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Planificación y Desarrollo

agrícola en la Unión Soviética

1. Introducción
1. Planeación no es lo mismo que economía planificada. "Planear"
es organizar racionalmente una acción dirigida a uno o varios objeti-
vos, proyectando en el tiempo una configuración sistémica de fines,
medios, sujetos y vínculos decisionales, dotada de feed back
informativo y de dispositivos de verificación y control. Es una función
privilegiada de la acción política, y se ejercita en cualquier contexto
socioeconómico. "Economía planificada" (también denominada
"Economía administrativa" o "Economía de comando") es un
sistema, general o sectorial, total o parcial, en el cual las acciones de
los sujetos económicos no son autónomas ni espontáneas, sino que se
encuentran reguladas por normas y directivas que emanan de una
autoridad reconocida, independientemente de la naturaleza y la
fuente de la legitimidad de ésta.
1.1 En la Unión Soviética hubo planes tendientes a crear una
economía planificada, planes entendidos como instrumentos para
gestirla, y planes destinados a reformarla, ante situaciones de crisis o
de cambio de las circunstancias históricas.
1.2 En los planes del primero y del último tipo hay elementos técnicos
que pueden y deben ser valorados, por su presencia o su ausencia;
pero el elemento de juicio central es siempre la correspondencia
entre la acción planeada y el correcto diagnóstico de la situación por
un parte, y entre la acción planeada y sus resultados por el otro. Es
decir, la política de la que el plan es expresión.
1.3 En los planes del segundo tipo, en cambio, se pretende juzgar la
eficiencia de un particular tipo de sistema económico, y de los
instrumentos técnicos que sirven para hacerlo funcionar (producción
bruta, cálculo económico, etc.)
1.4 Se pueden diferenciar cuatro grandes "planes" agrarios (en el
sentido de la primera acepción indicada de la palabra) en la historia
de la URSS:

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(a) el plan de desarrollo agrario de la Nep;
(b) el plan de "colectivización agraria" acelerada de Stalin;
(c) el plan de tecnificación agraria de Jrushov-Breshnev.
(d) el plan de reforma de Gorbachov.

2. El plan de desarrollo agrario de la Nep y sus premisas


El "plan general" de la revolución de octubre de 1917 se proponía
sustituír el sistema económico basado en la propiedad privada, en el
intercambio regulado por el mercado y en el trabajo asalariado por
un nuevo sistema basado en la propiedad pública, en el intercambio
regulado por planes y en la democracia económica. Este objetivo, que
había sido madurado por el movimiento socialista occidental durante
el siglo XIX, se encontraba en el caso de la Urss fuertemente limitado
y condicionado por el atraso social y económico del país. Rusia era
esencialmente un país campesino, con algunas "islas"
urbano/industriales desconexas y fuertemente dependientes de
Europa occidental.
2.1 Por su pequeñez, su alto grado de concentración y su tradición
organizativa administrativa e impersonal (se trataba de industrias
dependientes de multinacionales, o de empresas de servicios que,
también en occidente, eran gobernadas con técnicas administrativo-
jerárquicas) fue bastante fácil transformar el sistema industrial-
urbano ruso a la "economía planificada". Bastó en general con
estatizarlo, o sea con sustituír en el vértice de la línea de comando el
propietario privado con el propietario público.
2.2 Más complicado aparecía el problema del sistema agrario, en el
que la revolución había multiplicado todavía la pluralidad de sujetos
autónomos preexistente, a través del reparto de la tierra, sin que
apareciera realizable una alternativa válida al mercado como
mecanismo de relación entre ellos, y entre ellos y el sistema urba-
no/industrial.
2.3 El intercambio entre campo y ciudad tomó aspectos dramáticos,
de guerra civil, a través de las "requisas" por medio de las cuales la
revolución hambreada en sus islas urbanas se apoderaba
violentamente de los alimentos que no podía obtener por medios
mercantiles. Terminada la guerra civil, y establecida la hegemonía de
la ciudad sobre el campo, el sucesivo "plan", o sea la Nep, se propuso
construír un sistema mixto, con la industria y los grandes servicios
como sector "planificado", y la agricultura como sector mercantil.

