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CAPITULO 1

SUJETO Y EDUCACIÓN

Sujeto, diversidad y educación

Las concepciones y las imágenes del sujeto que la sociedad y la cultura


han ido construyendo a lo largo de la historia son de tonos y colores varia-
dos, a veces nítidos y otras veces difusos. Las mismas han dependido de
factores filosóficos, científicos y culturales teñidos del paradigma científico
vigente.
La idea de que todo ser humano tiene derecho a la educación y a la rea-
lización a través de ésta, mediante la escolarización universal, motivo por el
cual se la dota de contenidos, constituye una de las cuestiones culturales y
una de las realizaciones más relevantes para caracterizar las transformacio-
nes ocurridas en el siglo veinte.
Estas ideas y realidades surgieron bajo la inspiración de un ideal de edu-
cación unlversalizada, y han servido a múltiples objetivos: mantenimiento de
un sistema de producción, socialización y control de los individuos, preser-
vación de valores, cambios en las familias y modificaciones en las escuelas.
Funciones que antes eran propias de la familia, por ejemplo la formación
en valores sociales, la adquisición de normas básicas de convivencia social,
los pilares básicos de la socialización, pasaron a la escuela.
Las escuelas que conocemos (jardines maternales, jardines de infantes,
escuelas primarias, de educación media, etc.), con su estructura y funciona-
miento, sus prácticas internas, sus normas, sus rituales, etc., son un produc-
to histórico-cultural.
Las escuelas propagan un modelo cultural; las prácticas, los contenidos,
los valores, las normas, etc., no son idénticos en India y en Argentina, se
ajustan a los modelos culturales vigentes. Los docentes son agentes cultu-
rales porque son tos encargados de transmitir los valores, pautas y conteni-
dos de la cultura.
Los móviles fundamentales de las escuelas son: transmisión de la cultu-
ra, cuidado del desarrollo de la personalidad, socialización en un marco de
valores y preparación para futuras actividades productivas. La escuela tiene
como uno de los objetivos transmitir a las generaciones jóvenes los conteni-
dos y los valores de la cultura, con la finalidad de preservar, incrementar y
recrear los valores, los contenidos, las pautas culturales. La institución esco-
lar, como encargada de la preservación de la cultura, tiene además la fina-
lidad de sustentar el desarrollo de la personalidad de los sujetos que asisten
12 SUJETOS DE LA EDUCACIÓN. PSICOLOGÍA, CULTURA Y EDUCACIÓN SUJETO Y EDUCACIÓN

a la misma, orientada por los docentes, que son expertos en la educación La niñez en las diferentes edades históricas
de los niños y de los jóvenes. La escuela tiene como objetivo socializar en
un marco de valores que forme a un ciudadano responsable en el contexto La historia de la infancia puede ser explicada desde diferentes puntos de
de una sociedad democrática. El último móvil enunciado se refiere a la ca- vista y por la influencia de factores demográficos, políticos, sociales, cultura-
pacitación para et desempeño de actividades productivas o laborales en el les, tecnológicos y educativos.
marco de la estructura sociocultural de cada país. En la Edad Media ei niño no existe, no se lo acepta, se espera que se
Estos cuatro móviles tundamentales están subordinados a la universali- comporte como un adulto. Por esa razón la niñez, en ese momento, es una
zación, la igualdad de todos como ideal democrático. etapa muy breve; desde el destete o pocos años después, según los casos,
Este siglo es conocido por los derechos del niño y el afianzamiento de la el niño se incorpora al mundo adulto. Comparte con ól juegos, conversacio-
idea de la infancia como etapa de evolución humana. En el presente, sobre nes, valores, secretos, fiestas, rituales, tragedias, trabajo y otras actividades
todo desde la teoría, se percibe al niño como sujeto. sociales y culturales. Se viste a los niños igual que a los adultos, se los in-
cluye en la familia amplia (modelo de familia patriarcal prototfpica de ia eco-
nomía feudal —agraria o artesanal— formada por abuelos, padres, herma-
Las concepciones acerca del niño nos, primos, etc., y muy integrada en la comunidad, donde confluyen en el
mismo espacio la vida doméstica y la actividad laboral).
