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APUNTES DE

GEODESIA

Federico Mayer

LA PLATA

2009
1

NOTA PRELIMINAR

Al terminar un período, que supera los 20 años, a cargo de la Cátedra de


GEODESIA en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (FI-
UNLP), quiero dejar la última versión de los APUNTES que preparé como guía de
mis clases.

La primera fue preparada en 1985 para los alumnos de la carrera de Geofísica


(FCAG) y luego, en 1986, fue reproducida con leves modificaciones para alumnos de
Agrimensura en la Facultad de Ingeniería (FI).

A partir de allí se fueron introduciendo algunas modificaciones pero recién en esta


oportunidad se ha efectuado una revisión pormenorizada.

Hubo dos requerimientos de actualización, el primero de carácter formal está


vinculado con los cambios de programas y planes de estudio. El segundo fue
impuesto por la evolución de la tecnología; sin embargo, tanto en la formulación de
programas como en el desarrollo de clases, me pareció prudente conservar la
transmisión de algunos conceptos y modos de trabajos que parecen obsoletos
(ejemplos: determinaciones astronómicas y triangulación) pero son necesarios para
tomarlos como fundamentos de otros temas y también para ayudar a evaluar
discrepancias cuando se requiere compatibilizar trabajos antiguos con nuevas
determinaciones. Los apoyos geodésicos antiguos eran menos precisos pero, por lo
general, abarcaron mayor densidad de información de campo, incluyendo la que
corresponde a levantamientos apoyados por los mismos, ello nos lleva a pensar que
durante varios años será necesario vincular antiguas redes y adaptar sus resultados.

Talvez los lectores noten que lo relacionado con la gravimetría es muy escueto y
que la observación de técnicas satelitarías (GPS o GNSS en general) no cuenta con
el detalle suficiente. De lo primero soy totalmente responsable de haber tomado la
decisión de simplificarlo para darle mayor lugar a otros conceptos de marcada
aplicación práctica.

En cuanto a lo relacionado con Geodesia Satelitaria, la falta de detalle aludido


surge de a existencia de dos asignaturas: Instrumental y Técnicas Especiales e
Ingeniería de Levantamientos; en las mismas se amplían los fundamentos, las
técnicas de mediciones y los procesos a los que se someten las mismas.

Cabe asimismo aclarar que estos apuntes son simplemente una guía para el
desarrollo teórico, su aprovechamiento mejorará con la ejecución de los trabajos
prácticos y se obtendrá un óptimo resultado si se lo complementa con consultas a la
bibliografía.

El análisis bibliográfico en inglés es un entrenamiento eficaz para acostumbrarse a


leer novedades y en muchos casos, interpretar correctamente los manuales de
equipos con los que se va tomando contacto. Por lo tanto, es aconsejable su
práctica.

Si bien espero que estos apuntes sean útiles algunos años después de mi
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alejamiento de la docencia, soy conciente que no van a alcanzar la prolongada


utilización que lograron las LECCIONES DE GEODESIA que dejó el más prestigioso
de los docentes que pasaron por esta cátedra: el Ing. Félix AGUILAR y que
resultaron útiles durante más de 60 años.
No tuve el privilegio de conocer a Aguilar, pero sí a algunos de sus discípulos
como el Ing. Heliodoro NEGRI ( mi primer profesor de Geodesia) y el Ing. Simón
GERSHANIK (que, si bien se dedicó a sismología, me transmitió mucho de la
trayectoria del mismo). También tuve la oportunidad de conversar bastante con su
hija: Inés Aguilar.

Dentro de las razones que me impulsan a dejar este texto está la necesidad de
compartir la suerte de haber tenido acceso a cierta información. En la Universidad de
Buenos Aires alcancé a ser alumno del Ing. Eduardo BAGLIETTO y en la Dirección
de Geodesia (P.B.A.) disfruté durante más de 7 años del asesoramiento del Ingeniero
Esteban HORVAT, cuyos conceptos forjaron gran parte de mi formación y criterio
profesional. Horvat había sido profesor de Geodesia en la Universidad de Zagreb,
Croacia, donde llegó a ser Rector. Durante la dictadura del Mariscal TITO fueron
asesinados dos de sus hijos y él logró refugiarse en Italia, allí lo contactó y lo
convocó uno de los directores del Instituto Geográfico Militar Argentino, donde
desarrolló una fructífera labor, que se complementó con el mencionado
asesoramiento a la Provincia de Buenos Aires.

Independientemente de lo mencionado, también tuve acceso a la obra


“HANDBUCH DER VERMESSUNGSKUNDE” de Jordán - Eggert - Kneissl, cuya
última edición se llevó a cabo a lo largo de las décadas de 1960 y 1970 y me fue
obsequiada por mi Familia. Se trata de la enciclopedia de Geodesia, Topografía,
Fotogrametría, Cartografía, etc. más completa que se haya editado. Dado que está
escrita en Alemán, pude complementar la consulta con mis conocimientos de ese
idioma, que surgen de mi ascendencia y educación en el nivel primario. Por
supuesto, esa obra quedó desactualizada en cuanto a los avances tecnológicos, pero
tiene la virtud de contar con fundamentos detallados que ya no aparecen a los
últimos textos y los geodestas alemanes renunciaron a preparar una nueva edición,
cuyo esfuerzo superaría sustancialmente los beneficios comerciales.

Finalmente, durante el período 1990 a 2004, tuve la oportunidad de viajar 8 veces


a Europa y tomar contacto con destacados especialistas, entre ellos los doctores
Wolfgang TORGE y Günter SEEBER (de la Universidad de Hannover), Hermann
DREWES (Instituto de Investigaciones Geodésicas de Munich) y Hans Werner
SCHENKE (Instituto Alfred Wegener en Bremerhaven), que tuvieron la gentileza de
proveerme publicaciones y mostrarme el desarrollo de sus investigaciones.

Mi experiencia profesional fue muy variada, diez años en la mencionada Dirección


de Geodesia, 30 años en el Servicio de Hidrografía Naval y no menos de 15 años en
servicios y consultoría relacionados con grandes proyectos nacionales, cuya lista
sería muy extensa para describirla, al igual que mi participación en varias
instituciones internacionales:

FIG (Federación Internacional de Geómetras o Agrimensores)


IAG = AIG (Asociación Internacional de Geodesia)
IHO = OHI (Organización Hidrográfica Internacional)
IUGG = UGGI (Unión Geodésica y Geofísica Internacional)
SCAR (Comité Científico de Investigaciones Antárticas)

, pero lo que quiero destacar es la necesidad de compartir al menos algo de la


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muy variada información y experiencia que pude acumular. Algo similar ocurrió con
mi vocación por la docencia, que la ejercí sin descuidar mi ejercicio profesional
paralelo.

F. Mayer
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CONTENIDOS
Introducción 1

Contenidos 4

Capítulo I “Concepto. Ubicación y Objetivos de la Geodesia” 8


1.1 Definición y Evolución 8
1.2. Sistemas y Superficies de Referencia 12
1.3 Ramas de la Geodesia 17
1.4 Principales Aplicaciones de la Geodesia 18

Capítulo 2 “Astronomía Geodésica” 20


2.1 Generalidades 20
2.2 Revisión de Conceptos de trigonometría esférica 20
2.3 La Esfera Celeste 25
2.4 El Tiempo 29
2.5 Correcciones a la Posiciones o a las Observaciones 31
2.6 Posiciones particulares en el Movimiento Aparente 36
2.7 Determinaciones de Posiciones y Orientaciones 39
2.7.1 Consideraciones Generales 39
2.7.2 Acimut por Distancias Cenitales 40
2.7.3 Acimut a Tiempo Conocido 43
2.7.4 Determinación de Longitud por Distancias Cenitales 40
2.7.5 Determinación de Latitud por Observación de Estrellas en su
Paso por el Meridiano 45
2.7.6 Determinación de Latitud, Longitud y Acimut por Medición de
Distancias Cenitales 46
2.7.7 Método de Gauss 50
2.7.8 Otras Consideraciones sobre las Determinaciones Astronómicas 51
2.8 Reducciones al Nivel del Mar y al Polo Medio 53
2.9 Incidencias de la Desviación de la Vertical 55

Capítulo 3 “ Elementos de Cálculos de Compensación” 57


3.1 Introducción 57
3.2 Revisión de la Teoría de Errores 58
3.3 Compensación de Ecuaciones de Observación 62
3.4 Compensación de Observación Condicionadas 68
3.5 Sobre la Depuración de Errores Indeseables 76

Capítulo 4 “Apoyo Horizontal” 78


4.1 Introducción 78
4.2 Mediciones Angulares (Horizontales) 78
4.3 Mediciones a Distancias 92
4.4 Correcciones a las Distancias Medidas Electrónicamente 100
4.5 Operaciones Básicas de Apoyo Horizontal 107
4.6 Torres y Pilares 114
4.7 Compensación Mediante Variación de Coordenadas Planas 115
4.8 Consideraciones Finales 120
4.8.1 Fórmulas de Ferrero y Su Uso 120
4.8.2 La Simplificación Bidimensional 121
4.8.3 Poligonales Sobre Cadenas Fundamentales 121
4.8.4 Otras Alternativas del Apoyo Horizontal 122
5

Capítulo 5 “ Apoyo Vertical” 124


5.1 Introducción 124
5.2Nivelación Trigonométrica 126
5.3 Distancia de Intervisibilidad 130
5.4 Nivelaciones Geométricas de Alta Precisión y Precisión 130
5.5 Compensación de una Red de Nivelación mediante Ecuaciones
de Condición 138
5.6 Nociones sobre Mareografía 140
5.7 Nivelación de Cruces de Ríos (o Valles) 147
5.8 Nivelación Motorizada 149
5.9 Nivelación y Altimetría 150

Capítulo 6 “
6

Contenidos (cont.)
7
8

Capítulo I
“Concepto. Ubicación y Objetivos de la
Geodesia”

1.1 DEFINICIÓN Y EVOLUCIÓN


Definiremos a la Geodesia como la ciencia que se ocupa de fijar posiciones
básicas o fundamentales sobre la superficie terrestre, los cuales son usadas para
apoyar la cartografía y levantamientos, como así también, para controlar
construcciones, operaciones varias o servicios. También es un recurso indispensable
para la Geodinámina, especialmente en lo que respecta a los movimientos de las
placas que constituyen la corteza terrestre.

Para lograr tales objetivos es necesario indagar en la forma y dimensiones de la


Tierra, en su campo de gravedad, en sus superficies de equilibrio y en las
irregularidades de sus movimientos (especialmente el de rotación). En base a ello se
fijan puntos, direcciones y superficies de referencia. Todos estos estudios e
investigaciones constituyen la Geodesia Científica o Superior.

La Geodesia Práctica o Utilitaria se ocupa de materializar y dar valores a los


puntos que constituyen el “esqueleto” de los trabajos que se apoyan en los mismos. A
partir de la década de 1990, además de puntos con coordenadas, se comenzaron a
agregar Servicios de Estaciones Permanentes (especialmente de recepciones de
satélites de uso geodésico), las cuales sirven para referenciar los trabajos que se
ejecutan y a la vez, para introducir sutiles correcciones relacionadas con los
movimientos corticales.

Independientemente de la definición y conceptos precedentes, corresponde


mencionar la clásica enunciada por F.R. HELMERT (Las Teorías Matemáticas y
Físicas de la Geodesia Superior, Leipzig 1880, reimpreso por Minerva Gmbh
Frankfurt 1961): CIENCIA DE LA MEDICION Y REPRESENTACION DE LA
SUPERFICIE TERRESTRE, enunciado conciso que no ha perdido vigencia.

El conjunto de puntos fundamentales, estaciones de referencia y sus valores


constituyen lo que se denomina el MARCO GEODESICO, concepto que actualmente
difiere del SISTEMA GEODESICO que se compone de constantes y criterios para
fijar los valores de esas coordenadas.

Con respecto a la forma de la Tierra, ya Pitágoras (500 A.C.) y Aristóteles (350


A.C.), la consideraban esférica. Eratóstenes (230 A.C.) llegó a determinar el valor del
radio mediante la medición de un arco entre Assuán y Alejandría y la diferencia de
distancia cenital al sol entre ambos puntos.
9

ARCO ARCO
  R 
R 
Esa precaria determinación, en la cual la longitud del arco (aproximadamente a lo
largo de un meridiano) fue estimada por la cantidad de días de camello para cubrir
esa distancia, llevó a que muchos autores lo consideren a Eratóstenes como el Padre
de la Geodesia.

Después vino la quema de la Biblioteca de Alejandría y más adelante el


oscurantismo de la Edad Media.

Recién a partir de los años 1500 y 1600, a raíz de los grandes descubrimientos, se
retoma el tema y se comienzan a medir arcos de meridianos y observaciones
astronómicas, después de 1700 se encontraron diferencias en las determinaciones
de radio a distintas latitudes, lo cual llevó a adoptar como superficie de referencia a
un elipsoide de rotación. En 1792 quedó adoptado el metro patrón como 1 x 10 -7 del
cuadrante (arco de meridiano del polo al ecuador) que surgió fundamentalmente de
la determinación efectuada por Delambre y Méchaín con el arco de meridiano de
Dunquerque a Barcelona, pasando por París y con el agregado de otras
determinaciones especialmente la de Mapertius y Clairaut en Laponia (1736 - 37) y
por Buguer en Ecuador (alrededor de 1740)

Hubo otras determinaciones calificadas a las cuales haremos referencia en el


Capítulo 9. En general se usaron arcos de meridianos y latitudes por las dificultades
en las comunicaciones para comparar los tiempos y usar también longitudes.

En 1909, HAYFORD, deduce por primera vez los parámetros de un elipsoide


aplicando una red con cadenas de triangulación que cubrían un territorio que fue el
de los Estados Unidos de Norteamérica (USA). Ello lo pudo conseguir gracias a
comunicaciones telegráficas con líneas físicas y otras inalámbricas, cuyo uso recién
comenzaba. En 1924, la Unión Geodésica y Geofísica Internacional (UGGI = IUGG),
reunida en Madrid, adoptó esos resultados (mejorados por el mismo Hayford en el
tiempo intermedio).

Los valores del “Elipsoide Internacional Madrid 1924” fueron:


a = 6.378.388 m (semieje ecuatorial o mayor)
ab 1
f  
a 297
 1 
 o  297 
 f 

Donde f es el llamado aplanamiento o achatamiento (flattening).

En la reunión (Asamblea General) siguiente (ESTOCOLMO 1930) se adoptó una


fórmula de gravedad normal (o teórica) función de la latitud g = f(φ) que corresponde
a los valores que deberían corresponder a una forma elipsoidica de la Tierra con los
parámetros adoptados. Este tema se desarrollará en el Capítulo 6.

Ya para esta época se tenía conciencia que la superficie elipsóidica difería


bastante de la superficie de equilibrio a nivel del mar: el Geoide (Equipotencial del
Campo de Gravedad). Ello se ponía de manifiesto por la no coincidencia de la vertical
(perpendicular al Geoide) con la normal a la superficie elipsódica. El ángulo entre
ambas líneas se denomina DESVIACION DE LA VERTICAL y se detecta cuando las
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coordenadas que se obtienen por traspaso, mediante triangulación u otras


mediciones sobre la superficie terrestre, difieren con las que se logran a través de
determinaciones astronómicas.

El problema planteado impuso el desarrollo de las operaciones geodésicas de


triangulación reservando las determinaciones mediante observaciones astronómicas
para efectuarlas en una menor cantidad de puntos, los cuales generalmente sirvieron
para definir la posición del punto origen (datum) y controlar las orientaciones (Acimut)
en otros puntos llamados “de Laplace”. Ese fue el esquema usado entre 1800 y 1960
(aproximadamente) luego comenzó a poderse aplicar un elipsoide más unificado,
gracias al auxilio de técnicas mediante satélites.

El estudio de las ondulaciones del geoide está vinculado con algunas ramas de la
Geofísica, especialmente la Gravimetría. Puede decirse que el conocimiento actual
de la estructura interior de la Tierra se debe a la acción interdisciplinaria de la
Geodesia, la Gravimetría y la Sismología.

Para favorecer los intercambios y normalizaciones que canalizan las


investigaciones de especialidades y países, existe la UGGI que se reúne cada cuatro
años en distintas ciudades ofrecidas por los Estados Miembros. Las últimas se
llevaron a cabo en los siguientes lugares los años que se indican:

CANBERRA (Australia) 1979


HAMBURGO (Alemania) 1983
VANCOUVER (Canadá) 1987
VIENA (Austria) 1991
BOULDER (Colorado, USA) 1995
BIRMINGHAM (Reino Unido)1999
SAPPORO (Japón) 2003
PERUGIA (Italia) 2007

En la Asamblea de Canberra (1979) se fijaron los lineamientos para adoptar un


nuevo Sistema de Referencia, es decir, un conjunto de constantes y criterios a ser
adoptados y así surgió el SISTEMA DE REFERENCIA GEODESICO 1980 (GRS 80)
las principales constantes se dan a continuación, incluyendo para algunas una
estimación del error que se supone que tienen:
c = (299792458  1.2) m/s (Velocidad de la luz en el vacío)
G = (6.67259  0.00085) 10 -11 m3 / Kg s² (Constante Gravitacional Universal)
 = 7.292115 . 10-5 rad/s (Velocidad de rotación media de la Tierra)
GM = (39860044  1 ) .10 m3/s²
7
(donde M es la masa de la Tierra que incluye la
atmósfera)
GMA = (35 0.3) .107 m3/s² (donde MA es la Masa de la Atmósfera)
a = (6378137  1) m (semieje ecuatorial del elipsoide de referencia)
1/f = 298.2572221 (Inversa del aplanamiento a/(a-b) )
e = 9.780326771 m/s² (gravedad en el Ecuador)
 = 0.005302440 (variación gravimétrica relativa (p - e)/e ) (p corresponde al
polo)
11

W0 = (6263686  2) .10 m²/s² (Potencial del Geoide)

A estos valores habría que agregarle otros, especialmente en lo que respecta al


campo de gravedad, en cuyo detalle, por el momento, no vamos a entrar.

También se determinó que, si en vez de utilizar un modelo de elipsoide de


rotación, se adoptase un elipsoide de tres ejes, el aplanamiento de la elipse
ecuatorial debería ser del orden de 1/90000, lo cual justifica la adopción de un sólido
de rotación.

Además de la Asociación Internacional de Geodesia (AIG = IAG) que fue la que


adoptó los valores precedentes, a la Unión Geodésica y Geofísica Internacional
(UGGI = IUGG) la componen las siguientes Asociaciones:
IASPEI (Asociación Internacional de Sismología y Física del Interior de la
Tierra)
IAGA (Asociación Internacional de Geomagnetismo y Aeronomía)
IAPSO (Asociación Internacional de Ciencias Físicas del Océano)
IAHS (Asociación Internacional de Ciencias Hidrológicas)
IAMAS (Asociación Internacional de Meteorología y Ciencias de la Atmósfera)
IAVCEI (Asociación Internacional de Volcanología y Química del Interior de la
Tierra)

Las siete Asociaciones (IAG, IAGA, IAHS, IAMAS, IAPSO, IASPEI, IAVCEI) se
reúnen en Asamblea General de la IUGG cada 4 años (últimos indicados
anteriormente) y cada dos intermedios (2001, 2005, …) se efectúan reuniones de dos
o tres asociaciones en común, las que tienen más afinidad con la IAG son, por lo
general la IAPSO y la IASPEI. Justamente, en Peruggia, se decidió que en 2009 se
hará en la Argentina.

La IAG tradicionalmente se ha ocupado de la parte geométrica y las demás a


distintos aspectos físicos de la Tierra, (Geofísica General), pero los últimos años se
ha incrementado notablemente la interacción entre las disciplinas.

En el ámbito regional también hay un organismo especializado de la Organización


de Estados Americanos (OEA). Se trata del Instituto Panamericano de Geografía e
Historia (IPGH) en cuya Comisión de Cartografía hay un Comité de Geodesia.
Periódicamente se reúne una Asamblea General de IPGH y una correspondiente
Reunión de Consulta sobre Cartografía.

Tanto la UGGI como el IPGH cuentan en la Argentina con una estructura nacional
CNUGGI y SNIPGH (Comité Nacional para la UGGI y Sección Nacional del IPGH) en
donde especialista de las distintas instituciones relacionadas intervienen en la
redacción de informes que constituyen el documento oficial que se presenta en las
reuniones citadas. De los plenarios de estas asambleas surgen recomendaciones
para los Estados Miembros, las cuales normalizan los métodos y fortalecen las
coordinaciones para trabajos entre estados.

Dentro de las actividades nacionales la máxima responsabilidad geodésica cae


dentro del Instituto Geográfico Militar, que comparte con el Servicio de Hidrografía
Naval sectores costeros e insulares, como así ciertos aspectos que hacen a la
conservación / coordinación del tiempo y al registro del nivel del mar. Debe asimismo
mencionarse que, a medida que avanza el tiempo y se consolida el avance
tecnológico, las provincias van asumiendo un rol de importancia creciente en la
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obtención y manejo de requerimientos geodésicos; sus respectivas direcciones de


Geodesia y Catastro son las que mayor actúan en ese sentido, aunque en algunos
casos hay otros organismos relacionados con la explotación de recursos naturales
que comparten tales actividades.

En cuanto al apoyo geodésico, desde el punto de vista de las coordenadas


horizontales (LATITUD / LONGITUD o X / Y) hasta mediados del siglo XX primaron
las redes de traingulación, luego con el avance de los distanciómetros se introdujeron
otros tipos de redes (trilateración, poligonación) y a partir de la década de 1970
comenzaron a aplicarse, con una fuerte tasa de incremento, las técnicas satelitales.

Desde el punto de vista vertical (altimetría), hubo una sostenida modalidad de


llevarla a cabo mediante nivelaciones geométrica precisas, relacionadas con
registros mareográficos costeros. Recién a fines del siglo XX y comienzo del actual
se logró poder avanzar altimétricamente con técnicas satelitales, para ello se ha
tenido que incrementar el modelado del geoide, es decir, la determinación de la
separación entre el geoide y el elipsoide para poder transformar las alturas
elipsoidales en cotas sobre una superficie equipotencial (como el geoide), a fin de
que esa altimetría siga sirviendo para fines hidráulicos y otros requerimientos
prácticos.

El estudio del nivel del mar, que estuvo muchos años restringido a los registros
mareográficos costeros, en la actualidad se complementa con altimetría satelital.
Ciertos satélites equipados con RADAR, posicionamiento preciso y hasta
gradiómetros que registran variaciones gravitacionales, permiten explorar el
comportamiento de la extensa superficie oceánica; también ciertas boyas con
posicionamiento satelitario permiten registrar variaciones de nivel en lugares alejados
de la costa.

La sutileza que requieren las mediciones precisas ha llevado a que las


coordenadas de algunas estaciones tengan que ser consideradas variables con el
tiempo, a fin de tener en cuenta los movimientos de las placas de la corteza donde
están emplazadas. Vale decir que en los últimos 30 años hemos tenido que pasar de
la GEODESIA CLASICA BIDIMENSIONAL (LAT. LONG. S/ELIPSOIDE) a la
TRIDIMENSIONL (LAT., LONG. Y ALTURA) y finalmente a la geodesia de cuatro
dimensiones donde las coordenadas valen para una época.

1.2. SISTEMAS Y SUPERFICIES DE REFERENCIA

Las posiciones podrían referirse a una terna triaxial, un punto podría definirse por
sus coordenadas x, y, z y su potencial W (teniendo en cuenta la masa terrestre, su
distribución y rotación). Hay razones prácticas y de costumbre para usar otros
valores.

Desde el punto de vista posicional los valores que se utilizan (en reemplazo de x,
y, z) son la latitud , longitud  y altura sobre el elipsoide h. La siguiente figura aclara
la relación entre ambos grupos de valores
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a b
f 
a
La terna ideal se ubicaría de la siguiente forma
El centro o coincidente con el centro de masas de la Tierra.
El eje z coincidente con la dirección del polo medio (con más propiedad: dirección
definida por el Origen Internacional Convencional para expresar el movimiento del
polo).

El plano xz coincidente con el meridiano de Greenwich ( con más propiedad:


meridiano cero definido por las longitudes de referencia en la determinación
coordinada del Tiempo Universal)

El xy corresponde al ecuador. Para un punto P cualquiera, su correspondiente


meridiano es el plano que pasa por el mismo y el eje z.

El elipsoide de rotación, alrededor del eje z, al ser cortado por el plano meridiano
genera una elipse meridiana, con los mismos parámetros elípticos (a,f). Si desde P
se traza la normal a esa elipse, el ángulo de la misma con el ecuador (plano xy)
define la latitud  y la distancia entre P y P0 (pié de a normal sobre la elipse) la altura
h sobre el elipsoide. El diedro entre el plano zx y el meridiano es la longitud  del
punto considerado.

Convencionalmente te toman las latitudes positivas al norte (+z) (0° a 90°) y


negativa al sur (-z) (0° a -90°). Las longitudes positivas al este (+x a +y) (0° a 180°) y
negativas al oeste (+x a -y) (0° a -180°).

La Argentina cuenta con latitudes y longitudes negativas.

Un sistema de coordenadas como el descrito tiene carácter de absoluto, recién


durante los últimos30 años se está logrando determinar puntos con coordenadas que
se aproximan bastante a esta referencia ideal, gracias al auxilio de la geodesia
satelitaria.

En la geodesia clásica lo que se hacía era adoptar un sistema como consecuencia


de admitir como válidas las coordenadas astronómicas de un punto origen (Punto
Datum) y la orientación (Acimut) de una dirección desde el mismo; el resto de los
puntos astronómicos fundamentales (Puntos de “Laplace”) se utilizaban solamente
para controlar la orientación y obtener las componentes de la desviación relativa de
la vertical, al comparar los valores geodésicos (elipsódicos obtenidos por traspaso
mediante triangulación u otra cadena de transferencia de posiciones) con los
astronómicos. Destacamos el concepto de relativo de estas determinaciones ya que
responden al origen (no absoluto) de coordenadas y los parámetros elípticos (a,f) del
elipsoide adoptado. Mediante estas desviaciones es posible determinar la morfología
del geoide a través de perfiles astrogeodésicos, a medida que las cadenas y redes
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geodésicas se amplían y conectan es posible obtener parámetros de transformación


u corregir los valores elípticos para lograr mayor adaptabilidad del elipsoide de
referencia.

Más adelante (Capítulo 7 y 9) estudiaremos las expresiones que existen entre las
coordenadas x, y, z y , , h; en dichas relaciones entran, por supuesto, los
parámetros a y f.

También veremos como se pueden transformar las coordenadas de un sistema (o


datum) local a un sistema más absoluto, los términos más importantes de esta
transformación son las traslaciones x, y, z entre ambos, pero se pueden
introducir también giros, dilatación y cambio en los valores elípticos (a,f).

La coordenada h no tienen una aplicación práctica directa ya que los trabajos que
requieren mayor precisión altimétrica, por ejemplo los estudios u obras hidráulicas,
vinculan las alturas (o sus diferencias) con las superficies de equilibrio. Para entender
mejor esto vamos a hacer algunas consideraciones, un tanto elementales sobre el
potencial del campo de gravedad terrestre.
Una masa próxima a la superficie está solicitada por la atracción newtoniana de la
masa terrestre y por el movimiento de rotación a la cual esta sometida. En cada
punto por atracción por unidad de masa es la resultante de esas causas y constituye
el vector gravedad, cuyo módulo se expresa en unidades de aceleración. El potencial
de ese campo de gravedad en un punto es el trabajo que debería efectuarse para
transportar una masa unitaria hasta un punto en el cual no experimente atracción
alguna (potencial cero).

La parte más importante del potencial debido a la masa terrestre es el que surge
de considerarla concentrada en su centro.

 GM  dr
V   r r²
dr  GM 
r r²

donde r² = x² + y² + z² y la constante GM tiene el significado expuesto dentro de


los parámetros recomendados por la UGGI.

Resolviendo queda


1  1 1  GM
V  GM   GM     
r   r r
r

Un modelo esférico terrestre con densidad constante, o de capas esféricas


concéntricas con esas características, respondería a esa expresión sencilla del
potencial. La forma elíptica general e la Tierra, las irregularidades de forma y
distribución de densidades variables, fundamentalmente en la corteza, hacen que a
esa fórmula simplificada se le deban agregar otras componentes, por ello
expresaremos el potencial V de la siguiente manera:

V 
GM
1   Z   S   T 
r

Se trata de desarrollos de armónicos esféricos que podemos concebir como una


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serie de Fourier extendida al espacio.

Las componentes Z (Zonales) son función de la latitud.

Las componentes S (sectoriales) son función de la longitud  actúan como si se


introdujeran husos limitados por meridianos con densidad variable entre sí.

Las componentes T (teselares, teseladas o teserales) son función de  y  y


tienen que ver con las irregularidades más aleatorias que presenta la distribución de
masas en la proximidad de la superficie.

El potencial debido al efecto rotacional se puede calcular integrando la aceleración


centrífuga desde t  x ²  y ² hasta t = 0, sobre el eje de rotación

x² y² ² ²
  ²  t  dt  t² 0
x² y ²
  x²  y ² 
0 2 2

(donde  es la velocidad de rotación terrestre), entonces la expresión completa del


potencial terrestre para una masa que acompaña en el movimiento de rotación es :

²
W V   x²  y ² 
2

El vector gravedad es un gradiente cambiado de signo

g   grad  W  W

Es importante destacar que:


a. El potencial es un escalar.
b. Siempre el vector gravedad será perpendicular a una superficie equipotencial
del campo W.
c. La gravedad en el polo es mayor que en el Ecuador por estar más cerca del
centro de masa y porque el efecto rotacional no contrarresta a parte de atracción
newtoniana.
d. El mar en reposo libre de la atracción lunisolar, de influencia meteorológica y de
circulación tomaría la forma de una superficie equipotencial bastante estable: el
GEOIDE.

Al geoide lo podríamos definir de una manera elemental como un superficie que


pasa por el nivel medio del mar y es perpendicular en todos sus puntos a la dirección
del vector gravedad. La dirección de dicho vector en un punto es la dirección de la
vertical en dicho lugar.

La distribución de masas hace que el geoide tenga ciertas ondulaciones que son
las que generan la desviación de la vertical, que ya hemos mencionado. En general
todo sucede cómo si el geoide tuviese una morfología similar a la de la superficie
terrestre muy suavizada y simplificada.

La separación entre dos superficies equipotenciales no es constante, pero si lo es,


la diferencia de potencial -W

-W = g . x . h, vale decir que en lugar de baja gravedad esa separación
aumenta y ocurre lo inverso en zonas de gravedad mayor. Esto significa que, además
16

que irregularidades locales, haya una sistemática tendencia en que dichas


superficies convergen a medida que se acerquen a los polos.

