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ALMANZOR
mil años de un mito
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ALMANZOR, MIL AÑOS DE UN MITO
EL DICTADOR
Almanzor, por Francisco
Zurbarán (Madrid, col.
particular).
S
e cuenta que, en la noche del asesinado sin demora, escarmiento
30 de septiembre del 976, un que, seguramente, disuadió a los de-
meteoro incandescente apare- más Omeyas de reivindicar el trono. Al
ció en los cielos de al-Andalus. mismo tiempo, la Señora Madre, Subh,
Aquella misma noche, una angina de movilizó ingentes sumas de dinero, que
pecho se llevó al otro mundo al Prínci- atrajeron a su bando a las personalida-
pe de los Creyentes, al-Hakam II. Du- des más notables del califato.
rante los largos meses de su agonía, las Tras una larga ceremonia, el pequeño
riendas del poder habían estado en Hisham se convirtió en el décimo señor
manos del visir Ya‘far al-Mushafî, en de al-Andalus con el sobrenombre de
general juzgado como un mal gober- al-Mu’ayyad bi-Llah –El que recibe el
nante. Sin embargo, lo único que preo- apoyo de Dios–. Entonces algunos jura-
cupaba a al-Hakam II en su lecho de ron haber visto una columna de luz ver-
muerte era el problema de la sucesión. de tragarse el meteoro incandescente
Su hora se aproximaba con paso deci- que, desde la noche de la muerte de al-
dido y morir en plena niñez de Hisham Hakam, amenazaba la Península.
–el hijo que le había dado su favorita En 929, el abuelo de Hisham, Abd al-
Subh– acabaría poniendo en discusión Capitel de los Cuatro Músicos, una pieza
Rahman III, había decidido dejar el tí-
su investidura. Pese a que al-Hakam II representativa de la escultura omeya del tulo de emir de los anteriores Omeyas
había impuesto ya que se le prestara siglo X (Córdoba, Museo Arqueológico). de al-Andalus, para adoptar el de cali-
juramento de fidelidad –lo que impli- fa, de mayor envergadura ideológica.
caba su investidura por anticipado– la los Quraysh –la tribu del Profeta, de la Al mismo tiempo, imitando a los Aba-
posición del príncipe Hisham era in- que los Omeyas eran una rama– siem- síes y a los Fatimíes –las otras dos di-
cierta. En las antecámaras del califa en- pre que fuera adulto. Más aún, el nom- nastías que, en aquella época, se dis-
fermo se discutía sin cesar sobre la su- bre que más se mencionaba como su- putaban el derecho al califato–, Abd al-
cesión. Nadie tomaba a la ligera lo dis- cesor no era el de Hisham, sino el de Rahman había asumido un sobrenom-
puesto por al-Hakam II, pero muchos su tío, al-Mughîra. bre que matizaba el vínculo que, pre-
cuestionaban que el acta de la jura a Aún antes de que se difundiera la no- tendidamente, le unía al Altísimo. Al
Hisham tuviera valor legal. Con tan só- ticia de la muerte del califa, las faccio- llamarse “el Victorioso por la Religión
lo once años, el hijo del califa no cum- nes más influyentes de su entorno tra- de Dios” (al-Nasir li-Dîn Allah), quiso
plía los requisitos necesarios para ac- taron de imponer su propio candidato. subrayar que sus continuos éxitos mili-
ceder al poder que, según la Ley islá- Sin contar con el malestar que provo- tares confirmaban el favor que el To-
mica, podía reivindicar cualquiera de caba la idea de que al-Andalus acabara dopoderoso otorgaba al poder que tan
teniendo un califa niño, se impusieron sólo él ostentaba legítimamente en el
LAURA BARIANI es doctora en Historia Árabe, los partidarios de Hisham, encabezados mundo del Islam. Su hijo al-Hakam II
CSIC, Madrid. por Ya‘far al-Mushafî. Al-Mughîra fue lo imitó, al proclamarse “Aquel que re-
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A LA SOMBRA DE UN CALIFA NIÑO, EL DICTADOR
ALMANZOR, MIL AÑOS DE UN MITO
cibe la ayuda victoriosa de Dios” (al- yihad: “el Victorioso”, al-Mansûr en ára- constituyó la clave de su escalada al car a su propio hijo con el fin de que res de al-Andalus a Almanzor. Sus éxi-
Mustansir bi-Llah). Nombres que exal- be, sobrenombre honorífico que los poder. La Señora Subh tenía claro que su amante se hiciese con el poder. Fue- tos, aunque modestos, proporcionaron
taban la victoria en la yihad, es decir la cristianos malpronunciaron como Al- para sentar a su hijo en el trono y man- sen cuales fuesen estas relaciones, lo al amirí el cargo de general supremo
lucha contra los infieles, objetivo su- manzor. tenerlo en él, necesitaba que alguien la cierto es que Subh y Almanzor com- de las tropas de la capital y la dirección
premo del jefe de los musulmanes. conectase con el mundo del poder, por partieron durante muchos años el mis- de toda expedición, junto al renombra-
El caso de Hisham era más complica- La escalada lo que convirtió a su servidor Almanzor mo objetivo: que Hisham continuara do general de las tropas fronterizas,
do, pues antes de que pudiera guiar a Muhammad Ibn Abî Âmir –Almanzor– en su brazo derecho. siendo el califa. Galib, con cuya hija se casó.
los musulmanes hacia la victoria debía nació alrededor del 939 cerca de Alge- El joven califa honró a Yafar al-Mus- En 977, grupos de cristianos violaron Encumbrados por sus victorias, los
esperar a su mayoría de edad. Presen- ciras. En Córdoba estudió para cadí y hafi, jefe de sus partidarios, con el car- los territorios musulmanes aprovechan- dos generales acordaron eliminar al de-
go de chambelán (hayib), en la prácti- do el momento de transición política sacreditado al-Mushafî y hacerse con
ca, su propio regente; al mismo tiem- andalusí; el chambelán (hayib) al-Mus- su poder. Al-Mushafî fue obligado a
Subh, la madre de Hisham, aupó a po, Almanzor –que se había encargado hafî no respondió con vigor a la crisis compartir su cargo con Galib y, poco
Almanzor para sentar a su hijo en el de sobornar a los notables por orden
de Subh, así como de hacer asesinar a
fronteriza, decepcionando a muchos.
