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LOS EXOPLANETAS

El pasado mes de febrero del presente año La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio
(NASA) realizó una conferencia de prensa anunciando planetas recién descubiertos del tamaño de la
Tierra orbitando una estrella en el sistema Trappist-1. ¿Pero acaso es esto posible?, ¿un cuerpo celeste
orbitando alrededor de una estrella que no sea el Sol, nuestra estrella? Sí, se trata de un exoplaneta, un
exoplaneta se define como un planeta que orbita una estrella diferente al Sol -es decir hablamos de otra
estrella- y que, por tanto, no es perteneciente a nuestro Sistema Solar. Los planetas extrasolares se
convirtieron en objeto de investigación científica en el siglo XX. Muchos astrónomos suponían su
existencia, pero carecían de medios para identificarlos. La primera detección confirmada se hizo en 1992,
con el descubrimiento de varios planetas de masa terrestre orbitando el púlsar Lich. La primera detección
confirmada de un planeta extrasolar orbitando alrededor de una estrella de la secuencia
principal (Dimidio), se hizo en 1995 por los astrónomos Michel Mayor y Didier Queloz. Desde entonces
el número de hallazgos ha crecido año tras año.

Esto nos lleva a otra pregunta importante ¿por qué tanto interés en el descubrimiento de exoplanetas?,
Moyano, especialista en el denominado método de tránsito, responde así en una entrevista realizada por el
canal UCN, “Éste, busca estudiar los pequeños cambios de luz que se producen en las estrellas. Cuando
un planeta está orbitando y está eclipsando nuestra línea de visión, se puede observar que periódicamente
cae un poco el brillo de su estrella, ya que el planeta está bloqueando parte de esa luz”, explicó, haciendo
referencia a cómo encontrar estos tipos de cuerpos celestes en el espacio.

Para el docente, la importancia de investigar estos cuerpos en particular es debido a que con ellos puede
estudiar varias cosas. “Por ejemplo, esta orientación favorable del sistema permite estudiar la atmósfera
del planeta a través de la espectroscopia de transmisión, ya que parte de la luz que nos llega cruza la
posible atmósfera del planeta y por lo tanto la luz de la estrella trae esa información. Asimismo, se puede
determinar su masa y tamaño”, indicó.

Para Moyano, es relevante la existencia de estos planetas y los futuros estudios de éstos, ya que al ser
pequeños se necesita tecnología de punta para poderlos estudiarlos. “Es extremadamente interesante
intentar estudiar estos objetos en la zona habitable, ya que mediante el estudio de sus atmósferas se puede
saber si tienen condiciones para la vida” indicó.

Hasta 1995 la única estrella con planetas conocidos era el Sol y el sistema planetario que habitamos. En
ese año se descubrió el primer planeta girando alrededor de otra estrella, fue en 51 Pegasi. Desde entonces
se han descubierto 420 estrellas con algún planeta a su alrededor, y son más de 500 los exoplanetas
figuran en los catálogos.

En la actualidad no hay construido ningún telescopio capaz de fotografiar el disco de una estrella, están
tan lejos que solo se ven como un punto sin dimensiones. Entonces ¿cómo se descubren los exoplanetas?
Es evidente que si no se ve el disco de la estrella más difícil aún es ver el del planeta. Para descubrirlos se
emplean métodos indirectos: variaciones en la luminosidad y en el movimiento de la estrella. Órbita de un
planeta alrededor de una estrella

Si se tiene la suerte de que el planeta, visto desde la Tierra, cruza por delante de la estrella, durante el
tiempo que pasa por delante oculta ligeramente a la estrella, lo que produce una pequeñísima disminución
de su brillo. La variación del brillo da información adicional sobre el tamaño de la estrella, del planeta, la
distancia a la que se mueve, etc. Otra opción es detectar los movimientos de la estrella. Habitualmente
decimos que, por ejemplo, la Tierra gira alrededor del Sol, lo cual no es exactamente cierto. Recordemos
la imagen del lanzador de martillo, dentro de su red de protección vemos que el lanzador hace girar la
pesa, pero si nos fijamos vemos que el atleta no está girando erguido, sino que también está arqueado. El
verdadero eje de giro pasa por el ombligo del atleta, en tanto el resto del cuerpo se arquea en sentido
contrario para compensar la fuerza ejercida por el martillo sobre él. Si el martillo fuese transparente, o tan
pequeño que no lo viésemos, podríamos detectar su existencia por el arqueo del cuerpo.

