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MEDIDA
El origen de las vibraciones es muy variado y pueden deberse tanto a fenómenos naturales como
tener un origen artificial. Las vibraciones de origen natural se producen de forma aleatoria, ya que
dependen de fenómenos naturales, difícilmente previsibles (viento, tormentas, seísmos). En el se-
gundo caso se incluyen las originadas por una gran diversidad de máquinas y artefactos construidos
por el hombre.
Terremotos
Además de estas dos clases de ondas existen otros dos tipos de gran importancia en los movimien-
tos sísmicos llamadas ondas superficiales. Estas ondas tienen su máxima amplitud en la superficie
libre y decrece exponencialmente con la profundidad, y son conocidas como ondas de Rayleigh.
Otro tipo de ondas superficiales son las ondas de Love que se generan sólo cuando el medio elástico
se encuentra estratificado y se propagan con un movimiento de las partículas, perpendicular a la
dirección de propagación, como las ondas S, sólo que polarizadas en el plano de la superficie de la
Tierra, es decir sólo poseen la componente horizontal a la superficie.
Viento
La naturaleza fluctuante del viento origina vibraciones en los elementos que sobresalen de la su-
perficie terrestre. Estos elementos pueden ser naturales (árboles, rocas...) o artificiales (edificios,
puentes, grúas...). La naturaleza aleatoria del viento hace que el análisis de su interacción con los
sistemas estructurales sea bastante complejo.
Estas vibraciones aleatorias pueden excitar los sistemas estructurales de tal manera que se presen-
ten problemas de resonancia. Un ejemplo clásico muy conocido de este fenómeno lo constituye el
colapso del puente de Tacoma en Estados Unidos en noviembre de 1940 (4 meses después de su
apertura). Aunque la velocidad del viento no era muy elevada (unos 68 Km/h) la frecuencia de las
rachas del viento excitó un modo torsional del puente, de tal manera que la amplitud de la vibración
fue amplificándose debido al fenómeno de la resonancia, hasta provocar el derrumbe del puente.
FUENTES Y MEDIDA DE LAS VIBRACIONES 3
Maquinaria
Dentro de las vibraciones que tienen su origen en la maquinaria se pueden citar varias fuentes:
a) Vibraciones producidas en procesos de transformación. Las interacciones producidas entre
las piezas de la maquinaria y los elementos que van a ser transformados generan choques re-
petidos que se traducen en vibraciones de los materiales y las estructuras. Estas vibraciones se
transmiten bien directamente o bien a través de medios de propagación adecuados. Como
ejemplos más frecuentes, pueden citarse las originadas en prensas, martillos neumáticos y al-
gunas herramientas manuales.
b) Vibraciones generadas por el funcionamiento de la maquinaria. Dentro de este grupo las más
frecuentes son las producidas como consecuencia de fuerzas alternativas no equilibradas (mo-
tores, alternadores, útiles percutores, u otras herramientas.)
c) Vibraciones debidas a fallos de la maquinaria, pudiendo diferenciarse: fallos de diseño, fallos
de utilización, fallos de funcionamiento, o fallos de mantenimiento. En cualquier caso, estos
fallos dan lugar a la aparición de fuerza dinámicas, susceptibles de originar vibraciones. Los
más frecuentes se producen por desgaste de superficies, excentricidades, desequilibrio de ele-
mentos giratorios, cojinetes o engranajes defectuosos, etc.
Tráfico
El contacto de los vehículos con las irregularidades de la superficie de la carretera (baches, fisuras,
…) origina también cargas dinámicas. Estas cargas generan ondas que se propagan por el terreno y
que finalmente alcanzan las cimentaciones de los edificios adyacentes haciendo que vibren. Este
tipo de vibraciones inducidas por el tráfico se deben principalmente a los vehículos de mayor tone-
laje como autobuses y camiones.
Cuando un autobús o un camión se encuentran con una irregularidad en la carretera se produce
una carga de impacto. Este impacto genera vibraciones en el terreno, de tal manera que si la fre-
cuencia natural del terreno coincide con alguna de las frecuencias naturales de la estructura del edi-
ficio o de alguna de sus partes se produce una amplificación de las vibraciones por efecto de la re-
sonancia.
La frecuencia de las vibraciones producidas por el tráfico se encuentra predominantemente en el
rango de los 5 a los 25 Hz y su amplitud de aceleración entre 0,005 y 2 m/s2. Las frecuencias pre-
dominantes y la amplitud de la vibración depende de múltiples factores como son: el estado de la
carretera, el peso del vehículo, la velocidad y la suspensión del mismo, el tipo de terreno y la estrati-
ficación, la distancia entre la carretera y el edificio, etc. Los efectos de estos factores son interde-
pendientes y resulta difícil determinar las relaciones que hay entre ellos. El efecto de la velocidad
del vehículo, por ejemplo, depende de la rugosidad de la carretera. Generalmente, cuanto más rugo-
sa sea la carretera más afectará la velocidad a la amplitud de la vibración. El efecto de la suspensión
del vehículo depende de la velocidad y de la rugosidad del terreno. Para bajas velocidades y una
carretera en buen estado, el efecto del tipo de suspensión no es significativo, mientras que cuando se
da la situación inversa, esto es, altas velocidades y grandes rugosidades de la carretera, la suspen-
sión del vehículo se vuelve un parámetro importante.
