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INGENIERIA DE SEGURIDAD INDUSTRIAL Y

MINERA

BIOLOGIA Y MICROBIOLOGIA PARA LA SEGURIDAD

RIESGOS BIOLOGICOS

Docente: Brenda Margot Gamarra Cornejo

Alumno: Kenny Duverly Valdivia Sarzoso

Arequipa – 2018
RIESGOS BIOLÓGICOS

Rubéola:

La rubéola es una infección vírica aguda y contagiosa. Aunque el virus de la


rubéola suele causar una enfermedad exantemática y febril leve en los niños y
los adultos, la infección durante el embarazo, sobre todo en el primer trimestre,
puede ser causa de aborto espontáneo, muerte fetal, muerte prenatal o
malformaciones congénitas, que constituyen el llamado síndrome de rubéola
congénita. La enfermedad es ocasionada por el virus de la rubéola, un togavirus
que se desarrolla en una sola cadena genómica del ARN. El virus es transmitido
por vía respiratoria y se replica en los ganglios linfáticos del cuello. Se transmite
entre personas a través de estornudos, tos o el contacto entre superficies
contaminadas (pañuelos, vasos o manos). Los niños con síndrome de rubéola
congénita pueden padecer defectos de audición, defectos oculares y cardíacos
y otros trastornos permanentes como autismo, diabetes mellitus y disfunción
tiroidea, muchos de los cuales requieren tratamiento costoso, cirugía y otras
modalidades de atención caras. Cuando el virus de la rubéola infecta a una mujer
embarazada en las primeras etapas del embarazo, la probabilidad de que la
mujer transmita el virus al feto es del 90%. Esto puede provocar aborto
espontáneo, nacimiento muerto o defectos congénitos graves en la forma del
síndrome de rubéola congénita. Los lactantes con el síndrome de rubéola
congénita pueden excretar el virus durante un año o más.

Varicela:

La varicela es una enfermedad infecciosa causada por el virus varicela-zóster.


Se presenta principalmente entre niños de 1-9 años. La infección en
adolescentes y adultos suele ser más severa y tiene mayor riesgo de
complicaciones como la enfermedad pulmonar intersticial. La varicela es por lo
general es adquirida por la inhalación de gotitas respiratorias en suspensión
(flügge) en el aire desde un huésped infectado. La naturaleza altamente
contagiosa del virus de la varicela explica las epidemias que se propagan a
través de las escuelas desde un niño que está infectado a muchos compañeros.
Las vesículas de la varicela contienen muchos virus, por lo que la transmisión
puede ocurrir también por contacto directo con estas vesículas, aunque el riesgo
es menor. Aunque la varicela es una enfermedad benigna, a veces aparecen
complicaciones en adolescentes y adultos con las defensas bajas
(inmunodeprimidos). Las más frecuentes son las infecciones de la piel y
del tejido subcutáneo también denominada impetiginización, favorecidas por el
rascado de las lesiones. Otra complicación típica es la neumonía, que puede ser
causada por el propio virus de la varicela o por bacterias. También son típicas
las complicaciones neurológicas, en especial la ataxia cerebelosa (alteración del
equilibrio y marcha inestable, que suele desaparecer por sí sola). Son
excepcionales las complicaciones más graves como la encefalitis o la fascitis
necrotizante.

Lepra:

La lepra es una enfermedad infecciosa. Esta enfermedad provoca úlceras


cutáneas, daño neurológico y debilidad muscular que empeora con el tiempo. El
causante de la lepra es un agente patógeno determinado
llamado Mycobacterium leprae. Se trata de una bacteria baciliforme resistente a
los ácidos que puede reproducirse únicamente dentro de las células. La
temperatura ideal para la reproducción de la Mycobacterium leprae son 33
grados Celsius. Todavía no se conoce exactamente la vía de transmisión del
agente patógeno de la lepra. Como factores que pueden aumentar el riesgo de
transmisión se han considerado: una alimentación incorrecta, ingesta de agua
contaminada y hacinamiento en viviendas pequeñas. La vía de transmisión más
probable es la infección por gotitas de las vías aéreas a través de la secreción
nasal infecciosa.

