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La violencia escolar desde la perspectiva de


François Dubet: tensiones, reticencias y
propuestas

Chapter · January 2012

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1 author:

Carlota Guzmán Gómez


Universidad Nacional Autónoma de México
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REFLEXIONES
SOBRE LA VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS
coordnación

ALFREDO FURLAN

por

CATHÉRINE BLAYA ♦ CARLOTA GUZMÁN GÓMEZ 1 DANIEL


MÍGUEZ ♦ JUAN ALBERTO LITMANOVICH ♦ SUSANA GARCÍA
SALORD ♦ INÉS DUSSEL 1 LIDIA M. FERNÁNDEZ • ROSARIO
ORTEGA ♦ ROSARIO DEL REY ♦ PAZ ELIPE ♦ CLAUDIA LUCY
SAUCEDO RAMOS ♦ NORA B. ALTERMAN 1 ADELA CORIA •
FRANCISCO BELTRÁN LLAVADOR ♦ SILVINA GVIRTZ ♦ MARINA
LARRONDO ♦ ROSA NIDIA BUENFIL BURGOS ♦ ÚRSULA ZURITA
RIVERA ♦ ANA MARÍA SALMERÓN CASTRO ♦ MIGUEL ÁNGEL
PASILLAS VALDEZ ♦ ERIC DEBARBIEUX

)3KI
siglo
veintiuno
editores
MÉXICO
ARGENTINA
grupo editorial
siglo veintiuno
siglo xxi editores, argentina
siglo xxi editores, méxico
GUATEMN A 4824, C 1425 BuP
CERRO DEL ACOJA 248, ROMERO DE TERREROS
BUENOS ARES,ARGENTINA
04310MEPCO, DE

biblioteca nueva anthropos


salto de página DIPUTACION 256, BAZOS
ALMAGRO 38, 28010, Al MAGRO 38, 28010,
BARCELONA 08C07 FSPANA
~PC, ES(AÑA MADRID. ESPINA

LB3013.3
R45
2012 Reflexiones sobre la violencia en las escuelas / coordinación, Alfre-
do Furlan; por Catherine Blaya [y otros veintiuno]. — México
: Siglo Veintiuno Editores, 2012.
460 p. — (Educación)

ISBN: 978-607-03-04361

1. Violencia escolar. 2. Intimidación. 3. Violencia escolar—


Aspectos sociales. I. Furlan, Alfredo, editor. II. Blaya, Catheri-
ne, colaborador. III. ser.

primera edición, 2012


O siglo xxi editores, s. a de c. v.

isbn 978-607-03-0436-1
prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio.

impreso en litográfica ingramex, s. a. de c. v.


centeno 162-1, col. granjas esmeralda, 09810, iztapalapa, df, méxico.
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN
por ALFREDO FURLAN

PRIMERA SECCIÓN:
MIRADAS CON UNA PERSPECTIVA SOCIOLÓGICA
VIOLENCIA ESCOLAR: ¿LINA JUVENTUD
DESILUSIONADA?
por civn IERINE BLATA 31
LA VIOLENCIA ESCOLAR DESDE LA PERSPECTIVA DE
FRANCOIS DUBET: TENSIONES, RETICENCIAS Y
PROPUESTAS
por CARLOTA GUZMÁN GÓMEZ 49
CAVILACIONES EPÍSTEMOLÓGICAS SOBRE EL ESTUDIO
DE LA VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS. ELIAS Y EL
EQUILIBRIO ENTRE NOMINALISMO Y POSITIVISMO
poi- DANIEL MÍGUEZ 7'
FRACTURA, ESTALLIDO Y DUELO POR LO UNO:
MICHEL DE CERTEAU
p01",FUAN ALBERTO LITMANOVICH 102

LA VIOLENCIA SIMBÓLICA: APORTACIÓN DE PIERRE


BOURDIEU PARA COMPRENDER LAS FORMAS SUTILES
E INADVERTIDAS DE DOMINACIÓN
por SUSANA GARCÍA SALORD 114
LA DISCIPLINA Y EL PODER EN LA ESCUELA:
UNA LECTURA DESDE FOUCAULT
por INÉS DUSSEL 144
SEGUNDA SECCIÓN:
MIRADAS PSICO-INSTITUCIONAL Y PSICOEDUCATBA
VIOLENCIA DEL SUJETO-VIOLENCIA INSTITUCIONAL.
UNA INTERROGACIÓN SOBRE LA ESCUELA
por LIDIA M. FERNÁNDEZ 177

[4 5 9 7
46o

VIOLENCIA ESCOLAR Y BUILYING F.L. ESTADO


DE LA CUESTIÓN 1' LOS NUEVOS RETOS
INVESTIGADORES
por ROSARIO ORTEGA, ROSARIO DEI. REV Y PAZ ELIPE
LA INDISCIPLINA Y LA VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS,
UNA VISIÓN DESDE LA PSICOLOGÍA CULTURAL
por CLAUDIA LUCY SAUCEDO RAMOS
TERCERA SECCIÓN:
MIRADAS PEDAGÓGICAS
LA CUESTIÓN DE LA DISCIPLINA ESCOLAR Y LA
DIDÁCTICA. UNA LECTURA DESDE PHILLIPPE MEIRIEU
por NORA B. ALTERMAN y ADELA CORLA

DISCIPLINA Y CONVIVENCIA ESCOLAR


por FRANCISCO BEI:ERAN LLORADOR 2 77
DEMOCRACIA, DIÁLOGO, CONSTRUCCIÓN DE LA LEY
CAMINOS PARA CONSTRUIR LA CONVIVENCIA EN EL
ESPACIO ESCOLAR Y GENERAR MODOS NO VIOLENTOS
DE RELACIÓN
por S1LVINA GVIRTZ y MARINA LARRONDO
CUARTA SECCIÓN:
MIRADAS POLÍTICO-FILOSÓFICAS
LA VIOLENCIA ESCOLAR: MÚLTIPLES IMPLICACIONES
Y MÚLTIPLES ÁNGULOS DE INTERPRETACIÓN
por ROSA NIDOS BUENFIL BURGOS 315

MIRADAS A LA VIOLENCIA ESCOLAR DESDE LA CIENCIA


POLÍTICA: APUNTES PARA SU ESTUDIO
por ÚRSULA ZURITA RIVERA 349

NOTAS PARA UNA REFLEXIÓN EN TORNO


A LA VIOLENCIA HORIZONTAL EN LAS ESCUELAS
ENTRE EL CONSERVADURISMO Y LA INTOLERANCIA
por ANA MARÍA SALMERÓN CASTRO 375

LA TEORÍA DE LA LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO


Y EL ESTUDIO DE LA VIOLENCIA EN LAS ESCUELAS
por MIGUEL ÁNGEL PASILLAS VALDEZ 398

LAS "BUENAS PRÁCTICAS" ¿SON SUFICIENTES?


