¿Es verdad que las afirmaciones de la Escritura en Génesis 1 y 2 se

encuentran en contradicción con la cosmovisión que propone la

ciencia?

En esta parte de la lección trabajo expondré brevemente la diferencia y

la complementariedad entre el texto bíblico y los avances de la ciencia
moderna teniendo en cuenta que ésta (la ciencia) por su método nos
describe el universo desde una referencia espacio-temporal y los
fenómenos que le hacen evolucionar dentro de esta referencia; a su vez la
Biblia no pretende descubrir la Voluntad Creadora de Dios y el Amor que
tiene por su Obra.

Podemos entonces decir que estas dos afirmaciones: 1. Sí, es verdad que
Génesis 1 y 2 están en contradicción con las teorías más recientes de la
Física. y 2. No es verdad que Génesis 1 y 2 están en contradicción con las
teorías más recientes de la Física; pueden ser ciertas según como se
enfoque el problema y el lugar desde donde se responda.

Desde el creacionismo y el cómputo de un planeta de poco más de

cuatro mil años de antigüedad es imposible coincidir o debatir o dialogar
con los datos experimentales que hoy se tienen de todos los factores que
han intervenido directamente o indirectamente en el origen y la evolución
del universo y de nuestro planeta.

Si se piensa el Génesis como una descripción fidedigna de lo que

supondría la Creación del universo material por Dios, entonces cabe
afirmar que sí está en contradicción con el desarrollo de la ciencia
experimental y empírica de los últimos siglos; a su vez si se consideran
estos capítulos como una forma de afirmar que sólo hay un único Dios
Creador de todas las cosas, utilizando herramientas de lenguaje para
desarrollar esta afirmación, entonces el sentido teológico desplazaría a
segundo lugar el hecho científico.

El texto bíblico responde a la escritura de una época con una

cosmovisión basada en la observación y el razonamiento posterior. Se
disponía de pocos medios materiales para la experimentación y la
comprobación de los resultados, si queremos verlo desde el punto de vista

Gustavo Adolfo Lezama Argüelles 1

positivo propio de nuestra mentalidad. El autor o autores de estos textos
pretenden dejar claro que sólo YHWH es Dios, que no hay otro más que Él.

Para exponer esta afirmación, los redactores aglomeran todos los mitos
sobre la formación del universo y así van dejando claro que todo ha sido
creado por YHWH y no por los dioses de las culturas contiguas; van dando
forma a un relato progresivo con un lenguaje teológico (que necesita otra
manera de comprensión y de abordaje) y en él van relatando cómo Dios
crea todo. De esta forma, el primer libro deja claro que YHWH es el único
Dios y además el Creador y Señor de todo el universo.

Cuando reflexionamos sobre cómo ha evolucionado dentro de la

humanidad la cosmovisión hemos de tener en cuenta que la primera
cosmogonía ha de ser necesariamente antropocéntrica. Un ejemplo trivial
que podemos aquí exponer es el hecho que hoy solemos decir que el Sol
sale por el Este cuando amanece y se pone en el Oeste al atardecer. A
pesar de tener los conocimientos que tenemos sobre rotación terrestre y
cómo se manifiesta, pero a la vez suena muy extraño entonces decir que
nos movemos en rotación de tal forma que nuestra zona se va acercando o
alejando de la referencia lumínica que es la estrella que llamamos Sol a
que suena raro aun siendo cierto.

En las culturas antiguas sumeria, acadia, asiria, babilónica, etc., se

daban cuenta que se pasan los días y las noches, que la luna tiene cuatro
fases de siete días y que son constantes; este proceso de observación les fue
llevando a formular los “conceptos” de día, de semana y de mes.

Ahora bien, cuando el hombre deja de ser nómada y se agrupa en

comunidades agrícolas sedentarias se va observando los fenómenos más
cercanos, los ciclos de la tierra, y va haciendo cuentas y descubriendo las
Estaciones, la periodicidad la periodicidad de los fenómenos y su sucesión
y todo ese movimiento que percibe le llevó a formular el “concepto” de
tiempo.