Citomegalovirus:

El citomegalovirus es un virus frecuente que puede infectar a casi cualquier


persona. Una vez que te infectas, el cuerpo retiene el virus de por vida. La
mayoría de las personas no sabe que tiene el citomegalovirus porque es muy
raro que cause problemas en personas sanas. Pero si estás embarazada o
tienes un sistema inmunitario debilitado, el citomegalovirus es motivo de
preocupación. Si una mujer tiene una infección por citomegalovirus durante el
embarazo, puede transmitirle el virus al bebé, que entonces podría presentar
signos y síntomas. En las personas inmunodeprimidas, particularmente a causa
de un trasplante de órganos, la infección por citomegalovirus puede ser mortal.
El citomegalovirus se contagia de una persona a otra a través de los líquidos
corporales, como la sangre, la saliva, la orina, el semen y la leche materna. No
existe ninguna cura para el virus. Sin embargo, los medicamentos pueden ayudar
a tratar a los recién nacidos y a las personas con sistemas inmunitarios débiles.
Estudios recientes indican que el virus ha sido encontrado en forma masiva
en tumores cerebrales denominados glioblastoma multiforme (GBM), pero hasta
la fecha no se ha podido determinar si el virus crea el tumor o el tumor resulta
ser un campo propicio para el desarrollo del virus, sin embargo, se han obtenido
muy buenos resultados al incluir un antiviral (valganciclovir) en el tratamiento de
los pacientes con GBM.
Sarampión:

El sarampión es una enfermedad infecciosa exantemática como la rubeola o


la varicela, bastante frecuente, especialmente en niños, causada por un virus,
específicamente de la familia paramyxoviridae del género Morbillivirus. El
sarampión es un virus altamente contagioso que vive en las mucosidades de la
nariz y la garganta de una persona infectada, y que puede propagarse a los
demás a través de la tos y los estornudos. Además, el virus del sarampión puede
vivir por hasta dos horas en una superficie o en el aire donde una persona
infectada haya tosido o estornudado. Si otras personas respiran el aire
contaminado o tocan la superficie infectada y luego se tocan los ojos, la nariz o
la boca, pueden contraer la infección. El sarampión es tan contagioso que si
alguien tiene la enfermedad, el 90 % de las personas cercanas a ella y que no
tengan inmunidad también se infectarán.

Tremátodes y cáncer:

Los trematodos o trematodes son una clase del filo de gusanos


platelmintos que incluye especies parásitas de animales, algunas de las cuales
infectan al hombre. Sus vectores son la carne de animales (oveja, vaca,
pescado). Las personas se infectan cuando ingieren quistes que contienen
larvas de trematodos al comer pescados de agua dulce crudos, poco cocidos,
secos, salados o conservados en vinagre, o bien al comer berros contaminados.
La infección grave puede causar fiebre, escalofríos, dolor abdominal, ictericia,
prurito, diarrea, malestar general y pérdida de peso. Son un tipo de gusano plano
con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de los conductos biliares. Los
conductos biliares son conductos que conectan el hígado con los intestinos.
Estas infecciones provienen de comer pescado de agua dulce crudo o poco
cocinado.

Poliomielitis:

Enfermedad infecciosa producida por un virus que ataca la médula espinal y


provoca atrofia muscular y parálisis. La enfermedad la produce
el virus poliovirus. Se llama infantil porque las personas que contraen la
enfermedad son principalmente niños. Se transmite de persona a persona a
través de secreciones respiratorias o por la ruta fecal oral. La mayoría de las
infecciones de polio son asintomáticas. Solo en el 1% de casos, el virus entra
al sistema nervioso central (SNC) vía la corriente sanguínea. Dentro del SNC, el
poliovirus preferentemente infecta y destruye las neuronas motoras, lo cual
causa debilidad muscular y parálisis aguda flácida. Este virus ataca la médula
espinal y provoca atrofia muscular y parálisis.