VIOLENCIA ESCOLAR Y CUESTIONES CULTURALES
por ERIC DEBARBIEUX 122

LOS AUTORES 4-19


LA VIOLENCIA ESCOLAR DESDE LA PERSPECTIVA DE
FRANCOIS DUBET: TENSIONES, RETICENCIAS Y PROPUESTAS

CARLOTA GUZMÁN GÓMEZ'

INTRODUCCIÓN

Francois Dubet es sociólogo, con gran reconocimiento en el medio


académico francés y especialmente en el ámbito educativo. Es profe-
sor de la Universidad de Burdeos II y cuenta con una vasta obra en
la que aborda diversos problemas que van desde los movimientos
sociales, las transformaciones del trabajo, el declive de las institucio-
nes y el sistema escolar. 2 En sus trabajos puede apreciarse su cercanía
con Alain Touraine., Las obras dedicadas al campo de la educación
se constituyen en un importante aporte no sólo para Francia, sino
para otros países.4 A través de sus diversas obras se pregunta ¿qué es
lo que fabrica la escuela?, es decir, qué tipo de actor y sujeto social
se forma, ya que concibe a la escuela como un espacio de producción
de sujetos. Sostiene que la escuela no ha sido capaz de dar respuesta
a las demandas de educación de los niños y de los jóvenes. Le preocu-
pa el papel reproductor que la escuela, bajo el modelo meritocrático,
ha jugado frente a las desigualdades sociales, poniendo en desventa-

Investigadora del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la


Universidad Nacional Autónoma de México, Cuernavaca, Morelos, México. Correo-e:
<carlota@servidonunam.mx>.
2 Además de varios artículos y obras colectivas cuenta con aproximadamente 30
obras de su autoría, algunas de éstas que pueden considerarse representativas son: Le
Inouvement ouvrier, Senil, 1984; La Galére: jeunes en survie, Fayard, 1987; Socialogie
de

rexperience, Senil, 1994; Dans quelle société vivons-nous?, Senil, 1998; Le déclin de rinstitution,
Seuil, 2002; Travail des societés, Seuil, 2009.
3 Forma parte del Centro de Análisis y de Intervención Sociológica (cams) que
fue fundado en 1981 por Alain Touraine e impulsado por un equipo formado por
Zsusa Hegedeus, Michel Wieviorka y el mismo Dubet (http://cadis.ehess.fr.)
Las obras que pueden considerarse más importantes en el ámbito educativo fi-
con Danillo
guran Les lycéens, Seuil, 1991; A l'école. Sociologie de la expérience scolaire,
Martucelli, Senil, 1996; L'école des chances: qu'ea-ce qu'une école justo?, Senil, 2004. Las
tres últimas obras se encuentran traducidas al español (cf. referencias bibliográficas
de este texto).

[491
50 A VIOLENCIA ESCOLAR DESDE LA PERSPEC'FIVA DE FRAINGOIS DuisEr: 51
CARLOTA GUZMÁN GÓMEZ L

ja a los más débiles desde el punto de vista social y cultural. Consi- En una primera parte, se presenta una discusión general en torno
dera, asimismo, que la escuela ha cambiado y que se encuentra cada a las dificultades que implica definir la violencia escolar y se hace un
vez más alejada del modelo republicano, pero más que ser producto breve recorrido en torno a las transformaciones que, con el paso del
de una crisis, es resultado de diversas mutaciones de la misma escue- tie mpo, ha tenido el abordaje de la violencia escolar. Posteriormente,
la y de la sociedad. se exponen los distintos tipos de violencia, las lógicas que subyacen
La violencia escolar no es un tema que apasione a Dubet, al contra_ y sus fundamentos, así como también las respuestas de la escuela
rio, se muestra escéptico ante el boom de declaraciones, artículos, repor- frente a la violencia escolar. En la última parte, se presenta una pro-
tajes y ante un inusitado interés y preocupación que se ha manifestado puesta de análisis de la violencia escolar desde la perspectiva de la
tanto en los medios de comunicación, en el ámbito político, como en sociología de la experiencia y se cierra el artículo con un conjunto
el académico. Más que unirse a esta ola desenfrenada por la violencia de aspectos metodológicos que pueden ser de utilidad para elaborar
escolar, Dubet ha externado una postura crítica, que pretende aportar diversas investigaciones en otros contextos.
más a la reflexión que a la condena moral, a desentrañar las lógicas
de la violencia y a buscar sus fundamentos, más que a medir obsesi-
vamente la violencia o a documentar peleas, agresiones o golpes en
las escuelas. El tema de la violencia escolar ha sido tratado por Dubet 1,A VIOLENCIA ESCOLAR: UN OBJETO COMPLEJO Y HETEROGÉNEO