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2.4 Los últimos años de la década del 20 fueron decisivos para la
conformación del sistema soviético tal como es hoy conocido. El
sistema mixto podía garantizar la reproducción, pero no nece-
sariamente el desarrollo; restablecido un mínimo de normalidad
social, se trataba de trazar objetivos y planes tendientes a remover el
atraso ruso, requisito sin el cual no eran realizables los ideales
socialistas. En esos años hubo un invisible desplazamiento de
problemática: no ya la sustitución de la economía de mercado por
una economía planificada (algo que en la ciudad había sido ya
realizado: il Gosplan funcionaba desde 1921), sino el desarrollo de
un PVD, la transformación de un país campesino con "islas"
industriales en un país industrial moderno. Es decir, el problema que
se planteó a los países del "Tercer mundo" en los años 50,
independientemente de su régimen socioeconómico, y que muchos
todavía no han resuelto.
3. Los objetivos del plan
3. Una de los dificultades más serias de la planeación es la adecuada
identificación de los objetivos. En la segunda década del siglo XX se
pensaba que en la agricultura, como en el resto de la economía,
"grande era bello". Se entendía el proceso histórico de desarrollo
como pasaje de la pequeña explotación familiar a la empresa agrícola
de miles de hectáreas y centenares de trabajadores, organizada (como
la gran industria) con métodos jerárquico-administrativos.
3.1 Los puntos en discusión en el Partido se referían a los tiempos y al
sujeto del proceso, no a su naturaleza. Bujarin pensaba en tiempos
lentos (el socialismo a paso de tortuga) y en una paulatina
modernización del sujeto campesino. Sus oponentes pensaban en
tiempos rápidos, y en una modernización inducida y gobernada
desde la ciudad, a través de sistemas de máquinas, insumos
químicos, organización empresaria y ciencia-técnica. El debate se
expresaba necesariamente, en el contexto de la Nep, en términos de
relaciones de intercambio y de consenso político. Los bujarinistas
sugerían precios equilibrados ciudad-campo, que posibilitaran la
acumulación de capitales en los dos sectores; Preobrashenski, y en
general los exponentes de la izquierda y del centro, proponían precios
favorables a la ciudad, y acumulación acelerada en el ámbito de la
industria. En el plano político la primera posición estimaba posible
una "alianza por el desarrollo" con los campesinos, y por consiguiente
una institucionalidad relativamente legalitaria, pacífica y
democrática. La segunda posición consideraba necesaria una etapa
de temporánea intensificación de la dictadura, hasta que los efectos
benéficos del desarrollo de la gran industria se hicieran sentir en el
campo.

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3.2 Las primeras experiencias de planificación agrícola datan de la
Nep. Los instrumentos utilizados eran los precios relativos, la política
de compras de los monopolios estatales, el manejo del crédito, la
acción político-asociativa, la extensión técnico-científica y la
educación; en este último terreno se ensayó una "promoción por
demostración" a través de granjas experimentales. Era una
planificación notablemente moderna, sin duda muy avanzada para la
época, aunque muchas veces reducida a buenas intenciones por la
ruinosa situación del país. La información de partida, y el feed back
informativo del proceso, eran completamente insuficientes;
frecuentemente los resultados de una política eran evidenciados solo
a través de carencias o de excedentes, lo que llevaba a los
administradores de la política agraria a manejarse mediante brutales
golpes de timón, sin poder recurrir a más sutiles combinaciones de
medidas.