Paperas:

La parotiditis, popularmente denominada paperas, es una enfermedad


contagiosa que puede ser aguda o crónica, localizada fundamentalmente en una
o ambas glándulas parótidas, que son glándulas salivales mayores ubicadas
detrás de las ramas ascendentes de la mandíbula. Es causada por un virus de
los Paramyxoviridae, que provocan una enfermedad muy frecuentemente en
niños y adolescentes, aunque puede también causar infecciones en adultos
sensibles. Por lo general, la enfermedad produce inmunidad de por vida. La
parotiditis es una enfermedad generalmente benigna pero, en caso de no tenerse
las precauciones y los cuidados apropiados (recomendados por un profesional
médico), pueden aparecer complicaciones. Entre las más graves, encontramos
la meningitis, sospechosa en un paciente con parotiditis que
presenta somnolencia, rigidez de cuello (signo de Brudzinski) y cefalea, también
la llamada encefalitis urliana. Se contagia por ví aérea (tos o estornudos), por
salivas (besos o bebidas compartidas) y por contacto con superficies
contaminadas (mantas o picaportes).

Tifoidea:
La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa sistémica que está caracterizada
porque el paciente presenta fiebre elevada y síntomas abdominales causados por la
infección de la bacteria Salmonella Typhi. Las moscas pueden transmitir la fiebre
tifoidea en ambientes poco higiénicos, transportando las bacterias a la comida y
a la bebida. También se transmite de persona a persona vía fecal-oral, en
ambientes insalubres donde las aguas fecales pueden entrar en contacto con la
comida y bebida, o debido a una pobre higiene personal en la manipulación de
alimentos, incluso las personas convalecientes de fiebre tifoidea y los portadores
asintomáticos pueden transmitirla durante un período relativamente largo, ya que
puede haber bacterias en su tracto intestinal (se estima en un 5 % de los casos)
que se liberan por las deyecciones.

Meningitis:

La meningitis es una infección caracterizada por la inflamación de las meninges


(leptomeninges) que en el 80% de los casos es causada por virus, en el 15 al
20% lo es por bacterias y en el resto de los casos se debe
a intoxicaciones, hongos, medicamentos y otras enfermedades. Se trata de una
afección poco frecuente, pero potencialmente letal que puede lesionar el cerebro
y ocasionar inconsciencia y lesión de otros órganos. La meningitis progresa con
mucha rapidez por lo que el diagnóstico temprano y el tratamiento precoz son
importantes para prevenir secuelas graves y evitar la muerte. Es contagiada por
vía aérea (tos o estornudos).

Hepatitis A:

La hepatitis A es una infección del hígado sumamente contagiosa causada por


el virus de la hepatitis A. Es uno de varios tipos de virus de hepatitis que causa
inflamación y afecta al funcionamiento del hígado. Es probable que contraigas
hepatitis A por ingerir alimentos o agua contaminados, o por el contacto directo
con personas u objetos infectados. Los casos leves de hepatitis A no necesitan
tratamiento. La mayoría de las personas infectadas se recuperan por completo
sin daños permanentes en el hígado. En raras ocasiones, la hepatitis A puede
causar pérdida repentina de la función hepática, sobre todo, en adultos mayores
o en personas con enfermedades hepáticas crónicas. La insuficiencia hepática
aguda requiere hospitalización para su supervisión y tratamiento. Algunas
personas con insuficiencia hepática aguda podrían necesitar un trasplante de
hígado.

Hepatitis B:
La hepatitis B es una infección hepática grave causada por el virus de la
hepatitis B (VHB). Para algunas personas, la infección de la hepatitis B se vuelve
crónica, lo que significa que dura más de seis meses. Tener hepatitis B crónica
aumenta el riesgo de contraer insuficiencia hepática, cáncer de hígado o cirrosis,
enfermedad que causa cicatrices permanentes en el hígado. La mayoría de los
adultos infectados con hepatitis B se recupera por completo, incluso si los signos
y síntomas son graves. Los bebés y niños son más propensos a contraer una
infección crónica (duradera) de hepatitis B. Las formas de transmisión son por
contacto sexual, por compartir agujas, por pinchazos accidentales de aguja y de
madre a hijo. La transmisión del virus de la hepatitis B resulta de la exposición
de la sangre infectada o fluidos corporales que contengan sangre. Las formas
posibles de transmisión incluyen contacto sexual, transfusión sanguínea,
reutilización de agujas y jeringuillas, y transmisión vertical de madre a hijo
durante el parto.

