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Michel Rojkind Halpert (Ciudad de México, 18 de diciembre de 1969) es un arquitecto (sin título)

mexicano, socio fundador de Rojkind Arquitectos, un despacho de diseño y arquitectura de


México, reconocido por Architectural Record1 en 2005 como uno de los diez despachos en la
arquitectura de vanguardia.
A sus 43 años, Michel Rojkind forma parte de la generación de arquitectos mexicanos que está
transformando al país. En su carácter y en su búsqueda de espacios hay rebeldía, musicalidad y
mucha alegría.
Michel Rojkind es uno de los arquitectos mexicanos más influyentes de la escena contemporánea;
su éxito, empero, no ha sido una casualidad. Michel no vive en una burbuja, sueña, eso sí, pero
construye su realidad a base de trabajo comprometido, de confrontar las absurdas y obsoletas
imposiciones sociales, de cuestionarse otros caminos, de hacer equipo y rodearse de amigos
que tienen otra visión, para así tratar de ver la vida a través de sus ojos.

Fernando Romero (11 de octubre de 1971) es un arquitecto mexicano. En 2011, su empresa


FR·EE recibió reconocimientos internacionales por el diseño del Nuevo Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México, aunque este haya sido diseñado por Norman Foster.
Ha sido distinguido con premios internacionales como “Arquitecto del Año, 2010” por Fashion
Group, en 2009 recibió por parte del Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México el premio
otorgado por primera ocasión dentro de la categoría “Arquitectura Joven 2009”.”Global leader
of Tomorrow” en el 2002, por el Foro Económico Mundial; “Red Dot Award: Best of the Best”
por el proyecto “Bridging Tea House” en el 2006; “Pamphlet Architecture Prize” a Fernando
Romero por el libro “Translations

 rquitectos
FR-EE / Fernando Romero Enterprise
 Ubicación
Miguel de Cervantes Saavedra 303, Ampliación Granada, Miguel Hidalgo, 11529 Mexico
City, Federal District, Mexico
 Arquitecto a Cargo
Fernando Romero, Mauricio Ceballos
 Área Proyecto
17000.0 m2
 Año Proyecto
2011
 Fotografías
Rafael Gamo, Adam Weisman, Raul Soria
 Proveedores
USG, Panel Rey, Fine Floors, Hankö, Dimeyco, Agr, ArqT, CYVSA, Tecnomuro, Industrias
Ideal SA de CV, Kone, Ypasa, Swecomex, Aluvisa, Alta

Una parte del original Museo Soumaya se encuentra localizada en lo que fueran las instalaciones
de la antigua fábrica de papel, que se llamó Loreto y Peña Pobre, que fue la más importante de
Latinoamérica. En los años noventa, este lugar se convirtió en un centro comercial, donde existen
espacios designados para fomentar la cultura.

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El diseño de FR-EE para el Museo Soumaya
de 17,000 m2 rinde homenaje a su colección de arte ecléctica de cerca de 70,000 objetos
desde el siglo 15 a mediados del 20, incluyendo la mayor colección privada del mundo de
esculturas de Auguste Rodin. El Museo Soumaya de 45,7 metros de altura se eleva en el
corazón del nuevo desarrollo inmobiliario Plaza Carso en Polanco, un barrio vibrante y
cosmopolita en Ciudad de México. La forma distinta del museo y de fuerte presencia, crea
una identidad para el área ex-industrial del 1940 y sirve como un catalizador para un
mayor desarrollo cultural, incluyendo un teatro de Anton García-Abril y el museo de arte
contemporáneo Jumex por David Chipperfield.
La escala del edificio es monumental en comparación con la escala humana, la estrustura
es dominante ya que se coincibio la forma y la estructura primero y la distribución
espacial se adecuo a la forma
La organización espacial del volumen es radial ya que las salas están en el centro del volumen y las
circulaciones son en las orillas del mismo dejando únicamente al centro los elevadores En cuanto a
los generadores de espacio considero que es el volumen el que predomina como generar a
espacio pues toda la distribución interna se adecua al volumen

El interior del edificio, inmaculado limpio, predomina el color blanco

El interior del museo esta dividido en 6 ´plantas conectadas entre si mediante ascenspores y una
rampa exterior espiral

Los espacios son amplios, sobre todo el vestíbulo juega con las dobles alturas, el interior recuerda
un hibrido entre los diseños de Zaha Hadid organicos y Norman Foster con sus estructuras con
paneles en modulos repidos.