4. El plan de colectivización agraria de Stalin


La colectivización forzada de la agricultura en los años 30 cambió
completamente los términos de la cuestión. No había ya en rigor una
relación campo-ciudad regulada por los precios relativos y por el
consenso/coerción política. La totalidad de la economía había pasado
a un sistema de gestión administrativa. La diferencia entre sovjoz y
koljoz era, desde este punto de vista, poco relevante, dado que los
presidentes de las cooperativas (koljozy) eran nombrados por el
Partido, y que el margen de producción para la venta era residual y
exiguo (el mercado koljosiano). A este mercado se sumaba el resto de
producción privada campesina, que cumplió periódicamente un rol
de válvula de desahogo en relación a los errores de planificación.
4.1 La virtual desaparición del mecanismo de precios relativos impide
establecer hasta qué punto el desarrollo industrial se apoyó
realmente en la "acumulación originaria socialista", tal como fuera
preconizada por Preobrashenski. La proporción de la inversión total
dedicada al sector agrario era baja, si comparada con el período
histórico sucesivo, pero no si se la compara con datos
contemporáneos de otros países.
Hubo una capitalización agraria, a través de la mecanización de
sovjozy y kolkozy (aunque no era patrimonio de los campesinos, ni
directamente ni a través de sus cooperativas). La producción
alimentaria se mantuvo en promedio baja, con caídas catastróficas
(mediados de los 30, segunda guerra mundial) y laboriosas
recuperaciones; pero la fuerte reducción de la población activa

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ocupada en la agricultura indica un aumento notable de la pro-
ducción por persona ocupada.
Por la otra parte, la población rural siguió siendo fuertemente pe-
nalizada en el nivel de ingresos y en las condiciones de existencia,
mientras que la producción de alimentos resultaba insuficiente para
abastecer la creciente población urbana y su mejorado standard de
vida. Parecería que el proceso, más que como transferencia de
recursos del campo a la ciudad, pudiera ser descripto como
"capitalización ineficiente" de la agricultura, asociada a una
sobreexplotación y descalificación de la población agraria.
4.2 Si el "plan" de la colectivización agrícola de 1929/37 era la
transformación de un país campesino en un país industrial, se puede
afirmar que, al terminar los años 50, este objetivo había sido
fundamentalmente conseguido. Una comparación internacional con
países de Europa del sud, como Italia y España, o de América Latina,
como Brasil y México, puede ser interesante, aún considerando la
fuerte diferencia de las dimensiones de los países y de las condiciones
históricas en que se verificaron los respectivos procesos de desarrollo.
El elemento común parece ser el "vaciamiento demográfico" de la
campaña. En cuanto al abastecimiento alimentario a la acrecida
población urbana (o el balance alimentario externo equilibrado, que
viene a ser equivalente) la situación diverge mucho, y se relaciona
con las condiciones geográficas, la posibilidad de implementar polí-
ticas de incentivo y subvención, y el volumen de las inversiones.
4.3 Lo que diferencia notablemente el soviético de los otros procesos
comparables de industrialización/urbanización es la gestión de la
agricultura en un sistema de economía planificada total. Es frecuente
que los expertos responsabilicen el sistema de gestión planificada por
las deficiencias de la producción, y en particular por el fracaso en el
adecuado abastecimiento alimentario del país. En los críticos
prevalece un nuevo paradigma implícito, que privilegia la dimensión
y la gestión familiar, la regulación a través del mercado y la
planificación mediante el empleo de instrumentos indirectos. No se
encuentra en la literatura especializada una respuesta convincente a
una pregunta sencilla de Jrushov: porqué el sistema que permite a las
grandes empresas occidentales producir automóviles buenos y
baratos no sirve para producir papas?
4.4 La economía administrativa o de comando se caracteriza porque
el instrumento de planificación es (como en el interior de las grandes
unidades empresarias occidentales) el mismo instrumento de
gestión: un grafo constituído por líneas de dirección hacia el bajo,
que establecen la naturaleza, cantidad, insumos y modalidades

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técnicas de la producción, con líneas de feed back informativo hacia
el alto que alimentan los ajustes y las nuevas directivas. El manejo de
los precios relativos, del crédito, de los impuestos, de las
subvenciones, todo el armamentario clásico del planificador agrario,
carece en rigor de significado en un sistema en el cual la decisión de
producir depende directamente de una orden emanada por la misma
autoridad que planifica, y no de una valoración autónoma del
productor.