Hepatitis C:
La hepatitis C es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente al hígado
y es causada por el virus de la hepatitis C (VHC). La infección aguda es por lo
general asintomática, pero la infección crónica puede producir lesión en el hígado
y a la larga originar cirrosis. En algunos casos, los pacientes con cirrosis también
presentan insuficiencia hepática, cáncer de hígado y varices
esofágicas potencialmente fatales. La hepatitis C se propaga por medio del
contacto de sangre sin infectar con sangre de una persona infectada
(transmisión por vía parenteral); aunque no es habitual también puede
contagiarse por sexo desprotegido con una persona infectada, especialmente si
existe sangrado.

Botulismo:

El botulismo es una toxiinfección causada por una neurotoxina


bacteriana producida por la bacteria Clostridium botulinum. La vía de
intoxicación más común es la alimentaria, generalmente por ingestión de
alimentos mal preparados o conservados de manera inapropiada. También
puede adquirirse la enfermedad por la contaminación de heridas abiertas, o
como efecto colateral del uso deliberado de la toxina en el tratamiento de
enfermedades neuromusculares o en cosmética. La toxina es producida por
la bacteria Clostridium botulinum, que se encuentra en zonas contaminadas
tales como suelos y aguas no tratadas. El Clostridium botulinum es una bacteria
anaerobia cuyas esporas son capaces de sobrevivir en los alimentos
contaminados que han sido sometidos a procesos de elaboración incorrectos y/o
almacenamientos inadecuados. Debido a que afecta el control muscular a través
del cuerpo, la toxina botulínica puede causar muchas complicaciones. El peligro
más inmediato sería que no puedas respirar, que es la causa más frecuente de
muerte por botulismo.

Aflatoxinas:

Las aflatoxinas son micotoxinas producidas en pequeñas concentraciones por


hongos del género Aspergillus. También pueden ser producidas por hongos del
género Penicillium, como P. verrucosum. Las aflatoxinas son tóxicas. Después
de la entrada al cuerpo, las aflatoxinas se metabolizan por el hígado. La
exposición a altos niveles de aflatoxina produce una aguda necrosis, cirrosis,
y cáncer de hígado carcinoma de hígado, con hemorragia, hepatitis
aguda, edema, alteración en la digestión, en la absorción o en el metabolismo
de los nutrientes, los síndromes de Reye y de Kwashiorkor especialmente en
niños de los trópicos; el cuadro clínico incluye hígado graso y edema cerebral
severo; a largo plazo se presentan efectos nocivos en la salud de los perros,
gatos y reptiles exóticos.

Virus del ébola:

La enfermedad por el virus del Ébola (EVE) o fiebre hemorrágica del


Ébola (FHE), también conocida como enfermedad del Ébola o simplemente
como ébola, es una enfermedad causada en el ser humano por el virus del
Ébola. Normalmente los síntomas comienzan entre los dos días y las tres
semanas después de haber contraído el virus, con fiebre, dolor de
garganta, dolores musculares, y dolor de cabeza. Por lo general,
siguen náuseas, vómitos, y diarrea, junto con fallo hepático y renal. En ese
momento, algunos pacientes empiezan a sufrir complicaciones hemorrágicas.
Se considera que los huéspedes naturales del virus son los murciélagos
frugívoros de la familia Pteropodidae. El virus del Ebola se introduce en la
población humana por contacto estrecho con órganos, sangre, secreciones u
otros líquidos corporales de animales infectados, de chimpancés, gorilas,
murciélagos frugívoros, monos, antílopes y puercoespines infectados que se
habían encontrado muertos o enfermos en la selva. Posteriormente, el virus se
propaga en la comunidad mediante la transmisión de persona a persona, por
contacto directo (a través de las membranas mucosas o de soluciones de
continuidad de la piel) con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos
corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales
contaminados por dichos líquidos.

