Sunteți pe pagina 1din 71

Descargado en:

patatabrava.com

HISTORIA MEDIEVAL (USC)

APUNTES HISTORIA MEDIEVAL I. CURSO 2016-2017.


USC

ALSINA, FERNANDO 16-17


Introducción a la Edad Media.

La historia de la humanidad, desde sus más remotos orígenes, ha


transcurrido en marcos geográficos con apenas contactos entre sí: en los
llamados marcos geohistóricos. Los marcos geohistóricos comienzan a tener
contactos en Eurasia entre civilizaciones orientales (China, India, etc.) y en la
Europa mediterránea con el norte de África y el Próximo Oriente. A partir del
siglo IV en Europa, el marco geohistórico circunmediterráneo, se desarrollan
tres ámbitos de civilización: el Occidente medieval (en el territorio del antiguo
Imperio Romano de Occidente), la civilización bizantina (Imperio Romano de
Oriente) y el Islam.

La civilización bizantina continúa sin rupturas hasta el siglo XV (1453-


1461, conquista turca). En su seno se consolida la mitad de la Cristiandad: la
Iglesia ortodoxa, cuya influencia será decisiva en el mundo eslavo.

El Islam se extiende muy rápidamente sobre pueblos muy diferentes y


en un gran espacio geográfico, desde Mesopotamia hasta el Atlántico,
conquistando el reino hispano-visigodo, llegando a sobrepasar los Pirineos y
siendo detenidos en la batalla de Poitiers por “los europeos” (dirigidos por
Carlos Martel). Basándose en una lengua (el árabe) y en una religión, el Islam
desarrolla un ámbito de civilización con un poder sustentado en su misma
religión.

La Europa occidental, la Cristiandad Latina, retiene como marco


geográfico una pequeña parte del antiguo Imperio, pero se va expandiendo
hacia el norte, sobrepasando las antiguas fronteras romanas (el Rhin y el
Danubio) e incorporando a nuevos pueblos bárbaros (turingios, sajones,
frisones…).

El interés del estudio de la Edad Media puede venir dado por varios
motivos, pero si se ha de destacar uno, será el de que es la época de los
primeros descubrimientos geográficos, lo que acelera la comunicación de los
diferentes marcos o ámbitos geohistóricos. Hasta el siglo XVII, los cambios se
van produciendo lentamente, hasta que sobreviene el final del Antiguo
Régimen con las revoluciones francesa, industrial y otras.

El término “Edad Media” fue acuñado en el siglo XVI con un matiz


peyorativo, incidiendo en lo medio, en el concepto de medianía, pues era la
edad que mediaba entre el mundo grecorromano antiguo y el Renacimiento
italiano, dos épocas consideradas doradas, de esplendor, frente al abismo que
para los eruditos del XVI representaba el Medievo. El medievalismo o historia
medieval se ocupa del estudio de los doce siglos (1.200 años) que van del IV al
XV. El medievalismo se inicia en los siglos XVII y XVIII con sociedades
eruditas, y conocerá un gran impulso en el siglo XIX, alentado por el
Romanticismo.

Periodización de la Edad Media:

Desde el punto de vista del historiador medieval, es necesario arrancar


el análisis de la Edad Media en el siglo IV, cuando comienzan a ser relevantes
las incursiones bárbaras en el territorio del Imperio Romano. En el 376 el
pueblo visigodo (los godos del oeste) cruza el limes del Danubio. La

1
Antigüedad Tardía, Baja Romanidad o Romanidad Tardía, es la fase de
transición de la Edad Antigua a la Edad Media. El origen de esta transición está
en la crisis del siglo III, y su final, en el siglo VIII, ya puramente medieval. Es
una fase de cambios lentos pero importantes.

-Fase inicial: Antigüedad Tardía y Temprano Medievo (ss. IV-VIII).


Período
transición.
de
• Antigüedad Tardía (ss. IV-V).
• Edad Media Temprana o Bárbara (ss. V-VIII).
-Alta Edad Media (ss. VIII, IX y X).
-Siglos centrales: XI, XII y XIII: Plena Edad Media.
-Siglos finales: XIV y XV: Baja Edad Media o Edad Media Tardía.

Esta periodización general puede variar dependiendo de los autores y de


los países. En España se suele aceptar:

-Alta Edad Media (hasta el año 1000).


-Plena Edad Media (ss. XI, XII y XIII).
-Baja Edad Media (ss. XIV y XV).

En otros casos se hace simplemente la distinción Alta Edad Media y


Baja Edad Media, con el año Mil como frontera.

La historiografía anglosajona utiliza una periodización casi equivalente a


la indicada, pero con otras denominaciones:

-Later Roman Empire (ss. IV-V).


-Early Middle Ages (ss. V-X). Temprana Edad Media + Alta Edad Media.
-High Middle Ages (ss. X —año Mil— - XIV).
-Late Middle Ages (ss. XIV y XV).

En alemán: Mittelalter o Mittelalters.


- Frühmittelalter. Alta Edad Media.
- Hochmittelalter. Plena Edad Media.
- Spätmittelalter. Baja Edad Media.

En francés, le Moyen Âge.


-Haut Moyen Âge.
-Moyen Âge Central.
-Moyen Âge Tardif.

§ Primera etapa: orígenes del mundo medieval. Características


generales del período de los siglos IV al VIII. La Romanidad Tardía y la
Temprana Edad Media. Los siglos bárbaros.

La Temprana Edad Media o “época bárbara” se caracteriza ante todo


por las migraciones de pueblos bárbaros al territorio del viejo Imperio de
Occidente. Es la Europa de las invasiones. Estas migraciones o invasiones
generaron inestabilidad y pobreza en un contexto histórico ya delicado por la
debilidad del poder político y los cambios socioeconómicos que se venían
produciendo desde la crisis general romana del siglo III. En esta primera etapa
de los tiempos medievales atendemos a la fragmentación del Imperio
(fragmentación del poder). Desde el punto de vista social adquieren
preponderancia la aristocracia rural (los señores, más adelante) y los vínculos o
relaciones personales en los que un hombre se encomienda a otro, su señor,
que le promete protección. A comienzos del siglo IV, el emperador Diocleciano

2
persigue ferozmente al cristianismo. En el año 313, el emperador Constantino
promulga el Edicto de Milán, por el cual se legaliza el ejercicio de la religión
cristiana, lo que tiene como consecuencia una cristianización masiva de la
sociedad. Es éste el origen de la Cristiandad Latina. La población rural queda
adscrita, encuadrada, en las unidades llamadas parroquias. Se da en esta
etapa la aparición del monacato. Serán estos primeros siglos medievales un
período de expansión monástica. También serán siglos de empobrecimiento
intelectual y artístico. Aparecen nuevos centros educativos radicalmente
distintos de las escuelas del mundo romano: serán ahora centros
confesionales, religiosos (escuelas monacales y catedralicias).

En el otro gran ámbito de civilización, el Imperio Bizantino, con centro


político en Constantinopla, se consigue hacer frente a las invasiones eslavas y
a las migraciones del pueblo búlgaro con su asentamiento en los Balcanes. El
Islam naciente atiende a una expansión fulgurante en los siglos VII y VIII.

§ Segunda etapa: siglos VIII-X. Alta Edad Media.

La Alta Edad Media, según la periodización que estamos siguiendo, es


un período de restauración del poder imperial con Carlomagno, coronado como
emperador en Roma por el papa en el año 800 (durante la Misa del Gallo del
25 de diciembre, día de Navidad). En la persona de este rey de los francos se
restaura la figura del antiguo emperador romano. El mismo concepto de
“renacimiento carolingio” es revelador al respecto: los renacimientos son
siempre una mirada hacia el pasado. A partir de Carlomagno, quienquiera que
sea rey de algún territorio del Occidente europeo aspirará a ser coronado
emperador en Roma. Al mismo tiempo, se consolida un poder decisivo: la
Iglesia romana. Desde el Edicto de Tesalónica promulgado por Teodosio en el
380, se produce una cristianización masiva con la consiguiente expansión de la
Iglesia.

Habrá varias restauraciones imperiales. Son importantes los francos y


sobre todo la dinastía de los carolingios. Tras la fragmentación del Imperio de
Carlomagno, el reino de los francos se dividirá en reinos más pequeños, siendo
los más importantes la Francia Occidental (ancestro de la Francia actual) y la
Francia Oriental o reino franco oriental (ancestro de la actual Alemania, o
Germania). Llegará un momento en que los emperadores carolingios se
extinguen. Durante 30-40 años no habrá emperadores en Occidente. En el
siglo X habrá una segunda restauración del poder imperial por los reyes de
Alemania (o de Germania), de la dinastía de los otones u otónidas (dinastía
sajona u otoniana). Otón I, en el año 962, el 2 de febrero (2-II-962), es
coronado como titular del Sacro Imperio Romano Germánico (Imperio
Otoniano). Durante el período de restauraciones imperiales (ss. VIII, IX y X), se
realizarán los primeros intentos de imitar el mundo clásico perdido, a través de
las mismas restauraciones imperiales pero sobre todo con los renacimientos
culturales que las acompañan. El latín se refuerza como lengua de liturgia y de
cultura.

Un aspecto importante de esta segunda etapa medieval, la de la Alta


Edad Media, es la organización de la Cristiandad Latina en torno al papa (se
consolida la primacía de Roma). Se intenta además que todos los monasterios
se organicen según una misma regla: la benedictina, escrita por San Benito de
Nursia.

Otro rasgo más de este período son las segundas invasiones, el llamado
“cerco de Europa”: los vikingos (normandos y otros pueblos), que no formaban
aún parte de la Cristiandad Latina, atacan por el norte y el Atlántico; los
musulmanes avanzan desde el sur; desde el este, los húngaros o magiares, los

3
ávaros y otros, hasta que son derrotados por Otón I, lo cual le dará el
merecimiento de ser coronado emperador. Un cuarto elemento de estas
segundas invasiones será la progresión lenta y constante de los eslavos hacia
Occidente. La Cristiandad Latina tiende a incorporar a estos pueblos
(escandinavos, húngaros y eslavos occidentales de Bohemia, Croacia y
Polonia). A la altura del año 1000, el espacio europeo se ha expandido, Islandia
se incorpora al cristianismo. En definitiva, se produce una ampliación y una
estabilización del espacio europeo.

El feudalismo, uno de los pilares del Medievo, se despliega y consolida


en estos siglos en los planos social, económico y político. El orden feudal
aparece en la Francia Occidental a medida que se va desintegrando la
construcción carolingia.

*Inciso: el análisis de un período histórico siempre se ha de hacer desde


al menos tres perspectivas o teniendo en cuenta tres considerandos básicos:
A) La caracterización del período en sí mismo.
B) El período como punto de llegada desde una situación anterior. Como
resultado de cambios respecto al pasado y de algunas permanencias del
mismo.
C) El período como punto de arranque o de partida hacia una etapa o
situación
posterior, futura.

§ Tercera etapa. Plena Edad Media. Siglos XI, XII y XIII.

Una vez traspasada la frontera del año Mil, los siglos XI, XII y XIII
constituyen el momento culminante de la civilización medieval, el período de
plenitud. Conceptos como los movimientos artísticos culturales del Románico y
el Gótico florecen en esta etapa, así como el renacer del mundo urbano o el
nacimiento de las órdenes mendicantes (franciscanos, dominicos, etc.). La
Plena Edad Media se basa, como momento de madurez medieval, en un
crecimiento económico progresivo acorde con el orden feudal. La expansión
agrícola culmina en el siglo XII, centuria en la que renacen las ciudades en un
fenómeno de reurbanización, lo cual conlleva asimismo la multiplicación de las
actividades mercantiles (comercio, grandes ferias, expansión hacia el Este
—Ostkolonisation—, etc.).
Es también la época de las Cruzadas, a través de las cuales Occidente
consigue controlar el comercio del Mediterráneo y se proyecta sobre Oriente.
En cuanto a la Iglesia, en el siglo XI se produce la reforma gregoriana
(impulsada por el papa Gregorio VII). Se trataba de una reforma desde arriba,
en la que el papa aspiraba a reafirmarse como cabeza de la Cristiandad
medieval, rivalizando con el otro gran poder universal del momento: el
emperador del Sacro Imperio. Se produce, pues, un enfrentamiento entre la
teocracia pontificia y las monarquías feudales.

En el ámbito cultural, la Plena Edad Media conoce el nacimiento de las


universidades, donde se produce la recepción del pensamiento filosófico,
jurídico y científico de la Antigüedad, a través del conocimiento directo de los
textos de los autores clásicos.

§ La última etapa, la Baja Edad Media, que comprende los siglos XIV y
XV, o acaso la segunda mitad del XIV y la primera del XV (más o menos un
siglo), es la época de crisis y convulsiones que conducen al orden del nuevo
estado moderno, sus mecanismos y procedimientos de gobierno y relaciones
internacionales. En esta última etapa medieval también se producen
importantes innovaciones técnicas en ámbitos diversos, como las finanzas o la
navegación, que prepararán el terreno para la consecución de los grandes

4
descubrimientos geográficos del siglo XV. Se constata también la actividad de
artistas e intelectuales precursores del humanismo y del Renacimiento italiano,
y se introducen ya algunos cambios en el mundo económico, en la agricultura y
la artesanía, que anticipan el desarrollo que conocerán estos sectores en los
primeros siglos modernos, el XV y el XVI. Se puede considerar, por lo tanto,
como el período de conclusión del Medievo y como etapa de transición a la
Modernidad.

TEMA 1. LA HERENCIA BAJOIMPERIAL EN EL MUNDO


MEDITERR
ÁNEO:GERMÁNICOS
EL CRISTIANISMO,
Y EL FINAL
LOS PUEBLOS
DEL MUNDO ANTIGUO.

La Edad Media: síntesis-mezcla del mundo romano, los pueblos


germánicos y el cristianismo.

I. La Romanidad Tardía (ss. IV-VI).

1. La evolución demográfica de la Antigüedad Tardía (ss. IV-VI).

- El volumen de población y las densidades regionales.


- Los indicadores de la coyuntura demográfica.
- Las causas de la evolución demográfica.
- La población de las ciudades del Imperio.
- Las grandes capitales occidentales.
- Las ciudades orientales: Constantinopla.

§ Los siglos IV y V del Imperio Romano son siglos de grandes cambios,


que se han de interpretar ya de entrada como una adaptación innovadora para
conseguir la supervivencia del Imperio. Los primeros y quizás más importantes
artífices de esta adaptación, la ordenación del Bajo Imperio o Dominado, son
los emperadores Diocleciano (284-305) y Constantino (307-327). La superficie
del Imperio a comienzos del siglo IV es, más o menos, de 3,5 millones de
kilómetros cuadrados (3.500.000 km), de los cuales alrededor de 2 millones km
corresponden a la parte occidental y 1 millón a la parte oriental.

Los datos de población que podemos manejar para estos siglos son

5
aproximaciones, estimaciones que se han hecho con mayor o menor precisión.
El Occidente, a pesar de ser más extenso, tendría alrededor de 25 millones de
habitantes, menos que la parte oriental, que contaría con unos 30 millones de
habitantes a pesar de ser menos extenso. Todo el Imperio sumaría una
población de 55 millones de habitantes. De ello se desprende que las
densidades de población habrían sido muy desiguales según las regiones,
siendo Egipto la provincia más densa, y registrándose las densidades más
pequeñas en la Galia y la Subdanubiana (alr. 3 hab/km). Hispania (o las
Hispanias) contaría con una densidad aproximada de 11 hab/km.

§ En cuanto a los indicios de la coyuntura demográfica, hay noticias de


tierras abandonadas por falta de mano de obra, y hay una constante política
imperial conducente a poner el cultivo tierras poco productivas, aplicando
medidas como por ejemplo la condonación de impuestos sobre las mismas.

§ El Imperio se puede entender como una confederación de ciudades


(civilización, en el más puro sentido de la palabra). El Occidente en los siglos IV
y V son muy pocas las ciudades que mantienen una pluralidad de funciones.
Roma, ya sin significado político (la capital se ha trasladado), sigue siendo
todavía una gran ciudad, con alrededor de 700.000 habitantes. Otras ciudades
importantes con funciones políticas son Cartago, Colonia (en el curso del Rin),
Tréveris (residencia imperial de Occidente a finales del siglo IV), Arlés, Milán y
Rávena (estas últimas también residencias imperiales en algún momento).
El resto de las ciudades del Bajo Imperio están entrando en decadencia.
Frente a esto, Oriente tiene una red de ciudades mucho más densa y más
densamente poblada. Las grandes ciudades son Alejandría (con alr. 350.000
hab.), Éfeso (capital de la diócesis de Asia), Antioquía (capital de la diócesis de
Oriente), Jerusalén y Constantinopla, la capital de Constantino, que llega a
tener a mediados del siglo IV en torno a 600.000 habitantes, a caballo de
Europa y Asia y en eje con las fronteras del Danubio.

Los germanos no conocían el modo de vida urbano, por lo tanto las


ciudades eran un obstáculo para que ellos pudieran ejercer el control sobre el
territorio (controlaban mejor las áreas rurales), de ahí que la debilidad y
decadencia de la red urbana de Occidente haya sido clave para la pérdida del
poder efectivo, del control territorial, y la consiguiente caída de esta parte del
Imperio.

2. Las bases económicas de la Antigüedad Tardía (ss. IV-VI).

-Características generales del sistema económico.


-La economía rural (ss. IV-V).
-El comercio al por mayor y el artesanado a él vinculado (ss. IV-
VI).
-Transporte terrestre, fluvial y marítimo.
-Las formas de intervención estatal en la economía.

Rasgos generales del sistema económico de la Antigüedad Tardía:

En estos siglos se rompe definitivamente el predominio de las ciudades


como foco captor de rentas. La crisis del siglo III puso fin a la tranquilidad, a la
estabilidad interna, fundamental para el buen desarrollo del comercio. El
Imperio dejó de crecer económicamente, se detuvo la expansión, se pierde
población y se inicia un proceso de ruralización creciente.

§ Los grandes propietarios latifundistas, que en el Alto Imperio residían o


estaban vinculados a la ciudad y a la vida pública (ejercicio de cargos políticos

6
en la administración municipal e incluso imperial), dejan la ciudad y pasan a
residir en sus villae, con lo que los rendimientos de sus tierras dejan de ser
invertidos en las ciudades.

El comercio interior y exterior está, cada vez más, en manos de


orientales. En la documentación de la época, el término “sirio” equivale en la
inmensa mayoría de los casos a comerciante.

§ En lo que atañe a la agricultura, no hay noticia de novedades


tecnológicas más allá del molino hidráulico y de una segadora mecánica sobre
la que no se sabe mucho. Los cultivos siguen siendo los típicos del mundo
mediterráneo: vid, olivo y cereal. Se dan, eso sí, novedades interesantes en el
régimen de propiedad, caso del régimen de propiedad mixto, en el que algunos
de los grandes latifundios aparecen divididos interiormente en dos partes: la
reserva, trabajada directamente por el propietario, y una zona dividida en
parcelas (colonicae) que son trabajadas por campesinos (i.e. el propietario las
explota indirectamente) a los que se las ceden en enfiteusis (contrato de
arrendamiento de larga duración) o como colonos (colonato). En Oriente hay un
comportamiento diferente, pues se da un auge de la pequeña y mediana
propiedad.
§ El artesanado está conectado con el gran comercio interior y exterior
del Imperio. Los artesanos de Occidente se arruinan mientras que los
mercaderes de Oriente se benefician; esto se debe al desequilibrio de la
balanza comercial entre ambas partes del Imperio (dentro del comercio
interior). El comercio exterior es relativamente poco relevante, pues no
comprende más que la importación de productos de lujo que llegan del Extremo
Oriente, o productos de Armenia, etc. El comercio interior del Imperio está
condicionado por el sistema de peajes y aduanas que gravaban los productos
movidos. Si las aduanas exteriores gravaban los productos con una tasa del
12,5% sobre su valor, los peajes internos podían suponer un gravamen del
2,5% sobre el valor del producto.

El Estado era el cliente de muchas relaciones comerciales con el


exterior, por ejemplo cuando importaba trigo para suministrar a la población en
épocas de insuficiencia, o como ente adquisidor de productos de lujo (para la
sede imperial, etc.). Las ocasiones comerciales eran varias: el comercio
permanente en las ciudades, las grandes ferias rurales, las ferias urbanas, etc.

§ El transporte terrestre durante el Bajo Imperio estaba bien organizado


con el sistema de vías romanas, calzadas bien mantenidas por el Estado, con
estaciones de descanso cada 20 km (mansiones). Por ellas podían circular con
facilidad carretas de bueyes y de otros animales de carga que transportasen
las mercancías y las personas. No se recorrían más de 40 km diarios de media
(entre 30 y 50 km). El transporte fluvial abarataba los costes del transporte
terrestre en tanto que era más rápido y se prescindía de los animales de tiro, a
los que había que mantener, pero era sólo posible un transporte fluvial
dinámico por los grandes ríos, como el Danubio, el Po o el Ródano, por
ejemplo. El transporte marítimo era muy importante, pero estaba condicionado
por la estacionalidad, de manera que entre octubre y marzo apenas se
navegaba por los riesgos que ello suponía.

§ Intervención del Estado en la economía.

En el Bajo Imperio el Estado es tremendamente intervencionista, sobre


todo mediante la regalía monetaria, esto es, el monopolio de la acuñación de
moneda. Sin embargo, en los siglos VI y VII casi estaríamos hablando en
Occidente de una economía de trueque, una economía rural. La moneda era
poco práctica.

7
El sistema monetario bajoimperial se basaba en el oro, la plata y el
vellón. La moneda de más valor era de 4,5 g de oro y era el solidus (sueldo),
puesta en circulación por el emperador Constantino, y cuyo valor permanece
estable (por ser el oro el patrón fiduciario por excelencia). La heredan Bizancio,
el Islam y los reinos germánicos. El caso era que pudiesen llegar a usarla, pues
debido a su alto valor, era poco práctica, tan sólo servía para efectuar grandes
transacciones comerciales. El sueldo tiene un valor intrínseco, fiduciario,
mientras que las monedas de vellón y plata tienen un valor nominal, el que
atribuye el Estado; cuando éste desaparece, ya no valen nada.

El sistema fiscal del Bajo Imperio era agobiante para la población. Las
reformas fiscales llevadas a cabo por Diocleciano y Constantino estaban
encaminadas a asegurar que el Estado tuviera siempre recursos para
mantenerse, nutriéndose de fuentes fiscales diversas:
-Los ingresos de la res privata: provenientes de las tierras que son
propiedad del titular del Imperio (i.e. del emperador), un conjunto de latifundios
y otraspropiedades.
-Ingresos en metálico por actividad en el monopolio de minas, canteras,
talleres de acuñación monetaria y fábricas imperiales.
-Los impuestos sobre el comercio (aduanas y peajes).
-Los impuestos que pagan determinados grupos sociales: el aureum
decurionum que pagaban los decuriones (miembros de la curia), la gleba
senatoria de los senadores, la collatio lustralis de los artesanos, etc.
-Ingresos extraordinarios en especie, para garantizar la alimentación de
los funcionarios del Imperio: la indicción (indictio), novedad del Bajo Imperio.

La indicción: El Estado hace cada año un cálculo de lo que va a


necesitar. La administración se proyecta sobre unas unidades fiscales: las
tierras productivas del Imperio, los iuga. A cada iuga se le impone una cantidad
que ha de pagar en especie. Se traslada el cálculo a los órganos provinciales,
encargados de la recaudación. No depende de la producción real que pueda
haber, sino de las necesidades que prevea el Estado. Este sistema lo diseñó
Diocleciano, la iugatio, y Constantino le añadió un impuesto personal, pues la
carga de esta iugatio recae o ha de ser abonada por el titular (caput) de las
tierras, la capitatio. Estos dos elementos dan lugar al impuesto de la iguatio-
capitatio o capitatio-iugatio, que implica el pago de un censo. Es un impuesto
sobre la propiedad y la población rurales, y resulta agobiante, aplastante para
el campesino. Será causa de muchos males, y traerá movimientos sociales de
protesta. En definitiva se trata de un sistema fiscal basado en la organización
estatal de las tareas productivas, declarando la adscripción forzosa y
hereditaria a la actividad económica que practica cada persona (la tierra en el
caso de la iugatio-capitatio, la artesanía en el caso de la collatio lustralis, etc.).
En este sentido, es en cierto modo precursor del orden estamental.

Estas formas de intervencionismo estatal tienen como consecuencia


que, cuando deja de haber emperador en Occidente y poco a poco se vaya
desarticulando la administración estatal, este sistema económico desaparece,
pues ningún rey germano logrará mantenerlo. Se abre entonces una etapa de
pobreza, crisis económica general.

3. Los grupos sociales en la Antigüedad Tardía (ss. IV-VI).

-La estratificación social en la Antigüedad Tardía (ss. IV-VI).


-El grupo social de los honorati.
-Los honestiores.
-Los humiliores.

8
-La esclavitud mediterránea.

Los dos criterios a tener en cuenta para la estratificación de la sociedad


tardoantigua son la riqueza, o poderío económico, y la posibilidad de
participación política. Estos dos elementos suelen estar en correlación.

§ El primer grupo social, la élite dirigente, en el Bajo Imperio, es el de los


honorati ("honrados"), pertenecientes al orden senatorial y al orden ecuestre.
Se mantiene el Senado en Roma, de manera simbólica, pero hay también un
Senado en Constantinopla. El Senado está abierto al ingreso de nuevos
miembros. Se accede a este grupo por nacimiento o por servicios prestados al
Estado. Las familias senatoriales de Roma son las más poderosas de la
ciudad, con bases agrarias potentísimas.
§ El segundo grupo en la escala social es el de los honestiores (“los más
honestos”, “los más decentes”, etc.). Son los más honrados, que realizan una
función ennoblecedora:
Participan en los consejos, curias y asambleas municipales (el senado
municipal), como curiales o decuriones. Se estima que podían ser medio
millón de habitantes.
Los funcionarios de la administración imperial, estimados en alr. de
40.000 hab.
Los soldados, alrededor de 650.000 habitantes.
Entre 10.000 y 12.000 hombres de letras, abogados, juristas,
intelectuales…
Los clérigos de la Iglesia cristiana, aproximadamente 1.200.000
habitantes.
Grandes armadores de navíos, banqueros (argentarii), etc.

§ El tercer grupo social es el de los humiliores, los más humildes, el


restos de la sociedad (salvo los esclavos), conformado por la plebe urbana
(comerciantes y artesanos) y la plebe rústica (retroceso de pequeños y
medianos propietarios, por herencias, presión fiscal, endeudamiento, etc.).

Además del criterio funcional, que mira la condición socio-profesional,


aparece en las fuentes la oposición de dos grupos: potentiores (los más
poderosos) y tenuiores (los más débiles), sobre todo cuando se pretendía
reflejar los abusos de unos sobre otros en la documentación. Ante esta
situación social, donde surge la necesidad de los tenuiores de defensa frente a
los abusos de los potentiores, surge el fenómeno del patrocinio: el pequeño y
mediano propietario busca la protección de un gran propietario, que lo protege,
lo patrocina. Este patrocinio (más adelante, encomienda, o comendatio), se
realiza mediante la cesión de propiedades al gran propietario para liberarse de
la carga fiscal y acogerse a su protección. El pequeño o mediano propietario
que cede sus tierras para conseguir el patrocinio, sigue cultivando las tierras
como colono, en usufructo. Pierde, a cambio, la libertad jurídica. Estos vínculos
personales de encomienda son el germen del sistema de propiedad y
explotación de la tierra que se desplegará en el orden feudal.

§ El cuarto grupo social, marginal, es el de los esclavos. El número de


esclavos mediterráneos es menor que el que había en el Alto Imperio (debido a
la finalización de las conquistas con Trajano y luego a la tendencia a la
manumisión promovida por el cristianismo). Las familias ricas podían mantener
un elevado número de esclavos trabajando sus tierras tanto en Occidente como
en Oriente. Pero si no había suficientes recursos, convenía manumitir a los
esclavos para que se tuvieran que mantener por ellos mismos.

