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Concepto de autocontrato El Autocontrato no tiene una definición legal, sino una doctrinaria. El
profesor Alessandri lo define como: “[E]l acto jurídico que una persona celebra consigo misma, y
en el cual actúa, a la vez, como parte directa y como representante de la otra, o como
representante de ambas partes.
La profesora Tomasello ha dicho: “[E]n el autocontrato se presenta la situación inversa en que una
persona hace las veces de dos 21 ALESSANDRI RODRÍGUEZ, ARTURO, “La Autocontratación o el
Acto Jurídico consigo mismo o más partes, pues actúa en dos calidades distintas y da lugar a los
mismos efectos jurídicos resultantes en el contrato.
“El autocontrato precisamente se llama así ‘porque excluye la concurrencia de dos voluntades y
requiere de una sola’”
Tampoco estoy completamente de acuerdo con esta opinión ya que para autocontratarse requiere
una manifestación unilateral de voluntad, pero como ya expresé, de todos modos se requiere una
doble voluntad inicial en el mandato, expresa por parte del mandante, expresa o tácita por parte
del mandatario. Decir que sólo se requiere una voluntad unilateral es completamente errado
Podemos decir entonces que los requisitos para que pueda utilizarse la figura del autocontrato
son:
1) Poder de disposición de una persona sobre dos patrimonios, ya sea por poseer un poder o tener
la facultad de representación.
3) Una declaración de voluntad ha de ser exteriorizada para que tenga validez en el campo
jurídico.
4) Reconocimiento de la declaración unilateral de voluntad.
http://repositorio.unab.cl/xmlui/bitstream/handle/ria/1382/Astorga_DS_Mandato%20civil%20La
%20Autocontrataci%C3%B3n%20permitida_2013.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Recordemos que el autocontrato o contrato consigo mismo es un acto jurídico que una persona
celebra consigo misma, sin que sea menester la concurrencia de otra, y en el cual ella actúa, a la
vez, ya sea como parte directa y como representante de la otra; ya sea como representante de
ambas partes; ya sea como titular de dos patrimonios (o de dos fracciones de un mismo
patrimonio) sometidos a regímenes jurídicos diferentes23. El conflicto de intereses ha sido tratado
tangencialmente por la dogmática nacional al momento de estudiar, analizar y establecer la
posibilidad jurídica de la autocontratación. El primer tratadista nacional en poner realmente el
acento en esta categoría contractual fue el decano Arturo Alessandri Rodríguez. En su monografía
acerca del contrato consigo mismo, concluyó que la autocontratación es posible jurídicamente
siempre que no exista una prohibición legal que lo impida y, faltando dicha prohibición legal,
cuando no exista un conflicto u oposición de intereses entre el representante y el representado,
por lo que habrá conflicto de interés siempre que la realización del acto pueda acarrear un
perjuicio para el segundo24. De ahí que el decano concluya que “si su realización (se refiere al
autocontrato) puede acarrear un perjuicio para el representado, si, por su naturaleza o
importancia, hace posible el temor de que el representante sacrifique su deber a su propio interés,
la jurisprudencia, apoyada por la doctrina, no vacila en declararlo inadmisible, aun a falta de texto
expreso
https://www.usfq.edu.ec/publicaciones/iurisDictio/archivo_de_contenidos/Documents/IurisDictio
_14/iurisdictio_014_002.pdf
Legislacion
Administración y representación legal de los padres respecto de los bienes del Iijo
Administración del marido de los bienes de la sociedad conyugal y de los bienes propios de la
mujer
Las normas básicas para analizar la autocontratación y su posibilidad jurídica en el caso de los
tutores y cura dores son los artículos 410 y 412 del Código Civil. El pri mero de estos preceptos
dispone que el guardador tanto para cubrir las anticipaciones en dineros del pupilo como para ser
pagado o restituido de cualquier bien del pupilo, deberá obtener la autorización de otros
curadores o del juez en subsidio. En la misma línea, el artículo 412 prohíbe en forma general, todo
acto o contrato en que directa o indirectamente tenga interés el tutor o curador o su núcleo
cercano, salvo que medie autorización de los otros tutores o curadores generales, que no estén
implicados de la misma manera, o por el juez en subsidio.
De la lectura de los citados preceptos, se concluye a este respecto que todo autocontrato del tutor
o curador en calidad de tal es prohibido y, para celebrar alguno de los actos o contratos en que
exista conflicto de interés con al guna de las personas vinculadas a éste y que aparecen in dicadas
en el artículo 412, requerirá la autorización ex presa y previa de los otros tutores o curadores
generales o del juez en subsidio.
