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REIMPRESIÓN DEL ARTÍCULO N.º U0904C

Controlar y gestionar el nivel de estrés

en situaciones de alto rendimiento
por Judith A. Ross

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Controlar y gestionar el nivel de estrés
en situaciones de alto rendimiento
El estrés moderado puede mejorar su rendimiento, pero el exceso de este puede apoderarse de usted.
por Judith A. Ross

M
añana expone una presentación sobre ventas al
cliente principal de su empresa. A ella acudirán
su responsable y el director ejecutivo de la
empresa cliente, que están en vías de establecer
un acuerdo en el que hay mucho en juego; lo que diga y
cómo lo diga será muy relevante.
Sin embargo, usted no está nervioso, sino lleno de energía.
Se siente ingenioso y centrado. Domina perfectamente el
material y conoce bien las necesidades del cliente. Mientras
echa un último vistazo a sus diapositivas, recuerda la
historia que le contó en una ocasión el director ejecutivo de
la empresa sobre su negocio y cree que puede incluirla en su
introducción para empezar con más fuerza.
***
Si se siente identificado con el escenario anterior y detecta
puntos comunes con su propia experiencia, sabrá que,
en determinadas circunstancias, cierto nivel de estrés
puede mejorar el resultado. Ya sea participando en una
competición deportiva, exponiendo sus conclusiones a
un jurado o negociando las condiciones de un acuerdo de
negocios, el aumento de adrenalina que se produce por
el estrés agudiza nuestra atención e intensifica nuestra
eficiencia, permitiéndonos, por ende, explotar todo
nuestro potencial.
Con todo, sabemos que hay ocasiones en las que el
estrés no solo no mejora nuestro desempeño, sino que lo
respuesta de lucha o huida del cuerpo: el ritmo cardíaco y la
presión arterial aumentan, y liberamos diversas hormonas
en nuestro flujo sanguíneo, las más importantes son la
epinefrina (también llamada adrenalina) y el cortisol.
En un primer momento, estas hormonas refuerzan
nuestra concentración, memoria y creatividad. Hace un
siglo, los investigadores de Harvard Robert M. Yerkes
y John D. Dodson analizaron la relación entre la alerta
del estrés y el rendimiento, y descubrieron que a medida
que aumentaba el estrés, la eficiencia y el rendimiento
se intensificaban. Sin embargo, también observaron que
cuando el estrés alcanzaba cierto nivel, desaparecían sus
beneficios y el rendimiento disminuía. La flexibilidad
mental, la concentración y el ánimo se resienten.
Esta relación entre rendimiento y estrés recibe el
nombre de curva Yerkes-Dodson y viene representada en
el siguiente gráfico:
LA CURVA DE YERKES-DODSON
Rendimiento o

perjudica. Cuando el nivel de estrés es demasiado elevado o

su duración excesivamente prolongada, no somos capaces
eficiencia

de concentrarnos, la creatividad se esfuma y aparece la

frustración. Nos distraemos, nos traiciona la memoria y
nos tornamos irritables.
Entonces, ¿dónde está la frontera entre el estrés bueno
y el estrés malo? ¿Cómo podemos saber si estamos cerca
de esa línea para evitar cruzarla?
Con el fin de dar respuesta a estas preguntas, hemos
hablado con Herbert Benson, doctor en Medicina y
director emérito del Benson-Henry Institute for Mind
Body Medicine (Boston), y con Peg Baim, directora clínica
de capacitación de la misma institución.
LA FISIOLOGÍA DEL ESTRÉS
El primer paso para controlar y gestionar el estrés es
entender nuestras respuestas psicológicas a los factores
que lo provocan, explica Benson, que además es profesor
asociado de la Harvard Medical School. El estrés activa la
Estrés o ansiedad
DESCUBRA CUÁL ES SU PATRÓN DE RESPUESTA
AL ESTRÉS
Cada persona reacciona al estrés de una manera diferente;
una cantidad de estrés X puede ser un aporte de energía
para usted pero provocar debilidad en otro individuo.
La forma en que responden las personas cuando sus
niveles de estrés son muy elevados también depende del
individuo, aunque las tendencias de respuesta de una
misma persona tienden a mantenerse en el tiempo. Los