9
4. Pensamiento político y ejercicio del poder en la Antigüedad
TardíaIV-VI).
(ss.

-Principios y tendencias de organización política contrapuestos.


-Teoría imperial del Dominado.
-El ejercicio del poder.
-Los órganos políticos de carácter consultivo.
-Los órganos administrativos a nivel central.
-La administración territorial.
-El cursus honorum.
-El funcionariado.
-El ejército.
-La administración urbana.
-El derecho y la sistematización legislativa.

§ El Estado bajoimperial es muy opresivo: limita las libertades, pero


protege las fronteras; fomenta la insolidaridad y tiende a agotar los recursos
económicos. Los principios y las tendencias de organización política son a
menudo contradictorios y contrapuestos. Frente a la tendencia centralizadora
imperial, la decadencia de las ciudades, médula del mundo romano, tiene como
consecuencia la búsqueda de la autarquía (tendencia a la fragmentación del
poder, centrífuga). El sistema administrativo imperial central decae y surgen
tendencias hacia la búsqueda de la autonomía.

§ La teoría imperial del Dominado. Frente al princeps del Alto Imperio, el


dominus tiene un poder absoluto: absorbe la soberanía y lo que él dice tiene
fuerza de ley. Se había producido una divinización del poder imperial en el Alto
Imperio. La nueva teoría absoluta ya no atiende la naturaleza divina del
emperador, sino al origen divino del poder. El emperador ya no es una
divinidad más entre las muchas del panteón pagano. Ahora, el poder del
dominus procede de un único Dios todopoderoso cristiano. El poder del
emperador es único, autocrático y absoluto. Esta concepción política
absolutista se acepta peor en Occidente que en Oriente, donde el prestigio del
poder imperial es mayor. Esta teoría del poder será recuperada en parte en el
siglo XIII, cuando los reyes pretendan ser emperadores en su reino —rex est
imperator in regno suo—, pero el ejercicio del poder no será absoluto como lo
fue en la Antigüedad.

§ El ejercicio del poder. Diocleciano intentó poner en práctica un sistema


en el que la transición-sucesión imperial fuese lo más pacífica posible. Creó
una especie de colegio imperial: la Tetrarquía, que finalmente fracasó,
imponiéndose la tendencia a la sucesión dinástica (mantener el poder en la
familia del emperador). El poder del emperador estaba legitimado por derecho
divino. El sistema gubernativo del Bajo Imperio estaba configurado de la
siguiente forma:

• Órganos políticos de carácter consultivo:


Los dos senados: el de Roma y el de Constantinopla.
El consistorio: en el s. IV este organismo político es una especie

10
de consejo de Estado cuyos miembros designa el emperador
libremente. Su composición es fluida (jefes militares, senadores,
funcionarios, etc.).
El pallatium (palacio): el conjunto de personas que rodean al
emperador y lo asesoran (corte), un organismo casi “doméstico”.
En Bizancio tienen poco recorrido y en Occidente desaparecen.
• La administración central del Imperio. Órganos centrales:
El comitatus, radicado en cada una de las residencias imperiales.
Allí donde hay una residencia imperial hay un comitatus. En el
siglo IV había dos residencias imperiales en Occidente: Milán y
Tréveris, y dos en Oriente: Sirmio y Antioquía. En el siglo V, la
residencia imperial de Occidente se establece en Rávena y la de
Oriente en Constantinopla. Cuando el emperador se desplaza de
su residencia, por las razones que sean, el comitatus (órgano
colegiado) lo acompaña.

El prefecto del pretorio, cargo personal. Originariamente fue un


cargo único. En tiempo de Diocleciano era una especie de primer
ministro, lo que incluía la jefatura civil y militar. Constantino le
quita las atribuciones militares, restando en sólo autoridad civil.
Que haya varios emperadores supone que haya varias
prefecturas del pretorio. Hacia mediados del s. IV hay 3
prefecturas, y a finales del mismo siglo, 4. Son un indicador de la
fragmentación territorial.
En el año 400, las cuatro prefecturas eran:
-Prefectura de la Galia (sede en Arlés).
-Prefectura de Italia.
-Prefectura del Ilírico (Ilyricum).
-Prefectura de Oriente.

La razón de esta fragmentación es la obsesión del Bajo Imperio por


ejercer el control sobre la población, ser un Estado eficaz y garantizar su propia
continuidad.

§ Administración territorial. Diocleciano lleva a cabo una reforma de la


administración provincial que consistió en la multiplicación del número de
provincias, que pasa de 50 a 100, y finalmente 120, y en la agrupación de las
mismas en diócesis, como unidad de administración civil territorial, que
empezaron siendo en número 13 y acabaron siendo 15. El gobernador de la
diócesis tiene el título de vicario (vicarius). P. Ej., el vicario de la diócesis de
Hispania residía en Mérida (Emerita Augusta). La jerarquía de gobierno
territorial estaba establecida, de mayor a menor rango, en: prefecto del pretorio
vicario de la diócesis gobernador provincial.

§ En cada uno de los escalones de la administración territorial hay un


gobernador y un grupo de funcionarios (officium). El funcionariado está
estructurado en una especie de cursus honorum. Se considera que la vida de
un funcionario se ha de dedicar al Estado, pero no en el ejercicio de un mismo
puesto. Cada dos o tres años se cambia de destino y de puesto (para evitar la
corrupción). Los funcionarios pertenecen al grupo de los honorati, tienen
exenciones fiscales, privilegios judiciales, y se jubilan a los 20 o 30 años de
servicio. Son alrededor de 40.000 en número. Este aparato funcionarial, la
llamada militia togata, fue eficaz en cierto tiempo.

§ El ejército. El sistema de la defensa cambia radicalmente en el Bajo


Imperio. Se produce una separación de lo civil y lo militar. Si son 40.000 los
funcionarios civiles (militia togata), los funcionarios militares, i.e. las unidades
militares, son 600.000. La principal acometida del ejército tardorromano es la

11
organización de la defensa del limes. El sistema defensivo se basa en primer
lugar en una barbarización del propio ejército: se firman tratados con pueblos
bárbaros próximos al limes, incorporándolos al sistema defensivo, y cuyos
guerreros son incorporados en ocasiones al propio ejército romano.
Se distinguen distintos tipos o categorías de tropas:
ripenses o limitanei: tropas fronterizas fijas.
comitatenses: acuden a donde se las necesite. Están en el interior.
pallatini: guarnición del palacio imperial.

Muchas informaciones sobre la organización del ejército proceden de un


documento del siglo V, la Noticia de las Dignidades (Notitia Dignitatum). Las
milicias están sometidas a los mandos militares, no civiles.

§ La administración urbana. En general, hay diferentes fórmulas de


gobierno urbano según las regiones y tradiciones culturales, pero en todas ellas
hay un mismo órgano de gobierno que es la curia municipal. Curia significa
literalmente en castellano “corte”. Es una asamblea municipal, órgano
permanente y estable de gobierno de la ciudad, que elige los cargos
unipersonales de gobierno anualmente. Estas magistraturas eran, entre otras,
los duunviros, los ediles y los cuestores. Si en una entidad de población hay
curia, es que se trata de una ciudad.

Los curiales son responsables de la recaudación de la capitatio-iugatio


que le corresponde a la ciudad. Tenían la responsabilidad de pagar ese
montante, lo cual hace que eso se convierta en una carga muy pesada en
algunos casos. Los curiales intentan librarse de ella, y ello contribuye a la
decadencia de los órganos de gobierno de la ciudad, y, en consecuencia, del
Imperio. Cuando una ciudad romana, que ejerce unas funciones
gubernamentales y fiscales sobre un territorio rural, es devastada, queda un
esqueleto de la misma, pero el territorio se mantiene, fenómeno que acontece
muy frecuentemente en la Alta Edad Media. En el siglo V se crea la figura del
defensor plebis, defensor de la plebe o pueblo llano. También aparece en estos
siglos el clero en el paisaje urbano: un obispo y su séquito o adláteres.

§ El derecho y la sistematización legislativa. Las decisiones del


emperador toman fuerza de ley. Cuando el emperador se pronuncia sobre una
cuestión emite un decreto (decretum, pl. decreta). Con la división del Imperio, al
cabo de un tiempo se acumula una masa de legislación que puede llegar a ser
incluso contradictoria en algunos aspectos; en este punto, se hace necesaria la
acción de los juristas para sistematizar el derecho, interesando en particular la
elaboración de un código ordenado por libros y temas. Todo el derecho
ordenado. En el 438, en la mitad occidental, el emperador Teodosio II promulga
el Codex Theodosianus, que incluye toda la legislación desde época
constantiniana. Este Código Teodosiano será el gran monumento de derecho
romano en Occidente para los reyes germánicos. En el siglo VI, en Bizancio,
verá la luz el Codex Iustinianus o Código de Justiniano. ¿Por qué Teodosio II
sólo llega hasta Constantino y no se remonta más atrás? Por el cambio
religioso: desde Constantino, los emperadores comienzan a legislar a favor de
la Iglesia. Esto tendrá extraordinarias consecuencias, pues cuando renazca
este derecho en algún momento, será tomado como referencia. Este derecho
bajoimperial, que encierra conceptos tan importantes como el de Dominado y
demás, se recuperará en la Edad Media, hacia el siglo XIII, y aún tendrá
repercusiones futuras.

12
II. La Iglesia en el Imperio.

A) La organización de la Iglesia.

1. Una iglesia sacerdotal centrada en el obispo.


2. Las primacías.
3. La primacía del obispo de Roma.
4. La primacía de Constantinopla.
5. Los patriarcados.
6. El creciente papel eclesiástico del emperador cristiano.

§1. Las comunidades cristianas son locales y tienen al frente a un obispo


(episcopus), no todos con la misma relevancia. Es una iglesia sacerdotal
centrada en el obispo. En estos siglos se acaban de perfeccionar los esquemas
administrativos que venían de más atrás. El término de “obispo” aparece en el
siglo II, del griego episkopos, que significa “el que vigila”, “inspector”. La
comunidad cristiana está formada por laicos y por clérigos, en los que se
distinguen los presbíteros o sacerdotes y los obispos. Cuando muere el obispo,
un nuevo obispo de la iglesia local es elegido por el pueblo (los más notables) y
el clero, por representación.

El obispo es el jefe de la comunidad (esencialmente se trata de


comunidades urbanas) y sólo él puede ordenar clérigos de órdenes mayores
(presbíteros, diáconos y subdiáconos) y menores (ostiarios, lectores,
exorcistas, etc.). Sólo el obispo puede administrar el bautismo y ello sólo se
puede hacer en el baptisterio de la iglesia episcopal, en estos primeros siglos
cristianos. Esta organización irá cambiando.

§2. En el primer concilio ecuménico (de todo el mundo habitado, i.e.


mundial, universal), celebrado en Nicea en 325, convocado y presidido por el
emperador Constantino, se regulan diversos aspectos importantes para la
organización territorial de la Iglesia. En primer lugar, se reconoce la importancia
de los obispos metropolitanos, aquellos cuya sede se hallaba en una capital de
provincia. La iglesia se acomoda a la administración civil. Por encima de las
sedes metropolitanas, están las primacías, a escala supraprovincial. A un
obispo primado se le reconoce una autoridad superior a los demás, por encima
incluso de los metropolitanos. El primado de África es el obispo de Cartago, el
de Alejandría es primado de Egipto, y el de Antioquía es primado de Oriente.
Las primacías las tienen las ciudades más importantes del Imperio y de la
Cristiandad. Las más importantes son la primacía de Roma y la de
Constantinopla.

§3. La primacía del obispo de Roma se fundamenta en el pasaje del


Evangelio en que se le dice a Simón: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra
edificaré mi Iglesia” (Mateo, 16: 18). San Pedro tenía la primacía sobre los
apóstoles, murió en Roma y los papas son sus sucesores, conque ostentan su
primacía. Esta teoría, fundamento enteramente religioso, data del siglo IV y es
formulada por los propios obispos de Roma. A partir de ahí se consolida su
primacía honorífica sobre las demás sedes primadas (Alejandría, Éfeso,
Antioquía, etc.). Se respeta su opinión en temas de fe pero no establece el
dogma, pues eso se hace en los concilios ecuménicos, que en estos siglos no
los convoca el papa, sino el emperador. Además, el obispo de Roma es
metropolitano de toda la Italia Suburbicaria y ejerce autoridad sobre la parte
occidental de la Iglesia, sobre la Iglesia latina.

§4. La primacía de Constantinopla tiene un fundamento meramente


político, pues allí está la sede imperial, y se reconoce como tal en el segundo
concilio ecuménico de la Cristiandad, el Concilio de Constantinopla I, celebrado

13
en el 381, con el emperador Teodosio.

§5. En el cuarto concilio ecuménico, celebrado en Calcedonia en el año


451, aparece la figura del patriarca, y se establecen los cuatro patriarcados.
Los cuatro patriarcas son los obispos de Alejandría, Antioquía, Jerusalén y
Constantinopla. Cada uno tiene bajo su autoridad varias provincias
eclesiásticas y cientos de obispos.

§6. El creciente papel eclesiástico del emperador cristiano. El emperador


es un laico, pero es el más poderoso. Juega un papel en la Iglesia que es de lo
más normal: adopta medidas, promulga disposiciones que atañen al gobierno
de la Iglesia. Constantino ordena el cese de las persecuciones, concede cierta
jurisdicción a los obispos, promulga leyes sobre el celibato de los clérigos y
concede exenciones fiscales a las iglesias, además de asignarles propiedades,
entre otras medidas. Los emperadores se pronuncian a favor de una u otra
tesis defendida por alguna de las partes de las numerosas querellas teológicas
habidas.

La supremacía: los poderes en la Iglesia. Al principio no hay una


separación clara entre lo sagrado y lo profano. En el siglo V, los textos
evidencian una primera diferenciación: el papa Gelasio I manifiesta al
emperador constantinopolitano, Anastasio, la existencia de dos poderes (la
teoría de las dos espadas):
- la potestas del emperador, como autoridad civil cristiana; y
- la auctoritas de los sacerdotes.

En Occidente, la administración imperial desaparece, pero la Iglesia y su


organización permanecen, de manera que vaya a convertirse en el factor de
unidad del Occidente.

B) La religiosidad y sus prácticas.

1. El culto a los mártires.


2. Las prácticas litúrgicas y devocionales.
3. El monacato y sus formas.

Las prácticas religiosas en estos primeros siglos cristianos o de


cristianismo primitivo (época paleocristiana) aparecen teñidas de romanismo
(cultura romana). En el año 300 sólo una pequeña minoría de la población era
cristiana. En los años siguientes, y sobre todo a partir de hitos como el Edicto
de Milán del 313 y más aún a partir del Edicto de Tesalónica del 380, avanzaría
considerablemente la cristianización.

§1. El culto a los mártires. Los mártires son los primeros santos,
bienaventurados que mueren por la fe cristiana, sufren martirio a semejanza de
Cristo y van a acompañar a Dios. Son miembros relevantes de la comunidad
que fueron perseguidos y ejecutados. Cada año se celebra el aniversario de su
muerte bajo la fórmula del dies natalis, “día del nacimiento”, en el sentido de
“día en que nace para la vida eterna”, y la celebración tiene lugar en los
monumentos llamados martyria, sus sepulcros.
Estos mártires se convierten en miembros privilegiados de la comunidad,
que pueden interceder ante Dios por los demás fieles. El mártir es la primera
figura del santo, después habrá otros santos no mártires. Hay restos, reliquum
(pl. reliqua), cuerpos, cadáveres, lo que queda de ellos: las reliquias. El poder
de intercesión del mártir para favorecer a quienes los invocan se asocia a sus
reliquias. El poder del mártir es la virtus, y se manifiesta a través del prodigio o
milagro. Los fieles se les encomiendan buscando protección, intercesión ante

14
Dios, patrocinio en definitiva, a semejanza de lo que acontecía con la
encomienda a un señor en el ámbito social. Los santos mártires se convierten
en patronos de los fieles devotos.

§2. Algunos de los mártires y su devoción se ciñen a su localidad de


origen, pero a veces su fama hace que el culto se haga popular y sea
celebrado por gentes de lugares lejanos, produciéndose así fenómenos de
peregrinación, una práctica devocional que nace en estos momentos. La
palabra peregrinus significa “forastero”, en latín clásico; en latín medieval, el
término ya adquiere un matiz más concreto, pues pasa a designar a aquél que
está en camino causa orationis, por devoción. Un testimonio de la última
década del siglo IV, relata la peregrinación de una señora de la Gallaecia,
llamada Egeria, que va a visitar los Santos Lugares.

Otro aspecto importante es la devoción a las imágenes. Aparece una


iconografía cristiana en que se representan escenas del Antiguo y Nuevo
Testamentos, la figura de Cristo y las imágenes de mártires y santos. Esta
iconografía primitiva o paleocristiana responde a una finalidad didáctica.
Además, se adoptan símbolos de la religiosidad pagana (los cultos solares,
etc.). En Oriente, a consecuencia del neoplatonismo, se considera que el poder
del santo en vida reside en las imágenes, por lo que los iconos adquirirán una
gran importancia. En el siglo VIII habrá un grave problema con la disputa
iconoclasta.

Se desarrollan liturgias distintas y en lenguas también diferentes: la


liturgia griega en las iglesias orientales, donde también se utilizan el arameo y
el armenio; y las liturgias latinas: romana, africana, hispana y ambrosiana
(milanesa). Las comunidades occidentales comenzaron a celebrar la liturgia en
latín no antes del siglo IV, pues hasta entonces se celebraba en griego. La
organización del calendario litúrgico, como repetición anual de las grandes
festividades cristianas, pivotaba en las celebraciones cristológicas (nacimiento,
pasión, muerte y resurrección), y luego tenía en consideración las festividades
de los santos.

En cuanto a las prácticas sacramentales, el bautismo, administrado sólo


por el obispo en el baptisterio de la iglesia episcopal, se realizaba en edad
adulta, después de un período de formación o catecumenal. Sólo las familias
de varias generaciones cristianas bautizaban a los niños, y sólo los bautizados
podían asistir a la eucaristía.

La penitencia sólo se administra una vez tras la confesión pública de la


falta ante la comunidad. El penitente recibe la penitencia del obispo.
Transcurrido un tiempo, el penitente es absuelto por el obispo y reingresa en la
comunidad. El cristianismo desarrolla unos principios de comportamiento social
—éticos— que chocan con las prácticas socialmente admitidas por los
romanos. Por ejemplo, la manumisión de esclavos es recomendada por el
cristianismo, pero la esclavitud no es abolida. El cristianismo condena la usura
y se prohíbe el préstamo. El principio de no violencia (“no matarás”) hacía que
al principio no fuesen bien admitidos los soldados, no obstante, la afluencia de
gentes diversas a la Iglesia por la expansión del cristianismo, hace que se
relaje esa primitiva ética cristiana.

§3. El monacato y sus formas. En este momento tiene lugar el


nacimiento del monacato, creado como solución que permitía a los individuos
que así lo deseaban, vivir de acuerdo con las enseñanzas del Evangelio, para
lo cual era necesario que se segregasen de sus comunidades, que se
apartasen a un retiro espiritual. Se dan tres formas de monacato: la vida
anacorética, la vida cenobítica y el monacato comunitario o vida monástica. Los

15
ideales de vida de los monjes eran: la ascesis o mortificación, la oración y la
continencia, en relación con la cuestión de la materia y el espíritu.

La primera fórmula de monacato es la anacoresis o vida anacorética, un


retiro voluntario a vivir lejos de la gente. El anacoreta más famoso es San
Antonio, considerado fundador del movimiento eremítico, que se retiró a vivir al
desierto en Egipto, y cuya biografía escribió el obispo Atanasio de Alejandría en
el año 316. El anacoreta o eremita vive solo, aislado, practicando el trabajo
manual y la oración. Estas personas adquieren reputación, fama de santidad, y
más personas acuden a vivir junto a ellos, con lo que finalmente les resulta
difícil vivir su soledad. Pero no viven en comunidad, sino que pueden acabar
siendo grupos de individuos aislados. Esta vida tenía dificultades.

La segunda modalidad de vida monacal es el cenobitismo, donde hay


también ascesis. Los cenobitas vivían en comunidad. Esta forma nació también
en Egipto, y a ésta se asocia la figura de San Pacomio, que funda la primera
comunidad del el 323. En un cenobio, como hay prácticas comunitarias, tiene
que haber normas que regulen la vida cenobítica, y San Pacomio escribe una
regla de vida, según la cual el superior de esa comunidad es el abad, elegido
cada año.

La tercera forma, y que será la que triunfará, es la del monacato


completamente comunitario o vida monástica, desde mediados/finales del siglo
IV. San Basilio escribe una norma de vida a mediados del siglo IV, y se
considera uno de los padres del monacato. Hay más, y estas reglas son
adoptadas por muchos monasterios. La ascesis y el aislamiento han quedado
reducidos a la mínima expresión en los monasterios. El monje vive en
comunidad, y estos monasterios estables están integrados en la comunidad
social, se abren al mundo, tienen relaciones extra muros, y cumplen una
importante función, pues tienen hospederías, hospitales, talleres, tierras
(explotaciones agrarias) y con el tiempo irán ampliando sus propiedades.

En todo Oriente aparecen estas comunidades, de ahí que en el Concilio


de Calcedonia (451) haya un canon relativo a los monasterios, que dice que el
monasterio está sujeto a la autoridad del obispo de la diócesis en que se halla:
sometimiento monástico, obediencia episcopal.

En origen, los monjes son laicos que deciden vivir conforme a los ideales
evangélicos y buscar la perfección cristiana. La expansión del monacato a
Occidente se realiza por medio de viajes de monjes. Los primeros monasterios
se fundan en el sur de la Galia, como el de San Víctor de Marsella, fundado en
el 416 por Juan Casiano, inspirado en las reglas orientales. Otro personaje
importante es San Martín de Tours, que muere en el 327; éste se había retirado
en principio a la vida anacorética, luego pasó a la vida cenobítica y finalmente
se reintegró en la comunidad de la que procedía, pues fue llamado a presidir la
sede episcopal, convirtiéndose en obispo de Tours. Ocurre en Occidente que
algunos obispos redactaron reglas monásticas para que sus clérigos viviesen
de una forma determinada. Un ejemplo de ello es la que redacta San Agustín
en su sede episcopal de Hipona, en el norte de África. Había diferencias
notables entre el monacato de Oriente y el de Occidente. En Occidente, las
normas de vida monástica son menos austeras y menos rígidas que las
orientales.

C) Las querellas teológicas.

1. Las disputas en Oriente.


2. Las disputas en Occidente.

16
La Iglesia en estos primeros siglos propone definiciones de la doctrina
que serán importantes para los siglos venideros. Hay un esfuerzo por definir la
ortodoxia y la heterodoxia o herejía. Los clérigos y monjes han estudiado
filosofía en las escuelas clásicas, y en muchos casos tratan de aplicar los
métodos lógicos para analizar las verdades reveladas. Se aplican los métodos
del raciocinio filosófico para perfeccionar los dogmas de la doctrina cristiana.

§1. En Oriente se han ido conformando opiniones teológicas


divergentes. Las tres principales controversias o disputas teológicas de la mitad
oriental serán el arrianismo (Arrio), el nestorianismo (Nestorio) y el monofisismo
(Dióscoro y otros).

§1.1. Arrio es un obispo que formula su pensamiento un poco antes del


325. Sus reflexiones conciernen a la Trinidad, y considera que la figura del Dios
Padre es superior al Verbo (Cristo), que ha sido objeto de creación del Padre
en algún momento de la historia, con lo cual le debe sumisión al Padre. El
Verbo, encarnado en Cristo, no es Dios, es inferior.

Este planteamiento promueve la discusión y hace que se convoque para


rebatirlo el Concilio de Nicea en el 325. En este concilio se niega la tesis de
Arrio y se formula la tesis contraria en positivo: el Símbolo de Nicea o Credo
niceno, que afirma que el Verbo es Dios, Hijo de Dios, de la misma naturaleza
que el Padre. Se están aplicando conceptos de la metafísica y la filosofía a la
teología.

Con la definición de Nicea, Arrio y sus partidarios no aceptan esta


formulación del dogma. El arrianismo se prolonga hasta finales del siglo IV, al
mismo tiempo que se producen formulaciones diferentes. Esta división de la
Iglesia preocupa a los emperadores, que buscarán siempre la pacificación y el
consenso doctrinal. Otro aspecto importante es que el arrianismo llega a los
germanos antes de que invadan el Imperio. Los primeros en adoptarlo fueron
los visigodos. La mayoría de los germanos que abandonaban el paganismo en
estos siglos estaban adoptando el cristianismo arriano.

§1.2. Otra de las grandes controversias cristológicas que se producen en


Oriente es el nestorianismo. Según la tesis de Nicea, Cristo es a la vez Dios y
hombre. Nestorio sostiene que la Virgen María fue madre de Cristo en cuanto
que hombre, no en cuanto que Dios. Se convoca para debatirlo el Concilio de
Éfeso en el 431 (tercer concilio ecuménico), donde se condena esta
diferenciación de formas, porque en Oriente había un importante culto a María
como madre de Dios (Theotokos).
El nestorianismo se condena, pero no obstante, tendrá importancia en la
expansión del cristianismo a Asia.

§1.3. El debate sobre las formas: el monofisismo. En Alejandría, la


opinión de un monje llamado Eutiques promueve que el patriarca afirme que
tras la Encarnación, la naturaleza divina en la figura de Cristo prevalece sobre
la naturaleza humana: monofisismo. Negación de la naturaleza humana de
Cristo. Se convoca el cuarto concilio ecuménico, el de Calcedonia (451) y se
condena el monofisismo, pero éste había arraigado extraordinariamente en
Egipto. Las iglesias monofisitas desaparecerán con la expansión islámica.

Las repercusiones de las querellas teológicas en Oriente fueron


importantes, pues no se limitaban a ser meras opiniones de teólogos
discutidas, sino que movían a la población, y en ocasiones hubo revueltas
contra la autoridad imperial por la condena o aceptación de determinada idea.
Lo más relevante sin duda fue la intervención de los emperadores, que tuvieron

17
que emitir opiniones a favor o en contra de las diferentes ideas defendidas.
Estas intervenciones doctrinales evidenciaban la imposibilidad de la Iglesia
para mantenerse unida en Oriente sin el papel que jugaba el emperador.

§2. Las disputas en Occidente: donatismo (Donato), priscilianismo


(Prisciliano) y pelagianismo (Pelagio).

§2.1. El donatismo. Donato, obispo de Cartago, sostiene que aquellos


que en las persecuciones se han librado de la muerte diciendo que habían
participado en celebraciones paganas no pueden ser reintegrados en su
función anterior dentro de la comunidad cristiana. Se trata de una postura
intransigente. Constantino reprime el donatismo, lo condena, pero no consigue
acabar con él. El donatismo arraiga entre los beréberes norteafricanos,
opuestos al régimen bajoimperial. Luego también se complica la situación con
la llegada de los vándalos.

§2.2. El priscilianismo. Prisciliano, natural de Gallaecia, había llevado


una vida de predicación, ascetismo y pobreza, como un laico, pero luego en el
380 fue elegido obispo de Ávila. En su doctrina había componentes dualistas.
En el Concilio de Zaragoza se lo condena. Prisciliano apela al papa, que no lo
recibe, y luego al emperador en Tréveris, donde es condenado a muerte en el
385. Con él no desaparece el priscilianismo, que continúa en Hispania, a donde
supuestamente se lleva su cuerpo.

§2.3. El pelagianismo. Pelagio es un bretón que reside en Roma a


principios del siglo V. Para él, es posible que el fiel cristiano alcance la
perfección por sus propios medios: la ascesis individual. Pronto, a esta teoría,
inspirada en las teorías del monacato, Agustín de Hipona le opone la cuestión
de que si eso fuese así, la gracia divina, la ayuda de Dios al hombre, quedaría
difuminada. De ahí que, triunfando la teoría de San Agustín, el hombre no
podrá alcanzar la perfección por sus propios medios, sino que necesita la
ayuda gratuita de Dios, pues los hombres nacen ya con una mancha, el pecado
original.