Las concepciones acerca del niño han sido muy diferentes según las El desinterés de los padres por los hijos es de tal dimensión que no co-
características de la sociedad, la cultura y las diferentes etapas de la histo- nocen el número de .éstos que tienen ni su edad. Las tasas de natalidad y
ria. El niño ha sido desvalorizado, marginado, reprimido, y hasta ha sido de mortalidad infantil explican en parte la ausencia de! lazo afectivo de los
considerado un ser extraño y demoníaco dentro de un mundo que no le padres hacia los hijos que hoy aceptamos como normal. No existe la idea
concedía ningún papel y le negaba su existencia. Pero a su vez, su figura de desarrollo del niño y una concepción clara acerca de la educación para
ha sido idealizada, sacralizada y recordada con nostalgia por el adulto. La ser incorporado al mundo adulto. En este sentido, la lectura y la escritura no
memoria del adulto tiende a distorsionar y a confundir las percepciones del tienen ningún valor social. La alfabetización está reservada a los hijos de la
pasado con las del presente: pudo haber pasado una niñez muy conflictiva nobleza, que son atendidos por preceptores, o, más avanzada la Edad Me-
y expresa que su niñez fue plena de felicidad. dia, asisten a escuelas monacales donde se forman los sacerdotes. La cul-
Francoise Dolto dice que la causa de los niños está mal defendida, por- tura se transmite por vía oral.
que se toma al niño como objeto de estudio y no como un sujeto en todo ei En este contexto cultural, el niño está desprotegido y sobre él recaen los
sentido de la palabra, se rentabiliza el costo de los niños y los adultos le castigos corporales, el abandono institucionalizado, la mutilación para pedir
proyectan su malestar. limosna; es decir el .desampara. Los relatos dicen que se los ataba o fajaba
El niño puede ser al mismo tiempo sujeto u objeto, puede ser protagonis- bien apretados y durante mucho tiempo, basados en la creencia de que
ta o e! gran ausente; todo depende del momento histórico, del contexto cul- podían convertirse en seres malignos y perversos. Los primeros intentos de
tural y del escenario en el que esté incluido. El niño puede convivir en una asistencia a la infancia abandonada provienen del mensaje cristiano de ca-
familia de clase alta en un barrio privado y concurrir a una escuela bilingüe ridad y amor hacia los otros.
elitista, puede convivir en una familia de clase baja, puede trabajar, jugar con En la edad moderna, el período que va desde el Renacimiento hasta la
adultos o con un grupo de pares, etcétera. Ilustración, aparece la tensión entre la conquista de la intimidad individual y
La niñez como etapa del desarrollo de la personalidad es una invención la emergente —aunque apagada— intervención del Estado en ia regulación
relativamente reciente, que nace como producto de los cambios en el mode- de ia niñez. En el ambiente familiar, se comienza a detectar un sentimiento
lo de producción, organización y división del trabajo, de los nuevos valores hacia el niño, y se lo trata como una especie de criatura divina que hay que
y creencias, de los aportes de la psicología como ciencia. civilizar. En la esfera pública, nace la conciencia y el reconocimiento de un
Una de las reivindicaciones básicas a favor del niño ha sido la "Declara- grupo social específico que hay que proteger e instruir. De esté modo se
ción Universal de los Derechos del Niño", pero estas declaraciones bienin- van estableciendo las. primeras líneas demarcatorias entre los adultos y los
tencionadas y la retórica de las palabras se contraponen con la desigualdad, infantes, y los primeros escenarios de la infancia; hospitales, orfanatos, es-
i* nnVM'073 PÍ analfabetismo, te qunnra. la desidia, la corrupción y el olvido. cuelas.
SUJETO Y EDUCACIÓN 15
i SUJETÓLOS U EDUCjCjpN.JSICOj-OjlA.^ULTURA Y^EDUCACION .

