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Algunas reflexiones en torno a la prescripción

Extintiva en la acción pauliana o revocatoria

1. Resumen de la lectura:

La acción pauliana constituye un mecanismo de tutela a favor del acreedor a fi n


de declarar ineficaces respecto de él los actos de disposición efectuados por el
deudor que importan una disminución en su patrimonio y que perjudican el crédito.
Mediante la acción pauliana, el acreedor revocante busca la conservación de la
garantía patrimonial, representado por los bienes del deudor, a fin de satisfacerse
con estos en su debido momento.

Sobre este instituto jurídico, en nuestra doctrina se han realizado importantes


estudios a fin de conocer su naturaleza, objeto, ámbito de aplicación, etc., no
obstante ello, se ha dejado de lado una situación que merece una significativa
importancia. Nos referimos a la prescripción en la acción pauliana.

La complejidad de la prescripción en la acción


pauliana se hace notar también por otra cuestión: la
prescripción que se encuentra regulada en nuestro
Código ha sido pensada para las relaciones
obligatorias, esto debido a la gran importancia que
presenta, pues no cabe duda de que constituye la
relación jurídica por excelencia que regula la relación
de los particulares. No obstante ello, con respecto a
las relaciones jurídicas distintas a las obligaciones,
como la acción pauliana que constituye una relación de derecho potestativo,
nuestro Código no ha señalado muchas cuestiones relevantes, de modo que ha
dejado en la penumbra muchas situaciones que merecen una aclaración por parte
de la doctrina.

Una situación jurídica de ventaja como el crédito sería un mecanismo ilusorio si no


tuviese instrumentos que permitan su protección y realización frente a las
anomalías que pudiera presentar, de modo que, para hacer frente a ello, el
ordenamiento jurídico otorga a los particulares (titulares de las situaciones
jurídicas) mecanismos de tutela o remedios, que vienen a ser los medios de
protección del crédito, y que actúan frente a una agresión o situación patológica
que presenta este, en aras de lograr su plena realización o efectividad.

Ahora bien, las maneras de actuar de los mecanismos de tutela son variadas,
dependiendo cada una de la afectación que sufra el derecho mismo. La lectura
nos muestra este tipo de mecanismo que tiene derecho el acreedor frente al
deudor que disminuye o trata de evadir su responsabilidad atreves de un fraude o
estafa, es así que encontramos en nuestra legislación la acción pauliana.

De la lectura nos muestra diferentes maneras de


aplicación de la acción pauliana así como su aplicación
de la prescripción como mecanismo de protección por
parte del acreedor siendo el acreedor el legitimado para
interponer la acción paulina sobre actos sobre el cual el
deudor disminuye su patrimonio para evadir su
responsabilidad, este es un perjuicio para el acreedor
puesto que viene a ser el acto mediante el cual el
deudor disminuye su patrimonio, haciendo peligrar la
satisfacción del interés del crédito, pues dicho patrimonio
ya no podría ser objeto de ejecución forzada por parte
del acreedor en su debido momento.

El recurso prescriptora de la acción pauliana comienza desde que el acreedor


toma conocimiento del acto de disposición efectuado por el deudor a favor del
tercero. Las causales de suspensión y de interrupción reguladas en nuestro
Código Civil han sido pensadas para las relaciones obligatorias, no para las
relaciones jurídicas de derecho potestativo como la acción pauliana pero que
pueden ser aplicadas en la acción pauliana parta suspender o interrumpir la
prescripción por ser de derecho de la defensa del interés por parte del acreedor
que busca satisfacer su interés con la acción pauliana.

En atención a ello, debemos verificar caso por caso si las causales son aplicables
a la acción pauliana. Todas las causales de suspensión son plenamente aplicables
a la acción pauliana. No sucede lo mismo con las causales de interrupción, por
ejemplo, el acto de constitución en mora no resulta aplicable a la acción pauliana.