4 VIBRACIONES Y RUIDO EN MÁQUINAS
Ferrocarril
El tren al desplazarse sobre las vías provoca vibraciones en la estructura de las propias vías y tra-
viesas así como en el terreno circundante. Las vibraciones de la vía por debajo de 20 Hz pueden
propagarse de manera significativa al terreno dando lugar a molestas vibraciones para las personas
que habiten en los edificios próximos pudiendo causar daños en el sistema estructural de los mismos
y también en el sistema viario.
Existen dos mecanismos básicos de generación de las vibraciones: uno es la carga móvil cuasi-
estática y el otro las irregularidades que se presentan en el sistema rueda-raíl. Los dos factores cla-
ves en la generación de las vibraciones de baja frecuencia son la velocidad y el peso del tren. Para
altas velocidades cercanas a una cierta velocidad crítica pueden darse fuertes vibraciones o sacudi-
das del terreno.
La severidad de las vibraciones que alcanzan un edificio vecino a las vías depende de diversos
factores. El más importante es, sin duda alguna, la distancia entre el edificio y las vías. Las propie-
dades dinámicas del suelo constituyen otro factor importante. Los terrenos sueltos como la arcilla
producen vibraciones de frecuencias más bajas y mayores amplitudes que los terrenos cohesivos.
Otro factor que hay que tener en cuenta es si el terreno está estratificado o no. El sistema estructural
del edificio también influye en la forma en la que la vibración se propaga por el propio edificio. Se
han efectuado medidas que prueban que las amplitudes de la vibración pueden ser mayores en las
plantas altas que a nivel del suelo y que los edificios con cimentaciones por pilotaje son más insen-
sibles que las cimentaciones flotantes, es decir, por zapatas o por losas de cimentación.
Instalaciones en edificios
Las instalaciones de los edificios, esto es, la red de abastecimiento de agua, la red de saneamiento,
las instalaciones de aire acondicionado, los ascensores, las calderas de la calefacción, etc., constitu-
yen fuentes de producción de vibraciones. De entre todas ellas, las instalaciones de tuberías son de
las más estudiadas. Las tuberías son elementos pasivos y por sí mismas no producen vibraciones.
Son las máquinas a las que están conectadas las que hacen que la tubería vibre. La frecuencia con la
que la tubería vibra puede ser su frecuencia natural, la frecuencia de la máquina a la que se encuen-
tra conectada o alguno de los armónicos. Para estudiar los posibles efectos de resonancia se realiza
un ensayo de impacto. La vibración de las tuberías puede transmitirse al sistema estructural pudien-
do llegar a causar perjuicios a distintos elementos del edificio si son muy severas (grietas en tabi-
ques, fisuras, etc.) y molestias a las personas que lo habitan.
En la tabla 4.1 se muestran diversas fuentes de vibraciones relacionadas con las instalaciones en
los edificios, el rango de las frecuencias que suelen generar y la amplitud de las mismas.
FUENTES Y MEDIDA DE LAS VIBRACIONES 5
Toda actividad constructiva provoca en mayor o menor medida algún tipo de vibraciones. Dentro
de las actividades de construcción que producen los mayores inconvenientes, están las que hacen
uso de explosivos, las demoliciones y los procesos de hinca de pilotes.
Para caracterizar el potencial de daño en sistemas o el malestar en las personas, durante los proce-
sos de construcción, se utiliza la denominada velocidad máxima de partícula, que es el parámetro
utilizado para describir el movimiento del suelo. Se define como la velocidad de desplazamiento de
una partícula individual a medida que la onda de propagación pasa a través del punto en el que se
encuentra situada. Este valor sirve como indicador de la energía entregada al suelo o al sistema. No
hay que confundir la velocidad de partícula con la velocidad de propagación de la perturbación, ya
que esta última es simplemente el valor con el que se desplaza el frente de ondas desde el punto en
el que se encuentra situada la fuente de la vibración. La velocidad de propagación depende de las
características del medio de transmisión mientras que la velocidad de partícula depende de la canti-
dad de energía entregada en el origen, de la distancia entre la partícula y el origen, y de la energía
que se pierde durante la transmisión. Los valores límites para estimar el potencial de daño a través
del parámetro de velocidad máxima de partícula, se han obtenido experimentalmente. A continua-
ción se exponen los métodos de medida utilizados más comúnmente y los correspondientes límites.
Máximo valor de la velocidad de partícula. Para la utilización de este método, hay que colo-
car tres sensores de velocidad de forma ortogonal, y ubicarlos a distintas distancias de la
obra de construcción. La velocidad máxima de partícula en las tres direcciones no debe su-
perar los 25 mm/seg.
Máximo valor de la velocidad de partícula en función de la frecuencia. En este método de
control, además de colocar tres sensores de velocidad de forma ortogonal y ubicarlos a dis-
tintas distancias de la construcción, se realiza un análisis de la amplitud de la vibración en
bandas definidas de frecuencia. El límite para controlar el daño de acuerdo con la frecuencia
dominante se especifica en la tabla 4.2. Estos valores son válidos para distancias menores a
25 m. Para distancias mayores, el criterio utilizado es que la velocidad máxima de partícula
sea menor a 25 mm/s.
