Sunteți pe pagina 1din 44

García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.

Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.


Revista Ciencias y Humanidades
Centro de Estudios en Ciencias y Humanidades
ISSN 2462-9367 Vol. 1, No. 1 (julio – diciembre) 2015
Periodicidad Semestral
Medellín, Colombia

DIRECTOR Por la Universidad Pontificia Boliva-


Federico Guillermo García Arjona riana
Magister(c) en Estudios Humanísticos Luz Angélica Romero Meza
Por la Universidad EAFIT. Magister en Educación
Por Cinde-Universidad de Manizales.
EDITORA Medellín
Rosa María Moreno Cardona
Magister en Educación
Por la Universidad de Manizales

COMITÉ EDITORIAL
Cristian Camilo Bedoya
Magister en Teatro, especialidad lite-
ratura
Por la Université de Franche-Conté,
Francia
Myriam Verónica Pérez Carvajal. ASISTENTE ACADÉMICO
Magister (c) en Estética María Angélica Díaz Uribe
Por la Universidad Nacional de Co-
lombia DISEÑO Y EDICIÓN
Mauricio García Echeverri Centro de Estudios en Ciencias y
Filósofo Humanidades, Medellín
Universidad de Antioquia
María Angélica Díaz Uribe Suscripciones
Estudiante de literatura Universidad revista@cienciasyhumanidades.com
Pontificia Bolivariana
IMPRESIÓN
COMITÉ ASESOR Impressión Offset MedellínPor orden
Paula Andrea Hinestroza Blandón alfabético
Magister en Desarrollo
Revista Ciencias y Humanidades
Centro de Estudios en Ciencias y Humanidades
ISSN 2462-9367 Vol. 1, No. 1 (julio – diciembre) 2015
Periodicidad Semestral
Medellín, Colombia

Contenido
Autour de Brecht et Buenaventura
Cristian Bedoya 7 - 46

Artesanos, precariedad económica e inestabilidad política neo-


granadina: de una sociedad estamental a una sociedad de clases.
Federico Guillermo García Arjona 47 - 96

Ecos en la educación desde una lectura de


Walter Benjamin en torno a la experiencia
Rosa María Moreno Cardona 97 - 126

El Sentido del Erotismo


Miryan Verónica Pérez Carvajal 127 - 150

La situación social de la música en


Theodor W. Adorno
Mauricio García Echeverri 151 - 190

Dichos, refranes y el discurso repetido


Viviana Díaz Orozco 191 - 220

Reseña Investigativa 221 - 222

Parámetros de publicación 223 - 226


García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.

La situación social de la música en Theodor W. Adorno

Mauricio García Echeverri*

Resumen

El artículo presenta cómo el filósofo alemán Theodor W. Adorno concibe


el estado social de la música de la primera mitad del siglo XX. Para ello recurro a
una serie de conceptos utilizados por el autor y cuyas raíces están en el pensamien-
to filosófico de la modernidad. Con gran influencia de Walter Benjamin, cada con-
cepto en Adorno es una constelación, es decir, una idea que debe ser desarrollada y
que al relacionarse con otros conceptos se llega a una interpretación más abarcado-
ra del problema a considerarse. Así pues, divido el escrito en dos partes: uno dedi-
cado al análisis de la ideología y el otro al de reificación. Cada capítulo así mismo
está dividido en distintos apartados, con el ánimo de dar una visión más amplia de
cómo Adorno entendió el problema de la experiencia musical para al final dar
cuenta de la importancia del pensamiento estético de Adorno al compararlo con
otros autores que reflexionaron sobre el mismo tema.

*
Filósofo, Universidad de Antioquia, Medellín.
151
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

Palabras clave: Theodor W. Adorno; ideología; reificación; experiencia musical;


estética; modernismo; realismo.
Abstract
The aim of the essay is to present how the german philosopher Theodor W.
Adorno conceived the 20th century social situation of music. To achieve this pur-
pose I´ll present key concepts whose roots are in the modern philosophical thought.
Having big influence of Walter Benjamin, each concept in Adorno is a constella-
tion, that is to say an idea that has to be developed. When the concept is linked up
with other concepts, the problem of the social situation of music could have a com-
prehensive understanding. The essay is divided into two parts: the first one is dedi-
cated to the concept of ideology and the other one to reification. At the same time,
each part is divided in different paragraphs, with the aim to intimate the importance
of Adorno´s aesthetic in comparison with other authors that reflected about the
same problem.
Key words: Theodor W. Adorno, ideology, reification, musical experience, aes-
thetic, modernism, realism.

1. Introducción entenderla. En el caso del idealismo y


del racionalismo, es el pensamiento
En el pensamiento moderno, humano el que le da a la realidad una
una de las bases de la experiencia fi- existencia, es decir, que son las ideas
losófica es el principio de identidad. producto de la abstracción humana las
Éste es entendido como el poder del que dictan normas de conducta a aque-
conocimiento humano que tiende hacia llos fenómenos, ya sean del mundo
la reconciliación entre sujeto y objeto. natural, político, cultural, entre otros,
Tal intención está en Kant, en Hegel, en que por principio no tienen un orden en
Marx, como en el mismo Adorno. No sí mismos. El hombre se pone como
obstante, los planteamientos filosóficos intérprete de un mundo que funciona
de cada uno de ellos difieren en tantos bajo leyes mecánicas pero que en
aspectos que es posible entonces poner ningún momento le son dadas al pen-
a cada uno en una corriente de pensa- samiento humano; ellas son fruto de
miento como el empirismo, racionalis- experiencia y razón.
mo, idealismo o materialismo. Con el A partir del intento de represen-
principio de identidad se quiere hacer tar la realidad, los seres humanos em-
mención a la posibilidad que tiene el piezan a formarse sus propias ideas
hombre de representar la realidad y sobre el mundo creando conceptos,

152
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
ideas, a saber, una forma específica de cipio de identidad lo que hizo en reali-
conciencia, a través de la cual podrán dad fue crear un orden que hiciera fren-
hacer juicios sobre la política, la reli- te al miedo que sienten los hombres al
gión, su cultura, las leyes, el arte. Sin no ver que sus aspiraciones se vean
embargo, esta formación de ideas indi- cumplidas. La forma como el hombre
viduales se transforma cuando el sujeto moderno empezó a concebir su realidad
ya no es un ente autónomo, sino que no lo llevó a que pudiera tomar las rien-
empieza a ser determinado por las fuer- das de la historia de manera racional.
zas sociales; cuando las relaciones ma- Con autores como Marx, Freud, Nietzs-
teriales que se establecen en una socie- che y Schopenhauer; Adorno toma las
dad son tan fuertes que las ideas que bases de un pensamiento, que si bien
cree estar creando el individuo no le moderno, pone un alto al pensamiento
pertenecen realmente a él sino que son filosófico y empieza a interrogarse por
el resultado de un sistema político, los caminos adoptados. Él ve que la
económico, cultural, terminan transfor- identidad se convirtió en una experien-
mando el estado de conciencia indivi- cia frente al mundo que no se puede
dual. Éste se vuelve falsa conciencia1. fundamentar en la subjetividad del indi-
El sujeto cree estar teniendo sus propias viduo, en un pensamiento autónomo
ideas, una manera autónoma de conce- que tienda hacia la libertad individual.
bir la realidad, cuando lo que sucede es A lo que conduce es a una forma de
que sus concepciones sobre el mundo lo reconciliación que implica la subsun-
que terminan es manteniendo las mis- ción del pensamiento individual a un
mas condiciones sociales existentes. orden social en el cual debe encajar.
Contrario a los autores principa- Como el proyecto de la autonomía del
les de la modernidad, para Adorno el sujeto en los siglos XVIII y XIX falló,
principio de identidad no llevó en por problemas que incluso ya venían en
ningún caso a la reconciliación espera- los mismos planteamientos filosóficos
da. Si bien Adorno cree en la capacidad que propendían por el mismo, lo que se
que los seres humanos tienen de razonar hizo finalmente fue instaurar un orden
y darse una autonomía, tanto la historia que se las daba de racional. Las socie-
como los acontecimientos sociales que dades modernas se organizaron de tal
presenció lo llevan a pensar que el prin- manera que, obedeciendo a unas ideas
en apariencia buenas para todos, anula-
ron la posibilidad de la autonomía indi-
1 Respecto al concepto de falsa conciencia, de
vital importancia para la tradición marxista de la vidual. Yendo en contra del proyecto
cual Adorno hace parte, éste será desarrollado ilustrado, convino mantener un estándar
más adelante.
153
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

del pensamiento en el cual todos pudié- música. Se piensa que una determinada
ramos estar de acuerdo. Éste problema notación musical debe perdurar en el
sobre el estado de conciencia, lo des- tiempo. No es ello una falta de imagina-
arrolló Adorno en el ámbito estético. ción en los productores de música, sino
Cuando se habla de estética no se está más bien el hecho de no considerar que
considerando únicamente una forma en el proceso de la historia sea dialéctico y
especial de pensar la realidad a través que no se justifica, históricamente
del arte, sino también la reflexión sobre hablando, mantener sistemas de compo-
unos determinados gustos y sobre cuá- sición que en la época ya no deberían
les son los fenómenos que se dieron darse. Tales ideas sobre la música son
para que un hecho estético se produjera. históricamente falsas, pues si estudia-
Por la formación que tuvo con mos nada más la notación musical en
su madre y sus posteriores estudios occidente daremos cuenta de las distin-
académicos de música, Adorno fue gran tas formas que ha tenido. Por ello es
conocedor de la tradición musical que que se habla de monodia, polifonía,
originó las distintas formas musicales disonancia, entre otras formas.
del siglo XX. Al juntarle a esto su for- Teniendo en cuenta el hecho de
mación en filosofía, y su adhesión al que el pensamiento de Adorno es mate-
materialismo dialéctico, el autor alemán rialista, el estado de conciencia de los
pudo analizar por qué los fenómenos hombres será analizado basándose en
musicales se basaban en formas de las relaciones sociales que hay entre
composición que ya nada tenían que ver ellos. En el caso del presente artículo,
con el momento histórico en que se se presentará el estado social en que se
realizaron. Siendo la producción musi- encontraba la música en la primera mi-
cal una consecuencia histórica de varios tad del siglo XX y cómo, siendo ella un
elementos, la notación musical entre producto social, configuró una expe-
ellos, no puede darse de igual manera riencia estética musical. Para ello el
en el romanticismo alemán y en el mo- desarrollo del tema se basará únicamen-
dernismo del siglo XX. Sin embargo, te en los planteamientos de Adorno y de
muchos compositores no vieron este dónde surgen ellos. Sólo al final se hará
problema. La forma de concebir la una comparación con pensadores como
música en varios autores del siglo XX Sartre y Lukács, con el objetivo de mos-
lleva a pensar a Adorno que el principio trar cuál fue la importancia del pensa-
de identidad, visto desde el ámbito mu- miento estético adorniano en la discu-
sical, tiene como consecuencia el no sión con estos y otros autores.
pensar en nuevas formas de componer

154
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
2. Ideología mismo concepto se vuelve ideología.
Siguiendo una tradición que Basándose en los avances que hizo el
viene del pensamiento de Marx, para psicoanálisis freudiano sobre la cons-
Adorno la forma en que se estructura el ciencia, Adorno considera que la ideo-
pensamiento de los hombres está mar- logía es el estado de consciencia e in-
cada por lo que en la realidad aparece. consciencia de las masas y no el mero
Ello no es ni bueno ni malo, sino úni- hecho de la ciega aceptación de los
camente una forma de concebir el esta- productos sociales y culturales como el
do de conciencia de los hombres. No arte. Si antes cabía en el concepto de
obstante, en el análisis que comienza a ideología la posibilidad de la autonomía
hacer Marx de las sociedades capitalis- intelectual, para Adorno “la marca de
tas, la forma de crear ideas sobre el las ideologías es más bien la ausencia
mundo que no están basadas en la auto- de esta autonomía que el fraude de su
nomía del sujeto, es vista como ideolog- pretensión”2 El autor considera con esto
ía. Es conocida la definición de éste que antes cabía la posibilidad de hablar
concepto que tiene Marx en La ideolog- sobre la autonomía del sujeto y el des-
ía alemana. El estado de conciencia de prenderse de las ataduras sociales. En
los hombres hace que haya una preten- pleno siglo XX ello ya no es una posibi-
sión de autonomía en el pensamiento; es lidad.
como si las ideas por las cuales se con- Es imposible pensar que la vida
cibe el mundo fueran el producto de la sea fruto de la conciencia y que la razón
libertad de los sujetos, cuando en reali- del hombre pueda determinar bajo cate-
dad son impuestas por la estructura gorías a priori su realidad. La historia
social en que se encuentran. Ello asegu- no puede ser contada bajo tal premisa,
ra que aquellos que imponen ciertas pues de serlo así se estaría dejando de
tendencias mantengan sus intereses, lado el hecho de que el hombre está
conservando así la relación entre opre- definido de acuerdo a sus actividades
sor-oprimido. vitales. La producción de todo ello, que
Para Adorno, sin embargo, la es parte de la conciencia, es el resultado
ideología ya no puede ser entendida de del entronque que hay entre el pensa-
esta manera. Como analiza en su confe- miento humano y la actividad material
rencia de 1954 Contribución a la doc- de los hombres. Pensar que la concien-
trina de las ideologías, éste concepto, si cia determine el mundo es establecer,
bien atado a las condiciones sociales,
debe ser visto a la luz de las nuevas 2 Adorno, Theodor. Contribución a la doctrina
condiciones sociales; de lo contrario el de las ideologías. En: Escritos sociológicos I,
Madrid, Akal, 2004, pág.443
155
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

