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UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN

FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y ADMINISTRATIVAS


DEPARTAMENTO DE ADMINISTRACION

“Crisis cambiaria en Argentina”

Pedro Daveggio Mella

Cristian Díaz Cisternas

Finanzas Superiores
Prof. Juan Saavedra González
II Semestre 2018

Noviembre 23, 2018


Resumen
Argentina entre los períodos 1860 y 1930 fue considerada uno de los países sudamericano
con mejores expectativas de crecimiento económico. Setenta años de crecimiento,
modernización, democratización y relativa estabilidad política. Millones de migrantes
buscaron un destino mejor en la Argentina de entonces y los suelos fértiles de las pampas
fueron conectados a los mercados de Europa gracias a los nuevos ferrocarriles y vapores
transoceánicos.

Sin Embargo, Argentina desde 1930 sufre diferentes y profundos cambios históricos, entre
los cuales se encuentra la caída sistemática de su economía, tras diferentes gobiernos
democráticos, un golpe de estado y diferentes políticas de estabilización de la economía,
Argentina no la ha logrado sacar a flote su economía, la cual sigue estancada y con peores
cifras de crecimiento económico.

La caída de la actividad económica es acompañada de un aumento general de la pobreza


(28,6 % de la población) y en particular de la pobreza infantil, la cual llega al 42,5 % de los
niños de todo el país en edades de 0 a 14 años. Aludiendo a estos datos, el presidente Macri
advirtió que los indicadores de pobreza serían aún peores el año próximo.

Es por esto, que esta investigación se centra en la nueva crisis económica financiera que sufre
la Argentina en el año 2018, la cual se debe a una acumulación de crisis anteriores, por lo
cual la economía se hizo insostenible, siendo el hecho más importante y caótico la
devaluación del pesos argentino con respecto al dólar, llegando a su cifra más preocupantes
de 41 pesos por dólar.
I.- Contexto Histórico de Argentina
El período comprendido entre 1860 y 1930 fue la época de oro de la Argentina. Setenta años
de crecimiento, modernización, democratización y relativa estabilidad política. Millones de
migrantes del sur de Europa buscaron un destino mejor en la Argentina de entonces y los
suelos fértiles de las pampas fueron conectados a los mercados de Europa gracias a los nuevos
ferrocarriles y vapores transoceánicos. Pero detrás de esa fachada esplendorosa se ocultaba
un buen número de problemas, cuya persistencia terminaría un día hundiendo al país en una
profunda crisis.

El año de 1930 representa en varios cambios profundos en la historia argentina. El


crecimiento nacional (sector exportador) dejó de funcionar. El golpe de septiembre de 1930
dio paso a una larga etapa de creciente inestabilidad y polarización, que culminaría con los
trágicos años de la llamada “guerra sucia” de la década de 1970. La Argentina también
cambió mentalmente. Un país que creía en el futuro y en el desarrollo fue transformándose
paulatinamente en “el país frustrado” y, más tarde, en “el país desesperado” de los últimos
tiempos. A pesar de esto, uno puede constatar que detrás de las discontinuidades evidentes
se esconde una continuidad estructural fundamental que une el período de la prosperidad con
aquel que contempla la marcha de la Argentina hacia la desesperación. Se trata, ante todo, de
un modelo de crecimiento industrial patológico, que se volvió por entero insostenible cuando
su prerrequisito absoluto, un sector exportador dinámico, desapareció. La Argentina próspera
despertaría un día, como el Georg Samsa de Kafka, transformada en un país al borde del
abismo.

La caída de la actividad económica se acompaña del aumento general de la pobreza (28,6 %


de la población) y en particular de la pobreza infantil, que ya llega al 42,5 % de los niños de
todo el país en edades de 0 a 14 años. Aludiendo a estos datos con calculado dramatismo, el
presidente Macri advirtió que los indicadores de pobreza serían aún peores el año próximo.