El espacio público circundante se activa a través de una gran escalera que conduce a la
entrada del museo, y que sirve como una plaza informal para los visitantes y lugareños del
complejo adyacente Carso. Una piel de 16,000 fichas hexagonales y espejadas de acero,
hace referencia a las tradicionales fachadas de cerámica de tejas coloniales y le da al
museo una apariencia muy diversa, dependiendo de la hora, la época y el punto de vista
del espectador, mientras se optimiza la conservación y durabilidad de todo el edificio.
En el interior, los visitantes se reúnen en un principio en El Pensador de Rodin en un
vestíbulo blanco generoso que alienta a los huéspedes a explorar el museo. Subiendo por
el paseo marítimo continuo que se tuerce en espiral a través de seis niveles del museo, los
visitantes encontrarán obras maestras de Van Gogh, Matisse, Monet y Dalí, entre otras. La
rampa conduce a la sala de exposiciones de la planta superior con un paisaje escultural
gentilmente inundado de luz natural.
La compleja geometría y la forma escultórica del Museo Soumaya resulta de la integración
de 28 columnas curvadas únicas de acero de diferentes tamaños, que forman la estructura
del edificio. Para lograr voladizos en varios lados, la estructura se estabiliza mediante un
sistema de siete anillos situados en cada planta. Áreas públicas y privadas adicionales de
Soumaya Museo incluyen un auditorio de 350 asientos, una biblioteca, un restaurante,
una tienda de regalos y oficinas administrativas.
En ese lugar el Museo Soumaya inició sus actividades en 1994; se trata de una institución cultural
sin fines de lucro, cuyo objetivo principal busca coleccionar, conservar, difundir y exhibir material
artístico de México y Europa; para ello organiza exposiciones, tanto permanentes como
temporales, conferencias, ciclos de cine y programas interactivos, entre otras actividades, en esa
zona del Valle de México.

El Museo alberga una interesante colección del maestro Augusto Rodin, y varias obras de artistas
importantes, como Siqueiros, Dalí, Picasso y Rivera, entre otros. Uno de los murales de Rufino
Tamayo a la entrada da la bienvenida al Museo y otro se encuentra a la salida de este maravilloso
lugar.

Recientemente se inauguró una nueva sede del Museo Soumaya, en la colonia Nueva Granada,
con una concepción arquitectónica innovadora para nuestro país, desarrollada por LAR/Fernando
Romero, que crea una visión moderna de la Arquitectura Orgánica, cuyas ideas básicas radican en
la irregularidad intencionada, con una clara idea de continuidad y funcionalidad, que se integran al
medio ambiente. El diseño estructural del edificio lo realizaron los ingenieros de Colinas de Buen,
S.A. de C.V.

El Instituto de Ingeniería participó en el desarrollo de esta obra, ya que realizó estudios sobre la
acción que el viento produce en la estructura y las fachadas del Museo; así mismo, realizó
mediciones experimentales en la construcción terminada, para medir y conocer las propiedades
dinámicas del Museo. El Instituto de Ingeniería enfocó la investigación inicialmente a conocer las
presiones medias que produce el viento de diseño sobre la envolvente exterior del Museo, en 24
diferentes direcciones, mediante la construcción de un modelo a escala 1:200, el cual se
instrumentó con 126 sensores de presión, en el Laboratorio del Túnel de Viento del Instituto de la
UNAM.

La concepción de la nueva forma exterior del Museo se logró al distorsionar los siete volúmenes
inicialmente contemplados para formar al Museo, mediante compresión radial aplicada a la mitad
de la altura, y se adicionó una acción torsionante entre la base y la parte superior.

En su interior existen seis plantas de forma irregular, conectadas mediante rampas que permiten
el acceso continuo de los asistentes a las áreas de exhibición del Museo, que se soportan por un
núcleo de elevadores y montacargas central, y 28 columnas de acero tubular A 572, grado 50, que
se distribuyen de manera no uniforme en cada planta. A esas columnas se conectan trabes de
acero que soportan un sistema de losa acero, con 12 cm de peralte de concreto ligero. Existen
además algunas columnas verticales, en algunos puntos de las áreas de exhibición.

La superestructura se apoya sobre un muro perimetral en la base donde descansan las 28


columnas de acero. Ese muro perimetral, a su vez, se apoya en columnas de concreto reforzado,
que apoyan sobre una losa de concreto, que forma la cimentación de todo el conjunto; en esa
parte subterránea existen cinco niveles destinados a estacionamiento de vehículos.

En la parte más alta de la estructura del Museo se colocó un sistema de armaduras radiales,
apoyadas en 28 columnas perimetrales, con diversas secciones transversales e inclinaciones
diferentes. Las armaduras se recubrieron con losa, acero y concreto ligero, pero en la parte central
se construyó un domo central de vidrio, para proporcionar iluminación cenital.