para Adorno, una falsa identidad entre lo son. Más aún, son la causa de un
lo particular y lo universal; es decir, estado de conciencia que se aferra no a
pensar que hay una armonía entre el las posibilidades de un futuro distinto
sujeto individual y la sociedad, por lo sino más bien al hecho de aferrarse a las
cual tanto razón como realidad perma- condiciones del presente como si una
necen en una relación de igualdad, en esperanza distinta no existiera.
una reconciliación. Si esto fuera posible El pensamiento materialista de
cada una de las personas que pertenece Adorno lleva a reconocer en el tipo
a la sociedad industrial tendría la posi- establecido de racionalidad, por ejem-
bilidad de crear su propia individuali- plo, de la escucha musical, los efectos
dad, de tener experiencias que le permi- producidos sobre los oyentes, y en con-
tan formar un pensamiento autónomo a secuencia, las diversas formas de escu-
partir del cual, por ejemplo, alcance cha que serán analizadas más adelante.
alguna una forma de felicidad. La ilus- Las formas de producción musical no
tración, precisamente, se basaba en este son fenómenos naturales que deban
anhelo, en encontrar tal pensamiento mantenerse. Sus categorías estéticas no
propio. Sabemos que en la práctica tal son eternas, ni son tampoco la manifes-
esperanza no se dio; lo que la Escuela tación de un espíritu musical al cual
de Frankfurt busca es tanto volver a todos los compositores deban atenerse.
ella misma, pero entendiendo que las Que existan formas de composición
bases filosóficas en las que se fundaba musical que hayan perdurado en el siglo
hacían imposible su consecución. Los XX se debe principalmente, para Ador-
errores que ha cometido el ser humano no, al anhelo romántico del siglo XX de
no deben ser achacados a entidades parecerse a Beethoven, Mozart, Chopin,
abstractas ajenas a la creación humana, a todos los grandes compositores, de-
sino que precisamente tales errores son jando de lado el que estos mismos tam-
el fruto de las malas decisiones de las bién estuvieron sujetos al material
sociedades que han estado determinadas empírico que plasmaron después en sus
bajo formas de pensamiento ideológi- obras.
cas. Estas ponen un velo, alejan las
condiciones históricas de las que nacen 2.1. Función ideológica del arte
las ideas y dejan en la ceguera a los En la sociedad industrial, la vi-
hombres. Se vuelven ellos incapaces de da transcurre entre dos actividades que
dar cuenta de su realidad, y quedan marcan la vida de los individuos: el
atados a unas ideas, que ellos conside- trabajo y el entretenimiento. Los análi-
ran invariables, pero que en realidad no sis que hace Adorno sobre la sociedad

156
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
industrial y las consecuencias que tiene pintura, las difusiones radiales, las pelí-
en el ámbito cultural y estético están en culas, entre otros. De este modo lo pro-
su trabajo escrito junto a Horkheimer ducido pierde lo que Benjamin llama el
Industria cultural, capítulo pertenecien- "aura de la obra de arte", todo el entor-
te a la serie de ensayos Dialéctica de la no ritual, cultural, en el que ha sido
Ilustración. En él, parten del hecho de creada la obra.
que lo que hace la industria dedicada a Entre varios aspectos que ponen
producir y reproducir bienes culturales, los autores en su texto Industria Cultu-
contrario al caos que se piensa, es poner ral, la diversión que se puede tener en
un orden a las distintas manifestaciones una sociedad industrial juega un papel
artísticas. Especialmente se pone el caso importante en sus formulaciones. Para
del cine y la radio, pues cuando fue ello hay que tener presente la concep-
publicado el ensayo, 1947, estos dos ción sobre el trabajo, sobre la actividad
medios de reproducción, ya no eran de los seres humanos que les permite
ninguna novedad ni en las familias ni en transformar la naturaleza en aras de
espacios públicos, como los cafés o los satisfacer ciertas necesidades. Siguien-
bulevares, de las sociedades occidenta- do el análisis que hace Marx en los
les. Esto es importante tenerlo en cuen- Manuscritos de Economía y Filosofía3 y
ta. La capacidad que tuvo la industria de lo que plantea el autor austriaco Ernst
distribuir sus productos fue tan exitoso Fischer en su libro La necesidad del
que los individuos de sociedades con arte sobre la función que ha cumplido
características culturales dispares, veían el trabajo en el desarrollo de la humani-
complacidos sus gustos con el mismo dad, se logra determinar como parte
producto, aquel capaz de sobrepasar las esencial del mismo el hecho de que esta
barreras geográficas y temporales y actividad sea considerada como vital
convertirse en un producto estandariza- para la vida de los hombres. Desde que
do. Para Adorno y Horkheimer, esto se desarrollaron las primeras herramien-
está dado por el hecho de que la pro- tas, ya el hombre no necesitó enfrentar-
ducción de los bienes culturales obede- se físicamente con la naturaleza para
ce a un esquema racionalmente estable- obtener ciertos recursos como el ali-
cido y al cual debe supeditarse la expe- mento. Con el uso de las herramientas
riencia estética del individuo. Los pro- el hombre mismo facilitó su vida, en
ductos de la industria cultural, del sis-
tema organizado que produce, reprodu- 3 Es de tener en cuenta que si bien los Manus-
critos, redactados en 1844, son ahora parte
ce y distribuye bienes culturales, estan- importante del estudio de la filosofía de Marx,
darizan los gustos sobre la música, la fueron publicados en la primera mitad del siglo
XX. La primera versión en inglés es de 1959.
157
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

tanto que ya no era necesario luchar con actividad que oprime al trabajador y le
el animal sino que desde una distancia da un básico, un salario, con el cual
determinada era posible analizarlo, podrá mantenerse. Por ello es que el
calcular sus movimientos, sus compor- hombre en su actividad vital se ve ale-
tamientos, y así cazarlo fácilmente. El jado de su condición como hombre, se
cambio que se da en el proceso de ve enajenado y como una de sus conse-
hominización "es el inicio de lo que se cuencias cambia su concepción sobre el
llama trabajo, de un estar consciente, mundo. Por supuesto las condiciones de
una acción consciente, la anticipación trabajo que analizó Adorno distan mu-
del resultado como actividad cerebral"4. cho de las que vivió Marx. Los salarios,
Como actividad vital, menciona Fis- el tiempo de trabajo, las garantías labo-
cher, el trabajo no puede ser únicamente rales, entre otros aspectos, se transfor-
la forma en la que el hombre adquiere maron. A pesar de ello, Adorno mantie-
algo para obtener otra cosa, es decir el ne la concepción de que la sociedad
medio para el intercambio. Tal activi- industrial avanzada mantiene las rela-
dad debe ser la realización plena del ciones de opresor-oprimido, pero
hombre en una sociedad determinada, llevándolo al extremo de perder incluso
en la cual él pueda desarrollar las capa- su autonomía. "La sociedad industrial
cidades que lo determinan como ser se caracteriza [porque] el hombre mien-
humano. tras trabaja se fragmenta. Su conexión
Como parte esencial de la vida, con el todo se ve perdida; se convierte
Marx considera el trabajo como una él en una herramienta, en un pequeño
actividad que debe propender por la accesorio de un inmenso aparato"5.
realización del hombre tanto material Frente a esto, lo que Adorno
como espiritualmente. Sin embargo, a pone como propio de los seres humanos
través de un análisis histórico ve que en una organización social como la que
ello no es así; más que desde una consi- se ha venido mostrando es salir de la
deración que tome en cuenta el trabajo cotidianidad y encontrar espacios en los
como una actividad en la que el hombre cuales olvidarse de la carga del trabajo.
encuentra la plena realización de su Como desarrolla Benjamin en su texto
vida como individuo, el trabajo es visto, Paris, capital del siglo XIX, la configu-
en la sociedad capitalista, como una ración de las ciudades da cuenta de ese
movimiento. Se crean lugares adecua-
4 Fischer, Ernst. The necessity of art. United dos para evadir la carga anímica que
States, Verso, 2010, pág. 30. (traducción e itáli-
cas del autor) 5 Ibíd., pág. 97

158
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
pesa sobre el individuo, espacios como un producto, pues nuestra individuali-
los bulevares, los teatros para concier- dad, la experiencia de cada uno, no
tos, los centros deportivos. Pareciera no determina la forma en que se da la di-
tener ningún problema esto; tales luga- versión, sino que es el reflejo del es-
res pueden ser vistos como espacios quema de producción. Siendo así, para
para el reconocimiento público y no Adorno se da una inversión del esque-
específicamente como lugares de con- matismo kantiano. Ya no es el sujeto
sumo. Sin embargo, para Adorno la quien pone sus principios en la multi-
situación histórica en la que se encon- plicidad sensible, sino que la industria
traba lo llevó a pensar de manera distin- determina al sujeto, al cliente, formán-
ta. Frente al anhelo que tienen las per- dolo con unos gustos determinados que
sonas de divertirse, la industria cultural el individuo va a ver como formados
ha creado mecanismos para cumplir ese por él mismo. Gracias a las ideas por las
deseo y se ha valido de instrumentos cuales él se rige, la ideología propia de
como el cine, la radio, los conciertos una sociedad industrial, “el espectador
públicos, las galerías de arte, entre no ha de necesitar ningún pensamiento
otros. La diversión es el poder que hay propio: el producto indica toda reac-
sobre los consumidores; es el trabajo ción: no en virtud de su contexto objeti-
prolongado, en el sentido de que se vo, sino por medio de señales”6
busca divertirse para poder seguir Lo que sucede con el individuo
aguantando la carga del trabajo aliena- inmerso en la industria cultural es visto
do. Entretenerse no implica únicamente por Adorno como una transvaloración
consumir lo que se ha producido; más en la forma en que él mismo concibe su
allá de ello, es crear la ilusión de que individualidad. Esta transvaloración
bajo el entretenimiento realmente so- está caracterizada porque el gusto esté-
mos libres y estamos desplegando nues- tico está dirigido hacia lo que todos
tra individualidad a partir de nuestros conciben como adecuado. Ahora bien,
gustos. La forma en que escapan los son tantos los fenómenos artísticos que
individuos está dominada por el esque- se presentan en la sociedad industrial,
ma de producción cultural que le perte- que no cabe categorizarlos bajo el mis-
nece a los grandes monopolios, como mo baremo. De ser así el jazz podría ser
los dueños privados de las cadenas ra- analizado de igual manera que la músi-
diales o las empresas que producen ca clásica o el rock. Para ejemplificar
películas de cine. En la industria cultu- esto pone Adorno de presente la crea-
ral los individuos no deben ser cons-
cientes de las formas en que se consume 6 Adorno, Theodor. Dialéctica de la Ilustración.
Madrid, Akal, 2007, pág. 150
159
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