Almanzor, que era ya general, aprove-
después, fue arrestado. Almanzor ocu-
pó su puesto, siempre en compañía de
trono y se rumoreaba que eran amantes al-Mughîra– recibió el rango de visir y chó este titubeo para medrar: apeló al Galib. Afianzada la posición de hayib,
una misión de gran provecho: la de yihad contra los infieles y él mismo este último volvió a Medinaceli para
tarle, pues, como nuevo campeón de la así entró en el entorno califal, según mediador entre el consejo de los visires acaudillaría la guerra, puesto que el pe- cuidar los asuntos fronterizos, mientras
yihad habría sido un error político; pa- parece gracias a Ya‘far al-Mushafî. Así y la Señora Madre, lo que le permitió queño califa no podía todavía hacerlo. que su yerno Almanzor se quedó en la
ra mantenerle en el trono era más acon- se le brindó la posibilidad de relacio- entrometerse en la gestión del poder. Aquella campaña unió para siempre capital.
sejable limitarse a confiar en el “apoyo narse con importantes jefes beréberes y Mientras, empezaron a circular rumo- el desempeño de las actividades milita-
de Dios”, dejando las victorias para el con oficiales del ejército califal de la ta- res de una relación amorosa entre los El brazo del califa
futuro. Sería otra persona la que se lla del general supremo Galib. El nom- dos, tal vez engendradas por sus fre- Bote de marfil de al-Mughîra, fabricado en Hisham llevaba una vida cada vez más
apropiaría, de nombre y de hecho, de la bramiento como administrador del pe- cuentes relaciones. Incluso se llegó a los talleres califales de Córdoba (París, retirada e, intencionadamente, se difun-
legitimación política que emanaba de la queño Hisham y de su madre, Subh, decir que Subh no dudaría en perjudi- Museo del Louvre). dió el rumor de que, aunque el califa
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A LA SOMBRA DE UN CALIFA NIÑO, EL DICTADOR
ALMANZOR, MIL AÑOS DE UN MITO
había decidido entregarse al servicio de intentara adueñarse del poder seguía la, le resultaron de gran utilidad. Duran-
Dios, continuaría gobernando mediante latente, Almanzor maniobró para cerrar te los tres primeros años del califato de
su único vínculo terrenal: Almanzor. el paso al mayor número posible de Hisham, Almanzor lanzó ocho campa-
Confirmando aquella escenificación, Al- omeyas, doblegando sus voluntades y ñas contra el Norte cristiano. Aquella in-
manzor mantuvo intactos los signos ex- haciéndoles desear tan sólo vivir en tensa práctica de la yihad tenía el obje-
teriores de la soberanía de Hisham II y paz en sus propias moradas. tivo de lograr mayor consenso y afinar
le atribuyó toda decisión política. Pese a sus conocimientos militares, siendo Ga-
ello, se empezó a comentar en Córdoba Una ciudad propia lib su maestro por lo menos en dos ac-
que el el hayib había convertido al cali- Gracias a estas y a otras medidas, Al- ciones. Pese a sus esfuerzos, era su sue-
fa en una marioneta, situación a la que manzor consiguió reforzar su poder po- gro Galib quien seguía siendo conside-
algunos intentaron remediar. lítico, pero cuanto más aumentaba éste rado el héroe de todos los héroes, gra-
A finales de 978, un grupo de digna- tantos más riesgos comportaba su situa- cias a su enorme experiencia en la gue-
tarios y ulemas resolvió destronar al ca- ción. Mucho ambicionaban el papel que rra, lo que mantenía a Almanzor en se-
lifa y sustituirlo por un omeya adulto. desempeñaba el amirí, puesto que era gundo plano y estorbaba sus propósitos
La conspiración abortó antes de empe- cada vez más evidente que Hisham ambiciosos. Por su parte, Galib, muy
zar y comenzó un proceso que dividió siempre necesitaría a alguien que go- alerta desde que el amirí había contac-
a los alfaquíes que tenían que juzgar lo bernase en su nombre. Por su parte, Al- tado con tropas beréberes, estaba segu-
ocurrido. La mayoría consideró a los manzor advertía que no era ni insusti- ro de que su yerno pretendería excluir-
acusados inocentes, por no haber co- tuible ni invulnerable. El temor por su le del poder. La ruptura entre los dos
metido el hecho; pero, al final, preva- vida fue uno de los motivos que le in- fue inevitable y, tras diversas vicisitudes,
leció la opinión de Almanzor y Subh, dujo a construir, lejos de los manejos del en 981 Almanzor venció sorprendente-
quienes impusieron un castigo ejem- alcázar califal, su propia ciudad-palacio mente a su suegro.
plar, como aviso para quien no acepta- Detalle de un relieve en marfil de la Arqueta –al-Madîna al-Zahira, “la Ciudad Res- La eliminación de la autoridad moral
ra a Hisham como califa. de Leyre, de principios del siglo XI plandeciente”–, donde poco a poco representada por Galib, allanó el cami- El rey lee una carta a la reina, miniatura del manuscrito árabe del siglo XIII Consolaciones en el
Los acontecimientos de 978 habían (Pamplona, Museo de Navarra). transferiría toda actividad de gobierno. no de Almanzor hacia el poder absolu- entretenimiento de Califas (El Escorial, Biblioteca del Monasterio).
