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LICENCIATURA EN COMUNICACIÓN
EL SOLDADO
El primer día del mes de septiembre de 1939 está marcado a fuego en la historia
de la humanidad. Podemos considerar que fue ese día en el que comenzó de
manera oficiosa la Segunda Guerra Mundial tras la invasión Nazi.
Él era solo un muchacho con 20 años de edad que había escapado de las garras
de los nazis y se había unido al ejército Americano con tal de encontrar y dar libertad
a la familia que le había sido arrebatada guardando la esperanza de que aun
siguieran con vida, se entregó en cuerpo y alma a la lucha y cuando sentía sus
fuerzas desfallecer, cuando miraba alrededor y el hedor a muerte lo asaltaba,
cuando quería rendirse solo le bastaba una mirada al relicario que le pertenecía a
su madre en donde guardaba una foto de él, con su madre y sus dos hermanos, él
sabía que tenía un propósito estar ahí e iba a llegar hasta el final.
Al fin había llegado el día por el cual tanto había estado luchando, Alemania
estaba fuera de combate, ahora solo le quedaba buscar a su familia entre los
campos de concentración y exterminio que estaban por toda Alemania.
Y aunque la guerra seguía dirigida hacia Japón, el ya no tenía nada que hacer
ahí, su propósito seguía siendo el mismo y seguir en la guerra ya no era el medio
que necesitaba.
Es ahí donde la conoció, cuando él estaba llorando de impotencia por no saber
si los encontraría, cuando estaba llorando por no saber que le depararía el futuro.
Ella llego tan tímida pero tan valiente, solo se sentó a lado de él acompañándolo
en su dolor, sin preguntar ni decir nada, hasta que un silencio invadió a ambos.