5. El plan de tecnificación agraria de Jrushov-Breshnev


Para Jrushov el problema no era ya la relación ciudad-campo, ni la
transformación social y económica del país, ni tampoco el más
antiguo problema del pasaje de la economía de mercado a la
economía planificada. Todo ello era ya historia en 1953, a la muerte
de Stalin. El "plan" de Jrushov consistía en la modernización
tecnológica y organizativa del sector agrario, con el objetivo de
transformarlo en una "normal" rama industrial productora de
alimentos y de materias primas. Se trataba de una cuestión
estratégica para la Unión Soviética, por las siguientes razones:
(a) no era posible renunciar al Terror stalinista, y evolucionar hacia
un sistema garantista y legalitario, sin un "nuevo pacto" con la
población urbana, que garantizara un crecimiento real del nivel de
vida, y en particular un regular y abundante abastecimiento
alimentario;
(b) el "nuevo pacto", en el caso de la población rural remanente,
debía consistir en la substancial igualación de sus condiciones de vida
y de trabajo (incluyendo el "welfare") con las de la población urbana,
y en su redignificación como ciudadanos de primera clase, y no más
de segunda;
(c) en las nuevas condiciones del mundo la Urss debía apoyar su
prestigio e influencia internacional, no ya sobre su radicalidad
revolucionaria, sino sobre la capacidad de su "sistema" de superar al
capitalismo en materia de nivel de bienestar de las masas;
(d) aún descartando la "competencia pacífica" como sustituto de la
guerra fría, quedaba el problema de la necesidad del
autoabastecimiento alimentario como condición crítica de la autar-
quía, que era a su vez la condición del mantenimiento del equilibrio
entre los bloques enfrentados, no menos que la carrera tecnológica
armamentista.
Todas las alternativas políticas, internas y externas, que se
presentaban a la Urss, tenían en la cuestión agraria su nudo crítico.

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5.1 Aún sin subvalorar las diferencias entre la gestión de Jrushov y la
de Breshnev (con los no secundarios "intermedios" de Malenkov y de
Andropov), lo cierto es que, entre 1953 y 1987 fue llevado adelante un
plan político de reforma de la agricultura soviética que se movió con
una substancial continuidad.
La idea era que las papas podían y debían ser producidas de la misma
manera que los automóviles: el esfuerzo se concentró: (a) en la exten-
sión de las tierras cultivadas, roturando tierras vírgenes y marginales,
y realizando costosas obras de irrigación, y en general, de
bonificación; (b) en la mecanización, quimización y tecnificación
general de la agricultura, que tenía por objeto, no solo aumentar la
productividad, sino también sustituír una mano de obra que el
"vaciamiento" de la campaña había vuelto escasa; (c) en la realización
de obras de infraestructura, sobre todo de electrificación,
transportes, almacenamiento y, en los últimos años, también de
"welfare", para retener la mano de obra válida; (d) en la
reorganización administrativa y la racionalización de las unidades
productivas, un verdadero punto crítico, en el que se sucedieron
varias experiencias fracasadas; (e) en la integración agroindustrial,
con diversos objetivos, entre los cuales: el mejor aprovechamiento del
tiempo de trabajo, dado el carácter estacional de la agricultura; la
descentralización de la industria, para responder mejor a la
distribución geográfica de la mano de obra y de los recursos; el
acortamiento de las líneas de dirección y de control, y la disminución
de las tensiones en relación con las Repúblicas periféricas.
5.2 Entre los últimos años de la década del 60 y los primeros años de
la década del 80 la Urss invirtió mucho más en la agricultura que lo
que gastó en la carrera espacial; se trata de un esfuerzo de
tecnificación que, por sus dimensiones, tiene pocos paralelos en el
mundo. En el mismo período la Urss perdió de manera permanente
el autoabastecimiento alimentario, convirtiéndose en el principal
comprador mundial de cereales, carnes y otros productos de origen
agrario; y aún así no consiguió garantizar el abastecimiento regular a
una población cuyo nivel de consumo crecía continuamente. El
fracaso estratégico debilitó seriamente la posición internacional del
país, y acreció el descontento interno.
5.3 Sería un error deducir del incumplimiento de los objetivos
estratégicos del plan el fracaso del plan agrario mismo. Entre 1965 y
1978 se verificó una profunda transformación de la agricultura
soviética, industrializada en un triple sentido: porque sus insumos
pasaron a ser fundamentalmente industriales; porque la actividad de
sus unidades productivas pasó a ser agroindustrial; porque la