hecho tambalear peligrosamente el Paralelamente, logró librarse de todos to. Es llamativo que la batalla en la que
trono, planteando problemas que ur- apaciguar los ánimos y refutar el esca- aquellos que ambicionaban su puesto. el general encontró la muerte pasara a
gía remediar. Comenzando por la im- so respeto por la Ley islámica que se Lo intentó incluso su hijo mayor Abd la historia como la “campaña de la Vic- El fracaso de Almanzor
plicación de algunos juristas en la le atribuía, Almanzor ordenó que se Allah. Sin embargo, lo que más necesi- toria” y que tras ella Almanzor lograra el
conspiración y por la posición adopta-
da en el proceso por parte del conse-
jo de los alfaquíes reflejaba claramen-
purgara la famosa biblioteca de al-Ha-
kam, retirando de ella y destruyendo
toda obra dedicada a disciplinas mal
taba Almanzor era poder contar con el
apoyo de tropas de plena confianza. Por
eso, se rodeó de beréberes de reciente
sobrenombre de “el Victorioso” (al-
Mansûr) que glorificaba sus éxitos mili-
tares y el papel de baluarte del califato
E n el plano militar, la reforma de Al-
manzor apenas perduró durante el
gobierno de su primer hijo Abd al-Malik
la posición de poder labrada por su padre,
logró que el califa Hisham II le nombrara
heredero suyo, lo que desató la ira del
te la reprobación que éstos sentían ha- vistas por los alfaquíes, como Lógica, inmigración quienes, por no estar direc- y del Islam que representaría hasta su –apodado al-Muzaffar, como si de un rey pueblo y de la aristocracia, cada uno por
cia la forma de gobierno que se esta- Filosofía y Astrología. tamente implicados en los juegos de po- muerte. o emir se tratara– y tuvo repercusiones sus propios motivos. El estallido de la
ba afianzando en al-Andalus. Para Como la amenaza de que un omeya der que se desarrollaban en la Penínsu- negativas, ya que, para sufragar los in- gran rebelión de los cordobeses, en 1009,
Conspiración femenina mensos gastos militares, aumentó la pre- marcó el final del equilibrio amiri y dio al
Como único hayib de al-Andalus, Al- sión fiscal sobre la tierra y los cultivos, traste con toda la estructura omeya de un
La política manzor empezó a buscar mayores re- dando lugar a muchos abusos de los al- Estado centralizado.
conocimientos: el besamanos para él y cabaleros. Esta situación desembocó en Esta situación, añadida a las debilida-
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ALMANZOR, MIL AÑOS DE UN MITO
Cronología
939. Nace Almanzor en las general supremo de las tropas tir documentos en nombre
proximidades de Algeciras. El de la capital y encargado de propio. Por la misma fecha,
primer amirí en pisar el suelo organizar las actividades mili- intentó que a su hijo ‘Abd al-
de al-Andalus participó en la tares de al-Andalus, junto al Malik se le reconociera ofi-
conquista de la Península, re- general de las tropas fronteri- cialmente como heredero de
cibiendo tierras a orillas del zas, Galib. sus cargos de hayib y general
Moneda de época amirí.
Guadiaro. En la niñez de Al- 977. A finales de año, Ya‘far supremo.
manzor, la familia amirí no al-Mushafî fue destituido del queando Medinaceli, hogar 996. La Señora Madre Subh
era muy acaudalada. cargo de hayib y encarcelado. del general de las fronteras. conspiró para acabar con Al-
967. Tras estudiar en Córdo- Galib y Almanzor fueron ele- 981. Apoyado por el conde manzor. Para ello, sustrajo in-
ba, Almanzor entró a formar vados a la función hayib. Ga- de Castilla y el rey de Pam- gentes sumas de dinero del
parte del aparato administrati- lib volvió a ocuparse de las plona, Galib infligió a Alman- patrimonio califal. Visires y al-
vo califal. Se le confió el car- fronteras y Almanzor se quedó zor la única derrota que re-
go de administrador del prín- en la capital. cuerdan las fuentes.
cipe heredero Hisham y de su 978. Un grupo de dignatarios 981. En julio de ese año, en
madre Subh, y el de prefecto y hombres de leyes decidió S. Vicente, las tropas de Galib
de la ceca. Unas misiones en deponer a Hisham por ser me- y Almanzor volvieron a cruzar
Magreb le proporcionaron la nor. La conjura fue destapada las armas. Almanzor logró de-
ocasión de estrechar relacio- y los cabecillas, ejecutados. rrotar a Galib, que murió en la
nes con jefes beréberes y ge- 979. Almanzor dio comienzo a batalla. Tras la campaña, Al-
la construcción de su ciudad- manzor obtuvo el sobrenom-
palacio, cuyo nombre –al- bre de “el Victorioso” (al-
Madîna al-Zahira, la Ciudad Mansûr).
