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Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico Jorge Emil de Jesús de Jesús

Seminario Mayor Regina Cleri THEO 668 Pastoral Profética


Ponce, Puerto Rico Mons. Juan Rodríguez Orengo

LA PASTORAL LITÚRGICA

NATURALEZA DE LA ACCIÓN LITÚRGICA Y DE LA PASTORAL LITÚRGICA

La liturgia no solamente tiene un lugar privilegiado dentro de la acción de la Iglesia, sino que ésta, a través de
su acción pastoral, prepara a sus creyentes para que esta acción sea consciente, participada y celebrada.
Algunas ideas claves de la acción litúrgica:
 La liturgia es actualización de la nueva alianza del misterio pascual en la Iglesia. Sus distintas definiciones
siempre han incluido: la obra de Cristo, único mediador y sacerdote; su actualización realizada por la
comunidad eclesial; la garantía de la acción del Espíritu en ella; su realización por medio de signos
eficaces; la ordenación por parte de la Iglesia de estos mismos signos.
 La acción litúrgica, especialmente la sacramental, goza de unas características constitutivas que la
distinguen del resto de acciones eclesiales. «Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo en la
acción litúrgica»
 La presencia de Cristo en ella la convierten en la principal manifestación del ser mismo de la Iglesia, la
cumbre a la cual tiende su actividad y, al mismo tiempo, la fuente de donde dimana toda su fuerza.
fundamentalmente gracias a ella, la comunidad de los creyentes en Jesucristo es congregada, se revela y
se manifiesta como Iglesia en cuanto sacramento de unidad y medio eficaz de la incorporación de los
hombres a Cristo y a la vida divina
 En ella la bendición es revelada y comunicada, en ella Dios se muestra a favor de su pueblo, en ella la
oblación de Cristo se hace presente. Pero, a la vez, el hombre acepta este don desde su fe, transforma su
vida desde lo acontecido y recibido en la celebración, se une en comunión con los que creen y celebran
los mismos misterios, y hace partícipe al mundo mediante su vida cristiana de la nueva creación desde el
misterio pascual.
 La liturgia no puede ser entendida como la parte visible, externa y ceremonial en torno a los sacramentos,
sino que la celebración está incluida en la concepción unitaria de una acción que en sí misma posee todas
las características sacramentales.
 La acción litúrgica tiene siempre una triple referencia que ha de ser significada y ha de ser origen de su
misma concepción y tratamiento pastoral: la referencia a un pasado en el que, de una vez para siempre,
hemos sido salvados por el misterio pascual de Jesucristo; la referencia a un presente en el que la
salvación se actualiza y la comunidad reunida la celebra recibiendo sus frutos; la referencia a un futuro
escatológico al que impulsa la pascua por estar incluido en su mismo misterio y la misma celebración
actual, siendo fruto de misión para la Iglesia.
 La acción litúrgica es acción pública de la Iglesia y tiene a la comunidad eclesial como su sujeto. Por ello:
su núcleo se sitúa en la tradición misma de la Iglesia que, a lo largo de los siglos, ha actualizado el
misterio pascual; su celebración se realiza dentro de la unidad básica de todos los creyentes; su
ordenamiento pertenece al ministerio eclesial que realiza en él uno de sus servicios a la comunidad
eclesial.
Pertenecen, pues, a la pastoral litúrgica todas aquellas acciones que se desarrollan en la comunidad cristiana
para que ella participe en la celebración de la liturgia de la Iglesia poniendo de su parte todo lo que a ella le
corresponde.
Objetivo próximo: La participación de la comunidad cristiana en las celebraciones litúrgicas. Esta participación
debe ser plena, consciente y activa. Esta participación debe fomentar todas las dimensiones de la acción
litúrgica para la vida del creyente y de la comunidad:
 la dimensión experiencial por la que la comunidad que celebra se incluye corporal y anímicamente en la
celebración sintiéndose parte activa de ella en lo que se hace y en la recepción de sus frutos;
 la dimensión ritual o simbólica por la que la comunidad celebra a través de signos comprendidos y
comprensibles la obra de su salvación;
 la dimensión de fe conscientemente confesada en la misma celebración y de fe hecha respuesta a lo
celebrado;
 la dimensión «científica» en lo que al conocimiento de la tradición y normativa eclesial se refiere y de
los porqués del ordenamiento concreto de la acción;
 la dimensión consecuencial que lleva al que celebra a vivir más allá de la celebración, en la vida personal
y social, de acuerdo con aquello que ha celebrado y convirtiendo su vida en aquello que le ha alimentado.
Objetivo remoto: La formación de la comunidad cristiana.

