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Tema 2: Coloides

Consideraremos lo que sucede si se adiciona arena a un recipiente con agua y se


agita. Al principio, las partículas de arena quedan suspendidas, pero poco a poco
se depositan en el fondo. Éste es un ejemplo de una mezcla heterogénea. Entre
estos dos extremos hay un estado intermedio que se llama suspensión coloidal, o
simplemente coloide. Un coloide es una dispersión de partículas de una sustancia
(la fase dispersa) entre un medio dispersor, formado por otra sustancia. Las
partículas coloidales son mucho más grandes que las moléculas de los solutos
comunes; miden entre 1 𝑋 103 pm a 1 𝑋 106 pm.

Una suspensión coloidal también carece de la homogeneidad de una disolución


común. La fase dispersa y el medio dispersor pueden ser gases, líquidos, sólidos o
una combinación de diferentes fases, como se muestra en la tabla. Algunos coloides
son muy conocidos. Un aerosol consiste en pequeñas gotas de un líquido o
partículas de un sólido dispersas en un gas. Como ejemplos están la niebla y el
humo. La mayonesa, que se hace incorporando pequeñas gotas de aceite en agua,
es un ejemplo de una emulsión, que consiste en gotas de un líquido dispersas en
otro líquido. La leche de magnesia es un ejemplo de sol, una suspensión de
partículas sólidas en un líquido.

Medio de Fase
Nombre Ejemplo
dispersión dispersa
Gas Líquido Aerosol Niebla, Bruma Humo
Sólido Aerosol Humo, Polvos
Crema batida, espuma de
Gas Espuma
cerveza, espuma de afeitar
Mayonesa, leche, crema para la
Líquido Líquido Emulsión
cara
Leche de magnesia, pintura,
Sólido Sol
engrudo, jalea
Gas Espuma Plástico, espuma
Sólido Líquido Gel Gelatina, mantequilla
Ciertas aleaciones
Sol
Sólido (acero),Piedras preciosas (rubí,
sólida
topacio, esmeralda)
Coloides hidrofílicos y coloides hidrofóbicos

Entre los coloides más importantes se encuentran aquellos en los que el medio
dispersor es el agua. Dichos coloides se dividen en dos categorías: hidrofílicos, o
con atracción por el agua, e hidrofóbicos, o que sienten repulsión por el agua. Los
coloides hidrofílicos son disoluciones que contienen moléculas muy grandes, como
proteínas. En la fase acuosa, una proteína como la hemoglobina se pliega de tal
forma que las partes hidrofílicas de la molécula, las partes capaces de formar
interacciones favorables con las moléculas de agua a través de fuerzas ion-dipolo
o mediante formación de puentes de hidrógeno, se encuentran en la parte externa.
En general, los coloides hidrofóbicos no son estables en agua y sus partículas
forman conglomerados, como gotas de aceite en agua, que se distribuyen en una
película oleosa en la superficie del agua. Sin embargo, pueden estabilizarse por
adsorción de iones en su superficie. (La adsorción se refiere a la adherencia a una
superficie. Es diferente a la absorción, ya que esta última significa el paso al interior
del medio.)
Efecto Tyndall

Cuando un rayo de luz pasa a través de un coloide, es dispersado por el medio


(figura 1). Dicha dispersión no se observa con las disoluciones comunes porque
las moléculas del soluto son demasiado pequeñas para interactuar con la luz
visible. Otra demostración del efecto Tyndall es la dispersión de la luz del Sol
causada por el polvo o el humo en el ambiente (figura 2). Una forma de distinguir
una disolución de un coloide es mediante el efecto Tyndall.

Fig. 1 Tres rayos de luz blanca que atraviesan un coloide de Fig.2 Dispersión de la luz solar por
partículas de azufre en agua cambian a naranja, rosado y verde las partículas de polvo en el aire.
azulado. Los colores que se producen dependen del tamaño de
las partículas y también de la posición del observador. Cuanto
menor el tamaño de las partículas dispersas, menor será la
longitud de onda (y más azul).
Tema 3 Balanceo de ecuaciones por tanteo y por Redox

Ley de la conservación de la materia

En el año 1745, Mijaíl Lomonosov enunció la ley de de conservación de la materia


de la siguiente manera: En una reacción química ordinaria donde la masa
permanece invariable, es decir, la masa presente en los reactivos es igual a la masa
presente en los productos. En el mismo año, y de manera independiente, el químico
Antoine Lavoisier propone que” la materia no se crea ni se destruye, sólo se
transforma”. Es por esto que muchas veces la ley de conservación de la materia es
conocida como ley de Lavoisier-Lomonosov.

