Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
MARIANO CRESPO*
aprioridad no es una propiedad de los juicios, es, las proposiciones que expresan lo que debe
sino de ciertos estados de cosas. Derivativa- ser, son susceptibles de ser “traducidas” en
mente, denominamos a priori al conocimiento proposiciones teoréticas desprovistas ya del
de estos estados de cosas. giro normativo en cuanto que expresan pura y
El esclarecimiento de las entidades a simplemente lo que es. Así la proposición “un
priori en cuanto categoría a la que pertenecen guerrero debe ser valiente” significa en última
los objetos de una doctrina apriorística del de- instancia que solo un guerrero valiente es un
recho, tal y como es concebida por Reinach, buen guerrero y que un guerrero que no sea
nos permite ofrecer una respuesta positiva a la valiente será un mal guerrero. Como señala
cuestión que nos planteábamos al inicio de Husserl, porque este juicio de valor (el cual ya
esta intervención. Por lo que se ve, el iusnatu- no es normativo) es válido, tiene razón todo
ralismo no sería, pues, la única respuesta a la aquel que exija de un guerrero que sea valien-
pregunta que nos había suscitado la constata- te. En general, podemos considerar como
ción del cambio y desarrollo permanentes del iguales, o al menos como equivalentes estas
derecho positivo. La teoría a priori del derecho fórmulas: “un A debe ser B” y “un A que no es
desarrollada por Reinach constituiría otro B es un mal A” o “solo un A que es B es un
modo de poner de manifiesto la objetividad de buen A”.
ciertos elementos subyacentes al derecho posi- Parecería, por tanto, que, a juicio de
tivo. Aquí ambas teorías convergerían como el Reinach, las teorías del Derecho natural ten-
propio Reinach reconoce claramente: drían un interés predominantemente normati-
“Con harta razón suponían los iusnatu- vo en cuanto que este Derecho constituiría
ralistas que para la fuerza vinculante de los bajo todas las circunstancias, un punto de di-
contratos no se necesita una posición determi- rección para el legislador. Este punto de vista
nante de los factores estatales o de otra espe- viene avalado por una cita que hace Reinach
cie. Con sobrada razón hablan de conexiones de la Holtzendorffs Enzyklopädie der Rechtswis-
jurídicas que existen y pueden investigarse in- senschaft en la que el Derecho natural es des-
dependientemente de la existencia y de la in- crito como “un derecho independiente de las
vestigación del Estado y de sus determinacio- formulaciones humanas y que en ellas solo
nes positivas”. aparece imperfecto; que tiene su base en una
A estas alturas de nuestra exposición más alta ordenación moral del mundo y de la
podría realizarse una más que justificada pre- vida y que está destinada a servir como línea
gunta. ¿Existen diferencias sustanciales entre directriz para la crítica y el desarrollo existen-
las teorías iusnaturalistas y la doctrina a priori te”. Esta orientación predominantemente nor-
del derecho defendida por Adolf Reinach? La mativa se reflejaría asimismo en el hecho de
respuesta del propio Reinach es claramente que –siempre según Reinach– no ha sido opi-
afirmativa. En una, a mi juicio, apresurada y nión de todos los iusnaturalistas que el Dere-
confusa, crítica al iusnaturalismo nuestro au- cho natural tenga que dar también instruccio-
tor hace una serie de reproches a las teorías del nes al juez y no solo al legislador. Por su parte,
derecho natural que parecen girar en torno a la doctrina apriorística del derecho no hablaría
una supuesta excesiva orientación de este al de un “derecho más elevado” sino, cito a Rei-
Derecho positivo. Así el Derecho natural nach, de “simples leyes del ser” o de leyes fun-
–siempre según Reinach– “rellenaría” los hue- dadas en la esencia de los actos y en la esencia
cos del derecho positivo con el “derecho ideal” de las formaciones jurídicas.
o “derecho racional” pero, sobre todo, parece- Los límites de esta ponencia y de este
ría perder de vista algo a lo que el maestro de ponente me impiden profundizar en esta cues-
Reinach, Edmund Husserl, se había referido tión. No obstante, déjenme esbozar tan solo
en el parágrafo 14 de sus Investigaciones lógi- un par de críticas a lo que acabo de exponer.
cas, a saber, que todas las disciplinas normati- 1. En primer lugar, y aun corriendo el
vas tienen por fundamento disciplinas teoréti- riesgo de caer en el mismo defecto que creo
cas. Así las proposiciones de las primeras, esto ver en la crítica de Reinach, creo que su crítica
Revista Chilena de Derecho, vol. 35 N 0 3, pp. 595 - 619 [2008]
599
Ensayos y Crónicas
a las teorías del Derecho natural es un tanto general habría que hacer algunas distinciones
superficial. Ciertamente, hablar de “derecho” más en lo que se refiere a la necesidad de los
natural significa moverse en el ámbito de una mismos. Así ciertos derechos a priori –basados
disciplina normativa. Sin embargo, la otra cara por tanto en determinadas formaciones jurídi-
del Derecho natural es una clara “teoría” acer- cas a priori– no parecen tener el mismo grado
ca, por ejemplo, de la naturaleza humana. Por de necesidad que algunos derechos naturales.
eso, y en cuanto que la doctrina apriorística Así la pretensión que tiene el destinatario de
del Derecho, busca una serie de contenidos una promesa de que esta se le cumpla por parte
objetivos que han de subyacer al derecho posi- del que la ha efectuado puede ser suprimida por
tivo, pienso que esta está más cerca de las teo- el legislador o por un juez cuando esta es reali-
rías del Derecho natural de lo que el mismo zada, por ejemplo, por un menor de edad o
Reinach piensa. cuando atenta contra ciertos valores morales
2. En segundo lugar, creo que dentro de objetivos. Sin embargo, un derecho natural
esos objetos a priori de los que se ocupa la filo- como el derecho a la vida no puede ser suprimi-
sofía en cuanto teoría a priori de los objetos en do o anulado por legislador o juez alguno.