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Arqueología y Sociedad,

Nº 20, 2009

El «Hombre Ballena» de nasca*

Christiane Clados**

Resumen
Una de los personajes iconográficos presentes a través de todo el desarrollo de la sociedad nasca es la
divinidad con cuerpo de ballena. En este artículo, a partir de la observación de su representación en 12
ceramios, se presenta sus principales atributos y su ámbito de acción.

Palabras claves
Iconografía nasca, atributos, orca, cabezas trofeo.

Abstract
One of the present iconographic personages across the whole development of the society nasca is the
divinity with whale body. In this article, from the observation of his representation in 12 ceramios, there
appears his principal attributes and his ambience of action.

Keywords
Nasca iconography, attributes, orc, heads trophy.

* Traducción de Ch. Clados.


** Freie Universität Berlin.

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Arqueología y Sociedad, Nº. 20 2009

El desenvolvimiento de la cultura Nasca de la mostrar un número alto de rasgos característi-


costa sur peruana aconteció (Menzel 1977) en- cos, no tratan de representar «correctamente»
tre 200 a. C. y 600 d. C. Al lado de la arqui- los rasgos anatómicos. Más les importa de que el
tectura monumental, los geoglifos y petroglifos, personaje sea identificable. Tanto en la pintura
sistemas de irrigación extensos, los trabajos en como en la escultura actúan las mismas prerro-
oro cobre y madera, son ante todo los textiles y gativas en la representación.
la cerámica policromos los que caracterizan la Los rasgos específicos del «hombre-ballena»
imagen de esta cultura. El contexto arqueoló- se pueden describir como una composición que
gico en realidad es todavía bastante poco co- junta rasgos de humano con rasgos ictiomor-
nocido, y por lo tanto no hay una comprensión fos. La estructura doblemente determinada se
mayor de la historia de la sociedad que produjo refleja en un cuerpo en forma de pez al cual se
imágenes y objetos. agrega en la parte inferior rasgos humanos. El
Partiendo de los logros de la cultura Paracas cuerpo ictiomorfo es la parte mucho más resal-
los nascas desarrollan a partir del siglo 2 antes tante y parece ser inspirada siempre en la misma
de nuestra Era imágenes y un arte figurativo muy especie de animal. En las imágenes tempranas
complejo. La iconografía nasca ya tiene una tra- de nasca, que están más cerca del original en la
dición muy larga (Seler 1923, Carrión Cachot naturaleza, esta resulta ser la parte dominante
1931, Yacovleff 1932, Tello 1959, Tello y Mejía (fig. 1).
El cuerpo del cetáceo se divide en cabeza,
Xesspe 1979, Sawyer 1961 y1966, Roark 1965,
tronco, cola y aletas. La primera y segunda aleta
Proulx 1969 y 1991, Naville 1965-67, Harth
dorsal, muchas veces también la del vientre y la
Terré 1973, Berezkin 1975, Allen 1981, Wolfe
anal, aparecen como puntas triangulares. Dos
1981, Golte 1999), pero a pesar de ello resulta
extensiones contrapuestas en forma de daga re-
ser una rama relativamente abandonada de la
presentan a la cola. Por lo menos para las fases
arqueología cognitiva del área andina. Las di-
Nasca 1-3 su interpretación casi unánime como
vinidades del complejo icónico nasca impresio-
orca (Orcinus orca) parece convincente (Roark
nan al observador por su riqueza y variabilidad 1965, Sawyer 1979, Proulx 1991). Es que a este
de formas. Un catálogo sistemático no existe delfino predador caracteriza en la parte superior
hasta el momento y la formulación de modelos una piel de color negro oscuro y en la inferior
interpretativos recién está comenzando (Golte una de color blancuzco, así como una franja
1999). Entre el gran número de divinidades al- ocular blanca y una mancha en forma de media
gunas han tenido un lugar primordial a lo largo luna detrás de la aleta dorsal mayor. Todos los
de los 800 años de historia de la cultura nas- rasgos identificadores pueden ser reconocidos
quense. Algunas están presentes ininterrumpi- en las imágenes del Nasca Temprano, pero re-
damente a lo largo de todo este período. A estas sulta difícil hallarlos en las estructuras fuerte-
también pertenece la divinidad con cuerpo de mente «ornamentalizadas» de esta divinidad en
ballena, conocida como «orca». Por lo general el período tardío de esta cultura (Fig. 2).
la comprensión de ella se reduce a su imagen de Pero como el desenvolvimiento de esta di-
captora de «cabezas trofeo». En este artículo se vinidad se puede rastrear a lo largo de todo el
tratará de presentar partiendo de doce pinturas período Nasca y como también se mantiene el
y ceramios escultóricos sus rasgos identificato- contexto temático asociado a ésta divinidad, se
rios, el inventario de sus atributos y el ámbito puede suponer que también en estas formas me-
de acción de este personaje. nos cercanas a la naturaleza se quiere represen-
En la representación de figuras y objetos tar a un ser con las características de la especie
los pintores y escultores nascas se preocupan de de la orca.