Eso implica que la suma de los desniveles de un circuito cerrado (efectuado a


distintos niveles) no debería ser necesariamente nula. Esta razón lleva a que las
líneas de nivelación de primer orden (alta precisión) sean también medidas
gravimétricamente, entonces se cumplirá.

g i  g i 1
  W    hi ,i 1  0
2

Esta adopción de valores referidos al geoide (W -W 0), no es apta para fines


prácticos, para llevarlo a metros se podría dividir por un valor de la gravedad media y
obtendríamos “cotas dinámicas“.

Otra solución sería aplicar la corrección por convergencia, a partir de valores


medidos de gravedad y ciertas hipótesis y definir “cotas ortométricas“, las cuales, si
bien no tienen mayor sentido práctico para los usuarios, constituyen la distancia
vertical del punto considerado hasta el geoide.

Si no se toma ninguna de las dos medidas u otra supletoria, se trabajará con cotas
brutas en las cuales las influencias mencionadas se absorben en el proceso de
compensación.

De lo esbozado conviene remarcar que es conveniente que las cotas se refieran al


geoide y no al elipsoide cómo surge de la consideración anterior (, , h). Entonces
en la práctica las coordenadas ,  referidas al elipsoide, mencionadas antes se
utilizan como fundamentales para el apoyo horizontal, el valor de h es solo como un
complemento, aunque se puede usar corrigiéndolo. El apoyo vertical (las cotas) en la
geodesia práctica se refieren al geoide (H), donde H según el grado de depuración
será una cota dinámica, una ortométrica o simplemente una cota bruta, más adelante
veremos que también se usan cotas “normales”, las cuales defieren de las
ortométrica en su cálculo. Por lo general, las nivelaciones surgen de determinaciones
del nivel medio del mar en estaciones mareográficas y sus puntos datum (referencia
altimétrica fundamental) se emplazan sobre zonas estables desde el punto de vista
de asentamientos y de movimiento cortical. El transporte se efectúa mediante
nivelaciones geométricas de alta precisión.

De todas maneras, los valores prácticos serían , , H, g; los cuales serían


equivalentes a contar con los mencionados al principio x, y, z, W propios de una
geodesia intrínseca sin elipsoide de referencia.

Por lo general, las diferencias prácticas grandes se producen en las coordenadas


, , y es necesario aclarar a que marco y a que elipsoide están referidas. Si
directamente han surgido de determinaciones astronómicas se suele decir que son
coordenadas “naturales”.

Como puede apreciarse, la geodesia tiene importantes problemas físicos, que


exceden a los estrictamente geométricos, tal vez esa sea su mayor diferencia con la
topografía. Vale decir que, además de requerir mediciones más precisas, debe
introducir correcciones más sutiles para mantener un buen marco de referencia
dentro del cual, en pequeños sectores, se puedan aceptar las simplificaciones de la
topografía elemental.
17

Podemos también inferir que el estudio de la gravedad permite aportar datos para
completar los estudios de forma de la Tierra o, con mas propiedad, del Geoide. Esta
vale tanto en aspectos generales como locales, en el capítulo 6 nos referiremos a
esto con mayor detalle.

1.3. RAMAS DELA GEODESIA

La Geodesia Astronómica: es la que se ocupa de determinar mediante


observaciones astronómicas posiciones de puntos y orientaciones (acimutales)
desde los mismos con el objeto de:
a. Determinar puntos origen (datum) locales y puntos de control de orientación
(“de Laplace”) en las triangulaciones fundamentales.
b. Contribuir al modelado del geoide mediante perfiles astro geodésicos (o
nivelación astronómica)
c. Determinar puntos u orientaciones aproximados para apoyos locales
(determinaciones expeditivas).

Tiene sus naturales vinculaciones con la astronomía, especialmente con la


astrometría, dado que interactúa con ésta en la definición de las coordenadas
estelares en sistemas homogéneos y en el control de las irregularidades del
movimiento terrestre tanto en su eje (movimiento del polo) como en las variaciones
de la velocidad angular.

En la actualidad se ha incorporado inclusive la vinculación de la radioastronomía


ya que la interferometría de fuentes de luz lejanas (Quasars) permite controlar al
movimiento del polo y determinar con gran exactitud la distancia entre estaciones :
V.L.B.I (Very Long Baseline Interferometry).

A partir de la década de 1970 el esquema comenzó a cambiar, gracias a la


geodesia satelitaría se pudo comenzar a utilizar un elipsoide geocéntrico con un
perfeccionamiento creciente. Dentro de ese esquema, las determinaciones
astronómicas quedaron prácticamente limitadas a su uso para especulaciones
relativas a la desviación de la vertical.

La geodesia Geométrica: permite transferir posiciones mediante el uso de


mediciones de distancias, ángulos y de desniveles, determinando las coordenadas
(,) elipsoidicas y cotas (H) referidas al geoide. Desde el punto de vista práctico es
muy importante y le daremos especial énfasis a lo largo del curso. Tiene
vinculaciones y aún superposiciones con la topografía de precisión. Debe
reconocerse que paulatinamente está siendo reemplazada por la geodesia satelitaria.
La dividiremos en APOYO HORIZONTAL (Cap. 4) y APOYO VERTICAL (cap.5)

La Geodesia Gravimétrica: es la que se ocupa de las determinaciones de los


valores de la gravedad y su influencia, fundamentalmente en la nivelación y en las
especulaciones científicas sobre la forma de la Tierra. Tiene sus naturales
vinculaciones con la gravimetría general y aplicada (fundamentalmente a la
exploración).

La Geodesia Dinámica: consiste en una serie de aportes a la geodesia para medir


movimientos corticales (de la corteza terrestre) mediante mediciones o registros
continuos. Es sabido que la corteza sufre movimientos sistemáticos de la placas y
periódicos (mareas terrestre) los cuales pueden medirse con ayuda de la geodesia.
18

Por su naturaleza esta rama está vinculada con la geodinámica y la geofísica


general. Se la llama Geodesia Física incluyendo a la gravimétrica.

La Geodesia Satelitaria: se ocupa del empleo de satélites artificiales en la


concreción de los apoyos geodésicos y en su aporte a los aspectos científicos. Tiene
relación con la astronomía, mecánica celeste, física solar terrestre
(fundamentalmente por la influencia de la refracción ionosférica y troposférica) y
también con la tecnología espacial. Su desarrollo va reemplazado en gran medida a
la geodesia geométrica clásica.

La Geodesia Cartográfica: tiene por objeto logar una representación bidimensional


de las posiciones (generalmente transferir las coordenadas geodésicas ,  a planas
x, y). Tiene relación con la cartografía que es básicamente la representación sobre el
plano de partes de la superficie terrestre.

De lo expuesto quedan planteadas una serie de vinculaciones entre la geodesia y


la geofísica general y aplicada.

La Geofísica, en su concepción más amplia es la Física de la Tierra y la división en


Geofísica General y Aplicada puede aclararse sucintamente de la siguiente forma: la
Geofísica General tiende en su faz científica a estudiar la estructura y
comportamiento general del planeta Tierra, tanto en su interior como en relación a
sus campos magnéticos y de gravedad, tiene objetivos distintos que la aplicada que
está vinculada a la exploración de recursos o evaluación de condiciones para
proyectos de obras ingenieriles. Por lo general la geofísica aplicada requiere del
apoyo geodésico y la información topográfica.

1.4 PRINCIPALES APLICACIONES DE LA GEOESIA

En forma tradicional los países encararon su apoyo geodésico a través de


triangulaciones y nivelaciones (apoyo horizontal y vertical, respectivamente), en la
actualidad el apoyo horizontal se tiende a reemplazar por redes de geodesia
satelitaria, con el complemento de estaciones permanentes para facilitar la
densificación. Si bien las redes de nivelación tienen más vigencia, también
paulatinamente se las va supliendo con mediciones de geodesia satelitaria más el
auxilio de modelaciones del geoide para pasar de las alturas h sobre el elipsoide a
cotas H sobre el geoide.

No obstante las tendencias indicadas, por varios años los apoyos anteriores serán
siendo útiles y frecuentemente habrá que hacer vinculaciones y cálculos de
transformación de valores para su aprovechamiento.

El aprovechamiento primario de las redes geodésicas es apoyar al levantamiento


topográfico general, sea mediante topografía desde la superficie (con teodolitos,
distanciómetros, estaciones totales y niveles) o mediante sensores remotos
(fotogrametría, radar, barredores multiespectrales, etc.), que permiten elaborar la
cartografía básica. Por lo general, en países de variados requerimientos, se hace una
cobertura general de cartografía escala del orden de 1:250000 y una parcial en
escala mayor(1:50000) en zonas de mayor expectativa de desarrollo. Con esa
información, se pueden encarar estudios de factibilidad; para los proyectos de obras
y su ejecución es necesario pasar a detalles mayores, compatibles con escala
1:10000, 1:5000, etc. y en la medida que avanza la tecnología, las cartas y planos
sobre papel se van reemplazando por bases de datos para Sistemas de Información
Geográfica.
19

Pero no se trata solamente de información topográfica, las superficies cubiertas


por el agua se cubren con levantamientos hidrográficos, algunos de los cuales pasan
a ser usados por la cartografía náutica. Hay distintos levantamiento geofísicos:
sísmicos, gravimétricos, magnetométricos, radimétricos, etc., algunos de los cuales
se efectúan con sensores montados en un vehículo (terrestre, acuático o aéreo) que
también utiliza el apoyo geodésico para ser georreferenciados (referidos a marcos de
referencia terrestre).
20

Capítulo 2
“Astronomía Geodésica”

2.1 GENERALIDADES

Si bien, a medida que avanza la tecnología, cada vez es menor el aporte de la


Astronomía clásica a la Geodesia, es necesario desarrollar un mínimo de astronomía
de posición y determinaciones de posiciones y orientaciones a partir de
observaciones astronómicas.

La necesidad de simplificar, para darle prioridad a otros temas, nos ha llevado a


omitir o tratar superficialmente varios aspectos.

Antes de entrar en el tema específico haremos una breve revisión de conceptos


de trigonometría esférica, nos limitamos a los más necesarios para los temas del
capítulo; en unidades posteriores vamos a ampliar con otros temas necesarios para
resolver problemas específicos.

2.2 REVISION DE CONCEPTOS DE TRIGONOMETRIA ESFERICA

Tres porciones de círculos máximos (intersecciones de la esfera con planos que


pasan por su centro) forman un triángulo esférico; se denominan arcos o lados de
dichas porciones a los ángulos que forman las aristas del triedro formado y se llaman
ángulos a los diedros que forman las caras correspondientes.

, ,   ANGULOS  DIEDROS

Los lados y los ángulos de estos triángulos cumplen con ciertas relaciones, una de
ellas es el teorema del coseno:

cos a = cos b cos c + sen b sen c cos 

“El coseno de una lado es igual al producto del coseno de los otros dos más el de
los senos por el coseno del ángulo opuesto”

Este teorema da lugar a tres expresiones similares (cos a, cos b y cos c).

Una de las formas de justificar dicho teorema es centrando la esfera en una terna
21

triaxial y considerar, de acuerdo a la figura, los vectores desde el centro de la esfera


hacia los tres vértices.

 - -
OA = R sen c. i +R cos c . k

 -
OB = R k

 - - -
OC = R. sen a. cos . i + R. sen a. sen . j + R. cos a. k
 
El producto escalar OA x OC resulta

 
OA x OC = R² cos b = R² sen c sen a cos  + R² cos c cos a
De donde
cos b = cos a cos b + sen a sen c cos 

El teorema del seno expresa:


sena senb senc
 
sen sen sen

“En todo triángulo esférico se mantiene la relación entre el seno de cada lado y el
correspondiente seno del ángulo opuesto”.

Para su demostración podemos recurrir a la siguiente figura relacionada con un


triángulo esférico rectangular en C, desde el punto B
22

se hace pasar un plano que sea perpendicular al plano OAC y a la arista OA,
entonces

R sen c sen  = R sen a


De donde
sen c sen  = sen a

(donde c es la hipotenusa y a el lado opuesto al ángulo )

Dividiendo, ahora un triángulo esférico cualquiera en dos rectángulos

Y aplicando la propiedad anterior resulta


sen b. sen  = sen x
sen a. sen  = sen x
De donde
sen sen

sena senb

Y haciendo lo mismo con otra combinación queda demostrada la propiedad


general enunciada.

Otra es la fórmula del seno - coseno (o “teorema de los cinco elementos”)

sen a cos  = sen b. cos c - cos b. sen c. cos 

(en este caso hay que asignarle un sentido definido por el ángulo que se toma
adyacente al lado)

“El seno de un lado por el coseno de un ángulo adyacente es igual al producto del
seno del lado siguiente por el coseno del anterior menos el producto de las
cofunciones de estos lados (siguientes y anterior) por el coseno del ángulo
comprendido por los mismos”. Este enunciado da lugar a seis expresiones similares:
(sen a cos, sen a cos , sen b cos , sen b cos , sen c cos , sen c cos ). Donde
la segunda, cuarta y sexta surgen de invertir el sentido de la figura anterior.
23

Para demostrar esa fórmula se puede partir del teorema del coseno.
cos a = cos b cos c + sen b sen c cos
Si allí se reemplaza
cos c por cos b cos a + sen b sen a cos 
Queda
cos a = cos² b cos a + cos b sen b sen a cos  + sen b sen c cos 
cos a (1 - cos²b) = sen a cos b sen a cos  + sen b sen c cos 
Teniendo en cuenta que 1 - cos²b = sen²b; y dividiendo todo por sen b resulta
cos a sen b = sen a cos b cos  + sen c cos 
de donde
sen c cos = sen b cos a - cos b sen a cos 
Que es una de las fórmulas enunciadas, cambiando la sucesión de elementos y el
sentido surgen las otras 5.

Además de las formulas enunciadas, surgen otras de aplicar el llamado triángulo


polar (o suplementario), el cual proviene de la existencia de un triedro definido por
sus aristas p, q, r que se cortan en P y si desde un punto interior P’ trazamos las
perpendiculares a las caras p, q, r, nos queda formado otro triedro cuyos diedros
son suplementarios de los ángulos entre aristas del primero y viceversa, sus ángulos
entre aristas son suplementarios de los diedros del triedro original.

: entre aristas r y q
: diedro entre planos pq y pr

/2 + /2 +  +  = 2   =  - 
=-
O sea que  y  son suplementarios. Repitiendo este razonamiento con otros
elementos se llega a la conclusión que los diedros del triedro de aristas p, q, r
cumplen con la suplementariedad enunciada con los ángulos entre las aristas p q r.
Como para cada triedro habrá un triángulo esférico, lo mismo ocurrirá entre ambos
triángulos.

Vale decir que si tenemos un triángulo esférico como el anteriormente mencionado


24

(a, b, c, , , ) también existirá otro (polar) con los elementos de la figura siguiente:
del cual surgirán otros juegos de expresiones como, por ejemplo, la del coseno polar.
-cos  = cos  cos  - sen  sen  cos a

Otra característica de los triángulos esféricos es que sus ángulos suman más de
180°, por ejemplo en el triángulo que se forma al interceptarse con la esfera un
triedro rectangular sus ángulos suman 270°

A lo que excede de 180° () se lo llama exceso esférico, si los ángulos fueran , ,

 =  +  +  -180°

A continuación vamos a demostrar que, si T es la superficie del triángulo esférico y


r el radio de la esfera, se cumple
T


por supuesto queda expresado en radianes y para tenerlo en segundos


sexagesimales habría que multiplicarlo por ” (206265”).

Cabe aclarar que un triángulo de una red de triangulación, con lados de 15 a 25


Km, tiene un  entre 1” y 3”.
25

Sea ABC el triángulo, con sus ángulos interiores , , . A B C son los extremos
de medio círculo máximo, o sea que para el caso de la Tierra estarían ubicados en
las antípodas de ABC respectivamente.

La superficie del huso A A, que contienen al lado a, es proporcional a , como la


superficie de la esfera vale 4 r², tal área debe valer:

4r ²  2r ²
2

La suma de los tres husos (AA, BB, CC) vale, entonces,


2r² (  +  + )
esa superficie debe ser igual a la de media esfera (2r²) menos 2 T (1 T por la
superposición entre los husos AA y BB y otro T por que la parte del huso CC que
excede a la media esfera frontal (tiene, por simetría, la misma superficie T), luego:
2r² ( +  + ) = 2r² - 2T
de donde
 =  +  +  -  = T/r²

2.3 LA ESFERA CELESTE

Para las relaciones de la posición del lugar de observación con la de los astros, y
para el estudio del movimiento aparente de estos, resulta útil considerar una esfera
de radio arbitrario centrada en el lugar de observación (O).

En un instante dado podemos considerar que vemos los astros sobre la misma. La
vertical del lugar (dirección del vector gravedad) corta a esta esfera en dos puntos
que llamaremos Cenit (Z) y Nadir (N). Al plano perpendicular a la vertical que pasa
por el punto de observación O lo llamaremos horizonte; así como a la vertical se la
visualiza con la línea de la plomada, al horizonte se lo materializa mediante un plano
“nivelado” que pasa por el lugar de observación.

Observando el cielo todo sucede cómo si las estrellas giraran solidarias a la esfera
alrededor de un eje que corta a la esfera en un punto visible: el polo celeste (en
nuestro caso el elevado es el Polo Sur (P s). Podemos definir a los polos (P s o Pn)
como la intersección sobre la esfera celeste de una paralela al eje de rotación de la
Tierra que pasa por el punto de Observación O. El Polo Norte (P n) queda bajo el
horizonte (para un observador ubicado en el hemisferio norte).

Esa línea de los polos (Ps ,O, Pn) forma con la vertical un plano llamado meridiano.
26

Se denomina plano vertical a todo plano que contienen a la vertical, el paralelo al eje
de rotación es el meridiano, el perpendicular a este último se lo llama primer vertical,
que intercepta al horizonte en los puntos Este ( E ) y Oeste ( W ).

Todo plano paralelo al horizonte se lo llama almicantarat.

En rigor, los polos Ps y Pn no están absolutamente quietos a través del tiempo,


pero supondremos que estamos considerando el eje de rotación instantáneo.

El plano perpendicular a la línea de los polos pasa por el punto de observación O


se llama Ecuador, que se corta con el meridiano, dando origen a EE sobre la esfera
celeste.

El ángulo EOZ es la latitud geográfica o latitud natural del punto de observación,


se la considera positiva en el hemisferio norte y negativa en el sur, para conformar al
signo se la puede definir como el ángulo de altura del polo norte.

Dado un astro cualquiera * se define como plano horario al que pasa por el mismo
y la línea de los polos. Este plano horario va variando con el movimiento aparente, a
velocidad angular casi constante, al ángulo que forma con el meridiano se lo llama
ángulo horario H.

Mirando desde el Pn hacia el Ps se lo mide en el sentido de las agujas del reloj


coincidente con el movimiento aparente.

El plano vertical que pasa por el astro forma con el meridiano un ángulo A
denominado acimut astronómico. Se lo mide convencionalmente desde la dirección al
polo elevado en el sentido de los agujas del reloj (S. W. N. E.).

El arco z, no es otra cosa que la distancia cenital al astro, que se podría medir con
un teodolito (complementaria del ángulo de altura).

El ángulo que forma la dirección al astro con el ecuador es la declinación , se la


considera positiva en el hemisferio norte y negativa en el hemisferio sur. Es un valor
casi constante del astro, para las estrellas varía muy poco (dentro de 1”)
fundamentalmente por el movimiento de nutación de la Tierra.

La otra coordenada casi fija de las estrella es la ascensión recta . Se la mide


cómo un arco sobre el ecuador desde el Punto Vernal  hasta el plano horario, en
sentido contrario a las agujas del reloj mirando del P n al PS . (O de tornillo entrante de
PS a Pn).

Este punto  “gira” en la esfera celeste junto con las estrellas, se lo define como el
punto en el cual el sol pasa de tener declinación negativa a declinación positiva, o
sea el equinoccio de primavera para el hemisferio norte y de otoño para nosotros (22
de marzo). La ascensión recta de las estrellas varía lentamente aumentando
alrededor de 50”/año fundamentalmente por el movimiento de precesión de la Tierra.

El Sol, la Luna y los planetas tienen coordenadas  y  más variables aún, solo
nos ocuparemos oportunamente del Sol cuya ascensión recta varía 360° = 24 hs a lo
largo del año y cuya declinación varía entre +23°27 (~22 de junio) y -23°27 (~ 22 de
diciembre).
27

Naturalmente todos estos movimientos aparentes se producen por los


movimientos de rotación y traslación de la Tierra alrededor del Sol.

La intersección de la Eclíptica con el Ecuador define, justamente, la línea de


equinoccios, una de cuyas intersecciones con la esfera celeste es el punto  ya visto.

Los planos meridiano, vertical y horario definen el denominado triángulo de


posición de un astro, cuyos elementos se grafican de acuerdo a lo expuesto. Al
ángulo paraláctico  (intersección entre el plano horario y el vertical) lo analizamos
más adelante.

Intuitivamente se ve que las coordenadas de los astros, la orientación y la posición


del observador están relacionadas entre sí; este es el fundamento de las
determinaciones de latitud (), longitud () y acimut (A), pero nos falta aún considerar
un elemento: el tiempo, el cual está vinculado a las longitudes y al ángulo horario.

Independientemente de las consideraciones del tiempo, podemos decir que las


coordenadas de un astro se pueden expresar en distintos sistemas, uno de ellos es
el de la eclíptica: la longitud L y la latitud ; esta última se define como el ángulo entre
la dirección al astro y la eclíptica (0° a 90°), considerando positivo al semiespacio que
contienen al PN. La longitud L se mide con origen en el punto vernal . El N es el polo
norte de la eclíptica, el plano que pasa por N y el astro, se denomina COLURO del
mismo. El diedro entre el ecuador y la eclíptica () se denomina “oblicuidad de la
eclíptica” y es del orden de 23°27’ (de allí la variación de la declinación del sol
mencionada antes)

El gráfico indica el triángulo esférico que se puede utilizar para transformar las
coordenadas (, L) a (, ) y viceversa.

sen  cos  .sen  sen . cos  .senL


28

además:
- cos  . sen  = sen  . sen  - cos  . cos  . sen L
cos  . sen  = -sen  . sen  + cos  . cos  . sen L

cos  cos 

cos L cos 

cos  . cos  = cos  . cos L


Dividiendo cos. sen por cos. cos, queda:

 sen .sen  cos  . cos  .senL


tg 
cos  . cos L

En general durante el transcurso del curso, no vamos a utilizar las coordenadas


referidas a la eclíptica, las cuales son utilizadas solamente en algunos aspectos de la
astronomía.

Las coordenadas  (ascensión recta) y  (declinación) se suelen llamar


coordenadas ecuatoriales celestes (o absolutas) y H (ángulo horario) y δ
”ecuatoriales locales”; para relacionar  con H, necesitamos recurrir al tiempo sidéreo
que ya definiremos.

Localmente, las coordenadas horizontales locales se pueden medir una vez


orientado el teodolito sobre el meridiano, son el acimut A y la distancia cenital z, se
las puede transformar  ecuatoriales locales, mediante el triángulo de posición.

( a ) cos z = sen  . sen  + cos  . cos  . cos H

senz cos 

senH senA

( b ) sen z . sen A = sen H . cos 

( c ) - sen z . cos A = cos  . sen  - sen  . cos  . cos H

De ( b ) y ( c ) surge
senH . cos 
tgA 
sen . cos  . cos H  cos  .sen
En cuanto a ( a )
cos z  sen .sen  cos  . cos  . cos H
29

si z fuera pequeño (cos   1) esa expresión no proveería buena discriminación


del argumento, se debería recurrir a:
de ( b ) y ( c)
senH . cos  sen . cos  . cos H  cos  .sen
senz  
senA cos A
(usar el denominador mayor)

Para las determinaciones de cuadrante debe tenerse en cuenta que A debe tener
el mismo signo de H, es decir, que si el astro está al oeste del meridiano ambos
deben estar entre 0 y  (A y H positivos) y si estuviese al oeste deberían estar entre 0
y - (A y H negativos)

El problema inverso se plantea en forma similar:


sen  sen . cos z  cos  .senz. cos A
cos  . sen H = sen z . sen A
cos  . cos H = cos  . cos z + sen  . sen z. cos A

senz.senA
tgH 
cos  . cos z  sensenz. cos A
Para discriminar el cuadrante vale la misma consideración del caso anterior

si sen fuera próximo a 1:   90°, debería recurrirse a:

senz.senA cos  . cos z  sen .senz. cos A


cos    (usar la expresión de
senH cos H
denominador mayor)

2.4 EL TIEMPO

Desde el punto de vista geodésico, el tiempo es el elemento fundamental para las


determinaciones de longitud (  ). La medida del tiempo tiene su origen en la
consideración de rotación terrestre como patrón. Una revolución (1 día) se divide en
24 hs; 1h en 60m ;1m en 60s; o sea que un día = 1440m = 86400s; 1h = 3600s

A su vez: 1h = 360°/24 = 15°; 1 m = 15; 1s = 15”; 4m = 1°; 4s = 1; pero aún no


hemos hablado del punto de referencia.

El tiempo solar verdadero está vinculado al sol, pero como éste sufre
irregularidades se usa el tiempo medio solar, considerando un sol ficticio, que
siempre está en el Ecuador y gira a velocidad constante; de manera tal que produzca
la misma cantidad de revoluciones anuales que el sol verdadero, se denomina
Tiempo Universal cuando está referido al meridiano origen (Greewich) y Hora Oficial,
cuando esta referido al Huso Horario que difiere en horas enteras con el Universal.
En nuestro caso se usa generalmente el HUSO 3 = 45°W, o sea que para TU = 4h,
nuestra hora oficial es 1h. En algunas oportunidades se usó el HUSO 4 y en otras,
durante algunos veranos en “crisis energética”, el HUSO 2.

Cabe destacar que estos tiempos (universal y Oficial), se miden con respecto a la
culminación (paso por el meridiano) inferior del sol ficticio. (O sea que tienen 12
horas de diferencia con el ángulo horario del sol ficticio) ello es necesario para
cambiar de día a la media noche.
30

Cabe además aclarar que la rotación terrestre tiene variaciones, que hoy se
detectan con los relojes atómicos; esto da lugar a coordinaciones y adopción de
distintos tipos de TU, cuyo análisis se completará en los trabajos prácticos.

El TUO (UTO) Es el tiempo universal que está vinculado directamente a las


observaciones astronómicas; el TU1 (UT1) es el TUO corregido por el “movimiento
del polo”, es decir, los cambios orientación en el eje de rotación de la Tierra, es el que
mejor representa la secuencia rotacional de la Tierra. El TU2 homogeneiza ciertas
variaciones en la rotación, especialmente por el cambio de momento de inercia que
le introducen la deformaciones elásticas periódicas producidas por la atracción
lunisolar, que incluyen tanto efectos diurnos como estacionales. Esas fluctuaciones
que pudieron ser detectadas gracias a los relojes atómicos llevaron a considerar el
Tiempo Atómico Internacional (TAI) y el Tiempo Universal Coordinado: TUC (UTC)
donde, cuando la diferencia con el TU1 llega a afectar un segundo de tiempo se lo
corrige (salto de un segundo) y es permanentemente mantenido con patrones
atómicos y una fuerte coordinación internacional que centraliza el Servicio
Internacional de Rotación Terrestre (IERS). Hay otras variedades de tiempo (Tiempo
de Efemérides, Tiempo Dinámico y Tiempo Terrestre) al cual se refieren ciertas
coordenadas, como las del Sol, para los cuales debe ser tenido en cuenta un T que
va cambiando con el tiempo y debe introducirse en los argumentos de los valores
tabulados. Generalmente se debe obtener este valor en lo prólogos de las
publicaciones. (Como el Suplemento del Almanaque Náutico y Aeronáutico que edita
anualmente el Servicio de Hidrografía Naval en CD o por Internet)

De todas maneras, el día Solar medio sirve para definir el año trópico, como el
tiempo que tarda el baricentro del sol entre un paso y otro sucesivo, por el punto
vernal ; es de aproximadamente 365,2422 días; como el punto vernal se mueve 50”,
(por el fenómeno de precesión) y por año, se define como año sidéreo al tiempo que
demora en volver al mismo punto con respecto a las “estrellas fijas” y es de 365,256
días. Para darle una fracción sencilla en los calendarios, se considera el “Año
Juliano” = 365,25 días, que es el que da origen a los años bisiestos (4 por 0,25 = 1;
agregando el 29 de febrero, cada 4 años).

El tiempo sidéreo (  ), es el ángulo horario del punto vernal ; en realidad


deberíamos distinguir entre tiempo sidéreo medio y tiempo sidéreo aparente, donde
se corrige la posición de  por la variación que le produce el movimiento de nutación
en la rotación terrestre, esta variación es de hasta 0s,5, y se llama “Ecuación de los
Equinoccios”, cuya aclaración se hará en los Trabajos Prácticos.

Para las determinaciones, en las que se usan posiciones aparentes, debe usarse
el tiempo sidéreo aparente.

Por el movimiento de traslación todo sucede cómo si el punto  fuera más rápido
que el sol, en un año trópico le saca un día de ventaja.

365,2422 días solar medios = 366,2422 días sidéreos medios

1 día solar medio = 1d0h3m56,555 de tiempo sidéreo medio

1 día sidéreo medio = 23h56m04s,091 de tiempo solar medio


(adelantado de  ~ 4m-4s/día)

Para la conversión de intervalos se pueden usar tablas del Suplemento del


31

Almanaque Náutico o la relación 365.2422/366.2422.

Para las transformaciones es necesario recurrir además a tabulaciones dadas en


los almanaques o efemérides del tiempo sidéreo en Greenwich para 0 h Tiempo
Universal cada día del año, aproximadamente es:

Marzo 22 0 ~ 12h
Junio 22 0 ~ 18h
Set 22 0 ~ 0h
Dic 22 0 ~ 6h
Definido el tiempo sidéreo local, queda establecida la relación entre las
coordenadas ecuatoriales locales y celestes.
=+H

Al tiempo sidéreo local que definimos como ángulo horario del punto vernal
también lo podríamos haber definido como ascensión recta del cenit.

La ascensión recta se acostumbra tabular en h,m,s. También, para su uso en


Astronomía, las longitudes se expresan en h,m,s. Debe recordarse, sin embargo, que
las longitudes (  )no son medidas de tiempo, son un simple ángulo que puede servir
tanto para los tiempos medios como para los sidéreos (lo que cambia es el “móvil” de
referencia).

2.5 CORRECCIONES A LA POSICIONES O A LAS OBSERVACIONES

Un observador no ve a los astros en la dirección definida por la recta que lo


vincula. Algunas causas se deben a la posición del observador o a las condiciones
ambientales o físicas que lo rodean, en este caso se corrigen las observaciones o las
posiciones. Otras causas afectan por igual a cualquier observador, por razones
prácticas estos efectos se computan en las posiciones aparentes que se usan en los
cálculos, en los trabajos prácticos se aclarará como se obtienen o calculan las  y 
aparentes.