ción de canciones de moda. Estas se como los otros. “Parece [la música de
caracterizan por ser un tipo de composi- entretenimiento] un complemento del
ción musical que tiene el objetivo de enmudecimiento de los seres humanos,
mover el ánimo del oyente, pero sin del fenecer del lenguaje como expre-
salirse de lo común. Este tipo de música sión, de la mera incapacidad de comu-
está dirigida a satisfacer unos gustos de nicarse. Habita en las oquedades del
antemano definidos por el esquema de silencio que se construyen entre los
producción, por las ideas predominan- seres humanos deformados por el mie-
tes. Al mover los ánimos del oyente no do, el sistema y una sumisa docilidad.
se busca con ello que el sujeto se apro- […] Cuando ya nadie sabe hablar de
pie de la obra musical y pueda pensar verdad, entonces, ciertamente, nadie
qué es lo que se está representando. sabe ya escuchar”.8
Más bien, el efecto que se produce so- La función de la música como
bre quien está teniendo lo que podría- ideología se consuma cuando pone a
mos llamar una experiencia estética, es todos los oyentes bajo el mismo rasero,
el reconocimiento de factores que son al educar a las personas en el consenti-
comunes a los demás, como los senti- miento y poder distraerlas del estado
mientos que pueden ser compartidos social en que se encuentran. Como se
con otros. Piénsese, por ejemplo, en las explicará con detalle más adelante, la
falsas improvisaciones del jazz europeo. industria cultural, con su objetivo ide-
Para el autor alemán ellas son previa- ológico del entretenimiento, no sólo le
mente calculadas por armonizadores y quita libertad a los sujetos sino también
arreglistas para entrar en el preciso a las obras de arte. Estas ya no serán
momento y poder entusiasmar al oyen- producidas bajo categorías como auto-
te, quien falsamente se cree la aparien- nomía o hecho social; su producción y
cia de la inmediatez7. También es muy posterior reproducción deben estar
propia la tonalidad utilizada, o que por orientados al tipo de experiencia que
ejemplo la música deba ser escandalosa, deben tener los oyentes, de modo que se
pues así se pone la identificación como garantice la integración, el reconoci-
la base de una recompensa al vernos miento de lo común. Por ejemplo,
cuando se toma cualquiera de los mo-
7 Este concepto de inmediatez, que pareciera vimientos de una sinfonía romántica
entenderse por una experiencia del oyente que para producir suspenso o alegría en la
no le pone cuidado a la obra, se refiere más bien publicidad de un artículo. Si cumple
al hecho de tener una escucha que no esté
mediada por el esquema de reproducción. Más
adelante se volverá al mismo y se explicará con 8 Adorno, Theodor. Disonancias. Introducción a
más detalle. la sociología de la música. Madrid, Akal, 2009
160
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
con la función de crear en el oyente el el esquema de producción cultural que
sentimiento deseado no importa a qué los hace presos y les quita la autonomía.
sinfonía pertenezca tal movimiento, Es a partir de muchos conceptos
incluso no interesa mucho cuál sea el del psicoanálisis de Sigmund Freud,
compositor. pero sobre todo del texto Psicología de
El fenómeno de las canciones las masas y análisis del yo de 1921, que
de moda no se queda únicamente en la Adorno explica la gravedad del proble-
experiencia que tienen las personas. ma de la experiencia cuando hay un
Como un hecho estético, también debe sistema que pone una imagen estereoti-
ser considerado el tipo de mentalidad pada de las personas. Cuando "el que no
que se tiene, la representación del mun- se adapt[e sea] golpeado con una impo-
do. Para Adorno hay una contradicción, tencia económica que se prolongue en
inconsciente, en los consumidores cul- la impotencia espiritual del solitario"9
turales. Si se les llegara a quitar la posi- la causa de ello es el sistema por el que
bilidad de escuchar tal música verían funciona una industrial cultural como
ellos tal acto como un ataque contra la ideología.
democracia, los valores liberales y la Las obras de arte no son ajenas
libertad de elección que ellos como a estas dinámicas. Son ellas en una so-
sujetos autónomos tienen. Gran parte de ciedad industrial una falsa conciencia
los análisis que hace Adorno sobre la de las relaciones sociales donde ellas ya
cultura están basados en las investiga- no son vistas de acuerdo a su valor de
ciones que hicieron el psicoanálisis y la uso sino al de cambio. Se impone la
antropología de la primera mitad del moda, el prestigio. A las obras de arte
siglo XX. El autor alemán sabe que la se les ha puesto un papel especial entre
formación de la identidad del sujeto no las producciones del ser humano y cada
depende de la razón autónoma del mis- época ha dado el debate sobre qué en
mo sino del entorno cultural en el que realidad constituye una obra y cómo
se encuentra. Incluso las ideas subjeti- puede definírsela. Para Adorno, el deba-
vas, las construcciones del sujeto se ven te no puede reducirse a dar una defini-
reprimidas por la sociedad. Pero lo inte- ción omniabarcante; incluso no tiene
resante sobre el fenómeno estético y las sentido en su filosofía, pues ello iría en
ideas que de él se desprenden es la rela- contra de la valoración que él le da a la
ción entre lo consciente y lo inconscien- obra como singularidad. Sin embargo,
te presente en la sociedad industrial, en
tanto que ella da como resultado que las 9 Adorno, Theodor. Dialéctica de la Ilustración.
personas defiendan inconscientemente Op. Cit., pág. 146.

161
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

pone como generalidad de las obras el rica y la pérdida de una inmediatez que
que su valor resida en la puesta en esce- al mismo tiempo deja en entredicho qué
na de una idea sobre el mundo lejos de tanto es capaz de experimentarse del
ser coaccionada por la misma realidad contenido de verdad de una pieza musi-
que está representando. cal.
El valor de uso del arte es con-
cebido por la industria cultural como 3. Experiencia musical perdida
valoración social; la obra no es vista De la función ideológica del ar-
como una crítica a la sociedad o para te, aquella relacionada con la diversión;
fortalecer movimientos políticos, como Adorno concluye que ello representa
lo quiso el realismo socialista, sino una pérdida del individuo y la escucha
como un objeto que da la ilusión de que tiene. Para entender la forma en la
estar por encima de un artefacto cual- cual Adorno caracteriza la pérdida de
quiera. Y de hecho se distingue de otros experiencia individual en cuanto a la
objetos, tanto en su realización como música, se mostrará el modo en que se
también en lo que para una mente libre desarrolla la experiencia musical en un
es; sin embargo, para los inmersos en la mundo administrado en el que la música
industria cultural, "el arte es una especie es ya ideología. Como falsa conciencia,
de mercancía, preparada, registrada, se crea una historia del espíritu cuyo
asimilada a la producción industrial, fenómeno muestra cómo el entorno
comprable y fungible"10. En tanto que cultural es puesto bajo un determinado
negocio, las obras de arte se venden en pensamiento histórico, que tiende a
casas de subastas por sumas altísimas; ignorar las contradicciones y conflictos
al ser auspiciadas por los grandes mo- existentes en una sociedad.
nopolios que patrocinan las cadenas Adorno había puesto la música
radiales que transmiten determinada como ideología, esa que está de moda.
música de acuerdo al público al que se Sin embargo, él utiliza un término más
dirigen; como también está el caso de preciso: música ligera. Es caracterizada
las representaciones en grandes audito- como ideología, pues es la que está
rios en donde ciertas composiciones supeditada a las leyes del mercado, a
musicales, de los grandes artistas casi una racionalización económica que de
siempre, son recortadas y presentadas antemano determina cómo debe ser su
sólo en su forma más llamativa. Todo producción y reproducción. En términos
esto refleja la falta de concepción histó- generales, tal tipo de música es la que
está de moda. Siendo así, su objetivo
10 Ibíd. Pág. 172 está centrado en generar ciertos ánimos

162
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
en los oyentes. Contrario a ésta ideolog- mientos más famosos de los composito-
ía se contrasta la música seria, la cual res del siglo XIX.
por principio no se inscribe en el mer- La música como ideología está
cado, aquella en donde las dos carac- orientada a unos futuros oyentes cuyas
terísticas del arte, para Adorno, auto- reacciones ya deben estar presupuestas.
nomía y hecho social11, están presentes Por esto es que Adorno establece la
en la constitución estética de la obra. explicación de la relación que hay entre
Que una sea ligera y otra seria, no quie- música y sociedad a partir de una con-
re decir que Adorno, como falsamente sideración sobre la producción misma
se lo ha criticado12, tenga una visión de la música. Para Adorno, la relación
elitista sobre la música y su forma de entre música y sociedad se encuentra en
composición. Para él también la música la forma de producción, y de ésta de-
seria, como la llamada clásica, cae en pende la experiencia que se tenga de lo
los problemas del mercado. De lo con- escuchado; es decir, las condiciones
trario no tendrían mucho sentido las psicológicas no determinan de antema-
críticas que le hace a Stravinsky o a no cómo debe ser la producción musi-
Wagner, como tampoco a la clase bur- cal, sino al contrario. En Tipos de com-
guesa que ve en una entrada a un teatro portamiento musical, ensayo en donde
el orgullo y alegría de ver en ella el Adorno hace una tipología para identi-
símbolo de la clase a la que se pertene- ficar tipos de oyentes, dice que el modo
ce. Si algo tiene la industria cultural es en que se puede averiguar cómo se pro-
poner ambas esferas bajo el mismo duce la experiencia musical es a partir
rasero, olvidando con ello la estructura de la relación entre lo social y lo psi-
estética de la obra. Por ello no hay que cológico. Ello implica que la reacción
olvidar que las canciones de moda no de los oyentes no se analice subjetiva-
son únicamente las que se reproducen mente, como el gusto, sino más bien en
popularmente sino también los movi- la adecuación que hay entre lo escucha-
do y la escucha. Además, una experien-
cia musical no puede ser analizada me-
11 Estos dos conceptos serán analizados diante el gusto, no sólo porque eso daría
en el segundo capítulo. como resultado un análisis particular y
12 Frente a esto, puede verse el debate
que hay entre Adorno y Peter Bürger sobre la no general, sino también porque el gus-
autonomía de la obra de arte y su relación con to, como formación individual, ya no
lo empírico, que analiza Lambert Zuidervaart en: está construido subjetivamente.
The social significance of autonomous art:
Adorno and Bürger. The journal of aesthetics El consumidor musical es aquel
and art criticism. Vol. 48, N°1, 1990, págs. 61- que tiene con la música una relación
77.
163
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

espontánea. Su escucha está mediada dida que le fue llegando al público15 su


por el haber recolectado la mayor canti- composición empezó a verse marcada
dad de información que le sea posible por lo que Adorno llama "esquema de
sobre los intérpretes, la historia detrás producción y el conformismo propio de
de él, pero no tiene idea de cómo se ella."
estructuran las composiciones. Es una Por otro lado, está quien tiene
escucha fragmentada, y si bien es capaz una escucha estructural. Este oyente es
el oyente de tararear y reconocer frag- capaz de asumir una postura individual
mentos de piezas famosas y sus mo- frente a una composición, pues los dis-
mentos más emocionantes, es incapaz tintos elementos de un todo los puede
de dar cuenta estructuralmente de lo que relacionar por medio de una lógica-
se tararea, ya que "consume de acuerdo sentido que le permite llegar a una
a la medida de validez pública de lo comprensión de lo escuchado. Ahora
consumido"13. Aunque este tipo de bien, Adorno no dice que todos deban
oyente desprecie a las masas, está en ser o expertos o consumidores cultura-
ellas, en la escucha masiva, en la músi- les. Lo anterior no significa que la in-
ca producida para que el show pueda tención del autor sea poner a todo el
continuar. Contrario a este tipo de escu- mundo a tener una escucha estructural y
cha está el experto, al que no se le esca- que todo aquel que escuche música
pa parte alguna y "rinde cuentas al tenga que ser un experto. Ello sería
mismo tiempo de lo escuchado en cada decir que Adorno terminó siendo un
instante"14 Por ejemplo, el jazz se pre- burgués hipócrita que se apiadaba de
senta como el lugar de la escucha musi- quienes no tuvieran como él la capaci-
cal de aquellos que en la cultura no han dad de apreciar verdaderamente la
tenido cabida. El surgimiento de este música. Más bien, la tipología de Ador-
género musical da cuenta de cómo em- no tiene como función el identificar
pezó como un asunto casi marginal, de distintos tipos de escucha a partir de los
unos pocos que se habían visto relega- cuales se pueda establecer la relación
dos y plasmaron en sus composiciones entre música y sociedad. Aparte de
tales experiencias. Sin embargo, a me- poner otras tipologías (emocional, sen-
sual, estático musical, resentido, con-
sumidor estándar) propias de una época
13 Adorno, Theodor. Disonancias. Introducción
a la sociología de la música. Madrid, Akal, 2009 15 En este aspecto es importante tener en
pág. 183. cuenta que no es lo mismo el jazz que se pro-
ducía en Europa al que se empezó a difundir
14 Ibíd., pág. 180 más ampliamente que fue el producido en
Estados Unidos.
164
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
burguesa, puede ponerse entre aquellos desespero, como fue el caso de la Euro-
dos al buen oyente, al que es capaz de pa del siglo XX, las personas salen a
hacer un juicio basado más allá del encontrar en el mercado la alegría ya no
gusto pero que no sabe dar cuenta de los posible de conseguir autónomamente.
elementos dispersos como lo hace el El anhelo de felicidad es analizado por
experto. Y no se puede esperar que él Adorno en el ámbito de la música de
sea un profesional, ya que ello sería ir moda, pues en él es posible que el yo-
en contra de su libertad individual, de musical pueda identificarse con otras
la experiencia musical que él mismo personas y así no sentirse excluido de la
haga. A lo que quiere llegar Adorno con masa que al final lo excluye, lo enajena,
esto es a mostrar que la experiencia que de su propio yo.
hace el consumidor cultural no es fruto El esquema que produce y re-
de un gusto individual, autónomo, sino produce canciones de moda está hecho
que está coaccionada por las fuerzas conforme a su posible venta. Para el
sociales. autor alemán, esto es conceptualizado
Inconscientemente el individuo como vulgaridad, entendida como la
desea reprimir sus gustos individuales y forma de pensamiento que pone a todos
adaptar sus sentimientos al conjunto. En en el mismo conjunto humillado que
tanto que el yo del sujeto ha sido reba- cree en la no posibilidad de una salida.
jado, en términos freudianos su narci- "La vulgaridad consiste en la identifica-
sismo primitivo ha sido aplacado por un ción con una humillación de la cual no
ideal, la individualidad se configura de puede escapar la conciencia encadenada
acuerdo a las ideas que vienen del exte- y sometida a ella"16 La explicación de
rior y no de manera contraria, es a lo que esto sea un fenómeno al cual hay
que Adorno apunta. El sujeto en su vida que prestarle atención está en que la
cotidiana, en la que se le ha enseñado a escucha musical, como ya se había
mantener cobardemente y bajo dominio mencionado, deba ser analizada so-
un esquema racionalmente estructurado, ciológicamente y no psicológicamente.
no puede tener los sentimientos que Frente a esto, Adorno adopta una dis-
racionalmente ha formado, y sus an- tancia frente al psicoanálisis y a buena
helos se ven frustrados, pero no por el parte de la estética alemana como la de
mantenimiento de una cultura como Kant, Schiller, Hegel, quienes veían el
dice Freud, sino por el tener que acon- análisis de los juicios estéticos a partir
dicionarse a que su individualidad tenga del sujeto y no del objeto. Para Adorno
que estar formada por la universalidad.
Por ello, en una vida vacía y llena de 16 Ibíd., pág. 207.

