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SUCESION TESTAMENTARIA

I. INTRODUCCION

Habiendo testamento válido que contenga institución de herederos, la sucesión


será regida por éste.

El testamento es un acto jurídico unilateral, unipersonal, escrito y solemne por


el cual una persona dispone del todo o parte de sus bienes para después de su
muerte. De esta forma se garantiza la autenticidad y espontaneidad. Gracio,
Leibnitz, Wolf y Kant entre otros afirman que su fundamento se encuentra en el
derecho de dominio por parte del propietario que le permite disponer de lo suyo
en vida como también para que tenga efectos después de su muerte. Por su
parte otros autores cuestionan esta afirmación como Puffendorf, Hobbes y
Ramón Dominguez al sostener que es más bien una concesión de la ley,
porque la verdadera voluntad del testador no existe'.

Este concepto destaca su contenido patrimonial como acto de disposición post


mortem (atributo del derecho de propiedad) y, en consecuencia, fuente de
vocaciones sucesorias mediante declaración especifica. La disposición de
bienes implica la designación de beneficiarios. Valverde con mucha razón
afirma que el testamento como acto jurídico difiere de la donación porque aquél
a diferencia de éste no es revocable.

En nuestro ordenamiento legal, el testamento y la ley, vía declaración de


herederos, constituyen las dos únicas fuentes del Derecho Sucesorio. No son
admitidos los pactos sucesorios. El tema de las fuentes resulta muy importante
porque de ellas provienen los títulos, sin los cuales el heredero no podría ejer-
citar sus derechos sucesorios adquiridos a la muerte del causante. En las
Institut:as de Justiniano se dice: «Testamentum ex eo apellatur quod testatio
menntis est».
II. CONTENIDO DEL TESTAMENTO

La naturaleza del Derecho de Sucesiones es de carácter patrimonial y el testa-


mento constituye una de las fuentes de esta disciplina.

Algo más, en el Derecho Romano constituía un acto de disposición de bienes,


debiendo recordarse que la institución de herederos era cabeza y fundamento
el testamento como afirma Gayo, a tal punto que su omisión acarreaba su
nulidad.

En la doctrina moderna el testamento es un acto mortis causa por el cual una


persona dispone de todos sus bienes o parte de ellos, para después de su
muerte, tal como señala el artículo …………

De modo que si carece de disposición alguna sobre los bienes no sería


entonces un testamento. Pero ¿qué es entonces el testamento? Polacco
responde que si tal testamento contuviera sólo disposiciones de carácter no
patrimonial, no tendría tal carácter, sería «actos de última voluntad»
haciéndose necesario que la sucesión hereditaria fuera abierta y regulada
conforme a las reglas de la sucesión intestada'. En esta línea de pensamiento
está Ramón Domínguez', cuando expone que si bien lo propio del testamento
son las disposiciones patrimoniales, no habría inconveniente para que
contenga actos jurídicos totalmente distintos, requiriéndose entonces de modo
supletorio el empleo de las reglas de la sucesión legal.

En cambio Clemente de Diego dice que':

El testamento es algo más que disposición de bienes: es acto de mani-


festación de soberanía individual, mejor de autarquía, por el que se
cumplen deberes y se ejercitan derechos en el modo como podamos
ejercitarlos y disponer de ellos. Puede haber testamento además sin
disposición de bienes, como aquél en que simplemente se revoque un
testamento anterior sin agregar ninguna otra disposición de bienes;
ahora, para con-figurar la sucesión legítima o abintestato es preciso que
haya disposición de bienes.

En nuestra opinión, y de acuerdo con los precedentes y a lo dispuesto en


nuestro ordenamiento legal, el testamento, es un acto de contenido
eminentemente patrimonial mediante el cual el testador dispone de su
patrimonio en todo o en parte para después de su muerte; constituye una
especie dentro del género denominado actos de última voluntad, los relativos al
reconocimiento de hijo extramatrimonial, o designación de tutor o curador para
el hijo, etc. Sin embargo, la mayoría de las legislaciones por razones de técnica
jurídica asumen una fórmula extensiva como nuestro Código Civil.

Articulo 686.-Por el testamento una persona puede disponer de sus


bienes, total o parcialmente, para después de su muerte, y ordenar su
propia sucesión dentro de los límites de la ley y con las formalidades que
ésta señala. Son válidas las disposiciones de carácter no patrimonial
contenidas en el testamento, aunque el acto se limite a ellas.

El título I de la Sección segunda del Libro Tercero del Código Civil de 1936
(artículos 682 a 699) no definió su concepto como sí lo hizo el artículo 651 del
Código Civil de 1852: «Por el testamento dispone una persona de sus bienes,
acciones y derechos, para cuando haya muerto».

El artículo 686 del vigente Código Civil destaca el derecho que tiene toda
persona a disponer por este medio de sus bienes para cuando muera, así
como para designara sus sucesores, pero con dos limitaciones establecidas
por la ley. Estas restricciones al ejercicio de su libre voluntad se justifican y
derivan de normas legales que son de orden público, es decir, imperativas,
invariablemen-te obligatorias que se imponen de modo absoluto y no pueden
ser modificadas por la voluntad privada de ninguna persona, bajo sanción de
nulidad.

Estas restricciones legales imperativas son de dos clases: a) de fondo y b) de


forma.

a. De fondo: Son las relativas al derecho legitimario de los herederos forzosos


cuando suceden al testador, artículos 723, 724 y 733 del Código Civil.