Resplandeciente– emulaba el 987. Fin de las obras de cons-
de la califal Madînat al-Zah- trucción de al-Madîna al-Zahi-
ra’. La ciudad amirí se convir- ra, la ciudad de Almanzor. És-
tió en la sede principal del go- te reunió entonces al consejo
bierno. de los alfaquíes para que au-
979. Almanzor ordenó cen- torizaran que la mezquita de
surar la biblioteca de al-Ha- al-Zahira pasara a ser Mezqui-
kam II de toda obra mal vista ta Mayor, donde se celebraría
Candil de bronce. por el Islam más estricto, para la plegaria del viernes con el Bote de marfil. Detalle de la parte superior de la Puerta de al-Hakam, en la Mezquita de Córdoba.
congraciarse con los juriscon- sermón de carácter político.
nerales del ejército califal, co- sultos. La mayoría de los alfaquíes faquíes confiaron a Almanzor do a la Cristiandad, en 997, la mayor pasaba con Hisham. Algunos historia- de vida que le impuso Almanzor, o
mo Galib. En fecha sin preci- 980. Ruptura de Galib y Al- dictaminó en contra: un pare- la custodia del tesoro privado afrenta posible: la toma y saqueo de dores se refieren a él como un pobre ni- bien éste pudo instaurar una nueva for-
sar, Almanzor fue nombrado manzor. Éste consideraba que cer favorable habría compor- del califa y Almanzor tuvo en
Santiago de Compostela. Su éxito fue ño obligado por Almanzor a vivir en ma de gobierno aprovechando las limi-
general. el renombre de su suegro le tado no la equiparación de sus manos todos los recursos
976. Tras la muerte del califa mantenía en las sombras. Por Córdoba y Madînat al-Zahra’ fiscales de al-Andalus. completo: poco después se cerró la cri- completa soledad, lo cual, con el tiem- taciones físicas y mentales que padecía
al-Hakam II, estalló la lucha su parte, Galib acusaba a Al- con la ciudad amirí, sino el 997. Campaña de Santiago de sis con la renovación de la investidura po, habría perjudicado su salud mental. el califa. Reconsiderando la historia del
para la sucesión. El partido de manzor de obrar sólo en su reconocimiento de la supre- Compostela. como califa de Hisham, bajo la condi- Sin embargo, otros mencionan su frágil período, varios detalles apoyan esta úl-
los eslavones apoyó la candi- propio beneficio. Puesto que macía de esta última en cuan- 997-998. Almanzor se recon- ción de que delegara todo poder en Al- constitución, su carácter iracundo, su tima hipótesis, abriendo nuevas pers-
datura del hermano de al-Ha- el amirí estaba rodeando de to sede del poder. cilió con el califa. Hisham II manzor; ese acuerdo selló la derrota de evidente incapacidad para desempeñar pectivas sobre la época amirí. Bastará
kam, al-Mughîra, de 27 años. tropas beréberes, Galib estaba 987. Obras de ampliación de fue reconfirmado en sus fun- Subh, que murió poco después. Desde el cargo de califa o sus diversos defec- recordar su casi total ausencia de la vi-
A ellos se opuso la facción en- seguro de que su intención la Mezquita de Córdoba. ciones a condición de que de-
cabezada por el visir Ya‘far al- era borrarle de la escena polí- legara su poder en Almanzor.
entonces nada turbó el peculiar equili- tos celosamente ocultados. Por si esto da pública, o que –a juzgar por ciertos
989. El gobernador de Zarago-
Mushafî, que quería instalar tica. Tras una áspera discu- za, ‘Abd al-Rahman b. al-Mu- 998-999. Muerte de Subh. brio que se había establecido en la ges-
en el trono al hijo de éste, sión, Galib intentó asesinar a tarrif al-Tuyîbî urdió una cons- Para honrar a la Señora Ma- tión del poder andalusí.
Hisham, a pesar de su corta Almanzor, quien se vengó sa- piración para eliminar a Al- dre, Almanzor gastó una suma El califa Hisham estuvo ausente de la vida
edad. Los partidarios de His-
ham asesinaron a al-Mughîra.
manzor, involucrando al hijo
mayor del amirí, ‘Abd Allah.
superior a lo que habría costa-
do construir tres puentes.
La utilidad de un califa inútil
Antes de fallecer, en agosto de 1002, Al-
pública. Sólo salía del alcázar para pasear
976. Hisham, califa de al-An-
dalus. Ya‘far al-Mushafî y Al-
El complot fue destapado.
991. Según el polígrafo Ibn
9-8-1002. En el curso de su
última campaña contra los
manzor trasmitió a su hijo y heredero, mezclado con las damas de su harén
manzor fueron nombrados ha- Hazm, Almanzor consultó el cristianos, Almanzor falleció ‘Abd al-Malik, su testamento político, en
yib y visir respectivamente: el consejo de los visires y de los en Medinaceli. Su cuerpo fue el que puso todo el énfasis en la necesi- fuera poco, incluso se dice que Hisham relatos– Hisham sólo saliera del alcázar
uno se convirtió en regente y alfaquíes acerca de su investi- sepultado allí mismo, con un dad de preservar intacta la soberanía de creció sufriendo problemas motrices y disfrazado de mujer y mezclado con
el otro en el intermediario en- dura como califa. ritual que le confirió el esta- Hisham. Para gestionar el poder, ‘Abd que tenía la parte izquierda del rostro damas de su harén, para pasear por ca-
tre el consejo de los visires y Muerte del mayor opositor de tus de mártir en la senda de al-Malik precisaba, en efecto, el escudo paralizada; y, también, que había ido lles desalojadas. Medidas como estas
el califa y su madre, Subh. Almanzor, el gran cadí Ibn Alá. Su hijo ‘Abd al-Malik tu- de legitimidad que sólo el califa podía perdiendo capacidad intelectual según parecen encaminadas a suprimir toda
977. Grupos de cristianos or- Zarb. El amirí retomó la con- vo que recurrir a las armas pa-
proporcionarle. Eso desataba el odio de se fue haciendo mayor. imagen pública del califa, tanto más
ganizaron incursiones en Sie- versión de la mezquita de al- ra imponerse como nuevo ha-
rra Morena. Almanzor lanzó Zahira en Mezquita Mayor de yib del califa Hisham. los Omeyas contra los Amiríes, que A la luz de estas informaciones, la cuanto que su precaria integridad física
una yihad contra los infieles. la capital califal y lo logró. mantenían a Hisham en el trono pese a cuestión parece plantearse en dos tér- y mental podía poner en peligro su
Tras la victoria, fue nombrado Jarra de cerámica verde. 992. Almanzor empezó a emi- LAURA BARIANI su ignorancia e incapacidad. Esto último minos: o bien Hisham sufrió un pro- continuidad en el trono, de la que de-
corrobora la sensación de que algo raro gresivo aturdimiento a causa del tipo pendía el poder de Almanzor. n
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ALMANZOR, MIL AÑOS DE UN MITO
MARTILLO de cristianos
Sus más de cincuenta incursiones, casi todas victoriosas, en la España
cristiana crearon en torno a Almanzor una terrorífica leyenda.