Previo al punto en análisis, cabe recordar que el man dato es un contrato en virtud del cual el
mandante confía la gestión de uno o más negocios al mandatario, por su cuenta y riesgo (artículo
2116).
El artículo 2144 dispone que prohíbe al mandatario comprar las cosas que se le hayan ordenado
vender, y tampoco podrá vender de lo suyo al mandante lo que se le ha ordenado comprar, a
menos que exista aprobación expresa del mandante. La razón del precepto se encuentra en el
hecho de que el mandatario se aproveche para venderse a un precio in ferior al que se podría
obtener de un tercero y a la inver sa, para que le venda lo suyo al mandante por un precio superior
al que un tercero estaría dispuesto a pedir 50,es decir, en que anteponga el interés personal por
sobre el interés del mandante representado. En realidad, la apro bación expresa del mandante
implica que no existe autocontrato sino que derechamente un contrato de compra venta entre
mandante y mandatario ,reiteramos no hay contrato consigo mismo.
Por otro lado, el artículo 2145 establece que “el man datario encargado de tomar dinero prestado
podrá pres tarlo él mismo al interés designado por el mandante, o a falta de esta designación al
interés corriente; pero facul tado a colocar dinero a interés, no podrá tomarlo presta do para sí sin
aprobación del mandante”. La norma citada prohíbe al mandatario constituirse en deudor del
mandante cuanto éste le ha ordenado colocar dinero a interés, ya que en este último caso, la
confianza depositada en el mandatario no alcanza a la solvencia económica de éste 56;considera
el legislador que existe una tentación para el mandatario de posponer el interés del mandante a su
propio provecho, por lo que regula es pecialmente la situación. Pero además establece una
limitación para el manda tario cuando él mismo presta dinero al mandante. En es te caso, no
puede cobrar más que el interés corriente, ya que de contrario.
Respecto de la administración de personas, hay acuerdo en que se aplican los mismos principios
antes indica dos, de lo que se sigue que la autocontratación debe considerarse admitida.
https://www.usfq.edu.ec/publicaciones/iurisDictio/archivo_de_contenidos/Documents/Iuris
Dictio_10/Una_aproximaci%C3%B3n_al_conflicto.pdf
Jurisprudencia
VISTOS:
En estos autos Rol Nº 53-147 del Juzgado Civil de Villa Alemana, procedimiento ejecutivo seguido
por el Banco de Chile contra Andrés Rodolfo Flores Castillo, la abogada Begoña Farías Oyanedel
recurre de casación en el fondo contra la sentencia de la Corte de Apelaciones de Valparaíso que
confirmó la del juzgado, que había desestimado las excepciones de nulidad y de falta de requisitos
para que el título posea fuerza ejecutiva, consagradas en los numerales 14° y 7° del artículo 464
del Código de Procedimiento Civil, respectivamente.
Indica el demandante -en lo que viene estrictamente al recurso- que es dueño de un pagaré que él
mismo suscribió en representación del deudor principal aquí demandado, el que se encuentra en
mora, por lo que solicita se despache en su contra el correspondiente mandamiento de ejecución
y embargo. Acota que el deudor relevó al portador de la obligación de protesto y que la firma de
éste fue autorizada por notario.
que el exceso en las facultades del mandatario se traduce en la inoponibilidad frente a terceros,
pero entre mandante y mandatario significa que no puede reconocérsele validez en cuanto en la
ejecución o cumplimiento del encargo grave o perjudique al mandante, por una parte, y favorezca
o beneficie al mandatario, por la otra, lo que hace que la inoponibilidad se transforme en nulidad,
por la transgresión de las ideas fundantes de buena fe, probidad y conflicto de intereses que se
encuentran en actos que constituyen una autocontratación; que, en suma, lo actuado por el Banco
en el pagaré adolece de objeto ilícito, por lo que debe ser considerado nulo, lo que conlleva que el
documento hecho valer por la ejecutante carezca de eficacia ejecutiva.
a) Contratos unilaterales y bilaterales.
El Artículo 1439 del Código Civil dispone lo siguiente: “El contrato es unilateral cuando una de las
partes se obliga para con otra que no contrae obligación alguna; y bilateral, cuando las partes
contratantes se obligan recíprocamente.” Todo contrato es una convención, es decir un acuerdo
que requiere para su formación del consentimiento de dos o más partes. El contrato es unilateral
o bilateral según que imponga obligaciones sólo a una de las partes o a ambas.
Esta clasificación tiene enorme importancia pues hay una serie de problemáticas que sólo se
plantean a propósito de los contratos bilaterales.