6 VIBRACIONES Y RUIDO EN MÁQUINAS
Para medir la amplitud de una onda vibratoria pueden utilizarse diversos parámetros. En la figura
4.2 se indican los valores pico a pico, pico, medio y eficaz de una onda sinusoidal.
FUENTES Y MEDIDA DE LAS VIBRACIONES 7
1 T
T 0
Media x(t ) dt
El valor eficaz (o RMS, siglas en inglés de “raíz cuadrática media”) es el más significativo porque
tiene en cuenta la evolución en el tiempo de la onda y además da un valor de la amplitud relaciona-
do directamente con la energía puesta en juego por la vibración. Se define como la raíz cuadrada del
promedio de los cuadrados de la amplitud en un periodo:
1 T 2
T 0
Eficaz o RMS x (t )dt
El factor de cresta, es igual al valor de pico de la amplitud de la onda dividida por el valor eficaz
(o RMS) y el factor de forma es igual al valor eficaz dividido por el valor medio. Ambos factores
sirven para dar una idea del aspecto de la onda. En particular, el factor de cresta da una idea de lo
aguda que es la señal.
el mismo espectro en frecuencia de una onda vibratoria pero utilizando diferentes tipos de escala
para la amplitud: lineal en el primer caso y logarítmica en el segundo. Como se puede apreciar en la
figura 4.3, el escalado lineal permite una fácil identificación de los componentes frecuenciales de
mayor amplitud del espectro. Sin embrago, los componentes con bajas amplitudes no se pueden
apreciar con claridad, lo que puede resultar en una importante pérdida de información. Para solucio-
nar este problema se utiliza la escala logarítmica de amplitudes (figura 4.4). Además de apreciarse
con mayor claridad las frecuencias con menor amplitud, el hecho de que al tomar logaritmos la mul-
tiplicación del nivel de señal se convierte en una suma permite que, aunque varíe la amplificación
de la señal de la vibración, la forma del espectro no se modifique. Esto no ocurre con la escala lineal
de amplitudes en la que la forma del espectro cambia drásticamente según los diferentes grados de
amplificación.
Por razones principalmente de carácter práctico, las medidas se refieren a un valor que se toma
como referencia de la escala de medida. Los valores que entonces se van a manejar se llaman nive-
les y según la magnitud de que se trate se tendrán niveles de aceleración, de velocidad, etc.
Para medir el nivel de una magnitud se utiliza como unidad el belio o bel que se define como el
logaritmo decimal de la relación del valor de una magnitud respecto a otro que se toma como refe-
rencia, es decir:
magnitud
L(en belios) log10
magnitud de referencia
Debido a que el belio es una unidad demasiado grande se utiliza con mucha más frecuencia el de-
cibelio que es igual a la décima parte del belio:
magnitud
L (en decibelios) 10log10
magnitud de referencia
a 2rms a
La 10log10 2
20log10 rms
a0 a0
utilizando como referencia para la velocidad un valor v0 = 10-9 m/s y para el desplazamiento un va-
lor x0 = 10-12 m, respectivamente.
En la figura 4.5 se representa el mismo espectro de las figuras 4.3 y 4.4 utilizando los niveles en
decibelios para medir las amplitudes de la vibración.
10 VIBRACIONES Y RUIDO EN MÁQUINAS
La magnitud más usada para la medida de la vibración es la aceleración. Hay que advertir, no obs-
tante, que a partir de la aceleración se puede obtener la velocidad y el desplazamiento ya que, la
aceleración, la velocidad y el desplazamiento están relacionadas entre si, por lo que con integrado-
res electrónicos se puede pasar de la aceleración a la velocidad y al desplazamiento inmediatamente.
Casi todos los vibrómetros modernos van preparados para medir las tres magnitudes.
Cuando se hace una medida de banda ancha de una vibración, es importante la elección de la
magnitud a medir ya que el desplazamiento da mayor peso a las componentes de baja frecuencia y,
a la inversa, la aceleración se lo da a las de alta frecuencia. Por eso se tiende a usar esta última
cuando la gama de interés incluye frecuencias altas.
La experiencia ha demostrado que el valor eficaz global de la velocidad, medida en la gama de 10
a 1000 Hz, proporciona la mejor indicación de la severidad de las vibraciones. Esto se debe a que un
nivel dado de velocidad se corresponde con otro de energía, por lo que las vibraciones de frecuen-
cias bajas y altas reciben igual ponderación desde el punto de vista de la energía de la vibración. En
la práctica, muchas máquinas tienen un espectro de velocidad razonablemente plano.
Al realizar un análisis de frecuencia en banda estrecha la elección de la magnitud de medida se re-
fleja en la forma en que se presenta la gráfica del análisis. Para una determinada magnitud el espec-
tro puede presentarse alineado horizontalmente mientras que con otra puede inclinarse respecto a la
horizontal. Es más ventajoso elegir la magnitud que dé el espectro de frecuencia más horizontal ya
que permite una mejor utilización de la gama dinámica de la instrumentación (diferencia entre los
valores máximo y mínimo entre los que que se puede medir con precisión aceptable). Por esta razón
para los análisis en frecuencia se suelen elegir la aceleración o la velocidad y no el desplazamiento.
