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Los sellos prehispánicos son objetos portátiles que combinan el arte de la escultura (por la talla
en relieve de sus rasgos) y la decoración impresa (a través de su huella con pintura o en relieve).
Además de usarse directamente para la impresión de diseños en las superficies y la decoración
corporal, los sellos poseían símbolos ideográficos por medio de los cuales se podían comunicar
mensajes.
Los sellos se utilizaron para pintar o imprimir en casi todas las superficies, incluyendo la
decoración corporal que utilizaban tanto hombres como mujeres. Asimismo, podrían haberse
usado en el comercio y probablemente como emblemas de distinción social. Poseen una amplia
variedad de diseños y motivos, en los que está presente el mundo animal (zoomorfos), plantas y
flores (fitomórfos), partes del cuerpo humano (antropomorfos), imaginarios (símbolos
abstractos) y una gran variedad de grecas y formas geométricas. En otros casos hay ejemplos
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con figuras de deidades. Todas estas formas tenían un fuerte aspecto simbólico relacionado a la
naturaleza circundante y a su concepción del universo.
Mesoamérica se distingue por su rica biodiversidad y los mayas en particular aprovechaban las
plantas por su propiedad medicinal, artesanal, alimenticia, decorativa, sagrada, energética,
simbólica y adivinatoria. Las plantas y las flores no sólo eran decorativas, sino que tenían
distintos significados. Aunque las representaciones más tempranas presentan figuras de maíz y
brotes de vegetación en artefactos y estelas, también aparecen tallos,
hojas y flores ilustrando la superficie de sellos, especialmente en los
cilíndricos y tubulares.
Entre las imágenes más importantes en el arte maya se encuentran los Este sello –con espiga en
la parte posterior-
inspirados en la fauna neotropical. Para los mayas prehispánicos, los representa a un cazador
animales fueron la principal fuente de proteína y una de las principales con un pájaro en cada
fuentes de materia prima como pieles, plumas, hueso, pelo y otros mano. Fundación La Ruta
materiales. La adaptación de los animales como carnívoros, herbívoros, Maya. Reg. 1.2.144.778
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frugívoros (que comen fruta) o hematófagos (que se alimentan de sangre) sirvió también para que
los grupos prehispánicos los asociaran a determinados rasgos naturales, deidades o niveles del
Universo.
Los mamíferos dominaron gran parte de los motivos decorativos en el arte prehispánico. Las
imágenes más comunes son los felinos (especialmente el jaguar y el puma), los cánidos (perros y
coyotes), pecaríes o coches de monte, venados, monos, armadillos, conejos y algunos roedores.
También encontramos sellos decorados con una amplia gama de reptiles, anfibios, peces,
crustáceos y lo que podrían ser caracoles.
Sello con figura de venado. Sello con figura de iguana. Los reptiles
Simbólicamente se relacionaba al plano como la iguana y el lagarto se
terrestre, la fertilidad y la vegetación asociaban al inframundo acuático
Fundación La Ruta Maya Fundación La Ruta Maya
Reg. 1.2.144.781 Reg. 1.2.144.786
El jaguar es el símbolo de poder de mayor jerarquía en todas las culturas prehispánicas del
continente americano. Asesino silencioso y furtivo, por analogía se le asocia con la guerra y el
sacrificio, con sacerdotes y guerreros. Su habilidad para ver en la oscuridad lo asocian también
con la brujería y la magia, como alter ego o "espíritu animal compañero" de sacerdotes y reyes.
Su capacidad para cazar en tierra, sobre los árboles y tener un peculiar gusto por el agua le ha
valido el papel mítico de “señor de los animales” y estar íntimamente relacionado a los
diferentes niveles del Universo: cielo, tierra e inframundo. En efecto, su asociación con las
fuentes del agua lo relacionan con la fertilidad de la tierra y su carácter como el predador más
grande y eficaz del neotrópico, capaz de cazar tanto al alba como al anochecer, le identifica con
el sacrificio y el sol diurno y nocturno.
El símbolo del jaguar era tan importante para los gobernantes mayas del Clásico, que los
nombres de gran parte de ellos, lo incluyen en sus títulos reales. Su colorida piel, que también es
muy suave al tacto, era especialmente apreciada en toda la América prehispánica y entre los
grupos mesoamericanos fue utilizada como vestimenta emblemática de reyes-guerreros. Con la
piel se hacían pantalones ajustados (similares a los leggings de la actualidad), capas, faldines,
trajes completos, cinturones y fajas, guantes o mitones (muchas veces con las garras incluidas),
máscaras, etc.)
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La piel también servía para forrar códices, cojines, colchones, bancas y tronos reales. Los tronos
no sólo se cubrían con piel de jaguar, sino que en ocasiones tenían la propia forma del animal,
como se puede ver en la Estela 20 de Tikal (Guatemala) o en varias imágenes reales en
Palenque, Chiapas (México) y Copán (Honduras). Su comercio involucraba mercaderes de
distintas regiones de Mesoamérica e incluso algunos distinguidos comerciantes vestían pieles de
jaguar. Se sabe que durante el Posclásico, la expresión “extender una piel de jaguar" era
sinónimo de guerra, y en la época Colonial el “petate de jaguar” aún era el asiento de autoridad
de los consejos indígenas. Finalmente, para los siglos XIX y XX se reportaba que el jaguar era un
nawal o espíritu animal compañero para los líderes políticos y espirituales de las tierras altas de
Chiapas (México) y Guatemala, mientras que los individuos de menor rango tienen ocelotes,
conejos o pizotes (zarigueyas).