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Christiane Clados El “Hombre Ballena” de Nasca

A pesar de que la imagen de esta divini- «mandorla», con un significado quizás parecido
dad cetácea predadora muestra un perfil formal al que tiene en el arte budista o helénico.
cambiante, las representaciones del híbrido en- Las representaciones del «hombre-ballena»
tre ballena y humano se asemejan en sus par- de los períodos tempranos de Nasca muestran
tes constitutivas básicas. La coloración de la claramente más consistencia que los de las fases
superficie puede variar bastante. Muchas veces intermedias. Efectivamente llama la atención la
es casi sobrecargada. Ahí hay abreviaciones en versatilidad de este personaje en el Nasca Me-
forma de tejas para darle un aspecto escamoso, dio, lo que a su vez podría ser un indicador de
pero también encontramos cabezas trofeo, ar- cambios socio-políticos.
mas, plumas torcidas, plantas cultivadas y peces. Al «hombre-ballena» hay que diferenciarlo
Con estos se revela al espectador los interiores de otra divinidad ictioforma, el «hombre-balle-
del cuerpo. La cabeza de la divinidad ballena es na de cabeza felina», cuyo cuerpo compuesto de
caracterizada por unas fauces en forma de «V». tres elementos se deja separar del de dos com-
Dientes grandes, puntiagudos y con manchas ponentes que ostenta la «orca». Hasta el mo-
rojas marcan a éstos como ensangrentados. Por mento los dos han sido percibidos como uno. El
debajo del cuerpo ictiomorfo se halla la parte segundo merecerá una discusión aparte.
inferior de un cuerpo humano, en las fases tem- La actividad recolectora de cabezas trofeo
pranas aparece sólo un brazo humano. Con ra- ha sido puesta de relieve por casi todos los au-
ras excepciones la parte cetácea parece añadirse tores (Putnam 1914, Seler 1923, Roark 1965,
de forma horizontal al cuerpo humano. El cuer- Proulx 1991). Como para las fases tempranas de
po humano es vestido con un camisón, algunas Nasca no disponemos de una contextualización
veces con rayas verticales hasta la cintura, y un de la divinidad en escenas más complejas, son
taparrabo; en caso de que solamente aparece la especialmente las representaciones de los perío-
parte inferior del cuerpo humano, ésta también dos medios y tardíos (Nasca 4 a Nasca 7, según
muestra el taparrabo (Fig. 3). la secuencia de Berkeley) las que muestran una
Un arma utilizada repetidas veces en las con- vinculación de la divinidad con entornos que
frontaciones bélicas costeñas, el tumi, se halla permiten hacer interpretaciones sobre su rol y
frecuentemente en la mano del brazo humano, sobre los momentos en los cuales se produci-
y le confiere características guerreras a la divini- ría la captación de cabezas trofeo. Estas esce-
dad. También la divinidad Q en Moche(Lieske nas complejas muestran a la divinidad cetácea
1992: 83-86, Golte 1994: 101), con formas de predadora en escenas que la vinculan con otras
un pez predador, aparece con esta arma. Igual divinidades, y en este sentido rompen el aisla-
como las divinidades antropomorfas mochica, miento de las imágenes en las primeras fases. En
llamadas A, B, C y D (Lieske 1992, Golte 1994), la fase Nasca 7 aparece un ser emparentado por
la orca de los períodos tardíos muestra un halo su forma con el «stinger animal» (Menzel 1967)
de rayos. En su caso se trata siempre de una como aliado en una batalla, en la cual seres hu-
«mandorla» que rodea todo el cuerpo, y no una manos forman el bando contrario. Las figuras 4
«aureola» que rodearía únicamente la cabeza (M.N.A.AH.-Lima: C-35090) y 5 (M.B.C.R.-
(Fig. 2). Los rayos tomarían la forma de volu- Lima: ACE.978) muestran a los dos unidos en
tas y puntas. Éstas no se tienen que interpretar, una batalla.
como se postula hasta el momento, como un La vasija ritual del M.N.A.A.H. de Lima
resultado de un desarrollo estilístico, tildado de (fig. 4) muestra en la superficie, que imita a las
«proliferous», y en este sentido una «multiplica- paredes escalonadas de un patio ritual, la imágen
ción de elementos decorativos», sino como una de dos «hombres-ballena» y un «stinger animal»

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Figura 1: El “hombre-ballena” de los períodos tempranos nasquenses, armado de un tumi.