Independientemente de las cifras que se extraen del mundo de las estadísticas en


lo referente al fraude, este delito tiene la fuerza suficiente para alcanzar las
mismas raíces de la solvencia de personas y empresas, y algunos han llegado a
decir que podría socavar los cimientos del orden económico en general si se le
deja seguir avanzando sin oponerle adecuados mecanismos preventivos.

En nuestros días, la criminalidad económica que tiene mayor trascendencia es


aquella que se apoya en medios fraudulentos. Estos se han ido adaptando
paulatinamente a las nuevas formas de delinquir que han surgido con los medios
técnicos (de forma particular en los informáticos).

Nuestra legislación peruana tiene muchas vacíos legales respecto de acciones de


defensa e interpretaciones distintas, puesto que una ley va en contra de la otra
haciendo muchas veces ineficaces algunas acciones o
mecanismos de defensa, la acción pauliana trata de
interponer la proscripción y así también si bien se aplica
las causales de prescripción y de suspensión no tiene un
efecto total como dicta la lectura encontramos que
podríamos decir que es realmente un mecanismo de
defensa ante fraudes por parte del acreedor para no
satisfacer al acreedor con su crédito de cierta forma
encontramos un vacío en ese aspecto y a nuestro
parecer la eficacia del acto nulo no solo debe ser
coercitivo sino tener un efecto total de tal manera que se garantice el cumplimiento
por parte del deudor insolvente eso acarrea otra pregunta ¿qué pasa con el
tercero que adquirió el bien de buena fe ante el deudor insolvente?.

Para que el tercero adquirente no se encuentre eternamente afectado a las


pretensiones que podría dirigir el acreedor contra sus bienes, el ordenamiento
jurídico dispone a su favor un medio de defensa para hacer frente a ello, esto es,
la prescripción. Justamente la prescripción de la acción pauliana se dirige a favor
del “interés del tercero adquirente, en el sentido de que este (prescindiendo de las
intenciones fraudulentas del enajenante y de la probable scentia damni y fraudis
del tercero) no esté eternamente expuesto a la posibilidad de que su adquisición
sea considerada y declarada ineficaz frente al acreedor (u acreedores) del
enajenante, con la consecuente posibilidad de terminar respondiendo con su bien
por una deuda que le es ajena”.

Análisis de la lectura problemas y recomendaciones

2. Problemática de la acción pauliana según:

Sobre sus efectos:

La sentencia que declara la revocación simplemente permite al acreedor


satisfacer coactivamente los derechos del acreedor, ejercitando
directamente frente al tercero adquirente las acciones ejecutivas o
cautelares sobre el bien, objeto del acto impugnado, como si todavía formara
parte del patrimonio del deudor.

Para nuestra legislación peruana estable en su art. 195 las causales o requisitos
que se debe interponer para la aplicación de la acción pauliana en caso de títulos
gratuitos o títulos onerosos.

Pero existe una interpretación subjetiva respecto de los títulos onerosos porque de
cierta forma nuestra legislación en el código civil si interpone un mecanismo de
defensa ante aquel que adquirió el bien de título oneroso de buena fe como es el
contrato de compra y venta de bien inmueble.

Que es el título oneroso: Acto o negocio jurídico realizado entre dos o más
partes que supone la realización de contraprestaciones recíprocas, en principio
equivalentes. Se opone a lucrativo.

Según el artículo 195 aparte de todos los requisitos previsto para la acción
paulina cuando nos referimos a títulos onerosos debe cumplir con otros requisitos
específicos como:

Tratándose de acto a título oneroso deben concurrir, además, los siguientes


requisitos:

1.- Si el crédito es anterior al acto de disminución patrimonial, que el tercero haya


tenido conocimiento del perjuicio a los derechos del acreedor o que, según las
circunstancias, haya estado en razonable situación de conocer o de no ignorarlos
y el perjuicio eventual de los mismos.

2.- Si el acto cuya ineficacia se solicita fuera anterior al surgimiento del crédito,
que el deudor y el tercero lo hubiesen celebrado con el propósito de perjudicar la
satisfacción del crédito del futuro acreedor. Se presume dicha intención en el
deudor cuando ha dispuesto.