a través de algunos artículos y, de manera indirecta o secundaria, en


otros trabajos que tienen como objeto central la experiencia escolar o Antes de incursionar en el análisis de la violencia propiamente esco-
las transformaciones de la escuela. Es decir, no es el tema central de su lar, cabe aclarar que para Dubet (1992), la violencia es un objeto muy
trabajo académico, así como tampoco una preocupación que marque dificil de definir, ya que tiene múltiples formas y manifestaciones:
su trayectoria, pero su importancia radica en que el tema de la violencia puede ser individual o colectiva, organizada, imprevisible, instrumen-
escolar emerge y lo analiza en el contexto de las transformaciones que tal, irracional o ritualizada; así como puede responder a intereses,
la escuela ha tenido. En este trabajo me interesa abordar la perspectiva pasiones, sentimientos o ideologías. La violencia, afirma Dubet, está
de Dubet en relación con la violencia escolar, con el fin de recupe- en todas partes, real o potencial, legítima o no; asimismo, insiste en
rar la mirada crítica hacia un problema que ha sido analizado desde que no puede reducirse a un fenómeno objetivo medible, ya que ésta
distintas vertientes, pero que también ha sido utilizado y manipulado. se define por su representación, porque no es otra cosa que aquello
Me interesa también dar a conocer su perspectiva porque no separa que es vivido como una violencia dentro de una cultura, dentro de
la violencia escolar de otros fenómenos, sino que la analiza desde el un grupo y dentro de un contexto de interacción.
propio sistema educativo y sus transformaciones. Asimismo, porque Para Dubet "la definición de violencia es profundamente subjetiva
lleva el análisis de la violencia escolar hasta sus raíces, esto es, hasta y nos dice más sobre los sujetos que la experimentan que sobre las
los paradigmas antropológicos, filosóficos y sociológicos en que se sus- conductas que la motivan" (1998: 35). En el ámbito escolar "suele
tentan las diversas concepciones de la violencia y, por último, porque designarse como violencia a conductas extremadamente heterogé-
también hace propuestas que competen al propio sistema educativo, neas, como el robo, la agresión contra los maestros, las peleas entre
a la escuela y a los diversos actores que participan. alumnos, el desorden, la falta de atención, las relaciones con los
Cabe aclarar que el objetivo de este trabajo no es debatir con otros padres, pese a que todas esas conductas son diferentes y provienen
autores o especialistas en el tema, sino sistematizar y presentar la probablemente de lógicas diferentes"(op cit., p. 20). En concordancia
propia postura de Dubet en el contexto de su obra. Corresponderá con lo anterior, para Dubet la violencia escolar es "una categoría
al lector, si es de su interés, establecer el diálogo con otros autores, general que representa un conjunto de fenómenos heterogéneos, un
contrastar posturas, ya que sin duda hay aspectos que han sido abor- conjunto de signos de dificultad de la escuela, entre las que se en-
dados por otros autores, así como hay debates y controversias. cuentran las conductas violentas propiamente dichas, que no son más
52 CARLOTA GUZMÁN GÓMEZ LA VIOLENCIA ESCOLAR DESDE LA PERSPECTIVA DE FRANEOIS DUBET: 53
que un subconjunto" (ibid., p. 37). En este sentido, "la violencia de. DEL TEMA DE LA DISCIPLINA AL DE VIOLENCIA ESCOLAR:
signa a la vez conductas realmente violentas, robos, agresiones, inju- CAMBIO
UN BRUSCO
rias, amenazas y el sentimiento difuso pero omnipresente de afrontar
todo un conjunto de dificultades, que concierne tanto a la vida esco. Uno de los hechos que más sorprende a Dubet (1998), es el cambio
lar misma y a los problemas sociales que la amenazan" (ibidem). repentino que ha tenido el abordaje de la violencia escolar
Efectivamente, Dubet (1998) reconoce que la violencia escolar n o abrusco y
tursacvoés del tiempo. En los años setenta, cuando se hablaba de la
es un fantasma, ni una invención, que la violencia designa a la vez, violencia de la escuela se pensaba, sobre todo, en la violencia disci-
conductas de riesgo reales y una percepción de esos riesgos. De esta
plinaria, en la escuela "cuartel", en los internados autoritarios, en los
manera, la violencia escolar adquiere dos caras que se encuentran
castigos y en los uniformes. Un segundo tema era la violencia simbó-
imbricadas: los propios hechos que se conciben como violentos y la lica de clase, en donde la escuela sería una institución burguesa en
percepción, las representaciones y las concepciones que los propios la que los códigos culturales se impondrían a los hijos de las clases
sujetos construyen de estos hechos. populares. Dubet relata que cuando él comenzó a estudiar la expe-
Como consecuencia de la heterogeneidad de comportamientos riencia escolar más o menos por los años ochenta, no se hablaba de
que suelen asociarse con la violencia, Dubet señala que hay la ten- violencia escolar, se hablaba de alumnos "difíciles", de problemas
dencia equívoca a considerar como violencias escolares comporta. sociales, de desinterés escolar. En las huelgas de los preparatorianos
mientos y conductas que se desarrollan fuera del espacio y del de los años noventa el tema de la violencia ocupaba un lugar margi-
tiempo escolar. Así los comportamientos que conciernen a los alum- nal y la demanda de seguridad emergía en principio de los sindicatos
nos, aunque se realicen fuera de la escuela y del tiempo escolar, no de profesores, más que dentro de las reivindicaciones de los alumnos.
son definidos como simples violencias sociales, sino como violencias En la época se trataba de un tema no claro, de seguridad, de un tema
escolares. eosd e
de derecho.
Otro de los problemas que entraña la definición de la violencia Menos diez años después, Dubet afirma que todo ha cambiado,
escolar es que un conjunto de conductas heterogéneas, tales como la violencia está por todas partes. Los profesores y los padres de fa-
las conductas inciviles, injurias, ausentismo, desinterés escolar, peleas milia se quejan. Los debates por televisión se multiplican. La violen-
a la salida de la escuela son interpretadas como una violencia poten- cia está tanto en los establecimientos difíciles como en los otros. El
cial, esto es, se concibe de una manera automática que dichas con- santuario escolar bruscamente se ha convertido en el lugar de todas
ductas derivan directamente en hechos violentos más graves. las violencias y todas las crisis. "Todo pasa como si, en unos años,
Además de las dificultades que conlleva la heterogeneidad de pasamos de la paz a la guerra, de la calma al tumulto" (op. cit., p. 36).
conductas que se engloban dentro de la categoría de violencia esco- Esta brusca explosión de la violencia es para Dubet un poco extraña
lar, subyace frecuentemente en las definiciones y en las maneras de y está convencido de que este desaforado interés por la violencia
interpretarla un fuerte contenido moral. Así destaca Dubet que escolar no puede explicarse sólo a partir del cambio de conducta de
cuando una conducta es considerada como violenta o potencialmen- los alumnos, sino que deben considerarse también, por una parte, los
te violenta, automáticamente se encasilla como una conducta peli- cambios y las mutaciones que ha tenido la escuela, pero, por la otra,
grosa, llevando a la vigilancia y a la defensa de la sociedad contra debe considerarse también un cambio en la percepción acerca de la
todas las amenazas. Esta concepción genérica de la violencia, desde violencia y en la propia concepción de la violencia tanto de maestros,
su punto de vista, cierra el debate y lleva a tomar la postura del bien autoridades y hasta de los investigadores, que consideran como vio-
contra el mal, como si pareciera que hubiera una condena común. lentas las conductas más heterogéneas.
Por ello, este autor considera que la violencia escolar se ha vuelto El interés por la violencia escolar, responde también a que se ha
una categoría un tanto más eficaz desde el punto de vista normativo: transformado en un objeto político, ya que se inscribe dentro de la
la violencia está mal. agenda de la 'seguridad y ésta a su vez, se ha ido convirtiendo en
54 CARLOTA GUZMÁN GÓMEZ LA VIOLENCIA ESCOLAR DESDE LA PERSPECTIVA DE FRAnOIS 111111RI: 55
un valor republicano y popular, que la izquierda misma reivindica los distintos actores, en donde exista claridad acerca de los límites
(ibid., p. 37). las prohibiciones, es decir, hasta dónde pueden llegar las trans-
y
La ventaja que encuentra Dubet en este boom por la violencia gresiones. En este sentido, la formación de una desviación tolerada
escolar, es que puede abrir el debate hacia las diversas concepciones reposa sobre un acuerdo profundo acerca de las normas y las
de la violencia que remiten a los grandes paradigmas antropológicos y transgresiones, por ello no es casual que precisamente las socieda-
sociales, que son también filosofías y políticas sociales. Al movilizarse des sean las que tienen mejor demarcado ese margen de desviación
estos paradigmas, se plantea a la escuela problemas fundamentales
tolerada.
relativos a su vocación y a su naturaleza, lo cual implica no reducir la El problema que Dubet vislumbra es que en la actualidad estas
escuela a un servicio de formación y de calificación y conduce, más conductas que podrían ser consideradas como tradicionales y entrar
bien, a una reflexión sobre la educación y la civilidad. dentro de un margen de tolerancia, cada vez más son vistas e interpre-
tadas como conductas violentas. En este sentido, la posibilidad de lo-
grar acuerdo entre autoridades y alumnos se ha ido rompiendo. Dubet
e
xplica este fenómeno a partir de la distancia cultural que separa cada
LOS DISTINTOS TIPOS DE VIOLENCIA Y LAS LÓGICAS QUE SUBYACEN vez más, tanto a maestros y autoridades con los alumnos. Para el caso
de Francia, es frecuente que los maestros provenientes de clase media
A partir del reconocimiento de la heterogeneidad de conductas laboren en escuelas en donde los alumnos tienen un nivel socioeco-
que son consideradas habitualmente como violencia escolar, Dubet nómico bajo, que se encuentran en barrios conflictivos, o bien, que
(1998) propone "romper" este objeto y analizar las lógicas que sub- los alumnos forman parte de familias inmigrantes, lo cual provoca un
yacen y, para ello, distingue tres tipos de violencia que responden a choque cultural para los maestros, quienes no comprenden los códigos
lógicas distintas: la violencia "natural" de la adolescencim5 2] la culturales y las formas de relación de estos jóvenes. De esta manera,
violencia social y 3] la violencia antiescolar. los maestros perciben como violentas algunas conductas que quizás
han existido siempre, o bien, califican como violentas algunas conduc-
tas, que tienen otro sentido para ellos. Estas percepciones de la violen-
1] La violencia "natural" de la adolescencia cia, según Dubet, han llevado a que los márgenes de tolerancia se vayan
cerrando y que no se pueda dar salida a un desfogue necesario.
Dubet (1998) se refiere a un tipo de violencia que ha existido
siempre y que ha estado presente en la vida escolar de todos los
tiempos y de la que los miembros de las distintas generaciones han 2] La violencia social
sido partícipes. Se trata de las peleas entre compañeros y grupos;
de las ofensas, injurias tanto entre alumnos como hacia los maes- Dubet (1998) distingue un tipo de violencia que no es propiamente
tros, del típico cigarro y de algunas prácticas ritualizadas como las escolar, sino que viene de fuera y entra a la escuela, es decir, es una
de inicio de los cursos. Desde el punto de vista de este autor, todas violencia social que invade la escuela y la desestabiliza, porque la
estas prácticas deberían ser consideradas como un tipo de desvia- enfrenta a problemas no escolares, como los de carácter psicológico
ción tolerada, es decir, concebirlas como parte de la vida escolar. y social, para los cuales la propia escuela no tiene respuesta o no sabe
Este autor aclara que para que pueda existir este margen de tole- cómo enfrentar. Enfatiza Dubet que ésta es la visión más recurrente
rancia, se requiere una especie de acuerdos de convivencia entre para explicar la violencia escolar y la que resulta más cómoda para
la escuela, ya que bajo dichos argumentos se evade la responsabilidad
de la escuela y ésta aparece corno víctima.
5 Dubet se refiere también a este tipo de violencia, como violencia tolerada. Para este autor, la violencia social proviene de tres mecanismos:
56
CARLOTA GUZMÁN Góm ez LA
k/OLENCIA ESCOLAR DESDE LA PERSPECTIVA DE FRANCOIS DUDET: 57

