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Historia y Cultura Moderna

Material de uso exclusivo para estudiantes de Facultad de Ciencias de la Educación


Capítulos extraídos de Historia del Perú II del fascículo de SEAD. Autora: Elizabeth Hernández García

CAPÍTULO III
LOS INICIOS DE LA COLONIZACIÓN EN EL PERÚ.

1. Afirmación de la Corona española en el Perú.


La monarquía española tardó algunos años en establecerse políticamente firme en el
Perú; las rebeliones de los encomenderos fueron prueba de ello. Pero gracias a la labor de
eficientes funcionarios coloniales, se consigue la organización del virreinato peruano
como tal y la aceptación de la figura del rey español en estas tierras.

Con Pedro de La Gasca, se dio inicio a la pacificación y verdadera


consolidación del poder real en esta parte de América.
La Gasca llevó a cabo la primera visita general en nuestras tierras. La visita
buscaba el objetivo de recabar información demográfica y económica para
establecer el tributo indígena. Estas visitas se han convertido en uno de los
instrumentos de conocimiento de otros ámbitos de la vida de los indígenas del
siglo XVI. Esta primera visita estuvo encargada al arzobispo de Lima Jerónimo
de Loayza, al dominico Domingo de Santo Tomás y al funcionario Polo de
Ondegardo. Por tanto, con La Gasca se dio el primer ordenamiento de la
información sobre el mundo andino.
Otros aspectos de la labor de Gasca fueron:
a. Disposición de nuevas encomiendas.
b. Organización de nuevas expediciones de conquista, siendo las más
importantes las dirigidas a la Amazonía.
c. Sancionó a los que apoyaron la rebelión de Gonzalo Pizarro.
La labor iniciada por Pedro de La Gasca fue continuada por los virreyes
siguientes: Antonio de Mendoza, Andrés Hurtado de Mendoza, Diego López de
Zúñiga, Lope García de Castro y Francisco de Toledo, siendo este último quien
da la energía definitiva para la consolidación del virreinato peruano.
El gobierno de Francisco de Toledo se inicia con una visita general en la que
se establece un reconocimiento de todo el territorio peruano, haciéndose un
registro de los recursos económicos y humanos aquí existentes.
a. Acabó con la resistencia de Vilcabamba, decapitando al inca Túpac Amaru
I en 1572.
b. Distribuyó a la población indígena en las llamadas “reducciones”, que eran
grupos de 500 familias. Con esto, modificó sustancialmente el control de
pisos ecológicos y los lazos familiares entre los ayllus.
c. Impuso la mita colonial, basada en la mita andina, pero sin tener en cuenta
los patrones de redistribución milenarios.
d. Transformó el tributo indígena al establecer que se hiciera en moneda. Pero
esto no se respetó tanto porque los indios siguieron tributando en especies.
e. Convirtió a los curacas andinos en funcionarios coloniales.
1
En otro ámbito de cosas, con el virrey Toledo se dio el auge inicial de la
minería en el Perú y se contribuyó a la creación de una “historia oficial” incaica
en la que se presenta a los incas como usurpadores; esto para justificar la
conquista española. Se afirma que, con ocasión de la muerte de Túpac Amaru I,
el rey de España le amonestó diciendo: “lo he mandado al Perú a servir reyes, no a
matar reyes...”, pero no se sabe del todo la certeza de esta sentencia.
Lo que sí es cierto es que con Toledo se afirmó definitivamente la
organización política y económica en el naciente virreinato del Perú.

2. ¿Cómo se fundaron las ciudades españolas en el Perú?


Todas las ciudades del Perú tuvieron un inicio similar: en torno a la Plaza Mayor o
Plaza de Armas se ubicaban las instituciones de gobierno y administración, y a partir de
ese centro, se extendían las calles hacia los cuatro puntos cardinales. Aún ahora
podemos apreciar esa configuración inicial.

¿Quién fundaba una ciudad? Fundar una ciudad, nos dice José Antonio del
Busto, no estaba al alcance de cualquier español. Era facultad del Capitán
General, de su Lugarteniente o de diez soldados decididos a avecindarse con
sus familias en un lugar prefijado. Donde había Gobernador, a éste
correspondía la fundación, pero podía delegarla, si quedaba lejos de su
jurisdicción, en un Teniente Gobernador.
Francisco Pizarro era, al mismo tiempo, Capitán y Gobernador, así que a él
correspondía la fundación de ciudades. Lo que nunca se dio en el Perú fue la
figura de una fundación llevada a cabo por un grupo de vecinos no menor de
diez.

Algo que todos nos hemos preguntado al ver


en la actualidad algunas ciudades que fueron las
primeras en ese siglo XVI, es qué requisitos debía
cumplir un lugar para constituirse en inicio de la
vida de toda una zona. Estos requisitos por regla
general tenían que relacionarse con las virtudes
del lugar: buenos vientos (fríos porque los
calientes eran tenidos por dañinos), buenas
aguas, buenos bosques, pastos, tierras y buenos
indios. Para el caso de la costa, también el lugar
debía estar cercano al mar para poder construir
un puerto.

2
Hubo muchos casos en los que las ciudades se volvieron a fundar en sitios
distintos al original, y varias veces. Tenemos el caso de Piura, Chachapoyas,
Moyobamba, Huamanga, Huánuco, Arequipa y Jaén.
Detalles que reconocemos inmediatamente en cualquier lugar del Perú los
constituyen el conjunto arquitectónico que rodea a la Plaza Mayor (conocida
ahora como Plaza de Armas). Éste no es tan distinto al actual, debido que se ha
conservado la estructura original, aunque las construcciones y costumbres
hayan cambiado en muchos aspectos. Así tenemos que la Plaza Mayor estaba
rodeada por:
a) La Iglesia. En la época virreinal, el cura párroco vivía ahí.
b) La casa de la autoridad, en la que vivía el Gobernador o quien tuviera a
cargo la ciudad. (Actualmente sería la Municipalidad o el Concejo).
c) Los solares con casas para los vecinos ilustres.
d) El hospital, si es que se podía tener.
e) Establecimientos para la venta de comestibles, para el expendio de
productos, la confección de herramientas e instrumentos de trabajo, etc.