Las nuevas maneras de socialización tienen que ver con la confluencia de libertades individuales y democráticas, configuran un nuevo modelo de
e varios factores: el fin del régimen feudal, el surgimiento de nuevos grupos Estado-nación e impulsan las primeras reformas escolares y los primeros
ocíales y estructuras de poder, las estrategias de presión Ideológico-religio- servicios estatales de protección a la infancia desvalida. Cabe destacar al
a sobre las generaciones jóvenes por parte de los pastores protestantes y mismo tiempo los progresos científicos (medicina, psicología, sociología, cien-
le los católicos; el descenso de los índices de natalidad y de mortalidad In- cias de la educación).
antil; la nueva concepción del gobierno y det ejercicio de la autoridad por parte Por otra parte cabe destacar que en este período se distancia la infancia
leí naciente Estado, que inicia la separación, la distribución y el control de del mundo del trabajo, pero también en algunos países el capitalismo salva-
os diferentes grupos sociales en espacios diferenciados; la invención de la je utiliza a los niños como mano de obra barata para las industrias, el agro
mprenta, que tanto contribuye a la difusión de la cultura, de forma discrimi- y la minería.
nada según los países y estratos sociales, y a la aparición de la escuela. La familia, sobre todo la de clase alta y medio-alta, adquiere un espacio
En este período la escuela no es como hoy, no tiene nada que ver con el de intimidad y de privatización de varios hábitos y actividades cotidjanas, como
presente..Los niños de la nobleza reciben una enseñanza amplia por parte las sexuales, y expresa una preocupación importante por ja educación de
Je maestros y preceptores particulares que los preparan para acceder a la los hijos. Se expresa ternura y sentimientos afectivos hacia los niños, y tam-
universidad. Los hijos de estamentos medios reciben en escuelas de órde- bién más exigencias y ambiciones con respecto a su futuro; se combinan ac-
nes religiosas los contenidos y pautas de socialización, mediante la com- titudes de tolerancia e indulgencia con otras de severidad e intransigencia.
petitividad, el mérito y el éxito personal. En este espacio se forman los mo- La expectativa de las familias de clase alta y medio-alta es la reproducción
dernos funcionarios y se esbozan los fundamentos de la enseñanza contem- del mismo estatus social; las de clase media y baja, una cierta movilidad as-
poránea. Los. hijos de las clases populares son enviados a instituciones don- cendente. Otro concepto que evoluciona es el de propiedad y protección de
de se les enseña la doctrina cristiana y aprenden oficios. Los1 niños sin fami- los hijos; si hasta ahora no se cuestionaba la autoridad absoluta y exclusiva
lias son albergados en casas de expósitos, hospicios,, asilos. V1^ de los padres, ahora se comienza a admitir la responsabilidad compartida
En la edad contemporánea se produce la distinción y especialización de entre la familia y el Estado en la educación de los niños. De este modo la
los espacios de la niñez, y se plantean los principios y mecanismos de la infancia deja de ser una cuestión doméstica y se convierte en una cuestión
actual educación y socialización de la infancia. La concepción moderna im- de Estado que, progresivamente, se va incorporando en las constituciones,
plica: el niño alumno escolar; el niño hijo que convive en una familia nuclear; en los programas y proyectos nacionales.
y el niño que juega con su grupo de pares con juegos y juguetes específicos La escuela, en sus orígenes, adquiere diversas y variadas funciones com-
para la edad del desarrollo y tiene sus propias lecturas. plementarias: custodia; alfabetización, incorporación de los modelos de con-
El niño deja de ser un adulto en miniatura y adquiere un estatus o cate- ducta socialmente dominantes, promoción individual, etcétera. El proceso de
goría propia como grupo social. Es necesario advertir que el acceso a los escolarización en sus diversos niveles (inicial, educación general básica,
nuevos ámbitos de la infancia no se produce de forma lineal y sin tensiones, media y superior) depende de factores muy diversos: el sistema económico,
y que es muy desparejo entre las diversas zonas y países, atendiendo al grado el sistema político, el papel del Estado, los grupos de poder, las iniciativas
de desarrollo de las burguesías nacionales, el proceso de industrialización y e los grupos sociales e institucionales, etc.
urbanización y otros fenómenos relacionados con la integración y la educa-
El panorama actual (j-1\)
ción social.