Ambos incisos señalan los supuestos al aplicarse la acción pauliana de bienes de


cuya existencia había informado por escrito al futuro acreedor. Se presume la
intención del tercero cuando conocía o estaba en aptitud de conocer el futuro
crédito y que el deudor carece de otros bienes registrados.

Incumbe al acreedor la prueba sobre la existencia del crédito y, en su caso, la


concurrencia de los requisitos indicados en los incisos 1 y 2 de este artículo.
Corresponde al deudor y al tercero la carga de la prueba sobre la inexistencia del
perjuicio, o sobre la existencia de bienes libres suficientes para garantizar la
satisfacción del crédito

Ahora bien muy aparte del cumplimiento de eso requisitos también se implementa
el art. 197 que expresa lo siguiente:

Artículo 197.- La declaración de ineficacia del acto no perjudica los derechos


adquiridos a título oneroso por los terceros sub adquirientes de buena fe.

Es claro mencionar que el presenta artículo es claramente una protección al sub


adquiriente de buena fe que compro o obtuvo el bien producto de un contrato
realizado de buena fe como es el contrato de compra venta, este tipo de articulo
menciona un mecanismo ante el deudor que trata de interferir con la justicia para
el cobro de su deuda ante un acreedor, de tal manera que no afecte su interés del
tercero que compro el bien de buena fe.

Revisando bien el código civil no encontramos en el título VII algún mecanismo de


defensa respecto de los títulos gratuitos que también pueden usarcé en el fraude
de cobro de un deudor ante el crédito del deudor insolvente. Si bien el artículo 195
señala los l requisitos en primera parte solo señala en aspecto general pero no
especifico como en el caso del títulos onerosos (artículo 197 C.c.) el cual a nuestro
parecer tratándose de defender el interés del tercero debe imponerse un artículo
específico en el caso de títulos gratuitos; para lo cual aremos una introducción
para entender que es un título gratuito y que se aplica para la acción de fraude
pero parte del crédito según nuestro código civil:

Es distinta la situación en esta clase de actos jurídicos


ya que por su configuración, al momento de la
celebración, solamente una de las partes se obliga
con el cumplimiento de las prestaciones; en otras
palabras, sólo uno de los contratantes asuman las
prestaciones, liberando al otro de cualquier obligación.
Es por ello que a esta clase de actos jurídicos suelen
denominárseles actos de liberalidad (a título de
liberalidad). De todo lo expuesto, debemos dejar bien
en claro que la diferencia entre los actos jurídicos onerosos y gratuitos, no radica
desde el punto de vista monetario o cuantitativo, sino que él mismo se limita al
ámbito netamente obligacional.

Ejemplos:

Por el testamento se puede disponer de los bienes totales y parcialmente para


después de la muerte. Es un acto de liberalidad. (Art. 686º C.C.)

Por la donación el donante se obliga a transferir gratuitamente al donatario la


propiedad de un bien. (Art. 1621º C.C.)

En los legados, cuando el testador puede disponer como un acto de liberalidad y


a título de legado uno o más de sus bienes. (Art. 756º C.C.)

Entendido los que son los actos gratuitos podemos ver las formas por el cual el
deudor de mala fe puede realizar un fraude al realizar una disminución de su
patrimonio para evadir su responsabilidad con el acreedor; este tipo de fraude es
común pues como vemos en la donación se realiza de forma gratuita y se realiza
de forma práctica y sumaria con los requisitos previsto en el código civil ante el
notario.

En tal sentido que podríamos decir si un acreedor


demanda a su deudor por una obligación de pagos
de soles que el deudor incumplió y ante la
notificación de la demanda el deudor insolvente
comienza a disminuir sus bienes o patrimonios
para evitar el cumplimiento de la obligación y los
embargos de sus bienes mediante la donación o
cualquier otro tipo de título gratuito a terceros.

Frente a este tipo de estafa ¿Qué pasa con ese tercero que adquirió el bien
de buena fe a título gratuito?

