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1.
Las
cuartas
perfectas
y
aumentadas,
las
quintas
disminuidas
y
(más
excepcionalmente)
las
cuartas
disminuidas
pueden
ser
consideradas
y
tratadas
como
consonancias
armónicas,
pero
únicamente
cuando
no
aparezcan
en
relación
al
bajo.
Todas
las
disonancias
se
escuchan
con
la
máxima
claridad
al
suceder
con
el
bajo
y
así,
las
disonancias
más
débiles,
como
las
mencionadas
arriba,
están
permitidas
cuando
ocurren
entre
las
voces
superior
y
media
o
entre
dos
voces
intermedias.
En
otras
palabras,
en
la
escritura
a
tres
partes
podemos
usar
tríadas
en
posición
fundamental
y
acordes
de
sexta,
por
ejemplo:
Por
otra
parte,
los
acordes
de
sexta
y
cuarta
deben
ser
manejados
como
acordes
disonancia,
desde
el
momento
en
que
implican
una
cuarta
en
relación
con
el
bajo:
Se
permite
igualmente,
el
uso
generalizado
del
acorde
disminuido
como
acorde
de
sexta
(pero
sólo
como
tal),
por
ejemplo:
y
de
hecho,
también
la
tríada
aumentada
se
permite
sólo
en
primera
inversión,
la
cual,
aunque
rara
vez,
ciertamente
ocurre
en
Palestrina,
por
ejemplo
en
la
misa
Salvum
fac:
1º
Contrapunto
2.
La
norma
que
prohibía
que
ninguna
de
las
dos
voces
que
saltaban
en
movimiento
directo
lo
hiciese
más
de
una
cuarta
(sin
contar
la
octava)
sigue
siendo
válida
en
el
contrapunto
a
tres
y
más
partes,
pero
únicamente
cuando
las
voces
extremas
están
implicadas
e
incluso
en
ese
caso,
solamente
cuando
todas
las
voces
se
mueven
por
movimiento
directo.
3.
Las
quintas
y
octavas
resultantes
están
permitidas
entre
una
voz
extrema
y
una
voz
interior
o
entre
voces
interiores
(cuando
hay
más
de
tres
partes).
Entre
voces
extremas,
las
quintas
ocultas
pueden
aceptarse,
pero
la
voz
superior
debe
moverse
por
grados
conjuntos.
Las
octavas
directas
entre
voces
extremas
(como
mínimo
en
menos
de
cuatro
partes)
deben
ser
evitadas.
Pueden
suceder
en
las
cadencias
del
penúltimo
al
último
compás,
de
otra
manera
deben
usarse
con
precaución.
4.
Los
unísonos
pueden
emplearse
con
libertad
entre
dos
voces,
pero
las
tres
voces
pueden
estar
en
unísono
solamente
en
el
primero
o
el
último
compás
del
ejercicio.
5.
Se
puede
empezar
y
terminar
con
la
tríada
completa,
pero
únicamente
con
la
tríada
de
tónica.
En
tal
caso,
el
acorde
de
comienzo
debe
tener
una
tercera
mayor,
incluso
si,
como
en
la
primera
especie,
todas
las
voces
empiezan
al
mismo
tiempo.
Si,
por
otra
parte,
la
tercera
suena
después
del
cantus
firmus,
puede
ser
perfectamente
menor.
En
el
acorde
final,
la
tríada
debe
ser,
bajo
cualquier
circunstancia,
mayor.
Aunque
se
puede
cerrar
con
el
acorde
de
tríada
completo,
también
se
puede
terminar
con
un
“tríada”
incompleto,
con
la
quinta
o
la
tercera
omitida.
Pero,
por
otra
parte,
uno
sólo
puede
empezar
con
un
acorde
completo
o
una
tríada
de
quinta
hueca
(sin
tercera).
6.
Las
sensibles
no
se
pueden
duplicar:
Do#
en
el
dórico,
Fa
en
el
Frigio,
Fa#
en
el
Mixolidio,
Sol#
en
el
Eólico
y
Si
en
el
Jónico.
Ejercicio
práctico
Realiza
las
dos
partes
en
redondas
al
cantus
firmus.
El
cantus
firmus
puede
tratarse
de
tres
maneras:
como
voz
superior,
inferior
o
parte
intermedia.
Dórico
Frigio
1º
Contrapunto
Mixolidio
Eólico
Jónico
Segunda
especie
En
estos
ejercicios,
una
parte
en
blancas
y
una
parte
en
redondas
se
añaden
al
cantus
firmus.
Las
normas
son
las
mismas
aquí
que
eran
en
el
contrapunto
a
dos
voces,
de
la
segunda
especie,
con
la
excepción
de
la
extensión
de
la
sección
cadencial.
Las
cadencias
pueden
introducirse
con
disonancias
sincopadas
en
el
estilo
de
la
cuarta
especie;
si
la
síncopa
está
en
la
voz
más
grave
puede
resolver
en
una
tríada
disminuida,
pero
siempre
en
posición
cerrada,
por
ejemplo:
El
cantus
firmus
puede
tratarse
de
seis
formas
diferentes,
ya
que
el
cantus
puede
tomarse
en
cualquiera
de
las
tres
voces
y
las
partes
en
primera
y
segunda
especie
pueden
intercambiar
lugares
de
la
misma
manera.
Ejercicio
práctico
Combina
el
cantus
firmus
con
una
voz
en
primera
y
una
en
segunda
especie,
de
la
misma
forma
que
todas
las
combinaciones
diversas
se
practican
en
los
siguientes
ejemplos:
1º
Contrapunto
Dórico
1º
Contrapunto
Tercera
especie
En
estos
ejercicios,
una
voz
es
dispuesta
contra
el
cantus
firmus
en
negras
y
una
en
redondas.