El nuevo modelo de organización capitalista, comandado por la burgue-
sía como nuevo grupo social en ascenso, modifica las características de la
actividad laboral, la división del trabajo y la separación del lugar de trabajo
del de residencia. Así, la larga ¡ornada laboral en la industria, la urbaniza-
ción de las ciudades, la progresiva escolarización de los niños y el cambio
de la comunidad amplia por la familia nuclear, generan una clara diferencia-
ción de los escenarios público y privado, y también una serie de cambios en
el interior de cada uno de ellos. En este sentido el espíritu de la Ilustración,
la Revolución Francesa y otras revoluciones burguesas, instalan el sistema
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En este sentido, en esta época y siguiendo el hilo de la historia, los esce- mo sucede con la presión familiar, inducida por una sociedad cada vez más
narios infantiles se van ampliando y consolidando, lo cual hace suponer que consumista y competitiva.
la línea divisoria entre el mundo infantil y el mundo adulto es muy nítida, y Existen además otros factores que contribuyen a ia organización del ocio
que el tránsito de-un mundo al otro tiende a prolongarse. infantil, uno de los cuales es la necesidad de encontrar nuevos espacios, ya
Pero, por otro lado, la televisión y el.mundo del ciberespacio son compar- que los espacios naturales de juego están desapareciendo, al convertirse la
tidos indiscriminadamente por niños y adultos, y por su intermedio compar- ciudad en un medio hostil para el juego del niño (las ciudades no contemplan
ten informaciones y comportamientos hasta hace poco inaccesibles para los las necesidades de los niños, se diseñan de acuerdo con el mundo adulto).
niños. El resultado es la uniformidad creciente de las costumbres, los hábi- El incremento del consumo de actividades escolares y extraescolares tien-
tos, el lenguaje y los modelos de vida. Así los niños, por imitación o copia, de a crear una infancia sobreocupada, con demasiados deberes y obligacio-
practican los mismos deportes que los adultos, visten como ellos, roban, ase- nes y con poco tiempo realmente libre. Parece que el futuro de los niños se
sinan, se alcoholizan o se drogan antes, y también se cansan y se aburren construye pensando en una ética puritana y productivista del homo faberque
antes. En definitiva, se convierten en adultos prematuros, y las fronteras entre en la creatividad imaginativa y mediterránea del homo ludicus. Por otro lado,
unos y otros se van desdibujando. se teoriza sobre el aislamiento del niño y sobre su necesidad de establecer
lazos más permanentes con una comunidad de personas de distintas eda-
des para enriquecer su proceso de socialización.
Los espacios de la Infancia

Los niños de la cultura occidental desarrollan su actividad en tres esce- La protección de la Infancia *
narios: la escuela, la educación no formal —tiempo estructurado y dirigido,
con intencionalidad educativa explícita y asistencia regular, con actividades Después de la Primera Guerra Mundial se ha generado un importante
extraescolares— y el tiempo no estructurado ni dirigido que transcurre entre movimiento a favor de la infancia y para que Jas libertades de ia Revolución
la familia y el grupo de pares. Francesa y otros derechos sociales y económicos se plasmasen en un texto
La sociedad tiende a la escolarízación obligatoria desde el nivel inicial hasta específicamente dedicado a los niños. En ese largo recorrido hay que des-
llegar al nivel medio o secundario, pero asimismo se observa que disminuye tacar la Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño de 1924, la Carta
la población escolar, aumenta la marginación escolar en las zonas suburba- de la Infancia de 1942, la Declaración Universal de los Derechos Humanos
nas más pobres^ y aparecen dificultades, como las olas de violencia e indis- de 1948 (algunos de los artículos se refieren al niño), la Declaración de los
ciplina escolar. Derechos dei Niño de 1959 —Asamblea General de las Naciones Unidas del
Las ofertas educativas fuera del ámbito escolar (cursos de idiomas, de 20 de noviembre de 1959—, ia aprobación de la Convención sobre los De-
informática, deportes, artes, etc.) están creciendo extraordinariamente. Es- rechos del Niño de 1989 —Asamblea General de las Naciones Unidas del
tas ofertas que la escuela no ofrece generalmente con suficientes garantías, 20 de noviembre de 1989—, En la República Argentina esta Convención se
son una manera de prolongar las actividades educativas en otros espacios y hizo norma mediante la ley nacional 23.849 del 27 de noviembre de 1990 y
en otros horarios, que quitan tiempo libre a los niños. De esta manera la se incorporó a la Constitución Nacional a partir de la reforma de 1994.
competitividad escolar y la disciplina se amplían a otros escenarios. Lo mis- Cabe destacar, para nuestro país, la ley nacional 24.417 del 28 de diciem-
bre de 1994, que se refiere a la protección contra la violencia familiar.