SU LUGAR EN LA EVANGELIZACIÓN

 En la Iglesia, en los últimos tiempos, se ha visto planteada la relación entre evangelización y liturgia
como opuestas o rivales, cosa que no corresponde al ser de ninguna de las dos acciones.

 La situación pastoral se ve caracterizada por:

 una iniciación cristiana que no es fruto de una acción evangelizadora previa, sino que comienza por
la recepción de unos sacramentos que, en su celebración típica, deberían ser el resultado de un
proceso evangelizador de tipo misionero y catecumenal;
 un cristianismo sociológico que ha situado la celebración litúrgica como la celebración de ciertos
momentos de la vida o de la historia de nuestras sociedades. Con ello, los pasos fundamentales de la
vida están significados por la celebración litúrgica y nuestras fiestas, reuniones de todo tipo,
determinadas fechas del calendario y actividades eclesiales necesitan la liturgia, especialmente la
eucarística, para ser tales;
 una práctica pastoral que, en ocasiones, ha absolutizado la acción litúrgica como la prácticamente
única acción eclesial. Con ello, la centralidad cualitativa de la liturgia en la vida de la Iglesia se ha
convertido en centralidad cuantitativa. Un repaso por la práctica de muchas parroquias e iglesias
abiertas al culto nos muestra una acción litúrgica consistente en su misma celebración, sin que haya
ningún tipo de pastoral que la sustente.
La problemática se plantea más en torno a estas situaciones de la vida eclesial que en torno a una
concepción equilibrada de la liturgia y la evangelización.
 La acción litúrgica tiene un lugar en la vida de la Iglesia y ese lugar está situado en el interior de la
acción pastoral.

 Lo que la acción litúrgica es en sí debe ser buscado en la práctica por una opción pastoral que realmente
lo desarrolle.
Esto implica:
— Que debe haber menos acciones litúrgicas en nuestra vida eclesial. Una pastoral evangelizadora
debe desarrollar otras dimensiones de acción y debe plantearse mucho más seriamente las
acciones eclesiales que sustentan la vida litúrgica.
— Que no debe darse ninguna acción litúrgica sin su catequesis precedente. Todos nuestros
sacramentos deben ser preparados; no necesariamente todos nuestros sacramentos han de tener
una catequesis previa.
— Descubrir la dimensión litúrgica de los períodos catecumenales. Una catequesis integralmente
comprendida, que quiere ser introducción en la plenitud de la vida cristiana, debe desarrollar
aquellas acciones que introducen en la oración y en la liturgia de la Iglesia.

 La acción litúrgica no solamente se sitúa en el final de la acción evangelizadora, sino que ha de ser
considerada también como el principio de la evangelización.
Por ello:
— La liturgia debe mostrar su conexión con el resto de acciones eclesiales que en ella encuentran
su plenitud y su fuente. Una auténtica acción litúrgica está haciendo siempre referencia a un
más allá de la celebración en la vida de la Iglesia, está haciendo referencia a la vida
comunitaria, al servicio y a la presencia de la comunidad en el mundo, y al mensaje que esta
misma comunidad transmite con todo su ser.
— En la liturgia debe estar incluida de un modo especial la problemática y la realidad misionera.
En una palabra, debe estar en relación con la vida.
— Es necesaria también una profundización continua en lo celebrado, en la misma acción
litúrgica.

 No podemos hablar de liturgia sin evangelización, pero tampoco podemos hablar de evangelización sin
liturgia, sin que los cristianos lleguen a la celebración y actualización de los misterios que los salvan.

