La cistitis describe un síndrome clínico caracterizado por disuria, polaquiuria, micción
imperiosa y, en ocasiones, dolor suprapúbico. Si bien estos síntomas por lo general indican una cistitis bacteriana, también pueden asociarse con infección de la uretra o la vagina, o con entidades no infecciosas como la cistitis intersticial, el carcinoma de vejiga o cálculos. En cambio, pacientes con infección vesical o incluso de las vías urinarias superiores pueden no manifestar síntomas.