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RESEÑAS

HISTORIA

al centro del relato, sino precisamente za de Dios se manifestaría a través de


un libro esencial para quienes se inte-
para demorarse más de lo necesario. un terremoto. Unas dos semanas des-
resan en la historia de Colombia, pero
que beneficiará también a todos aque- Aunque muchos de los relatos parecen pués, Bogotá fue, en efecto, estremeci-
llos estudiosos de la historia social de más bien breves. da por el peor terremoto de su historia.
Y así, circunvalando, el autor re- Punto final.¿ Y qué más? ¿Qué más nos
América Latina.
corre los siglos, pero la idea principal quiere decir este relato? No tengo ni idea.
JAMES 0UNKERLEY de tomar las calles como espejo de un Eso fue todo. Y por)eso es poco lo que el
Ha sido nombrado Director del desarrollo social y de entresacar arbi- autor logra a través de sus crónicas.
Institute of Latín American Studies trariamente unos acontecimientos para
de la Universidad de Londres. relatarl_os como ejemplos de la particu-
laridad de un pueblo se desvanece,
(Reseña aparecida en la revista mientras el lector se empeña en descu-
Tesserae. Journal of Iberian and Latin brir lo que el autor quisiera decir con
American Studies). estas historias. Sin embargo, hay mo-
mentos muy divertidos en esta recopi-
lación, como, por ejemplo, el diario de
un burócrata, quie n muy cuidadosa-
mente anotó lo siguiente:
Panorama callejero
Domingo 3. - Este día no vine a la
Secretaría. Lo uno por ser día festi-
Sucedió en una calle
vo, y lo otro por no haber cosa ur-
Alfredo lriarte
Espasa Calpe, Santafé de Bogotá, 1996, gente que hacer: Además, porque el
223 págs. Artículo Primero de la Instrucción
que rige en esta oficina previene:
"que los oficiales de ella concurran Ni cuando Iriarte pretende volverse
Bogotá, Cartagena y Tunja son los es- todos los días a las horas que se cronista social --como bien podría ser
cenarios de este panorama callejero prescriben, excepto los domingos; el caso en el capítulo que narra la acti-
entresacado de la historia colombiana a menos que en ellos no se reciba o vación de la red de iluminación de Bo-
y relatado por un columnista del pe- despache algún correo". Y ningu- gotá-, se puede soltar de las ataduras
riódico El Tiempo. La idea de to~ar no de estos dos motivos concurrían de la historia. Quizá sea por eso, por
las calles como espejos de una larga para haber venido.a ella. que la misión y profesión de Alfredo
historia de tragedias, de sucesos socia- Iriarte es más la historia que la"literatu-
les en general, parece una idea fasci- Como anteriormente se dijo, los textos ra o el periodismo, que el objetivo del
nante. Sin embargo, el lenguaje de se sitúan entre la historia y la ficción; libro parece haberse quedado estanca-
Alfredo Iriarte --cuya trayectoria pe- es decir, que ni son historia ni ficción, do en la mitad del camino.
riodística y literaria no conozco ni es aunque su punto de partida sean mu- Sin embargo, de vez en cuando se
objeto de la presente reseña- se sitúa chas veces figuras de la historia real de despeja la nube de la historia y se pro-
entre la historia y la ficción, y eso tal Colombia; por ejemplo funcionarios del ducen explicaciones que despiertan la
vez no le cae muy bien al objetivo que Virreinato de la Nueva Granada. Es por curiosidad del lector. Como es el caso
se propone el escritor. ello que, aunque su base es histórica, el del último capítulo que tiene lugar en
Imágenes misteriosas se enfrentan con deseo del autor es que se los entienda Bogotá.
figuras de la vida real. Casi la mitad del como ficción. Objetivo que no logra.
libro cuenta historias de las calles bogo- Tomemos un ejemplo. Iriarte cuenta en Para los bogotanos de hoy --em-
tanas desde el año 1576 hasta aproxima- un capítulo la historia del 'Terremoto pieza el relato- es virtualmente,
damente principios del siglo XX. por decreto". Los hechos tienen lugar inimaginable que esta megai'ópolis
Son más bien anécdotas que hay que en Bogotá en 1827. El escenario es un [. ... ]ya entrado este siglo estuviera
armar como un rompeca.b ezas para que elegante baile en honor del Libertador, circunscrita a los mismos ltmites
salga una imagen entera del desarrollo durante el cual se produce una ofensa urbanos de fines del siglo XVI. Di-
de una sociedad. Sin embargo, hay que de un joven oficial contra el cónsul ho- ficil de creer, pero verdadera. En
ser amigo cle un estilo muy decorativo, landés. Como era costumbr~ en aquel 1906, año de este relato, la capital
de un estilo con .muchos desvíos, de un tiempo, el incidente desembocó en un de Colombia llegaba por el sur has-
estilo que se pierde en la artificialidad duelo en el cual el cónsul resultó muer- ta Las Cruces, por el oriente' hasta
de la expresión como objetive princi- to. Su sepelio en la CapiUa del Sagrario Egipto, por el occiq~nte hasta San
pal del relato en sí. causó las iras del sacerdote Margallo Victorino y por ez)norte hasta la
Iriarte parece escribir siguiendo per- por haberse utilizado la Casa de Dios r.ecoleta de San Dieg.a. Cuando les