1] El agravamiento de las condiciones de vida de ciertos barrios en estos


barrios, o como sujeto potencialmente peligroso a quien
c tt enl s .
osem eenscio
populares franceses, esto es, el aumento del desempleo, la precari. asisctecnandichas
zación de las condiciones de vida afectan los procesos de control y anteriormente, desde la perspectiva de la vio-
de socialización. Asimismo, los jóvenes perciben un futuro incierto lencia social, la escuela aparece como víctima de un problema exter-
es decir, pocas oportunidades para el futuro. Este contexto es pro- no. Si bien, esta actitud genera unidad entre los miembros de la es-
picio también para una cultura juvenil de la delincuencia, que ya cuela para defenderse de su entorno, cierra la posibilidad de afrontar
desde el juego y la revuelta, hasta los diversos tipos de tráfico, p ro, de manera crítica lo que sucede en el interior mismo de la escuela.
pios de la economía subterránea. Estos mecanismos afectan sensi- Es innegable que la violencia social entra a la escuela a través de
blemente a los grupos de inmigrantes, para quienes, además de diversos mecanismos y formas, sin embargo, Dubet insiste en que ésta
dichas condiciones de precariedad, se agregan distancias culturales no es la única violencia que existe, sino que es tan sólo una modali-
entre su país de origen y el mundo en el que viven, lo cual deseco. dad, pese a que es la visión más común que se tiene para explicar la
boca en problemas identitarios. Ante toda esta problemática social, violencia escolar.
la escuela no puede permanecer ajena, así como tampoco puede
contenerla. 2] El proceso de masificación escolar es otro mecanismo
que explica la entrada de la violencia a la escuela y tiene que ver 3] La violencia antiescolar
con el acceso a la educación media superior de grupos sociales que
antes estaban excluidos. De esta manera, si antes se daba un proce- Dubet (1998) distingue un tipo de violencia escolar, que no sólo
so de selección de los jóvenes y podían acceder a la escuela sólo emana de la escuela, sino que genera la propia escuela. Este tipo de
aquellos jóvenes con más altos recursos económicos, a partir de los violencia se expresa por medio de conductas como la destrucción
años ochenta, la escuela se abre a nuevos grupos sociales, de tal ma- de material escolar, las agresiones e injurias contra los maestros y,
nera que comienzan a borrarse las diferencias entre el mundo ju- en ocasiones, también por los padres de familia o por amigos de los
venil y el mundo escolar. Se puede decir que se comienza a dar un alumnos. La violencia antiescolar responde a la violencia que ejerce
amalgamiento entre la vida juvenil y la vida escolar, o bien, que la la propia escuela; desde el punto de vista de Dubet, esta violencia
vida juvenil entra a la escuela y, con ello, los problemas que conlle- es la más traumatizante, ya que no se puede acusar a la sociedad,
va. Desde el punto de vista del origen socioeconómico, se trataría ni a ninguna otra instancia, sino el problema viene de dentro y por
de la irrupción de los grupos juveniles más desfavorecidos en el esto, es el tipo de violencia que los maestros se resisten a aceptar, en
espacio escolar que había sido ocupado tradicionalmente por las tanto que los responsabiliza.
clases medias y altas de la sociedad francesa. 3] Relacionado con Aceptar la existencia de la violencia antiescolar implica acep-
los mecanismos anteriores, la experiencia de exclusión de la que tar que la escuela jerarquiza, selecciona y ordena a los alumnos
son objeto ciertos jóvenes afecta el sentido de la experiencia escolar, y en consecuencia, produce ganadores y perdedores. Para Dubet
esto es, el sentido que los jóvenes le otorgan a los estudios, lo cons- (2005a) una escuela basada en la competencia y en la meritocracia
truyen desde un contexto de pocas oportunidades, de tal manera, no es una escuela justa porque premia a los ganadores y desprecia
que esperan poco de la escuela. a los perdedores, cuando las condiciones de los alumnos son muy
Si bien se acepta que la violencia escolar, o las conductas violentas, desiguales. La humillación y el desprecio hacia los alumnos perdedo-
se presentan en todo tipo de escuelas y niveles educativos, tampoco res es quizá una de las razones que más fuertemente se encuentra
puede negarse que es más frecuente en aquellas escuelas que se detrás de la violencia antiescolar. No obstante esta humillación, la
ubican en barrios populares y conflictivos. Este hecho ha llevado escuela culpabiliza a los perdedores y los hace sentir como respon-
también a una condena social, en la que se asocia de manera auto- sables de su propio fracaso, sin considerar la pérdida de autoestima
mática como violenta una escuela, por el simple hecho de ubicarse que se produce.
58 CARLOTA GUZMÁN Gómez LA VIOLENCIA ESCOLAR DESDE LA PERSPECTIVA DE FRANCOIS DUBET: 59
Los alumnos al enfrentarse a esta lógica bajo la cual opera la es.. D ETRÁS DE LA VIOLENCIA ESCOLAR: SUS FUNDAMENTOS
cuela, tienen distintos tipos de respuesta, entre los que se encuentra
la violencia antiescolar. Dubet (2005b) identifica tres tipos de rear.. Dubet (1998) considera que cada uno de los tipos de violencia
ciones: la primera reacción es de "retiro", el alumno no juega más y escolar se inscribe dentro de una filosofía social, que bien puede
sale de la escuela, suelen protegerse considerando que la verdadera se r "culta" o "espontánea", y que dichos tipos de violencia remiten
vida está afuera. El individuo trata de salvar su autoestima evitando a tr es paradigmas esenciales de la violencia que aporta la tradición
un juicio escolar. La primera reacción, a pesar de que es muy recu- sociológica porque, cabe aclarar, la mayoría de las teorías socioló-
rrente, se subestima, ya que no hace escándalo ni mido. La segunda gicas clásicas se fundan sobre una concepción del mal y de la
reacción consiste en que los alumnos "juegan el juego" de manera y
violencia.
El
rutinaria, no se involucran en las tareas propiamente escolares, sino primer paradigma concibe que el hombre es violento por na-
que simplemente las sobrellevan, tratan de "sobrevivir", sin compro- turalezaque dicha violencia debe tratarse por medio de la sociali-
meterse, se trata de la indiferencia escolar bajo todas sus formas. La zación. Esta perspectiva, un tanto durkheimiana, concibe que la re-
tercera reacción es la que podría considerarse propiamente como ligión, la moral y la educación son los antídotos de la violencia. Así,
violencia antiescolar ya que es una respuesta frontal y agresiva tanto la violencia que persiste es percibida como anomia, como un proble-
hacia los maestros como hacia los directivos. Esta reacción podría ma o un defecto de la socialización y de la educación. Esta visión de
explicarse como una manera que tienen los alumnos, sobre todo los la violencia subyace en la manera como los maestros, a partir de la
hombres, "para salvar su honor", rechazando el sistema que los lleva distancia cultural que tienen con los alumnos, construyen las conduc-
hacia el fracaso y que los invalida. La lógica de esta reacción puede tas
de los alumnos como problema. Es el maestro que mira al alum-
resumirse así: "como la escuela me obliga a vivirme como inútil, yo no como "un salvaje" que no tiene educación.
le declaro la guerra al sistema y a los profesores" (op. cit.). Como El segundo paradigma, es más extremo y tiene sus raíces en Tho-
afirma Dubet (1995a), devuelven esa violencia como estigma contra mas Hobbes. Desde esta perspectiva, la maldad humana y, por tanto,