Enfermedad de Carrión:

La enfermedad de Carrión, fiebre de la Oroya o verruga peruana es


una enfermedad infecciosa cuyo agente etiológico es la bacteria Bartonella
quintana. Se debe su nombre al mártir de la medicina peruana, Daniel Alcides
Carrión. Los síntomas clínicos de bartonelosis son pleomórficos y algunos
pacientes de áreas endémicas pueden ser asintomáticos. Las dos
presentaciones clásicas son la fase aguda y la fase crónica, correspondiendo a
las dos células invadidas por la bacteria (eritrocitos y células endoteliales). En su
fase aguda es caracterizada por anemia hemolítica severa e inmunosupresión.
La tasa de mortalidad de pacientes que no reciben tratamiento es de más del
40% y puede llegar al 90% si se asocian infecciones oportunistas por entero
bacterias como Salmonera spp. Y la fase crónica es caracterizada por una fase
eruptiva, en el cual los pacientes desarrollan una reacción cutánea producida por
una proliferación de células endoteliales y se le conoce como "verruga peruana".
Dependiendo del tamaño y las características de las lesiones, hay 3 tipos:
miliares (1-4 mm), nodulares o subdérmicas y miliares (> 5 mm). Las lesiones
miliares son las más frecuentes.

Hantavirus:

Hantavirus es un género que agrupa varios virus ARN, que son transmitidos
por roedores infectados (zoonosis) y en humanos generalmente producen dos
tipos de afecciones: un tipo de fiebre hemorrágica viral, la fiebre hemorrágica con
síndrome renal(FHSR); o el síndrome pulmonar por hantavirus (SPHV), una
afección pulmonar muy grave. El virus Hanta produce una inflamación del
endotelio una membrana que recubre toda la zona interna de los vasos
sanguíneos, esto genera dificultad respiratoria, falla cardíaca y eventualmente la
muerte. Los Hantavirus son un grupo que pertenece a la familia Bunyaviridae,
grupo C. Se piensa que los seres humanos resultan infectados cuando se
exponen al polvo contaminado de los nidos o excrementos de los ratones. Usted
puede estar en contacto con este polvo contaminado al limpiar viviendas,
barracas y otros recintos cerrados que han estado desocupados durante largo
tiempo. El Hantavirus no se transmite entre humanos.

Toxina ciguatera:

La ciguatera es una forma común de intoxicación alimentaria por ingesta de


peces que se alimentan o habitan en los arrecifes coralinos y es endémica de los
trópicos y subtrópicos debido al consumo de peces ciguatos. Cada toxina tiene
un mecanismo fisiopatológico diferente y complejo, pero en sentido general,
todas inducen la despolarización de la membrana en los nervios al abrir los
canales del sodio. Cuadro clínico. Se han reportado más de 175 síntomas, que
se agrupan en tres categorías fundamentales: gastrointestinales, neurológicos y
cardiovasculares. La toxina no desaparece al congelar el pescado ni al cocinarlo
por muy elevada que sea la temperatura, no se ve a simple vista, no tiene olor ni
sabor y la única forma de certificar su presencia es un análisis de laboratorio.

Toxina escombroidea:

La escombroidosis es una intoxicación química dada por histamina y causada


por la ingestión de alimentos entre ellos los peces ya sean de la familia
scombridae o no escombroides pero con altos contenidos de histidina, los cuales
no fueron tratados con óptimas condiciones de conservación, el pescado fresco
contiene cerca de 1mg/100gr de histamina y los peces afectados contienen cerca
de 20mg/100gr de histamina llegándose a encontrar en algunos casos de hasta
casi 400mg/100gr de histamina. Los síntomas de la intoxicación con
escombroides en general ocurren inmediatamente después de consumir el
pescado y pueden ser: problemas respiratorios (en casos graves), piel de la cara
y el cuerpo extremadamente roja, sofocación, picazón, ronchas, náuseas y
vómitos.

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