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LA NATURALEZA INSTINTIVA DE LA MUJER

Según la analista jungiana Clarisa Pinkola Estés, la diferencia entre vivir desde el alma y
vivir sólo desde el ego radica en tres cosas:
la habilidad de percibir y aprender nuevas maneras
la tenacidad de atravesar senderos turbulentos
y la paciencia de aprender el amor profundo con el tiempo.
Sería un error pensar que se necesita ser un héroe endurecido para lograrlo. No es así.
Se necesita un corazón que esté dispuesto a morir y nacer y morir y nacer una y otra
vez.”
LA MUJER SALVAJE
Las mujeres que hemos leído el Best Seller: “Mujeres Que Corren con los Lobos”,
inmediatamente conectamos con el arquetipo de mujer que representa la expresión del
alma femenina. Salvaje sería sinónimo de sanada, con cicatrices cerradas y dispuesta
a llevar la medicina a todas las cosas en forma de relato, cuento, sueños, palabras,
símbolos…
La mujer sufre de un exceso de domesticación. No obstante detrás de cada una de
nosotras, (incluso de la más reprimida) hay una fuerza que engendra todas las facetas de
la feminidad. Alguno de los nombres que esta fuerza ha recibido es: “La Loba” o “La
Huesera”
“La Loba” también es un cuento milagro pues nos muestra lo que puede ser
beneficioso para el alma.
Dentro del libro de Clarissa, su historia nos ayuda a resucitar la conexión subterránea con
la Mujer Salvaje. Nos promete que, podremos conjurar los restos psíquicos del alma
salvaje y devolverle su forma vital. ¿cómo?
Eligiendo una canción, una canción del alma.
La Mujer Salvaje es el arquetipo de mujer natural e instintiva que ha recuperado su
libertad y conoce los mapas para conducirse por su verdadero camino. La mujer que no
ha sido mutilada espiritualmente por más aparezca reprimida durante siglos. Estamos
hablando de la esencia femenina
Salvaje sería sinónimo de sanada, con cicatrices cerradas y dispuesta a llevar la
medicina a todas las cosas en forma de relato, cuento, sueños, palabras, símbolos…
La palabra “salvaje” nos remite a considerarla como una criatura natural, integrada como
hija de la Tierra y abrazada a su naturaleza cíclica y creativa. Representa también a la
mujer que no se deja influenciar o embaucar por las influencias externas. Que se
dirige en todo momento por su brújula interna, pues sabe que le va la vida en ello.
LA MUJER FIERA
Algunas mujeres confunden a la Mujer Salvaje con la Mujer Fiera. Según la analista
junguiana, esta última es aquella que “antes se encontraba en un estado psíquico natural
-es decir, en su sano juicio salvaje- y que después fue atrapada por algún giro de los
acontecimientos, convirtiéndose con ello en una criatura exageradamente domesticada y
con los instintos naturales adormecidos. Cuando tiene ocasión de regresar a su naturaleza
salvaje original, cae fácilmente en toda suerte de trampas y es víctima de todo tipo de
venenos. Puesto que sus ciclos y sus sistemas de protección se han alterado, corre peligro
al estar en el que antes era su estado salvaje natural. Ha perdido la cautela y la capacidad
de permanecer en estado de alerta y por eso se convierte fácilmente en una presa.”
Si deseas conocer la naturaleza femenina y todavía no has leído: “Mujeres que
Corren con los Lobos”, te recomiendo que lo hagas. Es una medicina a veces dulce,
como una flor que se abre entre la nieve. Otras veces revolverá tus tripas con el regusto
amargo de quien del viejo aceite de ricino. Sea como sea, será la Vieja Sabia que vive en
un rincón de la psique la que te despierte mientras duermes, en el porche y te invite a
instalarte en su cueva. Sucederán cosas mágicas, cosas que todavía no alcanzas a
imaginar…
Cuando conozcas los mapas del camino, las trampas y depredadores de la psique, sabrás
elegir un sendero de belleza sin igual. Entonces te parecerás mucho a una loba: “robusta,
colmada, tan poderosa
como la fuerza vital, dadora de vida, consciente de su propio territorio, ingeniosa,
leal, en constante movimiento.”

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