En la cuestión del pelagianismo entra también el debate sobre la


predestinación: si para ser elegidos o llamados al cielo basta con la fe o son
necesarias obras, el esfuerzo. El pelagianismo es superado en Occidente.

D) La aceptación por la Iglesia de rasgos de la cultura clásica.

El cristianismo acepta el sistema educativo de la Antigüedad. La


enseñanza de la fe y de la doctrina corresponde a las familias y a la comunidad
cristiana. Pero en las enseñanzas culturales de las antiguas escuelas clásicas
había un fuerte poso del panteón grecolatino. Se dan entonces diferentes
posturas sobre la aceptación o el rechazo de la herencia cultural clásica, se
debate la compatibilidad o incompatibilidad del cristianismo y la Iglesia con la
cultura clásica. Aparecen posturas extremas, como la fuerte aversión que
siente Tertuliano hacia la cultura clásica, o la radical defensa que de ella hace
el emperador pagano Juliano el Apóstata.

Entre el pueblo prevalece una amplia aceptación de la cultura clásica, y


gracias a ello, se posibilita la transmisión de la misma durante la Edad Media,
reavivándose o resucitándose en diferentes renacimientos culturales. Aparecen
figuras de gran talla cultural y filosófica que elaboran una literatura cristiana, en
griego (Padres de la Iglesia griega) y en latín (Padres de la Iglesia latina: San
Ambrosio de Milán, San Jerónimo y San Agustín de Hipona). Con Ambrosio de
Milán, obispo de esta ciudad, se relaciona la liturgia ambrosiana.

18
San Jerónimo, muerto hacia el 420, es el personaje latino mejor formado
lingüísticamente. Formado en la literatura latina, conoce el griego y el hebreo
también. Es conocedor asimismo del monacato oriental. Su principal
contribución fue la traducción de la Biblia al latín, manejando las versiones
griega y hebrea. Esta edición es la Vulgata.

San Agustín, obispo de Hipona, en el norte de África, muere en el 430.


Después de una vida de búsqueda intelectual y religiosa, abraza el cristianismo
a la edad adulta, de lo que da cuenta en sus Confesiones. Muy atento a las
novedades de Oriente, se preocupa por explicar las controversias que allí ha
habido sobre el tema de la Trinidad, en su obra De la Trinidad (De Trinitate).
Entiende el estudio de la retórica y de las artes liberales como la mejor
preparación del cristiano para entender las lecturas de la fe. Escribe la obra De
civitate Dei (La ciudad de Dios), inexplicable sin su contexto histórico: los
germanos ya han penetrado en el Imperio. En el 410, Alarico I, rey de los
visigodos, saquea Roma. Ese mundo se desmorona. Agustín distingue en su
obra dos ciudades: la ciudad de los hombres (Jerusalén terrena), que no
constituye la patria definitiva de los ciudadanos, pues no iba a ser eterna; y la
ciudad de Dios (Jerusalén celestial), en el Más Allá, donde está la verdadera
patria del cristiano.

San Agustín no entró en ninguna posición política concreta, pero


lectores posteriores, en el siglo IX, interpretaron su obra de manera que la
Ciudad de Dios sería la Iglesia, mientras que para otros sería el Imperio. Es el
llamado agustinismo político en relación también con la teoría de las Dos
Espadas, la pugna entre los dos poderes universales por la supremacía.

En definitiva, en estos siglos de la Tardía Romanidad, la cultura pagana


se halla ya en franco retroceso, salvando las figuras de unos pocos
neoplatónicos, frente al cristianismo que avanza notablemente.

III. Los pueblos germanos.

A) Los germanos antes de las grandes migraciones.

1. Las ramas dialectales.


2. Rasgos económicos comunes.
3. La organización social.
4. La organización política.
5. Las creencias religiosas.

Desde el punto de vista cultural, el mundo germánico no ha dejado


demasiada información. No hay en el momento una literatura germánica. Las
fuentes son todas clásicas, romanas la mayoría (Julio César, Tácito, etc.). Poco
antes de la expansión del Imperio Romano los germanos se habían ido
expandiendo desde la Península Escandinava y llegan a tener contactos con
los celtas. Con la expansión romana, la conquista de Britania (c. 50 a.C.) y la
organización de la frontera en el Rin y el Danubio, el Imperio de César y
Augusto entra en contacto con los pueblos germanos.

§1. Hacia los siglos II-III hay cuatro o cinco familias lingüísticas de
hablas germánicas:
-Las hablas escandinavas o nórdicas.
-Las hablas ósticas (del al. ost, este) u orientales: gótico, burgundio y
vándalo.
-Las hablas huésticas o vésticas (de west, oeste) u occidentales: la
lengua de los francos, la de los alamanes, la de los bávaros, etc.
-Hablas vésticas del Mar del Norte: anglo, sajón, frisón, etc.

19
-Hablas de una zona del río Elba.

En el siglo V los germanos habían tenido muchos contactos con el


Imperio Romano, muchos se detectan en las influencias lingüísticas, debidas
seguramente a los intercambios o contactos comerciales, la entrada en el
mundo germánico de técnicas agrarias romanas, el alfabeto y la escritura
rúnica (s. II), etc. El incremento de las relaciones comerciales entre los pueblos
bárbaros y el mundo romano se debe al aumento del poder adquisitivo de los
pueblos cuyos guerreros se incorporaban al ejército romano.

Los germanos que más se habían romanizado antes del comienzo de


las migraciones fueron los orientales (ostrogodos y otros), que son además los
pueblos más desarrollados. El primer momento en que se inician las
migraciones es la crisis del siglo III, momento en que se produce una ruptura
de las fronteras y penetran los germanos en el Imperio, sobre todo alamanes y
francos. Antes, a mediados del siglo II, habían entrado también germanos del
Elba. Estas penetraciones obligan a fortificar muchas ciudades romanas que
hasta el momento no habían tenido murallas.

§2. Desde el punto de vista de la economía, todos los germanos


conocen y practican una agricultura sedentaria. En el sector de la artesanía
destacan por la orfebrería, y menos en el sector textil. No practican el comercio,
como norma general, y tienden a la autosuficiencia. Por lo común, no conocen
la moneda, o, si lo hacen, sólo la utilizan como forma de acumular metales. No
tienen realidades urbanas, no conocen la ciudad desde el punto de vista
económico. Hay, no obstante, intercambios, de artículos como el ámbar o las
pieles, y hay esclavitud.
§3. Organización social. Los germanos se organizan socialmente
encuadrándose en tres estructuras jerarquizadas, de menor a mayor tamaño y
rango: la sippe o familia extensa, la tribu y el pueblo.
a) La sippe: familia extensa compuesta por dos o más linajes que tienen
un ancestro común. Está dirigida por un cabeza de familia, mund, que tiene la
autoridad doméstica sobre todo el grupo, en la cual está incluida la capacidad
de disponer del patrimonio de la familia. La mujer legítima del mund tiene un
papel importante. Estas sippe pueden tener clientes y esclavos. La sippe es la
unidad básica de la producción agrícola y de la organización militar.
b) La tribu agrupa a varias sippe y recibe el nombre de un antepasado
común (epónimo).
c) El pueblo agrupa a varias tribus que tienen un jefe común, que se
reúnen periódicamente en lugares determinados considerados sagrados para
ellos, celebrándose el mallus o asamblea de guerreros.

Las mejores posiciones sociales son las de los cabezas de sippe,


varones adultos libres que están en condiciones de empuñar armas, y por ello
en condiciones de participar en el gobierno y la política del pueblo. Se trata de
sociedades organizadas para la guerra.

§4. La soberanía radica en el mallus, asamblea de guerreros (thing en


escandinavo), que es la que elige al jefe del pueblo, decide sobre la paz y
sobre la guerra. En la constitución política de estos pueblos, además de la
asamblea, puede haber un consejo, órgano más restringido. Sobre el mallus y
el consejo juega un papel importante la aristocracia, tan jerarquizada o más
que la romana. Esta aristocracia se basa en el patrimonio (la riqueza), en el
prestigio de sus miembros como guerreros y en el linaje al que pertenecen.

Las figuras representativas de esta aristocracia son el hausherr o los


hausherren, los señores de las casas. Esta figura tiene séquitos militares, de
ahí su poder. Los séquitos se denominan gefolgen (la misma raíz que el ing.

20
follow, seguir), semejantes o casi equiparables al comitatus latino. El hausherr
puede llegar a tener 200 miembros en su gefolge. Hay lazos de vinculación
personal de hombre a hombre entre el guerrero y su señor. El hausherr
también dispone de campesinos semilibres y esclavos que trabajan sus tierras,
pero que no tienen ningún tipo de obligación militar. Cuanto más poderoso sea
un hausherr, más posibilidades tendrá de que su pueblo lo elija jefe: herizogo
—líder de armas— (heer ziehen o en al. actual herzog, duque, dux, de donde
viene p. ej. Herzegovina). El herizogo es el jefe militar, dirigente del ejército,
estratego, término equivalente al dux romano. Por encima del rango de
herizogo está el mando militar supremo, con connotaciones políticas: el rey
militar o heerkönig, el rey del pueblo en armas. Se trata de una realeza de
carácter electivo y militar. La monarquía, el otro tipo de realeza, es una
aportación de los germanos a la organización política de Occidente. Aparece
una realeza dinástica con origen divino, legendario. Las monarquías son, en
estos primeros tiempos, electivas.

Un fenómeno importante que se da en el ámbito político en los pueblos


germanos es el de la stammesbildung o etnogénesis, la construcción de
nuevos pueblos. Se trata de un proceso de construcción de una alianza o
confederación de pueblos. Para ello hace falta que haya una realeza dinástica
en un determinado pueblo, y que sea núcleo central aglutinador del mismo, que
le dé nombre a la confederación y tenga un efecto integrador. Esta realidad,
característica de este momento, explica que un pueblo, cuando ha sido
derrotado varias veces por otro, se desintegra, pierde cohesión, y pasa a
integrarse en el pueblo vencedor confederándose con él. Así, en las fuentes
hay pueblos que desaparecen, que dejan de ser nombrados en algún momento
porque pasan a formar parte de otro.

§5. Aspectos religiosos. Los germanos entienden que el mundo es


escenario de un enfrentamiento constante entre dioses, semidioses y fuerzas
de la naturaleza, que se manifiestan en lugares sagrados (teofanías). Las
noticias sobre sus dioses llegan tardíamente (s. XII). Parece que hubo un
panteón común a todos esos pueblos, más o menos (con dioses como Thor,
etc., y quedan algunos vestigios, p. ej. el ing. Thursday). Es un mundo
totalmente rural, analfabeto y que no conoce la organización estatal; en
definitiva mucho más primitivo que el mundo romano. El cristianismo, como
religión del Imperio, acabará imponiéndose sobre las otras creencias en un
fenómeno de cristianización y romanización más o menos intenso según los
pueblos.

Los mundos germano y romano son, pues, muy diferentes, y de su


encuentro nace la Edad Media.

B) Ubicación de los pueblos y confederaciones en vísperas de las


invasiones.

Hacia el año 375, finales del siglo IV, en las Islas Británicas se
encontraban, en Irlanda, los escotos, que invadirán el norte de la isla de Gran
Bretaña, es decir, Escocia, donde en aquel momento se hallaban los pictos. Al
sur estaba la Britania romana.

En el continente, supra limitem, en Jutlandia se encontraban los jutos, y


al sur de la península, los anglos. En los Países Bajos del Norte se hallaban los
sajones, y en los Países Bajos del Sur los francos. En la zona de los Alpes, al
norte se hallaban los burgundios y algo más al sur los alamanes. En la zona del
Danubio estaban los vándalos, los suevos, los gépidos, los alanos, los
visigodos y los ostrogodos (godos del oeste y godos del este,

21
respectivamente). El río Dniéster los separó, estableciéndose al noreste los
ostrogodos, y al oeste los visigodos. Al noreste de Europa se hallaban los
pueblos eslavos, y al este, los hunos. Entre el año 375 y el 476, la irrupción de
los hunos y su violencia en la Europa Oriental provoca el movimiento de los
germanos orientales hacia Occidente, viéndose obligados a penetrar en
territorio imperial.

El año 526 es el punto de llegada, pues desde esta situación previa, los
bárbaros habrán ya penetrado en el Imperio y estableciéndose de la siguiente
manera: los suevos en la Gallaecia y Lusitania, los visigodos en Hispania, los
francos en la Galia, junto con alamanes y burgundios; frisones en los Países
Bajos, con sajones, jutos, anglos y turingios; ostrogodos en Italia, y otras
presencias germanas en otros puntos del territorio.

C) La penetración en el Imperio.

-(375-395) Los visigodos en el Imperio.

-(395-410) En Occidente Honorio y Stilicón tienen problemas


simultáneos.

-(410-423) Los germanos en la Galia e Hispania.

-(423-455) Aecio, defensor del imperio.

-(455-500) La disolución del poder imperial.

La penetración de los pueblos bárbaros en el Imperio Romano entre el


375 y el año 500, es decir, las invasiones que marcan el fin del Imperio de
Occidente, tiene lugar en cinco etapas sucesivas que podemos diferenciar:

§1. 375-395: Los visigodos en el Imperio. En el año 375 se


desencadenan las migraciones. La causa principal es la irrupción de los hunos,
procedentes de las estepas asiáticas, en el Este europeo. Hasta la muerte de
Atila, a mediados del siglo V, los hunos condicionarán el desarrollo histórico de
Europa, pero la llegada de pueblos nómadas a Europa no finalizará con ellos,
pues todavía llegarían más tarde, ss. VIII-X, los húngaros, y los últimos en
llegar serían los mongoles en el siglo XII.

Los hunos afectan a los pueblos germanos orientales destruyendo el


reino ostrogodo. Los visigodos se ven obligados a traspasar la frontera del
Danubio en el 376. Veinte o treinta años antes de cruzarla, ya habían recibido
el cristianismo en la corriente arriana, y utilizaban el idioma gótico como lengua
litúrgica. Llegaron a un acuerdo con el emperador romano y consiguieron
sobrevivir gracias a la anonna, el reparto de víveres por parte del Imperio. En
un momento dado, por abusos cometidos por las autoridades locales, los
visigodos se sublevan y se enfrentan al emperador Valente en la batalla de
Adrianópolis en el 378, en la que derrotan al ejército imperial y dan muerte al
mismo emperador. Durante algunos años, hasta el 385, saquean el sur de
Grecia, y luego son desplazados hacia Occidente. Intentan alcanzar un
acomodo en el Imperio. En el 395 muere el emperador Teodosio y el Imperio se
divide definitivamente en dos mitades, la occidental, gobernada por Honorio, y

22
la oriental, por Arcadio, ambos hijos de Teodosio.

§2. Segunda etapa de penetración: 395-410. En Occidente, el


emperador Honorio y su jefe militar, el germano Stilicón, tienen que hacer
frente a los problemas que les presentan los diferentes pueblos germanos en
las fronteras simultáneamente. Los hunos llegan a Panonia, y vándalos y
alanos se ven obligados a entrar en la región subdanubiana, y en el 406 en
Italia, atacando diversas poblaciones. En la Galia se producen incursiones
simultáneas en varios frentes: en el mismo año 406 una confederación de
suevos, vándalos y alanos cruza el Rin y saquea la Galia durante años sin
oposición. En el 409 cruzan los Pirineos y se presentan en Hispania. Esta
inseguridad creciente hace que Honorio traslade la capital del Imperio
occidental de Milán a Rávena (se desplaza hacia el sur). En el 408, Stilicón es
asesinado, lo que deja al Imperio sumido en una crisis defensiva. En el 410,
Alarico I consigue llevar a los visigodos a Hispania, y además llega a Italia, se
presenta en Roma y la saquea. Los visigodos prosiguen hasta el sur de Italia,
llegando hasta Cosenza, y finalmente Alarico muere intentando llegar a África.

§3. Tercera fase de penetración: 410-423. Los germanos en la Galia y


en Hispania. Después del 410, los visigodos dejaron Italia y pasaron a la Galia,
pues el emperador Honorio había pactado con ellos para que esto fuese así.
En el año 423, la muerte del emperador Honorio pone fin a esta fase
relativamente estable, dentro de la inestabilidad del fenómeno.

§4. Cuarta etapa de penetración: 423-455. Aecio, defensor del Imperio.


Desde la muerte de Honorio, el que defiende verdaderamente el Imperio es
Flavio Aecio, cuyo objetivo principal es restablecer el limes renano-danubiano.
La amenaza principal es la de Atila, rey de los hunos que ataca Occidente
desde el Oriente. En el 451, en los Campos Cataláunicos (Châlons, o Locus
Mauriacus), cerca de Orleáns, Aecio consigue vencer a los hunos, con el
concurso del rey hispano-visigodo Teodorico. En el 452 Atila lleva a cabo su
segundo intento de penetrar en Italia, y es detenido en el 453 por una
embajada en la que está presente el papa León I. Tras la muerte de Atila, ese
mismo año de 453, la confederación huna se desintegra. En el 454, Aecio
muere, y en el 455 muere el emperador Valentiniano III.

§5. Quinta y última etapa de penetración de los bárbaros en el Imperio:


455-500. En esta última fase de las invasiones tiene lugar la definitiva
disolución del poder imperial en Occidente. Se suceden muchos emperadores
en poco tiempo. Un militar oficial romano pero de origen bárbaro, el hérulo
Odoacro, decide en esa situación proclamarse rey de Italia, y depone al último
emperador, Rómulo Augústulo, en el 476. Pero el emperador de Oriente no
acepta esa solución, e interviene en Italia para deponer a Odoacro mediante
los ostrogodos de Teodorico, el pueblo bárbaro más romanizado. Teodorico
combate y da muerte a Odoacro en Rávena (493), y se proclama rey de Italia
con el respaldo, reconocimiento y beneplácito del emperador de Oriente. Así, el
mapa político de la Europa del año 500 se configura con un reino de los
visigodos en Hispania, un reino de los ostrogodos en Italia y el Ilírico, el reino
de los francos en la Galia, y otras unidades políticas en el resto del continente.

23
TEMA 2. LOS REINOS BÁRBAROS Y SUS ESTRUCTURAS POLÍTICAS.
Siglos V, VI y VII.

Occidente está dividido en varios reinos germánicos, y el grado de


autoridad que éstos puedan llegar a desarrollar está condicionado por factores
diversos que hay que tener en consideración:
-Las invasiones o migraciones conllevan una necesidad de defensa y de
cohesión nacional que fortalece el modelo de monarquía militar como forma de
gobierno. La figura del rey del pueblo en armas se refuerza.
-Será un factor importante la actitud de los pueblos bárbaros y sus reyes
hacia la romanidad. La aportación romana sumada a la aportación germánica
será un aspecto fundamental que condicione el desarrollo sociopolítico y
cultural de estos reinos.
-De capital importancia para determinar la proyección o perspectivas de
futuro de uno de estos nuevos reinos es la situación social, estructuras y
organización de los territorios donde se constituyen.
-Otro factor condicionante es la resistencia que pueda haber habido ante
el ascenso de un rey germano por parte de la población del territorio romano.
-Incide también en el desarrollo o articulación política de los nuevos
reinos el grado de desarrollo que tenga la Iglesia en el territorio en cuestión. Se
va a dar, de entrada, una división confesional, pues llegarán a territorios
romanos católicos pueblos germanos que serán o bien paganos o bien
cristianos arrianos en la mayoría de los casos.
-Finalmente, la evolución de estos reinos se ve condicionada por la
actitud que adopte el Imperio Bizantino, que en determinados momentos
reacciona e interviene para reincorporar ciertos territorios del antiguo Imperio
occidental a lo que queda del Imperio, que es la parte oriental (ideas de la
restauratio Imperii).

I. Los reinos efímeros.

Los llamados reinos efímeros son los que menor duración han tenido,
bien porque han sido destruidos por la reacción de Bizancio y conquistados,
bien porque han sido también conquistados o anexionados por otro reino
germánico más consolidado.

A) Los reinos extinguidos por la reacción bizantina: vándalos y ostrogodos.


1. Los vándalos en África.
2. Los ostrogodos en Italia.

§1. Los vándalos consiguen mantenerse en África desde el 429 hasta el


534, apenas un siglo (105 años). Se trasladan allí en una cifra estimada de
80.000 individuos, que es lo que se estima que podía ser el volumen
demográfico de un pueblo germánico. Desde el norte de África llegan a
Cartago, el África proconsular, y consiguen dominar el Mediterráneo occidental,
pues han llegado a conocer bien la navegación. Llegan a conquistar Córcega y
Cerdeña e incluso saquean Roma en el 455 (el segundo gran saqueo de la

24
ciudad). Su actitud para con la población romana y sus instituciones fue
bastante hostil. Se encerraron en un arrianismo militante, que rechazaba lo
romano, y en algunos momentos persiguen a la Iglesia católica. Su identidad
germánica se refuerza por el arrianismo, que mantiene la lengua litúrgica gótica
frente al latín.

En lugar de haber un tratado con el Imperio que les permitiese el


asentamiento, hay un expolio de las propiedades romanas, sin reparto de
tierras ni fiscalidad. De ahí que, en el 534, los emisarios y el ejército del Imperio
Bizantino consiguen con facilidad hacerse de nuevo con el control de este
territorio, y todo el Norte de África vuelve a ser romano, pues los vándalos, que
fueron incapaces de crear instituciones duraderas, no dejaron apenas huella de
su presencia.

§2. Los ostrogodos en Italia. Los ostrogodos se afianzan en Italia


durante 160 años aproximadamente. Llegaron para combatir a Odoacro en el
490 como fieles aliados del Imperio, dirigidos por Teodorico. Capturaron a
Odoacro en Rávena y en el 493 lo ejecutaron. Teodorico actúa como el gran
representante del Imperio en Occidente. Había sido educado en Constantinopla
y era admirador del mundo romano. Como consecuencia, implanta un dualismo
en su reino de Italia: los asuntos militares los reserva como atribuciones para él
y para su pueblo ostrogodo, y la administración civil se reserva como atribución
de la población romana. Teodorico cuenta con consejeros intelectuales como
Casiodoro o Boecio. Otro rasgo de su política es que intenta crar en torno a su
figura una especie de hegemonía goda en Occidente mediante el enlace
matrimonial de princesas ostrogodas con príncipes y reyes del resto de Europa.

Teodorico muere en el 526. En sus últimos años comienza a desconfiar


de sus súbditos romanos católicos, pues él era arriano. A Boecio lo manda
detener y ejecutar por traición, injustamente. La sucesión de Teodorico provoca
la división interna y la inestabilidad, lo que hace que la población romana
solicite la intervención del Imperio. Justiniano decide intervenir, y estalla la
Guerra Gótica entre el 535 y el 555. Le llevó veinte años someter Italia. En el
554, el reino había pasado a manos bizantinas, de manera que el Imperio
lindaba con el reino franco por los Alpes, y con el hispano-visigodo por el norte
de África. Italia se convierte en un exarcado de Bizancio, cuyo exarca reside en
Rávena.

%1) Los reinos anexionados por otro reino germánico.


1. Burgundios en la Galia.
2. Suevos en Hispania.
3. Lombardos en Italia.

§1. El reino burgundio, o de Borgoña, desaparece como consecuencia


de su anexión al reino franco en el año 533.

§2. El reino suevo de la Gallaecia: 409-585. Es anexionado por el reino


visigodo en el 585. Desde que habían llegado a Hispania con los vándalos y los
alanos en el 409, quedando acantonados en la Gallaecia, los suevos
constituían el único reino germano de Hispania. En el año 450, su rey,
Requiario, abandona el paganismo y recibe el catolicismo. La información
sobre el pueblo suevo se debe a un cronista llamado Hidacio de Chaves, que
para de escribir en el 468. El suevo Requiario es el primer bárbaro que
abandona el paganismo y se pasa directamente al catolicismo, que era la
religión de sus súbditos galaicorromanos. Se trata de una conversión personal,
y no pasa por una fase arriana, como en otros casos. El rey franco Clodoveo
será el segundo rey bárbaro en recibir el catolicismo.

25
El dominio suevo dura 136 años. Una vez que los suevos comienzan a
extender su influencia por la Península, Roma reacciona con sus aliados, los
visigodos, a los que envía a Hispania en el 456, año en que derrotan a los
suevos en Astorga, en la batalla del río Órbigo. Los suevos se rehicieron y
consiguieron restablecer su dominio en el noroeste. Poco antes del 468, el
pueblo suevo adopta el arrianismo y abandona el paganismo. Influyeron en
esta decisión los visigodos, que enviaron a un misionero llamado Áyax a
mediados del siglo V. A partir del 468 tenemos cien años de oscuridad de las
fuentes sobre el reino suevo. Luego, en el siglo VI, hacia 560-570, los suevos
pasan del arrianismo al catolicismo por la acción de Martín de Dumio o de
Braga, llamado “apóstol de los suevos”, que los consigue convertir al
catolicismo. Se celebran los dos primeros concilios en Braga. La política del
reino suevo en su fase final, contraria a la del visigodo arriano Leovigildo, hace
que éste anexione el reino suevo al reino hispano-visigodo en el año 585 de la
era cristiana.

§3. El último de los reinos efímeros es el de los lombardos en Italia.


Desde el 568, momento en que llegan a Italia, hasta el año 774, cuando
Carlomagno anexiona el reino de la Lombardía al reino de los francos, en
proceso de expansión territorial. Los lombardos habían protagonizado el último
episodio de las migraciones bárbaras. Llegan a Italia en el 568, desplazados
por los ávaros, que llegaron a Panonia en aquel momento y los forzaron a
llegar a la Península Itálica en un momento crítico, de posguerra, pues la
Guerra Gótica, que había terminado en el 555, había arrasado el país. En el
año 575, lombardos y bizantinos se reparten el territorio italiano. Los lombardos
o longobardos apenas estaban unificados como pueblo, y no conocían la
realeza centralizada. El pueblo lombardo estaba conformado por unos treinta
grupos guerreros, cada uno bajo la dirección de su jefe. El que ostentaba el
título de rey se instalaba en Pavía. Los otros jefes se instalan en un territorio
estableciendo un ducado (ducados lombardos), ostentando por lo tanto el título
de duque. Pero los lombardos no buscaban dominar todo el territorio, pues no
lograron vencer las resistencias romanas y bizantinas, con lo cual su reino era
un territorio discontinuo. No se consiguió la unidad política ni territorial.
Además, después de la Guerra Gótica, las instituciones romanas se habían
arruinado.

El líder lombardo que había dirigido a su pueblo a Italia se quedó en


Pavía como rey, y los otros jefes constituyeron treinta ducados casi
independientes en el territorio restante. Entre los principales ducados estaban
Pavía, Milán, Spoleto o Benevento, entre otros. Roma, Rávena y otros
territorios permanecían dentro del Imperio, además de que Roma seguía
siendo la ciudad donde el papa se reafirmaba en su poder temporal.

Poco a poco, el pueblo lombardo intenta unificarse. En el Sínodo de


Monza, hacia el 640, los lombardos aceptan el catolicismo (no completamente).
Todavía en el 643 hay derecho romano y derecho lombardo. No se consigue la
unificación jurídica. Los lombardos nunca conseguirán unificar todo el territorio,
y cada vez que lo intenten, el papa procurará buscar un aliado que les impida
dominar Roma. Estos aliados serán en el siglo VIII los carolingios del reino
franco, primero Pipino el Breve y luego Carlomagno, que acaba con el dominio
lombardo en Italia, se proclama en Pavía como su rey y, gracias a eso, recibirá
del papa el título imperial de Occidente.

26
II. Los reinos anglosajones, visigodo y franco.

A) Los reinos anglosajones en Inglaterra.

