máxima" existe realmente sólo una oposición ejemplo, el sistema del tlingit, el del haida (América del Norte) 102 y
de localización, estas dos vocales se hallan con respecto al fonema el del persa antiguo. Pero hay también sistemas cuadrangulares de dos
vocálico "neutro" en oposición de grado de apertura, lo cual es parti- grados como, por ejemplo, el sistema vocálico de la lengua tonkawa
cularmente evidente en ciertas posiciones fónicas. (Texas) 103, que posee dos clases de localización: anterior y posterior;
Así pues, no hay ningún sistema vocálico que carezca de oposicio- las vocales de la clase posterior se realizan más abiertas que las voca-
nes pertinentes de grado de apertura. Ciertamente, esto es válido sólo les anteriores correspondientes, de modo que desde el punto de vista
para los sistemas tomados en conjunto: en los sistemas parciales, es fonético no existe ninguna simetría:
decir, los que en una lengua dada existen sólo en determinadas posi-
ciones fónicas, se da la ausencia de oposiciones distintivas de grado de
apertura. Así, en ruso, por ejemplo, aparecen en sílaba pretónica tras
consonante palatalizada o tras c, s o z sólo dos fonemas vocálicos: i y ü,
cuyo contenido fonológico se compone, en esta posición especial, exclu- Un sistema cuadrangular de tres clases y dos grados de apertura se
sivamente de las particularidades de localización (j es no labializada y presenta, por ejemplo, en kiurino (lesghe) 104:
ü labializada). Este sistema parcial no existe, sin embargo, en forma
independiente, sino sólo en unión con el otro sistema parcial que u i
aparece en las otras sílabas no acentuadas (compuesto de u, a y ?) y a ü e
con el sistema propio de las sílabas acentuadas, los cuales presentan,
tanto uno como el otro, no sólo oposiciones de localización, sino tam- Como ejemplo de sistema cuadrangular de cuatro clases y dos grados se
bién oposiciones de grado de apertura.
11111
102 Ver acerca de estas dos lenguas J. R. Swanton en BuIIetin oí the Bureau
Cf. W. H. T. Gairdner, The Phonetics of Arable (The American University oí American Ethnology, XL ( = Handbook of American Indian Languages, I).
<>l duro Oriental Studies), Oxford University Press, 1935, capítulos VI ("The 103
Cí. H. Hoijer en Handbook of American Indian Languages publicado por
Vowels Described") y VII ("Influence of Consonant on Vowels"). la Universidad de Chicago, III.
1111
Por lo demás, la diferencia de calidad de las vocales largas y breves es 104
Más exactamente en la actual lengua literaria lesghe y en el dialecto
I n n marrudu en el persa moderno, que se podría estar inclinado a suponer un estudiado por P. K. Uslar (Etnografija Kavkaza I, "Jazykoznanije", vyp. VI:
I I I M C . I rilemn cundrangular de seis fonemas vocálicos (u, o, o, ae, e, i) y a consi- "K'urinskij jazyk", Tifus, 1896), donde o es sólo una variante combinatoria de
d n a i la cunlidud de u ( : ) , a ( : ) y i ( : ) como no esencial. Por cierto que esto u y á es en parte una variante combinatoria de e y en parte representante del
« « • i l a i i . i i-ii contradicción con los principios de la métrica persa. .;„..,. . . > archifonema de la oposición a-e ante oclusiva.
100 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 101

puede utilizar el ya mencionado sistema vocálico que aparece en muchas te grande en las lenguas de distintas partes del mundo. Podemos
lenguas turcas: mencionar como ejemplo el sistema triangular del italiano:
u a ó a
u iu ü i
Es evidente que en todos los sistemas vocálicos de dos grados, la oposi-
ción de grado de apertura puede ser considerada como una oposición
lógicamente privativa: "abierta-no abierta" o "cerrada-no cerrada". :. .. . . . ../. •
' '\
•• - ' , ' . . . , ' .
"
U 1
'
Pero puesto que esta oposición de grado de apertura, según parece por y el ya mencionado sistema cuadrangular de muchos dialectos polacos:
lo que sabemos, nunca es neutralizable, no llega nunca a ser una oposi-
ción efectivamente privativa 105. a a
La mayoría de las lenguas presentan sistemas vocálicos de tres o e
grados. El sistema triangular de dos clases y tres grados: o
u y
a u
o e
Aquí también, como en general en todos los sistemas vocálicos de más
u i de dos grados, las distintas oposiciones de grado de apertura son oposi-
existe, con distintas realizaciones, en numerosas lenguas de todo el ciones graduales. Cuando hay entre ellas oposiciones neutralizables, se
mundo: en Europa podemos mencionar el griego moderno, el serbo- producen relaciones especiales. Por ejemplo, cuando la oposición entre
croata, el checo, el polaco (literario); en la Unión Soviética el ruso los dos grados de apertura medios es neutralizable, esta oposición pierde
su carácter gradual y se convierte en privativa. La "marca" es, en este
(literario), el erza-mordwino, el georgiano, el avar, el ande, el archino, caso, o bien el "carácter cerrado", o bien el "carácter abierto"; de qué
el samoyedo-tavgi ("nganasane"); en Asia el japonés, el tamil; en clase sea, depende del miembro de la oposición que representa al archi-
África el lamba, el shona, el zulú, el ganda, el chichewa; en América el fonema. Existe, por ejemplo, en el dialecto escocés de la isla de Barra
maya, etc. Pero tampoco son raros los sistemas triangulares de tres (Hébridas) 106, un sistema vocálico de cuatro grados sólo en la primera
clases y tres grados. Entre los sistemas cuadranglares podría mencio- sílaba de la palabra; en las demás sílabas las oposiciones medias o-o y
narse aquí el sistema vocálico del dialecto montenegrino citado ante- a-ae se neutralizan, de modo que en esta posición sólo aparecen las
riormente: vocales abiertas o y as: estas vocales deben ser consideradas por lo
a á tanto, como miembros no marcados de la oposición, y la correlación
o-o, a-ae debe ser designada como "correlación de cierre". En cambio,
cuando la oposición de apertura que se neutraliza incluye uno de los
grados de apertura extremos (es decir, el máximo o el mínimo), el
En todos los sistemas vocálicos de tres grados los distintos grados carácter gradual de la oposición no cambia. En danés, por ejemplo, las
de apertura se encuentran entre sí en relación de oposición gradual. oposiciones u-o, y-ery i-e se neutralizan ante toda nasal trabada (lo mis-
La posibilidad de neutralización de una oposición fonológica dentro de mo que ante i|), y existe una clara tendencia a la neutralización de las
un sistema semejante se rige conforme a las reglas válidas para la mismas oposiciones también ante r 107 . Sin embargo, las vocales o, ó y e
neutralización de las oposiciones graduales, es decir, que, o bien el del danés no pueden ser consideradas como "u, y y i abiertas". La situa-
representante del archifonema es el término "extremo" de la oposición, ción se presenta distinta cuando todo el sistema vocálico se ve afectado
o bien su elección está condicionada exteriormente. por estas neutralizaciones. Un caso de este tipo se presenta en ibo
Notablemente más raros que los sistemas vocálicos de tres grados (lengua de Nigeria del Sud) loíi. Esta lengua posee un sistema vocálico
son los de cuatro grados. Aparecen, sin embargo, en un número bastan-
lll: 106 *
Cí. C. H. Borgstróm, "The Dialect of Barra in the Outer Hebrides", Norsk
' En kiurino (lesghe) ciertas oposiciones consonanticas se neutralizan en
líi vecindad de las vocales cerradas u, ü y i, y puesto que la neutralización llamada Tidskrift for Sprogvidenskap, VII, 1935.
107
ln inn.idü por el contexto" tiene lugar habitualmente en la vecindad del miem- A. Martinet, La Phonologie du mot en danois, París, 1937, págs. 17-19
b r o muí oído de una oposición (véase capítulo V, 2 D), se pueden considerar las (publicado también en el Bulletin de la Société de Linguistique de París, XXXVIII,
viiriili>s . i - i i . i i l . i s //, ¡i y /, en kiurino, como marcadas, y las abiertas a y e, como no 1937, fase. 2).
iTiuivmJus. Para el búlgaro, véase págs. 107 y sigs. 10» C/. I. C. Ward, An Introduction to the Ibo Language, Cambridge, 1936.
102 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 103

de dos clases y cuatro grados de apertura, y en ella son neutralizables, más complicadas que en la del ibo. De todos modos dichas reglas
por una parte, las oposiciones de grado de apertura entre las vocales suponen la siguiente estructura para todo el sistema (conservamos sin
de 19 y 29 grados y, por otra parte, las oposiciones de grado de apertura modificarla la transcripción de Sapir):
entre las vocales del 39 y 49 grados; esto tiene lugar de tal manera,
que se puede establecer la proporción " 1 : 2 = 3 : 4". Una palabra "claro" a 69 grado de apertura
puede contener solamente vocales de 1° o 3r- grados, o sólo vocales de "amplio"
29 o 49 grados, y todos los afijos (prefijos o sufijos) se rigen en cuanto [ "opaco" O E 59 grado de apertura
a esto por el vocalismo de la raíz. En este sistema todas las oposicio-
nes de grado de apertura son, por lo tanto, equipolentes 109: "claro" F 49 grado de apertura
"medio" J

C abierto o— a 49 grado de apertura i "opaco" . . . o e . . . 3r' grado de apertura


amplio "claro" o e . . 29 grado de apertura
I cerrado o—E 3r- grado de apertura "estrecho"'!
f abierto u—e 29 grado de apertura I opaco u i ¿ l r grado de apertura
estrecho í
1 cerrado u— i lr- grado de apertura En todo sistema vocálico la clase de localización de claridad máxi-
ma y la clase de localización de oscuridad máxima contienen siempre
Las palabras (o mejor dicho, las radicales o raíces) de esta lengua el mismo número de grados de apertura. Esto vale sin restricción para
pueden, pues, clasificarse en "palabras de vocal abierta" y "palabras de los sistemas cuadrangulares, en tanto que en los sistemas triangulares
vocal cerrada", y los afijos en "afijos de vocal amplia" y "afijos de vocal se agrega además la vocal de apertura máxima que se encuentra fuera
estrecha". Pero ninguna de estas clases puede ser considerada como de las clases de localización. Así, por ejemplo, un sistema cuadran-
marcada o no marcada. gular de cuatro grados debe contener cuatro vocales de oscuridad
Los sistemas vocálicos de cuatro grados son, como ya se ha dicho, máxima y cuatro vocales de claridad máxima, en tanto que un sistema
mucho más raros que los de tres grados. En cuanto a los sistemas triangular de cuatro grados sólo contiene tres vocales oscuras y tres
vocálicos de cinco grados, deben ser considerados como rarezas espe- claras y, además, la vocal de apertura máxima. En los sistemas cua-
ciales. En Europa existen sistemas semejantes en Suiza; por ejemplo, drangulares es frecuente que la neutralización de las diversas oposi-
en el dialecto de Kerenz, en el cantón Glarus110. En África, el fante ciones de grado de apertura tenga lugar simultáneamente en la clase
(sobre la Costa de Oro), parece poseer un sistema triangular de dos de localización de claridad máxima y en la clase de localización de
rl.-ises y cinco grados: u, U, o, o, e, e, I, i111. En el güeabo (Liberia) oscuridad máxima, de modo que el resultado es siempre un sistema
existe al parecer un sistema triangular de dos clases y seis grados, parcial "cuadrangular", aunque con un número menor de grados de
pero para ello la oposición entre vocales "claras" (bright) y "opacas" apertura. En los sistemas triangulares la neutralización de un grado
(muffled) en que se basa este sistema tendría que ser considerada de apertura determinado se produce o bien en las dos clases de locali-
como una oposición de grado de apertura 112. Existe en güeabo una zación "extremas", y en este caso resulta un sistema parcial igualmente
especie de "armonía vocálica" que supone la neutralización de las opo- "triangular", o bien sólo una de las dos clases de localización "extre-
siciones entre el 19 y el 29 grados de apertura, entre el 39 y el 49 y mas", y se tiene entonces un sistema parcial cuadrangular. Por ejem-
entre el S9 y el 6°. Las reglas de esta armonía vocálica son mucho plo, en ciertos dialectos del griego moderno la oposición entre el pri-
mero y el segundo grados de apertura del sistema triangular de dos
lll!l
Se puede observar que las vocales no labializadas se realizan mucho más clases y tres grados se neutraliza en sílaba no acentuada us, de modo
"iihii'it is" que las labializadas correspondientes, de modo que desde el punto de que en esta posición se forma un sistema triangular de dos grados:
\ i - . i . i ¡ 111 límente fonético este sistema no es simétrico. Ward transcribe la vocal
I . I . , .h, uln do 2" grado de apertura mediante e, pero nosotros nos hemos permitido
lonmpl i/iu este signo por U. en sílaba en sílaba no
111
('I. J. Winteler, Die Kerenzer Mundart des Cantón Glarus, Leipzig, 1876. acentuada acentuada
1
1 ' Cl. D. Westermann y I. C. Ward, Practical Phonetics íor Students oí
MI:, .ni l,iui(tuiiHes, Londres, 1933, págs. 172 y sigs. 113
1 C/. A. Thumb, Handbuch dei neugriechischen Volkssprache, pág. 6, y B.
' ' K Supir, "Notes on the Gweabo Language of Liberia", Language, VII, Havránek en Proceedings ot the [First] International Congress of Phonetic Scien-
I ' M I , imu». 31 y sigs.
ces, pág. 33.
104 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 105

Por el contrario, en los dialectos de la Gran Rusia septentrional, por Scerba), que posee una serie media no labializada, etc. Cuando
donde las sílabas acentuadas muestran también un sistema triangular la clase de localización media contiene menos grados de apertura que
de dos clases y tres grados, en sílaba no acentuada se neutraliza sólo cada una de las clases extremas, falta generalmente el fonema corres-
la oposición a-e (el representante del archifonema está condicionado pondiente a las vocales más abiertas de las clases de localización
exteriormente: tras consonante palatalizada es e, y tras consonante no extremas. De todos modos el grado mínimo de apertura, en los
palatalizada, a), de lo que resulta un sistema cuadrangular de dos sistemas de tres clases, parece estar representado siempre en forma
grados 114: completa (es decir, por tres fonemas vocálicos).
De lo dicho resulta que la clase de localización media de un siste-
a ma de tres clases puede también estar representada a veces por un
en sílaba en sílaba o a
o e fonema vocálico único, el cual debe presentar el mismo grado de
acentuada no acentuada g y
u i apertura que las vocales de apertura mínima de las clases de locali-
zación extremas. No faltan, en efecto, ejemplos semejantes. Se puede
mencionar el ya citado sistema vocálico del kiurino o lesghe:
Los ejemplos podrían multiplicarse fácilmente:
En los sistemas vocálicos de tres clases, la clase de localización a e
media no puede contener más fonemas que cada una de las clases
extremas. Un número igual de vocales en las tres clases se da prin- u ü i
cipalmente en los sistemas triangulares; un ejemplo es el sistema En griego medio existió un sistema triangular de tres grados en el que
mongol l l r ': la serie media estaba representada sólo por ü:

o o e a

u ü i o e
u ü i
En los sistemas cuadrangulares de tres clases, en cambio, la clase
de localización media contiene casi siempre menos fonemas vocálicos En tubatulabal (lengua americana del grupo shonshon de la fami-
que cada una de las clases extremas (c/. los sistemas vocálicos del lia uto-azteca) existe aún hoy un sistema análogo, con la diferencia de
finés y del kiurino o lesghe, ya citados). No es raro tampoco que que en lugar de ü aparece una i no labializada m. Y éstos no son por
aparezca la misma relación en un sistema triangular. Es el caso, por cierto los únicos casos de este tipo.
ejemplo, del sistema vocálico noruego 116 : La neutralización de las diversas oposiciones de grado de apertura
en los sistemas vocálicos de tres clases se produce según las mismas
a reglas que rigen para los sistemas de dos clases; pero incluso en los
á se sistemas parciales, la clase de localización media no puede contener
o 0 e más fonemas que cada una de las clases de localización extremas.
Ahora bien, como las oposiciones de localización son también frecuen-
u y i temente neutralizables, ocurre a menudo que al lado de un sistema
total de tres clases y de varios grados, existe un sistema parcial de
y I,imbien de los sistemas análogos, aunque realizados en forma distin- dos clases o incluso un sistema lineal de dos grados. Así, el sistema
ta del polabio, del anamita, del dialecto escocés de la isla de Barra, vocálico mongol de tres clases y tres grados mencionado arriba, existe
del dialecto sorabe oriental de Muskau mencionado arriba (descripto
como tal sólo en sílaba inicial:
"•< Cl. R. Jakobson en TCLP II, pág. 89.
Ml
Cl. A. V. Burdukov Rusko-mongol'skij slovar' razgovornogo jazyka, s pre-
ilmlitviimn i étnmmaticeskim ocerkom N. N. Poppe, Leningrado, 1935, y también o ó e
N N Poppe, Stroj chalcha-mongol'skogo jazyka ( = Stroj jazykov, cuaderno 3), u ü i
I . innriíido, 1'KiS, págs. 8-10.
1
"' (.'. H. Borgstróm, "Zur Phonologie der norwegischen Schriftsprache", Norsk 117
C. F. Voegelin, Tubatulabal Grammar (University oí California Publica-
l'nluhiill luí Spro/ividenskap, IX, 1937, pág. 251. tions in American Archeology and Ethnology, XXXIV, N"? 2, págs. 55 y sigs).
106 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA
Oposiciones fónicas distintivas 107

En sílaba no inicial precedida de sílaba con i se neutraliza la oposición


i/-ó y se produce de este modo el siguiente sistema parcial: encuentra con respecto a u y a i en simple oposición de localización
(bilateral, aislada), en tanto que la "vocal indeterminada" no se halla
en relación de oposición bilateral con respecto a ningún otro fonema
del sistema vocálico, y en todo caso, no participa en ninguna oposición
de localización propiamente dicha.
Muchas lenguas de distintas partes del mundo poseen una vocal
Finalmente, tras sílaba con vocal que no sea i, se neutralizan, por una indeterminada del tipo que acabamos de definir, y por cierto que tanto
parte, las oposiciones de localización u-ü, 0-6, ó-e y o-e, y, por otra en sílaba acentuada como en sílaba no acentuada. Esta vocal indeter-
parte, las oposiciones de grado de apertura o-a, ó-a y e-a, de donde minada puede ser larga o breve: la vocal de la palabra inglesa bird
resulta el siguiente sistema parcial: "pájaro" (en el inglés standard del Sur) se designa como vocal indeter-
minada larga. Sin embargo, muchas lenguas presentan la vocal inde-
A terminada sólo en los sistemas parciales que aparecen en las posiciones
118 fónicas en que se neutralizan varias oposiciones de grado de apertura
U I
y de localización.
Todo esto vale solamente para las vocales largas del mongol. En las De todo esto resulta que no debe considerarse a la vocal indeter-
vocales breves, cuando la sílaba precedente contiene í, se neutralizan minada como única representante de una clase de localización media,
todas las oposiciones de localización, de tal modo que aparece un siste- sino como un fonema vocálico que se encuentra fuera de las clases de
ma lineal de tres grados: localización. Por eso mismo, esta vocal indeterminada puede entrar en
a cambio en relación especial con la vocal de apertura máxima que carac-
e teriza a los sistemas triangulares, y que se encuentra, como ella, fuera
í de las clases de localización en un sistema triangular, y en ciertas
circunstancias, una vocal "indeterminada" puede pues convertirse en
Este sistema se reduce aún más cuando la sílaba precedente contiene "determinada", debido a que entra en relación de oposición bilateral
una vocal que no es ¿, ya que subsisten sólo dos fonemas vocálicos con "a". Un caso de este tipo aparece, por ejemplo, en búlgaro. La
breves: "i" y "e", adoptando este último la calidad de la vocal de la vocal indeterminada búlgara presenta aproximadamente el mismo
sil,-1 ha precedente. Se ha dicho con anterioridad que en los casos en grado de apertura que o y que e, pero no es labializada ni palatal.
que la clase de localización media de un sistema vocálico de tres clases Difícilmente podría admitirse una simple oposición de localización
está representada por un único fonema vocálico, este fonema presenta entre la a y la o búlgaras, o entre la a y la e. Pero bien podrían esta-
el grado mínimo de apertura y en este sentido forma grupo con las blecerse las proporciones o : a = u : a , e : a = i : a , y la proporción
vocales de apertura mínima u y í de las series de localización extremas. derivada de ellas u : o = i : e = a : a. Que esta última propor-
Esta regla se aplica sin excepción cada vez que se trate de una vocal ción corresponde a una realidad, lo demuestran las relaciones en las
anterior labializada: si existe en el sistema vocálico sólo un fonema sílabas no acentuadas (al menos en una parte de los tipos de pronun-
de esta clase, éste será siempre ü y nunca ó. Hay casos, sin embargo, ciación locales): en estas sílabas no se admiten o, e ni a, sino sólo u, i y
en que un sistema vocálico de varios grados, además de las vocales de a, es decir, que las oposiciones de grado de apertura u-o, i-e y a-*a se
las clases de localización extremas, contiene un fonema vocálico no neutralizan, pero se mantiene el carácter t r i a n g u l a r del vocalismo.
labializado que no pertenece a ninguna de estas clases de localización Gráficamente esto puede representarse así:
y que no presenta ni el grado máximo ni el grado mínimo de apertura. a
Puesto que este fonema vocálico sólo puede ser caracterizado negati- en sílaba en sílaba no a
vamente, es posible designarlo como "vocal indeterminada"m. Este acentuada 'a * acentuada u i
luncina no debe ser confundido con un representante único de una u i
clnse de localización media no labializada: un fonema semejante se En consecuencia, el sistema vocálico búlgaro sería un sistema triangu-
lar de tres clases'donde la clase de localización media se caracterizaría
11H
La realización de U y de A está condicionada por la calidad de la vocal por su carácter neutro, y por el mayor grado de apertura de sus
<li- l . i silaba precedente. U se realiza como u tras vocal posterior o a y como ü miembros 12°.
l u i s li, o o e. A se realiza como a tras u o a, corno o tras o, como e tras ü o e y
• m» i> tras o. Cf. N. N. Poppe, Stroj chalcha-mongol'skogo jazyka, págs. 10-11. 120
Cí. R. Jakobson en TCLP, II, pág. 78, y B. Havránek en Proceedings oí
I I " Cí. V. Brandal, "La Structure des systémes vocaliques", TCLP, VI, pág. 65. the [First] intern. Congress of Phonetic Sciences, págs. !¿8 y sigs.
108 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 109

El sistema vocálico búlgaro parece ser un caso bastante raro. En a


las otras lenguas conocidas que contienen una vocal indeterminada, no
se puede establecer entre esta vocal y "a" ninguna relación bilateral oa ea
especial, de modo que no existe ningún fundamento para incluir la o á e
vocal indeterminada y "a" en una clase especial de localización media. u i i
No se puede decir mucho respecto al número de grados de aper-
tura de los sistemas vocálicos de cuatro clases, puesto que estos siste- En el dialecto esloveno de Carinthia, al norte del Drave (dialecto
mas son, en general, extremadamente raros. Por lo que sabemos, nin- de los llamados Draucí) los diptongos na, ia, que son menos cerrados
guna de las clases de localización media puede contener en ellos más al final que al comienzo, se sitúan evidentemente entre u y o y entre i
grados de apertura que cada una de las clases extremas, de modo que y e, en tanto que oa y ea están, por supuesto, entre o y e por una parte
el número total de los fonemas de ambas clases de localización media y los fonemas de apertura máxima aya por la otra, de tal manera que,
no debe sobrepasar el número total de los fonemas de ambas clases en suma, existe un sistema cuadrangular de cinco grados 122:
extremas. El sistema vocálico del cheremisio oriental antes mencionado,
en el cual el grado de apertura más bajo está representado en las a a
cuatro clases de localización, el grado medio sólo en tres y el más alto oa ea
sólo en dos, es una prueba de que las dos clases de localización media o e
de un sistema de cuatro clases no debe contener necesariamente el
mismo número de grados de apertura. ia
Al estudio de las particularidades de los grados de apertura, está i
también muy estrechamente unido el difícil problema de la posición
Es más difícil clasificar los diptongos de valor monofonemático, cuando
dentro del sistema vocálico, de los diptongos considerados como mono- una parte es más abierta y la otra más cerrada que las vocales vecinas
fonemáticos. La situación se presenta en la forma más simple en casos
de grado de apertura media. Un caso tal se presenta en alemán (y en
como el de los sistemas vocálicos de los dialectos arcaicos del gran holandés). Los tres diptongos alemanes "au", "ei" y "eu" pueden ser
ruso y del ucraniano septentrional. Los fonemas representados por los ordenados en las tres clases de localización del sistema vocálico alemán,
dialectólogos rusos mediante "<o" y "e" se realizan como diptongos de
pero su ordenamiento en el sistema de los grados de apertura es imposi-
movimiento con grado de apertura creciente (algo así como uo y ¿e): ble. La inestabilidad y la indeterminación del grado de apertura de
el punto de partida es algo más abierto que el de las vocales más cerra- estos fonemas, condicionadas por la movilidad de la articulación, pue-
das del mismo sistema, y su punto final, en cambio, no alcanza el grado den ser consideradas como sus características específicas, por las que se
de apertura de los fonemas no diptongados o y e . Por lo tanto, no diferencian de todos los demás fonemas vocálicos largos (o sea de des-
puede haber ninguna duda acerca de la posición de estos fonemas en el arrollo completo). Por consiguiente, debemos clasificar los fonemas
sistema vocálico: se trata de un sistema triangular de cuatro grados vocálicos "largos" en dos categorías: aquellos con grado de apertura
donde "<o" y "é" representan el segundo grado de apertura ("u, <o, o, a, "estable" y aquellos con grado de apertura "móvil": los fonemas perte-
c, o, /'"). Además, en los dialectos mencionados, las oposiciones <o-o y necientes a ambas clases pueden ser ulteriormente ordenados en las
éf-e son neutralizables, y en las sílabas no acentuadas donde esta neu- tres clases de localización; la clasificación según los tres grados de
11 ali/ación tiene lugar, los archifonemas correspondientes están repre- apertura, en cambio, sólo puede efectuarse en la categoría de las vocales
sentados por o y por e (al menos en los dialectos de la Gran Rusia y con grado de apertura estable 12;!.
de U c r a n i a septentrionales que poseen "<o" y "e"). De esto se deduce, Los diptongos del inglés plantean problemas especialmente compli-
que l;i diptongación (o más exactamente, el estrechamiento decreciente cados, aun si nos limitamos a la forma moderna de esta lengua, tal
dr la vocal) debe ser considerada en este caso como marca de corre- como ha sido codificada por Daniel Jones 124.
liirinii. Igualmente clara es la posición de los diptongos "oa" y "ea" en i
22
din oí i m i l a n o , donde, evidentemente, se encuentran entre o y e por una l A. Isafenko, "Les Parlers slovénes du Podjunje en Carinthie, Description
p i u l e y n por la otra 121 : phonologique", en Revue des Etudes Slaves, XV, 1935, pág. 59.
12:i
W. A. de Groot ha propuesto ya para el holandés una división semejante
1
de los fonemas vocálicos en diptongos y monoptongos, véase TCLP, IV, pág. 118.
'' Cl. B. Havránek, 1. c., págs. 31 y sigs., y A. Rosetti en Bulletin Linguis- 124
C/. D. Jones, An Outline oí English Phonetics, 3? edición, Leipzig, 1932,
fic/<ii-, I!, I ( >:14, púns. 21 y sigs. y An English Pronouncing Dictionary, Leipzig, 1917.
I 10 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 111

En los últimos tiempos se han hecho varios intentos para interpretar fonoló- arrollo centífugo estos grados son uw ( = u : ) , ou y au en la clase de localización
r.irnmente el sistema vocálico de esta forma de la lengua inglesa. Kstos intentos oscura y ij ( = / : ) , e; y ai en la clase clara. En las vocales de desarrollo centrípeto
fueron realizados en especial (en orden cronológico) por Josef Vachek (1933) 125, el primer grado de apertura está representado evidentemente por i'a, la; en el
l i o h u m i l T r n k a ( 1 9 3 5 ) 1 2 6 , A. C. Lawrenson ( 1 9 3 5 ) 1 2 7 y K e m p Malone segundo incluimos las vocales o: y t:, que de hecho presentan junto a ellas, como
(1936) 128. Las llamadas "vocales breves" no parecen ofrecer ninguna dificultad: variantes facultativas, o a y i-'a, pero que, por su contenido fonológico, deben mas
los cuatro investigadores nombrados coinciden en que estas vocales forman, expre- bien ser interpretadas como realización de vocales que se mueven hacia un centro
sado en términos técnicos, "un sistema cuadrangular de dos clases y tres grados" neutro ("a"); como representante del tercer grado de apertura pueden ser consi-
(en el cual la marca de oposición es al parecer la posición de la lengua y no la derados los fonemas que Jones designa como triptongos: aua y aia, y de los cuales
participación de los labios). Las dificultades comienzan con las llamadas "vocales señala las variantes facultativas »a y aa, o «: y a: 1:í]. Como la a de apertura
I ,ii;as" y "diptongos" (o "triptongos"). Estas dificultades, sin embargo, parecen máxima se halla fuera de las clases de localización, todo el sistema inglés de fone-
provenir principalmente del hecho de que el sistema vocálico inglés ha sido trata- mas vocálicos de desarrollo completo puede ser llamado "un sistema triangular de
do sin tener en cuenta las particularidades del sistema prosódico. Es preciso seña- dos clases y cuatro grados con una vocal indeterminada"; pero puesto que en
lar que la "cantidad" inglesa es una oposición prosódica de modo de enlace: es cada clase de localización hay que distinguir dos direcciones de desarrollo, el núme-
"breve" una vocal que es interrumpida en su desarrollo por la intromisión de la ro total de fonemas vocálicos de desarrollo completo no es 8 sino 14:
consonante siguiente; es "larga" una vocal cuyo desarrollo es completo, no obstacu-
lizado. De la descripción de Jones se deduce que, de los fonemas vocálicos "de
desarrollo completo" del inglés, sólo a: y a: no presentan variantes diptongadas.
Todos los demás fonemas vocálicos de desarrollo completo muestran variantes dip- au aua
IOMnadas, es decir, caracterizadas por un grado de apertura variable: si tales ou
variantes se emplean para f : y o: sólo facultativamente y más raramente que para
/: y u:, existen sin embargo, y esto es suficiente. Entre los diptongos "verdaderos" a:
y los "monoptongos largos" (excepto a: y s:) de la forma inglesa descripta por u: ua
Jones no puede reconocerse ninguna diferencia fundamental: tanto los unos como
los otros son fonemas vocálicos de desarrollo completo con grado de apertura En cuanto al diptongo oí, está considerado por todos los investigadores arriba
variable. Los únicos fonemas vocálicos de desarrollo completo con grado de apertura mencionados, excepto Lawrenson, como un grupo de fonemas; los argumentos posi-
t'stnble son la vocal de apertura máxima: a: y la vocal indeterminada a:, es decir, tivos que Lawrenson alega en favor de su valor monofonemático parecen no ser
justamente, los fonemas vocálicos de desarrollo completo que se encuentran fuera muy convincentes (véase Kemp Malone, o. c. 160, n? 4) 1:!2.
di- las clases de localización. En la variedad del inglés que tratamos aquí, la varia-
bilidad del grado de apertura está, pues, unida, por una parte, al "desarrollo com-
pleto" y, por otra parte, a la pertenencia a una determinada clase de localización. Mientras que en alemán literario y en holandés sólo pocas vocaies
lie esto resulta un principio de clasificación para los fonemas vocálicos con grado de desarrollo completo presentan grado de apertura variable, las cuales
do apertura variable, a saber: la dirección de desarrollo. Algunas vocales de poseen siempre desarrollo centrífugo, en inglés, por una parte, la varia-
desarrollo completo muestran una dirección de desarrollo centrípeta y otras, cen- bilidad del grado de apertura caracteriza a la mayoría de los fonemas
i i i l u ^ a ; es decir, que unas retroceden desde un punto caracterizado por la marca de
uiiii clase de localización determinada hacia un centro neutro 12*1 y otras, en cam- vocálicos de desarrollo completo y, por otra parte, se dan entre estos
ino, se mueven en dirección al representante extremo de una determinada clase de fonemas oposiciones de dirección de desarrollo. Es posible que existan
loralización. Unas, pues, se desarrollan "hacia el interior" (son, para emplear una también en otras lenguas (o dialectos) relaciones parecidas, especial-
i'xpiesión alemana, hineinablaufende) y las otras, en cambio, lo hacen "hacia el
exterior" (son hinausablaufende). Es significativo que a: y a:, que se encuentran trario, teniendo en cuenta su punto de llegada. Las objeciones de A. C. Lawrenson
hiera del sistema de localización y, por así decirlo, en el centro, presenten un grado contra la clasificación del fonema "au" en la clase de localización oscura deben,
de apertura invariable. En los demás fonemas ingleses de desarrollo completo es por consiguiente, ser descartadas (en cuanto a oi, véase más adelante).
posible determinar el grado de apertura relativo del punto de partida. Ambas 131
rluses de localización presentan tres grados de apertura "SO. En las vocales de des- Es evidente que sólo "fia" y "aa" monosilábicos pueden ser interpretados
monofonemáticamente. En poesía se los trata como grupos monosilábicos (D. Jones,
Ar. Outline o/ English Phonetics, pág. 59). Son los anglicistas quienes deben
i •, "Über die phonologische Interpretation der Diphthonge", Práce z vedeckych determinar hasta qué punto es normal actualmente una pronunciación monosilá-
ti .l.l\ u , XXXIII. bica semejante. En el caso de que esta pronunciación no fuese la normal, la cate-
I '.'II "A Phonological Analysis of. Present-day Standard English", ibid., XXXVII. goría de los fonemas vocálicos de desarrollo centrípeto presentaría sólo dos grados
l : ' Y "Some Observations on the Phonology of the English Vowels", Proceed- de apertura.
:1 // • ../ the Second International Congress of Phonetic Sciences, págs. 131 y sigs. 1?>2 Sería aconsejable adoptar para los diversos fonemas una transcripción
III "Phonemes and Phonemic Correlation in Current English", English Studies, más apropiada y que corresponda mejor a la situación fonológica. Puesto que o y e
X V I I I , I.ii Haya, 1936, págs. 159 y sigs. funcionan sólo cotrfo punto de partida de los fonemas vocálicos de d e s a r r o l l o
llfl C'/. La designación propuesta por H. E. Palmer y adoptada por D. Jones centrífugo y o y e sólo como punto de partida de los centrípetos, no tiene ningún
sentido distinguirlos gráficamente: las grafías o", o", e' y e3 serían perfectamente
. i ni, n tí ilifihthongs".
claras. En el tercer grado de apertura podrían emplearse «", ita, a' y a13, y en
I )e lo dicho antes se desprende que la clase de localización de los fonemas consecuencia el primer grado podría ser transcripto: u11, u*, i' y i j . La dirección
i de desmolió centrípeto debe ser determinada teniendo en cuenta su del desarrollo estaría claramente indicada por los exponentes ", ' y * , y los grados
• l ' i i h . l . i . v l.i ríase de localización de las vocales centrífugas, por el con- de apertura y las clases de localización por las letras u, o, «, a, e y i.
I 12 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 113

mente en aquellas cuya estructura prosódica descansa sobre las mismas a E •


bases que las del inglés. En todo caso es importante verificar siempre, no nasalizadas o 0 e a i
nasalizadas
en las lenguas que presentan una gran cantidad de diptongos de grado ü y i
de apertura variable, si las diferencias de este tipo en la dirección de u y i
desarrollo no desempeñan como en inglés algún papel.
En ciertos casos no son las vocales de apertura media, sino las de
D) Particularidades de resonancia apertura mínima, las no afectadas por la nasalidad, como ocurre por
ejemplo en francés:
En tanto que las particularidades de localización y las particulari-
dades de grado de apertura de las vocales están tan estrechamente
ligadas entre sí que forman una especie de "haz", las particularidades
de resonancia se sitúan en un plano totalmente distinto. Bajo el térmi- a
no "oposiciones de resonancia" entendemos todas las oposiciones distin- no nasalizadas nasalizadas
0 o 9 e
tivas que se establecen entre vocales "puras" y vocales de algún modo
"no puras". y
La más difundida es la correlación de nasalidad 133. En muchas len-
guas esta correlación abarca todas las vocales. Se sobrentiende que las En los casos mencionados hasta ahora, todas las clases de localiza-
vocales nasalizadas no necesitan ser completamente iguales a las vocales ción están representadas por vocales nasalizadas. Hay lenguas con
no nasalizadas correspondientes en lo que respecta a la posición de la sistemas vocálicos de dos clases que sólo presentan dos vocales nasali-
lengua, de los labios y del maxilar. Lo esencial es solamente que zadas. Es el caso, por ejemplo, del dialecto de Juantal, perteneciente
ocupen la misma posición en el sistema. Así, por ejemplo, en birmano, al esloveno de Carintia (vocales nasalizadas o y á) 137, de los dialectos
los fonemas vocálicos largos nasalizados del segundo y tercer grados kasubes- (5, á), etc.138. En otras lenguas quedan excluidos de la nasali-
de apertura se realizan diptongados, en tanto que los correspondientes dad, no determinados grados de apertura, sino determinadas clases de
no nasalizados se realizan como monoptongos 1;i4: localización. En el dialecto chino central de Siang-Thang (provincia
de Ho-nang) se nasalizan solamente las vocales no labializadas:

au a
no nasalizadas nasalizadas ei no nasalizadas nasalizadas e

En muchas lenguas, la correlación de nasalidad se extiende sólo a una En el dialecto de Marchfeldes las vocales de la clase de localización
parte del sistema vocálico. Es a menudo uno de los grados de apertura
medios el que queda fuera de la correlación. Así, por ejemplo, en el 17
Cí. A. Isacenko, "Les Dialectos slovénes du Podjunje en Carinthie'",
escocés de la isla de Barra 135: Revue des études slzves, XV, págs. 57 y sigs.
138 La regla establecida por Isafenko, según la cual casos semejantes apare-
a cen sólo en las lenguas con sistema cuadrangular de vocales no nasalizadas (Bu//.
a de la Société de Ling. de París, XXXVIII, 1937, págs. 269 y sigs.), debe ser consi-
j se derada por ahora sólo como una hipótesis aún no suficientemente comprobada. Es
no nasalizadas nasalizadas 5 sé cierto que esta hipótesis tiene algo en su favor, pero el material de que se dispone
o 0 e
ü y T es todavía insuficiente para probar definitivamente su validez.
u y i l-i9 Cí. E. N. y A. A. Dragunov, "K latinizacii dialektov central'nogo Kitaja",
Bu// de l'Acad. des Sciences de l'U. des R.S.S., Classe des Sciences Sociales,
o en el albanés del Norte136: 1932, N' 3, págs. 239 y sigs. El esquema que precede ha sido hecho sobre la base
1:1:1
Cí. también sobre este tema A. Isacenko, "A propos des voyelles nasales", de la descripción fonética de E. N. y A. A. Dragunov. La mayoría de las vocales
lli,ll,-t,i¡ <;<> la Société de Linguistique de París, XXXVIII, 1937, págs. 267 y sigs. se realizan como diptongos: u es una o muy cerrada de estrechamiento creciente,
l:
" J. R. Firth, "Alphabets and Phonology in India and Burma", Bu//, oí the que tras sibilante o apical se pronuncia como no labializada y que en todas las
Se/ion/ «"/ Oriental Studies, VIII, pág. 534. demás posiciones es labializada sólo en el comienzo de su articulación; o y e son
i: p
" C. H. Borgstróm, "The Dialect of Barra in the Outer Hebrides". mucho más abiertas en su parte final que en su parte inicial (oo, eae); u, 1i son
""' G. S. Lowmann, "The Phonetics of Albanian", Language, VIII, 1932, las características vocales "zumbantes" (gingivales) que aparecen en muchos
dialectos chinos.
281 y sigs.
1 14 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 115

media y, por otra parte, las vocales del segundo grado de apertura no u otros tipos de oposiciones de resonancia. Las lenguas en las cuales
son afectadas por la nasalidad 140 : existen oposiciones distintivas entre vocales "puras" y vocales en algún
modo "turbias", en efecto, pertenecen a la categoría de lenguas "exóti-
cas", y las indicaciones que sobre ellas se encuentran en los observa-
a dores (que en su mayoría están más preparados e interesados en etno-
au au ai
au ai grafía que en lingüística) son, en general, poco claras 141 . Con esta
no nasalizadas p 9 e nasalizadas reserva, emplearemos en adelante los términos "correlación de turbie-
o ó e dad" u "oposición de turbiedad" sin precisar si se trata siempre, en
u ü i las diferentes lenguas que consideramos, de la misma correlación o de
correlaciones diferentes.
De este modo el número de vocales nasalizadas no es nunca mayor En los últimos tiempos, la faz fonética del problema, al menos para el África,
que el de vocales no nasalizadas. ha sido considerablemente estudiada. A. N. Tucker, que investigó y aprendió la
pronunciación de las vocales "puras" y "turbias" en las lenguas nilóticas, por su
parte, fue sometido en Hamburgo a una prueba de fonética instrumental por
Puede ocurrir que una lengua contenga sólo una "vocal nasal". Para tal vocal
Panconcelli-Calzia. Esta prueba mostró que en las vocales "prensadas" (o "aplas-
no son pertinentes ni una clase de localización ni un grado de apertura determi-
tadas", squeezed) los pilares de la faringe (fauces) están comprimidos y el velo
nados, ya que éstos sólo pueden ser pertinentes en oposición a otras vocales
del paladar caído, sin permitir, no obstante, la salida del aire por la nariz. En las
nasales. En consecuencia, el tono de una única vocal nasal no puede ser determi-
vocales "sopladas" (breathy) el velo del paladar está levantado, los pilares de la
nado sino por el contexto consonantico, y su grado de apertura, en rigor, no existe.
faringe retraídos y la laringe marcadamente presionada hacia abajo, de modo que
En otras palabras, esta vocal nasal "indeterminada" no es otra cosa que una
detrás de la cavidad bucal prooiamente d'cha se forma una cavidad mayor (las
nasal silábica cuya articulación se asimila a la de la consonante siguiente. En la
cuerdas vocales parecen tomar la posición del cuchicheo) 1'*2- j^a (^ Ward hizo las
notación de lenguas africanas donde aparecen tales fonemas, éstos son transcriptos
mismas observaciones en la lengua abua de Nigeria del Sur: también en este caso
habitualmente mediante las letras m, n, i\, etc. Sin embargo, es muy dudoso que
se trata de una oposición entre vocales pronunciadas con la faringe comprimida
este fonema pueda ser realmente identificado como m, n, etc. Es preciso tener en
por una parte, y, por la ctra, vocales con un sonido "hueco" producido por la
cuenta que en la mayoría de estas lenguas no aparecen, en general, grupos conso-
faringe ampliamente abierta 14:í. Según parece, en ciertos dialectos neoindios se
nanticos (o sólo se admite el grupo "sonido consonador + líquida"), de modo que
puede comprobar también la misma base fonética para la correlación de turbie-
el fonema mencionado sólo puede formar oposiciones distintivas con los fonemas
dad: sea como fuere, J. R. Firth habla también en este caso de una oposición
vocálicos, en tanto que m, n, etc., están en relación de oposición directamente
entre "fonación tensa" (tight) y "fonación soplada" (breathy) 144. Por el con-
distintiva únicamente con otras consonantes. Además, la "nasal silábica" presenta,
trario, en ciertas lenguas del Caucase oriental, la naturaleza fonética de la turbie-
en las lenguas africanas aludidas, las mismas diferencias de altura distintivas (dife-
dad vocálica no aparece en absoluto clara en la descripción de A. Dirr; de las
rencia de registro) que las vocales. Todo esto indica que la "nasal silábica", en
casos como en ibo la palabra mbr (disilábica, m aguda y ( grave) "tortuga", vocales "turbias" del tabasarano se dice que están asociadas a una fricción larin-
gal y que presentan, en comparación con las otras vocales, una enérgica expira-
puede ser tratada como "vocal nasal indeterminada". Sin embargo, aun bajo esta
ción l 4 ^; ¿e las vocales "turbias" del aghul, se dice que en su pronunciación la
forma, el problema presenta ciertas dificultades. En lenguas como el ibo, el efik,
el lamba, el ganda, etc., en las que no existen vocales nasalizadas ni ninguna vocal laringe está comprimida, lo que provoca un ligero ruido de fricción laringal 14B.
indeterminada no nasalizada, la "nasal silábica" se encuentra en relación de oposi-
ción distintiva sólo con las vocales, pero esta relación es siempre multilateral. En Del mismo modo que la correlación de nasalidad, la "correlación
este caso la "nasal silábica" puede por cierto ser considerada como "vocal inde- de turbiedad" se extiende ya sea a todo el sistema vocálico o bien sólo
terminada en general", pero su nasalidad es sólo una particularidad puramente
a una parte determinada del mismo. El primer caso parece existir en
fonética, no pertinente desde el punto de vista fonológico. Por el contrario, en
lenguas como el ewe, el yoruba, el fante, etc., en las cuales la correlación de nasa- 141
lidad abarca todo el sistema vocálico, la "nasal silábica" tendría que ser clasificada Así, por ejemplo, V. G. Bogoraz, que ha observado estas vocales "turbias"
ni la categoría de las vocales nasales, con lo que se presentaría una situación muy en chukche (Kamchatka), dice que las mismas son pronunciadas con una "inten-
particular: el sistema de las vocales nasalizadas poseería un fonema más que el sificación laríngea" que "corresponde a una entonación subrayada con más fuerza"
-.isii-ina de las vocales no nasalizadas; pero esto contradice todo lo que sabemos (Jazyki i pis'mennost' narodov Severa, III, pág. 12).
142
iiccrru il«- la c-orreiación de nasalidad. A. N. Tucker, "The Function of Voice Quality of the Nilotic Languages",
Proceedings of the Second Intern. Congress of Phonet. Sciences, págs. 125 y sigs.
143
I. C. Ward, "Phonetic Phenomens in African Languages", Archiv für
La correlación de nasalidad es por cierto la más extendida pero de vergl. Phonet., I, 1937, pág. 51.
n i n g u n a manera la única correlación de resonancia. Es difícil decir, en 144
J. R. Firth, "Phonological Features of Some Indian Languages", Procee-
r I i - . l a t í n actual de las investigaciones, si existen, además de éste, otro dings of the Second Intern. Congress of Phonetic Sciences, pág. 181.
145
A. Dirr, "Grammatic'eskij ocerk Tabassaranskago jazyka", Materialy dl'a
'«« Cl. A. Pfalz, "Die Mundart des Marchfeldes", Sitzber. Wien. Akad., Phil.- opisanija méstnostej i plemen Kavkaza, XXXV, 1905, odt. III, 2.
/H.V/..I. Kl., CLXX, N" 6, 1912; el. también, del autor, TCLP, IV, págs. 101 y sigs. 1 4 6 A. Dirr, "Agul'skij jazyk", ibid., XXXVII, 1907, odt. III, 2.
U'' LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 117

nuba (lengua nilótica, del Sudán egipcio) H7 y quizá también en otras dialectos eslovenos de Carintia, y las labiales en el tlingit (Alaska),
lenguas nilóticas. Por el contrario, en abua (según Ida C. Ward) la pero se trata de casos extremadamente raros; en general, las tres series
correlación de turbiedad existe sólo para las vocales e y o; en tabasa- mencionadas aparecen en todas las lenguas del mundo. Ciertamente,
rano (según A. Dirr), sólo para u y a, y lo mismo en aghul, donde la u este hecho no puede ser casual y debe de alguna manera tener su
"turbia" se realiza como una especie de o (en tanto que o no turbia no razón de ser en la naturaleza de las tres series mencionadas. Lo más
aparece en las palabras indígenas como fonema independiente). Con simple es ver tal fundamento en el hecho de que los labios, la punta
estos casos pueden compararse las lenguas anteriormente mencionadas, y el dorso de la lengua, son los órganos movibles más apropiados para
que tienen sólo dos vocales nasalizadas. obstruir el espacio bucal. Justamente, lo decisivo para la serie labial
es la superposición de los labios; para la serie apical, la intervención
En todos los tipos de "oposiciones de resonancia" deben ser observadas estric- de la punta de la lengua mientras ésta toma forma alargada y el
tamente las reglas del valor monofonemático y polifonemático. Muy a menudo punto de articulación es llevado hacia adelante; y, finalmente, para la
lus vocales fonéticamente nasalizadas son sólo realización de un grupo de fonemas
"vocal + nasal", y de igual modo las vocales acompañadas de una fricción laringal serie gutural, la participación del dorso de la lengua gracias a que ésta
son sólo realización de un grupo formado por un fonema vocálico y un fonema toma forma abultada y lleva el punto de articulación hacia atrás148.
Consonantico laringal. Estas tres posiciones de los órganos de la fonación pueden ser consi-
deradas como "las más naturales" pero, de ninguna manera en el sen-
tido de "innatas": en efecto, es sabido que sólo con mucho trabajo los
IV. Particularidades consonanticas niños aprenden estas posiciones de los órganos, y que los sonidos que
surgen espontáneamente en el balbuceo infantil sólo tienen en general
A) PARTICULARIDADES DE LOCALIZACIÓN un lejano parentesco con los labiales, apicales o guturales. Los tres
tipos consonanticos mencionados son "naturales" sólo en el sentido de
No hay ninguna lengua en la cual las particularidades de localiza- que resuelven de la manera más simple y natural la tarea de producir
ción de los fonemas consonanticos sean fonológicamente no pertinentes. ruidos caracterizados individualmente y bien diferenciables unos de
En muchas lenguas existen, por supuesto, consonantes aisladas sin otros mediante las partes movibles de la cavidad bucal. Esto explica
particularidades de localización fonológicamente pertinentes, pero estas también su expansión universal o casi universal.
consonantes ocupan siempre una posición un poco aparte en el sistema, Las sibilantes son también extendidas como las labiales, las gutu-
justamente porque se apartan de la "norma". Varios fonemas conso- rales y las apicales: la única lengua que, por lo que el autor de estas
n.-miicos pueden, en una lengua determinada, ser iguales entre sí en líneas conoce, carece por completo de s, es el nuba oriental (en el
lo que se refiere a las particularidades de localización, distinguiéndose Sudán egipcio). Las sibilantes se diferencian de las apicales (en cuya
unos de otros sólo por particularidades de modo de franqueamiento o articulación la lengua se halla en posición plana) y de las guturales
de resonancia. Por serie de localización se entiende el conjunto de (en cuya articulación la lengua toma forma abultada) por la forma
todas las consonantes que poseen iguales particularidades distintivas acanalada que adopta la lengua, de manera que la corriente de aire
de localización, tanto si esta serie consiste en varias consonantes como toma una dirección particular que produce un efecto acústico totalmen-
un una sola. Dentro de un sistema consonantico, las diferentes clases te específico. Pero como la parte superior y posterior de la cavidad de
ilc localización se encuentran en diferentes relaciones de oposición resonancia es casi igual en las sibilantes y en las apicales, estas dos series
muís respecto a otras. de localización presentan un cierto parentesco y en muchas lenguas
se reúnen, en determinadas circunstancias, y forman una única serie.
a) Las series fundamentales Además de las cuatro series de localización de extensión general
que han sido ya mencionadas, algunas lenguas presentan otras series
Designamos series fundamentales a las series de localización con- fundamentales. Tal es, sobre todo, la serie lateral, que en muchas
• • " M . m i K M s que se encuentran entre sí en relación de oposición multi-
lateral heterogénea. Algunas de estas series fundamentales aparecen 14N En la serie labial, el efecto acústico es provocado, principalmente, por el
ni cusi todas las lenguas del mundo: son las guturales ("dorsales"), choque de la corriente de aire sobre la superficie blanda, ancha, pero relativamen-
Ins apicales ("dentales") y las labiales. No conocemos ninguna lengua te corta de los labios; en las apicales, por la resonancia de la cavidad limitada
i|iie r a i r / r a de apicales; las guturales faltan, por ejemplo, en algunos hacia abajo por la lengua extendida y hacia arriba y atrás por el paladar duro y el
paladar blando; y en las guturales, por la resonancia de la cavidad formada abajo
1)1
y atrás por los dientes inferiores y la superficie redondeada que constituye la cara
J. I'. GrHzzolara, Quilines oí a Nuer Grammar, Linguistische Bibliothek superior de la lengua abultada, y arriba por los dientes superiores, el paladar
"Anllito/niii", X I I I , 1933, pág. 3. duro y, eventualmente, por la parte anterior del paladar blando.
I 1S LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 119

lenguas de América del Norte y en algunas africanas (zulú, pedí, here- el esquimal de Groenlandia 162, a cada espirante corresponde un sonido
ro, sandawé, etc.), aparecen como series especiales de Idealización 14!). oclusivo de la misma serie de localización: s-c, x-k, x-q, i-p, con la sola
Una especie de término medio entre las series labial y gutural es la excepción de la espirante lateral A. Pero como, por otra parte, la oclusi-
designada corrientemente como serie "labiovelar", la cual, según nues- va apical t no posee ningún correspondiente espirante exacto, t debe
tro saber, existe como tal sólo en las llamadas lenguas "sudanesas" y, ser considerada como el correspondiente oclusivo de A; es decir que,
al parecer, en ciertos dialectos japoneses. Esta serie se caracteriza por en esquimal groenlandés, el paso lateral del aire no es pertinente en "t.,
una oclusión labial y una oclusión gutural simultáneas, y tendría que sino que lo es sólo su articulación apical. Ejemplos semejantes podrían
ser designada más bien como "guturo-labial". Una especie de término multiplicarse fácilmente. Se puede hablar en fonología de una serie
medio entre las series apical y gutural lo constituye la serie de locali- especial lateral, palatal o laringal sólo cuando los fonemas correspon-
zación palatal, representada en muchas lenguas de todas partes del dientes no se encuentran en relación de oposición bilateral propor-
mundo. En muchos casos esta serie puede ser considerada como una cional con respecto a ningún fonema de otra serie de localización.
de las series fundamentales; en algunas lenguas, sin embargo, se halla Cuando existe, como en los ejemplos ya mencionados, una oposición
en relación bilateral respecto a la serie gutural o a la serie apical. La bilateral entre consonantes de distinto punto de articulación y esta
realización fonética de la serie palatal difiere también según las oposición es proporcional respecto a oposiciones análogas pertene-
lenguas 15°. Finalmente la serie de localización laringal debe ser consi- cientes a las mismas series de localización (checo h-x = z-s = z-s o
derada, al menos en algunas de las muchas lenguas en que aparece, groenlandés f-Á = p-í = k-x = q-x — c-s) ambos miembros de la opo-
como una serie fundamental con los mismos derechos que las otras. sición de que se trata deben atribuirse a una misma serie de localiza-
Así, pues, además de las cuatro series fundamentales universales o casi ción. No hay que confundir estos casos, por otra parte, con aquellos
universales: labiales, guturales, apicales y sibilantes, hay otras cuatro en que dos series de localización se hallan entre sí en relación de oposi-
menos extendidas: laterales, guturo-labiales, palatales y laringales. ción bilateral.
El concepto fonológico de serie de localización no debe ser confun- b) Series emparentadas equipolentes
dido con el concepto fonético de punto de articulación. En checo, por
ejemplo, hay entre la h sonora laringal y la x ("c/i") sorda gutural Cada una de las series fundamentales que hemos mencionado, se
una relación de oposición neutralizable que es totalmente análoga a la halla, respecto a las otras, en relación de oposición multilateral. En
relación "sorda - sonora" y, por otra parte, x se encuentra con respecto lugar de una, aparecen en ciertas lenguas dos de estas series funda-
a k en relación proporcional bilateral (x : k = s : c = s : ¿). Por consi- mentales, las cuales se encuentran entre sí en relación de oposición
guiente h no pertenece en checo a una serie laringal especial, que de bilateral equipolente. Así en lugar de una única serie labial, caracteri-
ningún modo existe en esta lengua, sino a la serie gutural, para la cual, zada por la participación del labio inferior, pueden aparecer una serie
desde el punto de vista del sistema fonológico checo, es pertinente labial y una serie labiodental, las cuales son labiales ambas pero son al
solo la no participación de los labios y de la punta de la lengua 151. En mismo tiempo distintas entre sí. Esto ocurre, por ejemplo, en alemán
literario, donde la serie bilabial está representada por b, p y m y la
'•' Lo que caracteriza a esta serie es la formación de una cavidad de reso- labiodental por w, t y pf. Más evidente aún es en shona (Rhodesia),
"• •' •'! <-nsl:i(lo de la lengua (es por eslo que las consonantes laterales pueden
srr Humadas "sonidos linguo-genales"). Además, la lengua puede adoptar tanto la en el que en la serie bilabial las oclusivas p y b se oponen a la espirante
1111111:1 extendida y plana, con el ápice dirigido hacia la parte anterior de la cavi- (•J, y en las labiodentales las oclusivas (africadas) p y fa se oponen a la
dad bucal, como la forma abultada, con el dorso elevado hacia la parte media o espirante v 15:!. En lugar de una única serie apical caracterizada por la
posterior de la cavidad bucal. Cuando tas laterales constituyen series indepen- participación de la punta de la lengua, muchas lenguas presentan dos
l i ' - i i l i - 1 . l.i I c n n i a de la lengua no es pertinente. Pero cuando no existe una serie
ilc loriili/ución lateral independiente, puede ocurrir lo inverso: la cavidad reso- series, una de las cuales se caracteriza por la punta de la lengua dirigi-
nmitr .il t a i l i ) de la lengua puede no tener importancia para los distintos soni- da relativamente hacia arriba y la otra por la punta de la lengua diri-
•1 l ' i , hiiemles, y se debe entonces considerar a éstos como realización de fonemas gida relativamente hacia abajo. Esta relación puede realizarse, según
1- i . i •.<•! M. apir.il o gutural.
1
'" l'.n lodo caso lo permanentemente característico es la forma abultada de
l.i Iriit'.im y el punto de articulación anterior. Acústicamente pueden distinguirse chen", Miletif-Festschrift, 1933, págs. 267 y sigs. Acerca de la h eslovaca, véase
!• i l . i . , l . . MUÍS cercanas del tipo "kf, palatales más cercanas del tipo "tj", palata- L'. Novák, "Fonología a studium slovenciny", Spisy jazykového odboru Matice
!'••• i " - i l ' - ' i . m i i j i i i ' equidistantes de los dos tipos mencionados, palatales asibiladas, slovenskej, II, 1934, pág. 18.
'•'' ' ' K. Sriimek, "Le Parler de Boboscíca, en Albanie", Rev. des Études 152 Cf. W. Thalbitzer, "A Phonetical Study of the Eskimo Language", Medde-
'.;.M . ... X I V , 1".Í4, págs. 184 y sigs. Una clasificación f o n é t i c a d e t a l l a d a da lelser om Grónland, XXXI, pág. 81.
O. l l i u r l i i-ii .S/m-isc/ie Phonetik (88 15 y 20-22). l-r>:! Cf. C. M. Doke, A Comparativo Study in Shona Phonetics, Johannes-
"'' < /., ilrl .-nitor, "Zur Entwicklung der Cultúrale in den slavischen Spra- burgo, 1931.
120 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 121

la lengua, como una oposición entre apicales "retroflexas" y "planas" 1B4 En todos los casos considerados antes, se trata, pues, del desdobla-
o entre apicales "alveolares" e "interdentales"165 o finalmente entre miento de una serie fundamental en dos "series emparentadas" que se
apicales "dentales" y "prepalatales" 1B6; pero en todos los casos la rela- encuentran en una relación de oposición bilateral entre sí pero en
ción sigue siendo la misma: en la realización de una de las series, la relación de oposición multilateral respecto a las demás series de loca-
punta de la lengua está siempre relativamente más alta que en la lización del mismo sistema. Pero debe destacarse que sólo es posible
realización de la otra. En lugar de una única serie gutural caracteri- hablar de un desdoblamiento semejante de las series fundamentales
zada por la participación del dorso de la lengua, muchas lenguas presen- cuando lo exige el contexto de todo el sistema. Muy a menudo, las
tan dos series dorsales distintas, una post-dorsal y otra predorsal: es espirantes no presentan el mismo punto de articulación que las oclusi-
éste el caso de muchas lenguas de América del Norte (por ejemplo, el vas. En griego moderno, por ejemplo, existen por una parte oclusivas
kwakiutl, el tlingit, el haida), del esquimal, del aleutiano, de las lenguas bilabiales, post-dentales, dorsales y sibilantes (it, T, x, TO) y por otra
llamadas paleo-asiáticas (chukche, koriak, kamchadale, guillak, kette) parte, espirantes labiodentales, interdentales, dorsales y sibilantes
y también de todas las lenguas caucásicas. O bien se da el caso de que (qp, ir, )f, o, o bien (i, f), y» Q- P°r lo tanto, las oclusivas coinciden con
guturales labializadas se oponen a guturales no labializadas, como en las espirantes, en cuanto al punto de articulación, sólo en las series
tigrai (Abisinia) 167. En lugar de una única serie sibilante aparecen dorsal y sibilante. Pero como las relaciones x : jj y ta : o son paralelas
con frecuencia una serie de tipo s y una serie de tipo s. Este "desdo- a las relaciones n : tp y T : ft, la falta de concordancia exacta entre el
blamiento" de la serie sibilante está muy extendido entre las lenguas punto de articulación de las espirantes cp y ft y el de las oclusivas
europeas: el inglés, el francés, el alemán, el italiano, el húngaro, el correspondientes n y T debe ser considerada como fonológicamente no
albanés, el rumano, todas las lenguas eslavas, el lituano y el letón se pertinente. No tiene lugar en este caso un "desdoblamiento de series";
cuentan entre ellas. Además, este fenómeno se halla extendido en solamente, el concepto de localización está algo ampliado: en lugar de
otras partes del mundo. Finalmente, la serie laringal, caracterizada "bilabial" y "labiodental", la localización es simplemente "labial" (es
por la actitud pasiva de todos los órganos bucales, puede ser reempla- decir, "caracterizada por la intervención del labio inferior"), en lugar
zada también por dos series, una serie glótica o laringal propiamente de "post-dental" e "interdental", es simplemente "apical" (es decir,
dicha y una serie faringal, como ocurre, por ejemplo, en somalí, en las "caracterizada por la intervención de la punta de la lengua"). Pero en
lenguas semíticas y en algunas caucásicas del norte. francés, donde las espirantes labiodentales / y v y las oclusivas bila-
En lo que se refiere a la serie palatal, en algunos sistemas se encuen- biales p y b son, desde el punto de vista puramente fonético, pronun-
tra en relación de oposición bilateral con la serie apical o con la serie ciadas casi como qp, (í, JT y (ijt del griego moderno, no se puede hablar,
dorsal, y debe entonces ser considerada o como una "serie apical en no obstante, de una única serie labial. En todo el sistema consonan-
que la punta de la lengua está dirigida hacia abajo" o como una "serie tico francés no hay, en efecto, ningún par de fonemas en que aparezca
predorsal". Objetivamente, el carácter bilateral de una oposición se en forma pura la relación "espirante : oclusiva" (es decir, como en
prueba por su capacidad de neutralización. En checo, en eslovaco, en griego moderno x : /., o : TO). En consecuencia, en esta lengua deben
húngaro y en serbo-croata, donde la oposición entre dentales y palatales ser reconocidas dos series de localización distintas, una bilabial y otra
es neutralizable, estas dos series de fonemas deben ser consideradas labiodental, que están, por cierto, en una relación de oposición bilateral
como un "desdoblamiento" de la serie apical. En el dialecto chino entre sí pero que no obstante son diferentes 15!).
central de Siang-Tang (provincia de Ho-nan), en el que la oposición Ahora bien, cabe preguntarse: ¿según qué principio se produce el
entre consonantes velares y palatales es neutralizable en ciertas posi- desdoblamiento de las series fundamentales en series emparentadas?
ciones (ante u, a, i, á y f) lr>8 , estas dos series deben considerarse como ¿Hay en tales casos alguna marca acústica o articulatoria que sirva
desdoblamiento de la serie dorsal. para diferenciar las dos series emparentadas, o existe en cada par de
l:
''* Por ejemplo, en m u c h a s l e n g u a s a f r i c a n a s como el suaheli (dialecto series emparentadas una marca de diferenciación distinta? Al parecer,
i i m i i i l m i j i ) , el herero, etc. (véase C. Meinhof, Grundriss einer Lautlehre der
Hiiiitti.iprnrhen, Berlín, 1910), y también en la mayoría de las lenguas indias, tanto - 159 Por la misma razón, no se puede, en francés, hablar de una oposición
I I I I I I N ruin ) dravidias. entre oclusivas y espirantes: ciertos puntos de articulación están en esta lengua
1
'•••• I >r ejemplo, en nuba y en dinka (Sudán egipcio); véase J. P. Crazzola- asociados con un contacto más firme de los órganos bucales correspondientes (los
i i i . Onllii • uí a Nuer Grammar, y A. N. Tucker, The Comparar/ve Phonetics of de p, t y k ) , otros en cambio, están asociados con una aproximación más débil
Sutn ( huí un Group of Bantu-Languages, Londres, 1929. (los de /, s y S); pero de ningún modo es posible disociar el punto de articula-
IMi
I >r ejemplo, en checo o en húngaro (véase más adelante). ción del grado de acercamiento de los órganos articulatorios, de modo que creemos
"•'' ( ' / . J. Schreiber, Manuel de la langue tigrai, Viena, 1887.
que debe ser rechazada la clasificación de los fonemas consonanticos del francés
que propone G. Gougenheim en Éléments de phonologie /ranea/se, Strasbourg,
' r ' H C.'/, K. N. y A, A. Dragunov, l.c. , ; . '. !j íj'^í 1935, págs. 41 y sigs.
122 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 123

entran en juego dos marcas acústicas de diferenciación que se distribu- quizás pueda decirse otro tanto de la oposición entre alveolares e
yen en las distintas series. Según la clasificación de R. Jakobson, en interdentales.
muchas series existe un desdoblamiento en "estridentes" y "mates". Así pues, en todos los casos en que una serie fundamental se desdo-
Esta oposición resalta claramente en las fricativas (espirantes), en las bla en dos series emparentadas, la marca de diferenciación de estas
que las espirantes estridentes muestran al mismo tiempo una mejor series emparentadas parece ser o la oposición de "sonido estridente-
audibilidad que la correspondiente mate. Así, la / labiodental es estri- sonido mate" o la oposición de "sonido hueco - sonido plano". Ambas
dente y más audible que la <p bilabial mate, la h faringal estridente es oposiciones son equipolentes.
más audible que la h laringal mate, la x post-velar estridente ("ronca")
es más audible que la x prevelar mate y la estridente s es más audible La relación entre las series labial, apical, dorsal, sibilante, laringal, lateral,
que la s mate (si bien esta última es a su vez más audible que las palatal y labiovelar es de oposición multilateral (y heterogénea). Cuando se pro-
demás fricativas mates antes mencionadas) 16°. Sin embargo, no todos duce un "desdoblamiento" de una de estas series fundamentales resultan dos, que
los desdoblamientos de series fundamentales en series emparentadas forman una oposición bilateral: "labiodental - bilabial", "post-dorsal - predorsal",
etc. Hay casos, sin embargo, en los que una de estas series fundamentales no se
pueden ser explicados por este principio. En las apicales, la diferen- desdobla en dos, sino en tres series, que se hallan en una relación de oposición
ciación resulta de las modificaciones de la capacidad y de la forma de gradual entre sí. Tales casos son extraordinariamente raros. Conocemos solamente
las dos cavidades de resonancia, una de las cuales se encuentra delante los siguientes ejemplos: a) en tres lenguas indígenas norteamericanas, el tsimsián
y la otra detrás del punto de articulación. El desdoblamiento de la (dialecto nass), el chinook y el hupa, existen tres series guturales: una post-
serie gutural en una serie velar y otra palatal se basa en la diferencia velar, una 1 prevelar
52
y una (post-) palatal 1( >1; b) en dos lenguas nord-caucásicas,
el kabardo * y e[ u(je ifi:^ existen tres series sibilantes: una serie tipo s, una serie
del largo de la cavidad de resonancia anterior; lo mismo ocurre en el tipo s y una serie tipo á, la última de las cuales se halla fonéticamente entre los
desdoblamiento de esta serie en una serie gutural pura y una serie sonidos de los tipos s y s; un caso semejante es el del bajo sorabe (vende de
gutural labializada. En la medida en que el alargamiento de una cavi- Baja Lusacia), donde junto a los sonidos del tipo s y s existen sonidos especiales
dad de resonancia se traduce acústicamente en un descenso del timbre, del tipo S, que ocupan una posición intermedia 1( > 4 ; el ligero matiz /' de la serie
sibilante media en kabardo y en bajo sorabe podría considerarse como un fenóme-
y el acortamiento en una elevación del mismo, se podría estar inclina- no concomitante fonológicamente no pertinente, y por eso el tabasarano (Daghestan,
do a considerar la altura relativa del timbre como la marca de dife- Cáucaso oriental) ^^ y el shona (Rhodesia, África del Sur) ^tí pueden también
renciación. Pero esto sólo sería aplicable al desdoblamiento mencio- ser considerados del mismo tipo, a pesar de que la serie sibilante media presenta
en estas lenguas un matiz u o ü 167. Así pues, el número de ejemplos es muy
nado de la serie gutural. En las apicales la cuestión no es tan simple, pequeño. Esta situación se presentaría, por cierto, muy distinta, si se agregase un
puesto que en este caso existen dos cavidades de resonancia (una tercer grupo de lenguas, a saber, el que forman las lenguas en que la serie apical
anterior y otra posterior) cuyo alargamiento o acortamiento no se pro- se subdivide en tres series graduales. Muchas lenguas en las que hay oposición
fonológica entre apicales retroflexas y planas o entre apicales alveolares e inter-
duce paralelamente. Por otra parte, además de la capacidad relativa, dentales, poseen además una serie palatal. Dado el carácter ambiguo de las pala-
también la forma de la cavidad de resonancia desempeña un papel tales no se excluye el que las tres series (retroflexa, plana y palatal o alveolar,
acústico. Quizás se llegue muy cerca de la solución de este problema interdental y palatal) puedan ser tratadas como distintos grados de elevación o de
descenso de la punta de la lengua. Objetivamente, esto podría comprobarse sólo
considerando un caso extremo, a saber, el de las consonantes llamadas en aquellos casos en que la oposición entre las palatales y una de ambas series
retroflexas (y también "cerebrales" o "cacuminales") en su relación apicales fuese neutralizable y, en consecuencia, bilateral. Pero éste no parece ser
con las alveolares o post-dentales. La impresión acústica producida el caso ni en las lenguas africanas donde se da la triple subdivisión de las apicales
por las retroflexas puede ser muy apropiadamente designada como la (herero, nuba y dinka), ni en las lenguas neoindias o dravídicas. En lo que se
refiere al antiguo indio (sánscrito), en el que la oposición entre "palatales",
de un sonido hueco, en oposición al sonido plano de las "dentales"
161
corrientes. Pero la misma relación de sonido "hueco" y sonido "plano" Véase Bu/7, oí the Smithsonian Institution, Bureau oí Ethnology, XL.
162
< l i i u i n i . i también entre las consonantes guturales labializadas y las C/. N. Jakovlev, Tablicy fonetiki kabardinskogo jazyka.
guturales puras (junto con la diferencia de altura mencionada ante- 163 C/. A. Schiefner, Versuch über die Sprache der Uden, San Petersburgo,
i u » i i i r n t r ). También la oposición entre velares y palatales (post- 1863, y A. Dirr, Udinskaja Grammatika (Sborn. Mat. dl'a opis. mestn. i plemen
Kavkaza, XXXIII, 1904.
Imlntnles) y entre "dentales" y "dentipalatales" puede ser reducida
164 C/. K. E. ^lucke, Historische und vergleichende Laut- und formenlehre
(mmquo no tan claramente) a la misma marca de diferenciación, y der niedersorbischen Sprache, Leipzig, 1891, págs. 151 y sigs.
165
C/., del autor, "Die Konsonantensysteme der ostkaukasischen Sprachen".
li;
" l'or esto se explica también el hecho de que aun allí donde no existe 166
C/. C. M. Doke, A Comparative Study in Shona Phonetics.
li",.li.I linimento de las series fundamentales las espirantes de la serie labial se 167 Por lo demás, no está excluida la posibilidad de que, en shona, la serie de
iMili/nn pin medio de / y las guturales por medio de x, como ocurre, por ejemplo, tipo £ no sea una serie emparentada con las otras dos series sibilantes, sino una
•M huí.lililí".
serie palatal independiente.
124 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 125