Figura 2: El “hombre-ballena” de la fase 7.

Figura 3: El “hombre-ballena” con un tumi levantado para la batalla.

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Figura 4: Dos “hombres-ballena” y el “stinger animal” en batalla. Vasi-


ja en forma de un patio con muro escalonado.

Figura 5: El “hombre-ballena” y el “stinger animal” en batalla.

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Figura 6: Pareja humana en el patrón de una estructura de templo con frontispicio falso. Las
paredes laterales muestran la imagen del “hombre-ballena”.

Figura 7: Mujer desnuda. En sus glúteos aparece la divinidad cetácea en batalla.

Figura 8: El “hombre-ballena” en los hombros de un personaje guerrero.

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Figura 9: Guerrero de rango alto con la corona de “hombre-ballena”.

Figura 10: Representación de “hombre-ballena” con estólica y arma dentada.

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Figura 11: Representante de “hombre-ballena” (abajo derecha) vence a un enemigo.

Figura 12: Vasija escultórica en forma de “hombre-ballena”, con plantas de lúcuma en el dorso.

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Christiane Clados El “Hombre Ballena” de Nasca

con dos colas superpuestas. El trasfondo mues- ra masculina (¡) de la categoría de «big man»
tra piedras lanzadas y peces y podría indicar que (compárese Pezzia 1969). Tanto el adorno en el
el campo de batalla se encuentre cerca del agua. tocado, una corona con la imágen del «hombre-
La pintura del tambor, con tres cuerpos de reso- ballena», y la vestimenta adornada indican con
nancia, del M.B.C.R. de Lima (fig. 5) muestra suma probabilidad el rango social del personaje
los mismos protagonistas. La orca, rodeada por (Murra 1962 [1968]: 710-729; Benson 1979,
una mandorla y una figura semejante al «Wari VII: 291). En un bolso amarrado alrededor del
Stinger Animal», también rodeada por un halo cuello, que cuelga sobre su espalda, lleva dos
de rayos que encierra a todo el personaje, apare- cabezas trofeo. Estas serían una indicación de
cen juntas en una batalla. La última muestra un su capacidad como guerrero y la de obtener las
cuerpo relleno de peces, y con sus garras ya ha cabezas trofeo, lo que a su vez estaría vinculado
captado dos cabezas humanas. Lanzas y cintas a la fertilidad de la tierra.
utilizadas para colgar las cabezas trofeo y facili- Los «figural allographs» (Kubler 1967), los
tar su transporte, están distribuidas por el fondo. representantes de la divinidad cetácea, se mues-
Tipifican a una batalla que terminaría en la cap- tran ricamente adornados y en muchas batallas
tación de cabezas trofeo humanas. aparecen como los victoriosos, o de sus bocas
El cetáceo predador es un motivo frecuente emana agua (dulce) con peces (Gayton y Kroe-
de las paredes das laterales de arquitectura en ber 1927: pl. 15 A, B).
miniatura. Aparece en las paredes escalonadas Un aspecto excepcional y hasta el momento
de patios ceremoniales (fig. 4), plataformas de completamente ignorado de la divinidad cetá-
varios niveles sin escalera (Gayton y Kroeber cea la ofrece un ceramio escultórico (fig. 12) del
1927: pl. 1 B) y de edificios con frontispicio falso Museo Linden de Stuttgart (Inv. M 32325 L).
(Lehmann y Doering 1931: 29), las que siempre De las aletas dorsales del cetáceo, vestido con
muestran una pareja humana desnuda, posible- una túnica con flecos y una falda correspon-
mente algo como una «pareja primordial» (Fig. diente, brotan entre las volutas y las puntas de
6.). La relación entre el «hombre-ballena» y la su «mandorla» arbustos de lúcuma, lo que sería
figura femenina se explica en una vasija del Mu- una indicación inequívoca de la capacidad fer-
seo Etnográfico de Berlín (VA 50926, Col. Gret- tilizadora de este ser. El interior del cetáceo se
zer) (fig. 7). Esta escultura muestra a una partu- halla repleto de cabezas trofeo, lanzas, así como
rienta que aprieta con sus brazos su vientre. varias representaciones de un arma de corto al-
Una urna del museo de Antropología de cance, cuyo mango tiene la forma de una cabeza
Munich (Mayrock 255: fig. 8) muestra una di- de cóndor. Esta y la caza trofeo recién capturada
vinidad antropomorfa, que pareceria tener una hacen alusión a las batallas con guerreros hu-
mascara plana de arcilla. Esta armada con un manos.
atado de lanzas con puntas de obsidiana y lle- Concluyendo, se puede asumir que el híbri-
va varias cabezas trofeo. Entre su botín también do «hombre-ballena» nasca es un personaje que
aparece una pareja humana en coito, quizás sea se deja ligar principalmente con la caza de cabe-
la «pareja primordial». En los hombros de esta zas trofeo. El uso de las cabezas trofeo, o «cabe-
divinidad guerrera aparece la imagen del «hom- zas rituales» (Coelho y Neira Avendaño 1972)
bre-ballena». en los contextos arqueológicos es sumamente
El cerámio C-30738 del M.N.A.A.H. de variado (Silverman 1993: 225). Probablemente
Lima abre una nueva dimensión del ámbito de no solamente tienen que ser considerados en re-
la divinidad cetácea. La imagen del «hombre- lación con el «hombre-ballena» como trofeos de
ballena» aparece en el turbante de una figu- guerra. En todas las investigaciones sobre este

