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Análisis de “A mi buitre” de Miguel de Unamuno

A mi buitre es un poema escrito por el español Miguel de Unamuno. Éste artista fue autor de
múltiples poemas, ensayos, diversos escritos, también fue filósofo y fue rector de la Universidad
de Salamanca en tres ocasiones. Hace parte de la famosa Generación del 98, un grupo de artistas
españoles afectados por la crisis moral, política y social hija de la derrota militar de España en la
guerra hispano-estadounidense, por la independencia Cubana. Éste movimiento literario español
criticaba lo absurdo de una guerra para mantener a Cuba como colonia y seguir explotándola.
Consideraban inaceptable que todos los jóvenes tuvieran que ir a pelear la guerra de los ricos
que tenían inversiones en Cuba, dejando deudas de sangre juvenil y recursos económicos que
afectarían al país más adelante. En este contexto, en un entorno de muerte y crisis social, este
artista encontró su modo de expresarse a través de la literatura, por eso es que varios de sus
escritos, como el mismo A mi buitre, están cargados de un tono lúgubre, pesimista ante la vida y
de insatisfacción ante la realidad.

Podemos considerar que el poema contiene un simbolismo de referencia externa. El mito de


Prometeo nos habla de un castigo eterno que sufre un hombre, realizado por un ave de carroña
que le devora las entrañas. En el poema la situación es literalmente la misma. El ave simboliza
una penitencia que sufre el hablante lírico, es carroñera porque este es un dolor que lo deja
espiritualmente vacío y que en él deja la sensación de sufrimiento indefinido.

El género del poema es lírico, se trata de un soneto de estructura tradicional, es decir, un poema
compuesto de 2 cuartetos y 2 tercetos. La intención de Unamuno es de expresar sus sentimientos,
pero no sólo de indicar su estado de humor sino más bien de transmitirlos, de hacer que quien lea
el poema pueda de alguna manera recibir dichos sentimientos y apropiarlos. Por dicha razón el
poema ejerce las funciones expresiva y poética del lenguaje.

Síntesis del contenido:

Podemos identificar elementos específicos en el poema, tales como:

-Hablante lírico: Es un hombre en sufrimiento, que, insatisfecho con su existencia, desea acabarla.
-Objeto lírico: Literalmente es el buitre, una bestia que simboliza la manera en que su dolor acaba
con su ser interior.
-Actitud lírica: Las actitudes líricas encontradas en el poema son la apostrófica y la carmínica,
pues el diálogo se expresa en segunda persona y se expresa la interioridad del poeta, cumpliendo
las funciones emotiva o expresiva.
-Tono lírico: Es lúgubre, impotente, pesimista.

El tema del poema lo podemos definir como “la falta de fuerza ante el vaticinio”. Considero que es
la definición más apropiada porque en el poema podemos notar que el autor nunca se queja de su
castigo, o bien sea, que nunca expresa una idea optimista ni tiene deseos de mejorar su vida.
Sólo tiene clara la idea de que la única manera de acabar con su sufrimiento es dejar que este lo
consuma hasta el final. Un modo de asimilar esta idea para comprenderla mejor es que la manera
más fácil de que un parásito (que es el buitre, el dolor) muera, es dejar que el mismo huésped
muera, es decir, no haciendo nada, dejándose comer.

Asimismo, para facilitar la comprensión de su significado, podemos dividir el poema en 3


apartados. El primero, que es la primera estrofa, hace la función de contextualizar al lector, es
decir, de contarle de la situación del poeta, que es que hay algo en su vida que lo tortura con
fuerza (es un buitre de ceño torvo, furioso”), que lo está dejando vacío (“devora mis entrañas”) y
que lleva con él por mucho tiempo, lo suficiente para alejarlo del mundo y dejarlo en soledad, “es
mi único constante compañero”, el “constante” significa que nunca lo abandona, y el “compañero”
significa que lo único que posee en su vida, lo único que lo acompaña, es el dolor.
En el segundo apartado, que son los primeros dos versos de la segunda estrofa, hace la función
de informarle al lector que el poeta no tiene ninguna visión optimista del futuro, pues desde la
primera oración “el día en que le toque el postrer sorbo apurar de mi negra sangre” nos indica que
tiene certeza de que el “buitre” nunca lo abandonará sino que llegará su día de morir y el buitre
seguirá allí. La sangre negra rectifica esto, pues significa que él mismo se va a empezar a podrir
para cuando ese día llegue.

El tercer apartado, que comprende desde los dos últimos versos de la segunda estrofa hasta el
final, hace la función de informarnos de los deseos y aspiraciones del poeta, que por cierto, son
pesimistas. Éste apartado comienza de la forma siguiente: “quiero que me dejes con él solo […]
sin nadie como estorbo.” . Con esto nos queda claro que el poeta considera que lo único que
necesita en su vida es morir, no quiere ningún estorbo, y dado que la oración está escrita en
imperativo de segunda persona (“que me dejéis[…]”) su deseo también es de estar en completa
soledad, negando a los que quizás tratan de ayudarlo y de darle otra salida que no sea morir. En
seguida esto se hace más claro cuando nos dice lo que quiere, lo que considera como triunfo: el
poeta sabe que cuando el buitre lo devore por completo, éste se quedará sin sustento y morirá
consecutivamente de hambre. Esto, por supuesto, es una metáfora. El poeta ve a la depresión
como un personaje, un enemigo al que sólo puede vencer dejándose vencer por él. Esto es de
cierta manera contradictorio, pero eso es porque el poeta se siente desvanecido y sin fuerzas, de
cara a un destino que no puede cambiar sino sólo obedecer, pues debe ceder para terminar la
batalla.

