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SEMINARIO TEOLÓGICO CENTROAMERICANO

RESEÑA DE LECTURAS

Trabajo
Presentado en cumplimiento parcial de los requisitos de la materia
Uso del AT en el NT

Ángel Valeriano Noa

13 de agosto de 2018
RESEÑA DE LECTURAS

Intertextualidad y estudios bíblicos: una revisión (Moyise)

El autor señala a Julia Kristeva, quien fue la primera en introducir el término

“intertextualidad” en la discusión literaria en 1969. La intertextualidad sugiere que el

significado de un texto no es fijo, sino abierto a revisión a medida que aparecen nuevos

textos y lo reposiciona. El término fue llevado a la atención de los eruditos bíblicos por

dos libros publicados en 1989. El primero fue una colección de ensayos titulada

“Intertextualidad en los escritos bíblicos”, y el segundo fue “Ecos de la Escritura en las

Cartas de Pablo”, de Richard Hays.

El autor menciona cinco tipos de intertextualidad que se están usando en la

actualidad: 1) Eco intertextual (establece un enlace que invita tanto las diferencias como

las similares), 2) Intertextualidad narrativa (muestra la importancia de las historias que

dan forma a nuestra manera de pensar y a expresarnos), 3) Intertextualidad exegética (hay

pasajes del AT que están bajo la superficie), 4) Intertextualidad dialógica (abre un

espacio para ver la cooperación continua de estos textos circundantes en la producción de

significados), y 5) Intertextualidad posmoderna (un escritor no teje una red de

significados que el lector simplemente tiene que seguir). El autor, concluye mencionado

la fecundidad y los inconvenientes de la intertextualidad.

Intertextualidad y enfoques históricos del uso de las Escrituras en el NT


(Moyise)

En este artículo el autor Moyise (seguido del anterior), pretende demostrar que

unido el enfoque histórico (persigue la intención original del autor) y la intertextualidad

(localiza el surgimiento en una matriz infinita de influencias posibles), cumplen un papel


importante en dilucidar el significado del texto. La intertextualidad es una dinámica de

textos, que los nuevos textos asignan nuevos significados a los textos antiguos.

Intertextualidad y el estudio del AT en el NT (Moyise)

Lo positivo de la intertextualidad es que revela la potencialidad del texto, pero

también ha habido muchos que han criticado diciendo que no es útil y que es mejor

descartarlo de la discusión académica.

Para corroborar los tipos de la intertextualidad, el autor presenta algunos ejemplos

en las Escrituras. Para ¿cita, alusión o eco? usa Romanos 8:20 y Eclesiastés. La

implicación de esto parece, aunque Pablo no alude conscientemente a Eclesiastés, que ha

elegido una palabra que es totalmente apropiada, dado su uso particular en ese libro. En

términos de una teoría del eco, podríamos decir que Eclesiastés es la cueva de la

significación resonante. El lector no está específicamente dirigido al libro de Eclesiastés,

pero la prosa inquietante de ese libro acompaña una lectura de Romanos 8 como sombra

de la voz.

Otro ejemplo que se usa para explicar la intertextualidad dialógica es Apocalipsis

5:5-6 y Génesis 49:9/Isaías 11:1, 10. El autor dice que Juan no quiere que sus

lectores simplemente reemplacen un conjunto de imágenes con otro. Más bien, él desea

alentar una interpretación mutua. La intertextualidad dialógica sugiere que no solo el

poderoso León es reinterpretado por la imagen del Cordero inmolado, sino también que la

imagen de Cristo como un Cordero degollado también se somete a una reinterpretación al

yuxtaponerse con el León.

El pasaje de Juan 4:16-20 ilustra la intertextualidad posmoderna. El autor presenta

dos maneras de lectura de diferentes ideologías del mismo pasaje, una lectura tradicional
(la mujer es presentada como una malvada) y la otra lectura moderna (la mujer es mucho

más astuta que Nicodemo). La intertextualidad posmoderna, sugiere que un escritor no

teje una red de significados que el lector simplemente tiene que seguir, sino que los

presenta al lector como un texto. El lector reacciona a la oferta y entra en un diálogo con

las posibilidades que el texto tiene para ofrecer. Nunca hay una sola forma de configurar

la interacción entre el texto y los subtextos. La tarea del intérprete es, sin duda, lidiar con

un texto hasta que se revele su significado o, de manera más realista, acercarse lo más

posible a ese significado.

El conocer los tipos de intertextualidad en las Escrituras es una gran luz para

interpretar el texto. La intertextualidad nos abre un conocimiento más amplio para

entender el significado más real de las Escrituras. La intertextualidad revela que los

autores y los lectores del NT conocían muy profundamente el AT, el NT está juntamente

entretejido con el AT. Y esto (conocer las Escrituras) es un desafío imprescindible para el

estudiante de la Biblia.

La debilidad más expreso que observo de la intertextualidad, es en las dos últimas

de los cinco tipos, porque son más subjetivas en la determinación del significado y se

alejan más de los parámetros de la interpretación. Por ejemplo: el eco, la narración y la

exegética, se basan claramente en las Escrituras, mientras el dialógico y la posmoderna

caen más en la intención del intérprete. En general, considero que la intertextualidad es

una teoría muy útil en la interpretación bíblica. Lo que si debemos cuidarnos es de ver a

cualquier texto como un eco, o narración del AT, sino hasta ver una correspondencia

clara y evidente.
La dinámica de la intertextualidad es una gran desafío para conocer a profundad las

Sagradas Escrituras, porque sin tal conocimiento, no podré jugar en la dinámica o en la

dialógica de los textos, pero si tengo un alto grado de conocimiento del AT, entonces

podré enlazar los textos con sus paralelos, y también podré reconocer los tipos de

intertextualidad que usó el autor del NT.

Romanos 8 no cita el libro de Eclesiastés, no aparece en ninguna parte, pero el

autor hace notar que el libro (Ecl.) está en la mente de Pablo, y tal vez también en la

mente de los primeros lectores. Para avalar esta idea, el autor hace otra comparación de

Romanos 3:20 con Eclesiastés 7:20, y este texto refleja un alto grado de similitud con

Romanos 3:10. Con todas estas implicaciones parece convencer que Pablo sí tenía en

mente el libro de Eclesiastés cuando escribe el libro de Romanos. Una vez más el desafío

del biblista es conocer las Escrituras, así para hacer conexiones entre los diferentes libros

y conseguir una interpretación más correcta.

La intertextualidad posmoderna, al parecer no tiene control en su significado, el

lector tiene todo el derecho de cambiar o deconstruir el significado del texto. El

significado cambiado por el lector moderno, depende tanto del texto y de las ideologías

posmodernas del contexto. Esta manera de interpretar el texto es muy peligrosa, pero

también puede ser provechosa. Es peligroso cuando priman mis ideologías posmodernas

sobre el texto, entonces, forzaré el texto a mis ideologías posmodernas (ej. las teologías

liberacionistas) que me influyen en el contexto actual. Pero también puede ser

provechoso, cuando hay un equilibrio, cuando se hace justicia al texto y a nuestro

contexto actual, el resultado será que habrá una interpretación fiel a las Escrituras y

también una aplicación adecuada al contexto actual.

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