Desde principios del siglo V, la Britania romana había quedado


desprotegida y en manos de las aristocracias locales. Una vez que el Bajo
Imperio deja de presionar a la población, se da un fenómeno de resurgencia de
rasgos culturales prerromanos: caudillismos locales, retroceso urbano, se deja
de aplicar el derecho, etc. La población conserva un rasgo cultural: la religión
cristiana. Los escotos y los pictos protagonizaron incursiones en Britania, y
desde el siglo V llegaron a la isla desde el continente contingentes de anglos,
jutos y sajones, en pequeñas incursiones marítimas continuadas.

Estos pueblos fueron colonizando la parte suroccidental de la Britania.


La parte no controlada por los germanos recién llegados, quedó muy
influenciada por los escotos irlandeses, que habían recibido el cristianismo por
la acción de San Patricio, pero habían permanecido ajenos a la organización
romana, por lo que en ellos predominaba el celtismo, por la lengua (céltica) y la
organización propia. Desde mediados del siglo V hasta el año 600 no se sabe
muy bien qué ha ocurrido en la isla. La principal fuente de información es la
obra del monje Beda el Venerable, que escribe su Historia ecclesiastica gentis
Anglorum. No hay unidad política, sino una variedad de tribus. El derecho
germánico se codifica en anglosajón, en los reinos de Kent y Wessex, en el
siglo VIII, y en él se aprecia la diferenciación social entre aristócratas, hombres
libres y esclavos. Los hombres libres estaban vinculados personalmente con la
aristocracia, cuya autoridad se basaba en la riqueza y en las relaciones de
parentesco. Desde el primitivismo inicial hasta mediados del siglo VIII, se
pueden distinguir distintos grados sucesivos de organización política:
1º. Marco inicial aldeano: organización en grupos de aldeas.
2º. Sub-reinos: pequeños reinos al frente de los cuales hay un underking
(sub-rey).
3º. Reinos: la autoridad sobre un grupo humano pasa a ser autoridad
sobre un territorio, una región.

La evolución en distintos jalones hasta llegar a lo que Beda llama el


“pueblo anglo” arranca en una situación de pluralidad de reinos, que el mismo
autor llama Heptarquía, los Siete Reinos, que en realidad, según se sabe hoy,
han sido más. En la mitad occidental, constreñida territorialmente, se hallaban
los britanos, de vieja cultura latina pero ahora de lengua céltica. En el norte de
la Britania, en Northumbria, sobre el río Humber, estaban los reinos de Bernicia
y Deira. En la frontera con los britanos estaba el reino de Mercia. En la parte
oriental, los anglos, divididos en Middle Angles, South Angles y East Angles. En
el sur, los sajones: South Saxons y West Saxons.

A lo largo de los siglos VII y VIII hay una sucesión de hegemonías de los
distintos reinos en diferentes momentos: bretwalda, supremacía temporal de un
rey sobre los otros. En el siglo VII es el rey de Northumbria el que ostenta la
hegemonía sobre los reinos anglosajones, al imponerse a los britanos. En el
siglo VIII la hegemonía es del reino de Mercia.

Estos reinos han ido consiguiendo romper la unidad territorial de los


britanos y afianzar la monarquía. Ha ocurrido también la cristianización: los
anglosajones abandonan el paganismo y reciben el cristianismo. Desde el
Oeste, los escotos de Irlanda difunden también su religión cristiana. Los monjes
escotos evangelizaron a las comunidades germánicas, empezando por sus
reyes, a los que solía seguir la población en la conversión. La otra vía de
cristianización fue la puramente romana, latina, mediante la evangelización
promovida directamente desde Roma por el papa Gregorio Magno, que envía a

27
Inglaterra a un grupo de misioneros dirigidos por Agustín de Canterbury, que
son recibidos por el rey de Kent, y que introducen además la orden benedictina
en la isla. La introducción del cristianismo favorece la territorialización, esto es,
el reforzamiento de la autoridad monárquica.

La unificación religiosa de las comunidades célticas y las romanas se


produce en el Sínodo de Whitby en el año 664, organizándose la Iglesia según
el modelo romano, con división del territorio en provincias eclesiásticas y el
establecimiento de dos sedes primadas: Canterbury y York. Llegará un
momento en que esta Iglesia inglesa, fiel a Roma, enviará misioneros al
continente germano, al corazón de Alemania, llevando la religión romana allí.

B) El reino hispanovisigodo.

1. La identificación con el espacio y la sociedad de la península (507-586).


2. La aristocracia territorial hispanovisigoda intenta controlar el poder (586-
681).
3. La aristocracia se impone al concepto de res publica: el final del reino
(681-711).

El reino hispano-visigodo de Toledo se caracteriza, en primer lugar, por


haber llevado a cabo un intento por mantener las estructuras de la Antigüedad.
Su evolución histórica se puede seguir diferenciando tres etapas:

§1. Primera etapa: 507-586. En el año 507 el rey visigodo Alarico II


muere derrotado en la batalla de Vouillé, cerca del Loira, a manos de los
francos de Clodoveo (unificador del reino franco). Pudo haber sido este
momento crítico el prolegómeno de la anexión del reino visigodo por parte del
reino franco, pero el rey ostrogodo Teodorico no lo permitió, y estableció una
especie de protectorado sobre el reino visigodo. Con la victoria del 507, los
francos lograron expulsar a los visigodos de la Galia, pues poseían el reino de
Tolosa desde el foedus pactado entre Walia y el Imperio en el 418. Los
visigodos, no obstante, siguieron teniendo una provincia en la Narbonense.

Como consecuencia de la pérdida del reino de Tolosa en la Galia, el


reino visigodo se identificará con el territorio y la sociedad de la Península
Ibérica, de Hispania, mediante:
a) los matrimonios mixtos (pese a que estaban prohibidos por el derecho
romano);
b) la administración central del reino desde Toledo, residencia regia
desde el siglo VI;
c) la defensa del territorio: contra los suevos en el noroeste, contra los
francos en el noreste y frente a los bizantinos en el sureste (Cartagena). Quien
sobresale en esta tarea es el último rey de la etapa, Leovigildo, que muere en
el 586, una vez incorporado el reino suevo al reino hispano-visigodo. Su
modelo es el Imperio Bizantino, y calca sus estructuras, como intento de
mantener la Antigüedad. Conquista el reino suevo, pacifica a los vascones y
busca la unificación del reino.

Leovigildo intenta la unificación religiosa en el arrianismo, pero fracasa.


Tiene que hacer frente a la sublevación de su hijo Hermenegildo, duque de la
Bética, que se rebela junto a parte de la aristocracia romana. Hermenegildo era
católico, pues había sido atraído por el obispo metropolitano de Sevilla, y fue
finalmente ejecutado por traición contra su padre. En el reino franco lo
consideraron un mártir del catolicismo.

Leovigildo realizó una revisión y actualización del Código de Eurico, lo

28
que dio lugar al Codex Revisus, en busca de una unificación del derecho.
Remarcó el carácter germánico de su reino, y reorganizó la administración
territorial en condados. Adoptó atributos imperiales, como la vestimenta
púrpura, e hizo crear un Consejo Palatino u Oficio Palatino, integrado por
germanos. Reconoció a las ciudades como unidades de articulación del reino
(modelo urbano, a semejanza del Imperio). A Leovigildo, que muere en el 586,
lo sucede su hijo Recaredo.

§2. Segunda etapa: 586-681. La aristocracia hispano-visigoda intenta


controlar el poder. Sólo algunos monarcas conseguirán revertir esta tendencia.
Recaredo consigue la unificación religiosa en el Concilio de Toledo del año
589. Toda la población abjura del arrianismo y abraza el catolicismo. La Iglesia
del reino hispanovisigodo alcanza la inmunidad fiscal. La propiedad eclesiástica
se convierte en inalienable y los cánones de los concilios adquieren naturaleza
de ley. Se promulgan las primeras leyes antijudías en el 618. En el año 663 se
celebra el II gran Concilio de Toledo, y bajo la inspiración de Isidoro, obispo
metropolitano de Sevilla, se aprueba un canon sobre el poder regio que dice
que el rey no será rey si no actúa rectamente. Esto implica que el rey tiene que
atenerse a unos principios éticos para que su autoridad sea legítima. Este
canon abre la puerta para mediatizar el poder del rey, para juzgarlo.

La fusión entre romanos y germanos se plasma en parte en el Liber


iudiciorum o Liber iudicum, promulgado en el año 654 por el rey Recesvinto,
una recopilación de leyes en que se funden el derecho romano y el germánico.
Este Libro de los Jueces tendrá una larguísima tradición, y en los siglos XII-XIII
se lo conoce como Fuero Juzgo. Es un código de derecho territorial, no
personal (lo cual era característico del primitivo derecho germánico), por lo que
se asimila la territorialidad de las leyes propia del derecho romano. Las leyes
se aplican igual a un individuo de origen godo que a uno de origen romano.

La aristocracia tenderá a intentar controlar el poder territorial. Constituye


una tendencia centrífuga o descentralizadora, que menoscaba el poder real. El
rey Wamba (673-681) será el último monarca que intente revertir el intento de
la aristocracia de controlar el poder. Intenta una reforma de la administración
eclesiástica y de otros aspectos, pero la aristocracia laica y eclesiástica se
rebela contra él bajo la dirección del obispo Julián de Toledo.

§3. Tercera y última etapa: 681-711. La aristocracia se impone al


concepto de res publica, fin del reino hispanovisigodo. Hay fugas de siervos,
problemas económicos y el reino se va desintegrando. Se produce en esta
etapa la creación de la primacía de Toledo. A pesar de que la ciudad no había
sido capital de provincia romana, su importancia política como capital del reino
hispanovisigodo la hizo merecedora del rango. El obispo de la sede regia es a
partir de ahora el primado de la Iglesia hispánica.

Es un período de inestabilidad social, con persecuciones de judíos,


fugas de siervos y esclavos, crisis alimentarias por malas cosechas, etc. Y la
aristocracia, ante la situación de dificultades socioeconómicas, se desentiende
de los asuntos del reino y se repliega en sus dominios. Esto explica que en el
711 y en los siete años consecutivos los musulmanes avanzasen fácilmente
hacia el norte de la Península, sin toparse con una resistencia encarnizada.
Entre los musulmanes y algunos aristócratas locales se firman tratados por los
que se reconocía la condición de estos aristócratas y éstos aceptaban la
presencia y dominio musulmán de la Península. El único enfrentamiento de
cierta entidad fue la batalla del Guadalete, fechada en el 711, de los
musulmanes contra el último rey visigodo, don Rodrigo, que tiene que defender
su autoridad en su reino.

29
C) La Francia merovingia: una síntesis ponderada con futuro.

1. La difícil unidad política.


2. La diversidad de ámbitos políticos en el regnum francorum.
3. El papel del obispo en su civitas y el de los monasterios.
4. El triunfo de la aristocracia de los espacios regionales a partir de la muerte
de
Dagoberto (639).

§1. El pueblo franco no está unificado. Se habían ido extendiendo por


distintos territorios sin haber habido ningún pacto de instalación con el Imperio.
Es un pueblo dividido en dos grupos principales: los francos salios (de donde
viene la Ley Sálica, según la cual las hijas no pueden reinar), y los francos
ripuarios (de la ribera). La tarea de la unificación la lleva a cabo Clodoveo.
Combate a los romanos y a los visigodos. En el año 499 da un paso decisivo
que va a favorecer su acción política: la adopción del catolicismo, y todo el
pueblo lo sigue en este paso. Hasta el momento, los francos tenían religión
pagana, por lo que pasan por ser el primer pueblo bárbaro que no pasa por una
fase arriana y adopta directamente el catolicismo. El emperador bizantino y el
papa se convierten en potentes aliados del regnum Francorum, que reconocen
como poder emergente. En el año 507, Clodoveo I consigue derrotar al
visigodo Alarico II en la batalla de Vouillé.

Los francos se instalan en París. A partir de ahora, el pueblo franco


germano, cada vez más diferenciado, va a controlar un gran territorio pero
también va a ejercer un protectorado sobre suabos, turingios, burgundios y
ocasionalmente bávaros. Es un estado multiétnico. Cada pueblo que estaba
bajo su protección tenía su derecho. No había una concepción pública del
poder (res publica) sino patrimonial, de una monarquía hereditaria en la que
todo el reino era patrimonio personal del rey, de ahí que el reino se dividiese o
fragmentase como consecuencia de los repartos testamentarios que se
realizaban, a la muerte de un rey, entre sus herederos. Sólo en unos momentos
muy contados de los siglos VI y VII veremos que el reino de los francos está
gobernado por un único rey, Clotario. Al morir Clodoveo, sus cuatro hijos se
reparten el reino. Un único hijo suyo sobrevive a sus hermanos y consigue
gobernar todo el reino, y este es Clotario. Otro momento de unidad será el de
los reinados de Clotario II y su hijo Dagoberto.
Solamente en estos momentos el reino franco tiene un único rey. En
otros momentos se reparte el reino entre los hijos del rey fallecido, dando lugar
a una diversidad de ámbitos políticos.

§2. La diversidad de ámbitos políticos en el regnum Francorum.


Consecuencia de los sucesivos repartos testamentarios de los reinos, se van
definiendo unos territorios que son considerados reinos sin perjuicio de que se
siga considerando la existencia de un regnum Francorum unitario. Se
conforman tres reinos parciales: Neustria, Austrasia y Borgoña. En la base de
la administración del reino están el condado (con el malus, consejo del
condado) y una unidad mínima, la centena. Por encima de los condados están
los ducados (conjuntos de condados), como Aquitania, Champaña o Toulouse
en algún momento. No forman parte del reino los principados celtas de
Bretaña. Los francos tenderán a ocupar el centro de la antigua Galia, donde
van cristalizando los tres citados reinos parciales. En el sur (Borgoña) y
Neustria es predominante el elemento de romanismo (son básicamente
territorios romanos). En Austrasia, en cambio, predomina el elemento
germánico. Limita con el ducado de Alamania, Turingia y Suabia (tierra de los
suabos). Es el reino más germánico de los tres y el que, por ocupar un lugar
central en el territorio, tendrá mayor importancia.

30
§3. Cobran importancia también los obispos, que colaboran con los
monarcas en el ejercicio del poder, defendiendo los intereses de la aristocracia
galorromana. Los obispos utilizan su poder para intervenir en las querellas
habidas entre los hermanos herederos de los reinos que, en el momento de la
sucesión, pugnan por imponerse unos sobre otros (las guerras son frecuentes
sobre todo en el siglo VII). Los obispos residen en las ciudades.

Por otra parte, a lo largo de los siglos VI y VII se fundan muchos


monasterios por iniciativa de las aristocracias locales, que donan parte de su
patrimonio a esos monasterios familiares, a modo de dote. La vinculación de
esos patrimonios a esos monasterios, sobre los que los aristócratas ejercen un
patronato, protege a estos patrimonios de los repartos territoriales que pudieren
hacer los herederos de los dinastas reinantes. Las aristocracias contribuyen
también a la división del poder político.

§4. El triunfo de la aristocracia de los espacios territoriales a partir de la


muerte de Dagoberto (639). El jefe de la aristocracia franca ocupa el cargo o
dignidad de mayordomo de palacio (maior domus). Estos mayordomos de
palacio acabarán creando verdaderas dinastías. Los más importantes son los
de Neustria y Austrasia. De la jefatura de la aristocracia de Austrasia, una vez
constituida como dinastía y afianzada en la mayordomía de palacio, nace la
nueva línea que se hará con el poder en el reino franco: los carolingios,
descendientes directos de los mayordomos de palacio de Austrasia, los
verdaderos dirigentes del reino franco, verdaderos duques (jefes) de los
francos, en un momento en que los reyes merovingios cuentan ya con poco
poder, hasta el punto de que se los llame “reyes holgazanes”. Pipino de
Heristaal consigue unificar las mayordomías de palacio de Austrasia y Neustria.
Su hijo bastardo, Carlos Martel, detiene el avance musulmán en la batalla de
Poitiers (o de Tours) en el 732 o 735. El hijo de Carlos Martel, Pipino el Breve,
depone al último rey merovingio y asciende al trono, instaurando la dinastía
carolingia como linaje reinante. Su hijo será Carlomagno.

III. Una autoridad crecientemente privatizada.

A) La realeza.
B) El ejercicio del poder compartido con la aristocracia en el plano militar,
fiscal y judicial.
C) La concepción germana del derecho prevalece en la sociedad.

Mientras que la realeza se ve debilitada por lo general hasta la llegada de


Carlomagno, la aristocracia desempeña funciones militares, judiciales y fiscales;
atribuciones que contribuyen a afianzar su poder efectivo sobre el territorio y la
población.

Triunfa la concepción germana del derecho en la sociedad. El derecho


germano es de transmisión oral, no está escrito, y se basa en la costumbre. Es un
derecho consuetudinario. Se basa en la comparecencia oral del reo, que debe
probar su inocencia ante una asamblea judicial. Esta demostración se puede realizar
mediante la declaración de testigos a su favor (los coniuratores) o por la ordalía o
“juicio de Dios”, el sometimiento a una prueba física especial para probar la
inocencia en caso de superarse la prueba. Existía la posibilidad de consumar
venganza de sangre. Los crímenes de sangre se saldaban o bien con la venganza

31
también sangrienta o bien con una compensación pecuniaria. La wergeld era una
compensación tarifada de los delitos, y esta figura se traslada al derecho eclesiástico
con los penitenciatites. La actualización del derecho de los francos se lleva a cabo
por influencia de la romanidad, que promueve que se deje la oralidad y se codifique
en latín la Lex Salica y otros códigos, a diferencia de lo que sucedía en Britania con
las leyes de Wessex y Kent, escritas en lengua germana.

En todo este recorrido de historia política hemos llegado prácticamente al


siglo VIII, que marca el límite, en la periodización que hemos hecho, entre la
Temprana Edad Media o Época Bárbara y la Alta Edad Media.

TEMA 3. ECONOMÍA Y SOCIEDAD EN LOS PRIMEROS SIGLOS


MEDIEVALES.

1. La formación del feudalismo y los debates historiográficos.


La sociedad del Bajo Imperio ya no es completamente esclavista, sino
que está ya en vías de convertirse en una sociedad feudal, que se configura y
define completamente hacia el año 1000. El debate historiográfico sobre el
feudalismo se inicia ya a principios del siglo XIX, tras que se produjera la caída
del Antiguo Régimen con la Revolución Francesa de 1789, donde se acuña ese
mismo término.
a) La interpretación institucional.
El que mejor ha formulado la interpretación institucional del feudalismo
ha sido Ganshof, para quien consiste en un conjunto de instituciones por las
que se establece un vínculo privado de obligación y servicio de un hombre libre
respecto a un señor. Este hombre libre es denominado vasallo, y el servicio
que presta a su señor es fundamentalmente militar. La otra parte del contrato
consiste en que el señor, que tiene la obligación de proteger a sus vasallos,
cumple esto mediante la concesión de un feudo, conjunto de bienes que se le
ceden al vasallo para que éste se pueda mantener. En resumen, el señor
retribuye con un feudo al vasallo que le sirve militarmente. Si nos atenemos a
esta visión, el feudalismo sólo ha existido allí donde ha habido señores
feudales, esto es, sólo en la Europa occidental y sólo en la Edad Media; y el
grupo de personas afectadas por estos vínculos o relaciones de carácter

32
feudovasallático sería un número reducido, una pequeña parte de la sociedad.
Sería, por tanto, una visión restringida del sistema.
b) La concepción del materialismo histórico.
Esta segunda concepción, mucho más amplia que la anterior, y
formulada siguiendo las tesis marxistas o del materialismo histórico, concibe el
feudalismo como un modo de producción, que forma parte esencial de la
estructura económica y política y de la superestructura ideológica y de las
mentalidades. Sería la organización económica, social y política basada en las
relaciones de hombre a hombre establecidas mediante las instituciones
feudovasalláticas, por las que se constituye una especie de casta militar, un
grupo de señores feudales que dominan al campesinado, al que se le imponen
cargas (impuestos, censos, corveas, luctuosas…). Los señores son los
propietarios de la tierra que trabajan los campesinos. En esta concepción, el
feudo no es la clave explicativa, sino una parte de la estructura jurídico-política
del estado.
c) Relaciones feudales / relaciones señoriales.
Como consecuencia de las discusiones entre institucionalistas y
materialistas, los primeros han propuesto que se distingan las relaciones
feudales, que afectan a una parte reducida de la sociedad, y las relaciones
señoriales o régimen señorial, esto es, las relaciones entre señores y
campesinos (gran masa de población trabajadora). Se trata de un afinamiento
de la visión institucionalista. Las relaciones feudales se habrían terminado con
el triunfo del estado moderno, pero las relaciones señoriales o régimen señorial
habían permanecido hasta finales del Antiguo Régimen.

d) La sociedad feudal.
Finalmente, se impone una interpretación aceptada generalmente y que
es la que se ocupa de definir qué es una sociedad feudal, siguiendo a Marc
Bloch. Este tipo de sociedad se define por varias condiciones que tienen que
darse simultáneamente:
1º. Tiene que tratarse de una sociedad de base agraria, sostenida por el
trabajo de la tierra, cuya forma de propiedad tiende a ser el gran dominio. Estos
grandes dominios son propiedad de los señores, y son trabajados por los
campesinos, cuya producción genera las rentas que perciben los señores.
2º. Priman los lazos de dependencia privada en todos los ámbitos de la
escala social, en oposición a los vínculos públicos. Son relaciones de tipo
privado las que se establecen entre los libres (la clase alta de señores y
vasallos) y entre los señores y los campesinos (libres o siervos).
3º. El poder público, del estado, tiene que ser débil necesariamente. Es
indispensable un fraccionamiento de la autoridad pública (triunfo de las
aristocracias locales romano-germanas en los primeros reinos). Es imposible
un sistema feudal con una monarquía absoluta. La máxima atomización del
poder, y en consecuencia el auge del feudalismo o régimen feudal, es lo que se
observa en la Francia Occidental a la altura del año 1000 como gran novedad.

Por lo tanto, y recapitulando, éstas que siguen son las características


generales de la sociedad feudal:
• Economía: de base agraria y gran propiedad rústica.
• Sociedad: predominio de los vínculos privados (encomienda y
vasallaje).
• Política: fraccionamiento del poder en pequeñas células políticas
prácticamente autónomas (ej. La Francia del año 1000).

33
De ello se desprende que en el proceso histórico de la Alta Edad Media
estemos atendiendo al tránsito de una sociedad esclavista (la romana) a una
sociedad feudal, y que en el ámbito político la aristocracia de los espacios
regionales se imponga al concepto de res publica. Hay, no obstante, momentos
de paréntesis, de puntuales interrupciones de la deriva general del proceso,
como la restauración imperial del 800.

2. Los rasgos socioeconómicos de larga duración en los primeros siglos


medievales.
a) Los cambios en el marco geográfico.
El gran eje principal de comunicaciones y relaciones comerciales, que
era el que configuraban el Mediterráneo y el Danubio, se desplaza al norte,
hacia el Mar del Norte.
b) La penuria económica y sus causas.
De una economía donde había cierto flujo monetario se pasa a una
economía de trueque y más cerrada, porque los reyes germanos no son
capaces de mantener los flujos de comercio a larga distancia.
c) Ruralización y comarcalización de las actividades económicas.
Se va limitando la actividad económica al proceso productivo, y por
ende, gana peso el sector primario. Hay una ruralización y una comarcalización
de las actividades económicas, por ese carácter cerrado de la nueva economía.
3. La economía rural y el debate sobre los grupos sociales.
a) Ruralismo y pervivencia de la sociedad antigua.
Las sociedades germanorromanas se van a ir definiendo como
sociedades regionales. La población está estancada, pues el aporte germánico
de las migraciones es bastante reducido (se estima que pueblos enteros no eran
más de entre 80.000 y 200.000 efectivos). Las densidades de población son
diferentes; cuanto más al norte, más bajas. En el paisaje predomina el bosque y
las áreas agrícolas cultivadas están dispersas. Hay constancia de que se dan
algunos brotes de peste, no pudiéndose calcular la incidencia de la misma. El
poblamiento es inestable y laxo: la población se agrupa en pequeños núcleos
rurales, pequeñas aldeas, que pueden estar integradas o no en grandes
explotaciones o propiedades agrarias. Si lo están, esos campesinos no serán
propietarios de sus tierras, sino que estarán dentro de una villa rústica propiedad
de un señor. Si no lo están, serán libres, dueños de sus tierras.
b) Las realidades demográficas: población reducida y poblamiento laxo e
inestable.
El poblamiento es de tipo primitivo, con un predominio del bosque, e
inestable, pues incluso pervive cierto nomadismo, propio de los pueblos
germánicos, en la parte menos romanizada del Occidente medieval. En la parte
más romana, en la Europa mediterránea, el poblamiento es más estable por ser
los núcleos más antiguos. La pervivencia de la Antigüedad es palmaria en
algunas regiones, sobre todo en el reino hispanovisigodo. Un documento del año
816, un cartulario del monasterio de Sobrado, hace referencia a una entidad de
población en el Tambre llamada Villa Ostulata (hoy Vilouchada) que
antiguamente se llamaba Lentobre (-obre es un sufijo prelatino), con iglesia
dedicada a San Vicente, mártir hispano antiguo. Esta pervivencia de la

34
Antigüedad, esta continuidad, no se constata en las Islas Británicas o en la
Germania.
c) La progresiva pérdida de peso del ager frente al saltus en el interior de
los reinos bárbaros.
Predomina el saltus (terreno sin cultivar) frente al ager (terreno cultivado)
en el interior de los reinos bárbaros, sobre todo en el área germánica. La razón es
el predominio de la ganadería sobre la agricultura, por un mayor consumo de
carne y grasa animal de los germanos frente al mayor consumo de aceite de oliva
y vino de los romanos. También los germanos bebían cerveza en vez de vino, y
complementaban su dieta con la pesca fluvial.
d) La sociedad se estructura en función de las propiedades rústicas.
-Vías de crecimiento de la gran propiedad.
Las circunstancias de los siglos VI y VII favorecen el crecimiento de la
gran propiedad. Las tierras públicas, propiedad del Imperio, que eran
abundantes en todas las provincias, pasan en teoría a manos de los reyes
germánicos, que distribuyen esta riqueza entre la aristocracia laica germánica y
luego romano-germánica. Estos aristócratas incrementan su propiedad
ejerciendo la coacción sobre los más débiles campesinos propietarios
(tenuiores), procurando su sometimiento e integrar así sus pequeñas
propiedades en la propiedad mayor. Una tercera vía, que da origen a la gran
propiedad eclesiástica, es la de las donaciones piadosas a las iglesias.
Estos dominios, propiedades agrarias de gran extensión, donde podían
trabajar alrededor de 40 o 50 familias campesinas, frente a la pequeña
propiedad familiar, empiezan a constituirse o establecerse como señoríos. Se
distingue el señorío territorial, plena propiedad y plena disposición del dominio
por parte de su señor propietario, y el señorío jurisdiccional, que consiste en que
su titular, además de ser dueño o señor de la tierra, tiene otras atribuciones,
correspondiéndole ejercer sobre la población que trabaja y vive en ese dominio
una jurisdicción fiscal, judicial y militar. En la medida en que estos dominios
tiendan a erigirse en señoríos, estaremos avanzando en la feudalización en su
tercer aspecto, de fraccionamiento del poder político.
-Los trabajadores de la tierra: grupos diferenciados y uniformidad
social.
Frente a la aristocracia territorial conformada por los propietarios de
grandes dominios que tienden a ejercer señorío jurisdiccional sobre los mismos,
transmitiendo hereditariamente a sus hijos esos dominios y esos poderes, se
encuentra el otro extremo de la sociedad: los trabajadores de la tierra. Al
principio, hay grupos diferenciados (en función de diferentes condiciones o
estatutos jurídicos: esclavos, siervos y colonos). A lo largo de los siglos VI y VII
estas diferencias tienden a desdibujarse hacia una cierta uniformidad social de
este grupo mayoritario de la población.
En el estrato más bajo de la sociedad estaban los esclavos, una
permanencia de la Antigüedad, eran considerados objeto de propiedad del señor
(dentro de la categoría de res mancipi). Frente a éstos, aparecen los siervos
como una mano de obra más rentable y apetecible para los señores. En esos
siglos, era más rentable manumitir a un esclavo que mantenerlo como tal; por el
contrario, los siervos se encargaban ellos de mantenerse a sí mismos y además
el señor podía exigirles trabajo gratuito (corveas), el pago de censos u otras
prestaciones. El siervo se instalaba en una pequeña propiedad agraria, una
pequeña explotación de tamaño familiar denominada manso (del lat. mediev.,

35
mansus y a su vez del v. lat. manere, permanecer), y que permitía el
abastecimiento familiar. El manso estaba constituido por la vivienda familiar,
huertos alrededor de la casa, tierras de cultivo y derechos de participación en el
bosque. El manso podía ser compacto o disperso, en caso de que las parcelas
que conformaban las diferentes partes estuvieran separadas. Aparte de esto,
otro aspecto que diferencia al siervo del esclavo es que los siervos tenían
derecho a la prole, a formar una familia, mientras que los esclavos sólo podían si
eran autorizados por su dueño o propietario.
Un tercer estatus jurídico que se da entre los trabajadores de la tierra es
el de colono. El colono es libre. No es propietario de la tierra, sino que trabaja
una explotación familiar dentro de una unidad superior. Mantiene una relación de
dependencia económica con el señor propietario de la tierra, cuyas tierras
explota a cambio del pago de una renta o canon estipulada por un contrato de
enfiteusis. Finalmente, estarían los campesinos libres propietarios de sus tierras.
Es imposible para aquellos siglos saber qué porcentajes de población
representaban los esclavos, los siervos o los colonos. Algunos historiadores han
estimado una cierta nivelación a la baja, esto es, que han visto que el
esclavismo había llegado casi hasta el año 1000.

