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Liegaria a liacerse easo ontiso de his Leyrs de RcIonna, hacicudo nacer (leslie en.
lorices una costumbre quc. pans no coinprometer sits pracucas religiosas prn4onales. segizi-
thin. z.án, ciertos gobiernos recoimionarios ( ? ) . " Y esta anipha toleraitcia —dire Schiar-
man en so parrialisinia VIMOTI de la Ii isioria de Mexico ( Mexico, Tierra de Voleanes;
pzig. 455)- agradi a Jos conservadores y < Uo algón respiro a los muy oprimidos
cacólicos, ohispos, sarenloil% y firI.. I-os Oiii'.pos abrieron seminaries, Jos religiosos
cnnvcntos y rnona'teros.
20
se crigiera La }LijailI( economla I)orlirista, dicha Paz liubo (IC resul-
tar, tambiii, tin tanto ilusoria, ya qUe fincada, lines. en la (lesigual-
(lad y en La iiijusticia, limbo (IC ser siempre irnI)ucsta. ltsta paz
''sepulcrzil " --como suele ser Ilamada casi siernpre— nunea seria
rompleta, sin embargo, V 411 verse iriterrumpida constaiitcnieiite. seria
tambien, aparente [air pues las injusticias prácticas (Joe habrian
(IC entronizarse durante ci porfirismo, sOlo vendrian a agravar times-
tros niás añejos problernas sociales:
Jcsós Silva Iierzog. F] Agrarismo Mexicans y Is Reforms Agraria, pigs. 105 y as.
21
con la tremenda lucha clue ernprcndio ci regimen porfirista
contra los indios yaquis y mayos en ci Estado de Sonora, una
verdadera guerra (IC castas en pie se usaron procedimientos tie
crueldad inaudita por ambos lados. Esa guerra tuvo su origen
en que ci gobierno de l)iaz intentó despojar (IC sus (hlatados
terrciio. v Jo Jogro en niuclios cases, a sus legitinios P'°i"-
tario
'1 lie aqu 1, iluevainente, la ilaga sangrante (IC ituestro pueblo cii
Ia cual Porfirw Diaz se rehusó a porier ci dedo siquiera; 110 5010
dejaria subsistentes los seculares problemas tie los mexicanos. SiflO
qite ti Itic;i 1e "pan o pain" habria de agudizarios cii ri campo,
rnediante tin inhumano sistema de trahajo dentro de las enorme- ha-
ciendas, %r tin desmeclido deslinde de terrenos baldios en perjliicio
tie los pueblos v en beneficio tie ins companias desiindadoras, title
no tardaron en convertirse en in nueva casta de grandes latifundistas.
Ya desde ci aiio de 18754 en tiempos del presidente Lerdo de
Tejada todavia. y con ci fin dc facilitar la eolonizacinn, ilcgó a
tlictarse La P ri niera ic y de baldios. previniéndose. conforme a ella,
(a integración tie comisiones de niedieioui, avalun y tie4 ITI(Ir tie di-
elms tierras, toda vex. c l ue a más de qUit' cii aquel entonces in i iobla-
ciOii era escasa y deficiente, eran abundante las buenas tierras
ociosas. Mas como esta Ic y resu Itara. a In jiostre, insuficiente tiara
I tenar su comet ulo, se hizo neccszt rio ampliarla ocho anos despiics,
expidiendose, ci I.-, tie diciembre (Ic' 1883, una nueva ic y de eoiont-
zación, tie euiormi' trascendencia C importancia en titiestra historia
económico-pol it lcd. pues ha brIa tie (Ia rse lugar. con Cl lii. fUIldd mcii-
taimente, a los grandes acai)aramieiltos tie tierras. 'LI que autorizaba
lit cierniticia (C UCrrN baIdia. ci de-i!uide Jr tas niismas, por corn-
ian ins especial iz;idas. a las cu ales Sc cederia una tercera i)atrte (IC
Ia extension de los lrrrr?ios denuneizulos, a mautera tie corn pensaciurt
de los gastos tt i C por dicho concepto erogara, Ilor mãs pie ilegara
a iiniitare a dos niji qiniiiciita iwt'tareas dieiia extensiAn. N. ann,
Ia title piiciiesen adqu i-i r lo, pa rtictilares
"Art. P (.on elci fin de oi)tener los terrenos necesa rios I ' a ra
ci establecimiento de colonos. ci Ejecutivo mandara (ic4 itular.
medir, fraccionar y valuar los terrenos bald ios 0 (It' propiedati
nacional que hubiere en la repüblica, nombrando al efecto ia
conhisiones de ingenieros quc con s idere necesarias, y deternii-
nando el sistema tie ojirraciofles que hubiere de seguirse.
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Art. 2 Las fracciones no exce(Ieran en ningün caso it dos
mil quinientas hectáreas, siendo ésta 'a mayor extension qtie
tiodra adjudicarse it un solo individuo mayor de edad, y coil
capacidad legal para contratar.
Art. 3 Los terrenos deslindados, medidos, fraccionados y
valuados, serán cedidos a lo., inmigrantes extraiijeros y a los
habitantes (IC la republica que desearati estabiecerse cii ellos
come colonos, con las condicunies sigitientes:
I. Lit at lireclo del awi IW), heeho por los ingenirros
y at)robado por Ia Secretarla de Fomento, en abonos pagaderos
Cfl (h(Z 8flOS, fl)lnVlIZati(1O (ICsdC ci segundo ann de estabiecido
ci colono.
11. Eli vent a, ii ad éi id use la cxlii bi ci At i dcI ireci 0 al con.
(ado, o (-it nietiores quc los de Ia Iraccion anterior.
III. A tituto gratit Ito, cuando to solicita re ci colono
en este caso la exlen&ioti no podth excetltr 'It' dcii hectáreas,
iii obtenci Fá tt titulo Jr tiroiiiedad sum cuari(t() j ust i littlie que to
ha conserva(i() en ski poder yr lo ha cut I iva(lo ci 10(10 0 en u na
extension que no haje de la decima pane. dii rante cinco años
consecutivos.
Art. 4 Luego qiie liubiere terreitos propios para lit COb-
nizaciOn, con las C011dicit)l1es pie estabiece el articulo 10, ci
Ejecutivo determina rà cuates ileben cobollizarse descte t il4O, m-
blicando el pIano Jr el lo, y los lirrelos a que hubicren dc VCII-
(terse, j irocuráiidosr ('II tO(i0 caso tJIIC la Veilta 0 CCSI6I1 tie (11W
habta ci articubo anterior se liaga en lo., botes alternados. El
resto de lo., terrenos se reservarati jiara irse vell(tietl(I() con las
cotidiciones que estabtece esta Icy, C1iZIll(tO fticreii solicitados, o
cuaii&lci lo determine ci F:jecti tivo, q' ICII podri Iii 1)OteCa rios con
ci fill obteiier fondos quc, reuni(Ios ai proclucto (IC Ia yenta
(IC los terrenos, han Jr ser (Iestiiia(tos excitisivatnente tiara lie-
var a calm lit colonizacion.
Art. 18. El F:jeeiitivo podrá autonizar a compaflIas tiara
la habiiitacion dc terrenos baldios con las condidones (IC me-
dicioti, desbinde, fraccionamiento en totes, avaiáo %.
y tiara ci t rans j orte de coionos y sit en
los mismos terrenos.
Art. 19. Para obtener lit Lis compañ las hati
die designar los terrenos bald los pie tratan Jr tiabilitar, sit
tension aproximativa, y ci nümero de colonos quc han de esta-
hi ccci' cii ci los en un I tempo dado.
Si grave era. desde antes tic la aparición (IC esta Icy, Ia concen-
traciOn de lit territorial, a partir tie lit CXl)e(liciOn tie ella,
dicha eoncentracion l)rtsertinia smntornas alarmantes ; pues lejos tie,
ser rcsucltos, aim los probiemas pie con ella trataron de remediarse,
las auiejas preocupaciones agrarias de iiuestro pueblo habrIan tie re-
crudecerse cada (ha mis, y en vex del proycetado cultivo, tan sOlo
liegaria a observarse tin acaparamiento tie la propiedaci territorial
en muy poets manos. Los resijltados qtie con ella sr obitivieron, piles,
dejaron mucho quc desear; se juzgO todavIa, Clue ci Ilmite tie dos
mil quinientas hectáreas quc (licha ley preceptuaba, constitula tin
franco obstáculo para lit colonizacion (IC estas tierras: tie ahi
ue fuera suprimido en una nueva Icy que, con la finalidad expresa
tic anular dicho lirnite, asi como la obligacion de cultivar esas tie-
rras, serla exi)e(li(la una decada más tartle
"Art. 1' Los terrexios (IC ,ro j )ie(la(l (IC li t tiztcloii. qtie SOIl
ob j eto de lit presente ley, se considerarari para sus efectos,
divididos en las siguientes clases:
I. Terrenos baidlos.
ii. Deniaslas.
Ill. Jtxcedencias.
i\. Terrenos nacionales.
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Tanibién se reputarán terrenos naciotiales los baldios (10-
nunciados por jiarticulares, cuando &tos hubieren abanclonado
ci clenuncio 0 istc so Itaya (leClarado desierto o in)J)rocecleiite,
si'nfl)re (JOC Sc Iitibit're Ilegaclo a l lracti (' it r ('1 dvslindv ½ tit
do los terrenos.
Art. 6" Todo habitante de la Repüblica, ma y or ir edad
y con capacidad legal para contratar, 11cm' dereclto, en los tér-
Runes de la r)rese1te Icy, iara (lenunciar terreitos baidlos, (IC-
maslas y excc(ieticias en cualquier pafle del territorio nacional
Y sin lintitacin (IC extension, excepto los tiatu rtdes de las na-
ciones limitrofes do in Reniblica v de los rlaturaliza(los en
ci las. qtiienes per ningimu tittiio puedeti adqu i ri r baldios en lo,
Estados que con elms linden.
La franquicia otorgada (!it presenle articulo no deroga las
limitaciones csLal)lecidas o qur estabiezean las byes vigentes,
sobre adquisicunt, pol' ext ranjeros. (Ic bient's inmuebles (Ic la
Repñblica.
Art. 79 Cesa la obl igaeión hasta ahora i ni puesta, a los pro-
pietarios y poseedores do terrenos baldios (IC tene.rios poblados,
acotados v cultivados, v los individuos pie no hubieren curn-
plido las obligaciories que a este respecto han impuesto ]as
loves anteriores a in presente, quedan exentos de toda pena, sin
necesi(iad de declaraciOn especial en cada case y An que la
naciOn pueda en Ic future sujetar a inqilisiciOn, revision o corn-
l)osicioui, los titulos ). it iii znu(h() incites reivindicar
los terrenos quo estos amparen. ior la fal La do poblacion. cul-
tivo 0 acotarniento.
Art. B Cesa también In i irohj biciOti iIuuj)ue.tzl a ]as corn-
Im (l('Iiii(Iiidorzis (Ic terrerios I)ZII(liO5, iior ci articulo 21
tIc ]it IA') (It' 15 de (I teirilil) re de 1883 o 'or cii alq ii iera ot ra
disposiciOn legal, de enajenar las tirrrzis qtie les hayan corres-
pofl(11d0, Pr composiciOn de gastos dv desl jude. en lows o frac-
ciones quo exce(lan de ]as dos mil qtiiliiriltas liectáreas; y si
alguna enajenaciOn so hubiere hecho en lofts 0 fraccioiies do
mayor extension no podra ser invalidada p01' esfr solo motive.
iii la itacioli 1)0(1 rá (-it ngÜn t i ('m} 0 re i vitidicar lo, Ic rrenos
asi t'iittjriiadus, por solo ('slit c'ircunstaiuia'.