Artículo 723.- La legítima constituye la parte de la herencia de la que no


puede disponer libremente el testador cuando tiene herederos forzosos.
Artículo 724.- Son herederos forzosos los hijos y los demás
descendientes, los padres y los demás ascendientes y el cónyuge.
Artículo 733.- El testador no puede privar de la legítima a sus herederos
forzosos, sino en los casos expresamente determinados por la ley, ni
imponer sobre aquella, gravamen, modalidad, ni sustitución alguna.
Tampoco puede privar a su cónyuge de los derechos que le conceden
los artículos 731 y 732, salvo en los referidos casos.

Por eso, la legítima es intangible cualitativa y cuantitativamente, no


pudiendo el testador darle un destino diferente.

b. De forma: Se refiere a las reglas que el testador debe respetar en el


otorgamiento del testamento. Las formalidades del testamento elegido
deben ser rigurosamente respetadas bajo sanción de nulidad, como
expresa el artículo 811 del Código Civil:

El testamento es nulo de pleno derecho por defectos de forma si


es infractorio de lo dispuesto en el artículo 695 o, en su caso, de
los articulos 696, 699 y 707, salvo lo previsto en el artículo 697.

Resulta interesante señalar la concordancia que guarda este


precepto con el artículo 144 del mismo precepto legal, porque es la
primera vez que en la legislación peruana se incorpora un dispositivo tan
esclarecedor que permite diferenciar cuándo la formalidad es solemne o
simplemente probatoria:

Artículo 144.- Cuando la ley impone una forma y no sanciona con


nulidad su inobservancia, constituye sólo un medio de prueba de
la existencia acto.

Tiene un indudable carácter pedagógico. Concluimos el


comentario ratificando que lo propio del testamento es su contenido
patrimonial acorde con la naturaleza jurídica del Derecho Sucesorio,
pudiendo, sin embargo, de modo excepcional, quedar limitado a actos
jurídicos diferentes de naturaleza extramatrimonial, en cuyo caso, dicho
testamento sólo habría servido si se tratase del reconocimiento de un
hijo extramatrimonial para facilitar a acceso a la herencia del padre como
heredero. Sin embargo, si el testamento, contuviera disposiciones no
patrimoniales serían verdaderamente de ultima voluntad, pero en estricto
sentido no un testamento. El artículo 686, segunda, parte del Código
Civil, señala al respecto:

Artículo 686.- [...I Son válidas las disposiciones de carácter no


patrimonial contenidas en el testamento, aunque el acto se limite
a ellas.

Testamento y disposiciones exclusivamente extrapatrimoniales

El testamento puede contener disposiciones exclusivamente


extrapatrimoniales aunque el acto se limite a ellas, así lo establece el
numeral 686 del Código Civil.

Pérez Lassala destaca los casos más frecuentes que se


presentan en la practica, y que en nuestra legislación serían los
siguientes:

a. Nombramientos de Tutores y Curadores: La designación de


éstos tiene los requisitos necesarios para formar el contenido
autónomo de un testamento. Existe un sujeto especialmente
obligado (tutor o curador) y el sujeto beneficiado (el menor o
incapaz), por tanto este nombramiento produce los efectos
determinados por la ley (artículos 503 y 572 del Código Civil)

b. Desheredación y Revocación: El testamento por el que se


deshereda a un heredero forzoso tiene efecto patrimonial, ya que
dispone indirecta-mente que los bienes del desheredado pasen a
persona distinta de aquella (artículo 742 del Código Civil). Lo
mismo sucede con el testamento en el que se revoca la
desheredación (artículo 753 del Código Civil); y con el testamento
que revoca total o parcialmente otro testamento (o varia o deja sin
efecto la institución de herederos o legatarios), artículo 798 del
Código Civil.

c. Reconocimiento de hijos extramatrimoniales: Cuando se


reconoce un hijo extramatrimonial vía testamento se produce un
efecto patrimonial debido a que este hijo reconocido ingresa a la
sucesión del causante.

d.Consejos y recomendaciones sobre sepelio y sepultura: Los


testamentos con contenido ético, moral o religioso corno consejos,
peticiones, y recomendaciones sobre el sepelio y sepultura
constituyen manifestaciones de última voluntad del testador
(artículo 686 del Código Civil).

Son válidas las disposiciones de carácter no patrimonial


contenidas en el testamento, aunque el acto se limite a ellas.

III. NATURALEZA JURÍDICA Y CARACTERES DEL TESTAMENTO

a. Es un acto jurídico sui géneris. Implica la manifestación de


voluntad expresada por un sujeto capaz con la intención de crear,
modificar, transferir o extinguir derechos. Es sui géneris porque sólo
con la muerte del testador recién alcanza efectividad, lo cual no
quiere decir que antes de su muerte sea un simple proyecto. La
muerte del testador no perfecciona el testamento otorgado, el
testamento es perfecto desde el momento en que es otorgado y
suscrito por su autor con arreglo a las disposiciones legales
pertinentes. Es pues un acto jurídico monis causa. La consecuencia
de serlo es que resultan aplicables las reglas específicas propias de
la sucesión testamentaria y, complementariamente, las genéricas del
acto jurídico y en caso de colisión entre unas y otras, priman las
específicas.

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