manentemente una línea de circunva- para las exequias de un .hereje lutera- bogotanos Ttecv.rr:íf!ln a lw·ctftS.as:d'e
lación, pero no para llegar más rápido no. El sacerdote advirtió que la vengan- recreo ya tenían que pr(J),tegeTtse de

142 ·Boletín Cultura! y Bíbliográfi~o~·Vol. ;w, nú_ro. 4i, I99.í1


VARIA

"los aires de Chapinero ". La Can·e- ción poética. Se alaba no a la lucidez, vidando que los mejores poemas de
ra séptima fue un sendero apacible que a otros pudiera parecer locura, sino Gómez cotTesponden a momentos de
con sauces, eucaliptos y muchísimo la afición por las drogas, los síntomas extraordi naria lucidez y que en e ll os
aire puro. El presidente Rafael Re- de esquizofrenia y la agresividad sin están los rastros de su lucha contra la
yes, protagonista de este cuento, razón aparente. Sólo Da.río Jaramillo ha e nfermedad y la muerte; una lid que a
tenía su casa campestre en Cha- criticado esta visión limitada, superti- nivel personal e l poeta probablemente
pinero, más preciso en la carrera 7a. cial y monocromática. Sin e mbargo, la perdió pero que en la obra sigue dando
con calle 67, "es decir, lejísimos de nota predominante es la asociación de con denuedo.
la ciudad". su obra con el desvarío y la droga. El Donald Hall , en un artículo sobre
poeta en medio del incienso de sus Dylan Thomas, abundando en la hipó-
Teniendo en cuenta el tráfico con- aduladores contribuía a confirmar este tesis vitalista del arte decía que: "El
gestionado de hoy día y el crecimiento cliché con una actitud marginal que lo poeta que sobrev ive es e l poeta que
de la ciudad que se está devorando la erigió en e l "poeta maldito" de la clase debemos celebrar. El ser humano que
Sabana con acero, cemento y plástico, media intelectual. Se etiquetó y valoró se enfrenta a la oscuridad y la derrota
verdaderamente impresionan las refe- su obra desde la observación biográfi- es el más admirable de todos [... ] Hay
rencias a los límites geográficos de ca, descuidando los temas raizales, la ejemplos como Frost y Eliot, como
aquel tiempo. Pero, aparte de eso, las lengua popular, el rescate del valor poé- Yeats y Emily Di ck in son y Henry
crónicas logran efectos muy aislados y tico de " lo vulgar" y, sobre todo, la fres- James, que prueban lo que sostengo,
no stempre convencen. cura del lenguaje directo y sin pudor pues todos ellos sufrieron pero decidie-
que nos obsequian sus versos. ron sobrevivir [ ... ] En nuestra cultura
HELMUT SPREilZER la autodestrucción de un artista es vista
como algo admirable, digno de ser elo-
giado, una garantía de su sinceridad[ ... ]
Pero esta creencia sólo expresa el odio
de la cultura que la clase media siente
El suicidio público por sí misma. La muerte y la destruc-
ción son enemigos del arte [... ] el gas y
del artista los somníferos matan a los poetas; el al-
La etiqueta de "loco" tiene la doble cohol y las drogas matan a los poetas más