quienes los estigmatizan. Estos alumnos se "salvan la cara" por medio la violencia son inherentes a la condición humana, por ello y como
de la violencia y basta una pequeña agresión para que los alumnos una condición para la convivencia humana, los hombres ceden el
salven su honor agrediendo al maestro que los agredió. Este tipo de poder a un estado fuerte que controle. Es así una mezcla entre inte-
respuesta cuenta muchas veces con el aval del grupo, quienes sienten rés y miedo lo que hace que se ceda la autoridad. Más que una filo-
que se está defendiendo también su honor. Si bien un gran número sofía claramente sustentada, esta visión opera como una filosofía
de alumnos se construyen como sujetos gracias a la escuela, estos espontánea que espera que las instituciones controlen y que dama
sujetos se construyen contra la escuela. por la restauración del orden y de la disciplina. Esta filosofía se tra-
Desde el punto de vista de Dubet (1998) este tipo de violencia duce también en la idea de la escuela como santuario que debe
escolar es una de las más fuertes, porque no reposa sobre ninguna protegerse y, por tanto, debe excluir a los alumnos más difíciles.
crítica a la escuela, sino que la escuela permanece cerrada en sus El tercer paradigma de interpretación no se refiere al carácter
propios juicios. Sin lugar a dudas, desde el planteamiento de Dubet, natural de la violencia, sino que ésta es consecuencia de la vida en
la violencia antiescolar no sólo lleva hacia una crítica a la escuela, sociedad, es decir, el hombre aparece como víctima de la propia so-
sino que también hacia la llamada igualdad de oportunidades que se ciedad. Esta concepción, sostiene el autor, está presente en quienes
esperaba con la entrada masiva de jóvenes a la escuela y que ignoró denuncian la injusticia del sistema, las injusticias realizadas a los
que las diferencias sociales, económicas y culturales marcan caminos alumnos y el carácter arbitrario de los castigos en las escuelas. La
muy distintos entre los alumnos y, por lo tanto, fuertes reacciones respuesta es el reconocimiento del carácter violento de la escuela y
hacia la escuela misma. la construcción de un orden democrático autorizando la expresión
de un sentimiento de injusticia.
Go CARLOTA GUZMÁN CA VIOLENCIA ESCOLAR DESDE LA PERSPECTIVA DE FRANOIS DUBEr: 61
no'hs
Para Dubet los tres razonamientos se manejan indistintamente agresiones, así como los retardos y las faltas. Es importante también
tanto en el pensamiento espontáneo o de sentido común co rno en los castigos no sean manejados como venganzas, ya que esto
qu e
el "culto" y se pasa de un razonamiento a otro, según el caso o la cir. acer alaviolen cia.
cunstancia, es decir, se construyen visiones de la violencia escolar d e violencia social, Dubet considera que la escuela debe
manera inconsistente y pueden provenir éstas, tanto desde posturas l'acFrraenyteexa la
construirse en un espacio que opere con una lógica radicalmente dis-
democráticas como conservadoras. Dichas posturas transitan entre la la de un barrio violento. Este autor está convencido de que la
tinta
tinta
idea de que la violencia escolar y la violencia juvenil son resultado puede ser una instancia de contención de la violencia escolar
de "la debilidad de la autoridad, de las lagunas de la educación y de insiste en que no puede pensarse que ante la violencia social, la es-
la injusticia social" (op. cit., p. 43). e
cuela debe cerrarse y casi convertirse en una fortaleza como lo dama
mucha gente. Al contrario, propone que la escuela debe abrirse a su
entorno, en el sentido de entablar lazos de comunicación con los
padres, con la cultura e involucrar a distintas instancias y, para ello, el
LAS RESPUESTAS FRENTE A LA VIOLENCIA ESCOLAR papel de los mediadores y consejeros es muy importante. La escuela
no puede ser una víctima pasiva de la violencia de la calle, sino que
Al reconocer los tres tipos de violencia y las lógicas que subyacen, tien e primero que fortalecerse internamente, construir espacios de
Dubet (1998) se pregunta acerca de las respuestas y las posibilidade diálogo, involucrar a los distintos actores y tener una fuerte presencia
s
que tienen tanto los actores, la propia escuela y las políticas públicas de maestros y agentes encargados que se encuentran preparados para
para enfrentar la violencia escolar. atender las distintas manifestaciones de la violencia, pero también
En primer lugar, señala este autor la necesidad de construir es- para escuchar a los alumnos.
pacios de tolerancia en la escuela, lo cual implica un proceso en el La condena moral hacia la violencia escolar, no ha resultado una
que tienen que demarcarse claramente los límites, para que este práctica muy fructífera, ya que tiende a la exclusión de los alumnos
margen no se sobrepase e implica también un acuerdo entre las difíciles, a la exacerbación de los castigos, pero no se resuelven los
autoridades de la escuela y los maestros, así como un acercamiento problemas que internamente los causan. Por su parte, condenar la
a la cultura juvenil que permita conocer el sentido de las acciones violencia como principio moral es una forma de promover el miedo
de los alumnos y no juzgar a partir de esquemas culturales de los y justificar la puesta en marcha de cualquier acción, por autoritaria
maestros. Por ello, reconoce Dubet que los establecimientos que que ésta sea.
resisten eficazmente a la violencia son aquellos que toman en cuen- Ante la violencia antiescolar Dubet propone construir una "civili-
ta la pluralidad de significaciones de la violencia y que combinan dad democrática", según la cual, es importante reconocer que los
sistemas de respuesta sobreponiéndose a sus caracteres a priori alumnos son sujetos que tienen derecho de protestar, de quejarse y
contradictorios. de ser escuchados.
Por otro lado, Dubet señala la necesidad de que se construya un Para Dubet (2005a) las respuestas hacia la violencia antiescolar,
orden compartido y que sea legítimo, es decir, no puede cada uno de tienen que colocarse en un plano de discusión a fondo, acerca del
los actores, maestros o autoridades aplicar su propia ley, o cambiarla papel de la escuela en relación con las desigualdades sociales. Es
a su libre arbitrio. Para lograr la legitimidad, se requiere también importante reconocer que el juego escolar de tipo meritocrático
que la disciplina y los ordenamientos sean vividos como justos por favorece a los alumnos con mayores posibilidades económicas y de
los alumnos y un aspecto muy importante es que exista un principio acceso a recursos culturales y que, por tanto, no hay tal igualdad
de reciprocidad entre maestros, autoridades y alumnos, esto es, que de oportunidades, en la medida que hay grandes diferencias sociales,
si se prohibe fumar en la escuela, esta prohibición se aplique a todos económicas y culturales entre los alumnos. Se tiene que reconocer
por igual, de la misma manera que el rechazo de las injurias y las también que el trato hacia los vencidos o los perdedores, desde la
DESDE LA PERSPECTIVA DE FRANCOIS DURET: 63
62
stIOLEsNeCl
CARLOTA GUZMÁN eá
ión también los ordenamientos y las estructuras a través
lógica meritocrática, engendra odio y violencia y por tanto, n consideracsujetos construyen su experiencia. En este sentido, no se
puede hacerles sentir responsables de su propio fracaso. en sujetos
lo
Os
las q sólo
de taría un tonteo de conductas de acuerdo con su frecuencia
Combatir la desigualdad de oportunidades para Dubet exige .a
construcción de una escuela justa, una política clara de equidad g- y gravedad.