A continuación vamos a considerar cada una de estas causas y sus efectos. La


Paralaje se produce por desplazamiento del punto de observación en relación al
punto al cual están referidas las posiciones, hay una paralaje (diurna) que se
computa reduciendo la distancia cenital al centro de la Tierra.

z = z - p
p = p0 . sen z
 ".R
donde p0 

32

senp senz ,
surge de 
R 
El valor p0 = paralaje horizontal (paralaje para z = 90°, para el sol viene tabulada
en los catálogos. En nuestros trabajos de determinaciones de posición y orientación
prácticamente nos limitaremos a usar la paralaje del sol, para las estrellas es
generalmente despreciable y la Luna o los planetas habitualmente no los usamos
para esos fines.

Por otra parte, para el sol, por lo general es suficiente admitir que p 0 ~ 8”.8, ya que
durante el año no se aparta mas de 0”15 de ese valor (muy inferior al error que
podemos cometer al medir z’). Hay otros efectos paralácticos (como la paralaje
anual) que se computan dentro de las posiciones aparentes.

La aberración se produce a causa de la velocidad del observador:

O’ A’ = c.t
O O’ = A A’ = v.t
c = velocidad de la luz
v = velocidad del observador

Supongamos que un observador esté instalado en el punto O, si dirigiese el


anteojo al punto A (rayo que llega) no podría ver al astro, puesto que mientras el rayo
recorre AO el ocular se habrá desplazado a O’. Se ve obligado, entonces, a colimarlo
a A’ para que el rayo y el ocular lleguen simultáneamente a O’. La desviación “a” que
se debe aplicar al anteojo modifica la percepción de la dirección del rayo incidente.
sena sen

v.t c.t
v
a  " sen
c
La aberración se divide en:
- diurna (movimiento de rotación)
- anual (movimiento de traslación)
- secular (movimiento del sistema solar)

Para nuestros fines solamente computaremos la aberración diurna, que depende


de la posición del observador, el resto está contemplado en la “posición aparente”.
Las correcciones a las posiciones aparentes por aberración diurna son (sin
demostración):
33

cos  . cos H
  0 s.0213
cos 
  0".320 cos  .senH .sen
El 0”.320 cos = 0s.0213 cos surge de la velocidad tangencial.
6.371Km. cos  .2
  R cos  .   463,31. cos  .m / s
860400 seg .
 463,31  206.265"
"  cos   0"32. cos 
c 299.792.458
En las determinaciones expeditivas se la puede despreciar.

La presesión y la nutación se computan en las posiciones aparentes, sin entrar en


detalles podemos decir que la Tierra se comporta como un trompo en sus
movimientos de rotación y traslación y eso hace que el punto vernal  cambie de
posición lentamente en el valor que hemos mencionado (aumento de los ascensiones
rectas en 50”/año) por el fenómeno de precesión, al que se le debe agregar un
cambio oscilatorio de períodos menores (nutación) que se origina en la atracción
newtoniana (Tierra – Sol, Tierra - Luna) sobre el abultamiento ecuatorial (que
corresponde a la forma elipsoidal de nuestro planeta).

La refracción se tiene en cuenta en la corrección de las distancias cenitales


medidas. Admitiendo capas planas:

senz1 n
 2
senz 2 n1
senz 2 n
 3
senz3 n2
.................
senz k 1

senz nk

Multiplicando:
senz1 1

senz n1 ; n1 ~ 1,000292 (para 0°C y 760 mm Hg)

si R es la corrección z = z1 + R
senz1 1

sen z1  R  1,000292
senz1 1

senz1. cos R  senR. cos z1 1,000292

Siendo R pequeño cos R ~ 1 y sen R ~ R (en radianes), si en la expresión de la


izquierda dividimos numerador y denominador por sen z1 queda:
34

1 1

1  R. cot gz1 1  0.000292
de donde
R cotg z1 = 0.000292
y
R = 0.000292. Tg z1
Para que quede expresado en segundos sexagesimales falta multiplicado por ”
(206265”) y entonces
R = 60”2 tg z1

Esta expresión es válida dentro de 0”1 hasta z1 = 40° para las condiciones ideales
planteadas (0°C y 760 mm Hg). Se mejora haciendo consideraciones de capas
esféricas concéntricas y adoptando valores empíricos.

R0 = 60”08 tg z1 - 0”067 tg3z1


o también
R0 = 60”,00 tg z1 - 0”058 tg3z1 + 0”1
Esta segunda expresión, dentro de 0”3 responde a la tabla de Refracción Normal
(0° y 760 mm Hg) que se da en el Suplemento del Almanaque Náutico y Aeronáutico
entre los 40° y 80°, después de los 80° se aconseja usar directamente la mencionada
tabla.

Para condiciones fuera de las “normales” (0°,760 mm Hg)se usan tablas o


expresiones correctivas. Una de ellas es:
R = R0 (1 + A) (1 + B)
Donde los coeficientes (, A, , B) se obtienen en función de la presión p (mm Hg)
y temperatura t (°C), a los fines prácticos se pueden usar tablas complementarias de
la mencionada anteriormente o emplear las siguientes fórmulas empíricas
aproximadas.
 = 1 + 0.00115 tg² z1
A = - 0.003877 t + 0.00001422 t²
B = 0.00132 (p - 760)

 1
(t en °C y p en mm de Hg.)

En rigor cualquiera sea el método, siempre queda una duda sobre la precisión con
la que se obtiene R, sobre todo si z es mayor de 30°, de allí que debe buscarse
procedimientos adecuados para atenuar el error residual que implica la aplicación de
estas expresiones válidas para condiciones medias y frecuentemente perturbadas
cuando las condiciones ambientales difieren de las del modelo adoptado para el
cálculo.

Recapitulando: la “paralaje diurna” se corrige en la distancia cenital observada, la


paralaje anual viene computada en las posiciones aparentes tabuladas (al igual que
la precesión y la nutación); la aberración diurna se corrige en las posiciones para ,
H y  (donde  depende del lugar y H también de la hora) la anual y secular vienen
tabuladas en las posiciones aparentes. La refracción se introduce como refracción a
la z observada.

La corrección por semidiámetro se suele usar para corregir las observaciones del
Sol cuando se lo “tangentea” en el retículo.
35

El semidiámetro del Sol (ángulo entre el centro y el borde visible) es del orden de
16’ pero varía a lo largo del año en  17” alrededor de ese valor. En general no es
conveniente operar de esta forma ya que el “error de tangenteo” suele ser apreciable.
Una forma precaria es “tangentearlo” dos veces en bordes opuestos y admitir que el
promedio de lecturas corresponde al medio del Sol en el tiempo promedio

Tangenteo Sucesivo

Otra forma es usar retículos en los que se pueda inscribir la imagen del Sol, que
equivale a colimar su centro. Mejor aún resulta usar prismas que se colocan en el
objetivo, y forman 4 imágenes del sol cuyo centro equivale a la posición del centro
(prisma de Roelofs)

RETÍCULO ESPECIAL PARA COLIMACIÓN USANDO UN


INSCRIBIR LA IMAGEN PRISMA DE ROELOFS
DEL SOL
36

2.6 - POSICIONES PARTICULARES EN EL MOVIMIENTO APARENTE.

Hay ciertas posiciones que toman los astros cuyas características conviene
analizar para distintos fines. Más adelante consideraremos la aplicación de algunas
de ellas.

 La salida y puesta (orto y ocaso) se producen cuando z = /2 o sea cuando


el astro corta el horizonte. Para calcular el instante es necesario obtener H (luego  =
 + H) y también se puede computar el acimut en el cual se va a producir el
fenómeno.
cos z = 0 = sen  sen  + cos  cos  cos H
de donde
cos H = - tg  tg 

sen  = sen  . 0 - cos  . 1 . cos A


sen
cos A  
cos 

Podría darse el caso que cos H > 1 o cos A > 1, ello corresponde a los astros
que no cortan el horizonte (no se ocultan y no salen).

La figura aclara sobre el particular, la zona rayada es la de astros cuya declinación


permite que se produzca el fenómeno y tanto de ese gráfico como de las expresiones
de cos A o cos H se puede deducir que ello se cumple cuando   90° - 

Además siempre habrá un par de valores positivos y negativos (al oeste y al este
del meridiano) de A y de H. Los negativos corresponden a la salida y los positivos a la
puesta. También debe tenerse en cuenta que por la refracción (fuerte a los 90° de z)
hay ciertas diferencias. En el Sol es mayor la diferencia con que se percibe la luz,
debido a la refracción, al semidiámetro y a la gran luminosidad, lo cual da lugar a los
“crepúsculos”.
37

 El corte al primer vertical se produce cuando A = /2


sen  = sen  cos z + cos  sen z cos /2
sen
cos z 
sen
sen z cos /2 = cos  sen  - sen  cos  cos H
tg
cos H 
tg

Hay dos cortes, uno al oeste H positivo A = /2


Uno al este H negativo A = - /2
Por supuesto que tiene que ser tg   tg  para que cos H < 1, lo cual como
se puede ver claramente en el gráfico, corresponde a las únicas estrellas que cortan
al primer vertical  < .

Este caso tiene aplicación en las determinaciones de longitud, como veremos más
adelante, es el instante que con mayor precisión se puede determinar H.

 El paso por el meridiano se obtiene para H = 0 o H = 


(  =  o  =   12h) en estos casos también A = 0 o A = 

Puede aplicarse convenientemente la expresión:


z=-
válida para el paso (o culminación superior H = 0) z será positiva hacia el Sur y
negativa Norte, aplicando dicha convención.
38

En la culminación inferior (H =  = 12h):


z=++

Este fenómeno tiene especial aplicación para la determinación de la latitud ya que


conduce a un procedimiento sencillo y preciso midiendo exclusivamente z para
cualquiera de las culminaciones.

 La elongación o máximo acimut en valor absoluto, o mayor separación del


meridiano, se produce cuando el ángulo paraláctico es recto. En ese momento el
plano vertical del astro es tangente a la trayectoria del astro y en consecuencia
perpendicular al plano horario.
senA sen / 2

cos  cos 
cos 
senA 
cos 
sen  = cos z sen  + sen z cos  cos /2
sen
cos z 
sen

sen z cos /2 = cos  sen  - sen  cos  cos H


tg
cos H 
tg
Para que sen A  1, cos z  1, cos H  1 se debe cumplir que   .
Esto se puede visualizar en la región no rayada del gráfico presentado para el corte
al primer vertical

Este fenómeno de elongación es de fundamental importancia, como veremos,


para determinar acimut. Intuitivamente se ve que en las proximidades del mismo el
acimut variará poco, luego se cometerá menos error observando en la proximidad de
esa circunstancia.
39

Acá también hay que considerar un caso de elongación al oeste (A y H positivo) y


otro al este (Ay H negativo). En los programas de observación se pueden usar A y z,
calculados de ese modo, para apuntar al astro y H para determinar el momento en
que se produce la elongación ( =   H).

2.7 DETERMINACIONES DE POSICIONES Y ORIENTACIONES

2.7.1 Consideraciones Generales.


Nos ocuparemos del problema práctico de tener que determinar posiciones y
orientaciones, mediante observaciones astronómicas. Nos limitaremos a métodos
expeditivos (rápidos, sin mayor rigurosidad), mediante el uso de teodolitos y relojes
comunes. En general se pueden obtener  y  con un error del orden de  1“ y el
acimut de una dirección con  5”. Aunque no vamos a dedicarnos a ello, diremos que
mediante el uso de instrumentos más precisos, tales como anteojos de paso,
astrolabios, teodolitos especiales y tubos cenitales fotográficos, se pueden bajar a
menos de la décima parte dichos errores, esto se hacía en las determinaciones
fundamentales, en los puntos de LAPALCE de la triangulación y también en los
observatorios donde se contribuía a determinar el tiempo (detectando irregularidades
en el movimiento de rotación terrestre), a controlar el movimiento del polo y a mejorar
las posiciones aparentes de los astros. (En la actualidad se han ido cambiando esos
procedimientos).

En los métodos que vamos a analizar, vamos a considerar conocidas las


coordenadas aparentes ( y ) y trataremos las determinaciones, como dijimos: , 
y A, haciendo lecturas horizontales y verticales en el teodolito y de tiempo en un
cronómetro (reloj) controlado mediante la recepción de señales horarias que se van
emiten a tal efecto por radio.

Solamente vamos s mencionar los métodos más elementales, los cuales se van a
ampliar mediante el desarrollo de trabajos prácticos.

En el estudio de cada método vamos a ver que, en general, necesitamos en uno el


dato que nos provee otro: por ejemplo, para determinar la latitud por observaciones
de estrellas en su paso por el meridiano, es necesario haber efectuado primero una
determinación de acimut, para ubicarse en el meridiano y para determinar acimut es
necesario conocer la latitud. Para solucionar este problema se recurre a
procedimientos iterativos y, fundamentalmente, a métodos que equilibran las
observaciones para neutralizar el desconocimiento transitorio de un parámetro.

En general, lo primero que se hace es una determinación aproximada de acimut y


a partir de la misma se desarrollan las otras. Inclusive en muchos casos con el
conocimiento del acimut ya se tiene resuelto el problema de la orientación y con eso
basta para efectuar un levantamiento rápido, en donde la ubicación precisa no es
imprescindible.

En el supuesto caso de contar con un valor inicial aproximado de latitud, se


podrían efectuar observaciones de distancia cenital y lectura horizontal a un astro
identificado (por ejemplo el Sol) y así se podría determinar el acimut hacia dicho astro
y orientar el teodolito en un acimut O, luego se detectaría la z que corresponde al
paso por el meridiano (z mínima para culminación superior). Con ese valor de z se
podría determinar  = z +  para luego, con ese valor, calcular los acimutes de las
40

otras observaciones.

2.7.2 Acimut Por Distancias Cenitales

Este procedimiento tiene la ventaja de que prácticamente se puede prescindir del


parámetro tiempo (el cual se usa solamente para extraer la declinación). Se lo suele
llamar también “Acimut a tiempo desconocido”.

Consiste en medir ángulos horizontales y verticales a un astro, con el ángulo


vertical calcular su acimut Ae, luego por diferencia de ángulos horizontales, a una
señal especialmente colocada, transferir el acimut a esta última dirección.

Am = Ae + (Lm -Le)

El valor de Ae (Acimut de la Estrella) se obtiene de la expresión:


sen  = sen  cos z - cos  sen z cos A

sen . cos z  sen


cos Ae 
cos  .senz
Para evaluar los errores que se pueden cometer, podemos diferenciar las primera
expresión (sen )
cos .d   cos . cos z  sen .senz. cos A.d    sen .senz  cos . cos z. cos A dz  (cos.senz.senA).
pero
 cos  . cos z  sen .senz. cos A  cos  . cos H
  sen .senz  cos  . cos z. cos A   cos  . cos
senz.senA  cos  .senH
reemplazando y simplificando cos :
d dz. cos d
dA   
cos  .senH cos  .senH cos  .tgH

Pero, por el teorema del seno, cos . sen H = sen  . sen z


41

d dz d
dA   
cos  .senH senz.tg cos  .tgH

De esta expresión surgen varias conclusiones:


a) Para cos   0  90° el método no sirve (en general el problema acimutal es
difícil en latitudes elevadas).

b) El error de la declinación podría ser neutralizado si se observase la misma


estrella al este y al oeste (cambiaría el signo y tendería a eliminarse). Esta
propiedad se puede entender fácilmente ya que aún para un astro de
declinación desconocida, promediando la lectura acimutal de una posición al
este con otra al oeste para la misma z, se obtiene la orientación del meridiano
sin efectuar otro cálculo.

c) Observando estrellas en las proximidades de la elongación ( = /2) se atenúa


considerablemente el efecto del error en z.

d) Para H = /2 ocurriría lo mismo con el error en , además el error en  se


invierte para la estrellas al este (tg H negativa) y al oeste (tg H positiva).

e) Para estrellas circumpolares (  /2) H =/2 se produce aproximadamente


cuando  = /2 y se obtienen ambas ventajas.

Vale decir que, como recomendación importante surge que, para este tipo de
determinación, conviene observar estrellas circumpolares en las proximidades de su
elongación y que la precisión se mejora si se lo hace mediante el promedio de
parejas, que elonguen al este y al oeste.

Con respecto a la última afirmación, para el término en d queda claro que para H
negativo (al este) y positivo (al oeste) se neutraliza el error en ; lo mismo ocurre
con dz, en cuyo caso tal vez sea más objetivo analizar el término obtenido en el
penúltimo paso: dz cos / cos  sen H , en donde se puede ver lo que ocurre (se
balacean los errores). Además cambia el signo entre antes o después de la
elongación
 + para   /2 
 cos  
 - para  > /2 

Conviene aclarar que se acostumbra a llamar estrellas circumpolares a aquellas


de declinación elevada que “giran” en las proximidades del polo. Se suele usar el
concepto para aquellas que “elongan” o sea aquellas en las cuales    de
acuerdo a lo visto en 2.6.

Nos queda por resolver un problema aún: para estrellas circumpolares el acimut
generalmente va a ser pequeño y el cos A e de la fórmula precedente no ofrece buena
discriminación. Conviene entonces transformar la expresión.
sen . cos z  cos  .senz
sen  sen . cos z  cos  .senz1  2.sen² A / 2    2 cos  .senzsen² A / 2
sen   z 
De modo que:
sen  sen   z 
senA / 2 
2. cos  .senz
42

Esta expresión se debe aplicar cuando al usar la anterior resulta cos A > 0.95

Cualquiera de las dos requiere el conocimiento previo si la estrella se observó al


este (A negativo) o al oeste (A positivo).

Este problema se aclarará en las prácticas al igual que otros aspectos como la
preparación del programa de observación y la forma de llevarla a cabo.

2.7.3. Acimut A Tiempo Conocido.

Si se tiene conocimiento de la posición (en especial ) y el tiempo, se está en


condiciones de calcular H (de  =  + H), entonces se puede recurrir al cálculo del
acimut sin medir la distancia cenital. Este método se usaba por lo general para
determinaciones precisas de acimut, (ya que prescinde del efecto de refracción)

 senz. cos A  cos  .sen  sen . cos  . cos H


senz.senS  cos  .senH
 cos  .senH
tgA 
cos  .sen  sen . cos  . cos H
 senH
tgA 
cos  .tg  sen . cos H

Análogamente al caso anterior, podemos diferenciar la expresión anterior, o lo que


es lo mismo, pero más sencillo:
senH .ctgA   cos  .tg  sen . cos H
 senH 
cos H .ctgA.dH   dA   sen .tg  cos  . cos H  d  sen .senH .dH
 sen² A 
senH
dA   cos H .ctgA  sen .senH  dH   sen .tg  cos  . cos H  d
sen ² A

Hemos supuesto a  sin error d = 0, pero:


senH senH senz
 
sen² A senA.senA cos  .senA

1
cos H .ctgA  sen .senH   cos H . cos A  senH .senA.sen 
senA
Pero, por el teorema del coseno polar, el paréntesis vale cos 
43

1
sen .tg  cos  . cos H   sen.sen  cos  . cos  . cos H 
cos 
Pero el paréntesis vale cos z

Luego:
senz cos cos z
dA  dH  d
cos  .senA senA cos 

cos . cos  senA


dA  dH  d
senz tgz

El primer término se anula para  para /2, y el segundo para A 0,
donde vuelve a plantearse la conveniencia de una estrella circumpolar en las
proximidades de su elongación. Nótese asimismo que, si tenemos un residuo de
error en la latitud, el efecto se neutraliza observando parejas de estrellas al este y al
oeste (si  es similar, también lo será A y z, pero el signo del sen A cambia). No
ocurre lo mismo con el término en dH, aunque tenderá a neutralizarse observando
antes y después de la elongación (el signo de cos  cambia para antes y después de
)

La técnica de observación es similar a la anterior y en lo que respeta al traspaso al


acimut de la dirección señalizada, vale la misma expresión
Am = Ae + (Lm -Le)

Lo mismo ocurre con la preparación del programa de observación. La diferencia


consiste en que al observar tiempo deben hacerse lecturas en un reloj mediante un
“TOP” de sincronización o bien oprimiendo una llave que genera una marca en un
cronógrafo u otro dispositivo de registro del tiempo.

2.7.4. Determinación de Longitud por Distancias Cenitales


Consiste en determinar el ángulo horario mediante la observación de una estrella,
el tiempo sidéreo en Greenwich será:
  H   = G
Si de alguna manera recibimos señales horarias (generalmente en tiempo
universal coordinado o en hora oficial transformable al mismo) y este te transforma
en G (aparente, es decir aplicando la ecuación de los equinoccios) quedará
determinada:

 = G -  - H

El tema de obtención de G requiere el general sincronizar las observaciones con


la lectura o registro de un reloj que puede ser de tiempo solar medio o de tiempo
sidéreo medio. En los relojes antiguos debía determinarse la corrección, la marcha y
aún la aceleración. Hoy con relojes más estables, controlados con osciladores de
cuarzo o rubidio, más la facilidad de efectuar el contraste por señales transmitidas
por radio, el problema prácticamente te reduce a determinar una corrección antes y
otra después de la observación astronómica.

Vale decir que, desde el punto de vista de la observación, lo que hay que hacer es
determinar el ángulo horario y registrar el tiempo al que corresponde cada
observación.
44

El ángulo horario se puede obtener de la expresión:

cos z = sen  sen  + cos  cos  cos H

cos z  sen .sen


cos H 
cos  . cos 

Para buscar las condiciones favorables se debe diferenciar la expresión, lo


haremos a partir de cos z y sin considerar el error de .
 senz.dz   cos  .sen  sen . cos  . cos H  d  cos  . cos  .senH .dH
El paréntesis se puede reemplazar por –sen z.cos A por el teorema de los 5
elementos y cos. sen H = sen A. sen z (por el teorema del seno)

dz  cos A.d  cos  .senA.dH


dz d
dH  
cos  .senA tgA. cos 

Evidentemente, si observamos al astro cuando corta al primer vertical (A = )


se minimiza el error; además, observando estrellas al este y al oeste tg A y sen A
cambian de signo y se neutraliza el error (el  por no conocerla bien y el z por
residuos de la refracción)

También vemos que para    el método no sirve: por ejemplo a  = 60°, 1/cos
 = 2, lo cual duplica en dH (y consecuentemente en d) el error que se comete en z.

La fórmula de cos A se podría transformar análogamente a la de acimut, pero en


este método por lo general no se trabaja con H chico y eso no resulta necesario.

2.7.5. Determinación de Latitud Por Observación De Estrellas En Su Paso Por El


Meridiano.

Este método, muy sencillo y preciso, implica una determinación previa de acimut
para ubicarse sobre el meridiano, como vimos, en el caso de la culminación superior:
z=-  =
Y en la inferior:
z=++  =   12
Con estas sencillas expresiones se puede preparar el programa de observación.

Para atenuar las influencias de la refracción, convienen operar con parejas de


estrellas, una al norte y otra al sur, si tienen aproximadamente la misma z, tendrán
también la misma refracción y como serán de distintos signo (de acuerdo a la
45

convención adoptada - ver 2.6 paso por el meridiano - se neutralizarán.

En las observaciones con teodolito, sin ocular acotado, conviene elegir z mayor de
30° y por problemas de refracción, no conviene pasar de z = 70°.

Si bien no es nuestro objeto desarrollar los métodos fundamentales, podemos


acotar que uno de ellos, denominado de Horrebow - Talcott, consiste en conservar
rigurosamente la misma inclinación del anteojo en la culminación de una estrella al
norte y otra al sur; la diferencia (z) se mide con un micrómetro cuya referencia se
desplaza por el retículo. Los niveles que controlan la inclinación del anteojo son los
llamados niveles Talcott, (con sensibilidades del orden de 1”/div 2 mm).

Cabe también aclarar que con parejas de estrellas no solo se compensa la


refracción, sino también otros efectos sistemáticos, como la flexión del anteojo.

El cálculo de  se hace a partir de las z observada despejado de las expresiones


iniciales  = z +  (culmin. Superior) y  = z -  -  (culmin. Inferior)

El método de determinación de latitudes a través de z en el paso de estrellas por


el meridiano (también llamado método de Sterneck), tiene la ventaja de que sí
quedase un error de acimut en la orientación del teodolito, se puede lograr la lectura
correcta buscando la z máxima o mínima (según el caso) que caracteriza a la
culminación, (inferior o superior).

2.7.6. Determinación de Latitud, Longitud y Acimut Por Medición de Distancias


Cenitales.

El hecho de que para determinar la latitud, la longitud y acimut, en los métodos


individuales, el elemento que se mide del triángulo de posición es la distancia cenital
(z), lleva a plantear la posibilidad de efectuar las tres determinaciones con un solo
juego de observaciones. Ello es posible observando dos o más astros en acimutes
variados, inclusive puede usarse el sol observándolo en varias orientaciones dentro
de lo posible a la mañana y a la tarde.

El sol tiene varios inconvenientes (tamaño, paralaje, variación de sus


coordenadas) pero tiene la gran ventaja que admite que se lo observe durante el día,
lo cual es importante en zonas inhóspitas.

En general el método sirve tanto para el sol, como para las estrellas, desde el
punto de vista posicional (, ) se trabaja con la conocida expresión:

cos z = sen  sen  + cos  cos  cos H

y desde el punto de vista de la orientación con la ya vista para el cálculo de


acimut:
sen . cos z  sen
cos A 
cos  .sen
En cuanto a las observaciones se hacen lecturas sincronizadas de tiempo, círculo
vertical y círculo horizontal.

Es fundamental que haya una separación importante (más de 30°) en los acimutes
de los distintos grupos de observación, lo cual se consigue utilizando distintas
46

estrellas o bien esperando que el sol avance en su movimiento aparente.

Hay varias maneras de resolver este caso; vamos a considerar una de las más
elementales, que consiste en un método semigráfico. Este tiene, además, la virtud de
que permite evaluar con sencillez y claridad la incidencia de los errores y la forma
más favorable de distribuir las observaciones.

Para ello partimos de un par de valores de coordenadas provisorias () (), con las
cuales calculamos (z) y (A) con las fórmulas mencionadas, () entra directamente y
() en forma mediata, al calcular (H) = () - . Admitiendo que con señales horarias
ya se ha corregido el reloj a tiempo universal o a hora oficial (reducida fácilmente al
mismo) el error de desconocimiento preciso de () se transmitirá directamente a () y
a (H).

Si la posición () () fuera correcta para cualquier estrella observada se cumplirá
que (z) = f [(), () ] debería ser igual a z observada corregida por refracción, etc. De
no ser así habrá que calcular las correcciones d y d a aplicar a la posición
provisoria de manera tal que se cumpla que:
[z] = f [() + d, () + d]
sea igual a z dentro de los límites admitidos de los errores de observación.

El lugar geométrico que corresponde a los puntos de igual z, admitiendo la tierra


esférica, es una circunferencia.

Si se toman astros en distintas direcciones, la intersección múltiple de las


circunferencias proveería la posición correcta. El procedimiento que vamos a
describir utiliza una recta, que representa a cada arco en el entorno del punto . A tal
efecto se reemplaza a la esfera por un plano en el mismo ámbito reducido que rodea
al punto, evidentemente estas “rectas de posición” son perpendiculares a la dirección
al astro y distarán del punto aproximado (P) una distancia proporcional a
z = z - (z)

Si consideramos una sección correspondiente al plano vertical del astro, en el


instante de la observación, se puede observar que para z positivo la recta de
posición debe desplazarse (P)  () , () alejándose del astro; si fuera negativo, tal
desplazamiento debería efectuase hacia el astro.
47

La constante de proporcionalidad entre z y el desplazamiento depende del radio


terrestre y de la escala de representación, resulta práctico adoptar una escala gráfica
de acuerdo a la magnitud de los z obtenidos.

Por ejemplo, si los z son del orden de 4” a 6”, se podría adoptar 1” = 1 cm, para
efectuar el diagrama en dimensiones razonables.

Si las discrepancias fueran mayores, por ejemplo algunos minutos, será necesario
adoptar escalas menores (por ejemplo 1’ = 2 cm) y es posible que sea necesario
efectuar una primera determinación para mejorar el grado de aproximación del punto
provisorio y luego, en forma iterativa, repetir el procedimiento con una escala más
sensible como la indicada precedentemente.

La escala adoptada para z coincide con la corrección en latitud, no ocurre lo


mismo con la de longitudes ya que los paralelos se van acercando entre sí hasta
juntarse en el polo. La figura muestra como el radio del paralelo vale R cos 
mientras que el radio del meridiano vale lo mismo que el radio terrestre: R

Vale decir que, si se usó una unidad u para el z y para la separación entre
paralelos, la separación entre meridianos valdrá u x cos.

En el ejemplo inicial (1” = 1 cm) se adopta u = 1 cm, para espaciar los paralelos y
1 cm x cos  para los meridianos obteniéndose el siguiente diagrama.
48

.
En el mismo se han volcado también tres hipotéticas rectas de posición (r 1, r2, r3)
que corresponden a tres astros (A1, A2, A3) cuyos acimutes fueron calculados y
volcados previamente. Esas tres rectas forman un”triángulo de error” para cuyo
baricentro se leen las correcciones compensadas.
 = 0 2”,0
 = - 2”,2
Las cuales se aplican a las coordenadas provisorias y se obtienen las
compensadas del punto determinado.
  ()  
  () + 
En cuanto a los acimutes, podrían recalcularse con el valor de  corregido, ya que
en los cálculos iniciales fue necesario efectuar determinaciones preliminares (A) con
el objeto de orientar las rectas de posición.

La solución descripta no es apta para el procesamiento digital: para ello conviene


desarrollar ecuaciones con términos independientes z e incógnitas d, d. Estas
ecuaciones (de observación) se pueden ajustar por el método de los mínimos
cuadrados. Inclusive se podrían plantear métodos más elaborados, con incógnitas
d, d, dA en los cuales las lecturas horizontales coadyuvan a mejorar la posición.
Estos métodos son de apreciable utilidad en regiones tropicales con observaciones
solares, en donde de otra forma no queda bien resuelto el problema de la latitud.

De todas maneras siguen ratificándose las reglas deducidas individualmente, las


estrellas que se observan en las proximidades del meridiano son las que mejor
proveen la latitud, las que se observen en las proximidades del primer vertical son las
que mejoran la longitud y las que estén próximas a su elongación, serán las más
49

aptas para definir el acimut.

En realidad el primer caso () no lo dedujimos con anterioridad, surge de lo visto


para dH (ver 2.7.4.)
dz d
dH  
cos  .senA tgA. cos 
De donde:
dz
d  tgA. cos  .dH 
cos A
Quiere decir que para A 0, no incide el error en H y es mínima la incidencia del
error en z.

