Juan Prawda y Gustavo Flores, (2001) México educativo
revisitado. Reflexiones al comienzo de un nuevo siglo, México,
Océano, 317 pp.
La idea central de este libro es hacer una revisión crítica y profunda
del sistema educativo mexicano (SEM), presentando las tareas pendientes (Capítulo 3) y algunas recomendaciones para mejorarlo (Capítulo 4). La crítica principal plantea que el SEM no responde al cambio continuo del contexto en el que está inmerso. Prawda y Flores argumentan que debido a la velocidad del cambio mismo, el SEM está perdiendo rápidamente pertinencia y relevancia. En forma paralela, estiman que el SEM aumenta su ineficiencia e ineficacia, crecen los niveles de inequidad y se debilita su capacidad de gestión, especialmente en las escuelas. Así, el libro se divide en cuatro capítulos: el primero, "Expectativas para el nuevo milenio", describe y contextualiza los cambios constantes y veloces que suceden en el desarrollo económico y social de la mayor parte del planeta. Con base en esto, Prawda y Flores lanzan una expectativa a futuro en la cual aseguran que durante el nuevo milenio, el mundo se verá afectado por una metamorfosis social en tres dimensiones: la primera, como un cambio de poder en el control de los estados-nación, soberanos y benefactores, sobre el tejido socioeconómico hacia una sociedad de redes con su propio poder anónimo y diseminado globalmente; la segunda, sustenta que la economía local pasará, de apoyarse en unidades de producción internas, a estar bajo la información globalizada, la cual, a su vez, estará determinada por redes; y la tercera, que la cultura, en todas sus facetas, se transformará en una cultura de la "realidad virtual". Algunos puntos relevantes en este capítulo son: el papel social de las mujeres y su incorporación al mercado de trabajo en creciente movimiento; los cambios en la gestión de las organizaciones que se inclinan cada vez más a esquemas horizontales; la noción del tiempo, que ha estado cobrando otra dimensión, en términos de medición y percepción, y que refleja una transformación en el uso histórico que de él hace la sociedad, entre otros. También hace referencia a una etapa de crisis del concepto Estado-nación como benefactor. Uno de los factores que ha propiciado esta crisis es la Informática, la cual ha ayudado a trasladar el poder del Estado hacia otro tipo de instituciones, debilitándose los mecanismos
Juan Prawda ha colaborado para la UNESCO París, UNESCO OREALC (Chile), Universidad de Monterrey, Universidad Católica de Córdoba (Argentina) y Banco Mundial, entre otros organismos e instituciones nacionales e internacionales. tradicionales de control social y su representación política. En medio de todo esto es donde la escolaridad y el SEM juegan un papel muy importante para potenciar dichos cambios y transformaciones, primordialmente en la promoción del desarrollo social y económico de las sociedades inmersas en la globalidad. El segundo capítulo, "La gran obra educativa mexicana", presenta los logros del SEM. Los autores exponen un modelo de análisis dividido en cinco dimensiones: a) la eficiencia externa (relevancia) o pertinencia, que provee conocimientos, aprendizajes, habilidades y destrezas requeridos en el mercado laboral (formal o no formal); b) la eficiencia interna, que incluye dos visiones: una independiente, relacionada con flujos educativos, de repetición o deserción, etc., y otra, sobre el producto y consumo en la educación; c) la efectividad, que ayuda a medir el grado de adquisición, por parte de los estudiantes, de conocimientos, valores, actitudes y competencias que fijan oficialmente los planes y programas de estudio de un país. Así, puede haber sistemas educativos (SE) efectivos, pero no pertinentes, o inefectivos y no pertinentes, y efectivos pertinentes; d) la equidad, que mide la diferencia en las oportunidades de acceso, permanencia y egreso del sistema educativo en todos sus niveles y modalidades, así como la calidad del servicio educativo que se ofrece a diferentes grupos poblacionales; y, finalmente, e) la capacidad de gestión, la cual se manifiesta en la capacidad que tienen, por un lado, las autoridades organizativas para fijar políticas, estrategias y prioridades apropiadas