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El presente texto analiza la evolución del crecimiento urbano del municipio de Monterrey
del estado de Nuevo León en México. Se investigó la evolución de su crecimiento a partir
de las variables: demografía, dimensión socio especial, medio ambiente, desarrollo
económico y capacidad institucional bajo la opinión de diversos autores con el fin de
detectar fortalezas y principales retos para diseñar estrategias que mejoren la ciudad.
Demografía
Para estudiar el cambio demográfico en Nuevo León habrá que concentrarse en las
relaciones de los aspectos económicos y los sociales de desarrollo, así como el
comportamiento del volumen de población y los cambios en su composición.
Indiscutiblemente la demografía implica una transformación en los requerimientos y
características de los servicios públicos, pero como menciona Maldonado (2016) el
cambio demográfico y su desarrollo involucran gran diversidad de variables
socioeconómicas.
Entre 1940 y 1960, en la época de las grandes olas migratorias que contribuyeron al
proceso de metropolización del AMM, los inmigrantes eran en su mayoría campesinos
empobrecidos provenientes principalmente del altiplano de San Luis Potosí y Zacatecas.
Siguiendo las tendencias nacionales, estas olas migratorias del campo a la ciudad fueron
tan grandes que el crecimiento de la población por esta causa fue mayor que el natural.
Dimensión socio-especial
En el noreste de México, Monterrey está en una ubicación privilegiada y vías de
comunicación estratégicas, es el núcleo urbano más importante de la parte del país. Su
área metropolitana es reconocida por su dinámica empresarial, industrial y educativa, no
obstante, Zúñiga y Ribeiro (1990) menciona que detrás de esa expansión económica
existe una segregación social que se manifiesta de manera espacial.
La investigación que hace Aparicio Moreno (2011) arroja que la causa es gracias a los
cuatro periodos que han sido clave del crecimiento de Monterrey y su área metropolitana:
1. La época colonial y los primeros años del México independiente (desde su fundación en
1596).
2. La creación de barrios obreros durante la industrialización de 1890 a 1940.
3. El proceso de expansión del área metropolitana de 1940 a 1980.
4. El periodo que define las características actuales.
La separación entre los sectores residenciales de las clases populares y las elites de
Monterrey es una constante a lo largo de su historia. En un primer momento, la
segregación fue étnica, debido a que la mano de obra indígena utilizada para la
construcción del poblado español se confinó al sur del río Santa Catarina. Al
industrializarse la ciudad, la segregación estuvo ligada a la inmigración, con el
establecimiento de los barrios obreros hacia el norte y al oriente de la periferia, cercanos a
las industrias, mientras que los empresarios empezaron a trasladarse del centro hacia el
poniente. A partir de 1940, es notoria una segregación polar, con la creación de conjuntos
habitacionales para las clases obreras al norte y oriente de Monterrey, incluso sobre
terrenos de los municipios de Santa Catarina, San Nicolás de los Garza y Guadalupe, así
como de colonias residenciales para las clases empresariales hacia el poniente y en San
Pedro Garza García.
En la actualidad, a pesar de que varios estudios coincidan en que la situación socio-
espacial del AMM es la más favorable de la república mexicana, la segregación será
producto de esas fuerzas macroeconómicas que permitirán a las clases privilegiadas
acceder a las ventajas del consumo global, a los avances tecnológicos, a una educación
de calidad y a buenas oportunidades de trabajo, mientras que existen grupos sociales que
han sido marginados de dichas ventajas.
También, hoy en día se multiplican los complejos residenciales cerrados, producto del
abandono de la gestión del gobierno, para cederla a los desarrolladores inmobiliarios.