165
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

esto no puede ser así, en tanto que la No es posible, según el autor, que las
función ideológica de la música está en sociedades sigan formándose a partir
la distracción del estado social; aquella del resquebrajamiento de nuestras capa-
es producida de forma estándar y expe- cidades cognitivas y de relacionarnos
rimentada por puro entretenimiento es entre nosotros como seres humanos. Al
la manifestación del individuo por salir igual que la tradición marxista a la que
de las condiciones opresoras del trabajo pertenece, Adorno es un humanista que
racionalizado pero es al mismo tiempo veía en el estado de cosas del siglo XX
la música que fomenta la pasividad, el una depravación del hombre por el
embrutecimiento de quienes se acos- hombre mismo. Por ello es que más allá
tumbran a ver las condiciones de la de la esperanza en una fuerza redentora
sociedad como regidas por leyes inmu- ajena al ser humano, Adorno mantenía
tables. la esperanza en que el mismo hombre
Para cumplir con su papel, se fuera capaz de superar el pasado y el
necesita que la música sea distribuida presente en ruinas que le tocó. Superar
por medios altamente racionalizados, su condición no es dejando atrás el pa-
como los ya mencionados. Estos medios sado como lo hace la mirada displicente
tienen la capacidad de generar en el del Angelus Novus de Paul Klee, sino,
oyente la ilusión de que los sentimien- como desarrollaré más adelante, con
tos generados sean distintos a los de la una mediación entre pasado y presente.
vida cotidiana. Es más auténtico el Esto último lo traigo a colación,
amor de las películas que el que es po- pues cuando Adorno pone su análisis en
sible encontrar en nuestras relaciones los medios de reproducción y difusión
cotidianas. Por ello, tales sentimientos de la época, podría dar a entender un
no permiten una contraposición a la rechazo de tales medios. En ningún
positividad social y racional, sino que momento Adorno rechaza la existencia
son justamente una afirmación de las per se de tales medios. De serlo así
condiciones de trabajo de las cuales podría llevar ahí si a un elitismo cultu-
supuestamente debería salir el indivi- ral y una dogmatización propia de los
duo. estados totalitarios a los que tanto se
Con lo anterior cae en este pun- opuso. Más bien lo que se debe conside-
to una precisión. Adorno no sólo des- rar es cómo funcionan ellos, cuáles son
cribe el estado de cosas de las socieda- los intereses a los que obedecen y qué le
des altamente industrializadas. En él cabe hacer al sujeto frente a ellos. Si
también hay una posición ética y de bien en Adorno, como en Marcuse o
rechazo frente al mundo que analizaba. Pollock, no hay una propuesta clara de

166
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
cambio político, sí que hay un plantea- cisamente no permiten que haya una
miento filosófico de praxis individual experiencia individual, que la concien-
que lleve a la emancipación del sujeto. cia del ser humano pueda desplegarse y
Habiendo aclarado lo anterior, actuar según las condiciones históricas
valga volver al asunto mencionando en las que se encuentre el sujeto.
que, como fenómeno social, el lenguaje
de la música, a saber, la forma en que 4. Reificación
ella nos es comunicada para poderla La destrucción del pasado invo-
entender, tiene como función forzar al lucra que los hechos históricos, las for-
individuo a estar en la masa, para indi- mas específicas de producción y repro-
carle que él no está solo, sino que las ducción, determinadas notaciones musi-
experiencias suyas son también compar- cales, la configuración estética de una
tidas. El dolor individual se vuelve en- obra, no tengan relación con los hechos
tonces un estado psicológico igual para del presente. Ello deja como conse-
todos, del cual obviamente hay que salir cuencia, en el plano de la experiencia
acompañado. Por esto es que mucho de estética, una escucha ideológica que
la música producida debe ser escanda- hace pensar al oyente que su experien-
losa, pues así se pone la identificación cia es inmediata. Para Adorno la inme-
como la base de una recompensa al diatez no es, como pudiera pensarse,
vernos como los otros. Tener la misma tener una relación con la música de la
experiencia musical es el consuelo de misma manera que la tiene el consumi-
que nuestra individualidad ya se ha dor cultural, como si se pasara frente a
perdido. Como fenómeno social, la una pintura y no se la detallara. Por el
música dispuesta al principio del inter- contrario, cuando se refiere el autor a la
cambio es irresistible para nosotros inmediatez, está mencionando el hecho
pues al mismo tiempo no deja otro ca- de tener con la obra una relación que no
mino posible sino el de la integración. esté mediada por las condiciones del
De este modo, la música como ideolog- mercado, sino más bien a partir de la
ía ayuda al proyecto de la sociedad autonomía del sujeto. Es obvio que
moderna: que los individuos se reúnan siempre habrá una mediación, como por
bajo los mismos parámetros de pensa- ejemplo relacionar ideas del presente
miento y bajo la ilusión de una libertad con experiencias pasadas; sin embargo,
de escucha, de composición, de gustos. el pensamiento que tienen los sujetos de
Con ello lo que se fomenta es la forma- las sociedades capitalistas es concebir
ción de unas ideas que nos impiden que su escucha es auténtica, cuando en
pensar en aquellos fenómenos que pre- realidad lo que terminan haciendo es

167
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

reafirmando el factor ideológico de la un sistema de intercambio, la reifica-


música. ción es un pensamiento que entonces
A partir de los planteamientos termina por sostener la ideología pre-
sobre la enajenación que estableció dominante; por tener una mirada des-
Marx en su obra, con las conocidas humanizada sobre el ser humano. Ya no
cuatro etapas de la misma que hay en hay un reconocimiento de los sujetos
los Manuscritos de Economía y Filosof- como sujetos históricos, sino como
ía, la literatura del siglo XX tomó como seres fungibles que juegan un rol de-
base este concepto y empezó a trans- terminado en la gran escena teatral de la
formarlo de acuerdo a las nuevas condi- sociedad industrial.
ciones. Quien con mayor fuerza des- A partir de las ideas sobre la
arrolló en un principio esta idea fue historia natural que tiene Adorno, se
Lukács en su ensayo de 1925 La reifi- verán cuáles son las implicaciones que
cación y la conciencia del proletariado, tiene el estado de conciencia reificada
perteneciente a una serie de ensayos de sobre la producción musical, y cómo se
reunidos en Historia y conciencia de ve afectada la estructura estética de una
clase. Si bien Adorno tiene grandes obra de arte, sobretodo en su carácter de
discrepancias con Lukács por este escri- autonomía. Para eso partiré primero del
to, la reificación es vista por éste como análisis del escrito La idea de historia
un proceso cognitivo que afecta la rela- natural de Adorno, ya que, como él
ción que tienen los sujetos con su reali- menciona, este texto es uno de los pri-
dad. No es únicamente perder de vista meros en los cuales se puede ver una
el que las relaciones humanas, nuestras conexión entre planteamientos filosófi-
ideas, conceptos, gustos, están dados cos y estéticos. Después se pasará a
por los procesos históricos que van analizar, en conexión con lo anterior, el
cambiando. La reificación en el capita- también temprano texto Sobre la situa-
lismo tardío también es un estado del ción social de la música, pues desde allí
pensamiento del sujeto según el cual pueden verse en el autor bases sólidas
entrar a una colectividad implica con- sobre la forma de producción musical.
cebir sus relaciones a partir de la me- Lo que se proponen es que estos análi-
diación de un sistema mercantil, como sis ayuden a entender mucho mejor el
si nuestras interacciones tuvieran apa- apartado Sociedad dedicado en Teoría
riencia de ser relaciones entre cosas y Estética, en donde, según autores como
no entre seres humanos. Al ser un esta- James Harding y Fredric Jameson, la
do del pensamiento humano que justifi- autonomía de las obras de arte es una de
ca el estado de relaciones mediadas por las categorías fundamentales para en-

168
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
tender los planteamientos estéticos de puede estar por encima del otro. Con
Adorno. esto no sólo se garantiza que Adorno no
caiga en lo mismo de los filósofos que
4.1. Ontología siglo XX estudia en tal escrito, sino que también
Si bien a principios del siglo se da una desmitificación del poder que
XX los sucesos políticos, económicos, cada uno de ellos tenía en la tradición
sociales, culturales, cambiaban a gran filosófica occidental. La idea de historia
velocidad, la filosofía parece de todas natural es analizada por Adorno desde
maneras haberse quedado en los presu- cómo fue entendida ella por el pensa-
puestos ontológicos de Hegel, a saber, miento ontológico, al que él se dedica a
la formación de un principio regulador criticar, como al mismo tiempo es uno
como absoluto. No fue otra la trascen- de los fundamentos para entender las
dencia que tuvo la idea de historia natu- bases que toma de Lukács y Benjamin;
ral en la fenomenología posthusserliana, autores a partir de los cuales formó su
"pues la cuestión de la ontología tal propia idea de historia natural.
como hoy se plantea no es otra cosa que Como punto de partida, estable-
lo que yo he llamado naturaleza"17. Esto ce Adorno que la intención de la onto-
lo plantea Adorno en su ensayo de 1932 logía es superar la subjetividad de la
La idea de historia natural; ensayo en actividad racional como determinación
el cual se intenta replantear la concep- del Ser. Implica esto que la individuali-
ción de historia natural, entendiendo por dad del pensamiento autónomo inscrita
naturaleza lo mítico y por historia las en un contexto determinado no puede
acciones humanas que tienden hacia lo ser la que da sentido al Ser. Es el pen-
nuevo. Como es propio de la filosofía samiento racional el que es capaz de
de Adorno, no se debe ver a la historia establecer una objetividad, una trans-
natural como una definición sino preci- subjetividad, una forma que vaya más
samente como una idea. Los conceptos allá de lo que determina a toda indivi-
de historia y de naturaleza tienen más dualidad. Quiere decir esto que la onto-
que una función deíctica, la función de logía se basa en la misma forma racio-
ser conceptos cognitivos que actúan nal del idealismo alemán que cayó en el
conjuntamente. En tanto que entre ellos error de pensar la objetividad a través
hay una relación dialéctica, ninguno de la razón autónoma y subjetiva, sin
considerar que los planteamientos de la
17 ADORNO, Theodor. La idea de historia razón no están por encima de las rela-
natural. En: La actualidad de la filosofía. Bar- ciones materiales, sino que por el con-
celona, Paidós, 1991, pág. 103 trario las ideas que forma el ser humano

169
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

se deben justamente al mundo real en el como aquella capaz de resolver el pro-


que vive. Sin embargo, para la ontolog- blema. La historicidad se establece co-
ía del siglo XIX y XX las ideas que se mo determinación de la existencia sin
fundaban en la historia fueron dejadas establecer de todas maneras lo que la
de lado, pues ellas lo que hacían era historia "es".
tergiversar las verdaderas características En últimas, la neo-ontología no
del Ser. La realidad material fue despla- logró ser un pensamiento que estable-
zada por la realidad ideal. La reflexión ciera una relación con la realidad. Así la
sobre la historia de un momento parti- ontología sigue en determinaciones
cular no podía darse si tal momento no generales que si bien parten desde la
se inscribía en un contexto mucho más vida humana como punto de reflexión,
abarcador, el de la razón. no es posible interpretar un hecho parti-
A pesar de estar dirigidos los cular a partir de la historicidad, pues por
argumentos hacia una objetividad, esta medio de ella no se pueden abarcar
razón termina siendo enteramente sub- todas las características que hacen parte
jetiva. Si bien Adorno confía en el pro- de un fenómeno particular. La ontología
yecto moderno de la razón, él tenía queda entonces como tautología, pues
también la convicción de que éste se "el problema de la reconciliación entre
había desviado de sus cauces pues, bajo naturaleza e historia sólo en apariencia
un pretexto racional, terminó en la sub- se ha disuelto en la estructura historici-
jetivación de los hechos y en la imposi- dad"18 El problema con ello es entonces
ción de otros. Para Adorno la forma de que las ideas que se forma el hombre
interpretación del Ser debe darse a sobre su realidad terminan haciendo
través de un reconocimiento de la reali- abstracción del mundo del cual son
dad que se le aparece al hombre como resultado. El sujeto se representa su
ajena, pérdida y donde razón y realidad realidad a partir de las mistificaciones,
no han logrado reconciliarse. Si bien lo de un estado de cosas que se ve como
anterior fue la tendencia en los plan- invariable y que él lo admite como tal.
teamientos ontológicos del siglo XX, la Ello lleva a que se construya un estado
fenomenología iniciada por Edmund de la conciencia humana, una represen-
Husserl no se quedó, según Adorno, en tación de la realidad que no ve otras
esta posición. Consciente también de posibilidades, pero no porque no tenga
los errores anteriores, en su desarrollo imaginación o porque sea incapaz de
se va dando un giro hacia la solución de concebir ideas utópicas, sino más bien
la antítesis historia-naturaleza poniendo
ahora a la categoría de la historicidad 18 Ibíd., pág. 104

