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Artículo: “La investigación científica y la investigación en arte. Rasgos diferenciales.

Autor: Dra. María Inés Palleiro (Titular de la cátedra de Metodología de la investigación y


folklore aplicado de UNA).

Año: 2011.

La primera etapa de una investigación es la fase denominada “heurística” (del griego heurísco:
encontrar), que tiene que ver con la búsqueda de material y con la delimitación del tema o
problema. Para esto, se hace indispensable el rastreo bibliográfico, que permitirá a quien
investiga tener idea del “estado del arte” o “estado de la cuestión” de los estudios que se
propone abordar. Ninguna investigación parte de cero, sino de un estado cultural del tema o
problema elegido.

Si se trata de una investigación que contemple una fase de trabajo de campo, esto es, de
investigación en un área geográfica y cultural específica, esta fase es por lo general una de las
primeras fases de la investigación. Quien investiga debe ir al campo abierto a encontrar
diversidad de materiales, y no con una hipótesis cerrada a comprobar.

La hipótesis es el supuesto inicial del que se parte, que da lugar a la formulación de


afirmaciones cuya validez se debe comprobar, probar o validar a lo largo del desarrollo de una
“tesis”. Es muy fácil que la hipótesis se ajuste o varíe luego de la fase de investigación de
campo.

Ferrater Mora, en su Diccionario de Filosofía, vincula la hipótesis con los términos


“fundamento”, “principio” o “supuesto” de una investigación, aunque aclara que no
corresponde exactamente a ninguno de estos conceptos, sino a lo que está, literalmente,
“abajo”, en la base de una investigación, para que otros enunciados se pongan “encima” de
ella. Lo que se pone “encima” es precisamente el desarrollo de una investigación. La definición
más exacta es la que se relaciona con una “anticipación de hechos ulteriormente
comprobables”, como la define Ferrater Mora.

El mismo autor define la “Tesis” como “acción de poner” o “instituir” una doctrina, un principio
o una proposición. Se trata también de un principio que sirve para una demostración. La Tesis
es precisamente lo que se quiere demostrar a través de una investigación.

El Corpus y el archivo: el material recolectado en la investigación de campo es procesado luego,


y organizado en un “corpus”. El “corpus” es precisamente el conjunto de materiales reunidos,
seleccionados y organizados por el investigador de acuerdo a ciertos principios. La palabra
griega “arkhé” de donde proviene el término “archivo” quiere decir “principio”, y alude a un
principio de organización y domicialización del material. De este modo, un archivo es un lugar
físico y simbólico donde se domicilia un determinado material que, en el caso de la
investigación folklórica, tiene que ver con las identidades y memorias sociales de un grupo de
estudio. El corpus puede contener tanto material escrito, como registros sonoros,
videograbaciones, registros electrónicos o material en otros soportes. Lo que no puede faltar
es el criterio de selección, ordenamiento, catalogación y clasificación del material de trabajo.
En efecto, una vez reunido, el material puede ser catalogado y clasificado. La catalogación y
clasificación del material tiene que ver con el ordenamiento en clases o categorías de análisis.
Tales categorías son establecidas por el investigador, y responden a su posicionamiento teórico
y a sus elecciones metodológicas.
El término “informante” alude a aquella persona que proporciona al investigador una
determinada información referencial. Este término sitúa al investigador en un rol de quien
demanda información acerca de un tema o problema del que ya tiene una posición o idea
esbozada. Se trata de una situación comunicativa asimétrica, en la que una persona solicita o
pregunta, y la otra responde de acuerdo con el marco o parámetro establecido por el
entrevistador o investigador. La investigación participante privilegia roles más simétricos, en los
que pueda producirse una construcción conjunta del objeto de investigación o conocimiento
(Rockwell) y en el que el entrevistado pueda tener cierto control sobre el uso que el
investigador hace de su información o discurso. Por otra parte, en la investigación en el arte,
como por ejemplo en narrativa, el término “informante” despoja al discurso investigado de
toda construcción poética, limitándose a la citada “información” referencial. En ese caso, es
preferible, por ejemplo, hablar de “narradores” o “sujetos de discurso”.

La fase de interpretación del material, también denominada “hermenéutica” por algunas


corrientes, es aquella en la que el investigador imprime al corpus o archivo reunido sus propios
criterios para discutir o defender una posición, una tesis o simplemente, para dar cuenta de los
resultados de una investigación exploratoria, que es aquella en la cual la interpretación es más
reducida, por tratarse de una indagación sin una tesis definida, centrada en la descripción
etnográfica. Cabe aclarar sin embargo que la misma selección y presentación del material, por
más descriptiva que sea, lleva implicado un posicionamiento subjetivo del investigador.

Al interpretar el material, el investigador debe explicitar el marco teórico en el cual se basan


sus interpretaciones, y, una vez dado cuenta del estado del arte del problema planteado,
enunciar con claridad cuál es su nuevo aporte original al campo de estudio, y desde que
posicionamiento teórico y metodológico lo defiende. Esto supone una aplicación precisa de
métodos y técnicas previamente delimitados.

La teoría (del griego “theorein”: contemplar) tiene que ver con una determinada vía de
reflexión sobre un tema. No es necesario ceñirse a una sola teoría, sino adoptar aquella o
aquellas direcciones de investigación que mejor se ajusten a las características del material, y a
la especificidad del problema planteado. Ferrater Mora asocia también la teoría con la
contemplación, y la define como “una visión inteligible o contemplación racional”, y como “una
construcción intelectual que aparece como resultado de un trabajo científico”. La relaciona
también con una descripción o explicación de los hechos o de la realidad. Brinda también una
definición sintética de teoría como “sistema deductivo en el cual ciertas consecuencias
observables se siguen de la conjunción entre hechos observados y una serie de hipótesis”. Esto
quiere decir que la teoría tiene que ver con una operación deductiva, esto es con un
razonamiento que va de lo general a lo particular, en el cual se parte de una hipótesis general
para ponerla en relación con hechos particulares observados, y a partir de ahí extraer
conclusiones.

Una teoría está asociada con un paradigma, definido como un “modelo de mundo”, o una
estructura unitaria de resultados recogidos por una comunidad científica” (Greco). Todo
descubrimiento y toda teoría científica tienen un carácter social, que requiere de un consenso.
En la presentación de un trabajo científico, debe contener un “estado del arte” de la reflexión
teórica y de los paradigmas científicos vigentes sobre el tema o problema a investigar.

El análisis tiene que ver con el estudio del material, ya sea bibliográfico o producto de una
investigación de campo, en un examen cuidado, a cargo del investigador. Este debe delimitar
con claridad los distintos criterios y fases de estudio, para organizar su discusión de las
hipótesis planteadas al comienzo del trabajo, y para presentar los resultados de su
investigación a la comunidad científica.

La presentación final debe ser clara ordenada y concisa, contener la información sobre el
“estado del arte”, “marco teórico”, hipótesis de trabajo si las hay, corpus utilizado, criterios de
catalogación y clasificación, explicitación metodológica y pautas de análisis de la tesis a
sostener, además del desarrollo analítico propiamente dicho, conclusiones en las que se dé
cuenta de los nuevos aportes proporcionados por la investigación, y referencias bibliográficas.

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