LECTURA:
La siguiente lectura te indicará cómo se llevaba a cabo la fundación de
cualquier ciudad española en el Nuevo Mundo, y te permitirá darte cuenta de
qué valor tenían cada uno de los detalles en la secuencia de la fundación.
"El acto fundacional se ajustaba a ciertos formalismos que constituían, por así
decirlo, un ritual: la proclamación, el desafío y la ejecución. Ese día por la mañana, casi
siempre a hora de misa mayor, el capitán fundador se dirigía al lugar donde estaba desde
la víspera el rollo o picota (tronco clavado en el suelo y tajado en su vértice superior que
era el símbolo de la justicia real); lo seguían los futuros vecinos, también con sus
mejores armas, deteniéndose junto al rollo y haciendo rueda a su alrededor. Entonces,
aquietados y en silencio, el capitán desenvainaba la espada y proclamaba a los cuatro
vientos su intención de fundar allí una ciudad, añadiendo que lo hacía para mayor
servicio de Dios y del Rey. También voceaba el nombre de la nueva urbe y desafiaba a los
que asistían al acto -reto que se hacía una, dos y tres veces a guisa de requerimiento- a
batirse y dirimir por las armas toda disconformidad sobre la elección del sitio. Nunca,
que sepamos, se contestó al desafío (pero pudo hacerse, por amparar esta costumbre el
acto de erección de los alcázares en frontera), por lo que conseguida la uniformidad de
criterio se acercaba el fundador al rollo y levantando la espada, lo hería de arriba a abajo,
descortezándolo en parte. A esto seguía otras veces el cortar los arbustos inmediatos, el
talar la hierba del suelo, el frotar el arma en las gradas del rollo, también el arrojar unas
cuantas piedras que yacían junto a la picota: la intención era demostrar que se tomaba

3
posesión de todo en nombre del Rey. Hecho esto, total o parcialmente, era que declaraba
fundada la ciudad. A estas alturas el escribano de la hueste redactaba el acta en un papel
tamaño folio, utilizando para ello tinta de añil, pluma de alcatraz o cóndor, y tintero de
cuerno. A continuación, empezando por el capitán fundador y acaso el sacerdote, todos
los concurrentes firmaban, rubricaban, hacían su señal u otros lo hacían por ellos. El
documento se cerraba y con él, prácticamente, se abría el primer libro del Cabildo."1

ACTIVIDAD:
Realizada la lectura anterior, responde a las siguientes preguntas:
1. ¿Cuáles eran los pasos a seguirse en cualquier acto de fundación de una
ciudad?
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.............................................................................................................................................
............................................................................................................................................

2. ¿Con qué detalles concretos se demostraba que se tomaba posesión del sitio
en nombre del Rey?
.............................................................................................................................................
.............................................................................................................................................
...........................................................................................................................................

3. ¿Por qué era importante que los protagonistas del acto fundacional dejaran
sus firmas o señales en un documento?
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.............................................................................................................................................
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3. El sistema de encomiendas y encomenderos.


La conquista del Perú está realizada ya con la captura y muerte de Atahualpa y de los
primeros incas de la resistencia. Pero ahora viene lo más difícil:
la colonización, la cual la tienen que llevar a cabo las huestes
conquistadoras. Empiezan los reclamos de recompensas. Se
quiere indios y tierras. Pizarro accede, iniciándose con ello el
sistema de las encomiendas, y uno de los primeros dolores de
cabeza de la Corona.

Dibujo de encomendero, de Guamán Poma


de Ayala

1 BUSTO DUTHURBURU, José Antonio del, La conquista del Perú, p. 169-170.


4
El sistema de encomiendas tuvo su origen en América con la llegada de
Cristóbal Colón a las Antillas. De esas últimas décadas del siglo XV, el sistema
fue descendiendo geográficamente por todo el continente, hasta llegar al
Tahuantinsuyo.
En nuestras tierras, la encomienda se origina con Francisco Pizarro. ¿En qué
consiste, pues este sistema? Venía a ser el derecho concedido por la Corona a
los conquistadores para cobrar para sí los tributos en metales preciosos y
especies a los indios. En contrapartida, el encomendero estaba en la obligación
de darle protección, cultura y evangelización a los indígenas que estaban a su
cargo. En otras palabras, consistiría en un dar y recibir recíproco, pero a distinto
nivel de jerarquía.
Las encomiendas se otorgaron a los conquistadores en retribución a sus
méritos en las batallas contra los indígenas y a su labor conquistadora. También
hay que agregar que Pizarro tuvo que repartir indios en encomiendas para
evitar que los españoles volvieran inmediatamente a la península una vez
repartido el botín de metales preciosos, inutilizando así la labor de conquista
que se había iniciado.
En teoría no fue tan nociva la encomienda como en la realidad. En un inicio,
el tributo se pagaba con productos nativos. Pero también se podía pagar en
trabajo personal, entonces los encomenderos aprovechaban más de este servicio
para el trabajo en sus propiedades. El tributo lo pagaban todos los indígenas
entre los 18 y 50 años.
Los abusos que los encomenderos cometían contra los indígenas a través de
este sistema fueron motivo de controversias entre los pensadores españoles y
los misioneros que intentaban evangelizar a estos naturales. Bartolomé de Las
Casas, por ejemplo, se constituyó en el abanderado de los indígenas, aunque
con su prédica haya perjudicado al elemento negro por considerarlo la
alternativa perfecta para no esclavizar a los aborígenes. Gracias a Las Casas, en
las Leyes Nuevas de 1542, las encomiendas fueron suprimidas, pero para ello
pasaron muchas cosas antes, que no es nuestro objetivo detallar. Sigamos con
las encomiendas.
En la Capitulación de Toledo, Francisco Pizarro recibió el poder de conceder
encomiendas, pero siguiendo las ordenanzas que oportunamente emitiría el rey
sobre el particular. Sin embargo, Pizarro no esperó las referidas ordenanzas y
desde el inicio repartió tierras y encomendó indígenas entre la hueste
conquistadora. De ahí que cuando la Corona se pronunció sobre el asunto

5
limitando las potestades de los conquistadores, se inicien los conflictos entre
éstos y España.
Uno de los problemas que surge con motivo de la posesión de las
encomiendas es el de la perpetuidad. Esto se refiere a que los encomenderos
querían que se les adjudicaran las encomiendas a ellos y a sus descendientes.
Sin embargo, la Corona española no quiso convertirlos en “señores feudales”, por
tanto en sucesivas disposiciones redujo el tiempo de posesión de las
encomiendas.
Los encomenderos tenían administradores, mayordomos, que eran los que
recolectaban los tributos y supervisaban las tareas de los indios. “Los grandes
encomenderos tenían varios empleados que los servían, y administraban las empresas
relacionadas con la tierra y la encomienda... Esto traía como consecuencia que actuasen
como señores feudales, con un grupo de criados españoles y vasallos indígenas. Otros
empleados eran los estancieros..., mercaderes y mineros con quienes a veces formaron
compañías.”2
Pero la encomienda va perdiendo importancia conforme avanzan las
décadas y los siglos. Ya no producía lo que a mediados del siglo XVI. Los
encomenderos podían ser dueños de una encomienda y no vivir en ella, lo cual
no era legal, no cumplían con el objetivo de proteger y cuidar la evangelización
de los indios a su cargo. Entre muchos otros factores, la encomienda fue
suprimida definitivamente el año 1720. Paralelamente, van surgiendo en el
virreinato otros modos de adquirir riquezas y prestancia social: las minas, las
haciendas, los obrajes y, sobre todo, el comercio. En esto último, los limeños
fueron maestros a lo largo y ancho de todo el Pacífico.

ACTIVIDAD:
Responda verdadero (V) o falso (F) según corresponda:
a. La encomienda en el Perú surge ante la necesidad de evitar el retorno
inmediato de los primeros conquistadores a la península. ( )
b. La encomienda no era una extensión de tierra, sino un grupo de indígenas
que se encargaba a un español. ( )
c. La importancia de la encomienda permaneció intacta hasta finales del siglo
XVIII. ( )
d. Los encomenderos tenían la potestad de exigir el tributo a su grupo de
indígenas encomendados. ( )
e. El encomendero estaba obligado a vivir en el territorio de su encomienda. ( )

2 Historia General del Perú, T. V, p. 262.


6
4. La evangelización y las órdenes religiosas.
Una de las características actuales de los pueblos de América latina es la fe cristiana que
profesan. Ella es una herencia colonial. Fe entremezclada con elementos del mundo
precolombino que enriquecen las expresiones de culto. La evangelización fue una prioridad una
vez culminada la conquista de los nuevos territorios; evangelización que asumieron los
misioneros del momento.