26
Ia tenencia tie Ia tierra, sino a todo tan pasado historico Ileno de in-
fortunios y amarguras precisarnente pot ci (lescoliocirnierito (IC este
principio, esta abominable 1ev Ii ada cesa r eta s u art len I a 7 la
abi igaciori (lile tenian propietarios V iiosett1ores (IC terreltos baldios
tie ciiltivar sus tierras. Y si ci j)roblerna del latifundismo habla sido,
liasta aquel entonees, de surna gravedad, no serla menos pie pavo-
roso desde pie fueron promulgadas estas dos üitimas y descabelia-
das leves. Mu y pocas maims, en efecto, babrân tie repartirse, a par-
tir de ellas, In suJ)erficie territorial de nuestra patria.
Itimeitsas extensiottes tie! Ierritorio nacional se adjuclicaron. CII
cotiformidatl con anibos cuerpos legates, las cornl)anias deslinda-
doras:
Je6s Silva Herzog. El Agrarisino Mexirano y In Reforms Agnsria: pAgm. Ito v 17.
27
tes, 647,200 hectáreas; Colima, 520,500 hectáreas; Distrito
Federal, 148,300 hectâreas; Morelos, 496,40() hectáreas; Tlax-
cala, 402,700 hectáreas. Total. 2.315,100 hcctáreas, o sea pie
Ia superficie (IC cinco entida(Ies federativas es de nienos de Ia
mitad (IC lo adjudicado a twa sola persona en ci Estado de Chi-
huahua. Pero hay algo mils: la extension territorial (IC Costa
Rica es de 5.190,000 liectáreas, la de Panama de 7.401.000
hectáreas, Ia de El Salvador de 3.412,600 hectárcas, 'a de
Haiti (Ic 2.784,400 hectflreas. Surnan: 18.788,000 hectáreas;
de lo que resu ha que lOs (Who ind:vultlth-, it P Ilace refe-
rencia en ci pãrrafo anterior, eran duenos (IC tan (lihLtadOs Ic-
rrilorios que superaban la suJ)erlicie de cuatro naciones (IC
Aniérica; este latifundismo absurdo V voraz, repitárnoslo, no
tiene probablemente precedentc en ningñri pals dcl rnundo".
' Moisés Co,izzflez Navarro. Ilistoria Moderna 'Jr Mxiro: El Porfiriato, La "Ida
Social. Pigs. 212 y 8$.
23
ciendas perteneclan las tierras que separan a Saltillo de Ia ciu•
dad de Zacatecas; el ferrocarril cruzaba en ci Estado de Hidal-
go 145 kilometros de propiedad de Ia familia Escandón, micn-
tras que algunas caLcutaban en 32 familias a quicnes podian
fonsi(!erarse come iropietarias dcl Estado (IC Morelos. La ha-
cienda (IC (:(dros, en Zacatecas, cubrja 'a etiorme superficie tie
754.912 hectâreas. La de San 136s, en Coahuila, (cilIa :395,767
hectáreas, y Ia de Gavia, Estado de Mexico, 132,620 hectáreas.
Scgñn Frank Tannenbaum, en todos los estados nortcños y cos-
(eros habia haciendas ma yoR-es de 50,000 hedáreas, eXCC})tO CII
Colima. Sin embargo. la superlicie media de las haciendas de
todo ci pals no pasaba de 3,000 hectáreas: en Coahuila, Duran-
go, Chihuahua y Nuevo Leon era de 5.000 hectáreas; de 2.000
it 3,000 en Sonora v Baja California, y de 1,000 a 2,0(X) en
Ytitatziii Tabasco, Chiapas, Hidalgo. Tlaxcala v Puebla."
29
negociación productiva ...su trabajo no Va eneantinado a
aumentar Ia produccion, sino a asegurarla ... (lines) no pu-
diendo cultivarla bien toda (la hacienda) )OF fuerza tiene (jtlC
reducir ell ci cultivo."
1k aM que:
El hacendado Se hail aba. asi, ell a punta tie ]a CSI wcie tie piri-
mide social que Ilegaron a format los diversos estratos durante Cl
mr Ii rismo. Ell base (IC ella. so )ortando el 1 )(-,o (IC toda In en rga.
se encontraban los peones. quienes, a fin (IC rendir lo suficiente.
hubieron tie quedar pegados, materialmente, a in hacienda: Iwes
siell(Io Sn jornada tie trabajo tie sol a sol, y inuclias veers desde antes
cwe saliera éste, o hasta despues tie In puesta, rnuv dificilnwnte pa-
titian (lesempdnarla tie no encontrarse prácticarnente de;itro (IC Cull.
A cambio tie su trabajo, sin embargo, itunea recibieron tin pago ;ide-
ri1a(I() : e I stieldo misero que pot ii 1 u-rcibiaii no coinpensaba tie
ninguria manera las dare a quince horas din rias tie labor, en retri-
buciOn tie las cuales hailaban tan soiti twa main aliinentación, Una
pesirna vestirneitta y tin peor alojamicitto. cii verdaderas poeilgaz-
was fa I Las (IC higieiie. ann, que In- destinadas a In eonservación v
al CUI(I 8(1(1 (lei ganado
30
paracion de Ia miscra vivicnda pasaba a ser propiedad de Ia
hacienda, la cual, por conducto (IC los empleados, podia dar o
(jtiita r c-ta 0 aquel Ia casa it 0 aquel peon con tmtera ii-
bertad."
31
pie no admitian a ningun trabajador dentro de sus tierras, 51111)
a condicion (IC saldar por su cuenta Ia (lCU(Ia V (IC cargársela
iii in Ieliz itota.
32
Mas si treinenclaniente angustioso era ci panorama quc presen-
taba, a la sazón, ci campo mexicano, no menos alarma causaba ci
quc podia descubrirse a través (IC nuestras ineipientes actividades
i nd ustri ales.
Del trabajo fabril en ci pals derivaba, en efecto, tin profuiiclo
malestar social a consecuencia de la pésima distribucion de la rique-
za que privaba, asimismo, en las ciudades. En forma semejante a
la de las haciendas, en las fabricas llegó a abusarse tarnbién de las
tienclas de raya; eran corrientes, pues, los pagos en especie, los en-
deudamientos y las re(iuccioncs, que en no pocas ocasiones Ilegaban
a absorber ci sueldo integro del trabajador. Es decir, a los salarios
tan bajos dc por si, liabia que mennar todavia los descuentos de que
éstos eran objeto como consecuencia de ]as deudas que para subsis-
tir se velan obligados a contraer los trabajadores eon sus patrones;
se cala asI, en ci circulo vicioso que, en favor dcl lucro desmedido
por pane de los empleadores, hubiera(le caracterizar a toda esta
prolongada e injusta época:
"Al encargado de Ins tiendas.
Presente.
Sirvase entregar al portador las mercanclas que pida a
cuenta de su próxima raya por valor de. .
33
los pobres—, puesto quo ganaban de scis a veinte reales, mien-
tras en el campo tenian quo trabajar bajo el rigor de Ia natu-
raleza, ganando real y medjo 0 cuando mi'zs dos reales. Gracias
a un salario tan alto, ci obrero dc las fabricas podia obterier
un ingreso mensual de 160 pesos %. cabo do un afio ahorrar
1,000 pesos, cantidad que con ci rédito del 8 17c anual en ci
término de diez aflos, so convertiria en tin capital de 15,000
1)0 5 05, susceptible de dar ima rcnta de 100 pesos mensuales".
34
Entonces, ells, tan humildes, tan resiguados, tau envilecidos,
os dirân ci dia de la justicia : '1Dc rodillas, miserables!'
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2. LA ETAPA PRECURSORA
37
por CaflIl() Arriztga —tlescendiente dc 11110 (Ic me-tros más precla.
ros iiberaies: Ponciano Arriaga, cuyo nonibre hztbia (IC ser im-
pueto al club pie se formara a efecto tie reinvitlicar los principios
!iberales hal latlos por Ia clictadura— se hace circular la iiivitación
al Fannie Liberal,` precisamente, para conthatir a aquel siStCrnzI tie
gobierno que trataba de sepultar dichos principios, y pie habria
de desembocar, primerarnerite, en ci Manifiesto del P (Ic marzo de
1903, pun ci pie se pedia, (lesde luego, la proliferacion tie los
clubes liberales, como ci arma más iclonca para liacer frente at
regimen de Porfinio thai..
38
Muchos de los firnianics de este Manifiesto 13 habrian de prepa-
rar y suscribir más tarde de J ulio (IC 1906— ci celebre Pro-
grarna del Partido Liberal en ci quc Sc scñalan, ya, algunos de
los principios básicos que daran coutenido niás tarde a la Cons-
titución (Ic 1917, y que se proponeri ahora como ci minimum
dcseabk para Iiacer frente a los excesos Jet porfirismo: La reduc-
don del penodo presidencial a cuatro años —piles a partir de 1904
La duracion constitucional de éste se habla extendido it scis—, y la
suprcsion de la reelecciOn, a menos que mediaran dos periodos
entre twa y ofl-a prcsidcncias 0 gubernaturas.
Sc exigia adcmás, entre otras cosas, aquello que venia resul-
tando ci mismo leitmotiv de siempre, y pie Porlirio Diaz pareció
olvidar más que nadic: ci que los dueños de tierras las cultivasen
so pena de perderias en bencfkio de quien si Jo hiciese; al Estado
corresponderia determinarlo asi, en estos cases, y fijar, al respecto,
las extensiones máximas.
Y es sobre este hasarnetito, precisarnente, que asistiéramos al
nacimiento de una muy nutrida activulad periodistica de oposición.
La lucha en contra de la (Iieta(lnra habria do eanalizarse, primera-
niente, a través de la pluma, 3' wrian ariosaun porfiristas Los quo
habrian, obviamente, de ver surgir y brillar (licho periodismo de
combate, Ilevándonos a encontrar en éI lo que se conoce ya como
'a etapa l)recursora de la revolucion mexicana, pero que no vacua-
riamos nosotros en calificar no solarnente corno la etapa prceursora
de nuestra revolueión, sine como la primera gran etapa de la
misma, toda vex que la revolucion mexicana no puede entenderse
simplernente como tlfl movirnietito arinado P0!' cncirna, debcnios
explicarnosla come tin complejo proceso al pie confluycn varios
factores, etitre los (jUC Cl ideolOgieo —ziun sobre ci militar— parece
constituir ci fundamental dc elks.
Antes, efectzvarnentc, que ci elemento bélico, so manifestarlan
en nuestra revoluciOn —y lo n)ismo ha suceclido con casi todos
los movimientos revolucionarios que registra la historia univer-
sal— los fundarnentos ideoliSgicos que habrian do caracterizarla 3'
matizar. obviamentc, muchos aspectos de sit Jucl)a armada. La ideo-
logia básica de la revoluciOn mexicana Ilegaria a manifestarse a
lug. (:annlo Arriaga, lie. At,tn,,o Din,. Soto y Gama, Benjamin Mithin, Juan
Saraijia, Hirardo Flores Mag6n, Santiago de Ia liox. Enrique Flores Magn, Juana B.
(;itirrrz cit 'Mendoza, Evaristo Gniltén. Federico Perez }'ernaindez, ROSOIO Ristamente.
Elisa Ae.nña y liosete. Alfonso Cravioto (quieti tan importante papel dvsempeara más
tarde en Ia asi n'l,Iea must it uivente qne Ce integro al t thin to de In rrvoluri6n armada),
Maria del Rcfngio \ ritz, Tonus Saralji3. Alfonso Areiniega y lhimlwrio Maclas Va!adez.
