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1.b.El Gobierno.
Todas las regulaciones decretadas por el ejecutivo, así como la legislación laboral y
social, emanada del cuerpo legislativo, deben ser respetadas por los actores del proceso
de relaciones laborales. En tanto que los tribunales judiciales y del trabajo deben velar
por el cumplimiento de las mismas, dilucidando los impases conflictivos, los litigios entre
las partes, siempre en función de la justicia y el bien común.
Los cambios tecnológicos no representan solamente una simple sofisticación de las máquinas
y una mecanización más avanzada de los procesos productivos; antes implican, al mismo tiempo,
una transformación del trabajo mismo, del significado de las tareas y operaciones, e incluso del
medio laboral; y, consecuentemente, una modificación de las conductas en el trabajo, Todo lo
cual se expresa en nuevas normas y regulaciones comúnmente aceptadas, pero que pareciera
imponerse como un imperativo lógico de la técnica misma.
Hay empresas, señalan Holley y Jennings, que producen por encargo y, por esa razón, se les
haría imposible aguantar una huelga en el preciso momento que vence el tiempo del pedido.
Empresas que elaboran las partes de un producto ensámblale, y para abaratar costos transfieran a
otros países la elaboración algunas de esas partes. En una situación de desempleo, esta práctica
podría ser cuestionada por el Sindicato, solicitando alguna clausula negociada en contrario.
5) El mercado laboral
La oferta y la demanda se rigen fundamentalmente por un doble juego, determinado por los
niveles de capacitación y sus correlativos niveles de salarios, en el mercado laboral. El
empresario esta interesado, comúnmente, en una mano de obra capacitada, y por tanto su
disposición hacia la regulación del aprendizaje, etc., suele ser abierta; en tanto que, la
preocupación del sindicato se centra en la protección de los oficios y en la justa valoración
remunerativa de los mismos.
6) La composición y actitudes de la comunidad
1) Teniendo en cuenta la influencia de los individuos y de las organizaciones dentro de la
comunidad, y 2) ponderando el influjo que ejercen sus valores culturales, tradicionales y
creencias, no solo dentro de la misma comunidad sino también en su proyección hacia fuera.
En ocasiones, una comunidad podrá tener una predisposición especial hacia el sector
laboral y una actitud crítica con respecto a los empresarios y la gerencia, o viceversa.
Conocer esa disposición puede ser la especial importancia en un determinado proceso de
relaciones laborales. Subrayando la importancia de esta variable, Holley y Jennings presentan
varias situaciones que suelen darse con frecuencia. La ‘’localización de una planta, por
iniciativa de algún empresario’’, encuentra con frecuencia, y de inmediato, el rechazo o
apoyo de la comunidad afectada.
Los valores y creencias, que forman el acervo cultural de la comunidad, pueden jugar un
importante papel en la conformación de actitudes y normas dentro de las relaciones laborales.
De igual manera, el recelo con los ‘’extraños’’, han llevado al rechazo de los inmigrantes,
etc.
Esta dimensionalidad del concepto de comunidad permite establecer comparaciones entre
realidades laborales en varios países o regiones, teniendo en cuenta las diferencias que
provienen de los contextos culturales o de la idiosincrasia partículas de las mismas.
El estado de la economía
La normativa