a las condiciones del sistema, quienes también monitorean y evalúan actividades, resultados e impactos, y que asignan recursos frescos a programas o grupos poblacionales especiales, y, por otro, la misma capacidad de autoridades en niveles inferiores para traducir operativamente las políticas en acciones concretas y administrar eficiente y efectivamente los recursos que les son asignados. En el Capítulo 3, "Tareas pendientes", se abordan aspectos estadísticos para representar el movimiento escolar y se toman en cuenta los más diversos niveles educativos: preescolar, telesecundarias, educación de adultos (analfabetismo), capacitación y actualización, además de educación tecnológica, universitaria, normal y a distancia; así como temáticas de políticas públicas, evaluación educativa y financiamiento para la educación. Los planteamientos y datos oficiales sustentan la tesis de que el SEM "no se encuentra bien posicionado" para responder a todos los cambios que vive el mundo globalizado, como son de las nuevas tecnologías y de la informática. Por último, en el Capítulo 4, "Opciones y perspectivas", los autores presentan opciones que no pretenden ser "correctivas", sino más bien recomendaciones generales y específicas para "propiciar un proceso de mejora cualitativa y cuantitativa del SEM en función del modelo de análisis", de tal manera que en el mediano y en el largo plazos, México pueda situarse con el conjunto de naciones que los economistas llaman "países desarrollados". Las dos recomendaciones generales son: la primera se refiere a dar continuidad a lo que se ha hecho en el sector educativo y que haya tenido resultados positivos, sin importar filiaciones políticas; la segunda, a la canalización adecuada y aumento de los recursos reales por alumno, para la población que requiere educación, principalmente la básica, y que se encuentre en riesgo de fracaso; en este último punto, los autores resaltan la importancia de cuidar el equilibrio en la relación costo-efectividad. Presentan, además, doce opciones específicas que tienen su génesis en las cinco dimensiones de análisis descritas en el capítulo segundo. Algunas recomendaciones surgidas de estas opciones son: a) la estimulación temprana de aprendizaje, que debe iniciarse en el seno familiar; b) propiciar entornos educativos constructivos para los infantes, estimulando el aprendizaje a través de programas televisivos, v:ideojuegos, uso de las computadoras y de la Internet, entre otros medios masivos, que pueden convertirse en motores positivos del aprendizaje a través de una buena dirección; c) transferencias de lo abstracto a lo concreto y de lo simple a lo complejo, es decir, hacer que el aprendizaje se realice combinando la teoría con la práctica; d) tomar en cuenta que hay variedad en la diversidad, lo cual implica que el docente esté preparado profesionalmente para enfrentar a una población estudiantil heterogénea, tanto cultural como por inteligencias múltiples; e) el uso de la tecnología educativa, como la computadora, la cual es importante conocer y ver como un instrumento de aprendizaje, pues permite y ayuda al individuo a ejercer su capacidad inquisitiva, de investigación, análisis y síntesis, entre otras muchas ventajas. Los autores plantean otro punto muy interesante: el fomento hacia una cultura de evaluación y de comunicación social, que se refiere a procesos de medición de la efectividad de los sistemas educativos para que los resultados sean reportados a la sociedad, desde quienes toman las decisiones nacionales, regionales, provinciales o municipales, hasta las autoridades y maestros de escuelas, así como a padres de familia. Son muchas más las recomendaciones, todas engarzadas coherentemente de acuerdo con este modelo de análisis; además, en este último capítulo se integran algunas estrategias para el logro de las opciones planteadas. Pero la mejor opción es leer este valioso documento y formar ideas propias de la realidad educativa en la que vivimos, que nos invita a participar en la transformación de un sistema educativo mexicano tradicional hacia otro enfocado a necesidades particulares, actuales y en constante movimiento, que considere los diversos entornos culturales del México de hoy y del mañana.