Esto ha traído consigo que, repentinamente, al lado de colonias populares o zonas
industriales aparezcan conjuntos residenciales de elite, así como muchos barrios de cierta
clase social, de repente se ven "rodeados" por colonias de estratos opuestos, acentuando
una "micro segregación" o "micro fragmentación" en el espacio urbano, como lo han
mencionado Capron y González (2006). Es necesario remarcar que el entorno construido
define a cada barrio, y que la vivienda es el aspecto sutil más evidente que diferencia a
los grupos sociales y su distribución en el espacio. Estos sitios, donde los ricos viven a un
lado de los pobres, separados por elementos físicos, tales como bardas, avenidas o ríos,
pueden ser definidos como "lugares de contraste residencial". Además, la "micro
segregación" también puede apreciarse dentro de un mismo sector residencial, abierto o
cerrado, con el tipo de vivienda o con mejoras a la misma, para distinguir a un vecino de
otro.
Dentro de la ciudad hay una estructura vial que sirve para comunicar con el centro a una
serie de nodos de actividades económicas, que no necesariamente coinciden con la plaza
central de un municipio conurbado, como por ejemplo la zona de valle oriente en San
Pedro Garza García, el área de influencia inmediata del Tecnológico de Monterrey en el
mismo municipio, la zona comercial de la avenida Universidad, en San Nicolás de los
Garza, los núcleos industriales de Santa Catarina o el aeropuerto internacional en
Apodaca, entre otros.
Medio ambiente
Los recursos naturales con los que cuenta Nuevo León se destacan sus llanuras,
yacimientos de plomo y zinc, y sus bosques de pinos y robles. Entre los recursos
naturales principales son:
1. Suelos: recurso natural más importante donde sus actividades agrícolas varían desde
la plantación de pera, melón, calabaza, maíz, aguacate hasta la distribución del ganado
vacuno, cabras, cerdos, ovejas y caballos.
2. Recursos minerales: los depósitos minerales del estado son no metálicos (la mayoría)
los minerales más producidos son: cabrón, grafito, cobre, hierro, piedra caliza, plata, yeso,
fluorita y barita.
Desarrollo económico
El estado de Nuevo León tiene una característica que lo hace sobresalir respecto al resto
de las entidades federativas del país: una economía dinámica. Nuevo León por su
Producto Interno Bruto (PIB) es la tercera economía en México. Su actividad empresarial,
principalmente la industrial, es muy destacada; una de sus mayores virtudes es ser el
estado industrial más avanzado.
Como menciona la revista Real Estate (2018) un patrón consistente en su economía —a
lo largo de su historia— es que ésta crece a un ritmo superior al promedio de las
entidades. Se trata de la tercera economía por tamaño; mientras en 1950 aportaba 4.5%
del PIB nacional, precisamente por su dinamismo, ha incrementado su participación hasta
en 7.3% durante 2016. De acuerdo con un análisis de Citibanamex, durante el periodo
2010-2016, el PIB estatal aumentó 3.1% vs 2.9% del total del país. Para el 1S de 2017,
esta diferencia se acentuó: el PIB de Nuevo León creció 3.9% vs. 2.5% del nacional.
El análisis describió que, por actividad económica, los servicios explican parte de este
dinamismo –con un crecimiento de 6.5%–, contrastando con las caídas de la industria (-
0.6%) y el sector primario (-3.9%), éste último con una contribución de menos de 1% al
PIB.
El desempeño del sector industrial se atribuye, en gran medida, a la caída del sector de la
construcción, de -5.4% (con un peso en la economía estatal de 11.2%), producto de la
desaceleración de la obra pública. La industria manufacturera, en tanto, comenzó a
mostrar un repunte, al crecer 3.2% (35% de las manufacturas estatales se localizan en la
producción de maquinaria y equipo).
En 2015, fecha del más reciente censo de población, Nuevo León contaba con 5,119,504
habitantes, de los cuales 2,577,647 eran mujeres (50.3% del total) y 2,541,857 hombres
(49.7% del total). En los 18 años que comprende el periodo 1999 a 2016, en nueve de
ellos Nuevo León ocupó el segundo lugar nacional como captador de Inversión Extranjera
Directa (IED), uno en primero, y dos en tercero. El 95% de la población es urbana y
solamente 5% rural.