4. La ciudad y los grupos urbanos.


a) La ciudad entre la desaparición y la frágil supervivencia.
Hay zonas donde la ciudad romana prácticamente desaparece, por
ejemplo en la Galia, al norte del Loira, donde quedaban verdaderos esqueletos
de las ciudades romanas y sus topónimos. La población ha disminuido mucho,
hasta el punto de que Casiodoro tendrá dificultades para distinguir la ciudad de
la villa rústica, por lo que se llegará a hablar no de ciudades, sino de villas
urbanas e incluso de ciudades rurales. Las urbes pierden el poder de controlar
el territorio, lo que había sido característico y esencial del Imperio Romano. Lo
único que queda de la vieja red urbana son las sedes episcopales, por el
despliegue de la Iglesia. Además, el campo se verá en esta época como
símbolo de pureza, frente a la ciudad, corrompida y decadente.
b) La reducción de la actividad mercantil.
La reducción de la actividad mercantil es consecuencia de la decadencia
de las ciudades, y es un signo más de la evolución hacia una sociedad feudal:
Va desapareciendo el sector de población urbana que se dedicaba a
actividades no agrícolas (artesanos y comerciantes). Las rutas comerciales
terrestres se van degradando, puesto que las principales vías, que eran las
viejas calzadas romanas, ya no son mantenidas regularmente por un estado
que atendiese a esos temas de interés público. En cambio, gracias a la política
de Justiniano en Bizancio, se restablecen las relaciones comerciales por el
Mediterráneo entre las dos mitades del Imperio, hasta la invasión islámica, que
lo interrumpe, creando un vacío en el Mediterráneo. Por otra parte, aparecen
nuevas zonas de actividad comercial, con asentamientos preurbanos en las
costas de Frisia, con el despertar del Mar del Norte a la actividad comercial.
Estos asentamientos preurbanos portuarios son los denominados wyck, siendo
los más importantes Quentovic y Dorestalt.
La moneda ha perdido el uso de intermediario en las relaciones
económicas, frente al trueque (economía natural). En el reino de León llega a
establecerse la equivalencia entre el modio de trigo y otros productos para

36
regular los intercambios. Las acuñaciones de moneda obedecen principalmente
al hecho de que suponen un símbolo de poder de los monarcas, sobre todo las
de gran valor, de oro (sueldo o solidus). La evolución de la moneda de oro va
pareja a la reducción de la actividad mercantil, por su escasa utilidad. Al final
del período deja de acuñarse moneda de oro, pues no es necesaria al dejar de
realizarse intercambios a larga distancia, y se pasa a acuñar moneda de plata.
Se trata, en definitiva, de una economía cerrada. Los intercambios de bienes
pasarán a hacerse muchas veces por vías extraeconómicas, como los regalos
entre poderosos y las ofrendas y donaciones a las iglesias.

5. La búsqueda de la cohesión social y las formas de protección en los


siglos V al VIII.
a) La búsqueda de la protección en la parentela y en la encomendación
como cliente.
En primer lugar, como estrategia o método de protección colectiva, está
la parentela, que consiste en refugiarse de las amenazas mediante la
integración en un grupo de parientes cohesionado que garantice la defensa
mutua y general del grupo.
En la sociedad romana predominaban las relaciones agnadas (i.e. por
vía paterna) mientras que en el mundo germánico eran importantes también las
relaciones cognadas (i.e. vía materna).
Otra estrategia de búsqueda de la protección es la encomienda a un
señor capaz de garantizarla. Se dan dos modalidades: la encomienda rural y la
encomienda militar. En cuanto a la primera, ya en el mundo romano se daba el
hecho de que el gran propietario recibía el encomendamiento privado de un
colono que se acogía a su protección frente a las amenazas y a las
obligaciones fiscales para con el Estado. La segunda modalidad que se da es
la de la encomienda militar, un vínculo privado de armas. Un grupo de fieles se
encomiendan al rey, comprometiéndose a servirle militarmente a cambio de
protección. Reciben distintas denominaciones según los pueblos: los francos
los llaman antrustiones, otros: lendes, fideles, gardingos (los visigodos), gesith
otros… Todos estos términos particulares de unas u otras sociedades se
refieren a una misma realidad: las clientelas militares. Hacia finales del siglo
VIII aparece el término vasus (vasus dominicus), vasallo: hombre libre que
ofrece su servicio militar a un señor. Son las relaciones vasalláticas. Vasallo es
por tanto un guerrero, un hombre libre que presta un servicio de armas. Los
reyes van conformando así un séquito militar privado. El ejército pierde su
concepción pública. Todo ello viene de nuevo a recalcar el fraccionamiento del
poder público, en este caso el militar. A mediados del siglo VIII son evidentes
ya todos estos signos de la nueva sociedad.
b) La fusión social de las dos comunidades étnicas.
-Las modalidades de asentamiento y la interpretación del reparto.
-La fusión y sus consecuencias.
En origen conviven dos grupos étnicos distintos: romanos y germanos.
En estos siglos se produce una fusión social para crear una sociedad mixta
romano-germánica. La fusión social estuvo condicionada por las diversas
modalidades de asentamiento en el antiguo espacio del Imperio Romano:
-Anglos, jutos y sajones se asentaron de forma violenta, destruyendo las
ciudades antiguas preexistentes.
-Otra modalidad fue la de los pactos de hospitalidad, tratados con el

37
Imperio (foedus). Allí donde se dio esta modalidad de integración, la minoría
germana fue beneficiaria de unas rentas mediante el reparto de grandes
propiedades (antes se les había pagado con la anonna, sueldo de los
funcionarios). Los repartos de tierras de la aristocracia romana incluyen a los
germanos recién llegados, a los que se les atribuye un tercio o dos tercios de
un latifundio, pasando a ser copropietarios del mismo; de esta forma, tienen un
medio de subsistencia, beneficiándose de los rendimientos de estos latifundios.
Las fuentes de derecho hablan de la tercia de los romanos o sortes.

Un historiador norteamericano, W. A. Goffart, señala que este reparto no


sería tanto del espacio físico de los latifundios sino más bien que el miembro de
la aristocracia germana percibiría uno o dos tercios de los ingresos fiscales que
el Estado percibía de ese latifundio; por tanto, según esta tesis, ya no sería
copropietario, sino beneficiario indirecto. Si admitimos esta interpretación, el
establecimiento de estos pactos (foedus, etc.) implicaría o sería posible
mientras se mantuvieran en funcionamiento los organismos fiscales del
Imperio, que habrían sido mantenidos por los reyes germanos. Habría interés
por el mantenimiento de estas estructuras, pues a nadie le interesaría su
destrucción.

Donde no hubo pacto, la modalidad de asentamiento fue diferente, por


ejemplo el caso de los francos, donde las estructuras son mucho más simples.
Triunfa lo germano frente a lo romano, que resiste débilmente. Es una sociedad
la de los francos en condiciones mucho más primitivas, pero mejores para
afrontar los nuevos desafíos de la época.

Tras la superación de los obstáculos que se oponen a la fusión social


(derechos distintos, confesiones distintas, lenguas y costumbres también
diferentes, etc.) se establece una única jerarquía social de señores y
trabajadores de la tierra.

TEMA 4. LA IGLESIA ROMANA COMO FACTOR DE UNIDAD EN


OCCIDENTE.

Desaparecido el Imperio, la Iglesia romana pasa por ser el único factor


de unidad del Occidente latino romano-germánico medieval.

I. El marco jerárquico y la organización de la Iglesia occidental.

A) El papel de los obispados, la red parroquial y las iglesias propias.


1. Los obispos y los obispados.
2. La red parroquial y las iglesias propias.

La Iglesia occidental se ha diferenciado radicalmente de la bizantina al


no haber ya autoridad imperial de por medio. El marco básico de actividad y
organización es la iglesia sacerdotal, principalmente la iglesia episcopal.

§1. Los obispos juegan un papel muy importante sobre todo en las
ciudades. La mayoría de ellos procede de la aristocracia romana y luego de la
aristocracia germana. Su importancia tiene que ver con el proceso de cambio
de los poderes urbanos. El obispo sigue siendo elegido teóricamente por el
pueblo. En la práctica son elegidos por los reyes y la aristocracia. Los obispos

38
pueden actuar de manera colegiada en los concilios y sínodos. Cuando no es
posible que actúen colegiadamente, i.e. cuando no se celebran concilios, se
produce una decadencia general de la Iglesia regional en cuestión (los obispos
pierden el control sobre el clero, etc.). La Iglesia latina se organiza de manera
regional, acomodándose a las fronteras de los nuevos reinos. Estas iglesias
regionales van acumulando grandes propiedades hasta que, en el reino franco,
hacia el 730, Carlos Martel, mayordomo de palacio de Neustria y Austrasia,
lleva a cabo una primera gran desamortización de bienes eclesiásticos (que
eran el 25% de la propiedad general del reino), para repartir esos bienes entre
los guerreros francos.

§2. Se va desplegando una red parroquial rural: se multiplica el número


de iglesias, primero en las ciudades (la iglesia catedral y otros templos) y ahora
en los territorios rurales. Los obispos dirigen este despliegue o penetración de
la Iglesia en el mundo rural. Algunas iglesias son plenamente parroquiales, con
pila bautismal y cuyo presbítero ejerce la función de cura de almas (cura
animarum) sobre una comunidad. Ahora el presbítero bautiza, cosa que en
origen sólo podían hacer los obispos en el baptisterio catedralicio. A esta
iglesia rural se la denomina parroquia antigua o protoparroquia. La diócesis del
obispado se divide en varias parroquias, en número variable, de 10 a 20
protoparroquias, como por ejemplo las que aparecen en el Parroquial Suevo.
Cada una de estas parroquias antiguas, de extensión mucho mayor que las
actuales, casi como las actuales comarcas, tenía un presbítero al frente.

Pero la creación de templos no se detiene a esta escala, sino que se


siguen fundando templos que no tienen categoría de parroquiales por carecer
de baptisterio o pila bautismal. Se trata de capillas, iglesias propias o privadas
(eigen kirche), que no las ha fundado el obispo y no forman parte de la red
oficial de la Iglesia, sino que las han fundado miembros de la aristocracia laica
o quizás también en algunos casos comunidades campesinas necesitadas de
un templo. El que ha fundado la iglesia propia en un terreno de su propiedad es
dueño de esa iglesia frente al obispo, y transmite los derechos sobre ella a sus
herederos. En consecuencia, el clero que oficiaba en esas iglesias propias
dependía más del patrono fundador o propietario que del obispo.

En definitiva, se atiende a una expansión de la Iglesia por el mundo


rural, siendo un indicio claro la multiplicación de lugares de culto (templos), y
conformándose la red parroquial antigua junto con la irrupción de las iglesias
propias de los grandes propietarios territoriales, iniciativa de la aristocracia que
contribuye a la cristianización. Otro aspecto interesante del momento es que ya
se ha establecido la norma de que para consagrar iglesias hace falta depositar
reliquias en el altar. No era así en la Antigüedad Tardía. El documento más
antiguo sobre esta idea es de un obispo de Braga que consulta al papa sobre
cómo debe proceder para consagrar una iglesia. El papa le responde con dos
posibilidades: a) bien celebrando la eucaristía, como era tradicional, o b)
depositando reliquias en el altar.

B) La consolidación teórica del papado: primacía del obispo de Roma.


1. Las iglesias regionales.
2. La jefatura del Papado en Occidente.

§1. Se configuran las iglesias regionales a escala del reino,


observándose diferencias entre ellas. Así, la Iglesia irlandesa, carente de la
tradición romana de iglesia urbana, será básicamente monástica. Otra de las
iglesias regionales es la hispano-visigoda, que tiene su liturgia particular,
denominada mozárabe en ocasiones, siendo más correcto hablar de liturgia
hispánica. Por su parte, la Iglesia del reino de los francos se verá condicionada

39
en su desarrollo por los conflictos políticos del siglo VII, que impiden la
celebración de concilios, lo cual repercute en que los obispos descuiden sus
obligaciones pastorales.

§2. En el siglo V, el papa León (I) constituye la expresión de la jefatura


del Papado en Occidente cuando media con Atila para evitar la invasión de
Italia, y también cuando media con el vándalo Gesarico. La jefatura de la
Iglesia romana se reafirma por encima de las distintas iglesias regionales. Ha
desaparecido el emperador de Occidente y han aparecido los nuevos reinos; el
papa, que sigue rigiendo en Roma, aspira a que se le reconozca por parte de
los reyes germánicos su autoridad, que antes detentaba el emperador.
En el siglo VIII aparece un documento, la Constitutio Constantini, una
falsificación hecha por la cancillería papal de un documento que
supuestamente habría expedido el emperador Constantino concediéndole al
papa Silvestre poderes imperiales y el palacio de Letrán como sede apostólica.
Se conoce este documento más como la falsa Donación de Constantino. Italia
está fragmentada y el Papado aspira a consolidar dominios territoriales en la
península. Las aspiraciones del Papado chocan con el único patriarcado que
responde a la primacía universal de Roma: el de Constantinopla, que
demuestra su resistencia pasando a ostentar el título de patriarca ecuménico.
Las relaciones con la Iglesia de Oriente son difíciles, ambas partes de la
Cristiandad se distancian cada vez más. En el siglo VI, durante treinta años,
hay una crisis y se produce un cisma entre Roma y Constantinopla, conocido
como cisma acaciano. El papa Gelasio I había excomulgado a Acacio, patriarca
de Constantinopla (a finales del siglo V). En estos momentos se empieza a
formular la teoría de las dos espadas: la auctoritas del papa y la potestas del
emperador. La auctoritas sacerdotal-espiritual del papa se sitúa por encima de
la potestas del emperador y de los reyes germánicos. Es un paso más en el
distanciamiento del Papado del Imperio de Oriente.

II. La conversión de Europa.

A) Los objetivos y el contenido de la evangelización.

1. Los objetivos.
2. El contenido.
3. Los instrumentos.

§1. Los objetivos fueron: impulsar el catolicismo, combatir el arrianismo


y, ante todo, cristianizar a los paganos, evangelizando a los germanos que
estaban más allá del limes. §2. En cuanto al contenido, fue un mensaje muy
básico, rudimentario y en cierto modo germanizado, transmitiendo una versión
muy simplificada del credo niceno o Símbolo Apostólico. El contenido de la
evangelización consistía, pues, en la memorización de este mínimo doctrinal y
del padrenuestro. En el avance de la cristianización influyen dos factores: la
actitud de los reyes germanos, que es favorable cuando éstos se dan cuenta
de que adoptando el cristianismo se refuerza su poder; y el grado de
articulación del territorio, en lo relativo a la red parroquial y al despliegue de la
Iglesia. El cristianismo se recibe como un elemento más del mundo
mediterráneo, considerado superior, más sofisticado culturalmente; además, el
Dios cristiano es mucho más poderoso que los dioses paganos.

§3. Los instrumentos que se utilizaron en la labor evangelizadora fueron


esencialmente los siguientes:
-El culto a los santos, impulsado por la literatura hagiográfica. Los santos
eran los modelos de vida, actitud y comportamiento más próximos a imitar por
los cristianos. El cristiano se relaciona con el santo patrono de la comunidad,
que es como un intermediario entre los fieles y Dios. Esta encomienda de la

40
comunidad a un santo patrono poderoso, que arraiga fuertemente en la misma,
es un correlato del tipo de relaciones sociales que se dan en ese momento
histórico, como hemos visto. Sin embargo, pese al fuerte arraigo de estos
santos patronos, en el siglo XI, hacia el año 1080, cuando en León se cambia
la liturgia hispánica por la romana, se produce un cambio en el santoral que ha
dado lugar a que algunas parroquias pasasen a tener una doble advocación,
pues habían mantenido su patrono original pero le habían añadido el nuevo
santo patrono. Ejemplos de estas dobles advocaciones pueden ser las
parroquias de San Pedro de Santa Comba o la de Santiago de San Cotobade
(San Cucufate, mártir hispano, cuya fiesta se celebraba en la liturgia hispánica
el 25 de julio, mientras que el Santiago se celebraba el 30 de diciembre).
-El segundo instrumento esencial de la evangelización es la celebración
de la eucaristía, la misa dominical. Desde principios del siglo VII las iglesias
regionales establecen un canon específico de una parte de la celebración de la
misa para celebrar al santo patrono. Al principio la misa era en latín y se
entendía por parte de los fieles. En primer lugar se realizaban las lecturas
bíblicas, luego se celebraba la eucaristía y en tercer lugar se procedía a la
administración de los sacramentos (que para el cristiano transmiten la gracia
divina). Una novedad que se introduce es el bautismo de los niños pequeños
(antes sólo se bautizaba a los adultos), que sigue siendo por inmersión. Otra
novedad es la utilización de los penitenciales para la administración de la
penitencia. Eran libros donde se recogían las faltas más comunes y se
estipulaban las penitencias correspondientes para la expiación de tales
pecados. Estos penitenciales provienen de la Iglesia irlandesa.

B) Los agentes de la evangelización: monjes y misioneros.

1. Formas poco institucionalizadas.


2. El monacato irlandés.
3. El monacato romano.

§1. El obispo en su diócesis puede estar dirigiendo estas tareas de


evangelización junto con los párrocos urbanos y rurales, cuya tarea
fundamental era la cura de almas, esto es, corregir las conductas de los
rústicos. Una obra de San Martín de Braga (o de Dumio) llevaba precisamente
el título De correctione rusticorum; él fue uno de los responsables de la
conversión de los suevos arrianos al catolicismo. Otra de las formas poco
institucionalizadas era la llevada a cabo por monjes eremitas o por
comunidades monásticas inspiradas en diversas reglas, no siguiendo una sola,
sino varias recogidas en libros que en ocasiones llevaban por título el de Codex
regularum. De ahí que consideremos estas formas como poco
institucionalizadas.

§2. Pero sí hubo formas de evangelización institucionalizadas. Tal es el


caso del monacato irlandés, o la pauta monástica irlandesa. El cristianismo
había llegado a una comunidad tribal, celta, organizada todavía como en la
Edad del Hierro, y había llegado desde Britania. El agente principal de la
evangelización de los escotos fue San Patricio, bretón capturado por escotos y
llevado a Irlanda, donde fundó los primeros monasterios siguiendo el modelo
del monacato oriental egipcio. No obstante, ya había antes de él indicios de
haber cristianos en Irlanda. Cada comunidad o célula de la Iglesia irlandesa,
esto es, cada monasterio, solía estar formado por miembros de un mismo clan.
Al frente de cada monasterio estaba un abad, a cuya autoridad estaban
subordinados los obispos: episcopus sub regula. Esta Iglesia irlandesa tenía
rasgos característicos en cuestiones como el rito de la eucaristía, el cálculo de
la Pascua (desde la Antigüedad, las distintas iglesias no celebraban la Pascua
el mismo día, pues era una festividad judía que se establecía según el

41
calendario lunar), el tipo de tonsura, etc. Estas diferencias se resolverán en el
sínodo de Whitby de la Iglesia anglosajona. Otro rasgo de la Iglesia irlandesa
era el interés por la formación cultural desde la lengua céltica, aunque se
aprendía el latín en estas comunidades. Otro aspecto importante fue su
vocación misionera y evangelizadora. El cristianismo se había introducido en
un medio puramente pagano, en un medio geográfico que no había conocido la
romanización. La experiencia evangelizadora de los monjes irlandeses en su
tierra será importante para la futura evangelización del continente, destacando
figuras como la de San Columba, misionero fundador de monasterios en la
segunda mitad del siglo VI, y San Columbano, discípulo del anterior, y autor de
una regla de vida rigorista, exagerada en sus normas.

San Columbano inicia la evangelización del continente, fundando el


monasterio de Luxeuil en el reino franco de Borgoña, y el de Bobbio en el norte
de Italia. Es un ejemplo de los monjes escotos irlandeses que abandonan su
comunidad de origen, exiliándose de por vida en la peregrinatio pro Christo,
fundando monasterios. Otro ejemplo es San Galo o San Gall, que funda el
monasterio de Saint-Gall en Suiza (en alemán, Sankt Gallen, y en romanche,
Sogn Gagl).

§3. La otra forma institucionalizada de evangelización es el monacato


romano benedictino. Tiene una gran importancia, porque la regla de San Benito
de Nursia, que muere hacia el 550, será propuesta como regla única en
tiempos de Carlomagno, y será la norma más extendida en Europa. Benito de
Nursia (Norcia) se había educado en Roma, pero luego abandonó la ciudad
para llevar una vida eremítica, de la que después pasó al cenobitismo, siendo
abad de varios monasterios y fundando el de Montecasino alrededor del 529.
En la Regla de San Benito (Regula Benedicti) se prima la vida comunitaria de
los monjes y se regula también la vida de los oblatos, esto es, las personas que
viven y trabajan en el monasterio sin ser monjes. Todos estaban sometidos al
abad o superior, elegido por los monjes, y que era un cargo vitalicio. El abad se
convertía en responsable de la vida espiritual de los monjes hasta su muerte. El
lema que preside la norma de San Benito es el ora et labora. El monje tiene
que vivir en la pobreza y tiene que ganarse su sustento con el trabajo manual
agrícola, el cultivo del campo. Para ello, el tiempo se divide para los monjes en
el tiempo de trabajo, el tiempo de la oración y el tiempo de descanso (nocturno
y, en verano, también en las horas de más calor, por ejemplo el descanso
posprandial de la hora sexta, de donde viene nuestra siesta). El ora consume el
resto del tiempo: la lectio divina (lectura de la Biblia y otros libros), la opus Dei,
etc., regulada por las horas canónicas. Se procuraba la estabilidad monástica:
no estaba permitida la movilidad. El monje que ingresa en un monasterio debe
permanecer allí hasta el fin de sus días. También en la regla se buscaba una
apertura a la sociedad, por ejemplo con la escuela monástica, que admitía
niños para educarlos sin que éstos tuvieran que seguir necesariamente carrera
eclesiástica.

Otra figura importante fue Casiodoro, que fundó el monasterio de


Vivarium, y que propuso que el opus manum, trabajo manual del monje, podía
ser sustituido por el trabajo intelectual en la biblioteca, en el scriptorium, lo cual
tuvo gran trascendencia para la conservación de textos y saberes antiguos, la
copia y elaboración de códices, etc. Una parte importante de la actividad
cultural intelectual de la Edad Media.

42
C) La cristianización de los reinos bárbaros.

1. Obstáculos para una cristianización en profundidad.


2. Los diferentes escenarios.
3. Incorporación escalonada de los germanos al catolicismo.

§1. Uno de los obstáculos para la cristianización de los reinos bárbaros


era la concepción que tenían los germanos de la historia humana, su
concepción del tiempo, que era cíclica; concepción derivada de la observación
de los ciclos de la naturaleza. El cristianismo presentaba una concepción lineal
del tiempo, desde la Creación hasta el Juicio Final. Otro obstáculo de la
evangelización católica era el arrianismo, que era para los pueblos germanos
que lo profesaban una parte esencial de su identidad, pues la liturgia arriana se
desarrollaba en lengua germana, gótica sobre todo. Aceptar la liturgia católica,
en latín, suponía un duro golpe para la lengua germánica (gótica). En
consecuencia la cristianización lo se produjo en profundidad, sino que primero
se produjo la conversión de los reyes y de nobles o notables del reino, por
imitación del monarca. Más tarde se iría produciendo la conversión de la
sociedad general al catolicismo.

§2. Además, se produjo de manera escalonada en los diferentes


territorios. En la Romania continúa la correctio rusticorum; otros escenarios
más interesantes fueron aquéllos en los que se produjo la evangelización por
parte de misioneros irlandeses.

§3. En el proceso de cristianización católica (o catolización) observamos


varios hechos cronológicos sucesivos: primero, la conversión del rey suevo
Requiario; después, el franco Clodoveo; en tercer lugar los burgundios, en
cuarto lugar los visigodos con el rey Recaredo; en el reino de los lombardos
conviven católicos con arrianos; a los reinos anglosajones, el papa Gregorio
Magno envió misioneros para llevar a cabo la evangelización, al frente de los
cuales estuvo San Anselmo de Canterbury. Desde finales del siglo VII se
incorporaron monjes anglosajones a la labor de evangelización del continente,
que actuaron en el reino franco, en la frontera con Frisia. Se asentaron en
Utrecht para evangelizar a los frisones, de la mano de los francos, que querían
establecer su dominio político sobre Frisia. En esta labor evangelizadora
destacó Bonifacio de Wessex, enviado por el papa Gregorio Magno a la
Germania, a las regiones de Turingia, Sajonia y Baviera, llevando allí el
cristianismo romano, en colaboración con el papa, introduciendo la regla
benedictina en los monasterios que allí funda.

43
TEMA 5. LA CULTURA EN EL OCCIDENTE BÁRBARO.
La cultura en el Occidente bárbaro de los primeros siglos medievales va
a estar estrechamente relacionada con la actividad de la Iglesia, hasta el punto
de que se produzca, efectivamente, una verdadera clericalización de la cultura.
I. El efecto de las migraciones sobre la cultura.
A) La escasa incidencia directa.
Las migraciones, exceptuando algunas destrucciones, tienen escasa
incidencia, puesto que no alteran las líneas generales en que se estaba
desarrollando la cultura tardoantigua. Los germanos la admiran, pero no están
en condiciones de continuar desarrollándola ni de mantenerla. Por otra parte,
los elementos germánicos que puede haber habido en la cultura de estos
momentos son muy reducidos, ya que los germanos carecían de una tradición
literaria (escrita, se entiende). Sólo se conserva el Códice Argénteo de los
ostrogodos en lengua gótica.
B) El desmembramiento intelectual de Occidente.
En efecto, los ostrogodos tuvieron cierto interés por relacionarse con las
poblaciones germánicas continentales; sin embargo, los francos no
consideraban que este ámbito ostrogodo tuviese algo que ver con la idea de
civilización, esto es, no hubo interés por estas relaciones, con lo cual se
produjo un cierto aislamiento cultural. En estas culturas regionales lo antiguo
fue desapareciendo lentamente. Occidente quedaba fraccionado en provincias
o reinos que se ignoraban, que no tenían relaciones entre sí.
C) Los cambios lingüísticos.
El principal cambio lingüístico que se produce, en correspondencia con
el aislamiento de las culturas regionales, es la fragmentación del latín.
Consecuencia de las migraciones fue el traslado de la frontera antigua de habla
latina, que retrocede, frente al avance de la lengua germánica. Este rápido
retroceso del latín se produce en la Germania, en la región subdanubiana y en
la Britania, principalmente.
Las regionalizaciones aceleran la fragmentación dialectal de la lengua
hablada. La lengua común que se hablaba en la Romania se va fragmentando
y transformando. Ya han cristalizado las lenguas protorrománicas. Cada vez
más, la lengua hablada en la Romania se va distanciando de la lengua literaria
del latín clásico, que pasa a ser una lengua muerta, de cultura, pese a que
incluso en los textos se perciben los cambios que nos sitúan ante un latín
vulgar y unos usos determinados propios del latín medieval. No obstante, el
latín se ha reafirmado como lengua litúrgica y jurídico-administrativa, y por lo
tanto conserva el status de lengua de cultura. Por otra parte, otro aspecto de
esta época es el retroceso del conocimiento del griego, como consecuencia del
distanciamiento con el Imperio y la Iglesia de Oriente, esto es, la Cristiandad
griega. Este fenómeno se explica también en parte por la desaparición de las
escuelas clásicas de las ciudades.
II. La desaparición de las escuelas clásicas y la afirmación de la escuela
confesional monástica, episcopal y parroquial.
A) La desaparición de la escuela de tipo clásico.