39
través de los documentos fundamentales aparecidos en esta etapa
previa; y habiendo sido los hermanos Flores MagOn, Ricardo muy
principalmcnte, ci gran ideoiogo de la lucha —como veremos poco
más adelante— con justicia esta etapa es ilaniada también etapa
magonista.
La etapa precursora o magonista, pues, se halla constituida por
las primeras formas de oposición a Ia dictadura: por causa de las
muy profundas injusticias sociales que perpetró, y que Ilegarlan a
manifestarse fundamentalmenic a través de una tan intensa cuanto
combativa actividad periodIstica, cuya gnu importancia ha sido,
empero, un tanto subestimada. El trascendental significado, en
efecto, dc esta etapa alboreal de la revoiución mexicana, que dana
a ésta bases ideologicas fundamentales que POCO más tarde habria
de Ilevar hasta la Constitución de 1917, fue olvidaclo tin tanto en
un pnincipio, frente a los obviamente más visibles resultados de la
etapa polltica o madenista de In propia revolucion. No ha quenido
verse, sin embargo, que gran parte (let relampagueante ti-junk
maderista, sin tratar de minusvalorar in destacada actuación dc
Madero (pie habremos de examinar en sit ni mucho
menos, se debiO a que el magonismo habla venido minando el
carcomido edificio de la dictadura; ya que si algün principio distin-
tivo hemos de atribuir a cacla una de esas dos iniciales etapas de
nuestro movimiento revolucionanio, sin que dejen tie interpenetrarse
la una en la otra, es que mientras pie el maderismo, como es bien
sabido, combatio fundamentalmente in prolongada permanencia en
ci poder del general Diaz haciendo del antirreeleccionismo su ban-
dera ma's importante, at magonismo corresponderia, fundamental.
mente también, el rudo combate at sistema; a la tirania que repre.
sentaba; a las muchas injusticias sociales que Ilevaba aparejado. Dc
aqul que ci programa tie este ñltimo fuera, precisaiflente, ci de ]as
muchas reivindicaciones sociales de nuestro pueblo; recogia para
'ello, como ya ha quedado dicho, la gran tradiciOn tie nuestro
pueblo, haciendo suyos los j ;ostuiados fundamentales tie Valentin
Gómez Farias y tie Benito Juarez tie otrora, enriqueciéndolos con
tin conjunto tie formulas sociales: Cs ticcir, no se limitaba a aquellos
principios liberates, sino pie los completaba con la SCrie tic plan-
teamientos sociales que, preconizados ya P° Hidalgo y Morelos en
aquel bniliante despuntar tie nuestra gesta de independencia, eran
ahora ya apremiantemente demandados por todo un pueblo que se
aprestaba a la lucha par conquistarlos.
EN
3. CAMILO ARRIAGA 1' EL (;Rtj po LIBERAL POTOSINO
Varias han silo las ciudades (IC Li re } )ublica y Las entidades (IC
Ia Federación a las que ha tocado jugar roles decisivos en nuemtra
histori a y, concu rn r, mu y lhtrticI! I armente, a I a integración de Ia
nacionalidad mexicana. Si al Estado Ic Guanajuato correspondin
ci desempeflo Ic tin papel iml)ortaiitisimo en nuestras gestas de Iii-
dependencia y dc Reforma, y si cli, no nu-nor significaeion IUC ci
quc hubo de desempeflar Queretaro, cii ambos sucedidos, a los que
habria (Ic surnar, adcmás, ci nitty trascendental de haber sido el
lugar donde se gestó nuestro Código suirenm (Ic 1917, en ci que
habnian de quedar jurIdicamente piasmadas no solo las inquietll(Ies
revolucionarias, sino los aliejos anhelos Ic nuestro pueblo, a San
Luis Potosi correspondena, al lado Ic Coahuila, ci luther panido
—por asi decirlo— a nuestro movimiento revoiucionario, en igual
forma que tocaria a Sonora, poco más adclante, consolidar ci triunfo
Ic Ia Revol itcion armada y empezar a cuaja r Ia., conqu istas que Ic
ella se derivaron.
Dc San Luis Potosi, en efecto, pue(Ie decirse que habria tIe sen
el estado incubador de Ia RcvoluciOn mexicana, no 11rtc1san1(Tte
porque en M habrian Ic ver sit luz vanias tie las figuras
precursoras más notables de ella: Camilo Arriaga, Juan Sarabia,
Librado Rivera, Filomeno Mata y Antonio Diaz Soto y Gama, sino,
fundarnentalmente, p' haber side cuna ideolOgica Ic nuestro ma-
vimiento reivindicador.
Ponciano Arniaga, ci iiustre constituyente visionario Ic 1856-
1857, si hen no pudo hacer prevalecer en aquel entonces sit
funda preocupaciOn pant hacer Ic Ia Carta constitucionat en ges-
tación, Ia Ley Ic Ia Tierra, come llego a cxprcsarlo en el notable
veto particular al que hubo de reducir su inquierud, habria de dejar
Ia sinliente en su querido San Luis Potosi; sin embargo, para que
poco despus del fin de su existencia material, otros re.cogieran su
41
estafeta, y bajo su ejemplo e inspiracion procuraran hacer una Tea-
lidad del liberalismo social que siernprc Ic aientó. Y scria preci-
samente a! iiigeniero Camilo Arriaga, uno de sus desceiitlientes en
Ilnea (lirceta, impregnado como muy p°°, p °' ello mismo, de dicho
espiritu .socio-liberal, a quien correspondcria iniciar la lucha ideo-
lógica y verbal para irnplantarlo; y antique la oposicion a la dicta-
dura habria de ser, obviamente, ci velilcuto pie canalizara dicha
contienda, los objetivos de ésta llaI)rian de ser, en consecuencia, de
mayor alcance: lievar a hi prãcttea las doctrinas socio-liberales que
apoyaban sus ideales.
A partir del primer aflo del presente siglo, y aunque no sola-
mcnte Para combatir a la dictadura, pues, empczarian a multipli-
carsc los ciubes liberales, atendiendo a la invitacióit que al efecto
lucia formulada a todos los progresistas (ICi pals, per ci Centro Di-
rector (IC la Confederación de Clubes Liberales (IC la Republica: El
Club Liberal "Ponciano Arriaga", que bajo los refericlos lineamien-
Los fundara, asi, ci preclaro descendiente de fail liberal.
Muy lialagüciio habria (IC ser ci resultaclo de dicha invitación,
pues pese a los sistemas represivos del porfirismo, los clubes libe-
ralcs hubieron (IC proiiferar ell forma que no file difIcil consta-
tar, apcnas cinco meses despucs, con motivo (IC la celebracion del
primer gran Congreso liberal, que (IC tO(IOS los rincones de Li Repü-
blica brotaban, cual el agua (IC la fuentc, hombres (IC ideas libera-
les, dispuestos a hacerlas valer. Come tin solo hombre, hubieron de
Ilegar hasta la sedc (IC (licho Congreso: la ciu(lad de San Luis Po-
tosi, "Jerusalén de los ideales (Icmocrticos —como luera liamada
durante aquclios tieniJ )os particularmcnte inflamados (IC cater pa-
triótico—, liberales (Ic (0(105 los ambitos del pais, quienes parecian
eperar tan solo una voz 1)ottntc que los unificara; esa voz me,
precisamcnte, Ia del ingeniero Camilo Arriaga, que al lado de quie-
nes primeramente le habian secundado: Sarabia, Rivera, Soto y
Gama, senalara, para celebrar dicho Congreso, ci (ha 5 dc febrero
tie 1901: XLIV aniversarin tIC hi promulgacion de la ailorada Carla
del '57, cuya absoluta vigencia parecia constituir ci mOvil prime-
ro de la reclamación liberal.
Delegados de los Estados de Chihuahua, Coahuila, Durango, del
Distrito Federal, dc Hidalgo, (IC Guanajuato, (IC Michoacán, (IC Nue-
vo LeOn, de Oaxaca, de Puebla, del mismo San Luis Potosi, de Ta-
maulipas, de Veracruz, de Zacatecas: de todas partcs (IC la Repñbli-
ca acudicron al Ilamainiento (let Club Liberal "Ponciano Arriaga":
42
Y, ya unidos, formando tin conjunto compacto y yin!,
dccidieron abordar las causas de los males quo afligen a la
patria, para poner ci reniedio."
43
Joaquin Clausell, y que reprimido de inmediato POT el gobierno,
hubiera de desaparecer el mismo aflo de 1893.
Unos cuantos meses, asimismo, duraria "El Demócrata" de
Sari Luis Potosi. Ante la represión se vio obligado a cerrar, no sin
ceder el paso a "F] Porvenir", que fundara ci proplo Juan Sarabia,
quien no tar(M) ell por ello encarcelado, a) [ado de Camilo
Arriaga y Libraclo Rivera, dando lugar a la aparición de "El Dc-
mófiio" que substitula, asi, a "El Porvenir". Y este sistema habrá de
caracterizar, prácticamefltc, a toda esta etapa precursora : a la inme-
diata aprehensión y ci enca reel amiento de sus dirigentes principa-
les seguiria la aparicion del periódico oposicionista ell el
que al ser clausurado serla substituido por otro; y asI cerrando ci
ci rcu Jo.
No era tanto, sin embargo, ci perio(hco ci qur (ambiaba, cuanto
ci nombre de éste; litres antique.era necesarlo moclificar on tanto ci
formato del uno al otro, las ideas y Los argurnentos oposicionistas no
variaban gran cosa por ese solo hecho: se activaban. si , por las
aprehensiones sufridas, pero su vigor iba cii razón directa de La
creciente injusticia social.
Apenas tres meses y medjo después, ell fire confiscada
la prensa de "El Demófilo", que hubiera de caracterizarse por
hahn sido tin órgano politico y antirreeleccionista, al servicio de
los obreros, para denunciar, precisamente, las injusticias de que
elios eran victimas; y no tardó, asi, ell
No podemos dejar de mencionar, al lado del rcferido nücleo
potosino, los nombres de Praxedis Guerrero. Antonio I. Villarreal,
Antonio Horcasitas, Anselmo L. Figueroa, Manuel Sarabia, Santia-
go R. de la Vega, Diódoro Bataila, Lázaro Guti&rez de l.ara, Rosaibo
l3ustamante, Daniel Cabrera, Alfonso Cravioto N . de la lloz,
entre otros muchos, que muy reievante papel habrian de desempe-
liar. asimismo, (lurante esta etapa precursora de la Revolución me-
xicana. El periodismo de combate hubo de encontrar en elms, lam-
bitn, a Jos grandes ineonformes que, a través de sit habrian
(IC ir debilitando ci sOlido regimen de Porfirio Diaz. Sri iriterven-
don foe decisiva en publicaciones que como "Revolucin", "El
Colmillo Püblico", "Redencion" y "Punto Rojo" ya en Mexico
o vu desde los Estados Unidos— no poco habrian de significar en
el derrumbe de la dictadura.
Lugar muy especial merece La mención del vaiiente Filomeno
\Iata, quien, a travCs de las paginas de sit del Hogar".
huho (IC presentar una muy fuerte y tenaz oposicion—tin tanto
44
independiente, sin embargo— al regimen dictatorial, Ilegando a
convertirse, par ello, en asiduo visitante de las prisiones porfi-
rianas:
11
tin decenio —afirma Silva Iierzog— entre la
SC j)8S()
redaccion
' de su 'l)iario del flogar'. ci escondite y la prision.