Julio Valdeón analiza esa imagen en las crónicas de la época
E
l siglo X, en el cual se estable- beréberes. Simultánamente el nuevo
ció el califato omeya de Cór- hayib adoptó diversas medidas de claro
doba, fue la época más flore- signo populista. En otro orden de cosas
ciente de toda la historia de al- es preciso recordar que Almanzor orde-
Andalus. Los núcleos cristianos del nor- nó la construcción del palacio de Medi-
te de la península Ibérica, por el contra- nat al-Zahira, cuya función sería la de
rio, pasaron serias dificultades en esa ser la sede de la administración central.
centuria, aun cuando lograran sobrevi- De esa forma, quedaba deslindado el
vir. Durante el califato de Abderramán ámbito del poder efectivo de la residen-
III hubo enfrentamientos militares entre cia califal, el palacio de Medina Zahara.
los cristianos y los musulmanes, por lo
general victoriosos para los islamitas, Un califa decorativo
aunque también hubiera algunas victo- Así las cosas, Ibn Abi Amir terminó por
rias cristianas, como la Batalla de Si- convertirse en un auténtico dictador,
mancas, que fue un triunfo clamoroso relegando al califa Hisham II a un pa-
del monarca leonés Ramiro II. En tiem- pel meramente decorativo. Ibn Abi
pos de al-Hakam II, el segundo miem- Amir recibió el calificativo de al-Man-
bro del califato omeya, los combates tu- sur bi-llah, lo que quería decir “el vic-
vieron menor intensidad, si bien los cris- torioso por Alá”. De ahí deriva el nom-
tianos actuaron en plan poco menos bre de Almanzor, con el que fue cono-
que de sumisión con respecto a los cor- cido por los cristianos de Hispania.
dobeses. Ahora bien, en las últimas dé- Pero lo más sorprendente de Alman-
cadas del siglo X, el panorama experi- zor fue la puesta en marcha de una in-
mentó un giro espectacular. Los musul- Ciervo de Córdoba, bronce de la segunda
terminable serie de campañas militares
manes llevaron a cabo numerosas razias mitad del siglo X (Córdoba, Museo contra los cristianos del Norte penínsu-
contra los cristianos, lo mismo en las zo- Arqueológico Provincial). lar. Casi todos los años fueron testigos Santiago ayuda a los cristianos en la Batalla de Clavijo (panel de madera de Paolo Sanleocadio, Iglesia arciprestal de Villarreal, Castellón).
nas orientales que en las centrales y las de los ataques del dirigente islamita. Su
occidentales de la península Ibérica. miembro de una familia árabe de origen última acometida tuvo lugar en el año tado año de 1002. La muerte del hayib omnium barbarorum maximus, es de- sabio et muy atrevido et alegre et fran-
A al-Hakam II le sucedió en el califa- yemení establecida desde comienzos 1002, en el cual Almanzor destruyó el cordobés supuso un respiro para los cir el mayor de todos los bárbaros. Eso que”. Esa misma crónica dice, líneas
to su hijo Hisham II. Debido a la corta del siglo VIII en la zona de Algeciras. monasterio riojano de San Millán de la cristianos de Hispania. no obsta, sin embargo, para que en más adelante, que Almanzor “era muy
edad con que contaba al acceder al ca- Ibn Abi Amir desarrolló una carrera me- Cogolla. Mas al regreso de esa campa- ¿Cómo veían los cristianos de las tie- otras fuentes cronísticas encontremos esforzado et de gran coraçon”. Rodrigo
lifato, el poder efectivo fue ocupado por teórica en la corte de Córdoba, que cul- ña, Almanzor no sólo sufrió una derro- rras hispanas a Almanzor? En principio, referencias positivas acerca del persona- Jiménez de Rada, más conocido por El
un personaje llamado Ibn Abi Amir, minó con su designación como hayib ta, la de Calatañazor, sino que falleció la imagen ofrecida por las crónicas de la je que nos ocupa. La Primera Crónica Toledano, señala que el término Alman-
en el año 978. Ibn Abi Amir tenía su en las proximidades de la localidad de España cristiana era bastante dura acer- General de España, por acudir a un tes- zor significa “defensor” y “defensa”,
JULIO VALDEÓN BARUQUE es catedrático de principal apoyo en el ejército, que esta- Medinaceli. Dicho suceso tuvo lugar en ca del hayib cordobés. La Historia Si- timonio que nos parece significativo, “ello porque se defendió a sí mismo y a
Historia Medieval, Universidad de Valladolid. ba integrado básicamente por soldados la noche del 10 al 11 de agosto del ci- lense, por ejemplo, lo presenta como afirma que Almanzor “era omne muy los suyos con éxito y valor en enormi-
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MARTILLO DE CRISTIANOS
ALMANZOR, MIL AÑOS DE UN MITO
dad de batallas”. Este cronista afirma, en tianos et les crebantara las tierras e les
Las campañas militares de “El Victorioso” otro pasaje de su obra, que Almanzor fiziera mucho mal et mucho danno, et
“era persona juiciosa, valerosa, alegre y metiera muchos logares so el su senno-
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MARTILLO DE CRISTIANOS
AL-
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ALMANZOR, MIL AÑOS DE UN MITO
DE LEYENDA
Caballero perfecto para unos, diablo para otros, Soha Abboud Y Paulina López
señalan que las crónicas le ven positivamente, sin olvidar su responsabilidad en
el eclipse califal y en la destrucción de la biblioteca de al-Hakam II
A
lmanzor le usurpó a Hisham sus recopilaciones? Así debió suceder,
su puesto debido a su mino- pero lo cierto es que la opinión negati-
ría de edad, gobernó despó- va de Ibn Jaldûn no dejó huella en la
ticamente, engañó a los altos Historia: tanto para musulmanes como
cargos y mató a todo el que se interpu- para cristianos, Almanzor ha pasado a
so en su camino”. Esta es la negativa va- la Historia como un triunfador, como
loración que de Ibn Abi Âmir, apodado un mito, una leyenda que humilló a los
al-Mansur o Almanzor, hizo el famoso enemigos del Islam, infligiéndoles
historiador y pensador Ibn Jaldûn (m. grandes derrotas.