44
B) La nueva escuela confesional.
Las escuelas clásicas desaparecen de las ciudades (por el retroceso
urbano y la desaparición del Imperio y de autoridades urbanas que se
encargasen de estas escuelas). Los saberes clásicos del mundo antiguo
grecorromano quedan sólo en los medios aristocráticos impartidos por
preceptores y educadores privados. En el lugar de la escuela clásica aparece
una escuela estrictamente confesional, que puede ser episcopal (urbana), la
escuela catedralicia, o monástica (más en el mundo rural). En estas nuevas
escuelas cristianas se aprende algo de cultura clásica, y la lengua, en especial
la gramática. Por algunos concilios sabemos que hay también una
preocupación por la apertura de escuelas rurales en las parroquias, regidas por
los párrocos. El objetivo principal de este tipo de escuela era la formación de
los futuros clérigos, y en segundo lugar la transmisión general de la doctrina
cristiana.
Las escuelas monásticas ya existían en el monacato oriental y surgen en
principio para formar como futuros monjes a los niños que eran encomendados
por sus padres a la comunidad. Se hacía hincapié en la formación intelectual
para que pudieran realizar la lectura personal de las Escrituras, la lectio divina.
Hay un cambio radical respecto a las escuelas clásicas: el maestro de la
escuela confesional es educador moral y guía espiritual de los alumnos, en los
que instruye y consolida la fe religiosa. Sólo algunos laicos, de familias
aristocráticas, reciben cierta instrucción fuera de estos circuitos.
Como centros culturales cabría pensar en esta época en las cortes
reales (lo que más tarde serán las escuelas palatinas), por ejemplo la de Pavía
de los lombardos. Allí se enseñaba lo mínimo: aprender a leer, aprender a
escribir, leer la Biblia, memorizar salmos (como forma de aprender el latín) y
algo de doctrina, derecho canónico y formación litúrgica. También se instruía
en los conocimientos de las artes liberales (concepto acuñado a mediados del
siglo V por Marciano Capella), cuyo número se fijó en siete, dividiéndose en
dos grupos: las de la lengua, esto es, el trivium de gramática (arte de la
escritura, i.e. correcta expresión), retórica (arte de preparar y dar discursos, i.e.
buena redacción) y dialéctica (reglas de razonamiento, i.e. buena
argumentación); y las de las matemáticas o cuadrivium, que eran la aritmética,
la geometría, la música y la astronomía. En el momento, todavía no entraban
todas estas siete vías del saber en el programa.

III. Los intelectuales del Occidente bárbaro: de Boecio a Beda.


En estos siglos se produce una clericalización de la cultura, esto es: la
actividad intelectual, la cultura, es patrimonio de los clérigos. Por otra parte, el
panorama general es de poca creación intelectual y mucha erudición y
compilación. Estos intelectuales del Occidente bárbaro preparan el camino para
los renacimientos culturales posteriores.

A) El ámbito italiano.
En el ámbito italiano destaca Boecio, un romano que sirve en la corte del
rey ostrogodo Teodorico. Todavía es uno de los que conoce el griego (ha
recibido una formación clásica) y traduce al latín obras de Platón y Aristóteles
(principalmente la Lógica, que será la última traducción al latín de esta obra, la
que se conocerá durante la Edad Media hasta el siglo XII, en que llegue

45
Aristóteles desde el mundo islámico. Por eso, a esta traducción se la conoce
como la Logica vetusta o Lógica antigua). Boecio acuñó el concepto de
quadrivium. Cultivó la filosofía dentro del neoplatonismo, escribiendo la obra De
consolatione philosophiae (La consolación de la filosofía), durante su cautiverio,
pues fue injustamente condenado por Teodorico ante una falsa acusación de
traición.

Casiodoro (muerto † h. 580) sirve también al rey Teodorico. Fundó una


escuela en Roma dedicada al estudio de las Escrituras, pero no pudo
consolidarse debido a la Guerra Gótica. Al final de su vida se retiró a sus
posesiones en Vivarium, en el sur de Italia, cerca de Calabria, donde fundó un
monasterio, sin ser él monje, como patrono. Casiodoro propuso a la comunidad
monástica el estudio de la cultura antigua con objeto de lograr a través de su
conocimiento una mejor comprensión de las Escrituras. Entre sus obras
podemos citar la más conocida, las Institutiones.

El tercer intelectual que destaca en la Italia de estos siglos es el papa


Gregorio Magno (pontificado 591-604), el primer papa que había sido antes
monje. Fue un vivo representante de la cultura antigua grecorromana; conocía
el mundo oriental griego y había sido representante del papa ante el emperador
de Constantinopla. Gregorio Magno no concebía el estudio justificado por el
afán de saber, sino por su importancia instrumental para poder llevar una vida
monástica o piadosa. Convirtió su casa en Roma en un monasterio de la orden
benedictina, a la que pertenecía él, y que la propone como principal regla
monástica. Entre sus obras se encuentran su epistolario de alrededor de 850
cartas, los Moralia in Job, comentarios morales al libro de Job, y sus Diálogos,
un conjunto de biografías de santos (hagiografías), con un libro dedicado a
Benito de Nursia, a quien admiraba. Escribió una regla pastoral, una especie de
guía o manual sobre cómo debe comportarse un obispo. Fue un exponente del
agustinismo político, doctrina político-religiosa que comenzaba a identificar la
agustina Ciudad de Dios con una construcción terrena: la Iglesia.

En el siglo VII la importancia de Italia en el campo de la cultura


intelectual es menor, y en el siglo VIII destaca la actividad promovida por los
reyes lombardos en torno a Pavía, con personajes como Paulo Diácono, autor
de la Historia Langobardorum.

B) La Galia y África.
La Galia es un foco de actividad intelectual entre los siglos VI y VII. La
figura más destacada, aunque marca ya claras diferencias con la Antigüedad
Tardía, es Gregorio de Tours, obispo de esta ciudad en la segunda mitad del
siglo VI. Su obra principal fue la Historia Francorum. En un determinado
momento de la evolución de las formas políticas de Occidente, las nuevas
entidades políticas necesitan buscar su lugar en la historia universal. En otros
ámbitos sucederá algo semejante. Durante el siglo VII, con la crisis y
decadencia política del reino franco, habrá una decadencia cultural, ninguna
figura relevante.

África está primero en manos vándalas, luego bizantinas, y finalmente,


hacia el 700, bajo dominio del Islam. Constituye un eslabón entre Oriente y
Occidente, pues desde allí llegan al Occidente las primeras formas del
monacato, bibliotecas y demás.

C) La Hispania visigoda.

El reino hispano-visigodo es el foco cultural con las figuras más


importantes de estos siglos, entre las que destaca Isidoro de Sevilla, obispo
metropolitano de esta ciudad, y que murió en el año 636. Escribió crónicas, la

46
historia de los suevos, vándalos y alanos, y la historia de la Hispania visigoda
en su Historia de regibus Gothorum, Vandalorum et Suevorum (abreviado,
Historia Gothorum); contra los judíos escribió De fide catholica contra Iudaeos,
pero su obra principal son las Etimologías u Orígenes (Etymologiae u Originum
sive etymologiarum libri viginti, trad. lit. Los veinte libros de los orígenes o de
las etimologías). La obra consiste en un amplio compendio del saber de la
Antigüedad en veinte libros de contenidos distintos, comprendiendo lo más
importante de la cultura antigua, a juicio de San Isidoro. Fue uno de los libros
más leídos hasta el siglo XII. Estos libros fueron copiados ampliamente, y unos
de sus principales difusores fueron los monjes irlandeses. En las Etimologías u
Orígenes la forma de cada palabra está relacionada con su significado. Muchas
veces las etimologías que se presentan son falsas, erróneas, pero el impulso
de la obra, la razón de ser de la misma, responde a la idea de que el mundo en
que el autor vive se está degradando progresivamente (entrando en la Sexta
Edad). Las palabras van perdiendo su significado original, y por ello hay que
remontarse a su etimología, a su origen lingüístico. Durante el siglo VII la
actividad cultural hispano-visigoda prosigue en las escuelas episcopales, con
personajes como Fructuoso de Braga o Valerio del Bierzo, que siguen
creyendo vivir en la Antigüedad.

D) La cultura insular: Irlanda y Gran Bretaña.

De los centros monásticos irlandeses la cultura se traslada a los centros


episcopales, especialmente a la escuela de York. Se da la circunstancia de que
desde el sustrato lingüístico germánico es más fácil estudiar el latín, sin las
interferencias del habla vulgar. La figura más importante es el monje Beda el
Venerable, que entra en el monasterio benedictino de Jarrow, donde muere de
acuerdo a la estabilitas loci benedictina. Entre sus obras destacan la Historia
ecclessiastica gentis Anglorum, obras de gramática y la obra enciclopédica De
natura rerum, que, si se compara con las Etimologías de San Isidoro, los
contenidos del saber antiguo están reducidos al máximo.
E) La cultura occidental a comienzos del siglo VIII.
La cultura hacia el año 730 sólo tiene un valor instrumental para el
estudio de los monjes. Es excepcional encontrarse con un laico culto. Se ha
operado totalmente la clericalización de la cultura. La tarea que se lleva a cabo
es la labor de copiado y recopilación de textos antiguos en los scriptoria
monásticos y catedralicios, fundamental para permitir que se produzcan los
renacimientos culturales posteriores.

BLOQUE II: ALTA EDAD MEDIA. SIGLOS VIII, IX Y X (c. 750-1000).


-PRIMERA PARTE: HISTORIA POLÍTICA (TEMAS 6 Y 7).

TEMA 6. LA EUROPA CAROLINGIA (751-840).

Este tema comprende la historia política del reino franco desde el año
751, en que asciende al trono la dinastía de los carolingios, hasta el año 840,
en que muere Luis el Piadoso, hijo y sucesor de Carlomagno. Desde el 711, el
reino hispano-visigodo ha desaparecido, y buena parte del mismo, junto con el
Norte de África, han quedado bajo el dominio del Islam. Salvando el reino
asturiano y el reino anglosajón, prácticamente todo el Occidente latino de este
momento se identifica con el reino franco.

47
1. El ascenso de los carolingios y el cambio de dinastía.
La de los carolingios es la familia aristocrática más poderosa, que posee
todo el patrimonio feudal (o feudario) entre el Rin, el Mosa y el Mosela, en
Austrasia, y controla las mayordomías de palacio de Austrasia y Neustria, de
las que logra apoderarse Pipino de Heristal, quien se las lega a su hijo bastardo
Carlos Martel, duque de los francos. Su hijo Pipino será el primer rey carolingio,
y el hijo de éste, Carlomagno, conseguirá conquistar un gran territorio y la
concesión de la dignidad imperial a su persona, lo cual vendrá a representar un
paréntesis en la historia política de la Alta Edad Media, siendo la primera
restauración del poder imperial.
a) Carlos Martel, duque de los francos.
Carlos Martel, al morir su padre, consigue hacerse con las dos
mayordomías de palacio, de Austrasia y de Neustria. Se erige en jefe de la
aristocracia franca, se intitula duque de los francos, dux Francorum. Su poder
era ya superior al del monarca merovingio. Su papel es restablecer la autoridad
franca haciendo frente a las revueltas que está habiendo en Bretaña, Aquitania,
Provenza y Borgoña. También logra imponer su autoridad en Frisia, Alamania o
Suabia, Turingia y Baviera. La intervención en Aquitania estuvo relacionada
con la expansión del Islam; los musulmanes no se detuvieron tras conquistar el
reino hispano-visigodo hacia el 711, sino que continuaron hacia el noreste,
adentrándose por el Ródano hasta llegar a Lyon y por el Loira llegando a
Poitiers, donde los detuvo Carlos Martel en el año 732 en la batalla del mismo
nombre (también llamada batalla de Tours). Un cronista habla de quienes
detienen a los musulmanes como “los europeos”.
Todas estas campañas Carlos Martel las lleva a cabo con el apoyo de la
aristocracia franca. Para financiar las campañas acude a los bienes de la
Iglesia franca, expropiándolos y dándolos en beneficio o en precario a los
caballeros que luchan con él, comprometiéndose a pagar un canon o renta a la
Iglesia. Al mismo tiempo, en Italia se preparan los acontecimientos que van a
terminar en la inevitable intervención de los carolingios en el norte italiano. La
situación es de fragmentación política entre territorios imperiales bizantinos y
territorios lombardos. Durante el siglo VIII la autoridad del emperador de
Oriente se viene abajo, debido a, entre otras cosas, la crisis iconoclasta
(prohibición imperial de la veneración y culto a las imágenes), que abrió una
brecha con la Iglesia latina. El papa León III excomulgó al emperador por haber
dado este paso. Tal circunstancia fue aprovechada por los lombardos para
ampliar sus dominios a expensas de las posesiones bizantinas. Los lombardos
tenían entre sus objetivos conseguir dominar Roma; ante esto, el Papado
buscó la protección del duque de los francos, Carlos Martel, en un intento de
que éstos interviniesen en Italia.
El papa se desvincula del emperador bizantino y pasa a buscar una
alianza con los francos. Carlos Martel no hizo caso de esta llamada del papa,
pero quedaba sentado un precedente para las intervenciones futuras. En el año
741 Carlos Martel muere, y se reparten los territorios que controla entre sus
dos hijos, Pipino y Carlomán.
b) Pipino, primer rey carolingio.
Carlomán desaparece pronto, se retira a un monasterio, y queda como
único duque de los francos Pipino el Breve, a partir del 747. Para legitimar su
autoridad ante los francos, como jefe de la aristocracia, eleva a un rey
merovingio al trono, a Childerico III. La labor principal de Pipino es consumar su
ascenso al trono, y por ende, instaurar la dinastía carolingia en el reino de los
francos. En el 751 da un golpe de estado, deponiendo al legítimo rey

48
merovingio. Pero para esto, Pipino escribe al papa Zacarías preguntándole qué
sería lo más normal, lo más lógico: que sea rey el que tiene efectivamente el
poder, o que sea rey el que sólo tiene el título. El papa le responde
favorablemente a sus intereses, diciéndole que lo normal es que sea rey el que
verdaderamente tiene el poder. Así, desde el primer momento la monarquía
carolingia queda vinculada al pontificado. Pipino el Breve interviene en Italia a
favor del papa y de Roma frente a los lombardos, y el papa le otorga el título de
patricio de los romanos.
En otras campañas, Pipino consigue neutralizar al duque de Aquitania,
Gaiferos, que es depuesto. Pipino muere en el año 768 y, como franco que es,
según la tradición (concepción patrimonial del reino), procede al reparto del
reino entre sus hijos: Carlomán y Carlos (Carlomagno). Al principio gobiernan
los dos hermanos, pero a partir del 771, Carlomagno reina como único
monarca, hasta que muere en el 814.
2. Carlomagno y la coronación imperial del año 800.
a) La expansión del reino.
-La conquista de Sajonia.
-La anexión del reino lombardo.
-Las marcas fronterizas.
Año tras año, Carlomagno llevó a cabo campañas militares exitosas,
iniciativas que no respondían a un plan organizado, sino que, por aparecer
concentradas en el tiempo, dan la apariencia de un plan expansionista. Como
franco del norte, austrasiano, Carlomagno se siente más cómodo imponiendo
su autoridad a los germanos del norte (excepto a los escandinavos). Los
sajones son sometidos durante largas guerras de más de veinte años; impone
el cristianismo, integra a los sajones en el reino franco, fijando la frontera del
reino en el río Elba. Al este del Elba ya no hay población germánica, sino que
quedaban las tribus eslavas, algunas de las cuales son sometidas, no obstante,
en Noralbingia (o Nordalbingia). También estrechará su cerco sobre Jutlandia.
Promulgó (h. 802) la Lex Saxonum, con muchos preceptos de la ley sálica.
Suprimió el ducado de Baviera, región que fue integrada directamente en el
reino franco, llegando éste hasta Carintia, donde se encontró con el pueblo de
los ávaros, asiático de las estepas, nómada, y que se había establecido en el
Danubio medio.
La segunda línea de expansión territorial fue la intervención en Italia,
preparada por su padre, y que se consuma con la anexión del reino lombardo.
Además de las ambiciones que tenían los lombardos sobre Roma, los papas se
encontraban con otro problema: el que las familias aristocráticas romanas
intentasen controlar el Papado, minando su autoridad, un fenómeno que se
repetirá en otros momentos. Así las cosas, el papa Adriano pide ayuda a
Carlomagno, que interviene en el 774, deponiendo en Pavía al rey de los
lombardos, Desiderio, y adoptando su título. Poco después, este reino
lombardo se lo entrega a uno de sus hijos como rey de Italia en el 781,
sometido a la autoridad superior de su padre. En ese mismo año, convierte
Aquitania en reino y lo encomienda a su hijo de tres años Luis.
Un último aspecto de la expansión territorial carolingia es la organización
de las marcas fronterizas. En las nuevas fronteras, Carlomagno concentra el
mando militar en un único personaje: un conde que recibe el título de marqués.
Se establece la Marca Bretona en el norte; al sur, la Marca Hispánica, una vez
que se produce la expedición franca en el año 788. La causa de la misma fue

49
que los gobernadores musulmanes de Zaragoza y Barcelona pidieron ayuda a
Carlomagno para desligarse de la autoridad del emir de Córdoba. Carlomagno
intervino en la Península, pero cuando las circunstancias ya habían cambiado,
y no logró incorporar ni Zaragoza ni Barcelona a sus dominios. A su vuelta a la
Galia, al paso por Roncesvalles, su retaguardia fue atacada y masacrada por
musulmanes y quizás también vascones, lo que pasaría al imaginario colectivo
y a la literatura como el Cantar de Roncesvalles y el Cantar de Roldán. La
Marca Hispánica tuvo el río Ebro como frontera. En el año 801 se produce la
ocupación de Barcelona, Urgel, Gerona, etc., a costa de arrebatárselas a los
musulmanes. Otras de las fronteras del reino franco se establecen en el istmo
de Jutlandia y la marca frente a los ávaros en Carintia (Eslovenia). La
organización de las fronteras fue fundamental para consolidar el reino.
b) La dignidad imperial.
-La maduración del proyecto de restauración imperial.
-El significado para Bizancio, para los medios pontificios y para
Carlomagno.
Cuando acaban las campañas de expansión, el reino franco ha
conseguido dimensiones considerables. La gran talla política y militar de
Carlomagno hace que su figura sea vista como superior a la de un rey.
Utiliza las bulas de plomo o de oro para autenticar sus documentos,
igual que el emperador bizantino, y atributos como “serenísimo” u “ortodoxo”.
Legisla mediante capitulares, promulga leyes y celebra concilios que él mismo
preside, como el de Francfort en el 774. Va adoptando atributos imperiales. Su
principal consejero, Alcuino de York, habla de Carlomagno como “la cabeza de
un Imperio”. Sin embargo, lo único que une a los diversos territorios es la
religión romana cristiana, por lo que estaremos ante un Imperio cristiano,
Imperium Christianum. En la última década del siglo VIII, Carlomagno
construye un palacio en Aquisgrán, del que sólo queda la capilla palatina, que
sigue modelos de la Antigüedad Tardía, y que está imbuida de un simbolismo
entre el Dios todopoderoso del cielo y el gobernante que reina en la tierra. La
corte carolingia era itinerante, y tenían varios palacios rurales.
Progresivamente se va fraguando la idea de que debe procederse a
otorgarle a Carlomagno el título imperial. En Roma, el papa León III, que es
expulsado en un momento dado por la aristocracia romana, acude a
Carlomagno, que interviene a su favor como patricio de los romanos,
restaurándolo en la sede pontificia. Esto ocurre en las vísperas de la Navidad
del año 800. Durante la Misa del Gallo, el día de Navidad del 800, el papa
corona a Carlomagno como emperador, siguiendo el ritual bizantino en orden
invertido: primero se realiza la coronación por parte del papa y luego el
emperador es aclamado por el pueblo (en Bizancio se producía primero la
aclamación popular y luego la entronización). Fue algo que no gustó
demasiado a Carlomagno, según su biógrafo Eginardo (autor de la Vita Karoli
Magni), quien seguramente hubiera preferido autocoronarse y no tener que
postrarse ante el papa. Por otra parte, se habla de que Carlomagno aceptó con
reticencias el ser coronado emperador, pero esto responde más bien al
principio de que no hay que apetecer las dignidades.
La dignidad imperial se utiliza con toda normalidad en la idea de la
renovatio Imperii Romanorum, renovación del Imperio de los romanos. Desde
Bizancio, esta renovación no se pudo impedir, pues estaba rigiendo la
emperatriz Irene de Atenas, durante la minoría de edad de su hijo Constantino
VI. Esta circunstancia fue aprovechada por el papa para proceder a la
restauración imperial en Occidente. Desde Bizancio se hablará de un

50
“emperador de los francos”.
Para el Papado, la renovación imperial supone el triunfo del agustinismo
político: se crea un Imperio cristiano, el de los francos, como “pueblo elegido”, y
es el papa quien permite con su auctoritas la concesión de la potestas regia al
emperador. Además, para legitimar el golpe de estado que había dado Pipino
en el 751, por primera vez en el reino de los francos se produce la unción regia,
administrada por un obispo, que, a semejanza de los reyes del pueblo de Israel
del Antiguo Testamento, da un carácter sacro al monarca, reforzando la función
religiosa del reino franco.
Para Carlomagno, la dignidad imperial supone un centro de atracción de
todos sus dominios alrededor de su persona, de su autoridad. Cambia su
intitulación en los documentos, ahora imperiales, como Emperador Augusto.
Desde el año 806 se va preparando o planteando la sucesión, con el nuevo
problema que es el reparto del Imperio. Carlomagno plantea tarde su sucesión
y el consiguiente reparto territorial de sus dominios, sin embargo, la transición
se facilita gracias a que, antes que él, mueren su hijo Carlos, duque de la
Marca de Bretaña, y su hijo Pipino, rey de Italia. Sólo le sobrevive Luis el
Piadoso.

3. La organización del Imperio.


a) La amplitud territorial.
La gran amplitud territorial del Imperio hacía que, casi con toda
seguridad, Carlomagno no tuviese una imagen de sus vastos dominios. El
centro de su reino estaba en el norte germánico, en Austrasia, en los dominios
originales de los carolingios entre el Rin, el Mosa y el Mosela. Ante las
dificultades que había para gobernar tan amplio territorio, la corte tenía que ser
itinerante, y se tenían que llevar a cabo campañas puntuales para reafirmar la
autoridad imperial. Al final de su reinado, Carlomagno tiende a pasar
temporadas de descanso en Aquisgrán, pero no fija definitivamente su
residencia. Sólo mediante su desplazamiento constante por todo el territorio el
rey se hace presente y reafirma su autoridad.
b) El concepto de soberanía regia.
La soberanía regia sigue principios más germánicos que romanos. Se
basa en las regalías o monopolios regios, que comprenden: el control del
ejército (supremo mando militar), la suprema autoridad judicial, el control del
sistema monetario y el establecimiento de los impuestos sobre mercados,
monedas y demás. Carlomagno reclama estas atribuciones o regalías como
ningún otro rey había hecho antes, de manera que refuerza la autoridad real y
el centralismo del Imperio en su persona. Además es importante el papel del
rey en el gobierno de la Iglesia, con el nombramiento de obispos, la
convocatoria y presidencia de concilios y la intervención en querellas
teológicas. La reaparición de la soberanía regia hace que por un momento
reaparezca el concepto de res publica, adjetivado como república cristiana,
pero sólo concebido y utilizado por los eclesiásticos, que son quienes
realmente entienden y formulan estas teorías políticas.

c) La administración y sus medios institucionales.