Este abandono del flanco interior del país se compensa desde el gobierno atendiendo con
guantes de seda a los acreedores. En los nuevos presupuestos que el ministro Dujovne
presentó al congreso hay una cláusula que permitiría al gobierno renegociar los créditos en
divisas atendiendo a las condiciones imperantes del mercado financiero y sin pasar por
ningún control parlamentario. De esta manera, el equipo económico se asegura tener las
manos libres para proseguir su política de endeudamiento. El servicio de la deuda (los
intereses) es la partida presupuestaria para 2019 con el mayor incremento respecto al año
anterior, un 49 % más que este año.

El alarmismo de la prensa económica anglosajona cuestiona la credibilidad de Argentina


como país deudor. Mientras mantiene su respaldo al plan neoliberal que el gobierno de Macri
ha diseñado y negociado con el FMI, admite implícitamente que esta medicina será
insuficiente e incluso contraproducente para contener la caída de la economía. La fuga de
capitales, un problema estructural que genera una enorme inestabilidad en la economía
argentina, se estima que alcanzó entre 16.000 y 23.000 millones de dólares, según distintas
fuentes, durante los primeros nueve meses de 2018. A partir de los últimos datos estadísticos
publicados por el Indec, las divisas acumuladas por argentinos en el exterior se habrían
incrementado en 53.000 millones de dólares desde el comienzo del gobierno de Cambiemos,
desde 236.000 millones hasta 289.900 millones. Esta cifra podría compararse
maliciosamente con el total del crédito concedido al gobierno por el FMI al finalizar la
segunda ronda de negociación, en septiembre: 57.100 millones de dólares, en lugar de los
50.000 millones del primer acuerdo alcanzado en junio.

La fuga de capitales está siempre vinculada a la expansión de la deuda externa que se produce
durante los gobiernos neoliberales. Un periodista argentino comenta al respecto: “No se trata
de prácticas aisladas que brotan durante episodios como la reciente corrida cambiaria o el
establecimiento de regulaciones que restringen la compra de moneda extranjera. La fuga de
capitales se convirtió a partir de 1976 en un comportamiento sistemático liderado por un
sector del establishment económico que canaliza sus excedentes al exterior a través de
distintas maniobras.” Maniobras que, según se aclara, no necesariamente son ilegales; pero
que en cualquier caso sitúan a la economía en una zona de extrema vulnerabilidad.

II.- Origen del Problema


La devaluación del peso argentino alcanzando un récord sin precedentes desde la
hiperinflación de fines de la década de 1980.

La vulnerabilidad del sistema financiero y la economía argentina en su conjunto, sumado a


la impericia gubernamental para lograr reencauzar la situación, ponen un manto de duda
sobre el futuro inmediato.

El origen de esta crisis se puede interpretar por los tres siguientes actos.

a) El Frente Externo

Los economistas consideran que las causas de las crisis se pueden dividir en tres partes.
Debido a algunos factores externo, el cual se remite principalmente a la guerra comercial
entre EE.UU. y China y a una política en EE.UU. de fortalecimiento de las tasas de interés.
Esto impulsa a los capitales a irse de los países emergentes hacia los países centrales. Sin
embargo, más allá de que hay una cuestión externa que es la tasa de interés en EE.UU., esta
política monetaria se veía venir. Por otra parte, existe una gran responsabilidad del equipo
técnico del Banco Central argentino, que no quiso o supo prever esto.

b) La Estructura de la Economía Argentina

La estructura económica Argentina la devuelve a crisis de forma cíclica. Los


economistas señalan que la estructura productiva no ha cambiado en las últimas décadas e
incluso se ha profundizado. Esto genera una necesidad continua y perpetua de dólares que
cuando no pueden ser obtenidos por exportaciones, inversión extranjera directa o deuda, se
vuelve a entrar en crisis.

No obstante, esto se complementa con las políticas que ejecutó el gobierno actual.
La flexibilización absoluta de los flujos financieros, así como permitieron en 2016 y 2017
que entraran una buena cantidad de capitales especulativos, les permitió irse en 2018 muy
rápidamente en el momento en que empezó la corrida cambiaria.

Pero el panorama no sólo no mejoró porque no bajó nunca la inflación, sino que
generó menor actividad económica y que todo el sistema financiero se vuelva más vulnerable
a estos cambios externos.

c) Mal Manejo de la Crisis

Finalmente, el tercer aspecto está dado por medidas erráticas, confusas, ambiguas desde el
comienzo de la corrida cambiaria. El gobierno fue perdiendo herramientas: ya subió las tasas
de interés, subió los encajes, se endeudó con el FMI, cambió el presidente del Banco Central,
recurrió a mensajes del propio presidente de la nación.

