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El término conflicto social se refiere a una forma de conflicto generalizado entre grupos sociales

relevantes que constituyen una sociedad. Una definición generalmente aceptada de conflicto en el
sentido sociológico es la ofrecida por Lewis A. Coser para quien es una lucha por los valores y por el
estatus, el poder y los recursos escasos, en el curso de la cual los oponentes desean neutralizar,
dañar o eliminar a sus rivales. Un conflicto entre grupos pasa a ser un conflicto social cuando
trasciende lo individual o grupal y afecta a la propia estructura de la sociedad o a su funcionamiento.

Las teorías del conflicto social buscan explicar cómo la sociedad necesita tanto leyes y estabilidad
como desacuerdo y a fin de lograr integración social lo que puede conseguirse ya sea con consenso
o con coacción. En cualquier caso, el conflicto es el factor del progreso, que se basa en la formación
de grupos de cambio y acción social, a fin de obtener la integración, mediante pactos o acuerdos
con el resto de los actores o sectores sociales, de nuevas relaciones o estructuras, que propician los
grupos de presión o interés de los artífices del cambio.

Teorías del conflicto social

Variantes de la concepción de conflicto social dependen sobre asunciones más generales o básicas
sobre la sociedad o naturaleza humana. Para versiones "moderadas" del conflicto, este no sólo
coexiste sino tiene un papel compartido con la cooperación para establecer estabilidad o cohesión
social (ver, por ejemplo, costumbre) Estas visiones permiten a percepciones funcionalistas o
estructuralistas construir teorías del conflicto que conciben tanto el conflicto mismo como otras
instituciones "negativas" como poseyendo un rol social en la mantención y evolución de ella y sus
instituciones. (en que ese conflicto, si es propiamente controlado (ver, por ejemplo, negociación),
se transforma en fuente de innovación y evolución cultural)

Visiones más radicales se pueden trazar a la visión original de Hobbes, de acuerdo a quien la
sociedad está en cambio constante y es integrada por elementos contradictorios. Ese cambio social
y esos elementos contradictorios obvian la necesidad de explicar el cambio social pero necesitan
una de la estabilidad o permanencia de las instituciones. Esta se encuentra en la coacción. Esto a su
vez da origen a dos visiones: la clásica o conservadora, de acuerdo a la cual esa coacción da, o puede
dar, origen a abusos de poder, que deben ser aceptados a fin de garantizar el buen funcionamiento
social. Dentro de esta posición general hay visiones más moderadas que abogan por un estado que
mejore las condiciones o abusos más extremos a fin de evitar revoluciones. (cabe notar que una de
las diferencias principales entre Hobbes y von Stein -diferencia de la que von Stein estaba
perfectamente consciente- es que entre los periodos que ellos vivieron sucedió la Revolución
francesa)

La segunda versión de la visión radical es la de Marx. Para él, las contradicciones sociales de Hobbes
existen sobre una base fundamental: la objetividad económica. Este conflicto central se expresa o
tiene repercusiones en la superestructura social, por ejemplo, en la ideología (ver lucha de clases).
De acuerdo a Marx este conflicto no puede ser, tratese como se trate, aminorado sino que, por el
contrario, se agudiza.
Otros seguidores de esta segunda versión de la teoría conflictista radical son C.W. Mills de acuerdo
a quien las contradicciones o coacción genera "elites del poder". Para Ralf Dahrendorf, el conflicto
es un hecho social universal y necesario que se resuelve en el cambio social. La posición de
Dahrendorf se puede trazar a Hobbes. A esta posición se suman otros pensadores como Lewis A.
Coser, Oscar Lewis, Anthony Giddens, Alain Touraine, entre otros.

Se debe hacer una mención especial de Max Weber para quien esas consideraciones significan que
el Estado va, inevitablemente, hacia una estructura racional-legal de la autoridad, utilizando una
estructura burocrática a fin de ganar aceptabilidad. Sin embargo, para él, la política se deriva
inanbigüamente del poder (entendido como la capacidad de tomar decisiones e imponerlas a otros),
política se entiende como cualquier actividad a la que puede dedicarse el estado para influir sobre
la distribución relativa de fuerza. La cuestión central es la transformación de esa fuerza de violencia
desnuda en fuerza legitima, lo que se logra, como se ha dicho, a través de la construcción de
estructuras burocráticas, es decir, reguladas y sustentadas.