En la letra de la Convención sobre los Derechos del Niño, hecha ley
* En el año 2003, en la Provincia de Buenos Aires, 74.000 alumnos de 6 a 15 años aban-
nacional 23.849, de rango constitucional a partir de la reforma de nuestra
donaron la educación general básica, según un informe de la Dirección General de Cultura y Carta Magna en 1994, en las obligaciones asumidas a través del Estado por
Educación. Esto representa un 3.26 % del universo de 2.457.741. En contraste con la realidad parte de todos los ciudadanos de sostener los derechos de todo sujeto a cons-
bonaerense, la deserción en el ciclo primarlo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es prác- tituirse como tal, están las bases y el marco social para la construcción de
ticamente inexistente. Según datos de la Secretaría de Educación, abandona el 0,3% de la
población escolar (unos 500 sobre un total de 145.000). Oe acuerdo con la misma fuente, la
una sociedad más justa para con nuestros niños. De no ser asumido y plas-
población en riesgo en la enseñanza primaria es la de los alumnos que tienen dos o más años mado en la realidad, será solamente la letra de una declaración hipócrita de
por encima de la edad prevista para el grado que cursan. amor, una crueldad más.
•24 "SUJETOS. 15E LA EDUCACIÓN. PSICOLOGÍA. CULTURA Y EDUCACIÓN
SUJETO Y EDUCACIÓN 25 i
Los derechos básicos de la infancia pueden ser expresados sintéticamen- escuela; y de los quinientos millones que inician los estudios, cuatrocientos «
te en: millones no terminarán la educación general básica. ™
Desde el punto de vista sanitario, más de diez millones de recién nacidos fl
• E! derecho a disponer de su cuerpo, a descubrir y explorar sus posi- tendrán el virus de! sida al 2010. Existen más de doscientos millones de £
bilidades. niños que trabajan en los países pobres, a menudo desarrollando trabajos _
• El derecho a hacer preguntas y a que éstas sean respondidas con in- peligrosos, agotadores, humillantes, como la prostitución infantil o la activi- *
formaciones adecuadas. dad bélica. £
• El derecho a involucrarse en juegos con los iguales. Los problemas de la infancia en los países en vías de desarrollo vienen ^
• El derecho a ia educación sexual dentro de la familia y de la escuela. de lejos, aunque también los hay más recientes, como el tráfico y desapari- ™
ción dé menores, la drogadicción o el aumento de niños abandonados o &
En la Argentina, como en otros países, la protección de la infancia queda chicos de la calle. Algunas de las situaciones enumeradas están presentes ^
garantizada en la Constitución, leyes de protección de menores, decretos y en las sociedades occidentales, sobre todo en las grandes concentraciones
medidas que afectan a los derechos de la infancia en su conjunto, o bien, urbanas donde crecen las desigualdades y emergen nuevos bolsones de W
más específicamente, a los ámbitos familiar, laboral, educativo, sanitario, de pobreza. Es necesario señalar el fenómeno de la violencia infantil y juvenil, £|
la justicia y de los menores desamparados, además de la regulación de que cada vez más llega a las escuelas, relacionado con la marginación, eí
aspectos tales como la tutela, la guarda o la adopción. desarraigo, la desocupación, ei miedo a las diferencias —,a partir del cual se ^
La realidad, sin embargo, es bien diferente; porque el incumplimiento de origina el racismo y la xenofobia—, la adicción a las drogas o el alcohol y ftf
muchos de estos derechos es el reflejo de las desigualdades sociales, por- una notoria incertidumbre ante el futuro. . ^
que están condicionados a la incorporación de nuevos órdenes económicos, Esta situación se desarrolla tanto en las clases sociales más desfavo-
socioculturales y políticos, y porque nada obliga a los Estados miembros de recidas como progresivamente afecta a las clases medias que se van empo- &
las Naciones Unidas a vigilar para hacerlos efectivos. Por otra parte, es muy breciendo o no alcanzan sus expectativas de movilidad social ascendente, ^
difícil que puedan respetarse mientras se mantengan las diferencias entre debido a las crisis económicas o político-sociales.