Según el ejemplo citado con anterioridad si el acreedor demuestra la mala fe del


deudor podrá interponer la acción pauliana y el acto será declarado nulo e
ineficaz pasando el bien nuevamente al deudor insolvente como lo señala el
artículo 200 del código civil.

Artículo 200.- La ineficacia de los actos gratuitos se tramita como proceso


sumarísimo; la de los actos onerosos como proceso de conocimiento. Son
especialmente procedentes las medidas cautelares destinadas a evitar que el
perjuicio resulte irreparable.

Quedan a salvo las disposiciones pertinentes en materia de quiebra.

Ahora bien si el bien se regresa nuevamente al deudor que pasa con el tercero
que lo obtuvo de buena fe el bien a título gratuito en este caso nos referiremos
específicamente a la donación de bien inmueble el articulo 1621 nos dice:

ARTÍCULO 1621 Por la donación el donante se obliga a transferir gratuitamente al


donatario la propiedad de un bien.

Según el texto del artículo, la donación solo puede consistir en


la transferencia gratuita al donatario de la propiedad de un bien.

Es indispensable señalar que la gratuidad no siempre importa liberalidad, entendiendo


esta como voluntad de desprendimiento con intención de conceder a otro una
ventaja patrimonial, sin que exista obligación de hacerlo y sin contra prestación alguna.

Como mencionamos anteriormente en el título VIII no encontramos mecanismo de


defensa alguno tratándose de títulos gratuitos específicamente y el título IV no
encontramos tampoco algún mecanismo de defensa respecto del acto fraudulento
de un deudor insolvente; el artículo 1629 señala lo siguiente respecto de los
límites de la donación:

Artículo 1629:

Nadie puede dar por vía de donación, más de lo que puede disponer por
testamento.

La donación es inválida en todo lo que exceda de esta medida. El exceso


se regula por el valor que tengan o debían tener los bienes al momento de
la muerte del donante.

La donación inoticiosa es aquella cuyo valor excede la cuota que el


donante puede disponer por la vía testamentaria y debe ser reducida
y restituida por el donatario, para que de este modo quede
salvaguardada la legítima. En tal sentido nadie puede dar más de lo que tiene.

Como medida de solución ante la acción pauliana:

Una forma de garantizar la donación contra la acción pauliana por parte del deudor
fraudulento seria que se interponga o reforme el articulado para así poder
interponer una causal sobre un título gratuito para poder acogerse a un
mecanismo de defensa directo sobre la donación garantizando así la adquisición
por parte del tercero que compro el bien de buena fe concordante con los demás
artículos que garantizan la obtención de un bien a través de un contrato de
donación es recomendable que no solo en este título IV sino también el título VIII
implementen un mecanismo de defensa.

Artículo 1629: (texto agregado para re garantizar la buena be del tercero)

Nadie puede dar por vía de donación, más de lo que puede disponer por
testamento.

La donación es inválida en todo lo que exceda de esta medida. El exceso


se regula por el valor que tengan o debían tener los bienes al momento de
la muerte del donante.

Así también nadie puede donar cualquier tipo de su patrimonio mientras tenga
una deuda pendiente hacia un tercero; la donación será nula de pleno derecho
hasta que satisfaga su deuda con el tercero, en caso de omitirla el tercero que
adquirió de buena fe el bien a título gratuito conservara el bien cuando lo
demuestre con documento de fecha cierta antes de la notificación de la demanda
de incumplimiento de la obligación del deudor.
En tal sentido la reforma del artículo demuestra la posibilidad de garantizar al
tercero que lo obtuvo de buena fe un bien a título gratuito como es en este caso la
donación.

3. inicio del plazo prescriptora de la acción pauliana:

El acto cuya ineficacia se pretende es objetivamente válido y por tanto la


justificación de la pauliana no puede encontrase solamente en el acto mismo, sino
en la conducta del sujeto o sujetos que participan del acto y en los efectos que
este motiva.