El órgano de administración central es la corte, el palacio del rey, en
continuidad con la función de la corte merovingia pero con novedades, como la
aparición de la capilla regia (colegio de clérigos de la corte) y de la cancillería

51
real, que supuso un renacer del documento escrito como instrumento principal
de la administración. Otro órgano es el conventus publicus placitum generalis,
que anualmente celebra el rey, en teoría, junto con todos los hombres libres del
reino; en la práctica, con los guerreros de la aristocracia militar. Estas
asambleas se celebran a comienzos de la campaña militar, en primavera. En
ellas el rey legisla oralmente, promulga edictos, etc.
d) La administración territorial en condados y los missi dominici.
La unidad de organización territorial es el condado, al frente del cual
está, casi siempre y en todos los territorios, un conde franco. Hay alrededor de
200 condados, y la mayor parte de los condes han sido nombrados por
Carlomagno, que nombra también a los scabini, los sabedores de derecho, que
ayudarán al conde en la administración de justicia.
Es un momento de expansión territorial, y para compensar lo exiguo de
la administración central, se pone a disposición del rey una nueva institución
que son los llamados missi dominici, una pareja de inspectores que el rey
manda en un momento dado a una determinada parte del reino para examinar
la administración de los condes, recoger quejas, etc. Primero eran reputados
miembros de la corte, finalmente, los missi dominici serán un conde y un
obispo, y la institución perderá eficacia, pues es precisamente a condes y
obispos a quienes debían vigilar los missi dominici.
Los condes, con el tiempo, establecerán relaciones entre ellos y será
difícil sustituirlos, pasando a ser títulos hereditarios hacia finales del siglo IX. Se
introducen los condados en Lombardía, Baviera, el sur de la Galia y Cataluña
Vieja. Estos condes de reciente nombramiento tenderán a perpetuarse en sus
cargos.
El conde percibe parte de las rentas fiscales debidas al emperador. El
patrimonio regio se había incrementado (vid. Capitular De villis). Esa parte de
las rentas públicas percibidas por el conde se denomina la honor. La otra parte
de las rentas es percibida por el rey. El conde percibe también el tercio de las
rentas policiales. Con el tiempo, los condes tendrán intereses particulares
(debido a la adquisición de territorios, al establecimiento de vínculos
matrimoniales, etc.), e irán concentrando poder económico y político, además
de dignidad social. Mientras hay un poder central fuerte, con Carlomagno, no
hay problema, pero cuando los condes se consolidan en sus condados
estableciendo un linaje, eso supondrá, a la larga, un mayor problema para el
poder regio.
e) Las instituciones compensatorias: inmunidad y vasallaje.
Para equilibrar la balanza de poder entre los condes y la corona, el rey
recurre a varias estrategias o instituciones compensatorias: la inmunidad, la
fidelidad y el vasallaje.
La inmunidad consiste en la concesión a un gran propietario de tierras
de la exención de su sometimiento a la autoridad pública del conde, que pierde
poder sobre esos dominios. Así, para mermar el poder de un conde, el rey sólo
tiene que conceder varias inmunidades dentro de un condado. En los condados
hay grandes propiedades agrícolas, llamadas villas o villae carolingias, de
titularidad laica o eclesiástica (monasterios, etc.). En el momento en que el rey
concede la inmunidad a una de esas instituciones, todos los que viven bajo su
dominio quedan exentos de la autoridad del conde, y la institución inmune pasa
a desempeñar los poderes públicos en sus dominios.
Una estrategia de contrapeso del poder territorial, pero que no llega a

52
ser una institución compensatoria, es la fidelidad, esto es, que los hombres
libres juren fidelidad al monarca, estableciéndose así un vínculo público.
Normalmente, son los guerreros quienes juran fidelidad en las grandes
asambleas que se celebran antes y después de las campañas militares.
La segunda institución compensatoria a la que se recurre se establece
mediante un vínculo privado, y es el vasallaje: todos los condes, los grandes
propietarios y los inmunistas tienen que contraer este vínculo privado y
declararse vasallos del señor, vasallos del rey (emperador): vassi dominici. De
esta forma, toda la aristocracia (laica y eclesiástica) queda estructurada en
torno a la figura del rey, señor superior. A su vez, estos vasallos del rey crean
otros vínculos privados con personas que pasan a ser vasallas suyas,
conformándose de esta manera una pirámide vasallática de relaciones
privadas, en cuya cúspide está el rey. El vasallaje garantiza a los carolingios la
colaboración de la aristocracia en las campañas militares. A medida que
terminan las conquistas, el patrimonio regio deja de crecer y se reduce la
posibilidad de premiar a los vasallos con beneficios.
4. Luis el Piadoso y el primer reparto. Reinado: 814-840.
Pese a que Carlomagno plantea la sucesión tarde (h. 806), no llega a
producirse un reparto de su Imperio ya que la sucesión recayó sobre su único
hijo vivo, Luis el Piadoso, que reinaría entre el 814 y el 840, año en que muere,
y que se dedicaría a la administración de las conquistas de su padre, sin llevar
a cabo ningún intento expansionista.
a) La erosión del poder imperial y las tendencias internas.
Dentro de la jerarquía aristocrática, nos encontramos con varias
tendencias o actitudes respecto al poder imperial. Destaca el partido
imperialista, representado sobre todo por el alto clero, que es partidario de la
unidad del Imperio, en la idea del concepto de res publica christiana, que sin
embargo acaba perjudicando a la autoridad imperial, porque impone objetivos
religiosos y morales a los reyes y porque el alto clero se atribuye a sí mismo la
facultad de juzgar las acciones del rey, en correspondencia con la teoría de las
dos espadas, que primaba la superior auctoritas sacerdotal sobre la regia
potestas. El efecto adverso de esto es el menoscabo de la autoridad del rey
(que se muestra condescendiente u obediente, por su condición piadosa, con el
alto clero) y en consecuencia el debilitamiento de la figura imperial.
b) Los proyectos de reparto.
Se mantiene la tradición franca de la concepción patrimonial del reino.
En el 817, Luis el Piadoso plantea un primer reparto, en el que estaba en
cuestión no sólo el reparto territorial, sino también la sucesión de la dignidad
imperial, la Ordinatio Imperii (nombre del decreto imperial emitido en esta
fecha). El partido imperialista o pro-imperial se alegra al ver que se propuso al
hijo mayor, Lotario, como heredero de la dignidad imperial. Como co-
emperador en vida de su padre, Lotario recibió un territorio más extenso que
sus hermanos, lo que causó un distanciamiento familiar. En el año 821, los
obispos del reino impusieron una penitencia pública a Luis el Piadoso por un
conflicto con algunos aristócratas del reino, lo que vino a socavar la autoridad
real, pues el rey aceptó la penitencia.
Finalmente, la sucesión se complicó más con el nacimiento de un nuevo
hijo, Carlos, de un segundo matrimonio. Se presiona para que el rey le confiera
un reino a este hijo.
c) Los juramentos de Estrasburgo (842) y el Tratado de Verdún (843).

53
En el 840 se produce la muerte de Luis el Piadoso, cuyos últimos años
de reinado son un caos (sus hijos lo deponen, luego vuelve a reinar, etc.).
Carlos el Calvo y Luis el Germánico, hijos menores, que reciben una parte más
pequeña que su hermano Lotario, se rebelan contra éste, haciendo un pacto
conocido como los Juramentos de Estrasburgo en el año 842, en el que se
coaligaban para promover un reparto igualitario, para que el emperador Lotario
no tuviese un territorio mayor que sus hermanos. Se ha conservado el
documento de los Juramentos en dos versiones (una en protofrancés o francés
antiguo y otra en lengua germánica, fráncico). Estos Juramentos dan lugar al
Tratado de Verdún del 843, en que estos hermanos acaban por imponer a
Lotario un reparto igualitario, de la siguiente manera:
- El reino franco occidental, la Francia Occidental, para Carlos el Calvo.
- El territorio oriental, Francia Oriental, para Luis el Germánico.
-El territorio central, en medio de las dos Francias, desde el Mar del
Norte y Frisia hasta Italia y el Mediterráneo, para Lotario.

En consecuencia, nos encontramos con que la Francia Occidental es


prácticamente un país homogéneo lingüística y culturalmente, ancestro de la
Francia actual; la Francia Oriental es también un reino coherente lingüística y
culturalmente, con población germánica, y será desde el siglo X Alemania o
Germania. Pero el Imperio de Lotario no tiene homogeneidad lingüística ni
cultural. A partir de ahora, sólo el carolingio que reine en Italia podrá ostentar el
título imperial, puesto que en esta parte se encuentran Roma y Aquisgrán,
ciudades-símbolo de la dignidad imperial.

TEMA 7. LA
ESPACIO DECRISIS
LA CRISTIANDAD
POLÍTICA CAROLINGIA
LATINA. 843-1000.
Y LA AMPLIACIÓN DEL
Llegado un momento, se nombrará rey a un no carolingio, desapareciendo la
dinastía como consecuencia de los diferentes repartos. El Imperio desaparece cuando
el último carolingio que reine en Italia y sea emperador, sea sustituido por un rey
ajeno a esta dinastía. Atendemos en este período a la ruina de la construcción
carolingia, y además va a ser un período condicionado por las segundas invasiones,
el cerco de Europa.
1. La crisis política y la desaparición del Imperio carolingio.
La crisis política carolingia se inicia en el 843 con el Tratado de Verdún y
el reparto en tres reinos, y los futuros problemas sucesorios con los sucesivos
repartos que se producirán.
a) La pluralidad de reinos carolingios y las vicisitudes del título
imperial.

Las aristocracias locales de la Francia Occidental adquieren mayor


poder porque los reyes son incapaces de defender el reino frente a incursiones
vikingas y demás. Los cargos administrativos, esto es los condes, se van
privatizando, hasta el punto de que consideren que los fiscos reales que
perciben son de su patrimonio. Se incrementa la autonomía de la aristocracia
frente al poder público real, se incrementa el control de la aristocracia sobre el

54
campesinado y, en definitiva, se avanza hacia la plena feudalización. Se
producen revueltas y conflictos internos, y el papel de la Iglesia, que se sitúa
fuera del alcance de los reyes, contribuye a la merma del poder real. Hacia la
década del 850 se ponen en circulación las falsas decretales, una compilación
de falsas cartas decretales papales que están totalmente interpoladas,
falsificadas, y que establecen un falso derecho canónico. Con ellas, la Iglesia
intentaba ponerse al margen de la autoridad real, pretendiendo: defender la
libre elección de obispos, sin interferencias del rey o de la aristocracia; obtener
la inmunidad e inviolabilidad del patrimonio eclesiástico; la independencia de
cada obispo dentro de la provincia eclesiástica correspondiente frente a los
metropolitanos, y la primacía de Roma.
A mediados del siglo IX, el papa Nicolás I argumenta que la dignidad
imperial era una emanación de la autoridad pontificia, reforzando la primacía de
Roma.

Una parte de la crisis se debe a estos factores, pero otra importante se


debe a los repartos que se producen según la coyuntura familiar y política
concreta de cada uno de los reinos.

-El reino de Lotario.

Lotario es el emperador, el primogénito de Luis el Piadoso, y también el


primero en fallecer. Con él, el título imperial acaba de perder su fuerza y su
significado. Lotario estará más centrado, como emperador que es, en el
gobierno de Italia. En el momento en que muere, tiene tres hijos capaces de
sucederlo, con lo cual, en el año 855, su reino se fracciona para dar lugar a tres
reinos, uno para cada hijo: la parte septentrional para Lotario II, lo que se
llamará la Lotaringia; el sur de la Galia para Carlos, que será el reino de
Borgoña; Italia, para su hijo mayor, Luis, que recibe el título imperial, entre
cinco reyes carolingios.

-La Francia Occidental de Carlos el Calvo.

La Francia Occidental permanece hasta el año de la muerte de Carlos el


Calvo, en el 877. Los ataques vikingos a la fachada atlántica hacen que la
defensa contra los mismos agote los recursos del rey. Desde el 860, la defensa
ante esta amenaza había quedado organizada a escala local, a manos de la
aristocracia, que por ello refuerza su poder e importancia. En el año 877, como
resultado de esta evolución, el rey se ve obligado a promulgar la capitular de
Quierzy, por la cual el rey de la Francia Occidental reconoce la hereditariedad
de los beneficios de los cargos: los cargos son hereditarios, privados, y esto
marca el camino hacia el orden feudal o feudalización.

-La Francia Oriental de Luis el Germánico.

La Francia Oriental cuenta con menos población, es el reino menos rico,


menos explotado agrariamente. Tiene peligros en las fronteras, con daneses,

55
húngaros y eslavos. Su red urbana es también menos desarrollada que las de
los otros reinos. Pero tiene una ventaja: la homogeneidad lingüística y étnica.
Es un reino que está organizado en cinco grandes ducados: Franconia,
Turingia, Sajonia, Baviera y Alamania o Suabia. El poder del rey se acepta
mucho más fácilmente que en los otros dos reinos, pues se acerca al modelo
más puramente germánico, al ser la parte menos romanizada. Las doctrinas del
alto clero no han calado en este reino y tampoco se han establecido los lazos
vasalláticos entre la aristocracia y el rey. La diversidad de pueblos es
reconocida por Luis el Germánico, que casa a sus hijas con aristócratas de los
cinco ducados.

b) El desenlace de la crisis y la desmembración del regnum


Francorum.

Los cambios que se producen entre los años 875 y 880 contribuyen a
acelerar la crisis. En el año 875 muere el emperador Luis, pero antes se habían
producido otros cambios. El primero en morir había sido Carlos de Borgoña,
hijo de Lotario, a cuya muerte, al no haber herederos, se produjo un reparto de
su reino entre sus hermanos: la mitad sur, la Baja Borgoña o reino de
Provenza, bascula hacia Italia, para el emperador Luis. La mitad norte, Alta
Borgoña, para Lotario II, rey de la Lotaringia.

-Los reinos surgidos de la antigua Lotaringia.


En el año 870 muere Lotario II, rey de Lotaringia y la Alta
Borgoña. Su hermano Luis, el emperador, que había obtenido la Baja Borgoña,
ocupa también la Alta Borgoña, pero la Lotaringia desaparece como reino, ya
que los tíos de Lotario II, que todavía vivía, Carlos el Calvo y Luis el
Germánico, se reparten ese territorio por el Tratado de Mersen del 870, por el
cual la Francia Occidental y la Francia Oriental pasaron a tener una frontera
directa. Sus reyes se imponen a su sobrino Luis de Italia, que pasa a reinar
sobre toda la Borgoña. Así, a la altura del 870 tenemos tres reyes carolingios
de nuevo. Luis de Italia muere en el 875, y en ese momento, Carlos el Calvo
consigue hacerse con la herencia de su sobrino y marcha a Italia para hacerse
cargo del reino y recibir la dignidad imperial. Antes de partir a Italia había
promulgado la Capitular de Quierzy, en el 877, para calmar a la aristocracia.
Luis el Germánico había muerto en el 876, y su reino había sido repartido entre
sus tres hijos: Alamania para Carlos, Baviera para Carlomán y Franconia,
Turingia y Sajonia para Luis el Joven. El único que podía aspirar al título
imperial era Carlos el Calvo, aunque dura poco como emperador, ya que muere
en el 877.
Ésta es la dinámica, éstos son los avatares de la dinastía carolingia. En
el 877 hay de nuevo tres reinos: uno en la Francia Occidental y tres en la
Francia Oriental. En ese mismo año muere Carlos el Calvo, y, aunque tiene la
fortuna de que le sucede un único hijo, Carlos el Tartamudo, tendrán lugar una
serie de acontecimientos catastróficos para la dinastía, empezando por la
muerte de este último rey, que apenas dura dos años. Se hacen cargo
entonces del reino occidental dos niños hijos de Carlos el Tartamudo, que
mueren pronto. En un momento dado, desaparecidos estos infantes y muertos
también Carlomán y Luis el Joven, el rey Carlos de Alamania o de Suabia se
verá prácticamente como rey carolingio único, y es coronado emperador en el
883. Pero en el 887 se produce una sublevación general contra este rey, Carlos
el Gordo, y junto con otros problemas como los ataques vikingos o la amenaza
musulmana, el rey es depuesto y se produce el definitivo desmembramiento del
regnum Francorum. Hasta entonces no se había cuestionado la legitimidad
dinástica, pero a partir de aquí, cada territorio reacciona de manera diferente.

56
En la Francia Occidental, la aristocracia eleva al trono al conde de París,
Eudes, que se había hecho fuerte en la defensa frente a los vikingos. Se trata
del primer rey no carolingio, de la dinastía de los capetos, y además es un rey
electo. Se alternará hasta la segunda mitad del siglo X entre reyes carolingios y
reyes capetos en la Francia Occidental. En la Francia Occidental la monarquía
será electiva durante todo el siglo X y buena parte del siglo XI. En Borgoña
sucederá algo semejante. En Italia, en el 888, se proclama rey a otro no
carolingio, el marqués Berenguer de Friul. Todavía queda a los carolingios la
Francia Oriental, con Arnulfo de Carintia, etc., hasta el año 911, en que
asciende al trono de Alemania el duque de Franconia Conrado I.
Respecto al título imperial, hasta el 929, cada vez que el papa necesite a
alguien que lo proteja, nombrará emperador al rey de Italia.

c) La incidencia de musulmanes y escandinavos en la aceleración de la


crisis.
-La presencia del Islam en el sur de Europa y las resistencias
que suscita.
-Los núcleos hispano-cristianos frente a los musulmanes.
-La presión en el Mediterráneo Occidental.
-La expansión escandinava de la Primera Edad Vikinga y sus
consecuencias.
-La incidencia sobre la Francia Occidental y la Inglaterra
anglosajona.

A los factores internos hay que añadir la incidencia de factores externos,


que son las llamadas segundas invasiones, el cerco de Europa. Desde el siglo
IX los piratas musulmanes se hacen con el control de buena parte del
Mediterráneo, realizando saqueos, conquistas (Sicilia, Baleares, Bari, Tarento), o
asentándose, estableciendo bases en el sur de Francia. En el sur de Italia
actuaron como mercenarios. En el sur de Francia realizaron incursiones por el
Ródano y lograron controlar algunos pasos alpinos. Los musulmanes
consiguieron dominar el Mediterráneo Occidental hasta que las repúblicas
marítimas italianas (Génova, Amalfi, Venecia…) consigan revertir la situación. La
propia Roma está amenazada y el papa León IV tiene que construir, en el siglo
IX, la muralla que será llamada leonina, para proteger el suburbio de Roma
donde se hallaba San Pedro del Vaticano.

La expansión escandinava se produce en lo que se conoce como la


Primera Edad Vikinga, que va desde finales del siglo VIII hasta la década 920-
930. La primera noticia que se tiene de incursiones de vikingos noruegos es en
el año 786 en la costa oriental de Inglaterra. Desde los años 920-930 habrá una
fase de tranquilidad hasta que del 980 al 1030 vuelva a haber una Segunda
Edad Vikinga. Los vikingos pertenecen a pueblos germanos del norte, paganos,
que no han sido incorporados todavía al Occidente latino medieval. La
expansión escandinava se va a notar sobre todo en la Francia Occidental y en la
Inglaterra anglosajona, donde conquistarán dos tercios de la isla y la someterán
a una monarquía anglo-danesa hasta que en el siglo X los reyes anglosajones
logren restaurarse.

No hay evidencias concluyentes que expliquen las causas de la


expansión vikinga. La arqueología ha demostrado que el tipo de barco que se

57
usa en esta Primera Edad Vikinga era bastante anterior, desmontando la tesis
que defendía que la causa de la expansión era la mejora de la navegación.
Estos escandinavos eran todavía en el siglo VIII pueblos protohistóricos, que no
conocían la escritura. En el año 780 se constata el primer ataque vikingo a un
monasterio anglosajón. En el 793 atacan el monasterio de Lindisfarne. Los
testimonios que tenemos son sólo occidentales, cristianos, que dan cuenta de
los sacrilegios cometidos por los vikingos (destrucción de monasterios e iglesias,
etc.). La expansión vikinga se produce en tres direcciones:
• La expansión de los noruegos colonizando archipiélagos del norte de
Inglaterra y estableciéndose en territorios de Irlanda y Britania.
• La expansión de daneses en Inglaterra y en la Francia Occidental.
• Los varegos o suecos, por las costas del Báltico y hasta Rusia y el Mar
de Azov.

Es posible que hubiera mezclas de pueblos en las diferentes


expediciones. Los noruegos fueron los primeros en explorar archipiélagos del
norte de las islas Británicas, llegando a colonizarlos. La máxima incidencia de la
expansión escandinava se produce en Inglaterra y Francia Occidental.
En el segundo tercio del siglo IX las incursiones se hacen más profundas.
Primero se trata de expediciones puntuales de saqueo buscando botín. Se
producen anualmente, y causan terror en la población (destruyen iglesias, etc.).
A partir del 875 cambia un poco el tipo de incursiones, que realizan remontando
los cursos de los ríos, y crean campamentos para prolongar sus ataques,
llegando al interior de la Europa atlántica. La tercera fase consiste en la
percepción de tributos de las poblaciones locales a cambio de no atacar, un
signo de sofisticación. A estos tributos se les llama danengeld. Llegan incluso a
Sevilla, y se los denomina de diferentes formas: hombres del norte, machus,
vikingos, normandos, etc. Incluso llegaron al curso del Ródano y realizaron
incursiones en la Italia continental, llegando a presentarse ante el obispo de
Luna, hacia el 860, donde se bautiza el jefe vikingo, creyendo que estaba en
Roma.

A partir del 875 se produce la última fase de estas incursiones de la


Primera Edad Vikinga. Los escandinavos intentan consolidar las posiciones
conseguidas e intentan establecerse como señores territoriales, esto es, realizar
una construcción política. En Irlanda, sus establecimientos se realizaron siempre
en ciudades costeras, como Dublín. Irlanda, hasta entonces de población celta,
comienza a tener población germánica. En la Inglaterra anglosajona, la gran
armada escandinava acaba por dominar o conquistar todos los reinos excepto
Wessex, estableciendo reinos anglo-daneses en Northumbria, Mercia y Anglia
Oriental (daneland, danelag o danelog). Wessex se convierte en el foco de
resistencia anglosajón, y su rey, Alfredo el Grande (†899) consigue resistir a los
daneses. En el 878 derrota a Guthrum, uno de los reyes daneses, del Danelagen
o Danelaw. Este rey y los suyos se bautizan. Cuando un rey cristiano derrota a
un rey pagano, el vencido adopta el cristianismo. Los reinos anglodaneses
tenían su sede en York (Reino de York). A lo largo del siglo X, los reyes de
Wessex conseguirán recuperar el dominio anglosajón de toda la isla.

En la Francia Occidental, las incursiones que han afectado al Canal de la


Mancha y a la costa desde Bretaña hasta Bayona, llegando a remontar el
Garona y el Sena, llegan a dominar el bajo Sena, llegando hasta la ciudad de
Rouen (Ruan). El jefe vikingo, Rollón, en el año 911 establece un vínculo con el
rey Carlos el Simple, de la Francia Occidental, que consistía en, por parte de los
vikingos, la adopción del cristianismo, su consiguiente incorporación a la
Cristiandad latina, y su vasallaje al rey de la Francia Occidental. Rollón se hace
vasallo del rey, comprometiéndose a defender el Bajo Sena frente a otras
incursiones. Con él nace la Normandía. Sus descendientes serán reconocidos
como duques de Normandía, un principado territorial más allá del reino de

58
Francia. En esta fase, aquéllos que habían sido piratas saqueadores se
convierten en gobernantes territoriales. Una incursión similar por el Loira hacia
Nantes fracasó. Así se pone fin a la Primera Edad Vikinga.

Los daneses tenían el control marítimo del Báltico, y su área de


expansión los llevó por los ríos rusos hasta llegar al Caspio y al mar Negro. La
diferencia principal era que la población que sufría estas incursiones era eslava,
organizada en gorods o goroda, centros gobernados por la aristocracia militar en
que se producían ciertos intercambios. Eran como una especie de ciudades
mercantiles. Los daneses llegan a controlar varios goroda llegando a acuerdos
con estas aristocracias locales. Tienen contactos con Bizancio e incluso con
Irán. Las minorías escandinavas en los goroda acaban por eslavizarse. Serán
identificados ya no como varegos o escandinavos por parte de los eslavos, sino
como rus (>rusos, Rusia). Darán lugar al principado de Kiev. Los rusos llegarán
a incorporarse a la Iglesia ortodoxa, esto es, a la Cristiandad griega.
d) Los principados territoriales: los nuevos poderes efectivos.
Consecuencia de la crisis política carolingia y de las segundas
invasiones es la aparición de los principados territoriales, signo de la
fragmentación política. A finales del siglo IX y comienzos del siglo X comienza
un nuevo período político en el que el protagonismo lo tienen nuevos poderes,
los de los reinos pequeños (Lorena, Alta Borgoña, Baja Borgoña, etc.) y los
principados territoriales (ducados, principados, etc.), dominios que se
conforman todavía por debajo de la escala de estos pequeños reinos.
Un principado territorial es un pequeño territorio bajo mando de un
miembro de la aristocracia, que muchas veces toma el título de duque, y que
controla varios condados, cuyos dirigentes (gobernantes o propietarios:
condes, aristocracias locales, etc.) le rinden homenaje, y a su vez él se
reconoce vasallo de un rey. En la Francia Occidental se organizan así varias
zonas, como Normandía, Aquitania, etc. En la Francia Media, la antigua
Lotaringia, el reino de Lorena se divide en los ducados de la Alta Lorena y la
Baja Lorena. En Italia aparecen principados territoriales nuevos, como Friul,
Brea, Toscana y ciudades importantes desde las que se controla un territorio
circundante o vecino, como Parma, Módena, Plasencia (Piacenza), Bérgamo,
etc. En Alemania, la Francia Oriental, ya había unos sólidos ducados étnicos:
Sajonia, Turingia, Baviera, Franconia y Suabia o Alamania.
En todos los reinos las relaciones que vinculan a los príncipes
territoriales con los reyes son relaciones feudovasalláticas que se
contractualizan. En la segunda mitad del siglo X las relaciones
feudovasalláticas dominan el orden político. Estamos ya en pleno feudalismo,
en el orden político feudal. Estos señores aplican su poder en sus dominios,
viéndose afectados los campesinos. En los planos económico y social, el
feudalismo estaba, por lo tanto, también consolidado.

2. La renovación imperial en Alemania y la ampliación del espacio en la


Europa central.
a) El reino de Alemania y el título imperial.
Para la Francia Oriental, en adelante Alemania, el último rey carolingio
reinó hasta el 911, cuando se eligió rey a Conrado, duque de Franconia. A
partir de entonces, la monarquía de Alemania sería electiva. Conrado I intentó
apoyarse en los obispados, en la Iglesia, para controlar a los duques, algo que
sería característico del reino alemán. Cuando muere Conrado, se produce una
nueva elección. El propio Conrado había sugerido que fuese elegido el duque

59
más fuerte de Alemania, el de Sajonia, Enrique I, que efectivamente es elegido
y reina entre el 918 y el 936.
-Los reyes sajones. La Alemania de los Otones.
A partir de Enrique I, los sucesores al trono serán sus descendientes
directos, de la Casa de Sajonia: Otón I, Otón II y Otón III, por lo que se habla
de la Alemania Otónida. Las relaciones con el resto de los duques son de tipo
feudovasallático.