170
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
porque no encuentra en su estado social ria natural es poder crear un despertar
una conexión con los hechos del pasado de la interioridad que pueda ponerse
y ve el presente como si ya todo estu- enfrente de las condiciones del mundo
viera realizado. que describe Lukács, es decir, de aquel
Una vez termina Adorno de ex- en el que las personas han perdido no-
poner las distintas ideas sobre la historia ción de la historia, pero sobre todo del
natural de la tradición filosófica anali- tipo de relaciones que se generan entre
zadas, y de comprender que ellas son un los seres humanos. Resolver la antítesis
fundamento que sostiene la ideología, entre historia y naturaleza no es un pro-
se remite a los escritos estéticos de Ge- blema de lógica filosófica, sino que es
org Lukács, Teoría de la novela, y Wal- poder establecer una forma de pensa-
ter Benjamin, El origen del drama ba- miento que se percate de los factores
rroco alemán. El principal argumento ideológicos que predominan en la so-
que retoma de Lukács es el concepto de ciedad de intercambio.
segunda naturaleza. En él ve la clave Estos argumentos se los debe
para entender cuál es la unión que hay Adorno a Teoría de la novela de
entre el problema de conciencia históri- Lukács, sobre todo por sus considera-
ca y los planteamientos sobre la historia ciones e implicaciones de la historia en
natural. Con este concepto se hace refe- la producción artística. Por un lado,
rencia a la representación del mundo muestra Lukács en su escrito que “la
enajenado, un mundo de convenciones forma literaria no era un principio orde-
en el que nuestra conciencia admite los nador subjetivo, atemporal y abstracto,
hechos por el mero estar ahí; en el cam- sino que era en sí mismo contenido, un
po de la estética es por ejemplo pensar reflejo de las condiciones históricas
en la no posibilidad de que la música se objetivas”19Por otro lado, tal producción
rija por nuevas tonalidades, de que el recibe una influencia cultural que está
lenguaje de la música siempre tenga que en movimiento dialéctico y que por
ser igual, por lo cual la forma de pro- ende le plantea problemas a la creación
ducción deba mantenerse. La segunda artística. En términos de producción
naturaleza es un concepto cognitivo que esto implicaba que el director de or-
muestra el estado de conciencia en un questa tuviera que mediar entre el pasa-
mundo enajenado. De este modo, la do y el presente para que a través de la
pregunta por la historia natural es la historia y el significado interno de la
necesidad que ve Adorno de conocer el
mundo cosificado. La posibilidad de 19 Buck-Morss, Susan. Origen de la
aclarar lo que sea para Adorno la histo- dialéctica negativa. México, Siglo XXI editores,
1981, pág.103.
171
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

obra se diera una transformación del como se mostrará más adelante, las
material como proceso dialéctico. Si el manifestaciones artísticas tienen una
director tenía que mediar con el presen- transitoriedad que las hace fenecer y
te para que el contenido no se pierda, el neutralizarse. Rechazando las visiones
compositor media con el pasado de románticas de Lukács, que por otro lado
modo que la producción artística esté implicaría retomar la figura por ejemplo
dada por fuerzas que no se reduzcan a la del héroe que Adorno tanto rechaza, lo
copia de estilos ya pasados. Por ello es que propone Adorno es una mirada que
que Adorno, al ver el estado social de la sin olvidar el pasado, pueda ver desde el
música, reflexiona sobre una de las presente una forma de concebir la reali-
figuras que más incumple este hecho dad, un pensamiento que lleve a una
artístico. El director de orquesta muchas praxis emancipadora de la individuali-
veces se dedica a organizar los sonidos dad. La consideración de Adorno sobre
de acuerdo a formas ahistóricas de la historia hace que él mismo la vea
composición musical, pues de ese modo como una visión en que la historia
cree estar haciendo una interpretación misma diera una concepción segura de
más fiel del original, cuando en realidad cómo habían surgido los fenómenos.
tal interpretación no tendría mucho Es de recalcar el punto anterior
sentido, pues el contenido que una vez y tenerlo bien presente en la filosofía de
tuvo ya se ha desintegrado. No se trata Adorno, pues muchas veces se le acha-
de irse en contra de los postulados y ca el no ser lo suficientemente materia-
rechazar la autonomía del compositor lista y marxista y coquetear con el pos-
original, sino poder mediar entre pasado modernismo. Para él, la historia no pue-
y presente, y no quedarse con la repre- de verse como un concepto metafísico
sentación del pasado. en el cual necesariamente deba haber
Esto último fue lo que distanció una forma racional que la represente.
a Adorno de Lukács. Para Lukács el Después del análisis que hace sobre la
mundo como calvario, como la barbarie ontología sería inconcebible esta posi-
que a él le tocó vivir, es visto en un ción. En Lukács, por ejemplo, había la
horizonte escatológico; son las ruinas convicción, que después matizaría al
las que se ven en la lejanía y no el mun- rechazar ciertas partes de Historia y
do presente a partir del cual rememorar conciencia de clase, de que el proleta-
el pasado. En los escritos estéticos, riado era la clase en la que estaba la
Lukács aboga por retomar la tradición reconciliación entre razón y realidad,
romántica, cuando por el contrario para entre la conciencia y las fuerzas objeti-
Adorno esto es un imposible, pues, vas de la historia. Esto exigía ver la

172
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
historia como progreso; un progreso debe ser entendida enteramente como
determinado por una clase social. pesimismo o nihilismo, como si lo úni-
En la filosofía adorniana el cur- co posible fuera el presente y ninguna
so de la historia no es como totalidad cabida al progreso humano. Por el con-
sino como discontinuidad. Por ello es trario, es la manera en que historia y
que para corregir los errores dogmáticos naturaleza concuerdan, pues en la ale-
sobre la historia se le pone al lado la goría distintos fenómenos que habían
idea de naturaleza. Para los teóricos de quedado olvidados retornan para tener
la Escuela de Frankfurt, no había cabida cabida en el presente. Cuando lo que se
a que las concepciones sobre la historia está viendo como perteneciente a un
estuvieran determinadas por alguien pasado olvidado, pero que se piensa
específico, creando así una identidad debe estar ahí como elemento mítico (la
entre sujeto y objeto. La influencia de mercancía, el orden musical) de un
Walter Benjamin en este punto es cru- mundo convencional como segunda
cial. La mirada que propone Adorno no naturaleza, la mirada alegórica nos acla-
habría podido darse si no fuera por los ra las relaciones que hay entre los ele-
escritos de Benjamin, quien con mayor mentos del mundo y las condiciones
fuerza propuso la mediación entre pre- materiales del presente. La mirada
sente y pasado, sugiriendo cepillar la alegórica nos presenta las condiciones
historia a contrapelo. por las cuales se ha cimentado con tanta
Basándose en El origen del fuerza la ideología. Pero no es solamen-
drama barroco alemán, Adorno toma el te estas relaciones las que nos aclara,
concepto de alegoría propuesto por sino también la transitoriedad de los
Benjamin, precisamente porque aclara hechos, es decir, la condición histórica
cuál es la manera de concebir la natura- de los elementos que aparecen como
leza como historia. La alegoría es un naturales. “Esa determinación funda-
signo que hace referencia a un pensa- mental, la transitoriedad de lo terreno,
miento, una expresión como relación no significa otra cosa que una relación
histórica. Si en Lukács la mirada es de ese tipo entre naturaleza e historia”20
hacia un horizonte en ruinas, en Benja- Si bien lo que hace Benjamin es
min no es hacia el futuro sino al presen- para el pensamiento crítico de una
te y su relación con el pasado que nos enorme importancia, Adorno no se que-
muestra cómo el ser humano ha desvia- da con este planteamiento de que histo-
do su camino de la emancipación y se ria y naturaleza se encuentran en la
ha quedado en la historia de opresor- transitoriedad. En sentido estricto no
oprimido. En Benjamin esta mirada no
20 Adorno, Theodor. Op. Cit. Pág. 105
173
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

puede hablarse de una definición exacta Habiendo presentado la con-


de lo que la historia es. Para él no hay cepción de Adorno sobre la historia y su
ninguna ley natural o histórica, sino relación con la naturaleza, se pasa ahora
únicamente las acciones humanas que a poner estas ideas filosóficas en el
actúan bajo tal ley, como cuando en la terreno estético. Los tipos de composi-
música se intenta componer bajo los ción musical y también la forma cómo
mismos parámetros del, por ejemplo, ella se escucha, son para Adorno expre-
romanticismo alemán que tanto se an- sión de un contexto social. En La músi-
hela. Esta idea fue muy bien entendida ca estabilizada, de 1931, el autor pre-
por la Escuela de Schönberg en tanto se senta cómo en las sociedades industria-
entienda que sus composiciones musi- les que cuentan con Estados avanzados
cales atonales son una manifestación lo que predomina es el clasicismo;
del proceso dialéctico de la historia. mientras que en países agrícolas, atra-
Como todo proceso histórico está de- sados, es el folclorismo. Un año des-
terminado por las actividades intelec- pués, en su texto Sobre la situación
tuales del ser humano en relación con social de la música, Adorno mantendría
las condiciones materiales, la praxis el mismo tipo de análisis histórico. Sin
dialéctica está dada entonces por la embargo habla es de neoclasicismo
capacidad, digamos del artista, de crear como forma musical predominante en
a partir del material del presente. Esto los países del altocapitalismo, es decir
es la clave para entender cómo Adorno en aquellos que mantienen unas rela-
superó el relativismo histórico y cómo ciones de producción que ponen a los
no puede entendérselo del lado del hombres en condiciones de jugar un rol
posmodernismo y sí más bien del mate- que se ajuste a la maquinaria industrial
rialismo. Ya que el presente es el que y social. Al igual que en los análisis de
domina, hay condiciones objetivas que Marx del siglo XIX, para Adorno sigue
no se pueden dejar de lado; de lo con- dándose el hecho del papel social que se
trario se estaría dando la posibilidad a le otorga a una persona; lo distinto que
que su concepción sobre la historia siga pone casi un siglo después, cuando las
apartando a aquellos que han padecido investigaciones del funcionamiento de
el desarrollo de la historia y se han visto las masas hechas por Freud y Le Bon
en un mundo que se les presenta como habían adquirido fuerza, es cómo fun-
ajeno a ellos. ciona el aparato psicológico de las per-
sonas que se ven inmersas en una colec-
4.2. La situación social de la música tividad.

174
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
El planteamiento de Adorno es de sociedad no puede ser puesto bajo
que las emociones del ser humano, en los parámetros usuales en que se defin-
este caso el gusto musical, son moldea- ían los conceptos, como el caso de We-
das por un aparato de reproducción que ber, Dilthey y Durkheim. Más bien, la
inconscientemente aceptan las socieda- sociedad es un proceso del cual no basta
des. No se habla ya aquí del individuo, con decir que es la totalidad de seres
sino de una masa que adquiere unos humanos que están en un tiempo deter-
gustos musicales específicos. Estos minado. Decirlo así significaría un
gustos deben ser tenidos en cuenta pues error, pues mantendría la concepción de
ellos ya no son el resultado de una for- que el conjunto estaría dado por pará-
mación cultural, de unos códigos mora- metros racionales en los que los indivi-
les como desarrolla John Stuart Mill en duos pueden decidir. Se prejuzgaría
su texto Sobre la libertad, sino que entonces “que la sociedad lo es de
están dirigidos a la satisfacción de nece- hombres, que es humana, que se identi-
sidades inmediatas. Si por un lado la fica de forma inmediata con sus suje-
música ligera está para cumplir los sue- tos”22 Lo específico es más bien que las
ños que no se cumplen en la vida coti- relaciones privadas de la sociedad re-
diana21, la música de Wagner y Richard caigan sobre los individuos, que ahora
Strauss es para satisfacer las necesida- no son más que los productos de ellas.
des de la sociedad burguesa. Adorno entiende que la comprensión de
Como las condiciones en que se la sociedad implica ir más allá del orden
produce música están mediadas por la en el cual todo está relacionado.
sociedad en que se encuentre, es impor- El concepto crítico de la socie-
tante aclarar que el concepto de socie- dad supera esta concepción, pues ella es
dad en Adorno tampoco es fijo. Contra- forma de pensamiento basado en una
rio a la tradición de la sociología ale- sociedad de intercambio. Al darse en la
mana de la que él es fruto, su concepto sociedad burguesa una inversión de
valores, de una concepción sobre valor
21 Sobre esta satisfacción de necesida- de uso a un valor de cambio, lo más
des, en los últimos diez años han salido diversos importante es la obtención de beneficio.
estudios acerca de la función que ha tenido en Esto crea un funcionamiento social en
el inconsciente social en géneros musicales
como el reggaetón, y cómo este se ha configu- el que se estratifica a los hombres por
rado a partir de una cultura de la calle. En el medio de actividades económicas, o de
caso de Colombia está por ejemplo el artículo que todos tengan acceso y disfruten de
de Sandra Gómez, “Sexo, droga y reggaetón”,
disponible en:
http://historico.unperiodico.unal.edu.co/edicio 22 Adorno, Theodor. Sociedad. En: Escri-
nes/113/22.html tos sociológicos I. Madrid, Akal, 2004, pág. 9
175
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