Hablar de este equilibrio implica:


— Que la liturgia no se encuentra aislada en la vida eclesial y solamente es verdadera en el
corazón del resto de acciones.
— Dar a la liturgia su puesto central en la vida de la fe y de la Iglesia. Favorecer el resto de
acciones evangelizadoras no contradice una pastoral litúrgica, ni quita la importancia
insustituible de su acción.
— Hacer de ella manifestación de la plenitud eclesial por su conexión con quien nos ha convocado
a su Iglesia, por ser la obra del Espíritu, por estar relacionada con todas las acciones eclesiales,
por su referencia a la vida y a la misión, por celebrar el futuro desde la esperanza.
EXIGENCIAS DE LA PASTORAL LITÚRGICA
Las exigencias para la acción pastoral litúrgica tienden a fomentar la participación, a profundizar en la significación y a
hacerla más celebrativa.
Participación Significación Celebración
La acción litúrgica tiene una
Ha de favorecerse la participación La liturgia, por ello, debe situarse en
estructura visible e invisible. La
consciente, activa, interna y un lenguaje, en unos signos y en un
adecuación de las dos dimensiones
fructuosa de todos los fieles, de toda ritmo vital diferente al del resto de
es imperativo pastoral para una
la comunidad cristiana. nuestras acciones.
celebración.
Tiene un día especial para su
Fomentar esta participación de la Una parte importante de esta celebración, que es el domingo.
totalidad de la comunidad cristiana pastoral está en la incorporación Corresponde a la pastoral litúrgica la
necesita su educación, sus ensayos, y progresiva a los misterios de la revalorización del domingo como
el cuidado progresivo de todos los Iglesia por medio de la catequesis y fiesta de los cristianos y como lugar
aspectos celebrativos. los periodos catecumenales. primero y fundamental de la
celebración eucarística.
La relación entre el significante y lo
Los acólitos, lectores, salmistas, significado requiere en ciertos
La pastoral comunitaria está en
ministros de la comunión, etc., deben momentos de la celebración la
estrecha relación con la pastoral
ser promovidos por una formación monición. Ellas deben explicar los
litúrgica porque el cuidado de la
específica y como uno de los contenidos, a la vez que invitar a la
comunidad desemboca en una buena
servicios internos de la comunidad vivencia y a la participación, son
celebración.
cristiana. tarea importante de los equipos de
animación litúrgica.
Es necesario conjugar lo normativo
La celebración repetida en comunidad
La participación de todos debe ser con la sana creatividad, con la
va logrando humanizar esa misma
fomentada especialmente por adaptación a ciertos fieles. La
comunidad que celebra, descubriendo
equipos de animación litúrgica que liturgia de la Iglesia no es una
sus miembros, conociendo sus vidas,
preparen cuidadosamente la acción cerrada y completa. Cada
compartiendo sus inquietudes. El
celebración, estudien y analicen sus comunidad incorpora su vida, sus
cristiano puede celebrar su liturgia en
textos, distribuyan las diferentes gestos, sus inquietudes, sus
cualquier comunidad eclesial
tareas, sirvan a la totalidad de la significantes. El diálogo de lo
sintiéndose acogido y sintiéndose
comunidad. normativo con lo creativo pertenece
miembro.
también a la pastoral litúrgica.
Entre lo creativo en la acción
litúrgica tienen que destacar
aquellos elementos y aquellas
Uno de los elementos que más
palabras que pongan en contacto la La pastoral litúrgica debe fomentar
directamente influyen en la
celebración con la vida, el interior también la liturgia de las horas como
participación de todos en la liturgia
de la Iglesia con los campos de oración de todo el Pueblo de Dios.
es, sin duda, el canto.
misión en el mundo, lo celebrado
con lo que se ha de testimoniar más
allá de la celebración.
El silencio y la paz en la celebración
favorecen la participación y la
La homilía ocupa su lugar en el Corresponde a la pastoral litúrgica el
interiorización de la comunidad
interior de la acción litúrgica. El situar cada celebración dentro de la
cristiana. La liturgia necesita su
cuidado de su presencia pertenece celebración del año litúrgico y