La posición de las rectas de posición aclara gráficamente estos conceptos, en el


diagrama se observa claramente que r2 fortalece la latitud, r3 la longitud y r1 participa
aproximadamente por partes iguales en ambas coordenadas.

2.7.7. Método de Gauss

En el caso anterior el valor de z podría ser diferente para distintos astros, si se


tomara la precaución de que todos los astros tuvieran la misma z se eliminaría el
problema de la refracción , lo cual sería constante para todos. En el caso ya
analizado de observar tres astros (pero con la misma altura), volverla a plantearse la
conveniencia de que los acimutes difieran 120° entre sí, aunque acá necesitamos
forzosamente tres astros ya que al tomar la equidistancia a los mismos, nos queda
ese residuo igual a la refracción; cosa que con dos no se podría resolver.

Si se dispone de instrumentos en los cuales la provocación de un z = cte., se logra


con gran precisión, aunque se desconozca el real valor de z, el método es muy
preciso. Esto se consigue con los astrolabios que tienen un horizonte de mercurio o
bien con un sistema pendular; un nivel de horizontalización automática puede ser
transformado en un astrolabio, colocándole un prisma que precede a la entrada de
luz por el objetivo.

El método de Gauss tiene varias soluciones numéricas, una de ellas es la de A.


Gougenheim, que describimos a continuación, aunque con algunas modificaciones:

cos z = sen  sen i + cos  cos i cos (Gi -  - i)


cos [(Gi - i) - ] = cos (Gi - i) cos  + sen (Gi - i) sen 

Donde Gi es el tiempo sidéreo en Greenwich del instante de observación del


astro i que se puede obtener a partir del tiempo universal que se reciba de las
señales horarias.
50

sen cos . cos  cos .sen


1 sen i  cos  i cos di   i   cos  i .sen di   i 
cos z cos z cos z
Si ahora llamamos
sen
x ,
cos z
cos  cos 
y ,
cos z
cos sen
z
cos z

queda planteada una ecuación de observación para cada astro.

sen i x  cos  i . cos Gi   i  y  cos  i .sen Gi   i .z  1  0

Con tres astros podríamos calcular x, y, z y con más podríamos compensar el


sistema por mínimos cuadrados y obtener las mismas incógnitas con mayor
confiabilidad, luego podemos obtener:
x
tg 
y²  z²
z
tg 
y
1
cos z 
x²  y²  z ²
Si bien el valor de z no es de mayor utilidad, es la tercera incógnita que está
presente y eventualmente puede servir para estudios sistemáticos de refracción.

Sin pretender entrar en detalles, diremos que cuando se observan muchos astros
y se determina x,y,z por mínimos cuadrados, debería aplicarse, en rigor, pesos a
cada ecuación. La asignación de los pesos no es sencilla debido a que el término
independiente (1), no es directamente un valor medido (cuya suma de cuadrados de
los desvíos debería minimizarse) y que no todas las estrellas se acercan con la
misma velocidad al horizonte artificial. Las discusiones sobre este tema exceden los
alcances de este curso, sin embargo el tratamiento directo de las ecuaciones
planteadas con el mismo peso conduce a una solución aceptable.

Si se observasen solamente tres astros pueden plantearse soluciones más


sencillas, una de ellas es la desarrollada en las páginas 149 a 151 del texto
Lecciones de Geodesia 2a parte del ing. Félix Aguilar.

2.7.8. Otras Consideraciones Sobre Las Determinaciones Astronómicas.

Los métodos vistos fueron seleccionados entre los más sencillos y elementales,
hay otros que generalmente combinan algunas de las propiedades vistas. Hemos
visto que una regla general es la de combinar parejas de estrellas que balancean la
determinación para atenuar una serie de fuentes de error.

En los métodos expeditivos es suficiente emplear una o dos parejas de estrellas


con un teodolito común. Es conveniente que se hayan corregido los niveles,
fundamentalmente el de la alidada (cuyo error no se elimina operando en dos
posiciones) y que estén suficientemente bien corregidos los errores del eje
51

secundario, índice vertical y colimación. Hay teodolitos que poseen un nivel de


caballete para controlar al eje secundario.

La corrección de índice vertical (“de cenit”), debe determinarse antes y controlarse


después de la observación, por lo general se la verifica observando en dos
posiciones una señal fija. Por ejemplo si el cero está en el cenit y el círculo vertical
esta graduado de 0 a 360°:

(z1 + c) + (z2 + c) = 360°


360   z1  z 2 
c  Corrección de índice vertical
2

En los teodolitos con “nivel testigo”, debe procederse a centrarlo cuidadosamente


antes de hacer cada lectura; en los que tienen un dispositivo automático debe
verificarse que no quede trabado.

Los niveles testigo pueden corregirse (cuando dan correcciones fuertes),


provocando la lectura correcta, por ejemplo (z1 + (360 - z2))/2 y centrando la burbuja
para esa lectura y puntería en la señal.

En los automáticos se modifica el eje de colimación, girando el objetivo o


movimiento el retículo.

De todos modos las observaciones hay que distribuirlas en las dos posiciones
para atenuar los errores residuales.

Cuando se observa sol hay que colocar un filtro (símil cristal ahumado), para no
dañar la vista, además (si se dispone del mismo) debe colocarse un retículo o prisma
especial como se mencionó al final de 2.5, al tratar el semidiámetro.

Cuando se observan estrellas debe proveerse iluminación para ver el retículo y


dispositivos de lectura; los teodolitos suelen traer el equipamiento para ello, dotado
de un reóstato para graduar la intensidad luminosa. Cuando no se cuenta con estos
elementos se puede lograr lo mismo utilizando una linterna, alumbrando los mismos
lugares por donde entra la luz solar (objetivo en forma indirecta y orificios laterales
por donde se hace ingresar con espejos la luz para las lecturas de los círculos)

En instrumentos más elaborados (como teodolitos especiales, anteojos de paso o


astrolabios), suelen utilizarse niveles o dispositivos de horizontalización más
sensibles y órganos de lectura especiales, uno de ellos es el micrómetro impersonal
de Repsold, que permite seguir al astro mediante un movimiento manual que hace el
observador mediante unas perillas y secuencialmente producen ciertos contactos que
sincronizan el tiempo, de esta manera se atenúa la “ecuación personal” (vicio que
tiene cada observador en adelantar o atrasar el registro de un acontecimiento).
52

2.8. REDUCCIONES AL NIVEL DEL MAR Y AL POLO MEDIO

Una determinación, como ya vimos, está referida a la vertical del lugar y al eje de
rotación instantáneo de la Tierra.

La vertical del lugar está afectada por la distribución de masas (desviación de la


vertical) y por supuesto no tiene por que coincidir con la normal al elipsoide, más
adelante vamos a profundizar en este tema, por el momento es suficiente recordar
que las coordenadas naturales (deducidas de observaciones astronómicas), en
general no coinciden con las geodésicas (calculadas por traspaso sobre el elipsoide).
Esta circunstancia es la que justifica el establecimiento de las redes de apoyo. No
obstante suele aplicarse una “corrección al nivel del mar”, que surge del campo de
gravedad normal (teórico).

Como veremos más adelante, la gravedad varia con la latitud, aproximadamente


de acuerdo a la siguiente expresión:
g = 978 cm s-2 (1 + 0,0053 sen² )
Esa variación hace converger las superficies de nivel hacia el polo

El ángulo de convergencia, como puede observarse es igual a la corrección que


se le debería aplicar a la latitud por “curvatura de la vertical”.
h' h h' h dh
   
R.d R.d R.d
La diferencia dh = h’ - h se podría calcular de la expresión de la diferencia de
potencial
W  g.h = g’.h’ = cte.
h.dg + g.dh =0  h - h’ = dh = - h/g.dg
Pero dg se puede expresar en función de d
dg  978 x 0,0053 x
2.sen . 
sen
dg
g
 0,0053.sen 2 .d  
dh  0,0053.h.sen 2  .d
 0" ,0053 .h.
"  dh
R.d

 6.37
 "  0" ,000171 .h.( m ).se
Por supuesto que esta reducción se hace solamente en puntos fundamentales, en
53

los cuales también se hace la corrección por movimiento del polo.

El movimiento del polo es especialmente estudiado a través de coordinaciones


internacionales, estas comenzaron a fines del siglo XIX con 5 observatorios a latitud
media +38°08’ instalados en las siguientes longitudes:

Mizusawa (Japón) - - - - - - - - - - - -  = 141° E


Kitab (Rusia) - - - - - - -- - - - - - - -  = 67° E
Carloforte (Italia) - - - - - - - - - - - -  = 8° E
Gaithersburg (USA) - - - - - - - - - -  = 77° W
Ukiah (USA) - - - - -- - - - - - - - - - -  = 123° W
Cuya observación permanente de latitudes ha permitido vigilar y establecer las
leyes de este fenómeno, que se atribuye fundamentalmente a desplazamientos de
masas en el núcleo terrestre, los que modifican la posición física del eje de rotación
en algunas décimas de segundo.

Con el correr del tiempo ese “Servicio de Latitudes“ se transformó en el I.P.M.S.


(Servicio Internacional del Movimiento del Polo) el cual se complementó con el
“Bureau Internacional de la Hora” (BIH) ambos trabajaron con la observación de
estaciones astronómicas y servicios de la hora diseminados en todo el Mundo , la
Argentina hasta fines de la década de 1980 colaboró con cuatro estaciones: San
Martín (próxima a Buenos Aires), Punta Indio (próxima a La Plata), Río Grande
(Tierra del Fuego) y San Juan.

A partir de enero de 1987 el IPMS y el BIH se unieron dando lugar al IERS


(Servicio Internacional de Rotación Terrestre) en donde entran otras técnicas más
precisas que hemos de analizar más adelante:
VLBI (Interferometría sobre Líneas de Base Muy Largas)
SLR (Distanciometría Láser a Satélites)
LLR (Distanciometría Láser a la Luna)

Independientemente de los métodos y de la rigurosidad con la que se ajustan las


posiciones y los sistemas de referencia, el movimiento del polo se describe en dos
componentes “X” sobre el meridiano convencional del origen del tiempo (Greenwich)
e “Y” perpendicular.

Esos servicios proveen tablas de X e Y que permiten reducir las determinaciones


referidas al polo instantáneo al polo convencional (medio).
 0    x. cos   y.sen
0     x.sen  y. cos  .tg
x.sen  y. cos 
A0  A 
cos 
Estas correcciones, cuya justificación matemática omitiremos, corrigen escasos
décimos de segundo de arco las posiciones en puntos fundamentales. En las
determinaciones expeditivas se prescinde de tal sutiliza.

2.9 INCIDENCIA DE LA DESVIACIÓN DE LA VERTICAL


Sistemas de Referencias

El tema de la desviación de la vertical lo analizaremos más adelante, por el


momento, es suficiente saber que las componentes  sobre el meridiano y  sobre el
54

primer vertical se pueden obtener por diferencias entre las coordenadas


astronómicas y geodésicas (elipsódicas obtenidas por traspaso).
  a  e
    a  e . cos 
   Aa  Ae .ctg
Igualando las dos últimas surge la ecuación de Laplace
Aa  Ae    a  e .sen
Esta sencilla ecuación es la que permite calcular los acimutes geodésicos (A ), a
partir de observaciones astronómicas (Aa). Este control de orientación fue la principal
razón para prever puntos astronómicos fundamentales (o puntos Laplace) en las
cadenas de triangulación fundamental. La segunda razón es la posibilidad de
contribuir a la modelación del geoide, aspecto científico que ha pasado a tener
importancia práctica en los últimos desarrollos tecnológicos (Aunque también con
otros métodos).

La geodesia clásica admitía el uso de un punto (“Datum“) en el cual se tomaban


como geodésicas sus coordenadas y orientación obtenidas astronómicamente;
obviamente cada uno de estos puntos generaban su sistema, a medida que se
fueron extendiendo las redes aparecieron puntos cercanos con posiciones no
homogéneas los que generaron problemas tanto cartográficos como de apoyo a
obras. La vinculación y cálculo de coordenadas transformadas de un sistema a otro
es una solución aproximada que resuelve gran parte de ese problema pero, no de su
totalidad, la única forma de resolver satisfactoriamente consiste en establecer
vínculos densos muy precisos y compensar el conjunto tomando esos puntos como
fijos; la geodesia satelitaria esta en capacidad de proveer esta posibilidad.

Con las posiciones de los astros ocurre algo similar, distintos grupos de
observación fueron generando posiciones (, ) de ciertas estrellas, con el tiempo se
fueron compatibilizando los catálogos parciales y obteniendo catálogos
fundamentales de ciertas estrellas (fundamentales) en distintas versiones FK3, FK4,
FK5, ... Los que se diferencian por correcciones más sutiles y mayor cantidad de
observaciones incorporadas.

La Unión Geodésica y Geofísica Internacional (UGGI) y la Unión Astronómica


Internacional (UAI) han estrechado vínculos de referencia de uso común, como es el
origen convencional para monitorear el movimiento del polo, el meridiano del origen
del tiempo y los sistemas geodésicos mundiales o terrestres convencionales en
correspondencia con esas direcciones o planos fundamentales.

Las observaciones astronómicas que permitieron fijar posiciones hasta mediados


del siglo XX fueron los “círculos meridianos”, anteojos montados de manera tal que
permiten observar distancias cenitales y tiempos de paso por el meridiano, las
mismas observaciones proveían datos para el movimiento del polo, luego fueron
complementados con tubos cenitales fotográficos y astrolabios de Danjon. En los
últimos años se llevó a cabo el proyecto HIPPARCOS que consistió en el uso de un
satélite astrométrico que pudo determinar posiciones fundamentales del orden de
100.000 estrellas. La problemática de la rotación terrestre se está transfiriendo a los
medios citados en 2.8.

Los servicios de la hora en la actualidad son institutos que mantienen una


estrecha vinculación con las estaciones VLBI, SLR, etc. a nivel local, que coordinan
los aportes de estas con el IERS (ver 2.8) y que efectúan un estricto control de la
55

conservación del tiempo contrastando entre sí todos los relojes de alta estabilidad
que están vinculados a su responsabilidad. Reciben señales de otros servicios que
también someten a contraste y emiten señales horarias para distintos usos, por lo
general en correspondencia con el TUC (Tiempo Universal Coordinado) trasmitiendo
las diferencias con el TU1 (Tiempo Universal adaptado a la velocidad real de rotación
terrestre) para uso en observaciones astronómicas. Suelen tener la responsabilidad
de mantener y transmitir la Hora Oficial.

Una vez que se superó la vigencia del control de tiempo mediante observaciones
astronómicas (1970 a 1980) nuestro país dejó de hacer aportes importantes al control
del tiempo, ello se debe a que por el momento no se dispone de una infraestructura
suficiente para ello (VLBI, SLR, etc.). Sin embargo esa “pobreza institucional” pudo
ser reemplazada por el aporte científico que realiza una científica argentina, la Dra.
Felicitas ARIAS, quien es la responsable del tiempo en el BIPM (Bureau Internacional
de Pesas y Medidas) desde fines de la década de 1990.
56

Capítulo 3
ELEMENTOS DE CÁLCULO DE COMPENSACIÓN

3.1 INTRODUCCIÓN

Hemos intercalado este capítulo para facilitar el desarrollo de temas posteriores,


sin pretender profundizar en la teoría de la compensación pero sí enfatizar en las
aplicaciones a la geodesia. Los que conocen el tema pueden prescindir del estudio
de esta apretada síntesis.

Desde la antigüedad la geodesia ha sido en gran medida una lucha contra los
errores, para ello se desarrollaron instrumentos cada vez más precisos y métodos de
observación y cálculo más elaborados. El ingenio de los geodesias y astrónomos los
llevó a incursionara profundamente en la matemática, hasta el siglo XIX fueron sus
principales usuarios e impulsores y recién en los últimos 200 años otras ramas de la
ciencia comenzaron a generar requerimientos análogos.

Los errores de medición se dividen en:


a) Groseros (o equivocaciones)
b) Sistemáticos (o tendenciosos)
c) Accidentales (o casuales)

Los groseros se comenten por descuidos o por efecto de perturbaciones evitables


no percibidas por el observador, es necesario detectarlos y eliminar las mediciones
efectuadas por los mismos. Esta depuración debe ser previa al procesamiento
definitivo, para ello es necesario que existan controles en los conjuntos de
mediciones. Cuantas más verificaciones, que pongan de manifiesto “errores de
cierre” fuera de la “tolerancia”, tanto más seguros estaremos de que no haya
quedado alguna equivocación dentro de las mediciones.

Los sistemáticos se originan por falta de calibración de los instrumentos, por


deterioro de las condiciones ideales o desconocimiento del comportamiento del
medio ambiente. Se dividen en dos grupos:
a) Los que pueden eliminarse mediante la aplicación de correcciones o
método balanceado de observación (por ejemplo dilatación o error de
colimación)
b) Los que solamente pueden atenuarse, por que la corrección que se aplica
no es del todo correcta por falta de un conocimiento cabal de la
perturbación (por ejemplo refracción, error de graduación del círculo, etc.)

Los del grupo (b) siempre dejan errores sistemáticos residuales o “errores de
modelo”, su existencia es casi inevitable, deben agotarse las precauciones para
reducirlos, tratando de que las causas inviertan sus efectos y se neutralice en el valor
compensado final. No obstante persisten generalmente se los trata como
accidentales y esta es la limitación más grande que tiene la aplicación de los
métodos de compensación, concebidos para el tratamiento de errores netamente
accidentales.

Los errores accidentales son los que se producen por el límite de apreciación de
nuestros sentidos aplicados al instrumentos de medición. En la práctica se extiende
el concepto a todos aquellos errores que se cometen por causas que no pueden
57

cuantificarse, dentro de los cuales entran los sistemáticos residuales ya citados, que
constituyen una especie de contaminación a los de origen aleatorio de la definición
inicial.

Los errores de resultados se dividen en:


a) Errores de propagación
b) Errores de redondeo

Los errores por propagación se deben a la incidencia que tienen en el proceso de


cálculo los errores de medición u otros parámetros que se toman como dato. Los
métodos deben tender a atenuar estos efectos, como ejemplo hemos visto que en la
determinación de acimut, observando estrellas al este y al oeste y promediando, se
neutralizan errores de refracción y latitud.

En general la atenuación de influencia tiene un límite, este es menos pernicioso


cuando mejor es el método empleado y cuando más precisas son las observaciones.

Los errores por redondeo no deben afectar ningún resultado es decir todo método
de cálculo debe analizarse cuidadosamente de manera tal que el número de cifras
significativas adoptado en las funciones y pasos intermedios no desmejore el
resultado final. Por lo general, conviene utilizar una cifra más que la necesaria para
obtener el resultado dentro de los límites previsibles por la propagación de errores y
su neutralización. Dicho de otra forma, el error de cálculo debe conducir a un error
por debajo de la décima parte del error final del resultado.

En adelante vamos a considerar el tratamiento de los errores, suponiendo que se


trata solamente de errores accidentales, pero no deben olvidarse el resto de las
consideraciones efectuadas.

El cálculo de compensación consiste en una serie de procedimientos para


distribuir adecuadamente los errores. Distribuir errores significa anular pequeñas
diferencias que se presentan cuando se hacen más mediciones de las estrictamente
necesarias para resolver el problema plantead, vale decir que, una vez compensadas
las mediciones, el resultado al cual se arriba, por cualquier camino de cálculo, debe
ser el mismo.

No obstante hay varias formas de lograr la compensación, la rigurosa es la que


cumple con el principio de los mínimos cuadrados. Sin embargo no debe olvidarse
nunca que el objetivo esencial es lograr que los valores compensados (más
probables), deben tender a acercarse a los verdaderos, muchas veces hay
compensaciones aproximadas que satisfacen el objetivo sin ser rigurosas.

Formalmente el cálculo de compensación persigue dos objetivos:


1° - Obtener los valores más probables de los resultados buscados.
2° - Evaluar el error con el cual han quedado determinados esos valores más
probables.

3.2 REVISIÓN DE LA TEORÍA DE ERRORES.

Lamamos error aparente ei de una medición li, al valor que se excede de su valor
más probable x:
li – ei = x
58

Si consideramos el valor verdadero X (cosa que muy pocas veces suele ocurrir)
podemos definir el error verdadero εi:
li – ε i = X
Llamamos correcciones aparentes (vi ) y verdaderas (i) a los valores que deben
sumarse a los medidos para obtener el más probable o verdadero respectivamente.
li + vi = x li + i = X
(las correcciones son iguales y de signo contrario a los errores)

Se acepta que en una serie de mediciones se cumple que:


a- Son igualmente probables los errores positivos que los negativos.
b- Los errores de menor valor absoluto son más probables.
c- Si todas las mediciones son de la misma calidad el valor más probable es el
promedio.

Los postulados a y b se pueden expresar analíticamente mediante un función de


probabilidad de errores (figura anterior, la probabilidad de que un error esté
comprendido entre 1 y 2 es la integral
2
     d
1

Dicha función adopta la forma siguiente:


h
   e h ² ²

En donde la constante h es un
módulo que caracteriza a la precisión
(cuando es grande son más
probables los errores pequeños)

Si bien a una serie de observaciones se la podría caracterizar con el módulo h,


en la práctica se suelen utilizar los siguientes errores característicos de un conjunto
de mediciones:
Error promedio (): es aquel que surge de promediar los valores absolutos de los
errores individuales.
Error probable (r): es aquel que corresponde al límite del 50% de la probabilidad
de ser cometido por debajo del mismo
59

r
     d  0,5
r
Error medo cuadrático (m): es aquel cuyo cuadrado es igual al promedio de los
cuadrados de los errores verdaderos

m
 
n
En la nomenclatura adoptada  = 1² + 2² + …….. + n²

Por integración de la función  se puede demostrar que:


1
h 
 0,564

h.r  0,4769
1
h.m   0,707
2
De donde también puede deducirse que r  2/3 m y que la probabilidad de
cometer un error por debajo de m es del 68%.

En adelante vamos a ocuparnos exclusivamente del error medio cuadrático m


que es el más usual.

Si tenemos una función f(x, y, z) y conocemos los e, m, c, m x, my, mz, nos interesa
calcular el error mf.
 f   f   f 
df    dx    dy    dz
 x   y   z 
 f   f   f 
 if    xi    yi    zi
 x   y   z 
2 2 2
 f   f   f 
  f       x       y       z 

 x 
 y  z 
+ dobles productos en los cuales se anulan en su suma.

Dividiendo por n nos queda:


2 2 2
 f   f   f 
m 2f    m x2    m xy
2
   m z2
 x  
 y  z 

Esta ley de propagación de errores accidentales (o ley de propagación de


varianzas) tiene múltiples aplicaciones por el momento nos servirá para deducir el
error medio cuadrático del promedio:
1
x  l1  l 2  ...  l n   f  l1  l 2  ...  l n 
n
1 1 1 m² m²
M²  m²  m²  ...  m²  n 
n² n² n² n² n

m
M 
n
Pero nos falta una expresión adecuada para calcular m en función de los desvíos
aparentes (e o v).
60

X  l1   1 
 1  v1   X  x 
x  l1  v1 
    vv  2 X  x  v  n X  x  ²
Al valor (X – x)² lo podemos considerar igual a M² = m²/n, además v = nx - l =
o pues x = l/n ; luego   = v v + m²
Como m² =  /n ,   =n.m² = v v + m²

m
 vv
n 1

En esta expresión, que nos da el error medio cuadrático que caracteriza a una
observación de la serie, merece especial atención el denominador, el 1 está
indicando la observación estrictamente necesaria para determinar x y n-1 es el
número de observaciones que excede a las estrictamente necesarias: (n – 1) = n° de
observaciones “sobrantes”.

El criterio del promedio y el de la probabilidad mayor de los errores pequeños se


puede enunciar, de una manera más amplia, mediante el principio de los mínimos
cuadrados: el valor más probable debe ser tal que haga mínima la suma de los
cuadrados de los desvíos ( v v = min.)
v1 = x – l1
v2 = x – l2
…………..
 vv   x  l1  2   x  l 2  2  ...   x  l n  2
 vv
x
 2 2

 2  x  l1    x  l 2   ...   x  l n   0
2

nx   l   x 
l 
n
Si las observaciones a procesar no son todas de la misma calidad, no es
razonable que entren con la misma incidencia, eso lleva a definir el concepto de
peso, valor relativo que caracteriza la precisión de una medición con respecto a otra.
Vamos a definir el peso como el valor inversamente proporcional al cuadrado de su
error medio cuadrático:
k
p

1
Donde k es una constante arbitraria; como h.m  , también se podría definir a
2
p en función de h, p = 2.h².k

El valor de k se puede asimilar también al cuadrado del error medio cuadrático de


una observación de peso unitario ya que:
k = p1 m1² = p2 m2² = …………………….. = 1 . m²

dado que M² = m²/n, el peso del promedio de n observaciones de peso unitario


vale n.

P M² = 1.m² P.m²/n = m²; (P = n)

El promedio pesado (media ponderal) se puede deducir aplicando esta


61

propiedad.

l1 con peso P1 se puede asimilar a un promedio de p1 valores de peso unitario.


p1l1 p2l2
l11  l12  l13  .............  l 21  l 22  l 23  .................  ......
x
p1  p 2  ........... p n
p1l1  p 2 l 2  ...........  p n l n  pl 
x 
p1  p 2  ..........  p n  p
El “error medio cuadrático de la unidad de peso” (de una observación de peso
unitario), se podría calcular aplicando el principio:
p1 m1² = p2 m2² = m²
m
 p.vv
n 1
y
m
M 
 p
El principio de los mínimos cuadrado puede generalizarse: LOS VALORES MAS
PROBABLES DEBEN SER TALES QUE HAGAN MÍNIMA LA SUMA DE LOS
CUADRADOS DE LOS DESVIOS DE LOS VALORES MEDIDOS MULTIPLICADOS
POR SUS RESPECTIVOS PESOS.
p v v = mínimo

A este principio lo vamos a aplicar para otros casos en los cuales haya más de
una incógnita (hasta ahora x era la única).

La expresión de la media ponderal surge también de dicho principio:


p1v12  p1  x  l1 
2

 p.vv   pi  x  li  2  f  x 
 p.vv
 2 p1  x  l1   2 p 2  x  l 2   ....  0
x
 p  x   pl   0
x
 pl 
 p
Aplicando p = k/m² se deduce inmediatamente la ley de propagación de los
pesos a partir de la de los errores, ya vista.
f = f (x, y, z)
2 2 2
1  f  1  f  1  f  1
     
pf  x  p x  y  p y  z  p z

3.3 COMPENSACIÓN DE ECUACIONES DE OBSERVACIÓN

Frecuentemente ocurre que las mediciones li están relacionadas con una serie de
incógnitas (x, y, z, …)

f1(x, y, z) = l1 con peso p1


f2(x, y, z) = l2 con peso p2

62



fn(x, y, z) = ln con peso pn

Dado que en general n > r (r = n° de incógnitas) en vez de fi(x, y, z) – li = 0

Habrá que prever la existencia de residuos vi a los que podemos someter a


mínimos cuadrados:
fi(x, y, z) - ln = vi con peso pi

Este tipo de funciones pueden “linealizarse” si se conocen valores aproximados


de las incógnitas (x), (y), (z).

 f   f   f 
f i  x, y, z   f i   x  ,  y  ,  z     i  dx   i  dy   i  dz
 x   y   z 
(fi) ai bi ci

ai dx  bi dy  ci dz   f i   l i  vi
Dado que el residuo vi de li se puede también considerar como residuo del
término independiente (fi) – li, se puede plantear el problema general como el que
surge del siguiente caso de ecuaciones lineales:

a1 x  b1 y  c1 z  l1  v1
a x  b y  c z  l  v Con peso p1
n observaciones  2 2 2 2 2
Con peso p2



a n x  bn y  cn z  l n  vn Con peso pn

r incógnitas n>r

Vamos a considerar solamente este caso, que es del más frecuente, pero cabe
aclarar que a veces se presentan ecuaciones que vinculan a más de un valor
medido, en esos casos debe adoptarse una variante más elaborada de
procedimiento o bien plantear una solución aproximada en donde l i es la que ofrece
mayor dispersión.
Por ejemplo si medimos la temperatura y la longitud de una cinta metálica en
distintos valores:
lo + t (lo ) – li = vi
podríamos determinar lo y  introduciendo t como coeficiente, cuando en realidad
es un valor medido y supondríamos que los residuos a procesar provienen de los
errores cometidos en la medición de la distancia li.

Al aplicar la condición de mínimos cuadrados a las ecuaciones nos queda


 p.vv   a1 x  b1 y  c1 z  l1  2 p1   a2 x  b2 y  c2 z  l 2  2 p2
Y quedan cumplirse las condiciones de mínimo
63

 p.vv   p.vv  p.vv


 0;  0; 0
x y z
O sea:
 p.aa  x   p.ab y   p.ac z   p.al   0
 p.ab x   p.bb y   p.bc z   p.bl   0
 p.ac x   p.cb y   p.cc z   p.cl   0
Este sistema de “ecuaciones normales”, cuyos coeficientes son simétricos con
respecto a la diagonal principal, nos provee los valores de las incógnitas. Nos
quedaría aún por analizar cuales son los errores con los que quedaron determinadas
las incógnitas.

Vamos a demostrar que el error medio cuadrático de una observación de peso


unitario vale:

m
 p.vv
nr
(nótese que (n – r) sigue siendo el número de observaciones que exceden a las
estrictamente necesarias)

Veremos además que los pesos de las incógnitas están vinculados a los
elementos de la diagonal principal de la matriz inversa de la de los coeficientes de las
ecuaciones normales (matriz de cofactores).

Previamente vamos a ver como se pueden expresar matricialmente los sistemas


de ecuaciones:
Ecuaciones de observación:
ai x + bi y + ci z – li = vi
A . X - L =V
Donde
 l1   v1 
 a1 b1 c1  l  v 
a b c   2  2
 2 2  x
2
   
A   X   y  L  V  
   z   
  
 
a n bn c n     
l n  v n 
Mediante la matriz transpuesta
 a1 a2    an 
A   b1
T
b2    bn 
 c1 c2    c n 
Se pueden formar las ecuaciones normales:
 
AT . A . X  AT .L  0
El planteo anterior es para todos los pesos unitarios, si tienen pesos distintos
basta multiplicar por p cada ecuación.
p i  ai x  bi y  ci z  l i   vi'
Para que queden reducidas al peso unitario y mediante los mismos algoritmos se
llega a la resolución final, inclusive con la determinación
 v' v'   p.vv 
En esta síntesis no vamos a entrar en el tema, pero la introducción de los pesos
64

se puede lograr mediante una matriz de peso.

El método matricial para formar y resolver las ecuaciones normales es una forma
sumamente cómoda, sobre todo por la gran cantidad de métodos automatizados de
cálculo que disponen de los algoritmos normalizados para esas operaciones.

