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SENTENCIA DE VISTA
I. ASUNTO:
Es materia de pronunciamiento, el recurso de apelación interpuesto por los
sentenciados Rocío Ballón Canayo, Roberto Valle Canayo y Milton Castillo
Canayo, en contra de la sentencia recaída en la resolución diecinueve de
fecha catorce de julio del dos mil catorce, que falla CONDENANDOLOS como
autores del delito contra el Patrimonio – Usurpación Agravada, en agravio de
Arturo André Ynga Venegas, imponiéndoseles dos años de pena privativa de
libertad, suspendida condicionalmente por el término de un año, bajo el
cumplimiento de reglas de conducta.
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a) La declaración preventiva de don Arturo André Inga Venegas es la de un
testigo de referencia, ya que como se desprende de su propia declaración, a
este el supuesto guardián le comunicó que personas extrañas ingresaron a
su terreno. Por lo que se tiene que el Juez no debió haber valorado la
declaración de este testigo en referencia, ya que en el expediente si existe el
testimonio directo de quién era el guardián del predio objeto del proceso.
b) Resulta contrario al debido proceso que el Juez quiera corroborar la
declaración del testigo indirecto con la declaración del testigo directo y muy
por el contrario no haya corroborado la declaración del testigo indirecto con
otro medio de prueba que no sea la declaración del propio testigo directo.
c) Si bien el testigo indirecto y supuesto propietario del predio en su momento
declara que no conoce a los procesados, no obra en el expediente judicial
alguna acta de reconocimiento, lo cual sorprende que luego los reconozca
con nombres y apellidos.
d) De la declaración del procesado Roberto Valle Canayo corroborada con la
propia declaración del testigo indirecto y agraviado Arturo André Inga
Venegas, se tiene el técnico Inspector Wilfredo Chuquipiondo carrillo, fue
quien indujo en error al procesado y a su coprocesado Rocío Ballón Canayo,
ya que el procesado se limitó acompañar a su coprocesada Rocío al terreno
que la misma le había dicho que compró, error de tipo que fue inducido por
el técnico inspector, ya que este en la propia inspección como funcionario
público del Ministerio de Agricultura concluyó que existe una equivocación
por parte de la señora Rocio Ballón.
e) El Juez instructor ha invertido la carga de la prueba y sostiene que el propio
investigado Milton Castillo Canayo sea quien debe probar que no se
encontraba en dicho lugar.
f) Si bien el testigo Trigoso Ríos y guardián del supuesto predio usurpado
declara que los procesados ingresaron destruyendo el cerco vivo que había
en el lugar; sin embargo, este testimonio del testigo directo se contradice
con lo declarado por Inga Venegas quién señala que sólo existían hitos cada
dos metros aproximadamente.
g) No existe verosimilitud en la incriminación ya que no existe coherencia ni
solidez en la declaración del testigo directo ya que no está rodeada de
corroboraciones periféricas.
h) No hay medio de prueba que acredite la violencia o la amenaza como medio
de conseguir el supuesto despojo.
i) De la declaración de la procesada Rocío Ballón, se tiene que esta estuvo en
el terreno por la compra venta con el señor Santos Pablo Ortega, sin
embargo, fue éste vendedor del predio quién provocó que la precitada
procesada incurra en un error de tipo invencible, ya que cómo lo sostiene el
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informe N° 026-2009-GRU-P-DRSAU-AACP/WCHC y se corrobora con lo
declarado por el vendedor Santos, cuando en la Inspección señala que no
era su lote de terreno que le vendió, que se había equivocado, que era el
lote que estaba más adelante.
CONSIDERANDO
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de julio del dos mil catorce, dentro del término legal establecido en el Artículo
300º.6 del Código de Procedimientos Penales, lo que habilita a este Colegiado a
emitir pronunciamiento de mérito.
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SALINA SICCHA Ramiro, Derecho Penal, parte Especial, Editorial IDEMSA, Lima2004, p. 865.