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personaje no se ha considerado la amplitud de Fig. 9: C-30738, M.N.A.A.H.; dib. C. Clados


su área de influencia. Muchos personajes del Fig. 10: C-04783, M.N.A.A.H.; dib. C. Clados
panteón Nasca muestran aspectos de cazadores Fig. 11: Lavallée 1986: 147, dib. C. Clados
de cabezas trofeo. Cabezas trofeo, sin embar- Fig.12: M32325 L, Linden-Museum Stuttgart
go, son uno de los elementos que caracterizan 1989: 137
a los personajes. El ámbito de influencia y de
acción de la divinidad cetácea es caracterizado Bibliografía
por una serie de elementos. La cercanía a una Allen, C. J.
divinidad emparentada con el «stinger animal» 1981 “The Nasca Creatures: Some Proble-
es especialmente visible en las fases tardías de ms of Iconography”. Anthropology 5:
Nasca. Ella resulta ser aliada del «hombre-balle- 43-70. New York.
na» en una guerra en la cual los contrincantes Benson, Elizabeth P.
humanos son vencidos. De la misma forma, los 1979 “Garments as Symbolic Language in
hombres representantes de la divinidad «hom- Mochica Art”. Actes du 42 Congrès
bre-ballena» resultan victoriosos en las batallas. International des Américanistes, (París,
La divinidad cetácea aparece en las paredes 1976), tomo 7; pp. 291-299.
de edificios y parece ligada a una «pareja pri- Berezkin, Yuri E.
mordial» de humanos, lo que indicaría que una 1978 “Khronologiya srednego i pozdnego
tal pareja daría origen a un grupo de humanos etapov kul’turë Mochika (Peru)”. So-
descendientes de ella. La existencia de coronas vietskaya Arkheologiya 2: 78-95. Moscú.
de «hombre-ballena» indicaria que la divinidad Blasco, María y Luís Ramos
está ligada también al ámbito de poder en Nas- 1985 Catálogo de la cerámica nazca del Mu-
ca. El prestigio y la habilidad para la guerra se seo de América. Madrid: Ministerio de
relacionan con este personaje. Finalmente, la Cultura.
existencia de representantes de ella que origi- 1992 “Continuidad y cambio: Interpreta-
nan chorros de agua y plantas alimenticias y con ción de la decoración de una vasija
ello los aspectos fertilizadores, la convierten en nazca”. Revista Andina 10(2): 457-
una divinidad que no solamente tiene al mar 471.
como ámbito de acción, sino que abarca mucho Blasco, María
más. Y probablemente sea esta polifuncionali- 1991 Catálogo de la cerámica nazca del Mu-
dad, y especialmente el señorío derivado de ella, seo de América. Volúmen II: Recipientes
que contribuyó a que esta divinidad exista con- decorados con figuras humanas de ca-
tinuamente por el espacio de unos 700 años. rácter ordinario o con cabezas cortadas
u otras partes del cuerpo humano. Ma-
Créditos de las ilustraciones drid: Minesterio de Cultura.
Fig. 1: Kauffmann-Doig, 1978: nr. 4 Carrion, Rebeca
Fig. 2: C-10112, M.N.A.A.H; dib. C.Clados 1931 “La indumentaria en la antigua cul-
Fig.3: Museo Arqueológico Rafael Larco Herre- tura de Paracas”. Wira Kocha. Revista
ra 1997: Nr. 112: XSC-034.005 Peruana de Estudios Antropológicos
Fig. 4: C-35090, M.N.A.A.H.; dib. C. Clados I(1): 37-86.
Fig. 5: ACE 978, M.B.C.R. Lima; dib. C. Clados Coelho, Penteado y Máximo Neira
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