"dentales" y "cerebrales" era neutralizable, debe destacarse que la misma oposición de localización; en ucraniano y en mordwino, en cambio, sólo las
i'xistía no sólo en los fonemas apicales sino también en los sibilantes, de manera series apical y sibilante del tipo s. Las diversas lenguas que poseen
que tendría que ser considerada más bien como un haz de correlaciones de timbre
(véase abajo). Puede decirse, pues, que el terreno de la subdivisión de series fun-
esta correlación se diferencian también unas de otras, en forma bastan-
damentales en series graduales es muy limitado. te marcada, por la realización fonética de las consonantes palatalizadas.
El principio es, no obstante, el mismo en todas partes: la consonante
c) Series de trabajo accesorio "palatalizada", además de sus otras particularidades fonéticas, posee
un matiz parecido al de i o j, en tanto que la consonante "no palata-
En muchas lenguas, en fin, las series fundamentales o las series lizada" correspondiente carece de dicho matiz. El matiz de tipo / de
emparentadas se escinden en dos series que están en una relación de las consonantes palatalizadas se obtiene mediante la elevación de la
oposición privativa entre sí; en la medida en que esta relación de oposi- parte media del dorso de la lengua contra el paladar duro; para desta-
ción sea, además de privativa, también proporcional, se producen corre- car de manera especial la oposición, en las consonantes no palataliza-
laciones. Desde el punto de vista articulatorio se trata siempre, por das, la parte posterior de la masa lingual se levanta a menudo contra
una parte, de una serie de localización (la serie no marcada) que el paladar blando 1(i!).
presenta la posición de los órganos articulatorios que es normal para
la serie fundamental o para la serie emparentada de que se trata y, Estos desplazamientos de la lengua provocan muy a menudo modificaciones
por otra parte, de una serie (la serie marcada) que une a la misma secundarias en la articulación, de manera que las consonantes palatalizadas se
diferencian muchas veces de las no palatalizadas correspondientes no sólo por
posición de los órganos un trabajo accesorio particular de los órganos el "matiz", sino también por particularidades articulatorias especiales. Desde el
(o de partes de órganos) que no participan directamente del trabajo punto de vista del sistema fonológico de la lengua que se considere, estas diferen-
principal. El resultado acústico es o un matiz determinado (es decir, cias de articulación secundarias son, sin embargo, no pertinentes, aun cuando a
una especie de timbre vocálico) o un ruido de chasquido. En conse- menudo son precisamente ellas las que llaman la atención del observador extran-
jero. La oposición entre consonantes palatalizadas y no palatalizadas ejerce además
cuencia las correlaciones que resultan de la oposición de las series de una gran influencia en la realización de las vocales vecinas, y muchas veces el obser-
trabajo accesorio con las correspondientes series fundamentales puras vador extranjero nota solamente las variantes combinatorias de la vocal, sin percibir
o series emparentadas pueden ser divididas en "correlaciones de tim- la diferencia de timbre de las consonantes. Pero esto no es sino una ilusión acústica,
bre" y "correlaciones de chasquido". que a menudo se manifiesta también cuando se observan otras correlaciones de tim-
bre consonanticas. En una lengua con correlación de palatalización lo más impor-
u) En las correlaciones consonanticas de timbre se trata, desde el tante es siempre el "matiz" (el "timbre") de la consonante; de las demás particulari-
punto de vista acústico, de la asociación de una serie de localización dades articulatorias sólo se tienen en cuenta aquellas que son comunes a los dos
(ya sea una serie fundamental o una serie emparentada) con dos "mati- componentes del par correlativo de que se trata. De esto se sigue, entre otras
cosas, que en una lengua semejante muy difícilmente la serie palatal puede consti-
ces" opuestos, uno de los cuales es considerado "neutro" (es decir, sin tuir una serie de localización autónoma: ella será siempre interpretada como serie
marca). En la medida en que esta asociación tiene lugar en varias "apical palatalizada" o como serie "gutural palatalizada". En nuestros Polabischen
series de localización (en algunos casos en todas) los "matices" en Studien hemos admitido, para el polabio, la correlación de palatalización por una
cuestión son abstraídos de las distintas localizaciones y concebidos parte y, por otra parte, una serie palatal autónoma. Esto fue un error. La oposi-
ción entre las guturales k y é y 'as palatales "fr" y "f>" es en polabio neutralizable
independientemente de ellas. Según los matices que sirven como (ír y g no aparecen ante vocal anterior, y "ft" y "^" no se admiten ante consonan-
marca de correlación podrán distinguirse distintos tipos de correlación te y en final); puesto que en las otras series de localización domina la correlación
di' timbre. de palatalización, también las palatales del polabio pueden ser consideradas como
"guturales palatalizadas" (por eso, fonológicamente debía haberse transcripto así:
La más extendida es, seguramente, la correlación de palatalización, g'uNsna "encía", ¿olü "obra", k'ostü "pasta", k'tt.ma "oscuridad", k'arl "hombre",
es decir, la oposición entre consonantes con matiz neutro y consonantes k'eds "donde", ¿'ora "monte", k'ün "caballo", etc.).
con matiz del tipo i o j. Esta correlación aparece como única corre-
lación <k; timbre, por ejemplo, en gaélico, en polaco, en lituano, en ruso, Es necesario distinguir la simple correlación de palatalización de la
«•u ucraniano, en el dialecto moldavo del rumano, en mordwino, en correlación de palatalización enfática que aparece en ciertas lenguas
pipones, etc. ";s. Pero su extensión en el sistema consonantico no es la del Cáucaso oriental (a saber, en chechén, en inguse, en batse, en
mismn cu ( ( i i l . r , partes: en japonés y en lituano abarca todas las series lakke y en ude) 17°. Según parece, en la palatalización enfática el
" IH (,'/. K. Jukobson, K charakteristike evrazijskogo jazykovogo sojuza, París, 169 Una buena descripción fonética del proceso de palatalización p r e s e n t a
l ' l . t l •! It- • m n n i M u d a s las lenguas euroasiáticas (es decir, las lenguas de
A. Thomson en "Die Erweichung und Erhártung der Labiale im Ukrainichen",
K i i m | M n i i c i i i i i l y del Norte de Asia) que poseen la correlación de palatalización;
Zapysky ist. til. viddilu Vkr. Akad. Nauk XIII-XIV, 1927, págs. 253-263.
• / i . n i i l . i . ' i i . .1. I n i r . m » .mtor, TCLP, IV, págs. 234 y sigs. y Actes du 1VC Congres
Init'rriíttional Jes Linguistes, págs. 48 y sigs. 170 c/., del autor, "Die Konsonantensysteme der ostkaukasichen Sprachen".
126 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 127

acortamiento del tubo resonante adicional se obtiene principalmente árabe es, por una parte, el hecho de que no abarca todas las conso-
por medio de un desplazamiento de la laringe hacia arriba, en tanto nantes de las distintas series:
que la masa lingual se desplaza hacia adelante. De la posición espe- ? h - b f m r l
n o enfáticas: í d f t & n / c g - s z
cial de la laringe resulta, en la articulación de las consonantes palata-
lizadas enfáticas, un sonido fricativo específico "ronco", que se extiende enfáticas: ta da - b'1 - q y x sa zn - - - h *) - - - - -
también a las vocales vecinas; debido al desplazamiento particular de y, por otra parte, el hecho de que no es neutralizable. Por eso puede
la lengua, las vocales vecinas reciben además un matiz más claro y discutirse acerca de si los fonemas q, y y x deben ser considerados
por consiguiente una pronunciación aparentemente más abierta: como "guturales enfáticos" o como componentes de una serie especial
i tiende hacia e, a hacia se y u hacia ó. El observador extranjero tiene post-velar (o uvular), o acerca de si ti y 1r> son "laringales enfáticas" o
tendencia a notar solamente estos efectos secundarios: oye el sonido forman una serie faringal especial. Pero puesto que en las apicales y
laringal ronco que sigue a la consonante y la pronunciación más abier- en las sibilantes no se presentan dudas semejantes, se aceptará también
ta, más clara y ronca de las vocales vecinas. Sin embargo, para el siste- la correlación de velarización enfática en las guturales y en las laringa-
ma fonológico de la lengua de que se trata, estos fenómenos secundarios les y, en consecuencia, podrán representarse x, q, y, ti y fy como xa, íca,
no son pertinentes: interesa solamente el matiz específico de la conso- é™, ha, yt> a . En las lenguas que poseen una correlación consonantica de
nante (que el observador extranjero sólo aprende a distinguir después timbre, todas las oposiciones bilaterales entre series de localización que
de una larga práctica). pueden ser interpretadas como formando parte de ella son oposiciones
privativas en el sentido de la mencionada correlación de timbre.
Así como en las lenguas con palatalización simple la serie palatal no puede Mucho más claras y simples se presentan las cosas en la correlación
existir como serie de localización autónoma, puesto que se interpreta inevitable-
mente como serie "apical palatalizada" o como serie "gutural palatalizada", tam- de labialización que aparece como única correlación de timbre en algu-
liicn en las lenguas que poseen la correlación de palatalización enfática la "serie nas lenguas caucásicas septentrionales (kabardo, tsajure, rutul, lesghe,
«lotal" (o "serie laringal") debe ser interpretada como serie "laringal palatalizada". aghul, archino, kubachino) en kwakiutl (América del Norte) m y
quizás también en algunas lenguas africanas, especialmente en las
Es necesario distinguir la correlación de palatalización enfática de lenguas bantúes. En kwakiutl esta correlación sólo se extiende a las
la correlación de velarización enfática que desempeña un papel impor- dos series guturales. En las lenguas caucásicas septentrionales que la
tante en las lenguas semíticas y particularmente en árabe. Las conso- poseen, esta correlación aparece principalmente en las guturales ante-
nantes "enfáticas" del árabe se caracterizan por una dilatación de la riores y posteriores, pero no se limita a estas dos series: en kabardo y
raíz de la lengua que ocasiona al mismo tiempo un desplazamiento de en lesghe se extiende además a las apicales; en tsajure, en rutul y en
la laringe. La oposición entre consonantes "enfáticas" y "no enfáticas" aghul, a las apicales y a las dos series sibilantes, y en archino, además,
existe en las series apical, gutural, sibilante y laringal. En todas las a la serie lateral.
series está acompañada por desplazamientos especiales del punto de Las distintas correlaciones de timbre suelen reunirse en haces.
nrticulación: las apicales "enfáticas" son no sólo velarizadas (en el sen- Conocemos únicamente los haces que resultan de la unión de la corre-
tido arriba mencionado), sino también, a diferencia de las apicales lación de palatalización con la correlación de labialización. Se los
post-dentales no enfáticas, alveolares; también en las sibilantes enfáti- encuentra en adyghio (cherkesio), en ubyjio, en abjás, en dungano, en
i'.-is la punta de la lengua está más elevada que en las no enfáticas. las coreano y en birmano. Los haces no aparecen en todas las series. En
guturales enfáticas son post-dorsales e incluso uvulares, en tanto que adyghio, por ejemplo, sólo la serie s presenta tres tipos de timbre (s, s'
l . i k no enfática es predorsal o palatal y su correspondiente sonora, y s°); la serie s posee únicamente la correlación de palatalización, y
cu ciertos dialectos del Sudán egipcio, se pronuncia directamente sobre las dos series guturales y la apical presentan sólo la correlación de
el borde del paladar; finalmente, las laringales enfáticas son más bien labialización (las series labial, lateral y laringal no poseen ninguna
I . M ui|',:ilcs, en tanto que las no enfáticas son gloto-laringales puras 171 . diferencia de timbre) m. En abjás literario aparecen tres tipos de
Kstns diferencias del punto de articulación deben, sin embargo, ser timbre en las dos series guturales y en la serie s, en tanto que la serie s
' l < - | a d a s a un lado. En efecto, en el sistema fonológico del árabe, las posee solamente 'la correlación de palatalización, las series apical y
consonantes enfáticas velarizadas forman una categoría cerrada que se laríngea poseen sólo la correlación de labialización, y la serie labial
opone u la categoría de las consonantes no enfáticas. Lo que hace hasta
l i n i o punto poco clara la correlación de velarización enfática en 172 Cí. F. Boas en Bu//, oí the Bureau for American Ethnol., XL.
173 Cí. N. F. Jakovlev, Kratkaja Grammatika adygejsko£o (k'achskogo)
1
' ' Cí. W. H. T. Gairdner, The Phonetics oí Arable, Oxford, 1925. jazyka dl'a skoly i samoobrazovanija, 1930.
128 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 129

no presenta ninguna diferencia de timbre 1 7 4 . En birmano sólo la serie descenso del timbre. Todo este haz tiene, en efecto, un cierto carácter gradual.
labial presenta tres series de timbre (p, p y p°); las demás, o sea Hasta qué punto existen en otras lenguas haces de timbres semejantes al del antiguo
ambas series apicales, la serie gutural, la serie sibilante y la serie pala- indio es una cuestión a la que por el momento es imposible responder. Mucho
depende de que la oposición entre "dentales" y "palatales" sea o no bilateral en
tal, poseen, en cambio, sólo la correlación de labialización 175. En corea- la lengua de que se trata, lo que objetivamente sólo puede comprobarse por su
no, por el contrario, todas las series de localización parecen participar carácter neutralizable.
de ambas correlaciones de timbre, y la claridad del sistema está en este
caso reforzada por el hecho de que todo el haz de correlaciones es (1) La correlación de chasquido presenta una zona de expansión
neutralizable 17<i. En todos los casos citados hasta aquí, la asociación geográficamente muy limitada, e incluso dentro de esta zona sólo existe
de la correlación de palatalización con la de labialización produce a lo en unas pocas lenguas. Se presenta en algunas lenguas bantúes del
sumo un haz de tres miembros. Pero en el dialecto bsyb del abjás, los Sur, de las cuales el zulú es la más importante; además en hotentote y
sonidos del tipo s presentan cuatro clases de timbre (neutro, palata- en bosquimano, dos lenguas genéticamente aisladas, también del África
lizado simple, labializado simple y palatalizado labializado de matiz del Sur y, finalmente, en» sandawé, lengua geográfica y genéticamente
"ü"). Un caso similar parece existir en la lengua bantú kinyarwanda aislada (del distrito Kilimatinde de la antigua África Oriental alemana).
que ha descripto P.P. Schumacher (Anthropos, XXVI): en la serie
bilabial y, al parecer, en la serie &, se distinguen cuatro clases de tim- Los sonidos chasqueantes están actualmente bien estudiados desde el punto
de vista fonético. Se dispone de buenos registros de fonética instrumental y de
bre (en la serie apical y en la serie s se distinguen sólo tres, y en las descripciones detalladas. Recientemente ha aparecido una monografía en la cual
labiodentales sólo dos, precisamente f-í(í y v-v") I77 . el "problema del chasquido" ha sido tratado desde diversos puntos de vista 17S. Su
autor, Román Stopa, habla en forma detallada sobre la naturaleza de los sonidos
chasqueantes, construye hipótesis acerca del origen de estos sonidos y de la lengua
Para el antiguo indio tendría quizás que ser adoptado un haz de correlaciones en general, pero, en ningún momento, plantea el problema de la posición de los
de otro tipo. Puesto que de todo acortamiento del tubo adicional resulta, desde fonemas chasqueantes dentro de los sistemas fonológicos correspondientes. Muy
el punto de vista acústico, una intensificación de los tonos parciales agudos y, en valioso es el pequeño tratado de P. de V. Pinaar 1 7 9 : no aclara, por cierto, el
consecuencia, un matiz fónico más claro, es evidente que el timbre de las oclusivas problema fonológico, pero aporta al menos importante y fidedigno material foné-
y de las sibilantes "dentales" del antiguo indio debió ser más agudo que el de las tico nuevo. Un modelo en su género es el estudio recientemente aparecido de
"cerebrales" y más grave que el de las "palatales". Por otra parte, eran neutraliza- D. M. Beach 1^0, en e] cual la esencia fonética del chasquido y en parte también
bles y en consecuencia bilaterales no sólo la oposición entre "dentales" y "palata- la fonológica aparecen bajo una nueva luz. Gracias a este notable trabajo dispo-
les", sino también la oposición entre "dentales" y "cerebrales". Es posible, por lo nemos ahora de una descripción absolutamente digna de confianza de toda la
l:into, que en este caso existiese un haz de correlaciones. La oposición entre oclusi- fonética del hotentote (y, por cierto, de sus principales dialectos: ñama, clamara,
vas "dentales" y "palatales" (t-c, ih-ch, d-j, dh-jh) y entre s y c tendría que ser griqua y korana). De las otras lenguas a considerar, el zulú ha sido, desde el punto
interpretada como correlación de palatalización (lo mismo que en ucraniano y en de vista fonético, el más estudiado. El estudio fundamental de Clement M. Doke
rnordwino). La oposición entre "dentales" y "cerebrales" oclusivas (f-¿, th-£h, d-d, acerca de la fonética de esta lengua l^l, no es por cierto fonológico en el sentido
ílh-djh), nasales (n-rj) y sibilantes (s-§) tendría, por el contrario, que ser consi- que damos nosotros a este término, pero permite establecer su sistema fonológico
derada como una correlación de "cerebralización" especial; lo esencial de los fone- sin gran esfuerzo. Se dispone también de un material a partir del cual se puede
mns "cerebrales" residiría en el alargamiento del tubo adicional (es decir, del llegar a establecer en rasgos generales el sistema fonológico del sandawé (al menos
espacio comprendido entre el punto más alto de la lengua y los labios) producido el consonantismo) 182. Lo mismo puede decirse de la descripción hecha por
por el retroceso y la curvatura hacia atrás de la lengua, y en el correspondiente A. N. Tucker de la fonética del grupo suto-chuana 1*^. En cambio, la situación
no se presenta propicia para el bosquimano, que se considera generalmente como
17/1
Cí. G. Deeters, "Der abchasische Sprachbau", Nachr. v.d. Ges. d. Wiss. "la lengua chasqueante por excelencia". Los a b u n d a n t e s datos que aporta
r.u Gtittingen, phil. hist. Kl., Fachgr. III, N? 2, 1931, págs. 290 y sigs. W. H. Bleek lí<4 , constituyen una fuente de extraordinaria importancia para el
175
Cf. ]. R. Firth en Bull. oí the School oí Oriental Studies, VIII, págs.
532-533. 17>í
R. Stopa, Die Schnalze, /'/iré Natur, Entwicklung und Ursprung ( = Prace
' r ''' Cf. A. A. Cholodovic', "O l a t i n i z a c i i korejskogo pis'ma", Sovetskoje Komisji Jezykowej, N? 23), Kraków, 1935.
/.í/rAoznani/e, I, 1935, págs. 147 y sigs. Los grupos de "consonante + w" deben 17
» P. de V. Pienaar, "A Few Notes of Phonetic Aspects of Clicks", Bantu
MM considerados aquí como monofonemáticos. Studies, marzo de 1936, págs. 43 y sigs.
177
Por el contrario, las relaciones que existen en el dialecto japonés de 180 D. M. Beach, The Phonetics of the Hottentot Language, Cambridge, 1938.
Nii|'.r..ilu deben ser interpretadas en otra forma. En este dialecto existen cuatro 1S1
C. M. Doke, The Phonetics of Zulú Language ( = Bantu Studies, II, 1926,
i i ( > i > - , ilr guturales: velares, palatales, velares labializadas y palatales labializadas. Special Number).
lv ,, ,n este dialecto la correlación de labialización es desconocida en las
n f i . r . M ' i H ' s de localización, en tanto que la correlación de palatalización abarca 182 Véase págs. 151 y sigs.
líi:i
ludiiM l.r. si'iies, las guturales labializadas (que suenan casi como labiales) deben A. N. Tucker, The Comparar/Ve Phonetics oí Suto-Chuana Group of Bantu-
irc . 1 ' i r . n l f t . n l . r . como una serie emparentada autónoma ("labiovelar") dentro de Languages, Londres, 1929.
tu cual la correlación de palatalización, lo mismo que en las otras series, encuen- 184
W. H. Bleek y L. C. Lloyd, Specimens of Bus/imán Folklore, Londres,
l i ,¡ n i . i , .,, ion.
1911.
I 10 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 131

' • . l u d i o del bosquimano, pero la transcripción incierta e inconsecuente de los soni- queante" y la "serie no chasqueante" parece pues, ser típica de las
dos de esta lengua hace difícil llegar a conclusiones acerca de su sistema fonológico lenguas "chasqueantes" en general. Si la diferencia entre la articula-
(casi imposible, al menos sin el comentario de la colaboradora del eminente espe-
cialista). P. Meriggi logró, sin duda, imponer cierto orden dentro de esa confu-
ción "chasqueante" y la articulación "no chasqueante" consistiese exclu-
sión 1H5 > pero no se llegó de ningún modo a una claridad completa. sivamente en el hecho de que una es inspirada y la otra expirada, sería
por supuesto imposible clasificar esta diferencia entre las oposiciones
El problema que se le plantea al fonólogo ante los sonidos chas- de localización. Pero las investigaciones fonéticas recientes han demos-
queantes de las lenguas africanas se expresa así: ¿la oposición entre trado que los "sonidos chasqueantes" exigen siempre una forma parti-
los fonemas chasqueantes y los no chasqueantes es, en estas lenguas, cular de la masa lingual. Además de la oclusión principal, formada por
una oposición de localización o una oposición de modo de franquea- los labios o por la parte anterior de la lengua, que produce los distin-
miento? Los fonetistas que se han ocupado de la naturaleza fisioló- tos tipos de sonidos chasqueantes (labiales, dentales, retroflexos, pala-
gica de los sonidos chasqueantes han concebido y tratado las particu- tales y laterales), cada uno de estos sonidos presenta también una
laridades específicas de estos sonidos como particularidades de modo segunda oclusión, llamada "oclusión de apoyo", que es siempre velar
de articulación. Su modo de articulación "chasqueante" (avulsivo) ha (es decir, se produce por la elevación de la parte posterior del dorso
sido comparado con otros modos de articulación (inspirado, implosi- de la lengua contra el paladar blando). Precisamente, la existencia
vo, eyectivo, etc.), y esto por cierto en forma general, sin hacer refe- de dos oclusiones, una que es necesariamente velar y la otra que puede
rencia al sistema consonantico de una lengua determinada. El fonólogo, formarse en cualquier parte más avanzada de la cavidad bucal, perte-
en cambio, debe considerar la posición de los fonemas chasqueantes nece a la esencia de los sonidos chasqueantes. Por medio de un movi-
en los sistemas consonanticos de las distintas lenguas. Esta considera- miento de succión el aire contenido en el espacio intermedio entre las
ción conduce a los siguientes resultados: en zulú, donde existen soni- dos oclusiones se rarifica. Al franquearse la oclusión anterior el aire
dos laterales, palatales y apicales chasqueantes, existen también soni- exterior se precipita en este espacio intermedio en donde el aire es
dos apicales, palatales y laterales no chasqueantes. Si dejamos provi- escaso, pero al mismo tiempo se franquea también la oclusión velar
soriamente a un lado los sonidos chasqueantes, comprobamos que en posterior. Todas estas particularidades de los sonidos chasqueantes
todas las series de localización, entre ellas la serie apical, palatal y tienen igual importancia desde el punto de vista fonético. Pero desde
lateral, existe una consonante sonora, una oclusiva recursiva, una oclu- el punto de vista fonológico, lo más importante es la existencia de la
siva sorda aspirada y una nasal 1S(i . Mutatis mutandis existen también oclusión velar juntamente con otra (labial, apical, palatal, etc.) y las
las mismas oposiciones en las tres series "chasqueantes": en cada una variaciones específicas producidas por este hecho en la forma de la
de estas series hay un sonido chasqueante con ataque vocálico sonoro lengua (y en consecuencia en la forma de toda la cavidad bucal reso-
(suave), otro con ataque vocálico duro (= explosión laringal), un nante). Estas circunstancias permiten considerar las diferencias entre
tercero con ataque vocálico aspirado y, finalmente, un sonido chas- la articulación chasqueante y la articulación no chasqueante como una
queante nasal. Las oposiciones entre estas distintas especies de soni- oposición de localización y, más precisamente, como una oposición
dos chasqueantes son todas distintivas. Por consiguiente las apicales entre una serie de trabajo principal y otra de trabajo accesorio. Y
chasqueantes, las palatales chasqueantes y las laterales chasqueantes puesto que esta oposición es lógicamente privativa y aparece en varias
forman, en zulú, series especiales, que son paralelas a las series no series de localización del mismo sistema, puede ser designada como
chasqueantes correspondientes. En bosquimano, donde existen las "correlación de chasquido".
mismas cuatro clases de sonidos chasqueantes (con ataque vocálico
sonoro suave, con ataque vocálico sordo duro, con ataque vocálico La existencia de una "oclusión de apoyo" velar produce, naturalmente, un
desplazamiento del punto de articulación de la parte anterior de la lengua. Por
aspirado y con nasalización) las consonantes no chasqueantes corres- ello es a veces muy difícil establecer la correspondencia entre una serie chasqueante
pondientes presentan también los mismos cuatro modos de articulación, y una serie no chasqueante. En bosquimano las consonantes no chasqueantes pre-
de manera que entre las apicales y las palatales chasqueantes y no sentan una serie labial, una apical, una dorsal, una palatal, una sibilante y una
chasqueantes existe igualmente una relación de series paralelas. Una laringal; por el contrario, las chasqueantes se distribuyen en una serie apical
relación similar se presenta también en sandawé, como se verá más plana, una "cerebral", una palatal y una lateral. Por lo tanto, a primera vista,
sólo puede establecerse en este caso una correlación de chasquido entre las series
iidclíinte. La relación que se comprueba en zulú entre la "serie chas- apical y palatal. Pero puede decirse con mucha verosimilitud acerca de los sonidos
chasqueantes "cerebrales" del bosquimano, lo mismo que Beach dice acerca de los
IM, p Meriggi, "Versuch einer Grammatik des xam-Buschmannischen", Zeit- fonemas hotentotes correspondientes (o. c., págs. 81 y sigs.), o sea que la curvatura
< I n i l t luí Eingeborenensprachen, XIX. hacia atrás de la punta de la lengua es un fenómeno facultativo y de ninguna mane-
IHI; Además algunas series presentan también espirantes sordas y la serie labial ra esencial. Esencial para la realización de los llamados sonidoí. chasqueantes cere-
MU. l i . i "implusivíi". brales es, únicamente, el hecho de que, en comparación con las "dentales" y las
132 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 133

"palatales", estos sonidos se desplazan más hacia atrás, de manera que en la parte
ción de guturalización completa) y en las dos series sibilantes. La
anterior de la boca se forma un espacio "vacío" (es decir, no ocupado por la len-
gua) relativamente grande. Entre los sonidos chasqueantes "dentales" y los soni- impresión acústica que las consonantes plenamente guturalizadas y
dos chasqueantes "cerebrales" existe, pues, una relación que puede ser comparada labiovelarizadas producen en el observador extranjero es la de un
con la relación que existe entre los sonidos no chasqueantes apicales y los sonidos grupo de consonantes (p/c, ck, tkw, ckw, o bien px, ex, txw, CKW).
no chasqueantes guturales; los sonidos chasqueantes "cerebrales" deben por consi- Deben considerarse, sin embargo, como monofonemáticas, puesto que
guiente ser considerados, respecto a la serie gutural, como una serie de trabajo
accesorio. El sistema de los sonidos chasqueantes del hotentote, descripto per en las lenguas en que aparecen no son admitidos los grupos de conso-
Beach (págs. 75-82), puede ser resumido como sigue: hay dos series de sonidos nantes. Si se comparan los sonidos chasqueantes con las consonantes
chasqueantes explosivos; en una de ellas el espacio bucal anterior está ocupado plenamente guturalizadas (o con las labiovelarizadas), se llega a la
hasta los dientes por la lengua (serie "denti-alveolar" de Beach o "palatal" de los convicción de que la diferencia es sólo fonética y no fonológica. El
precedentes observadores); en la otra queda en la boca, hacia adelante, un espacio
sin ocupar (serie "alveolar" de Beach o "cerebral" de los predecesores). Además elemento de succión que parece ser, a primera vista, tan característico
de estas dos series "plosivas" existen dos series "africadas" que están, una respecto de los sonidos chasqueantes, es sólo una manera particular de inte-
a la otra, exactamente en la misma relación que las "plosivas", es decir, que mien- rrumpir la oclusión bucal anterior y es, para la posición de los sonidos
tras en una la parte anterior de la cavidad bucal está ocupada por la lengua chasqueantes en el sistema fonológico, mucho menos importante que
(serie "dental"), en la otra no lo está (serie "lateral"). Al desaparecer la oclusión
anterior, la lengua, en las series "plosivas", se separa simplemente del paladar, en la existencia de la "oclusión de apoyo" velar; por otra parte, ésta
tanto que en las series "africadas" el aire entra poco a poco, por la parte anterior existe también (aunque quizás no en forma tan enérgica) en las conso-
de la cavidad en la serie "dental" y por los costados en la serie "lateral". Es nantes con guturalización completa o con labiovelarización del zezurú
evidente que la oposición entre series ''plosivas" v series "africadas" no es una y de los otros dialectos del shona central y oriental.
oposición de localización. Por consiguiente, en hotentote sólo existen en rigor dos
series de localización chasqueantes, una de las cuales se caracteriza por una cavi- En resumen, se dirá que las particularidades de localización pue-
dad bucal que no está completamente ocupada. Las consonantes no chasqueantes den formar sistemas de oposiciones bastante complicados. Las series
del hotentote se dividen en labiales, apicales (incluyendo las sibilantes), guturales fundamentales están en relación de oposición bilateral (heterogénea).
y laringales. Las labiales y las laringales están evidentemente fuera de la corre-
Ittción de chasquido. De las otras series, las no chasqueantes apicales corresponden Sin embargo, algunas de estas series fundamentales se encuentran
.1 los "sonidos chasqueantes con cavidad anterior ocupada", y los Sonidos no chas- escindidas, en muchas lenguas, en dos series emparentadas que están
queantes guturales a los "sonidos chasqueantes con cavidad anterior no ocupada". en relación de oposición bilateral equipolente entre sí, y con respecto
Así pues, existe también en hotentote una relación correlativa entre las series de a las otras series (fundamentales o emparentadas) del mismo sistema,
localización chasqueantes y no chasqueantes.
en relación de oposición multilateral. Finalmente cada serie de locali-
zación puede desdoblarse en series que están, una respecto a la otra,
En conexión con la correlación de chasquido debemos tratar aún en relación de oposición (efectiva o lógicamente) privativa. En la
otro tipo de series de trabajo accesorio, a saber, la correlación de ¿utu- medida en que un desdoblamiento tal abarca varias series de localiza-
nilización completa y la correlación de labiovelarización. Estas corre- ción del mismo sistema consonantico se constituye una correlación, ya
laciones aparecen en ciertas lenguas bantúes, precisamente en el grupo sea una correlación (consonantica) de timbre o bien una correlación
shona y en su vecino el venda 187 . La correlación de guturalización de chasquido.
completa o pura consiste en la oposición entre consonantes no velari-
/adas y consonantes en las cuales, además de la articulación principal,
so realiza un trabajo accesorio gutural, es decir, una elevación del dorso d) Fonemas consonanticos fuera de las series fie localización
de la lengua contra el paladar blando. Esta elevación puede ser tan
marcada que produzca directamente una oclusión velar (es éste el En muchas y quizás en la mayoría de las lenguas, hay fonemas
caso en el dialecto zezurú del shona central), o tan débil que resulte consonanticos que se encuentran fuera de las series de localización (al
de ella sólo un estrechamiento velar (lo cual es típico de los otros menos fuera de las series de localización no correlativas). En este
dialectos del shona central y oriental, especialmente del subgrupo caso se hallan, las más de las veces, las "líquidas" y "A". No se puede,
kaninga). En el dialecto zezurú esta correlación existe en las bilabiales sin embargo, generalizar esta afirmación, pues a veces las líquidas y h
v I - M las palatales. La correlación de labiovelarización es una asociación pueden también incorporarse a las series de localización. Ya hemos
de la correlación de guturalización completa con la correlación de mencionado el guillak, en el que r debe ser considerada como la con-
I . J u . i h / . i c ion. Existe, en todos los dialectos del shona central y orien- tinua sonora de la serie apical 18ÍÍ . En esquimal, en el que r es siempre
t a l , cu las apicales, en las palatales (independientemente de la correla- uvular y se realiza sin vibración, este fonema toma en la serie post-
dorsal la misma posición que w en la serie labial y que v en la serie
1117
C. M. Doke, A Comparative Study in Shona Phonetics, págs. 109-119, y
I.", | > il.iint'.iimitis de las págs. 272 y 273. 18S
C/. págs. 65 y sigs.
IÍ4 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 135

predorsal; en las apicales esta posición está ocupada por /, que corres- entre ellas una oposición bilateral, que puede ser considerada como
ponde a una espirante sorda í, de manera que resulta el siguiente lógicamente privativa: la relación r-í puede interpretarse como "vibran-
«i*:tf>mpt 18'9. te-no vibrante" o como "lateral-no lateral". En una lengua como el
í italiano, en la que r se realiza siempre como una vibrante redoblante,
v la primera interpretación es la más apropiada, en tanto que en alemán,
X X
en el que son muy frecuentes las variedades no redoblantes del sonido
/ r como realizaciones del fonema "r", sólo es posible la segunda inter-
(m) (») pretación. Pero, naturalmente, mientras la oposición r-/ no sea, en una
lengua determinada, neutralizable, sigue siendo sólo lógicamente pri-
En lenguas que poseen una única líquida y en las cuales existe una vativa. Por otra parte, la oposición entre r y / no es en ningún caso una
serie de localización palatal, se puede considerar w como la sonante oposición de localización, sino una oposición de modo de franquea-
labial, y como la sonante palatal, y la única líquida como la sonan- miento, incluso, por cierto, en lenguas como el alemán, en el que r es
te apical. Pero puede demostrarse que esta interpretación es justa sólo la líquida "no lateral" y / la líquida "lateral". Desde el punto de vista
cuando está garantizada por el funcionamiento del sistema o por una fonológico, en efecto, la articulación lateral puede ser considerada como
alternancia gramatical. Es éste el caso, por ejemplo, del mende (Sierra una particularidad de localización sólo cuando es propia de varios
Leona); en esta lengua, / es la única líquida y t se encuentra en alter- fonemas cuyas otras marcas distintivas son semejantes a las particula-
nancia gramatical con ella; esta alternancia se produce en las ridades de modo de franqueamiento de los fonemas de otras series
mismas condiciones que la alternancia p ~ w, de modo que puede fundamentales (o emparentadas) del mismo sistema (como por ejem-
establecerse una proporción t : ¡ — p : w liin. En chichewa, en el que plo en pedi, en sandawé, en tlingit, en chinook, en adyghio, en avar,
la única líquida se realiza o como r o corno /, este fonema es reem- etc.). Pero en las lenguas en las que existe un único fonema lateral y
plazado por d cuando se agrega un prefijo m o n, y en las mismas éste se encuentra en relación de oposición bilateral sólo con r (que está
circunstancias se reemplaza y por £ y w por b m. En casos como fuera de las series de localización), la articulación lateral (es decir,
estos existe una prueba objetiva de la pertenencia de la única líquida la que permite el paso libre y sin fricción a través del espacio que
a la serie apical. Pero cuando no existen pruebas semejantes, la queda entre un lado de la lengua y la "pared lateral" de la cavidad
incorporación de la única líquida a una serie de localización deter- bucal) debe ser considerada como un modo especial de franqueamien-
minada es siempre dudosa. En las lenguas con más de dos líquidas, to. La ambigüedad de la articulación lateral, que presenta dificulta-
no es rara la pertenencia de dos de ellas o al menos de una, a una des para la sistemática fonética, es algo que se sobrentiende en la
determinada serie de localización. Así, por ejemplo, en serbo-croata sistemática fonológica, tanto más cuanto que para ésta sólo interesa
(stokavo) la relación / : / es evidentemente análoga a las relaciones qué fonema se encuentra en relación de oposición respecto al fonema
n : n, t : c y d : rf, de lo que resulta la incorporación de / a la serie lateral de que se trata y a qué clase pertenece esta relación de
"dental" y de / a la serie "palatal"; de este modo, sólo T queda fuera de oposición.
las series de localización. Acerca del tamil, véase más adelante, En lo que se refiere a h, en muchas lenguas es el "fonema conso-
La mayoría de las lenguas del mundo poseen sólo dos líquidas, y nantico indeterminado en general", pero en muchas otras forma parte
éstas se incorporan muy rara vez a las series de localización 192. Forman de una serie de localización determinada, ya sea de la "serie gutural'
(que en este caso se caracteriza por la no participación de la punta
I «11 cf. W. Thalbitzer, "A Phonetical Study of the Eskimo Language", pág. 81. de la lengua y de los labios), ya sea de una serie laringal especial. Esto
I1P
" Cf. E. Aginsky, A Grammar of Mende Language, Language Dissertations último ocurre sobre todo cuando el mismo sistema contiene una explo-
(Linfí. Soc. of America), N<? 20, 1935. siva laringal (oclusiva glotal) que se halla en relación de oposición
''" Ct. Mark H. Watkins, A Grammar of Chichewa, a Bantu Language in bilateral con respecto a h. En danés, donde h aparece sólo en las posi-
;/i Central África, Language Dissertations (Ling. Soc. of America), N"? 24,
ciones fónicas donde las suaves no aspiradas (sordas) b, d y g se opo-
''•'•' Han sido mencionados ya el guillak y el esquimal. En algunas lenguas nen a las fuertes aspiradas p, t y k, la h se encuentra evidentemente,
bmtúes una de las líquidas es una / normal (alveolar) y la otra, por el contrario, con respecto al ataque vocálico no aspirado, en la misma relación de
muí / relroflexa (que a veces se asemeja a r). En estas lenguas ambas líquidas oposición que p, t o k respecto a b, d o ¿193. En este caso se podría
HIIM on frecuencia "localizables", por ejemplo en suaheli (dialecto mombesa), en admitir, pues, una serie laringal en la cual h sería la "aspirada" (o la
ni <n • unu serie retroflexa se opone a la serie apical plana; lo mismo puede decirse
«luí | odi, en el cual 7 retroflexa pertenece evidentemente a las apicales y / dental, "fuerte"). En alemán, en cambio, en el que la relación entre h y el
por 1 contrario, a las laterales. Acerca del sistema consonantico de estas lenguas 193
víuie C. Meinhof, Grundriss einer Lautlehre der Bantu-Sprachen, Berlín 1910. Cf. A. Martinet, La Phonologie du mot en danois.
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 137

ataque vocálico no aspirado no es paralela a la relación entre p, t o k y sordos, entre aspirados y no aspirados, e igualmente entre oclusivos y
por una parte y b, d o g por la otra (h es sonora entre vocales; al con- espirantes, están pues, regidas en este caso por el contexto fónico, y son
trario, p, t y k, en la misma posición, son sordas; por otra parte, h no por lo tanto fonológicamente no pertinentes. La esencia fonológica de
aparece en final, en tanto que p, t y k en esta posición reemplazan al los cinco fonemas nombrados del tamil consiste, por una parte, en su
archifonema de las oposiciones neutralizadas p-b, t-d y k-g; etc.), h pertenencia a una determinada serie de localización y, por la otra, en
debe ser considerado como un fonema "indeterminado" situado fuera el hecho de ser consonadores. Estos cinco consonadores se encuentran
de las series de localización. Lo mismo vale también para muchas en tamil opuestos a cinco sonantes: al fonema labial P se opone el
otras lenguas. fonema w; al apical plano T, el fonema /;^al apical retroflexo T, el fone-
ma retroflexo ¿, y al palatal sibilante C, el fonema y. En cuanto al
fi) PARTICULARIDADES DE MODO DE FRANQUEAMIENTO fonema gutural K, parece corresponder, en tamil, al fonema sonante R
(en la transcripción de Firth, "j"), cuya realización Firth describe así:
a) Los grados de obstaculización y las correlaciones de "es un sonido durativo no consonador con un matiz post-vocálico inde-
modo de franqueamiento de primer grado terminado; se produce mediante el retroceso y la extensión hacia los
costados de toda la masa lingual; de este modo la lengua se hace, por
Arriba (pág. 84) se señaló cómo lo esencial de las consonantes es así decir, corta, gruesa y sin punta, y se acerca a la parte media del
la creación de un obstáculo y su correspondiente franqueamiento. paladar blando" (XVI). Sólo el fonema tamil r se encuentra totalmente
Encarada desde este ángulo, la clasificación habitual de las consonan- fuera de las series de localización y no está en relación de oposición
tes en oclusivas, fricativas (o espirantes) y sonantes, debe ser consi- bilateral con ningún otro fonema 195. En tamil se trata por lo tanto, de
derada como una división según los grados de obstaculización. El una correlación de sonantismo (o de una correlación líquida, si se
grado de obstaculización más elevado aparece en las oclusivas, el grado decide considerar también a w y y como líquidas) que abarca todo el
medio en las fricativas y el grado menor en las sonantes (que pueden sistema consonantico (con excepción de r). Desconocemos otros ejem-
aproximarse a la "ausencia de obstáculo" que constituye la esencia de plos de este tipo. En la mayoría de los casos, o bien las sonantes se
las vocales, sin lograr no obstante alcanzarla). Las, oclusivas son encuentran totalmente fuera de las series de localización y forman una
momentáneas, en tanto que las fricativas y las sonantes son durativas; clase de fonemas aparte, que se hallan en velación de oposición bilate-
por otra parte, las oclusivas y las fricativas pueden ser consideradas, ral entre sí pero en relación de oposición multilateral con los demás
en oposición a las sonantes, como consonadoras. Entre los tres grados fonemas; o bien no todos, sino sólo algunos de los fonemas sonantes
de obstaculización pueden, pues, existir cinco oposiciones bilaterales: están incluidos en el sistema de las series de localización y entran en
a) sonante - consonadora, b) momentánea - durativa, c) oclusiva - frica- relación de oposición bilateral con algunas clases determinadas de
tiva, d) fricativa - sonante y e ) oclusiva - sonante. Las cinco son, lógi- consonadores.
camente privativas, y cuando en un sistema dado son proporcionales La oposición bilateral entre sonidos momentáneos y durativos
(es decir, aparecen en varias series de localización), resulta de cada supone la no pertinencia fonológica de la oposición entre fricativas
una de ellas una correlación particular que puede ser designada corre- y sonantes, y parece darse muy raramente en su forma pura; al menos
lación de modo de franqueamiento de primer grado. nosotros no conocemos ningún sistema consonantico que esté construido
La correlación sonántica, es decir, una oposición proporcional bila- según este principio. Hay, por cierto, lenguas donde las sonantes
teral entre sonantes y consonadoras, sólo es posible, evidentemente, en (orales) forman junto con los espirantes una clase de fonemas dura-
las lenguas en que la oposición entre oclusivas y fricativas es fonológi- tivos, la cual se opone en todas las series de localización o en algunas
camente no pertinente. Un caso de este tipo aparece en forma muy de ellas a la clase de los fonemas momentáneos. Pero esta correla-
clara en tamil 194 . Existen aquí cinco fonemas consonadores, cada uno ción (al menos en los casos que nosotros conocemos) no aparece sola,
de los cuales recibe una realización distinta según el contexto fónico: sino unida a otras correlaciones, y esto de tal modo que, o bien sólo
en comienzo de palabra se realizan como oclusivas aspiradas (ph, f h , ¿h, los sonidos momentáneos, o bien sólo los durativos, o unos y otros a la
kh, ¿ h ); en medio de palabra tras vocal, como espirantes ((}, fi, § como vez, se dividen en sonoros y sordos, o en suaves y fuertes, etc. Véanse,
sonoras, x, á la mayoría de las veces como sordas); tras nasal, como
oclusivas sonoras (b, d, d, g, 3), y tras r como oclusivas sordas no aspi- 195 Esta posición particular de r en el sistema consonantico tamil hace que
radas (p, f, í, k, c). Las oposiciones entre sonidos consonadores sonoros sea éste el único fonema sonante tras el que pueden hallarse otras consonantes
(p, r, k, n) y que aparece no sólo tras vocal, sino también tras consonante (espe-
l11 cialmente tras t). p y v son admitidas por cierto tras /, pero, según parece, en
'' J. R. Firth, "A Short Outline of Tamil Pronounciation" (Apéndice a la
.'" i-ilirión de la Grammar of Common Tamil de Arden, 1934). palabras extranjeras como reyilvee "ferrocarril".
MS LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA
Oposiciones fónicas distintivas 139

por ejemplo, los sistemas consonanticos antes mencionados del esqui-


partes del mundo, una de las más extendidas, a pesar de que sólo
mal (pág. 134) y del guillak (pág. 65). Por consiguiente esta correla-
raramente está representada en todas las series de localización.
ción (que puede ser designada como correlación de duración) es siem-
Por el contrario, una relación de oposición bilateral entre una
pre sólo un miembro de un haz de correlaciones.
sonante y una fricativa es un fenómeno fonológico muy raro. En checo
La correlación de sonantismo y la correlación de duración son en
existe una relación de este tipo entre r y r; en zulú y en la lengua
general fenómenos raros. Con más frecuencia los tres grados de obsta-
de los indios Pueblo de Taos (Nuevo México) m, entre ¡ y "f. En
culización (oclusivo, espirante y sonante) se oponen entre sí por pares,
muchas lenguas parece existir una relación semejante entre w y fi (o
y tales oposiciones no abarcan por lo general sino una parte del sistema
v): sin embargo, en estos casos debe establecerse si w es verdadera-
consonantico.
mente una consonante y no más bien una variante combinatoria de la
Como correlación de acercamiento o correlación de oclusión desig-
vocal u; eliminados estos casos dudosos, quedan muy pocas lenguas
namos a la oposición entre oclusivas y espirantes que existe a la vez
que posean la oposición "sonante labial - espirante labial sonora" (por
en varias series de localización. En alemán esta correlación existe en
ejemplo, el kiurino, el pedi, el chichewa y algunas otras). En lo que se
las series dorsal, labiodental y sibilante del tipo s (k-ch, pí-f, tz-ss).
refiere a la oposición entre la sonante palatal y la espirante palatal
En polaco, en checo, en eslovaco y en ucraniano esta correlación abar-
sonora, no conocemos de ella ni un solo ejemplo 1!>x. Por consiguiente,
ca la serie gutural y todas las series sibilantes; en serbo-croata y en son extraordinariamente raros los casos en que dos fonemas consonan-
húngaro se limita a las dos series sibilantes (serbo-croata c-s, $-z, c-s;
ticos se distinguen en realidad sólo por la presencia y la ausencia de
húngaro cs-s, dzs-zs, c-sz, dz-z); en albanés, además de las dos series
un ruido de fricción. En ninguna lengua esta oposición parece tomar
sibilantes (c-s, "x"-z, "c"-"sft", "x/i"-"zh"), abarca también las labiales la forma de una correlación que abarque varias series de localización.
(p-í, b-v) y las apicales (í-'W, d-"d/r'); en griego moderno abarca En cuanto a la oposición entre sonantes y oclusivas, existe como
todas las series de localización (n-cp, T-Í), x.-x, TOO), etc. En inglés la correlación sobre todo en las lenguas que no poseen ninguna espirante;
oposición entre oclusivas y fricativas es muy evidente en los sonidos por ejemplo, en el dialecto oriental del nuba (Sudán egipcio), donde
del tipo s (c-s, 3-z). Pero en las apicales y las labiales inglesas la cues- a las cinco oclusivas sonoras b, d, d (interdental), ¿ y i- se oponen igual
tión no se presenta muy clara: t y d inglesas se realizan con una posi- número de sonantes, a saber, w, 1, r, y y y ""'• de éstas, w, y y y se
ción de la lengua bastante alta, y cuando t inicial se pronuncia con aspi- encuentran evidentemente en una relación de oposición bilateral con
ración enérgica, casi como una africada, es posible oír una "distensión" b, é y JS y quizás también r y I deban ser incorporadas a las dos series
del tipo s; las espirantes apicales planas í) y o, en cambio, se realizan apicales emparentadas. Pero también en otras lenguas existen oposi-
con una posición de la punta de la lengua bastante baja ("interden- ciones bilaterales entre sonantes y oclusivas. En serbo-croata (stokabo)
tal"); de igual modo p y b son "bilabiales" y í y v, en cambio, "labioden- existe la proporción b : v = d : I = d": 1 (lj), y en los dialectos monte-
tales". En griego moderno y en albanés, por cierto, las espirantes labia- negrinos en los que la x del protoeslavo se convirtió en una durativa
les y dentales no coinciden tampoco exactamente, en cuanto al punto velar sonora sin fricción perceptible " (lü , la misma proporción aparece
de articulación, con la correspondiente oclusiva: pero en otras series aumentada aún por el par ¿ : y. En danés (especialmente en la lengua
de localización hay coincidencia exacta (en albanés, en las series tipo s literaria), existe una oposición proporcional entre las suaves b, d y ó,
y tipo s; en griego moderno, en las series x y °), lo que crea una "pre- por una parte, y las durativas v, o y y por la otra. Puesto que v, o y y
sión del sistema". Además, en griego moderno las oposiciones it-cp, T-íl danesas se realizan casi sin ruido fricativo y que asociadas a una vocal
y x.-x son neutralizables y entre sus miembros existe una alternancia precedente equivalen desde el punto de vista prosódico a un soporte de
l'.iamatical. Puesto que en inglés estas condiciones no se cumplen (y sílaba largo (lo mismo que los grupos "vocal -f- r o /" o "vocal -f- m o
que la aspiración de t y p iniciales, que las hace casi africadas, pone n"), deben ser consideradas, desde el punto de vista del sistema fonoló-
especial mente de relieve la diferencia fonética de localización respecto
n í) y /), puede dudarse de que las oposiciones t, d - f t , o y p, b-f-v 1'-^ Según G. L. Trager en Le Maítre Phonétique, 3C serie, N° 56.
deban ser concebidas en inglés como "oposiciones de acercamiento" 196. 1 <JX En los dialectos írakave septentrionales del croata donde, según A. Belic
Las mismas dudas surgen en algunas otras lenguas. Puede decirse, no y M. Matecki, j proveniente de un ;' eslavo primitivo (por ejemplo, en ja je
obstante, que en la mayoría de los casos la cuestión es muy clara y que "huevo") se difererfcia de ; de otro origen (por ejemplo, en zaja "sed"), la prime-
ln correlación de acercamiento como tal es, en las lenguas de todas ra no es, desde el punto de vista fonológico, un fonema consonantico, sino sola-
mente una variante combinatoria del fonema vocálico / en contacto inmediato con
otras vocales.
IÍM; £)e todos modos la h inglesa no puede ser considerada en ningún caso 19» Ci. A. N. Tucker, o. c.
i ' MU) la espirante de la serie gutural (K. Malone y A. Martinet se han opuesto 200 Cf j? Boskovic, "O prirodi, razvitku i zamenicima glasa h u govorim-i
m este sentido, con toda razón, a B. Trnka). Acerca del francés, véase pág. 121. Crne Gore", Juz. FU., XI, 1931, págs. 179 y sigs.
140 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 141

H¡co danés, como sonantesM1. Por lo tanto se trata también en este del aire es más fuerte; si, por el contrario, los músculos de los órganos
c;iso de una correlación que abarca todas las oclusivas suaves y una bucales se relajan, también se debilita la presión del aire.
parte de las sonantes. Puesto que las oclusivas y las sonantes son, La correlación de intensidad (o de presión) presenta una relación
desde el punto de vista tanto acústico como articulatorio, tipos de arti- algo diferente entre la solidez del obstáculo y la fuerza de la presión
culación de diferencia máxima, esta correlación tendría que ser consi- del aire: cuando los músculos de los órganos bucales están relajados
derada como la correlación (consonantica) de contraste. Debe seña- la presión del aire resulta demasiado fuerte, de allí el acortamiento y
larse que en todos los casos citados anteriormente faltan los grados la eventual aspiración de los miembros "débiles" de la oposición;
intermedios (fonéticos) entre las oclusivas y las sonantes, o sea las cuando la musculatura bucal está tensa la presión del aire resulta ser
espirantes (sonoras o suaves): el nuba oriental no posee en general exactamente la requerida para desarrollar su labor, de allí el largo
ninguna espirante; en serbo-croata y en danés no existen espirantes, al relativo, la falta de aspiración y el franqueamiento dificultoso del
menos en las series de localización que participan de la "correlación obstáculo en los miembros "fuertes" de la oposición.
de contraste". Esto también es comprensible, pues sólo bajo estas condi- La correlación de sonoridad, es decir, la oposición entre consonan-
ciones puede ser bilateral la oposición entre oclusivas y sonantes. tes sordas y sonoras.
La correlación de aspiración, es decir, entre consonantes aspiradas
b) Correlaciones de modo de franqueamiento de segundo grado y no aspiradas (en la medida en que sólo la aspiración, y no otras
particularidades de la articulación, son fonológicamente pertinentes).
Como puede verse por lo que precede, es relativamente raro que La correlación de recursión, es decir, la oposición entre las conso-
las correlaciones que se producen por oposiciones bilaterales entre nantes producidas por el aire que viene de los pulmones y las conso-
distintos grados de obstaculización abarquen la totalidad del sistema nantes producidas únicamente por la masa de aire reunida encima de
consonantico. En general, algunos fonemas consonanticos quedan fuera la laringe cerrada y que es expulsada de ésta mediante una especie de
de estas correlaciones, pero entran en determinadas relaciones de oposi- golpe de pistón 202.
ción bilateral con otros fonemas del mismo grado de obstaculización. La correlación de desenlace, en decir, la oposición entre consonan-
Las oposiciones bilaterales entre fonemas del mismo grado de obstacu- tes con oclusión bucal que se interrumpe violentamente y consonantes
lización (y de la misma serie de localización) producen correlaciones con oclusión bucal que se interrumpe suavemente 203.
especiales que podemos designar, para distinguirlas de las correlacio- 202 Diferentes nombres han sido propuestos para estas consonantes. La deno-
nes primarias que resultan de la oposición de los tres grados de obsta- minación más difundida es seguramente la de "consonantes con oclusión laríngea",
culización, correlaciones de modo de franqueamiento de segundo grado. pero es un poco ambigua, ya que, por una parte, la oclusión laríngea puede ser
En todo par correlativo de una correlación de modo de franquea- también un fonema independiente y, por otra parte, dicha oclusión no es exclusi-
va de estas consonantes. Objeciones semejantes hacen que deba ser rechazado tam-
miento de segundo grado, ambos miembros de la oposición deben bién el término "gloto-oclusivas" utilizado por el autor en "Die Konsonanten-
pertenecer al mismo grado de obstaculización. Pero, por otra parte, systeme der ostkaukasischen Sprachen". La designación propuesta por N. Jakovlev
una correlación de modo de franqueamiento de segundo grado no está (en su "Tablicy fonetiki kabardinskogo jazyka"): "consonantes de expiración
en teoría asociada a ningún grado de obstaculización determinado y supraglotal", tiene los inconvenientes de ser pesada y de no expresar con suficien-
te claridad la esencia de estas consonantes. Más acorde con esta esencia es la desig-
puede, por lo tanto, según las lenguas, aparecer en distintos grados nación "eyectivas" que utilizan los fonetistas ingleses (en especial los africanistas):
de obstaculización. con ella se alude a la enérgica elevación de la laringe que, corno un pistón, expulsa
Distinguimos las seis siguientes correlaciones de franqueamiento de el aire que se encuentra encima de ella. En el mismo sentido estaba orientado el
segundo grado típicas: autor cuando en 1922, en un artículo publicado en el Bulletin de la Société de
Linguistique de París, XXIII, eligió para estas consonantes el nombre de "recur-
La correlación de tensión, es decir, la oposición entre "fuertes" y sivas" (que por otra parte ya había sido empleado antes en los trabajos caucaso-
"suaves", en la que la fuerza del obstáculo está en proporción con la lógicos rusos). La misma expresión es usada actualmente en la bibliografía indo-
del medio empleado para franquearlo (presión del aire): si el obstáculo lógica, primero por R. L. Turner en el Bu//, oí the School oí Oriental Studies,
está reforzado por la tensión de la musculatura de la boca, la presión III, págs. 301 y sigs. (aunque, según parece, a propósito de las oclusivas "inyec-
tivas"), y recientemente también por el lingüista indio S. K. Chattarji (c/. su
;!l Recursives in New-lndo-Aryan, Publ. by the Linguistic Society oí India, Lahore,
" A. Martinet, en La Phonologie du mot en danois, considera v, 5 y Y como
1936).
i'ipiruntes, pero por error, puesto que estos fonemas son tratados en danés como
i, I y j. Verdaderas espirantes son, en danés, sólo f y s. Pero puesto que estos 203 Se alude aquí a las oclusivas que los fonetistas ingleses designan como
11 mus no se oponen a ninguna oclusiva por el solo hecho de ser espirantes, es "inyectivas". Después de su implosión, la laringe se cierra y desciende, lo que pro-
ilix-ir, son los únicos representantes de las respectivas series de localización (/ de duce una rarefacción del aire en la cavidad intermedia entre la boca y la oclusión
I ¡i inric labiodental y s de la serie sibilante) su carácter espirante es fonológica- laringal. Inmediatamente se interrumpe la oclusión de la boca sin ayuda de la
n i ' ' i i i < i i « > [ M ' i l i n e n t e . Acerca de la relación v-/, véase Martinet, o. c., pág. 38. expiración, sólo por el trabajo activo de los órganos bucales correspondientes, y
1
142 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 143