Los sistemas mecánicos son de tal naturaleza que sólo se producen desplazamientos apreciables
para las frecuencias bajas por lo que, en general, las medidas de desplazamiento son de reducido
interés. El desplazamiento se suele utilizar como un indicador de desequilibrio en las piezas girato-
rias porque normalmente a la frecuencia de giro de los ejes se producen desplazamientos relativa-
mente grandes.
FUENTES Y MEDIDA DE LAS VIBRACIONES 11
La medida de las vibraciones puede abordarse desde un doble punto de vista: por un lado para ob-
tener las características propias de la vibración: su frecuencia, amplitud, etc., y por otro, para deter-
minar como afecta la vibración al medio ambiente y al hombre (por ejemplo, la dosis de vibración
recibida por el cuerpo o por alguna de sus partes en condiciones normales de exposición a la vibra-
ción, las vibraciones producidas en un edificio, etc.) A continuación, se expone un sistema típico de
medida de las vibraciones y una serie de instrumentos para la realización de las medidas ambienta-
les.
En la figura 4.6 se representa un esquema general de un sistema de medida de vibraciones mecá-
nicas. La medida de los parámetros del proceso físico se realiza mediante transductores que convier-
ten las magnitudes físicas que se desea medir en señales eléctricas de diferentes tipos: tensiones
eléctricas, intensidades eléctricas o cargas eléctricas. En el caso del ruido se utilizan micrófonos de
diferentes características, y en el caso de la medida de vibraciones se utilizan acelerómetros, que son
instrumentos que miden la aceleración en un punto del sistema mecánico.
Para el análisis de las diferentes medidas de vibración y ruido, así como para la generación de los
diversos gráficos espectrales asociados, es usual utilizar un analizador digital de espectros FFT (Fast
Fourier Transform) que calcula la transformada de Fourier de una señal mediante el algoritmo de la
transformada rápida. Actualmente existen programas que permiten realizar dichos cálculos en un
computador personal sin necesidad de disponer de un analizador digital.
A continuación se expone de manera detallada los principales componentes que integran el siste-
ma general de medida anteriormente comentado.
4.3.1 Acelerómetros
El transductor que se usa casi siempre para la medida de las vibraciones es el acelerómetro piezo-
eléctrico. En conjunto presenta mejores características que cualquier otro tipo de captador. Tiene
gamas de frecuencia y dinámica muy extensas y muy buena linealidad en todas ellas. Es relativa-
mente robusto y fiable y sus características permanecen estables durante largos periodos de tiempo.
Además, al basarse en el efecto piezoeléctrico, es generador de cargas y no necesita fuente de ali-
mentación. No tiene partes móviles que se desgasten y como su salida es proporcional a la acelera-
ción esta señal se puede integrar para disponer de señales proporcionales a la velocidad o el despla-
zamiento.
El núcleo del acelerómetro piezoeléctrico es una lámina de material activo, comúnmente una ce-
rámica piezoeléctrica polarizada artificialmente. Cuando sufre tensiones mecánicas, sean de trac-
ción, compresión o cortadura, genera cargas eléctricas entre sus caras en número proporcional a la
fuerza aplicada.
En función del tipo de estado tensional originado en el material piezoeléctrico se pueden distin-
guir dos tipos básicos de acelerómetros: acelerómetros de compresión y acelerómetros de cortadura.
Acelerómetros de compresión.
Un ejemplo tipo de esta clase de acelerómetros es el mostrado en la figura 4.7. En este tipo de ace-
lerómetro la masa sísmica ejerce una fuerza de compresión sobre el elemento activo piezoeléctrico.
En su forma más simple, el acelerómetro de compresión consiste en un disco piezoeléctrico y una
masa colocada sobre un marco o caja (masa sísmica). Esta tradicional construcción da una relación
sensibilidad-masa moderadamente alta. Sin embargo, como la base y el poste central actúan como
un muelle en paralelo con los elementos piezoeléctricos, cualquier carga dinámica en la base, como
una flexión o una dilatación térmica, puede causar tensiones en los elementos piezoeléctricos y, por
lo tanto, salidas erróneas. Aunque se empleen bases muy gruesas para minimizar estos efectos, re-
sulta difícil evitar que las fuerzas de flexión y dilatación pueden ser transmitidas a los elementos
piezoeléctricos. Por esta razón, los acelerómetros de compresión se utilizan para niveles altos de
medida donde el error de la salida es pequeño comparado con la señal de la vibración. Si se añade
un disco de berilio, la base se endurece y se minimizan los efectos de flexión de la base.
FUENTES Y MEDIDA DE LAS VIBRACIONES 13
Acelerómetros de cortadura
En estos acelerómetros la masa sísmica ejerce una fuerza de cortadura sobre el elemento activo
piezoeléctrico. En este caso, el acelerómetro emplea tres elementos piezoeléctricos y tres masas
colocadas en una configuración triangular alrededor de un poste de montaje central (figura 4.8).