En cuanto salk en libertad, volvia a aparecer ci periódico en
la misma actitud de oposicion, uno, cinco, diez nñmeros, y
otra vez Se Ic aprehendia si no lograba ocultarse a tiempo.
Pero ci viejo luchador jamás renunció a sus conviccioncs, jamás
se vendió ni dejo su trinchera de combatientc." 17
21
Jesós Silva Henog. Breve Historia de Ia Revoluciôn Mexicana, peg. 56.
At
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4. LOS HERMANOS FLORES MACON
47
Ya desde 1893, estudiante aün, Ricardo Flares MagOn llego a
manifestar urn profunda compreflsión del origen socio-cconómico
de la dictadura, cuando a proposito de ella escribla:
y ci Eado s' convertia vii till simple n,ccanismo quc dejaba sit finalidadpolitics
traditional para limitaNe. tart solo, a vigilar (jilt ht arttvidad etollonhira se desarro.
lla.e slit trulnis. Ohvio es derir title cii esta iiltima tesitura, ell liheralismo y
socialismo se repeleli. mientra 't line en ci pruner easo referido. es clecir. ci que con-
templa at liberaiismo ell sentido amplio: corno "espirilu" liberal, ci propio soda-
lismo no aparece sino eonlo tin grado uvunzado ell evoIucin minus de aqud.
1R3
tercera vez, Ricardo repitto, imperturbable, la frase que harla que
el propio Arriaga Ilegara a preguntarse, segán lo testimonian vu-
rias referencias:
49
tinuados ataqucs de prensa que, de manera fundamental, Ic ocasio-
naron Jesâs y Ricardo en Un principio. y Ricardo y Enrique ado
seguido.
Mas Ricardo Flores Magón, cronico perrgrino de la., cárcelcs
mexicanas y estadounidenses, no liabria (IC (larse por VCIICi(lO nunca;
sus dardos seguirlan dando (-it blaitco, desenmascaratido la obra
de simulacion constitucional (let porfirismo, y atinqtie su ideologia
socialista habria de degenerar, finaimcntc, en anarquismo, nadie co-
mo él evidenciaria tan acabadamente ci futuro agrarismo y obreris-
mo mexicanos, at insistir en quc la libertad politica que prrseguizi
en cscncia ci Partido Liberal no podia ser crlteli(iicia Slit Ia libertad
económica, "por medio de lit entrega at pueblo —comb llego a pre-
cisario êl mismo— de ]as tierras que detentati los grandes terrate-
riicntcs. ci aiza de salarios y hi tiisniinucióii de las horas de trabajo''.
Y Ricardo Flores Magon acabarla también 1 )erdiendo la vista;
las infrahumanas condiciones tie muchos tic los calabozos que con
tanta frecuencia visitant, habrIan de depararle tan amargo, aunque
no por ello menos glorioso final:
50
voluntad para responder con solo un leve e1remecimiento a los
asaltos y mordiscos de lit-, ratas en lit Mi petaic
estaba hürneclo, asI como nil vestido; de vez cii cuztnclo nil golpe
en ci petate o en ci fango, o de mañana en ml cuerpo, me mdi-
caba quc una araña habla caido y un estremecimiento recorria
ml sistema nervioso. Pero pude soportar 10(10, nlenos lit
(IC
lit
he constinudo muchos aflos de mi ida en lit.,is iriotits
—diari en alguna ocasiOn—; he experimentado ci sezidero (id
vagabundo ), dcl paria ; me he visto desfallecieiido de hambre;
ml vida ha estado (-it muchas veces; he perdido ml -,a-
hid; en liii, he perdido todo, menos una cosa: Mi honra wino
luchador."
51
)- I. ;J.
QL jtSlfI . ic: '4.'*k")
4 tj .qja(sn.W2
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J S'-.,
5. "REGENERACION" Y "El. HIJO DEL AIIL1ZOTE"
53
salia en defensa tie Ia libertad tic imprenta ; se pronunciaba, aguda-
mente, en contra tie Los pruiieipios a tit itieinocraticos qtLC no
de proj)ala r I a prensa wrfl rista
"Si a! I)rt%l lear La tiemocracia —referia en ci nümero 10-
y ejercitarla viene una Iuerza extraña a oponersele; Si cuando
se reclania un ciereelto, cIltirll(lase bien, tin derecho, se niega
aiguien a coneederlo, rnâs burn it satisfacerlo, porque los dere-
chos se satisfacen, no se tonceden; si cuando Se reclama justi-
cia se abofetea al recianlailte, entonces si se producira ci motin,
orque it Ia coiiquista de La libertad se opondrá hi urania
No. Ia práctica tie Ia deniocracia no produce ci motin, Ia
rcelamaciin tie dercchos no aczirrea trastorllos. La Urania vs Ia
qtie produce rI rilotirl, V La opresión es lit acarrea 105 tras-
tornos.
Ella se evidenciaba. asimismo. cuanclo "Regeneración" reafir-
maba su convencida fe en el j)Ilebl() y en que lit solamen-
te a .t5lr —it was-- corrcsl)Ofldla
"El pueblo, que es el soberano. a was bieti dlcho. entre nos-
otros debiera ser ci soberarto, 1itie4o qiie las LtUtOri(ia(iCS en to-
tia tieniorracia emahan del pueblo. (jUC es ci unico que 1iuede
nombrarlas, ese misnit) pueblo. ayer fuerte s viril. aliora SC VC
sornetido por skis nlismos servidores.
Del i i e1 de atno q' desempefiaba, el pueblo Ila pasaclo
A de subalterno de its autoridades. Este heclia, qur pareceria
iiiirio aun en los pueblos sobre Los titie pesan los gobiernos was
autoritarios. es elitre nosotros cost tácii y hacedera, en viritid
del mal tint) que sleinpre ha habido para imponer autoridades,
a qtir istas no son elegidas pot ci pueblo.
(:Omo tina prueba de )it de las autoridades. es dc-
ci r. (IC los servidores jnira eon ci pueblo. esto es, pal.a con sit
arno. nos referiremos a Ia imj)rtltLcnte frase title dirigió ci go-
bernador del distrito a Ins senores propictarios de coches tic al-
qtiiler, coil motivo tie Ia ültiina huelga, Clue tanto escandal WA)
it la 50Ci(da(I. I)ijo ri gohernador 'Los coclieros y los ProPie-
tarios title esteli tie acuerdo con los huelguistas (lel)en corneri-
zar por mostrarse surnisos v obedientes. Después habrã tieml)o
(It' corregi r Ci ('sta(i() tic ct)skIS.
it clisposieión caprichosa, aten-
Sunz-isión v obediencia
tatoria contra Ia I ibcrtad tie trahajo. Sum.ision - obediencia se
5'l
exige al pueblo cuando las autoridades son las primeras en no
mostrar surnisión y obediencia en lo que respecta a los dere-
chos de los ciucladanos.
Surnisión y ohediencia debe reciarnar ci pueblo (el man-
dante) a las autoridades (sus mandatarios). Forzoso es que no
se confundan los derechos y obligaciones del mandante (el quc
ordena) con los derechos y obligaciones del mandatario (el
(itiP obede.ec la or( en)
El pueblo es ci soberano, la autoridad es su servidora. El
pueblo es ci que tiene facultad de reciamar sumisión y obedien-
cia a su servidora.
Es bueno que ci gobernador estude su papel y, sobre todo.
quc to comprenda, para que no vuelva a incurrir en desacatos
de lesa democracia. Las democracias necesitan servidores y no
amos, para no convertirse en autocracias.
Además, si eomprendió ci gobeniador pie habia de corre-
girse despatés ci estado de cosas, i.por qtht no to corrigió desde
luego? Fudieron ocurrir infini(lad de desgracias con motivo de
la huelga, perO eso no importaba, después podia corrcgirse la
disposicion absurda de tin regtdor, es dear, de.spues de pie liti-
biera habido muertos, heridos y se hubicra escandaii7ado a la
sociedad.
No corrigió iiimediatamente la disposicion, pc)r(Iue surgió
ci orgullo, se sobrepuso ci arnor proplo, y nada se hiibiera con-
seguido si los huelguistas no hubieran mostrado rcsoiución at
sentirse atacados por Is autoridad en sus mãs rt,duncntanos
(lerechos.
Triste estado social este en que los gobernantes imponen su-
mislén y u/wi! zencia."
55
Cien despotas hall desenmascarados por nosotros y so.
mos odiados por den déspotas. Pero no obstante ese odio, no
obstante esa formidable inquina que se ha desplegado contra
nosotros, hemos I)ermas1tc1(lo inflexible,,, porque consicleramos
vergonzosa cualquiera coucesión que hagarnos it adminis-
tración que enerva y inata las energIas individuales.
Nuestro criterio independiente, apoyado en nuestro credo
liberal, no ha cambiado. Ilemos sabido soportar con resigna-
don la injuria canallesca y las arbitrariedades (IC los esbirros
de la tirania, que ban creldo entibiar ci calor de nuestras con-
vicciones por niedio de encarcelaniientos injustificados y de
persecuciones odiosas. Pero se han equivocado, la conciencia
de los hombres libres no está a merced de ningñn tirano y al
fin cornprenderan que para sometenrns Cs ineficaz su infamia,
que para humillarnos es debil su crimen.
Tenemos que dernostrar a la tirania que no nos acobarda
con sus persecuciones y que a pesar de sus monstruosas repre-
salias, a pesar (IC sus violencias, nuestro amor a la patria, it la
patria que quisiéramos ver libre de repugnantes déspotas, nos
da fuerza y valor para resistir todos los atentados, todos los
atropeilos. Tenemos que demostrar a la tiranla que los atenta-
dos y los atropellos de que somos objeto no nos convencen de
su bondad, que, por ci contrario, mientras mas se haga mofa
de nosatros, mientras rnás se nos befe, más y más arraigará en
nosotros la convicción dc que necesitamos una Repñblica y no
una rnonarquia que oculta su absolutismo bajo el ropaje (IC las
dernocracias, porquc tiene el 1)udor de los leprosos: disimijia
su inmundicia con la hipocresla de las venclas.
Nunca retrocederernos. Estamos convencidos de que nues-
tra obra es buena, es digna, es Iatriótica. Estamos convencidos
de que la patna ciesfallece bajo el Peso de twa autocracia lu-
nesta, la de Porfirio Diaz. y queremos que Porfirio Diaz (limi-
La, que rcnuncie, ya que no lItIe(le hacer nada de provecito para
la felicidaci de la nación, sino que. por el contrario, gracias a
su autocracia ha hecho que retrocediera, y por Lal virtud vivi-
nos en plena e})oca de fanatismo reUgioso, en plena epoca (IC
militarismo ultrajante y soberbio.
El general Diaz, si es patriota, (lebe climitir. Debe fijarse
S que sit no ha sido sino la de matar el espIritu publico,
sin comprender tal vez que tin pueblo abyecto y cobarde es el
56
rnás apropiado para ser absorbido por otro pueblo rnás inteli-
getite, más patriota, y sobre tocto libre.
Fl tluestr() tiene veinticinco aflos de soportar t:ade!ulS. ;, Co-
mo podrá defender sti soberazila, ni qué noci(fll podrá tener (IC
ella si la esciavitud hace perder la dignidad?
El progreso material, esa irritante supercheria con in que
se nos quiere hacer comprender que La autocracia dcl general
Diaz as saludable, se nos pone como motivo } )ara admirar la
torpe gestión poiltica (lei hombre necesario'. Pant los que tal
lección nos dan poco importa que a guisa tie cerdos arrastremos
nuestra dignidacl en el fango, siempre que ese fango sea (IC
oro con pie dorar nuestra ignominia...