Aunque Weber no negó que el orden económico determinase el orden social y político, la
concepción weberiana de las clases económicas es más amplia que la marxista, en que la
pertenencia a clases no se determina solamente por la posición en relación al medio de producción
que los individuos posean. Weber introdujo tres dimensiones a lo largo los cuales se estratifica
socialmente a los individuos, incluyendo el estatus y un sistema de estratificación de acuerdo con el
consumo de bienes (ver Estratificación social). Sin embargo, una vez que un grupo o clase ha
obtenido un estatus elevado a través de ciertos logros, sus miembros tienden a limitar las
oportunidades de que otros individuos las sustituyan, lo que a su vez genera conflictos que pueden
incluso desembocar en revoluciones. Así, esta teoría puede ser vista en ocasiones como una parte
de la teoría social evolucionista o, a veces, como parte de una percepción fuertemente influida por
visiones tales como la de Marx o la de von Stein.

Desde el punto de vista moderno, y a partir de la crítica desde la visión dialéctica al funcionalismo,

Hacia fines de 1950 y en la década de 1960 el funcionalismo estructural de Parsons es objeto de


diversas críticas, entre ellas ser políticamente conservador, incapaz de tratar el cambio social,
debido a su interés por las estructuras estáticas, e inadecuado para comprender correctamente el
conflicto social. En el esfuerzo de algunos sociólogos por integrar el interés por la estructura con el
interés por el conflicto, se origina la Teoría del conflicto.

En las interpretaciones de los diferentes autores, normalmente identificados con una escuela, la
explicación se entiende de diferente manera si se refiere al sistema social en su conjunto totalizador
o a la estructura social, que es el soporte teórico del sistema. Al mismo tiempo debemos situar el
elenco de valores en un lugar designado y preciso, que es el sistema social. Desde el punto de vista
funcional la cuestión se centra en considerar el conflicto como dinámica social hacia el consenso,
una desigualdad estructural que se resuelve en una nueva integración social.

Sin embargo, no parece ser posible explicar con ese soporte teórico otros aspectos más extremos
del conflicto, tales como la revolución y la guerra. Quizás la primera es predecesora de la segunda y
se originen en una primera fase del conflicto, el cual se falle en encontrar posiciones de consenso.

En efecto, algunos autores han conceptualizado la guerra como una tentativa de superar conflictos
internos a través de la "externalización" de los mismos.1011

De acuerdo a Norberto Bobbio y otros, esta última percepción se ha transformado en la visión


generalmente aceptada en el mundo occidental, el conflicto social es solo lo que el ser humano se
cree porque todos esos presidentes solo la causan por no hacer su trabajo bien hecho.

Actualidad del concepto

Artículo principal: Teoría del conflicto

Guerra como conflicto social

Artículo principal: Guerra

Desde el punto de vista socio-filosófico se han avanzado muchas teorías acerca del origen y causas
de las guerras. En consecuencia, parece conveniente tratar de clasificar, muy en general, tales
teorías en dos grandes divisiones: una vez la guerra como producto racional de ciertas condiciones,
primariamente condiciones políticas (célebremente, Carl von Clausewitz argumento que la guerra
es la continuación de la política por otros medios) y otra "irracionalista", producto de una tendencia,
en el fondo irracional, de los seres humanos.

Teorías irracionalistas

Las teorías irracionalistas pueden aproximarse desde dos puntos de vista:


Aquellas que ven el origen de la guerra en causas no atribuibles a tratamiento racional, por ejemplo,
Kalevi Jaakko Holsti nota que en la concepción moderna común la guerra es considerada como una
aberración, una catástrofe o crimen, el abandono de políticas racionales por alguna otra cosa, etc.
por ejemplo, sentimientos religiosos o emociones. El extremo lógico de esta visión -que el hombre
es un animal inherentemente violento, situación que demanda la expresión ocasional de tales
tendencias- se encuentra en algunas explicaciones ya sea psicológicas del origen de la guerra o de
la psicología social (ver, por ejemplo: Experimento de Robber's Cave)