los países ricos y pobres, entre el norte y el sur. Y no se puede olvidar que Los niños son, en concreto, las principales víctimas de una epidemia de ^*
las zonas de pobreza y subdesarrollo también se pueden encontrar dentro abusos y de violencia tanto por parte de la sociedad como de la propia fami- fg
de los mismos países desarrollados. La recesión económica mundial y el lia. En otras palabras, la infancia es uno de los colectivos más vulnerables —^
endeudamiento de los países del sur, además, agravan la situación. Por otra de la sociedad, es a la vez un período feliz o totalmente doloroso, una rea- *^
parte, la acción tenue y poco solidaria de los Estados con respecto a la in- lidad visible o invisible, una imagen mitificada o marginada, un grupo social 4M
fancia no puede ser compensada por la cooperación solidaria de la socie- valorizado o totalmente desvalorizado. ^~.
dad, aunque últimamente, a través de organizaciones no gubernamentales,
se está construyendo una alternativa de intervención sólida y creativa, pese
a ser limitada y complementaria de otras iniciativas o decisiones económi- Ser alumno en el siglo XXI
cas y sociales de mayor envergadura.
Algunas cifras de la realidad infantil hablan por sí solas: el creciente por- En este siglo ha cambiado la situación con respecto al siglo pasado. El
centaje de población mundial de menos de quince años durante el período alumno, hoy, es un ser preocupado por la aplicación futura de lo que apren-
1994-2004, se concentró principalmente en los países en proceso de desa- de, es como que se hubiera terminado la moratoria de la infancia. Los alum-
rrollo de África, América Latina y el Caribe; la desnutrición afecta a ciento nos quieren tener un lugar, en ei futuro, en la cadena de producción, con un
cincuenta millones de niños menores de cinco años; las guerras de los últi- serio temor a quedar sin empleo.
mos años han ocasionado la muerte de dos millones de niños, mientras cuatro Las familias, y por lo tanto los niños, no tienen claramente definidos sus
millones sufren discapacidades y otros tantos han quedado sin hogar; cin- objetivos, ni tienen las ilusiones que tenían las generaciones anteriores, de
cuenta mil niños mueren cada día en el mundo; los gastos por alumno son lograr cosas extraordinarias.
muchísimo más altos en los países desarrollados que en los subdesarrolla-'. Asimismo, ha cambiado la visión del maestro. En algunas escuelas priva-
dos; cerca de cien millones de niños en edad escolar nunca han pisado la das, el maestro es un empleado, mientras que en las escuelas estatales
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(sobre todo en. las más. pobres) es un compañero de pobreza. En ambas esto se transmite a los niños. La obligación no tiene para ellos la parte de
situaciones existen dificultades para realizar una auténtica transferencia del satisfacción moral que tenia para nuestros padres, porque no es transmitida
saber. así en la actualidad. No se puede hacer responsable exclusiva de este com-
Los niños tienen.muchos intereses intelectuales que no manifiestan en promiso a la familia, con padres y madres agotados por la situación y que
la escuela, porque están desplazados a la televisión o a Internet. Los niños en muchos casos hacen todo lo posible; en muchos otros, no tienen ni cómo
reciben una gran cantidad de información, pero no la pueden elaborar y or- pensar el problema. Pero de todos modos, los niños necesitan de adultos
ganizar. Lije docentes deberían poder ayudarlos a hacerlo. "significativos", adultos que logren, de alguna manera, sostener ciertas cues-
Los alumnos en su mayoría tienen sfntomas de agotamiento, cefaleas, tiones que la sociedad o la familia no consideran. Los docentes deberían
gastritis, etc., que están vinculados con el estrés. En el caso de las escuelas ocupar el lugar de "significativo" para el desarrollo de la subjetividad en el
privadas no se sabe qué considerar y qué enseñar para no quedar fuera del mundo contemporáneo. .