"La poesía me ha deparado función de miÜgar la peligrosidad y la lentamente, pero mientras están matan-
Locura, pobreza y soledad". carga subversiva de su poesía en tanto do a los poetas, matan a los poemas".
R. Gómez Jattin se la explica en términos de desvarío. La lucha contra la muerte y la locura.
"/ saw the best minds ofmy La verdadera locura puede ser acaso la esa trágica lucha --en cuanto se sabe,
generation destroyed by madness, nuestra y la de una sociedad enferma perdida pero que, como diría Nietzsche
starving hysterical naked". que evade una revolución leyéndose en El origen de la tragedia, se justifica
Allen Ginsberg poemas en voz alta en certámenes y re- en sí misma y no en sus resultados-.
citales. Toda la crítica hecha hasta e l esa erótica lucha que insiste tercamente
Acababa de terminar una investigación momento ha girado alrededor de la en la vida, se reanuda en los versos del
de cerca de ·dos años sobre la obra de anécdota, la referencia a la vida perso- poeta. Allí lo encontraremos tirándole
Raúl Gómez Jattin, uno de los más in- nal del autor y, ya sea para criticarle o piedras al cielo, ahora que ya no está y
teresantes poetas colombianos desde el alabarle, este argumento ha sido gasta- que no carnina perdido, enfermo y solo
nadaísmo, cuando recibí la noticia terri- do sin economías y repetidamente. La por las calles de Cartagena.
ble de su muerte. No me tomó por sor- obra y no el autor es lo que interesa a la
presa la noti<ria. El caso de Gómez es el crítica moderna; cualquier referencia al CARLOS A. J ÁUREGUI DIDYME-DOME
de un suicidio público. poeta sin una razón de ser en el texto es University of Pittsburgh
Gómez deja a la poesía colombiana superflua.
y latinoamericana una obra bella e im- Gómez completó un proceso de
portante, si bien irregular, que interesa autodestrucción y aniquilamiento; vi-
como testimonio de la afmnación de su vió como mendigo en las calles, o en
individualidad auténtica; una obra que oscuras pensiones, fue paciente habi-
busca y encuentra la belleza del acto tual de sanatorios psiquiátricos y hués-
Bibliografía
brutal, en el parricidio o el coito ped temporal de la cárcel. Devino en el de Luis E. Nieto Arteta
zoofílico, en la pelea de gallos y en el individuo bajo control, entre los aplau-
atardecer sobre las aguas del río Sinú. sos de una sociedad que se aliviaba de Nota preliminar
Un lugar común de la "crítica" ha tener al poeta como el loco oficial de
sido la mención, sin mayor análisis, de una corte popular. De esta tragedia es- Esta bibliografía pretende ser ex haus-
la locura del poeta, dando por hecho que cribirán por estos días poetas y críticos. tiva. Se consu ltaron Jos papeles perso-
hay una relación entre ésta y la crea- Se hará un panegírico de la locura, ol- nales de Nieto Arteta ( 1913-1956) y se

BÓletfn Cultural y ·Bi~Jiográfico, Vol. 34, núm. 45, 1997 143

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