En efecto, en numerosas vasijas mayas, varios personajes con rasgos primatoides se representan
como artistas en el acto de tallar, escribir o pintar. Otros estudios sugieren que las imágenes de
artistas-primates se basan especialmente en la morfología y el comportamiento del mono araña
(Ateles geoffroyi) y el mono aullador (Allouata pigra).
Además de los artistas, los mercaderes confiaban en el simbolismo mágico de estas criaturas,
seguramente por su afinidad al comportamiento humano y la capacidad para ejecutar o imitar
algunos movimientos que podrían identificar rasgos de un carácter propio de los humanos. Entre
estos están los movimientos que semejan el baile, las muestras de afecto, el arreglo personal, el
juego, la pelea y el transporte y lanzamiento de objetos. Por tal motivo, el mono también fue
apreciado como mascota para la nobleza.
Otros elementos decorativos muy importantes se inspiraron en las aves, esas criaturas
multicolores que atrajeron la atención de los pueblos prehispánicos a través de su canto, su
plumaje, su apariencia y su comportamiento natural. Referencias tempranas de aves aparecen
no sólo entre los mayas, sino en otras culturas mesoamericanas, especialmente como figuras
pintadas en cerámica, talladas en piedra o como materia prima para elaborar objetos de arte
plumario. En el arte monumental, por ejemplo, el ave aparece como el componente más
importante de los tocados y penachos reales.
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Sello con agarrador rectangular en la parte Sello con la figura de un colibrí. En su pecho
posterior. El pico curvo, el detalle alrededor del destaca un motivo frecuente en los sellos: la
ojo y sus plumas largas, delicadamente talladas, voluta en forma de espiral
nos indican que podría tratarse de una Fundación La Ruta Maya
guacamaya (Ara macao) Reg. 1.2.144.779
Fundación La Ruta Maya
Reg. 16.2.5.493
Las aves en general ocuparon los rangos más altos en la jerarquía sobrenatural que habita el
Universo Maya pero tenían un simbolismo polivalente: unas estaban relacionadas al cielo
(quetzal, guacamayas, loros, aves rapaces y demás pájaros de plumaje colorido) y otras a las
entradas del inframundo (como es el caso de las aves acuáticas y nocturnas). Las lechuzas y
tecolotes, por ejemplo, se relacionaban a la muerte y eran
vistos como los mensajeros del inframundo.
Además del mundo natural, otros elementos geométricos forman parte de la mente universal
humana y se observan desde la prehistoria en todos los continentes. El motivo más conocido en
los sellos mayas prehispánicos quizás sea la espiral, seguida de las volutas, grecas, elementos
cuadripartitos, ondas, líneas inclinadas, triángulos, círculos y otros. Estos diseños generalmente
delimitan los espacios, enmarcan la imagen principal o definen los bordes.
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Ranita estilizada con piel manchada. Su
Sello cilíndrico con la imagen de Chac
forma triangular aparece también en la
de perfil izquierdo.
cerámica, escultura y textiles mayas
Fundación La Ruta Maya
Fundación La Ruta Maya
Reg. 1.2.144.287
Reg. 16.2.5.480
Sobre los diseños artísticos en Mesoamérica, uno de los primeros estudios fue el de Adolfo Best
Maugard2 (1923) quien identificó “siete motivos fundamentales que dieron origen al arte
aborigen”, los cuales tomó del arte azteca, maya, totonaca, y otros. Con ellos identificó todas las
variantes de las formas que se pueden apreciar en el arte prehispánico, las cuales,
independientemente de su origen y significación, son las siguientes: 1.-Espiral, 2.- Círculo, 3.-El
medio círculo cortado 4.- S o "curva de la belleza", 5.-Línea ondulada, 6.-Línea en zig-zag, y 7.-
Línea recta
Su asociación o mezcla combinada da como resultado elementos abstractos -tales como las
grecas, círculos y cuadrados concéntricos- así también dando origen a los motivos naturalistas:
antropomorfos, zoomorfos, fitomórfos o astromorfos (nubes, soles, luna, estrellas y rayos). En
conjunto, todos estos motivos forman diseños que son la materia prima del arte prehispánico
mesoamericano (Mendiola, 2002).
Entre los sellos prehispánicos, las figuras geométricas se encuentran especialmente en los sellos
cilíndricos y en los sellos rectangulares que presentan diseños repetitivos o en filas. Sin
embargo, estos diseños también aparecen en el arte pictórico cerámico y las esculturas y tallas
en caliza y estuco… No cabe duda que uno de los grandes placeres del ser humano es apreciar y
decorar su entorno.
Sello rectangular con diseños Sello con puntas decoradas y la imagen Sello rectangular con 3 pajaritos.
geométricos y volutas en 3 filas de un venado al centro. Nótese que la orla o espiral da forma a
Fundación La Ruta Maya Fundación La Ruta Maya sus cuerpos.
Reg. 16.2.5.746 Reg. 16.2.5.1071 Fundación La Ruta Maya
Reg. 16.2.5.209
2Best Maugard, Adolfo. 1923. Método de Dibujo: Tradición, Resurgimiento y Evolución del Arte Mexicano.
Universidad Nacional Autónoma de México, México D.F.
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Referencias:
Paredes Maury, Sofía. 1996. FLORA Y FAUNA EN EL ARTE MAYA DE TIKAL. Proyecto
Mayarema-EduCAREmos. Petén, Guatemala.
Paredes Maury, Sofía. 2011. CELEBRANDO EL DÍA DE LA BIODIVERSIDAD: Cómo Veían los
Antiguos Mayas su Entorno Natural. Fundación La Ruta Maya, Guatemala.
Velasco, Ana María y Debra Nagao. MITOLOGÍA Y SIMBOLISMO DE LAS FLORES. Revista
Arqueología Mexicana (páginas 28-34).