Antiguamente era bastante usual emplear métodos de eliminaciones sucesivas


para resolver dichas ecuaciones, los cuales incluían columnas especiales con sumas
de términos, los cuales permitían verificar cada fila de operaciones.

Ahora vamos a omitir mayores comentarios sobre ese u otro método y vamos a
continuar con consideraciones acerca del tratamiento matricial.

En primer lugar, vamos a demostrar que la matriz inversa (A T  A)-1, también


llamada matriz de cofactores contiene en su diagonal principal las inversas de los
pesos de las incógnitas.
 1 
   
 px 
 1 
   
 py 
 1 
   
 pz 
A esta propiedad la podemos considerar como un “sub producto” muy valioso de
este tipo de tratamiento numérico.

Si fuese posible expresar el valor de cada incógnita como una combinación lineal
de los términos independientes (asociados a los valores medidos) tendríamos
x   1l1   2 l 2  ...   n l n   .l 
y  1l1   2 l 2  ...   n l n    .l 
z   1l1   2 l 2  ...   n l n    .l 
Entonces, por ley de propagación de los pesos
1  12  22 n 2  
   ... 
p x p1 p 2 p n  p 
1    1   
 
p y  p  p z  p 
Si en el esquema de ecuaciones normales multiplicamos la primera por X 1, la
segunda por X2 y la tercera por X3 (por simplicidad vamos a volver al caso de pesos
unitarios)
X 1   aa  x   ab  y   ac  z   X 1  al 
X 2   ab  x   bb  y   bc  z   X 2  bl 
X 3   ac  x   bc  y   cc  z   X 3  cl 
Y hacemos que
 aa X 1   ab X 2   ac X 3  1
 ab X 1   bb X 2   bc X 3  0
 ac X 1   bc X 2   cc X 3  0
Resulta
65

X  X 1  al   X 2  bl   X 3  cl 
O sea que X1, X2, X3 son elementos de la primera fila de la matriz inversa
(AT . A)-1
Análogamente, si hiciéramos
 aaY1   abY2   acY3  0
 abY1   bbY2   bcY3  1
 caY1   cbY2   ccY3  0
--------

 aa Z1   ab Z 2   ac Z 3  0


 ab Z1   bb Z 2   cb Z 3  0
 ac Z 1   cb Z 2   cc Z 3  1
La mencionada matriz inversa tendrá por elementos
 X1 X2 X3 
 
 Y1 Y2 Y3 
Z Z2 Z 3 
 1
Volviendo a la expresión de X en función de la primera fila se ve claramente que
 i  X i ai  X 2 bi  X 3 ci
Luego, desarrollando
1
    X 1
px
1
     Y2
py
1
     Z 3
pz
Con lo cual queda demostrada la propiedad enunciada anteriormente.

Volviendo a los pesos (no necesariamente unitarios) la matriz inversa también se


podría expresar como
       
   p  p 
 p     
         
   p   p 
 p     
         
    p  p  
 p     
Donde puede apreciarse que los términos fuera de la diagonal principal tienen
que ver con el reracionamiento que hay entre las incógnitas. Si ahora multiplicamos
esa matriz por el cuadrado del error medio cuadrático de la observación de peso
unitario sobre la diagonal principal nos quedarán los cuadrados de los errores medios
cuadráticos de las incógnitas m²x, m²y, m²z o sea sus VARIANZAS y los otros
términos constituyen las respectivas COVARIANZAS, de allí que a tal MATRIZ se la
denomina “DE VARIANZA – COVARIANZA”.

Nos queda aún por determinar la expresión de m (error medio cuadrático de la


unidad de peso), reduciendo el caso al de dos incógnitas y observaciones de peso
unitario, queda:
66

vi = ai x + bi y – li (x e y = más probables)
i = ai X + bi Y – li ( X e Y = verdaderos)
i = vi +ai (X – x) + bi (Y – y)
  = v v + a a (X – x)² + b b (Y – y)²
+ a b (X – x) (Y – y) + a b (X – x) (Y – y)
+ 2 a v (X – x) + 2 b v (Y – y)

Pero a v = 1° ec. normal = 0 y b v = 2° ec. normal = 0

    vv   X  x  aa X  x    ab Y  y    Y  y  ab X  x    bb Y  y 


Pero
 a    aa X   abY   al 
 av   aa x   ab y   al 
 a    av   aa X  x    ab Y  y 
Análogamente
 b    bv   ab X  x    bb Y  y 
Pero a v = 0 (1° ec. normal)
b v = 0 (2° ec. normal)

Entonces   = v v + (X-x) a + (Y-y) b 


Además , como vimos antes
x = 1 l1 + 2 l2 + ….+n ln

si L1, L2, L3 fuesen los valores verdaderos


X = 1 L1 + 2 L2 + ….+n Ln
(X – x) = 1 1 + 2 2 + …. + .n n = 
Análogamente
(Y – y) = 1 1 + 2 2 + …. + n n = 
    vv     a      b 
(no confundir estas i con los coeficientes que vimos antes para la incógnita
z = 1 l1 + 2 l2 + …)
  = v v +  i² (i ai + i bi) + productos que se anulan pues i j cambian de
signo

Acá vamos a reemplazar los i² por  /n


    vv     a   b 
n
Vamos a demostrar que:
 a = b = 1

Para ello recordamos que: i = ( ai X1 + bi X2)


 i ai    aa X 1   ab X 2  1

ana log amente  condiciones que le impusimos
  i bi    abY1  bbY2  1 
67

     vv     1  1
n
  1  2    vv
 n

m
   
 vv
n n2
El 2 surgió de que son dos incógnitas y, si hubiésemos tomado también los
pesos, hubiéramos obtenido, para r incógnitas:

m
 pvv
nr
En este proceso de compensación de ecuaciones de observación los pesos de
las incógnitas están dadas por la independencia de las ecuaciones más que por su
número, por ejemplo, si se va a determinar las coordenadas de un punto P, el caso
de tres visuales desde A B C, lleva a mayor rigidez que cinco visuales desde PQRST,
puesto que al estar semialineadas, las visuales del segundo caso, las tangentes de
los acimutes (coeficientes), serán similares y las ecuaciones poco independientes
entre sí.

A estas situaciones hay que analizarlas con criterio y sentido común, antes de
plantear la determinación del punto; es decir que no debe sorprendernos que la
matriz inversa resulte con pesos bajos para una coordenada cuando lo podíamos
haber detectado con anterioridad.

A la compensación mediante ecuaciones de observación se la suele llamar


“compensación de observaciones indirectas”, entendemos que la primera forma es
más correcta ya que x, y, z, no son “observaciones”, sino incógnitas vinculadas a
observaciones.

3.4 COMPENSACIÓN DE OBSERVACIONES CONDICIONADAS

Es frecuente que las observaciones li estén ligadas entre sí a través de ciertas


condiciones geométricas o geodésicas. Por ejemplo:
68

En la cadena de triangulación de la figura es de esperar que las diferencias de


direcciones corregidas den ángulos que satisfagan la suma de los ángulos interiores
de cada triángulo (condiciones geométricas) y que partiendo de la base B 1 se llegue
por traspaso trigonométrico a la base B2 (condición geodésica).

En general, hay ciertas funciones que deben cumplirse


f a  l1  v1 .l 2  v 2 ................l n  v n   0
f b  l1  v1 .l 2  v 2 ................l n  v n   0
f c  l1  v1 .l 2  v 2 ................l n  v n   0
Desarrollándolas se obtiene la linealización de las ecuaciones
f f f
f a  l1 ,.l 2 ,................l n   a v1  b v1  ....  n v n  0
l1 l 2 l n
a a1 a2 an
f a  l1 , l 2 ,.....l n    a 

f b  l1 , l 2 ,.....l n   b  ”errores de cierre”
f c  l1 , l 2 ,.....l n    c 
Llamando:
f a f b f c
 ai  bi  ci
l i l i l i
Se obtiene las condiciones de las correcciones en el siguiente sistema lineal:

a1v1  a2 v2  ........a n vn   a  0

b1v1  b2 v2  ........bn vn  b  0 1
c1v1  c2 v2  ........cn vn   c  0 
En forma matricial:
AT . V +  = 0
 v1 
 a1 b1 c1   
a b c   v2  a1 a2  an   a 
A 2 2 2  V    A   b1
T
b2  bn     b 
    
    c1 c2  c n   c 
a n bn c n  v 
 n
69

Si las observaciones tienen pesos p1, p2, …, pn, a la condición p v v = min se le


debe agregar las condiciones ya vistas (1)
a v + a = 0
b v + b = 0
c v + c = 0
Luego se deberá minimizar la función siguiente:
F   pvv  a   av   a   b   bv  b   c   cv  c   ...
Donde los coeficientes a, b, c son multiplicadores de Lagrange usados en los
extremos condicionales, o sea que deberán anularse las derivadas parciales de esa
función con respecto a v1, v2, …, vn
2 pi vi  a ai  b bi  c ci  ...  0
1
vi   ai ka  bi kb  ci kc  ... (2)
pi
Donde los valores k son iguales a - /2, ka, kb, kc , en la práctica de
compensación, se llaman coeficientes correlativos.

Reemplazando las (2) en las (1) queda:


 aa   ab   ac 
 p k a   p kb   p kc  a  0
     
 ab   bb   bc 
 p  k a   p  k b   p  k c  b  0
     
 ac   ab   cc 
 p  k a   p k b   p  k c  c  0
     
Resolviendo este sistema se obtiene ka, kb, kc, que, reemplazados en la (2) provee
las correcciones.

El proceso se puede ejecutar también con rutinas de operación de matrices:


 A  T 
  . A.k    0
 p  
Además, se podría resolver el caso reduciéndolo al de ecuaciones de
observación, ya que las primeras correcciones se podrían expresar en función de las
c-1 restantes y así quedarían planteadas

v1  Ac 1v c 1  ...  An v n  A0



v 2  Bc 1v c 1  ...  Bn v n  B0
 ..........................................

n ecuaciones v c  C c 1 v c 1  ...  C n v n  C 0
v  .....v
 c1 c 1

 .............................................

v n  ...............................v n .........
(n – c) incógnitas
Entonces:
70

m
 pvv  pvv
o sea m
n  ( n  c) c
El denominador sigue siendo el número de observaciones que excede a las
estrictamente necesarias. Esto es totalmente lógico desde el momento en que cada
condición se genera por cada medición “redundante” que se agrega.

La última modalidad expuesta (reducción a ecuaciones de observación)


formalmente sirve para obtener la expresión de m en las observaciones
condicionadas.

Al establecerse las condiciones siempre debe cuidarse de que se establezcan


todas las existentes y que resulten independientes entre sí, es decir, que una no sea
consecuencia de otras.

Por ejemplo, si tenemos una red de nivelación como la graficada, en donde se


parte de la cota conocida de A y B podríamos prescindir de cuatro desniveles para
acotar los demás puntos (L, M, N, O, P, Q), cuatro condiciones independientes, estas
podrían ser:

a. h AL + h LN + h NP + h PB+ cota A – cota B = 0


b. h NL + h LM + h MO + h ON = 0
c. h PN + h NO + h OQ + h QP = 0
d. h QO + h OM + h MQ = 0

si agregamos otra por ejemplo:


h PN + h NL + h LM + h MO+ + h OQ + h QP = 0

esta sería igual a la suma de b y c, entonces el quinto coeficiente correlativo daría


indeterminado 0/0, aunque por redondeo podría llegar a tener un valor ficticio.

En general es muy sencillo determinar el número de condiciones en nivelación


n=A–1+P
donde A es el número de puntos de apoyo conocidos y P el número de polígonos
cerrados independientes que se forman; en el caso anterior:
n=2–1+3=4

En triangulación debe considerarse que se someten a compensación ángulos y


direcciones, en general es más correcto si se hace por direcciones, que es lo que
provee el teodolito.

Si tenemos tres vértices, el número estrictamente necesario para vincularlos es


contar con cinco direcciones, la sexta se puede deducir por la suma de los ángulos
internos.( Indicada como punta de flecha grande y llena)
71

VERTICES DIRECCIONES
ESTRICT. NECES.
3 5
4 8
P 5 + 3 (P – 3)

Cada vértice que agregamos requiere 3 direcciones más, vale decir que para p
vértices requerimos por lo menos (3 p – 4) de modo que el número total de
ecuaciones de condición para d dirección será:
T = d – 3p + 4

En el caso de que en la red hubiese puntos sin estación angular ocupada, debe
agregarse una dirección ficticia por cada uno de estos puntos (ver aclaración al
respecto antes del fin de este apartado).

Si, en vez de direcciones, se optara por someter a compensación angular, hay un


leve cambio en el razonamiento, los primeros tres puntos requieren 2 ángulos,

el indicado con líneas curvas gruesa se podría deducir; al agregar el 4° punto se


requieren dos ángulos más, o sea que resultan estrictamente necesarios

2  2 p  3  2 p  4

Ángulos medidos y si se midieron a ángulos el número total de ecuaciones de


condición será

T  a  2p  4

Estas condiciones, para cualquiera de los dos casos (dirección o ángulos), las
vamos a clasificar en angulares (sumas o restas de ángulos que deben cumplirse) y
laterales (otras condiciones trigonométricas).

Si hay p vértices vinculados por lados con direcciones recíprocamente


observadas, se produce una condición de cierre de polígono en la perisferia y
72

aparecerá una nueva cada l (lados de direcciones recíprocas) que se agregue, luego
las condiciones angulares serán: l – (p – 1), donde (p – 1) es el número de lados
estrictamente necesario para vincular esos p puntos
A=l–p+1

Si tenemos p puntos vinculados por triángulos simples los lados recíprocamente


observados son 3 + 2 (p – 3 = 2p - 3, si hay l lados recíprocamente observados
aparecen otras tantas ecuaciones de condición laterales.
L = l – 2p + 3

Si sumamos L + A nos da: 2l – 3p + 4, teniendo en cuenta que si todos los lados


corresponden a direcciones recíprocamente observadas d -=2l, da para todas las
direcciones

T=A+L
para el caso que se sometan a ajuste las direcciones.

Si se considera una compensación por ángulos hay otra variedad de condición


angular:
H = T – (A + L) = a – 2p + 4 –(2l – 3p + 4) = a – 2 . l + p

H=a–2.l+p

Que se forman cuando se completa el horizonte con ángulos (deben sumar 360°).
Por ejemplo, en la figura siguiente:

a =15
l = 10
p=6
H = 15 – 20 + 6 = 1
(una en torno al punto central)

Por su naturaleza, las direcciones no cuentan con ese tipo de condición. Si


aplicamos al caso anterior el número de ecuaciones laterales nos da:

L = l – 2p + 3 = 10 – 12 + 3 = 1

Esa ecuación lateral propia de un sistema de triángulos alrededor de un punto


(polo), surge de la necesidad de que, partiendo de un lado, se vuelva al mismo valor
efectuando los traspasos trigonométricos a través de todos los triángulos.

Aplicando sucesivamente el teorema del seno queda finalmente que:


.sen D
1
.sen I
73

O sea que el producto de todos los senos de ángulos que mirando hacia el polo
quedan a la derecha dividido por los de la izquierda debe dar 1.

Todo pareciera que en una cadena cerrada, se debería plantear la misma


situación, pero resulta que en vez de una condición aparecen 3.

l = 48
p = 24
l – 2p + 3 = 3
Esto quiere decir que además de volver al mismo lado, es necesario volver a la
misma posición; además de la ecuación polar, hay dos condiciones poligonales

 X = 0  Y = 0 ó   = 0   = 0

Resumiendo, dejando de lado la compensación por ángulos (y su ecuación de


horizonte), vemos que en una triangulación existen T = d – 3p + 4 condiciones que
deben cumplirse, si hay p puntos y l direcciones recíprocamente observadas, éstas
se dividirán en A = l – p + 1 angulares (cierre de triángulos o polígonos) y
L = l – 2p + 3 laterales (polares + poligonales)

Lo dicho vale para triangulaciones libres, si contáramos con P puntos que deben
mantener sus coordenadas y L direcciones recíprocamente observadas entre los
mismos, que no deben modificar su acimut, el planteo es algo diferente, a las (L + l) –
(P – p) + 1 deben restársele las que ya se cumplen L – P +1 y así quedan (l – p)
angulares y, análogamente (l – 2p) laterales.

Estas últimas expresiones, se deben aplicar en triangulaciones intercaladas (en


mallas o de 2° o 3° orden), pero por lo general en los casos planteados se prefiere
utilizar un procedimiento de ecuaciones de observación (método de variación de
coordenadas), que veremos más adelante.

Aún teniendo una triangulación libre, si hay medidas B bases y Lp puntos Laplace,
habrá que agregarle (B – 1)= condiciones geodésicas de base fija y (L p – 1) de
Laplace (de cierre acimutal).
74

A veces se reemplazan algunas condiciones geométricas por una geodésica más;


por ejemplo en el anillo de la figura anterior, si introducimos cuatro condiciones de
base fija (en vez de tres), podemos prescindir de la POLAR DE TODA LA VUELTA y
si hacemos satisfacer cuatro ecuaciones de Laplace (en vez de tres), reemplazamos
la necesidad de introducir una de cierre angular del polígono interior (o exterior), que
aparecerá al plantear las A = l – p + 1, ya que además de los triángulos deberá cerrar
el polígono que es forma.

Cuando una red cuenta con puntos que no fueron ocupados como estación
angular, se suelen presentar situaciones en las cuales el cómputo de las condiciones
puede llevar a plantear algún inconveniente, por ejemplo, la siguiente figura con
punto central (clásica en pequeñas ciudades con redes antiguas en las cuales se
observaba desde la periferia una cúpula de iglesia, la cual no se usaba como
estación angular).

Si se consideran las direcciones realmente observadas el número total de


ecuaciones de condición resultaría

T = d – 3p + 4 = 15 – 3 . 6 + 4 = 1

Cuando claramente se observa que debería cumplirse una polar y una de cierre
angular del polígono exterior. Para que el resultado sea coherente, al punto no
ocupado (en este caso el central) se le debe asignar una dirección observada
(remarcada) que, si bien no le agrega condicionamiento alguno, permite normalizar el
cómputo de condiciones totales
T = 16 – 3 . 6 + 4 = 2

En trilateración valen las mismas expresiones de las ecuaciones laterales, si en l


introducimos los lados medidos y en una triangulateración la suma de estas más las
ya vistas.
75

Como puede observarse, una red geodésica conduce a grandes sistemas de


ecuaciones, para su resolución se han desarrollado métodos que permiten dividir las
matrices totales en submatrices, algunas de las cuales se puede formar
independientemente y contribuir en un fraccionamiento de la resolución. La gran
capacidad de las nuevas unidades de procesamiento no requiere métodos tan
elaborados pero siempre debe apelarse al ingenio y al ordenamiento adecuado para
llevar a cabo esta vasta tarea.

La tendencia actual es resolver casi todo por ecuaciones de observación (método


de variación de coordenadas), aunque lleve a números mayores de incógnitas. Este
tiene la ventaja que provee directamente las coordenadas compensadas, que de otro
modo deberían calcularse con las condiciones satisfechas.

Sin embargo, suelen presentarse casos, como las poligonales, en las cuales el
número de condiciones es considerablemente menor que el número de puntos y
resulta más apto el método de observaciones condicionadas.

Cuando hay que compensar en conjunto direcciones y lados debe tenerse


especial cuidado en establecer una correcta relación de pesos que, además,
contemple la disparidad de las unidades. En el próximo capítulo, al final,
abordaremos este tema y plantearemos una solución.

3.5 SOBRE LA DEPURACIÓN DE ERRORES INDESEABLES.


Cuando aparecen discrepancias superiores a lo tolerable, debe tratar de
encontrarse cual fue la observación fallida y remediarla. El ingenio de quien hace el
análisis puede llegar a minimizar la búsqueda en el campo con un considerable
ahorro de recursos. En el caso de ecuaciones de observación, si estas son
numerosas en relación a las incógnitas, lo habitual es hacer una primera
compensación y analizar aquellas observaciones que en tal ajuste presentan
correcciones grandes.

En el caso de errores de cierre de las ecuaciones de condición en triangulación,


se pueda efectuar una serie de análisis que conduce a la localización de la dirección
afectada. Por ejemplo, si en un esquema como el de la figura aparece un error de
cierre angular intolerable en el triángulo 4, 5, 6 y en el vecino 3, 4, 6 se detecta un
error similar, pero de signo contrario es trivial llegar a la conclusión que en el lado 4 –
6 está el problema.

El análisis se puede ampliar aún utilizando la ecuación polar:


sen D
1
sen I
76

Si en tal prueba no se detecta un cierre importante, el problema está en el punto


central (dirección 6 – 4) y si se presenta un cierre intolerable, es indudable que el
error corresponde al punto periférico 4 (dirección 4 – 6)

Otro ejemplo puede presentarse en una poligonal entre puntos conocidos A y B,


con direcciones de orientación también conocidas. Si se verifica un error de cierre
angular aceptable y luego aparece una discrepancia intolerable en coordenadas,
puede inferirse que el error corresponde a un lado; en ese caso se puede calcular el
“acimut del error” y pasan a ser sospechosos todos los lados que cuenten con una
orientación similar.

Si, en cambio, se presenta un error de cierre angular fuerte, lo más indicado es


(sin aplicar el ajuste angular) efectuar el cálculo de coordenadas en ambos sentidos (
A hacia B y B hacia A), el punto en el cual está radicado el error debería contar con
coordenadas similares en ambos cálculos.

Los ejemplos precedentes corresponden a casos de errores considerables y


relativamente aislados. Puede ser que se presenten errores más pequeños y en
cierta cantidad, en esos casos es aplicable el criterio de los OPERADORES
ROBUSTOS, que consiste en aplicar pesos relacionados con los residuos; en cierta
bibliografía esos pesos se estiman como una función exponencial negativa al
residuo, nosotros proponemos aplicar un peso
2m ²
pi 
m ²  vi2
Donde m es el error medio cuadrático deducido para una observación de peso
  pvv  
unitario   y vi la corrección de la primera compensación en base a pesos

 n  r 
adoptados “a priori”.

Como puede observarse, todo residuo del mismo valor absoluto que m conducirá
a peso 1, un residuo nulo conducirá a peso 2 y toda corrección v i superior a m
resultará de peso menor, por ejemplo si vi = 3 m su peso será de 0.1 y su
incidencia comienza a ser ínfima.

Reiterando el proceso mejorará la depuración. Se trata de un criterio basado más


en la intuición, que en una fundamentación teórica y generalmente conduce a
resultados aceptables. Es un método muy aplicado en Fotogrametría cuando se
compensan bloques de aerotriangulación.
77

Capítulo 4
“Apoyo Horizontal”

4.1 INTRODUCCIÓN

Si bien, en rigor, sería conveniente que el apoyo geodésico se calcule en forma


tridimensional, hay razones prácticas para tratar las posiciones horizontales por
separado, aunque a veces sea necesario recurrir a las cotas para efectuar ciertas
correcciones, especialmente de las distancias. En este capítulo nos ocuparemos
fundamentalmente de la forma en que se encaran los trabajos de campo, incluyendo
al final un planteo de compensación de una red por variación de coordenadas planas.

No podemos tratar aún el problema de traspaso de coordenadas geodésicas, ni


su compensación, puesto que aún nos falta llegar a temas básicos de la geometría
del elipsoide. También cabe aclarar que una red geodésica se puede calcular en
coordenadas planas si previamente se reducen los elementos que medimos,
direcciones y distancias, al plano de proyección; es decir, si se le aplican las
correcciones por la correspondiente ley de deformación. Este último tema también lo
analizaremos más adelante. Por el momento nos limitaremos a mediciones de
direcciones y distancias, la tendencia es reemplazar estas redes por otras
determinadas mediante geodesia satelitaria.

4.2 MEDICIONES ANGULARES (HORIZONTALES)

Las mediciones angulares en geodesia se diferencian de las de topografía en los


siguientes aspectos:
a) Por lo general, cada estación tiene varias visuales a otros puntos de la red.

b) Las estaciones son elevadas, al igual que las señales, para lograr la
intervisibilidad de distancias relativamente largas.

c) La precisión debe ser superior pues la incidencia de un error angular en la


posición aumenta con la distancia y por que el apoyo debe ser más rígido que
la densificación o relevamientos topográficos. Estas características,
naturalmente, se traducen en los métodos de medición. Es deseable que el
error verdadero de una dirección en figuras de lados del orden de 20Km, esté
por debajo de  0”5; este caso corresponde a triangulaciones de primer orden
y requiere cuidados muy especiales, como así también una medición de peso
elevado reiterando las observaciones. Por lo general el error de una dirección
debe ser del orden de 10”/K, donde K es la distancia media entre puntos
expresada en Km (este criterio debe revisarse en aplicaciones especiales
como MICRO GEODESIA donde es probable que debe mejorarse la
exactitud).

El siguiente cuadro resume los errores propios de las mediciones angulares en


geodesia.
78

De centración
De verticalidad
De colimación
De eje secundario
De excentricidad del círculo
De falta de perpendicularidad del círculo
Internos De graduación del círculo
De calibración del micrómetro
De tendencia personal
Errores De arrastre
Angulares (*) De torsión
De perturbación del apoyo
Accidental de lectura y puntería

De centración de señal
De fase de señal
Externos De nitidez y tamaño de señal
De refracción lateral
De refringencia variable de corto período

Vamos a comentar cada uno de estos errores para exponer las precauciones que
deben adoptarse.

La centración de la estación implica que el teodolito debe instalarse rigurosamente


sobre la vertical del punto, o bien que se hagan las mediciones para reducirlo al
centro. Las plomadas ópticas y físicas descendentes dejan de ser prácticamente
utilizables a más de cinco metros de altura, sobre todo si se opera en torres metálicas
inestables y con influencia de viento. Suelen utilizarse plomadas ópticas ascendentes
o bien determinarse los elementos de centración (e, ) mediante estaciones auxiliares
cuando hay un desnivel apreciable entre la estación y el pilar (caso de torres), si en
cambio están en un nivel similar y hay posibilidades de hacerlo en forma directa, estos
elementos se miden desde la estación misma.

(*) En esta clasificación se omiten problemas originales por la desviación de la vertical y por
79

torsión de la línea geodésica, temas que se considerarán por separado más adelante

La corrección ( c ) surge de:


e
sen.c  sen d   
S
e
c  " sen d   
S
y si S  e
Con el signo que corresponde de acuerdo al
sen (d - )

Cuando no se puede medir esa excentricidad en forma directa, se recurre a


hacer dos o más estaciones auxiliares (E1, E2, etc), próximas que permiten calcular e
y .

El Instituto Geográfico Militar Argentino (IGM) por lo general ha usado tres


estaciones confirmando dos bases, ortogonales entre sí de 48 m cada una.

El error de verticalidad no se corrige por método operativo, se lo atenúa con nivel


de alidada con el nivel de alidada bien corregido y un permanente renivelado.
80

Los errores de colimación y eje secundario se compensan efectuando la mitad de


las lecturas para cada dirección en posición 1 y la otra mitad en posición 2.

El de excentricidad del círculo con respecto al cuerpo móvil en el que está


montado el anteojo (alidada) se compensa con la coincidencia de imágenes
diametralmente opuestas del círculo (que equivale a promediar ambas lecturas) y
además se vuelve a compensar si se hacen lecturas en ambas posiciones sin
modificar el círculo horizontal.

El de falta de perpendicularidad del círculo con respecto al eje principal (vertical),


es un error propio de los teodolitos modernos, en el cual el círculo está en cierta
manera independizado de la alidada desde el punto de vista mecánico.

 = ángulo leído (suponiendo origen en línea de corte de ambos planos)


’ = ángulo correcto (proyectado sobre plano perpendicular)
r.sen . cos 
tg '   tg . cos 
r. cos 
tg '  ²  tg 'tg  ²
 1   ; 
tg  2  tg 2
d (tg )   ² ²
  d   sen 2
tg 2 4
O sea que la influencia es de segundo orden () y en consecuencia menor que la
incidencia de otros errores, este es el fundamento de aceptación de los círculos
internos para óptica o electrónica.

Los de graduación del círculo se dividen en erráticos y sistemáticos, estos últimos


son períodos por errores similares de excentricidad de la máquina grabadora; los
primeros se atenúan cambiando los orígenes de la lectura y los segundos dividiendo
el círculo en partes iguales en distintas reiteraciones.

En los teodolitos de imágenes diametralmente opuestas, los microscopios que


permiten leer están desfasados en 180°, si vamos a hacer 3 lecturas (1, 2, 3) las
81

separamos en 180°/3 = 60°, y el promedio cancelará el efecto. Los modernos


teodolitos digitales lo hacen automáticamente tomando varias referencias separadas
regularmente en la variación acimutal.

Con una variación sinusoidal se puede considerar como la proyección de un


vector que rota, evidentemente las posiciones de la división alícuota conducen a un
equilibrio (resultante nula)

El de calibración del micrómetro surge de la falta de linealidad y descalibración


del micrómetro que efectúa la lectura dentro de las divisiones mínimas del círculo. Se
lo atenúa variando regularmente el origen del micrómetro en las distintas
reiteraciones. De esta manera también se tienden a compensar cuando el rango total
del micrómetro (10’ en Wild T2 o Zeiss Th2, 2’ en Wild T3, etc), no coincide
exactamente con la separación entre divisiones del círculo o si la coincidencia no se
puede lograr con precisión a lo largo de toda la “ventana” en la que se observan los
trazos y se la mejora al medio dejando sin ajuste los costados. Dentro de esta
problemática entre el llamado error de “RUN” (de paso de rosca) que se produce
cuando el desplazamiento total de la escala del micrómetro no corresponde
exactamente a las divisiones del limbo.

La tendencia o ecuación personal consiste en un vicio que tiene todo observador


en bisectar el centro de las señales hacia uno de los costados, si esta tendencia es
constante no afecta las mediciones. En consecuencia debe tratarse de que no haya
una variación, lo cual se consigue cuando la imagen de las señales es del mismo
tamaño, cuando la intensidad luminosa recibida es similar (si se observa de noche),
cuando la comodidad de observación es similar, etc.

El error de arrastre se produce cuando el círculo graduado se desplaza


levemente en el sentido del giro, por fricción, cuando se observa la dirección
siguiente. En los teodolitos modernos, los círculos están suficientemente
independizados de la parte móvil (alidada), y como la lectura se hace por vía óptica o
electrónica prácticamente no hay fricción posible, no obstante al largar el freno u
efectuar el movimiento puede transmitirse parte del desplazamiento inicial a la parte
inferior del teodolito (platina, tornillos calantes, trípode, etc.) se lo puede atenuar
midiendo cada par de direcciones en el orden 1 – 2, 2 – 1 con el sentido indicado en
la figura.
82

Además se lo puede controlar si cuando se observan sucesivamente varias


direcciones se vuelve a la dirección inicial (1-2-3-4-5-1). Hay quienes critican este
procedimiento pues le dá más peso a la dirección 1, ello se puede obviar no
introduciendo en el promedio la segunda observación de la dirección 1, o bien
colocando una referencia auxiliar (fuera de los puntos de la red), para la dirección
origen, cuando se hace esto suele aplicarse una corrección prorrateando la diferencia
en las direcciones intermedias aunque esta solución no es considerada como muy
rigurosa en el tratamiento de datos observacionales geodésicos.