Como séptima correlación de modo de franqueamiento de segun- posición de neutralización por la fuerte sorda, se trata de una correla-
i l o u>'ado se podría citar también la correlación de preaspiración, es ción de sonoridad; es decir, que lo fonológicamente esencial es en este
dccii, la oposición entre consonantes con implosión aspirada y conso- caso sólo la oposición entre consonantes sordas y sonoras, en tanto que
nantes con implosión no aspirada. Esta oposición existe en algunas la diferencia entre la tensión y el relajamiento de la musculatura bucal
lenguas americanas (por ejemplo, en fox y en hopi); no está claro, es un fenómeno concomitante fonológicamente no esencial. En una
sin embargo, si la consonante "preaspirada" debe ser considerada en lengua en la que se oponen una suave recursiva y una fuerte aspirada,
rslas lenguas como monofonemática o como polifonemática (es decir, se tendrá una correlación de recursión si el archifonema está represen-
como "h -f- consonante") 204. tado en la posición de neutralización por la fuerte aspirada, etc. Sólo
En todas las correlaciones de modo de franqueamiento de segundo se puede renunciar a este punto de vista "natural" cuando el sistema
grado, se trata de la oposición entre una consonante "más fuerte" y fonológico de que se trata ofrece indicios directos de otra distribución
otra "más débil": (no "natural") del carácter marcado o no marcado de los miembros
de las oposiciones.
correlación miembro fuerte de miembro débil de De estas consideraciones generales se desprende, por ejemplo, que
la oposición la oposición en ruso, en polaco, en lituano, en checo, en eslovaco, etc., lenguas en
de tensión fuerte suave las que la fuerte sorda funciona en la posición de neutralización como
de intensidad pesado liviano representante del archifonema, existe una correlación de sonoridad.
de sonoridad sordo sonoro En lapón en cambio, en el que los archifonemas de la correlación de
de aspiración aspirado no aspirado franqueamiento de segundo grado neutralizada están representados en
de recursión infraglotal recursivo comienzo de palabra por consonantes suaves, se trata evidentemente
de desenlace explosivo inyectivo de una correlación de tensión. Un caso semejante se da en alto alemán,
en el que los consonadores no presentan ni sonoridad ni aspiración y
KM último análisis, sólo el funcionamiento del sistema fonológico de la tensión de los órganos bucales es el único medio de diferenciación.
<|ii<> se trata permite determinar objetivamente cuál de los dos miem- Al contrario, en las lenguas en que varios principios de diferencia-
bros de una oposición de este tipo: el fuerte o el débil, es el miembro ción se combinan entre sí y en las que la correlación de que se trata o
marcado de la misma. En todo caso, en aquellos miembros de una bien no es neutralizable o bien no da ninguna indicación acerca del
correlación de modo de franqueamiento que exigen para su produc- carácter marcado o no marcado de los miembros de la oposición, es en
ción un apartamiento menor de lo que sería la "respiración normal" rigor imposible determinar exactamente qué es esencial en una corre-
existe una falta "natural" de marca, de modo que el miembro opuesto lación de modo de franqueamiento de segundo grado. En inglés p, í y k
es evidentemente el marcado. Desde este punto de vista general o son aspiradas ante vocal acentuada y fuertes sordas no aspiradas en
"natural", el miembro marcado de la correlación de tensión es la conso- los demás casos; por el contrario, b, d y ¿ son siempre suaves sonoras;
nante fuerte; de la correlación de intensidad, la pesada; de la corre- la correlación se neutraliza ante sonido consonador y tras s; el repre-
lación de sonoridad, la sonora; de la correlación de aspiración, la sentante del archifonema está en el primer caso condicionado exte-
aspirada; de la correlación de recursión, la recursiva, y de la correla- riormente; tras s, en cambio, el archifonema está representado por una
ción de desenlace, la inyectiva. Teniendo en cuenta todo esto, es suave sorda, es decir, por un sonido fonéticamente intermedio entre los
posible en muchos casos dudosos determinar la esencia fonológica de miembros de la oposición: es, por lo tanto, imposible decir si se trata
utiii correlación de modo de franqueamiento de segundo grado. Cuando en inglés de una correlación de tensión o de una correlación de sono-
consonantes suaves sonoras y fuertes sordas forman una oposición ridad. Mutatis mutandis lo mismo puede ser dicho del alemán litera-
Mentí alizable en una lengua y su archifonema está representado en la rio, del francés, del húngaro, del serbo-croata, etc., en los que las
fuertes sordas se oponen a las suaves sonoras y la forma en que estas
• i n i . . s i i ' i i o i se precipita dentro del espacio bucal, pero es rechazado por la oposiciones se neutralizan no indica absolutamente nada acerca de lo
< I . M i. I . . M normal que se produce en seguida. que es esencial. EJn danés la situación no es tampoco clara: segura-
•' n t I,. Bloomfield, en "Notes on the Fox Language", International Journal oí mente no se trata aquí de la correlación de sonoridad, puesto que
• \ n i i ' t n u i l I,inf¿uistics, III, págs. 219 y sigs., considera a las consonantes preaspira- todos los consonadores daneses son sordos, pero como las fuertes aspi-
il.f. .L-l lox como grupos (hp, ht, hk, he). En hopi, ante consonante preaspirada
>".', ''I, '••.. ''*,,, ''<7, ''c) no puede hallarse ninguna vocal larga, lo que parece radas se oponen a las suaves no aspiradas, y estas últimas representan
i i i . l i i . H , Nc-Hiin l:is reglas de esta lengua, que también en ella las "consonantes pre- al archifonema en la posición de neutralización, no se sabe si se debe
i.i liiV i l i ' l . i - n vi consideradas como grupos consonanticos. ver en este caso una correlación de aspiración o una correlación de
I-I-I LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 145

I elisión. En achomawi, según H. J. Uldall (International Journal oí el lituano, el letón, el polaco, el ruso blanco, el ucraniano, el eslovaco,
American Lingüistica, VIII, 1933, pág. 74), se oponen entre sí dos el checo, el húngaro, el rumano, el serbo-croata, el búlgaro, el italiano,
clases de oclusivas, una de las cuales se realiza mediante sordas aspira- etc. 2'08. Pero tampoco es raro en otras partes del mundo. En cambio,
das y la otra, en cambio, facultativamente mediante sonoras, suaves es difícil encontrar una lengua en la que no sólo los oclusivas y las
sordas o recursivas. Circunstancias semejantes se dan en un gran fricativas sino también las sonantes se diferencien por la misma corre-
número de lenguas. En todos estos casos parece recomendable deno- lación de modo de franqueamiento de segundo grado. En los casos en
minar a la correlación simplemente como "correlación de modo de que cada uno de los tres grados de obstaculización se divide en dos
franqueamiento de segundo grado" y a los miembros de la oposición clases de franqueamiento, puede existir una correlación de modo de
"fuertes" y "débiles". franqueamiento de segundo grado distinta para cada grado de obstacu-
La situación es, generalmente, mucho más clara cuando dentro lización. Es el caso, por ejemplo, del dialecto gaélico escocés de la isla
de un mismo grado de obstaculización se distinguen fonológicamente de Barra, en el cual las oclusivas se reparten por la correlación de
más de dos modos de franqueamiento. Tampoco en estos casos se aspiración en dos clases de modo de franqueamiento, las fricativas por
excluye, sin embargo, una cierta indeterminación, por lo menos en lo la correlación de sonoridad y las sonantes por la correlación de inten-
que se refiere a los componentes del haz correlativo. sidad 20!>. Pero es posible también que las oclusivas y las fricativas
La diferenciación de los fonemas de un grado de obstaculización presenten una misma correlación y las sonantes otra distinta. Por
por medio de las correlaciones de modo de franqueamiento de segundo ejemplo, en el dialecto albanés de Escútari, las oclusivas y las fricativas
grado es, en principio, tanto más intensa cuanto mayor es el grado de se diferencian por la correlación de sonoridad, y las sonantes por la
obstaculización. Esto quiere decir que las oclusivas presentan habitual- correlación de intensidad 210 . Entre las lenguas que conocemos, sólo el
mente más clases de modo de franqueamiento que las fricativas, y irlandés presenta una única correlación de modo de franqueamiento,
éstas, más que las sonantes. Por otra parte esto no es una regla, sino la correlación de sonoridad, en los tres grados de obstaculización, y
una tendencia general. ofrece además la notable particularidad de que sus sonantes partici-
<x) En un sistema consonantico de dos grados como, por ejemplo, pan no sólo de esta correlación, sino también de la de intensidad, de
el sistema del nuba oriental mencionado arriba, las oclusivas se divi- manera que en este caso el número de clases de modo de franquea-
den, por medio de una correlación de modo de franqueamiento de miento es mayor en las sonantes que en las consonadoras211.
segundo grado, en dos clases (b-p, d-t, d-t, g-k, j-c), en tanto que las En los sistemas consonanticos en los que las oclusivas y las fricati-
sonantes forman sólo una clase de modo de franqueamiento (w, r, I, y, vas se dividen en dos clases de modo de franqueamiento, deben existir
y y m, n, \\, n). En muchas lenguas en las que están representados los teóricamente, en cada serie de localización que contenga tanto oclusi-
tres grados de obstaculización, las oclusivas se dividen en dos clases vas como fricativas, cuatro sonidos consonadores. Esto se verifica,
de modo de franqueamiento, en tanto que las fricativas y las sonantes efectivamente, en muchas lenguas; por ejemplo, en el dialecto albanés
sólo forman cada una una clase. Es el caso, por ejemplo, del danés de Escútari antes mencionado. Muy a menudo, sin embargo, las series
(oclusivas: b-p, d-t, g-k; fricativas: í, s; sonantes: r, /, ;', v, f>, y y m, n, de localización con correlación de acercamiento presentan no cuatro,
i|); de la lengua maya del Yucatán (oclusivas: p-p', t-t', c-c', c-c', k-k', sino tres sonidos consonadores. Es éste el caso, por ejemplo, en checo,
6; fricativas: s, s, h; sonantes: m, n, w, 1, j) 20r>; del samoyedo yurak donde dz, dz y g aparecen sólo en palabras extranjeras: p-b, t-d, t'-d',
(oclusivas: b-p, d-t, g-k, c, ó ; fricativas: s, h; sonantes: m, n, i|, n, w, 1, í-v, k-ch~h, c-s-z, c-s-z. Las mismas relaciones existen en el dialecto
r, j ) 20i; ; del lamba (oclusivas: b-p, d-t, g-k, d-|; fricativas: /, s, ^; sonan- cakave del serbo-croata (p-b, t-d, t-d, í-v, /c-x-y, c-s-z, c-s-z), en erza-
tes: m, n, 11, n, r, 1, v) 207, etc. En otras lenguas las fricativas se dividen
en las dos mismas clases de modo de franqueamiento que las oclusivas, 2()ít
Es difícil determinar si el griego moderno pertenece también a este tipo.
t'n tanto que las sonantes no presentan esta diferenciación; éste bien Esto depende de cómo deban ser interpretadas las oclusivas sonoras del griego
podría ser el tipo más común de sistema consonantico: en Europa está moderno, es decir, de si se interpretan b, d y g como fonemas especiales o sólo
representado por el inglés, el francés, el holandés, el ruso, el alemán, como variantes combinatorias. En interior de palabra estas consonantes aparecen
sólo tras nasal, posición en la cual no son admitidas ni ir, t, y. ni las fricativas
sonoras (}, u, 7. En comienzo de palabra b, d y g se presentan solamente en pala-
'•!"•"' Cf. B. L. Whorf, "The Phonetic Valué of Certain Characters in Maya bras extranjeras cuyo grado de asimilación a la lengua es difícil de determinar.
W i i l i n n " , Papers of the Peabody Museum of American Archeology and Ethnology,
209 c. H. Borgstróm, "The Dialect of Barra in the Outer Hebrides".
l l m v n r d University, XIII, 1933, N<? 2, nota 3.
210
''"' Cl. G. N. Prokofjev, "Neneckij (juraksko-samojedskij) jazyk", Jazyki i Cf. G. S. Lowman en Language, VIII, 1932, págs. 271-293.
l>ix'tiu-nnost' narodov Severa, I, pág. 13. 211 Cf. por ejemplo A. Sommerfelt, The Dialect of Ton Co. Donegal, I,
'•!'« Cf. C. M. Doke, A Study of Lamba Phonetics. Christiania, 1922.
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 147

m i n d w i n o (p-b, t-d, t-d', k-¿, c-s-z, c'-s'-z', (5-s-z) 212, en alto sorabe apical y dorsal) se trataría de "sonidos consonadores en general" dife-
(p-b, t-d, c-dz, k-x-h, c-s-z, c-s-z), en kinyarwanda (p-b, t-d, k-g, c-s-z, renciados por una única correlación de modo de franqueamiento de
r-.í-z, p-/-v) 21:!, etc. Se trata, pues, de un fenómeno que se repite en segundo grado. En ciertos dialectos eslovenos, junto a los haces de
v¡ i rías lenguas genéticamente no emparentadas entre sí y que debe tres miembros c-s-z, c-s-z y íc-x-y existen, en las demás series de locali-
por lo tanto tener una causa más profunda. A las lenguas citadas hay zación, pares de fonemas compuestos por una oclusiva sorda y una
que añadir también el holandés, lengua en la que la única serie de fricativa sonora p-f5, í-o). En final de palabra las fricativas sonoras son
localizador) con correlación de acercamiento, o sea la serie dorsal, es a la reemplazadas por sordas, de modo que la correlación de acercamiento
vcx la única que carece de oclusiva débil 214 . Debe por cierto admitirse aparece en su forma pura en todas las series: p-f, f-ft, k-x, c-s, c-s. En
< | I K > en todos estos casos la correlación de acercamiento se une a una este caso, por lo tanto, para los sonidos consonadores dentales y labia-
correlación de modo de franqueamiento de segundo grado formando les es fonológicamente pertinente sólo la correlación de acercamiento,
un "haz de tres miembros". El fonema que, por así decir, "reúne" en tanto que para las fricativas de ambas series sibilantes y de la serie
lodo el haz, es el fonema fricativo fuerte. Pero hay también haces dorsal, sólo lo es en cambio la correlación de sonoridad: es decir, que
formados de modo distinto, que consisten en una correlación de acer- se daría aquí el raro caso de que las fricativas presenten más clases de
camiento y una correlación de modo de franqueamiento de segundo modo de franqueamiento que las oclusivas.
grado. En neovéstico existió una evidente correlación de acercamiento: Todos estos fenómenos muestran que, a pesar de que la correlación
p-f, t-tt, k-x, c-S. Pero existió también una correlación de modo de fran- de acercamiento es una correlación de modo de franqueamiento de
queamiento de segundo grado que no puede ser determinada de mane- primer grado, en muchas lenguas está estrechamente emparentada con
rn más precisa (presumiblemente se trataba de una correlación de las correlaciones de modo de franqueamiento de segundo grado, con lo
sonoridad). En todo caso, para los miembros débiles de esta correla- que se cumple la condición previa y necesaria para una "formación
ción, la oclusión o el acercamiento eran fonológicamente no pertinen- de haces".
tes, puesto que eran realizados como oclusivas en comienzo de palabra No son raros en el mundo los sistemas consonanticos en los cuales
y como fricativas, en cambio, en posición intervocálica; podían, por lo los diferentes grados de obstaculización se diferencian por varias corre-
tanto, ser considerados como los correspondientes "débiles" tanto de laciones de modo de franqueamiento. Por cierto que las lenguas
p, t, k y c como también de /, ft, x y s, y debían en consecuencia "unir" europeas (con excepción de algunos dialectos) ofrecen, en principio, a
el haz. Sólo la relación s-z de la serie tipo s era univalente, puesto que lo sumo una correlación de modo de franqueamiento de segundo grado
aquí no existía ninguna oclusiva fuerte correspondiente. En cheremi- para cada grado de obstaculización, en la cual es a menudo difícil
sio existen, en las series de localización sibilantes, haces de tres miem- determinar qué debe ser considerado como la marca correlativa. Pero
bros (d-s'-z, c-s-z, c-s-z), y en las otras series, pares de fonemas com- en muchas lenguas de otras partes del mundo (y en algunos dialectos
puestos por una oclusiva fuerte y una fricativa débil (p-p, í-ft, k-}'); europeos) se asocia a esto una segunda correlación de modo de fran-
en todas las series, todas estas oposiciones se neutralizan tras nasal, y queamiento de segundo grado. Además, se mantiene también en este
en esta posición, la oclusiva débil correspondiente actúa como repre- caso la tendencia a una mayor diferenciación en los "grados superiores
sentante del archifonema; en comienzo de palabra, la oposición p-p se de obstaculización".
mantiene; las oposiciones r-o y /c-y, en cambio, se neutralizan y apare- |~i) Lenguas con dos correlaciones de modo de franqueamiento de
cen como archifonemas t y k; pero la serie sibilante presenta, en comien- segundo grado en las oclusivas y sin correlaciones de este tipo en las
zo de palabra, oclusivas fuertes y fricativas fuertes (c-s, c-s', c-s). Sólo fricativas y en las sonantes, están representadas en todas partes del
en la serie de localización sibilante parece pues, existir en este caso, mundo: podemos citar como ejemplo el dialecto chino de Siang-Tang
una verdadera correlación de acercamiento; en las demás series, en (provincia de Ho-nan) (oclusivas: b-p-ph, d-t-tb, g-k-kh, |-k-/ch, ¡-c-c1';
cambio, el carácter oclusivo del miembro fuerte de la oposición y el fricativas: x-x-s; sonantes: m, n, i|, n) 215 y el haida (oclusivas: b-p,
i . - n a c t r r fricativo del miembro débil deben ser considerados como d-t-t', ¿-k-k', £-k-k', i-c-c', Á-X-X'; fricativas: x, x, s, f, h; sonantes: m, n, \\,
accesorios: en esta serie de localización (es decir, en las series labial, w, 1, ;') 21<i. También el griego antiguo perteneció a este tipo (por una
- ' ' " í ' / . D. V. Bubrich, Zvukí i formy erz'anskoj reci, Moscú, 1930, y tam- parte Jr-("i-(p, T-fi-ft, x-y-X> Por otra parte o, o, X, [.i, v). En otra serie de
i- I- I i ' i i o i . "Das mordwinische phonologische System vergleichen mil dem
215
l'u ' • ! ' < » . i'linrime-ria G. Mathesio, Praga, 1932, págs. 21 y sigs. E. N. y A. A. Dragunov, "K latinizacii dialektov central'nogo Kitaja",
"'"• ( I. P. P. Schumacher en Anthropos, XXVI. Bull, de l'Acad. des Sciences de 1'UdRSS, Classe des Sciences Sociales, 1932,
'"'* En alemán la situación es más complicada: en las series labiodentales y págs. 239 y sigs.
d . i l m i . f u l t n la oclusiva débil (pt-í-w, tz-ss-s), pero en la serie dorsal falta la 21G Cf. R. J. Swanton en Bu/i, oí the Burean oí American Ethnology, N? 40,
l i ¡i i i i v i i dchil (k-É-ch). págs. 210 y sigs.
141 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA
Oposiciones fónicas distintivas 149

lenguas las oclusivas ofrecen dos correlaciones de modo de franquea-


miento y las fricativas solamente una, en tanto que las sonantes no se modo de franqueamiento de segundo grado, una de ellas es la corre-
diferencian por ninguna de estas correlaciones. Como ejemplo pueden lación de aspiración o la correlación de recursión y la otra, en cambio,
citarse el dialecto tsakonio del griego moderno (en el que las oclusivas la correlación de tensión en su forma "pura" o una "mezcla" de la
(•.(•minadas se convirtieron en aspiradas, de tal modo que surgió el correlación de tensión con la correlación de sonoridad ("fuerte sorda-
siguiente sistema: fa-p-ph, d-t-tb, g-k-kh, ¿-c; v-f, (Vft, y-x, z-s, z-s; r, I, r, suave sonora"). Si se tiene en cuenta que el miembro no marcado de
I, m, n, n)211, el georgiano (fo-p-p', d-t-t\ é-k-k', J-c-c', 3-c-c', k; y-x, la correlación de recursión se realiza habitualmente como aspirado (y
z-s, z-s; v, r, 1, m, n), el tibetano (fa-p-ph, d-t-th, g-k-k]\ ¿-c-ch, ^-c-£h, esto para señalar claramente su oposición con la recursiva, que se
5-h; z-s, z-§; m, n, i|, n, v, ;', T, 1) 2i8 , el amharico (fa-p-p', d-t-t\ ¿-k-k', articula con la glotis cerrada y en consecuencia con muy poco aire)
$-k-k\ 3-c-c'; z-s, z-s; m, n, n, r, 1, w, y) 21Í) , el chichewa, en Rhodesia resulta evidente el estrecho parentesco que hay entre la correlación
del Nordeste (fa-p-ph, d-t-t'\ g-k-kh, 3-c-sh, i-c, b-p; z-s, v-f; m, n, t|, n, de aspiración y la correlación de recursión: estas correlaciones sólo se
w, 1, y ) 22°, etc. diferencian entre sí por el hecho de que en una el miembro marcado
Otras lenguas ofrecen dos correlaciones de modo de franquea- es el miembro fuerte de la oposición y en la otra, en cambio, lo es el
miento de segundo grado, tanto en las oclusivas como en las fricativas, miembro débil, lo que se traduce fonéticamente en una exageración de
mientras que las sonantes no participan de ninguna correlación de este la "fuerza" mediante una enérgica presión del aire (es decir, median-
tipo: es el caso, por ejemplo, del kabardo: fo-p-p', d-t-t', é-k-k', ,-i-c-c', te una aspiración) o de la "debilidad" mediante la disminución de la
fc-£V5-/i; z-s-s', v-f-f, l-t-f ( + y-x, f-X, z-s, z-s, h) 2?\ En birmano, las presión del aire con ayuda de la oclusión laringal. La combinación
oclusivas presentan dos correlaciones de modo de franqueamiento de con la correlación de tensión (o con la de sonoridad) produce un haz
de tres miembros cuyos componentes forman una serie graduada.
segundo grado, y lo mismo las fricativas; las sonantes, en cambio, pre-
sentan sólo una correlación de esta clase: fo-p-ph, d-t-th, g-k-kh, i-k-k^; Cuando una de las correlaciones de que resulta este haz es la correla-
•s.-N-ti1' ( + <Vtt ); m-rrí, n-n', }\-\\', /-/', y-y' ( + w ) 2 2 2 . Todos estos casos ción de aspiración, el miembro "medio" de la serie graduada es la
fuerte sorda no aspirada (d-t-t1'); si una de las correlaciones es la de
confirman la regla según la cual los grados de obstaculización más
elevados tienden a una mayor diferenciación mediante correlaciones recursión, el miembro "medio'' es la suave (sorda o sonora) con expi-
ración infraglotal (í-d-í'). En todas las lenguas en que estos haces
secundarias. Una excepción a esta regla la constituye, sin embargo,
el tsimsián, en el que las sonantes presentan las dos correlaciones de de tres miembros son propios únicamente de las oclusivas y en que
modo de franqueamiento que ofrecen las oclusivas, en tanto que las los otros grados de obstaculización sólo se diferencian por una corre-
lación de segundo grado, ésta es siempre una de las correlaciones que
fricativas no se diferencian por ninguna correlación de este tipo:
fa-p-p', d-t-t', j>-k-k', ¿-k-k', é-k-k', .i-c-c'; x, x, x, s, h; /-/'-/', w-w', y-y', m-m', aparecen también en las oclusivas: se trata la mayoría de las veces de
M n', r) 22:! . la correlación de tensión fusionada con la correlación de sonoridad 224.
Los ejemplos citados anteriormente (cuyo número podría multipli- y) Son raras, sin embargo, las lenguas con más de dos correlacio-
carse con facilidad), parecen indicar que en los sistemas en que las nes de modo de franqueamiento de segundo grado en un mismo grado
oclusivas (o las consonadoras) se diferencian por dos correlaciones de de obstaculización. Las lenguas caucásicas orientales del Daghestán y
los dialectos occidentales del adyghio (kiaj-cherkesio) presentan una
217
Cf. G. P. A n a g n o s t o p u l o s , " T s a k o n i s c h e Grammatik", Texte und combinación de la correlación de tensión (o bien de la correlación de
l''<n'scfiungen zur byzantinisch-neugriechischen Fhilologie, N° 5, Berlín - Atenas, sonoridad) con la correlación de recursión y con la correlación de
1<)20. intensidad. En las oclusivas aparecen las tres correlaciones y se pro-
21X
C/. H. A. Jáschke, Tibetan Grammar, 2? edición (Trübners CoIIection oí ducen, según la lengua, distintos "haces": en avar se tienen haces de
Simpliíied Grammar, VIII), 1883. cinco miembros (por cierto que no en todas las series; por ejemplo
•¡1'-1 C/. M. Cohén, Traite de langue Amharique (Travaux et Mémoires de g-k-K-k'-K', pero d-t-t'), en lakke, haces de cuatro miembros (d-t-T-t'),
I'Instituí d'Ethnologie, XXIV), París, 1936, págs. 30 y sigs.
etc. En las fricativas la correlación de intensidad aparece en todas las
••• ílí M. H. Watkins, A Grammar of Chichewa. El fonema b es descripto por
W n i k i i i s como una especie de fricativa, pero de acuerdo con su posición en el siste- lenguas del Daghestán, excepto en kiurino y en rutul; en la correla-
I I L i i's u n . i urlusiva (africada débil?). 224
En shona (lengua bantú de Rhodesia) existe en las oclusivas un haz de
ÜL'I C/. N. Jakovlev, "Tablicy fonetiki kabardinskogo jazyka". Aquí no es tres miembros: "sorda" - "sonora explosiva" -''sonora inyectiva" (p-b-fo~ t-d-d"), en
U'nidn IMI cuenta la correlación de labialización en las consonantes dorsales. tanto que en las fricativas existe sólo la correlación de sonoridad y en las sonantes

C/. J. R. Firth, "Alphabet and Phonology in India and Burma", pág. 533; no existe ninguna correlación de modo de franqueamiento. (C/. C. M. Doke, A
. M i l u s dejamos, sin embargo, de lado la correlación de timbre. Comparar/Ve Study in Shona P/ioner/cs). En principio la estructura de este siste-
1114:1
C/. F. Boas en Bull. oí the Burean oí American Ethnology, XL, pág. 291. ma no se diferencia del considerado arriba. Lo mismo puede decirse del sistema
consonantico del "fulfulde".
I 50 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 151

ción de sonoridad, la oposición entre oclusivas y fricativas es aquí, en mente. No existe, sin embargo, ninguna duda de que tales casos son
la mayoría de los casos, no pertinente, y la correlación de recursión es extremadamente raros.
completamente ajena a las fricativas 225 . En los dialectos occidentales
del adyghio existe al contrario en las oclusivas un haz de cuatro Concluiremos este párrafo acerca de las correlaciones de modo de franquea-
miento de segundo grado, dando algunos interesantes ejemplos que demostrarán
miembros (d-t-t'-T, etc.), y en las fricativas son fonológicamente perti- que la esencia de una correlación es a veces modificada hasta tal punto por el
nentes tanto la correlación de sonoridad como la correlación de recur- contexto del sistema al cual pertenece, que resultan correlaciones completamente
sión (en las series sibilantes, al parecer, también la correlación de nuevas.
intensidad) 22fi. Lo característico de todas estas lenguas es la no par- En bengalí oriental existen (al menos en comienzo de palabra) las correla-
ciones de sonoridad, de aspiración y de recursión; la correlación de aspiración se
I iripación de las sonantes en las tres correlaciones de modo de fran- limita a las oclusivas y la de sonoridad a los sonidos consonadores, en tanto que
queamiento de segundo grado mencionadas227. Las lenguas caucásicas la correlación de recursión domina en todos los grados de obstaculización:
septentrionales muestran, pues, la tendencia aludida anteriormente a p-b-p'-b'-p1', t-d-t'-d'-t1', t-d-t'-d'-t1', k-g-k'-g'-k'1, y los efectivos c-J-c'-j'; l-v-f, x-y,
C.iaduar el número de clases de modo de franqueamiento según los s-s', s; m-tri, n-rí, t-r', I-I'23°. La serie de localización sibilante es pues, en este
caso, la única en la que falta una oclusiva aspirada. Considerando que s no posee
Ufados de obstaculización. Una combinación de la correlación de sono- ningún correspondiente recursivo (a diferencia de / y s), se puede por cierto pre-
ridad (o de tensión) con la correlación de recursión y la correlación sumir que s es la aspirada de la serie sibilante. En bengalí oriental la correlación
de aspiración existiría en dakota (lengua de la familia sioux, América de aspiración estaría pues, reemplazada, en la serie de localización sibilante, por la
del Norte) 22X . En las oclusivas estas tres correlaciones forman un haz correlación de acercamiento (lo cual, dicho de paso, es exacto desde el punto de
vista dracrónico).
<lc cuatro miembros (ü-p-p''-p', d-t-t''-t', g-k-k''-k\ y el haz defectivo En tanto que en bengalí se trata sólo de una interpretación posible, hay otras
í-c"''-c' = j-<--<?'-£' del dialecto ponka), pero la relación de aspiración lenguas en las que es por completo evidente la analogía de la oposición entre
falta en las fricativas z-s-s', z-s-s', y-x) y por su parte las sonantes no consonantes aspiradas y no aspiradas por una parte, y la oposición entre consonan-
participan en general de ninguna correlación de modo de franquea- tes fricativas y oclusivas por la otra. Entre tales lenguas figura, por ejemplo, la
lengua tiva de Pueblo de Taos (Nueva México) 2;íl. Existen en esta lengua la
miento (m, n, w, y, /). En las oclusivas del sindhi las correlaciones de correlación de sonoridad (t>-p, d-t, g-k, 1-1') y la correlación de recursión (sólo en
sonoridad, de aspiración y de desenlace se reúnen en un haz de cinco las oclusivas: p-p', t-t', k-k', c-c'), además de la correlación de acercamiento y la
miembros (p-p'¡'-b-tí'-tí', t-t''-d-d''~d', k-k''-g-g''-g', c-c1'-$-$'-?, y el defectivo correlación de aspiración, que se excluyen recíprocamente: en las series labial y
t-t'^d-d1'), las fricativas presentan sólo la correlación de sonoridad apical sólo existe la oposición de aspiración (p-p', t-t'), y en las series gutural
labializada y sibilante, por el contrario, sólo la correlación de acercamiento (/c-x,
(f-v, s-z, y fuera de la correlación s, h, x) y las sonantes no presentan k-x, c-s). En casos semejantes se puede suponer que no se trata de dos correla-
ninguna correlación de modo de franqueamiento de segundo grado221'. ciones distintas sino de una sola correlación; uno de los miembros se caracterizaría
Quizás el número de ejemplos de combinaciones, dentro de un grado por una enérgica oclusión cuya ruptura requeriría todo el aire expirado, en tanto
(Ir obstaculización, de tres (o incluso de cuatro) correlaciones de modo que el otro miembro opone a la corriente expiratoria sólo un débil obstáculo que,
según la serie de localización, puede consistir en una oclusión floja o en un estre-
de franqueamiento de segundo grado, podría ser aumentado sensible- chamiento. Lo más apropiado sería por consiguiente identificar esta correlación
como la correlación de intensidad; la lengua de Pueblo de Taos contendría enton-
2 r
- ' Para más detalle, véase, del autor, "Die Konsonantensystem der ostkaukasi- ces una correlación de sonoridad, una correlación de recursión y una correlación
srlien Sprachen". de intensidad.
El sistema consonantico de la lengua sandawé (antigua África Oriental
-21' Cí. N. Jakovlev, "Kurze Übersicht über die tscherkessischen (adygischen)
alemana) ofrece un cuadro muy particular e instructivo. Otto Dempfwolff, a quien
Oinlekte und Sprachen", Caucásica, VI, 1930, págs. 1 y sigs., y también, del autor,
debemos la descripción de esta lengua 2 3 2 , da la siguiente lista de consonantes:
"Krinnerungen an einen Aufenthalt bei den Tscherkessen des Kreises Tuapse",
a) suaves sonoras b, d, g, 3 , ¿ (lateral africada); b) suaves "semisonoras", que
ihitl., II, págs. 5 y sigs. deben ser identificadas con "'6", "'d", etc., del ful y ser consideradas en conse-
--" Nuestra suposición de que en tabasarano las sonantes participan de la cuencia como "inyectivas" (fo~, d~, é"); c) fuertes no aspiradas p, t, k, c, /. (lateral
i di i elación de intensidad (Caucásica, VIII, págs. 25 y sigs.) estaba basada en un africada); d) fuertes aspiradas pfl, t11, k11 (la última aparece en una sola palabra);
error. Se trata en realidad de una correlación de geminación, como nos lo ha e) fuertes recursivas k', c', "/.'; i) fuertes recursivas con distensión "oprimida"
lirrho notar M. Swadesh. k3, \3 (las que por otra parte son quizás sólo variantes de k', ?.'); g) fricativas
'"* Cf. F. Boas y R. J. Swanton en Bull. oí the Burean oí American Ethno- sordas /, x, s, ií, /i; h) nasales m, n, i|, y i) líquidas r, /, w, y. Además el sandawé
' i ' / : t , XL, pág. 880. La correlación de aspiración no había sido notada por los
p i m i n o s observadores del dakota, lo que parece indicar que la aspiración es en 2:!l>
Cf. S. K. Ghatterjee, Recursives in New-Indo-Aryan.
. 1 , 1 . n i ' n . i m u y débil. E n l a s lenguas caucásicas septentrionales u n a aspiración 231
.1. l . i l .1' este l i p o es característica del miembro no marcado de la correlación de Cf. G. L. Trager, "The Language of the Pueblo of Taos (New México)"
l . i . l v •!(• la correlación de recursión. Es posible por lo tanto, que en dakota (impreso en transcripción fonética), Le Maitre phonétique, 3C serie, N' 56, págs.
•xlitu no una correlación de aspiración, sino una correlación de intensidad. 59 y sigs.
232
" "•' ( ' / . R. L. Turner, "The Sindhi Recursives or Voiced Stops Preceded by Die Sandawé, Abhandlungen des Hamburger Kolonialinstitut, XXXIV,
1 . 1 . . 1 1 . 1 i losure' Kuíl. oí the School oí Oriental Studies, III, págs. 301 y sigs. 1916.
IS2 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 153

11: >!<uv sonidos chasqueantes que no tendremos en cuenta aquí. Observando la lista
. l . i i l . i untes, se comprueba que la oposición entre fuertes de los tipos c) y d) existe ..., guturales sibilantes laterales
sólo en las series labial y dental, y que por el contrario la oposición entre las <u
I i ( >s de los tipos e) y c) existe sólo en las series sibilante y lateral. Además, *n
no es difícil notar que ambas oposiciones son análogas: en ambos casos se opone consonantes 3 U
a>tfl en
0)
(fí
0)

"a
i''• a a a "c <u (U
bfi X c
un sonido con menor volumen de aire expirado a un sonido con mayor volumen de o. ex a c
ñire expirado. En los sonidos p-p1', t-th esto se consigue abriendo la glotis sólo un e«> *S CT
S SS
tí cr
S CU
.cu cr
^ V
ea G
CO
poco para uno de los miembros de la oposición y, al contrario, ampliamente para Oí
" cfl N

el otro; en los pares c-c' y X-?*', cerrando la glotis por completo para uno de los
miembros de la oposición y no para el otro. En la serie gutural, la oposición k-k' con expiración
pertenece a la misma correlación, y si k1' y k3 representan realmente dos fonemas OJ plena b d É
/' r\T /* d í
distintos (lo que no es posible afirmar con seguridad sobre \A base del material * '/ '/'
que ofrece Dempfwolff), k1' sería una intensificación de k y k* una intensificación oC con expiración
de k' (en lo que se refiere a A 3 , evidentemente debe ser interpretada lo mismo a restringida d gV
que k1). Volviendo a las suaves, vemos que b, d, ¿ se forman con expiración y
-
b" d" Éf por el contrario, sin expiración. Esta oposición puede, por lo tanto, ser con expiración k
reducida a la misma fórmula que las oposiciones t-th, p-p1' y k-k', c-c', X-X': se tiene
l > i » r una parte expiración plena, no restringida, y por otra parte restricción de la
o
CO
plena ph th kh //I ts /h t //A 0»)
'O
expiración, de modo que la expiración plena no se efectúa. Existe por consiguiente, o
k'
«n sandawé, tanto en las suaves como en las fuertes, una correlación especial cuya
esencia reside en la oposición entre oclusivas con expiración plena (no restringida)
con expiración
restringida P t k3 ." ts' r í',í3 //• t

y oclusivas con expiración no plena (restringida). Las fricativas, nasales y líqui-


das no participan de esta correlación ni de ninguna otra correlación de modo de fricativas í - x s s h
franqueamiento de segundo grado. En cuanto a los sonidos chasqueantes, se divi-
den en sonoros, sordos-aspirados, sordos con ataque "duro" y nasalizados, pero al
menos los sordos presentan la oposición anteriormente descripta entre expiración nasales m - ñ /n „», /n - //n -
plena y expiración restringida 233. Teniendo en cuenta las series de localización,
los fonemas chasqueantes del sandawé se dividen según Dempfwolff en "laterales",
"dentales" y "cerebrales". La vinculación de los sonidos chasqueantes laterales líquidas w - - - 1 - 7,r
ron las laterales A, X, X' es evidente. El sonido chasqueante "dental" con ataque
duro sería, según Dempfwolff, muy parecido acústicamente a ts', del mismo modo
que el sonido chasqueante recursivo "cerebral" sería difícil de distinguir acústica-
mente de k1 (o. c. 10). Por lo tanto, los sonidos chasqueantes dentales deben ser Para terminar, podemos discutir aún el sistema consonantico del hotentote.
incorporados a la serie sibilante y los "cerebrales" a la serie gutural (esto último Gracias al excelente trabajo de D. M. Beach 23(' se poseen actualmente datos fide-
supone que lo fonológicamente pertinente de las "guturales" del sandawé no es la dignos acerca del número de fonemas hotentotes, y de las particularidades esenciales
intervención de una determinada parte de la lengua o una determinada forma de de su realización fonética. Sólo se trata aquí de establecer las relaciones de estos
«••de órgano, sino sólo el contacto de una determinada parte del paladar con el dorso fonemas entre sí. El hotentote (más exactamente el dialecto ñama) presenta en la
di' In lengua o con la punta de la lengua curvada hacia atrás). El sistema conso- serie labial sólo una oclusiva y una nasal y en la serie laringal sólo una oclusiva y
nantico del sandawé puede, por lo tanto, ser representado como muestra el cuadro una espirante. A primera vista la serie apical parece tener la misma estructura
ili> la página siguiente, en el que se ha conservado la transcripción utilizada por que la serie labial ( r : n = p : m), y la serie sibilante la misma estructura que la
Di-mpfwolff 234. serie laringal (c : s — c: h). Pero esta impresión es destruida, en primer lugar,
por el hecho de que, en tanto que las otras oclusivas del ñama son suaves sordas
sin (o casi sin) aspiración, la oclusiva sibilante (africada) c es enérgicamente
- :i;l Considerado desde el punto de vista fonético, el chasquido es completa- aspirada; y en segundo lugar, por el hecho de que en la serie gutural del ñama
mente independiente de la respiración (y en consecuencia también de la expira- se contradice en cierto modo la interpretación dada antes para las otras series de
ción ). Pero en sandawé los sonidos chasqueantes no aparecen nunca aislados, sino localización: esta serie gutural posee, en efecto, no sólo una k explosiva (realizada
n I i . m . i ' l M s o por una distensión "blanda", es decir, sonora (la cual alterna facul- como suave sorda sin aspiración) y una x espirante, sino también una africada
l . i l i v : i m r n t e con una especie de g), o por una aspiración, o por una distensión enérgicamente aspirada kx: ahora bien, es evidente que la relación kx : x es idénti-
iluru. Y puesto que todos estos grupos aparecen también en comienzo de palabra, ca a la relación c : s. Pero, ¿cómo se interpreta entonces la relación k : kx? ¿Es
ilnmlc ni general no son admitidos los grupos consonanticos, deben ser considerados fonológicamente pertinente, en este par de fonemas, la oposición entre explosiva y
i unió monofonemáticos. En las series chasqueantes "dental" y "lateral" el sonido
• l i . i M | u ' M M t e aspirado alterna facultativamente con el grupo "sonido chasqueante
I /<"; en l . i serie chasqueante "cerebral" (que nosotros llamamos gutural) el fone- 235 Las únicas consonantes admitidas tras nasal inicial son las oclusivas homor-
ma rhnsqueante aspirado es realizado exclusivamente por el grupo "sonido chas- gánicas sonoras de expiración no obstaculizada; en comienzo de palabra aparecen
. | i n - . i i i | f I /<". por cierto los grupos mb, r\g y ndz, pero no el grupo nd. Esto prueba que n no
pertenece a la serie apical, sino a la sibilante.
• l:l< l I,US diferencias consonanticas de timbre no son tenidas en cuenta: en
m i l n w i i . i i l u . los i-onsonadores, excepto los labiales, aparecen en dos variedades: 2SO The Phonetics oí the Hottentot Language, Cambridge, 1938. Nos limita-
liihiiili/mlos (dw, kw, s\v, }^w, etc.) y no labializados. mos aquí al dialecto ñama (que concuerda en lo esencial con el dialecto bergdama).
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 155

. i l i n . n l : i o la oposición entre oclusiva aspirada y oclusiva no aspirada? La aspira-


eos semejantes no son raros en el sistema fonológico del ñama, en el que los fone-
< ion no puede ser explicada como una consecuencia fonética de la africación, pero
mas chasqueantes presentan en general una gran diferenciación. Tampoco es difí-
I i africación puede, al contrario, ser interpretada como una consecuencia fonética
cil la interpretación de los otros "tipos". Los tipos c) y d) se caracterizan por el
de la aspiración enérgica. En consecuencia, será aconsejable considerar kx (más
hecho de que las oclusiones de la lengua, tanto la anterior como la posterior
i'xiictamente kxh), en ñama, como una fuerte aspirada, y la africación como un
(es decir, tanto la "oclusión principal" como la "oclusión de apoyo"), se rompen
Irnómcno fonéticamente no pertinente. Pero como la relación "kx" : x debe evi-
y sólo entonces interviene la expiración necesaria para la articulación vocálica y,
. l i - n t r m e n t e ser asimilada a la relación "c ( = rs/0" : s, la africación de c ( = tsh~)
por cierto, con impulso duro ( 6 ) en c) y con impulso aspirado (/i) en d). Es
dobe, asimismo, ser considerada como no pertinente. En otras palabras, "c" (=rs/i)
evidente que el tipo c) corresponde a las oclusivas no aspiradas y que el tipo d)
os una fuerte enérgicamente aspirada que está con respecto a la suave t en la
corresponde al contrario, a las aspiradas. Los tipos a) y b) se caracterizan por el
misma relación que "kx" con respecto a k. No hay, en consecuencia, ningún motivo
hecho de que la aspiración interviene después de la ruptura de la oclusión princi-
p i r a admitir en ñama una serie sibilante especial: antes bien, sólo hay aquí una
pal pero antes de la ruptura de la oclusión de apoyo, de manera que después del
serie apical, cuyos miembros aspirado y espirante se realizan como sibilantes, en
sonido específico de succión o de chasquido se oyen, en el tipo a), una k, y en
tanto que la suave no aspirada y la nasal se realizan al contrario como oclusivas
el tipo b ) , una hx que suenan casi como una k y una kx normales). Pero puesto que
no sibilantes. En transcripción fonológica "kx" y "ts" deben ser pues, representa-
"kx", como sabemos ya, es una aspirada, hay entre los tipos a) y b) exactamente
dos por medio de kh y t1'. Desde el punto de vista fonológico no existe, en cuanto
la misma relación que entre los tipos c) y d ) . ¿Cómo debe entonces ser interpre-
(i estos fonemas, ninguna diferencia entre el ñama y el dialecto korana (en los que
tada la relación entre los tipos a) y e ) o bien entre los tipos b) y d ) ? De la des-
dichos fonemas se realizan efectivamente como explosivas aspiradas no africadas).
cripción de Beach se infiere, a propósito de los "glottal types" [ = tipos c) y d ) ]
Podemos resumir en la siguiente forma los resultados a que hemos llegado hasta
que, por una parte, el relajamiento de ambas oclusiones se lleva a cabo en ellos
aquí: el ñama posee en las series no chasqueantes a) la correlación de aspiración,
más rápidamente y que, por otra parte, la intervención de la expiración es diferida
b) la correlación de acercamiento y e ) la correlación de nasalidad; en la serie
más largo tiempo que en los "velar types" [= tipos a) y b ) ] . La duración total
labial faltan la correlación de aspiración y la correlación de acercamiento, y en la
de las chasqueantes del tipo a) sería más corta que la duración total de las chas-
serie laringal estas dos correlaciones se confunden (ya que h puede ser considerada
queantes del tipo c) (o. c., 117), de manera que el retardo de la intervención respi-
con el mismo derecho como laringal aspirada o como laringal espirante); la corre-
ratoria es, en resumidas cuentas, decisivo para el resultado acústico '•2:i8. En conse-
lación de nasalidad, por su parte, existe sólo en las series labiales y apicales. Fuera
cuencia, la relación entre los tipos a) o b) por una parte y e ) o d) por la otra,
del sistema de correlaciones se encuentra la única "líquida" r. Esquemáticamente:
podría quizás ser considerada como una correlación de intensidad en la que los
tipos con intervención expiratoria acelerada [tipos a) y b ) ] han de valer como
miembros "débiles" y los tipos con intervención expiratoria retardada [tipos c) y
d ) ] como miembros "fuertes" 239 . La mayor dificultad se presenta con la inter-
pretación fonológica de la oposición entre las series chasqueantes "plosiva" y "afri-
cada". Hemos visto ya que en las series no chasqueantes, las africadas son sólo una
realización fonética de las aspiradas, de manera que a la oposición entre k y "kx"
(o bien entre t y "ts") corresponde en las chasqueantes la oposición entre los tipos
a) y b) [o bien entre c) y d)]. La oposición entre chasqueantes plosivas y afri-
cadas no tiene nada que ver en esto, puesto que los tipos a), b), c) y d) existen
tanto en las series plosivas como en las series africadas. Pero cabe preguntarse si
la oposición entre las series chasqueantes plosiva y africada no puede ser compa-
rada con la correlación de acercamiento de las series no chasqueantes. Por cierto
que el paralelismo no es completo. Una verdadera "fricativa" no puede ser pro-
ducida en las condiciones fonéticas que supone el chasquido. Todo sonido chas-
queante debe comenzar necesariamente con una oclusión: esto debe quedar defini-
En lo que respecta a las series chasqueantes, ya hemos visto (cuando se trató tivamente entendido. Lo que queda e n t o n c e s es la oposición entre distensión
In correlación de chasquido) que en hotentote sólo participan de la correlación repentina (de tipo explosivo) y distensión de tipo fricativo, la cual no carece por
do chasquido la serie apical y la serie gutural 23'7. También se ha dicho que las cierto de semejanza con la oposición entre oclusivas y fricativas. Las chasqueantes
chasqueantes se dividen en "plosivas" y "africadas". Dejemos a un lado por el "dentales" africadas tienen algo del tipo "fs" y en consecuencia deben ser consi-
momento esta oposición, y ocupémonos de los distintos modos de franqueamiento deradas como las chasqueantes correspondientes a s. La relación de las chasquean-
que existen en cada serie chasqueante del ñama. Según Beach hay cinco modos tes "laterales" africadas con x es menos evidente, del mismo modo que la relación
0 tipos de franqueamiento: a) "the weak unvoiced velar plosive type" (págs. 82 de las chasqueantes "alveolares" (o "cerebrales") plosivas con k. Pero no puede
V sigs.), b) "the strong unvoiced velar afíricative type" (págs. 83 y sigs.), c) "the tratarse en este caso sino de una similitud relativa, puesto que un sonido chas-
fjottnl plosive type" (págs. 84 y sigs.), d) "the glottal íricative type" (págs. 86
y sigs.) y e) "the nasal type" (págs. 87 y sigs.). Es evidente que las chasqueantes 238 rj jfl Beach no se pronuncia, en el pasaje citado, acerca de la relación
nasales corresponden a las no chasqueantes nasales; en verdad no se puede hablar de duración de los tipos b) y d), y establece solamente que los sonidos chasquean-
do una correspondencia exacta sino a lo sumo en la serie antero-lingual, puesto tes de estos dos tipbs presentan una duración mayor que los del tipo a ) .
<iue en ñama la serie gutural no contiene'ninguna nasal; pero fenómenos simétri- 239
En la correlación de intensidad consonantica los miembros "débiles" de
- ; I7 Para lenguas como el hotentote sería quizás conveniente, teniendo en las oposiciones son, naturalmente, no marcados, y lo mismo puede decirse de las
1 iinila las oposiciones que dominan en las series correspondientes de sonidos chas- consonantes no aspiradas de la correlación de aspiración. Esto concuerda con el
queantes, reemplazar la expresión "apical" por la expresión "prelingual" y la expre- hecho de que Beach considera a los sonidos chasqueantes de tipo a) como los
"más simples" ("rhe simplest clicks oí Hottentot", pág. 83) y no utiliza para su
• "gutural" por la expresión postlingual".
transcripción ningún signo diacrítico.
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 157

ijiiuante verdaderamente velar es imposible. Y si se tiene en cuenta que en las Se puede ver cómo es aquí polivalente la categoría de las "africadas" 241 .
rlmüqueantes laterales el punto de fricción está mucho más atrás que en las chas-
queantes dentales, se podrá comparar esta relación con la existente entre s y x 240. Estos ejemplos bastarían para dar una idea de la variedad de los
I Vio aun cuando se acepte la interpretación de la serie chasqueante africada del sistemas consonanticos que resultan de la combinación de las distintas
liuicnlote que proponemos, persiste en el sistema de fonemas una cierta asimetría:
.•u lauto que las series linguales no chasqueantes poseen sólo una fricativa (s o x),
correlaciones de modo de franqueamiento de segundo grado.
las series chasqueantes correspondientes presentan cada una cinco africadas o frica-
tivas que se diferencian entre sí por la correlación nasal y por un haz formado por c) La oposición de geminación como correlación de modo
la correlación de aspiración y la correlación de intensidad. El cuadro siguiente
puede ilustrar nuestra interpretación del sistema consonantico del ñama. En él de franqueamiento de tercer grado
empleamos la práctica transcripción mediante caracteres latinos propuesta por
Beach, en la cual las diferentes chasqueantes están representadas por grupos de Evidentemente, las correlaciones de modo de franqueamiento de
signos: segundo grado sólo pueden ser consideradas como tales si sus dos
miembros de oposición son monofonemáticos. En una lengua como el
prelin guales post-linguales ucraniano se presenta muy a menudo la unión de una consonante
sonora con una aspiración sonora; pero como esta unión excede siem-

chasqueantes
chasqueantes

pre la duración de una sola consonante, se distribuye en dos sílabas


simples


consonantes labiales J5 laringales (pid horoju "al pie de la montaña", vid-horodyty "limitar") y es etimo-
g,

lógicamente analizable (z-hodyty s'a "ponerse de acuerdo"), no se la
puede considerar como realización de un fonema único, sino sólo como
realización de un grupo de fonemas (d + h, z + h, etc.). No puede,
no aspiradas

livianas ^k !k
por lo tanto hablarse en ucraniano de una correlación de aspiración.
no se Ahora bien, en muchas lenguas existen, sin embargo, las llamadas
P t fe consonantes "geminadas". Estas consonantes se diferencian de las "sim-
indican
pesadas 1 ples" o "no geminadas" por su duración mayor y en la mayoría de los
oclusivas

yt
casos también por su enérgica articulación, lo que recuerda la correla-
ción de intensidad. Pero en posición intervocálica las consonantes
aspiradas

livianas
* X '•I geminadas se dividen en dos sílabas: la "intensión" pertenece a la síla-
ts *x ba precedente y la "distensión" a la sílaba siguiente. Además, estas
pesadas *h !h consonantes geminadas aparecen sólo en las posiciones en que la lengua
de que se trata admite grupos consonanticos, ejercen sobre los sonidos
circundantes la misma acción que estos grupos consonanticos, y son
no aspiradas

livianas /fe //fe tratadas en general en forma completamente igual. Todas estas parti-
- h cularidades son indicio de valor polifonemático, es decir, exigen se
interprete a las consonantes "geminadas" como grupos de dos conso-
/
fricativas

pesadas //
nantes iguales 242 . Esto es, sin más, evidente en las lenguas en las que
6 X
una distensión lateral y no "frontal". Nos inclinaríamos a creer que una realiza-
aspiradas

livianas /i //X ción "frontal" sería demasiado poco expresiva desde el punto de vista acústico y
que podría ser fácilmente confundida con la de las series chasqueantes africada
prelingual o plosiva postlingual. En consecuencia la distensión lateral parece ser
pesadas /h //h la única solución posible del problema fonético de la realización de una fricativa
chasqueante postlingual.
241 Otra particularidad reside en el hecho de que las series apical y gutural
i plosivas v¿ n !n forman, en cuanto únicas series linguales, una oposición bilateral. Y esta oposición
u
es además neutralizáble: ni k ni kx pueden hallarse ante i, y por consiguiente, en
,

1
/.
1
m n - esta posición, t y ts deben ser consideradas como "oclusivas linguales en general".
africadas /n Un 2-42 c/., del autor, "Die phonologischen Grundlagen der sogenannten 'Quan-
titat' in verschiedenen Sprachen", Scritti in onore di Alfredo Trombetti, Milán,
1936, págs. 167 y sigs., "Die Quantitát ais phonologisches Problem", Acres dii
'•••"t Podría quizás plantearse la cuestión de por qué entonces los sonidos chas- IV" Congrés International des Linguistes, págs. 117 y sigs., y M. Swadesh, "The
i|iMMitilc>s africados postlinguales presentan, en la posición "cerebral" de la lengua, Phonemic Interpretation of Long Consonants", Language, XIII, 1937, págs. 1 sigs.
I ÍS LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA 159
Oposiciones fónicas distintivas
l;is consonantes geminadas sólo aparecen en los límites entre morfemas,
los sonidos consonadores246, y lo mismo el vogul (manse) 247 , el ostiak
como en el caso, por ejemplo, del ruso o del polaco (excepto en las
(janty) 248 y algunas otras. El finés debe, sin duda, ser contado entre
palabras extranjeras). Pero en las lenguas en que las consonantes
las lenguas del mismo tipo. La g finesa aparece sólo en el grupo "n¿\
geminadas no aparecen sólo en esta posición (por ejemplo, en sáns-
que desde el punto de vista de la fonología finesa debe ser considerado
i lito) y, especialmente, en las lenguas en las que no aparecen nunca como la realización de una nasal dorsal geminada, es decir como t|i|
en el límite entre dos morfemas (por ejemplo, en japonés), las conso- (hanko "tenedor": gen. sing. hangon = Hntu "pájaro": gen. sing. linnun
nantes geminadas adoptan una especie de posición intermedia entre = /campa "peine": gen. sing. kamman, etc.); por otra parte la oposi-
el fonema y el grupo de fonemas: desde el punto de vista de estas ción t-d (la "d" finesa, por lo demás, no es una verdadera oclusiva)
lenguas las geminadas son fonemas consonanticos especiales que se
es bilateral pero aislada, de manera que, en suma, el finés no posee
diferencian de los otros fonemas consonanticos por el hecho de que su
ninguna correlación de modo de franqueamiento de segundo grado.
comienzo y su final existen fonológicamente como dos puntos separa- Pero al mismo tiempo todas las consonantes finesas (excepto ;, v, d, h,
dos, en tanto que en los demás fonemas consonanticos el comienzo y que no son admitidas al final de sílaba) 249 participan de la correlación
el final coinciden fonológicamente en un punto.
Existe, pues, en ciertas lenguas una correlación de geminación de geminación.
La relación entre la correlación de geminación y la correlación de
consonantica especial, cuya marca correlativa es la existencia distinta
intensidad se establece en distintas formas según la lengua. Puesto
del comienzo y del final del fonema consonantico (en oposición a la
que los miembros marcados de la correlación de intensidad presentan
coincidencia del comienzo con el final). Claro está que esta correla-
muy a menudo una duración más larga que los no marcados (en
ción no puede ser contada entre las correlaciones de modo de fran- algunas lenguas esta diferencia de duración es incluso obligatoria),
queamiento de segundo grado, puesto que su marca se diferencia existe entre la correlación de intensidad y la correlación de gemina-
fundamentalmente de las que caracterizan las seis correlaciones cita-
ción una gran semejanza 250 . La diferencia entre ambas correlaciones
das arriba (cap. IV, 4 B, b). En consecuencia, la correlación de gemi-
consiste ante todo en el hecho de que las consonantes geminadas
nación puede ser llamada correlación de modo de franqueamiento de
tercer grado. aparecen sólo en las posiciones fónicas en las que también se admiten
grupos consonanticos, en tanto que las consonantes "pesadas" (es decir,
En tanto que las oposiciones de modo de f r a n q u e a m i e n t o de
los miembros marcados de la correlación de intensidad) aparecen no
segundo grado existen dentro de los distintos grados de obstaculización,
la correlación de geminación existe, en principio, en el interior de las solamente en estas posiciones. Así, por ejemplo, en lakke, // y mm
aparecen sólo entre vocales (posición en la que se admiten también
diversas clases de modo de franqueamiento de segundo grado. Sin
distintos grupos consonanticos, a saber: "líquida + consonante", "con-
duda esta correlación abarca en algunas lenguas todas las clases de
modo de franqueamiento; pero en muchas otras está limitada a algunas sonante + líquida", "nasal + consonante" y "consonante + nasal") en
tanto que las consonantes "pesadas" p-, t-, k; k; c; c-, x-, x; s; $• no sólo
clases determinadas. Así, por ejemplo, en algunas lenguas del Daghes-
aparecen en esta posición, sino también en la inicial (donde los grupos
tán (a saber, en tabasarano, en aguí, en lakke, en darguino, en kuba-
consonanticos no son admitidos) 251. Hay también casos complicados
chino, en archino y en ande) la oposición entre consonantes gemina-
donde la correlación de intensidad y la correlación de geminación
das y no geminadas existe sólo en las sonantes 243, en japonés sólo en
forman un haz de correlaciones difícilmente analizable. Un caso así
las nasales y en las consonadoras sordas 244 , en griego antiguo (jonio-
ático) en todas las consonantes excepto en las mediae, en coreano sólo existe, por ejemplo, en lapón. En esta lengua los grupos de consonantes
en las sonantes y en las oclusivas suaves, etc. 245. se admiten sólo entre vocales, y lo mismo ocurre con las consonantes
Hay también lenguas que no poseen absolutamente ninguna corre- "largas", que, por consiguiente, deben ser consideradas como gemina-
lación de modo de franqueamiento de segundo grado sino sólo, por 246 Cf. R. J. Firth, o. c. Además los consonadores geminados son realizados
uiiii parte, oposiciones de grados de obstaculización primarios y, por como oclusivas sordas no aspiradas (con oclusión larga), es decir, que presentan
otra parte, la correlación de geminación. A tales lenguas pertenece, la misma realización (sólo que con oclusión más larga) que en los grupos de "r +
por ejemplo, la lengua tamil antes mencionada, en la que la correla- consonador". ^
¿47
i - K i n de geminación abarca todas las sonantes (excepto r y R) y todos Cf. V. N. Cernecov en Jazyki i pis'mennost' narodov Severa, I, pág. 171.
24X
Cf. V. K. Stejnic, ibid., págs. 201 y sigs,
- l : l Cf., del autor, "Die Konsonantensysteme der ostkaukasischen Sprachen". 2« Cf. M. Swadesh, Language, XIII, pág. 5.
-'•l Cí. O. Pletner y E. Polivanov, Grammatika japonskogo razgovornogo 250 Esta semejanza está frecuentemente acentuada por el hecho de que las
n, Moscú, 1930, pág. 150. oclusivas geminadas no son aspiradas, en tanto que sus correspondientes no gemi-
nadas son en cambio aspiradas. Cf., por ejemplo, el tamil o el archino.
24fi cf. A. Cholodovif, "O latinizacii korejskogo pis'ma", págs. 147 y sigs.
251 Cf., del autor, Caucásica, VIII.
IM) LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 161

das. Pero estas consonantes "largas" presentan distintos grados de intensidad entre el comienzo y el final de una consonante geminada
duración que poseen valor distintivo. En 'el dialecto lapón marítimo no influye en la duración total de esta consonante. Un caso de este
de Maattivuono 252 las consonantes geminadas presentan dos grados género parece darse en la ya mencionada lengua güeabo (Liberia) 254.
distintos de duración, pero estos dos mismos grados de duración exis- Se distinguen en ella tres tipos de geminadas: el primer tipo se dife-
ten también en los grupos de consonantes. En el grado de duración rencia de los otros dos por su duración algo más corta pero, ante todo,
mayor, el primer miembro del grupo de consonantes es más largo y por su articulación "más liviana", es decir, menos enérgica (E. Sapir
más fuerte, por lo cual el acento silábico asciende; en el grado de las representa mediante 'b, 'd, 'm, 'n, 'n, 'ñ, 'w, 'y), y el segundo tipo
duración menor el acento silábico es, al contrario, igual o descendiente (representado por Sapir 'B, 'D, 'G, 'GW, 'GB, 'DJ, 'V, 'Z, 'M, 'N, 'N, 'Ñ)
y el primer miembro del grupo consonantico es breve y débil. Es se diferencia del tercero (representado por Sapir "B, "D, "DJ, "W, "Y,
evidente que la oposición entre el primer miembro más largo y el etc.), sólo por la distribución de la intensidad, lo cual se refleja también
primer miembro más breve del grupo de consonantes no puede ser en la vocal siguiente. Existe pues, aquí, como en lapón, una combina-
una oposición de geminación, sino solamente una oposición de intensi- ción de la correlación de geminación y la correlación de intensidad.
dad. Y como las relaciones de fuerza y de duración son, en los dialectos No es pues difícil, delimitar la correlación de geminación de la
tapones de que se trata, exactamente las mismas para las consonantes correlación de intensidad. Más difícil es a veces determinar, en una
geminadas y para los grupos de consonantes, las geminadas "más lengua dada, si existe la correlación de geminación consonantica o si
largas" deben ser consideradas como geminadas "pesadas" y las gemi- se trata de lo que se llama "correlación de corte de sílaba". Pero este
nadas "más breves" como geminadas "livianas": en el lapón de Maatti- problema debe ser discutido a su tiempo, en relación con las particu-
vuono la relación entre el nom. sing. boTtu "arbusto" y el gen.-acus. laridades prosódicas.
bottu es del todo semejante a la relación entre el nom. sing. luNtu
"taco" (en armas de fuego) y el gen.-acus. luntu (con las mayúsculas C) PARTICULARIDADES DE RESONANCIA
transcribimos las consonantes "pesadas"). Hay otros dialectos Japones
en los que se distinguen fonológicamente no dos sino tres grupos de La oposición entre consonantes nasales y consonantes "orales", en
consonantes: grupos donde el primer componente es "pesado", donde rigor, sólo pertenece a las particularidades consonanticas de resonancia.
lo es el segundo y donde ambos componentes son "livianos". Ante los Las nasales que aparecen habitualmente, se caracterizan por una
grupos del primer tipo se admiten solamente vocales totalmente bre- oclusión bucal con descenso del velo del paladar, y se encuentran en
ves; ante los grupos del segundo tipo se distinguen vocales breves y consecuencia en relación de oposición bilateral con respecto a las
semilargas, y ante los grupos del tercer tipo se distinguen vocales oclusivas. En la mayoría de las lenguas la oposición "oclusiva-nasal"
semilargas y largas. En estos mismos dialectos lapones se distinguen no sólo es bilateral, sino también proporcional, puesto que existe al
paralelamente tres tipos de geminadas, las que ejercen la misma menos en dos series de localización: en la labial y en la apical:
influencia sobre la cantidad de las vocales precedentes y deben por d-n = b-m. En las pocas lenguas que no poseen ningún sonido conso-
lo tanto, ser consideradas como Tí, tT y tt (y Pp, pP y pp, etc.) 2B3. En nador labial existe por lo general la nasal dorsal (gutural) como fone-
estos casos y en otros semejantes la intensidad de una consonante ma independiente, de lo que resulta igualmente una proporción:
geminada no es, pues, constante, sino que entre el comienzo y el final t-n = k-}\. Es el caso, por ejemplo, del aleutiano (unangan) 255, del
existe una oposición de intensidad. En lapón estas diferencias de hupa 25(; y del chasta costa 267. De las lenguas que conocemos, sólo el
intensidad se acompañan por una gradación en la duración total de tlingit presenta una relación de oposición aislada "oclusiva-nasal"
las consonantes geminadas: Tí es más larga que íT y ésta, a su vez, (d-n): en esta lengua n es la única nasal y la clase de localización
es más larga que íí. Pero esto, desde el punto de vista fonológico, no labial no existe 258.
es esencial ni necesario. Parece haber lenguas donde la diferencia de Puesto que en todas las lenguas (salvo muy pocas excepciones) la
262 254
Cí. P. Ravila, Das Quantitátssystem des seelappischen Dialekts von Maat- Cf. E. Sapir, "Notes on the Gweabo-Language of Liberia", Language,
tivuono, Helsinki, 1932. Se trata no de una descripción fonológica, sino de una VII, págs. 36 y 37, y, del autor, págs. 169 y sigs. de los Scritti in onore di
oxcelente descripción fonética. A. Tiombetti. <
255
'-M Éste parece ser el caso del dialecto inari. El sistema fonológico de este Cf. V. Jochel'son, "Unanganskij (aleutskij) jazyk", Jazyki i pis'mennost'
diulecto no puede por cierto ser establecido a partir de la descripción de F. Áimas, narodov Severa, III, págs. 130 y sigs.
i i i i l n l i l o por su exactitud fonética, Phonetik und Lautlehre des Inarilappischen 25r>
Cf, P. E. Goddard en Handbook of American Indian Languages, I.
( Mt-moires de la Société Finno-Ougrienne, XLII y XLIII), pero sí a partir de 257 Cf. E. Sapir, ibid., II, pág. 9.
lo» textos reunidos y publicados por P. Ravila en Reste lappischen Volksglaubens
( Mi-inoires de la Soc. Finno-Ouglienne, XLVIII). -68 Cf. J. R. Swanton en Bull. of the Burean of American Ethnology, XL.
162 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 163