promueva la igualdad distributiva de las oportunidades, es deeirl;


velar por la equidad de la oferta escolar, dando más a los olerles,
favorecidos, o bien, tratando de atenuar los efectos más brutales de; paraxpre:nectrlia seo cxipael
La e
la competencia. La igualdad de oportunidades debe ponderarse per :
riencia social es una noción que designa las con-
un principio de garantía común, por la creación de un bien escolar '.
ductas individuales y colectivas dominadas por la heterogeneidad
compartido por todos, independientemente del éxito de cada
de sus principios constitutivos, y por la actividad de los individuos
Para Dubet (1999) es también fundamental que los niños y joyenes l
que deben de construir el sentido de sus prácticas en el seno mismo
tengan acceso a una cultura común ya que, desde su perspectiva, se
de esta heterogeneidad (1994: 15). Desde esta perspectiva, cada ex-
debe dar a todos los niños los mismos aprendizajes, las mismas dis-
periencia social resulta de la articulación de tres lógicas de la acción:
posiciones, aprendizajes y competencias durante el tiempo de la
escolaridad obligatoria. No se debe dejar a una persona sin califica. ja in tegración, la estrategia y la subjetivación. Cada actor individual o
colectivo, adopta necesariamente estos tres registros de la acción que
ción, sin competencias, sin la posibilidad de comprender el mundo
definen simultáneamente una orientación del actor y una manera de
en que vive. En términos de competencia, es importante el aprendi.
zaje de una ciudadanía en un espacio laico pero, sobre todo, la es- concebir la relación con otros ( op. cit., p. 111).
La lógica de la integración remite a la función socializadora de
cuela debe permitir al alumno formarse como sujeto.
la sociedad, que bien podría considerarse como "la comunidad"; en
esta lógica, el actor se define por su pertenencia al seno de una so-
ciedad. Dentro de la lógica de la estrategia el actor trata de realizar
sus intereses dentro de una sociedad concebida como un mercado.
LA VIOLENCIA ESCOLAR: DESDE LA SOCIOLOGÍA DE LA EXPERIENCIA
La estrategia se encuentra en relación con la función económica
de la sociedad y a su percepción como un mercado y un campo de
En el abordaje que hace Dubet en torno a la violencia escolar, sub.
competencia; esta lógica implica una racionalidad instrumental, un
yace el planteamiento de la sociología de la experiencia, en tanto
utilitarismo de la acción tendente a adecuar los medios con los fines
que este autor busca las diversas lógicas de acción, además de que se
que el actor persigue. Esto no significa que el actor en "sí" pueda
interesa y toma en cuenta la subjetividad de los actores. Si bien, Dubet
considerarse como un ente utilitarista que mide los costos y los
no lo hace de manera explícita, así como tampoco hace una propues-
beneficios, sino que en esta posición y a partir de esta perspectiva,
ta de análisis de la violencia escolar desde esta perspectiva, considero
interpreta la situación y puede explicarse su acción desde este punto
que puede ser una aproximación que permita abordar la violencia
de vista. La lógica de la subjetivación remite a un sistema cultural y
escolar en otros contextos, ya que abre preguntas y provee de un
marco útil para analizar la violencia. a la dimensión creativa de la actividad humana que no se traduce
ni a la tradición ni a la utilidad. En ella el actor se presenta como
Abordar la violencia escolar desde la sociología de la experiencia,
un sujeto crítico en confrontación con una sociedad definida como un
implicaría incursionar en la dimensión de los actores, sean éstos
sistema de producción y de dominación. Esta lógica no es el puro
alumnos, maestros, padres de familia o autoridades; pero implicaría
producto de la socialización, ni el juego de intereses en un espacio de
también incursionar en la dimensión subjetiva, en las lógicas de la
concurrencia. El actor se confirma como un sujeto en crítica, distante
acción, en las actividades, las representaciones, las emociones, las con-
ductas y las maneras como los actores dan cuenta de ellas, tomando en la relación con el orden de las cosas.
64 CARLOTA GUZMÁN GÓMEZ
LA VIOLENCIA ESCOLAR DESDE LA PERSPECTIVA DE FRANCOIS DUBET: 65
Desde el punto de vista teórico, la propuesta de la sociología d
la experiencia se plantea como una ruptura con los principios de la mente establecidos y definidos y porque su función era transmitir los
valores encarnados por la sociedad. Desde este modelo, la coherencia
sociología clásica, en la medida que concibe a la sociedad corno un
y la integración a un proyecto de nación y a los valores republicanos
sistema de acción completamente integrado y al individuo come -
de orden y progreso eran centrales. Tomando distancia de dicho
un sujeto de integración. Dubet rechaza la equivalencia que la so,-1'
modelo, Dubet considera que la escuela no puede considerarse más
ciología clásica hace de la sociedad y del sujeto y se opone a que
se identifique al actor y al sistema, alrededor del principio centraj. co rno una institución que transforma los principios en funciones,
de la integración. sin o como una sucesión de ajustes entre individuos que construyen
sus propias experiencias escolares (1994: 49). Apunta, además, que
En esta concepción de la experiencia social, Dubet destaca el ..
la escuela se ha transformado y está sometida ahora a una finalidad
principio de heterogeneidad social y cultural que organizan las con.1, -- de adaptación a la economía y a los empleos, esto es, que más que
ductas; asimismo destaca la distancia subjetiva que los individuos
una crisis, se trata de mutaciones propias de la escuela y del contex-
mantienen con el sistema, en la medida que la crítica y la reflexividad
participan de su experiencia social. to social más ear
amplio
plicotiva de la sociología de la experiencia, el análisis
Desde la perspectiva
de la violencia escolar tiene que partir del reconocimiento del alum-
no como un sujeto activo, que construye su experiencia escolar y que
La experiencia escolar y la violencia
le confiere un sentido subjetivo a sus acciones. Así, cada alumno le
atribuye un sentido a su escolaridad, en función de sus propias mo-
Tomando como base los principios generales de la experiencia social,
tivaciones. El trabajo del actor y su distanciamiento frente al sistema,
Dubet y Martuccelli construyen el concepto de experiencia escolar y
suponen la reflexión como una práctica constante e inherente al
la definen como el modo en que los actores individuales y colectivos
sujeto.
combinan las diversas lógicas de acción que estructuran el mundo
Para el análisis específico de la violencia escolar, es importante
escolar (1996: 62). La experiencia escolar se considera como la face-
recordar que desde la perspectiva de Dubet, el investigador no debe
ta "subjetiva" del sistema escolar, esto es, la manera como los actores
concebir la experiencia escolar como un objeto positivo que se ob-
se representan y se construyen este sistema, definiendo cada uno de
serva y que se mide desde afuera, o bien, como un conjunto de
sus elementos y de sus articulaciones. En el caso del sistema escolar
opiniones y de actitudes, ya que la experiencia es un trabajo del actor
las lógicas de la acción remiten a la socialización, la distribución de
que define una situación, que elabora jerarquías de elección y que
competencias, la atribución de calificaciones, posiciones, jerarquías
elabora imágenes de sí mismo.
y la educación, es decir, la formación de un sujeto que va más allá
Al analizar la experiencia social de los alumnos, Dubet y Martucelli
de la utilidad. En cuanto a la socialización, corresponde la lógica de
(1996) abordan de manera tangencial algunos aspectos de la violen-
la integración, es decir, la manera como el alumno se integra a la
cia escolar. En esos análisis se vislumbra cómo las conductas violentas
escuela; la segunda lógica corresponde a la estrategia, o bien, al pro-
están presentes en la construcción de la experiencia escolar a lo largo
yecto y a la utilidad que se le da a la escolarización; mientras que la
de todos los niveles educativos, sin embargo, el peso de estas conduc-
tercera lógica remite al interés que los alumnos le confieren a los
tas varía según el nivel y se ubican en distintas lógicas de acción. Estos
estudios, al sentido subjetivo.
autores apuntan que, en la escuela elemental, la experiencia escolar
De la misma manera como Dubet (1994) se distancia de los plan-
está marcada sobre todo, por la lógica de la integración, en la que
teamientos de la sociología clásica, en torno al modelo de integración
la socialización se constituye en la tarea principal de esta etapa, si
del individuo y la sociedad mediante el proceso de socialización,
bien, hay la presencia de conductas violentas, éstas son manejadas en
Dubet y Martucelli (1996) critican la nostalgia por el modelo de la
términos de la socialización. En cambio, en el ingreso a la secundaria
escuela republicana francesa, que reposaba sobre principios clara-
irrumpe de manera muy clara un distanciamiento hacia los principios
66 CARLOTA GUZMÁN GÓMEZ A VIOLENCIA ESCOLAR DESDE LA PERSPECTIVA DE FRANCOIS DUBET: 67
E