Igual le sucede a la Tierra con la Luna, o al Sol con los planetas. Dada la gran diferencia de masas
existente entre el Sol y la Tierra, el movimiento de la Tierra es muchísimo más evidente que el del Sol,
pero este también se mueve. Un observador muy alejado, que no viese la Tierra, podría detectar su
existencia por el movimiento del Sol. Cuando la Tierra se acercase al observador el Sol se alejaría y
viceversa. Y, ¿Como se detecta ese alejamiento-acercamiento?

El efecto Doppler hace que cuando una fuente luminosa se aleja del observador el color de su luz parece
más rojo, y cuando se acerca más azul. El fenómeno es el mismo que se percibe cuando un automóvil se
aproxima, su sonido parece más agudo y cuando se aleja más grave. Detectando esas variaciones de color
en las estrellas se puede inferir que debe haber un cuerpo girando a su alrededor. La estrella también
muestra un pequeño movimiento de giro.

Los dos métodos de detección tienen un sesgo importante en cuanto al tamaño de los planetas
descubiertos. Los planetas grandes del tamaño de Júpiter o más, son mucho más fáciles de descubrir. Esto
influye en que la mayoría de los planetas descubiertos son mucho más grandes que la Tierra. Solo cuando
las técnicas de detección se afinan es posible descubrir planetas de tamaños similares al nuestro.

Uno de los métodos más relevantes es la astrometría Dado que la estrella gira sobre el centro de masa se
puede intentar registrar las variaciones de posición y el oscilar de la estrella. A pesar de que estas
variaciones son muy pequeñas. En 2002, el telescopio espacial Hubble tuvo éxito en el uso de astrometría
para caracterizar un planeta descubierto previamente alrededor de la estrella Gliese 876.
Se deben detectar muy leves movimientos de la estrella en el cielo (mili segundos de arco). Es muy
dificultosa su medición, los planetas deben ser muy masivos, tener un período largo y las mediciones
deben hacerse durante años.
Si nuestro sistema solar estaría compuesto solo por Júpiter, tomaría 30 años tomar las mediciones, el
movimiento astrométrico es del orden millonésimas de grado y el centro de masa estaría en la superficie
del Sol.

Otros métodos de detección de los exoplanetas son el método de los tránsitos y el método de las
velocidades radiales; el método de los tránsitos es un método utilizado por
los astrofísicos para determinar de manera indirecta la existencia de un tránsito o
exoplaneta, orbitando alrededor de una estrella. Para ello se estudian las imágenes obtenidas de la
observación astronómica, también llamadas "campos estelares"

El método de las velocidades radiales es un método de determinación de exoplanetas, estudia el


movimiento de la estrella debido a un posible exoplaneta, a través del análisis del espectro estelar. La
velocidad radial de una estrella se puede medir con precisión, tomando una alta resolución del espectro
y comparando las medidas de longitud de onda. Por lógica, una velocidad radial positiva indica que el
objeto se aleja, por el contrario, si el objeto se acerca el signo cambia a negativo. En este método el objeto
de estudio son los exoplanetas que presentan una órbita en torno a esa estrella, a mayor
masa del exoplaneta orbitando en torno a la estrella, mayor movimiento estelar tendrá esa estrella.

Ante todo esto es importante mencionar cuando un exoplaneta es habitable y cuando no lo es. La zona
habitable (ZH) es una cáscara teórica que rodea a una estrella, dentro de la cual cualquier planeta
tendría agua (u otro disolvente potencial) líquido en su superficie. Después de una fuente de energía, el
agua líquida se considera el ingrediente más importante para la vida, considerando lo esencial que es para
todos los seres vivos de la Tierra.