Todo el edificio está rodeado por una estructura espacial de aluminio, que se apoya en las 28
columnas metálicas que forman la estructura portante. Esta estructura tridimensional soporta una
cubierta armada, a la cual se conectan, mediante barras metálicas, 19 000 paneles de aluminio,
que forman el aspecto exterior de la fachada lateral del Museo.

Los estudios iniciales en el Túnel de viento del Instituto de Ingeniería permitieron definir las
presiones que producirá el viento en los paneles de fachada, así como las fuerzas que permiten
revisar la estabilidad general del Museo, ante la acción del viento. Mediante acelerómetros
colocados en el interior del modelo, se logró definir el número de Strohual, que permite establecer
la velocidad crítica del viento que genera la separación de vórtices en resonancia con la estructura
portante del Museo, en función de sus propiedades dinámicas y amortiguamiento, así como de su
forma exterior.

Por la forma original del Museo, se decidió efectuar vibración forzada de la construcción
terminada, con el fin de definir sus formas modales de vibrar, sus periodos y frecuencias, así como
los niveles de amortiguamiento asociados a cada modo de vibrar, a fin de juzgar sus condiciones
de estabilidad aeroelástica, para conocer con certidumbre, que esta moderna estructura no
presenta ningún riesgo a la vida de los asistentes que la visitan.

En esta investigación participaron por parte del Instituto de Ingeniería, el Prof. Rodolfo Peters
Lammel, José Rosales Hernández, Ponciano Trinidad López, Mario A. Canales Alvarado y Johann C.
Acosta Bravo, bajo la dirección de Neftalí Rodríguez Cuevas, Profesor Emérito de la Universidad
Nacional Autónoma de México.

El Secreto del Museo Soumaya


Una estructura de forma libre, invisible ahora, convirtió en
realidad la increíble fachada
Por Denise Allen Zwicker
El Museo Soumaya en la Ciudad de México ha sido descrito como "un trapezoide en movimiento", "una
estructura brillante, plateada y casi como nube, reminiscente de una escultura de Rodin", y "el museo más
llamativo del mundo". Diseñado por el audaz y joven arquitecto Fernando Romero, también fue llamado
"imposible de construir". La fachada, en particular, presentó grandes desafíos.
Si alguien podía hacerlo realidad, sería el dueño, Carlos Slim Helú, el hombre más rico del mundo. Slim
construyó el museo del año 2008 al 2011 como parte de la Plaza Carso, su distintivo desarrollo multiusos en
Polanco, Ciudad de México. Slim comentó que, debido a que muchos mexicanos no podían viajar por el mundo
admirando colecciones de arte, él creía importante albergar una prestigiosa colección de arte internacional en
México. Con entrada gratuita, el Museo Soumaya contiene más de 60,000 obras de arte en los seis pisos que
ofrecen 6,000 metros cuadrados de área de exhibición. El jardín de esculturas de la planta superior, cubierto
por un espectacular tragaluz, muestra numerosas piezas de Rodin. El Museo Soumaya, llamado así en honor
a la finada esposa de Slim, también contiene un auditorio con capacidad de 350 personas, una biblioteca
pública, una tienda de regalos y un café.
Cada uno de los pisos en el museo tiene una forma distinta, y el peso del edificio es sostenido por un esqueleto
de 28 columnas curvas, y siete losas de concreto que enmarcan la caprichosa forma. La compleja fachada,
"imposible de construir", consiste de 16,000 hexágonos de aluminio brillantes que parecen "flotar" sobre su
superficie, separados por milímetros unos de otros.
Lo imposible, en este caso, tomó aún menos tiempo