1E1 progreso material! La miopia de los serviles trata de'
culpar a la autocracia con ci progreso material, al que dedican
las más nauseabundas alabanzas.
Que ha sido y que es ci J)rogreso material entre nosotros?
El progreso material con que tanto se envanecen los serviles se
reduce a unos cuantos ferrocarriles ma] construidos quc han
costado a Ia nación rios de oro, para quc los duefios, los em-
presarios de esos ferrocarriles, que casi todos son de extranje-
ros, maten el comercio con fletes inmoderados además del pé-
simo serviclo de tales ferrocarriles. Esos ferrocarriles matan
toda Ia industria y todo ci eomercio, porquc con su alta tarifa
de fletes, las empresas ferroviarias ganan In utilidad (jUC P°-
drian percibir el comerciante o ci industrial. Además, las em-
presas ferrocarrileras no indemnizan a los que resultan perju-
dicados por su mat servicio, y no indemnizan porque no hay
justicia en Mexico.
El progreso material se quiere hacer consistir en tin comercio
que cierra sus establecimientos porque no hay dinero; en una
industria que cierra sus fAbricas porque no hay dinero; en el
agio que absorbe capitales y aniquila al comercio y a la indus-
tria en minas que solo pueden ser adqui ridas POE el rnillona-
rio o el hombre de influencias, y en concesiones ruinosas para
la nación qtie solo son otorgadas a los extranjeros.
El progreso material se quiere hacer palpable por rnedio
de caminos que además de ser costosos -on pCsimos. Sc quiere
hacer palpable en regiones donde ni siquiera esos jwsimos
minos existe.n. Todo el })rogreso material de que hacen alarde
Jos servilcs se reduce a levantar uno pie otro cdificio inütil y
en tontas obras conio ]as que se están Ilevanclo a cabo en esta
57
capital, (IC consisten en derrochar algunos milloites tie pesos
para prolongar la Avenida 5 de Mayo y eclificar un teatro que
hard contraste con la miseria y degradaciOn del pueblo.
Nuestro progreso material es ficticio. Cuatro 0 CIUCO capi-
tales pesan sobre la inmensa miseria del pueblo. Cuatro o ciii-
co companhas afortunadas matan toda industria per virtud tie
utia o(Iiosa competenela sostenida por ci Gobierno.
Pero se qiliere hacer alarde tie que Li iiación Liene titles
cuantos euartos, jy a costa tie qué terribles sacrificios se logra
In reunion tie esos cHarles! Sc grava la industria, se grava Cl
coniercio, se gravati las profesiones. Las contribticiones tie to-
(las clases absorben Ia riqueza del pueblo y lo (lejari desnudo.
&Para qué? Pan malgastar ese dinero en soldados, (!it uti ejér-
cito iriütil y sobradamente costoso; tiara maigastar ese dinero
en eduficios churriguereseos, ritliculos, que earicaturizan nues-
Li-a propensión al bombo, it Ic superIluo, o a lo inütil.
En los estados las contribuciones son exasperantes. El trein-
La por ciento federal maUl a cualquiera enl j )resa. Pew to p'
tie todo es pie, (lesilues tie lanta expoliacion, ci serviiisnio me-
xicano entone himnos a lo., sesudos estadistas, it Los conspicuos
hacendistas clue logran reunir tin exeedente en las areas del
crane. Y cOme no habla tie resultar tin exceclente si no hay ca-
mines transitables, si a los maestros de e-cuela se les tiene a
(iieta y si a los jucces y magistra(los se les pagan sueldos misc-
ral)Ies, por cuya razOn la venalidad de ciertos jueces liace i-c-
trocecier iiorrorizaclo al cinisrno y hace temblar (IC miedo al
niismo cninien.
Si no se gasta rnás que en soldados, forzbsameiite tiene que
haber excedentes y cualquier individuo I)uecle liegar a la Lalla
tie nuestros notables liacendistas.
Vemos, pLies, tine nuestro oropelado progreso material cstâ
en razOn inversa tie Ia garrulerla (IC los papeles vergotizantes,
como 'El Popular' y 'EL Imparcial; ciue Si lit obra del general
Diaz ha tenido como fruto el progreso material, ese progreso
es fictieio, es aparente, no lo hay, come no es tie ore e1 huevo
porque tiene dorado ci cascarOn.
De todo el In res tilta q tie ha si do i nñt ii la I a rga y cansada
gestiOn adm inistrativa del general Diaz, y que adernas tie inuit il
ha sido nociva pant e1 pueblo hainbriento (IC libertad.
La prensa gobiernista ha engaflado it nacion diciendo que
adelantainos. Adelajitamos. si , pero a la bancarrota. Nuestro
58
pueblo, educado ell pasividad y tiara la pasividad, qué fin
tendra?
Honda Iristeza causa Iensar ell I)orvetnr tie Ia I)atri. Sus
hijos slit educación civica l)erecerán, y ( : 011 CIlOS Ia nacionali-
dad, si arties no se remedia tanto mal.
Los buenos liberales debenios unirnos y lortalecernos para
educar at pueblo, Va que ci Presidente Diaz solo se ha
pado por permanecer ell Presidcncia. Ecluquemos al pueblo,
formemos ciudadanos. Tengamos valor para ella.
Digzunos al I'residente que remeditt ci inmdnso mal que
tin:- ha causacio, a bien, si se sieiite impotente para ello, quc di-
mita. pj se al(tje del inlesto en que se ha colocado contra lit
vohutitad IRECIOIRII.
Nosot los, alcuri, j ili r ci primer año de labor j)eriodistica,
protestamos solemnenuente ante Ia Republica no desviarnos ja-
tnas del camino que nos liemos trazado, no desmayar aunquc so-
bre uiosotros Sc (itSclUzl(IeIi(t ci odio formidable del j ,oder, I)ttCS
inas que uitiestra trztwjui lidad personal amainos a Ia pttria, 3
crece Inas iuuestro amor liacia ella porque comprendemos so
in form n to labrado por to:- (Irspotas.
Nuestra jiatria sufre ci unas brutal de los despotismos. Sit
maltre(IIa soberauiIa descansa sobre millones do anal fabetos, tie
trai(lores, tie con scrvadores, (IC serviles N . abyectos. Sit
se encuentra coliibida ante ci tosco sable del militarismo
y sit felicidad obscurecida por tanta odiosa sotana aliada it Ia
dictadura.
Protestaunos ante Ia NaciOn no desviarnos de nuestro cami-
no e invitamos a todos los liberales a trabajar hasta donde las
fuerzas nos lo ptrmitaiu por lit de In patria, vinculada
ell restauracion de los prin(:i } )ios liberales, en Ia restauracion
del repu 1)1 Icanisino. (pie para Ia democracia son Ia sintesis de
.,it if' raci on."
59
quien a través del género caricaturesco, fundarnentalmente, SUi)O
mantener ci fuego (IC la contienda mediante el (mo liumorismo que
de éI se derivaba:
Ell
(especialista en eallos), asiendo una lima "moderada" en Ia mano
derecha, clispuesto a cortar ci enorme callo. La leyenda era obvia:
"—Ya tisted vera qué bien entran las botas despues de con
tarlo."
Dos earicaturas se consagran, ell segunda de las diez refe-
ridas categorias, a las "reformas constitticiollales"; siete se refieren
a Ia., "violaciones al sufragio" quc re.presentaroil, también, otro de
los temas más festivos y socorridos del genera; ia mismo puede de-
cirse tie aquellas catalogadas bajo los rubros &: "Ataques a! Par-
11(10 liberal'', Adulacion y reaIi(la(I del porfiriato . ''Politica ha-
cerI(Iaria" y ''Mornento de transiciOn''. CII nurnero de diez, sesenta y
tres, diecisiete, y cinco, respectivamente. "La SLicesicJn Presidencial
y el caso de In Vicepresidencia", sobre lo (LUC liubo de producirse
}iasta treinta v side caricaturas, flue otro (IC los temas que más Sc
presto al firm humorismo de dicho genera ridiculizante; deforma-
ción qtie llegó a nub de sus ulteriores grados ell veinte carica-
turas que integraron ta Ilamada ''Pol iDea de coned iacion ; 1)01 Itica
pie file, a no (ludar, uno (IC los gran(Ies puntales (IC una dietaclura
que, como es bien sabido, no cesaba de atacar Ia libertad (IC
ata(lues, en fin, pie bajo este titulo, j)recisamente : "Ataques a In
lihertad (IC I iretisa'', Y ell de diecisie.te, conforman Ia ültirna
ie las diez categorias caricaturescas referidas.
Ni dos meses curnt)1 ía, par lo deniás, Ia nueva directiva de ''El
H ijo del Ahuizote'', cuando una nueva represion del regimen tiana
Pit la eared coli Ricardo y Enrique Flores Magón —que asI substi-
him a Jesus—. El periodico, sin embargo, sigue publicándose. Ante
lit fisica de los hermanos Flares Magón, (leci(Iidos
patriotas, se sucedeti CII Ia direccion y colaboraci on (IC dicha publi-
cation: Juan Sn rabin. Antonio Diaz Solo y Gama, Alfonso Cmvi oto.
Federico l'erez I lemnandez, Libmado Rivera.
H 5 de febre ro de 1903, \J N I au i versarto de la i )( im Ii Iga CI OIl
(IC In Carta del '57. las ofieinas (Ic ''El I lIj() del Altuiizote" ostetitan
al 18(10 de tin gran cr1 s loll de I tiW, lzi siguiente Ieyen(Ia : "La Consti-
tución ha muerto : v Ricardo Flores MagSn habria (Ic escribir al
respecto en Ia referida publicacion, el din 8 de febrero siguiente:
"Doloroso no i's causar al pueblo mexicano Ia merecida
afrenta de lanzar esa frase a In puhuicidad: 'La Constitucion
ha niuerto'.
j, Pero por qtii ocultar mas Ia negra realidad?
61
Para qué ahogar en nuestra garganta, como cobardes cor-
tesanos, ci grito de nuestra franca opinion?
Cii ando ha I legado un 5 dc febrero más y encuentra cn-
tronizada la maldad y prostituido al ciudadano; cuando la jus-
ticia ha siclo arrojada desit templo por infames mercaderes y
obre la tumba de Ia Constitución se alza con cinismo unit teo-
cracia inaud it a, ;, )ara qué reel bi r esa fecha, (ligna de mejor
pueblo. eon hipócritas muestras de alegria?
La ContituciOn ha muerto, y al enlutar hov ci frontis de
nuestras oficmas con esa Irase fatidica 1)roteStamOS solemne-
mente contra los asesinos de ella, cjue como escarnio sangrien-
to al pueblo que han vejado, celebren ete (ha con muestras de
regocijo y satisfacción."
62
Pero ha sido preciso. La tiranla nos ha arrojade de nuestra
Patria obligandonos it buscar libertaci en suck cxtranjero. Cua-
tro años hernos luehado en Mexico, cuatro anos la tirania nos
ha vejado. nos ha despojado, nos ha oprimido. sujetaintonos ii
procesos inicuos, amenazándonos con t1r(1c(I1niiel1tos brittale,.,
arrastrandonos per carceles civiles y prisiones niilitares,
penitericlitrias V per cuarteles.
En nuestro infortunado j)tliS In libri-lad no existe. Ningün
ciudadatie J)UC(IC hacer tiso (IC los (lereehos politicos qtie Ia
Cotistitucion otorga, riiiigün mexicanu elicucilt Fit ga rant ins hajo
tin gobierno como ci (IC Diaz, que sOlo se preocupa de asesitiar
ci espiritu pul)Iico y de sofocar todo iiioviinietito politico iiitlt'
I)CiU1iCiit(. It! club Y el }enod ICC) SOil ci terror tie in Ii ran ía.