Todo el sistema está unido con un anillo de precarga. No se necesitan adhesivos ni tornillos para
mantener el sistema unido por lo que el funcionamiento y la fiabilidad es mayor. El anillo está pre-
tensando los elementos piezoeléctricos para dar un alto grado de linealidad. El diseño de cortadura
da una alta relación sensibilidad-masa comparada con otros diseños, tiene una frecuencia de reso-
nancia relativamente alta y un elevado aislamiento de las tensiones de la base y de los transitorios de
la temperatura.
Sensibilidad
Sensibilidad principal
La sensibilidad de un transductor es la relación que existe entre el valor de su salida y el de su en-
trada. En el caso de un acelerómetro, su sensibilidad es la relación que existe entre su salida eléctri-
ca y la aceleración a la que está sometido. Esta definición es válida para los transductores activos
que generan su propia señal. Suele expresarse en términos de voltaje (voltios o milivoltios) por uni-
dad de aceleración (m/s2 o unidades g, aceleración de la gravedad):
mV mV
2
o
m/s g
14 VIBRACIONES Y RUIDO EN MÁQUINAS
Sin embargo, si el acelerómetro requiere una fuente externa de tensión, su sensibilidad vendrá da-
da en términos de voltaje de salida por unidad de voltaje de entrada y por unidad de aceleración.
mV
Vg
En el caso de transductores piezoeléctricos, su sensibilidad depende de las características piezo-
eléctricas del material y del tamaño de la masa. Normalmente una alta sensibilidad obliga a un con-
junto piezoeléctrico relativamente grande y, en consecuencia, una unidad de tamaño relativamente
grande y pesada. Por tanto, hay que llegar a un compromiso entre la sensibilidad y el tamaño del
acelerómetro. En circunstancias normales, la sensibilidad no es un problema crítico, porque los mo-
dernos amplificadores pueden aceptar estos bajos niveles de señal.
Por otro lado, una alta sensibilidad obliga a un rango de frecuencia pequeño, por lo que también
habrá que llegar en este punto a un compromiso. Los acelerómetros de alta sensibilidad están dispo-
nibles para aplicaciones especiales, como medidas de baja frecuencia/baja amplitud.
El rango de sensibilidad típico en el que trabaja un transductor es de 10 a 100 mV/g, aunque exis-
ten valores mayores y menores. Para elegir la sensibilidad correcta para una determinada aplicación
es necesario conocer el rango de frecuencia y amplitud de la vibración. Por ejemplo, la sensibilidad
típica necesaria para medir vibraciones en un rodamiento es de 10 mV/g o 30 mV/g.
Si la máquina produce unas vibraciones de alta amplitud en el punto de medida (mayores de 10g),
es preferible un sensor de baja sensibilidad (10 mV/g). Si la vibración es menor de 10g, la sensibili-
dad necesaria será de 10 mV/g a 100 mV/g. En ningún caso el nivel de pico de g debe exceder el
rango de aceleración del sensor.
Sensibilidad transversal
En general, los transductores de vibraciones suelen diseñarse para la medida de desplazamientos,
velocidades o aceleraciones según una dirección determinada, su eje principal, en la que se alcanza
la máxima sensibilidad. La amplitud del voltaje de salida en ese eje es la sensibilidad máxima, smáx.
Pero también existe una cierta sensibilidad del acelerómetro a las vibraciones que se producen en
direcciones distintas de las de este eje principal. En el caso de que se produzcan vibraciones en un
eje eg que forme un ángulo con el de máxima sensibilidad, el sensor daría una salida igual a
se=smaxcos. De forma ideal, el ángulo debería ser cero. En la práctica, solo puede lograrse que
se acerque a cero debido a las tolerancias de fabricación y a las variaciones impredecibles en las
características del elemento transductor.
La sensibilidad transversal de un transductor para análisis de vibraciones es su sensibilidad a las
vibraciones en un plano normal al del eje principal. El fabricante debe especificar el eje principal de
sensibilidad, con un punto rojo en el transductor, así como su sensibilidad transversal.
La sensibilidad transversal se expresa como la tangente del ángulo. En la práctica, la tangente de
está entre 0.01 y 0.05 y se expresa como porcentaje de la sensibilidad nominal del transductor (si
tan=0.05, se dice que el sensor tiene una sensibilidad transversal del 5%).
Como la resonancia transversal está fuera del rango de frecuencia utilizable en un transductor y
con un pico de amplitud por debajo de la sensibilidad de los ejes principales, es importante que las
vibraciones transversales y golpes sean pequeños con respecto a los límites de vibraciones continuas
especificados para los ejes principales.
FUENTES Y MEDIDA DE LAS VIBRACIONES 15
Resolución
Rango dinámico
Se denomina rango dinámico de un transductor a la diferencia entre los límites superior e inferior
de medida dentro de los cuales el transductor responde linealmente. Un transductor es lineal dentro
de unos límites cuando su sensibilidad permanece constante dentro de esos límites específicos. El
límite inferior de este rango dinámico está determinado por el ruido eléctrico de fondo procedente
de los cables de conexión y del circuito del amplificador, no directamente por el transductor. En el
caso de acelerómetros de aplicación general este límite suele ser de sólo una centésima de m/s2. El
límite superior del rango dinámico se encuentra impuesto por otros factores, como las característi-
cas eléctricas del elemento transductor, su tamaño o su resistencia estructural. Un acelerómetro típi-
co de aplicación general es lineal de 50.000 hasta 100.000 m/s2. Un acelerómetro diseñado para
medir choques mecánicos puede ser lineal hasta 100.000 g.