mercado; en las estatales, por lo contrarío, se incrementa la desesperanza. Es necesario restituir la función del maestro como el que procesa y ayu-
Las escuelas estatales son una suerte de lugar de contención para alimen- da a pensar, y no el que transmite información. Más allá de que hay informa-
tarse y olvidarse de los conflictos. Las familias, y por lo tanto los niños, no ción básica que el maestro tiene que manejar, la función es ser un experto
tienen esperanza de que la escuela pueda hacer algo con la escolarización. que ayuda a organizar y procesar dicha información.
Por lo tanto aparecen cuadros de apatía, violencia, desesperanza. La función docente es enseñar y rescatar subjetividades. En general los
Las escuelas estatales tienen un compromiso auténtico por sostener a los educadores hacen todo lo humanamente posible por no malograrías e inten-
alumnos dentro de la escuela y del sistema escolar, tratando de contener y tan contrarrestar los daños que a veces padecen los niños. Tienen realmen-
no expulsar porque se sabe que si el educando sale de! sistema escolar, no te un deseo de reparación de experiencias propias y de historia* vividas. A
hay otra institución soclali^ü^sahaga cargo de él. En cambio, algunas es- pesar de! esfuerzo que se realiza, a veces no se logra rescatarlas. Esto sig-
cuelas privadas se permit^ expulsar alumnos, o retenerlos, porque no pue- nifica que, en algunos casos, no se perciben las tendencias con las cuales
den desprenderse de todps;4prrjan el criterio de seleccionar y discriminar de algunos sectores de la infancia se aproximan al conocimiento; entonces las
acuerdo con su ideologféí^|ffeS formas de transmisión producen un rechazo y un malentendido cada vez
Los alumnos siguen yendo a la escuela porque es la única garantía de mayores.
que no sean expulsados de la cadena productiva, pero no de que van a vivir Los educadores no pueden estar ni con el psicologismo de los años se-
mejor que las generaciones actuales. Él mensaje que transmiten los adultos senta ni con el eficientismo que se propone en el 2005. Hay que encontrar
es desesperanzado, es un mensaje laboral, es un mensaje escéptico; no es una manera de producir mejores condiciones para pensar en la inteligencia.
"estudia para poder hacer muchas cosas cuando seas grande", porque en Esto significa tener en cuenta los intereses reales de los niños para generar
muchos casos viene de aquellos que pudieron estudiar, y cuyas expectati- y lograr que no los Incluya la mediocridad y, sobre todo, la sensación de
vas no fueron cumplidas por el sistema. Y también en el caso de los pobres imposibilidad. La posibilidad de recuperar la subjetividad fundamentalmente
que saben que, aunque puedan estudiar, las diferencias son grandes. está en la capacidad de generar modos de superar los obstáculos hacia el
Los maestros son mucho más anónimos que lo que eran en el pasado. futuro.