oposición entre oclusiva y nasal es bilateral y proporcional, y puesto tsimsián (dialecto nass: p-m, t-n ~ k-x, k-x, k-x, c-s) 262 , en chinook
i|uc por otra parte esta oposición puede ser concebida como privativa, (p-m, t-n ~ k-x, k-x, k-x, c-s, c-s, 1.-Í) 26li, en kwakiutl (p-m, t-n — k-x,
es posible hablar de una correlación consonantica de nasalidad. Esta k-x, c-s, A-f) 264, en tonkawa (fo-m, d-n ~ g-x, g-x, c-s, ¿-h) 265, etc. En
correlación existe en todas las lenguas pero sólo rara vez es neutrali- el Cáucaso, por ejemplo, en avar (p-m, t-n ~ k-x, k-x, c-s, Á-í) 266, en
/able. Un caso muy claro de neutralización de esta correlación en lakke 267, etc. Es como si en todas las series de localización existiese
final de palabra lo ofrece el ostiak-samoyedo (o selkup) 269 : en esta una oposición entre momentáneas y continuas, y esta oposición se
lengua la oposición entre oclusiva y nasal, en final de palabra, es fono- realizara en unas series por medio de la correlación de acercamiento,
lógicamente no pertinente, es decir, que una y la misma palabra pre- y, en otras, por medio de la correlación nasal: las nasales, en efecto, son
senta en final ya sea una oclusiva oral, ya sea la nasal correspondiente; sonantes y por lo tanto continuas. En algunas de estas lenguas puede
en esta posición, por lo tanto, m y p ( o n y í , t | y / c ) son variantes observarse también una particular combinación de la correlación de
facultativas de un archifonema, en tanto que en las demás posiciones acercamiento con una correlación de modo de f r a n q u e a m i e n t o de
m, n y i| por una parte, y p, t y k por la otra, se distinguen como fone- segundo grado, acerca de lo cual hemos hablado ya anteriormente
mas diferentes. (págs. 145 y sigs.); esta combinación tiene lugar, por ejemplo, en checo
En principio, toda serie de localización, con excepción de la laringal, y en alto sorabe (p-b-m ~~ fc-x-y). En chichewa la correlación de aspi-
puede poseer su propia nasal. La distinción entre la nasal de la serie ración existe sólo en aquellas series que poseen la correlación de nasa-
apical y la nasal de la serie sibilante sólo es posible, por cierto, cuando lidad y falta en cambio en las series que presentan las correlación de
la diferencia articulatoria que hay entre ambas series reside no sólo acercamiento. El mismo fenómeno se repite en la lengua de los indios
en la forma de la lengua sino también en el punto de contacto con el de Pueblo de Taos (p-p''-m, t-t''-n ~ k-x, k0-x°, c-s) 2lix. Todas estas
paladar y está, además, intensamente marcada. Como ejemplo, podría observaciones no son suficientes para establecer ninguna clase de ley
citarse el güeabo, en el que las nasales se dividen en cinco series de ni tampoco tipos de estructura, y también debe renunciarse, por el
localización (labial, apical, palatal, labio-velar y sibilante; la nasal "n" momento, a una explicación de los fenómenos mencionados. En todo
corresponde a la serie apical y la nasal "n", a la serie sibilante) 260 . caso puede señalarse expresamente que la incompatibilidad recíproca
Pero la serie sibilante carece normalmente de nasal propia, a menos de la correlación de nasalidad y la correlación de acercamiento no es
que se trate más bien de una serie palatal sibilante o sibilante palatal. de ningún modo un fenómeno general, y que vale sólo para un pequeño
El número de lenguas en las que cada serie de localización, con excep- número de lenguas. En la mayoría de las lenguas ambas correlaciones
ción de la sibilante pura y de la laringal, posee una nasal propia, es coexisten en las mismas series de localización por ejemplo: íc-x-i|, í-ft-n,
bastante grande; estas lenguas existen tanto en África (nuba, etc.) y etc.) o bien en algunas series no existen ni una ni otra (por ejemplo,
Asia (tamil, chino central, coreano, etc.), como también en América en lituano, idioma en el que la serie gutural incluye sólo las dos oclusi-
(esquimal). Pero también hay lenguas en todas partes del mundo, en vas k y g, sin nasal y sin fricativa).
las que las nasales sólo existen en una parte de la serie de correlación. Una nasal no se encuentra siempre en relación de oposición bila-
Es particularmente notable que, en muchas de estas lenguas, la corre- teral con una oclusiva oral determinada. En hupa, en enasta costa y
lación nasal en el interior de una serie de localización es, por así decir- en aleutiano• 2B9 , m es el único fonema labial. Hay lenguas que poseen
lo, incompatible con la correlación de acercamiento; es decir, que estas una nasal palatal y carecen de oclusiva palatal, como, por ejemplo, el
dos correlaciones se excluyen recíprocamente dentro de la misma se- esloveno, el francés, etc. En esloveno (especialmente en la lengua
rie de localización. Así, por ejemplo, en checo y en eslovaco, donde literaria) la nasal palatal ("n;") estaría en una relación de oposición
la correlación nasal existe en las series labial, apical y palatal (p-m, bilateral proporcional con respecto a la palatal de tipo / ("/;'") (n : I —
t-n, t'-ñ), la correlación de acercamiento se presenta en la serie gutural 262
y en ambas series sibilantes (íc-ch, c-s, c-s); la misma relación entre Ci. F. Boas en Handbook oí American Indian Languages, I, pág. 289.
ambas correlaciones aparece también en Europa en alto sorabe (p-m, 2<« Ci. F. Boas, ibid., pág. 565.
I n, c-n — k-ch, c-s, c-s) y en croata íakave; en África, por ejemplo, en 2« 4 Ci. F. Boas, ibid., pág. 429.
rhicliewa (p-m, t-n, k-\\, c-n ~ c-s, p-/) 261; en América, por ejemplo, en 2(35
Ci. H. Hoijer, "Tonkawa, an Indian Language of Texas" (separata de
Handbook oí Amerkan Indian Languages, III), pág. 3.
260
'•••>'•' Mns exactamente, del dialecto taz de esta lengua. Ci. B. N. Prokofjev, Ci., del autor, Caucásica, VIII.
2(
St'l'kupskaja (ost'akosamojedskaja) grammatika, Leningrado, 1935, págs. 5 y 22 " Ci. ibid.
268
\ .i,-. CI. G. L. Trager en Le Mattre phonétique, 3L' serie, N<? 56, págs. 59
Ci. E. Sapir en Language, VII, pág. 37. y sigs.
2
'•!«' Ct. M. H. Watkins, A Grammar oí Chichewa. «9 Ci. V. Jochel'son, l.c.
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 165

ii : / y quizás también = m : v). Pero en francés la situación es dife- existen ante sonido consonador, pues en este caso la nasal se rige
rente: la nasal palatal (escrito gn) se encuentra en relación de oposi- siempre por las particularidades de localización del sonido siguiente
ción bilateral sólo con respecto a ; (escrito i, y, hi, i//), con lo que (mb, nd, nd, \\g, n ;). De igual modo en algunos dialectos de China
parece que la oposición n-j se halla aislada en el sistema fonológico Central se hallan en oposición fonológica entre sí cuatro nasales
francés (a menos que se quiera asociarla con la oposición m-v) 27°. De (m, n, t|, n), pero en final de palabra estas oposiciones se neutralizan
todos modos estos casos demuestran que las nasales pueden formar y el fonema nasal que se presenta en esta posición se realiza como i|
correlaciones no sólo con las oclusivas sino también con las sonantes tras vocal posterior, como n tras vocal anterior, etc. En todos estos
orales. casos se trata por lo tanto, de la neutralización de las oposiciones
En las lenguas en las cuales existen sólo dos nasales (generalmente multilaterales entre íodas las nasales, y sólo por esto la neutralización
m y n), éstas forman una oposición bilateral cuyo paralelismo con es posible; es decir, que sólo porque todas las oposiciones entre nasales se
respecto a b-d y p-t no es más significativo a causa de su carácter neutralizan, resulta de la neutralización un archifonema que posee
bilateral: en efecto, en tanto que m y n son las únicas nasales, p y í particularidades fonológicas específicas que permiten diferenciarlo de
no son las únicas oclusivas sordas ni b y d las únicas oclusivas sonoras, todos los demás fonemas que aparecen en la misma posición fónica.
etc. El vínculo existente entre el par de fonemas m-n y el par de fone- Como ya se ha dicho, las particularidades específicas de la nasal
mas p-t (o b-d, etc.) se encuentra, por esta circunstancia, relajado, y la "indeterminada" (o del archifonema nasal) son su resonancia nasal
relación m-n muestra a veces la tendencia a ser considerada como y sus propiedades de sonante (es decir, su grado mínimo de obstaculi-
una relación privativa cuyo miembro marcado es m y su miembro no zación). Por esta razón este archifonema se asemeja a las vocales
marcado n. La neutralización de la oposición m-n en final de palabra nasalizadas. Y en efecto, existe a menudo una estrecha relación entre
(y la aparición de n como representante del archifonema) es un la consonante nasal "indeterminada" y las vocales nasalizadas. Suele
fenómeno que se da en muchas lenguas; por ejemplo, en griego anti- ocurrir que las vocales nasalizadas no sean fonemas independientes,
guo, en croata cakave, en italiano, en finés, en avar 271 , en lakke 272 , en sino sólo variantes combinatorias del grupo "vocal + nasal indetermi-
japonés, etc. En las mismas lenguas tiene lugar la neutralización de nada": es éste el caso, por ejemplo, de la mayoría de los dialectos
la oposición m-n también en interior de palabra ante consonante, pero polacos donde la nasal indeterminada (con realización condicionada
en este caso el representante del archifonema está condicionado exte- exteriormente) aparece sólo ante oclusiva y las vocales nasalizadas en
riormente, es decir, que se conforma a la serie de localización de la cambio, sólo ante fricativa. Por otra parte, en la lengua literaria
consonante siguiente. De este modo se produce en algunas lenguas, en polaca (y lo mismo en portugués), en que las vocales nasalizadas
ciertas posiciones, un fonema nasal con localización indeterminada: aparecen no sólo ante fricativa sino también en final de palabra, estas
un fonema, por lo tanto, que se caracteriza desde el punto de vista vocales ("f", "a?, es decir, e, ó) parecen ser fonemas independientes y
fonológico exclusivamente por su mínimo grado de obstaculización. los grupos "e, o + nasal indeterminada (homorgánica)" pueden ser
Un fonema consonantico nasal semejante, sin particularidades de considerados como variantes combinatorias de dichos fonemas. En los
localización, aparece (como producto de una neutralización en final casos en que las nasales silábicas se rijan en su realización por las
de palabra o ante consonante) también en lenguas que en otras posi- particularidades de localización de la consonante siguiente (como
ciones distinguen no solamente m y n, sino también otras nasales; en ocurre en numerosas lenguas africanas y en algunas sudamericanas),
lenguas pues, en las que las diferentes nasales se encuentran en rela- puede hablarse indistintamente de una nasal silábica indeterminada o
ción de oposición multilateral; así, por ejemplo, en tamil, se diferen- de una vocal indeterminada nasalizada.
cian ante vocal cinco nasales (m, n, n, \\, n); pero estas oposiciones no Las nasales son siempre sonantes, es decir, consonantes con grado
mínimo de obstaculización, aun cuando en su articulación la cavidad
- 70 La situación no es completamente clara. Kn todo caso la oposición n-n, en
bucal esté completamente cerrada: el descenso del velo del paladar
francés, está mucho más netamente definida y tiene un rendimiento funcional mayor posibilita la salida de la corriente de aire por la nariz lo que, por así
quo la oposición entre n y cualquier otra consonante no nasal (cí. G. Gougenheim, decir, "desvaloriza" la oclusión. Pero hay lenguas en las que las
o. c., págs. 44 y sigs. nasales con oclusión bucal completa se diferencian fonológicamente
ü1" Cí. P. K. Uslar, Etnografija Kavkaza, C. I, " J a z y k o z n a n i j e " , vyp. 3, de las nasales cpn oclusión bucal incompleta; como se sabe se admite
"Avarskij jazyk", Tiflis, 1889, pág. 9. que esto se daba en antiguo irlandés, idioma en que habría que distin-
'•"u Cí. ibid., I, vyp, 4, "Lakskij jazyk", Tiflis, 1890, pág. 7. Uslar agrega que guir m y n con oclusión completa de m y n "suavizadas" con oclusión
lu n final se pronuncia como m ante b y señala que "esto es quizás sólo una ilusión
iicúsliru, pues aun los mismos nativos no están seguros de la pronunciación", lo incompleta 27:i. En todo caso estas lenguas son raras. En otras lenguas
cual es un síntoma característico de la existencia de la neutralización de una
oposición distintiva. 273 En las descripciones de lenguas vivas que conocemos no se presentan
[66 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 167

debe distinguirse la verdadera correlación de nasalidad de la corre- La correlación de nasalización parece ser la única correlación
lación de seminasaüzación o correlación consonantica de nasalización. consonantica de resonancia. En la descripción de lenguas que tienen
En estas lenguas, a las oclusivas normales se oponen, por una parte, la "correlación de turbiedad" vocálica se afirma a menudo que las
nasales normales y, por otra parte, oclusivas con implosión nasalizada diferencias en la cualidad de la voz existen no sólo en las vocales, sino
y explosión no nasalizada. Semejantes oclusivas seminasalizadas pro- también en las consonantes. Pero por lo que se puede colegir de estas
ducen la impresión acústica de grupos formados por una nasal muy descripciones, parece que se trata sólo de variantes combinatorias de
breve y una oclusiva, y sólo pueden existir como fonemas especiales los f o n e m a s consonanticos en la vecindad de las vocales turbias
cuando en una lengua dada se diferencian fonológicamente, por una correspondientes.
parte, de las oclusivas habituales (no nasalizadas) y, por otra parte,
de los grupos de "nasal + oclusiva". Un caso de este tipo aparece, por
ejemplo, en ful (fulfulde), donde las seminasalizadas (d, b, g, f) se V. Particularidades prosódicas
oponen como fonemas independientes a las no nasalizadas (d, b, g, j-),
a las nasales verdaderas (n, m, i|, n) y a los grupos de nasales (nd, mb, A) LOS CENTROS SILÁBICOS
\\g, ni) 274. En tanto que las nasales verdaderas son sonantes y, en
consecuencia, continuas, las seminasales deben ser consideradas momen- En la mayoría de las lenguas del mundo, las particularidades pro-
táneas. La relación £> : m, etc., puede ser comparada a la relación sódicas distintivas existen sólo en las vocales. Se podría, pues, tender
"momentánea - continua", y en una lengua en la que existe una rela- a considerar estas particularidades entre las particularidades vocálicas
ción semejante, m, n, i|, n deben ser designadas "durativas nasales" y y a tratarlas al mismo tiempo que los grados de apertura y las series
é> á-> é' ? "momentáneas nasales": el carácter fonológico nasal de estas de localización. Y efectivamente, es éste el camino seguido por el autor
momentáneas está tan poco afectado por la explosión no nasalizada de las presentes páginas en un artículo precedente 275 . Pero esto se
como el carácter oclusivo de las africadas por su distensión fricativa. basaba en un error. Las particularidades prosódicas no conciernen a
En chichewa no sólo existen seminasales sonoras £>, d, g, ¿, 3, sino semi- las vocales en cuanto tales, sino a las sílabas. Una parte de los fone-
nasales sordas í, p, k, c, g> y seminasales fricativas v, i, z, s, de modo mas que componen la sílaba pueden ser prosódicamente no pertinentes.
que todos los grados de obstaculización y todos los modos de fran- Por lo general, estos fonemas son consonantes. Pero también pueden
queamiento aparecen aquí en forma nasalizada y no nasalizada. Tam- ser vocales que, en este caso, son "asilábicas". Por otra parte, en
bién se supone que existen relaciones semejantes en algunas otras ciertas lenguas aparecen sílabas que no contienen ningún fonema vocá-
lenguas africanas; pero en tanto no se opongan fonológicamente a las lico, de modo que la parte prosódicamente pertinente está ocupada
consonantes "seminasalizadas" grupos correspondientes de "nasal nor- por un fonema consonantico: en este caso se trata de consonantes
mal + consonante no nasalizada" no puede hablarse de una correla- "silábicas". Finalmente, determinadas particularidades prosódicas pue-
ción nasal consonantica. den pertenecer a todo un grupo de fonemas de valor polifonemático
(ya sea "vocal + vocal" o "vocal + consonante"). Por consiguiente,
casos semejantes. En yoruba (Nigeria del Sud) y y w nasalizadas parecen no ser las particularidades prosódicas no deben ser consideradas como parti-
sino variantes (¿facultativas?) de la nasal palatal y de la nasal labiovelar (cf. cularidades de las vocales (como, por ejemplo, los grados de apertura
Westermann y Ward, Practical Phonetics íor Students oí African Languages, o las clases de localización), sino como particularidades de una deter-
pág'i. 168 y sigs.). En ciertos dialectos eslovenos existe una J nasalizada (que minada parte de la sílaba; y esta parte de la sílaba debe ser definida
proviene de la n palatal del eslavo común, nj en esloveno literario) como fonema
.mtÚMomo (cf. A. Isacenko, "Les Parlers slovénes du Podjunje en Carinthie", en forma distinta según la lengua de que se trate 27(S.
pág. 57), pero al lado de esta y l°s dialectos mencionados no contienen ninguna Será designada como centro silábico la parte de la sílaba que según
nasal palatal con oclusión bucal completa con la que / pudiera formar una oposi- las leyes de la lengua de que se trata detenta particularidades prosó-
ción bilateral. dicas distintivas. Pueden ser centro silábico, según la lengua: a) una
274
Ci. D. Westermann, Handbuch der Ful-Sprache, Berlín, 1909, pág. 197, vocal, b) un grupo vocálico polifonemático, c) una consonante, d) un
y H. Gaden, Le Poular, dialecto peul du Fouta Sénégalais ( = Collection de la
Revue du Monde Musulmán, I), París, 1913, pág. 2. Es interesante que en la grupo polifonemático "vocal + consonante". No hay ninguna lengua
Unión de morfemas el encuentro de m con b no produce b ni tampoco mb, sino en la cual las vocales no puedan funcionar como centro silábico. En la
hh n em ' na da (H. Gaden, o. c. 8, 9, 15, I); por el contrario, el encuentro de los mayoría de las lenguas las vocales son los únicos centros silábicos
fiinomas /, d, t o b con b, d, "¿ o $ produce los grupos mb, nd, Tt]g, nj- (ibid., 9,
8 15, 6). Las oposiciones entre b, d, g o 3- por una parte y b, d, g o j- por la otra 275
NÜ neutralizan tras nasal (y las no nasales representan al archifonema); por otra TCLP, I, págs. 50 y sigs.
27fi
parte las oposiciones entre m, n, i] o n. por una parte y b, d, g o Tf por la otra se C/. acerca de este tema, del autor, Anleitung zu phonologischen Besch-
neutralizan ante b, d, g y j (y m, n, i] y n representan al archifonema). reibungen, págs. 21 y sigs.
I6S LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 169

posibles. En lenguas como el griego antiguo, además de las vocales, z o una z silábicas, y muchas veces (especialmente en final átono) este fonema
directamente no se realiza. En el dialecto de Pekín, este fonema aparece exclusi-
aparecen como centros silábicos, grupos vocálicos polifonemáticos (ai, vamente tras sibilante (c, c'', s, ¿, c1', S, y z). A este fonema, que generalmente se
IM, FI, ui>, ov, Fi', vi); en serbo-croata, las vocales y la líquida r; en transcribe por medio de ;, Frei lo llama "vocal cero" (voyelle zéro) (pág. 128).
muchas lenguas africanas (por ejemplo, en lamba, en efik, en ibo), las Estaríamos tentados de reconocer en una palabra como s/ "cuatro" una s silábica.
vocales y la "nasal homorgánica"; en zulú, las vocales y la nasal m Pero puesto que en el dialecto de Pekín no existe el grupo "sibilante -+- i normal",
se podría ciertamente interpretar i más bien como una variante combinatoria de i
(salvo ante labial); en los dialectos hanak del checo, las vocales y las tras sibilante. En otros dialectos chinos la vocal "zumbante" (gingival) no aparece
líquidas r y 1. En eslovaco (y menos claramente en checo) se presen- solamente tras sibilante (en algunos, por ejemplo, el de Sian-Sian, provincia de
tan como centros de sílaba vocales, grupos vocálicos polifonemáticos y Ho-nan, se distinguen incluso dos vocales de este tipo, una posterior y otra ante-
las líquidas / y r. El grupo "vocal + sonante" parece funcionar como rior). Pero su realización depende siempre de la consonante precedente. En estos
dialectos puede ser considerada como "vocal indeterminada". Es de hacer notar
centro silábico sólo en las lenguas en que funcionan también como tales que los dialectos mencionados parecen desconocer la líquida silábica.
grupos vocálicos polifonemáticos; por ejemplo, en danés, en lituano,
en letón, en siamés. Los cuatro tipos posibles de centros silábicos En la misma lengua, un solo y mismo fonema puede aparecer, unas
(vocales, consonantes, grupos vocálicos polifonemáticos y grupos de veces como centro silábico y otras en función "asilábica". En la mayo-
"vocal + nasal") aparecen todos en ciertos dialectos chinos (por ejem- ría de los casos estas dos funciones están condicionadas por el con-
plo, en el de Pekín). texto. En checo, por ejemplo, / y r son silábicas cuando se hallan tras
Debe señalarse que, de las consonantes, sólo las llamadas "sonan- consonante y no les sigue vocal; en todas las demás posiciones son
tes", es decir, las nasales y las líquidas funcionan como centros silábi- asilábicas. Pero hay lenguas en las que la "silabicidad", es decir, la
cos, ya sea en forma independiente o como miembro del grupo "vocal calidad de silábico, es una particularidad distintiva; es decir, que en
+ consonante". El que una consonante que desde el punto de vista estas lenguas la presencia o ausencia de dicha particularidad no siem-
fonético es "silábica" deba ser considerada o no como centro silábico pre está condicionada por el contexto. Entre estas lenguas figura, por
monofonemático, depende principalmente de si la lengua de que se ejemplo, la lengua literaria serbo-croata, en la que r y i entre conso-
trata posee o no una vocal indeterminada: si tal vocal existe, es casi nante y vocal son silábicas en algunas palabras y asilábicas en otras:
inevitable que se conciba a la consonante silábica como realización del por ejemplo, ¿roce (trisilábico) "gargantita" - gróza (disilábico)
grupo "vocal indeterminada + consonante". Ya hemos señalado que "horror", piem (escrito pijem) "bebo"- piena (escrito pjena) "espuma".
la distinción entre la "r" monofonemática del serbo-croata (por ejem- Lo mismo puede observarse entre una vocal y una consonante; pero en
plo en srce) y el grupo polifonemático "ár" del búlgaro (por ejemplo este caso todo depende de que entre la vocal y r exista un límite mor-
en sarce "corazón"), se basa sobre este hecho. Las lenguas que emplean fológico: zardati "herrumbrar" - várnica "chispa", zaimati "tomar pres-
condonantes "silábicas" como centros silábicos monofonemáticos no tado" - zájmiti "prestar". En checo antiguo r y I entre dos consonantes
poseen en su sistema fonológico vocales "indeterminadas". Esta regla eran silábicas en algunas .palabras y asilábicas en otras: en poesía,
rige para todas las lenguas antes mencionadas, y no le conocemos palabras como mrtvy "muerto", plny "lleno", eran consideradas como
excepciones. de dos sílabas, y palabras como krvi "a la sangre", slza "lágrima", como
de una sílaba. En tales casos podría hablarse de una correlación de
En tanto que en el dialecto chino de Pekín el centro silábico de palabras como, silabicidad. Estos casos son, sin embargo, particularmente raros, y la
por ejemplo, /4 "dos" es, seguramente, una líquida (que puede ser considerada, de mayoría de las veces la silabicidad o la asilabicidad de un fonema está
ucuprdo con Henri Frei z77 , como /), el centro silábico de palabras como s4 "cua- reglada automáticamente por el contexto fónico.
tro", ,?2 "piedra", z 4 "día", s2 "diez", etc., presenta en el mismo dialecto ciertas
i l i l n iih.ules. Desde el punto de vista fonético, cuando d'chas palabras se pronun- Cuando la silabicidad y la asilabicidad de los fonemas están condi-
ii.ii especial cuidado, el centro de S'laba es una esnecie de vocal con grado cionadas exteriormente, se producen distintas relaciones especiales. En
i l i - .ipn l u i . - i muy pequeño y punto de articulación mucho más avanzado que, por alemán literario i no aparece nunca ante vocal y en cambio ; aparece
ojemplo, el de i, de manera que durante su emisión es audible un ruido fricativo exclusivamente ante vocal. En consecuencia i y ;' no son en tal caso
«omejante a un zumbido. Como variantes facultativas aparecen en su lugar una
dos fonemas distintos sino solamente variantes combinatorias de un
único fonema 27íi. Ahora bien, hay una i breve y también una i larga,
277 En Bulletin de la Maison Franco-Japonaise, VIII, 1936, N? 1, págs. 126
Casos como el del chino (pekinés) / 4 "dos" hablan claramente en contra 278 Pero esto vale sólo para la lengua literaria en su pronunciación escénica.
pinión de L. Hjelmslev mencionada arriba (por la que se inclina también En los dialectos y en la lengua literaria en pronunciación teñida de dialectalismo,
kn, '/'('/,/', VI, pág. 62), según la cual una palabra monofonemática sólo /' y í son fonemas diferentes. Es el caso, por ejemplo, de los dialectos donde ü se
c o n s i s t i r en una vocal: a diferencia del alemán s.',-del francés rrr!, del convierte en i y donde, en consecuencia, es admitido el grupo ji (¡ir\ar = jünger,
' o c.', el chino /4 no es una interjección, sino un numeral perfectamente jidis = jüdisch); o del alemán del Norte, donde j es sólo una variante combina-
toria de la espirante Y (que aparece ante vocal anterior o tras vocal posterior).
170 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 171

y la oposición que forman es distintiva (Mi'ííe "mitad" - Míete "alqui- fonemáticos y otras en que también aparecen, junto a los monofone-
ler", wirr "confuso" - wir "nosotros", Riss "desgarradura" - Ríes "resma", máticos, centros silábicos polifonemáticos. Pero cabe preguntarse si
etc.); ;', en cambio, es siempre breve. Por consiguiente, la oposición los centros silábicos llamados "largos" no deben ser considerados como
de cantidad se neutraliza en i ante vocal. Lo mismo ocurre en otras "dobles" (geminados). No puede darse una única respuesta para todas
lenguas en las que la silabicidad de los fonemas está condicionada las lenguas, sino que por el contrario, el problema debe ser estudiado
exteriormente: éstos poseen particularidades prosódicas sólo en aque- en cada lengua en particular. No obstante, pueden establecerse ciertos
llas posiciones en las que aparecen como centros silábicos. En búlgaro tipos 28°.
se presenta un caso más complicado. Entre dos vocales no es posible a) Los centros silábicos "largos" deben ser considerados con segu-
una / silábica, pero sí una ;; tras consonantes no aparece ; pero sí i, ridad como polifonemáticos (es decir, como centros silábicos dobles o
que puede estar acentuada o no (por ejemplo, zívoto "lo viviente"- geminados) en las lenguas en las que entre el principio y el final de
iivótát "la vida", nie "nosotros" - cérnitat "el negro", várví "esto va" - estos centros silábicos puede hallarse un límite morfológico. Por ejem-
krávi "vacas"); en comienzo de palabra, ante vocal, se admite sólo plo, en finés, el llamado "partitivo" tiene en general la terminación a o
; y no i, ante consonantes no se admite j y sí i, que puede estar acen- á : talo "patio"-fa/oa; en las palabras que terminan en a o en á, en
tuada o no (c/. imam "tengo"' - imane "bienes"). Pero tras vocal en cambio, la vocal final se alarga: kukka "flor" - kukkaa, ¡eipá "pan" -
final de palabra, o entre una vocal y una consonante, puede haber o leipáá. El final del llamado caso ilativo es generalmente n con alarga-
una j o una / acentuada, en tanto que la i no acentuada está excluida miento de la vocal final de la raíz: talo "patio" - taloon, kyla "aldea"-
de esta posición (moj "mío" - mol "míos", dvójka "par" - dvoica "dos"). kilaan. En lakke mayi "techo" forma el plural mayiu, pero zunttu
Por lo tanto la oposición de acentuación es reemplazada, en esta posi- "montaña" forma el plural zuntü; el perfecto del verbo itan "dejar" con
ción, por la oposición de silabicidad, y la i y la ;' búlgaras deben ser objeto de primera o tercera clase es iutra; de qaqan "secar", qauqra;
consideradas como dos fonemas que se encuentran en relación de oposi- pero de ufan "colocar", es Gira, etc. En todos los casos semejantes las
ción neutralizable entre sí 27i) . vocales largas deben ser consideradas como la suma de dos vocales
breves iguales, y esta interpretación puede ser extendida a todas las
B) SÍLABA Y MORA vocales largas de la misma lengua.
Interpretación fonológica de la cantidad fe) Esta misma interpretación de los centros silábicos largos como
"grupo monosilábico de dos centros silábicos iguales" debe hacerse en
De la enumeración anteriormente hecha con respecto a los centros las lenguas en las que los centros silábicos largos reciben, en el fun-
silábicos posibles, se desprende que éstos pueden ser monofonemáticos cionamiento del sistema, el mismo trato que los diptongos polifonemá-
o polifonemáticos. Hay lenguas que sólo poseen centros silábicos mono- ticos. En ciertos dialectos de Eslovaquia Central y en eslovaco litera-
rio existe la llamada "ley rítmica", en virtud de la cual los centros
~^ !t En las lenguas en que los centros silábicos son exclusivamente fonemas silábicos largos se abrevian cuando se hallan inmediatamente tras
vocálicos de valor monofonemático la oposición entre vocal y consonante puede sílaba larga. Pero esta abreviación se produce no sólo tras sílaba con
ser definida de la siguiente manera: vocales son los fonemas que pueden funcio-
nar como centros de silaba y consonantes los que, por el contrario, no pueden vocal larga o con líquida larga, sino también tras sílaba con diptongo
funcionar como tales. Se podría estar tentado de avanzar aún más en esta direc- íe, uo (escrito ó), ia o iu; por su parte estos diptongos son reemplazados
ción: puesto que no hay ninguna lengua en la que las vocales no puedan aparecer por vocales breves monotongas tras sílaba con centro silábico largo (o
como centros silábicos, se podría definir a las vocales como los fonemas que, en
su variante fundamental o como miembro marcado de la correlación de silabici-
con diptongo) w}. Las vocales largas y los diptongos polifonemáticos te,
ducl, funcionan como centros de sílaba, y a las consonantes como los fonemas que,
2S()
cu su variante fundamental o como miembros no marcados de la correlación de Cf. al respecto, del autor, "Die phonologischen Grundlagen der sogenannten
silabicidad, no funcionan como centro de sílaba. Esta definición es defendida Quantitát" y la comunicación presentada ante el 49 Congreso de lingüistas (Acres
por R. Jakobson, pero podrían hacérsele varias objeciones. En primer lugar, no du IV' Congrés Intern. des Ling., págs. 117 y sigs.), y de R. Jakobson, "Über die
siempre es posible determinar objetivamente la variante fundamental. Además Beschaffenheit der prosodischen Gegensátze", Melantes oíferts a J. van Ginneken,
debe, en general, hablarse de centros silábicos sólo en aquellas lenguas en que Paris, 1937, págs. 25 y sigs.
existen particularidades prosódicas distintivas. Pero en lenguas como el armenio 281
Los diptongos "descendentes" en cambio, son tratados en eslovaco en
i i <•! i'.i-ciiulano, en las que no existen particularidades prosódicas, la "sílaba" no forma distinta: de sus dos vocales, sólo la primera vale como centro de sílaba, y
es un concepto fonológico, sino fonético, y sólo puede ser definida con ayuda del sólo cuando es larga está sometida a la ley rítmica. Los diptongos descendentes
concepto de "vocal". Pero, por otra parte, la definición de vocal no puede de cuya primera vocal es breve (por ejemplo aj, au) son considerados como grupos
iiinc.un modo ser tomada como base sin caer en un círculo vicioso. Debe en conse- formados por una vocal y una consonante, y no ocasionan por lo tanto el acorta-
cuencia ser mantenida la definición de la oposición entre "vocal" y "consonante" miento de la vocal larga de la sílaba siguiente. Cf. R. Jakobson, "Z fonologie
i | i n - -.<• h.i « - m n i t - i a d o antes. spisovné slovenstiny", Slovenská miscellanea, Bratislava, 1931, págs. 156 y sigs.
172 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 173

uo, ia y iu son, pues, tratados en la misma forma, y de esto se infiere (f) El carácter "doble" o geminado de los centros silábicos largos
que los centros de sílaba largos deben ser considerados como grupos es también claramente reconocible en las lenguas que en esos centros
monosilábicos de dos vocales iguales. distinguen fonológicamente dos tipos de acento. Lo esencial no es, sin
c) Hallamos también este valor de los centros silábicos largos en embargo, la naturaleza fonética de estos acentos, sino el hecho de que
las lenguas en las que, para la delimitación de las palabras (véase más el principio y el final del centro silábico son tratados, desde el punto
adelante), las largas son tratadas según la fórmula "una larga = dos de vista prosódico, en forma distinta, y que esta diferencia posee valor
breves". Como ejemplo bien conocido puede citarse el latín de la distintivo: lo mismo si se trata de la relevación (o la no relevación)
época clásica: el acento delimitativo se hallaba siempre sobre la musical o expiratoria del principio en un tipo de acento y del final en
penúltima "mora" antes de la última sílaba, es decir, en la penúltima el otro. Se hallan en este caso, por ejemplo, el lituano, el esloveno, etc.
sílaba cuando ésta era larga, o en la antepenúltima cuando la penúlti- Muy a menudo en estas lenguas aoarecen también las mismas dos
ma era breve. Una vocal larga era, por lo tanto, igual a dos vocales clases de acento en los centros silábicos polifonemáticos (diptongos o
breves o a una "vocal breve + consonante". grupos de "vocal + sonante"), de modo que los centros silábicos largos
son expresamente identificados con grupos de fonemas; tal es el caso,
Reglas semejantes existen también en el indio medio, aunque sin limitarse a por ejemplo, del lituano, del siamés, del japonés, etc. Sin duda no es
las últimas sílabas de la palabra: la última sílaba es siempre no acentuada y el necesario que tenga lugar siempre esta equivalencia entre los centros
acento recae sobre la sílaba "larga" que se halla más cerca del final de la palabra; silábicos largos y los difonemáticos. En chino del Norte se distinguen
se consideran largas, no sólo las sílabas con centro silábico largo, sino también sílabas largas y sílabas breves: las breves son agudas o graves, las
aquellas que presentan el grupo "vocal (breve) + consonante". En árabe vulgJr
el acento descansa sobre la última sílaba sólo cuando ésta termina en "vocal largas tienen la parte final aguda o grave; pero los monotongos y los
larga + consonante" o en "vocal breve + dos consonantes", de lo cual se sigue que diptongos son tratados en igual forma no sólo en las sílabas largas
una vocal larga es comparable, prosódicamente, a un grupo formado por una vocal sino también en las sílabas breves. Si consideramos las sílabas largas
breve y una consonante 282 £n polabio el acento descansaba en la sílaba que del chino del Norte como compuestas de "dos moras" y las breves como
contenía la "penúltima mora" de la palabra, es decir, en la última sílaba cuando
ésta era larga o en la penúltima cuando la última era breve; como largas sólo compuestas de "una mora", debe admitirse que en este sistema fono-
valían las sUabas que contenían un centro de sílaba largo o un diptongo difone- lógico hay diptongos polifonemáticos que cuentan como una mora.
mático ou, ILU, ai, ai 28:í. Bn paiute meridional (grupo shoshon de la familia uto- Existe aquí, por lo tanto, una cierta discrepancia entre la estructura
azteca) el acento principal se halla sobre la segunda mora de la palabra (cuando prosódica y la estructura fonemática de la sílaba287. En lo que se
esta mora no pertenece a la sílaba final) y hay, además, un acento secundario sobre
cada una de las moras pares de la palabra (es decir, sobre la cuarta mora, la refiere al birmano, en el que también aparecen diptongos en sílabas de
sexta, etc.); las vocales largas y los diptongos son considerados como centros silá- una mora, la situación no es totalmente clara, pues el car-acter poli-
bicos de dos moras, y las vocales breves como centros silábicos de una mora 284. fonemático de los diptongos no puede ser demostrado.
En tubatulabal (familia uto-azteca) el acento principal descansa sobre la última
mora de la palabra y un acento secundario sobre la segunda, la cuarta, etc. a e) Lo que acabamos de decir acerca de las lenguas que presentan
partir del final, según el ritmo yámbico 285. En el dialecto nordoriental del maidu dos clases de acento en los centros silábicos largos, puede ser repetido
(grupo californiano de la familia penutia) el acento principal parece descansar a propósito de las lenguas en las que en los centros de sílaba largos se
siempre en la segunda mora de la palabra; valen como de dos moras las sílabas presenta la llamada "explosión glotal" (en danés stód). Carece de
con vocal larga o diptongo y las sílabas con vocal breve, y como de una mora las
•.liabas abiertas con vocal breve 286 . En todos estos casos, un centro silábico largo importancia el que esta explosión glotal consista en una oclusión com-
es igual a dos centros silábicos breves.
cuando Dixon marca en una palabra dos acentos, el primero cae siempre sobre
2X2
Cf. H. W. T. Gairdner, The Phonetics oí Arabio, pág. 71. una de las moras "pares" (por ejemplo külü'nanamaá't "hacia la tarde", basa'-
2x:¡ a ]os Polabische Studien del autor, págs. 126 y sigs. kómoscumdi "en la punta del palo", etc.). En algunos casos Dixon ha oído sola-
mente este acento secundario (c/. grafías como un?di, áká'nas, atsoia, Sá'nkano,
284 E. Sapir, "Southern Paiute, a Shonshonean Language", Proceedings oí samo'estodi, etc.). Señalemos de paso que el dialecto Nordeste del maidu limita
the American Academy oí Arts and Sciences, 65, N us 1-3, págs. 37 y sigs. geográficamente con el paiute.
2Hf> c_ p Voegelin, Tubatulabal Grammar, págs. 75 y sigs. Además, en las 287 En muchos dialectos del norte de China, por lo demás, el "tono grave
• . i l . i l i . r . largas sólo puede ser acentuada la primera mora; cuando según la ley del breve" es realizado como descendente, y el "breve agudo" en cambio como ascen-
i l i m e , yámbico un acento secundario cae sobre la segunda mora de una vocal larga, dente. Paralelamente el "tono largo con parte final aguda" tiene dos culminaciones
i'itf •.!• h . r , L u l a a la primera mora de esta vocal, pero entonces los acentos secun- (es decir, es descendente-ascendente), y el "tono largo con parte final grave" es
( l i i r i i > N si- adelantan a partir de allí regularmente en una mora. en cambio ascendente-descendente; las sílabas largas deben ser, pues, asimiladas
;lt;i;
lisio puede ser inferido del material publicado por R. B. Dixon en Hand- desde el punto de vista prosódico a un grupo de dos sílabas breves. Cí. E. D. Poli-
Ixink ni Ann-rictin Indian Languages, I, págs. 683 y sigs. (las raras excepciones a vanov y Popov-Tativa, Posobij po kitajskoj transkripcii, Moscú, 1928, págs. 90
este esquema pueden ser explicadas sin dificultad). Según parece, los acentos y sigs., y E. Polivanov, Vvedenije v jazykoznanije dl'a vostokovednych vuzov,
secundarios en maidu se distribuyen según el mismo principio que en paiute: Leningrado, 1928, págs. 118 y sigs.
Oposiciones fónicas distintivas 175
174 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA
casos el comienzo de una sílaba no tiene la misma altura musical que
pleta de la glotis o en fuerte estrechamiento. Lo esencial es que por
su final; la altura musical se modifica dentro de la sílaba, de manera
medio de esta articulación el centro silábico largo se divide en dos
que existen sílabas que se distinguen fonológicamente por su entona-
partes 288 . El hecho de que los centros silábicos largos se clasifiquen
ción ascendente, descendente, descendente - ascendente, etc. Para algu-
en los que tienen una interrupción entre el principio y el final y los
nas lenguas que poseen un sistema prosódico de este tipo (por ejem-
que no tienen tal interrupción, en tanto que en los centros silábicos
plo el efik) 29° los observadores indican expresamente que las sílabas
breves, esta oposición no existe, muestra claramente que en estas len-
que no tienen la misma altura musical desde el comienzo hasta el
guas, la existencia de un principio y de un final como dos momentos
final son más largas que las sílabas con altura constante o "plana".
distintos es esencial sólo para los centros silábicos largos. En las
En la mayoría de los casos los observadores no han hecho este tipo
lenguas en que existe la oposición "con explosión glotal - sin explosión
de indicación, y es imposible atribuir este silencio simplemente a su
glotal" en los centros silábicos largos, la misma oposición aparece en
negligencia. Más bien se puede suponer que en muchas lenguas con
los diptongos y grupos de "vocal + sonante", con lo que queda clara-
"sistema de tonos" desarrollado, .la multiplicidad prosódica de un cen-
mente demostrado el carácter doble de los centros de sílaba largos. A
tro silábico no se expresa por su duración sino exclusivamente por las
este tipo pertenecen, por ejemplo, el danés, el letón, etc.
variaciones de la altura en el interior de este centro silábico. Puede
ocurrir, por supuesto, que en una lengua de este tipo existan juntas
En todas las lenguas mencionadas hasta aquí, los centros silábicos largos deben
pues, ser considerados como "dobles" o "geminados". Su cantidad, o más precisa-
ambas formas de realización fonética de la "multiplicidad": en tanto
mente su extensibilidad, en oposición a la no extensibilidad de los centros silábi- que los centros silábicos de dos miembros con igual altura en ambas
cos "breves", es la exteriorización de su carácter doble, es decir, del hecho de que partes se realizan por medio de vocales (o sonantes silábicas) largas
su comienzo y su final no coinciden en un punto sino que constituyen dos momen- y de "tono plano", los centros silábicos de dos miembros con altura
tos distintos. Según Jakobson, que resumió las condiciones de este carácter doble, diferente en ambas partes se realizan en cambio por medio de vocales
una i n t e r p r e t a c i ó n semejante de los centros silábicos largos debe hacerse en
general en todas las lenguas en las cuales aparecen diptongos largos, incluso si (o sonantes silábicas) breves de "tono no plano" (es decir, ascenden-
csliis lenguas no pueden ser incluidas en ninguno de los cinco tipos antes mencio- te o descendente) 291.
nados. La existencia de diptongos monosilábicos con valor drfonemático junto a La interpretación de los centros silábicos largos como geminados
centros silábicos largos, sería precisamente el sexto criterio para establecer el
carácter doble de los "centros silábicos largos" 2N9. Esta hipótesis nos parece algo y en general como múltiples puede ser llamada "concepción aritmética
dudosa. La sola existencia de diptongos polifonemáticos no es suficiente para de la cantidad", y las lenguas en que se manifiesta esta valoración
demostrar que también los monoptongos largos deban ser considerados como grupos pueden ser designadas "lenguas que cuentan las moras" (puesto que
monosilábicos de dos vocales breves iguales. Una interpretación tal, sólo puede en ellas la unidad prosódica más pequeña no coincide siempre con la
aceptarse como objetivamente fundada, cuando los monoptongos largos son trata-
dos efectivamente, en la lengua en cutitión, en forma exactamente igual que los sílaba ).
diptongos polifonemáticos [nuestro tipo b)]. Si esto no ocurre, no existe ningún A estas lenguas se oponen las lenguas "que cuentan las sílabas",
fundamento objetivo para considerar como geminados a los centros silábicos largos. en las cuales las unidades prosódicas coinciden siempre con la sílaba
En la lengua checa conversacional (Bohemia Media) las vocales largas no pueden
hallarse en comienzo de palabra, en tanto que el diptongo ou puede aparecer en y en las que los centros silábicos largos (en el caso de que los haya)
esa posición (oufad "autoridad", oucet "cuenta", etc.); en cambio en la lengua se consideran como unidades y no como grupos compuestos de varias
literaria las vocales largas son admitidas en comienzo de palabra (por ejemplo úl unidades más pequeñas. Son lenguas "que cuentan las sílabas" sobre
"colmena") pero no los diptongos. En el sistema fonológico del checo nada parece todo aquellas en que sólo aparecen centros silábicos monofonemáticos
indicar que ou deba ser considerado como equivalente de las vocales largas.
como, por ejemplo, el húngaro, los dialectos hanak del checo, el chechén
(cuyos diptongos en parte son monofonemáticos y en parte deben ser
Hay lenguas en las que los centros de sílaba largos son considera-
dos como grupos monosilábicos de dos centros de sílaba breves cuali- 290
Cí. I. C. Ward, The Phonetic and Tonal Structute oí Eíik, Cambridge,
tativamente idénticos. En estas lenguas, la extensibilidad de los centros 1933, pág. 29: "a vowel on a rising or a falling tone is generally longer than on
silábicos largos es sólo una expresión de su d u p l i c i d a d ; pero esta a high or low level tone".
duplicidad (y en general, multiplicidad) puede también expresarse en 291 Quizás este caso se presente en el dialecto ge del ewe. Las sílabas con
otra forma. En muchas lenguas africanas y americanas son utilizados, "tono no plano" paVecen ser aquí siempre breves, incluso cuando son el resultado
como recursos distintivos, diversos registros de voz. Habitualmente de una contracción (por ejemplo en .eléy.i "he is ¿o/n¿", de .e./e, 'ey./'), en tanto
que las sílabas largas parecen ser siempre de tono "plano"; al menos es ésta la
cada sílaba tiene una altura musical determinada, pero en algunos impresión que se tiene después de leer la descripción de este dialecto que presentan
D. Westermann y I. C. Ward en Practical Phonetics íor Students oí Aírican
^KX Cí. R. Jakobson en TCLP, IV, págs. 180 y sigs. Languages, págs. 158-166 y de examinar los ejemplos y los textos que la misma
2K9 Mélanges van Ginneken, pág. 32. contiene.
176
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 177

considerados como "vocal + ; o w"; en esta lengua sólo las vocales haber fonemas vocálicos ¡argos. Por lo tanto en estos casos no son los
aparecen como centros de sílaba y ;' y w son fonemáticamente diferen- centros silábicos breves, sino los largos, los que deben ser considera-
tes de ¿ y u). Contamos también entre estas lenguas a aquellas en que dos como miembros no marcados de la correlación. Sólo puede, pues,
los diptongos monofonemáticos existen pero no reciben el mismo tra- tratarse aquí de la oposición entre fonemas vocálicos normales, com-
tamiento que los centros silábicos largos (por ejemplo, el checo corrien- pletamente desarrollados, por una parte, y vocales truncas, interrumpi-
te y el literario). Finalmente, lenguas como el alemán, el inglés y el das en su desarrollo por el ataque de la consonante siguiente, por otra
holandés deben ser incluidas entre las que cuentan las sílabas (véase parte; la marca de correlación está constituida por el "corte brusco" de
más adelante). la sílaba. En esta correlación de corte de sílaba la cantidad larga es
La relación de oposición entre los centros silábicos largos y breves sólo la expresión del desarrollo completo y sin trabas de la vocal, y la
es siempre lógicamente privativa. En la medida en que esta relación cantidad breve, la expresión de la interrupción del desarrollo de la
se transforma, por ser neutralizable, en una relación efectivamente vocal debido al ataque de la consonante siguiente.
privativa, los centros silábicos breves aparecen siempre, en las lenguas
que cuentan las moras, como no marcados y los largos, en cambio, Además, una lengua con correlación de corte de sílaba no tiene necesaria-
como marcados. En eslovaco (más exactamente: en eslovaco literario mente que ser una lengua que cuenta las sílabas. Un tipo muy particular de
y en ciertos dialectos de Eslovaquia Central), después de un centro asociación de esta correlación con la correlación de geminación prosódica existe en
hopi (lengua de la familia uto-azteca), y especialmente en el dialecto de la aldea
silábico largo o diptongado no puede haber sino centros silábicos de Mishongnovi, Arizona. La información sobre el particular la debemos a una
breves; en finés, ante vocal puede haber sólo vocales breves (cf., por carta particular de Benjamín L. Whorf, a quien expresamos aquí nuestro cordial
ejemplo, sing. puu "árbol" - part. pl. puiía); en latín ante consonante reconocimiento. El hopi no posee ni diptongos, ni grupos polifonemáticos de voca-
final (excepto s) puede haber sólo vocales breves; en prácrito (es les, ni oposiciones distintivas de dirección tonal, y no hay por otra parte en esta
lengua ninguna posibilidad de analizar las vocales largas basándose en la morfo-
decir, en indio medio) en sílaba cerrada podía haber sólo vocales logía. La regla según la cual el acento principal debe hallarse sobre la segunda
breves; en el croata-cakave de Novi, ante sílaba con acento largo des- mora de la palabra (cuando esta mora no pertenece a la sílaba final) no interesa
cendente pueden aparecer sólo vocales breves; en esloveno (y en el en la actualidad sino desde el punto de vista histórico: dicha regla, en efecto, no
árabe vulgar de Egipto), en sílabas no acentuadas aparecen sólo voca- vale ya para todas las categorías gramaticales y, por lo demás, la distinción entre
las sílabas átonas que originariamente tenían una mora y las que originariamente
les breves; en lamba (lengua bantú de Rhodesia del Norte) y en gasta tenían varias ya no se hace. Desde el punto de vista del estado actual del hopi las
(África Oriental), en final de palabra puede haber sólo vocales breves, relaciones prosódicas deben ser concebidas en forma totalmente distinta. La parti-
etc. Por lo tanto, en estas lenguas puede considerarse como marca de cularidad de esta lengua es la existencia para las vocales (es decir, para los únicos
correlación la geminación de los centros silábicos. centros silábicos) de tres grados cuantitativos con valor distintivo: cf., por ejemplo,
En cuanto a las lenguas que cuentan las sílabas, no son tan unifor- pas "muy" - pas "campo" - pas "tranquilo", féVa "nuez" - teva "arrojar algo", qala
"corte" - gala "rata", sivs "recipiente" - síve "carbón de leña", etc. Donde las
mes desde este punto de vista. En checo (y especialmente en la lengua oposiciones de cantidad se neutralizan (o sea ante las llamadas oclusivas "preaspi-
conversacional de la Bohemia Media), en la que en comienzo de radas" hp, ;'f, hk, ''k, l!g y hc) no aparece como representante del archifonema ni
palabra hay sólo vocales breves, los centros silábicos breves podrían el grado cuantitativo más breve ni el más largo, sino el medio. De esto se sigue
considerarse como no marcados. Como marca de correlación se podría que en las series de oposiciones como a-a-a no se trata de dos oposiciones graduales,
sino de dos oposiciones privativas, cuyo miembro no marcado es la vocal de "dura-
considerar la cantidad (o la extensibilidad) de los centros silábicos ción medía". Esto es confirmado, además, por los casos en que no se neutralizan
largos. Pero si se tiene en cuenta que la cantidad es un "factor de ambas oposiciones, sino sólo una de ellas. La oposición a-a se neutraliza en sílaba
intensidad" y que en checo (y lo mismo en otras lenguas de este tipo, final abierta acentuada (más exactamente, en sílaba final abierta con acento secun-
como, por ejemplo, en húngaro, en chechén, etc.), ningún otro factor dario), y en esta posición no se admite a; es decir, que en hopi —como en alemán,
en holandés y en inglés— las vocales breves sólo pueden hallarse ante consonante.
de intensidad posee fuerza distintiva 292, se tenderá más bien a inter- Esto parece indicar que la cantidad breve de la vocal es en hopi sólo una expre-
pretar la intensidad como marca de correlación y la cantidad (o exten- sión del corte de sílaba brusco, y que los pares á-a, e-e, etc., forman una correla-
sibilidad), en cambio, sólo como modo de realización de la intensidad. ción de sílaba 29». En lo que se refiere a las oposiciones a-a, e-é, etc., existen en
Un aspecto completamente diferente ofrecen las lenguas como el las palabras polisilábicas sólo en sílaba abierta, tanto en interior como también,
nlciuán, el holandés y el inglés. En ellas la intensidad se realiza por 293
medio del acento expiratorio ("dinámico") libre. La oposición de can- Esto estaría también de acuerdo con una particularidad de la realización
tidad se neutraliza en sílaba final abierta y, en esta posición, sólo puede de las vocales en hopi. Ya se ha señalado (cuando se trató del vocalismo inglés,
págs. 110 y sig.) que las lenguas con correlación de corte de sílaba muestran una
tendencia especial a realizar los fonemas vocálicos de desarrollo completo como
~11- KM dirlms lenguas la intensificación expiratoria (el "acento dinámico") diptongos de movimiento. Algo semejante parece darse también en hopi, en el
«•stá ligado u la primera silaba de la palabra y no posee en consecuencia valor que el fonema vocálico de oscuridad y estrechez máximas se realiza en las sílabas
distintivo, sino sólo delimitativo. medias y largas como ou y en las breves en cambio como £7.
178 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 179

aunque sólo raramente, en final de palabra 294. En cambio en las sílabas cerradas acentuadas (breves, largas y ultralargas) 299 cuando, en realidad, existe entre las
de las palabras polisilábicas estas oposiciones se neutralizan y aparecen las vocales "largas" y las "ultralargas" una oposición de dirección tonal que, por cierto, debe
de "duración media" como representantes del archifonema. En general no conoce- ser considerada como lo fonológicamente esencial :iao . En estonio existen cuatro
mos una restricción semejante sino en las lenguas "que cuentan las moras" (japo- grados cuantitativos de las vocales de la primera sílaba; la sílaba radical de muchos
nés, indio medio, etc.): dicha astricción se basa en la equivalencia de la conso- sustantivos (por ejemplo, puma "leche", tuul "viento", etc.) presentan en genitivo
nante que cierra una sílaba con una "mora" prosódica (por ejemplo S = ai) y en el segundo grado cuantitativo, en el partitivo el tercero y en el ilativo el cuarto.
el número máximo de moras que'puede contener una sílaba 295. En consecuencia, Pero una observación más precisa revela que, paralelamente al grado cuantita-
la oposición entre vocales "largas" y vocales "de duración media" debe ser consi- tivo, se modifica también la dirección tonal del centro de sílaba: el segundo
derada como una correlación de geminación prosódica. En hopi las vocales largas grado cuantitativo presenta una entonación claramente descendente, el tercero una
valen pues, f onológicamen >2 dos moras, y las vocales de duración media una mora, entonación plana (con una fuerte y brusca caída de la altura musical en la sílaba
de modo que entre a y a (o entre í y /', etc.) existe una diferencia en la cantidad de siguiente) y el cuarto una entonación descendente - ascendente (con intensidad en
moras; por el contrario, la oposición entre vocales "breves" y vocales "de duración la parte ascendente). Y puesto que las sílabas radicales diptongadas (por ejemplo,
media" no reside en el número de moras (pues tanto las unas como las otras valen en poeé "hijo") no presentan en los casos mencionados (genitivo, partitivo, etc.),
una mora), sino en el corte de sílaba (es decir, en la forma en que se establece el ninguna diferencia cuantitativa, sino sólo las diferencias de dirección tonal corres-
contacto con la consonante siguiente). En hopi se da por lo tanto una particular pondientes (descendente, plano, descendente - ascendente) 30^ se debe por cierto
asociación de la correlación de corte de sílaba con la correlación de geminación admitir que estas diferencias de dirección tonal son lo fonológicamente esencial y
prosódica 296. que, por el contrario, las diferencias cuantitativas son sólo fenómenos fonéticos
También a otras lenguas se les atribuyen tres (o a veces más) grados de concomitantes :'°2. También para algunos dialectos Japones, distintos observadores
cantidad de los centros silábicos, pero por error. Se trata, más bien, de una confu- indican más de dos grados cuantitativos de los centros silábicos. En realidad, el
sión entre la cantidad y la dirección tonal. Así, el gramático croata S. Starcevic lapón es una lengua "que cuenta las moras" (pues las vocales largas sólo aparecen
aseguró, a principios del siglo XIX, que su lengua materna poseía tres grados cuan- en las mismas posiciones que los diptongos netamente difonemáticos) y posee sola-
titativos en las sílabas acentuadas: además del "acento breve", el "ilírico", como mente la oposición fonológica entre centros silábicos de una mora y centros silábicos
se llamaba antes al croata, habría presentado también un acento "algo extendido" de dos moras. Como ya se ha dicho (págs. 156 y sigs.) existe en lapón una combina-
y otro "completamente extendido". Pero si se verifican los ejemplos mencionados ción, en forma de haz, de la correlación de geminación consonantica y la correlación
por Starcevid se comprueba que lo que él entendía por acento "algo extendido" es de intensidad consonantica: las consonantes geminadas son más largas que las no
el acento largo descendente, y lo que él entendía por acento "completamente exten- geminadas, y las pesadas más largas que las livianas (y, dialectalmente, las gemina-
dido" es el acento largo ascendente del serbo-croata 297. Este gramático había das descendentes son más largas que las geminadas ascendentes). Ahora bien, puesto
pues, interpretado la oposición de dirección tonal (descendente - ascendente) como que la duración fonética de las vocales está en relación inversa a la duración foné-
una oposición cuantitativa (máá breve - más larga) o, mejor dicho, había tomado tica de la consonante siguiente, en los dialectos lapones hallamos de cinco hasta
por esencial un fenómeno concomitante que desde el punto de vista fonológico ocho distintos grados de duración de las vocales. Esto es, sin embargo, un fenó-
carece de importancia (a saber, la duración algo mayor de una sílaba de entona- meno meramente fonético: fonológicamente sólo existen, ante cada clase de conso-
ción ascendente) 21)íi. Situaciones semejantes parecen existir en el albanés del nante, dos tipos de centros silábicos con valor distintivo: los de una mora y los de
Norte (guegue), en el que habitualmente se aceptan tres cantidades de las vocales dos moras (su oposición por otra parte se neutraliza, en algunos dialectos, ante
consonante geminada pesada).
294
Las vocales largas son raras en esta posición, pero con todo aparecen. Todos los casos en que aparentemente se distinguen en los centros silábicos
B. L. Whorf nos escribe: ". . .three lengths do not occur in a word-final vowel. . . tres o más grados cuantitativos, se revelan pues, como errores de interpretación,
U such a vowel is accentuated, its length is médium, WITH A VERY FEW CASES OF excepto el caso completamente aislado del hopi, en el que existe una asociación
LONG" (subrayado por nosotros). especial de la correlación de geminación prosódica con la correlación de corte de
z!)
5 Por o tra parte la neutralización, en hopi, de las oposiciones entre vocales sílaba. En ciertas lenguas que cuentan las moras y que tienen diferencias distin-
largas y medias en sílaba cerrada está sujeta a ciertas restricciones: las sílabas tivas de registro aparecen, sin embargo, además de centros silábicos de una o dos
cerradas con y o con w se consideran como abiertas, es decir, que ante y o w
finales de sílaba se distinguen las tres "cantidades" vocálicas, y lo mismo ocurre 299 Así últimMnente G. S. Lowman, "The Phonetics of Albanian", pág. 286.
en las palabras monosílabas del tipo "consonante + vocal + consonante". Se podría :)00 cf B Havránek, "Zur phonologischen Geographie", Archives Néerlan-
suponer que en hopi lo que llamamos y o w finales de sílaba constituye en reali- daises de Phonétique Experiméntale, VIII-IX, 1933, pág. 29, nota 7.
dad una sílaba por sí solo (.y i, wtt?), y que las palabras como pás "muy", pás
•i01 E. D. Polívanov, Vvedenije v jazykoznanije di'a vostokovednych vuzov,
"campo", pás "tranquilo", son en realidad disilábicas.
Leningrado, 1928, págs. 197-202, da una buena descripción de la situación fonética
296 En lo que se refiere al acento expiratorio del hopi, recae, como acento del estonio. En lo que se refiere a las diferencias cuantitativas de la consonante
principal, en la primera sílaba de las palabras de más de dos sílabas. El primer final de la raíz en genitivo, partitivo e ilativo (por ejemplo, tykk "trozo", geni-
acento secundario recae, según las categorías gramaticales, sobre la primera o sobre tivo tykke, con el segundo grado cuantitativo de la k larga, partitivo tykki con el
la segunda sílaba inmediatamente después de la que lleva el acento principal, y los tercero, e ilativo tykki con el cuarto), debe señalarse que aquí no interviene sólo
acentos secundarios restantes se suceden con intervalos de una sílaba. En las la cantidad, sino tatnbién, por una parte, la distribución de la intensidad de las
sílabas completamente átonas (es decir, carentes tanto de acento principal como consonantes (geminadas "descendentes", "planas" o "ascendentes") y, por otra
de acento secundario) las correlaciones de geminación y de corte de sílaba se parte, la relación entre la altura musical de la sílaba radical y la altura musical
neutralizan; las vocales de estas sílabas tienen una duración algo menor que las ' ! < • la sílaba final.
vocales acentuadas de duración media. •'"'2 Sólo la oposición entre vocales breves (es decir de una mora) y no breves
297 C/. S. Ivsic en Rad Jugoslav. Akad., CXCIV, págs. 67-68. (os decir de dos moras) debe ser considerada, en estonio, como realmente "cuan-
298 Cf. R. Jakobson en TCLP, IV, pág. 168. titativa" (en sentido aritmético).
Oposiciones fónicas distintivas 181
ISO LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA

ña", etc.) 303. Pero en las lenguas en que la diferenciación de los prosode-
moras, también centros silábicos de tres o de cuatro moras. El número de moras
se manifiesta en estos casos sobre todo por la distribución de las alturas musicales mas no ejerce sólo la función distintiva, los prosodemas se distribuyen
dentro de la silaba; pero es posible que en algunas de estas lenguas el mayor de tal modo que en cada palabra hay un único prosodema que presenta
número de moras de una sílaba sea indicado además por la mayor duración de determinada particularidad de diferenciación y domina de este modo
ésta: en todo caso la mayor duración no debe ser considerada evidentemente sino
a los otros, los cuales presentan la particularidad de diferenciación
como un fenómeno concomitante fonológicamente no pertinente.
opuesta: por ejemplo, en una lengua que cuenta las sílabas, como el
ruso, en la palabra sSmavár "samovar" sólo es intensa la tercera sílaba,
C) LAS PARTICULARIDADES DE DIFERENCIACIÓN PROSÓDICA en la palabra bümaga "papel", sólo la segunda, y en la palabra patáká
"jarabe", sólo la primera; todas las demás sílabas de cada una de estas
a) Clasificación palabras, en cambio, no son intensas. En una lengua que cuenta las
moras, como el lituano, en la palabra /ova (-/o.ova) "cama" sólo la
primera mora de la primera sílaba es "aguda", en la palabra lóstas
El estudio de las relaciones cuantitativas prosódicas nos ha llevado
(./o-osías) "raza" sólo la segunda mora de la primera sílaba, en la
a establecer que la unidad prosódica más pequeña es, en algunas len-
palabra loséjas (.loo-se.ejas) "jugador" sólo la primera mora de la
guas, la sílaba (más exactamente: el centro silábico) y en otras, la
segunda sílaba, en la palabra lovys (./oovi-is) "tina" sólo la segunda mora
mora, y de acuerdo con esto hemos clasificado las lenguas en lenguas
de la segunda sílaba; las demás moras de cada una de estas palabras
que cuentan las sílabas y lenguas que cuentan las moras. Llamaremos
son, en cambio, "graves". En estos casos la diferenciación de los proso-
prosodema a la unidad prosódica más pequeña de una lengua deter-
demas se manifiesta fundamentalmente por medio del alargamiento de
minada, es decir, a la sílaba, en las lenguas que cuentan las sílabas y a
la sílaba culminante en las lenguas que cuentan las sílabas, y por medio
la mora, en las lenguas que cuentan las moras. Las particularidades
de la elevación del tono sobre la mora culminante en las lenguas que
prosódicas pueden ser divididas en particularidades de diferenciación
cuentan las moras; pero se agregan aún otros factores, sobre todo el
y particularidades de modo de enlace. Las particularidades de dife-
refuerzo expiratorio del prosodema culminante, el que muy a menudo
renciación distinguen a los prosodemas unos de otros; las particularida-
es paralelo a una elevación del tono de la sílaba culminante o un alar-
des de modo de enlace, en cambio, no caracterizan a los prosodemas
gamiento de la mora culminante. Lo fonológicamente esencial en todo
mismos, sino sólo a la forma en que éstos se unen al elemento fonoló-
caso es la relevación general del prosodema culminante, es decir, el
gico siguiente. hecho de que este prosodema domine a todos los demás, en tanto que
En las lenguas que cuentan las sílabas, la diferenciación de los pro- los medios por los cuales se logra esta relevación pertenecen al domi-
sodemas se produce por medio de la intensidad y en las que cuentan nio de la fonética. La relevación culminativa se llama habitualmente
las moras, por medio de la altura musical. En una lengua en que la "tono" o "acento", y no existe ningún motivo para reemplazar estas
diferenciación de los prosodemas posee sólo función distintiva (es denominaciones por otras. A la oposición correlativa entre prosodemas
decir, la de distinguir las significaciones), cada prosodema tiene su "acentuados" y no "acentuados" la designaremos correlación de acen-
propia particularidad diferenciativa, de modo que en una palabra que tuación, y a la oposición correlativa especial que resulta en las lenguas
contiene varios prosodemas todos los prosodemas pueden ser iguales que cuentan las moras de la acentuación o la no acentuación de una
desde este punto de vista o pueden sucederse prosodemas no semejan- de las moras de un centro silábico de dos moras, la llamaremos corre-
tes en distintos órdenes. Es decir, que en una lengua de este tipo que lación de dirección tonal (por ejemplo, la oposición entre la entona-
cuente las sílabas, todas las sílabas de una palabra polisílaba pueden ción "dura" y la entonación "dulce" del lituano, etc.).
ser intensas (por ejemplo, en checo, fíkání "charla"), o todas no inten- Las oposiciones de diferenciación prosódicas pueden, por lo tanto,
sas (por ejemplo, en checo, lopata "pala"), o intensas y no intensas ser divididas en "culminativas" y "no culminativas". A las culminativas
en distintos órdenes (por ejemplo, en checo, kabátek "túnica", zásada pertenece la correlación de acentuación y, como subgénero, la correla-
"principio", znamení "signo", mamen/ "decepción", pofádny "en orden", ción de dirección tonal. A las oposiciones de diferenciación no culmi-
bidáci "los miserables", etc.). Del mismo modo, en una lengua de este nativas pertenece, en las lenguas que cuentan las sílabas, la correlación
tipo que cuente las moras pueden aparecer en el interior de una de intensidad prosódica y, en las lenguas que cuentan las moras, la
palabra moras con distinta altura musical en distintos órdenes de suce- correlación de registro o de altura musical. Esta clasificación se basa
sión; por ejemplo, en ibo: o si si "bastón", n ke—ta "perro"', totalmente en el concepto de prosodema. En las lenguas que cuentan
i-fi-ti "mosca", n ka~ta "conversación", o lo ma "naranja",
un wen (a "mosquito", n ne ne "pájaro" o to bo "hipopóta- •103 C/. I. C. Ward, An Introduction to the Ibo Language, Cambridge, 1935,
pags. 38-41.
mo" n de de "rallador", F ti ti "mediano", u do—do "ara-
182 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 183

las sílabas, en las que el prosodema coincide con el centro silábico, que todas estas lenguas cuentan las moras— se caracteriza no sólo por sus
lu diferenciación de los prosodemas puede producirse, como es natural, fonemas, sino también por una determinada altura musical relativa, es
sólo en dos formas: intensidad y alargamiento. Pero en las lenguas decir, por un "registro". A diferencia de las lenguas que poseen el llama-
que cuentan las moras, a la correlación de acentuación, a la de direc- do "acento musical", en las que cada palabra debe contener una "cumbre"
ción tonal y a la de registro se une además una oposición de diferen- musical, en las lenguas con oposiciones distintivas de registro esto no es
ciación, a saber, la correlación prosódica de geminación, es decir, la de ninguna manera necesario: una palabra polisílaba puede consistir con
oposición entre centros silábicos de una mora y centros silábicos de exclusividad en moras musicalmente agudas, o con exclusividad en moras
dos moras. Esta correlación es una característica obligatoria de las musicalmente graves, o en moras agudas y graves en un orden cualquiera.
lenguas que cuentan las moras, y puede asociarse con las otras parti- La altura musical de cada mora depende sólo de la significación. Por
cularidades de diferenciación. En los casos donde existe sola (es decir, ejemplo, en lonkundo (Congo Belga) se dice feo k-i i|go "espalda"
en los que no existe la correlación de registro ni la de acentuación ni ~ _£>•' kj \\go" arena" ~ feo ko Mé-Xnombre de persona),
la de dirección tonal) puede fácilmente ser confundida con la corre- lo ko ¡o "fruto de palmera" ~ lo ko lo "conjuro", etc.804. Del
lación de intensidad prosódica (lo mismo que es también muchas mismo modo que en otras lenguas diferentes formas gramaticales de
veces difícil diferenciar la correlación de geminación consonantica de la misma palabra pueden ser distinguidas por cambios de fonemas
la correlación de intensidad consonantica). (por ejemplo, en alemán, sieh! "ve" ~ sah "vio", verbinden ~ "reunir"
~ verbanden "reunieron" ~ verbunden "reunidos", o en francés allez
b) Correlaciones prosódicas de intensidad y de geminación "id" — allait "iba" ~ alia "fue", o en ruso nom. vYno "vino" ~ gen.-abl.
vfna ~ dat. vinu ~ loe. vYne, l'ak "colócate" ~ l'ok "se colocó", nom.
Se ha hablado anteriormente (págs. 171 y sigs.) de las correlaciones pl. karoví "las vacas" ~ dat. sing. karov"í, etc.), en las lenguas que
prosódicas de intensidad y de geminación. Fueron mencionados los cin- poseen la correlación de registro, las diferencias gramaticales depen-
co casos en que corresponde interpretar los centros silábicos largos como den a menudo sólo de la altura musical de las distintas moras: por
compuestos de dos moras y en los que cabe en consecuencia hablar de ejemplo, en l o k u n d o , a ta o ma "tú no has m a t a d o hoy" ~
la correlación de geminación prosódica, constituida por las oposiciones a ta o ma "tú no has matado ayer"; en efik 805 las raíces verbales
entre centros de sílaba largos y breves. Cuando no se da ninguno de tienen siempre dos moras, y ambas son agudas, o ambas graves, o
los cinco casos mencionados, no hay ningún motivo para interpretar finalmente la primera es grave y la segunda aguda (por ejemplo, 1?
los centros silábicos largos como compuestos de dos moras, y entonces pers. sing. de aor. N ke re "pienso", N do ri "coloco", ~~N —
la oposición entre centros silábicos largos y breves debe ser interpre- fe he "corro"; pero en subjuntivo todas las raíces tienen la primera
tada como correlación de intensidad. Debe señalarse que la correla- mora aguda y la segunda grave: 1? pers. sing. N ke re, N
ción d? intensidad (no culminativa) es un fenómeno relativamente do ri, N fe he); en ibo :i°(i la relación entre determinante y de-
raro; la correlación de geminación prosódica aparece en todo caso más terminado (por ejemplo, entre adjetivo y sustantivo o entre objeto y
frecuentemente (la misma relación existe por otra parte entre la corre- verbo, etc.) se expresa por el hecho de que la última mora del deter-
lación de intensidad consonantica y la correlación de geminación minado y la primera del determinante son más altas que las otras, etc.
consonantica). Si se examinan cuidadosamente las lenguas con variaciones tónicas
Ya se ha dicho también que la mayor duración no es la única distintivas se comprueba que estas lenguas distinguen fonológicamente
manifestación fonética posible de la geminación prosódica (o sea de dos o tres registros. Dos registros sólo distinguen, por ejemplo, el
la existencia de dos moras) y que en una lengua determinada el lonkundo, el achomawi (América del Norte) :!07, etc.; tres, por ejemplo,
número de moras de un centro silábico no se manifiesta por la dura- el efik, el ibo, el lamba :I()H, etc.
ción, sino por las variaciones tónicas en el interior de dicho centro
silábico. Cuando se examinan de cerca los casos en que se atribuye más de tres regis-
tros a una misma lengua, se comprueba que se trata de un error, al menos desde
c) Correlación de registro :io4
C/. G. Hulstaert, "Les Tons en Lonkundo (Congo Belge)", Anthropos,
XXIX. i
Las oposiciones de registro distintivas constituyen un fenómeno pro- :l05
C/. I. C. Ward, The Phonetik and Tonal System of Efik, Cambridge, 1933.
sódico que es completamente ajeno a las lenguas europeas pero que está ;t06
C/. I. C. Ward, An Introduction to the Ibo Language, Cambridge, 1935.
bastante extendido en las lenguas no europeas. No se las debe confundir :i07 a H. J. Uldall, "A Sketch of Achumawi Phonetics", International Journal
con el llamado "acento musical". En las lenguas que poseen las oposicio- oí American Linguistics, VIII, 1933, págs. 73 y sigs.
nes distintivas de registro, cada sílaba o, mejor dicho, cada mora -puesto 808 cf c. M. Doke, A Study of Lamba Phonetics, págs. 5 sigs. <. „>
1X4 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 185

el punto de vista fonológico. Ethel G. Aginsky, por ejemplo, asegura que la tono distintos. Por ejemplo, una palabra cuyas tres sílabas presentan los regis-
I c - i i ^ u a mende descripta por ella posee cuatro registros 309 . Agrega por otra parte, tros "5", "3" y "9" ( = tipo de tono I) puede distinguirse de una palabra igual en
que el más grave de estos registros (designado "1") puede ser bajado a voluntad, cuanto a los fonemas y con los registros "2", "7" y "4" ( = tipo de tono V), o con
M'^ÚM el grado de fuerza que se desee dar. Ahora bien, estudiando más de cerca los registros "3", "3" a "8" y "9" (= tipo de tono III), etc., pero no de una
«1 material presentado por la autora, se observa que el "primer" registro, o sea el palabra con los registros "4", "2" y "9", porque una palabra semejante pertene-
más grave, aparece en las formas verbales pero no en los sustantivos, pronombres cería al tipo de tono I. En otros términos, el poder distintivo no pertenece en
o adjetivos, en tanto que el "cuarto", o sea el más agudo, es al contrario muy zulú a los nueve registros, sino solamente a los tipos de tono. Pero los tipos de
frecuente en los sustantivos, pronombres y adjetivos, pero no aparece nunca en tono no son sino determinadas combinaciones de tres grados de altura musical.
las formas verbales. La solución de este enigma la da el texto mende con que También para el zulú se obtiene por lo tanto, un sistema de tres grados de altura
concluye la obra en que Aginsky describe esta lengua: el "primer" registro aparece musical o registros con valor distintivo. Consideremos otro ejemplo: la ya men-
aquí nueve veces, y las nueve veces en final de frase ante punto: (38) ve,íat. cionada lengua güeabo (Liberia) poseería, según los datos de Sapir, cuatro regis-
(61) // 2 /a, a¡. ( 7 7 ) ye^e,. (167) na,, ("f/iere" ("allí") cí. con el mismo significado, tros distintivos *12. De los ejemplos que da Sapir, resulta evidente que aquí se
en interior de frase, (81) na,) (176) áfee^r^a,. (189) ( = 224) hür ("in" ("en"); trata realmente de unidades distintivas (y no de variantes fonéticas como en los
cf. con el mismo significado, en interior de frase (87, 142, 175, 197, 203, 214) nueve registros del zulú). Pero en la página 35 señala que el güeabo posee una
ni?,). Es de suponer pues, que en mende, lo mismo que en ewe, en efik, en ibo, correlación de resonancia especial, y que las vocales "puras" presentan el registro
etc., existen sólo tres registros distintivos, pero que en final de frase el tono musical "segundo" o "normal", en tanto que los restantes tres registros son característicos
de todas las palabras desciende, de manera que en esta posición todos los registros de las vocales "no puras" o "roncas". Puesto que la diferencia puramente musical
disminuyen un grado (sin que varíe, sin embargo, su altura musical relativa dentro entre los registros "segundo" ("normal") y "tercero" ("medio") no debe de ser
de la palabra); el registro más grave alcanza entonces una profundidad no habitual. muy importante, y que el registro "normal" está ligado siempre a una entonación
Las formas verbales son afectadas por este tono grave debido a que, por lo gene- "pura", en tanto que el registro "medio" lo está siempre a una entonación "no
ral, se encuentran en final de frase 'i10. El eminente especialista en lenguas sud- pura", se podrá considerar la oposición entre el registro "normal" y el registro
africanas Clement M. Doke^l, atribuye al zulú nueve registros. Pero parece que "medio" como un fenómeno no pertinente concomitante de la oposición entre la
la altura musical de los centros silábicos está influida muchas veces por el contexto fonación pura y la fonación no pura. Por otra parte, tanto el registro "agudo" como
consonantico así como por la altura musical de las sílabas vecinas. Es muy difícil el "grave" están unidos siempre en güeabo a una fonación no pura, de modo que
hacer abstracción de estas influencias exteriores y determinar el número de regis- esta última es, para los registros extremos, algo sobrentendido y fonológicamente
tros distintivos en cada posición fónica. Doke, lamentablemente, no lo ha hecho, no pertinente. En consecuencia el güeabo no tiene cuatro, sino tres registros
y como su libro no incluye ningún índice de palabras, es imposible para el lector tónicos distintivos, uno agudo, uno medio y uno grave, y posee además una "corre-
llevar a cabo'esa tarea. Sin embargo, del material que presenta Doke se infiere lación de enturbiamiento" para las vocales con registro medio, las cuales cuando
que el número de registros del zulú no es nueve, sino que, según todas las aparien- son puras presentan un tono algo más agudo que cuando son turbias. Así pues,
cias, debe ser reducido a tres. Doke distingue en las palabras diversos "tipos de no conocemos hasta ahora ningún ejemplo seguro de lenguas que posean más de
tono" (nucleus). Las palabras de tres sílabas, por ejemplo, se dividen en seis tipos tres registros tónicos distintivos:^.
de tono. Los tipos I, II, III y VI se caracterizan por el registro grave ("9") de La explicación de este hecho debe ser buscada en la naturaleza misma de las
la última sílaba, en tanto que en los tipos IV y V la última sílaba presenta un oposiciones de registro. Es evidente que la altura musical absoluta no puede desem-
registro medio. En el tipo I la primera sílaba es más grave que la segunda (even- peñar aquí ningún papel. En efecto, como bien lo destaca O. Gjerdman 314 , la
tualmente, la primera sílaba puede ser descendente y la segunda ascendente), pero lengua no ha sido creada sólo para los hombres de oído absoluto. Pero, como lo ha
ambas son más agudas que la tercera. En el tipo II la segunda sílaba es, o bien señalado también Gjerdman, incluso el concepto de altura musical relativa debe
tan grave como la tercera, o bien tan sólo en su comienzo algo más aguda (es decir,
tiue es descendente, comenzando en el registro "8" y terminando en el "9"), en 31
tanto que la primera sílaba es más aguda que las otras dos. El tipo III se carac- 2 Language, VII, 1931, págs. 33 y sigs.
teriza por una variación tónica rápidamente descendente (a veces, ascendente- 313 NO contradicen esta afirmación sistemas como el del hotentote, dialecto
descendente) de la segunda sílaba con primera sílaba relativamente más aguda. En ñama (cf. D. M. Beach, The Phonetics oí the Hottentot Language, cap. IX, págs.
«•1 tipo VI la primera sílaba es más aguda que la segunda y ambas mucho más 124-143), los cuales poseen tres registros pero que distingue en cada uno de ellos
iigudas que la tercera. En el tipo IV la primera y la tercera sílaba presentan una "tonos" ascendentes y "tonos" descendentes. Un registro agudo con tono descen-
a l l m í i musical media y casi igual en ambas, en tanto que la segunda es descen- dente supone, según parece, un movimiento del registro agudo hacia otro aún más
dente ("2"-» "4" o "3"-* "5"). En el tipo V la primera sílaba es más aguda que agudo, y de igual modo un registro grave con tono descendente (que, por otra
lu tercera y ambas más agudas que la segunda. Tipos de tonos semejantes son parte, es en ñama sólo realmente descendente en las palabras disílabas, pues en
indicados también para las palabras de dos sílabas, cuatro sílabas, etc. De las los demás casos es únicamente "plano") supone un movimiento del registro grave
largas listas que Doke establece, con pares de palabras diferenciadas exclusiva- hacia otro aún más grave. En realidad no se debe considerar cada registro como
mente por la altura musical (o por la variación tónica) de las sílabas, se desprende un punto sino como una línea dentro de la cual tienen lugar ambos movimientos
. l u í - Lis palabras de que se trata en cada caso pertenecen siempre a dos tipos de tónicos. Es también significativo que estos movimientos abarquen sólo intervalos
muy pequeños: el registro agudo ascendente y el registro medio descendente,
abarcan el intervalo de un tono; el registro grave ascendente y el registro agudo
:to;i f;/_ A. G. Aginsky, A Grammar oí the Mende Language, pág. 10.
:ll
descendente, un semitono (ver las tablas que presenta Beach, o. c., págs. 131 y
° Lu autora parece aludir a esto mismo c'^ndo en la pág. 105, analiza el 141). Únicamente el registro medio ascendente se desplaza una tercera (cuatro
li'xlii y dice a propósito de la palabra ( 7 7 ) yejC, que esta raiz tendría en realidad semitonos) y constituye, en realidad, un movimiento que va del registro medio al
i | i i r si-i pronunciada ye4e,: "lower tonal pattern hete due to final position in registro agudo.
senfence". 314
:tl1
Cf. O. Gjerdman, "Critical Remarks on Intonation Research", Bull. of the
Cí. C. M. Doke, The Phonetics oí Zulú Language. School of Oriental Studies, págs. 495 y sigs.
IKrt LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 187

HÍM- muy restringido, pues lo que en una voz femenina es "grave" es en una voz d) Correlación de acentuación
masculina "agudo"; las oposiciones de registro existen, sin embargo, en todos los
miembros de la comunidad lingüística y cada oyente comprende inmediatamente
qué tono intenta emitir un locutor determinado aun cuando nunca haya oído antes Este capítulo está dedicado a las funciones fónicas distintivas y no
H este locutor. Finalmente, Gjerdman hace notar, y con razón, que el lenguaje no corresponde tratar, naturalmente, sino de la l l a m a d a acentuación
está hecho solamente para hablar en voz alta sino también para el susurro. De "libre", es decir, sólo de la acentuación cuya posición en la palabra
todo esto y acertadamente a mi entender, el fonetista sueco concluye, que en las no está condicionada exteriormente y que puede eventualmente dife-
oposiciones de registro lo esencial lo constituyen las modificaciones cualitativas de
las vocales y de la voz ligadas a las variaciones de la altura musical. Si se admite
renciar las significaciones (por ejemplo, en ruso, múka "tormento",
esta hipótesis, se obtiene quizás, también, una explicación del principio de que müká "harina"). La acentuación puede ser definida como la relevación
sólo hay oposiciones de registro fonológicas de dos o de tres grados. En efecto, culminativa de un prosodema. Fonéticamente, esta relevación puede
es imposible en el susurro la diferenciación precisa de muchas alturas musicales ser realizada de distintas maneras: mediante el refuerzo expiratorio,
si no es con la ayuda de los matices cualitativos de la voz que las acompaña, e la elevación de la altura musical, el alargamiento, la articulación más
incluso en voz alta no sería accesible sin esta condición sino a las personas cuyo
oído es especialmente sensible. En cambio, todos pueden reconocer inmediata- precisa y enérgica de las vocales o de las consonantes correspondientes,
mente por la calidad de las vocales y de la voz del locutor, si éste habla en su etc. Para las lenguas con acentuación libre es fonológicamente esencial,
registro normal ("medio") o si adopta al contrario un registro más agudo o bien en primer lugar, que la relevación se produzca sólo en una posición de
más grave que dicho registro normal. De esto resultaría que pueda haber, como cada palabra, de modo que el prosodema (o la parte correspondiente
máximo, tres registros.
de la palabra) puesto de relieve, domine a todos los otros de la misma
A veces no es fácil determinar, en un caso dado, si se trata de la palabra; y, en segundo lugar, que en palabras con igual número de
correlación de registro o de la correlación de dirección tonal. Cuando prosodemas la relevación no afecte siempre al mismo prosodema, de
una sílaba grave se encuentra entre dos sílabas agudas pertenecientes modo que puedan existir pares de palabras cuyos componentes se dife-
a la misma palabra (como en el tipo V de las palabras trisílabas del rencian entre sí exclusivamente por la posición de la cumbre.
zulú o en el ejemplo lonkundo a ía o ma antes mencionado) no La acentuación libre presenta en las distintas lenguas, formas
cabe duda de que se trata de la correlación de registro, pues la correla- muy variadas. Es muy importante distinguir aquí las lenguas que
ción de dirección tonal está asociada con la función culminativa, es cuentan las sílabas y las lenguas que cuentan las moras. La situación
decir, supone que en cada palabra una sílaba o una mora "domina" a más simple se presenta en las lenguas que cuentan las sílabas y en las
todas las demás. Pero este criterio no es aplicable en las lenguas que la correlación de acentuación es la única correlación prosódica: en
donde las palabras no pueden en principio contener más de dos moras. Europa presentan este tipo el portugués, el español, el italiano, el
En la práctica, sin embargo, incluso estas lenguas poseen indicios que griego moderno, el búlgaro, el rumano, el ucraniano, el ruso. En algu-
permiten una decisión inequívoca. En el chino del Sur (por ejemplo, nas de estas lenguas las vocales acentuadas son alargadas y las no
en el dialecto de Cantón) se distinguen en los centros silábicos de dos acentuadas, en cambio, son reducidas, tanto cuantitativa como articu-
moras seis "tonos", a saber: grave-plano, agudo-plano, grave-descen- latoriamente. Más complicada es la situación en las lenguas que cuen-
dente, agudo-descendente, grave-ascendente y agudo-ascendente :!15. Es tan las sílabas y que además de la acentuación libre poseen una corre-
evidente que este sistema no puede ser explicado en otra forma que lación prosódica de modo de enlace, o sea la correlación de corte de
mediante la suposición de un sistema de tres registros (en consecuen- sílaba; es el caso del alemán, del holandés, del inglés. Aquí se entre-
cia, la sílaba "fan", por ejemplo, que tiene según el "tono" seis signifi- cruzan dos correlaciones prosódicas que presentan ambas, en su reali-
cados, sería interpretada así: fan "porción", fáñ, "dormir", fan "pólvora", zación fonética, una cierta relación con la cantidad, ya que un centro
/an "enojarse", fan "partir", tan "arder"). Es preciso considerar aquí silábico acentuado es más largo que uno no acentuado, y que un cen-
los dos tonos "breves" (de una mora), no como acentuado y no acen- tro silábico de desarrollo completo es más largo que uno de desarrollo
tuado, sino como "agudo" y "grave". Por el contrario, en el chino del interrumpido. A esto se une además la existencia de acentos secunda-
Norte, que posee sólo cuatro "tonos" (dos largos, es decir, de dos moras, rios condicionados gramaticalmente (los cuales al parecer no se pre-
y dos breves, es decir, de una mora), no es de ningún modo necesaria sentan nunca en las lenguas que cuentan las sílabas y no poseen corre-
la suposición de registros: existe aquí un "acento" que en las pala- lación de corte de sílaba), que complican especialmente el cuadro
bras de dos moras pone de relieve la primera o la segunda mora y en prosódico.
las palabras de una mora está presente o falta.
:llr
En las lenguas que cuentan las moras y que poseen acentuación
' Cf. D. Jones y Kwing Tong Woo, A Cantónese Phonetic Reader, Univ. of libre, la cumbre de la palabra puede estar constituida por una sílaba
l.undon Press, ;isi como Liu Fu, Études experimentales sur les tons da chináis,
I'm ts-Pekín, 1925. Actualmente puede consultarse también Jaime de Ángulo en
de una mora, o por la primera mora de una sílaba de dos moras o,
/,<• Mm'tre Phonétique, 31 serie, N"? 60, 1937, pág. 69. finalmente, por la última mora de una sílaba de dos moras. Las síla-
1X8 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 189

bas "breves" (de una mora) se dividen pues, en acentuadas y no acen- largos (de dos moras). Los ejemplos más seguros que conocemos son
tuadas y las "largas" (de dos moras), en cambio, en acentuadas-des- el danés por una parte y el ya mencionado hopi por la otra. Quizás
cendentes, acentuadas-ascendentes y no acentuadas. Generalmente se no sea una casualidad que en estas dos lenguas coexistan el acento
dice en estos casos que las breves presentan un único "tipo de acento" libre y una correlación prosódica de modo de enlace (la correlación
en tanto que las largas presentan dos. La oposición entre las dos clases de explosión glotal en danés y la correlación de corte de sílaba en hopi).
de acento que pueden llevar las sílabas de dos moras puede designarse Como ya se indicó, la relevación culminativa puede afectar a ambas
como oposición o correlación de dirección tonal. Se trata aquí de una moras de una sílaba de dos moras. En algunos casos (en verdad muy
oposición privativa. Por lo tanto, una de las dos direcciones tonales raros) la relevación culminativa se extiende a todo un grupo de moras
es "no marcada" y puede presentar también, junto a su realización consecutivas sin tener en cuenta los límites de sílaba. Tales casos se
netamente disimétrica (descendente o bien ascendente), una "direc- dan, por ejemplo, en los dialectos de Japón occidental317. En el dialec-
ción plana" como vanante facultativa. En cuanto a cuál de los dos to de Kyoto una serie de sílabas (o moras) agudas puede aparecer
tipos de variación es el no marcado, depende exclusivamente de la sólo en comienzo de palabra, es decir, que no puede comprender más
lengua de que se trate. que la raíz y eventualmente el sufijo que la sigue inmediatamente y
Además de las lenguas con cinco tipos de sílaba (de una mora que depende de ella del punto de vista prosódico; por ejemplo úsi
acentuada, de una mora no acentuada, de dos moras no acentuadas y "vaca", nominativo úsigá (pero limitativo úsimade). Sin embargo, en
dos clases de sílabas acentuadas de dos moras) hay también lenguas el dialecto de Tosa una serie tal de moras agudas puede ocupar cual-
con sólo cuatro tipos de sílaba, en las cuales todas las sílabas acentua- quier posición dentro de la palabra: por ejemplo, aságá "cáñamo"
das son de dos moras (por ejemplo, en el dialecto eslovince del (nominativo), etc. De los textos del japonés occidental presentados
kasube) 3le o todas las no acentuadas son de una mora (por ejemplo, por Polivanov (o. c., págs. 135 y sigs.) se desprende que tales series
en esloveno). En el segundo caso se tiene un sistema compuesto de de moras agudas pueden ser a veces bastante largas (hasta de siete
sílabas graves de una mora, sílabas agudas de una mora, sílabas de dos moras) 318 . Estas cumbres de las palabras constituidas por varias
moras con dirección tonal positiva y sílabas de dos moras con direc- unidades prosódicas no están en realidad atestiguadas sino en un
ción tonal negativa; en el primer caso se tiene un sistema compuesto pequeño número de lenguas, y son en todo caso inimaginables en las
de sílabas de una mora (siempre no acentuadas), sílabas de dos moras lenguas que cuentan las sílabas.
con relevación de una de ellas (la primera o la segunda), sílabas de
dos moras con relevación de la otra y sílabas de dos moras sin rele- Hemos visto que la relevación culminativa puede a veces abarcar varias moras
vación de ninguna de las dos moras. Es evidente que la no relevación consecutivas; cabe preguntarse ahora si, por el contrario, podría abarcar también
de ninguna de las dos moras de una sílaba equivale esencialmente a la sólo un fragmento o parte determinada de una mora. ¿Son posibles, en la acen-
relevación simétrica de ambas: el inventario prosódico del eslovince tuación libre, diferencias de dirección tonal con valor distintivo dentro de los
límites de una mora? Creemos poder contestar negativamente esta pregunta.
es por consiguiente fundamentalmente idéntico al del estonio descrip- Donde han sido observadas oposiciones semejantes de dirección tonal se corrobora
to con anterioridad (véase pág. 179). Pero puede ocurrir también, que se trata de la realización de la oposición entre moras acentuadas y moras no
que una sílaba de dos moras con relevación simétrica en ambas se acentuadas. Los dos ejemplos siguientes son especialmente característicos. El men-
halle en oposición distintiva con respecto a una sílaba de dos moras cionado dialecto de Kyoto del japonés occidental distingue una acentuación unifor-
me en toda la mora (que Polivanov anota con el signo r a la izquierda de la
sin relevación de ninguna de éstas, y a su vez estos dos tipos de sílaba mora en cuestión) y una acentuación caracterizada por el descenso del tono duran-
se hallen en relación de oposición distintiva con respecto a las sílabas te la duración de la mora (que Polivanov anota con el signo * sobre la correspon-
de dos moras con acentuación ascendente (con relevación de la segun- diente vocal): por ejemplo |_a Isa "cáñamo"- ¡asá "tarde", ^kat~me "vaso" - ^kamé
da mora) y con acentuación descendente (con relevación de la prime- "tortuga", \Jkuf J,u "trastos viejos" - \kuflu "harina", etc. Pero resulta evidente que
en este dialecto la relevación de una mora aparece o bien en comienzo de palabra
ra mora). De esta manera se forman sistemas con seis tipos de sílabas y entonces afecta sólo a la primera mora de la palabra o a una serie completa de
prosódicamente distintos, como los que se presentan, por ejemplo, en moras, o bien en la última mora de una palabra y en este caso puede desaparecer
ciertos dialectos chinos. ante palabra que comience con una mora acentuada; facultativamente puede afec-
Una lengua que cuenta las moras y que posee acentuación libre tar también la sílaba final de una palabra relativamente larga cuya primera sílaba
es acentuada (véase Polivanov o. c. pág. 136, notas 16 y 20, a propósito de
no presenta necesariamente la correlación de dirección tonal. Hay ra \tamani fwa y Tkokul ¡_mocu^f\vo). Una acentuación uniforme de este tipo es
lenguas con acentuación libre que cuentan las moras y en las que a obligatoria sobre la última mora de una raíz cuya primera sílaba no es acentuada
pesar de esto, sólo existe una clase de acento en los centros silábicos
317 Cf. E. D. Polivanov, Vvedenije v jazykoznanije dl'a vostokovednych vuzov,
:tll> Cf. F. Lorentz, Slovinzische Grammatik, San Petersburgo, XX, 1903, y, págs. 120 y sigs.
del autor, TCLP, I , pág. 64. 318 Cf. R. Jakobson en TCLP, IV, págs. 172 y sigs.
l'*o LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 191

. u . n u l o se le agrega uno de los llamados sufijos graves (por ejemplo, del sufijo —mo sílaba es siempre acentuada, pero de manera que los centros silábicos
del aditivo, cí. las formas i¿ot Tro Lmo ki: rde^mo, nan l"de Lmo en el texto presen- largos presentan en esta posición una correlación de dirección tonal:
l.idd por Polivanov, /. c.); cuando se agrega un sufijo prosódicamente neutro a una es decir, que sólo una de las dos primeras moras de una palabra
radical no acentuada en la primera sílaba, el acento uniforme es llevado a la sílaba
final (es decir, la sílaba sufijo) de la palabra: por ejemplo \_a fsa "cáñamo" - nomi- puede ser relevada y sólo en el caso de que pertenezca a la primera
nativo tasa Tria. Todos estos hechos demuestran que el acento uniforme tiene en sílaba. En estonio, en el cual, como hemos dicho, se distinguen en la
realidad importancia distintiva sólo sobre la primera mora (o serie de moras) de primera sílaba de la palabra, además del breve, tres acentos largos: el
una palabra, y que en las demás posiciones aparece sólo con función delimitativa. ascendente, el plano y el descendente, tiene vigencia la misma regla
Por el contrario, la acentuación descendente sobre una sola mora existe sólo en la
'.(•¡-•.linda sílaba de ciertas raíces y conserva su posición sin tener en cuenta los que en letón. Sin embargo, en algunas palabras extranjeras con prime-
sufijos que se agregan (véase en el texto citado a n t e r i o r m e n t e palabras como ra sílaba breve se acentúa la segunda sílaba de manera que, desde el
nuidówo, arásimahe)\, hayésimahe))). Kn otros términos, este acento cumple en la punto de vista de la lengua actual, debe decirse que la relevación
segunda sílaba exactamente la misma función que cumple en la primera sílaba de puede afectar no sólo las dos moras de la primera sílaba, sino en
la palabra la acentuación uniforme. Kn consecuencia, el acento breve - descenden-
te del dialecto de Kyoto puede ser considerado simplemente como una variante general una de las dos primeras moras de la palabra (tanto si perte-
combinatoria del tono agudo distintivo sobre la mora no inicial de una palabra. necen a la misma sílaba como si pertenecen a sílabas distintas). En
Por el contrario, el acento uniforme de una mora, cuando ésta no es inicial (y no las lenguas llamadas monosilábicas en las que la palabra (o más
es el último miembro de una cumbre compuesta por varias sílabas) debe ser consi- exactamente, el morfema) 3 2 1 no puede presentar menos de una mora
derado como una variante combinatoria de la falta de acento con función delimi-
l.-ilivu: este acento marca, en efecto, el límite entre una unidad morfológica no y no más de dos (y en este caso deben pertenecer ambas a la misma
acentuada y otra que comienza con una mora no acentuada. En el dialecto chino sílaba) se da también la limitación del acento libre (en la medida
de Kin-chow-fu, los dos tonos llamados "más breves" del chino septentrional son en que este acento existe en estas lenguas): a este tipo pertenecen, por
realizados de manera tal que el "II" es ascendente y el "IV", descendente. Que se ejemplo, el chino del Norte" 22 , el siamés, el birmano, etc.
trata sólo de la realización de la "relevación de una sola mora" y de la "no rele-
vación de una sola mora" respectivamente, lo prueba el hecho de que el tono "I" de En las lenguas en que existe una correlación de acentuación distin-
dos moras, en el cual el comienzo tiene generalmente relevación y el final no, se tiva (libre) no es preciso que toda palabra contenga un prosodema
realiza en este dialecto como ascendente-descendente, y el tono "III", que se carac- acentuado. Aparte de las pequeñas palabras proclíticas y enclíticas,
teriza generalmente por la relevación de la parte final y la no relevación de la
parte inicial, se pronuncia aquí como descendente-ascendente :íl!). que existen en casi todas las lenguas y que son "dependientes" desde
el punto de vista de su función gramatical, hay en muchas lenguas
La "libertad" de acento no es siempre ilimitada. Las limitaciones palabras gramaticalmente "normales", es decir, independientes, que no
se presentan tanto en las lenguas que cuentan las sílabas como en las contienen ninguna sílaba acentuada. Sólo facultativamente pueden
lenguas que cuentan las moras. En kiurino (lesghe), en archino y en recibir tales palabras una acentuación particular dentro del contexto
ciertas otras lenguas del Caucase Oriental que cuentan las sílabas, el de la frase, y esta acentuación debe ser considerada como una variante
acento puede hallarse sólo sobre la primera o la segunda sílaba de la combinatoria con función delimitativa de la ausencia del acento. Así,
palabra, y la misma limitación rige también en una lengua que cuenta por ejemplo, en el griego antiguo, el "acento agudo" sobre la última
las moras como el hopi. En griego moderno y en italiano (que son mora de la palabra se realizaba en ciertos contextos y en ciertas posi-
lenguas que cuentan las sílabas) el acento puede hallarse sólo sobre ciones dentro de la frase, pero en otros casos era reemplazado por el
una de las tres últimas sílabas de la palabra. En griego antiguo (jonio acento grave, es decir, por la ausencia de acento. De igual modo, en
ático) el acento podía hallarse sólo sobre una de las tres últimas el dialecto japonés occidental de Kyoto, el acento uniforme de la últi-
sílabas; pero puesto que se trataba de una lengua que contaba por ma mora de una palabra polisílaba es sólo una variante combinatoria
moras, la fórmula era en realidad algo complicada. Según Jakobson, de la ausencia de acento (véase arriba, pág. 189). En esloveno literario
la regla del acento ático puede formularse de la siguiente manera: el se acentúa la última sílaba (de una mora) de las palabras que no
intervalo entre la mora acentuada y la mora final de la palabra no poseen ninguna sílaba de dos moras; pero si ésta es abierta, el acento
puede sobrepasar el límite de una sílaba :!2°. En consecuencia, combi- puede facultativamente ser llevado a la penúltima sílaba (igualmente
naciones como-¿"-"-'(oTF((}uv<>;) y -^ - ^ (hÉho)X(i) eran posibles, pero la de una mora). La estadística de la repartición de los acentos en la
combinación^ ^ - (en la cual entre la mora acentuada y la mora final poesía eslovena indica, sin embargo, que las sílabas breves acentuadas
había una sílaba + una mora) era imposible. En letón la primera
;1
•'!1" Cí, E. D. Polivanov, o. c., págs. 118 y sigs., y E. D. Polivanov y N. Popov- Cf. A. Ivanov y E. Polivanov, Grammatika sovremennogo kitajskogo
jazyka, Moscú, 1930.
Tntiva, Posobije po kitajskoj transkripcii, págs. 90 y sigs. 2
•!-° Cf. R. Jakobson, "Z zagadnieñ prozoddji starogreckiej", Prace ofiarowane Pero no el chino meridional. Cf. lo dicho arriba (pág. 186) acerca del
dialecto chino de Kanton.
Kaz. Wóycickiemu, Wilno, 1937, págs. 73-88.
192 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 193

primeros gramáticos serbo-croatas no notaran en absoluto el acento "breve des-


deben ser consideradas como no acentuadas 323 , y esto como conse- cendente" y que emplearan para el acento "largo descendente" el mismo signo que
cuencia natural del hecho de que la posición de las sílabas breves usaban para las sílabas largas no acentuadas 326.
acentuadas no es libre, sino determinada exteriormente, de manera que
no posee la facultad de diferenciar dos palabras con igual estructura En los casos anteriormente mencionados las palabras sin acento
cuantitativa l!24. distintivo se oponen a las palabras con un acento distintivo sobre una
sílaba o una mora cualquiera. Por otra parte se estableció que en
En igual forma pueden ser entendidas las relaciones de acentuación en los algunas lenguas (por ejemplo, en los dialectos japoneses occidentales)
dialectos es'tokavos que sirven de base a la lengua serbo-croata literaria. Ya es de
por sí sorprendente la existencia en estos dialectos de dos clases de acento breve. la relevación acentual puede abarcar toda una serie de prosodemas
Sabemos que siempre que los centros silábicos breves presentan diferencias de consecutivos y que esta serie de prosodemas relevados constituye en
dirección tonal, uno de los dos "acentos breves" debe ser considerado corno una ciertos casos una palabra completa (por ejemplo, en el dialecto de
realización (combinatoria o no) de la ausencia de acento 325. j£n \a lengua litera- Kyoto, fusígaT "la vaca", nominativo y genitivo). Se podría aún supo-
ria serbo-croata las cosas se presentan de manera tal que el acento realmente
"libre" es musicalmente ascendente, tanto en las sílabas breves como en las largas, ner una lengua en la que sólo existiesen dos tipos de palabras: por
y que el comienzo de la sílaba siguiente presenta la misma altura musical que el una parte, con relevación de todos los prosodemas y, por otra parte,
final de la sílaba acentuada. Esta participación de la sílaba siguiente es, en sin relevación de ningún prosodema. Tales lenguas parecen existir
serbo-croata, absolutamente necesaria para la realización fonética del acento libre y, efectivamente: según nuestra opinión debe contarse aquí el dialecto de
en consecuencia, la libertad del acento está limitada por el hecho de que éste no
puede hallarse sobre la última sílaba de una palabra. Por lo demás, el acento la aldea japonesa de Mié (Prefectura de Nagasaki) descripto por
libre ("ascendente") puede ocupar cualquier posición en las palabras polisílabas, Polivanov327. Polivanov mismo no habla por cierto de palabras rele-
tanto en las sílabas largas como en las breves. Muchos pares de palabras se vadas y palabras no relevadas, sino de palabras oxítonas y barítonas,
diferencian solamente por la posición del acento: por ejemplo, malina "fram- considerando como esencial para las primeras la dirección tonal ascen-
buesa" — malina "pequeña cantidad", pjévacica "cucú" — pjevácica "cantante",
riizloziti "juzgar" — razlóziti "dividir", ¡manje "el haber" — imánje "la propiedad", dente y para las segundas la dirección tonal descendente. De su des-
etc. Además la posición de este acento en la palabra es completamente indepen- cripción se desprende que las vocales (especialmente i y u) son muy
diente del contexto dentro de la frase. Algo muy distinto ocurre con los acentos a menudo realizadas como sordas en las palabras polisílabas "baríto-
breves y largos llamados descendentes. En oposición al ascendente, que se carac- nas" y que muchas veces caen en final de palabra (kita "Norte", kiku,
teriza casi únicamente por sus propiedades musicales y que (en la medida en que
no afecta a la primera sílaba de la palabra) no está ligado a ningún refuerzo
kiku "él oye", haéi, haá "puente"), en tanto que en las oxítonas no
expiratorio importante, el acento "descendente" es sobre todo expiratorio. El puede darse nunca este caso; además se sigue de la descripción de
movimiento musical descendente es reconocible con más o menos claridad en las Polivanov que la dirección ascendente no siempre abarca toda la últi-
sílabas largas; el acento "breve descendente", por el contrario, se realiza muy ma mora de las palabras oxítonas, sino que esta mora finaliza a menu-
u menudo sólo como un refuerzo expiratorio con una dirección tónica plana sobre
un registro relativamente bajo. En tanto que las sílabas que siguen al acento
do con un movimiento descendente y que en el énfasis (por ejemplo,
"ascendente" suenan bastante altas, las sílabas que siguen al acento "descendente" en el imperativo o en las formas apelativas) es más grave incluso que
se pronuncian con voz completamente baja, casi susurrada, lo que muestra clara- la penúltima mora. Pensamos, en consecuencia, que lo fonológica-
m e n t e la intensidad, es decir, la fuerza expiratoria del acento descendente. Pero mente esencial para los dos tipos de palabras del dialecto Mié no
lo que caracteriza en especial al acento "descendente" en oposición al "ascendente"
es su falta de libertad. El acento "descendente" de la lengua literaria serbo-
es la oposición de dirección tonal, sino la oposición entre la relevación
croata puede hallarse sólo sobre la primera sílaba de una palabra o de un grupo general y la no relevación general de la palabra. Esta oposición
<lc palabras estrechamente ligadas. En tanto que el acento "ascendente" conserva existe aquí, tanto en las palabras monosílabas como también en las
sii-mpre su posición en la palabra con independiencia de las relaciones sintácticas, polisílabas.
i-l acento "descendente" desaparece de la primera sílaba de la palabra en cuanto
ésta entra en estrecha relación con otra palabra que la precede: ¡arica "trigo de
Así como algunas lenguas con acento libre pueden poseer tam-
verano" — za járicu "para el trigo de verano", pero ¡arica "cabra joven" — za jaricu bién, según lo antedicho, palabras que no contengan ninguna sílaba
"para la cabra joven", preciar/ "remitir" — ne preciar/ "no remitir", pero predati acentuada, ciertas lenguas presentan en algunas palabras varias síla-
"asustar" — né predati "no asustar", etc. Por consiguiente el acento "descendente" bas acentuadas; naturalmente, sólo una de ellas debe ser considerada
<!<• I» lengua literaria serbo-croata (por supuesto, tanto si es breve como si es
largo) no es sino una variante combinatoria de la ausencia de acento con función
como cumbre de la palabra, en tanto que las otras son sólo acentos
ili'limitntiva: indica que la palabra sobre cuya primera sílaba descansa no constituye secundarios. Por supuesto que se alude aquí sólo a los acentos secun-
ron In palabra precedente una unidad estrecha. Esto explica también el que los
I
326
Para más detalles acerca de este tema, véase el estudio de R. Jakobson
;ll!:l
Cí. A. V. Isacénko, "Der slovenische fünffüssige Jambus", Slavia, XIV, "Die Betonung und ihre Rolle in der Wort- und Syntagmaphonologie", TCLP,
puní. 45 v sins. (especialmente pág. 53). IV, págs. 164 y sigs. (especialmente págs. 176 y sigs).
:l
' i R. Jakobson en TCLP, IV, págs. 173 y sigs. 327 E. D. Polivanov, Vvedenije v jazykoznanije dl'a vostokovednych vuzov,
págs. 70 y sigs.
'<-'• Cí. R. Jakobson, o. c., pág. 174.
I'H LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA
Oposiciones fónicas distintivas 195
darios fonológicamente pertinentes. En las lenguas con acento libre
lleva acento descendente ("destacado") su primer componente es más largo que
las sílabas no acentuadas no son por cierto todas igualmente débiles el segundo y cuando lleva acento ascendente ("ligado"), en cambio, es más breve.
o musicalmente graves. En la mayoría de estas lenguas, sin embargo, En estonio la realización de la diferencia de dirección tonal en los centros silá-
la gradación dinámica o cromática de las sílabas no acentuadas está bicos monoptongos está ligada a una alternancia cuantitativa, etc. Todos estos
determinada a u t o m á t i c a m e n t e por un ritmo determinado: o bien, casos demuestran que la realización de la relevación culminativa de un proso-
dema no coincide absolutamente con las oposiciones, válidas para la diferenciación
como ocurre la mayoría de las veces, los prosodemas pares contados no culminativa de los prosodemas (que tiene lugar mediante la altura musical
a partir del prosodema culminante hacia adelante o hacia atrás son y la intensidad para las moras y para las sílabas, respectivamente). Puede esta-
más relevados que los impares, o bien la última o la primera sílaba blecerse aquí sólo una regla: cuando en una lengua la acentuación libre existe
recibe un ictus secundario, etc. Ninguno de estos fenómenos tiene junto a la diferenciación no culminativa de los prosodemas, no se pueden utilizar
para la realización del acento los mismos procedimientos que se utilizan para la
poder distintivo. Pero hay lenguas donde la posición de los acentos diferenciación no culminativa de los prosodemas. Esta regla explica la situación
secundarios no está determinada automáticamente, sino "etimológica- prosódica de la lengua serbo-croata literaria. De lo antes expuesto, se desprende
mente" y, en consecuencia, tiene fuerza distintiva. Así, por ejemplo, que la acentuación libre en esta lengua se realiza casi exclusivamente mediante la
en alemán, las palabras compuestas presentan además del acento elevación musical de la sílaba acentuada :Í2ÍÍ. Pero, por otra parte, el serbo-croata
literario no es una lengua que cuente las moras. No posee, en efecto, ninguna de
principal un acento secundario sobre cada sílaba radical (Eísenbáhn
"ferrocarril", Hóchschúle "escuela superior"); ciertos sufijos y prefijos
son tratados también como sílabas radicales (únternéhmen "empren-
der", Júdentúm "judaismo", Bótscháít "mensaje", etc.). En la medida centros silábicos breves; cí. /'arica "cabra joven" — ¡arica "trigo de verano") y, en
consecuencia, debe ser considerada como una lengua que cuenta las sílabas. Y
en que en alemán el acento es libre, es decir, en la medida en que la como el acento libre se realiza en esta lengua con recursos casi exclusivamente
posición del acento principal puede diferenciar dos palabras, se trata musicales, resulta que junto al acento libre existe también una diferenciación no
siempre sólo de la oposición "acento principal - acento secundario" (por culminativa de los prosodemas ( = centros silábicos), la cual, como en todas las
ejemplo, übersétzen "cruzar"- übersétzen "traducir"). Relaciones seme- lenguas que cuentan las sílabas, se realiza mediante la correlación prosódica de
intensidad. Por lo demás, nos son desconocidos otros ejemplos de coexistencia de
jantes predominan también en las otras lenguas germánicas (en la la acentuación libre con otra correlación de diferenciación no culminativa.
medida en que poseen acento libre), en tanto que en las lenguas
románicas, eslavas y bálticas con acento libre no se conocen los
D) ' LAS OPOSICIONES PROSÓDICAS DE MODO DE ENLACE
acentos secundarios etimológicos. Tampoco se conocen estos acentos
en las lenguas del Cáucaso oriental con acento libre. Por el contrario, a) La correlación de explosión glotal
este fenómeno está extendido en ciertas lenguas americanas (por ejem-
plo, en hopi, en taos, etc.). Puesto que de todas las lenguas indoger- Las oposiciones prosódicas de modo de enlace son de dos clases:
mánicas modernas, las lenguas germánicas son las que muestran mayor la correlación de explosión glotal y la correlación de corte de sílaba.
preferencia por las palabras compuestas y que, por otra parte, las Ambas han sido ya mencionadas (págs. 173 y sigs.) a propósito de otras
lenguas americanas se destacan por su "polisintetismo", podría consi- cuestiones, pero serán examinadas aquí más detenidamente.
derarse la utilización intensiva de la composición radical como la Ante todo, debe evitarse la confusión de la correlación de explo-
condición previa de la acentuación secundaria distintiva. El fenómeno sión glotal con algunos fenómenos fonéticamente semejantes pero
en conjunto, debe ser tratado en conexión con la teoría de la función completamente distintos desde el punto de vista fonológico. No cual-
culminativa. quier grupo formado por una vocal y una oclusión glotal completa o
incompleta puede ser considerado como "vocal con golpe de glotis"
Para terminar, algunas observaciones sobre la cuestión de la realización foné- en el sentido de correlación de explosión glotal. En las lenguas donde
lica del acento. En principio está ligado, en las lenguas que cuentan las moras, la oclusión laríngea existe como fonema particular, un grupo seme-
u la elevación de la altura musical, y en las que cuentan las sílabas, al alarga-
miento. Sin embargo, en muchas lenguas que cuentan las sílabas, aparece tam- jante vale simplemente como un grupo de fonemas (es decir, debe
l>ien j u n i o al alargamiento y al refuerzo expiratorio la elevación de la altura musi- ser interpretado difonemáticamente). La serie f ó n i c a ada, en una
' ' I i l ' ' l.i silaba acentuada. Por cierto que en muchas lenguas que cuentan las lengua de este tipo, cuenta como dos sílabas. No existe tampoco
• . i l . i l i . r . no existe casi ninguna diferencia, con respecto a la duración, entre las <
Hiliilins iK•entiladas y las no acentuadas. Y, a la inversa, en algunas lenguas que :K
i i i i > i i t i i u Ins moras, la diferencia de dirección tonal en las sílabas acentuadas es de El que la sílaba acentuada no sea simplemente aguda, sino (al menos en
n a t i n a l e / a mas bien expiratoria que musical, y muchas de estas lenguas alargan ln mayoría de los casos) ascendente, podría tener sus fundamentos en la "sintag-
por otra parte la sílaba o la mora acentuada. En kasube septentrional y en lituano niafonología", y precisamente en la tendencia a distinguir lo más claramente posi-
los centros silábicos no acentuados de dos moras se realizan más breves que los l>li! la acentuación libre del acento delimitativo. Para este último, la fuerza expi-
acentuados ( "semilargos"). Cuando, en lituano, un centro silábico diptongado iuloria es, ciertamente, lo esencial; pero en la medida en que tiene también parti-
nl n i . l . i . l e s de a l t u r a música!, es descendente.
196 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 197

correlación de explosión glotal en lenguas como el achomawi, donde une sin intermediario a la consonante siguiente331. Así, pues, el golpe
una especie de oclusión glotal ("rearticulación") aparece siempre de glotis, en los centros silábicos de dos moras, cae en el interior de
cuando la segunda mora de una vocal de dos moras no presenta el los mismos, en tanto que en los de una mora aparece sólo al final. En
mismo registro que la primera 329 : en este caso la oclusión glotal es ambos casos los centros silábicos provistos de golpe de glotis se oponen
sólo un fenómeno fonético concomitante de cambio de registro dentro a los centros silábicos con desarrollo completamente uniforme, es
de un centro silábico de dos moras. Tampoco en lenguas como el decir, sin interrupción de la voz, ya sea en medio de la vocal o al
birmano existe una verdadera correlación de explosión glotal: en esta final. Siempre se trata, por lo tanto, del modo de enlace de una mora
lengua los dos "tonemas" breves, es decir, de una mora, finalizan, a con el elemento siguiente: o con la segunda mora de un centro silá-
diferencia de los dos "tonemas" largos, con una oclusión laríngea, la bico de dos moras (es decir, la segunda mora de una vocal larga, de
cual es más enérgica en el tono breve agudo que en el tono grave 330 un diptongo o de un grupo compuesto de vocal y sonante), o con la
y debe ser considerada simplemente como un signo accesorio de la consonante siguiente, que no forma parte del centro silábico. Y el
existencia de una sola mora. modo de enlace se distingue porque en un caso la unión se efectúa
sin intermediarios y en el otro, en cambio, está caracterizado por un
Excluidos todos los casos semejantes, queda aún un número consi-
golpe de glotis abrupto, por un corte brusco.
derable de lenguas y dialectos que poseen una verdadera correlación
prosódica de explosión glotal. Hay lenguas en las que esta correla-
ción aparece sólo en los centros silábicos de dos moras y lenguas en b) La correlación de corte de sílaba
las que aparece tanto en las de dos moras como en las de una mora; Es evidente que la correlación de corte de sílaba es también una
pero al parecer no hay ninguna lengua donde la correlación de explo- oposición prosódica de modo de enlace. No es en verdad otra cosa que
sión glotal aparezca sólo en los centros silábicos breves (de una una oposición entre el llamado enlace "firme" de un centro silábico
mora) y no en los largos (de dos moras). Del mismo modo, no cono- con la consonante siguiente y el llamado enlace "flojo". El hecho de
cemos lenguas con correlación de explosión glotal 'pero que carezcan
que la vocal con enlace firme sea más breve que la vocal con enlace
de diferencias prosódicas de cantidad. Y puesto que las diferencias flojo, no es sino un fenómeno fonético secundario. En el enlace firme,
prosódicas de cantidad deben ser consideradas, cuando están asociadas
la consonante comienza cuando la vocal no ha sobrepasado aún el
a la correlación de explosión glotal, como una correlación prosódica
punto culminante de su desarrollo normal ascendente - descendente, en
de geminación, resulta que la correlación de explosión glotal aparece
tanto que en el enlace flojo la vocal se desarrolla totalmente antes del
sólo en las lenguas con correlación prosódica de geminación, es decir,
comienzo de la consonante. El enlace firme "corta" por así decir, el
en las lenguas que cuentan las moras. final de la vocal y la vocal así "cortada" debe, naturalmente, ser más
Para los centros silábicos de dos moras la correlación de explosión breve que la vocal normal, no cortada. La correlación de corte de
glotal significa una oposición en el modo de unión de las moras: sílaba se basa, pues, en una oposición privativa cuyo miembro no
cuando hay explosión glotal la primera mora está separada de la marcado es la vocal "no cortada", de desarrollo completo, sin enlace
segunda por una oclusión (completa o incompleta) de la glotis, de firme con la consonante siguiente. Esto explica también el resultado
manera que la impresión acústica que se produce es la de dos sonidos
consecutivos o la de un brusco paso de la voz normal a la voz susu- 331 Vocales largas de este tipo, con explosión glotal, existen por ejemplo en
rrante dentro del mismo sonido; cuando no hay, en cambio, explosión ciertos dialectos daneses. El profesor C. M»ller (Aarhus), cuyo propio dialecto po-
see esta particularidad, tuvo la amabilidad de pronunciarme algunas palabras. Tuve
glotal, el paso de la primera mora a la segunda se hace gradual y la impresión de que la duración total de la vocal breve y de la pausa que sigue al
directamente sin ninguna clase de interrupción perceptible. En lo que cierre de las cuerdas vocales correspondía aproximadamente a la duración de una
se refiere a los centros silábicos de una mora, la correlación de explo- vocal larga normal. En los centros silábicos de dos moras con explosión glotal
sión glotal significa para ellos una oposición en el modo de enlace no es audible, en la pronunciación del profesor Marller, ninguna pausa de la voz,
pero el centro silábico se descompone claramente en una parte pronunciada con
«>n la consonante siguiente: o bien la vocal breve que normalmente voz normal y otra pronunciada en voz baja; el límite entre ambas es muy neto.
constituye un centro silábico de una mora está separada de la conso- La duración total de un centro silábico semejante es asimismo casi igual a la
nnntc siguiente por una oclusión laríngea completa (y, en consecuen- duración de uña vocal larga normal (es decir, sin explosión glotal). Un cuadro
i-i¡i, por una pausa completa de la voz), o bien dicha vocal breve se semejante presenta también L. Kettunen para el letón en "Untersuchungen über
die livisch Sprache", Acta et Commentationes Universitatis Dorpatensis, VII, 3,
Tartu, 1925, págs. 4 y sigs., y especialmente los kimogramas allí reproducidos.
'•w> Cl. H. J. Uldall, "A Sketch of Achumawi Phonetics", págs. 75 y 77. Igualmente instructivas son las observaciones de R. Ekbloms acerca del golpe
:t:t
" Ci. J. R. Firth, "Notes on the Transcription of Burmese", Bu//, oí the glotal letón (Die lettischen Akzentarten, Uppsala, 1933, especialmente págs. 23,
Schovl of Oriental Studies, VII, págs. 137 y sigs. 42 y 47).
191 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 199

de la neutralización de esta correlación: cuando se neutraliza en final largas, "por cuanto contienen o una vocal breve y una consonante larga o una
de palabra o ante vocal aparecen en la posición de neutralización, vocal larga y una consonante breve" (o. c. págs. 264 y sigs.). Por otra parte,
como es natural, sólo fonemas vocálicos de desarrollo completo (foné- Borgstróm reconoce que en las sílabas acentuadas con vocal "breve" (es decir,
ticamente largos o semilargos); así ocurre en inglés, en holandés, en "cortada") la dirección tonal no concierne solamente a la vocal, sino también a
la consonante siguiente: "en las vocales breves seguidas de consonante sorda, se
alemán, en noruego, en sueco, en gaélico escocés, en hopi, etc. Los tiene la impresión de que una parte del desarrollo tonal sólo se cumple sin sono-
casos en que el archifonema se realiza por una vocal breve con enlace ridad, pero la oposición permanece clara; cuando la consonante que sigue es sonora,
flojo (como ocurre, por ejemplo, en las sílabas no acentuadas del por ejemplo, en bémnet "campesino" — bémrter "porotos", una parte del desarrollo
alemán: le-béndig "viviente", Ho-lúnder "saúco", spa-zíeren "pasear", tonal cae claramente sobre la consonante" (o. c. pág. 261). El soporte del desarro-
llo tonal es, por lo tanto, o una vocal de "desarrollo completo", o un diptongo, o
Ka-pi-tán "capitán", etc.), confirman que la cantidad de la vocal carece la asociación de una vocal "cortada" con la implosión de la consonante siguiente
aquí de importancia desde el punto de vista fonológico. que (y aquí reside la particularidad del tipo noruego-sueco) no debe ser necesa-
En tanto que la correlación de explosión glotal aparece sólo en riamente una sonante, sino que puede también ser un sonido consonador. Los tres
tipos mencionados de centros silábicos deben ser considerados, como lo indica
las lenguas que cuentan las moras, la relación de la correlación de claramente la correlación de dirección tonal, como compuestos de dos moras. En
corte de sílaba con la clasificación de las lenguas en lenguas que las sílabas no acentuadas aparecen, por una parte, los tres tipos de centros silá-
cuentan las sílabas y lenguas que cuentan las moras es menos clara. bicos de dos moras ya mencionados y, por otra parte, centros silábicos de una
El alemán, el holandés y el inglés, donde la correlación de corte mora, es decir, vocales breves y de enlace firme con la consonante siguiente
(o. c. pág. 265 y sigs.). En noruego existe por consiguiente, la misma combina-
de sílaba existe en las sílabas con acento principal y secundario, son ción de cuatro posibles tipos de sílaba ("no acentuada de una mora", "no acen-
evidentemente lenguas que cuentan las sílabas, ya que no poseen tuada de dos moras", "acentuadas de dos moras con dirección tonal no marcada"
ninguno de los signos característicos de las lenguas que cuentan las y "acentuada de dos moras con dirección tonal marcada") que en kasube septen-
moras. Por el contrario, el hopi, en el que la correlación de corte de trional (eslovince), pero unidos a la correlación de corte de sílaba. Esta última
existe en noruego solamente para los centros silábicos de dos moras; en final de
sílaba aparece igualmente en las sílabas con acento principal o secun- un centro de sílaba de dos moras puede coincidir o con el final de la vocal com-
dario, es una lengua que cuenta las moras. La correlación de corte de pletamente desarrollada o con el comienzo de la consonante siguiente unida firme-
sílaba existe aquí sólo en los centros silábicos (= vocales) de una mente a la vocal con "enlace fuerte". La unión de la correlación de corte de
mora (con acento principal o secundario), en tanto que los de dos sílaba con la correlación prosódica de geminación produce aquí igualmente un
haz de tres miembros cuya estructura, sin embargo, no es la misma que en hopi,
moras se encuentran fuera de esa correlación. La correlación de corte ya que aquí la correlación de corte de sílaba no existe en los centros silábicos
de sílaba y la correlación prosódica de geminación forman de este de una mora sino al contrario, sólo en los de dos moras. En cuanto al sueco, la
modo un haz de tres miembros: "de una mora con enlace firme", "de situación prosódica parece ser, del punto de vista fonológico, semejante a la del
una mora sin enlace firme" y "de dos moras" (fonéticamente: sin noruego, aunque la realización fonética es algo distinta 3si3 .
No es siempre fácil distinguir si en una lengua dada existe la correlación de
enlace firme). Todo el haz se neutraliza en las sílabas no acentuadas. corte de sílaba o la de correlación consonantica. En lenguas como el finés, el
húngaro o el tamil, en las que la oposición entre vocales largas y breves posee
Una combinación de la correlación de corte de sílaba con la correlación fuerza distintiva tanto ante consonante geminada como ante consonante no gemi-
prosódica de geminación, de manera que formen un haz, parece existir también nada, no puede tratarse evidentemente de una correlación de corte de sílaba.
en noruego y en sueco. Es cierto que Cari H. Borgstróm, a quien debemos una Pero en lo que concierne al italiano, por ejemplo, podría plantearse esa cuestión,
excelente descripción fonológica de la lengua literaria noruega 332, afirma "que la puesto que aquí las vocales acentuadas son siempre largas ante vocal o ante con-
lengua literaria noruega no conoce la división de los centros silábicos en moras" sonante simple intervocálica, y son, en cambio, siempre breves ante consonante
(o. c. pág. 261). Creemos, sin embargo, que esta afirmación puede ser puesta en geminada. Pero puesto que la oposición entre consonantes geminadas y no gemi-
duda. La existencia de oposiciones distintivas de dirección tonal en noruego (por nadas existe no sólo tras vocal acentuada, sino también tras vocal no acentuada, y
«•ji-mplo, ly'se "luz", con tono ascendente — ly"se "iluminar", con tono ascendente- que por otra parte las vocales no acentuadas no son más largas ante consonante
descendente) habla en favor de la clasificación de esta lengua entre las que simple que ante consonante geminada, es evidente que la correlación de gemina-
cuentan las moras. Por cierto que esta correlación de dirección tonal no existe ción consonantica debe ser considerada en italiano como un fenómeno totalmente
sólo en las vocales largas, sino también en las breves, lo que parece ser funda- autónomo y no, por ejemplo, como un fenómeno subordinado a la correlación
mento principal de la afirmación de Borgstróm, mencionada arriba; pero este de corte de sílaba. En italiano, por otra parte, las vocales acentuadas son breves
obstáculo puede superarse con facilidad. Borgstróm ha reconocido con mucho no sólo ante consonante geminada, sino también ante cualquier grupo consonan-
urierlo que los centros silábicos acentuados, en noruego, están regidos por la corre- tico (excepto "consonante + r, w o ./'") y en final de palabra. Las diferencias
I . ¡ i ¡mi > ! ' • < i i r l e <!<• silaba y que las sílabas acentuadas son, objetivamente, siempre cuantitativas están, por lo tanto, c o n d i c i o n a d a s exteriormente, y la cantidad
"larga" de las vocales acentuadas ante consonante no geminada (así como ante
"consonante + r, w o j") y ante vocal heterosilábica debe ser considerada como
M C. Borgstróm, "Zur Phonologie der norwegischen Schriftsprache", págs.
.'VI y SÍKS. Entre las descripciones fonéticas del sistema prosódico del noruego
333 C/. W. Stalling, Das phonologische System des Schwedischen, Nijmegen,
Niidoi i t > n t a l debe destacarse especialmente como un verdadero modelo de claridad y
1934, donde bajo un título que induce a error se presenta un estudio de las ento-
presión lu de O. Broch, "Rhythm in the Spoken Norwegian Language", Philological
naciones suecas, excelente por cierto, pero de ningún modo fonológico, sino pura-
Society Transactions, 1935, págs. 80-112.
mente fonético-instrumental.
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 201

una variante combinatoria: no puede hablarse en italiano de una correlación de a) La entonación de la frase
corte de sílaba.
En cambio, en las lenguas con correlación de corte de sílaba la oposición Puesto que la mayoría de las lenguas europeas no utiliza las oposi-
entre consonantes geminadas y no geminadas es un fenómeno secundario fonoló- ciones de dirección tonal para distinguir las palabras335, la "entona-
gicamente no pertinente. En estas lenguas no se puede hablar, en rigor, de conso- ción" es en estas lenguas sólo un medio fonológico para diferenciar las
nantes geminadas, sino únicamente de consonantes firmemente ligadas, cuya dura-
ción relativamente mayor es sólo la consecuencia fonética de su enlace firme con frases. Con este fin se usan principalmente las oposiciones entre ento-
la vocal que la precede. nación ascendente y entonación descendente; la entonación ascen-
dente cumple en la mayoría de los casos una función "de continui-
E) OPOSICIONES PROSÓDICAS QUE DISTINGUEN FRASES dad", es decir, indica que la frase no ha llegado aún al final, en tanto
que la entonación descendente posee la función "conclusiva". General-
En tanto que las particularidades distintivas consonanticas y mente una u otra entonación se realiza sólo sobre la última palabra
vocálicas se utilizan sólo para diferenciar las palabras, las particula- antes de una pausa puesto que sólo en esta posición es importante
ridades prosódicas sirven no sólo para diferenciar la significación de indicar si la frase está terminada o no. En las lenguas que utilizan las
las palabras, sino también para diferenciar la significación de los oposiciones de dirección tonal para diferenciar las palabras estas oposi-
grupos de palabras y de las frases. Y para este fin sirven las oposi- ciones deben modificarse en consecuencia ante pausa a fin de subordi-
ciones de entonación (de frase), el cambio de registro, el acento de narse a la entonación de la frase. Así, por ejemplo, en sueco, donde
frase y las pausas. las oposiciones de dirección tonal que diferencian las palabras se ca-
En el estado actual de la investigación es imposible tratar de la racterizan por el perfil tónico tanto de las sílabas acentuadas propia-
"fonología de la frase" con la misma precisión y detalle que de la mente dichas como también de las post-tónicas, estos perfiles fónicos
fonología de la palabra. El material es muy escaso y la mayoría de se realizan de distintas formas según el carácter de la entonación de
las veces no es fidedigno. Las descripciones existentes de la "fonética la frase: la sílaba no final que lleva el acento principal presenta,
de la frase" no separan por lo general las funciones representativa, cuando el acento es "grave", una dirección tonal descendente y, cuando
apelativa y expresiva de los sonidos, y aun cuando efectúan una sepa- el acento es "agudo", una dirección tonal llana (o débilmente ascen-
ración de este tipo, no lo hacen según principios aplicados consecuen- dente), pero las sílabas post-tónicas de las palabras con acento "grave"
temente. Por otra parte, las descripciones se proponen la mayoría de tienen en la entonación "de continuidad" una dirección tonal ascendente
las veces determinados fines prácticos: están destinadas, por lo y en la "conclusiva" una dirección tonal ascendente - descendente; por
general a actores, declamadores y oradores, para quienes la exacta otra parte en las palabras con acento "agudo" las sílabas post-tónicas
distinción de la función representativa y de la función apelativa no presentan en la entonación de continuidad una dirección tonal ligera-
significa gran cosa. Todas estas circunstancias desfavorables dificul- mente descendente y en la conclusiva una dirección tonal rápida y
tan la investigación del papel de las oposiciones en la fonología repre- profundamente descendente:í:iíi. En el dialecto croata-cakave de Castua
sentativa de la frase 334 . Tendremos por lo tanto, que conformarnos (Kastav), en los centros de sílaba acentuados de dos moras se distin-
con sólo algunas pocas observaciones acerca de estas oposiciones. guen fonológicamente dos clases de dirección tonal; ahora bien, el
Ante todo, se debe establecer fundamentalmente si las oposiciones acento descendente de una sílaba final es siempre descendente, cual-
prosódicas utilizadas para diferenciar las frases sirven también o no, quiera sea la entonación de la frase; pero el acento etimológicamente
en la lengua de que se trata, para diferenciar las palabras. Cuando largo - ascendente de una sílaba final es realmente ascendente en la
una oposición utilizada para diferenciar las frases no ejerce ninguna entonación de continuidad sólo ante pausa (o cuando se da a la pala-
función distintiva en el plano de la palabra, su empleo no exige ningu- bra en cuestión un énfasis particular); en medio de frase (es decir,
na limitación especial. Pero cuando una oposición utilizada para dife- cuando no precede una pausa) y cuando no hay énfasis se realiza
renciar las frases sirve al mismo tiempo para diferenciar las palabras, como un acento largo musicalmente plano, y en la entonación conclu-
se producen a veces, debido al cruce de ambas funciones y a la subor- siva ante pausa se convierte en un acento descendente (aunque por
dinación de una a la otra, situaciones muy complicadas. 335 En Europa'la correlación de dirección tonal es utilizada para diferenciar
las palabras sólo en noruego, en sueco, en lituano, en letón, en kasube septentrio-
nal (eslovince), en esloveno, en serbo-croata, en albanés septentrional (guegue)
y también en algunos dialectos alemanes y holandeses. Cf. R. Jakobson, "Sur la
théorie des affinités phonologiques", Actes du IV Congrés International des
Linguistes, Copenhague, 1938.
3»< Cl. S. Karcevtkij, "Sur la phonologie de la phrase", TCLP, IV, 188-228. 3»6 Cf. W. Stalling, o. c.
.M)2 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 203