Cuanto mayor es la sensibilidad de un acelerómetro menor será su rango de linealidad. Los trans-
ductores piezoeléctricos tienen una no linealidad predecible que viene expresada como un aumento
porcentual de la sensibilidad.
Rango de frecuencia
no varía, por lo que se necesita una masa sísmica pequeña. Pero cuanto menor sea la masa, el trans-
ductor será menos sensible. Habrá que llegar a una solución de compromiso.
Como regla general, se fija el límite de frecuencia superior en un tercio de la frecuencia de reso-
nancia del sistema masa-muelle. De esta forma los componentes de la vibración medidos en el lími-
te superior presentarán un error no superior al 12%. En los acelerómetros pequeños, de pequeña
masa, su frecuencia de resonancia puede ser de hasta 180 kHz, pero para los mayores, de mayor
salida y de aplicación general, son típicas las frecuencias de resonancia de 20 a 30 kHz.
Para seleccionar el rango de frecuencia del sensor es necesario determinar los requerimientos fre-
cuenciales de la aplicación, considerar el tipo de técnica de análisis y los tipos de sucesos que se van
a analizar. Por ejemplo, para analizar desequilibrios y desalineamientos el sensor debe tener una alta
sensibilidad y un pequeño rango de frecuencia, pues las frecuencias debidas a estos fallos son meno-
res de 1 Hz. Las frecuencias debidas a defectos en engranajes y rodamientos son del orden de unos
pocos centenares de hertzios. Para determinar el rango de frecuencia de una máquina lo mejor es
situar un sensor en la dirección de la línea del eje axial en varias posiciones en la máquina y evaluar
los datos obtenidos.
Cambio de fase
Tamaño y peso
la resonancia del acelerómetro, el resultado será falso si, a la vez, la vibración a medir tiene compo-
nentes en la zona en torno a la resonancia.
El problema se subsana eligiendo un acelerómetro con la suficiente gama de frecuencia, o usando
un filtro de paso bajo, que normalmente se incluye en los vibrómetros y preamplificadores, para
eliminar la señal indeseada producida por la resonancia del acelerómetro.
Cuando las medidas se limitan a bajas frecuencias, las altas y los efectos de la resonancia se pue-
den eliminar con filtros mecánicos. Estos constan de elementos elásticos de goma pegados entre dos
discos de montaje, que se colocan entre el acelerómetro y el punto de medida.
Vástago roscado
El montaje ideal es mediante un vástago roscado que se embute en el punto de medida. La coloca-
ción de una capa delgada de grasa en la superficie de montaje, antes de apretar el acelerómetro, me-
18 VIBRACIONES Y RUIDO EN MÁQUINAS
jorará la rigidez del conjunto. El orificio taladrado debe ser suficiente para que el tornillo no apoye
contra la base del acelerómetro.
Si el montaje mediante tacos es factible, es el mejor por las siguientes razones:
- Se obtiene una frecuencia de resonancia más alta (hasta 100 kHz) que con cualquiera de
las técnicas de montaje y, por tanto, el rango de frecuencias de medida más amplio posible
(hasta 50 kHz).
- Permite medir a niveles de vibración muy altos sin que el transductor se separe de la su-
perficie de ensayo.
- No reduce la máxima temperatura de funcionamiento permisible a la que pueden realizar-
se las medidas.
- Permite resultados precisos y reproducibles, ya que la posición de medida siempre puede
repetirse
Al preparar un montaje con tacos, la superficie tiene que prepararse y agujerearse. La distorsión
del transductor montado puede producir tensiones que afectan a su respuesta. Por lo tanto, es muy
importante:
- asegurarse de que la superficie a examen sea muy plana (que puede lograrse mediante es-
merilado o pulido)
- prevenir que el montaje mediante tacos se haga en la carcasa del transductor, lo cual puede
dar lugar a tensión
- atornillar el taco en el agujero de la superficie de examen y montar luego el acelerómetro
sobre el taco según las recomendaciones del fabricante del transductor.
El orificio taladrado debe ser suficientemente profundo para que el tornillo no apoye contra la ba-
se del acelerómetro. La base del acelerómetro debe de estar en contacto con la superficie de vibra-
ción para que no haya errores. Los acelerómetros miniatura no están preparados para ser montados
atornillados.
Soporte cementable
Cuando hay que establecer en una máquina puntos permanentes de medida y no se desea taladrar
orificios de fijación, se pueden usar soportes cementables, que se fijan al punto de medida con un
adhesivo enérgico. Se recomiendan las resinas epoxy y los cianocrilatos porque los adhesivos blan-
dos pueden reducir considerablemente la gama útil del acelerómetro. Si la superficie de ensayo no
es plana y se utiliza un acelerómetro miniatura, no es difícil montar una capa de cemento dental
alrededor del acelerómetro para lograr que esté firmemente anclado.