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organización de sus unidades productivas pasó a ser empresaria,
sobre el modelo de las unidades urbanas.
La condición laboral, de vida y de ciudadanía de los ocupados en la
agricultura mejoró notablemente, aunque se mantuvo todavía detrás
de las de los ocupados en las ciudades. Aumentó la superficie
cultivada y el rendimiento, en particular por hombre ocupado, y en
general la media de la producción, sobre todo en cereales y carnes. El
aumento no consiguió mantenerse al ritmo del aumento de la
demanda interna (que tenía como punto de referencia el nivel de con-
sumos de Estados Unidos y Europa occidental, y no el de los grandes
países del Tercer mundo), lo que determinó aumentos paralelos de
las importaciones; por otro lado, la extensión del área cultivada
volvió la agricultura soviética más expuesta a las alternativas del
clima, con aumentos y caídas catastróficas.
5.4 Cabe preguntarse si el objetivo estratégico era realizable. De los
grandes países industriales solo Estados Unidos y Canadá (el
segundo demográficamente poco significativo) son auténticamente
autosuficientes en materia agraria; la autosuficiencia de la CE tiene
un precio muy alto en términos de subvenciones, transferencias de
recursos a fondo perdido y precios políticos. La enorme extensión
geográfica de la Urss no debe llevar a engaño; la franja de tierra
cultivable se extiende dificultosamente de oeste a este, apretada entre
la frontera del frío al norte y la frontera del desierto al sud. Puede ser
interesante la comparación con Estados Unidos:

Usa Urss
tierras incultivables 21% 53%
tierras ideales para el 20% 6%
cultivo
A. McAuley, Economic Welfare in the Soviet Union, University of
Wiscosin Press, Madison 1979

5.5 Esta observación puede explicar las fuertes fluctuaciones de la


producción agraria soviética, con los consiguientes problemas
organizativos y de gestión; no basta sin embargo para explicar la baja
productividad media del capital empleado, que resulta de todas las
comparaciones internacionales.