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propiedad, la cual debe dilucidarse en la vía correspondiente” (Ejecutoria
Suprema del 24-08-1989, Exp. N° 534-98- Lima, anales Judiciales, año
judicial 1989,T. LXXVII, 1993, P.162)”.
b. El segundo inciso del artículo 202 del Código Penal recoge cuatro
conductas que se diferencian por lo medios empleados por el agente con
la finalidad de despojar al sujeto pasivo de la posesión o tenencia de un
inmueble o el ejercicio de un derecho real. La violencia, conocida
también como vis absoluta, vis corporales o vis phisica, está
representada por la fuerza material que actúa sobre el cuerpo de la
víctima para arrebatarle o despojarle del inmueble. Amenaza, consiste
en el anuncio de un mal o perjuicio inminente para a víctima, cuya
finalidad es intimidarlo. No es necesario que la amenaza sea invencible,
sino meramente idónea o eficaz. La intimidación es una violencia
psicológica. Su instrumento no es el despliegue de una energía física
sobre el sujeto pasivo, sino el anuncio de un mal. La conducta delictiva
bajo esta modalidad se configura cuando el agente, haciendo uso de la
amenaza intimidación, logra despojar a la víctima de la posesión o
tenencia total o parcial de su inmueble o el ejercicio de un derecho real.
Engaño, es la desfiguración de lo verdadero o real capaz de inducir a
error a una o varias personas. Abuso de confianza, es el mal uso que
hace el agente de la confianza que ha depositado la víctima en su
persona.
c. Por su parte el inciso 2 del artículo 204, hace referencia cuando el delito
es cometido con el concurso de dos o más personas.
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b. Cabe indicar que el derecho constitucional a la presunción de inocencia de
toda persona, impone constatar que la sentencia condenatoria se
fundamente en auténticos actos de prueba así como que la actividad
probatoria de cargo sea suficiente, para lo cual se hace necesario que los
medios probatorios legítimamente utilizados proporcionen un resultado
suficientemente revelador tanto del hecho punible como de la
responsabilidad del acusado.
c. Bajo ésta línea referencial, de la valoración conjunta de los elementos que
obran en autos, en relación a los argumentos de los apelantes, se
determina que no existen elementos contundentes que demuestren la
responsabilidad penal de los acusados, por lo siguiente:
Como prueba de cargo en contra de los acusados tenemos la
declaración testimonial del testigo directo y presencial de los hechos,
Armando Trigoso Ríos, quien a nivel judicial ha indicado que los
inculpados Rocío Ballón Canayo, Milton Castillo Canayo y Roberto Valle
Canayo ingresaron al predio del cual su persona era guardián,
acompañados de otras personas a las cuales no conoce, en un número
aproximado de quince, quienes destruyeron el cerco vivo que había en
el lugar y le dijeron que salga porque la señora Rocío Ballón era la
propietaria del bien, a lo que él le manifestó que el dueño era el señor
Arturo André Ynga Venegas, por lo que se retiró del predio a darle aviso
al señor Ynga (ver folios 470/472).
Lo declarado por el citado testigo ha sido puesta en cuestión con su
propia versión cuando al ser preguntado si conoce, entre otros ha Rocío
Ballón Canayo, Milton Castillo Canayo y Roberto Valle Canayo, señaló
que no los conoce, por lo que dicho testimonio no resulta contundente
como prueba de cargo, toda vez, de que en un primer momento
asevera no conocer a los procesado y posteriormente indica que fueron
los que ingresaron al terreno junto con quince personas, resultando la
interrogante como es que si no los conoce a los procesados puede
indicar que éstos fueron los que ingresaron al predio; sindicación que
además no se encuentra corroborada con reconocimiento alguno.
Por otro lado el testigo al describir cómo ocurrieron los hechos señala
que dichas personas destruyeron el cerco vivo; empero en la primera
constatación realizada en fecha posterior a ocurrido los hechos, esto
es, el día 27 de noviembre del 2009 (folios 28/29), no se deja
constancia de tal suceso, por el contrario el topógrafo AACP. Wilfredo
Chuquipiondo Carrillo, personal de la Agencia Agraria de Coronel
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Portillo que estuvo presente en la citada diligencia, al realizar su
informe N° 026-2009-GRU-P-DRSAU-AACP/WCHC, de folios 23/24, rubro
labor realizada, señala que el señor Arturo Andre Ynga Venegas
demostró que los linderos están debidamente mantenidos y
conservados, además quedó demostrado que dicho incendio afectó un
promedio de 500 mts; incendio que conforme a la denuncia de folios
10, realizada por el agraviado fue contra la persona de Carlos Padilla
Koo y no los acusados.