Además se añade a esto que el plan del gobierno actual no ha presentado ningún tipo de plan
productivo y todo su esquema de gobierno se ha basado en lo que Dujovne resumió muy bien
al señalar que sus esfuerzos estaban puestos en reducir el déficit fiscal y conseguir
financiamiento externo. Es decir, ajuste y deuda.

Lo cual hace difícil entender cómo un país se puede recuperar bajo ese modelo, ya que lo
único que se espera es que vengan inversiones y que mágicamente aparezca alguna
producción que derrame sobre empleos y salarios.

III.- Consecuencias Inmediatas y Argentina en la Actualidad


La crisis tiene dos consecuencias importantes que son las que justifican la urgencia de
detenerla, justifican los economistas. En primer lugar está el deterioro del poder
adquisitivo de la población, con una inflación que se va a ir acercando al 40% y unas
paritarias que en el mejor de los casos llegaron al 25%. Lo cual, también es una de las causas
de la caída del consumo y la recesión en el país.

Pero además la subida de las tasas de interés, teniendo tasas del 60% anual desde el Banco
Central, a la cual pueden endeudarse las Pymes o las empresas en general, están llegando al
100%. Ese nivel de la tasa implica un estrangulamiento de empresas que necesitan
financiamiento para su funcionamiento habitual. Lo que provocaría que las compañías van a
empezar a quebrar y se va a dar un efecto de quiebre de la cadena de pagos que puede llevar
a una situación muy grave de desempleo.
IV.- Como Afecta al Mercado Financiero
Pero este plan llega en medio de un severo empeoramiento del escenario macroeconómico:
en junio, el último mes del que hay registros, el PIB cayó un 6,7% interanual, y para 2018,
que el Gobierno comenzó con una proyección de crecimiento de alrededor del 3%, ya prevé
una caída del 1%. Cada escalada del dólar dispara la inflación (el objetivo este año era del
15% y ahora las previsiones del 35% son vistas como optimistas), en contraste con la política
de embridar los salarios, lo que ya está teniendo consecuencias en la actividad y el consumo.
Además, en 2018 Argentina se ha visto afectada por una fuerte sequía que disminuyó las
ventas al exterior de productos primarios, el principal complejo exportador del país y fuente
de divisas. Sin embargo, Carballo aseguró que esta situación no tiene nada que ver con la
crisis de 2001, cuando regía la paridad euro-dólar, y la certeza de que ese sistema se abocaba
a su fin desató una ola de pánico y una fuga de depósitos que llevó al corralito.

V.- Conclusión
Argentina es un país rico en recursos pero con una pésima administración, el mal manejo
desde su administración ha ocasionado que suela vivir con una crisis a la vuelta de la esquina.
Las políticas populistas han inmerso a la economía a gastar más de lo que producen teniendo
que ir una y otra vez a mercados internacionales en busca de sustento, además de la alta carga
tributaria no genera confianza en los capitales (inversionistas) lo que llevo a la masiva fuga
de estos a mercados más atractivos. Sin olvidar además de la alta tasa de corrupción que
presenta en país con 39 puntos lo que la ubica en el puesto 85.
La reestructuración de la deuda publica implico una mayor exposición a los mercados de
capital vía emisión de bono, pero la condición de grado especulativo que mantiene la deuda
hizo que los mayores tenedores de sus bonos seas también fondos especulativos los cuales
presentan exposiciones similares en mercados como Turquía que se caracterizan por la
volatilidad de los mercados implico que al estallar la crisis turca los inversionistas se
desprendieron de monedas como el peso argentino. Producto de ello, la clasificadora S&P
puso en revisión negativa su rating crediticio.

Esto genera una cadena donde el peso se devalúa, la gente preocupada por la pérdida de su
poder adquisitivo sale en busca de dólares lo que incrementa su valor devaluando aún más la
moneda local.
VI.- Anexos
Tipo de cambio

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