Cuando In ConfederaciOri de ( :Itibs I .ihirales Sc organizci
en Mexico it voz del Sr. ing. Caniilo A rriaga. ci Gobierno
ternblO porque vie en ci surgimiento de las agrupaciones Iibe-
rales tina prueba de quc el pals no estaba politicanieiite inner-
to, sine anhelante dc reconquistar sus ideates de liherta(i y re-
forma, tan torpemente pisoteaclos per ci motitiero de 'fuxtepec.
Cerca (IC doscientos clubes liberales se levantaron en toda
Ia Republica, y nitichas publicaciones inde 1 )eii(lientes —entre
his quc 'RegeiieraciOn' Lu vo In lionra (IC figu i-a r, coadyuva roil
a vigonzar aquel movimiento, que llegO it irnj)onente cuan-
do se celebro ci Primer Congreso Liberal, en In cindad de San
Luis Potosi.
En un pais libre y ante un Gobienie honrado. los trabajos
del Partide Liberal hubieran parceido naturales, y was dignos
de aplauso que de persecucion, y más merecedores de garantias
que de atentados. Pew para in Dictadura, que iiada de comün
tiene con In patria, liaMa de ser un crirnen trahajar Per el bien
(let pais ; par ci Gobiemno, levantado sobre ins I ãgrirnas y In
sangre, tenia que ser un )eligro In organizacion tie los ciudada-
nos en fuerza politica.
El Gobierno de Diaz, seguro de su debilidad ante la opiniOn
(Ic su irnpopul aridad, sintiO panico ante ci empUje del niovi-
miento liberal pie contaba con ins simpatias del pueblo anhe-
lante (IC lihertad y cansado de opresiones
rev
rrurnpida su publicacion, al ser destruidos los talleres dc inIJ)resion
de dicho órgano jwriodistico; cuatro meses después habria de reanu-
darse ésta, no obstante; peru Ricardo y Enrique Flores Magón hu-
bicron tie huir a! Canacllt.
Bajo esta constante persecucion, y en medjo die estas continuas
represtories, On nUevo (Srgano oposicionista harla aparecer Ricardo
Flores Magón, desde Los Angeles, California; mas Ia represion cii
contra de "Revolucion", ahora, no se harla esperar, y no tardó en
set suspendida su publication; iasi era de esperarse! ; ci tono de
"RevoluciOn" era todavJa inás vigoroso, lnâxzme que estahan fits-
cas An Ins recientes represalias (IC Cananea y Rio Blanco:
04
Jamas ci altruismo ha germinado en esos temperamentos
morbosos y arnilanados; ci aitruismo es patrimonio de los ca-
racteres fuertes, de los abnegados pie arnan demasiado a los
dernas para olvidarse de si misnios.
\ientira que la surnision sea un ado digno (IC encomio;
menhira pie lii sumisión sea una prueba de sanidad espiritual!
Los que se sorneten, los quc renuncian ci ejcreieio de sus dere-
chos no solo son debiles: son tamhién execrables. Ofrecer ci
cuello al yugo sin protestar, sin enojo, Cs castrar las potencias
rnâs apreciadas del hombre, hacer obra de degradación, (IC )TO
plo envilecirniento; es infainarse a si mismo y merecer el des-
preclo que mortifica y ci anatema clue tortura.
No ha y virtud en el servilismo. Para encontraria en esta
agnada época (Ic iiijusticias y opresiones, hay pie levantar la
vista a la ,, alturas luminosas, a las conciencias libres, a las a!-
nias batalladoras.
Los ajostoles serenos pie ireclicaiitlo la paz y ci bien con-
quistaban la muerte; los avocados at sacrificio; los que crelan
sacrificarse marchando intlefensos al rnartirio; los virtuosos del
cristianisrno no surgen iii soii riecesarios en nuestros (has: se ha
extinguido esa casta de Iuehadore, clesaparecio para siempre,
envuelta cii ci sudario (IC sus errores niIsticos. (:011 SU ejernplo
nos !cgaron una ensriianza viva de que la rnailse(iuinbre es la
muerte. Predicaron y sufricroii. Fueron itisultados, escupidos,
pisotca(los -8. jamás levantaron la frente indignada. La gestación
de SILS ideas fue muy lenta y muy penosa; ci train fo, imposible.
F'alto en ellos 'a violencia tiara deinoler ios eastilios del retro-
ceso, In j iujanza bdica para abatir al cncniigo y enarbolar con
ferrec j' uño los estzuidartes vencedores. Su ejenipLo de corderos
no seduce it ins nuevas falanges de reformistas, subliincs p' Sn
corisagracion a! ideal; pero perfectamcntc educados en la Cs.
coda (IC la resistezicia y his agresiones.
Luehar por nun idea redentora es prachicar la más bclla (IC
las virtudcs: In virtiid del sacrificlo fecundo y desinteresado.
Pero luchar no es entregarse al martirlo o buscar la rnuertc.
Luchar es csforzarsc pot veneer. La India es la vida, in vida
encrespa(Ia y rugiente ciur abomina ci suicidio y sabe herir y
triun far.
Luchemos por la iibcrtad; acudid a nuestras filas los mo-
demos evangelistas, fuertes y bienhechorcs, los que preclican y
accionan, los libcrtarios de conciencias diâfanas pie sepan sit-
65
crificar todo por ci pnncipio, ior ci anior a in humanidad ; los
que estén dispuestos a desdenar )cligros y hoilar in arena del
combate (bride han de rel)roducirse escenas de barbaric, fatal-
metite necesarias, y donde ci valor es aciarnado y ci heroIsmo
tienc secluctoras apotcosis.
Acuclid los cultores del ideal, los emancipados tiel miedo,
pie es negro egoismo! 1Acudid ; no hay tienipo quc perder!
Concebir una idea es cornenzar a realizaria. Pernianecer en
ci quietismo, no ejccutar el ideal senticlo es no accionar; )rniei-
10 Cu practica, realizarlo en tock ocasión y niomento de In vida
es obrar tie acuerdo con lo pie se dice y preclica. Pensar y ac-
cionar a un tiempo. debe scr in obra de los pensadores atrever-
se siernpre v obrar ('11 tocia ocasión, (tebe ser la labor tie Jos
soidados de " la !ibertad.
La abnegacióii enipu j a al combate: apresurérnonos a la con-
honda rnás ((tiC iior jiosotros mismos, per nuestros iiijcs, por las
gencraciones (jUP nos sucedan y pie llamaráii a nuestras crip-
tas, para escarnecernos Si permanecemo s } ) elrificados, Si no (les-
truirnos este regimen do abyccción en qur vivimo ; par salu-
damnos con cariiio. Si tICS agitamos, somos leales al glorioso es-
cudo (IC la lltImaiIi(ia(i quo avanzzi.
Laborenios jiara ci futuro, para ahorrar dolores a ilitestmos
posteros. Its fucrza pie (lest ruyamos esta ergástiiia do miseria
y vergiienza; es fucrza que preparemos el advenimiento de la
sociedad nuova, igualitaria y fe!iz.
No importa pie perezcamos en in azarosa refriega, tie tO(iOS
modos hahremos conquistado una satisfaceión más beila cine Ia
de vivir: In satisfaceión do quo en nuestro nonthrc la 1 listoria
diga al hombre do maflana, emancipacbo por nuestro csfuerzo:
lirinos iIerrzi nizuk nttestra sangrc y ,iuestras iagrinias
ti. Td recogerás nuestra herencia!
A hijo tic los desesperados, Lii serás tin hombre libre!"
66
6. El. PROCHAM.\ DEL PARTID() L1BER.I.
67
ya la verdadera naturaleza: socioliberal de rtuestro movimiento re-
volucionario primero, y dc nuestra vigente Carta Magna despu6s, a
través de La adopción de los prmcipios liberates lunclarnentales,
conquistados P°" nuestro pueblo dramáticamente a lo largo del siglo
XIX, y ci enriquecirnierito de los mismos con las formulas sociales
ciuc duranic dic'lut Celitu na hubicroti de termailecer tan sOlo I aten-
tes. ya que, apizntados tan visionaria cuanto magistralnlc'iitc por Don
José Maria Morelos v PavAn at despuntar el j ;asaclo siglo, y rc
yectaclos nuevametite per Doll Arriaga y Don Ignacio Ra-
mirez (''El N igronntnte'' ) . futidamentalmente, at mediar dicha cell-
tuna, no habian poclido sen a(in I levadas al texto constitucional erati
recogidas ahora, sin embargo, ante los apremiantes reclamos que de
ellas yenta hacictido iniest ri) pueblo.
n Y lle.vadas al texto (let docit-
iflCntc) (jtIC nos IJCI! } Ia
Per lo demás, liemos de referir que "El Prograrna del Partido
Liberal v Manifiesto a la Nacion" apareclo ell edicion especial
do closcientos cincuenta mil ejemplares (le 'Regeneracion', repro-
duciêndose, asimismo, ci documento...
"cii tin pliego de gran tamaño —nos refiere Bartra (ob. cit.
pigs. 52 v 53)—, del quc se impnimieron medjo millOn (IC
ejeniplares cttie circularon ell sur de los Estailos 1111(105, en
toda la Repul)liea Mexicana y ell paiws (IC Europa y
!ménica del Sur".
69
Sc propone por ñiLimo Ia "abolicion de lit de mucrLe,
excepto tiara los traidores a Ia patria', ci agravamiento tic lit
lidad tie los fuittiojiarios ptiblicos, imponiendo severas penas
dc prisicii pan los dcli ricuentes" : " ] it ituciOn a Yucatan tie!
Territorio de Quintana aita Roo'', y Ia ''supresion de los tribunales ml-
ii Ui res ell 1(111 P° de paz.
FI segundo capitulo es ci cjtie se refine a: "Mejoramiento y
Fornetito de. 111 liNt ruccion pti}il 1(41''. FM el SC analiza acerea del
rescate que imni ci Estado hicieron las Leves de Refornia de la
edueación puN ica ; plantco al mismo Ia necesidad tic mull 11)1 lear la"
escuetas primarias, ''en tal escala —se expresaba— que qiletlali vtm
tajosarnentestipi uios lwz establecimientos de iiistrueeioii pie se cliii-
sti ren par I)ertelit'cer al clero''. 1 SC estabiecia. (, it ColIsectIencla, Ia
01)! igación tie 1111 1) 3 rtir enseiianza laica en totias las eSctlCl1iS tie la
Republica sientin coiivetiieiite 'reforniar, tRifli Cll() — Sc CX1)rCSaba,
asirnismo. Cfl 141 I);Irt€ conducente de lit (IC Motivos—, Ia
obligacion dc las escuelas particiilztres de ajusta r e4riclameiite sus
progranias a los oficiales, estableciendo responsabilidades Y penas
pan Jos macsi ros que fatten a t'ste deter.
Sc 1 ) 1 01) 011 iaacont in u ad on. (-it piinto duodecimo del Progra-
ell inas proftitido (IC tines-
nUt. 01141 (IC lilS I)l(ti1(1115 qtie. eiiiaizzida
t ro set, habria de sigiii ficar uiio tie los mis positivos logros de tines-
tm constitucionalismo, pie ell a encuentra, zukmas. l)1e1111 justi fi-
cZtCIóU ci calificativo (IC 'sotial pie hcnios veniclo dallilo a este lit
de declarar obligatoria Ia ediicztcin 1)41 .-lea, ''quedandO al gobieriio
—se jecia textualmente— el (leber de 11111 ) 11 rh r proteccióii cii Ia for-
ma ell Ic ea posible a los iiinos pobres qtte poi- sti in iseria
tijerati perder Jos beneficios de Ia eiiseiiaiiz(t.
