ECONOMICAMENTE PARA LA INOCUIDAD ALIMENTARIA Para se conoce estos peligros en un Plan de Inocuidad Alimentaria, se puede implementar medida preventivas para controlarlos, impidiendo enfermedades o lesiones. Entre los peligros químicos se encuentran los alérgenos alimentarios, las micotoxinas, las sustancias químicas toxicas, etc.; y los peligros físicos incluyen metales, vidrios y otros objeto que puedan causar lesiones. Todos estos defectos se pueden controlar en el procesamiento de alimentos o por medio de las BPM: sin embargo, en algunos casos no se relaciona directamente con la inocuidad del producto, pero si afectan las condiciones dadas, no se incluyen en dicho plan. La contaminación de algunos peligros químicos ocurre de forma natural, pueden ser componente natural del alimento (alérgenos alimentarios) o se producen en el ambiente natural sin ninguna relación con la actividad humana (micotoxinas), así como también debido a errores en la formulación del producto (sulfitos u otros aditivos) o encontrarse de forma involuntaria en los alimentos (metales pesados, plaguicidas, etc.). Los efectos de las Sustancias Químicas en la Salud dependen de la sustancia y su nivel en el alimento, ya que algunas pueden causar enfermedad inmediatamente, en corto plazo (alérgenos alimentarios no declarados – alegría) y a largo plazo (plomo en caramelos). Lo que determina si un producto es un peligro es la cantidad y tipo de sustancia química, más no la presencia de este. Para la inocuidad de las sustancia químicas utilizadas, se evalúan según su uso, estableciendo límites reglamentarios para los contaminantes químicos, que determina las consecuencias a largo y a corto plazo. Los alérgenos alimentarios no declarados representan un tercio, según el Registro de Alimentos Reportable de la FDA.