La visión alternativa dentro de esta posición ve la guerra como originándose, a menudo, en


equivocaciones o percepciones erróneas. Así, por ejemplo, Lindley y Schildkraut18 argumentan, a
partir de un análisis estadístico, que la cantidad de guerras que se podría aducir tuvieron un origen
racional ha disminuido dramáticamente en tiempos recientes. (Lindley y Schildkraut ofrecen como
ejemplos de tales equivocaciones la Guerra de las Malvinas y la Guerra de Iraq)

Teoría de la guerra como actividad racional

La visión alternativa, de la guerra como actividad racional, se basa en dos percepciones. La original
de von Clausewitz acerca de la guerra constituyendo la persecución de (objetivos de) la política por
otros medios y una percepción posterior (implícita en von Clausewitz) que indica que se recurriría a
la guerra cuando se estima que las ganancias superan a las perdidas potenciales (es decir, a través
de un análisis de costo-beneficio). A su vez, se pueden distinguir dos posiciones:

La teoría de la primacía de las políticas domésticas: se encuentra, por ejemplo, en las obras de Eckart
Kehr y Hans-Ulrich Wehler, Para esta posición, la guerra es el producto de condiciones domésticas.
Así, por ejemplo, la Primera Guerra Mundial no fue producto de disputas internacionales, tratados
secretos o consideraciones estratégicas, sino el resultado de condiciones socio políticas (incluyendo
económicas) que, a pesar de ser comunes a varias sociedades, hacían sentir tensiones a cada una
de ellas en forma interna, tensiones que solo se pudieron resolver a través de la guerra.

La teoría de la primacía de la política internacional, que se encuentra, por ejemplo, en la concepción


de Leopold von Ranke, de acuerdo a quien es las decisiones de estadistas motivados por
consideraciones geopolíticas las que conducen a la guerra.

Tipos de Conflicto Social


Conflictos funcionales.
Conflictos disfuncionales.

Conflictos funcionales.

Son aquellos conflictos que se presentan y son de intensidad moderada, que mantienen y sobretodo
mejoran el desempeño de las partes, pertenecen a este grupo los conflictos que posibilitan un medio
para ventilar problemas y liberar tensiones, fomentan un entorno de evaluación de uno mismo y de
cambio; Por ejemplo: si promueven la creatividad, la solución, la toma de decisiones, la adaptación
al cambio, estimulan el trabajo en equipo y fomentan el replanteamiento de metas.

Conflictos disfuncionales.

Este tensiona las relaciones de las partes limitando o impidiendo una relación armoniosa en el
futuro. Este tipo de conflicto genera estrés, desconfianza, frustración, temores o deseos de agresión,
lo cual afecta el equilibrio emocional y físico de las personas, reduciendo su creatividad y en general
su productividad y eficacia personal.

Estos conflictos se distinguen entre sí fundamentalmente por sus efectos y consecuencias, los cuales
determinan que un conflicto sea bueno o malo, funcional o disfuncional, positivo o negativo.

Comunicación política

Contexto en el cual se intercambian mensajes para influenciar, controlar a los sujetos que pueden
expresarse abiertamente sobre la política tales como los políticos, comunicadores, y la opinión
pública. Proceso relacionado a la transmisión de información entre actores políticos, medios de
comunicación y el público pudiendo ejercer control o influenciar en ellos.

Características de Conflicto social

Conflicto es algo inherente, característica natural e inevitable de la existencia humana y de la


interacción social. La complejidad de los conflictos está determinada por los problemas que los
originan, las percepciones acerca de ellos, el número de actores que intervienen, entre otros
elementos (diversidad cultural, económica, social y política; la debilidad institucional, la violencia,
etc) Conflicto y violencia no son lo mismo. La violencia es una manifestación concreta del conflicto.
Actores en los conflictos sociales.

Actores primarios: son los que participan concisamente en el conflicto.

Actores secundarios: Está conformado por conjuntos que respaldan a cualquiera de las partes;
también forman parte los organismos, instituciones de la sociedad o personas que cooperan en la
canalización del conflicto, o que pueden hacerlo.

Actores terciarios: individuos u organismos señalados como ecuánimes, que poseen la viabilidad de
ejercer como conciliadores o comisionados.

Estado del Conflicto social.

Conflicto activo: Es el conflicto social referido por cualquiera de las partes o por terceros por medio
de demandas públicas, consecuentes e inconsecuentes.