Una de las propuestas. empero, que no se itevarian al texto cons-
tic ucional de 1917. debiendo haberlo sitlo, Cs lit se rein-re al
pago tie buenos sizeldos it los maestros, V qtie bOY (1111 se hail a en
espera tie scm debidamente cnrn1)bmentada.
70
lit j uvcnLttd que abraza ci magisterlo, in ct)m J ;ensacioIl quc Sc
brinda it los que Ilamamos abnegados apo&toIes ck Ia enseñan-
za, no cc otra cosa quc una trial tlisfrazada nhicria. Esto es in-
jtisto. Dehe pagarse a Ins niac-tros 1)ticnos -tieIdos como Ic me-
rca' sit labor; debc (lignificarse ci 1 )rofesorado, procurzwdo a
SI!, lii icnibros ci fliNhic) tltt vivir (lecentemente."
'' . . tlispuesto ior It) general a trabajar con ci inás bajo sala-
rio, sumiso, Inez(iilin() cii aspiracioncs, ci chine es Un gran
obstacii Jo pa ra la I ros i ie n(Ia(i (IC otros trLlbajZi(I0reS. Su compe-
teiicia (' Iuirn"-ta V iiziv (itl( evitaria CII i\lrxico.
71
sobre este tOJ)iCO, preparando un tanto, sobre Ia separación entre la
Iglesia y el Estado quc consignaron dichas leycs, una franca super-
pOSiCiOfl (IC este sobre aquéila, at estatuirse a los templos corno sim-
ples negocios mercantiles, "obligados a ilevar contabiiidad y a pagar
las contribuciones correspondientes". Sc propone. asirnismo. Ia "na-
cionalizaciOn, conlorme a las le y es, tie los hienes raices tine ci cicro
tiene ell de testaferros", ci agravamiento de "las pcnzis que las
Leyes de Reforma seflalan para los infractores de las mismas, y la
supresión de Las escuelas regenteadas por ci ciero'.
Muchos, y de trascendental Importancla, fueron Los argumentos
esgrirnidos cincuenta aims atrás j ustificando las ieyes que apenas se
prornulgaban; mas a ejios heinos tie surnar los siguientes que, con-
signaclos ell Exposicion corrcspondieiite, no vienen sino a avatar
las medidas asi propuestas:
72
otros palses, se mantuviera siempre dentro tie la esfera religio-
sa, no lo afectarian los cambios politicos; pero estando, corno
lo está, a Ia cabeza de un partitlo militante —ci conscrvador—,
tiene cjue resignarse a sufrir las consecuencias tie sit
Donde Ia Iglesia es neutral en politica, es intocable para cual-
quier Cobierno: en Mexico, doiuie conspira silt tregua, alián-
close a todos los despotismos y siendo capaz hasta de Ia trai-
dOn a Ia Patria para liegar al pocier, debe darse por satisfecha
Con (JUC Jos Jjheraies, cuando ti-iunkn sobre ella y sus aliados,
solo inipongan aigunas restricciones a sus abusos.
Nadie ignora que ci Clero tiene mu' buenas entradas tie di-
nero, el (iC no siempre es obteiiitlo con linipios proceclirnientos.
Se conoceti tin merosos casos de genie, tan igiioraiiic coiii() J)ObrC,
que cia dinero a Ia lgiesia con inauditos saerificios, obuigada
por sacerciotes implacahies pie exigen altos j irecios por tin bau-
tismo. tin rnatrirnoiiio, etc.; anienazancto a los creventes con ci
infierno si no se procuran esos sacramejitos al preclo seflalado.
En los tempios se vendeti, a precios excesivos, iibros a foiletos
de oraciones, estampas r hasta cintas y estambritos sin iiingitn
valor.
Pant mil cosas se piden iimosnas. V espoleando fanatismo
se logra a rrancar dinero hasta de genie pie disputana nit cen-
tavo si no crevera que con t1 compnt ia gloria. Sc ye coti todo
esto un iucro exagerado a costa (IP in ignorancia huniaiia, v es
nitty justo que ci Estado, que cobra ii-npuestos sobre totlo el lu-
cro 0 flegoclo, los col)re tambien sobre &te, que no e- par cier-
to de los inas honrados.
Es pübiico y notorio pie el Ciero, lara burlar Ia., Leves tie
Reforrna, ha l)titsto sits bienes a nombre de aigunos testaferros.
De iweho, ci Gino sigue proyectando los bicnes que la ley
proliibe poseer. its, ,,t:rs, j;recz-a ljoner fin it esa burla y na-
cional war esos bieties.
Las penas tiue las Leycs de Reforma seflaian p' stis iii-
fractores soii leves, y no inspiran temor al Clero.
Los sacerciotes pucckn pagar tranquilamente una pequena
multa por (larse ci gusto de infringir esas leves. Par tanto. Sc
hace necesario, para prevenir Ins izifracciones, senalar penis
que impongan respeto a los cclesiásticos atrevidos.
La stipresiuii de ]as escucias dcl (Uero es una medida que
i)roducirá al pais iiicalculables beneficios. Supriniir Ia escuela
73
clerical es acabar con el foco dc las divisioncs y los adios en-
tre Ins hijos dc Mexico; es fomeiitar sabre Ia mãs sól Ida base,
pant L111 future J)roxrrno, Ia mils completa fraternidacl do la gran
familia WCXIC3II8. Lit escuela clerical, quc educa a Ia niflcz en
ci nuIs intolerarite fanatismo, qtie la atiborra (IC prcjuicios y•
dogmas caprichosos, que Ic inculca ci aborrecimiento a zities-
Ira- mãs preclaras glorias nacionales y Ic ijace vet' conic ejiemi-
gas a todos los que no son sienos de la iglesia, vs c1 grail 01)5-
tãcu lo pant pie la demoeracia inipere serdnamenle cii nuestra
PziLria v rnira pie entry los niexicanos reitie esa arniollia, esa
comunidad de sentimientos %. raciones, quc es ci alma de
la, nacionalidaties robustas y adelantadas. La escucla laica, que
carece (IC todos q'stos vicios. Tie se iiispira en un elevado pa-
triotismo, ajelia a rnczquirulades n'l igiusas. qin' tune irnz lema
la verdad, vs la tIrtica (PlC i ' ue(!e liacer de los mexicanos ci pue-
blo i lust rado. fraternal v fuerte dc maflana, icro sit kito no
sera conipleto nil vi it ra- Cj11C al lado de la j uveiitud emanci a(lzI
y patriota sigan a rrojando las escuclas clericales otra juveittud
que, deforniada i,iteiectualme,ite i,t' torpcs ensenanzas, venga
a inantener ericetl(Ii(las viejas tliscordias en nicdio (lei etigran-
(i(tciini('lit() tiaciolial. La suj)resion de las escuclas del (jero
acaha (Iv tin gal jit' con lo pie ha side siempre ci gerinen de
amargas diviiones entre los mexicanos y asegura (lefinitiva-
iiiciite el inperio (IC la (leniocracia en nuestro pals, consus
naturales consecueitcias dc )rogreso, paz )' Iraternidad.
74
come hen se decla cii Ia pane conducente de la Exposici5n de iIo-
tivos:
75
de que los demfls disfrutan. Ahora Ic faitan los dos clementos
necesarios: tiempo y dinero, y es justo proporcionarselos, ann-
que sea en pequena escala, ya quc ni la piedad ni Li justicia
bean ci corazón encaflecido de lOS qtie CX})lOtafl at pueblo, con-
denândolo it en ci trabajo, sin salir de la iniscria, sin
tener una dist racciOn ni tin goce, se hace necesario . j tie ci j)UC-
blo mismo, par media tic man(iatarios dcmócratas, realice su
projnv bien obligando at capital nconnmvibte a obrar con me-
nos avaricia y con mayor equidad."
76
"(IC los arrendadores (IC campos y easa a que indemnicen a los arren-
datarios (IC sus propiedades para las mejoras necesarias que dejen
en ellas": la 1)rob,bici6n "a los patronos, bajo severas penas, que
'aglien al i rabaja dor de en ali j n icr otro modo pie no sea con di nero
en efectivo: la proliibieióit V castigo, asiminio, a todos aquellos
ciue "impongan multas a los trabajadores o Ics hagan descuentos tic
su jornal o (les) retarden ci pago de raya por was dc twa semana o
niegue(n) al que se separe del trabajo ci pago inmediato (IC lo (tiC
fiene ganado : lit obligacitSn "a to(las las ernf?resas a negociaczones
a no ocupar entre sus empicacios y Irabajadores sino una minorla de
extranjeros v a no permitir en niiigt'in caso quc trabajos de la mis-
ma cla,e se ;aguen littor al mexicano que al extranjero en ci mismo
cstableciniiento, 0 que a los mexicanos se les pague en otra farina
pie a los extranjeros". Sc propotit, adcmas, hacer obhgatono ci dc.,-
Cansodonuiiical y suprinhl r 'as tiendas tic raya.
Obvio resulta seflalar qtte toda esta serie de inedidas respondre-
ron directamente a lit., inhunianas condiciones tic trahajo que, en la
in(Ius(ria en general, j irivaron a 10(10 to largo del porlirismo. V pie
nIás directamente, todavia, derivaron (ICl nuivimiento de Cananea,
en ci que huhieron de liacer crisis dichas condiciones, y que habla
tenido lugar apenas uii mes antes de la Pt) biieacion tie este progra-
ma liberal. En termirios generales, empero, y segün reza hi propia
ExposiciAn (tic 1oIi'os) del refrrido J)rograma, diehas med idas no
res)on(Ien sino al tiesco tie:
77
"Es axiornático que los pueblos no son prosperos slim cuan-
do Ia genera! idad (IC lot ci udadanos tlisfrutan tie particular
at
iquiera rehutiva prosperidad. L'NOS CUANTOSsIlLLONA-
BIOS. ACAPAHANDO 9'ODAS LAS IUQUEZ\S V SIENDO
105 UNICOS S TNFL( IIOS ENTRE \() 1i
CEN EL L31F:NF:STAR (;F:NF:ukl. SINO LA \llSEHiA PLBI,l-
CA,coiiio Jo veitio, en\Iéx ito. En cambio. ci (iori(ie todos
o lot rnãs pueden sathdacer coniodainente tits necesidades sera
prospero con millonarios o sin eIIo.