No aparecen como la fuente del saber, ni están investidos de autoridad por En la Argentina del presente, hay una pérdida del.espacio de construc-
los padres. Los padres tienen, con respecto a los docentes, una posición de ción de subjetividad que es la infancia, una pérdida de la protección para
disputa por la educación; no en el sentido de rivalidad o celos, sino que no con la infancia. Se ha producido una distancia enorme entre distintos sec-
confían sus hijos al sistema escolar. Parece ser que está agotada la propuesta tores sociales, y hay algo que los atraviesa a todos: la imposibilidad de
de un Estado que "se hace cargo"; el maestro es como un delegado del sis- pensar, en un país subdesarrollado. La categoría "niño" corre el riesgo de
tema, y los padres no confían en él. Los maestros dicen una cosa y los pa- perderse como perspectiva subjetiva. En el caso de los más desfavorecidos»
dres pueden o no creerles; son representantes de la doxa (opinión) y no del como en la era de la Revolución Industrial, implica salir a trabajar a los siete
conocimiento. Esta situación varía muchísimo y a veces se generan situa- años; en el caso de los de mayores recursos, se manifiesta la preocupa-
ciones muy complejas en la relación del niño con la Institución. ción precoz por la subsistencia y no por la perspectiva de futuro como rea-
Asimismo, los niños ven a ios padres trabajar sin perspectivas; el trabajo lización y logro personal. En otras épocas se le decía al niño que estudia-
es una especie de condena y no está dirigido por expectativas de progreso; ra, que hiciera cosas que le gustaran, que se formara, y que algún día iba
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a trabajaren eso; hoy, se le dice que tiene que hacerlo porque si no va a toria para señalar la importancia que la educación tiene para el Individuo y la
morirse de hambre. comunidad. Este profundo anhelo educativo se transformó en un derecho del
El niño y el joven son percibidos como consumidores, la publicidad está hombre cuando la Declaración-Universal de los Derechos Humanos, adop-
destinada a ios niños y a tos adolescentes porque son los sectores que más tada en 1948 por las Naciones Unidas, lo reconoció como tal. El artículo 26
consumen en la sociedad. Estos grupos son destinatarios para el consumo dice con toda claridad: "Toda persona tiene derecho a la educación". Este
porque se los toma como objetos, y agentes de venta: por ejemplo, los te- principio generoso nos muestra claramente que el imperativo moral de edu-
mas comerciales que incentivan el consumo de ropa, bebidas, golosinas, etc. car se ha arraigado en la conciencia de la humanidad.
La escuela tiene un papel protagónico en la producción de pensamiento
y tiene que ser agente de producción de subjetividad y de inteligencia, de
sujetos sociales capaces de desarrollar reiaciones con los semejantes y de
conservar proyectos propios. El problema es que nuestra sociedad padece
una gran desarticulación, de manera que hay que reconstruir elementos
básicos: el respeto como persona, la valoración de IQS derechos humanos,
la no discriminación, y la esperanza hacia el futuro.
La esperanza es una disposición propia del espíritu humano que se diri-
ge activamente hacia el futuro en espera de algo bueno. Sin esta visión de
una felicidad futura, la vida humana no tendría estimulo y perecería de he-
cho o virtualmente. Por eso la esperanza es una de las=condiciones de la
i
posibilidad de la vida. De acuerdo con esto, la fundón *del.;jTiaestro es abrir
a los alumnos la perspectiva de felicidad con cada tarea que-se les asigne,
i
para que en todo momento capten que lo que hacen los conducirá a una meta
jubilosa. En un momento de escepticismo y confusión que vive la humani- *
i
dad, se hace absolutamente indispensable que la educación abra el camino
hacia un -destino más venturoso. La esperanza desarrolla en el alumno la
i
valorización del esfuerzo para alcanzar la felicidad del logro. Y en tal sentido i
lo va conduciendo de las visiones más superficiales y simples de esa felici-
dad, a los horizontes más amplios y profundos. La confianza esperanzada
«
en el resultado feliz de sus trabajos, consigue movilizar a los alumnos hacia i
el cumplimiento de los distintos fines de la educación. Ese resultado placen- i
tero de la actividad de la escuela es lo que irá despertando la confianza del
educando y provocando su adhesión a ella.
Un texto sánscrito llega a decir: "Es él (el maestro) quien le engendra (al I
niño) desde el punto de vista de la instrucción. Este es el mejor nacimiento.
El padre y la madre no hacen nacer sino su cuerpo". El pedagogo Juan Amos
i
Gómenlo defendió la universalidad de la educación en esta lúcida reflexión: I
"Hay hombres que dirán: ¿qué ocurriría cuando todos los hombres lleguen a
ser sabios?... ¿cualquier hombre enseñará á otro en cualquier momento, o
I
juzgará sobre las religiones y los sistemas de gobierno? He aquí lo que les I
responderé: los fundamentos de un Estado o de una religión cuya seguridad i
descanse en la ignorancia o la servidumbre de sus subditos o de sus adep-
tos son necesariamente frágiles". 4
Todas estas voces, y muchas más, se hari hecho oír'a lo largo de la his- I

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