Conflicto latente: Es el conflicto social no citado abiertamente. Subsiste de manera escondida,


taciturna o indiferente, observándose la abundancia de componentes que obtienen un rumbo de
colisión pero no se descubren o habiéndose revelado han dejado de hacerlo en un tiempo
desmedido.

Conflicto resuelto: Es el conflicto social cuyo cierre aprobado por las partes, a través de
compromisos, pronunciamiento legal, resolución judicial o administrativa, etc., reintegra los
vínculos entre ellas en circunstancias de conformidad.

La contribución de Dahrendorf.

El análisis de cambio social resultante de los conflictos, que hace este autor, es importante para la
sociología contemporánea. Si bien presenta aspectos positivos, también le caben algunas críticas.
Dahrendorf ha contribuido como nadie, a la elaboración de una sociología de los conflictos sobre
bases teórica serias.

Elaboró un modelo teórico lógico y empíricamente verificable, destinado a explicar, a la vez, el


origen de los conflictos sociales y su influencia histórica.

Ha propuesto una teoría de los conflictos que no es incompatible con cualquier otra. Admite la
existencia del sistema social integrado, y la del sistema en conflicto, pero no como un antagonismo,
sino como algo complementario. La sociedad es al mismo tiempo un sistema integrado y un sistema
en conflicto.

Presenta a la "autoridad" como un factor simultaneo de integración social y un factor de conflicto.


Más aun, por ser un factor de integración, la autoridad es n factor de conflicto.

En la medida en que exista la distribución dicotomica de la autoridad, el conflicto aparecerá como


algo normal.

Como critica puede preguntarse ¿La dicotomía de la autoridad, da necesariamente lugar a la


dualidad de oponentes descripta por Dahrendorf? ¿Esto, responde realmente a los hechos? La
respuesta parece ser negativa, porque de hecho, las relaciones dominación-sujeción, son muchos
más complejas.

Éste las describe como algo estático, por lo que habría lugar para enriquecer el modelo propuesto
(sin abandonar la dualidad) haciéndolo o confiriéndole una mayor flexibilidad. Si el todo es un
conjunto de partes interdependientes en equilibrio precario, que tiende El conflicto como funcional.

Según Lewis Cosser, dice que el conflicto puede ser considerado como funcional. Conforme al
modelo estructural-funcionalista, la sociedad es un todo en que cada una de las partes desarrolla
una actividad.

Hay actividades que tienen por objeto lograr algo, pero que tienden en última instancia al
mantenimiento del sistema. Ahora bien, pareciere una contradicción hablar del conflicto como
funcional porque a realizar una obra, y con ello apoya el mantenimiento del sistema, el conflicto
sería un elemento extraño que no pertenece al sistema. Sería algo anómalo que afecta al sistema.
Sin embargo, Coser dice, que cualquier situación de conflicto que no ataca el núcleo valorativo
fundamental de un sistema social y en consecuencia solo ataca la periferia, puede llegará ser
funcional, y mantener el sistema.

Actuaría como una válvula de escape ante una situación de tensión. Aso por ej. La prostitución sería
la válvula de escape de las tensiones acumuladas en la sociedad por no resolver conflictos sexuales
como los que provoca la tasa anual de violación.

En síntesis: Cosser afirma que existen ciertos tipos de conflictos que no nacen dentro del sistema,
sino fuera del mismo y que además no agreden al núcleo del sistema, sino a valores periféricos del
mismo.

Ese tipo de conflictos son funcionales porque no tienden a romper el equilibrio del sistema, sino a
lograr la cohesión, la unión del grupo por encima de las diferencias estructurales de éste (por ej. fue
lo que ocurrió en 1982 cuando estuvimos en guerra con Inglaterra, existía un "enemigo" externo al
sistema)
¿Por qué surgen los conflictos?

(VIENE EN EL EXAMEN FINAL)


Todos, en algún que otro momento de la vida hemos estado inmersos en un conflicto. A veces
llegamos al mismo sin percatarnos de cuáles fueron los pasos que nos condujeron a esta situación.
Por ello, analizar por qué surgen los conflictos no es una idea vana sino que nos ayuda a resolverlos
a partir de la comprensión de sus causas.

En primer lugar debe conocerse que el conflicto es un producto social y es una consecuencia
“natural” de la interacción humana. El conflicto es un sistema dinámico en el cual los eventos y las
comprensiones de las personas se reestructuran constantemente y se reinterpreta tanto el pasado
como el presente o el futuro.