de la socialización, una rebeldía constante y es en esta etapa donde los estudios. En este ámbito resulta también importante conocer la
se dan todas estas manifestaciones violentas, que podrían conside- dimensión estratégica de la violencia escolar, esto es, la manera como
rarse como "naturales" de la adolescencia. Hay un cuestionamie nto se ejerce la violencia, los medios que se utilizan, a quién se dirige y
constante a la autoridad, se cuestiona la legitimidad de las normas la manera como se afrontan las consecuencias tanto frente al sistema
escolares y los alumnos llevan a cabo un trabajo de subjetivación, lóg y la familia.
la pares
escolar, los a
En el nivel bachillerato continúa el distanciamiento hacia los prin- Desde lógica de subjetivación se abre un conjunto de pregun-
cipios rectores de la escuela y prevalecen conductas consideradas tas q ue apuntan hacia el sentido de la violencia escolar para los
violentas; sin embargo, en esta etapa la dimensión estratégica ocupa alumnos, esto es, si las conductas violentas son una expresión de
un lugar importante en la construcción de la experiencia, además distanciamiento hacia los papeles establecidos para el alumno, o no
de que la importancia conferida a los estudios desempeña un papel tienen ninguna relación. Esta dimensión abre también las preguntas
muy importante en la construcción de dicha experiencia, por esta hacia el tipo de alumno que se está formando. A pesar de que el
razón se manifiestan con más fuerza las respuestas violentas de tipo ámbito de las emociones no está explícitamente planteado dentro
antiescolar. Los bachilleres son mucho más susceptibles y violentos del proceso de subjetivación, puede ser una puerta que ofrezca una
frente al desprecio de los adultos y al lugar en que la escuela coloca entrada al ámbito de los aspectos emocionales y afectivos que se
a los jóvenes más desfavorecidos. Sin lugar a dudas, estos principios ponen en juego en el ejercicio de la violencia escolar.
generales presentan cambios de acuerdo a cada individuo y al tipo de Cabe aclarar que para Dubet las lógicas no son tan sólo ingre-
escuela, pero también permiten dar cuenta del carácter cambiante dientes de la experiencia, ni se conciben dentro de un marco está-
de la experiencia escolar. tico y armónico. Las tensiones ligan y oponen diferentes lógicas de
A partir de la sociología de la experiencia y tomando como base la acción. La lógica de la integración está en tensión con la de la es-
subjetividad de los alumnos, se puede plantear la pregunta central re. trategia y ésta, a su vez, con la definición del sujeto; por su parte,
ferida a la manera como los alumnos que tienen conductas violentas la lógica de la subjetivación se encuentra en tensión con la lógica
construyen su experiencia, esto es, indagar el sentido subjetivo que de la integración (1994: 183). En este sentido, el análisis de las
le confieren a dichas conductas y la manera como éstas permean las lógicas de acción vinculadas a la violencia escolar requieren abor-
lógicas de acción. Esta pregunta llevaría implícito el reconocimiento darse tomando en cuenta las relaciones y las tensiones entre las
de la heterogeneidad de experiencias y, por tanto, de combinar las distintas lógicas.
lógicas de acción. En este sentido, las distintas lógicas de acción, se- El análisis de las lógicas de acción vinculadas a la violencia escolar
rían para los investigadores ámbitos de observación y de indagación tiene que contemplar las especificidades del contexto escolar, el tipo
en torno a la violencia escolar. de ordenamientos existentes en torno a las conductas violentas, el
En cuanto a la lógica de integración, es importante conocer cómo papel de las autoridades en los conflictos, los agentes escolares que
el alumno que realiza conductas violentas se encuentra integrado a la median entre las autoridades y los alumnos; así como el contexto
vida escolar, lo cual comprende el propio sistema escolar, los pares y social en el que se encuentra el plantel escolar, las características so-
las autoridades y cómo estas conductas afectan su integración. O bien, ciales y culturales de las familias de los alumnos. Dichos aspectos son
si las prácticas violentas son el resultado de una falta de integración importantes ya que Dubet y Martucelli consideran que la experiencia
tanto al sistema escolar como a los pares. En cuanto a la estrategia, es no puede aislarse del conjunto de mecanismos objetivos que la pro-
importante conocer la utilidad que los alumnos le confieren a los es- ducen y aclaran que los alumnos no definen las relaciones entre la
tudios y cómo las conductas violentas se combinan con dicha utilidad, cultura familiar y la cultura escolar, ni las utilidades sociales objetivas
esto es, es importante conocer si las conductas violentas se realizan que se dan a los estudios, como tampoco los conocimientos escolares
ante una percepción de poca o nula utilidad de los estudios, o bien, o los métodos pedagógicos en los cuales son insertados por sus padres
si el ejercicio de estas conductas es independiente de la utilidad de y maestros (1996: 17).
68 CARLOTA GUZMÁN Gó A VIOLENCIA ESCOLAR DESDE LA PERSPECTIVA DE FRANC.OIS DUBET: 69
L
El análisis de las lógicas de acción tiene que partir del recou y fenómenos muy heterogéneos, tanto por su naturaleza
miento de la heterogeneidad de sentidos que se le confieren a La on
como o por su gravedad. La propuesta de Dubet consiste en "romper"
orti por
conductas violentas, así como de los distintos contextos en los que' te objeto y remitirse a las diferentes lógicas de acción que están
es
presentan dichas conductas. Este análisis puede derivar en la ideu n cada una de las conductas caracterizadas como violentas y llegar
e
ficación de ciertas configuraciones de sentido, o bien de tipología
basta los fundamentos de dichas lógicas y a los mecanismos que lo
o de constructos que contemplen diversas combinaciones de lógicas -' engendran. En el plano metodológico esta tarea implica también una
y de contextos. labor cuidadosa de especificación y de construcción de nuevos con-
Por su parte, dada la heterogeneidad de conductas que son col ceptos y categorías que permitan distinguir los distintos fenómenos
sideradas como violencia escolar, por parte de maestros, autoridad-es- tradicionalmente no se separan. Esta tarea es muy importante
que
e investigadores, el análisis de la violencia escolar exige la especificas mbién en el plano de la medición, ya que Dubet sostiene que la
ta
ción de cada una de estas conductas, para poder ser analizadas ene[ violencia escolar no es un objeto que pueda medirse fácilmente,
contexto de las lógicas de acción. precisamente porque se engloban conductas muy heterogéneas. De
En el plano metodológico, es importante mencionar que las, tal manera que se miden y se comparan objetos muy distintos y se
investigaciones realizadas por Dubet (1994, 1996, 2002) desde documentan aumentos de violencia, que muchas veces responden