Si bien es cierto, existe un derecho subjetivo como


poder (lícito) de obrar respecto de un interés
jurídicamente tutelado y que encuentra su limitación
bien en la ley o en un acuerdo entre partes. Este
poder jurídico viene acompañado de un deber de
actuación es decir de un actuar de buena fe como
criterio de probidad en sus relaciones obligacionales
o no y por el no uso abusivo o antisocial de sus
derechos. Dice el Art. II del Título preliminar del
Código Civil, que el ordenamiento no ampara el
ejercicio abusivo de derecho. Para el Dr. Guillermo
Lohmann, son en estos principios de derecho privado que se afincan las raíces de
la acción pauliana. De aquí que, señala el mismo autor, en principio, la acción
pauliana sea irrenunciable de antemano.

En nuestro Código no se establece expresamente el inicio del recurso prescriptorio


de la acción pauliana, de modo que, para dicho fin, debemos recurrir a las normas
generales sobre prescripción. El artículo 1993 dispone que “la prescripción
comienza a correr desde el día en que puede ejercitarse la acción y continúa
contra los sucesores del titular del derecho”.

En tal sentido, debemos entender que el inicio del decurso de prescripción de la


acción pauliana comienza desde el día en que el acreedor toma conocimiento del
acto revocado (el acto de disposición entre el deudor y el tercero) y que no existan
impedimentos de hecho o de derecho para su ejercicio, dado que desde ese
momento el acreedor se encuentra en la posibilidad de accionar la acción
pauliana.

Ahora bien, si el acto de disposición realizado por el deudor, objeto de revocatoria,


se encuentra inscrito en Registros Públicos, la acción pauliana deberá comenzar
desde la fecha de inscripción del mencionado acto, pues se presume que todos
tenemos conocimiento del contenido del
asiento de los Registros Públicos (incluye a
los acreedores).

En tal sentido, el decurso prescrito rio de la


acción pauliana no comienza desde que el
deudor dispone de su bien a favor del
tercero, sino desde que el acreedor toma
conocimiento del mencionado acto.

Partiendo de la lectura si el acción de prescripción es desde que el acreedor toma


conocimiento de la acción revocada; esto tiene coherencia puesto que si una vez
interpuesta la acción pauliana el deudor insolvente ya no podrá trasferir ir su bien
por ningún medio a terceros y así resuelto el procedimiento el acreedor habrá
obtenido los mecanismos de defensa eficaces para la satisfacción de su interés de
que le paguen la deuda tarazada por un deudor insolvente.

Prescripción de la Acción

Considerar la naturaleza de la acción revocatoria abarca el aspecto relativo a si es


de carácter personal o real. Podemos adelantar que la doctrina dominantemente le
reconoce un carácter personal.

Por otro lado la doctrina, teniendo en cuenta la incorrecta conducta, establece dos
características de la acción pauliana:

a- Su función conservativa o cautelar, pero no ejecutiva.- La paulina, coloca


bienes en garantía, pero no los expropia ni del deudor ni del adquiriente, aunque
otorga título para hacerlo.

b- Su connotación de acción personal y no real.- Se trata de una acción


personal de suerte que no persigue un bien sustrayéndolo de la posesión del
primero o ulteriores adquirientes prescindiendo de su buena o mala fe, sino que se
pretende remediar las consecuencias objetivas de una conducta llicta.

Tratándose de acto de disposición posterior al crédito, a


diferencia del deudor quien debe conocer mejor que nadie
su propia situación económica. Solo son impugnables los
actos a título oneroso cuando el tercero tiene efectivamente
conocimiento del perjuicio al derecho del acreedor o haya
estado en razonable situación de conocer y no ignorarlo. La
idea es que el tercer participe sea consciente, que esté al
tanto, enterado bien por el deudor o por propio
conocimiento, que con el acto dispositivo se causa ose puede causar un perjuicio.
No tiene el adquiriente, como sí el deudor, una carga o deber de conocimiento, de
no ignorancia. Pero percatado del daño potencial que se cierne sobre el acreedor,
tiene el deber de no contribuir con él.

Ahora bien, el mero acto de disposición no es suficiente para invocar la pauliana.