6. El plan de reforma de Gorbachov

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La reforma de Gorbachov parte de identificar el problema en el
sistema mismo, y no en su capitalización o ajuste. Su hipotética
respuesta a la pregunta de Jrushov sería que las papas pueden sí ser
producidas como los automóviles, pero que el sistema soviético no es
hoy más capaz de producir buenos automóviles a bajos precios que de
producir papas.
Esto no significa que Gorbachov haya cambiado totalmente el
paradigma; el objetivo del plan es la transformación de las actuales
unidades empresarias públicas y cooperativas, y no su sustitución por
explotaciones de tipo familiar. La transformación tiene su eje en la
modificación de las condiciones externas, del ámbito en el que dichas
empresas se mueven, introduciendo el mercado, el riesgo empresario,
y la planificación indirecta (no-administrativa).
A esta modificación debe corresponder un renovamiento de los
métodos de gestión de las empresas, generalizando el cálculo
económico.
6.1 El presumible resultado sería una economía a hegemonía del
capital público, con sectores cooperativo y privado; una democracia
económica al menos parcial, y una planificación predominantemente
no-administrativa, en la ciudad y en el campo.
La eliminación de los mecanismos de subvención (precios políticos)
al consumo alimentario establecidos en el período de Breshnev,
permitiría una mejor interacción entre demanda y oferta de
alimentos; el aumento de algunos precios estimularía la producción
por un lado, y la reconfiguración del perfil del consumo alimentario -
aumentando la demanda de productos con precios inferiores- por el
otro.
El "pacto social" con la población tendría que fundarse, no ya sobre la
ocupación y el abasto mínimo garantizados, sino sobre la dinámica
salarial. En el terreno internacional, la planeada apertura del país, y
el cierre definitivo de la guerra fría, volverían menos crítica la
cuestión del autoabastecimiento agrícola, transformado en un
problema de balance externo equilibrado.
6.2 El mecanismo de precios es sin duda central en la reforma de
Gorbachov, pero su reestructuración presenta numerosas
dificultades, algunas de las cuales del todo inéditas. En la economía
administrativa los precios tenían el rol de instrumento de gestión,
para la redistribución planificada de los recursos. No mediaban la
oferta y la demanda, ni influían por lo tanto sobre el volumen de la
producción; no premiaban los productores eficientes, ni eliminaban
los ineficientes; no regulaban las utilidades, ni por consiguiente
distribuían el fondo de inversiones.

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Descartada una liberalización salvaje, que hubiera caotizado la
economía, provocando una gravísima recesión, quedaba solo una
política de sucesivos ajustes, que liberara paso a paso las po-
tencialidades correctivas del sistema de precios. Esto chocaba con
otra característica del sistema administrativo, o sea la fuerte
"subjetivización" de las decisiones económicas; todo movimiento de
mercado perjudica a alguien, y es difícil a la administración estatal
demostrar que dicho perjuicio no deriva de una específica decisión
del centro, sino de un efecto espontáneo de las leyes del mercado.
6.3 La descentralización breshneviana había llevado (con las Rapo) a
una pulverización local del sistema dirección, acreciendo la
burocracia y generando una interpretación "local-autárquica" de las
agroindustrias. La primera respuesta de Gorbachov (1987) fue la
recentralización administrativa, que reducía algunos de los más
vistosos fenómenos degenerativos del sistema (como los virtuales
"feudos" económico/políticos del sud), pero se desviaba de su propio
plan, enunciado en forma coherente recién en 1989. Va en cambio en
el mismo sentido del plan el esfuerzo actuado en el período 1985-
1988 en el terreno de la organización del trabajo dentro de las
unidades empresarias rurales.
Se permitió a las empresas establecer autónomamente el fondo
salarial, y se aumentó en modo consistente el margen que pueden
vender directamente en el mercado; se renovó el método de
retribución a los equipos de trabajo, revalorando la productividad y la
eficiencia (disminuyendo los contrapesos igualitaristas), y se esta-
bleció la nueva figura del "contratista" (brigada y escuadra),
extendida hasta el "contratista familiar" (semeñii podriad).
6.4 Hay una estrecha relación entre el consenso político, la glastnost
y la perestroika, en el terreno agrario como en toda la sociedad
soviética. El gobierno central se puede permitir medidas que
restablezcan la regulación a través del mercado solo si
simultáneamente consigue que los intereses contrapuestos se
opongan directamente en el plano político, sin concentrar sus
demandas sobre el centro, y sin fragmentarse tanto que desaten un
proceso centrífugo irreversible en el país. Esto significa que la
perestroika no puede ser acelerada, ni en la ciudad ni en el campo,
más allá de lo que la maduración general de la sociedad lo permite; es
lenta, y lo seguirá presumiblemente siendo, almenos mientras el
gobierno Gorbachov consiga seguir navegando entre las tensiones
que con su misma acción despierta.
6.5 La planificación, en las nuevas condiciones debe, no solo utilizar
una variedad de instrumentos sustitutivos del comando directo -el
principal de los cuales es sin duda el mecanismo de los precios