La Condición Resolutoria Tácita es una de ellas. “En los contratos bilaterales va envuelta la
condición resolutoria de no cumplirse por uno de los contratantes lo pactado. Pero en tal caso
podrá el otro contratante pedir su arbitrio o la resolución o el cumplimiento del contrato con
indemnización de perjuicios.” Es un tipo de condición resolutoria; es tácita ya que la ley la
subentiende en todo contrato bilateral (elemento de la naturaleza de los contratos por tanto
renunciable). Es negativa ya que consiste en que no ocurra un hecho, que es que una de las partes
no cumpla su obligación.
Es potestativa ya que depende de un hecho voluntario del deudor. No opera de pleno derecho,
sino que requiere de declaración judicial. Quien la invoque debe haber cumplido o estar llano a
cumplir su propia obligación.
El Artículo 1440 del Código Civil dispone lo siguiente: “El contrato es gratuito o de beneficencia
cuando sólo tiene por objeto la utilidad de una de las partes, sufriendo la otra el gravamen; y
oneroso, cuando tiene por objeto la utilidad de ambos contratantes, gravándose cada uno a
beneficio del otro.”
El contrato oneroso es aquel del que ambas partes reportan beneficio y contrato gratuito es aquel
del que sólo una de las partes obtiene un beneficio.
La importancia de esta clasificación de los contratos radica en tópicos tales como los siguientes:
Contratos conmutativos o aleatorios. El Artículo 1441 del Código Civil dispone lo siguiente: “El
contrato oneroso es conmutativo, cuando cada una de las partes se obliga a dar o hacer una cosa
que se mira como equivalente a lo que la otra parte debe dar o hacer a su vez; y si el equivalente
consiste en una contingencia incierta de ganancia o pérdida, se llama aleatorio.”
Esta clasificación de los contratos tiene importancia desde la perspectiva de la lesión enorme y de
la teoría de la imprevisión.
OTRO LIBRO
La definición de lo oneroso y gratuito en nuestro ordenamiento viene dada en el artículo 1440 CC.
relativo a los contratos. De acuerdo a esta norma, la diferencia entre un contrato gratuito y uno
oneroso radica en la noción de “utilidad” que debe existir entre las partes; así cuando exista sólo
para una, entiende que el contrato es gratuito o de beneficencia; y si la haya para ambos,
entonces el contrato es oneroso. En este trabajo nos proponemos los siguientes objetivos: i)
realizar una reseña histórica acerca de la fuente del artículo 1440; y ii) indagar el estado de la
cuestión en la doctrina nacional sobre algunos puntos concernientes a los conceptos de gratuito y
oneroso. Esta investigación se encuentra recién en su inicio; es por ello que dejaremos para más
adelante el concepto mismo de “utilidad” tema crucial que según el artículo 1440 hace la
distinción entre ambos conceptos.
Lo oneroso y lo gratuito en la ciencia jurídica moderna. Antes de entrar en la génesis del artículo
1440 CC. en una perspectiva de su codificación, es necesario advertir que la ciencia jurídica
moderna tiene como característica más importante su tendencia a la abstracción y a la
generalización del sistema derivada del derecho romano y del ius commune1 . Esto se dio a través
de las corrientes humanistas y, posteriormente, con el iusnaturalismo racionalista, hasta la llegada
de los primeros códigos en la segunda mitad del siglo XVIII. Dicho rápidamente, éste fue el
ambiente que sirvió de génesis a la categoría de contratos gratuitos y onerosos en la codificación,
la cual comienza en la sistemática de los “actos de los hombres que tienden a la utilidad de otros
hombres” elaborada por Grocio (1583-1645)2 ; en definitiva los actos pueden ser, por un lado,
benéficos y, por otro, permutatorios.
En el Codigo Civil Chileno encontratmos estipilados en contrato Unilateral y Bilateral el LIBRO
CUARTO DE LAS OBLIGACIONES EN GENERAL Y DE LOS CONTRATOS Título I Art.1439 que nos da
una pequeña definicion de lo que es este tipo de contratos esta clasificación es el relación a la
interdependencia de las obligaciones según su funcion, en el Art.1440 encontramos estipulados
los contratos gratuitos o de beneficiencia y onerosos y esta clasificación es según su función
relativo a la valoración económica de las prestaciones; y por ultima en el art.1441 del Codigo Civil
Chileno nos estipula los contratos conmutativos y aleatorios esta clasificación es según la función
por la prescripción de lso efectos económicos entre las partes.
http://ipra-cinder.info/wp-content/uploads/file/Legislacion/Chile/CODIGO_CIVIL_CHILENO.pdf