clima y su tiempo, y ciertamente los
también al fomento de la pastoral manifestar esta conexión en cada una
espacios de silencio son inestimable
litúrgica. de sus celebraciones.
ayuda para que lo celebrado cale en
la vida de los celebrantes.
LA EUCARISTÍA, FUENTE Y CUMBRE DE LA EVANGELIZACIÓN
Dentro de este proceso evangelizador, la eucaristía representa el final de la iniciación cristiana y la plenitud del ser de la
Iglesia. Dicho de otra forma, no podemos hablar de un hombre evangelizado hasta que no pueda celebrar la eucaristía. La
eucaristía forma parte de la iniciación cristiana como término hacia el que el proceso iniciático tiende y como puente entre
la iniciación y la vida adulta en el seno de la comunidad cristiana, que se identifica en la eucaristía y se caracteriza por el
poder celebrarla, ya que ella es quien convoca a la Iglesia. Por eso, toda evangelización tiene como culmen su celebración
y de ella parte para poder integrar a otros creyentes.
Es culmen Es fuente
A ella tienden todas las acciones eclesiales que se realizan La eucaristía culmina la evangelización; pero a la vez,
en el proceso de la evangelización y que encuentran su la abra a la misión de la Iglesia. El misterio pascual
máxima expresión en su misma celebración. de Jesucristo es origen de toda misión y su
actualización hace la misión urgencia actual.
En la eucaristía está la globalidad de los El anuncio del evangelio a todo el mundo
contenidos de la fe que la Iglesia quiere hasta el final de la historia es imperativo
transmitir y que transmite en su acción pastoral. pascual que cuenta con la misma presencia
La evangelización repite de alguna forma la del Señor por su Espíritu haciéndolo vivo.
revelación de Dios hacia su pueblo, que es La celebración de la eucaristía es, a la vez,
convocado al recibir la Palabra y al vivir la vida muestra de su verdad y exigencia de
que esa Palabra postula. realización. Hasta que vuelva el Señor, su
La transmisión de la fe
Palabra ha de ser proclamada en el mundo
como fuente de vida. Para proclamar la
Palabra que celebra, la Iglesia debe de
entrar en contacto dialogal con el hombre.
Ella ofrece en el diálogo lo que es su verdad
y su vida: a Cristo mismo, sin
reduccionismos y sin ambigüedades.
La transmisión de la fe, acción propia de la La comunión eclesial se caracteriza por el
evangelización, no tiene como objetivo la tema de la misión y por su universalismo.
obtención de conocimientos o la posesión de Es una comunión con vocación de acoger a
saberes, sino participar por la fuerza del Espíritu todos los hombres en su seno. No sólo es
en la vida del Resucitado en el seno de la una vocación; consiste en ello. Son dos
comunidad creyente. El fruto de la caras de una misma moneda que no pueden
La vida en comunión evangelización es la comunión, ya que la Iglesia en absoluto separarse sin autodestruirse. La
evangeliza para incorporar en su comunión. comunión se caracteriza por su capacidad
de integrar y abrirse, y la misión por
aumentar la comunión. La comunión es el
presupuesto para la misión, pero también el
fin. La Iglesia se abre misioneramente para
acoger en su comunión a todos los hombres.
La evangelización, por su misma esencia, El mayor servicio que la Iglesia puede
incluye el servicio al hombre porque su prestar a nuestro mundo es el de darle el
contenido, el mismo Cristo, ha comprendido su evangelio de Jesucristo. Pronunciar la
existencia como la de aquel que ha venido a palabra de salvación sobre este mundo,
servir. La eucaristía es culmen de la tarea a la que impulsa la eucaristía, es servir.
El servicio eclesial
evangelización porque en ella se encuentra la Es darle al hombre sentido, razones para
plenitud del servicio eclesial, tanto en lo vivir, abrirlo a la esperanza, enseñarle cuál
celebrado como en lo significado. Lo celebrado es el camino para la construcción de un
no es ajeno al lugar donde se celebra, sino que mundo en el que haya salvación.
lo recrea y lo salva.

Bibliografía:

Ramos, J.A. Teología Pastoral. Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 2013.

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