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relativos- , sino también transformar su naturaleza, hacia una especie
de "contrato colectivo" entre los sujetos y las partes sociales, con el
Estado central como árbitro y como momento de síntesis.
Esto es algo difícilmente realizable, no solo con la imperfecta
democracia soviética, sino también con los mecanismos
institucionales desarrollados por las más maduras democracias
occidentales. Se evidencia que la verdadera novedad de la revolución
de octubre no era la "economía administrativa", y ni siquiera la pro-
piedad estatal de los medios de producción, sino el sueño de una
"democracia económica", todavía irrealizado.
Si bien el diagnóstico de la situación del sector agrícola fue realizado
rápidamente por el grupo dirigente de Gorbachov, las medidas y las
políticas tendientes a superar la crisis no puedieron ser aplicadas con
la rapidez que la crisis exigía. En el diagnóstico de la situación se
identificaron tres núcleos de problemas como causantes de su crisis
estructural: (a) la relación costo de producción y sistema de precios;
(b) la relación planificación-mercado; (c) la relación propiedad-
gestión.
Entre 1985 y 1989 Gorbachov se limitó a conseguir el control efectivo
de los instrumentos de control del sector agrícola, y a remodelar la
organización interna de las empresas agrarias. El primer objetivo fue
obtenido concentrando la capacidad de decisión en el Comité Estatal
Agro-industrial (Gosagroprom), que engloba las funciones de cinco
precedentes ministerios (Agricultura, Hortofrutícola, Zootecnico, Ali-
mentario y de Construcciones Rurales) y del Comité Estatal para el
abastecimiento Técnico-productivo de la Agricultura, todos ellos
suprimidos. Los Rapo (organismos de coordinación de nivel regional
creados por Breshnev) fueron suprimidos, o reducidos a organismos
de control, sin capacidad de decisión. El resultado fue una notable
concentración del poder de decisión en materia de política agraria en
el gobierno central.
Las medidas de reestructuración de sovjozy y koljozy tenían el
objetivo de ponerlas en condiciones de operar en condiciones de
mercado, lo que fue conseguido solo muy parcialmente. Por un lado
se reafirmó y extendió la política "legalitaria" di Breshnev, tendiente
a afirmar la institucionalidad de las relaciones internas, reforzar el
rol de las asambleas y de los estatutos; en este contexto se procuró
eliminar los métodos de dirección autocráticos y caprichosos, y
sanear las administraciones empresarias de robos y corruptelas.
Por otro lado se modificó la organización del trabajo, dando un
relieve central a la práctica de adjudicar por medio de contratos las
labores a los colectivos de trabajo. El grupo contratista se empeña

