Ley federal de educación propuesta en los años 90’s desde la administración
presidencial de Carlos Menem tuvo
como eje de discusión la reforma en torno a la educación, planteando modificaciones como: la desarticulación de las escuelas y el traspaso de estas desde el estado a las provincias.
En un contexto mundial de fuertes
cambios a nivel económicos y social, de los cuales la Argentina no fue la excepción, ya que los recortes que llevo a cabo el gobierno nacional con políticas neoliberalitas se llevó a cabo un ajuste del aparato estatal con un discurso que dejaba ver entre líneas la idea que simbolizaba la concepción de país en este periodo. Basta con desenmarañar lo expuesto por el presidente en la primera sesión ordinaria cuestionado el rol del estado y la legitimidad de este, defenestrando la calidad de los servicios públicos inaugurando la nueva democracia de mercado en el país.
En el plano de la educación se desarrollaban
reformas basadas en las recetas del fondo monetario internacional con la aplicación de políticas privatistas y de regularización y descentralización de los organismos públicos, que pusieron en jaque al rol de las provincias que ahora, se debían hacer cargo de las escuelas relegadas por el estado nacional, esto genero una serie de inconformidades en la economía y por consecuencia en la educación detonado en un auge de la lucha docente durante la mitad de los noventas. Los recortes salariales, los ajustes presupuestarios educativos, el pago en bonos, el cierre y cancelación de cursos y escuelas fueron causas de manifestaciones docentes en todo el país; el “cutralcazo” en Neuquén, el “santiagueñazo” en S. del Estero por nombrar algunas donde sufrieron represión por parte de efectivos de seguridad, con la consigna que planteaba la posibilidad de tirar abajo la Ley Federal vigente. Finalmente, esta manifestación culmino nucleándose en plaza de mayo en una movilización convocada por la CTERA en repudio a le Ley Federal. Este repudio estaba centralizado en un punto de encuentro durante tres años en “La Carpa Blanca” como expresión mediática con una huelga que no cuestionaba la descentralización de las escuelas del estado, sino que buscaban que el gobierno destinara fondos a las provincias.
La autonomía de las escuelas provinciales tuvo consecuencias negativas ya que por
su bajo presupuesto demandaban la participación activa de sus integrantes, tanto es así que, a partir de esta deficiencia para solventar actividades en las escuelas, se formó la comisión de ayuda por parte de los padres a los organismos locales, llamada “Cooperadora Escolar”