Llevar el Evangelio a los confines del mundo desconocido que se descubría


con cada nueva expedición fue la misión esencial de todos los religiosos que
desembarcaron en estas Indias. Pero ese interés tuvo iniciativa estatal; de tal
modo que la evangelización en América y en el Perú fue el resultado del gran
afán que puso la corona española por cristianizar estos nuevos territorios, con el
respaldo o la anuencia de la Santa Sede. Fundamentales en este propósito
fueron las distintas órdenes religiosas que llegaron a nuestro territorio ni bien
iniciado el proceso de colonización, las cuales fueron consideradas por la
metrópoli como auxiliares imprescindibles para la conversión de los indígenas.
Detallando lo expuesto, hay que decir que la evangelización estuvo dada
bajo la custodia de los monarcas españoles por una concesión especial que los
sucesores de Pedro les habían otorgado, concesión que recibe el nombre de
“Real Patronato” o “Patronato Regio”. ¿En qué consiste esto? La Santa Sede
(Roma) delega en los monarcas españoles algunos aspectos de la evangelización
en América; así, los reyes tendrían las siguientes exclusivas prerrogativas:
a. Cobrar los diezmos.3
b. Presentación o propuesta de los nombres de los eclesiásticos con cargos,
desde obispos hasta párrocos.
c. Erección de obispados, etc.
De tal manera que en América, los monarcas españoles y los Papas irían
teóricamente, de la mano en la labor misional. Lamentablemente, en la realidad,
la monarquía cometió muchos excesos y sobrepasó los límites que la Santa Sede
le había concedido. Hubo muchos problemas, pero no son objetivo del punto
que hemos empezado a tratar.
En base a esta conjunción de poderes, potestades y obligaciones, los
monarcas españoles solicitan el apoyo de las primeras órdenes religiosas que
llegan al Perú, las cuales fueron –en orden cronológico- dominicos,
franciscanos, mercedarios, agustinos y jesuitas.

3 Diezmo era el derecho de diez por ciento que se pagaba al rey, del valor de las mercaderías
que se traficaban y llegaban a los puertos, o entraban y pasaban de un reino a otro donde no
estaba establecido el almojarifazgo. El almojarifazgo era otro derecho, que se pagaba por los
géneros o mercaderías que salían del reino, por los que se introducían en él, o por aquellos con
que se comerciaba de un puerto a otro dentro de España.
7
Dominicos:
No es difícil recordar que el fraile de los “sucesos de Cajamarca” era un
dominico. Sí, fray Vicente Valverde, el que leyó al inca Atahualpa el famoso
“requerimiento” pertenecía a la orden fundada por Santo Domingo de Guzmán.
Pero no fue ésa la única actuación de este personaje.
Es nombrado obispo del Cuzco. Viaja a España para informar de las
necesidades de esta nueva provincia y pedir refuerzos humanos de su misma
orden. Informa en carta al monarca español, de los maltratos que sufren los
indios a pesar de las leyes que los protegen.
Valverde murió a manos de los indios en la isla de Puná el año 1541. Su
obra la continuarán sus hermanos de congregación, pues falta aún mucho por
hacer.
Los dominicos tienen en sus manos muchas actividades. Ellos fundarán la
primera universidad americana: la Universidad de San Marcos, siendo su
primer prior fray Tomás de San Martín. Para el año 1553 existen 18 fundaciones
dominicas en el Perú: Lima, Cuzco, Arequipa, Huamanga, Loja, Quito,
Huanuco, Chicama, La Plata (Alto Perú), Chincha, Chucuito, Jauja, Huaylas,
Nombre de Dios, Yauyos, Tucumán, Lampa, Lucanas.4

Franciscanos:
Entre los primeros franciscanos que llegan al territorio peruano está
Francisco de Vitoria, quien en 1553 erige la provincia de los Doce Apóstoles,
llamada “madre” de todas las provincias franciscanas del hemisferio sur.
Establecen conventos en las ciudades de Cuzco, Lima, Trujillo, Huamanga,
Arequipa y Chachapoyas. Desde estos puntos, saldrían en misiones a instaurar
las famosas “doctrinas”. Éstas eran pueblos de indios recién convertidos,
nombre que se les da cuando todavía no se habían establecido las parroquias. A
fines del siglo XVI, las doctrinas franciscanas sumaban 59, con un aproximado
de 120 mil indios en total.
Destaca el convento franciscano de Santa Rosa de Ocopa, en Junín. Desde
este convento, los religiosos se dirigían a misiones en la selva peruana, siendo
muchos de ellos martirizados por los naturales. Los que volvían lo hacían con
conocimientos acerca de las poblaciones, de la geografía, naturaleza y demás
aspectos de las realidades que iban observando y descubriendo. Por ejemplo, el
“boquerón del Padre Abad” es llamado así en honor al franciscano que descubrió
este accidente geográfico. La biblioteca de este convento guarda en su interior
30.000 volúmenes, muchos de ellos del siglo XV.

4 Historia del Perú, Tomo V, p. 321.


8
Mercedarios:
La llegada al Perú de los
mercedarios debió ocurrir por la misma
época que la de los franciscanos.
Erigieron conventos en Piura, Trujillo,
Arequipa, Chachapoyas, Chuquisaca, La
Paz, Potosí, Santa Cruz de la Sierra,
Cochabamba, Quito, Cali, Pasto, Ibarra,
Riobamba, Puerto Viejo.

Fachada de la iglesia de La Merced en


Lima

Agustinos:
Vinieron al Perú el año 1551. En sólo 50 años, los agustinos fundaron un
total de 54 conventos en las distintas ciudades del virreinato peruano; a más de
santuarios marianos como los de Guadalupe, Copacabana y Pucarani, y
numerosas doctrinas en 28 provincias.