La torsión del trípode o estructura donde está montad el teodolito, es uno de los
efectos sistemáticos más característicos de las observaciones angulares geodésicas.
Se presenta muy especialmente en torres metálicas, en las cuales la dilatación
diferencial por efecto del calor solar, o su enfriamiento nocturno, produce leves
rotaciones; éstas se pueden medir y se detecta que tienen carácter oscilatorio con
período del orden de las 12 hs. El efecto se puede atenuar con la misma técnica
expuesta para el “arrastre”, con la salvedad que puede invertirse el sentido. En una
serie se puede medir 1- 2- 3- 4- 5- 1 en posición 1 y luego 1- 5- 4- 3- 2- 1 en posición
2, lo cual tiene la ventaja de que el promedio de la serie queda reducido a un tiempo
medio, es decir que elimina todo efecto interno y externo que varía linealmente con el
tiempo.

La perturbación del apoyo consiste en la transmisión de esfuerzos externos al


trípode o estructura (viento, tránsito, perturbaciones, etc.) por lo general estas
perturbaciones son erráticas y se las debe atenuar eligiendo satisfactoriamente el
montaje del instrumento y evitando o protegiéndola de las causas que genran el
efecto. Una de las causas más frecuentes es el desplazamiento del observador
83

alrededor de instrumento, por ello las torres de triangulación tienen una estructura
exterior de andamio e independiente de la torre trípode interior. La estructura exterior
se puede, inclusive, usar para proteger mediante lonas parte del efecto del viento
sobre la parte que hace de trípode.

El error accidental de lectura se baja con teodolitos robustos, de aumento


adecuado a la distancia, con órganos de lectura de gran resolución y midiendo varias
veces para mejorar el promedio, lo cual actúa también sobre el error de puntería.

Con respecto a la centración del al señal cabe aclarar que las señales
geodésicas que deben cubrir grandes distancias son luminosas o tienen un tamaño
considerable, además es común que deban montarse a la altura de varios metros,
sobre el punto de observación. La centración debe hacerse con tanto cuidado como
la del instrumento, se pueden usar los mismos puntos de la figura auxiliar de la
estación para determinar los elementos de centración o para centrarla (con dos
visuales próximas a la ortogonalidad). Para el primer caso (corrección) vale la misma
expresión que la analizada para la centración del instrumento, aunque es menos
frecuente su uso, al no haber inconveniente prácticos para centrar convenientemente
la señal mediante visuales ortogonales.

La fase de la señal es la excentricidad con la que se percibe la imagen de la


señal en distintas direcciones, por ejemplo, una pirámide triangular puede inducir a
que se bisecte la imagen fuera del baricentro. Ello se agrava cuando la luz solar
ilumina más una cara que otra.

Las banderas también producen errores de fase con el viento, si se colocan


banderas éstas deben usarse solamente para localizar la señal, no para medir.

Una de las formas más adecuadas para las señales no luminosas es la de tablas
de visibilidad, debe tenerse cuidado de que sean simétricas desde cualquier ángulo
las que se las observe. En general conviene que estén pintadas de negro y blanco
para que no se “mimeticen” contra el cielo, el suelo o la vegetación.

El tamaño de la señal debe regularse con la distancia, por lo general debe


preverse un ancho mínimo de 5 cm./Km., quiere decir que a 20 Km. las señales
84

deben ser del orden de 1 metro. De no ser así deberán preverse señales luminosas,
de noche mediante colimadores o lámparas, de día mediante heliotropos (espejos
con montaje para hacer puntería – antiguamente se usaban también como medio de
comunicación mediante alfabeto Morse-).

La nitidez debe regularse con el tamaño, el color, la altura, etc. O de lo contrario


con la luminosidad. Para buenas punterías es necesario señales nítidas.
La refracción lateral es uno de los efectos característicos en las visuales largas,
motivadas por gradientes horizontales del índice de refracción, generalmente
producido por gradientes térmicos debido a laderas bosques o espejos de agua. Se
pone recién de manifiesto al verificar condiciones de cierre (angular o lateral). El
efecto se minimiza evitando visuales que pasen cerca de lugares en donde este
efecto puede ser importante o elevado las visuales a más de cinco metros sobre el
suelo, también se mejora el resultado operando al mediodía o a medianoche (cuando
el intercambio calórico horizontal es mínimo) o combinando parte de las
observaciones a la mañana con la tarde (de noche antes y después de la media).

La refringencia periódica variable se produce por movimientos de masas de aires,


se atenúa su efecto observando la señal durante varios segundos y colimando el
baricentro del movimiento virtual de la imagen.

Descontando que se tomaran todas las precauciones para bajar los errores
sistemáticos, el peso de una dirección o un ángulo está dado por la cantidad de
veces que se lo observa. Internacionalmente (UGGI), se considera peso 1 para la
dirección a la bisección de la misma en una posición de círculo y peso 1 para el
ángulo, al obtenido de direcciones doblemente bisectadas (en 1 ó 2 posiciones).

En la triangulación argentina se han tomado las recomendaciones más exigentes en el orden


internacional. Al comenzar con los trabajos originados por la Ley Nacional N° 12.696 “De la Carta” a
principios de la década de 1940 se adoptaron los siguientes pesos:
TAREA PESO ANGULO PESO DIRECCION
Red de ampliación de base 24 48
Triangulación Fundamental 18 36
(cadena 1° orden)
Triangulación de 1° orden en 9 18
malla
Triangulación de 2° orden 6 12

Con el tiempo se dejaron sin efecto las redes de ampliación de base (ver 4.3) ya
que con distanciómetros electrónicos se puede medir directamente el lado de
triangulación (“base ampliada”) y se adoptaron los siguientes valores, en la década
de 1970:

TAREA PESO ANGULO PESO DIRECCION


1° y 2° orden cadena o malla 9 18
3° orden 6 12

La baja del peso en direcciones de la triangulación fundamental se compensó


agregando una base y control acimutal en el medio, entre cada tramo de cadena; con
anterioridad estos controles se hacían en solamente en las figuras de intersección de
cadena N-S u E-W. (Ver 4.5 y figura previa)

Como lograr esos pesos depende del método que se adopte, vamos a mencionar
los siguientes.
85

a) METODO DE LA SERIES (o giro completo de direcciones)


b) METODO DE LOS PARES SOBRE REFERENCIA
c) METODO DE LOS SECTORES
d) METODO DE LAS COMBINACIONES BINARIAS (o de Schreiber)

El método de las series es probablemente el más práctico, si, por ejemplo, hay
que medir 5 direcciones se mide 1-2-3-4-5-1, en posición 1, inmediatamente 1-5-4-3-
2-1 en posición 2 con lo cual se consigue peso 1 para el ángulo (2 para la dirección).
Si hay que medir peso 9 para el ángulo, con un teodolito de coincidencia, se divide
180°/9 =20°, es decir que se hace una reiteración cada 20° (Origen 0°, 20°, 40°, …
160°). Promediadas ambas posiciones en cada reiteración, se las reduce al origen
(dir 1 = 0°00’00”,0) y luego se calcula el promedio de todas las reiteraciones (series)
para cada dirección. El número total de desvíos calculables es d x S (número de
direcciones x número de series), con la aclaración de que la segunda bisección de la
dirección 1 es solo control, no entra en el promedio pero sirve para calcular el error
medio cuadrático de una dirección, ya que no se tomará la de referencia (0°00’00”.0)
que será siempre artificialmente nula. El número de observaciones estrictamente
necesario es d, de modo que el error medio cuadrático de una dirección medida será

md  
 vv    vv
d .S  d d  S  1
Y el error medio cuadrático de una dirección compensada en estación será
m
Md  d 
 vv
S d .S  S  1

El método de los pares sobre referencia utiliza una referencia fija a distancia
óptima aprox. 5 Km. Y mide cada dirección en forma independiente con respecto a la
misma. Formalmente tiene la ventaja de que la referencia, al no ser punto de la red,
no provoca una dirección con más peso que las otras.

Prácticamente, la ventaja reside en que si todas las direcciones no se ven a la


vez no se produce una falta de continuidad ya que las no visibles se pueden
observar en un momento más apropiado.

El tema de no poder ver todas las direcciones a la vez surge de la posición el Sol
o la Luna, más otros impedimentos tales como humaredas zonas de bruma, etc.

El método de los sectores consiste en elegir tres o cuatro direcciones que dividen
sectores dentro de los cuales se pueda aplicar el método de las series.

Luego se hace un ajuste que compatibilice a los sectores entre sí. Puede decirse
que es una combinación del método de las series con el de Schreiber, que veremos
más adelante.
86

El método de los pares sobre referencia se usa fundamentalmente en Francia y el


de los sectores en Suiza y otros países montañosos (como Austria).

El método de Schreiber (combinaciones binarias) fue adoptado por nuestro


Instituto Geográfico Militar y consiste en medir todos los ángulos (de a dos
direcciones), de esta manera se soluciona el problema de la frecuente imposibilidad
de ver todas las direcciones a la vez. Esta es prácticamente la única ventaja y para
alcanzarla se torna en un procedimiento bastante complicado y lento, aunque de
excelentes resultados.

En primer lugar hay que determinar cuantos ángulos (n) se pueden formar con d
direcciones:
d  d! d  d  1 d  d  1
C d , 2      n
 2  2! d  2 ! 2 2

Por ejemplo, si tenemos 5 direcciones tendremos 5.4/2 = 10 que serán:


(1 – 2)
(1 – 3) (2 – 3)
(1 – 4) (2 – 4) (3 – 4)
(1 – 5) (2 – 5) (3 – 5) (4 – 5)

A cada ángulo (ejemplo 1-3) lo mediremos con un peso p, pero resultará con un
peso P (mayor) al compensarlo ya que, además de medirlo en forma directa lo
podemos obtener como (1 – 2 ) + (2 – 3), o como (1 – 4) – (3 – 4). O como (1 – 5) –(3
– 5).

P es dato y debemos deducir con cuantas reiteraciones se debe medir cada


ángulo teniendo en cuenta esa posibilidad. Para d direcciones hay (d – 1) ángulos
independientes (para el caso mencionado) (1 – 2), (1 – 3), (1 – 4) y (1 – 5) y cada
uno de ellos se podrá obtener (d – 2) veces por suma o diferencia de los otros; o sea
que P = p + p/2 (d -2) = (p.d)/2, P es le peso de una media ponderal de un valor de
peso p más (d – 2) valores de peso p/2.

Los ángulos se acostumbran a medir en cada reiteración 1- 2; 2- 1 generalmente


en el mismo sentido, o sea dándole peso 1 por cada una de estas mediciones, de
modo que p = r (numero de reiteraciones por cada ángulo)
r.d 2P
P r
2 d
En caso de fracción se redondea en exceso, esto hace que a veces una estación
resulte formalmente con un peso ligeramente más elevado pero ello no se tiene en
cuanta en la compensación de la red.
Para eliminar los errores de graduación estas reiteraciones deben leerse con un
intervalo que distribuye el comienzo de cada una en el círculo.
360 0
r 
m.r
Donde m es el número de microscopios u órganos de lectura dispuesta en el
círculo. Generalmente en teodolitos de coincidencia óptica m = 2.
180
r 
r

Supongamos el caso anterior d = 5 para P = 9; r = 18/5 3.6 tomamos 4


87

reiteraciones, por ejemplo, el ángulo 1 – 2 lo mediremos en 0°, 45°, 90° y 135° pero
para “usar más” el círculo sería lícito que no siempre emplearemos para las cuatro
reiteraciones esos orígenes, otro ángulo lo podríamos medir, por ejemplo, en 5°, 50°,
95°, 140°, para ello se establecen una serie de índices iniciales dentro del intervalo
de reiteración y de acuerdo al denominado “Principio de Schreiber”: cada dirección
debe observarse solo una vez en una posición de círculo.

Para estudiar el número de índices iniciales vamos a analizar cuantas veces se


puede usar el mismo índice. En los siguientes cuadros se subrayan las veces que
ello es posible sin dejar de cumplir el principio de Schreiber:

d = 5 (impar) d = 6 (par)
(1 – 2) (1 – 2)
(1 – 3) (2 – 3) (1 – 3) (2 – 3)
(1 – 4) (2 - 4) (3 – 4) (1 – 4) (2 – 4) (3 – 4)
(1 – 5) (2 – 5) (3 – 5) (4 – 5) (1 – 5) (2 – 5) (3 – 5) (4 – 5)
(1 – 6) (2 – 6) (3 – 6) (4 – 6) (5 – 6)

Generalizando, para d impar las veces que se puede usar el mismo índice es
(d – 1)/2 y para d par ello ocurre d/2 veces. Dividiendo el número total de ángulos
d d - 1/2 por las veces que se puede utilizar el mismo índice queda el número de
índice iniciales.
I = d (para d impar)
I = d -1 (para par)

Para el caso anterior (d = 5) tendremos 5 índices I – II – III – IV – V; cuya


distribución podría ser:

(1 – 2) (1 – 3) (1 – 4) (1 – 5) (2 – 3) (2 – 4) (2 – 5) (3 – 4) (3 – 5) (4 – 5)
I II III IV III IV V V I II

Esta distribución se podría esquematizar en un cuadro como el siguiente:

2 3 4 5
1 I II III IV
2 III IV V
3 V I
4 II

En cada fila se comienza con la diagonal principal sumando un valor al indicado


en la posición superior y se hace crecer hacia la derecha respetando el ciclo

I  II  III  IV  V  I …

Las reiteraciones se dividirán, además, en mitad posición 1 y mitad posición 2 (si


fuera impar el número de reiteraciones una de ellas se hará 1 – 2 en 1 y 2 – 1 en 2)

Para el caso visto de 5 direcciones y cuatro reiteraciones con 5 índices la


distribución sería:
(45°/5 =9°, o sea I = 0°; II = 9°; III = 18°; IV = 27°; V = 36°)

Angulo Índice REITERACION


88

1 2 3 4
(1 – 2) I 0 45 90 (270) 135 (315)
(1 – 3) II 9 (189) 54 (234) 99 144
(1 – 4) III 18 63 108 (288) 153 (333)
(1 – 5) IV 27 (207) 72 (252) 117 162
(2 – 3) III 18 63 108 (288) 153 (333)
(2 – 4) IV 27 (207) 72 (252) 117 162
(2 – 5) V 36 81 126 (306) 171 (351)
(3 – 4) V 36 (216) 81 (261) 126 171
(3 – 5) I 0 45 90 (270) 135 (315)
(4 – 5) II 9 (189) 54 (234) 99 144
Notas:
1) Los valores subrayados se observarán en posición 2. Entre paréntesis está
puesta la lectura que difiere 180°. (En este caso se supone que el indicado
es el orden de observación, si este varía podrían modificarse las
reiteraciones en posición 1 y 2, cuidando que siempre sean la mitad en
cada posición).
2) Los orígenes de círculo para estas reiteraciones siempre se toman con
respecto a la misma dirección (GENRALMENTE A LA 1)
3) Para atenuar los errores de descalibración del micrómetro se varia el
origen de las reiteraciones. Por ejemplo, si tenemos un teodolito Zeiss Th 2
(10’ de micrómetro) los orígenes del ángulo (1 – 2) serán: 0°00’; 45° 02’30”;
(270°05’); (315°07’30”)

Para compensar solamente se calculan los ángulos independientes, en el caso


del ejemplo el ( 1 – 2), (1 – 3), (1 – 4) y (1 – 5). Como el ángulo medido directamente
tendrá el doble de peso que el obtenido por suma o diferencia, en el caso del ejemplo
tenemos indicado  al compensado y ( ) al medido

3
4
89

1  2  21  2  1  3   2  3  1  4   2  4  1  5   2  5
5
2 1  3    1  2    2  3   1  4    3  4    1  5    3  5 
1  3 
5
1  4  21  4  1  2   2  4  1  3   3  4  1  5   4  5
5
21  5  1  2   2  5  1  3   3  5  1  4    4  5
1  5 
5

Al mismo resultado se hubiera llegado planteando estos valores 


Como incógnitas frente a las observaciones ( ).
1 - 2 1 - 3 1 - 4 1 - 5 l v
+1 (1 – 2) v12
+1 (1 – 3) v13
+1 (1 – 4) v14
+1 (1 – 5) v15
-1 +1 (2 – 3) v23
-1 +1 (2 – 4) v24
-1 +1 (2 – 5) v25
-1 +1 (3 – 4) v34
-1 +1 (3 – 5) v35
-1 +1 (4 – 5) v45

Las ecuaciones normales son:


4.1  2  1  3  1  4  1  5  1  2    2  3   2  4    2  5
 1  2  41  3  1  4  1  5  1  3   2  3   3  4    3  5
 1  2  1  3  41  4  1  5  1  4    2  4    3  4   4  5
 1  2  1  3  1  4  41  5  1  5   2  5   3  5   4  5

Sumando todas tenemos una ecuación auxiliar


1  2  1  3  1  4  1  5  1  2  1  3  1  4  1  5
Que sumada a cualquiera de ellas da una de las incógnitas, por ejemplo a la
segunda:
51  3  21  3  1  2   2  3  1  4   3  4  1  5   3  5
Que lleva a la misma expresión anterior.

El error medio cuadrático de un ángulo medido se obtiene de los desvíos


v12  1  2  1  2  ;.... v23  1  3  1  2   2  3 , etc.

n = n° de ángulos = n° observaciones; d – 1 = n° de incógnitas

m 
 vv   vv 
 vv
n   d  1 d   d  1
  d  1  d  1  d  1
2 2 
2 vv 
m 
 d  1 d  2

m  vv
Y de una dirección medida m d  md 
2  d  1 d  2
90

p 2
Para los valores compensados habría que afectarlos de la relación 
P d
r.d p.d
(pues P   ) entonces
2 2

4 v.v  2 v.v 
M  y Md 
d  d  1 d  2 d  d  1 d  2 

Cuando se efectúa una estación de menor peso en un vértice en el cual se


observaron direcciones de peso mayor (por ejemplo estaciones de segundo o tercer
orden en vértice de primer orden) se suele encarar la llamada estación con vínculo.
En vez de medir los ángulos
(A – 1)
A (A – 2) (1 – 2)
(A – B) (1 – B) (2 – B)
1 Se omite el (A – B) que debe respetarse.
Entonces se encara como si las mediciones
fueran
2

Formándose los ángulos


1 (A – 1)
(A – 2) (1 – 2)

Con la variante que en esta distribución los ángulos (A – 1) y (A – 2) se reparten


la mitad de las reiteraciones con respecto a A y la mitad con respecto a B. o sea
91

 A 1 '


 A 1 '
 B 1
 A  2 '
 A  2  '
 B  2
Si bien esta directiva se adoptó en el Instituto Geográfico Militar (IGM), en la
práctica conviene observar las direcciones en la forma normal ya que el ángulo fijo es
el que definen las coordenadas compensadas y conviene que la nueva
compensación de la red complementaria ajuste sus direcciones en forma
independiente.

4.3 MEDICIONES DE DISTANCIAS

En el siglo XIX las bases se medían con reglas; a fines del mismo (1880 a1887)
se desarrollaron dos avances que permitieron reemplazar este procedimiento:
a) la aleación INVAR (acero y níquel con 36% Ni) cuyo coeficiente de
dilatación está por debajo de 10-6/°C,
b) el empleo de alambre o cintas suspendidas (formando catenaria) a tensión
controlada.

Los alambres son de sección circular de 1,65 mm. de diámetro, 24 m de largo


con regletas milimetradas de 8 cm. En los extremos a los que se le aplica una tensión
con pesas de 10 Kg.

Las cintas son por lo general, de 0,5 mm. De espesor, 6 mm. De ancho, 50 m de
largo y la tensión se les da con un dinamómetro palanca, en vez de regletas, se
desplaza la referencia a lo largo de la cinta (que cuenta solamente con dos trazos).

La base debe elegirse en línea recta, lo más horizontal posible, se la divide en 8 a


10 secciones de 800m. cada una (aproximadamente) y en cada uno de los tramos se
colocan trípodes o estacones (en algunos sistemas con cinta) portareferencias; sobre
los que se miden las “alambradas” o “cintadas”.
92

Este esquema, de base del orden de 7 u 8 Km., que se ampliaban con que un
simple rombo al lado de triangulación, corresponden a esquemas utilizados en la
primera mitad del siglo XX; anteriormente, cuando se empleaban reglas, eran más
cortas y se las ampliaba con redes más complejas (doble o triple rombo).

A continuación vamos a referirnos a los errores y a la manera de corregirlos.

a) Catenaria, longitud normal y temperatura:


Cada alambre o cinta se contrasta con la tensión, y suspendido se determina su
longitud normal (entre trazos o trazos homólogos de regleta) y su coeficiente de
dilatación. Luego se corregirá l = l0 (1 +  t) generalmente l0 es para t0 = 15°C.

b) Por diferencia de lectura:


Se hacen 5 lecturas (en el caso de los alambres) y a la longitud normal l 0 se le
agrega la diferencia de lecturas adelante menos atrás, si se mantiene el criterio de
sentido del sentido del esquema anterior.

c) Por desnivel:
S0  S ²  h ² , el error del desnivel incide de acuerdo a la pendiente.

2h.dh
dS 0  dS0 i dh (donde i es la pendiente)
2 S ²  h ²

Vale decir que para pendientes de 1%, 1 mm, en dh solo incide solo 0,01 mm en
la distancia ,o sea para el alambre de 24 m, si la precisión altimétrica es de 1 mm no
deben superarse desniveles de 0.12 m para que no afecte 0.01 mm. Si se tienen
pendientes mayores, por ejemplo 4% que se adopta como límite, debe medirse los
h con décimas de milímetros, o sea que deben usarse método geodésicos (mira de
INVAR y micrómetro) como se describe en el capítulo siguiente.

d) Por deformación de la Catenaria:


El desnivel hace que la catenaria se deforme, inclusive que haya tendencia a que
el alambre se desplace hacia el punto más bajo. Si el operador que está más arriba
la sujeta (tracción) la distancia entre trazos homólogos se alarga. Si lo hace el de
abajo (compresión) se acorta. Promediando ambas situaciones tiende a
compensarse, de lo contrario hay que aplicar una corrección. (*)
93

e) Por deformación elástica:


La situación expuesta de la catenaria por desnivel (d) introduce una deformación
elástica ya que varía la tensión, se compensa con la tracción y compresión o se
corrige. (*)

f) Por variación de la inclinación de las regletas:


La deformación de la catenaria por desnivel (d) hace que la inclinación de las
regletas difiera de la posición normal (h = 0) en la cual se hace el contraste. Las
regletas son rígidas y difieren levemente de la catenaria y ello requiere una
corrección adicional. (*)

g) Por gravedad:
Al variar la gravedad con respecto a la de contraste se debe aplicar una
corrección adicional por la correspondiente deformación elástica, ya que se modifica
la tracción (*), para ello es necesario determinar la gravedad media sobre la traza de
la base y conocer la de contraste.

h) Por cota media:


La base debería reducirse al elipsoide o en primera aproximación a nivel del mar.
B RH B BH
  B0  ~ B
B0 R H R
1
R

En general conviene dividir esta corrección por secciones y aplicar la altura media
de la sección. También conviene aplicar el radio que corresponde a la latitud y al
acimut de la base (como se verá más adelante, Capítulo 7).

No vamos a extendernos más sobre este tema ya que en la práctica ha sido


superado por la medición electrónica de distancias que desarrollaremos a
continuación.

Los contraste se hacen en servicios metrológicos mediante comparadores


mecánicos o interferométricos, los contrastes mediante interferometría son los más
precisos.

En general las mediciones por este medio están actualmente reducidas a las
bases de contraste de distanciómetros y a las mediciones de microgeodesia
(replanteos precisos para montajes, mediciones de deformaciones de estructuras,
etc.)

(*) Estas correcciones se pueden consultaren la Publicación Geodesica N° 8 del IGM


preparadas por el Ing. H. Negri, “El Problema de la Medición de Bases Geodésicas” (1944)
donde están tabuladas para los alambres de 24 m.

Para los apoyos geodésicos, cando se usaban estas bases, era necesario
implementar una red de ampliación ya que las bases se median en valles o llanuras
94

(para que el trayecto fuese horizontal). En las bases medidas se obtenían errores
relativos (B/B) del ordende1/1.000.000 (o sea 1 ppm), pero al ampliarla difícilmente
se podría bajar de errores relativos del orden de 1/300.000. Con distanciómetros
electroópticos, en cambio se mide directamente la “base ampliada” con errores del
orden de 1/500.000.

B
B1 – B2 = Base medida
A – B = Base ampliada
(lado de triangulación)
B1

B2

Las mediciones electrónicas de distancias geodésicas o topográficas se efectúan


mediante ondas luminosas o microondas moduladas, de acuerdo al siguiente detalle:

Onda electromagnética Alcance Errores


utilizada (Km)

Luminosa modulada 5 a 60
exterior a la fuente D
 1cm. 
500000

Luminosa por pulso o 2 a 10


modulada en su fuente

D
 5cm. 
50000
Microondas 10 a 60 a
(3 a 30 GHZ) D
 3cm. 
300000

En las primeras se efectúa la modulación de la intensidad luminosa mediante un


dispositivo (M), independiente de la fuente de luz. Por ejemplo en el geodimetro de
Bergstrand (primer distanciómetro desarrollado a partir de 1947) se hacía pasar la luz
a través de dos filtros polaroides P1 y P2 con sus planos de polarización dispuestos a
90° uno del otro.
95

La luz que pasa por P1 en forma directa no puede pasar por P2, pero se interpone
una célula de Kerr (K) que consiste en una capsula de nitrobenceno que produce una
rotación del plano de polarización de acuerdo a la tensón que se aplique entre dos
electrodos. Haciendo variar esa tensión alrededor de un valor fijo se puede modificar
de una forma semejante la intensidad luminosa, la cual resulta modulada a la misma
frecuencia con que se excita a los electrodos citados.

La luz emitida por la óptica de emisión se propaga hasta el otro extremo de la


distancia a medir, donde se coloca un reflector que devuelve la luz con la información
(modulación) introducida. Mediante una óptica de recepción se recibe esa
luminosidad y se regenera la oscilación eléctrica mediante un elemento fotosensible
(demodulación D).

Mediante un comparador de fase () se mide la diferencia de fase entre la onda


modulada original y la demodulada a partir del retorno. Esta diferencia se puede
expresar directamente en metros (L) de acuerdo a la frecuencia de la onda
moduladora y a la velocidad de propagación de la luz.

La lectura L variará dentro de un valor relativamente pequeño (por ejemplo 10 m)


y se repetirá cada vez que se cumpla ese ciclo de lectura, si llamamos U (unidad) a
la fracción de distancia para la cual se repiten las lecturas, queda expresada la
distancia de la siguiente forma:
D=nU+L
Para resolver el problema de n debe recurrirse a algún artificio, por ejemplo
utilizar más valores de U (variando la frecuencia modulada) o conociendo una
distancia aproximada. La composición de la distancia total se obtiene mediante o
96

bien automáticamente en el dispositivo de lectura.

La ventaja de estos equipos es que se pueden usar fuentes luminosas potentes y


directivas, por ejemplo luz LASER que es eminentemente coherente (fases
ordenadas) y monocromática (longitud de onda definida).

El origen de la sigla LASER (Light Amplification by Stimulated Emisión of


Radiation) indica en cierta forma el modo en que se genera (emisión estimulada de la
radiación).

Para lograr importantes alcances es necesario tener suficientemente elevadas las


estaciones transmisora – receptora y reflectora y contar con la energía luminosa
suficiente como para la información (señal) no quede enmascarada por las
perturbaciones (ruido) en el camino de ida y vuelta.

En los instrumentos en los que se modula la luz en su fuente se usan diodos en


los que, al aplicarle tensión variable, es posible lograr un efecto similar al descrito
pero con mayor simplicidad.

Estos equipos, por lo general, utilizan diodos de Arseniuro de Galio y la luz


resulta dentro de la gama del infrarrojo (longitud de onda ~ 1.000 milimicrones). Se
caracterizan por ser de pequeño tamaño y bajo consumo, pero de reducido alcance.

Para ambos tipos de distanciómetros, en la estación reflectora se usan casi


exclusivamente juegos de prismas trirectangulares, que equivale cada uno a un
triedro trirectangular de caras especulares. La propiedad de estos es que reflejan en
la misma dirección de la incidencia, aún con pequeñas desorientaciones, vale decir
que en tres dimensiones se cumple la reflexión que se expone en el siguiente
esquema bidimensional.
97

Para distancias de 300 o 500 metros es suficiente con un prisma, con tres se
duplica el alcance y para 2.000 metros es necesario contar con 8 o 10 prismas. Para
5 Km se utilizan juegos del orden de 20 prismas (en equipos infrarrojos). Aunque
algunos equipos modernos, de tecnología más eficiente, resuelven el problema con
menor cantidad de prismas, especialmente con luz LASER.

En los equipos con microondas moduladas (desarrollados a partir del telurómetro


de Wadley en de la década de 1950) el reflector es activo, es decir que recibe y
retransmite la información. A la estación principal se la denomina “maestra” y a la que
hace de reflector “remota”. La microonda portadora es modulada en frecuencia por
una onda de gran estabilidad en frecuencias y el principio de medición es similar al
descrito para lograr la medición de grandes distancias, es relativamente sencillo
lograr la orientación de ambas estaciones, inclusive se puede elevar la antena sin
necesidad de levantar el equipo con el operador. Además de estas ventajas, debe
agregársele que los rayos de microondas se propagan con una curvatura mayor que
la de la luz lo cual se incrementa la posibilidad de lograr alcances apreciables.
98

Si bien en los últimos modelos las altas frecuencias (30 GHZ) han disminuido el
problema, uno de los inconvenientes más grandes de estos equipos es el error que
introducen los rayos que se reflejan (generalmente en el terreno), este efecto en
inglés se denomina “Ground Swing”.

Y han sido objeto de numerosas investigaciones, fundamentalmente en la década


de 1960. Dicho error depende del perfil del terreno, de la capacidad de reflectancia
de este y de las frecuencias moduladoras y portadora. La solución que se encontró
fue la de hacer variar la frecuencia portadora dentro de un rango en la cual se hace
cíclica esta influencia y se la atenúa en el promedio. De todas maneras, el residuo
que pueden dejar estos efectos hace un tanto incierta la evaluación “a priori” de la
precisión de estas distancias. De allí la amplia gama de error expuesta en el cuadro
anterior.