De 1999 a 2016 captó 44,259.2 millones de dólares de IED; el 9.4% del total de acuerdo
con cifras de la Secretaría de Economía (SE), para ser el segundo mayor captador de
inversión externa productiva del país. Las exportaciones de Nuevo León representaron en
2016 el 9.9% del total, para ser la cuarta entidad más exportadora a nivel nacional.
En diciembre de 2017, la tasa de desempleo de Nuevo León se ubicó en 3.5%, con lo que
se ubicó en el nivel más bajo al cierre de los últimos 12 años, desde que el INEGI reporta
estas cifras. Se le puede denominar el estado de la competitividad. Organismos
internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE) y locales como el Tec de Monterrey, ARegional, Instituto Mexicano para la
Competitividad (IMCO) y el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), que
hacen estudios sobre competitividad, distinguen a Nuevo León como uno de los estados
más competitivos de México, casi a la par de la CDMX. Inclusive El Doing Business en
México 2017 ubicó a la ciudad de Monterrey como el número uno del país en cuanto a la
facilidad para la apertura de un negocio.
Capacidad institucional
Actualmente, la capacidad de las instituciones del sector público está relacionada con la
gobernanza (governance). El punto de partida de esta visión es un marco "ecológico" bajo
el cual los cambios en el papel del Estado con relación a la resolución de problemas
públicos afectan la forma y el contenido de las responsabilidades de las agencias
públicas. En este contexto, la capacidad institucional se refiere a la habilidad de las
organizaciones para absorber responsabilidades, operar más eficientemente y fortalecer
la rendición de cuentas.
Fortalezas Retos
La edad del grupo de población capaz de Retos medio ambientales críticos que van
trabajar debe utilizarse como ventaja para desde la contaminación del aire, escasez
promover el crecimiento económico. de agua y residuos.
Relación existente entre las fortalezas y los retos identificados en el punto anterior
con el modelo o modelos de uso del suelo urbano.
Compare el o los modelos identificados con las nuevas formas urbanas de las
ciudades actuales (multinucleares y policéntricas) y la manera en que estas nuevas
formas urbanas pueden contribuir a resolver los conflictos y debilidades, así como
potencializar las fortalezas y oportunidades en los puntos anteriores.
Actualmente, las nuevas formas urbanas compactan las ciudades haciendo las
construcciones hacia los cielos en equilibrio con áreas verdes, están creando distritos de
trabajo interconectados con eficiencia tanto en transporte urbano, público y rutas ciclistas
para reducir el impacto ambiental. La implementación de políticas de estos distritos
procuran la seguridad, vigilan el cambio de población, reducir desigualdades, acceso a
servicios e incitan a vivir en la zona para evitar el alejamiento de la población a la
periferia.
Referencias
Maldonado, V. y Alarcón, G. (2016). Cambio demográfico en Nuevo León. 14 de
noviembre del 2018, de Revista Internacional de Estadística y Geografía Sitio web:
http://www.inegi.org.mx/rde/wp-content/uploads/2016/09/rde_19_art1.pdf
Aparicio Moreno, C. E., Ortega Rubí, M. E., & Sandoval Hernández, E. (2011). La
segregación socio-espacial en Monterrey a lo largo de su proceso de metropolización.
Región y sociedad, 23(52), 173-207.
Revista Real Estate (2018) Nuevo León, ejemplo del dinamismo económico. Real Estate:
Market & Lifestyle (p. 55) Sitio web: https://realestatemarket.com.mx/articulos/economia-y-
politica/22582-nuevo-leon-ejemplo-de-dinamismo-economico
Rosas Huerta, A. (2008). Una ruta metodológica para evaluar la capacidad institucional.
Política y cultura, (30), 119-134.