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con la dirección de las empresas en la producción de una
determinada cantidad de productos, en cambio de una suma
establecida por unidad de producto, y se reparte después la ganancia
en forma de salarios (proporcionales al oficio y al esfuerzo
individual).
La ganancia que puede ser repartida es obviamente proporcional al
producto obtenido, mientras que la cuota individual deriva también
de la cantidad de personas que participan en la brigada o escuadra
"contratista".
En enero de 1986 fue introducido un experimento, en los krai y oblast
de la RSFSR, consistente en bajar la cuota de venta obligatoria al
Estado al nivel promedio del último quinquenio. Esto asegura a los
administradores que el Estado no pretenderá, si la cosecha es buena,
o si hay aumentos de producción derivados de mayor productividad,
que el año sucesivo la empresa garantice una cuota de la misma
entidad. Los presidentes y directores pueden considerar la mayor
producción estable que consigan como margen vendible, estimulando
así el empleo del cálculo económico integral. Contribuye a ello la
libertad obtenida de fijar autónomamente el fondo salarial.
En 1987 una parte de las innovaciones precedentes fue extendido a la
totalidad de los sovjozy, y se establecieron medidas que favorecen la
mayor productividad (precios superiores para los volúmenes que
exceden los planes, y prioridades para las empresas excedentarias en
la adquisición de maquinarias e insumos de difícil obtención). Fue-
ron además vinculados los salarios de los especialistas y dirigentes a
la producción obtenida.
En 1989 fue aprobado el Plan Quinquenal 1991-95, en el que por
primera vez se evidencia la política global de Gorbachov. Se decide la
introducción del sistema de mercado socialista (o sea, mercado con
planificación) en dos etapas. En 1990 se planea la reforma del
sistema de precios minoristas, y a partir de 1991 la del sistema de
precios mayoristas. No se indica la modalidad de dichas reformas,
aunque el debate sobre el cálculo económico integral (o pleno), y
sobre el mercado socialista, da muchos elementos para preveerla.
En 1990 fue introducido el impuesto progresivo sobre el rédito para
la población, y a partir de 1991 se introducirá un impuesto único para
las empresas agrícolas estatales y las cooperativas privadas. Esta
medida es la premisa para realizar la mayor reforma en relación con
la empresa agrícola: la eliminación de la venta forzosa al Estado de su
producción, presente en el sistema (si se incluye su forma primitiva,
la "requisa") desde 1919. De esta manera la empresa agrícola estará,

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al menos jurídicamente, en las condiciones de autonomía necesarias
para realizar el cálculo económico integral.
En relación al problema de la propiedad, el Soviet Supremo introdujo
en marzo de 1990 una ley que establece que "todos los ciudadanos de
la Urss tienen derecho a poseer perpetuamente la tierra y transmitirla
por vía hereditaria", prohibiendo a la vez su compra-venta, cambio o
donación, así como su división. Prohibe también la contratación de
asalariados, por lo que se configura como base jurídica para crear una
pequeña agricultura familiar acoplada al circuito mayor de las
empresas, públicas y cooperativas. La propiedad de la tierra de estas
últimas (koljozy) sigue siendo del Estado, que la cede en gestión. Fue
introducido el derecho de arrendamiento: las cooperativas pueden
arrendar tierra pública en contratos de 50 años; este sistema puede
sustituír el de simple cesión de la gestión.
En mayo de 1990 fue anunciado un "sinceramiento" de los precios
alimentarios, tendiente a eliminar la enorme subvención que el
Estado paga para mantener los altos costos agrícolas y a la vez los
precios "políticos" de los alimentos básicos (en el quinquenio 1981-85
la entidad de dicha suma fue de 408.000 millones de rublos,
220.000 millones de los cuales en la forma de diferencia neta entre
los precios pagados a las empresas agrarias y los precios al consumo).
La reacción de la población al anuncio hace sospechar una
suspensión o dilución en el tiempo de la medida, por las razones
indicadas en la parte inicial de este capítulo.

Bibliografía
Miguel Angel García, "Chelaviecheskoie Faktora: Notas sobre el trabajo y la
crisis de la sociedad soviética", revista "Trabajo" de la Universidad
Autónoma Metropolitana (Iztapalapa), nº 2, mayo 1990, México DF
Rita di Leo, "L'economia sovietica tra crisi e riforme (1965-1982)", Ligure
Editore, Napoli 1983
Sergio Minucci, "La Riforma agricola in Urss: una prima valutazione", en:
"Urss e Cina: Le riforme economiche", Cespi/Gramsci/Franco Angeli
editore, Milano 1987
Claudio De Vincenti, "I temi della 'Perestrojka' di Gorbacev", en: op. cit.
Giuseppe Boffa, "Storia dell'Unione Sovietica", ed. L'Unitá (4 vol.), Roma
1990
C. Brobrowski, "La formazione del sistema di pianificazione soviético",
Feltrinelli ed., Milano 1960

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