Las estrofas del poema son cuatro y siguen la organización de un soneto tradicional, es decir, son
dos cuartetos y dos tercetos. Algo importante es que cada verso tiene 11 sílabas, y para mantener
el número de sílabas constante el autor implementó el uso de la sinalefa. Hay empleo del
encabalgamiento para darle continuidad y fluidez al poema, así no hay ideas cerradas en versos
sino más bien una idea grande que se extiende a lo largo del poema. La rima es consonante y
paroxítona. Todos estos elementos configuran el ritmo del poema.

El ritmo en la música es la armonía en la duración de los golpes de cada nota, por eso al recitarlo
se consigue cierta musicalidad. El lector inconscientemente asimila el ritmo del poema y “le llega”
el sentimiento del autor de una mejor manera. Por otro lado, en un campo consciente, al analizar
el ritmo podemos entender otros aspectos importantes de la elaboración del poema. Debido a que
cada verso dura lo mismo en recitarse “11 sílabas”, y de inicio a fin no hay cambios en el ritmo, se
refuerza la idea de que la vida del poeta es monótona y sin vitalidad, sin variación. El dolor es lo
único que hay.

Análisis del estilo:

Para analizar el estilo y la estructura interna del poema, debemos clasificar nuestro enfoque
dependiendo del nivel que queremos analizar.

En el nivel léxico-semántico:

El autor aplica un registro formal y culto, la da valor a su expresión y sentimientos y por eso los
eleva de tal forma que para entenderlos se requiera de cierto nivel educativo. El léxico usado es
completamente connotativo, en vez de usar palabras literales, se utilizan sus sinónimos con un fin
estético y expresivo. (furioso - torvo ; órganos - entrañas ; último - postrer ; triste - sombrío ; etc…)

En cuanto a las figuras retóricas, estás se usan con una misma intención connotativa, para darle
un significado más profundo que el literal a las ideas del poeta. Podemos encontrar varias a lo
largo del texto. La metáfora es una figura abundante en el texto, sobretodo por el simbolismo del
poema. El buitre metaforiza a lo que hace triste al poeta, la causa inicial de su dolor. La sangre
negra metaforiza el estado de putrefacción en el que se haya el poeta. “Mi último despojo” también
metaforiza el cuerpo del poeta. Hay uso de sinécdoque cuando el autor se refiere a entrañas, pues
el acto de devorar las entrañas en realidad se refiere al hecho de sentirse vacío y muerto por
dentro (entrañas devoradas < vacío espiritual). Otra figura retórica que podemos encontrar es la
hipérbole, cuando “el hambre atroz que nunca se le apaga” exagera la duración del hambre del
buitre.

En el nivel morfológico-sintáctico:

La elección de las estructuras sintácticas por parte del autor, refleja la intención estética que se
persigue. En cuanto a los verbos usados, podemos notar que la persona gramatical predominante
usada es la tercera, pues aunque el enfoque central del poema es la manera en que el poeta se
siente, se hace a un nivel mucho más profundo, incluso personificando esos sentimientos en un
buitre. Predominan los verbos de acción, los sentimientos del poeta personificados tienen voluntad
propia y actúan sobre él (“devora mis entrañas, labra mis penas, mi último despojo traga”). Hay
uso de adjetivos especificativos y explicativos como voraz, torvo, fiero, postrero, señero, negro,
etc… estos adjetivos reflejan sentimientos que tiene el poeta y las acciones que ejerce el buitre
sobre él, es decir, cómo sus sentimientos actúan sobre él. Predominan las oraciones compuestas
subordinadas, pues el autor al hacer uso de encabalgamiento e hipérbaton debe de poner varias
ideas en una o pocas oraciones.

En cuanto a las figuras retóricas sintácticas, podemos encontrar bimembración en “solo y señero,
sin nadie como estorbo”. Hay varias secciones en donde se emplea el hipérbaton, una es, por
ejemplo, “Este buitre voraz de ceño torvo que me devora las entrañas fiero y es mi único contraste
compañero labra mis penas con su pico torvo.”.

En el nivel textual:

Hay uso de recurrencias fónicas a lo largo del poema, pues en cada verso hay rima consonante.
En cuanto a las recurrencias léxicas hay varios epítetos como en “ceño torvo”, “negra sangre” y
“sombría mirada”. Hay una apóstrofe cuando el poeta se dirige a personajes externos al poema en
“quiero que me dejéis” y hay una elipsis en “le toque el postrer sorbo”, pues se refiere al buitre
aunque no lo mencione.

En conclusión el contenido del poema es bastante complejo, el autor está enfocado en expresar
una idea tan simple como “estoy triste” de una manera sobre explayada, e incluso se valió de los
recursos rítmicos para reforzarla. La mezcla de diferentes tipos de recursos, como la rima, figuras
retóricas y estilos integran el poema haciéndolo una obra bien estructurada. Valoro el hecho de
que el autor pueda comunicar sus sentimientos no con la sola intención de informar su estado
anímico sino que también logra cautivar mis sentimientos y hacerme sentir de la manera en que él
se siente, además analizar el poema te da una perspectiva más amplia del modo de pensar del
autor y eso ayuda a comprender mejor sus sentimientos.

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