Jesuitas:
La Compañía de Jesús llegó a las Indias en el año 1566 y al Perú el año 1578.
Se van a diferenciar del resto de órdenes religiosas por su propia organización
interna.
San Ignacio de Loyola funda esta Compañía con el objetivo de defender la
religión católica de los ataques de las nacientes religiones protestantes de la
Europa del siglo XVI: luteranos, calvinistas y anglicanos. “Milicia de Cristo” se
llamarán y a llevarlo a la práctica vivirán toda su trayectoria.
La Compañía de Jesús advertirá que casi todas las órdenes religiosas en el
Perú se habían centrado en la cristianización del indígena. Entonces, ellas, sin
descuidar a éstos, toman prácticamente en sus manos la formación de las elites,
indígenas y criollas, que serán las que dominen al elemento aborigen en las
provincias americanas. Por ello, es que se afirma que la educación fue la tarea
primordial de los jesuitas en el Perú.
Su riqueza se ha hecho legendaria, pero no todo eran exageraciones. La
orden de los jesuitas era dueña de muchas haciendas azucareras y vitivinícolas
(donde se cultivaba la vid y se elaboraba el vino) a lo largo de la costa, además
del amplio conjunto de residencias a lo largo de todo el territorio virreinal. “La
9
Compañía contaba con residencias o colegios en Lima, Arequipa, Bellavista,
Cochabamba, Cuzco, Chuquisaca, Huamanga, Huancavelica, Ica, Juli, La Paz, Pisco,
Moquegua, Oruro, Potosí, Santa Cruz de la Sierra, Trujillo y las reducciones del
Beni.”5 En la capital del virreinato, los jesuitas poseían el Colegio Máximo de
San Pablo, el noviciado de San Antonio Abad, la casa profesa y templo de
Nuestra Señora de los Desamparados, el colegio del Cercado y el colegio real de
San Martín; además varias haciendas como Villa y San Juan.

Destacó a lo largo de todo el virreinato, la labor de los jesuitas en las


misiones o reducciones de la selva, siendo las más conocidas las del Paraguay.

Sea a través de las doctrinas, de los conventos, de los colegios mayores, de


las reducciones o simplemente de proyectos de evangelización, las órdenes
religiosas cumplieron el trabajo que la corona española y la Santa Sede les había
asignado, impregnando de devoción las calles, los hogares y los centros
públicos de cada una de las provincias de América y del Perú.

ACTIVIDAD:
1. En tu localidad, averigua si existe alguna(s) iglesia(s) de cualquiera de las
órdenes religiosas estudiadas y si es que data de la época colonial. Coloca el
nombre, la fecha aproximada de su fundación, la orden religiosa a la que
pertenece y su ubicación actual.
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2. En cuanto a objetivos, ¿qué diferenciaba a los jesuitas del resto de las


congregaciones que llegaron al Perú?
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3. ¿El término “doctrina” a qué realidad se aplicaba?


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5 Gran Historia Interactiva del Perú, C.D. 3.


10
5. El precio de la conquista.6
Antes de seguir con los aspectos representativos de la etapa virreinal, se ha creído
conveniente tratar uno de los asuntos más polémicos de toda nuestra historia: lo que le
costó a América la conquista española; es decir, la verdad acerca de los excesos que se
cometieron en aras de la colonización y evangelización de América.

El “genocidio indígena”:
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, nos indica que
por genocidio debe entenderse el “exterminio o eliminación sistemática de un grupo
social por motivo de raza, de religión o de política.” Ya nos invade la duda ante la
expresión “genocidio indígena”, dado que la muerte de los indios fue
consecuencia de la conquista y colonización, y no fue el resultado de una
voluntad de matar por cualquiera de las razones dadas por el diccionario. No
hubo intento de matar, pero sí hubo muertes, ¿cómo se explica esto?
La tesis del genocidio indígena data del propio siglo XVI y del XVII cuando
se percibe el descenso poblacional indígena, decrecimiento que se comprueba
en la actualidad con estudios científicos sobre el tema. Intentaremos desarrollar
las razones de esta debacle7 demográfica indígena.

La evangelización:
Lo primero que hay que decir es que la conquista estuvo íntimamente
ligada a la evangelización y se hizo en el nombre de la Fe, pero todo esto derivó
de las circunstancias de su tiempo. Cuando se da el descubrimiento de
América, los Reyes Católicos obtuvieron del Papa Alejandro VI la posesión de
las tierras descubiertas y por descubrir (“Bulas Alejandrinas”) con la obligación
de convertir en cristianos a los indígenas. Pero como éstos –obviamente- no
entendían por qué tenían que convertirse y no aceptaban la fe, la reina Isabel y
sus sucesores tuvieron que aceptar la sugerencia de realizar primero la
conquista territorial y luego iniciar la predicación. Pasó a ser una fe impuesta
después de una conquista militar.
Es bastante fácil imaginar la actitud de los indios: no entendían qué hacían
los curas en su tierra, ni por qué el Papa de Roma había ordenado a los Reyes
de España que les evangelizaran, así que se defendieron como pudieron. La
conquista se vino así encima con todas sus secuelas de robos, matanzas,
violaciones, crueldades con los vencidos y desarraigo de sus costumbres y

6 Este punto ha sido trabajado en base al artículo “El caro precio de la conquista” por Manuel
Lucena Salmoral en Revista La Aventura de la Historia, p. 14-23.
7 Desastre.

11
creencias, etc. Fue una página espantosa de la Historia, semejante a la de todas
las conquistas que en el mundo han sido, incluidas las contemporáneas.
La Iglesia tuvo responsabilidad en esto, porque le dejó el trabajo sucio a la
Corona española, que la asumió en su papel de Vicepatrona de la Iglesia
indiana. Se ha dicho que Roma no tenía posibilidad de realizar tal
evangelización, ni tampoco especial preocupación por convertir a los gentiles,
ya que estaba enfrascada en los problemas europeos y en las luchas contra los
protestantes. Sea como fuere, Roma hizo dejación de sus obligaciones
apostólicas y los españoles las asumieron, realizando la primera gran matanza
de los indios.

La explotación del indio:


Tras la conquista vino la colonización, en la que se impuso la explotación
del indio, cosa que produjo la segunda mortandad indígena. La esclavitud del
indio, el trabajo forzado indígena, principalmente el realizado en los lavaderos
de oro y el sistema de repartos y encomiendas, produjeron la segunda gran
catástrofe demográfica. Fue denunciada en la isla de Santo Domingo por los
padres Montesinos y Córdoba, en 1510. Para prevenir que siguieran
produciendo más víctimas, se dieron las leyes de Burgos, Valladolid y Madrid
(1512 y 1513), que pretendieron suavizar las condiciones laborales de los
naturales (jornadas, alimentación, remuneración, etc.), pero fueron
ampliamente violadas y no dieron resultado alguno; por eso el padre
Bartolomé de Las Casas inició su lucha para que se suprimieran la esclavitud
del indio, el sistema de encomiendas y las conquistas, que consideraba origen
de todos los males. Su obra, relacionada con los orígenes de la Leyenda Negra y
con el genocidio indígena, merece ser reseñada brevemente.
El padre Las Casas llegó a España en 1516 para denunciar ante Fernando el
Católico el maltrato que sufrían los indígenas. El Rey murió a los pocos meses y
el religioso hizo entonces lo mismo con los regentes Cisneros y Adriano de
Utrech, presentándoles un primer Memorial de Agravios y un Memorial de
Remedios, completado luego con el Memorial de Denuncias. Posteriormente
emprendió una campaña para informar al Rey y al Consejo de Indias de las
irregularidades que se cometían con los amerindios, convencido de que las
desconocían por completo. En 1541 se entrevistó con el Emperador, a quien
entregó otra serie de memoriales sobre lo mismo. Entre éstos figuraba un
resumen catastrofista de lo que había ocurrido en Indias hasta entonces, que
tituló Destruición de las Indias, bastante apropiado para una obra polémica. Se lo
dedicó al príncipe Felipe, en cuyas manos iban a recaer la corona y el futuro del
Nuevo Mundo.