- La idea imperial.
Otón I, que reina entre el 936 y el 973, protagoniza la segunda
restauración imperial en Occidente, en el año 962, inaugurando el Sacro
Imperio Romano Germánico. Es coronado rey de Alemania en Aquisgrán, que
estaba en la antigua Lotaringia; es ungido y se impone a los ducados,
intentando evitar que se convirtieran en principados territoriales. En su
estrategia, aplica lo que se conoce como el sistema otoniano-salio, que
consiste en que las iglesias episcopales del reino sean una especie de iglesia
propia del rey, para reafirmar su poder. El rey, que nombra a obispos fieles,
consigue así entablar una alianza con el alto clero. Este sistema otoniano de la
primera mitad del siglo X no suscita ninguna queja por parte de los papas, pero
en el contexto de la reforma gregoriana del siglo XI y a comienzos del XII dará
lugar a la Querella de las Investiduras.
En el reinado de Otón I se da comienzo a la colonización hacia el Este,
una labor de colonización y evangelización que era también la imposición de la
autoridad del rey de Alemania sobre los pueblos eslavos que estaban entre el
Elba y el Óder. Se fundan las primeras sedes episcopales con una primera
provincia eclesiástica metropolitana en Magdeburgo, en el 968. A Otón I se le
debe también la derrota de los húngaros o magiares en la batalla del río Lech
(o batalla de Lechfeld) en el 955, poniendo fin a las expediciones de saqueo de
los húngaros. Esta victoria, por la trascendencia que tiene, le da a Otón I la talla
de un gran gobernante, convirtiéndose en la figura política más importante de la
Europa del momento. Sólo le falta gobernar Italia para poder ser emperador. Se
da, pues, comienzo a las relaciones de los reyes de Alemania con Italia, hasta
el punto de que efectivamente Otón I llegará a ser proclamado rey de Italia, por
primera vez en el 950, sin consecuencias, y por segunda vez en el 961, esta
vez con consecuencias: el papa Juan XII lo corona emperador en Roma.
Otón I recupera y restaura una constitución del año 824, de Luis el
Piadoso, por la cual el obispo de Roma, antes de ser consagrado, debería jurar
fidelidad al emperador. Se trataba de un sistema de control de la Iglesia por
parte del Imperio. Los emperadores, que nombraban a los obispos (investidura
laica), normalmente procuraban nombrar personas capaces para esos cargos y
más para el Papado. Desde el 962, en que se restablece el Imperio en
Occidente, los reyes de Alemania intervendrán en ocasiones en la elección de
los papas. En otros momentos, la figura pontificia está en manos de familias
aristocráticas romanas, que a veces promueven personas indignas del cargo.
Se habla, por tanto, del Siglo de Hierro del Pontificado para el siglo X.
A Otón I lo sucede Otón II (973-983), que tiene que hacer frente a una
sublevación general de los eslavos al este del Elba, perdiendo los territorios
que había conseguido someter su padre. A Otón II lo sucede su hijo de tres

60
años, Otón III, con una regencia primero de siete años y luego con un gobierno
efectivo entre el 996 y el 1002. Otón III se identifica más que nadie con la figura
imperial romana. Establece la sede imperial en Roma, elige papa a su
preceptor, Gerberto de Aurillac, un auténtico intelectual que elige el significativo
nombre de Silvestre II para el Papado, pues Silvestre I había sido el papa
contemporáneo de Constantino el Grande. Estamos ya a la altura del año 1000,
fin del período. Es también el momento en el que la asamblea de Islandia
decide adoptar el cristianismo, y el momento en que se ha ampliado el espacio
europeo. Otón III es emperador de Germania, de Italia, de la Galia y de
Eslovenia, Bohemia, Polonia, etc., poblaciones eslavas que se han incorporado
a la Cristiandad latina. Es un Imperio cristiano pero por encima de la autoridad
papal, antecedente del enfrentamiento entre Papado e Imperio que se
producirá en el período siguiente, sobre todo entre Gregorio VII y Enrique IV.
b) Eslavos y húngaros en la Europa central.
La ampliación del espacio europeo en la Europa central se produce con
la incorporación de eslavos y húngaros a la Cristiandad latina. Los eslavos se
dividen entre los meridionales y orientales (serbios, búlgaros y rusos), que caen
en la órbita de Bizancio y la Iglesia ortodoxa; y los que caen en la órbita de
Occidente mediante su incorporación a la Cristiandad latina, que son los de
Croacia, Eslovaquia y Moravia.
Moravia había sido objeto de la actividad misionera de las sedes
episcopales de Baviera, pero a mediados del siglo IX los moravos se alejaron
de Occidente latino y se decantaron hacia la Iglesia ortodoxa, pidiendo al
patriarca de Constantinopla que enviara misioneros allí. Éstos fueron Cirilo y
Metodio, que prosiguieron en la evangelización, crearon un alfabeto, el
glagolítico o cirílico, apto para transcribir la lengua eslava, que en consecuencia
pasó a ser apta para la liturgia. Pero la experiencia de lo que se dio en llamar la
Gran Moravia fracasó por los ataques de los húngaros. Los avances cursados
hicieron, no obstante, que se incorporasen estas poblaciones a la Iglesia
ortodoxa.
Los eslavos occidentales, tribus de Bohemia (checos, etc.) y polacos, del
ducado de Polonia, se incorporaron a la Cristiandad latina, que se extendió en
consecuencia hasta el Vístula. Bohemia fue incardinada en el reino de
Alemania como ducado, y Polonia se mantuvo como ducado independiente
cuya Iglesia estaba directamente bajo la autoridad del papa. También se
produjo la incorporación de los húngaros, que habían sustituido a los hunos y a
los ávaros y se habían asentado, organizándose en una monarquía. Su rey,
Esteban, se bautiza en torno al año 1000 y se somete a la Iglesia de Roma.
3. La Francia feudal.
a) Los últimos carolingios y los primeros capetos.
La Francia Occidental del siglo X es por antonomasia la Francia feudal.
El último rey carolingio es depuesto y es entronizado el primer representante de
una nueva dinastía, Eudes, de la Casa de los Capetos. Hay una alternancia de
carolingios y capetos hasta Lotario, último monarca carolingio que muere en el
986. A partir de ahí, gobiernan los capetos.
b) El triunfo del feudalismo y la fragmentación del poder político.
El feudalismo se ha consolidado, se ha fragmentado el poder político de
manera absoluta entre los años 950 y 1050. Los principados territoriales se han
fraccionado en células más pequeñas, jurídico-políticas, llamadas castellanías,
y que estaban bajo el poder de los señores de los castillos. Lo que permite

61
hablar todavía de un reino de Francia son los vínculos feudovasalláticos que
ligan a todos los guerreros. El contrato feudovasallático es una relación de
fidelidad que se retribuye con la entrega de un feudo, con el que va implícita la
capacidad de ejercer el poder sobre el mismo. Este orden feudal se despliega
rodeado de una gran violencia, con conflictos entre los señores, lo que hace
que surjan instituciones para paliar esta violencia: la paz de Dios y la tregua de
Dios, por las cuales se establecían una serie de días de la semana y períodos
del año en que no se podía combatir.
A escala local, en áreas regionales concretas, son las comunidades
afectadas por la violencia las que se movilizan para atenuarla. Se va
estableciendo la idea de que los guerreros, todos aquellos que participan en la
actividad militar, constituyen una sociedad política que ejerce el poder, y en
paralelo, se produce el encuadramiento de los campesinos.
En las relaciones señor-vasallo hay dos elementos: el personal, que es
el homenaje, la inmixtio manum o investidura; y el elemento material o real, que
es el feudo que se entrega por parte del señor al vasallo. El potencial vasallo
buscará un señor que le ofrezca un feudo que le interese.
Cuando los reyes intenten reconstruir su poder, su estructura
monárquica, se encontrarán con el problema de las tendencias al
mantenimiento del orden feudal. La Francia Occidental está plenamente
feudalizada, y este modelo se va a extender a otras zonas de Occidente, como
Alemania, donde los condes establecerán vínculos feudovasalláticos con los
duques y demás, algo que dificultará la unificación hasta el siglo XIX.
4. Los núcleos hispano-cristianos en la Europa del Sur en el siglo X.
5. Los países escandinavos e Inglaterra: la ampliación del espacio en la
Europa del norte.
a) La incorporación de los países escandinavos a la Cristiandad Latina.
En los países escandinavos acaban cristalizando jefaturas o principados
que se constituyen en monarquías cristianas, poderes centralizados. Tal es el
caso de Noruega, con su rey Olaf, “rey perpetuo de Noruega”, un vikingo que
había sido bautizado por el obispo de Ruan en una de las incursiones, hacia el
año 1000. En Suecia el proceso es más tardío, pero semejante. En Dinamarca,
la creación de una monarquía danesa se complica por la relación con Inglaterra
y esa especie de hegemonía danesa que se había creado en el mar del Norte.
b) La Inglaterra anglosajona y el dominio danés.
En Inglaterra, desde el año 980 vuelve a haber incursiones escandinavas,
desde la Dinamarca cristiana, y los daneses volverán a conquistar otra vez toda
Inglaterra, tras derrotar en el 1030 al rey anglosajón. Durante un breve tiempo,
Inglaterra y Dinamarca serán reinos de una misma persona, el rey Canuto el Grande
(1015/1016-1035), que controla una especie de imperio anglo-danés y que a su vez es
rey de Noruega y de parte de Suecia un breve tiempo. El proceso estuvo muy marcado
por el modelo del reino otoniano del siglo X.
Para hacer frente a esta amenaza danesa, el penúltimo rey anglosajón contrae
matrimonio con la hija del duque de Normandía. Cuando, hundido este imperio anglo-
danés, el último rey anglosajón, Enrique el Confesor, muere sin descendencia, va a
reclamar la corona Guillermo, duque de Normandía, nieto del penúltimo rey. Guillermo
el Conquistador consigue conquistar Inglaterra y convertirse en rey, instaurando la
dinastía normanda. Pero es rey de Inglaterra y duque de Normandía, vasallo del rey de
Francia, lo que a la larga será fuente de conflicto entre los dos reinos.

62
*****
El reino de Borgoña o de Provenza acabará siendo parte del Sacro Imperio
Romano Germánico desde el 1030 aproximadamente. Quienquiera que sea elegido rey
de Alemania será rey de Italia y rey de Borgoña. A partir del año 1000, la figura de
mayor relevancia política es el emperador, que ocupa el espacio central de Europa.

TEMA 8. EL PRIMER CRECIMIENTO EUROPEO.


A medida que va avanzando la Edad Media, hay más fuentes para reconstruir
la historia. Para este período no son suficientes ni las escritas ni las arqueológicas,
pero hay consenso sobre, primero, que a la altura del año 1000 se ha desarticulado el
esclavismo, y, segundo, que se ha producido un encuadramiento social del
campesinado por parte de los señores, lo que acaba con la relativa libertad que había
disfrutado el campesino.
1. La generalización de la pequeña explotación de tamaño familiar.

-Cuatro modelos en las relaciones de producción.

Hay cuatro modelos en las relaciones de producción, cuatro posibilidades de


explotación del campo. Los dos primeros tienden a desaparecer, y los dos segundos
se afianzan. Éstos son:
a) el esclavista, desde época tardorromana;
b) la comunidad de valle en los montes de Europa, que era una explotación
más ganadera que agrícola, en la que había cierta libertad;
c) los campesinos alodiales, libres, de plena propiedad (pequeñas
propiedades); y
d) la villa carolingia, la gran explotación clásica.

-La villa carolingia.

La villa carolingia, o gran dominio, o dominio clásico, surge como consecuencia


de la organización administrativa y territorial del Imperio carolingio, momento en que
además renace el interés por documentar las propiedades con una descripción
minuciosa, precisa. Las fuentes de conocimiento de este tipo de explotación agraria
son los polípticos, que eran inventarios llevados a cabo por instituciones que tiene
diversas villas y reúnen información relativa a cada una de ellas en un códice (el más
famoso es el políptico del monasterio de Saint Germain, del siglo IX); y las capitulares
carolingias dando instrucciones a los intendentes sobre cómo gestionar los grandes
dominios regios. No se ha podido constatar nunca que estas villae o villas que
estaban en funcionamiento en pleno siglo X (920-950) procediesen de un viejo
latifundio romano.

La villa carolingia se divide en dos partes: la reserva, para disfrute del dueño o
propietario, y los mansos, pequeñas explotaciones o tenencias campesinas de
tamaño familiar.

La reserva la explota directamente el señor que reside en la propia villa, con


trabajo de los esclavos o siervos que residen en las dependencias centrales de la villa
(cabecera), donde reside también el administrador, que cuenta además con el
concurso del trabajo de las familias campesinas que explotan los mansos, y que están
obligadas a estas prestaciones (corveas). Unas parcelas se dedican al cereal, otras a
viñas, otras a huertos, etc.

63
Los que residen en la cabecera tienen obligación de trabajar en la reserva a
cambio de su manutención. En cambio, las familias campesinas que viven en los
mansos sólo dedican una parte de su tiempo a la reserva, lo cual está indicado en los
polípticos, que hablan de operas, vernas, corveas, de por ejemplo dos o tres días a la
semana, en los que alguien del manso tenía que ir a trabajar a la reserva. Los
polípticos dan cuenta también de nombres, número de hijos de las familias y otros
detalles sobre los explotadores del manso, su condición jurídica (siervos o libres) y las
cargas a que estaba sometido (censos, gastos militares, luctuosas, etc.).

Independientemente de la condición jurídica del marido o de la mujer, los


mansos tenían también una condición jurídica determinada: había los mansos
ingenuos, libres, con cargas más ligeras, y los mansos serviles, con cargas más
pesadas.

Ésta es la imagen ideal, pero seguramente habría especificidades,


particularidades en las diferentes villas y zonas de la Francia Occidental. Un aspecto
que se puede salir de este esquema es que, por ejemplo, si el señor decide que
resulta más rentable explotar la villa sólo de manera indirecta, suprimiría la reserva y
aumentaría el número de mansos. Otro supuesto, en caso de un excesivo crecimiento
demográfico y por ende de la presión demográfica sobre el territorio, se podrían dar
casos de mansos donde trabajasen y viviesen dos familias distintas.

-La extinción de la esclavitud.

La extinción de la esclavitud se produce por: la generalización de la pequeña


propiedad (manso) de explotación familiar y el cristianismo (que favorece la
manumisión). Además cristaliza la pequeña parroquia de tipo moderno, paralelamente
al encuadramiento del campesinado. Si antes en una diócesis había treinta parroquias
antiguas, ahora habrá mil parroquias modernas. Este modelo de pequeña parroquia
rural contribuye a afianzar el modelo de explotación familiar conyugal. Todos los
miembros de la comunidad campesina, libres y siervos, se verán encuadrados en la
parroquia como unidad o célula territorial y de vida básica.

A la altura del año 1000, la palabra servus o (res) mancipium, que en latín
clásico significaba esclavo, sin derechos, ahora cambia ligeramente su significado.
Los siervos medievales ya tienen más derechos que los esclavos. La palabra se ha
ampliado semánticamente, pues tienen derecho a la prole y a la explotación y venta
del manso, entre otras cosas. En la Alemania del siglo XI (o XII?) hay los siervos
llamados ministeriales, que realizan labores de representación de su señor, como una
especie de embajadores. También los siervos realizan funciones artesanales (como la
de panadero o la de molinero) e incluso administrativas. A la altura del año 1000 se
han borrado las diferencias jurídicas entre los siervos y los libres: todos residen en
explotaciones de tamaño familiar, los mansos.

-El motor del crecimiento: ¿la villa carolingia o el pequeño propietario libre?

Constatado el gran crecimiento agrario de la época, la historiografía se divide a


la hora de atribuir las causas del mismo. Para unos, el responsable del crecimiento es
la villa carolingia, en la cual el señor, con una iniciativa casi empresarial, toma
decisiones encaminadas a favorecer la mejora de la producción, como por ejemplo la
construcción de molinos hidráulicos, la aplicación de innovaciones tecnológicas, la
modificación del número de corveas de los campesinos, etc. Por otro lado, para Pierre
Bonnassie y otros, que estudian el ducado de Borgoña en la Francia Occidental, el
principal motor del crecimiento europeo son los campesinos libres, no encuadrados
en la villa, y que pueden gozar de cierta libertad en las fronteras de la Cristiandad,
poniendo en explotación nuevas tierras (roturaciones).
Son familias libres, conyugales, y propietarias de la tierra. En cualquier caso,
sea la villa, sean los pequeños propietarios libres, siempre el responsable de este

64
crecimiento va a ser la explotación llevada a cabo por la familia conyugal.

2. La concentración de la población rural en pequeñas entidades estables y


autosuficientes.

-Asentamientos provisionales de grupos itinerantes.


-Movimientos en altura en ambos sentidos.
-Incremento del número de núcleos de poblamiento concentrado y fijo y de su
volumen
de población.

3. El primer crecimiento demográfico y agrario.


-El crecimiento demográfico.

En Galicia hay hoy alrededor de 40.000 entidades de población rural,


exceptuando los núcleos urbanos, organizadas en 4.000 parroquias.

El poblamiento se produjo en algún momento de la historia. Pues bien, muchas


de estas parroquias y muchas de las entidades de población rural se han constituido
en esta época de alrededor del año 1000. Antes de llegar a este poblamiento, ha
habido asentamientos provisionales de campesinos itinerantes en cabañas de madera
(hábitat de madera).

Se producen movimientos de población en altura en ambos sentidos: de cimas


de montañas o laderas de los valles a los fondos de los valles, con mejores tierras
para el cultivo, y de los fondos de los valles hacia las alturas (hábitat troglodítico)
sobre todo en momentos de amenazas o peligros, como estrategia de defensa o
protección.

Se produce un incremento numérico de los núcleos de población estables, y un


aumento también de la población. Del 800 al 1000 se constata una reducción
constante del número de grandes hambrunas. En la primera mitad del siglo IX se
registran 8 hambrunas, en la segunda mitad de la misma centuria, la cifra se reduce a
la mitad, con 4 hambrunas. En la primera mitad del siglo X hay entre 3 y 2
hambrunas, y en la segunda mitad del mismo siglo no se constata ninguna. Las
hambrunas volverán a aparecer en el siglo XI, cuando los señores consigan controlar,
someter totalmente a sus campesinos, como aspecto de la total feudalización.

Gracias a la información que dan los polípticos, se constata el crecimiento


demográfico y hay constancia de nuevas roturaciones. Se ponen más tierras a cultivar
y hay también más mano de obra disponible.

-Innovaciones tecnológicas en el sector primario: arado de vertedera, yugo


frontal,collera rígida, herradura, uso del hierro.

El crecimiento agrario ha sido posible gracias a innovaciones tecnológicas


aplicadas al cultivo de la tierra. Frente al arado romano, aparece, a principios del siglo
VIII, el arado de vertedera, metálico, con ruedas, y que penetra más profundamente
en las tierras bajas (de valles). Requiere también una mayor fuerza de tiro, y para
conseguirla aparece el yugo frontal en la pareja de bueyes, apoyado en los cuernos,
no en los cuellos. Aparece la collera rígida en los caballos, la herradura, y, en áreas
donde hay posibilidad de utilizar hierro, se emplea para la fabricación de los aperos
de labranza, del instrumental agrícola.
-Incremento de los rendimientos.

Todo redunda en unos mayores rendimientos de la producción agrícola,


medida en producción por unidad de superficie, que es de 17x1 en zonas roturadas
mediante quemado del bosque.

65
-La producción agraria.

La producción agraria aumenta desde la segunda mitad del siglo IX, pero los
rendimientos bajarán otra vez en el siglo XI con el encuadramiento de los campesinos
por los señores, más interesados en obtener otro tipo de rentas.

-Diversificación de la dieta alimenticia.

La dieta se diversifica. La vid penetra más al norte y la cerveza se difunde


también hacia el sur. Hay una mezcla de tradiciones alimenticias (mediterránea y
germánica) en el Imperio de Carlomagno. El campesino de los siglos IX y X ha
estado, por lo general, mejor alimentado que el del siglo XI.

4. Los intercambios a corta y a larga distancia.

Todo lo que no se consume, esto es, el excedente, es susceptible de ser objeto


de intercambio.

-El destino de los excedentes en las aldeas y en las villae.

En las aldeas, los excedentes se han empleado en aumentar el número de


componentes de las familias, en enriquecer la dieta y en aumentar el tamaño de las
aldeas.

-Circulación de productos entre dominios diferentes.

En las villas, los excedentes puede que se deban a una complementariedad de


la producción de las diferentes villae, y se procede bien a su almacenaje en silos, bien
a los intercambios entre villas más o menos distantes. Hay una circulación de
productos entre dominios diferentes. El transporte, escasamente desarrollado, hace
que en muchos casos el intercambio no compense. También en el seno de las villas
puede que los excedentes sean consumidos por quienes no los producen.

-Mercados y ferias con la ciudad en la penumbra.

Se esboza también la posibilidad de comercialización de los excedentes en los


mercados, que se celebraban uno o dos días de la semana, y las ferias, que tenían
una duración más larga, de entre ocho o quince días, más o menos. Como ejemplos
tenemos la feria de Saint Denis, documentada en época merovingia, que renace en
los siglos IX y X. También la feria de Verdún, la de Pavía o la de Chalon-sur-Marne.
Los mercados rurales y las ferias se celebraban en lugares destacados. Los
campesinos que viviesen cerca podían beneficiarse de estos eventos comerciales
participando con la venta de los excedentes de sus explotaciones familiares,
obteniendo dinero. Las ciudades permanecían en la penumbra, carentes de
protagonismo, que no lo recuperarán hasta el siglo XII.
-Los itinerarios de largo recorrido y las áreas regionales.

Al norte de la Península Ibérica, en la frontera con el Islam, el Camino de


Santiago es la arteria que comunica todo el mundo peninsular con el mundo
carolingio, por lo que se lo llama también Vía Francígena. Se articula no antes del
1030-1040, y cuando aparece es el primer camino público del reino de León. Los
reyes garantizaban la circulación, no sólo de los peregrinos sino también de las
mercancías. Surgieron en esta época itinerarios de largo recorrido entre áreas
regionales complementarias.

-El Atlántico norte.

66
El Atlántico Norte es escenario de piratería e intercambios, desde el mar
Báltico hasta el norte de la Península Ibérica.

-La Península Ibérica.

Hay relaciones entre Al-Ándalus y la Cristiandad latina, con citas comerciales


importantes como el mercado de Córdoba.

-De Italia al Mar del Norte.

De Italia al Mar del Norte, en el ámbito continental, empieza a constituirse el


que será el eje principal de intercambios de los siglos XII, XIII y XIV. Venecia empieza
a despuntar económicamente, y también los puertos del valle del Escalda, del Mosa y
del Rin. Pasando por Maguncia, une los dos polos comerciales principales de los
siglos venideros: Flandes e Italia. Este eje se arruinará en el siglo XIII cuando se
reanude el comercio del Atlántico con el Mediterráneo tras la reconquista de Sevilla.

-El ámbito oriental.

En el ámbito oriental hay un protagonismo escandinavo, de noruegos y


varegos, que ponen en contacto el Oriente islámico con el Báltico por el continente.

-El mar Mediterráneo.

El Mediterráneo está bajo control islámico, pero ciudades italianas con puertos
importantes comienzan su actividad, controlando la piratería musulmana y llegando a
competir con la flota bizantina. Es el caso de Venecia, Amalfi, Nápoles o Génova.

TEMA
ALTA EDAD
9. CONSOLIDACIÓN
MEDIA. ECLESIÁSTICA Y VIDA RELIGIOSA EN LA

La Iglesia no es un ente aislado, tiene sus raíces en la propia sociedad, y la


evolución política de Occidente condiciona su vida y desarrollo. Se diferencian dos
fases: la primera, la Iglesia en el seno del orden carolingio (740-888); la segunda, la
Iglesia y su relación con los nuevos poderes, la Iglesia en el orden feudal (888-1000).

1. La Iglesia en el seno del orden carolingio (ca. 740-888).

Desde la muerte de Carlos Martel en el 740 hasta las renovaciones dinásticas


del 888.

El ascenso y consolidación de los carolingios se llevó a cabo con muchas


iniciativas que afectaban a la Iglesia y al Pontificado. Desde tiempos de Pipino el
Breve, los reyes son ungidos y asumen el papel de defensores de Roma. Se produce
la restauración imperial, y más tarde los papas serán jefes de estado, con la aparición
de los Estados Pontificios.

a) Las reformas eclesiásticas.

67
Las reformas eclesiásticas promovidas por los carolingios y por la influencia de
Bonifacio, se llevaron a cabo con la celebración de sínodos y concilios con la finalidad
de regular los problemas derivados de la gran desamortización eclesiástica de Carlos
Martel. Cuando muere Bonifacio, el inspirador de las reformas va a ser el obispo de
Metz, Crodegando, que elabora una norma de vida en común de los presbíteros, la
regla de Crodegando, con la pretensión de que se implantase en todo el Imperio
carolingio.

b) El cesaropapismo imperial y sus consecuencias.

Con Carlomagno continúa la dirección de la Iglesia por parte del rey o del
emperador, lo que se llama el cesaropapismo imperial. El emperador se considera
protector de la Iglesia en su reino y del Papado. La Iglesia es una de las partes en
que se apoya para el gobierno de su Imperio. Se celebran concilios para debatir
temas diversos, como la querella del adopcionismo, la cuestión iconoclasta o la
cuestión del filioque del Símbolo de Nicea (la Iglesia occidental añadió que el Espíritu
Santo procedía también del Hijo, filoque). Como consecuencia de esta doctrina
cesaropapista, Carlomagno reorganiza las provincias eclesiásticas, nombra los altos
cargos del clero y se considera último titular y propietario de las tierras de la Iglesia.
Ni el alto clero ni el Papado levantaron la voz sobre estas atribuciones que se daba
Carlomagno a sí mismo.

c) La expansión regulada de las iglesias propias.

Con Carlomagno y Luis el Piadoso se regula el número de iglesias propias y su


expansión. Reconocen el derecho de sus propietarios de venderlas, reconocen a los
obispos el derecho a confirmar a los clérigos nombrados por el propietario o patrono,
y se obliga a que se dé a los clérigos una casa y tierras para subsistir, i.e. un
beneficio.

d) La organización eclesiástica en Alemania.

En Sajonia hay ocho sedes episcopales que se hacen depender de sedes


metropolitanas que están en territorio franco: Colonia y Maguncia.
Se multiplica el número de iglesias rurales hasta 2.500, y se intensifica el
tráfico de reliquias del sur al norte. La Alemania otónida del siglo X hereda estas
estructuras.

e) Benito de Aniano y la implantación del benedictinismo.

Bajo los auspicios de Luis el Piadoso, se promueve la orden benedictina como


orden monástica única. El objetivo era que en los aproximadamente seiscientos
monasterios del Imperio carolingio hubiese una única norma de vida: la regla
benedictina, de Benito de Nursia, según la interpretación de Benito de Aniano, de
origen hispano-visigodo. Hay un intento de unificación monástica.

f) El destino de las misiones evangelizadoras.

Se producen desde Baviera hacia los ávaros y los eslavos occidentales y hacia
los escandinavos.

2. El Pontificado y la primera ruptura con la Iglesia griega.

Hay un distanciamiento con la Iglesia griega, con la excomunión recíproca del


patriarca Focio y del papa Nicolás I. Una segunda ruptura se producirá en el 1054 con
Miguel IX y el patriarca de Constantinopla.

a) Los Estados de la Iglesia.

68
Tras el momento de ocupación lombarda y bizantina, los papas consiguen que
se les reconozca la propiedad de Rávena y otros territorios, de manera que el papa ya
se perfilaba como señor temporal de territorios que estaban dentro del Imperio
carolingio. El Papado quedó vinculado a las aristocracias rurales que acabaron
controlando el principado territorial que se constituiría como los Estados Pontificios o
Estados Papales.

b) La supremacía jurisdiccional del papado bajo Nicolás I (858-867).

Para los carolingios, el papa estaba bajo la autoridad del emperador. Por una
capitular de Luis el Piadoso se dice que el papa electo, antes de ejercer su
pontificado, tiene que jurar fidelidad al emperador. Por su parte, los papas, en la idea
de la Falsa Donación de Constantino, dicen que ellos están por encima de la
autoridad imperial, en tanto que son ellos quienes conceden tal dignidad. En el
pontificado de Nicolás I, entre el 858 y el 867, se refuerza la doctrina de la
supremacía jurisdiccional del papado.

c) La occidentalización y el alejamiento de Bizancio.

Los papas dejan de ser súbditos del emperador de Constantinopla y pasan a


formar parte del Imperio de Occidente, en el que gozan de mayor libertad y
preeminencia.

d) Las tensiones de mediados del siglo IX con el patriarca Focio y sus motivos.

En el seno de la querella iconoclasta, en Bizancio deponen al patriarca legítimo


y elevan a Focio, que excomulga al papa Nicolás I, quien le responde de la misma
manera. Con el siguiente papa se retomarán las relaciones.

3. La Iglesia y los nuevos poderes tras la ruina de la construcción carolingia


(888-1050).

a) La Iglesia en “manos de los laicos”.

O mejor, en manos de los feudales. La imposición de los pequeños poderes


territoriales hace imposible la unidad de funcionamiento de la Iglesia.

b)
funcionamiento.
La parroquia rural y las iglesias propias: régimen mixto de administración y
-El templo, el responsable pastoral, el patrimonio y las rentas.
-Iglesias parroquiales como iglesias propias.
-Dependencia personal, beneficio, nicolaísmo y simonía.

El administrador de la iglesia parroquial, que cuenta con baptisterio, es el


presbítero que ejerce la cura de almas, dispone de vivienda y de tierras y percibe los
diezmos, obligatorios, y que están en relación con la cristalización de unos límites
parroquiales estables y fijos, uno de los aspectos del encuadramiento de los
campesinos. Las iglesias parroquiales pasan a concebirse a la manera de iglesias
propias, que dependen personalmente de un señor. Se dan irregularidades como el
nicolaísmo, que es la vida marital de los clérigos de órdenes mayores, esto es, la no
observancia del celibato, y que tiene como consecuencia que el hijo del cura aspirará
a suceder a su padre en ese puesto. También se da la simonía, que es la compra-
venta de cargos eclesiásticos. Un ejemplo es el de los reyes capetos del siglo XI, que
entregaban las sedes episcopales al candidato que más ofrecía.

c) El despuntar de la reforma en el ámbito monástico.


-La abadía de Cluny.
-Otras iniciativas reformadoras en el benedictinismo en Franc

69
Alemania, Normandía, Italia e Inglaterra.

La reforma que quiere sacar a la Iglesia de esta feudalización máxima será la


iniciativa del Papado en el siglo XI, la reforma gregoriana que se inicia hacia el 1049-
1050 y que logrará establecer una teocracia imperial hasta el siglo XIV. Pero hay un
precedente, un despunte de esta reforma en el siglo X, desde el ámbito monástico, en
la abadía de Cluny y en otras: la reforma cluniacense. La abadía de Cluny está exenta
de las injerencias religiosas feudales, pues está sometida directamente al Papado.
Otras iniciativas reformadoras similares en la línea del benedictinismo se dan en
Francia, Alemania, Normandía, Italia e Inglaterra. Se formará una constelación de
monasterios filiales de Cluny, cuyo abad, con gran poder dentro de la Cristiandad
latina, está a la cabeza.

**************************************
Finaliza la asignatura.

4. Teoría y práctica religiosa en los siglos altomedievales.


a) La discrepancia entre principios y prácticas: pervivencia de prácticas
paganas.
b) La instrucción religiosa y los sermones.
c) El perfeccionamiento de la teoría sacramental.
d) El derecho eclesiástico: las Falsas Decretales.

70

S-ar putea să vă placă și