1406), autor de los Prolegómenos, en su
tratado de historia general. Calificó a Al- Panegíricos en verso
manzor de arribista, ambicioso y menti- Véanse los versos de Ibn Darray (m.
roso porque, de hecho, su ascenso al 1030, en Zaragoza), poeta de origen
poder como gobernante todopoderoso beréber que trabajó en la corte de Al-
–sin llegar a ostentar el título de califa, manzor como panegirista y que legó a
cuya legitimidad disfrutaban los omeyas la posteridad la imagen del luchador
por ser descendientes de la misma tribu por el Islam, la figura brillante y siem-
que el Profeta–, supuso el comienzo del pre victoriosa que ha perdurado entre
fin de esta dinastía que había goberna- los árabes. Los declamó ante su mece-
do al-Andalus desde el año 750; su ac- Vista parcial del Salón Rico del palacio de nas para felicitarle por su sonada victo-
Un elefante en una expedición militar, según ilustración de un
ceso al liderazgo de la esplendorosa Es- Medina Zahara, donde residía el poder califal ria en Santiago de Compostela, batalla manuscrito árabe del siglo XIII (Biblioteca de El Escorial).
paña musulmana del siglo X significó el en el siglo X. a la que quizás asistió el propio poeta;
comienzo de una nueva era, la amirí, de hecho, fue testigo presencial de mu-
cuya política, en muy pocos años, con- la tónica general en las fuentes histo- chos acontecimientos militares, lo que Echaste abajo todos los fundamentos Sin embargo, la victoria de Almanzor taron los más bellos versos. En él se
dujo al estallido de la “Gran Rebelión” riográficas árabes –la mayoría habla de confiere a sus poemas cierta importan- de esta supuesta religión que bien ba- y el paso de su figura a la Historia no aunaban los principales rasgos de un
en Córdoba, en 1009, a la guerra civil, a Almanzor– desde sus propios contem- cia como fuente histórica: sados parecían. se limitó a sus éxitos militares. Era, so- héroe árabe digno de ser alabado: el
la desintegración y caída del califato de poráneos hasta los autores del siglo “Hoy Satán ha faltado a sus prome- ....... bre todo, un personaje que respondía a puro origen árabe que garantizaba la
Córdoba y, por fin, a la consagración de XVII, ha sido muy favorable al caudillo sas con nuestros enemigos, abando- Pues Dios te ha recompensado, oh los parámetros del típico héroe árabe. caballerosidad en el trato, el valor en la
los dispersos reinos de taifas en 1031. algecireño. ¿Ocurrió esto porque Ibn nándoles a su suerte. “Victorioso con la ayuda de Alá”, oh En la literatura árabe clásica, cuando se guerra, la mesura en el juicio y la ge-
La valoración negativa de Ibn Jaldûn Jaldûn reflexionó sobre los aconteci- Y los partidarios del politeísmo [los “Almanzor”, con su religión que con habla del poeta “por excelencia” surge nerosidad. Estos son precisamente los
sobre Almanzor es casi única, porque mientos políticos que analizaba en su cristianos], estén en Oriente o en Occi- tanto ahínco defendiste... un solo nombre, al-Mutanabbi (m. rasgos que resaltan en la caracteriza-
tratado, despegándose de la única dente, ya están convencidos de que su ....... 965), conocido por su panegírico al ción de Almanzor.
SOHA ABBOUD HAGGAR es arabista en la
fuente contemporánea de Almanzor, la creencia sólo es obra de Satán. Que este día de gloria se enorgullez- príncipe sirio, Sayf al-Dawla al-Hamda- El origen árabe de Almanzor –dudoso
Universidad Complutense, Madrid. del cordobés Ibn Hayyan, de la que to- En Santiago, en cuanto entraste con ca de ti, oh Almanzor, y que todo el pa- ni. Éste se había granjeado la admira- históricamente– fue puesto en valor en
PAULINA LÓPEZ PITA es profesora titular de dos los restantes historiadores tomaron las espadas relucientes como la plena sado, con el día de hoy, te honren para ción del poeta y encendió en él las más las crónicas y en los versos de su pane-
Historia Medieval, UNED, Madrid. la información que transmitieron en luna que se pasea entre las estrellas, siempre”. vivas fuentes de inspiración que susci- girista. Descendiente de una tribu ye-
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PARA ÁRABES Y CRISTIANOS, HÉROE DE LEYENDA
ALMANZOR, MIL AÑOS DE UN MITO
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PARA ÁRABES Y CRISTIANOS, HÉROE DE LEYENDA
ALMANZOR, MIL AÑOS DE UN MITO
del Estado, le dejaran actuar a sus an- mo y su fortaleza de espíritu”. En ge- morada condesa”. Doña Oña deseaba
chas. Y, de hecho, lo consiguió, pues neral, casi todos los cronistas del siglo tenerlo siempre junto a ella y puso to-
detentó el control total de al-Andalus XII resaltan el terror que causaba en do su empeño en alcanzar su deseo.