El proceso del conflicto tiene tal nivel de fluidez y complejidad que la trayectoria de un conflicto
nunca queda absolutamente fijada desde el inicio. Pequeños e inesperados gestos, las acciones...
todo puede incidir en el resultado.

Filley, en el 1989, enumeró nueve condiciones que posibilitan la aparición del conflicto:

1. Jurisdicciones ambiguas. Cuando dos partes tienen responsabilidades relacionadas, sin que
aparezcan claramente delimitados los límites entre ambas, hay grandes posibilidades de que
aparezcan situaciones de conflicto.

2. Conflicto de interés. Esta situación está asociada a formas de evaluación y de proyectarse en


relación con asuntos comunes.

3. Barreras de la comunicación. Las barreras en la comunicación, y en general las dificultades


asociadas a ella, propician la creación de situaciones conflictivas entre las partes. El grado de
conocimiento que una parte tenga de la otra tiene que ver con la aparición de conflictos.

4. Dependencia. Cuando una parte depende de la otra es muy probable que aparezcan situaciones
de conflicto.
5. Diferenciación en la organización. Cuando el grado de diferenciación de una organización
aumenta, se incrementarán las posibilidades de emergencia de conflictos, ya que la diversidad en
los niveles de autoridad puede crear dificultades en la comunicación o disputas jurisdiccionales.

6. Asociación de las partes. Cuando las partes deben tomar decisiones conjuntas, la posibilidad de
que surjan conflictos es mayor.

7. Necesidad de consenso. Si el consenso entre las partes es necesario, esto contribuirá a la creación
de una posible situación de conflicto.

8. Regulaciones comportamentales. Si los intereses de las partes chocan con el contenido de las
regulaciones, es muy probable que la presencia de estos procedimientos conduzca a conflictos.

9. Conflictos previos no resueltos. Todo conflicto previo no resuelto resulta ser un conflicto latente
con el cual las partes enfrentan nuevas situaciones. Este hecho favorecerá la aparición de conflictos.

El hecho de comprender qué está en la base del conflicto nos permite asumir una postura
privilegiada en el mismo ya que podremos guiar el proceso de resolución. Por ejemplo, ¿el conflicto
aparece como resultado de una problemática previa no resuelta? Entonces es necesario trabajar en
la misma y sacarla a la luz. Al contrario, ¿el conflicto surge porque la comunicación entre las
personas es escasa? La solución se encuentra en mejorar los canales de comunicación, presentar
nuestras ideas y escuchar pacientemente las de la otra persona. De hecho, en muchas ocasiones
puede darse el caso que ambos estén diciendo lo mismo pero están tan encerrados en sus puntos
de vista que no se percatan de las convergencias.

Finalmente, vale aclarar que el conflicto siempre se ha revestido de un halo negativo pero el mismo
también puede tener aspectos positivos. Todo dependerá de cómo se aborde y termine, con
posibilidades de ser conducido, transformado y superado por las mismas partes, con o sin ayuda de
terceros.
EL CONFLICTO DESDE MI PUNTO DE VISTA

Paso 1: Nuestra perspectiva subjetiva especial se encuentra inicialmente en el centro de la


atención. Compartimos nuestras experiencias con los conflictos (pequeños y grandes) y nos
presentamos mutuamente ante el grupo en relación con nuestra propia historia de conflictos.

Paso 2: Dedicamos tiempo a hablar de los conflictos en nuestra labor diaria y elaboramos una lista
de los que consideramos más significativos en el proyecto. Se seleccionan situaciones centrales en
los conflictos actuales, a las que se coloca un título conciso y se elabora una lista con los titulares.

Paso 3: Identificamos los conflictos principales en el país donde se lleva a cabo el proyecto. En una
sesión de lluvia de ideas, el grupo trabaja con supuestos y puntos de vista de los eventos del
conflicto. Aquí también se crea una lista de conflictos.

Paso 4: A continuación, se hace la selección de un conflicto con el que el grupo desea seguir
trabajando y analizando su propia gestión del proyecto. A este fin, se selecciona el conflicto más
importante del paso 2 y se lo pone en contexto con algunos aspectos de la lista del paso 3. El
resultado es la definición de los acontecimientos de un conflicto central, los cuales abarcan tanto
las dimensiones de una lista como las de la otra. En este cuarto Paso, se crea el Documento 1: La
definición del conflicto, que contiene una breve descripción del conflicto seleccionado (una
síntesis de las dos listas).