12
Las Casas acabó la Brevísima en 1542 y logró su objetivo de escandalizar a
Carlos V, que ese mismo año dictó las Leyes Nuevas, prohibiendo seguir
maltratando a los indígenas y suprimiendo las encomiendas en segunda vida
(luego dio marcha atrás ante la rebelión de los encomenderos). En cuanto al
objetivo de suspender las conquistas fue más difícil y objeto de otra polémica
sobre la llamada “guerra justa” (1550). Se abordó en una comisión de teólogos y
juristas en la que estuvieron presentes Las Casas y Sepúlveda, enzarzados en
una espectacular controversia, que terminó también con victoria de Las Casas,
pues la Corona mandó suspender las conquistas indianas a partir de 1550.
Los relatos de Las Casas, si bien se centran en hechos ciertos, fueron
exagerados en sus dimensiones, dado que tenían como objetivo escandalizar a
los monarcas, cosa que, como se ha visto, consiguió.
La explotación del indio condicionó su caída demográfica, pero no fue sólo
por eso. Detallemos un poco más.

El trabajo obligatorio:
Originó otra matanza de naturales. Entre las culturas formativas
precolombinas (que cubrían la mayor parte de lo que fue luego
Hispanoamérica) se practicaba una economía de subsistencia de la que se pasó,
por imposición española, a otra de producción de excedentes agrícolas y de
metales preciosos. Los indios fueron repartidos y encomendados y tuvieron
que trabajar de lunes a sábado y de sol a sol, alejados frecuentemente de sus
familias. Muchos naturales de las regiones de agricultura intensiva
(Mesoamérica8 y Andes) fueron además transformados en improvisados
mineros, laborando en lugares áridos y a veces situados a gran altura, donde
morían exhaustos. Se ha dicho que los caminos de mita fueron verdaderos
caminos de sangre, y efectivamente debió ser así.

En cuanto al sistema de encomiendas, resultó también muy duro, pues el


pago del tributo les exigía duplicar su esfuerzo, sobre todo cuando comenzó a
disminuir la población. Las leyes españolas a favor de suavizar este trabajo
fueron ineficaces y es significativo que desde finales del siglo XVI los indios
huyeran de las encomiendas para convertirse en jornaleros.

El impacto psicológico:
Ha sido considerada como otra causa del descenso de población aborigen.
Es conocido que algunos pueblos antillanos practicaron el infanticidio;

8 Mesoamérica: región que los americanistas distinguen como de altas culturas, y cuyos límites
se encuentran entre una línea que corre al norte de la capital de la República de Méjico, y otra
que corta América Central por Honduras y Nicaragua.
13
restringieron la natalidad en tiempos difíciles empleando plantas
anticonceptivas; y, además, dejaron de cultivar la tierra para alejar a los
españoles, padeciendo enormes hambrunas. Este fenómeno fue menos
apreciable en el continente y, sobre todo, en las regiones de mayor demografía
indígena, que son las más significativas a estos efectos.
La expansión ganadera amenazó también la existencia del indio agricultor –
las estancias ganaderas ocuparon antiguas tierras de cultivo-, pero aunque
incidiría en su decrecimiento, no pudo ser un elemento de consecuencias
catastróficas, ya que también compensó a los indios con el aporte de proteínas
(gallinas, cerdos, ovejas).

Las enfermedades:
Mucho más importantes fueron las epidemias del Viejo Mundo,
introducidas por los descubridores, conquistadores y aventureros (también
llegaron algunas con la ganadería), pues produjeron enorme mortandad entre
los indígenas.
Se sabe que la viruela exterminó gran parte de la primitiva población de
Santo Domingo. La viruela –que introdujo en Veracruz un negro de Pánfilo
Narváez- flageló a los aztecas, sitiados por Cortés en Tenochtitlán, y se extendió
luego a Guatemala, Centroamérica y Sudamérica, llegando a Perú antes que los
españoles –los incas la llamaban los granos de los dioses- y entre sus víctimas se
contó al propio inca Huayna Cápac.

En 1529 se produjo una


epidemia de sarampión que
recorrió igualmente América de
norte a sur; en 1545, fue de
tifus9; en 1558, de gripe; en
1563, de viruela; en 1576, de
tifus; en 1588 y 1595, de viruela.
La breve periodicidad
epidémica impedía la
recuperación de las enormes
mortandades. Considerando lo
que estas epidemias supusieron
para Europa en la Edad Media,
puede imaginarse su

Indio enfermo de viruela. Pintura de Martínez de


9Género de enfermedades infecciosas, graves, con alta fiebre, delirio o postración, aparición de
Compañón
costras negras en la boca y a veces presencia de manchas punteadas en la piel.
14
repercusión en América, donde no existían anticuerpos, ni métodos apropiados
de combatirlas. El azote siguió diezmando a los indios hasta que perdió
eficacia, a mediados del siglo XVII. Precisamente cuando la población aborigen
llegó a sus cotas mínimas, como se ha dicho.

El mestizaje:
Fue otro factor de incidencia en la disminución de los indios. Españoles y
negros se mezclaron con las indias (menos frecuente fue la mezcla con indios),
dando origen a mestizos y zambos, grupos étnicos diferenciados de sus
ancestros. El problema fue aumentando progresivamente, pues los mestizos
volvían a unirse frecuentemente con las indias, mermando la descendencia
auténticamente indígena. Los 400.000 mestizos que existían a mediados del
siglo XVII eran prueba de ello.

Todo este conjunto de factores explica la catástrofe demográfica indígena,


que difícilmente puede considerarse genocidio, salvo quizás durante los años
iniciales de la conquista, cuando sería más apropiado hablar de las espantosas
matanzas de indios, tal como hicieron los cronistas clásicos, pues
posteriormente los españoles se dedicaron a vivir a costa de los indios y sabido
es que “nadie mata a la gallina de los huevos de oro”. Para que exista genocidio
tiene que darse necesariamente la voluntad de exterminar a un pueblo, y ni la
Corona dio la orden de matar a unos indios que le daban muy buenas rentas, ni
los españoles estuvieron dispuestos a hacerlo, ya que les daban “de comer”
como se decía.
Cosa muy diferente es el hecho probado de que los españoles explotaran
inmisericordemente a los indios durante la colonización y que esto motivara
parte de la catástrofe demográfica. Más que pedir perdón por el genocidio,
habría que hacerlo por esta explotación del indio, aspecto en el que fueron
maestros los españoles que vivían en Indias, junto con otros europeos de su
época y aún de épocas posteriores.

LECTURA:
A propósito de la conquista y sus consecuencias negativas –que fueron las
inmediatas- recogemos una petición actual en cuanto a la “restitución” por el
daño inflingido.

