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Sumario:
SALUD COMUNITARIA INTEGRAL
1. ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL
2. RESPONSABILIDAD PERSONAL SOCIAL EN LA SEXUALIDAD Y EL
EMBARAZO
3. EL ALCOHOLISMO
4. LA DROGADICCIÓN
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Para entender los alcances de la Salud Comunitaria Integral, es preciso tener claro el
nuevo paradigma que incorpora el Sistema de Salud Pública del Estado
Plurinacional que es la atención de la salud de todos los habitantes sin exclusión
social, centrada en la familia y en la comunidad, con enfoque de promoción,
prevención integral e intercultural. La Salud Familiar Comunitaria Intercultural
(SAFCI) se aplica en los establecimientos de salud, “de manera integral e
intercultural, abarcando no sólo la enfermedad, sino a la persona en su ciclo de vida,
su alimentación, su espiritualidad y cosmovisión, así como su salud mental y todo
lo relacionado con el espacio socioeconómico, cultural y geográfico, de donde
provienen el/la usuario/a, la familia y la comunidad.”
Ahora bien, otra definición que debemos tener en cuenta es la salud comunitaria
que constituye un área de acción dentro del campo más vasto de la Salud Pública,
y tiene como meta la prevención, promoción y educación en torno a la salud de la
población. A su vez, los programas y proyectos que implementan los y las
profesionales de la salud se elaboran en colaboración con la comunidad.
Para esto, es importante que tanto el hombre como la mujer utilicen los métodos de
protección que evitan embarazos y la transmisión de enfermedades sexuales,
especialmente el uso del condón. De forma complementaria, se debe promover el
evitar tener relaciones sexuales genitales o coitales con múltiples parejas al mismo
tiempo, pues esto aumenta la posibilidad tanto de ser contagiado como de contagiar
a otros y otras.
3. EL ALCOHOLISMO
El alcoholismo (o dependencia
alcohólica) es uno de los
principales motivos de consulta de
salud mental, y se caracteriza por
un consumo excesivo de alcohol
durante un tiempo prolongado,
que supone dependencia del
mismo.
3.2. TRATAMIENTO
Debido a que
el alcoholismo es una
enfermedad multicausal, su
tratamiento debe seguir un
enfoque multidisciplinar en
el que se integre el trabajo de
varios profesionales
especializados en la adicción
al alcohol. Los tratamientos
actuales para alcohólicos no
inciden sobre la
dependencia, sino sobre el
consumo y la decisión de
consumir.
3.3. PREVENCIÓN
La prevención del
alcoholismo debe iniciarse en la
adolescencia o incluso antes. La
recomendación es no beber nada
de alcohol antes de la edad adulta.
Para fomentar la abstención
alcohólica es fundamental la
actitud de la familia del menor;
así, hay padres que no quieren que
sus hijos beban pero consumen
bebidas alcohólicas con frecuencia en presencia de sus hijos, o hacen comentarios
sobre “cuánto bebían de jóvenes”. Esta conducta pro-alcohol puede hacer que el
joven considere que el consumo de alcohol es algo normal y deseable en algunas
ocasiones (por ejemplo cuando se está con amigos).
Por eso, un tercer pilar fundamental para evitar la adicción, será dotar al adolescente
de las estrategias necesarias para eliminar los factores de riesgo que le pueden
inducir a consumir alcohol, como mejorar su autoestima y sus habilidades sociales.
En este sentido, será fundamental también ayudar al joven a soportar la presión del
grupo y mostrarle formas alternativas de diversión.
4. LA DROGADICCIÓN
Estos cambios del cerebro pueden ser persistentes, por lo cual se considera la
drogadicción una enfermedad "reincidente"—las personas en recuperación del
trastorno del uso de drogas están a un alto riesgo a volver a usar drogas aunque
lleven años sin usarlas.
Es común que una persona recaiga, pero la recaída no significa que el tratamiento
no sirva. Similar a otras condiciones crónicas de la salud, el tratamiento debe de ser
continuo y ajustado basado en cómo el paciente responda. Los planes de tratamiento
necesitan ser revisados a menudo y modificados para adaptarse a las necesidades
cambiantes del paciente.
4.1. ¿QUÉ PASA CON EL CEREBRO CUANDO UNA PERSONA USA
DROGAS?
El uso de drogas a largo plazo también causa cambios en otros sistemas químicos y
circuitos del cerebro, afectando las siguientes funciones:
aprendizaje estrés
criterio memoria
capacidad de tomar decisiones comportamiento
A pesar de estar conscientes de estos efectos perjudiciales, muchas personas que
usan drogas continúan a usarlas, lo que es la característica de la adicción.
No hay un solo factor que puede predecir si una persona se volverá adicta a las
drogas. Una combinación de factores influye el riesgo a la adicción. Si una persona
tiene más factores de riesgo, el potencial de llevarse adicta con usar drogas es más
grande. Por ejemplo:
Biología. Los genes con los que
una persona nace cuentan por la
mitad de los riesgos para la
adicción. Género, etnicidad y la
presencia de otros trastornos
mentales pueden también influir el
riesgo del uso de drogas y la
adicción.
Ambiente. El ambiente de una
persona incluye varias influencias
diferentes, de su familia y sus
amigos hasta el estado económico y
su calidad de vida en general.
Factores como la presión social,
abuso físico y sexual, exposición
temprana a las drogas, estrés y orientación parental pueden afectar mucho la
probabilidad de que una persona use drogas y que lleve a la adicción.
Desarrollo. Factores genéticos y ambientales interactúan con etapas críticas
del desarrollo de una persona en su vida que afectan el riesgo de adicción.
Aunque usar drogas a cualquier edad puede llevar a la adicción, lo más joven
que uno empieza a usar drogas, lo más probable que progrese a la adicción.
Esto es particularmente problemático para los adolescentes. Ya que todavía
se están desarrollando las áreas del cerebro que controlan la capacidad de
tomar decisiones, el criterio y el autocontrol, los adolescentes en especial
pueden estar propensos a comportamientos riesgosos incluyendo el probar
de las drogas.
Los resultados de las investigaciones patrocinadas por NIDA han demostrado que
los programas de prevención involucrando familias, escuelas, comunidades y
medios de comunicación son eficaces para prevenir o reducir el uso de drogas y la
adicción. Aunque eventos personales y factores culturales afectan las tendencias del
uso de las drogas, cuando las personas jóvenes perciben el uso de drogas como
riesgoso, ellos tienden a reducir el uso de drogas. Por lo tanto la educación y la
divulgación son claves con ayudar que las personas entiendan los posibles riesgos
del uso de drogas. Los profesores, los padres y los proveedores de salud tienen roles
claves en educar a los jóvenes y prevenir el uso de drogas y la adicción.