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Continuación de Gestión del estrés
síntomas de exceso de estrés pueden ser físicos, cognitivos
o afectivos (relacionados con el estado de ánimo), e incluso
una combinación de estos.
Para reconocer cuál es su respuesta cuando está
acercándose a la pendiente descendiente de la curva de
Yerkes-Dodson:
■■ Preste atención a su atención. Después de un intervalo
de trabajo productivo intenso, ¿siente de repente ganas
de ojear los resultados del partido por Internet o dar
un paseo hasta la máquina expendedora? ¿Le resulta
difícil mantener la misma concentración y energía en su
trabajo que hace media hora?
■■ Tome nota de su estado de ánimo. ¿Se siente más
optimista con respecto al resultado de su proyecto
que cuando llevaba una hora trabajando en él? ¿La
emoción que le provocaba hacerse cargo de un desafío
complicado se ha convertido en frustración?
■■ Evalúe su resistencia. ¿Siente que se está quedando sin
fuerza? ¿Que ha llegado a punto muerto?
ESTRÉS CRÓNICO:
SÍNTOMAS Y COSTOS
El estrés crónico afecta a individuos de muchos ámbitos diferen-
tes, pero los empresarios con un ritmo de vida muy acelerado y
mucha presión son especialmente vulnerables a padecerlo. Si no
se controla, puede producir:
Comportamientos autodestructivos como un fuerte tabaquis-
mo, alimentación compulsiva o consumo excesivo de alcohol.
Emociones intensas. Puede que llore, se sienta impotente,
depresivo o se enfade de forma desproporcionada.
Malestar espiritual en forma de apatía, sentimiento de vacío o
desorientación.
Problemas en las relaciones. Puede que se sienta aislado,
resentido o intolerante con los demás. Asimismo, es posible que
tenga discusiones con su pareja, hable de forma desagradable
a sus hijos o adopte una actitud de furia al volante impropia de
usted.
Los cambios psicológicos ocasionados por el estrés crónico pue-
den tener graves consecuencias. Cuando sufrimos estrés crónico
nuestras glándulas adrenales segregan cortisol (la hormona
del estrés) constantemente. Con el tiempo, el flujo de cortisol
debilita el sistema inmunológico y puede provocar aumento de
peso, especialmente en la zona del abdomen, donde el exceso
de peso es peligroso ya que aumenta el riesgo de diabetes,
enfermedades coronarias y determinados tipos de cáncer.
4 HARVARD MANAGEMENT UPDATE | ABRIL DE 2009
LOS RECURSOS
Para aprender a usar el estrés de forma positiva para usted,
consulte:
“Are You Working Too Hard? A Conversation with Mind/Body
Researcher Herbert Benson”
(artículo de Harvard Business Review)
Noviembre de 2005 • N.º R0511B
Para saber más sobre la respuesta de relajación puede con-
sultar el sitio web del Benson-Henry Institute for Mind Body
Medicine: www.mbmi.org.
■■ Escuche a su cuerpo. ¿Siente ardor de estómago a
menudo? ¿Dolores de cabeza? ¿Quizás dolor de espalda,
mareos o pulso acelerado?
También hay síntomas más leves. Algunos individuos
sufren patrones de pensamiento negativo: los pequeños
inconvenientes les parecen grandes contratiempos. Su
visión de las personas y situaciones pierde matices y se
convierte en blanco o negro, todo o nada. Otras personas
se vuelven enormemente perfeccionistas, ponen el listón
demasiado alto y reaccionan de manera exagerada ante sus
propios errores y los de los demás.
Otra forma de identificar su respuesta individual
al estrés es reflexionar acerca de cómo se siente y actúa
cuando está muy relajado. "¿Cómo se comporta cuando
está menos estresado o cuando está de vacaciones?",
pregunta Baim. "¿Sigue padeciendo dolores de cabeza?".
GESTIONAR EL ESTRÉS Y CONTRARRESTAR
SUS EFECTOS
Una vez que haya aprendido a reconocer los momentos
en los que su nivel de estrés es demasiado elevado, puede
seguir una serie de pasos para controlarlo antes de que él
lo controle a usted. Si después de haber estado trabajando
intensamente en un proyecto o en la solución de un
problema, nota como aparecen algunos de sus síntomas
de respuesta al estrés, aléjese de su trabajo y haga algo
que le relaje, como yoga, tejer o dar un paseo. Visitar un
museo de arte también cuenta, visitar un sitio web no;
ver el televisor también queda descartado, pero meditar
mientras mira atentamente un cuadro de su casa u oficina
puede ser una buena estrategia para reducir el estrés.
Benson y Baim recomiendan especialmente la
meditación para activar lo que ellos denominan la
respuesta de relajación. Lo único que necesita es un
lugar calmado y entre 10 y 20 minutos durante los cuales
deberá repetir una palabra, sonido, frase o gesto. Cuando
aparezcan pensamientos del día a día, lo cual es inevitable,
ignórelos con calma y vuelva a centrarse en repetir su
actividad.
Continuación de Gestión del estrés

La respuesta de relajación se obtiene frenando el tren

de los pensamientos de la rutina. Contrarresta la respuesta
de lucha o huida, disminuye el metabolismo, ralentiza el
ritmo cardíaco y la respiración y reduce la presión arterial.
De hecho, la última investigación de Benson muestra que
lograr una respuesta de relajación puede provocar cambios
psicológicos que contrarresten los efectos perjudiciales
del estrés. Para saber más sobre la respuesta de relajación
puede consultar el sitio web del Benson-Henry Institute
for Mind Body Medicine: www.mbmi.org.
Teniendo en cuanta el precio que pagan los empleadores
cuando sus empleados sufren demasiado estrés, Benson
opina que los "gerentes deberían encontrar o crear un
espacio donde los trabajadores pudieran acudir para
aliviar el estrés y evocar su propia respuesta de relajación".
Baim está de acuerdo, dado que explica que "si el estrés es
algo cotidiano, también deberíamos incluir el remedio en
nuestra cotidianidad".
Aplicar ciertos cambios a su estilo de vida también
puede ayudarle a mantener el estrés bajo control:
■■ Duerma lo suficiente. Adormilarse frente al televisor
no cuenta; necesita un sueño profundo y reparador.
"Soñar es buena señal", indica.
■■ Haga ejercicio. Dar un paseo a la manzana a la
hora de comer será más efectivo para aumentar su
productividad que un almuerzo rápido encorvado
frente a la computadora.
■■ Lleve una dieta equilibrada rica en frutas y verduras.
■■ Evite las expectativas negativas. Baim recomienda
comenzar el día imaginándonos que las cosas suceden
como nos gustaría. "Si nos visualizamos a nosotros
mismos haciendo un buen trabajo, tendremos más
probabilidades de seguir en esa dirección", comenta.
Dar un descanso a nuestra mente de los pensamientos
contraproducentes ayuda a neutralizar el precio mental
y físico que se cobra el estrés. ◆

Judith A. Ross es escritora y vive en Concord (Massachusetts).

Puede ponerse en contacto con ella a través del correo
MUOpinion@harvardbusiness.org.

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artículo, llame al 800-668-6705 o al 617-783-7474.

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