Perdón, propósito de la enmienda y restitución son los tres requisitos que la Iglesia
romana dice que deben seguirse para limpiar toda mácula de pecado. Algunos
americanos piensan que debería hacerse justamente eso para reparar los atropellos
cometidos contra los indios del Nuevo Mundo en los siglos pasados. El perdón ya ha
15
sido concedido e incluido en el documento “Memoria y reconciliación”, que el Papa
Juan Pablo II dio el 12 de enero de 2000, cargando sobre sus cansadas espaldas el peso
de los muchos pecados que, para la expansión de la fe en América, cometió la iglesia que
dirige. Falta ahora que la Corona española haga lo mismo por la parte que le tocó en tal
empresa.
Lo del propósito de la enmienda parece fácil, ya que ni el Papa ni el rey parecen
proclives a emprender nuevas conquistas, papel que los tiempos han traspasado a los
líderes mundiales. Pero lo de la restitución es harina de otro costal. El Tribunal de
Derechos de los Indios de Bolivia pidió ante el Tribunal de La Haya (1989) que el
Vaticano y España les pagaran 10 billones, con “b”, de dólares, en concepto de
indemnización por el genocidio y robos cometidos en la conquista y evangelización de
América; a razón de 500 dólares por cabeza y año de los afectados. Esto supondría que
cada sufrido contribuyente español pagara unos 150 millones de pesetas para reparar lo
que sus supuestos antepasados les hicieron a los supuestos antepasados de los indios de
hoy.
La idea de las restituciones no es nueva. Los indios actuales la han tomado del padre
Bartolomé de Las Casas, que la formuló al emperador Carlos V en una
“Representación” de 1542, un manuscrito que acompañó a su “Brevísima” y al
“Memorial de remedios”. Señaló en ella que todos los bienes que tenían los
conquistadores se los habían robado a los indios y que como éstos (los indios) eran
vasallos del Rey, se los habían robado a la Corona, motivo por el cual el Rey podía
“quitalles todas las haciendas que tienen, sin dejarles un maravedí a tan grandes
ofensores de Dios y de V.M., pues no son suyos, sino que las han robado a los vasallos
de V.M. y por consiguiente a su real patrimonio”.
Como el asunto era vidrioso, propuso que los conquistadores devolvieran cuando habían
robado a los indios que estuvieran vivos o a sus descendientes, si podían conocerse; pero
si los indios hubieran fallecido o no tuvieran heredero legítimo, se quedarían con el
50%, entregando al Monarca la otra mitad. El emperador se apropiaría además de todo
lo que los conquistadores habían robado en el Nuevo Reino de Granada, donde habían
sido extremadamente crueles, así como también de lo robado por los conquistadores que
habían regresado a España.
Si Las Casas observaba ya grandes dificultades para devolver a los indios en 1542 lo que
les habían robado los conquistadores, calcúlese el lío que sería ahora encontrar
auténticos descendientes de tales naturales. Casi tan difícil como hallar españoles que
descendieran de aquellos conquistadores ladrones, y que serían en definitiva los que
deberían restituir. Habría que buscar además a muchos de ellos en la propia América, si
seguimos a Las Casas. En cuanto a la idea lascasiana10 de que el Rey se quedara con la

10 Referido a Bartolomé de Las Casas.


16
parte del grueso de las devoluciones, por ser el dueño de las Indias (por donación papal),
es un tema sugerente que brindamos a los asesores económicos de la Casa Real.
En todo este asunto del perdón, con sus secuelas de enmienda y restitución, tiene
mucho que ver obviamente el grado de solidaridad que se tenga con los pecados
cometidos por los antecesores de un papa, un rey o de los ciudadanos de un país.
Nosotros, por ejemplo, tenemos serias dudas de que Juan Pablo II, Juan Carlos I y los
españoles actuales tengan algo que ver con el genocidio y los robos cometidos en la
conquista de América al amparo de la expansión de la Fe, siendo por tanto complicado
pedirles responsabilidades. Lo que sí puede hacerse es conocer la verdad histórica y
aceptarla, por dura que resulte.

ACTIVIDAD:
Responde a las siguientes interrogantes:

1. ¿Por qué no es apropiado hablar de “genocidio indígena” en el caso americano


a inicios de la conquista y colonización españolas?
.............................................................................................................................................
.............................................................................................................................................
....................................................................................................................................

2. ¿Qué logros obtuvo el P. Las Casas para solucionar el problema indígena del
Nuevo Mundo?
.............................................................................................................................................
.............................................................................................................................................
....................................................................................................................................

3. ¿De qué manera el mestizaje contribuyó a disminuir la población netamente


aborigen?
.............................................................................................................................................
.............................................................................................................................................
....................................................................................................................................

2. ¿Por qué resulta tan difícil actualmente “restituir” lo expropiado por los
conquistadores españoles en los siglos coloniales a los indígenas?
¿Consideras que sería necesario hacerlo?
.............................................................................................................................................
.............................................................................................................................................
....................................................................................................................................

CAPÍTULO IV
17
EL VIRREINATO DEL PERÚ

1. Organización política y administrativa.


La conquista fue un momento de transición que daría lugar a una etapa prolongada
como fue la virreinal. Esta última dista mucho de ser monótona y tranquila como nos la
pueden pintar artistas plásticos y literatos. Tres siglos de constante actividad son los
que intentamos resumir, iniciando el estudio con la configuración política y
administrativa del Perú, pilares en torno a los cuales se perfilaría la sociedad y la
cultura.

El Virreinato del Perú fue creado para conseguir una mejor administración
de las rentas pertenecientes al Estado imperial e instaurar un orden político y
jurídico más eficiente. Pero la primera forma política del antiguo territorio del
Tahuantinsuyo no fue el virreinato, sino la Gobernación.

El Perú fue dividido en dos gobernaciones: Nueva Castilla y Nueva Toledo.


La primera comprendía el territorio conquistado desde Tumbes hasta el Cuzco;
y la segunda desde el Cuzco hacia el sur, hasta la parte de Chile conquistada
por los Incas. Nueva Castilla correspondería a Francisco Pizarro, y Nueva
Toledo a Diego de Almagro. Ya hemos visto que esta división fue el inicio de las
disputas entre los viejos conquistadores. Al morir Pizarro y Almagro el Viejo,
los límites entre una y otra gobernación desaparecieron, y a todo el territorio se
le llamó Gobernación del Perú.

Es recién con las Leyes de Indias de 1542 que tendríamos la forma política
virreinal, que se hace mucho más firme con la llegada a nuestras tierras del
virrey Francisco de Toledo.
La organización administrativa de nuestro virreinato dependía de una
estructuración matriz que era la que regía desde la península. Así tendríamos
que el Perú se gobernaba desde España con las instituciones siguientes:

1. Rey
“Son los monarcas los sagrados substitutos del mismo Dios para el temporal
gobierno de sus pueblos, y los que ejercitando el poder y la grandeza que reciben de su
divina mano, tienen como autores de las leyes civiles y protectores de las eclesiásticas, la
hermanada obligación de que unas y otras se observen con pureza.”11

11“Relación de gobierno” del virrey Gil de Taboada. Citado por: Lohmann Villena, Guillermo
en Historia General del Perú, Tomo V, p. 17.
18
Esta cita es claro reflejo del concepto que los reyes tenían de su propia
persona y que estaba latente en la mentalidad de los súbditos. El monarca
representaba la autoridad de Dios. Esta afirmación veremos que se maneja
incluso décadas después de la independencia de América, encarnada en los
presidentes republicanos.12
Siguiendo la doctrina escolástica –que es la que se vive en América y explica
el fidelismo de los pueblos en las ocasiones de mayor peligro para la causa
realista- el poder procede de Dios y radica en el pueblo. Éste delega ese poder
en una persona o institución para el gobierno de todos, estableciéndose así un
pacto contractual entre el gobernante (y sus sucesores) y el pueblo detentador
de la soberanía. Por consiguiente, el origen del poder del rey, además de ser
divino, procederá de la voluntad de los súbditos. Siendo así las cosas, el rey
tenía sus limitaciones en el ejercicio de su autoridad.