Todos los distanciómetros (luminosos o de microonda) tienen como órganos


fundamentales osciladores que controlan las frecuencias moduladoras, es
imprescindible que sean estables, para lo cual están controlados por cristales con
compensación térmica (se requieren estabilidades de  1 x 10-6 o mayores).

Los dispositivos para medir el desfasaje que proporciona la fracción de distancia


(L) deben ser de buena resolución y suficientemente linelizados para bajar los errores
de lectura y atenuar los “errores cíclicos” (función periódica de L). Los más
elementales consisten en un condensador o inductancia variable que permiten rotar a
fase de un ciclo hasta que se equilibren ciertas condiciones que permiten detectar la
igualdad de fase entre onda de referencia y la rotada. Estos son los menos lineales.

Los más modernos consisten en el empleo de circuitos que en electrónica se los


acostumbra denominar “flip – flop”, que consiste en determinar el desfasaje
mediante la apertura de una “compuerta” que permite contar una cantidad de pulsos
proporcional al desfasaje.

Los más seguros y precisos consisten en el empleo de un desfasador óptico –


mecánico empleando la variación interna de un camino óptico dentro del rango de la
unidad de medida (U). Si bien es un medio de concepción un tanto primitiva, es el
único que permite discriminar milímetros y aún fracciones. Esto es necesario para
algunos requerimientos de microgeodesia en donde pueden competir con los clásicos
alambres o cintas de INVAR.
99

La velocidad de propagación de las ondas electromagnéticas (luminosas,


microondas o radioeléctricas) varía de acuerdo al medio, en la atmósfera incide
especialmente la temperatura, l presión y la humedad (a esta última son más
sensibles las microondas), más adelante veremos como se corrigen estas influencias
con datos registrados y expresiones empíricas. El error residual de estas
correcciones es una fuente de error proporcional a la distancia, lo mismo que en el
caso de la frecuencia.

Volviendo a la expresión binomial del error en un distanciómetro electróptico:


ab.D

Es conveniente tener en cuenta que a “a” entran:


- residuos en la “puesta a cero” o sea desplazamiento entre el centro eléctrico u
óptico del instrumento y su centro físico. Esto vale tanto para el instrumento
principal como para el reflector o estación remota (en los reflectores debe
tenerse la certeza que corresponde al instrumento utilizado). Esta aclaración es
fundamental, ya que si en un instrumento se mide con prisma de otro se corre
el riesgo de cometer errores de varios milímetros y hasta centímetros (cada
instrumento debe estar calibrado con el reflector que le corresponde)

- error accidental en la lectura.

- residuos de la falta de linealidad de la lectura del desfasador.

En el coeficiente “b” entran:


. errores residuales de frecuencia.
. errores residuales de corrección por velocidad de propagación (dentro de
estas influencias deben considerarse características regionales o
condiciones particulares como ser atmósfera sobresaturada, lloviznas, etc.)

4.4 CORRECCIONES A LAS DISTANICAS MEDIDAS ELECTRÓNICAMENTE

a) Por velocidad de propagación: la velocidad de propagación de una onda


electromagnética se puede expresar
v = c/n
El valor de n depende de la TEMPERATURA, la PRESIÓN ATMOSFÉRICA y la
HUMEDAD. Por lo general la humedad se expresa en mm del Hg. de la tensión de
vapor del agua y se lo determina con un psicrómetro de voleo que consiste en un par
de termómetros, uno de bulbo seco que provee t (generalmente en C°) y otro
húmedo con malla de tela mojada con agua destilada envolviéndolo) que provee t’.
Se revolea el psicrómetro, para que el bulbo húmedo perciba aire en movimiento y
cuando se estabiliza se leen t y t’. Luego con la fórmula psicrométrica se calcula la
tensión del vapor e:
e mm.de.Hg   e'0,000672 p (t  t ' )
El valor de la tensión del vapor de saturación es una función de t’ que se obtiene
de tablas o de la expresión exponencial de Magnus – Tetens.
 7 , 5t ' 
  0 , 661
 297 , 3  t '
e'  10 

donde t y t’ están en °C y p y e’ en mm de Hg

Para ondas luminosas el índice de n se puede calcular mediante la fórmula de


Kohlrausch:
100

ng  1 p 0,00000055
 n  110 6   e
1  t  760 1   t 
ng depende de  (longitud de onda de la radiación empleada)
 = 0,003661 (coeficiente de expansión del aire)
Como puede apreciarse, el término en e es prácticamente despreciable o sea que
las ondas luminosas son afectadas en menor grado por la humedad.

ng se puede obtener mediante la expresión de Edlen.


n g  1108  6786,1 
3111799 26943

146   2 41   2
Donde  
1
 .en.m.
1m.  1x10 3
x10 6 metros  1x10 9 metros 
o también mediante la fórmula de Barrell – Sears
n g  1.10 7  2876,04  3
16,288 0,136
5 4
 2

( también en m, es del orden de 0,6 m)
Acá puede apreciarse que la luz LASER, además del alcance, tiene la ventaja de
tener un índice mejor definido ( bien definido).

En microondas se utiliza la fórmula de Essen y Froome.


 n  1 x10 6  103,49  p  e   86,26 1  5784 e
T T  T 
Donde T = 273,2 + t (t en °C)
(o sea temperatura en °K)

Dado que la distancia en muchos equipos se obtiene para un índice determinado


(de refracción), según el equipo 1,000325 o 1,00032, si llamamos n* al mismo deberá
corregirse por un factor n*/n
D = D* . n*/n
Generalmente hay tablas o ábacos que para este cálculo, en algunos equipos se
hacen ingresar elementos de corrección al instrumento y este corrige
automáticamente la distancia.

Cabe aclarar que, por definición, el índice de refracción es la relación de


velocidades n=c/v (c = 299792458 m/s, en el vacío) y v la propagada en el medio,
entonces la longitud de onda vale:
 = v/f = c/nf
Dado que la distancia está dada por
D = UN + L
U = /M (fracción entera de la long, de onda generalmente /4) el término
principal de la distancia es
D = UN , U = /M , D = Nc/Mnf
Dado que N y M son números enteros sin error, el error relativo de D estás dado
por la siguiente expresión (que surge de tomar logaritmos naturales y diferenciar)
dD =dc/c – dn/n – df/f
lo cual aclara lo que dijimos antes de que el error proporcional a la distancia está
afectado fundamentalmente por el error en el conocimiento de la refracción y el de la
frecuencia. (En la actualidad dc/c puede despreciarse).

El dn/n ~ dn varía entre 1 y 3 x 10 -6 y el df/f con buenos osciladores se puede


101

mantener por debajo de estos valores. Vale decir que el error dn es el que regula la
exactitud de una distancia medida electrónicamente.

No es suficiente medir con exactitud los datos p, t, t’, en los extremos, debería
agregarse que ellos sean representativos a lo largo de la línea y que las expresiones
correctivas tengan validez en el medio en que se aplica.

Uno de los problemas que suele presentarse es que a veces se mide en


atmósfera sobresaturada, las pequeñas gotas se agua cambian las condiciones para
las cuales valen las fórmulas expuestas y se producen errores mucho más grandes
que los esperados. Esto es particularmente grave en microondas.

c) Por curvatura, desnivel y altura:


La distancia curva entre los puntos
1 y 2 (curva por refracción
geodésica) debe reducirse a la
superficie de referencia:
conceptualmente al elipsoide,
prácticamente al nivel medio del
mar. Al radio de curvatura terrestre
lo denominaremos R (en
geometría del elipsoide veremos
que es función de  y del acimut).
Al radio de curvatura del rayo lo
denominamos R’. Tanto en este

problema, como en nivelación, se admite que a lo largo de una trayectoria finita R’ se


puede considerar constante (hipótesis de Biot – Bouguer).

Admitiendo capas esféricas concéntricas se puede establecer la relación entre la


variación de n (índice) y el “coeficiente de refracción” k = R/R’ , pero en la práctica
geodésica se acostumbra suponer que k permanece constante durante una
medición, aunque varía durante el día tomando su valor máximo alrededor de la
medianoche y el mínimo después del mediodía.

A la corrección mencionada la vamos a dividir en tres:

A- Corrección negativa para pasar del arco D a la cuerda inclinada (1 – 2)

B- Corrección negativa para pasar de la cuerda inclinada a la cuerda reducida al


nivel del mar (1’ – 2’)
C- Corrección positiva para pasar de la cuerda al nivel del mar al arco de
distancia geodésica (1’ – 2’)

Para las correcciones Ay C debemos aplicar la relación cuerda – arco.


102

     3 1 
c  2 R.sen ~ 2R     
2  2  2  3!

c  Ra   2 R
3
a
 R.  3
8 x6 24 R ²
3
a
ca
24 R ²

a3 c3
Dado que el término cúbico es pequeño ~
24 R ² 24 R ²
Para la corrección (A) tenemos
D3 D3k ²
 2

R 24 R ²
24 
k
D3
Para la ( C ), admitiendo la similitud del término en a3 y c3, resulta: 
24 R ²

Entonces, para la suma de ambas (a y c) surge la expresión


D3
1  k ² 
24 R ²

A esta corrección de carácter geométrico se aprovecha para agregarle otra de


carácter físico que se origina en el hecho de que las condiciones medias registradas
corresponden a un índice de refracción de capas ,más altas que el que corresponde
al rayo ( ver figura). Sin entrar en detalles diremos que empleando la ecuación
general de un rayo refractado e capas concéntricas nR’ sen z = cte se puede decir
que la corrección, por este fenómeno, vale:

k 1  k  3
 D
12 R ²

Que sumada a la anterior da:


D3 3
1  k ²  2 k ²  2 k   D 1  k  2
24 R ² 24R ²
103

D3
Corrección total por curv.= 1  k  2
24 R ²

El coeficiente k para la luz es del orden de 0,13 y para microondas de 0,25. La


corrección recién comienza a tener valores apreciables (1 mm) a partir de los 10Km
de D. Por ejemplo para un D = 20 Km (con microondas) es de 5 mm y para D = 40
Km es de 37 mm. Lo reducido de esta influencia nos permite calcular directamente la
relación entre D y S como si fuera rectas, a las que por separado se les aplicó la
corrección por curvatura.

Aplicando el teorema del coseno (ver figura siguiente)


D² = (R + h1 )² + (R + h2)² - 2 (R + h1) (R + h2) cos 2
Introduciendo cos 2 = 1 – 2 sen²
(igualdad que surge de cos 2 = cos² - sen² y cos² - sen² = 1)

D² = R² + 2R h1 + h1² + R² + 2R h2 +h2² + 2 (R + h1) (R + h2) 2 sen²

La primera parte (sin sen²) se reduce a

h² = ( h2 – h1)², pues:

2R²  2Rh1  2h2 R  h12  h22  2 2


h1  h2  2h1h2   h2  h1 ²
 2R²  2Rh1  2h2 R    2h1h2 
2
  S 
Además sen²  
2  2R 
O sea
2
 S 
D ²  h ²  4 R  h1  R  h2   
 2R 
De donde
D ²  h ²
S
 h1  h2 
1  1  
 R  R

Es oportuno destacar que el numerador es le corrección por desnivel y el


denominador la reducción al nivel del mar.
104

c) Por excentricidad: Cuando el instrumento, o el reflector, no está montado sobre


la vertical del punto debe aplicarse la corrección para reducirlo al mismo. Muchas
veces esta corrección se mide directamente con una cinta, pero también se puede
aplicar una expresión similar a la vista para las excentricidades angulares.

Corr = - e cos (d - )

d) Por calibración: Un distanciómetro debe contrastarse en distintas


distancias (cortas y largas) a los efectos de obtener su corrección por cero y su
coeficiente proporcional a la distancia. Si se puede se corrigen ambos valores de
calibración o, de lo contrario, se aplica una corrección más general.

En la primera aproximación el error de cero puede considerarse constante pero


en instrumentos de gran precisión se puede detectar la falta de linealidad de su
desfasador (dentro del rango de la lectura L), para ello el contraste de las distancias
cortas debe realizarse con mayor precisión y densidad, generalmente esto se hace
en el interior de los servicios metrológicos, a veces con interferómetros que son los
medios con mayor discriminación.

Para distancias largas es aconsejable contar campos de calibración con un


amplio rango de distancias en las que se pueden contrastar y calibrar los equipos. El
Instituto Geográfico Militar cuenta con una RED DE CALIBRACIÓN PARA
ELECTRODISTANCIÓMETROS, en Arrecifes (Provincia de Buenos Aires). Debe
reconocerse que esa red se usó muy poco y eso hizo que durante los últimos años
se obstruyeran algunas visuales y es probable que algunas marcas sean difíciles de
encontrar; en cambio el Grupo de Trabajo “GPS y METROLOGÍA” de la FIUNLP se
encuentra desarrollando una base con el mismo fin en los alrededores de la ciudad
de La Plata.

De todas maneras, complementando la situación hacia el futuro, no es previsible


que los apoyos fundamentales horizontales se hagan mediante mediciones angulares
y de distancias, y sean sustancialmente reemplazados por redes de geodesia
satelitaria y las mediciones de distancia quedarán reducidas a densificaciones, las
cuales admiten que cualquier error proporcional a la distancia tienda a resolverse en
el proceso de ajuste. Luego, en ese contraste, lo más importante es resolver el tema
del error dentro de la unidad de medida (el que corresponde a L en las expresiones
anteriores) y especialmente cuando deben realizarse mediciones para
microgeodesia.
105
106

4.5 OPERACIONES BASICAS DE APOYO HORIZONTAL

Las redes de apoyo se dividen de acuerdo a como se encaran, en:

* TRIANGULACIÓN (lo básico la constituyen las mediciones angulares)

* TRILATERACIÓN (redes con medición exclusiva de lados)

HI * TRINGULATERACIÓN (combinación adecuada de mediciones angulares y


BRI de distancias).
DA
* POLIGONACIÓN (caso particular de la red anterior en el que la sucesión de
lados y ángulos supera a las otras combinaciones

Tanto la triangulación como la trilateración tienen necesidad de conformación de


figuras parejas u regulares para disminuirr la propagación de errores, en cambio las
otras requieren menos exigencias en tal sentido, ya que la propagación del error de
posición por una distancia es perpendicular al de la dirección observada sobre el
mismo lado.

Por otra parte, en países extensos, se acostumbra dividir los trabajos de apoyo
en:
CADENAS FUNDAMENTALES
REDES DE RELLENO

En ambos casos vale en líneas generales lo enunciado, pero los criterio de


análisis varían en ambos casos, ya que el segundo se está densificando en marco de
puntos preestablecidos. En el gráfico agregado se expone el esquema de las
cadenas fundamentales y de las mallas entre las mismas en la República Argentina.
Dicho apoyo se llevó a cabo entre las décadas de 1940 y 1990, en 1993 se midió la
red POSGAR, cuyos valores se difundieron como el MARCO POSGAR 94 y luego se
la perfeccionó con el denominado POSGAR 2007, ambos estándares aptos para la
aplicación de la geodesia satelitaria.

No obstante ello, el esquema tradicional sigue vigente por la gran densidad de


punto con los que cuenta y levantamientos referidos a los mismos. Como se dispone
de puntos comunes referidos al nuevo marco POSGAR, es posible transformar las
coordenadas y levantamientos al mismo y así aprovechar la antigua información.

Por supuesto, ello no implica que debamos encarar nuevos apoyos referidos al
viejo sistema.

En el proyecto original se preveía medir bases y puntos astronómicos


fundamentales en los cruces de cadenas meridianas con las paralelas; luego, con el
107

advenimiento de los distanciómetros electroópticos de largo alcance, se intercalaron


bases intermedias lo cual bajó la propagación de errores. (Esto se encaró así a fines
de la década del 1960)

La clásica disposición de una malla y los tramos de cadena que la circundan es la


siguiente: (lados de 18 a 20 Km).

Esta división (cadenas y mallas) se debe por un lado a razones de economía y


urgencia, ya que permitía diferir los trabajos dentro de las mallas que no requieren
los trabajos básicos de inmediato, pero también obedecía a razones científicas ya
que las especulaciones sobre forma y dimensiones de la Tierra se limitaban a las
cadenas fundamentales.

No siempre se empleó un esquema tan sistematizado, hay países en los cuales


las cadenas se adecuaron a las vías de comunicación y aún a las facilidades del
terreno para realizarlos con mayor eficacia.

En el esquema general de la red argentina, puede observarse que las cadenas


fundamentales dispuestas de norte a sur llevan por nomenclatura números (0, 1, 2,
…, 8), mientras que las de este a oeste están caracterizados por una letra (A, B, …,
N, P). Las mallas quedan caracterizadas por las cadenas que la circundan al oeste y
al norte (5 G, 4 H, etc.).

Se denomina reconocimiento, de una red de apoyo horizontal, a la elección del


emplazamiento de los puntos estación, incluyendo el cálculo de al altura de las torres
de observación. Esta última tarea toma mayor importancia en llanuras extensas, ya
que en montaña o en zonas urbanizadas (que cuentan con estructuras artificiales
elevadas) se aprovechan los lugares altos para emplazar los puntos.

Reconocer significa proyectar la red con puntos intervisibles y figuras adecuadas.


108

En triangulación el tema de las figuras cobra especial importancia ya que, como


dijimos, la propagación de errores depende d la configuración: figuras regulares
como cuadrados a doble diagonal o triángulos equiláteros son las óptimas. El análisis
de este problema es diferente para cadenas fundamentales que para redes de
relleno, sean de malla como en esquema visto o de densificación (triangulaciones de
2° o 3° orden)

Es decir se evalúa el grado de precisión con que se llegará a la base B 2 partiendo


de la B1. En cadenas compuestas, como la de la figura, hay varios caminos
(sucesiones de triángulos) para calcular ese traspaso; en ese caso se analizan los
mejores dos caminos posibles.

Independientemente de las precauciones que se tomaron en el reconocimiento y


que seguiremos analizando, una vez medido el tramo se verifica el “ACUERDO DE
BASES”, es decir se verifica la relación B/B, donde B es la diferencia entre la base
transportada por cálculos desde la base anterior y la base medida. Ese valor debería
estar por debajo de 1:25000.

Uno de los criterios más difundidos para la aceptación de un tramo es el de


“Fuerza de Figura” del U.S. COAST AND GEODETIC SURVEY, para entenderlo es
necesario partir de la propagación de error en un triángulo

sen 
ab
b a sen  
  =  compensado
 =  compensado

    2  180    
3
c Pero
2   180    
  
3

De la primera ln a = ln b + ln sen -ln sen


da db
  cot g .d    cot g .d   
a b
2 1 1
d    d  d  d
3 3 3
2 1 1
d     d  d  d
3 3 3
Prescindiendo de db/b, es decir, limitándonos a la propagación de errores desde
109

el punto de vista angular:


da 2 1 1   1 2 1 
 cot g  d  d  d   cot g   d  d  d 
a 3 3 3   3 3 3 
2 1  1 2  1 1 
 cot g  cot g d   cot g  cot g d   cot g  cot g d
3 3  3 3  3 3 
Consideramos, en la última ecuación, que el primer paréntesis lo nombramos
como 1°, al segundo como2° y el tercero como3°.

Aplicando el concepto de la ley de propagación de errores accidentales


2
 ma 
   1²  2²  3²  m²
 a 
4 4 1
1²  cot g ²  cot g . cot g  cot g ² 
9 9 9
1 4 4
2²  cot g ²  cot g . cot g  cot g ² 
9 9 9
1 2 1
3²  cot g ²  cot g . cot g  cot g ² 
9 9 9
2
1²  2²  3²    cot g ²  cot g . cot g  cot g ²  
3
O sea:
ma 2
  cot g ²  cot g . cot g  cot g ²   m
a 3

El factor (cotg² + cotg  . cotg  + cotg²) regula el error y depende de la


configuración. A este coeficiente, con el criterio de la institución mencionada, se lo
calcula con la variación del logaritmo del seno, en la sexta cifra decimal, para 1” (que
es proporcional a la cotg)
  ²   .   ² 
Este concepto se aplica reiterativamente en la cadena y además, se tiene en
cuenta el número de direcciones nuevas observadas (D) en relación a las
condiciones geométricas (ver Cap. 3) y surge el coeficiente de “fuerza” o “rigidez”
D C
R
D
   ²     ²  
Si R1 es el mejor camino (R más bajo) y R2 el que le sigue, se tomen los límites
R1  25 R2  80

DC
El coeficiente surge de extender el concepto de los 2/3 de la expresión
D
D  C 4 1
deducida, así en el triángulo simple   0.75
D 4
D  C 10  4
En un cuadrilátero a doble diagonal:   0,60
D 10

D  C 18  6
En un pentágono con un punto central:   0,67
D 18
110

Para el círculo de  2   .   2  se suelen usar tablas como la siguiente:


 20° 30° 40° 50° 60° 70° 80° 90°

20° 101 - - - - - - -
30° 67 39 - - - - - -
40° 55 29 20 - - - - -
50° 47 23 15 10 - - - -
60° 42 19 12 7 4 - - -
70° 38 16 9 5 3 1 - -
80° 36 15 8 4 2 1 0 -
90° 34 13 7 3 1 0 0 0
100° 32 12 6 3 1 0 0 -
110° 30 11 5 2 1 1 - -
120° 28 10 5 3 1 - - -
130° 26 10 5 3 - - - -
140° 25 10 6 - - - - -
150° 26 11 - - - - - -
160° 34 - - - - - - -
(debe tenerse en cuenta que en el producto  .  entran los signos de las
diferencias, de allí la falta de simetría).

Los límites antes citados para R1 y R2 (25 y 80) llevaron a adoptar cadenas con
Cuadriláteros no rectangulares,
característica que puede observarse
en la mayor parte de la triangulación
fundamental argentina; la sucesión de
triángulos tendiendo a equiláteros es la
que satisface con facilidad el límite
para R1.

En la actualidad cuando no se
satisfacen holgadamente estos límites
el problema se resuelve fácilmente
intercalando una base. Antiguamente
el costo de esa medición llevaba a
mantener muy estrictas las exigencias
del reconocimiento. Vale decir que la
tecnología de la medición de distancias
le ha quitado cierta vigencia a las
precauciones descriptas.
111

Cuadriláteros no rectangulares,
característica que puede observarse
en la mayor parte de la triangulación
fundamental argentina; la sucesión de
triángulos tendiendo a equiláteros es la
que satisface con facilidad el límite
para R1.

En la actualidad cuando no se
satisfacen holgadamente estos límites
el problema se resuelve fácilmente
intercalando una base. Antiguamente
el costo de esa medición llevaba a
mantener muy estrictas las exigencias
del reconocimiento. Vale decir que la
tecnología de la medición de distancias
le ha quitado cierta vigencia a las
precauciones descriptas.

En triangulaciones de relleno el problema es diferente ya que los puntos de


apoyo superior están fijos. La intersección de las visuales juega un rol
preponderante, ya que incide en la disposición de la elipse de error la cual se
minimiza cuando se cortan a 90°. Generalmente se toman como límites ángulos de
intersección de 30° y 150°, los cuales, para dos visuales, se obtienen dentro de los
límites de la zona siguiente (rayada)

Los centros de ambas circunferencias forman sendos triángulos equiláteros con


los dos puntos conocidos.

Pero, además del ángulo de intersección, interviene la distancia ya que a mayor


separación es mayor la vacilación dentro de la que deben considerarse las
posiciones.

Esto hace que el ángulo de intersección óptimo no sea de 90°, sino del orden de
100°.
112

En general se pueden determinar isolíneas de error, el problema se complica con


más visuales.

La evaluación general de la precisión de un punto se puede efectuar también con


la matriz de los pesos en el método de variación de coordenadas, que consideramos
más adelante, el cual ratifica lo que ya hemos dicho: cuando se combinan
direcciones y lados medidos (triangulateración) la precisión tiende a independizarse
mide la configuración, vale decir que da más libertad al reconocimiento.

Además de la configuración en los reconocimientos debe buscarse la


intervisibilidad entre puntos. Más adelante, en nivelación vamos a ver puntos
intervisibles están vinculadas por la expresión:
D = 3,6 Km ( h  H )
(H y h en m)

El coeficiente 3,6 Km depende del coeficiente k de refracción (relación entre la


curvatura terrestre y la del rayo como se verá en el capítulo siguiente).

La fórmula anterior tiene un campo de aplicación muy restringido ya que la


morfología de la superficie topográfica, la vegetación y las construcciones también
obstruyen las visuales. De manera que es insustituible la verificación “in situ”. A veces
se dispone de cartas topográficas, con curvas de nivel, y se puede analizar algunos
perfiles de visuales, en cuyo caso

debe tenerse en cuenta una flecha, como la indicada en la figura, por efecto de
curvatura y refracción. Además convienen contar con un margen (M) del orden de los
5 m en el que la visual supere ampliamente el terreno.

En terreno movido, o cuando hay construcciones, se utilizan las elevaciones y


generalmente se logran visuales con amplio margen de intervisibilidad, esta facilidad
está limitada por la restringida posibilidad de modificar la posición de las visuales. En
llanura hay más libertad para mover la posición de los puntos pero deben analizarse
las alturas elevando los puntos de observación durante el reconocimiento con
escaleras, mástiles, plataformas, camiones con plumas elevadas y aún helicópteros.
Generalmente se hace un diagrama de intervisibilidad para establecer las alturas
convenientes de las torres.
113

Estos diagramas rectilíneos tienen en cuenta empíricamente las curvaturas


terrestre y de refracción, permiten buscar la combinación más adecuada de altura,
considerando el costo de la estructura a levantar.

4.6 TORRES Y PILARES

Hasta 2 o 3 metros se pueden montar estructuras desmontables que se instalan


cada vez que se observa (trípode especiales y plataformas), para alturas mayores se
acostumbraba construir torres estas constaban de una estructura interior (torre
trípode) u otra exterior (andamio) independizadas para no perturbar al instrumento.
Las alturas oscilaban por lo general entre 6 y 24 metros. Para alturas menores se
pueden usar estructuras desarmables más livianos que resuelven el problema entre 4
y 8 metros.

En apoyo especiales (con fines no regulares de cubrir el territorio) deben evitarse


estos medios:
a) Por economía y rapidez
b) Para asegurar la intervisibilidad que se pierde al retirar las estructuras.

Ello se consigue utilizando al máximo las elevaciones, marcas y edificios


existentes y aún acortando los lados. La exactitud se logra agregando lados medidos
(poligonales) o adoptando técnicas que veremos más adelante (geodesia satelitaria),
en cuyo caso es más leve la exigencia de la intervisibilidad (para redes con técnicas
satelitarias no debería preverse intervisibilidad, pero la frecuente necesidad de
cambiar técnicas requiere que algunas visuales sigan siendo intervisibles)

En apoyos regulares para apoyar grandes llanuras, en cuyas redes se levantan


torres que luego se desmontan, se suelen colocar “pilares de acimut” (PA) que
permiten arrancar con orientación en poligonales topográficas. La costumbre es
colocarlos a unos 700 m del punto trigonométrico (PT) o vértice de triangulación.

Los puntos se marcan por lo general, con chapas de bronce empotrado en


edificios o en pilares colocados en roca firme. En zonas de terreno no rocoso se
colocan pilares de hormigón armado de sección del orden de 0,20 m x 0,20 m con
largos del orden de 0,80 m que sobresalen del suelo en aproximadamente 0,25; para
asegurar su estabilidad se los asienta en un pozo del orden de 0,6 a 1 m3 de
hormigón masivo.

Los extremos de base y los puntos astronómicos (de Laplace) son de tamaño
mayor y sobresalen más del suelo. En algunos casos la marcación se complementa
con marcas subterráneas.
114

4.7 COMPENSACIÓN MEDIANTE VARIACIÓN DE COORDENADAS PLANAS


Antes de desarrollar este método vamos a aclarar lo siguiente:

a) El método resulta correcto desde el punto de vista geodésico si antes de


aplicarlo se efectúan las correcciones de los elementos medidos al plano
de proyección (problema que se verá en el capítulo 7)
b) Como alternativa, más general y apto para grandes redes, se puede
aplicar un método similar por variación de coordenadas geográficas (, ).
c) El método resulta especialmente apto para redes de densificación con
muchos lados y direcciones medidas, su complejidad y dificultad de
resolución no aumenta con el número de elementos medidos. Como
ventaja adicional debe considerarse que provee directamente las
coordenadas compensadas y su estimación de errores.
d) No es el único método aplicable; en el caso de cadenas simples de
triángulos o poligonales con pocas bifurcaciones resulta más conveniente
la aplicación del método de observaciones condicionadas.

El procedimiento es un caso particular de la compensación por ecuaciones de


observación, cada dirección medida y cada lado medido aportaran una ecuación de
observación, las incógnitas principales son las correcciones a las coordenadas
provisorias de los nuevos puntos. Estas coordenadas provisorias se calculan
previamente promediando resultados parciales, sirven para usos, para encarar
correcciones, para efectuar un primer control de las mediciones y para la
compensación.

En adelante llamaremos (X) e (Y) a las coordenadas provisorias de cada punto


nuevo y dx, dy a las correcciones a aplicarle a las mismas si estamos considerando
una dirección del punto nuevo “i” hacia el punto nuevo “j” la variación de los x y y
entre ambos será:
dx = dxj – dxi
dy = dyj – dyi
cuando uno de estos puntos es un punto dato, cuyas coordenadas se
mantendrán fijas, se considera dxi = dyi = 0.

Vale decir que una dirección dada puede estar relacionando hasta con cuatro
incógnitas de coordenadas (cuando el punto de estación y el observado son ambos
nuevos), si solo uno es nuevo tendrá dos de esas incógnitas, y si ambos puntos son
conocidos no tendrá ninguna, pero igual es útil para mejorar una incógnita de
orientación en cada estación (la z que veremos más adelante).

Con lo lados ocurre algo similar, la diferencia básica reside en que se les debe
dar una orientación vectorial convencional para establecer el signo de su incidencia
en los dxi y dyi y que, en vez de orientación, se les puede imponer una incógnita de
escala k.