la misma música por ejemplo. Se crea la lo que quiere demostrar en cuanto a la


ilusión de una igualdad en la que en función de la música. Ésta tiene como
términos prácticos todos participamos función social ser valor como mercanc-
tanto en la toma de decisiones como en ía. Ella empieza a formarse de acuerdo
actividades del mercado. No obstante, al uso del intercambio como forma de
el análisis crítico del concepto de rol, racionalización que obedece a intereses
del papel social que deben cumplir las de clase, cuando en realidad la raciona-
personas, ayuda a entender el que “en la lidad estaba destinada precisamente a
reducción de los hombres a agentes y abolir las relaciones de clase. Como lo
soportes del intercambio de mercancías había dicho en La música estabilizada,
se oculta la dominación de los hombres la división en sociedades industriales y
sobre los hombres”23. A pesar de que la agrícolas es vital para entender cuáles
ideología dominante establezca para la son los procesos que forman la compo-
integración social la ilusión de la aboli- sición y la escucha musical en aras de
ción de clases, la investigación social ver cuál es su función. Al inicio de su
realizada por la Escuela de Frankfurt texto de 1932, Adorno se dedica a esta-
demostró que si bien hay aproximación blecer parámetros básicos a partir de los
en los hábitos de consumo las diferen- cuales se han creado tipologías musica-
cias van en aumento. No importa qué les. En términos generales habla de
tipo de escucha piense el sujeto que está música ligera y seria. Esto es bien im-
teniendo; ello no disminuye las diferen- portante tenerlo presente, pues la bi-
cias sino que más bien concuerda con el bliografía sobre este tema en Theodor
que todos puedan reconocer y silbar el Adorno da a entender que en la música
final de la Oda a la alegría. Todo ello es seria es en donde únicamente cabe la
entendido por Adorno como el hecho de autonomía musical en tanto representa-
que las relaciones sociales y las fuerzas ción de las antinomias sociales. Sin
de producción, reproducción y consumo embargo, hay un segundo tipo. Es aque-
musical son la manifestación de que ya lla que reconoce la alienación pero trata
se han convertido los hombres en hieró- de superarla únicamente a partir de
dulos no ya de los templos y la alabanza aspectos estéticos, dejando sin tocar el
de los dioses, sino del mandato de inter- contenido de la composición. A esta
eses privados. música Adorno la llama objetivista,
Bajo estas condiciones sociales, pues ella quiere, sin lograrlo, represen-
Adorno deja en claro al inicio de Sobre tar una sociedad como si fuera objetiva.
la situación social de la música qué es El objetivismo lo que trata de
corregir es la alienación desde adentro.
23 Ibíd. pág. 13
176
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
No tiene en ningún momento cabida la que se haga. Antes de ello es necesario
realidad social. Por ello el objetivismo analizarla desde la relación que hay
recurre a formas musicales antiguas, entre producción y consumo, es decir
preburguesas, como si se estuviera desde su reproducción.
afirmando una especie de naturaleza La separación que hay entre
musical que no está determinada por música y sociedad se puede ver en la
ninguna condición histórica, de modo relación entre producción y consumo
que pueda “elevarse por encima del como factores en los que media la re-
cambio social y ser accesible en todo producción musical. Sólo lo que se
tiempo”24. Siendo así, el objetivismo no reproduce puede ser consumido, en
estaría representando las antinomias tanto que la intención es que el público
sociales, lo cual es la clave para enten- se vea involucrado y participe del tipo
der a qué se refiere Adorno con la auto- de integración social que promueve el
nomía musical. Su carácter ahistórico objetivismo. Las condiciones de repro-
hace que no haya posibilidad de una ducción en la sociedad de intercambio
forma de conocimiento en ella. En el son dadas a partir del tipo de sociedades
objetivismo musical hay un desarrollo que se van construyendo y las relacio-
de sus contenidos únicamente como nes entre seres humanos que entre ellas
algo formal. No se detiene a pensar su se van estableciendo, y no por lo que la
sociedad, y por ello termina negando el obra en sí sea o por lo que el artista
carácter autónomo de las obras de arte desea de ella. La reproducción de una
en tanto que lo que le interesa es man- sinfonía no está dada por que sea Beet-
tener las mismas categorías burguesas hoven o Mozart, sino por las condicio-
de la composición musical como lo son nes sociales que los ponen a ellos como
la personalidad creativa, el genio o la figuras de la música que hay que escu-
expresión psicológica. Como es una char. Es de este modo que la escucha
música ahistórica, está por encima de obedece a factores históricos como lo
todo cambio social y ello hace que pue- hacen también las obras musicales. Con
da ser accesible a una escucha por en- la reproducción hay entonces un cambio
tretenimiento, aquella del consumidor en las obras. Como ejemplo de esto
cultural. El estado ideológico en que se pone Adorno el caso de las sociedades
encuentra la música debe ser visto no precapitalistas en donde había una in-
solamente a partir del tipo de escucha mediatez en la reproducción; el intér-
prete no tenía ninguna mediación, como
24 ADORNO, Theodor. Sobre la situación el arreglista, y los oyentes tampoco.
social de la música. En: Escritos musicales V. Con la entrada de la sociedad burguesa,
Madrid, Akal, 2001, pág. 775.
177
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

las condiciones de reproducción musi- no por la autonomía y las ideas sobre la


cal encuentran varios aspectos. Por un música que tenga quien va a hacer la
lado el intérprete tiene que atenerse al interpretación. Por el contrario, tanto la
desciframiento del lenguaje musical y producción como la reproducción musi-
establecer una mediación entre el pasa- cal deben obedecer al estado de pensa-
do en que fue compuesta la obra y el miento que favorezca la ideología. El
presente con sus condiciones específi- asunto es que en gran cantidad de casos
cas; pero por otro lado debe ponerse él de la composición musical es el mismo
en la tarea de satisfacer al público al compositor quien tiene esa falsa con-
que se dirige. Como plantea Susan ciencia, aquella reificada, que pierde de
Buck Morss25, en este punto del texto vista su visión sobre la realidad y la
Sobre la situación social de la música, concentra más bien, de manera incons-
Adorno hace una comparación que ciente, en satisfacer la demanda de di-
podría parecer exagerada, pero cuando versión, de mantener la función ideoló-
se pone el ejemplo en sus justos térmi- gica de la música.
nos no resulta tan mal. Dice él que en la En la música, al igual que en la
reproducción musical pueden encon- sociedad, surge un problema sobre el
trarse analogías sociales pues al igual pensamiento. Preguntarse hasta qué
que en las sociedades industrializadas, punto se conocen los motivos por los
en las que manda una élite que a su cuales se hace algo, se toma una deci-
capricho decide qué se debe hacer, en la sión, por qué se escucha determinado
música aparece el compositor soberano tipo de música, qué llevó a que se im-
quien por medio del gusto dice dónde pusiera cierto lenguaje musical, son
debe introducirse algo. Sin embargo, tareas de la sociología de la música a la
esto no es todo en cuanto a los factores que se dedicó Adorno. No obstante, el
de la reproducción. “La interpretación problema en el que se ha centrado el
social de la música no tiene, sin embar- texto hasta ahora es sobre la experiencia
go, que ver con la consciencia indivi- musical. Ella ha llegado a un nivel en el
dual de los autores sino con la función que el público ya no reconoce siquiera
de su obra”26 La reproducción musical, que lo escuchado hace parte de su pro-
el estado social en el que se encuentra y pia ideología. Si bien la música objetiva
que Adorno analiza, está determinada tiene como función la demanda de satis-
facción, quienes la escuchan ya no sa-
25 BUCK-MORSS, Susan. Origen de la dialéctica
ben que ella está dada con el objetivo de
negativa. México, Siglo veintiuno editores, 1981 cumplir ese propósito. El entretenimien-
to musical no es para darnos cuenta de
26 Ibíd. Pág. 776.
178
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
las contradicciones que se presentan en diversas partes de Europa, daban surgi-
una sociedad, no es para tener un cono- miento a formas artísticas dependientes
cimiento crítico de la sociedad, sino que del contexto social. Por ello se estable-
es simplemente para que nos entreten- cería un arte llamado proletario, en
gamos, nos olvidemos del por qué las tanto que sus aspiraciones eran las de
relaciones entre los hombres han llega- contrarrestar estéticamente lo que se
do al punto en que nos hemos visto venía dando con el arte burgués. La
enajenados. La satisfacción de las nece- música comunitaria es ejemplo de esto.
sidades se puede encontrar en el placer Su intención era la de mostrar los pro-
de algo, que en ningún momento se blemas de mantenerse en un estado
distancia de las formas ideológicas que capitalista y cuáles eran las posibilida-
dominan determinadas sociedades. Sin des de emancipación. En esta parte es
embargo, el punto que diferencia al importante recordar que la política so-
objetivismo de otros lenguajes musica- cialista, defendida por el realismo socia-
les, es el logro de una unión entre los lista, no aceptaba dentro de su partido
distintos individuos tanto de sociedades representaciones artísticas que no estu-
industriales como de las agrícolas, al vieran del lado de la lucha de clases y
ponerlos como parte de un conjunto al en aras de la consolidación de un estado
que se quiere pertenecer sin ningún tipo comunista. Quienes no se adecuaran a
de crítica. La función social de la músi- esto eran expulsados del partido. Ahora,
ca se pierde en este punto, pues según lo que hace Adorno en su ensayo de
esto queda entonces vedada la posibili- 1932 es mostrar cómo en realidad la
dad de que la música sea conocimiento música comunitaria, como por ejemplo
y tenga autonomía. “El conjunto quie- la proletaria con conciencia de clase de
ren representarlo, mediante su trans- Hanns Eisler, cae en la ficción de la
formación en medio sonoro, como ple- comunidad al igual que sucedió con el
no de sentido y como cumpliendo posi- objetivismo. Ella crítica al objetivismo
tivamente el destino individual”27. por intelectual e individualista, es decir
Al igual que del objetivismo, por representar los valores liberales del
Adorno hace una interpretación social sujeto moderno y dejar de lado los sec-
de otros géneros musicales a partir de la tores oprimidos por tantos años. Sin
composición técnica. En 1932, las dis- embargo, la música comunitaria tam-
tintas formas políticas que se estaban bién recurre a bases preindividualistas y
desarrollando, como por ejemplo la no se llega a la transformación del ma-
Unión Soviética o el estado fascista en terial por medio de la corrección de las
contradicciones inmanentes. “El error
27 Ibíd. Pág. 780.
179
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