Las limitaciones iban por el lado de las leyes. El poder que ejercía el rey era
absoluto; sin embargo, debía ceñirse al establecimiento de la justicia, a los
principios religiosos y morales, y al respeto por las normas jurídicas básicas. Si
no cumple estos puntos, se convierte en tirano y puede ser –en teoría- objeto de
subversión de los vasallos.
El rey tenía en sus manos el gobierno de todos los aspectos de la vida de los
súbditos. Sin embargo, también delegaba funciones para poder abarcar todos
los flancos. Así, para el caso americano, determinados aspectos eran
controlados por otras instituciones metropolitanas.

2. Consejo de Indias.
Fue creado en 1519, dentro del Consejo de Castilla, y en 1524 se organizó de
modo independiente. Entre sus atribuciones tenemos las siguientes:
conocimiento de los asuntos judiciales procedentes de las audiencias
americanas, nombramiento de funcionarios, presentación de obispados, asuntos
de economía colonial y buen trato a los indios.
"Las atribuciones del Consejo de Indias abarcaban todos los asuntos referentes a
América y Filipinas, incluso los financieros,... Era un órgano tanto de gobierno como
judicial, ya que resolvía en última instancia las causas importantes: residencia de
virreyes, visitas a los tribunales, encomiendas, etc."13

12 Destacan los discursos de Bartolomé Herrera en la década del 40 del siglo XIX, cuando
afirmaba que los males que se habían cernido sobre el Perú se deben a que las personas habían
olvidado que la autoridad de los gobernantes emana del Dios mismo. Discurso en las exequias
de Agustín Gamarra, 1842.
13 SÁNCHEZ BELLA, Ismael, Historia del Derecho Indiano, p. 194.

19
Los miembros del Consejo –los consejeros, mayormente- eran seleccionados
de entre aquellos que tuvieran una larga e impecable trayectoria en el escalafón
burocrático, preferentemente de entre los que hayan tenido actividades
relacionadas con las Indias occidentales, de tal modo que el conocimiento que
tuvieran de América contribuya a su administración eficiente.14
Aunque pareciera que este organismo ya se encargaba de todos los asuntos
americanos, existía otra institución que tenía en sus manos atribuciones mucho
más concretas, y sin embargo no menos importantes por ser referidas a la
navegación y al comercio: la Casa de Contratación.

3. Casa de Contratación.
Creada en 1503, esta institución se encargaba -como ya lo adelantábamos- de
todos los casos de comercio y navegación hacia América. Ella concedía los
permisos para viajar hacia las posesiones españolas de este continente. El
asunto de los permisos era cosa bastante importante para la Corona. No
cualquiera podía pasar a las Indias occidentales. Se cuidaba mucho la calidad y
el tipo de gente que pedía autorización para cruzar el Atlántico desde España.
La Casa de Contratación se hallaba establecida en la histórica ciudad de
Sevilla. Actualmente, en esta sede se encuentra el Archivo General de Indias.

José María Ots y Capdequí nos completa la visión que debemos tener sobre
las funciones de este organismo metropolitano. "... fue, al propio tiempo que el
organismo rector del comercio peninsular con las Indias, una institución de gobierno
con atribuciones políticas -singularmente en el orden fiscal-, una pieza importante en el
ramo de la Administración de Justicia y un factor poderoso para el estudio de la
geografía colonial y de la ciencia náutica de la época."15
Viendo las cosas más concretas, la Casa de Contratación veía detalles como:
la capacidad técnica de los pilotos y capitanes de las naves que realizaban el
comercio con los territorios ultramarinos; los escribanos o notarios que deberían
ir en las embarcaciones, ante quienes debía formularse el registro de cada
unidad de mercadería que se embarcase, la remisión a Sevilla de los registros de
estas mercancías, etc.
La Casa de Contratación se encontraba subordinada al Consejo de Indias.

Los párrafos anteriores corresponden a la administración de las Indias


occidentales desde la península. Pero en América -y por ende en el virreinato

14 Cfr. LOHMANN VILLENA, Guillermo en Historia General del Perú, Tomo V, p. 21.
15 OTS Y CAPDEQUÍ, José María, Historia del Derecho Español en América..., p. 106.
20
peruano- el organigrama del gobierno y administración continuaba a través de
las siguientes instituciones:

1. Virrey:
En estos párrafos trataremos de dejar consignados asuntos poco o nada
conocidos sobre la figura del virrey, el cual fue -en la práctica- mucho más que
el simple representante del rey en estas Indias.
Era el "alter ego" (el otro yo) del rey. Para América el nombre "virrey" surge
desde 1492, cuando en las capitulaciones de Santa Fe, a Cristóbal Colón se le
concede el título de virrey-gobernador de las tierras que descubriera. "precedió
así, en el papel, la institución virreinal al hecho mismo del descubrimiento de América...
este nombramiento de virrey expedido a favor de Colón tuvo un carácter más honorífico
que efectivo."16 Cristóbal Colón no fue virrey nunca, pues no se creó la forma
virreinal en la práctica sino hasta décadas después.

El mandato del virrey duraba cinco años; pero no siempre fue así. Al inicio
de la colonización, el puesto era asignado de por vida. Luego se redujo a tres
años y posteriormente quedó establecido cinco años como máximo obligatorio.
En casos excepcionales, se dejaba al virrey al mando mucho más tiempo, como
por ejemplo aconteció con Fernando de Abascal en las primeras décadas del s.
XIX.
Las atribuciones que tenía el virrey se concretan en tres rubros: las de
gobernador, las de capitán general y las de presidente de la audiencia.

FUNCIONES DEL VIRREY COMO:


Tenía a cargo la administración de la capital y sólo la
supervisión de los servicios administrativos de las demás
GOBERNADOR gobernaciones y capitanías generales del virreinato.
CAPITÁN Tenía el mando militar supremo en la capital y en el
GENERAL virreinato.
Le competían determinadas tareas en la organización y
PRESIDENTE DE superintendencia de la judicatura, pero no debía
LA AUDIENCIA. entrometerse personalmente en la administración de la
justicia.17

¿Fue el virrey un auténtico "rey" en su jurisdicción? Hay que decir que sí,
aunque con limitaciones. Sí, porque considerando la distancia entre la metrópoli

16 Ibídem, p. 133-134.
17 Cfr. KONETZKE, Richard, América Latina. II..., p. 121-122.
21
y América y la lentitud de los medios de comunicación de la época, el virrey
tenía que decidir muchos asuntos independientemente del visto bueno del
monarca. En cambio, las limitaciones iban por el lado de que su poder no podía
ser omnipotente -y de hecho no lo fue- por las presiones de los grupos de poder
que se fueron formando en las distintas provincias del virreinato. En concreto,
el virrey podía tener la oposición de los oidores de la audiencia, de los vecinos
ilustres que conformaban los cabildos y de los grandes comerciantes de los
cuales dependía pecuniariamente para salvar el presupuesto del virreino.
Al final de su mandato, el virrey era sometido en la metrópoli al llamado
Juicio de Residencia, en el que se analizaba la labor realizada durante los años de
su gobierno.
Presentamos, a continuación, la relación de virreyes y encargados de
gobierno que tuvo el virreinato peruano hasta el año de la Capitulación de
Ayacucho.