otra parte, no se puede juzgar en base a la descripción del poeta Ante mismo modo que se debe considerar a las oposiciones vocálicas que en alemán
distinguen ¿ib "(él) da" de gab "dio", geben "dar" de gaben "dieron", Bruder
Dukic si en esta posición ambos acentos "largos" coinciden o si con "hermano" de Bruder "hermanos", etc., como oposiciones que distinguen las pala-
todo se diferencian uno de otro); en lo que se refiere al acento breve bras y no_como oposiciones que distinguen las frases, en casos como los del fante
sobre la sílaba final de una mora, cuya dirección tonal carece de (asanti) o AWE "(él) mira" ~ 3 hwt-t "miró" se puede hablar solamente
importancia para su diferenciación de las palabras, es ascendente en de oposiciones (de dirección tonal) que distinguen las palabras y no de "syntactic
la entonación de continuidad y descendente en la conclusiva 337 . Acerca iones", como se hace l a m e n t a b l e m e n t e en un excelente manual destinado a
estudiantes 338.
de la entonación de la frase en las otras lenguas europeas que utilizan
la correlación de dirección tonal para d i f e r e n c i a r las palabras no
b) Diferencias de registro que distinguen ¡as frases
existen, lamentablemente, indicaciones satisfactorias y menos aún des-
cripciones sistemáticas. Y todavía menos estudiada está la entonación No deben confundirse las oposiciones de registro que distinguen
de la frase en las lenguas no europeas, especialmente en las lenguas las frases con las entonaciones de frase. Puesto que las oposiciones
que poseen la correlación de registro como medio para diferenciar las de registro que distinguen las palabras son desconocidas en la mayo-
palabras. Qué complicaciones pueden surgir en tales lenguas por la ría de las lenguas del mundo, el empleo de las oposiciones de registro
inserción del perfil tónico de la palabra en el perfil tónico de la frase, para diferenciar las frases no ofrece en general ningún obstáculo. Sin
lo ha mostrado ya el ejemplo del mende antes mencionado (véase embargo, esta posibilidad es, en la mayoría de las lenguas, muy poco
págs. 184 y sigs.), donde el registro tónico de todas las moras de la utilizada, o directamente no utilizada.
palabra final de una frase descienden un grado, lo que evidentemente Muchas lenguas presentan en las frases interrogativas "totales" (a
está ligado a un tipo especial de entonación descendente conclusiva. diferencia de las frases interrogativas "parciales", que inquieren acerca
Además de la entonación de continuidad y la entonación conclu- de un complemento o de una palabra) una entonación musicalmente
siva existe también, a menudo, una entonación enumerativa que es ascendente que se diferencia por lo general de la de continuidad sólo
diferente de las otras dos y que posee fuerza distintiva. La oposición por un registro vocal más alto y que se produce habitualmente sólo
distintiva entre la entonación enumerativa y la entonación de conti- en el miembro de la frase puesto en cuestión33!). En estos casos la
nuidad puede establecerse en forma especialmente clara en lenguas altura del registro vocal sirve pues, para diferenciar una frase interro-
como el ruso, donde la llamada "frase nominal" es una construcción gativa de una frase enunciativa no terminada: cí. en alemán Er solí
sintáctica completamente normal: cí. por ejemplo, por una parte, kommen? "¿Debe venir?" y Er solí kommen . . . und sich selbst
l'ud'Y, zver'Y, pt'icY. . . "hombres, animales, pájaros. . ." y, por otra überzeugen "Debe venir. . . y asegurarse por sí mismo"; o en ruso on
parte, l'ud'Y-zver'Y "los hombres son animales". l'ub'Jt Ygrat' f-karty? "¿Le gusta jugar a las cartas?" y on l'úb'ft Tgrat'
f karty,... no tol'ka n'7-ná-den'gf "Le gusta jugar a las cartas,. . . pero
En todos los otros casos en que se ha atribuido a lenguas europeas entona- no por dinero".
ciones de frase especiales, no se trata sino de una confusión de la función repre- En las frases incidentales y también en las palabras intercaladas
sentativa con la función apelativa o con la función expresiva; las diferencias a
que dan lugar estas entonaciones pretendidamente diferenciativas de frases no no integradas al complejo sintáctico se produce habitualmente un
residen, en efecto, en la significación conceptual, sino en el contenido emocional descenso del registro vocal por debajo del nivel normal: considérense,
de las frases o grupos de palabras. No se excluye, naturalmente, la posibilidad por ejemplo, frases como Ich kann nicht kommen, sagte er, denn ich
de que en ciertas lenguas "exóticas" la situación sea distinta. Pero los datos acerca bin zu Hause beschaftigt "No puedo venir, dijo, porque estoy ocupado
de la entonación en estas lenguas deben ser utilizados con extrema prudencia,
pues generalmente el observador no sólo no distingue las tres funciones de Bühler
en casa", Se/ir gern, Herr Doktor "Con mucho gusto, doctor", etc.
sino que incluso en el terreno de la función representativa confunde las oposiciones (S. Karcevskij, o. c., págs. 217 y sigs.)340. Mediante este descenso de
de dirección tonal que distinguen las palabras con las entonaciones que distinguen la voz se crea una diferencia entre la frase incidental y la frase normal.
las frases. Pero por otra parte el descenso del registro de la voz no es, de ningún
Debe señalarse que las lenguas con correlación de registro distintiva de pala-
bras utilizan esta correlación (y también la de dirección tonal) para la distinción
modo, la única característica de la frase incidental: antes bien, en
do formas gramaticales, exactamente como, por ejemplo, en alemán se emplea con
eite fin la apofonía vocálica (antigua o proveniente de la metafonía). Y del 338 D. Westermann e I. C. Ward, Practical Phonetics ior Students oí African
Languages, pág. 178.
19
;l:|
7 í'l. A. Dukií, Marija devica cakavska pjesma, Zagreb, 1935, donde se da Acerca del tono interrogativo en las distintas lenguas, véase P. Kretschmer,
m i . i l . i . - \ c - descripción del sistema prosódico del dialecto del poeta, y también "Der Ursprung des Fragetons und Fragesatzes", Scritti in onore di A. Trombetti,
págs. 29 y sigs.
A. Helii', "O refeniínom akcentu u kastavskom govoru", Juz. FU., XIV, 1935, 3
|>ii«s. 151 y sigs., que contiene una rica selección de ejemplos de distintas poesías <0 Como se sabe, ya en el Rg-Veda los vocativos intercalados llevaban el
de Ante Duki¿. signo del acento grave.
204 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Oposiciones fónicas distintivas 205

rasos como éstos está siempre unido a una entonación "plana" parti- de la significación de las palabras compuestas (jerarquía de las raíces).
cular (ni descendente ni ascendente) y a un aceleramiento del movi- Un cuadro fundamentalmente distinto se presenta en lenguas como
miento del discurso. el ruso, en el cual la acentuación de la palabra es libre (aun en el
Así, pues, en las lenguas europeas, el cambio de registro como terreno de las palabras no compuestas), y las oposiciones basadas en
medio para distinguir las frases no parece ser nunca totalmente inde- la distinta posición del acento son muy usadas en el léxico, pero los
pendiente, sino que parece estar unido siempre a una determinada acentos secundarios no poseen ningún valor fonológico. En ruso la
entonación de frase. Un cambio de registro independiente aparece en fuerza del acento depende de la significación de la frase; es decir, que
las lenguas europeas sólo con función apelativa o con función expre- la significación de la frase puede ser modificada por el refuerzo del
siva, y esto explica muy bien su empleo relativamente poco importante acento de una palabra determinada y el debilitamiento del acento de
para la diferenciación de las frases. los restantes miembros de la frase. Los miembros de la frase no afec-
tados por el acento de frase no presentan generalmente ningún refuer-
zo expiratorio de la sílaba etimológicamente acentuada. Pero estas
c) El acento de la frase sílabas siguen siendo, sin embargo, distintas de las etimológicamente
También el refuerzo expiratorio de una sílaba acentuada se emplea acentuadas: por una parte, por su duración algo mayor y, por otra
en muchas lenguas para diferenciar las frases. Y este refuerzo expi- parte, por el hecho de que sus vocales no sufren ninguna reducción
ratorio lo recibe, precisamente, aquella palabra que, por su contenido, cualitativa. Se debe, pues, decir que para la acentuación de palabra
debe ser puesta de relieve. En las lenguas en las que la posición del es fonológicamente pertinente, en ruso, la diferencia cuantitativa y
acento expiratorio no ejerce ninguna función como medio para dife- cualitativa entre las vocales de las sílabas acentuadas y las sílabas no
renciar las palabras, la cuestión es relativamente simple. Así, por acentuadas, en tanto que para la acentuación de frase lo es la dife-
ejemplo en checo, en una frase como ívo;e sestra prinesla knihu "Tu rencia de fuerza expiratoria entre las sílabas acentuadas de los distintos
hermana trajo un libro", cada una de las cuatro palabras puede ser miembros de la frase 341 . En ruso el acento de palabra es único: esta
relevada mediante un acento expiratorio más fuerte sobre la primera lengua desconoce los acentos secundarios distintivos dentro de las
sílaba, de manera que la significación de la frase puede adoptar cuatro palabras compuestas. Sin embargo, en las frases se distinguen acentos
variantes diferentes ("fu hermana, y no la mía", "tu hermana, y no tu principales y acentos secundarios: iván pájd'ót "Iván irá" (con acento
madre", ". . .trajo el libro, y no lo olvidó" y ". . .trajo un libro, y no secundario sobre el sujeto), fvan pájd'ót "Iván irá" (sin acento secun-
otra cosa"). Las palabras restantes reciben acentos más débiles sobre dario), Iván pájd'ót "Iván irá" (con acento principal sobre el sujeto
la primera sílaba, de modo que se produce en cada caso una jerarquía y acento secundario sobre el predicado). La acentuación de la frase
acentual de dos grados: un acento principal y tantos acentos secunda- se distingue, pues, en ruso, esencialmente de la acentuación de la pala-
rios como palabras contenga la frase. Sólo cuando la frase principal bra. En cambio, en alemán, no ocurre lo mismo: el alemán posee
está unida a una frase subordinada (o a varias) puede aparecer una acentos secundarios distintivos tanto en la frase como en la palabra
gradación algo más complicada, de tres grados. En todo caso, siempre y no existe ninguna característica objetiva del acento que sea perti-
se trata de una gradación de fuerza expiratoria exclusivamente. nente sólo para el acento de frase o sólo para el acento de palabra.
Estos pocos ejemplos son suficientes para mostrar hasta qué punto
También en alemán el acento de la frase se distingue sólo por su pueden ser distintos los tratamientos del acento de frase en las dife-
grado de fuerza. La subordinación de los acentos de la palabra al rentes lenguas 342.
acento de la frase, se hace mediante una gradación de fuerza que en
alemán se complica además por el hecho de que las distintas palabras d) Las pausas de frase
compuestas pueden llevar, además del acento principal, acentos secun-
darios. La diferencia de principio con el checo no es tan grande como La pausa es el único medio para distinguir frases que no posee
podría imaginarse. En checo, la posición del acento en la palabra no su correspondiente exacto en las particularidades prosódicas que dis-
tii-iie valor distintivo, pero sí lo tiene la posición del acento principal
341
i ii l.i h.isi-. En alemán sólo las palabras compuestas pueden ser dife- En ruso, <en una palabra aislada, la sílaba acentuada no sólo posee pleno
I I - I H i . n l . r . por la posición del acento principal (übersétzen "cruzar" — valor cuantitativa y cualitativamente (es decir, no sufre reducción), sino que
también es notablemente más fuerte desde el punto de vista expiratorio que las
i i / i i - c . i - í / c f i "traducir") de modo que se trata siempre de una oposición no acentuadas. Esto se debe a que la palabra aislada es considerada como una
"aconto principal-acento secundario", y la misma oposición vale tam- frase independiente.
birn para la frase alemana. Así pues, en alemán, la fuerza del acento 342
Cf. también A. Belic, "L'Accent de la phrase et l'accent du mot", TCLP,
de la significación de la frase (jerarquía de las palabras) y IV, págs. 183 y sigs.
204 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA 207

tinguen las palabras, a no ser que se quiera comparar la oposición Kn alto alemán (especialmente en su variedad meridional) están en esta situa-
ción las vocales nasales y el sonido sonoro (o suave) correspondiente a s, en
"con pausa —sin pausa" con la correlación de explosión glotal. En checo el fonema g, en serbo-croata el fonema g (dz), etc. Debe señalarse que,
todo caso, la pausa de frase es un medio prosódico como todos los por lo general, estos fonemas extranjeros no se realizan exactamente de la misma
otros medios para distinguir frases y puede ser contado entre las parti- manera que en su idioma de origen, sino que se adaptan al sistema de la lengua
cularidades prosódicas de modo de enlace. Por lo general las pausas en la que se han introducido. Así, por ejemplo, en alemán (especialmente en
Viena) el sonido "z" no es sonoro, sino sordo suave, pues el alto alemán no posee
de frase sirven para delimitar las diferentes frases o miembros de ningún sonido consonador sonoro. A la inversa, la g checa es una verdadera oclu-
frase, es decir, cumplen sobre todo una función delimitativa. Pero a siva sonora, a pesar de que en muchos casos debe reproducir la g sorda suave del
menudo la oposición "con pausa —sin pausa" tiene también valor dis- alto alemán. Puede establecerse además, que tales "sonidos extranjeros", una vez
i
tintivo: por ejemplo, en ruso, ruskaj nin j /' gruzin "el ruso, el introducidos en la lengua, no siempre se pronuncian donde corresponde. Estos
armenio y el georgiano" - ruskaj arminin i gruzin "el armenio ruso sonidos son, justamente, un signo del origen foráneo de la palabra y pueden, por
lo tanto, aparecer en una palabra que se considere extranjera, tanto si este empleo
y el georgiano". es correcto como si no lo es. En Viena, por ejemplo, la p a l a b r a e x t r a n j e r a
Telephon se pronuncia muy a menudo con vocal nasal (re/e/o); de igual modo
e) Observaciones generales los checos, en palabras extranjeras como plakat, balkon, etc., reemplazan k por g 344.
Ocurre a menudo que una palabra extranjera deja de sentirse como tal y en ese
Así, pues, resumiendo, puede decirse que aun cuando para distin- caso los sonidos extranjeros de la misma se incorporan al sistema de la lengua
que la emplea. Con estos fonemas pueden formarse incluso nuevas palabras
guir las frases se utilizan las mismas particularidades fónicas que sir- vernáculas. Es, por ejemplo, el caso de los fonemas / y /' del ruso: originaria-
ven de base para las correlaciones prosódicas que distinguen las pa- mente estos fonemas aparecían sólo en palabras extranjeras, pero actualmente se
labras, hay una diferencia fundamental que coloca a los elementos encuentran también en palabras como prastaf'H'a "ingenuo", füfajká "chaqueta
fonológicos empleados para distinguir frases, completamente aparte no abrigada", etc.; sin embargo, debido a que la "aclimatación" de estos sonidos
tuvo lugar relativamente tarde, su empleo se limita sólo a expresiones de "argot".
sólo de los elementos prosódicos, sino en general de todos los emplea- De manera que estos fonemas conservan una función especial: ellos indican el
dos para distinguir palabras. Esta diferencia fundamental consiste en carácter extranjero y la expresividad familiar que es característica del vocabulario
que los fonemas y las particularidades prosódicas que distinguen las de "argot".
palabras no son nunca por sí mismos signos lingüísticos, sino sólo Fonemas con función especial aparecen también en las interjecciones, en las
parres de signos lingüísticos. El fonema m no tiene en sí mismo valor onomatopeyas y en los llamados u órdenes dirigidos a animales domésticos. Estas
palabras no poseen función representativa en sentido estricto y forman en conse-
de signo, no designa ni significa nada, sino que es sólo una parte de cuencia una parte especial del vocabulario para la cual no es válido el sistema
diversos signos lingüísticos (palabras, morfemas), como Mann "hom- fonológico habitual. Incluso en las lenguas europeas se conocen sonidos especiales
bre", Mutter "madre", Mi'sí "estiércol", dumm "tonto", dem "al" (dati- que no son usados sino para tales palabras; por ejemplo, la interjección repre-
vo del artículo determinativo singular masculino o neutro), immer sentada por "Tim", los sonidos chasqueantes empleados para excitar a los caballos,
la r labial que sirve para detener a los caballos o como interjección de estreme-
"siempre", Imker "apicultor", etc. Por el contrario, los elementos fono- cimiento ("brrrí"), etc. En ciertas lenguas "exóticas" los fonemas de este tipo,
lógicos que distinguen las frases son signos lingüísticos independien- que se encuentran fuera del sistema fonológico normal, son muy numerosos. Las
tes: la entonación de continuidad significa que la oración no está aún lenguas bantúes, por ejemplo, poseen una cantidad de palabras que designan el
terminada, el descenso del registro vocal significa que el correspon- grito, la marcha, etc., de los animales, de modo que en muchos casos difícilmente
podría hablarse de onomatopeyas propiamente dichas (por ejemplo, el rugido del
diente segmento del discurso no está ligado ni al siguiente ni al prece- león se designa mediante una n palatal silábica). Y en estas palabras aparecen
dente, etc. Desde este punto de vista, los elementos que distinguen fonemas especiales que fuera de ellas no existen en las mencionadas lenguas. En
las frases (o elementos sintácticos distintivos) son comparables con los cuentos de animales de los indios takelma, se prefija a cada palabra, cuando
los medios delimitativos y culminativos 343. hablan los osos grizzly, una aspirante lateral sorda que no aparece en takelma en
ningún otro caso, etc.;i4r'.

\ I. I .i>s elementos distintivos anómalos

Ailcnuis del sistema fonológico normal, muchas lenguas presentan diversos


'•!'• ntiis fonológicos que desempeñan funciones muy especiales.
A i-stii categoría pertenecen sobre todo los sonidos extranjeros, es decir, los
l o t i r i i i . r . i . . i n . i . l o s del sistema fonológico de otra lengua, los cuales aparecen prin- 344
Ct. V. Mathesius, "K vyslovnosti cizich slov v festine", Slovo a slovenost,
1
i|inlini'iil Ins palabras extranjeras y revelan con claridad la calidad de éstas. I, págs. 36 y sigs., y "Zur synchronischen Analyse fremden Sprachguts", Engl.
Stud., 1925, págs. 21-35.
1:1 ;i45
( /. k. . l . i k o l i s i u i en Mélanges van Ginneken, págs. 26 y sigs. y en Bulletin E. Sapir, "The Takelma Language of South Western Oregon", Handbook
du Cerdo l.inguistÍQtie de Copenhague, II, 1936-1937, pág. 7. oí American Iridian Languages, II, pág. 8 (y nota 2).
TIPOS DE NEUTRALIZACIÓN
DE LAS OPOSICIONES DISTINTIVAS

/. Generalidades

Las distintas lenguas se diferencian entre sí no sólo por su inven-


tario de fonemas y por sus medios diferenciativos prosódicos, sino tam-
bién por el empleo que hacen de estos elementos distintivos. El
alemán posee el fonema t| (ng); pero lo emplea sólo en final o en
interior de palabra, y nunca ante vocal "determinada". En evenke
(tungús), el mismo fonema i| se emplea en todas las posiciones, es
decir, no sólo en interior y en final de palabra, sino también en comien-
zo, y ante todas las vocales. Pero el fonema r, que en alemán se usa
en comienzo, en interior y en final de palabra, no puede, en evenke,
hallarse en comienzo de palabra. Limitaciones semejantes en el uso
de ciertos fonemas existen en todas las lenguas, y son, para la fonolo-
gía de las diversas lenguas y dialectos, tan características como pueden
serlo las diferencias en el inventario de los fonemas.
Muy importantes en este sentido son las reglas de la neutralización
de las oposiciones fonológicas. La neutralización se produce en ciertas
posiciones y, en consecuencia, en estas posiciones aparece un número
menor de fonemas que en las otras. Además del sistema general de
fonemas y de particularidades prosódicas, hay pues, también, sistemas
parciales que funcionan solamente en posiciones fónicas determinadas
y en los cuales están representados sólo una parte de los recursos fono-
lógicos del sistema general. Las leyes de la neutralización varían de
una lengua a otra y de un dialecto a otro. Pero pueden establecerse,
sin embargo, ciertos tipos en los que en última instancia se basan
todas las formas de neutralización de las distintas lenguas y dialectos34fi.
Ante todo, debe distinguirse entre los tipos de neutralización
condicionados por et contexto y los tipos de neutralización condiciona-
dos por lo. estructura: en el primer caso, la neutralización de una
oposición fonológica tiene lugar en la vecindad de determinados fone-
mas; en el segundo caso, en cambio, se produce sólo en determinadas
posiciones dentro de la palabra, independientemente de los fonemas
vecinos. Además, tíeben distinguirse los tipos de neutralización regresivo
346
Ct., del autor, "Charakter und Methode der systematischen phonologischen
Darstellung einer gegebenen Sprache", Archives néerlandaises de phonétique expe-
riméntale, VIII-IX, 1933, y "Die Aufhebung der phonologischen Gegensatze,
TCLP, VI, págs. 29 y sigs.
209
210 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Neutralización de oposiciones distintivas 211

y progresivo: la neutralización es regresiva cuando se produce después "ordenar" - narudzba "ordenamiento", etc. En francés la oposición
de "algo", y es progresiva cuando se produce antes de "algo". Esta entre vocales nasalizadas y no nasalizadas se neutraliza ante toda
división no es, sin embargo, exhaustiva, ya que muchas veces la neutra- vocal, es decir, tanto ante vocal nasalizada como ante vocal no nasa-
lización no es ni regresiva ni progresiva, o bien es a la vez, regresiva lizada (como representante del archifonema actúan las vocales no
y progresiva. nasalizadas, debido a que son los miembros no marcados de la oposi-
• ción), etc.
//. Tipos de neutralización b) Una oposición fonológica se neutraliza en la vecindad del
condicionados por el contexto miembro marcado de la oposición, pero se mantiene en la vecindad del
miembro no marcado. En eslovaco, por ejemplo, la oposición entre voca-
les largas y breves se neutraliza tras sílaba con centro silábico largo (y \ i
Los tipos de neutralización condicionados por el contexto se divi- actúan como representantes del correspondiente archifonema las vocales "
den en disimilativos y asimilativos: en el primer caso los fonemas en breves, es decir, los miembros no marcados de las oposiciones neutra-
cuestión se disimilan de un "fonema del contexto" y en el segundo al lizadas. Un caso raro de este tipo se da en sánscrito: la oposición
contrario, se hacen semejantes a él, respecto a la pertinencia de una entre n dental y n "cerebral" se neutraliza tras s cerebral (y no sólo
determinada particularidad fónica; puesto que en la neutralización se cuando los fonemas en juego se hallan en contacto directo, sino tam-
trata siempre de la pérdida de una particularidad fonológica determi- bién cuando hay entre ellos vocales o consonantes labiales o guturales),
nada, resulta claro que la neutralización disimilativa tiene lugar sola- pero se mantiene no sólo tras s no cerebral, sino también tras toda
mente en la vecindad de los fonemas que poseen la particularidad de otra consonante cerebral (d, dh, t, th).
que se trata, en tanto que la asimilativa se produce sólo en la vecindad
de los fonemas en los cuales falta esta particularidad. c) Una oposición fonológica se neutraliza en la vecindad de ambos
miembros de una oposición fonológicamente emparentada. El "paren-
tesco" se establece según la sistemática de las oposiciones fonológicas
A) Neutralización disimilativa antes expuestas. Por ejemplo, en lesghe (laurino) la oposición entre
consonantes labializadas y no labializadas se neutraliza ante las vocales
En la n e u t r a l i z a c i ó n disimilativa deben distinguirse diferentes cerradas (u, ü, ¿), que son miembros de la oposición de localización
subtipos. Los "fonemas del contexto" en cuya vecindad se neutraliza "labializada — no labializada", y también tras las mencionadas vocales;
una oposición fonológica pueden presentar la misma particularidad la oposición se mantiene, en cambio, en la vecindad de las vocales
fonológica cuya pertinencia cesa debido a la neutralización o sólo una abiertas (a, e), que no participan de la mencionada oposición de
particularidad fonológicamente emparentada. Además pueden actuar localización :147.
como fonemas del contexto en cuya vecindad tiene lugar la neutrali-
zación o bien sólo los que poseen positivamente la p a r t i c u l a r i d a d d) Una oposición fonológica se neutraliza en ¡a vecindad del
correspondiente (o la emparentada), o bien tanto los que la poseen miembro marcado de una oposición emparentada, pero mantiene su
positivamente como los que la poseen negativamente; en otras pala- valor fonológico en ¡a vecindad del miembro no marcado de la misma.
bras, la neutralización puede tener lugar en la vecindad del miembro En japonés, en lituano y en búlgaro oriental, por ejemplo, la oposición
marcado solamente o en la vecindad tanto del miembro marcado como entre las consonantes palatalizadas y no palatalizadas tiene valor fono-
del miembro no marcado de la misma oposición (privativa) o de una lógico sólo ante vocal posterior; ante vocal anterior se neutraliza (y la
oposición emparentada. De esto surgen cuatro tipos posibles de neutra- elección del representante del archifonema está en búlgaro condicio-
lización disimilativa: nada interiormente, en lituano condicionada exteriormente y en japo-
nés condicionada interiormente ante e y exteriormente ante i); en
n ) La neutralización de una oposición fonológica se produce en la mordwino la oposición entre apicales y líquidas palatalizadas y no
vecindad de ambos miembros de la oposición. En muy numerosas palatalizadas (t-t', d-d', n-ñ, r-f, 1-1") se neutraliza tras vocal anterior
lenguas la oposición entre sonidos consonadores sonoros y sonidos (la elección del archifonema está condicionada exteriormente) :!48; en
i oii'.on.idores sordos se neutraliza en la vecindad de los sonidos consu- las lenguas del (Eáucaso oriental que poseen la correlación consonan-
midores, tanto sordos como sonoros (y el representante del archifone- tica de labialización (o sea en tsajure, en rutul, en archino, en aghul,
' i i . i cstn "i otulicionado cxteriormente", es decir, que en lo que concierne en dargino y en kubachino), esta correlación se neutraliza ante vocal
:i l.i sonoridad es igual al fonema del contexto que determina la leutra-
Ii/adón): el. por ejemplo, en serbo-croata, srb "serbio" (sustantivo) 347
Cf., del autor "Die Konsonantensysteme der ostkaukasichen Sprachcn".
srps/d "serbio" (adjetivo) -srpkinja "serbia" (sustantivo), naruciti 34
** Cf. D. V. Bubrich, Zvuki i formy erz'anskoj reci, Moscú, 1930, pÚK- 4.
212 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA
Neutralización de oposiciones distintivas 213

labializada (la elección del archifonema está condicionada interior-


mente) 349; en francés la oposición entre vocales nasalizadas y vocales B) Neutralización asimilativa
no nasalizadas se neutraliza ante consonante nasal (es decir, ante los En la neutralización asimilativa condicionada por el contexto, los
miembros marcados de la correlación de nasalización consonantica), miembros de la oposición pierden su marca de oposición en la vecindad
al menos en interior de morfema (ante n hay una única excepción:
de los fonemas que carecen de dicha marca. En cheremisio oriental,
ennui, pronunciado anuí, "tedio"); en el dialecto lapón marítimo de por ejemplo, la oposición entre las oclusivas sordas (p, t, k, c, c, c) y las
Maattivuono (tanto en el de Inari como en algunos otros) la oposición
espirantes sonoras ((3, fi, y, z, z, z) se neutraliza tras nasal (y actúan
entre vocales largas (de dos moras) y breves (de una mora) se neutra- como representantes de los archifonemas oclusivas sonoras especiales:
liza ante consonante geminada larga :Í5Ü .
b, d, g, .!, -í , 3 que aparecen sólo en esta posición) 351. Las nasales no
son ni sordas ni espirantes, es decir, no poseen las marcas que caracte-
A veces la neutralización de una oposición en la vecindad del miembro mar- rizan la oposición de las consonadoras del cheremisio. Pero son, por
cado de otra oposición es la prueba del "parentesco" que hay entre ellas. Así,
por ejemplo, en los dialectos estokavo-ekavos del serbo-croata las series de loca- otra parte, consonantes sonoras y con oclusión bucal completa. La
lización apical y sibilante están "desdobladas", es decir, representadas por dos neutralización de las oposiciones p-(i, r-fi, etc., se produce tras nasal
series, de modo que el sistema consonantico total presenta la siguiente forma: precisamente en forma tal que el archifonema pierde las marcas dife-
renciativas de las consonadoras (pues desde el punto de vista del che-
(p) t ¿ c c
remisio, las consonadoras son oclusivas sordas o fricativas sonoras) pero
(fe) d d [dz] [dz] continúan siendo, sin embargo, distintos de las nasales, puesto que no
(m) n ñ adquieren la característica de éstas, es decir, la nasalidad.
(v) / /, Como lo muestra este ejemplo, el fonema del contexto debe pre-
sentar, en la neutralización asimilativa, ciertos rasgos comunes con los
s miembros de la oposición neutralizada. Desde algún punto de vista,
7. dicho fonema debe estar más cerca de ellos que los otros fonemas del
mismo sistema. Pero la marca que distingue a los miembros de la
La relación de oposición entre las series de tipo t y de tipo é es sin duda, oposición neutralizada debe faltar absolutamente en el fonema del
bilateral, pero equipolente. Y lo mismo la relación de oposición entre las series contexto.
de tipo c y de tipo c. Estas dos oposiciones bilaterales equipolentes son neutra-
lizables, y su neutralización es del tipo condicionado por el contexto: las oposi- Hemos dicho ya que el grado de apertura es una marca específi-
ciones entre los fonemas del tipo t y del tipo c se neutralizan ante los fonemas camente vocálica. La neutralización asimilativa de las oposiciones de
de tipo t y de tipo c (neutralización de tipo a); las oposiciones entre los fonemas grado de apertura puede tener lugar, por lo tanto, sólo ante aquellas
de tipo s y de tipo s se neutralizan ante c (neutralización de tipo b). Pero ade- consonantes que, desde algún punto de vista, presentan respecto a las
más la oposición entre s (z) y s (z) se neutraliza ante los fonemas de tipo c (y
aparecen como representantes del archifonema o bien 3, z, o bien los sonidos inter- vocales un parentesco mayor que las demás consonantes, pero sin
medios í, í). Este hecho muestra que desde el punto de vista del sistema fono- perder por eso su carácter de consonantes. En alemán literario pertenece
lógico de estos dialectos, la oposición entre las series de tipo t y de tipo c está a esta categoría el fonema i| (ng), ante el cual, en efecto, se neutralizan
"emparentada", aun cuando no es idéntica, con la oposición entre las dos series las oposiciones ü-ó y u-o (actúan como representantes del archifonema
de sibilantes.
En los dialectos bávaros orientales (por ejemplo, en Viena) existe la oposi- los miembros "extremos" de esta oposición gradual, es decir, ü y u ) :
ción entre /', e y ai por una parte y ü, o y áü (que resultan de il, el, e/7 o de ü¡, i] se halla, por ser sonante y dorsal, más cerca de las vocales que cual-
<>l, ¿iül) por la otra en todas las posiciones excepto ante líquida: ante r pueden quier otro fonema consonantico alemán. En muchas lenguas y dialec-
Imitarse solamente /', e y ai; en cambio ante / pueden hallarse sólo ü, ó' y áü. Esta tos, ciertas diferencias de grado de apertura se neutralizan ante nasal o
neutralización de la oposición vocálica de labialización ante líquida (que se explica
históricamente por el hecho de que el grupo de fonemas Ir no existe en alemán) líquida (o especialmente ante nasal o líquida tautosilábica): esto se
croa un parentesco entre la oposición í-ü (o e-o, etc.) por una parte y la oposición explica por el hecho de que las nasales y las líquidas se hallan más
r-t por la otra. Desde el punto de vista de los dialectos nombrados, r debe ser cerca de las vocales que las otras consonantes sin ser, sin embargo,
definida como la líquida clara y / como la líquida oscura. El parentesco entre las vocales; es decir^ que poseen un grado de apertura distinto. Para pro-
i l i - . i m h i . . i.posiciones dentro de un sistema fonológico determinado no puede ser,
pues, establecido siempre sobre la base de consideraciones generales. vocar una neutralización asimilativa de las oposiciones de grado de
apertura, el fonema del contexto debe en algún sentido hallarse más
lu
C/., del autor, "Die konsonantensysteme der ostkaukasischen Sprachen". próximo de las vocales que las otras consonantes. Las líquidas y las
:lr
'° Cí. P. Ravila, Das Quantitátssystem des seelapischen Dialektes von 351
Mnuttivtiono. Cí. los textos cheremisios, por ejemplo los publicados por O. Heke en
"Texte zur Religión der Osttscheremissen", Anthropos, XXIX, 1934.
Neutralización de oposiciones distintivas 215
214 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA

n;is;iles se hallan próximas a las vocales debido a que presentan el más (representante del archifonema: oclusiva sorda pesada); ejemplo:
débil tipo de obstáculo (el "grado de obstaculización" menor), es decir, fifé "velo".
que poseen en grado mínimo las particularidades específicamente con- c) Tras sílaba formada por "oclusiva sorda recursiva + vocal"
sonanticas. Pero es posible aproximarse a las vocales por otra vía: por (representante del a r c h i f o n e m a : oclusiva sorda liviana); ejemplo:
la coordenada de localización. En polabio, por ejemplo, la oposición c'utár "pulgas".
entre ü y ó se neutralizaba ante gutural, ante labial o ante consonante d) Tras sílaba f o r m a d a por "oclusiva sonora + vocal abierta"
palatalizada (el archifonema estaba representado, naturalmente, por (representante del a r c h i f o n e m a : oclusiva sorda liviana); ejemplo:
ii): si se tiene en cuenta que las guturales se caracterizaban por la gatún "pegar, golpear".
articulación dorsal, las labiales por la participación de los labios y las Evidentemente, la neutralización es disimilativa en la posición a)
consonantes palatalizadas por el desplazamiento hacia adelante de y asimilativa en las demás posiciones fónicas. En los casos b), c) y d)
toda la masa lingual, se comprenderé que estas series de localización las consonantes iniciales de las sílabas precedentes tienen siempre algo
eran las más cercanas de las vocales labializadas anteriores. en común con las oclusivas sordas no recursivas: en el caso b), el
Cuando se trató del vocalismo inglés, se vio que para los fonemas carácter de sorda; en el caso c), el carácter de sorda y la oclusión; en
vocálicos de desarrollo completo del "inglés standard" es característica el caso d), la oclusión. Por otra parte, estas consonantes no participan
la oposición fonológica entre el desarrollo centrífugo y el desarrollo de la correlación de intensidad, de modo que la neutralización de esta
centrípeto. Ahora bien, esta oposición específicamente vocálica se correlación en su vecindad puede ser considerada como asimilativa.
neutraliza ante r (y los fonemas vocálicos centrípetos ua, o 3 , a3, a3, e a y Pero tras las sílabas que comienzan por sonante (r, I, m, n, w, ;') o por
'(* representan los archifonemas): la r inglesa es de todas las conso- fricativa sonora (y, é, 2, f, y) o directamente por vocal, la oposición
nantes inglesas la más cercana a las vocales, pero está desprovista de entre oclusivas sordas livianas y pesadas se mantiene. Y esto precisa-
las marcas específicamente vocálicas de modo de enlace y de dirección mente porque ni las sonantes, ni las fricativas sonoras, ni las vocales,
de desarrollo. tienen particularidades comunes con las oclusivas sordas (excepto la
expiración infraglotal, que es, sin embargo, una particularidad dema-
C) Neutralización combinada condicionada por el contexto siado general). Cí. ruq-édin "de la ceniza" (genitivo), rüg-ún "enviar",
mekü "otro" - mak-ál "hoz", jatúr "pierna"- jat-ár "aguas" (plural), aká
Entendemos por tipo de neutralización combinada condicionada por "chimenea" -ak-ún "ver", yucár "Dios"- ye/c-in "del trineo" (genitivo),
el contexto a toda asociación de la neutralización asimilativa con la etc. En la misma lengua la oposición entre oclusivas recursivas y no
neutralización disimilativa. En búlgaro, en lituano y en polabio, por recursivas se neutraliza ante vocal pretónica cerrada a la que siga un
ejemplo, la oposición entre consonantes palatalizadas y no palataliza- sonido consonador cualquiera (y una oclusiva no recursiva representa
das se neutraliza ante toda consonante; existe, por lo tanto, en estos el archifonema), en tanto que ante vocal pretónica abierta,^esta oposi-
casos, una neutralización combinada condicionada por el contexto: ción se mantiene (por ejemplo, /casar "respiraciones pesadas" (plural) -
ante las consonantes que son miembros de la correlación de palataliza- k'asár "martillos de forja" (plural): no cabe duda de que las vocales
ción, en efecto, la neutralización de esta correlación es evidentemente cerradas no acentuadas, que poseen las particularidades específicamen-
disimilativa; por el contrario, ante las consonantes que no participan te vocálicas en grado mínimo, están muy cercanas de las consonantes.
de la correlación de palatalización, la neutralización de esta correla-
ción es asimilativa. Un caso muy complicado, pero muy instructivo,
de neutralización combinada condicionada por el contexto, lo ofrece ///. Tipos de neutralización
i-l lesghe (kiurino) :!52. Aquí la correlación de intensidad consonantica condicionados por la estructura
existe sólo en las oclusivas sordas (no recursivas): ante vocal acen-
tuiídií se oponen fonológicamente oclusivas sordas pesadas y oclusivas Los tipos de neutralización condicionados por la estructura se divi-
sordiis livianas. Esta oposición, sin embargo, se neutraliza: den en centrífugos y reductivos.
n) Tras sílaba formada por "oclusiva sorda no recursiva + vocal >
rriTwlíi" ( r e p r e s e n t a n t e del archifonema: oclusiva sorda pesada); A) Neutralización centrífuga
ejemplo: kit'üb "libro".
En el tipo centrífugo una oposición fonológica se neutraliza en los
b) Tras sílaba formada por "espirante sorda + vocal cerrada"
límites de la palabra o del morfema, es decir, o sólo en comienzo de
palabra o de morfema, o sólo en final, o tanto en comienzo como en
.'152 c/., del autor, "Die Konsonantensysteme der ostkaukasischen Sprachen".
216 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Neutralización de oposiciones distintivas 217

final. Así, por ejemplo, la neutralización de la oposición entre conso- da. Pero no faltan ejemplos de neutralización sólo progresiva (pretó-
nantes sordas y sonoras se produce en erza-mordwino sólo en comienzo nica) o sólo regresiva (post-tónica). En la lengua serbo-croata litera-
de palabra; en ruso, en polaco, en checo, etc., sólo en final, y en ria las oposiciones vocálicas cuantitativas se neutralizan en las sílabas
kirguisio (antes llamado karakirguisio) tanto en comienzo como en que preceden a la sílaba tónica principal. En lesghe (kiurino) la oposi-
final '!r>!. En alemán literario la oposición entre consonantes fuertes y ción entre oclusivas recursivas y no recursivas se neutraliza, como ya
suaves se neutraliza en final de palabra, y la oposición entre los dos se dijo, ante vocal cerrada en sílaba pretónica, pero se mantiene en
tipos de s (s suave "blanda" y s fuerte "dura") lo hace también en sílaba post-tónica. En esta misma lengua la oposición entre consonan-
comienzo. En los dialectos bávaros de Austria la oposición entre conso- tes labializadas y no labializadas y la oposición entre oclusivas sordas
nantes suaves y fuertes no se neutraliza en final de palabra, sino sólo pesadas y livianas se neutralizan ante vocal post-tónica.
en comienzo. En alemán literario, en holandés, en inglés, en noruego y b) La posición de la sílaba acentuada no es libre sino que está
en sueco, la oposición entre vocales largas (de desarrollo completo) ligada a un límite de palabra, es decir, que la cumbre está constituida
y breves (de desarrollo interrumpido) se neutraliza en final de palabra en todas las palabras o por la sílaba inicial o por la sílaba final. Cier-
(y el archifonema está representado por la vocal de desarrollo com- tas oposiciones fonológicas aparecen sólo en la sílaba culminativa y se
pleto); en el checo conversacional (bohemio medio) la oposición entre neutralizan en todas las demás. En el escocés de la isla de Barra 354, por
vocales largas (pesadas) y breves (livianas) se neutraliza en comienzo ejemplo, las oposiciones entre e y ee por una parte y la correlación de
de palabra (y el archifonema está representado por la vocal breve). aspiración de las consonantes por la otra se neutralizan en todas las
En lituano la oposición entre vocales acentuadas de entonación ascen- sílabas excepto en la sílaba inicial. En chechén, la oposición entre
dente y vocales acentuadas de entonación descendente se neutraliza en consonantes recursivas e infraglotales (excepto el par q-q') y la "corre-
final de palabra (y actúa como representante del archifonema la vocal lación de palatalización enfática" son asimismo fonológicamente perti-
de entonación ascendente). En la mayoría de las lenguas con corre- nentes sólo en comienzos de palabra :!55. En bengalí oriental las corre-
lación de geminación consonantica ésta se neutraliza tanto en comienzo laciones de recursión y de aspiración sólo existen en comienzo de
como en final de palabra.
palabra :i56. En el ya mencionado dialecto lapón marítimo de Maatti-
vuono la correlación de geminación vocálica se neutraliza en todas
B) Neutralización reductiva las sílabas excepto la inicial, y además las correlaciones de geminación
y de intensidad consonantica existen sólo tras la vocal (o el diptongo)
Entendemos por neutralización reductiva la neutralización de una de la primera sílaba. En las lenguas turcas, fino-ugrias, mongólicas y
oposición fonológica en todas las sílabas de la palabra, excepto la que manchurianas que poseen la llamada "armonía vocálica" ciertas oposi-
constituye la cumbre fonológica de la palabra. Generalmente esta ciones vocálicas de localización (por lo general la oposición de posición
sílaba culminativa se caracteriza por el "acento" (es decir, por un lingual, pero a veces también la oposición de posición de los labios)
n-fuerzo expiratorio o por una elevación de la altura musical). Pueden son totalmente pertinentes sólo en la primera sílaba de la palabra: en
distinguirse dos tipos: las demás sílabas estas oposiciones se neutralizan, y la elección del
a) La posición de la sílaba culminativa es libre y puede tener archifonema está condicionada exteriormente (es decir, que las vocales
función distintiva. En este caso es siempre "acentuada", es decir, que de la sílaba no inicial pertenecen siempre a la misma clase de posición
existo una diferenciación culminativa de los prosodemas. Por otra de la lengua que las vocales de la sílaba precedente). En todos estos
parte, ciertas oposiciones fonológicas aparecen sólo en las sílabas acen- casos (cuyo número podría ser fácilmente aumentado) la primera
tuadas y se neutralizan en todas las sílabas no acentuadas. Por ejem- sílaba es la culminativa. Es muy raro que esta función sea propia de
plo, las oposiciones o-a y e-i del gran ruso meridional, las oposiciones la sílaba final. En francés, por ejemplo, la oposición entre é (fonética-
o-u y e-i de los dialectos búlgaros y griegos modernos, la oposición mente e) y é (fonéticamente F) es distintiva sólo en sílaba abierta
«•ntre vocales largas (de dos moras) y breves (de una mora) del eslo- final de palabra :i57.
V I - I I C P . l.i oposición de nasalidad vocálica del dialecto esloveno-carintio
Si se toman en cuenta las lenguas en las que la posición de la cumbre no es
«le (.muí.il. etc., se neutralizan en sílaba no acentuada. En todos estos libre se comprueba que en la mayoría de las lenguas la sílaba fonológicamente
• usos l . i i i e n i i a l i / a r i ó n se produce en ambas direcciones, es decir, tanto
'•u !•!•• ' . i l a l i a s que preceden como en las que siguen a la sílaba acentua- :!i
>'< Cf., C. H. Borgstróm, "The Dialect of Barra. . .".
355 ct., del autor, "Die Konsonantensysteme der ostkausischen Sprachen".
: :l 35{;
"' C.7. P. M. Melioranskij, Kratkaja grammatika kazak-kirkizskago jazyka, Cf. S. K. Chattarjee, Recursives in New-Indo-Aryan.
Sun IVlrisliuri-o, 1894, I, pág. 24. 357 Cf. G. Gougenheim, Elementa de phonologie francaise, págs. 20 y sigs.
218 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Neutralización de oposiciones distintivas 219

culminante es relevada también mediante el refuerzo expiratorio. Naturalmente, penúltima mora de la palabra no era aguda (por lo cual se tiene no sólo «yuDó;
se trata sólo de un acento delimitativo (es decir, que señala un límite) carente ÉOTI, sino también orinó; frm = déemós esti y aviloio-tóc; étni)- La diferencia de
de toda significación distintiva. La sílaba fonológicamente culminante, cuya posi- dirección tonal estaba pues, en griego antiguo, condicionada exteriormente no sólo
ción es fija respecto a un determinado límite de la palabra, es sólo la posición en la penúltima, sino también en la última sílaba ;Í60.
mas conveniente para un acento de este tipo; pero la asociación de esta sílaba
con el acento delimitativo no es absolutamente necesaria, y hay muchas lenguas
en las que la posición del acento delimitativo fijo no coincide con la sílaba que C) Neutralización combinada condicionada por la estructura
constituye la cumbre fonológica no libre. Pertenecen en especial a este tipo la
mayoría de las lenguas turcas: la armonía vocálica indica que en estas lenguas Las dos formas de neutralización condicionada por la estructura
la cumbre fonológica de la palabra se halla en la primera sílaba, a pesar de lo pueden asociarse entre sí. En las llamadas lenguas turanias es fre-
cual la mayoría de dichas lenguas presentan el acento delimitativo expiratorio no
sobre la primera, sino sobre la última sílaba de la palabra :i58. cuente que ciertas oposiciones consonanticas se neutralicen en comien-
zo de palabra (tipo centrífugo) y que, por el contrario, ciertas oposi-
Quizás haya también lenguas en las cuales la cumbre fonológica ciones vocálicas o prosódicas se neutralicen en las sílabas no iniciales
se halle en la penúltima sílaba. De la descripción del sistema de regis- de palabra (tipo reductivo). En cheremisio la correlación consonan-
tros tónicos del zulú que se ha hecho arriba se sigue que en esta lengua tica de sonoridad se neutraliza en comienzo de palabra, pero al mismo
la sílaba final distingue sólo dos registros tónicos: el grave (tipos tiempo existe en esta lengua una rigurosa armonía vocálica que, como
tónicos 1, 2, 3 y 6) y el medio (tipos tónicos 4 y 5); la antepenúltima ya se ha dicho, supone la neutralización de las oposiciones vocálicas
sílaba distingue también sólo dos registros tónicos, a saber, el agudo de timbre en las sílabas no iniciales. En el lapón marítimo de Maatti-
(tipos tónicos 2, 3, 5 y 6) y el medio (tipos tónicos 1 y 4); en cambio, vuono las correlaciones de geminación tanto consonantica como vocá-
en la penúltima sílaba se distinguen los tres registros (el agudo en el lica y la correlación de intensidad consonantica se neutralizan en las
tipo tónico 1, el medio en el tipo tónico 6 y el grave en los tipos tóni- sílabas no iniciales, en tanto que la correlación de tensión se neutra-
cos 2 y 5), y también el tono descendente (tipos tónicos 3 y 4). Exis- liza en comienzo de palabra, etc.M1.
ten pues en esta lengua, en la penúltima sílaba, oposiciones de regis-
tro que se neutralizan en las otras sílabas, con lo que aquélla se convier- IV. Tipos de neutralización mixtos
te en la sílaba fonológicamente culminante. Debe señalarse que en
zulú (como en general en la mayoría de las lenguas bantúes) la pen-
última sílaba recibe también un refuerzo expiratorio ( p u r a m e n t e Es posible, finalmente, que distintos tipos de neutralización condi-
delimitativo) 36!). cionada por la estructura se combinen con distintos tipos de neutrali-
zación condicionada por el contexto. En los dialectos cakaves del serbo-
croata que se hablan en Novi líí;2 y en Castua:i(i:í, la oposición entre
Es difícil la interpretación de los casos en que una oposición prosódica de
dirección tonal es fonológicamente pertinente sólo en una de las sílabas limítrofes, centros silábicos largos (de dos moras) y breves (de una mora) se
como ocurre, por ejemplo, en letón o en estonio. Puesto que las diferencias de neutraliza ante sílaba con acento principal descendente (el archifo-
dirección se basan, en último análisis, sobre la relevación de las distintas moras nema está representado, naturalmente, por el centro silábico breve).
de un centro silábico "largo", existe en estas lenguas una acentuación libre (en el Puesto que en estos dialectos el acento descendente es el miembro
sentido de la diferenciación culminativa de las moras). Pero, por otra parte, la
libertad de la acentuación está limitada a las dos moras de la primera sílaba de
marcado de la oposición de dirección tonal :i(i4 , y esta oposición existe
la pnlabra, con lo que esta sílaba se convierte en la cumbre fonológica, no libre,
i l c - la palabra. De todos estos casos debe distinguirse, sin embargo, el del griego ;i(iO cf. R. Jakobson, "Z zagadnieñ prosodji starogreckiej", Prace oíiarowane
.intir.uo. A primera vista puede parecer que en griego antiguo la oposición entre Kaz. Wóycickiemu, Wilno, 1937.
el ucento "ascendente" y el acento "descendente" (o sea entre el acento "agudo" ;i(il
Ci. P. Ravila, Das Quantitátssystem der seelappischen Mundart von
v el "circunflejo") poseía fuerza distintiva sólo en la última sílaba de la palabra: Maattivuono.
el ucento circunflejo no podía hallarse en la antepenúltima sílaba, y en la penúltima
I i oposición de dirección tonal estaba condicionada automáticamente por la canti- :!02 Cf. el material presentado por A. Belic en " Z a m e t k i po c a k a v s k i m
ilnd de In última sílaba. Pero en realidad el acento agudo de la sílaba final no era govoram", Izvgstija II. Oíd. Akad. Nauk, XIV, pág. 2, y, del autor, TCLP, VI,
u n .K r u l o en sentido estricto, sino una elevación, condicionada exteriormente, de pág. 44, nota 13.
363
lu última mora de la palabra: esta elevación aparecía ante pausa cuando la pala- CI. A. Dukic, Marija Devica, cakavska pjesma s tumacem rijeli i nagíasa,
I poseí» i i i i i i ' . n i i a otra mora aguda, y también ante las enclíticas cuando la Zagreb, 1935.
364 Esto puede reconocerse en forma especialmente clara en el dialecto de
:ir
'« Cf., del autor, TCLP, I, págs. 57 y sigs., y R. Jakobson, Melantes van Castua. La mencionada realización variada del acento "ascendente" en este dialecto
(¡iinifkvn, pág. 30. (en oposición a la realización del acento "descendente", que es única y no depen-
de de la posición en la frase) parece indicar que el contenido fonológico del
•'<r'" Ci. C. M. Doke, The Phonetics oí Zulú Language. acento "ascendente" es sobre todo negativo, es decir, que este acento funciona
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Neutralización de oposiciones distintivas 221
¿20

sólo en los centros silábicos largos acentuados, se trata en este caso En muchas lenguas se puede observar una preferencia por deter-
minados tipos de neutralización o por determinadas posiciones de neu-
de la neutralización de una oposición en la vecindad del miembro
tralización. Muchas oposiciones fonológicas se neutralizan en determi-
marcado de una oposición emparentada, es decir, de una neutraliza-
nadas posiciones fónicas en tanto que en ciertas otras posiciones todas
ción disimilativa condicionada por el contexto de tipo d). Pero al
mismo tiempo se trata también de la neutralización de una oposición las oposiciones fonológicas conservan su carácter. De este modo, en
una lengua pueden resultar posiciones fónicas con diferenciación íone-
en una sílaba no acentuada, es decir, de una neutralización reductiva
condicionada por la estructura de tipo a). En cherkesio (adyghio) la mática mínima y posiciones iónicas con diferenciación fonemática
máxima 365 . Por otra parte, no es de n i n g ú n modo necesario que
oposición entre el fonema vocálico de apertura máxima ("a") y el
fonema vocálico de apertura media ("e") se neutraliza en ciertas posi- exista un paralelismo entre la diferenciación de los fonemas vocálicos
ciones, y la vocal de apertura máxima actúa siempre como represen- y la diferenciación de los fonemas consonanticos. En búlgaro, por
ejemplo, todos los fonemas vocálicos se distinguen unos de otros en
tante del archifonema. Esto ocurre por una parte en sílaba acentuada
cuando la sílaba siguiente contiene e, y por otra parte en comienzo de sílaba acentuada, entre consonantes y en final de palabra; en cambio,
en sílaba no acentuada (al menos en la pronunciación búlgaro-orien-
palabra, independientemente de la vocal de la sílaba siguiente: en el
primer caso se trata de una neutralización disimilativa condicionada tal) las oposiciones u-o, i-e y a (Tb)-a se neutralizan, de modo que, en
por el contexto de tipo b), en el segundo de una neutralización condi- esta posición, sólo se distinguen los tres archifonemas (u, i, a); las
cionada por la estructura, centrífuga. En latín la oposición entre u y o vocales acentuadas aparecen ante las vocales no acentuadas u y a sólo
se neutralizaba ante nasal en sílaba final (el archifonema estaba siem- en las palabras extranjeras, y la i no acentuada no forma sílaba tras
pre representado por u, como, por ejemplo, en los finales -um, -uní, vocal. En lo que concierne a las consonantes, los 36 fonemas con-
etc.): se trataba aquí de una combinación del tipo asimilativo de sonanticos (p, p, b, b', m, m, t, t', d, d', n, ti, k, k', g, ¿, x, c, c, s,
neutralización condicionada por el contexto con el tipo centrífugo de s, z, z, c, di, s, z, /, /', v, v, 1, I', T, r, ;') se distinguen entre sí ante vocal
neutralización condicionada por la estructura. posterior; ante sonante (/, /', T, r, m, m, n, rí, v, v) y ante vocal anterior
(i, e) la correlación de neutralización se neutraliza, de modo que en
esta posición sólo se distinguen 21 fonemas consonanticos; ante sonido
V. Efectos de los distintos tipos consonador y en final de palabra se neutraliza no sólo la correlación
tic neutralización de palatalización, sino también la correlación de sonoridad, de modo
que en esta posición sólo se diferencian 14 fonemas consonanticos
Estas combinaciones de los distintos tipos de neutralización pueden (p, m, t, n, k, x, c, s, c, s, i, 1, r, ;'). No hay, por consiguiente, en búlgaro,
actuar en dos direcciones opuestas. Por una parte, pueden limitarse ninguna posición fónica donde se distingan todos los fonemas de la
entre sí de tal manera que la oposición de que se trata se neutraliza lengua. Pueden establecerse aquí cuatro posiciones fónicas típicas: la
de hecho en muy pocas posiciones fónicas y conserva en la gran posición de diferenciación máxima de las vocales (bajo el acento entre
mayoría de los casos su capacidad distintiva. Por otra parte, pueden consonantes), la posición de diferenciación máxima de las consonan-
adicionarse de manera tal que la oposición neutralizable de que se tes (ante vocal posterior), la posición de diferenciación mínima de las
trata puede ejercer la función distintiva sólo dentro de un margen muy vocales (ante vocal no acentuada) y la posición de diferenciación
estrecho. En lituano, en polaco y en búlgaro oriental la oposición mínima de las consonantes (ante sonido consonador y en final de
c u t r e consonantes palatalizadas y no palatalizadas existe sólo ante palabra). En la mayoría de las lenguas existen cuatro tipos seme-
voc.il posterior (es decir, ante los fonemas que no poseen ninguna jantes de posiciones fónicas.
p.-irticularidad fonológica común con las consonantes palatalizadas); Ciertas lenguas muestran también una preferencia por una direc-
cu estas lenguas la correlación de palatalización se neutraliza en todas ción determinada (progresiva o regresiva) de la neutralización. Según
l . i - , i l i - i n . ' i s posiciones: ante consonante se trata de una neutralización parece esto está a menudo en relación con la estructura morfológica
combinada condicionada por el contexto; ante vocal anterior, de una y gramatical de la lengua de que se trata 366 .
neutralización condicionada por el contexto disimilativa de tipo d), y
«•u f i n a l de palabra, de una n e u t r a l i z a c i ó n condicionada por la
i-.ii u< t u r a .
365 C/. N. Jakovlev, Tablicy fonetiki kabardinskogo jazyka, págs. 70 y 80.
KIIIKI miembro no marcado de la correlación de dirección tonal. Pero entonces el
uronto "descendente" debe ser, en este dialecto, el miembro marcado de dicha 36« Ci., del autor, "Das mordwinische phonologische System vergleichen mit
dem Russischen", págs. 21 y sigs.
<oí icliK-ión.
LOS GRUPOS DE FONEMAS

/. Clasificación funcional
de los fonemas

Sin duda la neutralización de las oposiciones fonológicas es el


fenómeno más importante en el terreno de la teoría de las combina-
ciones de fonemas, pero no es de ninguna manera el único importante.
Sólo pueden neutralizarse las oposiciones bilaterales y, como ya se ha
dicho, éstas son, en todo sistema, siempre menos numerosas que las
oposiciones multilaterales. En muchos casos, quizás en la mayoría, la
no admisión de un fonema en una posición fónica determinada no
implica de ninguna manera la neutralización de una oposición. Sin
embargo, esta no admisión de determinados fonemas en determinadas
posiciones no deja de ser un fenómeno muy importante, que puede
tener mucha gravitación para la tipología del sistema fonológico de
que se trata. En consecuencia, todas las reglas que limitan de alguna
manera el uso de los distintos fonemas y sus combinaciones deben ser
cuidadosamente indicadas cuando se describe un sistema fonológico.
Sobre la base de estas reglas es posible muy a menudo establecer
una clasificación de los fonemas. Esta clasificación funcional comple-
ta la otra, obtenida mediante el análisis lógico de las oposiciones
fonológicas.
Un buen ejemplo lo ofrece el griego antiguo (en especial el dialec-
to ático). En griego antiguo había sólo un fonema que aparecía exclu-
sivamente en comienzo de palabra: el spiritus asper367. Los fonemas
que podían seguir inmediatamente al spiritus asper y también hallarse
directamente en comienzo de palabra eran las vocales. Todos los demás
fonemas eran consonantes: una de éstas, o, aparecía en comienzo de
palabra sólo tras el spiritus asper, en tanto que todas las demás no
aparecían nunca tras el spiritus asper. Las consonantes que podían
hallarse en comienzo de palabra ante o f o r m a b a n la clase de las
momentáneas o explosivas; todas las demás eran durativas o continuas.
Entre estas últimas había sólo un fonema que podía hallarse en
comienzo de palabra ante explosiva: se trata de la espirante o; las
demás durativas eran sonantes. Entre ellas había dos que podían
hallarse en interior de palabra ante o y que eran las líquidas, y otras