El nlejoralnienlo dc las condiciouies del tral)ajo, })O1 una
pafle, v por ot ra, In equitativa dust ribuciun dc las I ierras. con
las facilidades de cultivari as V a truvecharlas. sin restricciones,
producira ina})reciablcs veuutajas a Ia nacion .No solo salvarán
de Ia niiscria y j rocuraráiu cierta cornotlidztcl a Ia., clases que
di rectarnente recibeii ci bene liclo, -iuuo (Inc. im 'Li isaráii notable-
niente el desarrol lo de nue4ra agricultura, tit, nuestra industria,
tie todas Las fuentes tie In publica riqueza, bo y estancadas por
Ia miseria general. En efecto: cuando el pueblo es deniasiado
pobre, cunritlo sus recursos zuI)enas Ic alcauwaii para innl corner,
consume solo articulos tie prituera nece-idad, v ann éstos en
pequeña escala. i.01nno se han de establecer indu-trias, cOrno
se ban tie J)EO(ItiCi r tel as o inuebles o COSUS 1)01 ci esti Jo en tin
Pals en pie la mas'orIa tic la genie no j nuetle procurarse ningti-
has curnodidatles? ;Córno no ha (Ic set raqtiItiea Ia produecmn
tioncle el Corisumo (s p('qtleno? ;. Qué iunjin iso han tie recibir las
industrias donde us productos sOlo encuentran tin reciucido nil-
inero tie compradores, porque la rnayorIa de la i wbiacion se
coin,one tie hanibrientos? Peru si estos harubrientos dejan tie
serb ; si I legan a esta r en couid iciunes tie satisfacer MIS ii?CC5I-
dacies norma les en tuna pa Iabra. ti sit trabajo Ic- es l)ieui 0 51-
q iii era regniarmeri Ic pagado, cotisil ni i rzin in fin idad tie art icu los
(IC que ho y estãn privados. N . harãii necesa Na uuia gran protluc-
ciOn dc esosariuculos. Cuando ins millones tie parias que boy
vegetan en el hambre s la cfesntRiez c:onlari nieuios mal, usen ro-
pa y calzaclo v dejen (IC tener i)etate JiUt totio ajuar. Ia demanda
tie mil geuieros y ol)jeIos (j Ut' Juov es insignificant(, a umentarâ en
jiroorciorucs coboszu It's, s La intiusi na, la agricultura, el corner-
eio, todo sera materialunente eunpujado a desarrollarse en una
escala que jarnás alcanzanIa mientras subsistieran las aetuales
condiciones de miseria general.
78
La falta de escrüpulos dc la actual dietadura pant al)rOpiat-
se y distribuir entre sus favoritos ajenas heredades, y la ties-
atentada ra 1 ,aci(lad de los actuales funcionarios para adueñarse
de lo que a otro pertenece, ha tettido por consecuenCia que
unos cuantos it fort una(Ios scan los aca } )araciores de la tierra,
nijentras in fi!iidad (IC honrados ciudadanos larnentan en la mi-
seria la pérdida (IC sus propiedades. La riqueza publica nada
se ha l)eneficiado y Si ha percIido mucho coli estos odiosos 1fl0
nopol io. El acaparatior es tin totlopoderoso (JIIC impolic la es-
clavitud y exJ)lota horribiemente at jornalero N. mediero; no
se preocupa iii tie cultivar 10(1<) ci terreno clue poser ni tie em-
plear buenos mctodos tie ciii tivo. piies sabe que c-to no Ic hace
falta para enr iquccerce: tiene l)a-talIte con Ia natural multipli-
cación de sus ganados y coil (jtI.2 produce la parte de sus lie-
rras pie cultivan los jornaleros y niedieros, casi gratuitamente.
Si esto se per)etua, ;• cuItndo se mejorara lit situaeión de la grit-
Ic dc campo y Sc (ksarrollara nucstra agricultu ni?
Para lograr estos dos objrtos no hay itiats que aplicar: por
tutu parte, Ia ley del pornal in hi 1110 y ci trabajo mIix 11111), y por
otra la obligacion del terrateutinile (IC hacer protiuctt ivos todos
sus terreitos, so peula (IC perderlos. Dc aqul resultará irrernedia-
blcmcuite clue. o Cl poseedor de juinicuisos terrejuos se decide it
cultivarlos y OCIJI)a miles tie trabajadores y contribuye podero-
saniente a lit protlticcion o abandona sus tierras 0 parte dc ci las
l)fl1 que el F.tido las adj udiquic a otros que las liagaui produ-
cir y sC ajit-oveclien tic SUS j)ro(luctos. De tO(1OS r ylodos se obtie-
nen los dos grarudt's resultatlos (l t1t Sc pretenden priunero, ci dc
proporciotia r trabajo, con lit compensaciun rCsJ)cctiVt a nume-
rosas personas, y segundo, ci de estirnular lit j iroduccion agri-
cola. Esto £iitinio no solo aunienta ci volurnen (IC la nqueza ge-
neral, siuuo que infi n yc (, it ci abaratarniento tie los productos
de lit tierra.
Esta nirilida no cansará ci enipobreci ni iruto de ningiuno y
se cvitará ci tic nituchos. A los actuates poseedores tie tierras les
queda ci derecho de aprovecharse tic los prodiictos tie ellas, que
siempre sort a los gastos de ciultivo ; es decir, 1ueclen
hasta seguir cuiriqiinh t ndosc. No se ks van it la, lierras
(ftC ks p roducci i beuie ficios. las (IUC cult ivan y a provechan en
Pastos pant ganado, etc., siiio sOlo las tierras improductivas, las
que ellos mismos dejan abandonadas y iC, (IC heclio, no las
reportan ningün beneficio. Y estas tierras ticspreciadas, quizá
por inütiles, serán, sin embargo, productivas cuando se pongan
en manos de otros más necesitados 0 más aptos que lo,, primi-
tivos dueflos. No será tin perjuicio tiara los ricos perder tierras
que no atienden y tie las que ningun prqveclio sacan, y en cam-
bio, seth Un verdadero betieficio para los pobres poseer estas
tierras, trabajarlas %. (IC sus productos. La restituciOn de
ejidos a Los pueblos pie han sido despojados de cilos es (IC cla-
ra justicia.
La dictadura ha procurado la despoblación de Mexico. For
mu tares, nuestros conciudadanos baii tenido que traspasar Las
fronteras dc La Patria, huyendo del despoo y la urania. Tan
grave mid debe remediarse, y lo coiiseguirá ci Gobierno quo
hrin(ie a Los mexicanos expatriados las facilidades de volver a
su suelo natal, pant trabajar iranquilamente, colaborando con
tocios it la prosperictad v engraridecirnierito de la naciOn.
Para la cesión (le tierras no debt' luther exciusivismos; debe
darse a todo ci que las solicite para cultivarlas. La condiciOn
que se ilflJ)OflC (IC no venderlas tiende it conservar la division
de la propie(lad y a evitar quo los capital istzts tle(ln (IC IItICVO
acapa ra r terrenos. 'l'anibiCn para cvi tar ci acapa ram iento y ha-
cer equitativameute la distribucion de las tierras se hace ncce-
sario fijar un maximum tie las quo se iwetleti ceder a una per-
sona. Es, sin embargo, imposible fijar ese maximum mientras
110 se sepa aproxunadainente Ia cantidad de tierras tie pie ptie-
da disponer ci Estado para (list ribucioli entre to,; ciudadanos.
La crcación dcl Banco Agricola, para facilitar a los agri-
cultores pobres los ciementos qiie necesitan para iflicizlr 0 desa-
rroilar ci cul(iv() tie sus terretios liace accesible a toclos el be-
neficio de adquiri r tierras y evitar quo dicho beneficio esté solo
;it alca nec tIe algu nos )rivi legi ados."
131
"Hacer práctico ci juicio de amparo, simplificando los pro-
cedirnientos."
La justicia con trabas no es justicia. Si los ciudadanos tic-
lien ci recurso (lei ainparo como una defensa contra los atenta-
dos de que son victirnas, dcbc este recurso hacerse prãctico, sen-
cillo y expedito, sin trabas citic Jo conviertan en irrisorio."
"todos los 1ii jos son nato raluneuute luijos legitinios tie ,Us padres,
Sea qtie éstos estn tluIi(IO5 0 110 POE coot raW matrimonial. La
Icy no tiebe Ilitct'r al hi j o Vict liii a (IC u na ía ha que, en todo
tas, s6lo e0rreJ )OuIdC al PU(IEe
row
hombres, pero no para mejorarlos, y por tanto no corresponden
al fin a que los destina lit socicdad. que HO CS III i)ttle set unit
falange de ve.rdugos que se gozan en ci sufrimietito de sus vie-
timas, sino un conjunto de seres hurnanos que buscait la regene-
racion de sus seniejantes extraviados."
84
aquella it El magonisnio recoge, asi, ell el pro-
j)iO sistema al (jtlC no hemos vacilado ell (IC muv mexicanO,
ell pie al ada j ' tar a nuestra realidad los principios libero-indi-
vidualistas lundarnentales, habra de presetitirnoslos transformados
en tin socioliberalismo.
Casi todos los puntos coiiteniclos ell referido programa tienen,
ell till de proteccióli social; no cabe hablar frente a éi,
Va, de till I iberalismo in(livi(IuaI ista coma el pie privara ell muil-
do entero durante ci siglo NIX: v zi 'areceit ell por el contrano,
las luces del siglo XX. Con el Programa dcl Part ida Liberal aflora
Ia nueva corriente politico-social —qiie no dej a (IC maui festarse, sin
embargo, ell economica tanibien—, (lestina(Ia a in formar la
filosofia constitucionai de Mexico. Dr las ntieve seccioties pie ptie-
den (listinguirse cii éI, el capitulo de "'lierras' y ci de ''Capital y
Tra bajo'' pueden set esti malos coma de fi I iaciói i social basica, y
consi ituven el más di recta ii,itecnleiite (IC lit gestacion constitucloital
de los articu los 27 y 12:3 de ta Carla de 1917. Al lado de dies, em-
Pero, (()eXitCli varies (It ros caj ut ii los (j tIC, cotno el (lest litaclo a t rata r
de las reformas constitucionales o ci que se refiere it las restriccio-
nes al clero catolico, han (IC cal i ficarse coma (IC carte primordial-
mente liberal, y vendrian a modelar, asintismo, nuestra estructura
cotistitucional . Fsta habria de ajartarse till tarito. en coiisecuencia,
de cánones clasicoslormas (IC (:011 figu rzicion loo itica ; de princi-
pios enterameiite I iberales, y ( IC reglas I)L1ran1eiitt ocizules, pant
most rarse coma lid reflcjo de una realidad que habria de t'ncon-
ti-ar. en el carácter mixto de las frrnti las socioliberales, precisa-
metite. la respuesta a nuestras más aejas jr'ctipanon.
Recuerdese al resi J eclo qule sa desde los prmieros años de la se-
gti;nla ckcada del siglo XIX Iitib() (IC (:onformarse iiucst ra proi uia
mental i(Ia(I cii este sent ida. cuando Hidalgo, y Morelos sobre todo,
I legaron a dar vida a tin sitenia que basaIo fundainentalmente en
]it equ itativa di.i ribucinit (IC 'U riqtieza y en Ia abolición (IC la CS-
clavitud v dcl tributo. no sMo se contentaba con "nioderar Ia opu-
lejicia y Ia iui(lJgellCia , sillo clue, auiiieiitauido el jornal del pobre,
liabria de poplar por I Irgar it mejorar las costumbres. a base de
Ajar "I a igno i-a uici a, la ra iii a N el liii i-to''. Ti-a ki oil ado- est as i (lea-
les, sin embargo, ntiest ra inqtiuetud social habria de matizar a! Me-
xico (IC la pasada centuna, al punto (IC quc nuestra gestación consti-
tucional (IC mediados (IC siglo bubo (IC dar lugar a varias voces in-
conformes title pretcn(licron 110 solo adaptar 'a (:onstitucioii a nues-
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tras necesidades sociales, sino fundarla en ci priviiegio tic los débi-
les, y hacer de ella, decicliclarnentc, la Icy dc la tierra.
Y ahora —exactameiite medio siglo despues—, y ante ci fracaso
die aquellos nobles intento s, se proponen de nuevo turn serie (IC me-
di(las (IC uti hondu sentido social que enriquccidas con ci l)1S0 dcl
tiempo, significan no solamente La restitución al pueblo tie sus liber-
tades v de sus cierechos politicos, "sino (clue iniplican tamhien) —se-
gun rcza textuaimente ci proplo Mani fiesto ctie acompana at progra-
ma— un gran mejoramiento ecoiioinico":