VIRREYES Y GOBERNADORES GOBIERNO

Blasco Núñez Vela 1544-1546


Antonio de Mendoza y Pacheco 1551-1552
Andrés Hurtado de Mendoza 1556-1560
Diego López de Zúñiga y Velasco 1561-1564
Lope García de Castro
Francisco de Toledo 1569-1581
Martín Enríquez de Almansa 1581-1583
Fernando de Torres y Portugal 1585-1589
García Hurtado de Mendoza 1589-1596
Luis de Velasco y Castilla 1596-1604
Gaspar de Zúñiga y Acevedo 1604-1606
Juan de Mendoza y Luna 1606-1615
Francisco de Borja y Aragón 1615-1621
Diego Fernández de Córdova 1622-1629
Luis Jerónimo de Cabrera y Bobadilla Cerda y Mendoza 1629-1639
Pedro de Toledo y Leiva 1639-1648
García Sarmiento de Sotomayor 1648-1655
Luis Enríquez de Guzmán 1655-1661
Diego de Benavides de la Cueva 1661-1666
Pedro Fernández de Castro 1667-1674
Baltasar de la Cueva Enríquez 1674-1678
Melchor de Liñán y Cisneros 1678-1681
Melchor de Navarra y Rocafull 1681-1689
Melchor de Portocarrero y Laso de la Vega 1689-1705
Manuel de Oms y Santa Pau 1707-1710
Diego Ladrón de Guevara 1710-1716
Carmine Nicolás de Caracciolo 1716-1720
Fray Diego Morcillo Rubio de Auñón 1720-1724
José de Armendáriz 1724-1736
José Antonio de Mendoza Caamaño y Sotomayor 1736-1745
José Antonio Manso de Velasco 1745-1761
Manuel de Amat y Junient 1761-1776
Manuel de Guirior 1776-1780
Agustín de Jáuregui y Aldecoa 1780-1784
22
Teodoro de Croix 1784-1790
Francisco Gil de Taboada y Lemos 1790-1796
Ambrosio de O’Higgins 1796-1801
Gabriel de Avilés Iturbide y del Fierro 1801-1806
Fernando de Abascal y Sousa 1806-1816
Joaquín de la Pezuela y Sánchez de Aragón 1816-1821
José de la Serna y Martínez de Hinojosa 1821-1824

2. Audiencia.
Siguiendo con la jerarquía en la autoridad política, tenemos esta institución.
La Audiencia era, ante todo, un tribunal de justicia. A ella recurrían todos los
habitantes de este virreinato para solucionar sus litigios sea cuales fueren los
móviles de los mismos.
Además de ser un tribunal de justicia, se considera a la audiencia como un
órgano de gobierno, pero sólo a la Audiencia de Lima. Por ser la sede donde
residía el virrey, esta audiencia era gobernadora interina en los distritos de tres
audiencias más: Panamá, Quito y Charcas.
Se puede afirmar que la audiencia era el órgano más poderoso dentro de
una provincia americana. En el orden judicial, tuvieron jurisdicción en primera
instancia tanto en la esfera civil como en la criminal. Sobre todo, fueron
tribunales ordinarios de apelación. Además, los oidores (miembros de la
audiencia) debían ser los custodios de los principios generales que animaban a
la política colonial española. La principal obligación que impusieron los reyes a
las audiencias fue la de velar por la justicia en los países recién conquistados. A
lo largo de los siglos, veremos cómo es que estos propósitos, por lo general, no
se cumplieron a cabalidad.

3. Cabildo.
El cabildo estaba compuesto por los vecinos o ciudadanos de pleno derecho,
o sea habitantes de la ciudad que poseían bienes raíces urbanos y figuraban en
el registro de vecindario. Se componía de dos jueces municipales (alcaldes) y los
consejeros (regidores), cuyo número oscilaba según la índole y tamaño de las
ciudades.
En contraposición a lo que se suele pensar generalmente, el cabildo en la
época colonial no constituyó la representación de la totalidad de la población;
por tanto, no se puede concebir como una institución democrática. Los cargos
de cabildantes eran propiedad de una clase social y económicamente
privilegiada: los criollos, los cuales estuvieron muy pendientes de sus
particulares intereses que de representar la voz de toda la población del
virreinato.

4. Corregimiento.
23
Hay que decir que los corregimientos perduraron toda la época virreinal
hasta el siglo XVIII, en el que son sustituidos por las intendencias, consecuencia
de una de las medidas de los reyes borbones.
Las unidades administrativas inferiores eran los corregimientos o alcaldías
mayores.

En el ámbito de nuestro virreinato, existieron dos corregidores: los corregidores


de indios y los corregidores de españoles. La diferencia de funciones entre uno
y otro estaba dado por la jurisdicción que les correspondía: unos en territorios
de población mayormente blanca, y los otros en poblaciones mayoritariamente
aborígenes.
En líneas generales, las atribuciones de estos funcionarios se podrían
resumir en las siguientes: presidir las sesiones del cabildo de su jurisdicción;
hacer cumplir las disposiciones adoptadas por la corporación municipal;
realizar una visita o inspección de su distrito; dar atención especial a la puntual
recaudación de las rentas correspondientes al Tesoro Real, entre otros.

La función de recaudar el tributo indígena era cumplida solamente por el


corregidor de indios; y era éste, por tanto, el que ha pasado a la historia como
injusto, ingrato e inhumano, motivo siempre de descontentos entre este grupo.
Otra actividad que llevaban a cabo era el llamado “repartimiento” o “reparto
mercantil”.

El reparto consistía en la facultad que tenían los corregidores de indios para


facilitar la adquisición de artículos necesarios para su subsistencia. El problema
vino dado cuando el corregidor obligaba a comprar mercancías y cuando éstas
no eran necesarias para el aborigen. Lógicamente, el corregidor había
establecido vínculos con los comerciantes que le proporcionaban estos artículos,
de tal modo que ambas partes ganaban beneficios, en perjuicio del aborigen.
Esta actividad fue una de las más odiadas por los indígenas, y una de las
banderas de la rebelión de Túpac Amaru II.
El año 1784, el sistema intendencial se establece en el virreinato del Perú.
Los corregidores dejan el paso a los intendentes, de los cuales se espera mayor
eficiencia y justicia en sus funciones. Pero al final, también éstos terminarán
metidos en el sistema de corrupciones que venía dándose siglos atrás.

24
ACTIVIDAD:
Una vez leídos los párrafos anteriores, completa el cuadro que a continuación se te
presenta:

ORGANISMO UBICACIÓN FUNCIONES O ATRIBUCIONES


GEOGRÁFICA
Consejo de Indias

Virrey

Audiencia

Cabildo

25

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