Fernando Romero contrató los servicios de Gehry Technologies (GT), fundada por el afamado arquitecto Frank
Gehry, para coordinar la compleja ingeniería tridimensional del edificio. La firma es conocida por su software
Digital Project™, que comprende un poderoso modelo de construcción, con una herramienta de administración.
"Este software permite a los ingenieros visualizar todas las disciplicas de construcción en un modelo
tridimensional, previniendo conflictos y permitiendo cambios en tiempo real", explica Roel Castaño,
vicepresidente de Geométrica. "Su uso permite que estructuras tan arbitrarias como esta se combinen con
diseños detallados a nivel de piso, cubos de elevadores, electricidad, pasos de agua, iluminación y otros
detalles. Usando este software, GT desarrolló la mayor parte de la ingeniería de verificación requerida por
Romero. Pero aún para GT la fachada era un desafío de enormes proporciones.
"GT, con su modelo virtual, demostró que podía visualizar los hexágonos en la posición correcta", comentó
Castaño. "Sin embargo, no es siempre aparente la transformación de las gráficas a construcción real". La
orientación superficial y la curvatura variaban en cada punto, en algunos de manera diminuta, lo que complicaba
el diseño de la fachada. Esta y otras dificultades hicieron necesaria una estructura secundaria basada en
requisitos que parecían imposibles:
 Adaptarse a la forma real de la construcción sin cambiar el modelo espacial creado por Gehry Technologies.
 Darle forma a las paredes exteriores e interiores del museo, que no debían estar separadas a más de unos
cuantos milímetros de las columnas.
 Eliminar irregularidades de la superficie y mantenerse continua desde el piso hasta el techo, así como
alrededor del edificio.
 Definir con precisión la posición y orientación de cada uno de los miles de hexágonos flotantes.
 Adaptarse a la variación de la forma estructural debido a las generosas tolerancias de construcción de la obra
negra de acero y concreto.
 Diseñar, fabricar y construir de manera rápida, con tiempos cortos y de manera simultánea con el resto del
edificio.
Geométrica propone una estructura de estilo libre

A comienzos del 2010, dos años después del arranque de la construcción y a tan sólo un año de la inauguración,
el equipo de Romero y Gehry aún no encontraba una solución para la fachada. Pero, finalmente, de las variadas
respuestas a la invitación, la de Geométrica, una compañía con base en Houston y planta productiva en
Monterrey, cumplía cabalmente con cada uno de los requerimientos "imposibles". Se le otorgó el contrato en
Febrero de 2010.

Geométrica usó su propio software para diseñar la fachada de 10,000 m . Para adaptar la estructura a la forma
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real de la obra negra, Geométrica usó topografía láser para alimentar el modelo reticular, permitiendo a sus
ingenieros modificar la geometría GT sólo en los lugares requeridos. Esta topografía y el diseño asociado se
llevó a cabo en cinco etapas graduales, a la par de la estructura principal. Los componentes estructurales para
cada etapa se fabricaban sólo hasta después de que las adaptaciones por condiciones reales se integraban al
software de Geométrica, que en turno alimentaba las órdenes de trabajo para la línea de producción en cada
etapa.
La fecha compromiso de entrega era un reto que requirió una logística sofisticada. Cada una de las cinco etapas
conllevaba ingeniería de detallado independiente, no sólo para la fabricación, sino para la secuencia de
instalación, que debía coordinarse con otras disciplinas laborando simultáneamente en el edificio. Otro factor
que influía en el grado de dificiltad de la fachada era que la estructura secundaria tenía que ser instalada sin
soporte en el piso, sino colgada de la estructura principal. La instalación de casi 100,000 tubos se logró utilizando
mano de obra local no-especializada, laborando alrededor del edificio... y del reloj.
Geométrica produjo 16,000 páneles de acero galvanizado, en forma de rombo, para formar la cubierta
estructural. Una membrana impermeable de dos capas se aplicó sobre estos rombos. Los conectores de la
estructura proveyeron soporte y localización para los asientos metálicos en los que el centro de cada uno de
los 16,000 hexágonos de aluminio se fijaría. Con esto se logró el aparente "flote" de los hexágonos sobre el
edificio, tal como Romero había concebido en su inspirada visión.
El secreto se revela... "y se esconde"
El resultado fue maravilloso. Cada elemento se ajustó tal como se predijo en el monitor de la computadora. Hoy,
los elementos sobre el museo brillan, acentuando su caprichosa forma. La precisión de la fachada hace que la
superficie parezca un elástico encaje que abriga el cuerpo estructural. En el edificio final, la hermosa y secreta
estructura secundaria no puede verse bajo los hexágonos; sacrifica su personalidad para lograr la misión de
Romero. "El equipo de Geométrica demostró su capacidad, en la ingeniería de la compleja fachada, de proveer
soluciones arquitectónicas innovadoras", dijo el Arquitecto.
Un artículo del "Wall Street Journal" describe el resultado de esta manera: "Encerrado en aluminio brillante, el
edificio se eleva mas de 50m, antes de cerrar como un hongo de gran tamaño ideado por Magritte. La fachada
es un panal de hexágonos plateados. La estructura es ancha en su cresta, y juega con el observador en esta
ciudad de terremotos. Los paseantes la observan con emoción que oscila entre curiosidad e inquietud".
Los paseantes tal vez no puedan apreciar la avanzada tecnología que rompe paradigmas y que hace posible
este edificio. Aún así, esta estructura Geométrica "secreta" permitirá a arquitectos de todo el mundo jugar con
figuras y formas antes imposibles. Hoy el Museo Soumaya es una realidad, y su secreto... sigue oculto.

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