básico reside en la conciencia de la un reconocimiento tanto con lo que


función de la música con respecto al ellos hacen como con lo que otros estén
público”28. Si la música ha de ser pro- haciendo. Esto es lo que por ejemplo
ducida de acuerdo a las condiciones de Axel Honneth trata de establecer con su
clase, ya sea la de la pequeña burguesía teoría del reconocimiento al hacer un
o la del proletariado, al final terminará estudio sobre el concepto de reifica-
convirtiéndose en cadena de la fuerza ción30. Una de las formas para hacer
productiva musical y como consecuen- esto son los mecanismos que tienen las
cia no habrá ningún tipo de autonomía y sociedades industrializadas para “jugar”
la escucha musical, su experiencia, será con la sensibilidad de los sujetos. Las
regida por el mismo aparato de repro- necesidades empiezan a cambiar y los
ducción de la música objetiva de la cual hombres las consideran como reales. La
se distanció. demanda de satisfacción, el carácter
Se trate entonces de la música ideológico musical, moldea una cons-
objetiva o de la comunitaria, la analogía ciencia en los consumidores que ven en
social que tiene Adorno se conserva. La la vida musical de la sociedad burguesa
interpretación de la obra va a terminar una correspondencia con una necesidad
siendo basada en su función y no en la real. Por ello dice Adorno que la vida
libertad del intérprete. Es así, puesto musical se establece como un “bastidor
que para Adorno “la historia de la re- cultural sonoro que la sociedad burgue-
producción musical en el último siglo sa erigió para disimular sus verdaderos
ha aniquilado la libertad reproducti- fines, su auténtica vida, la economía
va”29. Así pues, al intérprete le queda política”31. El carácter ideológico de la
mantenerse en la interpretación del música debe ser entendido en tanto que
texto cifrado o en la satisfacción de las genera en las personas una falsa cons-
demandas del mercado. ciencia. Ya que la vida musical se desa-
En cuanto a los oyentes, la rrolla en un entorno en que los indivi-
música estabilizada tiene como función duos se enfrentan constantemente a
el brindarles la satisfacción que la reali- problemas sociales, la actividad musical
dad no les da. En este punto surge un se establece como un camino de salida
argumento crucial en Adorno. Del capi- frente a necesidades insatisfechas. To-
talismo se ha dicho muchas veces que das estas satisfacciones, como el entre-
pone a los hombres y su trabajo en una
relación alienante, es decir que no hay 30 Honneth, Axel. Reificación. Argentina, Katz
editores, 2012.
28 Ibíd. Pág. 783
29 Ibíd. Pág. 786 31 Ibíd., pág. 795
180
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
tenimiento, el olvido ante los problemas posible reconciliación entre historia y
de la vida cotidiana, el ser aceptado naturaleza. Por ello se hace necesario
socialmente (la integración), les es dada mostrar cómo Adorno considera el
ideológicamente por la vida musical en carácter de las obras de arte a partir de
la medida en que esta pueda huir de la la relación entre el ser un hecho social y
realidad y se reinterprete con conteni- ser autónomas; de modo que así sea
dos que nunca la realidad poseyó o ya más fácil entender el estado de reifica-
se habían perdido hace mucho. Lo que ción al cual se han visto sometidos los
hace esto en cuanto a su papel ideológi- bienes culturales. Por ello se comenzará
co es reconocer y mantener las condi- con el apartado Sociedad, del póstumo
ciones de vida existentes y no ver en la libro de 1970 “Teoría Estética”, acom-
música un contenido crítico que permite pañado de diversos debates que sobre el
el conocimiento de las contradicciones tema ha tratado la bibliografía dedicada
sociales. Tanto la producción como el al estudio del pensamiento estético de
consumo ayudan a la estabilización de Theodor Adorno.
los pensamientos que pudieran verse
dirigidos en contra de la misma socie- 4.3. Doble carácter de la obra de arte
dad. La forma que utiliza Adorno
Según lo anterior, las obras de para establecer la relación que hay entre
arte han sido inscritas en un contexto lo social y la autonomía parte de la idea
determinado al cual no pueden renun- de Walter Benjamin sobre las constela-
ciar, ya sea abogando por el pasado o ciones. El que la obra de arte sea un
vislumbrando un futuro que todavía no hecho social, pero con carácter de auto-
es. En su particularidad, cada obra es un nomía son dos ideas distintas e inde-
hecho social. Lo que sucede es que para pendientes sobre el mismo fenómeno: la
Adorno, lo que se ha manifestado es la pieza musical. Ahora bien, aunque no
falta de reconciliación entre las obras y dependa la una de la otra sí deben ser
el presente, y más bien su producción vistas como un proceso en el cual las
ha obedecido a funciones ideológicas obras de arte en su particularidad ad-
sin ningún fundamento histórico. Lo quieren forma estética, que es lo propio
anterior quiere decir que el ámbito artís- del arte y lo que lo diferencia de otras
tico, considerado como ajeno a las formas de conocimiento. Dar una defi-
dinámicas sociales y más bien fruto de nición de ello carecería de sentido en
la subjetividad del compositor, también Adorno pues sería caer en la totalidad
se ha visto permeado por el tipo de pen- conceptual que tanto él rechazó; además
samiento que mantiene aislada toda de dejar de lado una buena comprensión

181
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

de sus ideas, las cuales son entendidas sarse que la crítica de Adorno antes
de mejor manera al ubicarlas en el lugar mencionada a la música comunitaria
que les compete, con su historia perti- caería en este punto, en tanto que ella
nente y sus relaciones adecuadas. pueda ser fácilmente la representación
Algo que recorre gran parte de de este carácter. Como apunta James
la reflexión en Teoría Estética es el Harding en su artículo Historical dia-
pensamiento de la sociedad burguesa. lectics and the autonomy of art in
Sin ella no hubiese sido posible que las Adorno´s Äesthetische Theorie, la Teor-
obras de arte hubiesen estado tan liga- ía estética de Adorno era la esperanza
das a la sociedad pero al mismo tiempo de los movimientos de izquierda de que
creando conciencia de su autonomía. De ella fuera una estética materialista que
no haber sido por la conciencia burgue- cultivara la praxis, cuando por el con-
sa de libertad, el arte tal vez no se habr- trario terminaron dejándola de lado al
ía planteado la posibilidad de su auto- mantener que si bien era anticapitalista,
nomía respecto a su realidad. Esta con- proponía un elitismo cultural anacróni-
ciencia no estaba dirigida únicamente co. Lo social en el arte en Adorno no
hacia las obras de arte, sino que fue uno está dado por ninguna función de com-
de los resultados de diversas transfor- promiso político, ni por adherirse a
maciones estructurales en la sociedad ninguna causa en específico. Ello sería
occidental. Al mismo tiempo que se defraudar las mismas ideas expuestas.
daba una independización de las obras, Adorno consideraba que su momento
“la burguesía integró al arte de una no debía estar marcado por ningún suje-
manera mucho más completa que otra to histórico en el cual se pueda encon-
sociedad anterior”32. El artista puede ser trar la reconciliación entre razón y rea-
libre de representar los aspectos mate- lidad; las consecuencias de esto no son
riales, si así lo desea, y en este sentido en ningún momento un aburguesamien-
estaría cumpliendo con el carácter doble to de su teoría estética ni tampoco un
de la obra de arte. Véase por ejemplo el anacronismo, sino, más bien la creencia
arte político, o los distintos manifiestos en que la obra de arte en su particulari-
que en la primera mitad del siglo XX dad, si bien es un hecho histórico que
salieron en Europa en contraposición al guarda relación con lo empírico, tam-
estado del hombre atado a los regíme- bién es un hecho autónomo que mani-
nes dictatoriales. Inclusive podría pen- fiesta el proceso dialéctico de la pro-
ducción de las obras de arte.
32 Adorno, Theodor. Aesthetic Theory. Lo social en el arte entonces,
Minneapolis, University of Minnesota Press, según Theodor Adorno, tiene una fun-
1996, pág. 225 (traducción del autor)
182
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
ción negativa. “El arte se vuelve social gustos como satisfacción de necesida-
por su oposición a la sociedad, y ocupa des. Una obra de arte autónoma no pue-
esta posición únicamente como arte de convertirse en ideología. Si bien ella
autónomo”33. Al igual que el par de no representa el cambio social, no es
conceptos de historia y de naturaleza, lo tampoco la manifestación de un solip-
social y lo autónomo juegan un papel en sismo como le crítica Adorno34 a
el cual ninguno de ellos está por encima Lukács, quien pensaba esto del moder-
del otro. A pesar de la relación que hay nismo. Contrario a las corrientes estéti-
entre tales conceptos, el de autonomía cas que promovían intereses políticos,
es central para comprender el pensa- la obra de arte autónoma mantiene una
miento estético de Adorno, en la medi- fuerza de resistencia frente a las leyes
da que para él es la categoría que confi- que dominan la sociedad de intercam-
gura a la obra de arte, la que permite un bio. Esta resistencia es lo que mantiene
distanciamiento frente a las condiciones vivas a las obras de arte, pues es la me-
del mundo en que se encuentra, la que diación que hay entre lo empírico y lo
permite que la pieza musical tenga un estético; ella es la transformación del
carácter negativo, y también aclara los material de modo que no haya cabida a
malentendidos sobre si su estética es producciones artísticas dependientes del
materialista o no. pasado ni tampoco de las fuerzas socia-
La estética adorniana pareciera les existentes; de lo contrario la auto-
estar entre hacer parte de una manifes- nomía se perdería y se convertiría la
tación de la corriente estética del l´art obra en una mercancía.
pour l´art y aquella que propugna por la El hecho de que una obra no
praxis social, como el realismo. Sin esté regida por el principio de identidad,
embargo no es ninguna de las dos. Más hace que el arte no esté atado a la fiel
bien el arte se mantiene en una constan- representación de la realidad ni que
te tensión con su momento histórico tampoco haga juicios morales sobre
pero sin resolver tales tensiones. La ella. Representaciones como las que
sociedad que sacude la deja tal cual es, hizo Schiller con sus dramas en donde
sin perpetuarla. Por esto es que los mo- hay una tendencia hacia la forma de
vimientos de izquierda rechazaron la conducta adecuada, no son para Adorno
estética de Adorno. Sin embargo, las obras de arte autónomas, de la misma
obras tienen una fuerza de resistencia
social que no deja que una obra de arte
34 Adorno, Theodor. Lukács y el equívoco
autónoma termine adecuándose a los del realismo. En: Adorno, Theodor et al. Realis-
mo ¿mito, doctrina o tendencia histórica? Bue-
33 Ibíd. pág. 225. nos Aires, Ediciones Lunaria, 2002
183
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

manera que las representaciones teatra- la forma estética también debe de cam-
les de Brecht perdían valor estético en biar.
tanto que dependían de un orden social La caracterización de las obras
y de un ideal de sociedad. Adorno nun- de arte en la sociedad de intercambio no
ca manifiesta esto como el papel de una es tan fácil de realizar. Son diversos
obra; incluso es difícil encontrar en un fenómenos los que se presentan como
su pensamiento la adhesión a ideas polí- para decir que todos actúan conforme a
ticas de transformación social. Contra- las mismas leyes. Sin embargo, un
rio a esto, la industria cultural sí que hecho es claro para Adorno. La reifica-
utiliza los elementos empíricos y se ata ción, el proceso cognitivo de los sujetos
a ellos para una manipulación ideológi- del capitalismo tardío con respecto a los
ca. bienes culturales, hace que la misma
Su posición negativa tampoco neutralización se neutralice. Las obras
llega al punto de ir hacia un futuro im- se exhiben en museos, se interpretan en
previsible o un pasado sin retorno. Ya teatros o lugares públicos, se reprodu-
que entre el ser un hecho social y el cen, se transmiten, y cada vez pareciera
carácter de autonomía hay una relación más accesible la experiencia de ellos. A
dialéctica, las obras de arte, a medida medida que la industria cultural abre
que la realidad cambia, empiezan a nuevas formas de acceso a los bienes
neutralizarse. Las composiciones musi- culturales, se empieza a crear un pan-
cales actúan críticamente en el momen- teón de mercancías culturales y con ello
to en que ellas aparecen. Para entender todo el contenido que una vez tuvieron
esto se puede tomar por ejemplo el caso se pierde. Adorno lo explica con el su-
de la música disonante. La producción rrealismo. Este movimiento empezó
de estas piezas no tiene en cuenta úni- como una crítica a que el arte se supedi-
camente que hay un cambio en la tona- tara a las leyes del mercado, y al final
lidad, sino también que las formas ante- terminó siendo un arte de mercado. Lo
riores en que se componía, dígase por mismo, aunque con condiciones históri-
ejemplo monodia, ya no pertenecen al cas distintas, pasó con el expresionismo
momento histórico y por ello debe cam- alemán. Su ímpetu político no pudo
biarse la producción de la obra. Por ello realizarse en la Unión Soviética, y mu-
es que la neutralización es el precio cho peor, esta empezó a perseguir todo
social de su autonomía. Como ser autó- arte radical. Después, quienes sobrevi-
noma implica pertenecer a un contexto, vieron a la primera guerra mundial ten-
una vez éste cambia, por supuesto que ían que hacerse un modo de vivir y

184
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
buscar formas artísticas que se adecua- Aparte de lo ya dicho, se termi-
ran al mercado. nará haciendo énfasis en el concepto de
Pueden verse en este caso, autonomía que utiliza Adorno. Más allá
según el análisis que hace Harding, del hecho de que haya sido objeto de un
consecuencias sobre la autonomía. Por apartado del ensayo, la importancia que
un lado el cambio de la realidad hace tiene en la estética adorniana este con-
que la separación entre arte y realidad cepto hace necesario señalar cuál fue
sea inevitable. Que las obras de arte uno de los motivos y consecuencias que
tengan un carácter doble (hecho social y tuvo sus análisis sobre la obra de arte en
autonomía) no implica que tenga que la primera mitad del siglo XX. Además
construirse una reconciliación con la de esto, la categoría estética de auto-
realidad a partir del arte; todo lo contra- nomía es la que ayuda a comprender en
rio, terminaría éste adecuándose a los qué sentido las obras de arte no pueden
parámetros ideológicos de la industria enmarcarse en un concepto que las reú-
cultural. Por otro lado, no lleva esto a na a todas, tal cual sucede en el mundo
decir que la reflexión sobre el arte en administrado en donde los conceptos
Adorno sea irrelevante y termine en un positivos son los que predominan.
puro nihilismo. Todo lo contrario. Fren- El carácter de autonomía fue
te a los impulsos positivos que tratan de base de las discusiones sobre la función
ver en el arte una solución, el valor de del arte en la primera mitad del siglo
éste se encuentra en términos negativos, XX a través del debate entre el realismo
en la constante tensión con el presente y y el modernismo. Autores como Ernst
la no sumisión a los valores preconce- Bloch, Bertolt Brecht, Georg Lukács,
bidos que aniquilan al sujeto. La auto- Walter Benjamin y Theodor Adorno,
nomía defiende al arte del estado de entre otros, hicieron parte del debate35.
reificación que hace que una obra se Después de la II Guerra Mundial,
eleve de su tiempo, y termine manifes- Adorno, ya de vuelta en Alemania des-
tando la positividad social como si a pués de su exilio en Estados Unidos, se
ella le competiera representar una natu- convirtió en el director del Instituto de
raleza. La función crítica es la negación Investigación Social (1958) y en el
de la reificación, de los criterios tras- mismo año se publicó en Alemania una
cendentes con los cuales tanto luchó serie de escritos de Lukács sobre el
Adorno.
35 Sobre este debate es aclarador la
Conclusiones recopilación y comentarios que hizo Fredric
Jameson en su libro Aesthetics and Politics.
Londres, Verso, 2007.
185
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