Otro método de montaje es utilizar un taco cementado que se atornilla dentro del transductor. El
lado plano del taco se une con el ligante a la superficie de ensayo. Esta es una técnica útil cuando se
requieren medidas repetidas en el mismo punto. El transductor puede desmontarse para medidas en
otros lugares, pero el taco sigue en el mismo sitio. Se logra así la seguridad de que las medidas futu-
ras se realizarán exactamente en el mismo punto. Las desventajas de este método es el gran tiempo
necesario para el montaje, la dificultad de quitar el taco cementado de la superficie cuando se hayan
acabado las medidas y la dificultad de aislar eléctricamente el acelerómetro.
Este tipo de montajes puede usarse con niveles altos de vibración si las superficies se preparan
cuidadosamente. Puede aportar o no aislamiento eléctrico; si éste es preciso, la resistencia eléctrica
entre el transductor y la superficie de ensayo debe comprobarse. La temperatura máxima a la que
FUENTES Y MEDIDA DE LAS VIBRACIONES 19
pueden realizarse las medidas está limitada por las características físicas del cemento empleado,
habitualmente unos 80 ºC. Este tipo de montaje mantiene buena estabilidad a lo largo del tiempo.
Adhesivos
El transductor puede montarse también sobre una superficie plana y limpia mediante una película
adhesiva, habitualmente una cinta adhesiva de doble cara.
Algunos fabricantes de transductores ofrecen discos adhesivos de doble cara. Esta técnica de mon-
taje es rápida y fácil de aplicar. Más aun, este montaje tiene la ventaja de aportar aislamiento eléctri-
co entre el transductor y la superficie de examen y no requiere practicar agujeros sobre ésta. Es apli-
cable sobre todo con transductores que no tengan agujero en su base o en medidas donde no sea
posible o deseable hacer un orificio taladrado para el tornillo. Estos adhesivos ofrecen una conexión
segura, pero en un rango limitado de temperaturas. La respuesta en frecuencia puede ser bastante
buena, pero no tanto como el montaje de cera. Su respuesta en frecuencia depende del grosor del
adhesivo.
Imán Permanente
Sonda manual
Un transductor que se sujeta contra la superficie de ensayo manualmente ofrece peor rendimiento
que cualquiera de las técnicas descritas anteriormente, pero a veces puede resultar útil para hacer un
sondeo rápido de la superficie a ensayar, ya que la localización de la medida puede cambiarse más
rápidamente que con cualquier método de montaje. Por lo general, una barra (denominada sonda),
con rosca en un extremo, se atornilla al transductor; el otro extremo tiene una punta que se presiona
perpendicularmente contra la superficie de ensayo. La punta de la sonda se embadurna con silicona
para aumentar el rango de frecuencia.
La respuesta en frecuencia es muy restringida, aproximadamente de 20 a 1000 Hz. Esta técnica se
utiliza cuando no es esencial la precisión, como por ejemplo, para hallar los puntos nodales sobre
una superficie vibratoria. Con ella no se pueden esperar resultados repetibles. Se debe utilizar un
filtro de paso bajo para reducir la gama de medida a 1 kHz.
20 VIBRACIONES Y RUIDO EN MÁQUINAS
Los modernos transductores y sus cables se han diseñado para que tengan la mínima sensibilidad
posible ante las diversas influencias exteriores. A pesar de ello, en los ambientes más adversos se
necesitan a veces transductores especiales.
Temperatura
Los acelerómetros típicos de aplicación general pueden tolerar temperaturas de hasta 250º C. Para
valores mayores la cerámica piezoeléctrica empieza a despolarizarse y se modifica la sensibilidad.
El acelerómetro se puede seguir usando tras una recalibración si la despolarización no es excesiva.
Todos los materiales piezoeléctricos presentan dependencia de la temperatura: los cambios de tem-
peratura ambiente resultan en cambios de sensibilidad. Por ello, los acelerómetros se suministran
con su curva temperatura/ sensibilidad, para poder corregir los niveles leídos cuando las medidas se
realicen a temperaturas significativamente distintas de los 20ºC.
Cuando hay que fijar los acelerómetros a superficies a temperaturas superiores a los 250ºC se
puede colocar, entre la base y la superficie de contacto, un sumidero de calor y una arandela de mi-
ca. De esta forma se puede mantener la base a menos de 250ºC para temperaturas superficiales entre
350ºC y 400ºC.
Como los acelerómetros piezoeléctricos tienen una elevada impedancia de salida pueden surgir
problemas de señales de ruido inducidas en los cables de conexión. Estas perturbaciones pueden
nacer por bucles de masa o ruidos de fricción o electromagnéticos.
A veces circulan corrientes de bucles de masa en las pantallas de los cables porque el aceleróme-
tro y el equipo de medida tienen masas separadas. El ruido de fricción se induce a veces en el cable
del acelerómetro por el movimiento del mismo cable. Se debe a variaciones locales de capacidad y
cargas producidas por la flexión, compresión y tensión dinámicas de las capas que forman el cable.
El problema se evita con cables de acelerómetro grafitados y fijándolos, o pegándolos, lo más cerca
del acelerómetro que se pueda.