Paso 5: Se escenifica el conflicto seleccionado y para su representación se presentan las diferentes


perspectivas de los/as distintos actores. Se reflexiona conjuntamente sobre la complejidad del
conflicto y sobre nuestra opinión personal del conflicto.

PAISAJE DEL CONFLICTO

Paso 1: En el análisis de los/as actores, se vuelven a nombrar los actores directos y las partes
interesadas en el conflicto y se clasifican correspondientemente en el plano internacional,
nacional o regional y en el nivel de la familia/ individual y se determinan cuales son los niveles mas
importantes para el proyecto. Este paso crea el paso: Los actores en cada nivel del conflicto.

Paso 2: En este paso se pesan los intereses de las partes y se analiza el objeto del conflicto en sus
diversas dimensiones (sujeto, afiliación cultural, participación política, economía política). ¿Qué
medios utilizan las partes en el conflicto para ejercer el poder? En este paso se crea el paso: El
objeto del conflicto en cada dimensión.

Paso 3: Se determinan los procesos sociales y psicológicos de los/as actores en el conflicto


siguiendo los conceptos claves de amenaza – miedo, destrucción – trauma, pérdida, duelo. Este
paso crea el paso: Problemas psicosociales claves/grupos debilitados y fortalecidos.

Paso 4: En este paso se resumen los resultados del módulo y se observan en su totalidad. Esta
sinopsis nos ayudará a profundizar nuestra comprensión de las constelaciones centrales del
conflicto.

Categorías de las dimensiones de conflicto social


(Los temas a continuación son los que vienen en preguntas en examen final,
lean cada categoría y planteen sus dudas en clase)

Sujeto
Vivimos en una red social, es decir, estamos en relación con otras personas que bien son
importantes para nosotros/as, o no lo son, nos son simpáticas o antipáticas, tienen o no influencia
sobre nosotros/as. En esta estructura, nos percibimos a nosotros/as mismos/as como personas
con nuestros deseos, frustraciones, irritaciones, etc., y nos definimos en relación con los demás, al
tiempo que somos definidos/as por otros. Todo esto ocasiona múltiples conflictos. A menudo
nuestros deseos están en contradicción con lo que el entorno social nos permite o nos impide
realizar. Una motivación importante para adaptarse y desarrollarse es la necesidad básica de gozar
de la valoración y del reconocimiento por los demás en nuestras esferas privada, profesional y
pública. Como seres humanos, somos seres sociales que dependen del afecto de los demás. En
lugar de dar reconocimiento a las personas y promover su desarrollo psicológico, el entorno social
puede también menospreciar al individuo y traumatizarlo. Estas experiencias fundamentales en
los conflictos influyen sobre nuestra forma de actuar, nuestras reacciones frente a las situaciones
de peligro y en general en nuestro desarrollo psicológico. Ellas determinan nuestras ideas de
justicia e injusticia. Los conflictos sociales no se enfrentan en esferas abstractas sino a través de
experiencias concretas de cuerpos reales. Esto es doblemente importante porque en todo
conflicto se sufre individualmente y porque, a la vez, son enfrentados por personas. Es por tanto la
perspectiva del sujeto particularmente importante en el análisis del ámbito de acción de un
conflicto.

Afiliación cultural
Inevitablemente los seres humanos nacen en comunidades culturales y desarrollan su identidad; no
sólo como una característica que les diferencia, sino también como parte de un colectivo, un sistema
de valores y formas fundamentales de relaciones, de expectativas de vida y de perspectivas de
acción que contiene tal sistema. El colectivo define los criterios de la pertenencia, la mayoría de las
veces mediante aspectos étnicos, nacionales y religiosos como también socioeconómicos, y marca
los límites entre un grupo y otro. A menudo se demuestra que la pertenencia se presenta y es
percibida como algo más rígido y basado en tradiciones supuestamente incambiables de lo que
corresponde a la realidad. Además, contamos con múltiples pertenencias. Por ejemplo, una persona
puede ser cristiana, de la etnia hutu y ciudadana de Ruanda. Afiliaciones y atribuciones culturales
muy a menudo se convierten en un aparente foco central del conflicto, aunque los antecedentes y
las verdaderas causas del conflicto sean completamente diferentes. En los conflictos, con frecuencia
se niega, se rechaza y se oprime la diversidad de las pertenencias culturales.

