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Buenos días licenciadas, doctora, psicóloga, compañeros y demás personal administrativo,

(pausa 3 segundos) mi nombre es edgar uriel angeles cruz y el día de hoy hablare acerca de
la somatización del dolor, para comenzar quiero mostrarles dos videos. (reproducción de
videos) en el primer video, podemos observar un dolor de tipo psicógeno o emocional debido
a la perdida de un ser querido, mientras que, en el segundo video vemos un dolor más
somático, más físico a causa de una fractura.

Entonces el dolor es definido como un experiencia sensorial y emocional generalmente


desagradable asociada a una lesión tisular real o potencial. El dolor constituye la mayor causa
de consulta médica y es considerado un mecanismo de defensa para nuestro cuerpo, se podría
decir que el dolor es la manera en la que el cuerpo nos habla diciéndonos “algo no está bien”.

El dolor se caracteriza por 3 dimensiones, una sensori-discriminativa; la cual hace énfasis en


la capacidad de distinguir las características del estímulo, el espacio y el tiempo, una
dimensión cognitivo-cualitativa; que se refiere a la capacidad de percibir el estimulo y
comprenderlo, y una dimensión afectivo-emocional; esta dimensión corresponde a los
sentimientos de displacer que provoca la experiencia del dolor y el deseo de evitarlo, es mas
referida a un dolor emocional, una experiencia desagradable o un trauma que provoca dolor.

Clasificación del dolor.

El dolor puede clasificarse de distintas maneras.

Según su duración se puede clasificar en; agudo y crónico. El agudo se limita en el tiempo y
con poco compromiso psicológico, un ejemplo de este tipo de dolor es el dolor
musculoesquelético en relación a una fractura. Por su parte el dolor crónico es ilimitado en
su duración y este acompañado de un componente psicológico, este tipo de dolor es
característico de personas con cáncer.

Según su etiología, se puede clasificar en neuropático, nociceptivo, y psicógeno. El


neuropático se produce por el estimulo directo del SNC o por una lesión de vías nerviosas
periféricas, es descrito comúnmente como punzante, quemante y se acompaña de parestesias,
distinesisas, hiperalgesia e hiperestesia. Por ejemplo, la plexo Patía braquial o lumbosacra.
El nociceptivo es el dolor de mayor frecuencia y esta dividido en somático y visceral. El
dolor psicógeno, es aquel dolor en el que interviene el ambiente psicosocial.
Según su localización se clasifica en somático y visceral, el somático se produce por la
excitación anormal de nociceptores somáticos, es un dolor localizado, punzante y que se
irradia según el trayecto nervioso. El visceral por su parte se produce por la excitación
anormal de nociceptores viscerales, es un dolor mal localizado, continuo y profundo, un
ejemplo de este dolor son los cólicos.

Según su curso se clasifica en continuo e irruptivo, el continuo es aquel dolor que persiste a
lo largo del día y no desaparece. Y el irruptivo es transitorio y se puede clasificar en incidental
que es provocado por algún movimiento o acción voluntaria.

Según su intensidad, puede ser leve, moderado o severo, el leve es aquel dolor que no
interfiere con las AVD, el moderado interfiere con las AVD y el severo interfiere incluso con
el descanso de la persona.

El tratamiento del dolor comprende aspectos psicológicos, fármacos, agentes físicos como,
termoterapia, masoterapia,electroterapia,US, laser, entre otros medios terapéuticos. pero y,
¿cómo se valora el dolor? Para la valoración del dolor existen múltiples escalas de valoración,
las mas utilizadas son la escala numérica, descriptiva verbal y EVA.

El termino de somatización del dolor aparece a comienzos del siglo XX por el neurólogo y
psicoanalista Wihem Shekel, y hace referencia al proceso mediante el cual un trastorno
psicológico puede producir síntomas somáticos. Desde la psicología la somatización se
entiende como un mecanismo de defensa inconsciente mediante el cual una persona sin
proponérselo convierte el malestar emocional en un síntoma físico, desviando así la atención
del conflicto psicológico que genera ansiedad.

Estas sensaciones corporales poseen dos componentes uno es la sensación periférica y el otro
la interpretación, la cual puede experimentarse a través de sensaciones somáticas como
peristalsis intestinal, fasciculaciones, cambios en la frecuencia cardiaca, disnea al esfuerzo
físico, entre otros.

Cuando el paciente focaliza la atención en estas sensaciones, se mantiene vigilante a ellas,


las magnifica e interpreta como anormales y amenazantes con la finalidad de buscar ayuda
médica. A esta experiencia se le conoce como fijación somática, si la somatización se
presenta de forma transitoria y como respuesta aguda ante la muerte o perdida de relaciones
importantes o situaciones de trauma, no se debe considerar patológico. Por otra parte el
miedo, la tristeza o la ansiedad pueden traducirse involuntariamente en síntomas como
cefalea, dolor epigástrico o contracturas musculares, entre otros, si por el contrario estas son
persistentes y se asocian a alguna alteración social u ocupacional se considera clínica.

Entre el 63 y 94% de pacientes deprimidos somatizan en algún momento la enfermedad. Se


considera que el origen de la somatización se debe a los altos grados de ansiedad.

Los síntomas característicos de esta enfermedad se pueden clasificar en síntomas dolorosos


como el dolor de cabeza, espalda, dolor en el pecho, en brazos o piernas y dolor articular.
Síntomas gastrointestinales como nauseas, distensión, vomito y diarrea. Y en síntomas
neurológicos como parálisis debilidad perdida del equilibrio y voz dificultad para deglutir
convulsiones y perdida del tacto.

La somatización como se menciono anteriormente se considera que se produce debido a los


altos grados de ansiedad, esto ocasionado por un traumatismo físico o emocional como la
perdida de un ser querido o un accidente de tráfico, y de la misma manera se ocasiona por
estrés laboral, ya que este eleva la ansiedad de una persona.

Tratamiento.

La somatización se debe tratar en forma multidisciplinar teniendo constante comunicación


con el área psicológica y este tratamiento abarca técnicas de analgesia aplicadas en
fisioterapia, así como técnicas de meditación como el mindfulness

En conclusión, la somatización del dolor es una patología en la cual el paciente no finge su


dolor, sin embargo, la causa es externo a lo físico por lo cual debe trabajarse el área emocional
buscando aliviar la sensación física, pero, sobre todo, sanar la herida emocional.

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