El ruido electromagnético suele inducirse en el cable cuando se encuentra en las proximidades de
la máquina en funcionamiento. Entonces, puede resultar un cable con doble pantalla: en los casos
más rebeldes puede necesitarse un acelerómetro simétrico con preamplificador diferencial.
FUENTES Y MEDIDA DE LAS VIBRACIONES 21
4.3.7 Preamplificadores
En principio, tanto los preamplificadores de carga como los de voltaje se pueden utilizar para rea-
lizar la conversión de impedancia. Sin embargo, la sensibilidad vista por el amplificador varía drás-
ticamente con la longitud del cable cuando se utilizan amplificadores de tensión. Esto se traduce en
una nueva calibración cada vez que se utilice una longitud de cable distinta. Además, el límite infe-
rior de frecuencia puede verse afectado por la longitud y resistencia del cable.
La mayoría de los preamplificadores que se utilizan hoy día son amplificadores de carga, debido a
que no son tan sensibles como los de voltaje a la longitud y resistencia del cable.
También existen preamplificadores de pequeño tamaño que se integran en el acelerómetro o que
se atornillan en la parte superior del mismo, con el objeto de reducir los problemas anteriormente
citados respecto al cableado.
4.3.8 Vibrómetro
4.3.9 El filtro
La selectividad del filtro, es decir, la estrechez de su banda pasante, determina la resolución del
análisis obtenido. Utilizando un filtro de banda más estrecha se obtiene mayor detalle y se pueden
aislar los picos singulares del espectro de vibraciones. El inconveniente de los análisis con banda
estrecha es que el tiempo necesario para actuar con una cierta precisión aumenta mucho al estre-
charse la banda del filtro.
Por el largo tiempo necesario para tratar una extensa gama de frecuencia con analizadores de ban-
da estrecha se suelen realizar primero análisis de banda ancha, para obtener datos sobre las zonas de
mayor interés. Después, el analizador se pasa a banda estrecha y se analiza en detalle la zona afecta-
24 VIBRACIONES Y RUIDO EN MÁQUINAS
da. En las altas frecuencias un analizador de banda constante con, por ejemplo, 3 Hz de banda pa-
sante permite obtener análisis de gran detalle.
Resumiendo, la mejor selección de análisis y banda pasante es la que da una resolución adecuada
en toda la gama de frecuencia y permite realizar el análisis en el mínimo tiempo.
Un filtro ideal dejaría pasar todas las frecuencias contenidas en su banda pasante y eliminaría las
restantes totalmente. Pero, en la práctica, los filtros electrónicos reales presentan curvas de respuesta
inclinadas (figura 4.15), por lo cual no eliminan del todo las componentes exteriores a su banda. Se
utilizan dos formas de medida de la banda pasante de un filtro. La más usada la define como la de
otro ideal, con curvas de corte de pendiente infinita, que dejaría pasar la misma energía que el con-
siderado cuando ambos se excitaran desde una fuente de ruido blanco. Y la segunda lo hace como la
banda de la curva característica del filtro definida por los puntos en que la atenuación del filtro es de
3 dB respecto al nivel de transmisión normal. Sólo los filtros con una selectividad relativamente
mala tienen una banda a 3 dB sustancialmente distinta de la de ruido blanco.
ponente con frecuencia mayor de la de Nyquist aparecerá en las medidas como un componente de
baja frecuencia. Este fenómeno se conoce por aliasing. Para evitar los problemas derivados del
muestreo se utiliza un filtro de paso bajo antes del muestreador.
Otra característica de los analizadores en frecuencia es la frecuencia de resolución o espaciado en-
tre los componentes frecuenciales discretos. Ésta debe ser tal que las frecuencias adquiridas sean
representadas adecuadamente. Para aumentar la frecuencia de resolución se debe incrementar el
número de muestras. Esto es debido a que la frecuencia de resolución es inversamente proporcional
a la duración del tiempo de grabación. Sin embargo, aumentar el número de muestras requiere un
gasto computacional adicional. Para disminuir el número de muestras sin provocar aliasing se inser-
ta un filtro digital tras el convertidor analógico digital para eliminar los componentes frecuenciales
espurios.
Debido a todo esto, es complicado obtener una buena resolución de las medidas en altas frecuen-
cias. Sin embargo, al insertar un mezclador digital entre el convertidor y el filtro digital, se puede
disminuir la frecuencia de la señal de manera efectiva permitiendo al algoritmo FFT actuar en un
rango que toma como referencia los 0 Hz. A este rango se le llama análisis de zoom o análisis de
banda seleccionable.
El que un analizador FFT trabaje en tiempo real o no depende del tiempo computacional utilizado
para realizar la FFT. Si el tiempo para realizar la FFT es más rápido que la relación de muestreo,
entonces la FFT se puede realizar para cada uno de los puntos. Sin embargo, esto requeriría un gasto
computacional que va más allá de la capacidad de la mayoría de los instrumentos. Para solventar
esto se recurre a muestrear un determinado número de puntos y transferirlos a un búfer intermedio.
La FFT toma los datos desde este búfer para realizar su operación. Si ésta se realiza antes de que el
tiempo siguiente de grabación se almacene en el búfer, entonces se dice que el analizador está fun-
cionando en tiempo real.