Luego, el hombre fue poco a poco acercándose más y más a lo concreto

que le rodea hasta llegar a él mismo y gracias a su conciencia le llega a
preguntar cuál es el sentido de su existencia en la Tierra y con toda esta
reflexión emerge la necesidad de justificar lo bueno y lo malo que le ocurre
en la persona de un hombre muy poderoso, un ser superior que rige el
orden del universo de las cosas que le rodean, va creando pues una
teogonía politeísta que gobierna y controla todos los fenómenos naturales,
ellos viven en el firmamento y son las estrellas que se observan por la
noche.

El/los autor/es del Génesis lo que pretende/n dejar claro y educar al

pueblo de Israel en el “concepto” que todo el universo ha sido creado por
YHWH, no se introduce en razones ni pretende dar explicaciones
profundas sobre ellos, es la respuesta a un “darse cuenta” y producto d
ereflexiones de lo que iban observando, de allí que dentro de su pretensión
exponen y redactan este “darse cuenta” este concepto y lo expresan de
maneras como: Y Dios dijo...,...y Dios vio que era bueno...,...y el Espíritu
de Dios...,...insufló en sus narices el aliento de vida... Aquí la idea es
clarísima, Dios es Creador.

YHWH, aquel Que es Creador de todo cuanto existe no es un hombre,

esta es otra cuestión que los redactores del Génesis quieren dejar muy
claro, Dios no es un hombre, es Omnipotente, crea con la Palabra i su
Espíritu está presente en toda su creación.

El primer capítulo del Génesis nos ofrece una descripción de la Obra

creadora. Todo lo ha creado YHWH y nada ha sido hecho por ningún otro
dios. Sólo hay un Dios y es Señor y Dueño de todo el universo material.

Podríamos decir sin temor a equivocarnos que este es el auténtico

mensaje del primer capítulo del Génesis, expresado de acuerdo con lo que
se sabía e interpretaba en la época en la que se escribe el libro y debe de ser
entendido por quien lo recibe. El capítulo 2, escrito por otro redactor,
vincula las tradiciones sumerias y babilónicas con la creación del hombre y
la mujer, aquí nos encontramos frente a un relato que puede denominarse
antropo-genético.

Para el pueblo de Israel, está claro que después de morir se regresa a la

tierra, de la que fuimos creados; en la cultura y tradición sumeria y acadia
que hablan sobre la formación de la humanidad, lo expresan a través del
fango. Si se observan estas concepciones y los relatos que subyacen a ellas,
vemos que no se les otorga sangre de dioses inferiores como sugiere en
cambio la tradición babilónica sino que le insufla el aliento de la vida.

Aquí podemos detectar una “contradicción” entre el primer relato y el

segundo si lo abordamos como un bloque lineal de lectura y comprensión.

Gustavo Adolfo Lezama Argüelles 3

YHWH todopoderoso crea con la Palabra mientras que en el segundo relato
se transforma en un alfarero.

Nuevamente lo que hay que tener en cuenta aquí es la pretensión de

hacernos llegar el mensaje principal que no es otro que la voluntad
creadora de Dios.

Pasamos de orilla y nos ubicamos ahora dentro del plano de la ciencia

experimental, basada en datos y hechos empíricamente demostrables y
enmarcados dentro del espacio tiempo y podemos, desde esta perspectiva
observar cómo nos acerca al conocimiento de cómo la Voluntad Creadora
de Dios se realiza.

La afirmación que Dios es eterno, ha de entenderse como que Dios está

fuera del concepto de tiempo que nosotros tenemos, luego no es un señor
que actúe cada segundo sobre cada átomo del universo (marco espacio-
temporal) pero sí que podemos decir que lo redactado en el Génesis
coincide con la idea cosmológica actual que Dios pone orden en la creación
del universo material.

Ahora observemos el proceso evolutivo (algo muy complejo) y

tengamos en cuenta que la ciencia (por su método) sólo nos puede describir
cómo se ha formado el universo material de acuerdo con los datos que
obtenemos de nuestras ventanas al universo que nos rodea, es decir,
describirlo todo en cuanto esté dentro de las categorías espacio-temporales,
pero a la vez se ha de ser muy consciente que estas ventanas son los
sentidos unidos a nuestra inteligencia y por tanto limitados e imperfectos.