Asimismo, tampoco se constata destrucción de cercos en las actas de
constatación fiscal de fecha veintidós de febrero del dos mil diez, de
folios 194/196, pues si bien en ellas se deja constancia de la existencia
de una construcción y cercos de sinchina y alambre de púas que la
procesada Rocío Ballón Canayo reconoció como suyas, dicha
circunstancia no es razón suficiente para materializar el delito de
usurpación, pues para su configuración se requiere de supuestos
establecidos en el tipo penal, siendo para el caso de autos el uso de
violencia, amenaza o abuso de confianza al momento de tomar la
posesión del bien.
En ese sentido, no se puede establecer de manera fehaciente que los
acusados hayan sido las personas que destruyeran el cerco vivo,
ejerciendo para ello violencia, amenaza o abuso de confianza, pues si
bien el testigo presencial los sindica como autores del delito también
refirió no conocerlos, aunado a ello que no precisó la participación de
cada uno de ellos, y el acta de constatación no indicó alguna
destrucción de cercos, por lo que al no acreditarse con medios de
prueba los supuestos de hecho que establece el tipo penal, no
corresponde emitir una sentencia condenatoria en su contra por no
haberse desvirtuado el principio de presunción de inocencia que
ostentan, debiendo además tenerse en cuenta lo establecido en el
Recurso de Nulidad N° 1634-2002 – Cajamarca, de fecha veinte de
mayo del dos mil tres, que precisa que “la sola sindicación de una persona
en sede policial no corroborada con prueba útil, conducente y pertinente resulta
insuficiente para dictar una sentencia condenatoria, por lo que en aplicación del
principio de presunción de inocencia, es del caso declarar la absolución del
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Ahora, estando a que en autos existe la declaración de la parte
agraviada, que fue valorada por el A-Quo al sustentar su condena y
cuestionada por los recurrentes, se debe puntualizar que si bien lo
vertido por éste guarda relación con la versión dada por el testigo
Armando Trigoso Ríos cuando señala que el día siete de noviembre del
dos mil nueve en horas de la tarde su guardián le comunicó que
personas extrañas ingresaron a su terreno; empero se tiene que
además refiere que ingresaron con machetes y estaban haciendo
trabajos de limpieza y cultivo en la parte frontal, hecho que no fue
indicado por el testigo presencial, por lo que al no existir similitud entre
sus declaraciones, y el hecho de que no fue testigo directo su versión
no resulta convincente para ser considerada como prueba de cargo.
Siendo ello así, estando a las consideraciones expuestas, es del caso
revocarse la recurrida.
V. DECISIÓN:
Por estos fundamentos:
1. REVOCARON la sentencia recaída en la resolución diecinueve de fecha
catorce de julio del dos mil catorce, que falla CONDENANDO a Rocío
Ballón Canayo, Roberto Valle Canayo y Milton Castillo Canayo como
autores del delito contra el Patrimonio – Usurpación Agravada, en agravio
de Arturo André Ynga Venegas, imponiéndoseles dos años de pena
privativa de libertad, suspendida condicionalmente por el término de un
año, bajo el cumplimiento de reglas de conducta; y REFORMÁNDOLA,
ABSOLVIERON de la Acusación fiscal a Rocío Ballón Canayo, Roberto
Valle Canayo y Milton Castillo Canayo como autores del delito contra el
Patrimonio – Usurpación Agravada, en agravio de Arturo André Ynga
Venegas.
2. ORDENARON se archive la presente causa conforme corresponda,
debiendo previamente procederse a la anulación de sus antecedentes
policiales y judiciales que se hubieran generado a razón del presente
proceso, oficiándose con tal fin a las autoridades correspondientes.
Notificándose y los devolvieron.
S.s.
Matos Sánchez (Pdta)
Rosas Torres
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Miraval Flores