Economía política
En esta dimensión se trata de la repartición de los recursos materiales entre los diferentes grupos
de un Estado o una sociedad, así como de los mecanismos que se utilizan para asegurar su
acumulación. Además, precisamente en tiempos de la globalización, se trata también de las
hegemonías culturales, de las ideas, valores e intereses que se implementan universalmente. Se
trata entonces, por un lado de las condiciones materiales y por el otro, de elementos casi
estructurales que aparentemente no tienen nada que ver con la economía, pero que no obstante
forman parte de las condiciones mundiales predeterminadas. Por ejemplo: la obligación que casi
todo el mundo siente de poseer un televisor, o la tendencia de hacer, incluso, del agua una
mercancía.

Participación política
En esta dimensión del conflicto se trata de la participación, es decir, de la forma en que las
ciudadanas y los ciudadanos participan en los procesos políticos. Así por ejemplo, una democracia
presupone una participación activa de la población en los procesos centrales de la toma de decisión,
y la autodeterminación y la realización personal son objetivos sociales importantes. La participación
política es algo que se expresa no sólo por ejemplo mediante las elecciones libres, sino también en
la esfera inmediata de vida de las personas en sus pueblos y comunidades.
ANALISIS SECUENCIAL DE LA HISTORIA DEL CONFLICTO

Primera secuencia: Antes de que comenzara el conflicto Todo conflicto se ha iniciado en algún
momento. Siempre hay unos antecedentes históricos, los cuales pueden haber sido más o menos
conflictivos. En retrospectiva, muy a menudo esta fase aparenta estar intacta, ser normal y sólida.
Para muchas de las partes en un conflicto, esta fase constituye una importante y a veces
memorable e idealizada referencia. De allí la importancia de precisar cuándo comenzó el conflicto
y cuáles fueron sus antecedentes.

Segunda secuencia: Inicio del conflicto y cronicidad Los conflictos son palpables y en parte se
intensifican, a pesar de que la amenaza no sea aún inmediata o absoluta. Muchos conflictos
permanecen en este nivel durante mucho tiempo y se vuelven crónicos, es decir, no se desatan
pero tampoco se resuelven. Algunas veces, después de un largo período se produce un deterioro
repentino y rápido o un corto y aterrador estallido, al cual después sigue la calma general.

Tercera secuencia: Amenaza aguda/escalada grave Esta secuencia está caracterizada por procesos
inmediatos y existenciales de amenaza y destrucción. En esta secuencia se trata por regla general
de guerra u otro tipo de estado bélico, o de un peligro para la vida y la integridad física de las
personas. No todos los conflictos alcanzan este nivel.

Cuarta secuencia: Amenaza aguda/escalamiento masivo en la cronicidad Esta secuencia se


encuentra en estrecha vinculación con la anterior y a veces en ciclos alternativos con ella. En el
marco de la guerra, de la persecución y del peligro para la vida y la integridad física una y otra vez
tienen lugar períodos de calma. Los conflictos que se han agravado al extremo albergan siempre
momentos individuales, como también sociales, del terror agudo y tales de los terrores latentes,
como la espera, la de una aparente calma.

Quinta secuencia: Período de transición Cuando los conflictos llegan a su fin, a veces hay
negociaciones de paz, a veces se entra simplemente en diálogo, como también puede ocurrir que
la situación empeora temporalmente. La transición de conflicto a postconflicto puede durar poco
o mucho tiempo y presenta una extraña mezcla de peligro y esperanza. En la transición, es posible
tener por primera vez una visión del futuro, pero al mismo tiempo en ella se confirma la
inmutabilidad del pasado. Este es un período de cambio radical y de crisis personales. Algunos
conflictos pasan de la segunda secuencia directamente a ésta quinta.

Última secuencia: Después del conflicto En el sentido psicológico, esta última secuencia es la más
compleja. Aunque ya haya terminado el conflicto, aún se sienten sus secuelas. Es tan sólo en esta
etapa que es posible trabajar y superar la historia del conflicto. No obstante, el silencio y el dejar
los problemas sin resolver, pueden ser la primera piedra del siguiente conflicto.

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