hasta su muerte en 1002. sus incursiones por tierras cristianas. Almanzor vio en este “amor” la posi-
Ya a comienzos del siglo XIII, cuando bilidad de unir Castilla al reino cordo-
Almanzor, una epopeya árabe Lucas de Tuy hace referencia a la Bata- bés, pero para ello se hacía necesario
Por su carácter –que Levi-Provençal ca- lla de Calatañazor, después de la cual acabar con Sancho García. Los dos
lifica de “verdadero dictador, de ambi- murió Almanzor, no duda en afirmar enamorados, a pesar de la repugnacia
ción sin límites, con una voluntad de que sólo era un servidor de Satán. Sin de doña Oña, planearon envenenarle
hierro y gran habilidad política”– y por embargo, en ese tiempo, el arzobispo en la fiesta de su cumpleaños, pero lle-
su enérgica actuación política y militar, de Toledo, Rodrigo Ximénez de Rada, gado el momento, la condesa fue inca-
Almanzor se ganó la admiración de su alude a sus grandes dotes de gobernan- paz de permitir que su hijo bebiera la
poeta, Ibn Darray, quien le inmortalizó te y le califica como varón valiente, la- copa del mortífero veneno y fue ella
en algunos de los mejores versos escri- borioso, prudente e, incluso, llega a quien la apuró de una vez. Almanzor,
tos en al-Andalus. Pero Almanzor cobró considerarle como invencible. Asimis- indignado por esta traición y lleno de
su dimensión épica no sólo debido al mo, la Primera Crónica General de Es- ira comenzó a insultarla. Don Sancho
talento del poeta sino, sobre todo, gra- paña no escatima elogios hacia Alman- respetó la hospitalidad que le había da-
cias a la obra del historiador andalusí zor y dice, refiriéndose a él, que “era do y le permitió regresar a Córdoba.
del siglo XI Ibn Hayyan, cuyo padre ha- moro muy esforçado et muy aguçioso et Poco tiempo después, murió la desgra-
bía sido visir y secretario de Almanzor y Miniatura con jinete, del Comentario al sabio”. ciada condesa doña Oña.
le había acompañado en sus campañas. Apocalipsis, manuscrito mozárabe de 971 Un carcelero alimenta a un cautivo, en una ilustración de Consolaciones para entretenimiento En otro lugar, y a propósito de un va-
El hombre de confianza de Almanzor (Gerona, Biblioteca de la Catedral). Historia y fábula de califas, manuscrito árabe del siglo XIII (El Escorial, Biblioteca del Monasterio). go presentimiento que tuvo Almanzor
informó a su hijo de todo lo relaciona- En torno a él se crearon numerosas le- mientras dormía en Granada, poco tiem-
do con el chambelán amirí y, aunque bierno y las devastadoras campañas que yendas, “como expresión más delicada pués que a Gonzalo Gustioz se le hu- bía llevado a su esposa, se introdujo en po antes de la Batalla de Calatañazor, se
los libros de Ibn Hayyan no han llegado desplegó durante casi veintiséis años de la literatura popular en la que se biese permitido salir de Córdoba. Pasa- su palacio disfrazado de mendigo y co- cuenta que se despertó sobresaltado,
hasta nosotros, se conocen muchos fueron glosadas por los cronistas cristia- mezcla el acontecimiento histórico con do el tiempo, este joven, una vez que se noció el mal trato que recibía Sancha, cosa inaudita en él, pues rara vez se
fragmentos gracias a obras posteriores nos de la época. Uno de los primeros lo fabuloso”, a través de las cuales pue- hubo enterado de su origen, recibió la por lo que decidió sacarla de allí y con- mostraba nervioso, ya que según se de-
que lo citaron como fuente de informa- que se ocupó de él fue, en el siglo X, el de apreciarse el sentir que sobre Alman- media sortija que su padre había dejado traer matrimonio con ella. Ya en Casti- cía “ni aún los caballos se atrevían a re-
ción. Y cuantos historiadores han hecho obispo Sampiro de Astorga, en cuya zor fue creándose con el paso del tiem- antes de partir y que le serviría para lla, Sancha, a pesar de haber dado a luz linchar en su presencia”. Pero este trági-
uso de ellos, desde el siglo XII al XVII, crónica minusvaloró las victorias de Al- po. De esta forma, la personalidad de identificarse, y acudió a Castilla con ca- a su hijo Sancho, no sentía ningún co presentimiento que le atormentaba
han mostrado a un Almanzor victorioso, manzor, ya que no fueron debidas, se- este caudillo hizo brotar en torno a él ballos, armas y todo lo que hubo me- amor por su marido y enterada de las se cumplió poco después, ya que los re-
brillante, campeón del Islam, fama con- gún él, a su valor y a sus méritos, sino a numerosos romances populares, en los nester de lo que el mismo Almanzor le victorias de Almanzor quiso entregarse yes cristianos habían firmado una alian-
firmada por sus propios enemigos cris- la acción de Dios, que quiso castigar a que se referían diversos acontecimientos había provisto, y dio muerte a Ruy Ve- a él como esposa. El caudillo musul- za y terminaron con su poderío. No obs-
tianos, como se verá a continuación. los cristianos por sus pecados o, más relacionados con su vida, donde se en- lázquez. De esta forma vengaba la mán, teniendo noticias de la belleza de tante, su recuerdo se mantiene vivo en
Personaje “entre la epopeya y la his- bien, por los cometidos por su rey Ver- salzaba, en cierta medida, su persona. muerte de los siete infantes. Lope de Ve- Sancha, pidió que se reuniese con él. la historia y a través de las leyendas que,
toria”, como escribió C. De la Puente, su mudo II. Entre ellos destaca la Leyenda de los Sie- ga tomó como referencia este romance Para llevar a cabo tal deseo, Sancha ur- de manera especial, se desarrollaron y
propia muerte plantea dudas. Baste re- Sin embargo, a lo largo del siglo XII, te Infantes de Lara o de Salas donde se para escribir El bastardo Mudarra. dió el ataque de Almanzor contra su difundieron en el Romanticismo. n
saltar lo dicho sobre su enterramiento- varios cronistas destacaron otras cuali- pone de relieve el “espíritu caballeresco En otras leyendas se destaca la fuer- marido, que murió en la lucha. Des- (Las traducciones del árabe, salvo
y bondadoso” de Almanzor en el trato za militar de Almanzor, como sucede pués, quiso envenenar con la bebida a la firmada, son de SOHA ABBOUD).