realismo. Sin embargo es interesante moral de los ciudadanos a partir de la


ver cómo el primero empezó a gozar de experiencia estética de los mismos. Sin
una libertad que antes no tenía, mientras embargo, en lo que es considerado sus
Lukács, que había participado activa- escritos de madurez, hizo un rechazo a
mente en distintos debates en la primera tales posiciones, pues su argumento
mitad del siglo XX empezó a ser prohi- estético iba de la mano del totalitarismo
bido, incluso en su propio país, Hungr- de Stalin. Frente al panorama desolador
ía. en que estaba Europa, Lukács empezó a
El debate entre modernismo y abogar por una renovación del arte so-
realismo, como apunta Fredric Jameson, cialista, pues seguía pensando en la
puede ser comparado con aquel que en posibilidad histórica del socialismo.
el siglo XVII se dio entre antiguos y Para ello, el húngaro tuvo que tener en
modernos (querelle des anciennes et cuenta el proceso de transición política
des modernes), que es cuando los pro- propio de una época de postguerra. Por
blemas de la estética empezaron a en- esto llamó a su realismo como crítico.
frentarse a los problemas de la histori- El arte, a partir de una visión natural del
cidad. Lukács, por su lado, tuvo distin- estado social y el romanticismo propio
tas críticas al modernismo europeo. de los planteamientos estéticos del
Según él, las consecuencias estéticas del húngaro, debía ver cuáles fueron las
modernismo llegaban al subjetivismo y contradicciones a las que había llegado
al formalismo, con una clara atenuación el socialismo.
de la realidad histórica. Para entender Por otro lado, Adorno siempre
esto, hay que tener en cuenta las diver- se mantuvo al otro lado del espectro.
sas posiciones que tuvo él en relación al Para él, Lukács al parecer no entendió
realismo. En época de guerras, abogaba los aspectos formales propios de una
por un realismo socialista, es decir, por obra de arte que la posicionaban en un
una representación de la realidad en momento histórico. No se trata, según
donde la obra se subsuma al mundo Adorno, que la función del arte enton-
empírico, tal cual fue adoptado como ces tenga que supeditar a éste al mundo
política en la Unión Soviética. Las imá- empírico. La subjetividad por la que
genes estéticas no podían representar abogaba Adorno no quiere decir, como
ninguna posición subjetiva ni tampoco lo pensaban quienes defendían el rea-
quedarse en la formalidad, pues ello es lismo, que el modernismo fuera una
un alejamiento del arte con respecto a la transformación de la realidad que no
realidad y sobre todo a su función polí- ayudara al conocimiento de la misma.
tica, como puede ser el adoctrinamiento La estética negativa de Adorno lo lleva

186
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
a pensar que las imágenes propias de la de Adorno en tanto que propugna por la
obra dan cuenta es de la no conciliación subjetividad perdida.
del arte con la realidad. Es a partir de Una obra de arte autónoma no
las mismas que el sujeto se puede apro- puede restringir la forma en que el suje-
piar, por medio de la experiencia estéti- to experimente; de lo contrario, como
ca, de la obra y así la posibilidad de una ve Adorno en la industria cultural, habr-
crítica a la sociedad. Para ello, la obra ía la ya analizada decadencia del gusto.
de arte debe tener una formalidad, pues Si se le dice o insinúa al sujeto qué es lo
tanto el estilo, la forma, como los me- que debe escoger, la experiencia estéti-
dios expresivos son auténticos del arte. ca llegaría a perder los rasgos de liber-
Precisamente esto es lo que hace que tad que la deberían acompañar. Aun así,
las posiciones que defendían la subjeti-
una obra se diferencie, como conoci-
vidad estética también pueden llegar a
miento, a otras formas de representar la
invocar rasgos de positividad sobre la
realidad, de acercarse a ella. “Una teoría
obra de arte como una particularidad,
del arte que lo ignore es simultánea-
afectando del mismo modo los plan-
mente vulgar e ideológica”36
teamientos sobre la propia subjetividad
En el mismo debate, entre otras del individuo. Jean-Paul Sartre, quien
formas de manifestación estética a las en sus escritos filosóficos como litera-
que Adorno se opuso, estaban las que rios apuesta por la libertad individual,
propugnaban por un arte político; por comparte con Adorno el que las obras
las que veían en el arte la oportunidad de arte se han corrompido al ser puestas
de interpretarse bajo los parámetros del como bienes culturales. Hay que decir
realismo, o también el afirmar la liber- que los otros autores mencionados tam-
tad del individuo cuando esta se vio bién comparten esta posición, y todos
opacada por los estados totalitarios. De tienen la idea de que el arte es una ma-
las dos primeras pueden encontrarse nifestación histórica del ser humano que
referencias a lo largo del trabajo, como no debe caer bajo el juego del inter-
por ejemplo la música comunitaria de cambio. Cuando la situación social es
Eisler o el programa didáctico- tan compleja como les tocó a ellos, una
emancipatorio del teatro de Brecht. La de las salidas que vieron fue propugnar
que se refiere a la libertad del individuo, por un arte comprometido que se opu-
es tal vez la más cercana a la posición siera a toda forma de manipulación
ajena a la reflexión estética. Sin embar-
go, Adorno no lo veía tan fácil. Para él
36 ADORNO, Theodor. Lukács y el equívo- una cosa es ver en el arte un compromi-
co del realismo. EN: Adorno, Theodor et al. so, una forma de hacer contraposición
Realismo: ¿mito, doctrina o tendencia histórica?
Buenos Aires, Ediciones Lunaria, 2002, pág.32 al mundo empírico por medio del carác-
187
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

ter crítico de su contenido, y otra una como idealista. El efecto sobre el com-
tendencia política o estética que termine portamiento subjetivo no está dirigido a
cobrando favores o alineándose a un la objetividad irracional, sino que es
sector de la sociedad que no deja ver más bien el movimiento por el cual el
más allá de las sombras ideológicas que yo se libera de las ataduras ideológicas,
han sido impuestas. las cuales tienen una función sobre el
sujeto como ideal del yo.
“Hay que poner en duda que las Esta reflexión que hace Adorno
obras de arte intervengan política- sobre el efecto puede servir tanto para
mente […] su verdadero efecto so-
mostrar la distinción entre una escucha
cial está muy mediado, es la partici-
pación en el espíritu que contribuye propia del objetivismo y una dirigida al
a la transformación de la sociedad a conocimiento, como también para mos-
través de procesos subterráneos y se trar que el compromiso de las obras de
concentra en las obras de arte; esa arte está en el momento de subjetividad
participación solo la ganan mediante
37 producto del momento de praxis objeti-
su objetivación”
va inherente a las obras. El compromi-
Esta objetivación del arte hace que cale so, como forma de reflexión del arte,
en el espíritu de las personas y lleve a la está en un nivel superior a la tendencia.
transformación de las precondiciones de En el ensayo Compromiso, como tam-
la situación del presente. El cambio que bién en el apartado del mismo nombre
producen las obras de arte no debe ser de Teoría estética, Adorno desarrolla las
igual al que propugna el arte político. El ideas de Sartre y Brecht sobre la forma
efecto de las arengas es percibido por la en que las obras de arte se establecen y
irracionalidad y lo que termina provo- toman posición. Para Adorno, estos dos
cando es el sentimiento de identifica- autores terminan poniendo al arte como
ción ideológica que Adorno rechaza. una tendencia hacia el mejoramiento de
Más bien, el efecto sobre las personas las condiciones sociales. Sin embargo,
debe darse en el distanciamiento, pues “El compromiso aspira a la transforma-
es únicamente allí en donde se puede ción de las precondiciones de las situa-
ver que el pensamiento subjetivo puede ciones, no en hacer recomendaciones”38
funcionar sin trabas, pero siempre te- El compromiso de una obra no puede
niendo en cuenta el hecho de las rela- convertirse en el baremo por el que
ciones materiales y su efecto sobre el deba regirse la percepción. De ser así
sujeto. No se trata de ver al pensamien- las obras se convierten en una forma de
to como algo coartado pero tampoco supervisión, de decir qué se debe hacer.

38 Adorno, Theodor. Compromiso. En:


37 ADORNO, Theodor. Teoría estética. Notas sobre literatura. Madrid, Akal, 2003,
Madrid, Akal, 2004, pág. 394 pág.246
188
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.
El contenido de las obras se ubica en la
reflexión de los sujetos como algo espi-
ritual, como forma de rescatar la subje-
tividad. Su espiritualidad, que no deja
de ser material, pone a cada obra de arte
con el anhelo de que el mundo sea otro
distinto al que es.
Trabajos citados

 Adorno, Theodor. Aesthetic Theory. Estados Unidos, University Of Minnesota Press. 2011.
 ________ Dialéctica De La Ilustración. Madrid, Akal, 2007.
 ________ Disonancias. Introducción A La Sociología De La Música. Madrid, Akal, 2009
 ________ Escritos Sociológicos I. Madrid, Akal, 2004.
 ________ Sobre La Situación Social De La Música. En: Escritos Musicales V. Madrid,
España, 2001, Págs. 762-809
 ________ Teoría Estética. Madrid, Akal, 2004
 ________ Lukács Y El Equívoco Del Realismo. En: Adorno, Theodor Et Al. Realismo
¿Mito, Doctrina O Tendencia Histórica? Buenos Aires, Ediciones Lunaria, 2002
 Barahona, Esther. Categorías Y Modelos En Dialéctica Negativa De Th. W. Adorno: Crítica
Al Pensamiento Idéntico. En: Logos. Anales Del Seminario De Metafísica. Vol. 39, 2006, Págs. 203-
233
 Benjamin, Walter. La Obra De Arte En La Época De Su Reproductibilidad Técnica.
México, Editorial Ítaca, 2003
 Bewes, Timothy. Reification. Londres, Verso, 2002.
 Buck-Morss, Susan. Origen De La Dialéctica Negativa. México, Siglo Veintiuno Editores,
1981.
 Carmona, Jordi. Aura Y Fetiche. En: Nómadas, Universidad Complutense De Madrid,
España, Enero-Junio, N°013, 2006.
 Freud, Sigmund. El Malestar En La Cultura. En: Sigmund Freud, Obras Completas,
Argentina, Amorrortu Editores, Tomo Xxi, 2001, Págs. 57- 140
 _________ Psicología De Las Masas Y Análisis Del Yo. En: Sigmund Freud, Obras
Completas. Argentina, Amorrortu Editores, Tomo Xviii 2004. Págs. 63-136
 Fronzi, Giacomo. Dialettica E Musica In Th. W. Adorno. Tesi Di Laurea In Estetica,
Università Degli Studi Di Lecce, Facoltà Di Lettere E Filosofia, 2002-2003, 176 Páginas. Disponible
En: Lgxserve.Ciseca.Uniba.It/Lei/Tfo/Public/1/Giacomofronzi165_1.Pdf
 Harding, James. Historical Dialectics And The Autonomy Of Art In Adorno´S Äesthetische
Theorie. En: The Journal Of Aesthetics And Art Criticism. 1992, Vol. 50, N° 3, Págs. 183-195.
 Honneth, Axel. Reificación. Argentina, Katz Editores, 2012.
 Horkheimer, Max. Teoría Crítica. Argentina, Amorrortu Editores, 2003
 Jameson, Fredric. Aesthetics And Politics. London, Verso, 2007
 ________ Marxismo Tardío. Buenos Aires, Fondo De Cultura Económica, 2010
 Lukács, Georg. Historia Y Conciencia De Clase Ii. Madrid, Sarpe, 1984
 Marcuse, Herbert. La Dimensión Estética. Madrid, Editorial Biblioteca Nueva, 2007.
 Margulis, Mario. Ideología, Fetichismo De La Mercancía Y Reificación. {En Línea} {26 De
Marzo De 2014} Disponible En: Http://Www.Sociales.Uba.Ar/Wp-Content/Uploads/6-Mario-
Margulis.Pdf
 Marx, Karl. Manuscritos De Economía Y Filosofía. España, Alianza Editorial, 2013
189
Revista Ciencias y Humanidades V. I N. 1 Julio – diciembre 2015

 Sosa, Freddy. Autonomía Y Sociedad En La Estética De Theodor Adorno. {En Línea} {12
De Julio De 2014} Disponible En: Http://Serbal.Pntic.Mec.Es/~Cmunoz11/Adornososa.Pdf
 Wiggershaus, Rolf. La Escuela De Fráncfort. Buenos Aires, Fondo De Cultura Económica,
2011.
 Zuidervaart, Lambert. The Social Significance Of Autonomous Art: Adorno And Bürger.
The Journal Of Aesthetics And Art Criticism. Vol. 48, N°1, 1990, Págs. 61- 77

190
García E. Mauricio. La situación social de la música en Theodor W. Adorno.
Revista Ciencias y Humanidades. V. I N. 1. Julio – diciembre 2015. Pags. 151 – 192.

Esta Revista se terminó de imprimir en los talleres de


Impression Offset Medellín
MMXV

191

S-ar putea să vă placă și