S'17 En interior de palabra el spiritus asper aparecía sólo unido a una o gemi-
nada; pero como en esta posición nunca faltaba, no tenía en ella valor distintivo,
es decir, no tenía valor de fonema.
223
224 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA
Grupos de fonemas 225

dos que no podían hallarse ante o y que eran las nasales. De las
líquidas sólo la Q podía hallarse en final de palabra y por ello valía ordinariamente rico: se compone de 61 consonantes y 51 vocales (si
como el miembro no marcado de la oposición bilateral o-A. De las se tienen en cuenta las diferencias prosódicas).
nasales sólo v podía hallarse en final de palabra y debía en consecuen- Si en lenguas como el birmano la clasificación funcional de los
cia ser considerada como el miembro no marcado de la oposición fonemas está dificultada por la gran uniformidad de los tipos de
bilateral \i-v. En final de palabra aparecía además sólo o, en tanto que palabra y por el estrecho margen de combinaciones posibles, hay
las momentáneas no eran admitidas en esa posición. De las momen- lenguas donde, por el contrario, los tipos de palabra y las posibilida-
táneas explosivas había sólo tres que eran admitidas tras otra explo- des de combinación son tan variadas que parece casi imposible una
siva: eran las apicales o dentales. De las explosivas que no podían clara clasificación funcional de los fonemas. Todas estas particularida-
hallarse tras otra explosiva había tres que no eran admitidas ante ¡¿ y des tienen una gran importancia para la tipología fonológica de las
que eran las labiales, y otras tres que podían hallarse ante u. y que lenguas del mundo.
eran las guturales. Ante i podían hallarse, de las explosivas, sólo ;t y Y.,
ante O sólo ip y x> V a*1*6 h sólo (3 y Y- No podía haber ninguna sílaba //. El problema de las leyes generales
con ft, cp, x precediendo una sílaba que contuviera una de estas mismas de combinación de los fonemas
consonantes, pero sí una sílaba con jt, T o x: por lo tanto en esta posi-
ción se neutralizaban las oposiciones bilaterales ft-T, cp-n y j(-x, y T, jt y /.
aparecían como miembros no marcados que representaban al corres- En toda lengua la combinación de los fonemas está sometida a
pondiente archifonema. Esta regla permitía caracterizar también dos leyes especiales. Pero es de preguntarse si al menos una parte de estas
clases de explosivas: las oclusivas sordas it, T y x y las aspiradas cp, ft leyes no podría ser válida para todas las lenguas. B. Trnka ha tratado
y /. En cuanto a las demás explosivas, en las palabras propiamente recientemente de solucionar este problema :!(i8.
griegas no podían ser geminadas, con lo que se determinaba una clase
especial de oclusivas sonoras. Todas las demás consonantes, tanto La tentativa de Trnka no pudo ser completamente lograda debido a que su
autor partió de la vieja y ya superada clasificación de las oposiciones fonológicas
durativas como momentáneas (explosivas), podían ser geminadas tras en correlaciones y disyunciones. Sin embargo, Trnka ha facilitado la solución
vocal (las aspiradas largas aparecían como rft, ncp y x.jf). Las oposicio- del problema y en su trabajo ha enunciado algunas ideas fructíferas. Trnka cree
nes bilaterales "oclusiva sorda - oclusiva sonora" y "oclusiva sorda- poder establecer una regla de valor general según la cual dos miembros de un par
correlativo no podrían estar contiguos en el interior de un morfema (o. c. págs. 57
oclusiva aspirada" se neutralizaban ante una o, de modo que en esta y sigs.). Concebida en estos términos, la mencionada ley es ciertamente insoste-
posición aparecía sólo un único tipo de explosiva cuyo carácter, sin nible. En lenguas con una correlación de acercamiento estrictamente aplicada, se
embaí go, ya no es reconocible en las grafías £ i|i y §• admite sin dificultad el contacto de una fricativa con la oclusiva correspondiente:
ci. en polaco scisfoác' "estrechez", w Polsce "en Polonia", szczec "cerda", jezdziec
Por lo tanto, sobre la base de las reglas de combinación de los "caballero", mozdzek "pequeño cerebro"; en abjás acsa "hembra joven de un ani-
fonemas puede establecerse una clasificación completa de las conso- mal doméstico": en tsimsián txá'xk" det "comían", etc. Los grupos vocálicos ii; y
nantes del griego antiguo, así como una estricta separación entre las uü aparecen en distintas lenguas: así, por ejemplo, en una gran parte de Burgen-
land (Austria), el diptongo ui proveniente del alto alemán medio no (por ejemplo
consonantes y las vocales. Sin embargo, son relativamente raros casos fuis "pie") se distingue de uü proveniente de ul (por ejemplo éuün "florín"); en
semejantes. Hay lenguas en las que las reglas de combinación de los finés, el grupo monomorfemático yi ( = üí) es por cierto raro pero no obstante
fonemas posibilitan tan sólo una clasificación completamente rudi- completamente usual: ci. finés lyijy (pronunciado lüijü) "plomo"; en anamita ¿ü y
tii son corrientes; ci. finalmente el francés htiit "ocho", huile "aceite", nuit "noche",
mentaria de los mismos. En birmano, por ejemplo, sobre la base de je suis "soy", etc. En algunas lenguas aparecen (por cierto muy raramente) grupos
las reglas de combinación pueden establecerse sólo dos clases de fone- de dos vocales cualitativamente iguales pero cuantitativamente diferentes, dentro
mas: las vocales, que son los fonemas que se admiten en final de del marco de un morfema; así, por ejemplo, en haida (c/. 3 áada "mujer", sffus
"dice", etc.) '!(i!), y en prácrito'"i, donde se admiten además, grupos de vocales
palabra, y las consonantes, que son los fonemas que, por el contrario,
no se admiten en esa posición. Todas las palabras birmanas son mono- B. Trnka, "General Laws of Phonemic Combinations", TCLP, VI, págs. 57
sílabas y están constituidas por una vocal (o un diptongo con valor y sigs.
monofonemático) a la que puede preceder eventualmente una conso- 369 c/_ j. K. S&anton in Handbook of American índian Langaages, I, págs.
nante. Dentro de este marco aparecen todas las combinaciones ima- 211 y si—
l'.in.-ibles, de modo que no se puede obtener de las combinaciones otra
clasificación de los fonemas que la clasificación en vocales y consonan-
tes. Por este motivo el inventario de los fonemas del birmano es extra-
aara "océano" y los adverbios de tiempo kaá "cuando", Jaá "como", taa "enton-
' .•(, LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Grupos de fonemas 227
371
n:isnlizadas y no nasalizadas dentro del mismo morfema . Así pues, la ley de
Tmka no es válida ni siquiera para aquellas oposiciones que el mismo Trnka
correlación de intensidad consonantica) 372; en segundo lugar, los gru-
nTonoce como correlaciones. Pero el caso más sorprendente lo constituye segu- pos de dos fonemas consonanticos que se diferencian entre sí sólo por-
ramente la correlación de nasalidad consonantica, ya que los grupos mb, nd, bm, que pertenece cada uno a una de dos series de localización "emparen-
dn, etc., aparecen en la mayoría de las lenguas del mundo. El mismo Trnka reco- tadas" (es decir, que se encuentran entre sí en relación de oposición
noce esto y cree poder dejar a un lado estas excepciones, utilizando para tales
rusos no la palabra "correlación" sino "paralelismo" (o. c. pág. 59). Por otra
bilateral privativa o equipolente). Todos los demás grupos de fone-
parte, Trnka comprueba que, en algunas lenguas, fonemas que según la terminolo- mas que se distinguen373entre sí por una única marca fonológica apare-
t'.iíi fonológica usada hasta el momento no forman un par correlativo, no se admi- cen en alguna lengua .
ten juntos en el marco del mismo morfema; por ejemplo, s y s, o, en checo n y ñ, Los dos tipos mencionados de grupos de fonemas "umversalmente
etc. Trnka resuelve designar en adelante a tales pares de fonemas "pares corre-
hiiivos", alejándose por lo tanto de la terminología usual hasta el momento. Ya
no admitidos" han sido establecidos por vía inductiva y no pueden ser
liamos definido antes al par correlativo como una oposición proporcional privativa reunidos en una formulación común. En toda lengua hay, además de
(lo que corresponde en lo esencial a la definición del Projet de terminologie éstos, otros grupos de fonemas que tampoco son admitidos, de manera
phonologique standardisée, TCLP IV, págs. 313 y sigs.). Pero como Trnka no que los grupos "umversalmente no admitidos" no constituyen en modo
quiere, por una parte, reconocer como tal la correlación de nasalidad (b-m, cf-n, y
í!-i|), ni, como ya lo hemos demostrado, la correlación de acercamiento, ni las
alguno un sistema completo sino sólo una parte del sistema que forman
correlaciones vocálicas ü-i, u-ü, ni la "correlación cuantitativa"; y como por otra en una lengua determinada los grupos de fonemas no admitidos. Se
parte llama "correlaciones" a oposiciones bilaterales equipolentes, tales como s-s o trata, siempre, de que los grupos de fonemas deben presentar un cierto
n-A, se ve obligado a dar una nueva definición del concepto de "correlación". Ksto mínimo de diferencia fonológica entre sus componentes, pero este
hace efectivamente en la página 59 del trabajo mencionado, donde Trnka dice:
"Es necesario, por lo tanto, distinguir este tipo de relación fonológica. . . de una
mínimo es distinto en cada lengua. En birmano, por ejemplo, se consi-
correlación, que presenta una afinidad tan estrecha que priva a los miembros de dera como tal mínimo la oposición entre consonante y vocal; dentro
un mismo par de la facultad de oponerse como fonemas individuales, en una com- de un morfema no se admiten ni grupos de dos consonantes ni grupos
binación monomorfemática". Para Trnka es ésta la única definición posible: debe de dos vocales (los fonemas transcriptos por "consonante + y" o "con-
entenderse por "correlación" un parentesco tan estrecho entre dos fonemas que sonante + w" son en realidad consonantes palatalizadas o labializadas;
incapacite a éstos para distinguirse como fonemas individuales en un grupo mono-
nioi Temático. Pero si en la formulación de la "ley" de Trnka mencionada ante- hl, hm, etc., representan las sordas /', m', etc., y los diptongos tienen
riormente se reemplaza la palabra "correlación" por esta definición, se comprueba valor monofonemático); el único grupo monomorfemático admitido es
que toda la ley se basa en una tautología: los fonemas que no pueden estar juntos el grupo "fonema consonantico + fonema vocálico". El anamita admite
en el marco de un morfema, no pueden estar juntos en el marco de un morfema.
Trnka designa esta ley como "ley del contraste fonológico mínimo" (law oí the
dentro de un morfema no sólo grupos del tipo "consonante + vocal"
ntinimal phonological contrast, o. c. pág. 58). Esta designación corresponde mucho (y "vocal + consonante"), sino también de dos o tres vocales, pero no
más a la esencia del sujeto tratado que la definición errónea que se da de ella. admite grupos de consonantes: todas las oposiciones consonanticas
(oposiciones de modo de franqueamiento, de localización o de resonan-
En realidad se trata del hecho de que los fonemas (o mejor dicho, cia) tienen aquí, por lo tanto, tan poco valor, que no alcanzan siquiera
las unidades fonológicas) que se encuentran en contacto inmediato el mínimo de contraste exigido, en tanto que las oposiciones vocálicas
dentro del marco de un mismo morfema deben presentar un cierto se hallan por encima de ese mínimo. Los dialectos hanak (moravos)
mínimo de diferencia. El mérito de Trnka reside en haber señalado del checo presentan la situación opuesta, ya que no admiten dentro
este hecho. Si examinamos desde este ángulo las combinaciones fone- del marco de un morfema ningún grupo vocálico, pero sí numerosos
máticas corroboramos que, efectivamente, hay algunos grupos de grupos consonanticos. Por consiguiente, el mínimo de contraste debe
fonemas que ,no se admiten en ninguna lengua del mundo. Podemos ser hallado separadamente y definido especialmente para cada lengua,
establecer dos tipos de grupos fonemáticos de esta clase, umversalmente 372
no admitidos: en primer lugar, los grupos de dos fonemas consonan- En lenguas como el estonio, el lapón y el güeabo, en las cuales se distin-
guen fonológicamente geminadas pesadas y livianas o bien geminadas con intensidad
ticos que se diferencian entre sí sólo por la marca de una correlación creciente y geminadas con intensidad decreciente, se trata de los grupos mono-
de modo de franqueamiento de segundo grado (con excepción de la morfemáticos formados por los dos miembros de un par correlativo de la correla-
ción de intensidad.
3
c»l", saa "siempre", de los cuales se puede abstraer el sufijo -aa. Además, la opo- Es necesarip destacar aquí especialmente que los grupos de dos prosode-
ftición entre vocales largas y breves es neutralizable en máháráshtri (como en mas que se diferencian solamente por una particularidad prosódica son admitidos
rin-nil en i,,dos los, dialectos prácritos): ante c o n s o n a n t e g e m i n a d a o ante sin dificultad. Tales grupos pueden por cierto aparecer solamente en las lenguas
"nasal + consonante" todas las vocales son breves. que cuentan las moras, y producen centros silábicos de dos o tres moras con direc-
;17 ción tonal ascendente, descendente, etc. También las "vocales largas con golpe
' Véase en el mismo glosario de textos máharáshtri de Jacobis palabras
de glotis" son en rigor sólo grupos de dos moras, la primera de las cuales es el
como saá "mismo", saaa "siempre", vaása "camarada, amigo". La correlación de miembro marcado de la correlación de explosión glotal y la segunda el miembro
nasalización se neutraliza en prácrito ante nasal u oclusiva. no marcado.
221 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Grupos de fonemas 229

y los grupos de fonemas "umversalmente no admitidos" no constituyen guiente, ser determinadas por separado para cada lengua. A primera
una gran ayuda en esta tarea. vista, la variedad de tipos de combinaciones excluye la posibilidad de
Como grupo de fonemas umversalmente admitido puede ser consi- un método uniforme para su estudio: según el tipo de lengua, han de
derado por cierto sólo el grupo "fonema consonantico -f- fonema vocá- usarse métodos distintos. Hay lenguas en las que el estudio de las
lico", lo cual ha sido visto con acierto por Trnka (o. c. pág. 59). La combinaciones abarca sólo muy pocas reglas. Ha sido ya mencionado
existencia de estos grupos es el supuesto lógico de la existencia de el birmano, en el que todas las palabras son monosílabas y consisten
vocales y consonantes; de otra manera, en efecto, vocales y conso- en un fonema vocálico o en un grupo de "fonema consonantico + fone-
nantes no podrían oponerse, y, como sabemos, un fonema no existe sino ma vocálico". Pero incluso para una lengua como el japonés, en la
por oposición a otro. De todos modos, no es imaginable una lengua cual el número de sílabas de que puede constar una palabra no está
que carezca de grupos del tipo "consonante + vocal". limitado, toda la teoría de las combinaciones puede resumirse en ocho
Grupos de oclusivas y nasales homorgánicas, dice Trnka, /. c., existen sólo en reglas: 1) no se admiten grupos de consonantes en comienzo de pala-
Ins lenguas que poseen los grupos "consonante + vocal". Pero puesto que estos bra; 2) en interior de palabra sólo se admiten los grupos de conso-
grupos existen en todas las lenguas del mundo, esta fórmula no puede significar nantes compuestos por "N + consonante"; 3) en final de palabra sólo
sino que los grupos de nasales y oclusivas homorgánicas se admiten en algunas
(••liguas del mundo. En cambio, las otras dos leyes formuladas por Trnka son puede haber una vocal o un grupo de "vocal -f N" (n); 4) las conso-
uceptables. nantes palatalizadas no pueden hallarse ante e; 5) las consonantes no
palatalizadas no pueden hallarse ante ¿; 6) las vocales largas (de dos
La regla de Trnka (/. c.) según la cual los grupos de dos sonidos moras) no pueden hallarse ante consonante geminada ni ante n final de
consonadores que sólo se distinguen por su pertenencia a series de sílaba; 7) la semivocal w aparece sólo ante a o o; 8) la semivocal y
localización diferentes (por ejemplo pt, xs, sí, etc.), aparecen exclusi- aparece sólo ante u, o o a (ante e inicial y es sólo facultativa y no
vamente en las lenguas en que se admiten también otros grupos de puede ser considerada, en esta posición, como fonema autónomo).
consonantes con sonidos consonadores (por ejemplo sp, tr, kl, rs, etc.), Otras lenguas, en cambio, requieren una gran cantidad de reglas. En
se justifica realmente en la medida en que se dispone de datos. La el trabajo de Trnka A Phonological Analysis of Presení Day Standard
siguiente ley de Trnka dice: las lenguas en que se admiten grupos de English*15, la enumeración de las reglas de combinación de fonemas
consonantes en comienzo o en final de palabra admiten también esta en inglés abarca no menos de 22 páginas (págs. 23-45). Y aun cuando
clase de grupos en interior de palabra. Esta regla parece cumplirse estas reglas pudiesen ser algo abreviadas, seguirían siendo, sin embar-
efectivamente en las lenguas con palabras polisílabas. Pero en lenguas go, muy numerosas.
que sólo poseen palabras monosílabas no puede evidentemente haber A pesar de esta diversidad de los tipos de lenguas en lo que se
grupos de consonantes sino en comienzo o en final de palabra (como, refiere a las reglas combinatorias, parece no sólo deseable sino absolu-
por ejemplo, en siamés, donde se admiten en comienzo los grupos de tamente necesario un método lo más uniforme posible para el estudio
"consonador -f r", "consonador + /", etc.) :i74. de las combinaciones; sólo en estas condiciones, en efecto, puede
Puede decirse entonces, resumiendo, que las leyes generales de los llevarse a cabo una comparación entre los distintos tipos de lenguas,
grupos de fonemas, válidas para todas las lenguas del mundo, en la y sin comparación no es posible establecer una tipología ordenada.
medida en que pueden ser establecidas por vía inductiva, sólo se apli- Los fundamentos de un método uniforme para el estudio de las com-
can a una parte completamente insignificante de los grupos de fone- binaciones puede formularse de la siguiente manera.
mas y no pueden, por consiguiente, desempeñar ningún papel impor- En primer lugar, las reglas combinatorias suponen siempre una
tante en la teoría de las combinaciones. unidad más extensa dentro de cuyo marco son válidas. Esta unidad
fonológica más extensa no es, sin embargo, necesariamente la palabra.
/ / / . Métodos para el estudio En muchas lenguas debe ser considerada como tal unidad no la pala-
<lc Ins combinaciones bra, sino el morfema, es decir, un complejo fonemático que figura en
varias palabras y que está ligado a la misma significación (material o
formal). Es este, el caso, por ejemplo, del alemán. En el interior de
De lo dicho se desprende que en cada lengua los grupos de fone- una palabra alemana se admite un número casi ilimitado de grupos
mas están sometidos a leyes o reglas especiales válidas solamente para consonanticos; por ejemplo, kstst (Axtstiel "mango de hacha"), ícssv
la lengua de que se trata, y que dichas leyes o reglas deben, por consi- (Fuchsschwanz "cola de zorro"), pstb (Obstbaum "árbol frutal"), etc.
HH Cf. W. Trittel, Einführung in das Siamesische, Lehrbücher des Seminars 376 Studies in English by Members oí the English Seminar of the Charles
lür orientalische Sprachen zu Berlín, XXXIV, 1930. University, V, Praga, 1935 ( — Práce z védeckych ústavü, XXXVII).
2)0 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Grupos de fonemas 231

Sólo con un gran esfuerzo podría establecerse aquí cualquier tipo de acentuables proclíticos consisten siempre en una sílaba que contiene
regla combinatoria. Por el contrario, la estructura fonemática de los la vocal e y están formados o por una "oclusiva sonora + e" (be, ge),
morfemas que constituyen las palabras alemanas es bastante clara y o por "(consonante) + er" (er, ver, zer), o por "e + nasal -f oclusiva
está sometida a reglas combinatorias bien determinadas. En conse- sorda" (ení, emp). Los enclíticos no contienen ninguna vocal, o bien
cuencia, la investigación de las reglas combinatorias es útil en alemán contienen las vocales u, i o a; de las consonantes, contienen í, d, g, x,
solamente dentro del marco del morfema y no dentro del marco de la s, s, 1, r, m, n o \\: s, x y g sólo aparecen en estos morfemas tras i (ig,
palabra. La primera tarea en el estudio de las combinaciones consiste lich, rich, isch); d, sólo tras n (end); \\ sólo tras u o i (Jüngling "hom-
precisamente en determinar la unidad fonológica dentro de cuyo marco bre joven"); s, tras i, a, n o sin vocal (nis, es, ens, s, sí); n tras a, i o sin
pueden ser estudiadas con más eficacia las reglas combinatorias. vocal (en, in, n), y las restantes (m, /, r, í) tras a o sin vocal; de los
La segunda tarea en el estudio de las combinaciones consiste en grupos "consonante + vocal", aparecen en estos morfemas sólo "n, / o
una clasificación conveniente de las "unidades de marco" (palabras o r + i'' (nis, lich, íing, rich) y "í + a" (íe), y de los grupos consonanti-
morfemas) en lo que se refiere a su estructura fonológica. En lenguas cos, sólo nd, ns y sí376. También los tipos fundamentales de morfemas
como el birmano esta tarea se suprime de por sí, puesto que todas las acentuables caracterizados por el número de sílabas pueden ser dividi-
unidades de marco están igualmente constituidas, pero en una lengua dos en subtipos. Así los morfemas acentuables monosílabos se dividen
como el alemán, esta tarea es extraordinariamente importante. La en 9 subtipos según si comienzan o terminan con un fonema vocálico,
clasificación de las unidades de marco sólo debe ser emprendida desde con una consonante o con un grupo de consonante (Ei "huevo", Kuh
el punto de vista de su utilidad para el estudio fonológico de las "vaca", Síroh "paja", Aal "anguila", Sohn "hijo", klein "pequeño", Ast
combinaciones. Desde este punto de vista, por ejemplo, sería inútil "rama", Werk "obra", krank "enfermo"). En los morfemas de dos, tres
clasificar a los morfemas alemanes según su función gramatical (es y cuatro sílabas son concebibles aún más subtipos.
decir, en prefijos, radicales, sufijos y terminaciones). Desde el punto Después de haber efectuado la clasificación de las unidades de
de vista del estudio de las combinaciones, en alemán, es útil única- marco según su estructura, se estudiarán los grupos de fonemas en el
mente la clasificación de los morfemas en acentuables y no acentua- interior de estos tipos de estructura. Se entiende que deben ser consi-
bles: a la primera clase pertenecen los morfemas que en una palabra deradas en forma separada, por una parte, las posiciones dentro de la
compuesta pueden recibir el acento principal o secundario (por ejem- unidad de marco de que se trata (inicial, interior y final) y, por otra
plo aus, tum, tier, etc.; cí. las palabras Auswahl "elección", Eigentum parte, las tres formas fundamentales de la agrupación de fonemas (es
"propiedad'', tierisch "bestial", etc.); a los no acentuables pertenecen decir, fonemas vocálicos agrupados entre si, fonemas consonanticos
los morfemas que no reciben nunca ni el acento principal ni el secun- agrupados entre sí y fonemas vocálicos agrupados con fonemas
dario (por ejemplo, los morfemas ge, sí, ig, etc., que hallamos en pala- consonanticos ).
bras como Gebáude "edificio", wirfst "arrojadas", ruhig "tranquilo", etc.). El método que ha de utilizarse para la investigación de estas for-
Los morfemas acentuables son los más numerosos de la lengua alema- mas de agrupación de los fonemas se desprende por necesidad lógica
na, y son, en cuanto a su estructura, muy variados. Según el número de las preguntas a que debe responder esta investigación. En primer
de sílabas pueden clasificarse en monosílabos (por ejemplo ab (prefi-
lugar debe determinarse qué fonemas se unen en la posición de que se
jo), Axt "hacha", tum (sufijo), schaft (sufijo), schwarz "negro", etc.),
trata y cuáles se excluyen recíprocamente en esa posición. En segundo
disílabos (por ejemplo Wagen "coche", Abend "tarde", Arbeit "trabajo",
Kumel "camello", etc.), trisílabos (por ejemplo Holunder "saúco") y lugar debe establecerse en qué orden pueden hallarse en dicha posi-
tetrasílabos (por ejemplo Abenteuer "aventura"). En cambio, los mor- ción aquellos fonemas. Y en tercer lugar debe indicarse también de
femas no acentuables no forman sílaba (por ejemplo sí en gib-st "das", qué número de miembros pueden estar constituidos los grupos de
íc/n-sí-e "el más fino") o sólo poseen una sílaba (por ejemplo zig en fonemas admitidos en la posición de que se trata. Desde el punto
vicr-zig "cuarenta"); así pues, en este caso es imposible la clasificación de vista metodológico, el estudio de Kemp Malone sobre la estructura
por el número de sílabas. Es más útil la clasificación de los morfemas fonológica de las palabras inglesas monosílabas puede ser considerado
alemanes no acentuables en proclíticos (es decir, los que sólo pueden
hallarse inmediatamente aníes de un morfema acentuable, por ejemplo a™ El profeso/ R. Jakobson nos hace notar que la estructura fonemática del
morfema enclítico alemán depende de su función gramatical. Las terminaciones
/>c en be-halten "mantener", etc.) y enclíticos (es decir, los que sólo o carecen de vocal o tienen a como vocal, la cual, en los morfemas de derivación,
pueden hallarse después de otro morfema, por ejemplo er y isch en aparece unida solamente a n, r o /; de las consonantes, las terminaciones contie-
wühl-er-isch "descontentadizo"). A esta clasificación corresponden tam- nen únicamente s, t, n, m y r y los tres grupos ns, nd y sí. Los morfemas no acen-
tuables enclíticos que contienen otros fonemas o grupos fonemáticos son morfemas
tipos fonemáticos de estructura muy distinta. Los morfemas no de derivación.
2J2 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Grupos de fonemas 233

como un modelo377. Malone investiga separadamente los grupos de Sólo cuando se hayan estudiado las reglas de combinación del
fonemas admitidos en comienzo, en interior y en final de palabra, y mayor número posible de lenguas y según métodos uniformes, se
establece para cada una de estas posiciones tres clases de reglas limi- podrá, mediante la comparación, establecer por una parte una tipología
tativas: a) limitación de la participación en un grupo (restriction in combinatoria de las lenguas y discutir con provecho, por otra parte,
membership), b) limitación en el orden de sucesión de los fonemas acerca de la legitimidad de las reglas de combinación.
agrupados (restriction in sequence oí members) y e ) limitación en el
número de miembros de un grupo (restriction in number oí members).
Estos tres tipos de limitaciones dan una respuesta exhaustiva a cada IV. Grupos anómalos de fonemas
una de las tres preguntas que son de importancia para el estudio de
los grupos de fonemas.
Las reglas combinatorias dan a cada lengua un aspecto especial
que la caracteriza no menos que el inventario fonemático. Hay len-
Como ejemplos pueden examinarse aquí los grupos consonanticos admitidos
en posición inicial de los morfemas alemanes acentuables: guas en las que las reglas combinatorias se aplican consecuentemente
y abarcan todas las partes del vocabulario. En estas lenguas incluso
a) Limitaciones de participación:
las palabras extranjeras son modificadas de manera que obedezcan a
l p En ninguno de estos grupos pueden participar s ("ss"), z ("s"), x ("c/i"), las reglas combinatorias normales que rigen para las palabras autóc-
li y i| ("na"). 2' Las oclusivas sonoras y sordas se excluyen recíprocamente (es
decir, una oclusiva sonora y una sorda no pueden participar de un mismo grupo). tonas. En otras lenguas, en cambio, las palabras e x t r a n j e r a s son
3V Las oclusivas se excluyen recíprocamente. 4° Las fricativas (/ y s) se excluyen modificadas lo menos posible, incluso cuando contradicen las reglas
reciprocamente. 59 Las sonantes (r, I, m, n, y v) se excluyen recíprocamente. de combinaciones autóctonas, y se conservan en el vocabulario como
6° Las fricativas Pson incompatibles con b, d, g y p ("p/"). T> t y d son incom- cuerpos extraños. A estas lenguas pertenece, por ejemplo, el alemán:
l ' . i i i b l r s con /. 8 / es incompatible con las oclusivas. 9Q v ("w") es incompati-
ble ron las labiales y las labiodentales. 109 c ("z") es incompatible con r, 1, s y í. palabras tales como Psalm "salmo", Sphare "esfera", Szene "escenario",
1 l v n es compatible sólo con s ("sc/i"), k y g. 12° m es compatible sólo con s. pneumatisch "neumático", etc., comienzan con grupos consonanticos
b) Limitaciones en el orden de sucesión: "no alemanes". Por otra parte, estas palabras se conservan, por lo
general, sólo en el terreno de los vocabularios cultos o técnicos, y
lv Las fricativas (t y s) pueden figurar sólo como primer miembro de un
(Mtipo. 2<? Las sonantes (r, I, m, n y v ) pueden figurar sólo como último miembro muchas de ellas se adaptan a las reglas combinatorias normales al ser
<le un grupo. 3° Entre s y v no puede haber ninguna otra consonante. adoptadas por el vocabulario corriente :i78. Solamente en un estado de
<•) Limitaciones en el número de miembros: bilingüismo muy avanzado estas palabras con grupos consonanticos
extranjeros penetran en una proporción tal en el lenguaje corriente
1' Entre los grupos de tres miembros se admiten sólo str, spr y spl. 2*? No que ya no son sentidas como cuerpos extraños. Esto significa que las
si' admiten grupos de más de tres miembros.
reglas combinatorias de la lengua en cuestión han sufrido la modifi-
De todas estas limitaciones se deduce que en comienzo de morfema acentua-
blo, en alemán, son posibles los siguientes grupos consonanticos: br, pr, dr, tr, gr, cación correspondiente.
kr, pr, Ir, sr; bl, p¡, kl, pl, ti, si; ¿n, kn, sn; sm; dv, ( f v ) , (gv), kv, cv, sv; sr,
Xp, <i/c); Str, spr, spl. El grado de no adaptación de las palabras extranjeras a las reglas de combi-
Para las posiciones final e interior de los morfemas acentuables pueden ser nación autóctonas depende, por cierto, de varias circunstancias. Ante todo, de la
establecidas reglas combinatorias semejantes; además pueden determinarse reglas variedad de agrupaciones fonemáticas que admite la lengua de que se trata. A
f,|ii-i ules para los morfemas polisílabos. Las reglas establecidas de este modo una lengua como el japonés, en la que se admiten sólo muy pocos grupos fonema-
deben ser comparadas entre sí, a fin de poder poner en evidencia si alguna de ticos, le es difícil engrosar el número de grupos admitidos; por el contrario, en
e l l . i - , p i e s e i i t a una esfera de empleo más general. Así, por ejemplo, las reglas 21?, alemán, en el cual de todos modos existen ya muchos y muy variados grupos fone-
"1", (> M y 93 de las "limitaciones de participación" mencionadas antes, valen no máticos, se pueden agregar sin dificultad a los grupos admitidos otros de origen
• "1" p:n:i la inicial, sino para todas las posiciones dentro del marco del morfema, extranjero. Sin embargo, hay algunas reglas fundamentales que no deben ser
«•n i l ' - i n . i i i Algunas reglas deben recibir una formulación muy general. Así, por violadas; por ejemplo, una oclusiva sonora no puede hallarse al lado de una
ejemplo, l.i segunda regla de limitación en el orden de sucesión puede ser reem- sorda, r no puede aparecer sino en contacto inmediato con una vocal, etc. Una
pl.i n l . i por dos reglas válidas para todas las posiciones dentro del morfema: palabra como georgiano gvctvnis "nos hace ejercitar" no podría ser aceptada en
i i ) de IIIM líquidas (r y /), r puede aparecer sólo en contacto inmediato con una alemán sin modificación.
voi ni v /, < b n cambio, en contacto inmediato, ya sea con una vocal o con una r; Por otra parte, la existencia de grupos fonemáticos especiales en la juntura
I » ) ilr l . i . nasales, m y n sólo pueden aparecer en contacto inmediato con una de dos morfemas desempeña también un papel importante en la aceptación de las
vornl o con una líquida, y T] sólo tras vocal.
:)77 378 La palabra Sport es pronunciada ya por muchos alemanes con s" inicial,
K. Malone, "The Phonemic Structure of English Monosyllables", Ameri- con lo que pierde su fisonomía de palabra extranjera. En Viena, Sport, como
c vi/i , S / , r < - i 7 i , I'!.((), p:if,s. 205 y sigs. nombre de una determinada marca de cigarrillos, es pronunciada siempre con s.
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA

palabras extranjeras, lo que ha sido con razón puesto de relieve por Trnka 379.
l o - , i'iupos se, si y pn no se admiten en alemán en el marco de un mismo norfe-
in.i, pino aparecen en palabras polimorfemáticas (compuestas) en la juntura de '
los morfemas (por ejemplo, Auszug "salida", missfalli¿ "desagradable", abnehmen
< i m t a r " , etc.) y esto facilita la conservación sin modificaciones de estos grupos 7
'•ii palabras extranjeras como Szene, Sphare, pneumatisch, en las que han sido DE LA ESTADÍSTICA FONOLÓGICA
transportados al comienzo; de igual modo la preservación del grupo inicial en
Pnulm, Psychologie, etc., se ve facilitada por la existencia de estos grupos en el
m l e i i o r de palabras autóctonas como Erbse "arveja". Por otra parte, la falta
ahsoluta de grupos consonanticos (excepto "N + consonante") en japonés, no sólo
en el marco de un mismo morfema, sino también en la juntura de los morfemas, /. Las dos jornias de contar
d e t e r m i n a la imposibilidad de admitir palabras extranjeras sin modificación previa.
Lo que se ha dicho para los grupos fonemáticos de las lenguas extranjeras,
vale también para los grupos fonemáticos dialectales o arcaicos. La lengua culta Los problemas de la estadística y del rendimiento funcional de
o literaria sólo acepta generalmente palabras dialectales en una forma convenien- los elementos fonológicos están muy estrechamente ligados con el estu-
temente modificada. Las palabras dialectales con grupos de fonemas extraños a la dio de las combinaciones. La estadística en el plano fónico ha sido ya
lengua literaria constituyen cuerpos extraños dentro del vocabulario de ésta y explotada anteriormente y utilizada con distintos fines prácticos y
e-Uaii relegados a partes especiales del mismo: cí., por ejemplo, en alemán, palabras
rumo Karchperl "marioneta", Droschke "coche", Wrak "restos de un naufragio",
científicos. Se entiende que para adaptarla a los fines fonológicos debe
l\'d/i/n-n "foca", Ebbe "reflujo", etc. En lo que se refiere a las palabras tomadas ser convenientemente modificada: no debe contarse ni las letras ni
de las lenguas antiguas que presentan grupos de fonemas actualmente en desuso, los sonidos, sino los fonemas y los grupos fonemáticos. En la bibliogra-
pertenecen también ellas a una parte especial del vocabulario (a saber, ai voca- fía fonológica la importancia de la estadística fue señalada por primera
liulnrio de la lengua poética o al de la lengua administrativa). Un grupo especial vez por Mathesius"82. Se debe a Trnka una contribución a la estadís-
lo constituyen en muchas lenguas los nombres propios (tanto de personas como de
I n d a r e s ) precisamente porque sus elementos extranjeros, arcaicos o dialectales, tica fonológica del inglés, la cual se halla en su libro ya mencionado:18:Í.
permanecen invariables en la lengua literaria: cí., por ejemplo, nombres alemanes W. F. Twaddell intentó una estadística de los fonemas consonanticos
( i i m o Leipzig, Leoben, Aliona, Luick, Treítschke, Pschorr, etc., que contienen alemanes y sus agrupaciones ;i84. George K. Zipf :ií<5 se ocupó de la esta-
V,mpos cíe fonemas no corrientes o que pertenecen a los más raros tipos morfemá- dística fonológica en general. En consecuencia, no faltan ya trabajos
liros : l s ". Por lo demás, es de observar que los nombres propios presentan también,
en muchos otros sentidos, una situación muy especial con respecto al sistema fono- sobre la estadística fonológica. Sin embargo, son poco numerosos, y
lógico y morfológico. en cada uno de ellos ha sido utilizado un método diferente. Hasta
El dominio más importante de los grupos anómalos de fonemas lo constituyen ahora no se ha creado un método uniforme de estadística fonológica,
lus interjecciones, las onomatopeyas, las palabras afectuosas u órdenes dirigidas a de modo que, partiendo de esta base, debemos contentarnos aquí sólo
los ¡mímales y, finalmente, las palabras con un matiz "expresivo". Después de con algunas observaciones sobre el tema.
lo que han dicho sobie este tema Mathesius y Korínek ;ití ', el problema, por
cierto, puede ser considerado como definitivamente aclarado y no necesita, por lo En fonología la estadística tiene una doble significación. Por una
tunta, una discusión más amplia. parte, debe indicar con qué frecuencia se repite en el habla un deter-
minado elemento fonológico de la lengua correspondiente (fonema,
grupo fonemático, tipo de palabra o de morfema); por otra parte, en
qué medida rinde funcionalmente este elemento o una determinada
oposición fonológica. Para lograr el primer fin deben estudiarse esta-
dísticamente los textos, y para lograr el segundo, los diccionarios. En
ambos casos se puede encarar ya sea sólo el número absoluto de las
!
'¿ Cí. sus artículos "La Structure phonologique du lexique du tchéque moder-
ne", TCLP, I, 67-85 y "Zum Problem der Belastungs- und Kombinationfáhigkeit
der Phoneme", ibid., IV, págs. 148 y sigs.
«M Cí. B. Trnka, TCLP, VI, págs. 60 y sigs. 3f:i B Trnka, "A Phonological Analysis of Present Day Standard English",
•'IHI) Se notará que se presentan también en este caso los grupos que por lo Place z vedeckych í^tavu, XXXVII, 1935, págs. 45-175.
I ipinecen solo en la juntura de dos morfemas: Leipzig-Abzug, Leoben- :!H1 w. F. Twaddell, "A Phonological Analysis of Intervocalic Consonant
iM'nh.u-hli'ii, 1,111,1. iii/ufí, Treitschke-Deutschkunde, Pschorr-Abschied, etc. Clusters in Modern Germán", Actes du lVe Congrés International des Linguistes,
:lsl
V. Muthesius, "O vyrazové platnosti nekterych cesky'ch skupin hláskovy'ch", págs. 218 y sigs.
/V/iíe fe¿, XV, págs. 38 y sigs., y J. M. KoTínek, "Studie z oblisti onomatopoje", •iíír> G. K. Zipf, Selected Studies oí the Principie oí Relative Frequency in
Prúce z vSdeckyfch ústavü, XXVI, Praga, 1934. Cí. también V. Skalicka, "O Language, Cambridge, Massachusetts, 1932, y Psycho-Biology of Language, Boston-
mud'urskych vy'razech onomatopoickych", Sborník íiloloÉicky, XI, 1937. Cambridge, 1935.
235
236 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Estadística fonológica 237

apariciones respectivas o bien la relación de este número respecto al El número total de silabas en los párrafos estudiados es de 400 en Bühler
número de apariciones teóricamente esperado sobre la base de las y de 276 en Dirr, de lo que se deduce que el largo medio de la palabra en Bühler
reglas combinatorias. es de dos sílabas, y en Dirr, de 1,4 sílaba. Puesto que en alemán sólo funcionan
como centros silábicos las vocales (las n, r y / silábicas, en sílabas no acentuadas
deben ser consideradas fonológicamente como en, ar, e/), el número de sílabas
indica, además, el número de fonemas vocálicos (400 para Bühler y 276 para
//. Resultados condicionados Dirr). En lo que se refiere a las consonantes, el párrafo de Bühler estudiado
¡>or el estilo y por la lengua contiene 636, y 429 el de Dirr: es decir que una palabra contiene en Bühler,
término medio, 3,2 consonantes, y en Dirr, 2,1 consonantes. La relación de las
consonantes con las vocales es casi la misma en ambos textos: las consonantes
Cada tipo de estadística fonológica presenta sus dificultades par- constituyen el 61 % del total de fonemas y las vocales el 39 %. Pero el número
ticulares. Cuando se estudia la frecuencia de determinados elementos total de fonemas es de 1.036 en Bühler y de 705 en Dirr, de manera que existe
fonológicos en los textos, las dificultades provienen sobre todo de la una diferencia de alrededor 3:2. No debe creerse que esta diferencia llegue a
desaparecer en párrafos más largos: está muy estrechamente ligada a las diferen-
elección de éstos. cias de estilo. La lengua científica, adaptada al alto nivel intelectual del oyente,
se caracteriza por las palabras largas, en tanto que el relato simple, adaptado
Abro al azar la Sprachtheorie de Bühler 386 y tomo, en la página 23, un al nivel casi primitivo del auditorio, prefiere las palabras cortas. Otra particula-
párrafo cualquiera de 200 palabras (desde "so// es a/so. . ." hasta "im Schosse der ridad de la lengua culta alemana es la superabundancia de grupos consonanticos.
Sprachwissenschaften /ángsí", es decir, de la línea 3 a la 28). En este párrafo En tanto que en párrafo de Dirr aparecen sólo 55 grupos consonanticos, de los
están contenidos 248 morfemas acentuables, de los cuales, 204 son monosílabos, cuales participan 116 consonantes, es decir, 27 % del total de los fonemas conso-
37 disílabos y 7 trisílabos. Tomo a continuación otro texto de alrededor 200 nanticos, el párrafo estudiado de la Sprachtheorie de Bühler contiene 127 grupos
palabras: el comienzo del primer cuento de los Kaukasischen Marchen de consonanticos, de los cuales participan 281 consonantes, es decir, el 44 % del
A. Dirr -M7, y compruebo que este párrafo contiene en total sólo 220 morfemas total de las consonantes. En lo que se refiere a la repartición de estas Consonantes
nrentuables, de los cuales, 210 son monosílabos, 10 disílabos y ni uno solo trisílabo. en las distintas posiciones de las palabras o morfemas, se corrobora que en ambos
La misma diferencia existe entre los textos elegidos respecto al largo de las pala- textos la mayoría de los grupos aparecen en la juntura de los morfemas (Dirr,
brns. En el libro de Bühler se encuentran palabras de distintos largos, desde 40 </,, Bühler 42 ''/< ) y en final de morfema (Dirr 33 r /r, Bühler 32 '/, ). Pero
1 hasta 9 sílabas. En el de Dirr, sólo de 1, 2 y 3 sílabas, con muy marcada prefe- en comienzo y en interior de morfema, ambos textos presentan relaciones muy
rencia por las monosílabas: diferentes: en Dirr aparecen en comienzo de morfema el 22 % y en interior el
5 % del total de grupos consonanticos, en tanto que en Bühler aparecen en
comienzo el 12 % y en interior el 14 % del total de grupos consonanticos. Ade-
Bühler Dirr más, en Bühler, en interior de morfema se hallan grupos como c/° (S/'fuaf/'on),
Ém (Dogma), skr (Deskriptiv), etc., los que en Dirr no aparecen ni una sola
vez, no sólo en el párrafo estudiado, sino tampoco en toda su selección de
número de palabras número de palabras cuentos caucásicos. Ésta es la consecuencia del uso extendido de palabras extran-
jeras que caracteriza a toda lengua científica.
absoluto % absoluto %
Los dos tipos de estilo elegidos como ejemplo —la lengua científica,
monosílabas 95 47,5 134 67 intelectualizada, y la lengua narrativa, deliberadamente simple, primi-
57 28,5 56 28 tiva e imitativa— son dos polos entre los cuales se sitúan otros tipos
trisílabas 27 13,5 10 5 de estilo que poseen cada uno sus características específicas. Todo
7 3,5 texto pertenece a algún tipo de estilo. Y si nos proponemos estudiar
sobre la base de un texto la frecuencia de ciertos elementos fonoló-
6 3
gicos en una determinada lengua, debemos preguntarnos ante todo
6 3 qué texto aparece como el más indicado para nuestros fines. El pro-
1 0,5 blema admite al parecer dos soluciones: o se elige un texto "estilísti-
camente neutro", o se eligen trozos de varios textos de distintos tipos
iMii'üsílabas 1 0,5 de estilo. Ambas soluciones son, sin embargo, poco satisfactorias.
Pues ¿qué debe (Considerarse como "estilísticamente neutro"? Y ¿en
200 100 200 100 qué proporción deben ser tomados los párrafos de distintos estilos?
Por consiguiente, parece imposible una liberación total de la esta-
:
'X« K. Bühler, Sprachtheorie, Jena, 1934. dística fonológica de la influencia de los distintos tipos de estilo. En
:tH7 "Kaukasische Marchen, ausgewáhlt und übersetzt von A. Dirr", en Z?/e las investigaciones de estadística fonológica deben tenerse en cuenta
Miirclien der Weltliteratur editado por F. von der Leyen y P. Zaunert, Jena, 1920. siempre las particularidades específicas de los diversos tipos de estilo.
238 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Estadística fonológica 239

Ante todo, debe establecerse cuáles fenómenos fonológicos están presentes diversos tipos de estilos (artículos de fondo sobre política,
condicionados por el estilo y cuáles otros son independientes del estilo. telegramas, artículos semicientíficos, comunicaciones administrativas,
Así hemos visto ya que, al menos en alemán, el largo de las unida- noticias deportivas, noticias económicas, folletines, etc.) 89°.
des de significación (palabras o morfemas) y la frecuencia de los
grupos consonanticos son fenómenos condicionados por el estilo. Por
el contrario, la frecuencia de los diferentes fonemas parece ser bas- ///. Interpretaciones propuestas
tante independiente del estilo del texto. de la frecuencia de los fonemas
Compárese, por ejemplo, la frecuencia de los fonemas vocálicos (en%) en Muy pocas lenguas han sido estudiadas estadísticamente hasta el presente en
los párrafos de Dirr y Bühler ya citados:
lo que respecta a la frecuencia de los fonemas. Por lo tanto, sería prematuro hacer
interpretaciones de los datos estadísticos y emitir juicios generales sobre este pro-
Bühler Dirr blema, pero no obstante, no faltan ya tentativas de esta clase. Una teoría sobre la
rii 18 causa de la diferencia de las cifras de frecuencia de los distintos fonemas en las
37 40
diversas lenguas fue establecida por J. van Ginneken »*1, Según esta teoría, cada
I 22 22 persona poseería una preferencia hereditaria por cierta articulación y elegiría
57 • instintivamente, cuando habla, las palabras en las cuales aparecen los sonidos
63 correspondientes. Puesto que todos los pueblos resultan de la mezcla de distintas
u 9 razas, en cada representante de un pueblo dado existe una determinada combinación
o 20 \ 10 10 23 de marcas raciales heredadas; a estas marcas corresponden también tendencias articu-
MI I 3 4 latorias. Puesto que los componentes raciales son los mismos en los distintos repre-
sentantes del mismo pueblo, también el sistema fonemático es el mismo en todos
16,5 , ellos; las variaciones individuales en la frecuencia de los fonemas se explican por
e, a la diferencia en la relación numérica de los componentes raciales en los distintos
ei
¡" 39 -I 18 u ; 35
representantes de un mismo pueblo. Esta teoría no ha sido elaborada por vía
1 I 4 7,5 J
43 inductiva ni se basa en hechos concretos, sino que ha sido creada apriorísticamente.
37
3 Kl material fonemático traído a prueba no sirve ni para el fundamento ni para el
I 4
r 0,5 2 J
control de la teoría; al contrario, sólo se lo explica por la teoría; la explicación,
naturalmente, en ningún momento deja de ser meramente hipotética: si un fonema
I 0,5 cualquiera, en una lengua determinada, presenta un número de frecuencia espe-
100 100 cialmente alto o especialmente bajo, se supone que las marcas raciales del pueblo
en cuestión favorecen o dificultan el movimiento articulatorio correspondiente.
Las pequeñas diferencias en a, e, ei pueden ser difícilmente atribuidas a la Pero esto es una peí/fio principa, pues es necesario probar primero a.ue la mayor
influencia de los tipos de estilo. Es posible que esta diferencia desaparezca en el o menor frecuencia de un fonema en el discurso de un hablante depende de las
estudio estadístico de textos más largos. marcas raciales del mismo. El que en las lenguas negras no hallemos la misma
frecuencia de fonemas que en las lenguas indias de América del Norte no consti-
tuye de ninguna manera una prueba de la dependencia de la frecuencia fonema-
En consecuencia, la frecuencia de aparición de los fonemas -al tica respecto a las marcas raciales, puesto que las lenguas negras se diferencian
menos en alemán- no parece estar condicionada por el estilo, y para de las lenguas indias no sólo por la frecuencia de los fonemas, sino también por
hacer su estadística puede ser elegido cualquier texto (excepto poesías el inventario de fonemas y por la estructura gramatical. Sólo un experimento en
y textos en prosa particularmente artificiosos, en los cuales una defor- el cual los factores pertinentes estuviesen completamente aislados de los demás,
mación artística intencional de la frecuencia fonemática normal ha podría aportar una prueba objetiva. Sería necesario, por ejemplo, estudiar la
frecuencia fonemática en dos sujetos de distintas razas pero con la misma lengua
producido efectos específicos)388. Sin embargo, a título de precau- materna y el mismo nivel de cultura (además con el mismo tipo de estilo en las
ción, debe tenderse también en este caso a la neutralización de los expresiones lingüísticas). Sin embargo, los resultados de tal experimento podrían
géneros de estilo. Lo más apropiado para esto parecen ser las notas tener importancia científica sólo si el experimento fuese repetido varios cientos
sobre diversas conversaciones389 o bien diarios en los cuales estén de veces con representantes de distintas razas y de distintas lenguas, y sólo enton-
ces podría discutirse acerca de esa cuestión.
18
C/. J. Mukaíovsky, "La Phonologie et la poétique", TCLP, IV, págs. 280
i ir 390 cí. por ejemplo Eldbridge, T/iousand Comhion English Words, Buffalo,
'•' Peükovskij ha dado una estadística fónica del ruso basada en el registro 1911.
<l« conversaciones casuales en "Des'at" tys'ac zvukov russkogo jazyka", Sbornik 391
Cf. J. van Ginneken, "Ras en Taal", Verhandl. d. Kon. Akad. van
uluíej, Leningrado, 1925, págs. 167-191. Sobre el sueco existe un trabajo semejan- Wetensch. te Amsterdam, Alt. Letterkunde, N. R. XXXVI, 1935, De Ontwikkel-
te basado en notas taquigráficas de los discursos del parlamento sueco. Lamen- ingséeschiedenis van de systemen der menschelijke Taalklanken, Amsterdam, 1932,
tablemente se trata en ambos casos de una estadística de los sonidos y no de los De Oorzaken der taalveranderingen, Amsterdam, 1930, y "La Biologie et la base
fonemas. de l'articulation", Journal de Psychologie, XXX, págs. 266-320.

.
240
LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Estadística fonológica 241
Otra teoría sobre la frecuencia de los fonemas es la propuesta por George
K. Zipf 392. Según esta teoría, la frecuencia de un fonema sería mayor cuanto menos El fonema v (así como también el correspondiente palatalizado v') toma, sin
complicada es su realización. En ella Zipf se coloca, pues, por completo en el embargo, un lugar especial: por una parte, no puede hallarse en final de palabra,
punto de vista de las ciencias naturales. Por lo tanto, la comprobación de la con- y también en el interior, ante sonido consonador sordo, es reemplazado por su
sistencia de esta teoría debe efectuarse según los procedimientos de las ciencias correspondiente sordo /; pero por otra parte, pueden hallarse ante v consonantes
naturales; sin embargo, no puede medirse el grado de complicación de una articu- sordas (c/. tvoj "tuyo", svad'ba "boda", zakvaska "levadura", etc.), lo que es
lación. Las oclusivas sonoras presentan una tensión de las cuerdas vocales y, al imposible ante otros sonidos consonadores sonoros. En otras palabras, v no ejerce
mismo tiempo, una distensión de los órganos de la boca; en las oclusivas sordas, sobre los otros sonidos consonadores la misma influencia que los miembros marca-
en cambio, las cuerdas vocales están distendidas y los órganos de la boca tensos. dos de la correlación de sonoridad. Esto debe ser puesto en relación con el hecho
¿Cuáles son las más complicadas? Rn las consonantes aspiradas la glotis está de que v es casi cuatro veces más frecuente que /, en tanto que en los demás
completamente abierta, es decir, permanece en la misma posición que adopta en pares de fonemas de la correlación de sonoridad, el miembro sonoro es casi tres
la respiración normal, en tanto que en las consonantes no aspiradas, cuando se veces más raro que el sordo 394.
produce la distensión, tienen que hallarse en otra posición para que no se produzca Los ejemplos mencionados por Zipf pueden ser reducidos todos a la fórmula
la aspiración. Pero, por otra parte, cuando la corriente de aire es más fuerte, los antes enunciada. En efecto, en las lenguas con correlación de sonoridad, los soni-
órganos de la boca están habitualmente más tensos. Por esta razón también es dos consonadores sordos son miembros no marcados de la oposición, lo mismo que
difícil decir si, en la oposición de aspiración, son "más complicadas" las conso- los sonidos consonadores no aspirados en las lenguas con correlación de aspiración.
nantes aspiradas o las no aspiradas. Lo mismo puede repetirse en lo que se refiere Que aquí no se trata de la aspiración en sí, sino sólo de la relación de oposición,
a todas las oposiciones de modo de franqueamiento. Y menos aún puede determi- lo demuestran las lenguas como el lesghe (kiurino), en el que las oclusivas aspira-
narse el grado de complicación en las oposiciones de localización. Zipf trae como das son los miembros no marcados de la correlación consonantica de intensidad 3*5:
ejemplo la oposición tn-n y cree poder establecer, por el hecho de que n aparece aquí las oclusivas aspiradas son por regla general más frecuentes que las corres-
en muchas lenguas más frecuentemente que m, que m es más complicada que n pondientes no aspiradas (ph 1,8 : P 0,8; th 5,2 : T 2,2; kh 8,8 : K 0,7; ch 9,0 : C 0,1);
(págs. 78-79). Pero m se articula con los labios cerrados y el velo del paladar en sólo en la serie de localización post-velar la relación es inversa (qh 1,6 : O 3,8):
descenso, es decir, totalmente en posición de reposo de los órganos de 'a fonación ahora bien, se puede observar que la oposición qh-Q, contrariamente a todas las
(excepto la tensión de las cuerdas vocales), en tanto que la articulación de n demás oposiciones de la correlación de intensidad, no se neutraliza en sílaba
(excepto la tensión de las cuerdas vocales, que le es común con m) está* unida a pretónica.
la elevación de la punta de la lengua hacia los dientes o alvéolos y, en la mayoría Aun cuando no existe ninguna duda de que la diferencia entre los miembros
de los casos, también al correspondiente movimiento del maxilar superior. Por marcados y los no marcados de una oposición y la diferencia entre las oposiciones
consiguiente, esta teoría —al menos en su forma antes mencionada— también debe neutralizables y no neutralizables influyen sobre la frecuencia de los fonemas,
ser decididamente descartada. es también evidente, sin embargo, que estos hechos no son suficientes para explicar
las relaciones de frecuencia. En las diferentes lenguas siempre hay oposiciones
Las dos teorías comentadas anteriormente deben considerarse en general como cuyo carácter privativo no puede ser demostrado objetivamente. Así por ejemplo,
rebatibles, porque quieren explicar hechos fonológicos por medio de causas bioló- en francés, la correlación de sonoridad es sin duda privativa y neutralizable, pero
gicas, es decir, extralingüísticas. Pero la teoría de Zipf puede ser, por as', decirlo, está sujeta sólo a una neutralización disimilativa condicionada por el contexto (del
"traducida a términos fonológicos", como lo ha indicado ya Marcel Cohén en su tipo a), y la elección del archifonema está condicionada exteriormente; de este
comentario del libro de Zipf 393 . Esta teoría, en su concepción fonológica, podría modo el carácter de no marcado no puede ser probado objetivamente en ninguno
ser formulada así: "de los dos miembros de una oposición privativa, el miembro de los miembros de esta oposición396. En conjunto los sonidos consonadores
no marcado aparece, en el discurso ininterrumpido, más frecuentemente que el sordos del francés son más frecuentes que los sonoros (casi 60 : 40), pero la rela-
miembro marcado". Esta fórmula podría ser acertada tomada en bloque, pero en ción es distinta para cada par de fonemas en particular: i" y v son mucho más
ningún caso debe ser considerada como regla sin excepción. Deben distinguirse frecuentes que S y f; d y t tienen casi la misma frecuencia, en tanto que en los
las oposiciones neutralizables de las que no lo son y tomar también en considera- otros pares (p-fe, k-g y s-z) el miembro sordo es más frecuente que el sonoro.
ción la extensión de la neutralización. En ruso, donde la oposición entre conso-
nantes palatalizadas y no palatalizadas existe en doce pares de fonemas, la regla
se cumple sólo en 11 de estos pares: las no palatalizadas p, b, i, v, t, d, s, z, m, n
y r aparecen, en efecto, más a menudo que las palatalizadas correspondientes p', IV. Frecuencia efectiva
b', f, v', t', d', s, z', ni, n y r' (la relación es aproximadamente de 2 : 1 ) . Pero y frecuencia esperada
para el par de fonemas / : /' la regla no rige: la /' palatalizada es en ruso más
frecuente que la no palatalizada (la relación / : /' = 42 : 58). Ahora bien, no es
por cierto casual que justamente la oposición /-/' se neutralice sólo ante e, en tanto En general es imposible establecer reglas estrictas acerca de la
que las oposiciones p-p , t-t', etc., se neutralizan además en otras posiciones (ante frecuencia de los fonemas; pues esta frecuencia es, en efecto, el resul-
iipical, ante sibilante y ante labial palatalizada). La correlación de sonoridad es tado de toda una serie de tendencias. La cifra absoluta de la frecuen-
neutralizable en ruso: en final de palabra ante pausa o ante palabra que comienza
ron sonantes se admiten solamente sonidos consonadores sordos, por lo cual se cie fonemática real tiene solamente una importancia secundaria. Un
loi considera a éstos como miembros no marcados de la correlación de sonoridad. i
394
Además z sonora aparece en ruso más a menudo que 5 sorda. Pero esta
:lí>2 excepción no existe en los rusos que pronuncian "s" como "SS".
G. K. Zipf, Psycho-Biology oí Lan¿uage, págs. 68 y sigs. Véase la recensión
del autor en SIovo a slovenost, II, 1936, pág. 252 y sigs. 395 Para hacer la estadística de los fonemas del lesghe fue utilizado el cuento
N' 5 del apéndice a Uslar, "K'urinskij jazyk" (Etnografija Kavkaza), págs.
:<«:< Cf. M. Cohén en Bull. de la Société de Ling. de París, XXXVI, 1935,
pig. 10. 291-299.
3»6 C/. A. Martinet en TCLP, VI, págs. 51 y sigs.
242 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA Estadística fonológica 243

verdadero valor lo tiene solamente la relación entre la cifra de esta final de palabra, es decir, que aparecen (3 -) -- veces. Las frecuencias
frecuencia real y la cifra de la frecuencia fonemática teóricamente a
O o
esperada, por eso el recuento propiamente dicho de los fonemas de un
texto debe estar precedido por un cuidadoso cálculo de las posibilida- esperadas están pues, entre sí en la relación de — a 6 H—- es decir,
a a
des teóricas (teniendo en cuenta todas las reglas de neutralización y como 1 a a + 1; puesto que el término medio de sílabas en las pala-
de combinación). Supóngase, por ejemplo, una lengua en la que una bras chechén es de 1,9, obtenemos la relación 1 : 2,9. En la realidad
determinada oposición de fonemas consonanticos se neutraliza en existen las cifras siguientes:
comienzo y en final de palabra y aparece en la posición de neutrali-
zación sólo el miembro no marcado de la oposición. En esta lengua el t' 33 90 (11 : 30)
miembro no marcado de la oposición podría pues aparecer en comien- 38 47 (24:30)
zo de cada sílaba y también en final de palabra, en tanto que el miem-
21 : 45 (14:30)
bro marcado puede aparecer al comienzo de todas las sílabas, excepto
de la inicial. Si en esta lengua el número medio de sílabas de una 17: 97 ( 5:30)
palabra es igual a a, es de esperar que la frecuencia del miembro no ¿' 5 : 59 (2,5:30)
marcado de la oposición sea igual a la del término marcado, como 39S
27
« + 1 es a a — 1. En chechén (como también en la mayoría de las
lenguas con correlación de geminación) las consonantes geminadas En conjunto la relación de las cifras de frecuencia corresponde, para
aparecen sólo en el interior de la palabra, y las palabras (al menos en las oclusivas recursivas y no recursivas, casi a la relación esperada
los cuentos populares) contienen término medio 1,9 sílaba; la rela- (114 : 365 = 0,9 : 2,9); pero los distintos pares de fonemas en particu-
ción de la frecuencia de las consonantes geminadas a la de las no lar se apartan considerablemente de esta relación; lo hacen por cier-
geminadas correspondientes debería ser de 9 : 29 (es decir, de alrede- to en ambos sentidos, pero en todo caso los miembros no marcados son
dor de 1 : 3 ) . En la realidad la estadística indica las siguientes cifras: siempre más frecuentes que los marcados.
El cálculo de las posibilidades teóricas no es siempre tan simple
tt : t 12 : 90 (4:30) como en los ejemplos anteriores, pero no hay que dejarse desanimar
qq: q 6 : 45 (4:30) por las dificultades técnicas de un cálculo semejante, pues sólo por
cc:c 25 : 59 (13:30) comparación con las cifras de frecuencia posibles obtenidas sobre la
base de tales cálculos, las cifras de frecuencia efectiva adquieren valor,
U: 1 16:32 (15 :30) ;OT .
por cuanto demuestran si un fonema es usado mucho o poco en la
ce y // geminadas son por lo tanto las usadas con más frecuencia; lengua de que se trata.
en cambio, tt y qq geminadas son más raras de lo que teóricamente Al estudiar la estadística fonológica de un texto no debe tenerse en
podría esperarse. La misma lengua chechén posee en las oclusivas la cuenta sólo la frecuencia de la aparición de un fonema en general, sino
correlación de recursión, la cual existe, sin embargo, solamente en también la frecuencia de su aparición en determinadas posiciones. Por
comienzo y en interior de palabra; en final, en cambio, se neutraliza ejemplo, si el miembro no marcado de una oposición neutralizable
y el archifonema está representado por las oclusivas no recursivas. aparece con especial frecuencia en la posición de neutralización (donde
Por consiguiente, los miembros marcados de esta oposición pueden representa al archifonema) esto indica que la oposición en cuestión es
hallarse sólo en comienzo de palabra, es decir, que si se designa como poco utilizada; pero si este miembro de la oposición aparece con parti-
(i al número total de sílabas del texto, y como <x al término medio de cular frecuencia (es decir, con más frecuencia de lo que en teoría
sílabas de una palabra, dichos miembros m a r c a d o s sólo aparecen podría esperarse) precisamente en la posición de pertinencia, esta
circunstancia prueba una preferencia especial por el uso de la oposi-
— veces. Los correspondientes miembros no marcados de la oposición
u ción de que se trata. De la misma manera puede establecerse estadís-
pueden hallarse, en cambio, en comienzo de cada sílaba y además en ticamente el grado de utilización de distintas oposiciones no neutrali-
zables. En muchas lenguas hay posiciones fónicas en las cuales se
•'!!)7 El recuento fue hecho en el texto N9 IV de la recopilación de K. Bouda admiten muy pocos fonemas y en las que existen por lo tanto pocas
Tschetschenische Texte ( = Míffeí/ungen des Sem/'nars íür orientalische Sprachen oposiciones distintivas. Teniendo en cuenta si se sobrepasan o al con-
lu Berlín, Jahrg. XXXVIII, Abt. II, Westasiatische Studien, Berlín, 1935, págs.
31-35). Para tt, t, qq, q, ce y c se estudió todo el texto, y para 11 y I sólo las
primeras 300 palabras. p recursiva no aparece ni una vez en el texto estudiado.
244 LA FUNCIÓN FÓNICA DISTINTIVA
Estadística fonológica 245
trario no se alcanzan las frecuencias teóricas esperadas en estas posi-
ciones fónicas, se puede establecer si las oposiciones en cuestión son sílaba cerrada (u, o, o, a, F, i, 0, y, ó, á, é, 0) y 13 en sílaba abierta (los
muy usadas o poco usadas. mismos y además e). No se admiten los grupos de "vocal nasal (6, e,
¿>, á) + m, n, n,r,lo ;'". Teóricamente son pues posibles 1 5 x 1 3 = 195
La estadística burda y global de los fonemas debe ser pues reem-
plazada por una estadística más sutil y específica cuyo objeto no lo palabras del tipo "consonante + vocal" y (12 X 18) — ( 4 x 6 ) = 192
palabras del tipo "vocal + consonante". En realidad, el tipo "conso-
constituyan ya los fonemas, sino las oposiciones. Aquí, en efecto, como
en todas las otras partes de la fonología, se debe tener siempre presen- nante + vocal" está representado en francés por 142 palabras, y el tipo
"vocal + consonante", por 50 palabras. Es decir, que en alemán, en el
te que no son los fonemas, sino las oposiciones, las que constituyen el
objeto propio de las consideraciones fonológicas. tipo "consonante + vocal", se realiza sólo el 31,8 % de las posibilidades
teóricas, en tanto que en francés se realiza el 73 %. En el tipo "vocal
+ consonante" la realización de las posibilidades teóricas alcanza casi
V. La estadística fonológica el mismo porcentaje en ambas lenguas: 28 % en alemán y 26 % en
del vocabulario francés. Pero mientras que en alemán las palabras de este tipo consti-
tuyen el 40 % de todos los monosílabos compuestos de dos fonemas,
en francés forman sólo el 26 % de dichos monosílabos. Se puede ver,
De las explicaciones que preceden resulta claro que el solo estudio por lo tanto, cómo aun dentro de un marco tan restringido se destaca
estadístico de los textos no es suficiente para obtener una idea de la netamente la individualidad de las lenguas. Mathesius, que en TCLP I
utilización relativa de los distintos elementos fonológicos. Este estudio compara el checo con el alemán desde el punto de vista de los medios
debe ser completado por un estudio estadístico del diccionario. Por fonológicos, establece entre otras cosas que las palabras constituidas
otra parte, también se debe tener en cuenta la relación entre las cifras por dos o tres fonemas, las que t e r m i n a n en vocal representan en
reales y las teóricamente posibles. V. Mathesius y B. Trnka han alemán el 25,2 % y en cambio en checo sólo el 8,2 %. Además en
hecho ya importantes tentativas en este sentido. Los trabajos de alemán, los grupos de consonantes son utilizados más bien en final de
Mathesius permiten ver de manera especialmente clara la importancia palabra y en checo, en cambio, más bien en comienzo.
de tales investigaciones para la caracterización fonológica de las len- Todas estas particularidades, que confieren a cada lengua su fiso-
guas. Es fácil convencerse de esto si se comparan en distintas lenguas nomía especial, pueden ser expresadas en números. También el grado
las palabras compuestas de dos fonemas. En alemán pueden hallarse de utilización distintiva ("rendimiento funcional") de las diversas
en comienzo de palabra 18 consonantes (fo, p, m, d, t, n, k, g, c, z, S, í, oposiciones fonológicas y el rendimiento medio de los fonemas puede
v, f>, h, r, 1 y ;') y en final 14 consonantes (p, m, t, n, k, \\, x, c, s, p, f, I,
ser establecido en cifras para cada lengua por medio de este método de
T y /), en tanto que todos los fonemas vocálicos acentuados (es decir, estudio del vocabulario. Esto permite comprobar que, en este sentido,
10, si no se distingue á y e) pueden hallarse tanto en comienzo como hay lenguas "parcas" y lenguas "pródigas". En las "parcas", son muy
en final de palabra; los grupos "j + i", "au + r", "au +1|", "eü -f- r", numerosas las palabras que se diferencian entre sí por un solo fone-
"eü + »|", "ai + r", "ai + i|", "o + i]" y "ó + t|" no se admiten. Por con- ma y muy elevado el porcentaje de realización de las combinaciones
siguiente son teóricamente posibles en alemán (18 X 10) — 1 = 179 fonemáticas teóricamente posibles. En las lenguas "pródigas" existe
palabras del tipo "consonante + vocal" y (14 X 10) — 8 = 132, del tipo la tendencia a distinguir unas de otras las palabras, mediante varios
"vocal + consonante" (sin tener en cuenta las diferencias de corte de medios fonológicos, y a realizar sólo una pequeña parte de las combi-
sílaba). En la realidad el tipo "consonante + vocal" está representado naciones fonemáticas teóricamente posibles.
en alemán por 57 palabras (du, Kuh, zu, Schuh, wo, loh, roh, Bau, Tau,
kan, Gau, Píau, Vau, San, schau, hau, lau, rauh, die, nie, Vieh, wie, Una investigación estadístico-fonológica del vocabulario confiere
zieh, sie, hie, lieh, máh, Tee, nah, Weh, Zeh, See, je, geh, bei, weih, zeih, un nuevo sentido al estudio estadístico-fonológico de los textos. En
sei, reih, leih, Küh', Hóh', neu, scheu, Heu, Leu, Reuh-, da, nah, sah y ja, efecto, las cifras de frecuencia adquieren, por así decir, una doble rela-
y además los nombres de letras Be, Pe, De, Ha y Ka), y el tipo tividad: es posible ahora determinar también en qué grado se utilizan
"vocal + consonante", por 37 palabras (Uhr, Ohr, ob, Aug', auch, aus, en el discurso las posibilidades teóricas calculadas mediante las reglas
au/, ihr, im, in, ich, iss, er, El, Em, En, ene, Eck, átz, es, Esch, Eid, ein, de combinación y realizadas en el vocabulario. Cuanto mayor es el
eil, Eich', Eis, Eul', euc/i, Aar, Aal, am, an, ach, ass, Aff, ab y Asch'). número de fonemas de un tipo de palabra, tanto más elevado es el
En francés se admiten en comienzo de palabra 15 consonantes (b, p, d, número de palabras de este tipo teóricamente posible. La investiga-
t, g, k, v, f, s, s, z, m, n, r y 1), y 18 en final (b, p, d, t, g, k, v, f, z, ción estadística del vocabulario indica qué porcentaje de estas posibili-
s, s, z, m, n, n, r, 1 y j ) ; de los fonemas vocálicos, 12 se admiten en dades teóricas se realiza, es decir, qué cantidad de combinaciones fonc
máticas del tipo en cuestión poseen una significación determinada. Pero
246

no dice nada acerca de la frecuencia efectiva de la aparición de pala-


bras de este tipo en el discurso normal. Sólo el estudio estadístico de
los textos puede informarnos acerca de este punto. Se comprueba, por
otra parte, que los tipos de palabra con un alto porcentaje de realización
de las posibilidades teóricas tienen una frecuencia inferior a los tipos
de palabra con débil porcentaje de realización. Si respecto a estos pro-
blemas existen leyes de valor general, o si las lenguas son distintas
desde este punto de vista, son cuestiones a las que no puede aún
responderse, pues la estadística fonológica está hasta el presente dema- ESTUDIO DE LA
siado poco cultivada. Pero en todo caso se debe estar expresamente FUNCIÓN FÓNICA DELIMITATIVA399
prevenido, dentro de este terreno, contra teorías y conclusiones
prematuras.

Para concluir, señalemos aún que la estadística lexical debe luchar a menudo
con las mismas dificultades que la estadística de textos. No todas las partes del
vocabulario son iguales y comparables. Hay expresiones técnicas que, aun cuando
no sean términos extranjeros en el sentido habitual, sólo son corrientes dentro del
estrecho círculo de los especialistas. ¿Deben incluirse tales expresiones en la
estadística? Hay palabras que con la forma que les corresponde en la lengua lite-
raria existen sólo en los diccionarios y que de hecho sólo viven en una forma
fónica dialectal debido a que ya por su sentido pertenecen al dominio de los dialec-
tos (por ejemplo, las expresiones técnicas de la vida campesina, etc.). ¿Bajo que
forma fónica deben ser utilizadas estadísticamente? Tales problemas se presen-
tan en la estadística lexical de casi todas las lenguas. Preguntas semejantes a
éstas son de primordial importancia para ciertas lenguas literarias orientales. En
todo caso, las cosas no deben ser presentadas como objetivamente fáciles.