Estos científicos se referían a la materia másica. Más adelante se observó que en


algunas reacciones nucleares existe una pequeña variación de masa. Sin embargo,
esta variación se explica con la teoría de la relatividad de Einstein, que propone una
equivalencia entre masa y energía. De esta manera, la variación de masa en
algunas reacciones nucleares estaría complementada por una variación de energía,
en el sentido contrario, de manera que, si se observa una disminución de la masa,
es que ésta se transformó en energía, y si la masa aumenta, es que la energía se
transformó en masa.

Teniendo en cuenta la ley de conservación de la materia, cuando escribimos una


ecuación química, debemos ajustarla de manera que cumpla con esta ley. El
número de átomos en los reactivos debe ser igual al número de átomos en los
productos. El ajuste de la ecuación se logra colocando índices estequiométricos
delante de cada molécula. El índice estequiométrico es un número multiplica a los
átomos de la sustancia delante de la cual está colocado.

Tomemos por ejemplo la reacción química de formación de amoníaco a partir de


nitrógeno e hidrógeno.

𝑁2 + 𝑁𝐻3 → 𝑁𝐻3
Observamos que en los reactivos hay dos átomos de nitrógeno y dos átomos de
hidrógeno, mientras que en los productos hay sólo un átomo de nitrógeno y tres de
hidrógeno. Para que la ecuación química cumpla con la ley de conservación de la
materia, tenemos que agregar coeficientes estequiométricos, de la siguiente
manera:

𝑁2 + 3𝐻2 → 2𝑁𝐻3

Así logramos que el número de átomos sea el mismo en ambos lados de la


ecuación. Este significa que dos átomos o dos moles de nitrógeno reaccionarán con
tres átomos o moles de hidrógeno para formar dos átomos o moles de amoníaco.
Cuando el coeficiente estequiométrico es uno, no se escribe.

Balanceo de ecuaciones por tanteo

Suponga que deseamos escribir una ecuación para explicar una reacción química
que acabamos de realizar en el laboratorio. ¿Cómo se procede? Puesto que
conocemos los reactivos, podemos escribir sus fórmulas químicas. Es más difícil
establecer la identidad de los productos. Con frecuencia, es posible predecir el o los
productos de reacciones sencillas. En reacciones más complicadas en las que hay
tres o más productos, los químicos necesitarán otras pruebas para establecer la
presencia de compuestos específicos. Una vez que hemos identificado los reactivos
y productos y que se han escrito sus fórmulas correctas, los acomodamos según la
secuencia convencional: los reactivos a la izquierda, separados por una flecha de
los productos, que se colocan del lado derecho. Es muy probable que la ecuación
que se ha escrito en este momento esté sin balancear, es decir, que el número de
cada tipo de átomos sea diferente en ambos lados de la flecha. En general, el
balanceo de una ecuación química la verificamos mediante los siguientes pasos:
1. Se identifican todos los reactivos y productos, y se escriben sus fórmulas
correctas del lado izquierdo y derecho de la ecuación, respectivamente.

2. El balanceo de la ecuación se inicia probando diferentes coeficientes para igualar


el número de átomos de cada elemento en ambos lados de la ecuación. Podemos
cambiar los coeficientes (los números que preceden a las fórmulas), pero no los
subíndices (los números que forman parte de las fórmulas). Si cambiamos los
subíndices, cambiamos la identidad de la sustancia. Por ejemplo, 2𝑁𝑂2 significa
“dos moléculas de dióxido de nitrógeno”, pero si se duplican los subíndices se tendrá
𝑁2 𝑂4 fórmula del tetróxido de dinitrógeno, es decir, un compuesto totalmente
distinto.

3. Primero se buscan los elementos que aparecen una sola vez en cada lado de la
ecuación y con igual número de átomos: las fórmulas que contengan estos
elementos deben tener el mismo coeficiente. Por tanto, no es necesario ajustar los
coeficientes de dichos elementos en este momento. A continuación, se buscan los
elementos que aparecen sólo una vez en cada lado de la ecuación, pero con
diferente número de átomos. Se balancean estos elementos. Por último, se
balancean los elementos que aparecen en dos o más fórmulas del mismo lado de
la ecuación.

4. Se verifica la ecuación balanceada para asegurarse de que hay el mismo número


total de cada tipo de átomos en ambos lados de la ecuación. Considere un ejemplo
específico. En el laboratorio se pueden preparar pequeñas cantidades de oxígeno
gaseoso mediante el calentamiento de clorato de potasio (𝐾𝐶𝐿𝑂3 ). Los productos
son oxígeno gaseoso (𝑂2) y cloruro de potasio (KCl). A partir de esta información,
escribimos:

𝐾𝐶𝐿𝑂3 → 𝐾𝐶𝐿 + 𝑂2

(Para simplificar omitimos los estados físicos de los reactivos y productos.) Los tres
elementos (K, Cl y O) aparecen sólo una vez en cada lado de la ecuación, pero
únicamente el K y Cl tienen igual número de átomos en ambos lados de la ecuación.
Así, KClO3 y KCl deben tener el mismo coeficiente. El siguiente paso consiste en
lograr que el número de átomos de O sea igual en ambos lados de la ecuación.
Debido a que hay tres átomos de O del lado izquierdo dos del lado derecho de la
ecuación, estos átomos se igualan colocando un 2 a la izquierda del KClO3 y un 3
a la izquierda del 𝑂2 .