dispensado al noble castellano Gonzalo cuando se relatan las campañas que el su hijo Sancho, pero enterado éste gra-
Un satán de grandes impulsos carnales o Gustioz, padre de los siete infantes, a conde castellano Fernán González em- cias a una sirvienta, le cambió la copa y PARA SABER MÁS
un prudente gobernante, todo lo fue quien su cuñado Ruy Velázquez había prendió contra los musulmanes, donde Sancha murió envenenada. Según la le-
BARIANI, L., Almanzor, Ed. Nerea, Ondarribia
enviado a Córdoba, con una carta cuyo se hace referencia a Almanzor y se le yenda, esto ocurrió “cuando las victo-
Almanzor, según quién fuera el cronista contenido él desconocía, en la que se considera como “el terrible enemigo de rias de Almanzor sobre los cristianos ro-
(en prensa)
SIMONET, F. J., Almanzor, una leyenda árabe, (nueva
pedía a Almanzor que le diese muerte. los cristianos”. deaban a la figura del caudillo moro de edición) Madrid, Polifemo, 1986.
por una de las fuentes árabes: “(Fue en- dades de Almanzor. Así, la Crónica Na- Almanzor, que le había recibido con un prestigio casi mítico”. LEVI-PROVENÇAL, E., España musulmana hasta la ca-
ídad del califato de Córdoba (711-1031), traduc-
terrado] bajo el polvo que había recogi- jerense, pone de relieve “sus desafora- muchos honores, no sólo no cumplió lo Condesas con historia La leyenda también se hace eco del ción E. García Gómez, tomo IV de “Historia de Es-
do durante sus campañas, pues cada dos impulsos carnales”. En la Historia que se le pedía, sino que además le al- Asimismo, se resalta el poder y el ca- amor que Almanzor despertó en una paña” dirigida por R. Menéndez Pidal, Madrid, Es-
vez que salía en expedición, sacudía to- Compostelana se compara el daño que bergó y le dio buen trato, ya que “era de rácter casi mítico de este caudillo en la dama castellana. “Un amor funesto” na- paña-Calpe, 1950, sobre todo pp. 397-457.
VALLVÉ, J., El Califato de Córdoba, Madrid, Mapfre,
das las tardes sus ropas sobre un tapete causó en la iglesia de Santiago con el natural caballeresco”, de manera espe- Leyenda del conde castellano Garcí Fer- cido en doña Oña, regente en Castilla 1992.
de cuero e iba reuniendo todo el polvo ocasionado por una plaga, por la de- cial después que supo que Ruy Veláz- nández y la condesa traidora. Argenti- de su hijo Sancho García, que se ena- MARTÍNEZ, V. y TORREMOCHA, A., Almanzor y su
que caía” (traducción de Luis Molina). vastación producida por sus tropas. quez había provocado la muerte de los na, hija de un noble francés, se había moró profundamente de la arrogancia época, Málaga, Sarriá, 2001.
Almanzor tuvo una honda repercu- Asimismo, en el Liber Sancti Iacobi, se siete hijos de Gonzalo Gustioz. Después casado con Garcí Fernández, pero des- y apostura de Almanzor cuando éste GARCÍA DE DIEGO, V., Leyendas de España. Madrid,
Círculo de Lectores, 1999.
sión también entre los cristianos. Mu- le considera un personaje demoníaco, de este suceso, Gonzalo Gustioz fue pués de varios años sin tener hijos, la acudió a Burgos para negociar la alian- MARTÍN RODRÍGUEZ, J. L., Almanzor desde el otro la-
chos son los testimonios que sobre él se el “mayor de todos los bárbaros y el conducido a lujosos aposentos, y, para condesa abandonó a su marido y se za entre cordobeses y castellanos. En- do del espejo. Exposición sobre Almanzor y su épo-
hallan en la literatura medieval, e inclu- causante de todos los males”. La Cró- consolarle, Almanzor le entregó a su marchó con un conde francés, quien te- terado Almanzor del sentimiento de la ca. Algeciras, 2002.
VIGUERA, M. J., Imágenes de Almanzor, en La Pe-
so, su nombre perdura, aún hoy, en nu- nica Silense le arroja al infierno inme- propia hermana, quien trató amorosa- nía una hija de su primer matrimonio, condesa, trató de sacar el máximo par-
nínsula Ibérica y el Mediterráneo entre los siglos XI
merosos topónimos geográficos en tie- diatamente después de su muerte; no mente al desdichado castellano. De esa llamada Sancha. Garcí Fernández, dese- tido de la situación y comenzó, tam- y XII. Aguilar de Campóo. Fundación Santa María
rras castellanas. Su personalidad, su go- obstante, destaca “su grandeza de áni- relación nació un hijo, Mudarra, des- oso de vengarse del conde que se ha- bién, a manifestar su cariño a la “ena- la Real, 1999.
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