399
Cf., del autor, Anleitung zu phonologischen Beschreibungen, págs. 30 y
sigs. y "Die phonologischen Grenzsignale", Proceedings oí the Second International
Congress oí Phonetic Sciences, Cambridge, 1936, págs. 45 y sigs.
1 OBSERVACIONES PRELIMINARES

,
Además de los recursos fonológicos mediante los cuales se diferen-
cian unas de otras las distintas unidades significativas (sememas),
cada lengua posee una cantidad de recursos fonológicos que delimitan
estas unidades. Estas dos funciones fónicas, la distintiva y la delimi-
tativa, deben ser cuidadosamente diferenciadas. La función distintiva
es indispensable: para la lengua como tal, es imprescindible que los
complejos fónicos que corresponden a las distintas unidades significa-
tivas sean diferenciados unos de otros, sin lo cual dichas unidades se
confundirían. Para que cada uno de estos complejos fónicos sea sufi-
cientemente caracterizado en su individualidad, debe presentar deter-
minadas "marcas fónicas" en un determinado orden. Cada lengua
posee sólo una cantidad limitada de estas "marcas fónicas" y las com-
bina, para formar complejos fónicos portadores de significación, según
determinadas reglas. Esto no puede ser de otra manera, pues está
ligado a la naturaleza misma del habla humana. Por el contrario, no
es imprescindiblemente necesaria la delimitación interna de los com-
plejos fónicos portadores de significación. Estos complejos pueden
sucederse en un flujo ininterrumpido de palabras, sin ninguna indica-
ción acerca de sus límites. En la mayoría de los casos se sabe en forma
unívoca, por el conjunto del contexto, si una "marca fónica" cualquiera
(= fonemas realizados) se encuentra al final de un complejo fónico
portador de significación (Apalabra o morfema) o al comienzo del
que le sigue. La posibilidad de no comprensión es muy pequeña en
general, especialmente porque en la percepción de cada manifestación
lingüística el oyente está habitualmente situado de antemano en una
esfera conceptual determinada, delimitada de manera muy estricta, y
sólo entran en consideración los elementos lexicales que pertenecen
a dicha esfera. Sin embargo, toda lengua posee ciertos elementos fono-
lógicos especiales que señalan la existencia o la no existencia de un
límite de morfema, de palabra o de frase en un punto determinado de
la corriente fónica ininterrumpida; pero estos elementos no son, como
tales, sino elementos auxiliares. Pueden en realidad ser comparados con
las señales de tránsito en la calle. Hasta hace poco estas señales no
existían ni siquiera en las grandes capitales, y aun hoy no las hay en
todas las ciudades. Incluso es posible prescindir de ellas: en este caso
sería necesario simplemente ser más precavido y poner más atención.
Por eso también no hay señales en todas las esquinas, sino sólo en
algunas. De igual modo los medios lingüísticos de delimitación no
aparecen generalmente en todas las posibles posiciones, sino sólo de
249
250 LA FUNCIÓN FÓNICA DELIMITATIVA

vez en cuando. La única diferencia está en que hay señales de tránsito


en los cruces "especialmente peligrosos", en tanto que la distribución de
los medios lingüísticos delimitativos es al parecer en la mayoría 2
de las lenguas totalmente casual; esto depende ciertamente del hecho SIGNOS DEMARCATIVOS
de que el tránsito está reglado artificial y racionalmente, en tanto que
la lengua se forma y se desarrolla como un organismo. Pero en cuanto FONEMÁTICOS Y AFONEMÁTICOS
a su naturaleza psicológica, los medios lingüísticos delimitativos se
asemejan, sin embargo, a las señales de tránsito: tanto unos como
otras permiten de vez en cuando un relajamiento de la atención.
Cuando anteriormente se estudiaron los tipos de neutralización con-
Designamos los medios lingüísticos delimitativos como "signos
dicionados por la estructura (págs. 215 y sigs.) se estableció ya que en
demarcativos". Éstos pueden ser clasificados según diversos principios.
algunas lenguas ciertas oposiciones distintivas existen sólo en el comien-
En primer lugar, por su relación con la función distintiva; en segundo
zo o sólo en el final de las unidades significativas (palabras o morfe-
lugar, por su carácter homogéneo o complejo; en tercer lugar, teniendo
mas), pero que se neutralizan en las demás posiciones. En estos casos,
en cuenta si indican la existencia o la ausencia de un límite, y en los miembros marcados de la oposición de que se trata poseen, además
cuarto lugar, según qué clase de límite indican (es decir, si se trata
de su valor fonemático (es decir, distintivo), el valor de signos demar-
de un límite de palabra, de morfema o de frase). Para caracterizar
cativos, puesto que sólo aparecen en los límites (comienzo o final) de
una lengua, es importante establecer qué clases de signos demarcativos
una unidad de significación. Esto ocurre, por ejemplo, con las oclusivas
predominan y con qué frecuencia son utilizados, de manera que la
función fónica delimitativa exige una estadística especial. aspiradas en los dialectos escoceses (gaélicos) de la isla de Barra, con
las consonantes aspiradas y las recursivas en el bengalí oriental,
con las oclusivas recursivas y las consonantes palatalizadas enfáticas
del chechén, etc. Asimismo las vocales nasalizadas, las vocales largas
y las vocales de la serie media (y, 0 y a ) del dialecto escocés de la isla
de Barra y todas las vocales labializadas (ú, u, o y o) del dialecto
kazum del ostiak septentrional 4<)0 son fonemas y al mismo tiempo
signos demarcativos, puesto que sólo aparecen en sílaba inicial y for-
man en esa posición oposiciones distintivas con las vocales no marca-
das correspondientes. En todos los casos mencionados se trata de la
neutralización reductiva de todas las correlaciones en la "posición no
limítrofe", de manera que categorías enteras de fonemas marcados se
convierten en la "posición limítrofe" en signos demarcativos. Pero
puede ocurrir también que no sean correlaciones, sino sólo oposicio-
nes privativas, las que se hallan sometidas a la neutralización reduc-
tiva: también en este caso el resultado debe ser la asociación, en el
miembro marcado, de la función distintiva con la función delimitativa
(el miembro no marcado, en cambio, posee en este caso, lo mismo que
en los anteriores, sólo función distintiva). Así por ejemplo, en griego
antiguo la oposición entre el ataque vocálico aspirado y el no aspirado
existía sólo en comienzo de palabra, de modo que el ataque vocálico
aspirado (spiriíus asper) era al mismo tiempo un fonema con poder
distintivo (c/. (I); "como"-d>c; "oído", ?H "seis"-E"§ "fuera de", etc.) y
una señal de comienzo de palabra. En nuba occidental existe una
oposición de sonoridad en las oclusivas de todas las series de localiza-
ción; pero en tanto que en la serie labial y en las dos series apicales
esta oposición es no neutralizable, en la serie gutural y en la palatal
400 cf y. K. Stejnic, "Chantyjskij (ost'ackij) jazyk", en Jazyki i pis'mennost'
narodov Severa, I, 1937, págs. 200 y sigs.
251
Signos fonemátícos y aíonemáticos 253
252 LA FUNCIÓN FÓNICA DELIMITATIVA
solamente un "tipo independiente de pronunciación" de la vocal en
está sometida a la neutralización reductiva, de manera que los fonemas comienzo de morfema 405. En finés, por el contrario, la oclusión de la
é y i- aparecen sólo al comienzo de palabra y por lo tanto son fonemas laringe es un signo demarcativo fonemático: aparece sólo tras vocal al
y signos demarcativos al mismo tiempo 401 . -
final de palabra, pero en esta posición se encuentra en oposición dis-
Además de estos signos demarcativos íonemáticos, muchas lenguas tintiva respecto a la "interrupción suave de la vocal" (por ejemplo,
presentan signos demarcativos especiales afonemáticos. Con esta expre- vie' "conduce" (imperativo) -vie "(él) conduce".
sión nos referimos a la variante combinatoria usada exclusivamente en
la posición limítrofe de un fonema que aparece también en otras posi- En fin, es también un signo demarcativo afonemático el llamado
ciones. Así por ejemplo, en el tamil, los sonidos consonadores se reali- acento "no libre" o "fijo". Dado que este acento afecta siempre a la
zan en comienzo de palabra como oclusivas aspiradas sordas (p'', t'\ k1') misma sílaba (o mora) en todas las palabras con igual número de
y en interior de palabra, en cambio, se realizan a veces como sonoras sílabas (o moras), su posición no puede diferenciar la significación de
y a veces como espirantes (en los casos de geminación, como oclusivas las palabras, pero indica siempre en qué relación se encuentra el proso-
no aspiradas) 402. De este modo p1', t1' y k1' son aquí solamente signos dema acentuado con respecto al límite de la palabra 40(i . En la gran
demarcativos: la oposición k''-x o k''-g (p''-v o p''-b y í''-h o t''-d) no mayoría de las lenguas que poseen el acento "fijo" (dinámico), éste
tiene ningún poder distintivo, es decir, no puede ser utilizada para dife- descansa sobre la primera sílaba de la palabra: cf. en gaélico, en islan-
renciar palabras, sino exclusivamente para delimitarlas por cuanto k1' dés, en lapón, en finés, en alto sorabe y en parte en bajo sorabe, en
(o p'' o í';) señalan siempre el comienzo de una palabra. En la misma checo, en eslovaco, en húngaro, en chechén, en dargino, en lakke, en
lengua la u breve se realiza en final de palabra como vocal posterior yurak samoyedo (nenes), en samoyedo tavgi (gnanasane), en samo-
no labializada con elevación de la lengua ("u/'); puesto que esta reali- yedo del Yeniséi (enes), en vogul, en yakute, en mongol, en kalmuk,
/ación no se presenta en ninguna otra posición, ui es sólo una señal del etc. En otras lenguas el acento fijo descansa siempre sobre la última
final de palabra y la oposición u-iu no tiene poder distintivo sino sólo sílaba; por ejemplo en armenio, en el dialecto tauda del vogul, en la
delimitativo. En japonés existe entre ¿ y i| una relación de variante gran mayoría de las lenguas turcas, en tubatulabal (grupo shoshón de
combinatoria, ya que g sólo aparece en comienzo de palabra y i| sólo la familia uto-azteca). En todas estas lenguas el acento dinámico
entre vocales; la oposición ¿-\\ no puede pues diferenciar a ningún par indica directamente en qué sílaba comienza o termina la palabra. En
de palabras, pero sirve para delimitarlas, ya que g indica siempre el otras lenguas el acento fijo está separado por un prosodema del lími-
comienzo de una palabra. En muchas lenguas, ciertas fricativas se te de la palabra, es decir, descansa sobre el segundo o sobre el penúl-
realizan en comienzo de palabra como "africadas": en alto sorabe, por timo prosodema de la palabra. Este tipo de acento fijo no es raro,
ejemplo, la fricativa gutural sorda x se pronuncia en comienzo de pero parece presentarse sólo en regiones geográficamente limitadas.
morfema como africada gutural kx (escrito "/ch"); el mismo fenómeno En Europa, el acento fijo de la penúltima sílaba está representado
se observa en algunos dialectos de la lengua buriate (mongol buriate), por el polaco (con excepción de los dialectos kasubes), por los dialec-
por ejemplo, en el dialecto alar 40:!; en el dialecto sosva del vogul s se tos limítrofes del checo y del eslovaco y por los dialectos orientales
realiza en comienzo de palabra como una especie de c africada 404 , y del bajo sorabe 407 ; además la acentuación del penúltimo prosodema
en el ya mencionado dialecto occidental del nuba el fonema realizado predomina en ciertos dialectos búlgaros de Macedonia y Albania 408 .
en general como / se pronuncia en comienzo de palabra como p ("p/") En polabio, lengua actualmente desaparecida, el acento se hallaba
africada labiodental. Er, todas estas lenguas las africadas aludidas no sobre la penúltima mora. Pero la zona de extensión más importante
son sino variantes combinatorias de las fricativas correspondientes y 405
sirven sólo para señalar el comienzo de la palabra o morfema. Es En alemán esta misma pronunciación aparece también en interior de
palabra en "posición de hiato" (por ejemplo en Theater "teatro"); pero en alemán
también un signo demarcativo afonemático el "ataque vocálico duro" las palabras que contienen dos vocales sucesivas entre las que no hay un límite
en lenguas como el alemán, los dialectos meridionales del polaco, los morfológico son siempre palabras extranjeras. Existe aquí, por lo tanto, un caso
dialectos bohemios del checo, el armenio, etc.: no es un fonema sino de empleo de un signo demarcativo como marca de palabra extranjera (véase más
adelante).
""" C/. J. P. Grazzolara, Quilines oí a Nuer Grammar. 406
Cí. R. Jacob^on, O Cesskom stiche, págs. 26 y sigs., y del mismo autor en
ttt
'¿ Cf. J. R. Firth, "A Short Outline of Tamil Pronounciation", offprint of Malangos van Ginneken, págs. 26 y sigs.
V
Ihe new and revised edition of Arden, Grammar of Common Tamil, 1934. 407
Cf. L. Scerba Vostocnoluíickoje narecije, Petrogrado, 1915, págs. 35 y
'l(1:t C/. N. N. Poppe, Alarskij govor (Materialy komisii po issledovaniju sigs., y Z. Stieber Stosunki prokiewieñstwa jezyków luzyckich, Cracovia, 1934,
Mon/íol'skoj i Tuvinskoj Narodnych Respublik, II, Leningrado, Akad. Nauk SSSR, págs. 70 y sigs.
1930). 408 Entre los cuales figura, por ejemplo el dialecto de Bobostica; cf. A. Mazón,
404
Cf. V. N. Cernecov, "Manzijskij (vogul'skij) jazyk", en Jazyki i pis-men- Documente, confes eí chansons slaves de l'Albanie du Sud, Paris, 1936.
nost' nurodov Severa, I, 1937, pág. 171.
254 LA FUNCIÓN FÓNICA DELIMITATIVA

del acento expiratorio fijo sobre la penúltima sílaba de la palabra


no es Europa, sino África^ donde al parecer abarca todas las lenguas
bantúes. En lo que se refiere a la acentuación fija sobre el segundo
prosodema, parece estar especialmente extendida en las lenguas
americanas: antes (cuando se trató acerca de las características de SIGNOS INDIVIDUALES
las lenguas que cuentan las moras) se mencionó ya el paiute meridio- Y SIGNOS GRUPOS
nal y el maidú, donde el acento principal expiratorio descansa sobre
la segunda mora de la palabra (pág^!72). En todos estos casos, en
los que el acento está separado del "límite de la palabra" por un
prosodema, el acento no señala directamente el límite de la palabra, Los signos demarcativos tratados en el capítulo precedente pue-
sino sólo la cercanía de dicho límite, por cuanto el intervalo entre el den ser designados como signos individuales. Se trata, en efecto, o
acento y el límite de la palabra es siempre igual. Hay casos aún más bien de un único fonema que aparece sólo en el límite de una pala-
complicados, como por ejemplo, la acentuación fija sobre la antepen- bra o morfema, o de una variante combinatoria de un único fonema
última sílaba de ciertos dialectos búlgaros de Macedonia 409 o la acen- unido a una determinada posición limítrofe 4l2 . Pero hay además otro
tuación del latín clásico sobre la penúltima mora antes de la sílaba tipo de signos demarcativos, a saber, combinaciones o agrupaciones
final. Todos estos tipos de acentuación reglados automáticamente especiales de unidades (fonemáticas o afonemáticas) que aparecen
por el número de prosodemas no son capaces de diferenciar las signi- solamente en el límite entre dos palabras o morfemas y señalan de
ficaciones de las palabras, y sirven sólo para señalar la cercanía del este modo dicho límite. A este tipo de signos demarcativos puede
límite de la palabra, es decir, son signos demarcativos afonemáticos.
designárselo como signos grupos.
En rigor el "acento fijo" que indica un limite de palabra sólo tiene sentido Los signos grupos fonemáticos son grupos de fonemas que apare-
en el interior de la frase. En una lengua en la que todas las palabras están cen sólo en el límite entre dos unidades significativas: una parte de
acentuadas en la última sílaba y se indica de este modo el límite final de la este grupo pertenece al final de la unidad significativa precedente y
palabra, la acentuación final tendría en principio que ser omitida en la última la otra al comienzo de la que sigue. Los signos demarcativos de este
palabra de una oración, puesto que en este caso el límite final de la palabra está
suficientemente señalado por la pausa final de la frase. De hecho éste es el caso
tipo son extraordinariamente numerosos y variados. Citemos del
en muchas lenguas. Según Polivanov 410, en coreano, toda palabra debe ser acen- alemán, y sin salimos de los grupos de dos miembros, los de ''conso-
tuada en la sílaba final y sólo la última palabra de la oración se acentúa en la nante + Ai" (e/n Haus "una casa", an-halten "retener", Wesen-heit
silaba inicial. En usbek, el acento se halla en todas las palabras sobre la última "esencia", der Hals "el cuello", ver-hindern "impedir", Wahrheit "ver-
sílaba, salvo las formas verbales del pretérito, que llevan el acento sobre la
primera; esto, según la muy verosímil opinión de Polivanov, está relacionado
dad", etc.), de "nasal + líquida" (an-liegen "estar contiguo", ein-reden
con la conocida particularidad sintáctica de las lenguas turcas, por la cual las "animar", irrtüm-lich "erróneo", um-ringen "estrechar", etc.), además
formas personales del verbo se colocan al final de la frase. Esta misma particu- de nm, pm, km, tzm, fm, mw, mg, mch, miz, nb, np, ng (es decir,
laridad puede explicar también el "retroceso" del acento en ciertas formas verba- i le en oposición a i|), ni, nw, pw, píw, fw, chw, spf, schpí, sel, sschz,
les del turco osmanlí (por ejemplo, en el presente en -jor-, en las formas inte-
rrogativas, etc.). En checo, donde el acento fijo se encuentra en la primera
fp, pk, fch, chf, chp, chk, etc.; del francés pueden citarse, por ejemplo,
silaba de la palabra, las conjunciones monosílabas como a "y", íe "que", etc., no los grupos "vocal nasalizada + m" (un marín "un marino", on mange
se acentúan, puesto que en la mayoría de las veces comienzan la frase, y el límite "se come", grand-mére "abuela", emmener "llevarse", nous vinmes
inicial de la frase no necesita ser señalado. Sin embargo, en la mayoría de las "vinimos", etc.); del inglés, los grupos í)s, hz, sft, zc\ cr, es, ss, ss, dz y
lenguas con acento fijo, las reglas de acentuación son ya tan automáticas que
los límites de la frase no se tienen en cuenta en absoluto 411 . muchos otros.
40H ct. B. Conev, Istorija na balgarskij ezik, I, Sofía, págs. 465 y sigs. En la mayoría de las lenguas europeas 41:í, pueden citarse signos grupos fone-
410 E. D. Polivanov, "Zur Frage der Betonungsfunktionen", TCLP, VI, máticos semejantes, pero tampoco son raros en otras zonas geográficas. En groen-
págs. 80 y sigs. landés (septentrional) hay solamente dos grupos de consonantes: "r + consonante
411
En francés se da un caso muy especial. En esta lengua la acentuación y "oclusiva 4- consonante". Los primeros sólo aparecen en interior de palabra, en
no tiene nada que ver con la delimitación de la palabra. Su función consiste sólo tanto que los últimos siempre se presentan en los límites cuando las oclusivas
en dividir el discurso en frases, miembros de frase y elementos de frase. Si una
palabra aislada es siempre acentuada en la sílaba final, ello se debe solamente 4
12 También la "acentuación fija" no es otra cosa que una variante combi-
a que se la considera como un elemento de frase. El acento francés no señala el natoria (caracterizada por la fuerza de la voz) de un único centro silábico.
límite final de una palabra en cuanto tal, sino el final de un elemento de frase, 41;
de un miembro de frase o de una frase. El retroceso del acento sirve, en francés, í Para el checo, ver, por ejemplo, la lista dada por B. Trnka en "Pokus ..
exclusivamente para fines de "estilística fónica". vedeckou teorii a praktickou reformu tésnopisu", Facultas Philosophica Vniverui-
tatis Carolinae, Sbirka pojednání a rozprav, XX, 1937, págs. 40 y sigs.
255
LA FUNCIÓN FÓNICA DELIMITATIVA Signos individuales y signos grupos 257

i p, I, k y Q) terminan la palabra precedente y la consonante siguiente comienza co + fonema vocálico" o "fonema vocálico + fonema consonantico"
l:i palabra que sigue. En tonkawa (lengua india aislada de Texas) los grupos pueden aparecer sólo en la juntura de dos palabras en la frase y, en
"dos consonantes + d" aparecen sólo en los límites de palabra (la primera conso- consecuencia, son signos grupos demarcativos fonemáticos. En chino del
luinte pertenece a la palabra precedente); del mismo modo, el grupo " d + í +
i oiisonante" es aquí un signo demarcativo fonemático (el límite se encuentra en Norte, en el que un morfema finaliza siempre en vocal o diptongo o en
este caso entre S y la consonante siguiente) 414. En el dialecto santee del dakota, una consonante nasal indeterminada (o también, pero no en todos los
los grupos rf, mt, mk, ms, mí, mx, sk', xk', gs, ge, gb y np aparecen solamente dialectos, en una líquida indeterminada) y puede comenzar sólo con
cu la juntura de los morfemas 416 . De las reglas establecidas por Ida C. Ward para una vocal o una consonante, el límite entre dos morfemas está señalado
el uso de las consonantes y de los grupos de consonantes en comienzo o en final
<!<• palabra en efik se infiere que los grupos "k, d o p + consonante", "t + conso- asimismo en la mayoría de los casos en forma absolutamente clara por
nante excepto r", "m + consonante no labial" y "n + c o n s o n a n t e no apical" ciertas secuencias fonemáticas: por ejemplo, por las secuencias "nasal +
puedenl l ( producirse sólo por el contacto de dos p a l a b r a s en el interior de una consonante", "líquida + consonante" o "vocal + consonante". También
h;isi> ' > , y son por consiguiente signos grupos fonemáticos. En lo que se refiere las secuencias de "vocal + vocal" son generalmente signos grupos
n las lenguas turcas, puede extraerse mucho material instructivo del capítulo XII
<lt> la "Phonetik" de W. Radloff 4 l 7 . En los dialectos altai y abakan, así como demarcativos fonemáticos, puesto que no todas las vocales forman
cu kasak-kirguisio (actualmente "kasaj") los grupos de "consonador (sordo) + diptongos entre sí. Y sólo en casos muy raros la estructura fonemá-
•¿olíante (;', m, n, r o 1)" sólo aparecen en la juntura de dos palabras. En los tica de una secuencia de este tipo es insuficiente para delimitar los
diiilrrtos altai los grupos tp, ts, t£ ( = ce), pp, st, se, sp, st, se, sp, ss, cq, ck, ct, morfemas entre sí (por ejemplo, en una secuencia uaip = y ai + o, o
es y ¿p son señal de un límite entre dos morfemas o dos palabras (o. c. págs. 226
y sigs. ). En kasak-kirguisio (pág. 231), en los dialectos abakan septentrionales j^a + io); y en tales casos son los factores afonemáticos los que
(pág. 229) y en los dialectos altai con excepción del teleut los antiguos grupos deciden.
i>(¡ y pk (en la medida en que son morfológicamente indisociables) se han con- Tan extendidos como los fonemáticos lo son los signos grupos
vri lulo en interior de palabra en qp y kp, de modo que en estos dialectos los
grupos pq y pk señalan al presente una unión de morfemas o de palabras. Lo demarcativos afonemáticos. En alemán se puede citar como ejemplo
misino puede decirse de los grupos qs y ks de los dialectos abakan (pág. 229). la oposición entre x y g velares y palatales. Dado que las sílabas xa y
lín yakut, las secuencias fonemáticas "í + k", "t + s" y "s+ t" señalan siempre ga ("che" y "ge") se pronuncian tras vocal posterior (u, o, a y au)
un límite de palabra (págs. 236 y 238). En lakke se admiten en el marco de un con x y ¿ velares (suche "busco", Woche "semana", Wache "guardia",
morfema los grupos consonanticos en que participa una líquida o una nasal. Los
grupos de dos consonadores son siempre signos demarcativos; los grupos "conso- ranche "fumo", Fuge "juntura", Woge "ola", sage "digo", Auge "ojo")
nado! } s" aparecen tanto en la juntura de dos morfemas como en la juntura de pero en todas las demás posiciones, con x y é palatales, podría pensar-
dos palabras; los demás grupos de consonadores aparecen únicamente en la juntura se que la oposición entre x y g palatales y velares es completamente
de dos palabras. En avar, en el que en general son admitidos, dentro de un no pertinente ante a. En realidad, la acción velarizante de u, o, a y au
morfema, grupos consonanticos muy variados, la secuencia fonemática "labial +
líquida" no es admitida en interior de palabra: donde esta secuencia debería precedentes no se ejerce por encima de los límites de un morfema: en
p r o d u c i r s e , tiene l u g a r una metátesis; por ejemplo, qomór "lobo" - ergativo im Zuge stehen "estar en el tren" la g es la velar, puesto que pertenece
i/nrmic-a ( < * qomríc-a) , xibil "lado" - ergativo xolbóc'a ( < * xiblóc-a); cí. tam- al mismo morfema que la u precedente, pero en zugestehen "confe-
IHCII palabras extranjeras como Ubis "Satán" = árabe iblis, q'ilba "Sur" = árabe sar" la g es palatal, puesto que entre ella y u existe un límite de
(¡ihhí, etc. Por lo tanto, la secuencia de fonemas "labial -f- líquida" aparece sólo
en la juntura de dos palabras (por ejemplo, k'udijab roso "gran aldea", qahab morfema (cu-go -site- an); del mismo modo en machen "hacer" la x es
ít'maé "oveja blanca", etc.), y debe por consiguiente ser considerada como un velar, puesto que pertenece al mismo morfema que a (max-an), pero
SÍKIIO grupo demarcativo fonemático. en Mamachen "madrecita" la x es palatal, puesto que entre ella y a
hay un límite de morfema (mama-xan). La realización palatal de g y
Hay lenguas en las que la delimitación de las unidades significa- de x tras vocal posterior es, pues, en alemán, un signo grupo demarca-
tivas está dada de antemano por su estructura fonemática, como en tivo afonemático. En inglés podría señalarse la distribución de ambos
el caso de las lenguas llamadas "monosilábicas" o "aislantes". En tipos de /. La regla expresa que / ante vocal debe ser pronunciada
Ijirrnano, donde todas las palabras ( = morfemas) son monosílabos "clara", y en cambio ante consonante y en final de palabra, "oscura".
y consisten en un fonema vocálico o en una secuencia fonemática Pero en lugar de "ante vocal" debería decirse "ante vocal de la misma
"fonema consonantico + fonema vocálico", secuencias "fonema vocáli- palabra", ya que esta regla no vale por encima de los límites de pala-
414 bra: por eso la } es clara en we learn "nosotros aprendemos" (foné-
Cí. H. Hoijer, "Tonkawa, an Indian Language of Texas".
41r ticamente wi7a:n), pero en will earn "ganará" es oscura (fonéticamen-
> C/. F. Boas y R. J. Swanton en Handbook oí American Indian Languages,
1, pág. 882. te wila:n). Así pues, en inglés, la / clara y la / oscura no son sino dos
variantes combinatorias de un mismo fonema, pero en la secuencia
» l¡ Cí. I. C. Ward, The Phonetic and Tonal Structure oí Efik.
417 fonemática "vocal + / + vocal", la oposición entre la variante clara y
W. Radloff, Vergleichende Grammatik der nordlichen Türksprachen, I:
"Phonetik der nordlichen Türksprachen", Leipzig, 1882. la variante oscura del fonema / tiene una función demarcativa: la
LA FUNCIÓN FÓNICA DELIMITATIVA Signos individuales y signos grupos 259

Iscura" del fonema / indica que entre / y la vocal siguien- (pág. 101 y sig.). Cuando en esta lengua una sílaba con vocal abierta
/límite de palabra. La oposición entre k velar y k palatal llega a estar en una frase al lado de una sílaba con vocal cerrada de-
/(lo mismo que en alemán o en inglés), afonemática: ante be existir entre estas sílabas un límite de palabra. Evidentemente se
f k se pronuncia como palatal; en todas las otras posiciones, trata en este caso de un signo grupo, pero no está muy claro si es
como velar. Esta regla no actúa por sobre los límites de fonemático o afonemático. Por una parte, en efecto, las vocales abier-
una palabra termina con k y la siguiente comienza con e o tas y cerradas son fonemas distintos, que en ciertas posiciones (a
i, k Se mantiene como velar, y las vocales e y i son llevadas hacia saber, en la primera sílaba de la raíz) poseen fuerza distintiva; pero,
atrás (e > Et í > uí): por ejemplo, k etomu "a éste", pronunciado por otra parte, la oposición entre vocales abiertas y cerradas se neutra-
kEtamü (pero keta "especie de pez siberiano", pronunciado k'etS), liza (debido a la ley de armonía vocálica) en las sílabas radicales no
mog ero "podía esto", pronunciado mokEtS, k izbam "a las chozas" iniciales. Un caso semejante existe igualmente en finés, donde, como
pronunciado kiuzbam (pero kis by "se pondría agrio", pronunciado ya se ha dicho (pág. 102) las oposiciones u-y, o-ó y a-á se neutralizan
k'izby), drug i prijatel' "amigo del corazón", pronunciado drúkui en sílaba no inicial después de una sílaba con u, y, o, ó, a y a, ya que
pr'Jjaét'fl' (pero ruki prijatel'a "las manos del amigo", pronunciado después de u, o o a sólo pueden aparecer u, o y a y después de y, ó o á
ruk'í pr'ijaet'tl'a ). Así pues, en ruso, las secuencias fónicas kE y kui sólo y, ó y á: cuando en una frase aparecen estas vocales en otro
son signos grupos demarcativos que indican la existencia de un límite orden (por ejemplo hyvá poika "buen muchacho", iso pyssy "caja
de palabra entre el fonema k y el fonema vocálico siguiente e o i. grande", etc.), ello es señal de que existe un límite entre dos palabras.
Ante e, en ruso, sólo se admiten en interior de morfema consonantes Pero hay también casos más claros de signos demarcativos afonemá-
palatalizadas, de manera que en esta posición la correlación de pala- ticos producidos por la "armonía vocálica". En lamba e y o no acen-
talización se neutraliza; pero cuando ante e existe un límite de morfe- tuadas se realizan en sílaba no inicial, después de una sílaba con
ma, la consonante precedente puede mantenerse como no palatalizada: é", o, í, i, U o u, como e y o cerradas, y en los demás casos como e y o
cí. s-etim "con éste", iz-etogo "de éste", v-efom "en éste", pod-etim abiertas 419 : la realización abierta de estos fonemas después de una
"debajo de éste", ot-etogo "de éste" (pronunciados set'fm, iz tava, sílaba con i o u es pues, signo de que existe entre ellos un límite de
vttam, padetím, átftava), donde la ausencia de palatalización de la palabra. De igual modo en zulú, en el que e y o son cerradas ante
consonante ante el fonema e es un signo grupo afonemático del lími- una sílaba de la misma palabra con i, u, m o n, y son abiertas (F, o) en
te de morfema. El fonema ruso a ("a no acentuada") se realiza en las demás posiciones 42°, la realización abierta de los fonemas e y o
comienzo de palabra, tras vocal o en sílaba pretónica, como a; en las ante sílaba con /', u, m o n constituye una señal de la existencia de un
demás posiciones, en cambio, se realiza como a. En una secuencia límite de palabra inmediatamente después de e o o. En tamil, e, e, o y
fónica como zvúkabrutva (;) icarazam debe existir ante la primera a 5 se realizan ante i o í como vocales cerradas, y ante a o a como
un límite de palabra (pues tras k en sílaba no acentuada no inmedia- abiertas 421 ; si esta regla no se cumple, es porque existe un límite de
tamente pretónica, a debería ser realizado como a); por otra parte palabra después de los fonemas e, e, o o o.
debe haber también un límite de palabra entre a y r, pues en sílaba La "armonía vocálica" en sentido propio debe ser diferenciada del
inmediatamente pretónica de la misma palabra, a no debe ser reali- sinarmonismo, que aparece en forma muy clara en ciertas lenguas
zada como a, sino como a; en consecuencia, la secuencia fónica men- turcas (por ejemplo, en el tártaro del Volga o en el tártaro de Kasán,
cionada no puede ser dividida en palabras sino de una manera, a en baskir, en kasak-kirguisio o kasaj, en los dialectos kipchak del
saber: zvuk ábrújvajíca rázam (fonológicamente zvuk SbrivajYcS uzbek, etc.). Considerado desde un punto de vista puramente fonético,
rázam) "el sonido se interrumpe de pronto". Así pues, en ruso, los el sinarmonismo consiste en el hecho de que una palabra, en la lengua
sonidos aya son variantes combinatorias del fonema a que en su de que se trata, puede contener sólo vocales anteriores y consonantes
relación con la sílaba acentuada forman parte de signos grupos del palatalizadas o sólo vocales posteriores y consonantes velarizadas 422 .
límite de palabra 418.
419
Cí. C. M. Doke, A Study oí Lamba Phonetics.
La llamada "armonía vocálica" da lugar a una clase especial de
<20 Cí. C. M. Doke, The Phonetics oí the Zulú Languaée.
signos grupos afonemáticos. Hay aquí ciertos casos intermedios 421
Cí. J. R. Pirth, 'VV Short Outline of Tamil Pronounciation".
entre los signos grupos fonemáticos y afonemáticos. Con anteriori- 422 Ci. Halimdzam Saraf, Palatogrammy zvukov tatarskogo jazyka, Kazan,
dad se ha comentado ya el sistema vocálico del ibo, donde las pala- 1927, especialmente las págs. 35 y sigs. Desde el punto de vista fonológico la situa-
bras pueden contener sólo vocales cerradas o sólo vocales abiertas ción parece ser distinta. Dado que la consonante /' no presenta ninguna variante
palatalizada o velarizada y que muchas palabras consisten únicamente en vocales
418
y /' (a/ "luna", a/u "oso", etc.), los fonemas vocálicos pueden también presentar
Cí. N. Jakovlev, Tablicy ionetiki kabardinskogo jazyka, págs. 70 y sigs. ana particularidad de timbre determinada independiente del contexto consonan-
260 LA FUNCIÓN FÓNICA DELIMITATIVA Signos individuales y signos grupos 261

Puesto que este sinarmonismo se ejerce solamente dentro del marco de bra es siempre sorda independientemente de la distribución de los
la palabra, las secuencias fónicas "consonante palatalizada o vocal acentos424. La estructura rítmica de la palabra está pues, reforzada
anterior -f consonante velarizada o vocal posterior" y "consonante aquí por la realización de todos los fonemas; toda interrupción de esta
velarizada o vocal posterior + consonante palatalizada o vocal ante- inercia rítmica, que señala siempre el final de una palabra y el comienzo
rior" son siempre signo de la existencia de un límite de palabra entre de otra, resulta así especialmente notable. En la mayoría de las
sus dos elementos. lenguas fino-ugrias y samoyedas con acentuación inicial fija, los acen-
Otra serie de signos grupos afonemáticos que indican los límites tos secundarios se hallan sobre las sílabas o moras impares (es decir,
de palabra se producen en las mismas lenguas por las leyes de la sobre la tercera, la quinta, la séptima, etc.) 425. Esto crea una cierta
llamada "atracción labial"; según estas leyes los fonemas vocálicos inercia rítmica cuya ruptura señala el límite de palabra. En algunas
que no se caracterizan fonológicamente por ninguna clase de timbre, se de estas lenguas la inercia rítmica de la palabra está reforzada además
realizan en las sílabas no iniciales, después de ciertas vocales labiali- por otros distintos medios en parte fonemáticos y en parte afonemáti-
zadas, como vocales labializadas 423 : en los puntos de la corriente sonora cos. Así por ejemplo, en el dialecto lapón marítimo Maattivuono, no
donde se infringe esta ley existe un límite de palabra. Fenómenos em- puede haber inmediatamente tras la vocal de una sílaba par (es decir,
parentados con el sinarmonismo y con la atracción labial se encuentran segunda, cuarta, sexta, etc.) c, .¡, c", 3, d', y, <\ >|> n' ni /', y tampoco
también en algunas lenguas fino-ugrias, mongoles y tunguses, y desem- ninguna consonante geminada; el número de grupos consonanticos que
peñan en todas partes el papel de signos demarcativos de palabras. aparecen en esta posición es también muy limitado (s/c, sí, sn, sí, SD,
El sinarmonismo puede ser comparado al tono de una pieza de jD,¡D,rD,lG,rG,lm). A estos recursos fonemáticos que destacan la
música: en una lengua "sinarmónica" cada palabra es comparable a oposición entre sílabas pares e impares, se unen, además, los afonemáti-
una melodía en la que sólo aparecen notas pertenecientes a la escala cos: las vocales de las sílabas pares son "ultrabreves" y susurradas cuan-
de un determinado tono; en la lengua hay sólo dos de estos tonos y el do se encuentran entre dos consonantes sordas; las consonantes fuertes
cambio de tono dentro de la frase es utilizado como signo de un p, í y k son siempre aspiradas tras la vocal de una sílaba par. De este
límite entre palabras. Pero así como en las lenguas "sinarmónicas" la modo el ritmo trocaico de la palabra se arraiga no sólo en las relacio-
palabra es, por así decirlo, una unidad de timbre, hay otras lenguas nes de acentuación .sino también en todo el contenido fónico de las
donde la palabra vale como una unidad de ritmo determinada. Hay diversas sílabas. A esto se une el hecho de que también el íempo en
lenguas con acento fijo, no libre, en las que además del acento princi- que se realizan las sílabas está condicionado por el conjunto de la
pal existen acentos secundarios (reglados igualmente en forma auto- palabra: la duración de la misma vocal etimológicamente larga o breve
mática). En ciertos casos todas las relaciones cuantitativas y hasta las en el mismo contexto consonantico depende de que se encuentre o no
marcas cualitativas de las vocales y consonantes están afectadas por en la sílaba inicial y de la cantidad de sílabas que contenga la palabra
la distribución de los acentos expiratorios. Así, en paiute meridional en cuestión 42S. En este dialecto lapón, la palabra es pues, una unidad
(grupo shoshón de la familia uto-azteca), en el que el acento principal rítmica; la ruptura de la inercia rítmica en distintos puntos de la frase
reposa sobre la segunda mora y los secundarios sobre las otras moras es signo de los límites de palabra. Se debe señalar que si bien lenguas
pares de la palabra (es decir, cuarta, sexta, octava, etc.), las moras como el lapón presentan en forma especialmente clara la tendencia a
"débiles" (es decir, las que no llevan ni acento principal ni secunda- constituir afonemáticamente (o fonemáticamente) la palabra en una
rio) son sordas ante consonante geminada; ante estas vocales sordas unidad rítmica, esta tendencia, aunque en forma menos pronunciada,
las oclusivas se pronuncian como aspiradas sordas y las durativas domina en muchas otras lenguas (y, por cierto, 'no sólo en lenguas con
(nasales, fricativas y r) como consonantes sordas; ante vocal sonora, acento fijo).
en cambio, las oclusivas son sordas pero no aspiradas y las durativas Es sin duda evidente el hecho de que una palabra puede ser ade-
(excepto las sibilantes) son sonoras; una vocal breve en final de pala- más una unidad melódica. Esto se manifiesta con especial claridad
424
tico, en tanto que las consonantes son velarizadas o palatalizadas sólo en unión Ci. E. Sapir, "The Southern Paiute Language", Proceedings oí the Ame-
ron las vocales (las interjecciones carentes de vocal como pst, k'l't', etc., que cita rican Academy oí Arts and Sciences, LXV, N°s 1-3, 8-10 y 12.
Saraf, o.c., pág. 37, no son palabras normales). En consecuencia, las oposiciones 425
Las moras impares llevan acento secundario; por ejemplo, en tavgy-
de timbre son fonemáticas en las vocales y, en cambio, las pronunciaciones pala- samoyedo ("nganasan"), kúa, "álamo blanco", locativo kúatanu, pero lü "vestido",
tulizadas y velarizadas de las consonantes son sólo variantes combinatorias sin locativo lü'tánu, etc. Por lo demás la mayoría de estas lenguas presentan el acento
función distintiva pero sí delimitativa. secundario sobre las silabas impares (G. Prokofjev en Jazyki i pis'mennost' narodov
423 Severa, I, pág. 56).
Cf. sobre el particular W. Radloff, o.c., capítulos I-III, como asimismo el
426
conciso resumen de V. A. Bogorodickij Ét'udy po tatarskomu i t'urkskomu P. Ravila, Das Quantitatssystem des seelappischen Dialektes von Maatti-
/íizykoznaniju, Kazan, 1933, págs. 58-73. vuono, págs. 56 y sigs., 59 y sigs. y 78 y sig.
262 LA FUNCIÓN FÓNICA DELIMITATIVA Signos individuales y signos grupos 263

en las lenguas en las que el acento es predominantemente "musical", a la vez. Es evidente que, cuando una variante combinatoria señala directamente
es decir, en las lenguas que cuentan las moras. En lituano las sílabas un límite de palabra o de morfema, su función pertenece al terreno de la lengua
pretónicas son, dentro del marco de una palabra, musicalmente ascen- (íangue), pues la delimitación de los morfemas en las palabras no es menos "glótica"
que la diferenciación de las palabras. Por otra parte, una variante combinatoria
dentes 427; las post-tónicas, por el contrario, son musicalmente descen- que indica sólo la vecindad de un fonema se encuentra evidentemente en el terreno
dentes. En el punto del discurso en el que se altera esta relación, es del acto de palabra (parole). En efecto, solamente para el acto de palabra, tiene
decir, donde una sílaba musicalmente descendente precede a una sílaba sentido asegurar la percepción de un fonema no sólo por su realización, sino tam-
musicalmente ascendente, debe existir un límite de palabra. De este bién por las particularidades especiales de la realización de los fonemas vecinos.
El hecho de "asegurar la percepción" supone justamente el empleo del lenguaje
modo resulta de la estructura melódica del conjunto de la palabra que es característico del dominio del habla pero que es extraño a la lengua como
un signo grupo afonemático de los límites de la palabra. tal. En toda variante combinatoria que señala simultáneamente la vecindad de un
fonema y la relación con un límite (de palabra o de morfema) existe un caso de
Señalemos aún, para concluir, que en ciertos casos es difícil decidir si un signo
transición. Tales variantes combinatorias (que son signos grupos afonemáticos)
demarcativo es fonemático o afonemático. En ciertos dialectos del indio medio
oscilan entre la lengua y el habla y por ello exigen tanto la atención de los fonólo-
(prácrito), por ejemplo, en máháráshtrí, las oclusivas p, ph, b, t, th, d, dh, k, kh, g,
gos como de los fonetistas. Es cierto que determinadas secuencias de palabras en
las cuales los signos grupos afonemáticos indican los límites de palabra aparecen
¿h, c, ch, j y jh eran siempre geminadas tras vocal breve en interior de palabra no
compuesta; estas oclusivas se presentaban no geminadas tras vocal breve sólo cuando
sólo en el acto de palabra; pero las reglas de pronunciación de las cuales resultan
con ellas comenzaba el segundo miembro de una palabra compuesta: por ejemplo,
estos signos grupos pertenecen, sin embargo, al dominio de la lengua, del mismo
modo que las reglas sintácticas que determinan el orden de las palabras o la
digghakanno "oreja larga" = diggha "larga" + kanno "oreja". Las oclusivas gemi-
nadas y no geminadas de las series labial, apical, gutural y palatal podían ser concordancia.
consideradas por lo tanto como dos variantes combinatorias, y los grupos "vocal +
oclusiva no geminada", como signos grupos afonemáticos del límite de palabra (o
de la juntura de la palabra compuesta). Pero esta interpretación está perturbada
por el hecho de que en máháráshtrí ciertas consonantes (a saber, las oclusivas
sonoras retroflejas d y dh, las nasales « y m, la líquida 1 y la espirante s) partici-
pan de una correlación de geminación distintiva pertinente 428. Por esta razón
debía tenerse en cuenta el sentido para poder fijar el valor fonemático de la
oposición de geminación consonantica, de manera que k (en digghakanno "oreja
larga") y kk (en vakkala "hábito") no eran quizás consideradas como variantes
combinatorias, sino como dos fonemas distintos (y en este caso los grupos "vocal -f
labial, apical, gutural o palatal no geminada" deberían ser considerados como signos
grupos fonemáticos).
Antes de concluir este capítulo, haremos algunas observaciones acerca de las
variantes combinatorias. En los últimos tiempos ha habido quien ha opinado que
se debe excluir el estudio de las variantes combinatorias del terreno de la fonolo-
gía 429. Según este punto de vista, las variantes combinatorias pertenecerían al
.dominio del acto de palabra y, en consecuencia, no tendrían nada que ver con la
fonología; los fonólogos mencionan siempre las variantes combinatorias y las toman
en cuenta, pero esto no sería sino un resto del antiguo punto de vista fonético
o una previsión que se tomaría con miras al estudio diacrónico (histórico) de los
sonidos. Hay aquí un evidente desconocimiento del papel de las variantes combi-
natorias. En efecto, las variantes combinatorias no son simples fenómenos naturales
condicionados por el azar, sino manifestaciones teleológicamente condicionadas,
que tienen un fin determinado y ejercen una determinada función 4:i". Esta función
consiste siempre en señalar la vecindad inmediata de otro elemento lingüístico, ya
sea un fonema determinado o un límite (de palabra o de morfema) o ambas cosas

427
Relaciones semejantes podrían ser supuestas también para el eslavo
común.
428
C/. R. Pischel, Grammatik der Prakrit-Sprachen (= Grundr. d. indo-
nrischen Philol., Strassburg, 1900) y H. Jacobis, Ausgewáhlte Erzáhlungen im
Máháráshtrí.
429
L. Novák, "K základnym otázkám strukturálnéj jazykovedy" (Sbornlk
Matice Stovenskej, XV, 1937, N? 1).
4:10
Cí. N. Jakovlev, Tablicy fonetiki kabardinskogo jazika, Moscú, 1923,
págs. 73 y sigs.
SIGNOS DEMARCATIVOS
POSITIVOS Y NEGATIVOS

Todos los signos demarcativos hasta aquí tratados eran positivos.


Es decir, indicaban expresamente la 'existencia de un límite de palabra
o de morfema en una posición determinada. Pero también pueden
existir signos demarcativos negativos, que serán los que indican expre-
samente la ausencia de un límite en una posición determinada. Su
papel podría ser comparado, por ejemplo, con el de las señales verdes
del tránsito (urbano o ferroviario) que advierten a los viajeros que
en el lugar correspondiente no hay ningún peligro y que pueden seguir
viaje confiadamente. Además de tales signos demarcativos negativos
generales, la lengua posee también signos demarcativos negativos uni-
laterales, los cuales indican solamente que en todo caso en el lugar
correspondiente no puede comenzar o no puede terminar ninguna pala-
bra. Todos los signos demarcativos negativos pueden ser tanto fone-
máticos como afonemáticos, y tanto signos grupos como signos indivi-
duales. Daremos varios ejemplos de cada uno de estos tipos de signos
demarcativos negativos.

/. Signos demarcativos
negativos fonemáticos

A) Signos individuales

Debe entenderse que cuando hablamos de signos individuales nega-


tivos nos referimos a los fonemas que, en la lengua de que se trata,
sólo son admitidos en interior de palabra o de morfema. En finés, por
ejemplo, pertenecen a esta categoría los fonemas d y i| (siempre gemi-
nados: i]i|, escrito ng). En tamil pertenecen a este tipo i|, las t y 1
retroflejas y la líquida (gutural) L En kasaj (anteriormente kasak-
kirguisio) y en kirguisio (anteriormente kara-kirguisio), así como en
los dialectos turcos de la cuenca del Irtich, las guturales sonoras no
aparecen ni en comienzo ni en final de palabra, sino sólo en interior
de palabra. En tübatulabal todos los consonadores sonoros (fa, d, g, •'• y
'<) aparecen exclusivamente en interior de palabra. En efik h y r apare-
cen exclusivamente en interior de palabra.
Como signos negativos unilaterales, pueden mencionarse la i| alema-
na, inglesa, holandesa, danesa, noruega y sueca y la n (gn francesa),
que son admitidas en interior y en final de palabra, pero no en comien-
265
266 LA FUNCIÓN FÓNICA DELIMITATIVA Signos positivos y negativos *''!'! W*J < A.í 267

zo. La misma observación vale en chechén y en tunguse para r; en tamil la aspiración de p'', í'' y kh debe ser considerada como signo demar-
coreano para la "única líquida" (que entre vocales se realiza como r y cativo afonemático positivo, puesto que estas realizaciones aspiradas
en final como /); en el dialecto del lapón marítimo de Maattivuono aparecen sólo en comienzo de palabra: correspondientemente, la reali-
para las p, t, k, d, 3, 3, •&, 8, y, n, y /; en samoyedo yurak para b, d, k, g, zación de estos fonemas como fricativos (v, fi y x o /J) debe ser consi-
c y c; en efik para p; etc. Por otra parte, en alemán, en inglós, en samo- derada como un signo demarcativo afonemático negativo, puesto que
yedo yurak, en archino, etc., la h se admite en comienzo y en interior aparece sólo en interior (entre vocales). En japonés, en el que "g" en
de palabra, y lo mismo puede decirse en haida para g, k y k'; en efik comienzo de palabra se realiza como consonador sonoro y en interior
para í, s, n, kp, etc. Hay lenguas que en final de palabra admiten sólo mediante el sonido nasal i|, g es un signo a f o n e m á t i c o positivo y i|,
vocales o, además de las vocales, sólo un número muy pequeño de negativo. En coreano, en el cual la "única líquida" se realiza en final
consonantes (por ejemplo en griego antiguo v, g y 5, en italiano n, r y 1, de palabra como / y en interior como r, I es un signo demarcativo
en finés, n, t, y s, etc.). En estas lenguas todas las consonantes (con afonemático positivo, y r un signo demarcativo afonemático negativo.
las excepciones mencionadas) deben ser consideradas como signos que En muchas lenguas turcas de Siberia (por ejemplo, en los dialectos
"niegan el final de palabra". de Altai y de la estepa de Baraba, en teleut, en shor, en el dialecto
kuarik, etc.) todos los sonidos consonadores, en comienzo o en final
B) Signos grupos de palabra, se realizan sordos (como q o x, k, p, t, s, s y c, c o t), y en
cambio, en interior de palabra, entre vocales, se realizan sonoros (como
En finés, en el cual en comienzo y en final de palabra no se admi- Y, g, b, d, z, z y 3 ) 4:!I, con lo que en esta última posición se convierten
te ningún grupo consonantico y además en final sólo aparecen vocales en signos demarcativos afonemáticos negativos. También en ostiak
y las consonantes n, í y s, todo grupo consonantico cuyo primer miem- los sonidos consonadores son sordos en comienzo y en final, pero más
bro no sea n, í o s es un signo grupo fonemático negativo: en palabras o menos sonoros en interior de palabra 432. En alemán y en húngaro,
como kahdeksan "ocho", hupsu "tonto", selka "espalda", etc., los grupos h es sorda en comienzo (en húngaro lo es también en final), pero en
hd, ks, ps y Ik indican la ausencia de límite de palabra. La misma interior de palabra, entre vocales, es sonoro uhu, oho!) 4;i:í.
función cumplen aquí también todas las consonantes geminadas (excep-
to nn, ss y tt, que pueden estar no sólo en interior de palabra, sino B) Signos grupos
también en la juntura de dos palabras, por ejemplo, mies seisoo "el
hombre está de pie", pojat tansivat "los muchachos bailan", nainen Lo que ha sido dicho acerca de los signos individuales vale tam-
neuloo "la mujer cose", etc.). En lenguas como el ruso, en las que los bién para los signos grupos afonemáticos negativos. Por cada signo
consonadores son siempre sordos en final de palabra, el grupo "conso- grupo afonemático positivo se encuentra en general uno negativo. Así,
nador + vocal o sonante" es siempre signo de que entre los componen- en alemán, la secuencia fónica "vocal posterior + g palatal" es signo dé
tes de este grupo no hay límite de palabra. En groenlandés septen- que entre ambos sonidos existe un límite de morfema; pero la secuen-
trional, en el que r no puede hallarse en final de palabra, el grupo cia fónica "vocal posterior -\- g velar (ante a)" indica la no existencia
"r -f consonante" es siempre signo de ausencia de límite, y lo mismo de un límite entre la vocal y g; en inglés, donde la secuencia fónica
valía también en griego antiguo para el grupo "/ + consonante (excep- "/ oscura + vocal" es un signo demarcativo afonemático positivo, la
to s)". En alemán el grupo di, que sólo aparece en interior de palabra, secuencia fónica "/ clara -f vocal" significa que entre sus dos compo-
parece ser el único signo grupo fonemático negativo. En general los nentes no existe ningún límite de palabra. A la mayoría de los ejem-
signos grupos foneimáticos negativos son un fenómeno relativamente plos antes mencionados de signos grupos afonemáticos positivos les
raro. corresponde un signo grupo negativo, pero no a todos. En una lengua
con sinarmonismo consecuentemente organizado, la ruptura del s:n-
armonismo (por ejemplo, el encuentro de una vocal anterior con una
//. Signos demarcativos
consonante velarizada) es un signo grupo positivo; pero la no ruptura
negativos ajonemáticos
del sinarmonisn)o no tiene valor ni como signo negativo ni como
A) Signos individuales 431
C/. W. Radloff, o. c., págs. 128 y sigs., 173 y sigs. y 199 y sigs.
432
Sin embargo, sólo facultativamente, y con marcadas divergencias indivi-
Cuando un fonema presenta en comienzo o en final de palabra duales; c/. V. K. Stejnic en Jazyki i pis'mennost' narodov Severa, I, 202.
una realización especial, toda otra realización de ese fonema es por 433
Lo mismo también en yurak-samoyedo; c/.. G. N. Prokofjev en Jazyki i
eso mismo un signo demarcativo negativo. Se ha señalado ya que en pis'mennost' narodov Severa, I, pág. 13.
268 LA FUNCIÓN FÓNICA DELIMITATIVA

signo positivo, puesto que es muy posible que dos palabras "postero-
vocálicas" o dos palabras "antero-vocálicas" se encuentren sin que
nada tenga que ver el sinarmonismo.

A los signos grupos afonemáticos negativos les pertenece también, por ejemplo, EMPLEO DE
en italiano, el alargamiento de la vocal acentuada en interior de palabra. Es
sabido que este alargamiento no se produce nunca en las vocales acentuadas LOS SIGNOS DEMARCATIVOS
finales, sino sólo en las vocales acentuadas de la penúltima y de la antepenúltima
sílaba ante vocal, ante consonante intervocálica o ante el grupo "consonante +
líquida (r, u o j)". Si se tiene en cuenta que en italiano la última sílaba puede
ser acentuada sólo si termina en vocal y que, por otra parte, una palabra italiana
puede comenzar sólo con una vocal, con una sola consonante, con el grupo "conso- Las distintas lenguas son muy diferentes en lo que se refiere al
nante + r, u o I" o en fin, con el grupo "s + consonante", sé explica perfecta- empleo de los signos demarcativos. En algunas lenguas se señalan
mente el sentido del alargamiento de la vocal acentuada, en esta lengua. Este sobre todo (o exclusivamente) los límites de morfema, en otras, los
alargamiento excluye la existencia de un límite de palabra a continuación de la límites de palabra. Al primer tipo pertenece, por ejemplo, el alemán:
vocal acentuada y aparece, por lo tanto, sólo en las posiciones fónicas donde podría
suponerse la presencia de un límite tal, es decir, ante aquellos sonidos o grupos todos los signos demarcativos que sirven en alemán como límites son
de sonidos que pueden aparecer también en comienzo de palabra. Ante "m, n, 1 o también válidos como límites de morfema; y además hay también
r + consonante" no tendría sentido un alargamiento de la vocal acentuada, puesto varios signos que lo son sólo de límite de morfema pero no de límite
que tras vocal acentuada estos grupos son ya de por sí signos grupos (fonema- de palabra. El grupo consonantico di (por ejemplo, en redlich "hones-
ticos) negativos. Sólo ante "s + consonante" la omisión del alargamiento de la
vocal acentuada puede dar lugar a incomprensiones: se podría, por ejemplo, sepa- to", Siedlung "colonia") parece ser el único signo en alemán que no
rar velocitá sttaotdinaria en velocitastra ordinaria. Pero dado que las palabras que concierne al morfema sino a la palabra, como signo grupo fonemático
comienzan con "s (o z) + consonante" representan algo menos del 8 % del total negativo. Por el contrario, hay muchas lenguas en las que los límites
de las palabras italianas, son muy poco numerosos los casos en los cuales existe de morfema no se señalan, en tanto que los límites de palabra se indi-
la posibilidad de tales incomprensiones. Así pues, el alargamiento de la vocal
acentuada en italiano queda como uno de los signos grupos afonemáticos negati- can mediante signos demarcativos determinados: a este grupo perte-
vos más importantes. nece, por ejemplo, el finés, en el cual los límites de palabra se carac-
terizan positivamente por la acentuación inicial fija, y negativamente
por d y t|, por las geminadas (excepto tt, nn y ss) y por los grupos
consonanticos (excepto "n, t y s + consonante") en tanto que los lími-
tes de morfema no presentan ninguna marca específica y a veces hasta
se pierden dentro de un fonema "largo" (geminado) (talo "patio"-ila-
tivo taloon; vesi "agua - partitivo vetta, etc.). En muchas lenguas
existen, por cierto, tipos mixtos, pero en la mayoría de los casos se
comprueba, sin embargo, una determinada inclinación hacia los límites
de morfema o hacia los límites de palabra. Estos dos tipos funda-
mentales son de importancia para toda la estructura del vocabulario.
Los signos demarcativos fonemáticos positivos se usan también sin
función demarcativa, cuando se adoptan palabras extranjeras, para
reemplazar fonemas o grupos fonemáticos extranjeros. Con los signos
individuales positivos esto tiene lugar sin ninguna dificultad, pero la
transposición de un signo individual fonemático negativo a una posi-
ción no habitual no es tan fácil: para un alemán, la reproducción de
nombres propios "exóticos" que comienzan con i| (ng) no es fácil, y
de igual modo» para los fineses son difíciles las palabras extranjeras
que comienzan con d o terminan con v. En lo que se refiere a los sig-
nos grupos fonemáticos, su empleo sin función demarcativa para
reproducir grupos fonemáticos extranjeros es posible sólo en las len-
guas en que los signos demarcativos caracterizan en general a los lími-
tes de morfema. En alemán las palabras como pneumatisch, Spháre,
269
270 LA FUNCIÓN FÓNICA DELIMITATIVA Empleo de signos demarcativos 271

Szene, Kosmos, etc., son fácilmente pronunciables porque los grupos su capacidad delimitativa, es por cierto la estadística de los signos
fonemáticos pn, sí, se y sm aparecen también en las verdaderas pala- demarcativos en el texto. Los signos demarcativos se distribuyen habi-
bras alemanas en las que son signos grupos de límite de morfema tualmente con mucha irregularidad: en una frase de seis sílabas como
(ab-nehmen "quitar", Ausíuhr "exportación", Auszug "extracto", aus- Die Hausfrau wáscht mein Hemd "la dueña de casa lava mi camisa"
machen "convenir", etc.). Pero en avar, donde el grupo "labial + se señalan los seis límites de morfema (di-haus-frau-v?'$-msein-hemd) 434,
líquida" no es un signo grupo del límite de morfema, sino del límite en tanto que en una frase de diez sílabas como Am Boden sassen drei
de palabra, este grupo no es admitido ni siquiera en palabras extran- kleine Buhen "en el suelo están sentados tres pequeños niños" no se
jeras. Por consiguiente, la tendencia de las diversas lenguas en lo que señala fonológicamente ningún límite de morfema o de palabra. En
respecta a la señalización de los límites de morfema o de palabra tiene textos más largos estas irregularidades en la distribución de los signos
cierta influencia en la aceptación, por parte de estas lenguas, de las se compensan de tal manera que se obtiene para cada lengua un térmi-
| no medio, y estos términos medios son diferentes para cada lengua.
palabras extranjeras.
Hay lenguas que no sólo poseen muy pocos signos demarcativos, sino
Los grupos fonemáticos que en las palabras autóctonas actúan como signos
que también los utilizan muy raramente, de modo que sólo un porcen-
demarcativos, pero que no desempeñan esta función en las palabras extranjeras, taje insignificante de límites de palabra o de morfema son señalados
son por cierto poco cómodos. El empleo demasiado frecuente de palabras extran- en un texto. Entre estas lenguas se cuenta por ejemplo el francés, que
jeras en las que aparecen estos grupos quita fuerza a su capacidad demarcativa. atribuye muy poca importancia a la delimitación de las palabras (o
En consecuencia, los géneros estilísticos en los que se hace un empleo frecuente de morfemas) dentro de la frase. Otras lenguas presentan, en cambio, una
palabras extranjeras se caracterizan al mismo tiempo por un debilitamiento de la
función demarcativa que es paralelo al debilitamiento de los signos demarcativos preferencia exagerada por los signos demarcativos, y las hay que ade-
fonemáticos. En una lengua rica en signos demarcativos fonemáticos y especial- más del acento fijo, que indica todos los límites de palabra, utilizan
mente orientada hacia la demarcación morfemática se produce, por lo tanto, una una serie de otros signos demarcativos, de manera tal que el número
gran discrepancia entre el género estilístico "habitual" y el que se caracteriza de éstos en el texto es a veces mayor que el número de unidades
por el empleo de palabras extranjeras. Por cierto que este último aparece como
un estilo especialmente fatigoso y forzado. Ésta es una de las causas del purismo delimitativas. Así, en tamil (al menos en los textos agregados por
que se manifiesta en ciertas lenguas, es decir, el esfuerzo por crear una lengua J. R. Firth a su A Short Outline oí Tamil Pronounciation), casi el 80 %
científica sin palabras extranjeras. Este purismo orgánico, enraizado en la estructu- del total de los límites de palabra se caracterizan por signos demar-
ra fonológica de la lengua, debe ser diferenciado principalmente del purismo cativos especiales, no obstante lo cual el tamil posee también un acento
externo, basado en consideraciones histérico-culturales. El purismo alemán es
orgánico. El alemán no ha debido luchar por su existencia o por la igualdad de fijo en la primera sílaba de la palabra (así como un acento secunda-
sus derechos con otras lenguas. Para el papel del alemán como lengua internacional rio en la sílaba final de las palabras largas) que asegurarían de mane-
lu aceptación del mayor número posible de extranjerismos sería más bien favora- ra suficiente la delimitación de las palabras. El alemán pertenece
ble (cf. por ejemplo el inglés). Si, no obstante, fuertes corrientes puristas se hacen también a las lenguas "que gustan de la delimitación": alrededor del
sentir con éxito de tiempo en tiempo, ello se debe (al menos en gran parte) a la
estructura fonológica específica del alemán, al número relativamente frecuente de 50 % del total de límites de morfemas proclíticos acentuables y no
tipos de morfema, a la estructura fonemática característica de éstos y a la gran acentuables está indicado en un texto por medio de signos demarca-
cantidad de signos demarcativos fonemáticos mediante los cuales los morfemas se tivos especiales; pero sólo en los estilos que no presentan un uso exage-
delimitan claramente entre sí. rado de términos extranjeros.
Así, pues, la estadística también es indispensable en el estudio de
La distinción entre las lenguas que delimitan preferentemente las las funciones fónicas delimitativas. Y por cierto que en estos casos,
palabras y las que delimitan preferentemente los morfemas no es la la estadística de los textos es la única posible. Se presentan aquí, por
única que debe tenerse en cuenta para la tipología de la función deli- supuesto, las mismas dificultades que en la estadística de los fonemas,
mitativa. Es muy importante establecer qué clases de signos demar- dificultades que deben ser superadas en igual forma. Pero puesto que
cativos se prefieren y cómo se dividen estos tipos de signos: puede hasta el momento muy pocas investigaciones estadísticas en las distin-
ser, por ejemplo, que los signos demarcativos afonemáticos sean utili- tas lenguas han sido llevadas a fondo, no puede decirse casi nada
zados para caracterizar los límites de palabra y los fonemáticos para sobre el tema.
caracterizar los límites de morfema. También es importante la direc-
ción de los signos demarcativos negativos unilaterales y la posición de
los signos positivos individuales: en la mayoría de las lenguas se
señala con preferencia el comienzo de una nueva palabra, pero hay
también lenguas que señalan principalmente el final de la palabra. 434 Ver el análisis de este ejemplo por el autor en Proceedings oí the Second
Muy importante para caracterizar una lengua, en lo que respecta a International Congress oí Phonetic Sciences, págs. 49 y sigs.
Colección
D I D AX I S

Aproximación
a la gramática española
de Francisco Marcos Marín.
Prólogo a cargo de Rafael Lapesa.

En este libro el autor trata con gran acierto la


problemática total de la lengua. No obstante, merecen
citarse especialmente algunos temas que aportan enfo-
ques novedosos: La lingüística; Concepto de lengua
española; Formación del español; Lexicología y lexi-
cografía; Semiología y semántica.

Evaluación
de los aprendizajes
de Pedro D. Lafourcade.
Prólogo a cargo de Arturo de la Orden.

I "La evaluación es una etapa del proceso educativo que


tiene por fin comprobar de modo sistemático en qué
medida se han logrado los resultados previstos en los
objetivos que se hubieran especificado con antela-
ción." A partir de esta afirmación el autor elabora una
clara clasificación de las pruebas de rendimiento
existentes, aplicando nuevas denominaciones y orde-
nando los materiales de modo práctico y coherente.
Este manual constituirá, sin duda, una de las más
importantes fuentes de consulta para los profesionales
de la educación que deseen resolver los problemas de
la .evaluación del rendimiento sobre sólidas bases
científicas.

Metodología
de la investigación
de Armando Ast¡ Vera.
Prólogo a cargo de Adolfo Maíllo.

i La exposición y el análisis cn'tico del significado y los


alcances de las actuales técnicas de investigación, así
como la orientación sistemática a la cual ¡Mim
someterse quienes se inician en el traba|o cieniili< < >
constituyen los objetivos esenciales di; nslr hlun '.,>'
tratan con especial atención piolilrm.r, <\ IIMI
teórico-práclico, tales como m.nminlnj y IHIH inliinii'ii
tos que sirven a un logro convrenttdn l-t IMV/<".IMI
en sus distintas etapas. Si' un I u y" "i ' » |i»i»
preparar una monoi|i,ih,i cn-ni i l n .1

S-ar putea să vă placă și