Sólo un estudio de la evolución de un órgano humano nos permite ver

que no es algo perfecto, antes bien, está en proceso, es perfectible. También
la interpretación de los datos en forma de teorías no deja de ser una
proyección de nuestra “imaginación” (lo que percibimos por nuestros
sentidos: equilibrio, gusto, intuición, kinestésico propioceptivo (posición de
las partes del cuerpo y el movimiento que genera dentro del espacio),
nolicepción (percepción del dolor), oído, olfato, tacto, termocepción, vista.)
hacia la realidad y por tanto contaminada de subjetividad.

Con base en ello, solamente detengamos a hablar sobre el ejercicio de

observar las imágenes de las galaxias, las nebulosas, los agujeros negros
que nos llegan desde los satélites de observación y lo que implica dentro de
los conocimientos científicos saber que todos esos colores no son reales
sino simplemente el trabajo artístico de asignar colores a radiaciones
electromagnéticas que nuestros ojos no pueden ver y así poder percibir
aquello que naturalmente no podemos, no los vemos, pero están allí,
solamente cuando se nos hace perceptibles es que podemos afirmar
“existen” pero este ejemplo nos demuestra que están allí y por el hecho de
no percibirlos no significa que no existan.

Ahora adentrémonos a unos datos muy interesantes que nos ofrecen

estudios recientes sobre el ADN de los homínidos prehistóricos, estos
estudios nos indican la evidencia de un salto en la mutación evolutiva que
no sigue las pautas normales de la evolución, esto nos viene a decir en
palabras muy simples que el ser humano, con una conciencia de su
existencia y una capacidad intelectual mayor que los demás homínidos, a
aparecido de forma súbita.

Se puede interpretar como una acción de Dios en el tiempo humano o

como los algunos aventureros y altamente imaginativos sugieren, la llegada
de seres extraterrestres que experimentaron con ingeniería genética para
tener unos seres que trabajaran para ellos, ¿mitología contemporánea? Esto
nos lleva hoy, como hizo en antiguo la mitología idolátrica, a tener sus
“fans” su aceptación, toda vez que tampoco obliga a nada.

Regresando a la interpretación bíblica, la Alianza de Dios con la

humanidad, descrita inicialmente en el Antiguo Testamento y plenamente
cumplida por Jesús a través del Nuevo Testamento exige un compromiso y
fidelidad mediante una vida de amor, justicia, paz y bien y de amor total a
Dios; ahora, en pleno siglo XXI, se están fabricando nuevas mitologías
centradas en un humanismo omnipotente.

En Génesis capítulo 1 y siguiendo la línea creadora en el capítulo 2 se

nos habla de la creación del hombre y de la mujer, los crea a su imagen y
semejanza. Es decir, que siendo diferentes el hombre y la mujer, son
complementarios. La unión entre ambos sexos formará el ser humano
perfecto. “...esta sí es huesos de mis huesos y sangre de mi sangre...”

Para concluir, cabría hacer una descripción del universo de una forma
más elegante y adecuada a las líneas de investigación en física por ejemplo
la teoría de las cuerdas y súper cuerdas, los multi universos (teoría de los
multiversos); la del Universo expansivo entrópico (que en algún momento
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volverá a contraerse, con ello la desaparición de lo que llamamos espacio y
tiempo) y junto a todo esto, lo que significa en este campo el
descubrimiento del bosón de Higgs.

La ciencia sólo nos acerca a la realidad de cómo empezó y cómo ha

evolucionado nuestro universo a partir del tiempo cero. Pero, a pesar de los
límites de su método (que no busca fundamentos y razones de ser)
observamos que cuanto más avanzamos, más lejos estamos de conocer
realmente el origen del universo, desde esta perspectiva científica.

El Génesis no pretende hacer un estudio científico exacto de la creación

sólo pretende dejar constancia del porqué ha aparecido y Quien lo ha
creado. Einstein decía que cada vez que la ciencia abre una nueva puerta
al conocimiento nos acerca más a Dios; quizás tenga razón en el sentido de
permitirnos descubrir aquello que está ahí “oculto” esperando a ser
comprendido.

En síntesis podemos pues decir que la ciencia nos acerca a la realidad,

estando muy lejos de ella aún y el Génesis nos afirma que existimos por
Voluntad expresa de Dios Creador.