2𝐾𝐶𝐿𝑂3 → 𝐾𝐶𝐿 + 3𝑂2

Por último, igualamos los átomos de K y Cl colocando un 2 a la izquierda del KCl:

2𝐾𝐶𝐼𝑂3 → 2𝐾𝐶𝐼 + 3𝑂2

Como verificación final, podemos hacer una hoja de balance para reactivos y
productos en donde los números entre paréntesis indican el número de átomos de
cada elemento:

Reactivos Productos
K (2) K (2)
CI (2) CI (2)
O (6) O (6)

Reacciones de oxidación-reducción

En tanto que las reacciones ácido-base se caracterizan por un proceso de transferencia de


protones, las reacciones de oxidación-reducción, o reacciones redox, se consideran como
reacciones de transferencia de electrones. Las reacciones de oxidación-reducción forman
una parte importante del mundo que nos rodea. Comprenden desde la combustión de
combustibles fósiles hasta la acción de los blanqueadores domésticos. Asimismo, la
mayoría de los elementos metálicos y no metálicos se obtienen a partir de sus minerales
por procesos de oxidación o de reducción. Muchas reacciones redox importantes se llevan
a cabo en agua, pero esto no implica que todas las reacciones redox sucedan en medio
acuoso. Este tema comienza con una reacción en la cual dos elementos se combinan para
formar un compuesto. Considere la formación del óxido de magnesio (MgO) a partir del
magnesio y el oxígeno

2𝑀𝑔(𝑠) + 𝑂2 → 2𝑀𝑔𝑂(𝑠)

El óxido de magnesio (MgO) es un compuesto iónico formado por iones 𝑀𝑔2+ y 𝑂 −2.
En esta reacción, dos átomos de Mg ceden o transfieren cuatro electrones a dos
átomos de o (en el 𝑂2). Por conveniencia, este proceso se visualiza como en dos
etapas, una implica la pérdida de cuatro electrones de parte de los dos átomos de
Mg, y la otra, la ganancia de los cuatro electrones por una molécula de 𝑂2:

2𝑀𝑔 → 2𝑀𝑔2+ + 4𝑒 −

𝑂2 + 4𝑒 − → 2𝑂2− +

Cada una de estas etapas se denomina semirreacción, y explícitamente muestra


los electrones transferidos en la reacción redox. La suma de las semirreacciones
produce la reacción global:

2𝑀𝑔 + 𝑂2 + 4𝑒 − → 2𝑀𝑔2+ + 2𝑂2− + 4𝑒 −

o si se cancelan los electrones que aparecen en ambos lados de la ecuación.


2𝑀𝑔 + 𝑂2 → 2𝑀𝑔2+ + 2𝑂2−

Por último, los iones 𝑀𝑔2+ y 𝑂−2

2𝑀𝑔2+ + 2𝑂2− → 2𝑀𝑔𝑂


El término reacción de oxidación se refiere a la semirreacción que implica la
pérdida de electrones. En la antigüedad, los químicos empleaban el término
“oxidación” para expresar la combinación de elementos con oxígeno. Sin embargo,
actualmente tiene un significado más amplio, ya que también incluye reacciones en
las que no participa el oxígeno. Una reacción de reducción es una semirreacción
que implica una ganancia de electrones. En la formación del óxido de magnesio, el
magnesio se oxida. Se dice que actúa como agente reductor porque dona
electrones al oxígeno y hace que se reduzca. El oxígeno se reduce y actúa como
un agente oxidante porque acepta electrones del magnesio y hace que éste se
oxide. observe que la magnitud de la oxidación en una reacción redox debe ser igual
a la magnitud de la reducción, es decir, el número de electrones que pierde un
agente reductor debe ser igual al número de electrones ganados por un agente
oxidante.

Bibliografía:
http://www.aev.cgfie.ipn.mx/Materia_quimica/temas/tema1/subtema4/subtema4.html
http://fresno.pntic.mec.es/~fgutie6/quimica2/ArchivosPDF/05Redox.pdf
Raymond chang, Williams College (2010). Quimica, (11a. ed.). The mcGraw-Hill
companies

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