La Ley dice que, además, debe causar perjuicio a los acreedores, de los que se
desprende:

a- Materialización del perjuicio.- El perjuicio no debe ser conceptuado


solamente como un detrimento puramente económico ya acaecido, sino también
el futuro o potencial. Por ello, se justifica que la acción pueda ejercerse antes del
incumplimiento, al término, o de aquellos bajo condición.

b- No es preciso acreditar la insolvencia.- Puede pedirse la declaración de


ineficacia del acto cuando cauce un perjuicio, y no necesariamente cuando el acto
produce insolvencia. La insolvencia se apoya, como dice Puig Brutau, en la
carencia de bienes, la acción pauliana procede en la carencia de bienes
conocidos, en la posible dificultad de cobrar de otro modo y en un
comportamiento antijurídico doloso o culposo del deudor (aunque el deudor no
sea insolvente)

c- Relación de causalidad.- Tiene que haber relación de causalidad entre el


acto dispositivo y el perjuicio existente al iniciar la acción. Si para cuando se quiere
demandar el deudor ya ha construido su patrimonio conocido a límites aceptables
–no necesariamente iguales al estado anterior- que hacen suponer que el crédito
quede respaldado, la pretensión de ineficacia debe ser desestimada.

El nuevo Código, para el que la acción revocatoria es una acción declarativa de


ineficacia, en el Inc. 4) del Art. 2001, le fija un plazo prescriptora de dos años, al
señalar que en este el plazo prescribe la acción revocatoria

Artículo 2001.- Prescriben, salvo disposición diversa de la ley:

1.- A los diez años, la acción personal, la acción real, la que nace de una
ejecutoria y la de nulidad del acto jurídico.

2.- A los siete años, la acción de daños y perjuicios derivados para las partes de la
violación de un acto simulado.

3.- A los tres años, la acción para el pago de remuneraciones por servicios
prestados como consecuencia de vínculo no laboral.
4.- A los dos años, la acción de anulabilidad, la acción revocatoria, la acción
indemnizatoria por responsabilidad extracontractual y la que corresponda
contra los representantes de incapaces derivados del ejercicio del cargo.

5.- A los quince años, la acción que proviene de pensión alimenticia

El Art. 2002 del código vigente, señala, que: “La ineficacia de los actos gratuitos se
tramita como proceso sumarísimo; la de los actos onerosos como proceso de
conocimiento. Son especialmente procedentes las medidas cautelares destinadas
a evitar que el perjuicio resulte irreparable.

Quedan a salvo las disposiciones pertinentes en materia de quiebra.”

La última parte de este artículo hace referencia a la quiebra, pues esta tiene
connotaciones penales y además que el fraude puede ser un supuesto de quiebra.
Conclusiones

Luego de realizar nuestras investigaciones y estudios acerca de la institución


conocida como Acción Pauliana; podemos dilucidar una serie de conclusiones con
relación a su evolución y transformación.

La Acción Pauliana fue producto de la necesidad de controlar los actos del deudor,
que en caso de mala fe, podían disponer para causar daño al derecho del
acreedor. Desde sus inicios, cuando con una serie de recursos que controlaban
situaciones similares; curiosamente esa situación se mantiene en nuestros
tiempos, donde no existe una informidad de los instrumentos jurídicos para estos
casos, como notamos en el estudio de la sentencia fijada donde se discutía
posteriormente, que en vez de proceder el recurso de la acción pauliana, debía ser
utilizado la acción rescisoria o de resolución.

Pensamos que nuestra legislación tiene que ser más precisa en el uso y en el
establecimiento de los requisitos para cada instrumento jurídico, con el fin de
evitar divergencias que tiendan a distraer el proceso y a la justa sentencia.

Al interior de la fattispecie de la revocación encontramos dos relaciones jurídicas


distintas: la primera conformada por el acreedor y el deudor (crédito), y la segunda
conformada por el acreedor revocante y el tercero adquirente del bien objeto de
revocatoria (pauliana). Las causales de suspensión o de interrupción del crédito no
afectan en nada la acción pauliana, pues las mismas constituyen dos relaciones
jurídicas distintas y autónomas.

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