sociología de la experiencia social, se construyen mediante un (lis, a la percepción del objeto que se mide. La correcta medición, pero,
positivo llamado de intervención sociológica. Este método consiste- sobre todo, la explicitación del objeto que se mide es también muy
en estudiar de manera intensiva a un grupo de actores voluntarios importante para evitar que se justifiquen medidas autoritarias, en aras
reunidos durante varias sesiones, confrontados a interlocutores per,, de un aumento de la violencia escolar.
tinentes. Esos grupos también deben reaccionar a las interpretado:, Ligado a lo anterior, Dubet también señala la dificultad de separar
nes propuestas por los sociólogos. De esta manera, se construye íti la violencia escolar de las percepciones en torno a esa violencia que
espacio de análisis compartido entre los actores y los investigadores` construyen los diversos actores involucrados. Sin embargo, las dificul-
en el que se pueden cruzar las argumentaciones, en la medida que tades no justifican que no se realice un esfuerzo por abordar ambas
los distintos actores cuentan con la experiencia y las vivencias, mien- caras y dimensiones que se encuentran imbricadas. En este mismo
tras que los investigadores con sus propios conocimientos y con loí. sentido, el autor advierte de la necesidad de distinguir la violencia
análisis que han elaborado. Se trata de un trabajo grupal en el que s'e real de la violencia potencial y no pasar de manera automática de
trata de darle coherencia y significación al problema en cuestión. La' una a otra, es decir, nos habla de la necesidad de ser cautelosos y de
fuerza de este método reside en delinear una subjetividad colectivay no confundir como signos de violencia potencial, algunos actos que
lógicas de acción de los actores en interacción con los investigadoreh, responden a lógicas muy distintas.
El planteamiento de Dubet invita al análisis cuidadoso y porme-
norizado de la violencia, antes que caer en la condena moral o social
de la violencia, ya que muchas veces, se sustentan en generalizaciones,
A MANERA DE CIERRE: ALGUNAS DERIVACIONES METODOLÓGICAS emiten juicios sumarios y se cierra el debate. En una tónica similar,
los medios de comunicación magnifican los sucesos, promueven el
A partir del planteamiento de Dubet en torno a la violencia escolar miedo más que la reflexión. Por ello, Dubet propone que este boom
se pueden derivar un conjunto de reflexiones de carácter metodolá- por el interés por difundir los casos de violencia escolar sea aprove-
gico que pueden ser útiles para analizar la violencia escolar en otros, chado para abrir el debate y para discutir ante la luz pública lo que
contextos. acontece.
Uno de los aspectos centrales y en los que Dubet insiste es en1 En cuanto a los distintos tipos de violencia que encuentra Dubet,
necesidad de no englobar dentro del concepto de violencia escolar es especialmente enfático en no reducir la violencia escolar a la vio-
70 CARLOTA GUZMÁN G6 LA VIOLENCIA ESCOTAR DESDE LA PERSPECTIVA DE FRANCOIS DUIIET: 71
lencia social, que viene de fuera y que entra a la escuela. Si. bien` a el contexto francés, sino que exige asumir con cautela sus con-
reconoce que la violencia social existe, hace un llamado para que la nac provechar el andamiaje teórico analítico para abordar
escuela se haga cargo también de lo que produce y no evada clusiones y a
sus , os contextos que son diferentes.
responsabilidades. En este sentido, una de sus principales aponacin otr
nes es identificar la violencia que la escuela genera y las respuestas
de los alumnos frente a esta violencia. El reconocimiento d e
violencia antiescolar que se genera como respuesta a la violencia REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
propia de la escuela, lleva a identificar las desigualdades sociales
entre los alumnos y las consecuencias del modelo meritocrático en Dubet, Francois (1992), "A propos de la violence des jeunes", Culturas &
que se basa el funcionamiento de las escuelas; pero lleva también a núm. 6, pp. 7-24. Disponible en <http://www.conflits.org/
conflits,
reflexionar en la necesidad de construir una escuela justa, o bien, en Numeros/06som.htm. Consultado el 29 de junio de 2010>.
la puesta en práctica de políticas que den respuesta a las inequidades Dubet, Francois (1994), Sociología de la expérience, París, Seuil.
Dubet, Francois (1998), "Les figures de la violence a l'école", Rama Francai-
sociales y culturales entre los- alumnos. En lo que se refiere a las
respuestas de la escuela, Dubet deja clara la necesidad de construir se de Pédagogie núm. 123, pp. 35-45. Disponible en <http://www.inrp.fr/
-francaise-de-pedagogía>. Consulta-
espacios de civilidad democrática, en los que se afirme la ley pero, edi tion-e lectronique/archives/revue
do el 29 de junio de 2010.
sobre todo, que se construya bajo una legitimidad; también hace un Dubet, Francois (1999), ¿Pourquoi changar l'école?. Entretien avec Philippe
llamado a la creación de espacios de tolerancia para la violencia Conversations pour demain, núm. 15, París, Textuel.
"natural" y propia de los adolescentes. En el plano metodológico, el Dubet, Francois (2002), El declive de la institución. Profesiones, sujetos e indivi-
análisis de la violencia escolar, implicaría la detección de las conduc- duos, Barcelona, Gedisa.
tas "naturales" de los adolescentes en el marco del contexto cultural Dubet, Francois (2005a), La escuela de las oportunidades. ¿Qué es una escuela
en el que se presentan y bajo los códigos de los actores. justa?, Barcelona, Gedisa.
Dubet, Francois y Danilo Martuccelli (1996), A lWole. Sociología de l'expérience
La sociología de la experiencia se erige como una vía interesante seolaire, París, Seuil.
para analizar la violencia escolar, en el sentido que toma como base "Rencontre avec Francois Dubet. École: la revolee des 'vaincus' (2005h),
a los sujetos, a quienes considera activos, que construyen un sentido Sciences Humaines. Hors-série Violentes, núm. 47. En <http://www.sciences-
a sus prácticas, pero sobre todo, que construyen su experiencia esco- humaines.com/>.
lar. El análisis de la violencia escolar, desde esta perspectiva, llevaría
a considerarla en el contexto de las lógicas de integración, de la es-
trategia y de la subjetivación. Especialmente importante resultaría el
análisis de los procesos de subjetivación, con el fin de llegar al senti-
do y al significado de la violencia que le otorgan los propios alumnos.
Asimismo, la intervención sociológica puede resultar un dispositivo
metodológico interesante en el que confluyan los investigadores con
las autoridades escolares, maestros, padres de familia pero, sobre
todo, los alumnos.
Finalmente, es importante reconocer que la postura de Dubety
sus reflexiones en torno a la violencia escolar, las construye a partir
del contexto francés, de las especificidades del sistema escolar de
dicho país y de sus condiciones económicas, políticas, sociales y cul-
turales. Este hecho no significa que sus aportaciones sean válidas sólo

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