No
hay
nada
que
añadir
a
las
reglas
ya
dadas.
Ejercicio
práctico
El
cantus
firmus
se
combina
con
una
voz
en
tercera
especie
y
una
en
primera,
de
forma
que
hay
seis
combinaciones
posibles
que
mostramos
a
continuación.
Dórico
Dórico
Frigio
Mixolidio
Eólico
1º
Contrapunto
Jónico
Jónico
Un
ejercicio
productivo
pero
difícil
es
tratar
de
realizar
un
cantus
firmus
con
una
parte
en
segunda
especie
y
otra
en
tercera.
Las
dificultades
estriban
especialmente,
en
conseguir
que
la
segunda
especie
suene
lógica
y
fluída.
Cuando
se
enfrenta
contra
una
voz
en
negras,
uno
la
escucha
en
relación
a
las
negras,
y
la
segunda
blanca
(tercera
negra)
se
siente,
por
lo
tanto,
como
parte
fuerte
y
no
puede
ser
disonante.
La
realización
se
complica
particularmente
cuando
la
segunda
especie
está
colocada
en
la
voz
más
grave.
Si,
por
otra
parte,
se
coloca
en
la
voz
intermedia
o
superior,
aún
pueden
usarse
las
cuartas
(naturalmente
legitimadas
por
tener
una
tercera
o
una
quinta
debajo),
y
esto
incrementa
las
posibilidades
del
movimiento
por
grados
conjuntos.
En
la
cadencia
se
permite
hacer
un
retardo
disonante
a
la
voz
en
segunda
especie,
de
acuerdo
con
las
reglas
de
la
cuarta
especie.
En
tales
casos,
fórmulas
más
libres,
como
la
siguiente,
pueden
emplearse:
1º
Contrapunto
Para
estar
seguro,
la
voz
superior
ha
de
saltar
hacia
la
disonancia
y
dejarla
por
salto,
pero
hemos
de
inclinarnos
a
dejar
pasar
estas
irregularidades
puesto
que
la
parte
superior
realiza
un
salto
descendente
hasta
el
mi,
de
la
voz
intermedia
(lo
que
está
correctamente
escrito,
en
relación
con
la
disonancia)
e
inmediatamente
salta
de
vuelta
al
tono
desde
el
que
había
salido
y
habríamos
de
considerarlo
tal
y
como
si
fuera:
Este
tipo
de
disonancia
sucede
cuando
una
parte,
de
hecho
incorreta
en
sí
misma
en
uno
o
más
puntos,
coincide
con
y
se
esconde
en
una
voz
más
prominente,
que
sí
está
tratada
correctamente.
Estas
disonancias
“parásitas”
o
“cubiertas”
no
son
extrañas
entre
los
compositores
del
s.
XVI.
El
siguiente
caso
característico
está
tomado
del
canticum
“Nunc
dimitis”
de
Palestrina.
Aquí
el
salto
del
primer
tenor
desde
un
Re
a
un
Sol,
que
es
de
hecho
una
falta
(disonando
con
el
Do
de
la
voz
superior),
se
hace
posible
porque
el
Sol
del
tenor
está
en
unísono
con
el
Sol
del
bajo,
y
de
esta
forma,
es
correcta
la
relación
en
las
voces
superiores;
como
si
fuera
intencionadamente,
los
últimos
tres
sonidos
del
tenor
se
pueden
encontrar
en
otras
voces.
1º
Contrapunto
Ejemplos
Dórico
Eólico
Jónico
1º
Contrapunto
Cuarta
especie
En
esta
especie
una
parte
en
cuarta
especie
y
una
parte
en
primera
se
añaden
al
cantus
firmus.
Aquí
las
reglas
son
las
mismas
que
para
la
cuara
especie
a
dos
voces.
Por
lo
tanto
los
retardos
disonantes
“malos”
como
las
cuartas
y
las
séptimas
en
la
voz
inferior,
o
las
segundas
y
las
novenas
en
las
voces
superiores,
pueden
usarse
si
en
ningún
caso
una
suspensión
“buena”
se
produce
al
mismo
tiempo
en
relación
con
otra
parte:
a)
b)
c)
d)
En
a)
un
retardo
de
cuarta
en
la
voz
inferior
resulta
irreprochable,
ya
que
la
voz
forma,
al
mismo
timpo,
una
disonancia
de
segunda
con
el
Si
de
la
voz
central.
En
b)
un
retardo
de
séptima
es
aceptable
en
la
voz
inferior
por
el
mismo
motivo.
De
este
modo
c)
y
d)
contienen
un
retardo
de
séptima
y
cuarta,
respectivamente,
haciendo
que
sea
correcto
el
retardo
de
la
novena
de
las
voces
superiores.
Ejercicio
práctico
Realiza
cada
cantus
firmus
en
varias
combinaciones.
La
“cuarta
cosonante”
usada
en
el
ejemplo
en
Eólico
está
tratda
en
la
página
13
de
más
adelante.
Dórico
Dórico
Frigio
1º
Contrapunto
Mixolidio
Eólico
Jónico
Un
ejercicio
muy
productivo
es
combinar
la
tercera
y
la
cuarta
especie:
Dórico
1º
Contrapunto
Dórico
Frigio
Mixolidio
1º
Contrapunto
Eólico
Jónico
i
Traducción
del
comienzo
del
“Capítulo
IV.
Contrapunto
a
tres
partes”,
pg.
175‐193
en
Jeppesen,
Knud:
“Counterpoint.
The
Polyphonic
Vocal
Style
of
the
Sixteenth
Century”,
published
by
Dover
Publications,
New
York,
1992.