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UNA REFLEXIÓN SOBRE LO EXPUESTO EN EL ENSAYO DE: EL GUADALUPANISMO

Y EL ETHOS BARROCO EN AMERICA, PRESENTADO POR BOLIVAR ECHEVERRÍA.

Y lo irreal lo convirtieron en verdadero. El ser humano siempre ha buscado creer en algo o en


alguien, sea que provenga de lo divino o de lo terrenal, sea un ser supremo o en uno mismo, porque
aun los que se dicen ser ateos tienen una base de creencias. La naturaleza del ser humano es
cuestionar todo lo que está a su alrededor y encontrar respuestas que le den sentido a la vida misma,
que establezcan un sistema de modus vivendi.

Nuestras ideologías determinan en gran manera la forma en que decidimos vivir, dicho de otro
modo, son los valores con los que actuamos en la cotidianidad. Todos de estos principios nacen de
una idea religiosa, la cual a través de los tiempos ha ido tomando diferentes rostros,
transformándose en el cuerpo necesario para la movilidad de una sociedad cambiante. Sociedad
que muchas veces ha determinado silenciar su necesidad de creencia y abandonarse a sus propios
instintos.

Antes de la llegada de los españoles, nuestros antepasados ya contaban con una ideología
encausada a muchos dioses, eran estos quienes determinaban los tiempos de lluvia y sequía, de
abundancia o de escases, de victorias o de derrotas, su vida tenía sentido porque había alguien o
algo que los sostenía, que determinaba un sí o un no. Fueron estos mismos quienes de voluntad
propia decidían en quien creer, base que determinaba su convivencia social.

Una vida dedica a las prácticas de sacrificios para prolongar la vida de su dios, de danzas y ofrendas
para recibir su bendición, de ritos para agradarle o sencillamente de vivir en sumisión para no
provocarlo a ira, fue abruptamente violentada con la llegada de una nueva diosa, la virgen María o
la Guadalupe, quien uso la represión para poder establecerse como diosa soberana de unos
individuos dedicados al politeísmo.
Existía una fe genuina, sin embargo en el afán del hombre europeo de transformar lo “salvaje” en
“humano”, se apropió de su voluntad para poder llevarlos por un camino “mejor”. Suplanto a su
diosa Tonatzin por una diosa europea, teatralizando una serie de sucesos en torno a un supuesto
aparecimiento en los mismos lugares, donde estos ya adoraban a su diosa muchos años atrás,
provocando de esta manera una reinvención del cristianismo.

Toda creencia es buena, hasta que surge algo que la corrompe. El español se valió de todas sus
artimañas para conquistar el espíritu de los indios como ellos los hicieron llamar, corrompieron su
misma fe por su ambición, porque detrás de todo esta conquista religiosa, tejía sus redes el
capitalismo. Ha sido la religión quién más ha robado al pueblo, a través de su supuestas donaciones
para la salvación del alma, se hizo de grandes riquezas, que al mimos tiempo le dieron el poderío
para poder incidir en los asuntos de gobierno y de la misma educación de la sociedad.

Fue así como a través de la usurpación, la ambición y la religión, los mexicanos hemos tenido que
cargar con una “fe” falsa, y no porque se hable de una negación a creer, sino sencillamente porque
todo lo que uno cree debe venir de voluntad propia. Aunque cabe mencionar que con el paso del
tiempo, fue el mismo mexicano quien conspiro contra su misma fe, terminando por llevar lo virtual
a una realidad.

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