El único requisito absoluto para la vida es una fuente de energía. Por este motivo, es interesante
determinar la zona de habitabilidad de diferentes estrellas, pero la noción de habitabilidad planetaria
implica el cumplimiento de muchos otros criterios geofísicos, geoquímicos y astrofísicos para que un
cuerpo cósmico sea capaz de sustentar vida. Como se desconoce la existencia de vida extraterrestre, la
habitabilidad planetaria es, en gran parte, una extrapolación de las condiciones de la Tierra y las
características del Sol y el Sistema Solar que parecen favorables para el florecimiento de la vida. Es de
interés particular el conjunto de factores que ha favorecido el surgimiento en la Tierra
de organismos pluricelulares y no simplemente organismos unicelulares. La investigación y la teoría
sobre este tema son componentes de la ciencia planetaria y la disciplina emergente de la astrobiología.

Abel Méndez, director del Laboratorio de Habitabilidad Planetaria de la Universidad de Puerto Rico en
Arecibo, uno de los creadores del Índice de Similitud con la Tierra (ESI, por sus siglas en inglés), un
algoritmo matemático que asigna un número a los planetas, en función de ciertos parámetros físicos,
como el radio del planeta, su densidad, la velocidad que necesita un cuerpo para escapar la gravedad del
planeta y la temperatura de su superficie, para determinar qué tanto se parecen a la Tierra. Responde a la
pregunta sobre ¿Cuándo se puede decir que un exoplaneta es habitable?
El índice puede tomar valores entre 0 y 1, donde el 0 es nada parecido, y el 1 es el gemelo idéntico a la
Tierra. Así, por ejemplo, Urano y Neptuno tienen un ESI cerca de 0,2 –muy poco parecidos–, mientras
que Venus anda cerca de 0,5 y Marte de 0,7. Para considerarse “habitable”, o similar a la Tierra, los
planetas deben tener calificaciones por arriba del 0,8.

Como se pudo ver, el tema de los exoplanetas es muy complejo debido a que son cuerpos celestes que se
encuentran a grandes distancias respecto de la Tierra
ANEXO
METODOS DE DETECCION DE LOS EXOPLANETAS:

Figura 1. Método de las velocidades radiales

Figura 1. Exoplanetas descubiertos hasta septiembre de 2014 según método de detección: velocidad radial
(azul), microlentes gravitacionales (marrón), imagen directa (rojo) y tránsito (verde).
método de los tránsitos método de velocidades radiales

La detección del tránsito es esbozado mediante "curvas de luz" que nos indican de
manera gráfica que estrella tiene como tránsito un exoplaneta. Comparando las dos
gráficas siguientes podremos determinar que estrella tiene exoplaneta:

con exoplaneta sin exoplaneta

"Metalicidad de la estrella": Consiste en la presencia de elementos más pesados que


el hidrógeno en la atmósfera estelar, esto propicia mejor la formación de cuerpos
planetarios. En una estrella con un alto índice de metalicidad en su atmósfera estelar
habrá más probabilidad de que existan exoplanetas en torna a ella.
REFERENCIAS:
http://www.noticias.ucn.cl/destacado/astronomo-explica-
importancia-de-estudiar-nuevos-exoplanetas-similares-a-la-
tierra/
https://www.weforum.org/es/agenda/2017/02/como-podemos-
encontrar-un-planeta-y-saber-si-es-habitable-a-40-anos-luz-de-
distancia
https://www.scientificamerican.com/espanol/noticias/como-se-
sabe-si-un-planeta-es-habitable/
https://es.wikipedia.org/wiki/Habitabilidad_planetaria
https://exoplanetasliada.wordpress.com/metodos-de-deteccion/
http://www.astronatura.es/index.php/articulos/87-como-se-
descubren-los-exoplanetas.html
https://exoplanetasliada.wordpress.com/que-es-un-exoplaneta/
http://latam.ign.com/tech/35911/news/nasa-anuncia-el-
descubrimiento-de-nuevos-exoplanetas
http://www.elmundo.es/ciencia/2017/02/26/58b08657ca47418
80f8b4599.html

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