La ecuación de observación de una dirección surge del acimut plano


A = (A) + dA
A = A0 + z + d + v
Donde:
A = acimut compensado
(A) = acimut provisorio (deducido de coordenadas provisorias)
dA = corrección a (A), que lo expresaremos en función de dx y dy.
A0 = acimut adoptado para la dirección cero (puede surgir del valor de (A) de esa
115

dirección o de un promedio de varios valores de (Ai – di).


z = corrección a A0 ( es una incógnita propia de cada estación).
d = dirección observada.
v = corrección a d (o sea que será desde desvío de la ecuación)
y
de tgA  surge
x

ln tgA  ln Y  ln X
1 1 dy dx
dA  
tgA cos ² A Y X
senA. cos A senA. cos A
dA  dy  dx
Y X

Debiéndose multiplicar por “para pasar de radianes segundos sexagesimales,


cos A  X 
a  "  "  
S   X ²   Y ² 
”= 206.265”
senA   Y 
b  "  "  
S  X ²  Y ² 
queda
dA” = -b dx + a dy

reemplazando este valor en la igualdad de las dos expresiones de A, queda

(A)– b dx + a dy = A0 + z + d –v

Y denominando l  A0  d   A (término independiente)

Queda expresada la ecuación de observación debe una dirección medida

 z  b.dx  a.dy  l  v

Debe recordarse que


dx = dxj – dxi
dy = dyj – dyi

la ecuación del lado medio surge de


S ²  X ²  Y ²

 s  (s)  ds

 s  s  ks  vs
s = lado compensado
(s) = lado provisorio (deducido de coordenadas provisorias)
s = lado medido
vs = corrección al lado medido
116

La incógnita k es un factor de escala que se suele introducir al conjunto de lados


para compatibilizarlos con la escala de la red de apoyo. Si se está frente a una red
que, en vez de densificar, amplia el apoyo o si es poco exacto no conviene introducir
como incógnita el valor de k, es decir conviene suponer k = 0, o sea

s = s + vs

En adelante la incluiremos pero se le debe eliminar del planteo cuando no


corresponde su adopción. Diferenciando la expresión de S² podemos expresar ds en
función de dx y dy:
2s ds = 2 X dx + 2 Y dy
ds = cos A dx + sen A dy
(s) + cos A dx + sen A dy = s + k s + vs
Y haciendo
ls = s – (s)

queda en principio planteada la ecuación de observación del lado medido


-s k + cos A dx + sen A dy – ls = vs

Estas ecuaciones no se pueden introducir directamente en una compensación


conjunta con las de dirección, ya que no se puede considerar que todos los lados
tengan el mismo peso y, por otra parte es necesario tener en cuenta la relación de
unidades. Esto se subsana admitiendo que las ecuaciones de dirección tienen todas
peso unitario y las de lado tendrán Ps.
m s . Ps  md
El factor Ps que se le debería aplicar a la ecuación de observación anterior
vale:
md
Ps 
ms
Admitiendo errores md y ms  a ²  b ² s ² , según el caso, se puede deducir el
factor.

Una suposición bastante coherente es suponer md = 1”, ms =  s/200.000, que


conducen aproximadamente a:
"
Ps 
s
Y, aplicando la ecuación anterior da:
 s  (s) 
 k . " a.dx  b.dy   "    v'
 s 
El valor k ” se puede introducir como una nueva incógnita sustituida K y al
término independiente la llamaremos
 (s) 
l'  " 

s
s 
 
Entonces queda la expresión de la ecuación de observación del lado medido,
compatibilizada con las de naturaleza angular, dentro de las suposiciones
efectuadas.
 K  a.dx  b.dy  l '  v '

Remarcamos que en casos de ampliación de redes, por ejemplo como en la


figura, se debe omitir la consideración de la incógnita K ( = puntos conocidos; o =
117

puntos nuevos)

En la práctica de la compensación conviene formar matrices parciales


 Una por estación angular
 Una por el conjunto de lados medidos

En cada una de esas matrices se elimina la incógnita de coeficiente unitario (z o


K), luego por suma se obtiene la matriz total, la que resuelve y dará las incógnitas dx
y dy, que aplicadas a (Xi) e (Yi), darán las coordenadas compensadas. Inclusive de la
diagonal principal de la matriz inversa, se contará con los pesos y se podrán calcular
los errores mx, my de cada punto.

La eliminación de las incógnitas z o K propias de cada matriz parcial, se puede


hacer de la siguiente forma si hay n lados medidos, las ecuaciones normales
parciales del grupo de lados serán:
nK   a  dx   b  dy   l '  0
  a.K    a.a  dx   a.b dy   a.l '  0
  b.K    a.b  dx   b.b  dy   b.l '  0

De la primera surge el valor de K

K
 a dx   b dy   l 
n n n

El cual se puede introducir en las otras dando lugar a ecuaciones normales sin K

  a . a  dx    a.b   a . b dy    a.l    a . l    0


  a.a       
 n   n   n 
  a . b dx    b.b   b. b dy    b.l    b. l    0
  a.b      
 n   n   n 

Formalmente ello se puede lograr mediante una rutina en la cual se omite el


término en K y en su reemplazo se agrega una ecuación de observación ficticia.

 a  i.dx   b i.dy 
l   vf
n n n
i 1

Otra manera de resolver el problema es modificando las ecuaciones de


observación, es decir, reemplazar el valor de K (ya expresado) en las mismas.
118

  a    b    l ' 
 a  .dx   b  .dy   l '   v'
   n     n  n 
  
a' b' l'

O sea que obtienen ecuaciones de observación con coeficientes transformados,


libres de K:
a '.dx  b'.dy  l '  v '

Cualquiera de los procedimientos permite arribar al mismo resultado, el cual


sería, a su vez. Igual al que se llegaría sin eliminar las incógnitas (z o K).

En cuanto a los pesos de las coordenadas de cada punto, si se han medido


direcciones y lados superpuestos, cabe destacar que en los coeficientes de
incógnitas entrarán a y b, y formar las ecuaciones normales en la diagonal principal
de la matriz aparecerá
a ²  b ²   "2
 cos ² A  sen ² A    " 2
S² S²

O sea que tiende a independizarse del acimut (o la configuración) lo cual ya


habíamos enunciado en forma más simple al principio.

Finalmente, a los efectos de aclarar la estructura de las matrices parciales,


vamos a esquematizar un ejemplo elemental de red.

 = puntos datos
 = puntos nuevos (a compensar)
= direcciones medidas

= lado medido y sentido convencional adoptado

elemento no nulo ; elemento nulo


119

Estación Angular Estación Angular


A B
1 2 L 1 2 l
dx dy dx dy dx dy dx dy
AC BA
A1 B1
A B
B D

Estación Angular Estación Angular


C 1
1 2 l 1 2 l
dx dy dx dy dx dy dx dy
C 1
2 A
C 1
A 2
1
B

Estación Angular Lados Medidos


2
1 2 l 1 2 l
dx dy dx dy dx dy dx dy
2 A
C 1
2 1
E 2
2 2
D C
2 2
B D
2
1

En cada una de ellas se efectúan las eliminaciones mencionadas (z o k), se


forman las ecuaciones normales parciales y luego las totales de cuya resolución
surgirán las correcciones a las coordenadas provisorias de 1 y 2. Además,
multiplicando por el error medio cuadrático de la unidad de peso la matriz inversa,
quedará en su diagonal principal las varianzas de esas coordenadas compensadas
(cuadrados de sus errores medios cuadráticos estimados.

4.8 CONSIDERACIONES FINALES

4.8.1 Fórmula de Ferrero y su Uso


El geodesta italiano Gral. Ferrero estableció una expresión para calcular el error
medio cuadrático de una dirección a partir de los errores de cierre de los triángulos.

El error medio cuadrático de cierre de triángulos se puede deducir de la


expresión:
120

m2 
. 
n
donde .   1   2  ......   n , siendo n el número de triángulos.
2 2 2

Dado que, si se consideran las seis direcciones de un triángulo


  d 2  d1  d 4  d 3  d 6  d 5  180   

Admitiendo que el error medio cuadrático de una dirección es md, la aplicación de


la ley de propagación de errores accidentales da:
m ²  6m d2
entonces

md 
. 
6n
que es la expresión atribuida a Ferrero.

En grandes redes, cuando se habla del error medio cuadrático de una dirección
debe aclararse si se trata de:
a) md deducido de la compensación por estación (4.2)
b) md deducido de la fórmula de Ferrero
c) md deducido de la compensación de la red

Por lo general el caso “a” conduce a valores del orden de 0”1 a 0”2; el caso “b” de
0”3 a 0”4 y en ·”c” de 0”5 a 0”6, ello se debe que en los casos b y c se ponen de
manifiesto más errores por causas externas a la estación como ser refracciones
laterales, residuos de la desviación de la vertical y residuos de excentricidades.
Obviamente el caso “c” es el más próximo a la realidad.

4.8.2 La Simplificación Bidimensional


En 4.1 hemos hablado de que la consideración por separado de una red de
apoyo horizontal, reduciendo los lados al “nivel del mar” y admitiendo que están
reducidos “al elipsoide” es una primera aproximación. Esa aproximación es
necesaria; en primer lugar, para llegar a resultados concretos a fin de dar apoyo
suficiente para los fines prácticos. Por otra parte, resulta útil para poder encarar un
primer cálculo de las desviaciones de la vertical y luego corregir con estos valores las
mediciones angulares.

Esta forma de encarar el proceso se suele llamar “Geodesia Clásica o


Bidimensional” ya que se calculan ,  independientemente de H (tercera dimensión).
Inclusive para los fines prácticos ,  se refieren a un elipsoide y H al geoide, dada la
imperiosa necesidad de brindar alturas cuya finalidad ingenieril más importante es el
apoyo a las evaluaciones y construcciones hidráulicas.

Independientemente de las necesidades y especulaciones científicas el primer


cálculo bidimensional es el que generalmente se usa para apoyar los trabajos
topográficos y cartográficos en forma inmediata. También suele ocurrir que la
segunda etapa, de perfeccionamiento demora mucho en llevarse a cabo, tanto que
para los fines prácticos no conviene rehacer la cartografía elaborada.

4.8.3 Polígonales Sobre Cadenas Fundamentales


Las redes híbridas (combinación de lados y direcciones) no solamente son una
buena solución para redes de relleno como está planteado en 4.7, tienen también su
aplicación en estructura geodésica fundamentales de concepción clásica. El IGM en
121

los últimos tramos de cadenas fundamentales empleó poligonales dobles, también


llamadas “diamantes” en las cuales vértice por medio se coloca un par de puntos
separados distancias cortas (100 m a 500m)

Si bien este procedimiento hace más sencillos reconocimientos, traslados y


señalizaciones, en general se obtiene mejor resultado con circuitos más
independientes los cuales, por otra parte proveen una mejor distribución de puntos
de apoyo, como el esquema siguiente:

4.8.4 Otras Alternativas del Apoyo Horizontal


La geodesia satelitaria está ofreciendo una posibilidad más precisa y rápida de
efectuar los apoyos horizontales, más adelante no ocuparemos de esta solución que
esta reemplazando con muchas ventajas las redes clásicas. Tal vez la más
importante reside en que no necesita intervisibilidad entre los puntos.

En general se compone de vectores cuyos extremos son ocupados por


receptores, cada vector permite transferir la posición de un extremo al otro con gran
exactitud (mejor que 1 ppm – una parte por millón – y los vectores pueden cubrir
distancias de 200 o más kilómetros).

Cuantos más receptores se disponga más alto es el rendimiento de avance de la


red ya que con una sesión de observación se pueden cubrir varios vectores y
conformar rápidamente una estructura geodésica de considerable rigidez.

Hay otros medios, como la “geodesia inercial” que cubre dos aspectos:
a) Determinación de acimutes
b) Transporte e interpolación de posiciones

Los medios “a” se basan en uso de giróscopos que se montan sobre teodolitos,
son más ágiles aunque no más precisos que las determinaciones expeditivas de
acimut y constituyen un buen complemento de los puntos stelitarios aislados que
carecen de orientación de arranque. Prácticamente es un recurso insustituible para
proveer de orientaciones a poligonales que deben desarroparse en túneles,
especialmente cuando se conectan a través de subidas o bajadas verticales, por las
cuales es imposible transportar orientaciones con cierta exactitud.

Los “b” son equipos muy complejos que integran aceleraciones y permiten
reproducir la trayectoria de vehículos especiales. Su limitación reside en el alto costo
y no tiene mayor justificación práctica en tiempos de paz. Tienen la ventaja de no
122

requerir infraestructuras dependientes como los medios satelitarios. Se los puede


montar en submarinos y otros vehículos marítimos, aéreos y terrestres,
prácticamente están confinados a usos militares.
123

Capítulo 5
APOYO VERTICAL

5.1 INTRODUCCIÓN

Con criterio análogo al del capítulo anterior, ahora nos ocuparemos de las
operaciones que brindan el apoyo en la dirección que nos falta; la vertical. Como lo
expresamos anteriormente, las alturas, o cotas, tienden a referirse a una superficie
de nivel (equipotencial) lo más coincidente posible con el nivel medio del mar
(Geoide).

Por el momento vamos a suponer que estas superficies son paralelas entre sí,
vale decir que la distancia entre las mismas permanece constante. Ello no quiere
decir que las equipotenciales del campo de gravedad sean planos paralelos, como se
supone en la teoría elemental de nivelación geométrica

Hb – Ha =  (lect. Atrás – lect adelante)

ya que es suficiente que sean paralelas, aunque curvas como las esferas
concéntricas, para que con una estación al medio se eliminen no solo las errores
instrumentales sino también la curvatura y la refracción mientras su efecto sea
simétrico.

Más adelante (Cap. 6, Gravimetría), veremos como se pueden corregir los


problemas de convergencia o falta de paralelismo entre superficie de nivel, motivada
por la rotación terrestre y la distribución irregular de las masas dentro de la corteza y
subcorticales.

También vamos a seguir admitiendo la hipótesis de Biot – Bouguer, que dentro de


los límites de las visuales geodésicas y en forma instantánea un rayo luminoso se
puede considerar circular. Vale decir que si se opera en forma simultánea y recíproca
en ambos extremos de una visual tendremos la misma influencia de refracción.
124

- - - - - - -RAYO HORIZONTAL EN E

Si bien hay otras formas de efectuar mediciones altimétricas, como ser mediante
barómetros o geodesia satelitaria, ahora no ocuparemos exclusivamente de las
nivelaciones trigonométrica y geométrica. La geométrica es el medio más preciso, se
usa para establecer las redes de apoyo fundamental y complementario, como así
también determinados trabajos que requieren extrema precisión altimétrica como la
gravimetría y el control de obras de ingeniería. La trigonométrica es de bastante
buena calidad, sobre todo si se miden las distancias con distanciómetros y con
ciertas precauciones que mencionaremos, por lo general es suficiente para reducir
los lados al horizonte y al nivel del mar, y también para apoyos de levantamientos.

Después de analizar ambos tipos de nivelación incursionaremos brevemente en


el tema de mareografía que es la técnica que permite obtener los niveles de arranque
a partir de las variaciones del nivel del mar.

5.2 NIVELACIÓN TRIGONOMÉTRICA

Recordemos los conceptos vistos para el coeficiente de refracción k = R/R’,


donde R  Radio Terrestre R’  Radio del rayo refractado

S D Dk
   '  (ya que k= R/R’)
2R 2 R' 2 R

En el triángulo plano O12

2     z1   '  (  z 2   ' )  
O sea
2   '    z1  z 2   0
S Dk
pero    '  
2R 2R

Y admitiendo DS

S
    '  1  k   D 1  k 
2R 2R
queda

s
 1  k      z1  z 2   0
D

De donde se puede obtener el valor


125

experimental del coeficiente de refracción (si z1 + z2 – 180° se expresa en segundos


sexagecimales).

R
k  1  z1  z 2  180 (*)
" s
Inclusive este valor, que surge como “subproducto” de la nivelación
trigonométrica recíproca y simultánea, se podría introducir en la corrección por
curvatura en los distanciómetros electroópticos cuando las mediciones de distancia y
ángulos verticales se realizan al mismo tiempo.

Ese valor de k (para la luz) suele variar entre 0 y 0,25, aunque en condiciones
normales lo hace de acuerdo con el siguiente diagrama:

En donde surge como recomendación medir cerca del mediodía o a primeras


horas de la tarde donde k toma un valor mínimo y estable; aunque se note más
inestable la refringencia variable hay menos posibilidad de que queden efectos
sistemáticos anómalos y es más probable que el rayo sea más simétrico.

Para obtener la expresión del desnivel se puede operar con el mismo triángulo 1-
2-O (teorema de las tangentes)
 
tg
ab 2

ab   
tg
2

2

R+h1=b a=R+h2
2

O
126

z z  z z 
tg  2 1  tg  2 1 
h2  h1 2  2 
   
2 R   h1  h2     2  cot g
tg  
 2 
 h h  s z z 
h2  h1   R  1 2   tg  2 1 
 2 R  2 

S h1  h2
Donde se toma  tg  y si, además, introducimos  hm
2R 2
queda
 h   z  z1 
h12  s1  m   tg  2  (*)
 R  2 

 hm 
Nótese que s1   es la distancia horizontal a la altura media de 1-2, vale una
 R 
interpretación topográfica elemental de la fórmula, aunque, como vimos, la expresión
contempla tanto la curvatura terrestre como la del rayo refractado. No obstante, la
 hm 
interpretación plana es útil para relacionar D con s1   ya que:
 R 
 z  z1   hm   z 2  z1 
D.sen 2   s 1    tg  
 2   R  2 

Lo que permite obtener una expresión equivalente a la anterior, especialmente


para desniveles en donde se midió la distancia D.

 z  z1 
h12  Dsen 2  (*)
 2 

Hemos colocado un asterisco (*) en las expresiones de k y h para llamar la


atención que las mismas son válidas cuando los instrumentos y señales son
127

coincidentes con los puntos entre los que se determina el desnivel, si no es así hay
que considerar las alturas de instrumento ii y de señales si que ya analizaremos.

Estos desniveles medidos en forma recíproca y simultánea tienen un error que


 z1  z 2 
depende fundamentalmente del error de   . Con buenos promedios, y si K =
 2 
D en Km., puede lograrse que este error de argumento esté dentro de  2” o
sea:2”/206265” 1/100000
D
dh  y si K = D en Km dh  1cm.K  0.01m.K
100000
O sea que  10 cm en 10 Km,  20 cm en 20 Km ( en este cálculo de error hay
que pensar que esos  2” tienen en cuenta, más que el error accidental, la eventual
disimetría del rayo).

Si la nivelación recíproca no es simultánea deben esperarse errores similares a


los de la nivelación directa (no recíproca) que veremos a continuación (midiendo
solamente z1).

Con la medición de z1 solamente, la expresión del h se puede deducir


 z 2  z1 
introduciendo en la expresión h12  D  sen  el valor de z2 que surge de la
 2 
expresión de k:
R
k  1   z1  z 2   
D
R
 z1  z 2     1  k
D

D
z 2    1  k   z1
R
z1  z1
 z 2  z1    1  k  D 
     z1  
 2  2  2R


h12  D. cos  z1 
1  k  D 
 2R 

Como z1   sen.z1  1
2
h12  D cos .z1 
1  k  D ²
(*)
2R
Si en vez de la distancia inclinada, se cuenta con la horizontal reducida al nivel
del mar, por la razón anteriormente considerada, corresponde la expresión:

 h 
h12  s1  m . cot g .z1 
1  k  s ²
(*)
 R  2R

En las últimas expresiones también hemos indicado la salvedad (*) de que no


están consideradas las alturas de instrumento y señal.
128

s2
Z1

i1

Para el caso (1 – 2), al desnivel de la expresión se le debe agregar i 1 – s2, si fuera


recíproco correspondería la corrección promedio del directo y del recíproco, o sea:
1
  i1  s 2    s1  i2  
2
o sea:
 i1  s1 i 2  s 2 
 2  2 
 

entonces las cuatro expresiones totales son:


i  s i  s2  h  z z 
h12  1 1  2  s1  m .tg  2 1 
2 2  R  2 
i  s i  s2 z z
h12  1 1  2  D.sen 2 1
2 2 2
 h 
h12  i1  s 2  s1  m . cot g .z1 
1  k  s ²
 R 2R

h12  i1  s 2  D. cos .z1 


1  k  D ²
2R
También se puede lograr una expresión de k corrigiendo las mediciones por las
alturas.

El error significativo en los casos directos (no recíprocos) depende del término
 1  k
  D ² admitiendo un error de  0,05 en k lo cual es razonable, frente a las
 2R 
variaciones ya vistas, da un error de:
0.05
 K ²  x1000  0.004mK ²
2 x6371
(donde el valor 1000 surge de la necesidad de expresar el error en m) (K
distancia en Km.)
dh = 0.004 m K²
quiere decir que para:
10 Km. debe esperarse 0.4 m y para 20 Km. 1.6 m, pero ciertos comportamientos
anómalos de la atmósfera pueden duplicar estos errores, sobre todo si las visuales
129

atraviesan valles, bahías, lagos, lagunas, hielo o vegetaciones densas en las cuales
se produce un intercambio calórico importante.

La suma de las dos evaluaciones de error da, entonces para una nivelación
trigonométrica no recíproca y simultánea una estimación de error del tipo
0.01 m K  0.004 m K²

5.3 DISTANCIA DE INTERVISIBILIDAD


En el capítulo anterior habíamos visto expresiones del tipo D  4 Km. h1  h2 
que daban las distancias dentro de las que resultaban intervisibles dos puntos 1 y 2
sobre la superficie terrestre el valor de h1 y h2 (m) sobre una superficie equipotencial
coincidente en término medio, con el terreno o mar que los separa. Ahora podemos
justificar dichas fórmulas.

Aplicando la expresión de triangulación trigonométrica directa en el punto de


tangencia T nos queda:
1 k 2 2R
h1  D1  D1  . h1
2R 1 k
1 k 2 2R
h2  D 2  D2  . h2
2R 1 k

D  D1  D2 
2R
1 k

h1  h2 
2R
Para h en m y D en Km. Surgen los siguientes coeficientes:
1 K

Para k = 0 (desfavorable) D = 3.6 Km. h1  h2 
Para k = 0.13 (luz condiciones medias) D = 3.8 Km.  h1  h2 
Para k = 0.25 (microondas medias) D = 4.1 Km.  h1  h2 

5.4 NIVELACIONES GEOMÉTRICAS DE ALTA PRECISIÓN Y PRECISIÓN


Con estas operaciones se efectúa el apoyo altimétrico fundamental. El IGM aplica
las siguientes tolerancias:
a) Para alta precisión  3 mm. K
b) Para precisión  5 mm. K
Éstas se aplican para la discrepancia entre el desnivel de ida y el de vuelta, K es
la distancia entre los puntos fijos del tramo expresada en Km. (por lo general se la
obtiene del valor estadimétrico promedio entre la ida y la vuelta).
130

La red nacional está compuesta por polígonos de alta precisión, entre los puntos
“nodales” (como 70, 71, 77 y 78) quedan determinadas líneas tales como la N(42) del
esquema siguiente:

Esas líneas tienen el desarrollo del orden de 100 Km. con puntos fijos cada 2 o 3
Km. (se denomina “tramo” a la nivelación entre puntos fijos consecutivos y “líneas” al
conjunto de tramos entre nudos o nodales, donde convergen más de dos líneas).
Dentro de los polígonos circundados por líneas de alta precisión (como el 45) se
establecen líneas de precisión, como las n(45) C, n(45) A, etc. y otras de carácter
topográfico cuya nomenclatura es n(45) a, n(45) b, etc. El espaciamiento entre los
puntos es, en líneas de precisión o topográfica, por lo general del orden de 5 Km.

Los puntos nodales son de una estructura mayor y su chapa exterior, apta para el
usuario común, aloja internamente una referencia especial protegida. Las líneas de
alta precisión son objeto de mediciones gravimétricas, como veremos en el capítulo
siguiente) con el doble objeto de dar puntos de apoyo gravimétrico y permitir la
corrección interactiva que requieren ambos tipos de mediciones (altimétricas y
gravimétricas).

La red está provisoriamente referida a una determinación del nivel medio del mar
en Mar del Plata y cuenta con un punto fundamental PARN (Punto Altimétrico de
Referencia Normal) fundado sobre un basamento estable a los efectos de
correcciones y comparaciones futuras, está emplazado a la entrada del Parque
Independencia de la ciudad de TANDIL. Se prevé la vinculación a la red mareográfica
y un repreceso de las cotas, que deben corregirse y compararse; gran parte de esa
vinculación se llevó a cabo a fines de la década de 1990.

El proceso de nivelación en sí es similar al de la nivelación geométrica


topográfica, solo que aumentan las precauciones para aumentar la exactitud.

Las miras tienen su graduación cetimetrada o cada 5 mm impresa sobre láminas


de INVAR las cuales están convenientemente protegidas y tensionadas. Cuentan con
niveles esféricos para su correcta verticalización y se apoyan sobre apoyos (“zapos”
o “zanahorias”) más pesados que los topográficos, para asegurar mayor estabilidad
vertical en los puntos de paso. Para mantener las miras en posición vertical, los
mireros se suelen ayudar con riostras o bastones especiales. Periódicamente se
131

contrastan las miras en un servicio metrológico (en donde se determina el valor de


“metro medio” y el coeficiente de dilatación). La graduación es doble (escala alta y
baja) para mejorar la lectura, la diferencia entre ambas es conocida, por ejemplo las
miras mediocentimetradas suelen tener una diferencia de 5925 medios milímetros y
las centimetradas 3015.5 milímetros.

Los niveles pueden ser a burbuja o de horizontalización automática,


prácticamente estos últimos han reemplazado a los anteriores, ya que los
compensadores están asegurando  1” en la horizontalización del eje de colimación,
lo cual es prácticamente imposible con los niveles de burbuja cuya sensibilidad, en
estos casos, es 10”· por división de 2 mm que, si bien se aumenta artificialmente con
prismas de coincidencia y aumento, hace dudoso el mantenimiento de la
horizontalización dentro de ese límite y se acepta que la estabilidad es de  2”. Por
otra parte las variaciones térmicas hacen más dudoso el mantenimiento de las
condiciones óptico – mecánicas que controlan la horizontalización. La corrección de
los instrumentos se hace determinando desde el medio de un desnivel correcto entre
miras separadas entre 40 y 60 m entre sí, luego se coloca el instrumento a la
distancia mínima de enfoque de una de ellas, se calcula la lectura teórica en la otra
(lectura adelante = lectura atrás - h ) y se corrige el dispositivo hasta lograrlo. Por lo
general en los de burbuja se retocan los tornillos que, para tal fin, tienen los niveles
tubulares que controlan la inclinación del anteojo. En los automáticos se varía la
posición vertical del retículo o se regula la inclinación del compensador.

Para disminuir las variaciones térmicas conviene proteger el instrumento con una
sombrilla, esto es más necesario en los niveles a burbuja.

Los instrumentos automáticos tienen un error típico que debe cuidarse


especialmente, y que no se elimina estacionando en el medio, es el de sub o sobre
compensación.

De acuerdo a como esté regulado el dispositivo, la inclinación no se compensa


totalmente y queda un inclinación residual, por ejemplo 0.005 i. Al dar vuelta el
anteojo para observar la otra mira el efecto cambia de signo, pero como la lectura va
en un caso sumada y en otro restada la incidencia se duplica. La existencia de este
problema se puede detectar haciendo variar la inclinación dentro del rango de
compensación con un tornillo calante y verificar si hay una tendencia a variar
132

levemente la lectura con tal movimiento: si desde un extremo al otro lo lectura cambia
más de 2 mm para una mira colocada a 40 o 50 m del instrumento es necesario
hacer regular el dispositivo, lo cual se hace generalmente en un taller óptico –
mecánico apropiado. De todas maneras es conveniente que el nivel esférico, que
controla la horizontalización, este bien corregido y nivelarlo en dos oportunidades
independientes en cada estación, una apuntada hacia la mira de atrás (antes de
hacer la lectura en la “escala baja”) y otra apuntando hacia la mira de adelante (antes
de hacer la lectura en la “escala alta”). De esta manera se tiende a invertir cierta
paralaje o tendencia de centración o inclinación residual.

A título de ejemplo, podemos ver el dispositivo de compensación del nivel ZEISS


Ni2 que consiste en varios prismas, uno de los cuales está suspendido por cuatro
tensores, dos que en la figura están representados por AC y los otros dos como BD.

La cara CD se comporta como un espejo. Cuando la parte fija del anteojo se


inclina (A’B’) la parte suspendida móvil pasa a tomar la posición C’D’ y esa nueva
superficie especular hace que el reflejo del rayo produzca la compensación, variando
la convergencia (ángulo entre AC y BD) se modifica la compensación, si es superior a
la correcta se produce una sobrecompensación y si es inferior, una
subcompensación. Por simplicidad en esta figura se omiten los dos prismas fijos, uno
que desvía el rayo que proviene del objetivo y el otro que dirige hacia el retículo el
rayo reflejado. También, se omiten los amortiguadores que evitan la oscilación
periódica prolondaga.

En los niveles (o equialtímetros) a burbuja destinados a nivelaciones geodésicas


es conveniente efectuar una buena corrección del error “de cruce” que se produce
cuando el eje de colimación no es paralelo al del nivel de burbuja, considerando sus
proyecciones sobre un plano horizontal.
133

Para ello uno de los procedimientos más prácticos es colocar el anteojo en


dirección paralela a la determinada por dos tornillos calantes, primero se hace en
forma aproximada y luego se ajusta con pequeños movimientos hasta que
accionando al tercer calante (C ) la lectura sobre una mira no varíe. Logrando ese
paralelismo y centrada la burbuja, esta no debería desplazarse al accionar el tornillo
calante (C ), si ello ocurre es por que hay “error de cruce” y debe ajustarse este
efecto con los tornillos de corrección horizontal (el otro par para corregir en sentido
vertical es el que mencionamos anteriormente).

Las distancias máximas instrumento – mira varían entre 40 y 60 m según el


instrumento, condiciones de operación y terreno, por lo general en ALTA PRECISION
no se superan los 40 metros; esa limitación surge de la horizontalización posible que,
como mencionamos anteriormente es del orden de  0.04 mm
 2 "
x 40 m 


 206265
"



y se pretende que no afecte el décimo (0.1 mm). La
pendiente en subida limita la distancia adelante ya que no conviene tener lecturas
cerca del suelo (por refringencia adicional de las capas que sufren intercambio
calórico), la pendiente en bajada hace lo propio con la distancia hacia atrás.

La estación en el medio es importante, no solo por la compensación del error


instrumental en la horizontalización del eje de colimación (sea automático o de
burbuja), sino por que también compensa la curvatura terrestre y la refracción
1 k 
  D². Si la refracción no es simétrica deben acortarse las distancias
 2R 
instrumento – mira y si hay convergencia entre superficies de nivel deben aplicarse
las correcciones que se verán en el capítulo siguiente (Gravimetría)

La lectura de los hilos medios en alta precisión se hace con un micrómetro


adosado a un vidrio de caras planas paralelas ( en precisión se los deja fijo y se lee
estimando el décimo de la división)
134

Al variar la inclinación del vidrio citado se desplaza paralelamente el eje de


colimación y se puede hacer variar la lectura de la mira ( 5 mm ó 10 mm, tiene el
mismo rango de variación que la división de la mira), entonces se lee en la mira la
división entera y la fracción en el micrómetro. Para hacer coincidir el hilo medio con el
trazo de la mira correspondiente, por lo general el retículo está grabado de manera
tal que en uno de los medios campos del hilo se abre en forma de cuña a fin de que
el trazo de mira se pueda observar ocupando la bisectriz.

La planilla siguiente es un ejemplo de registro de anotación, cada estación


corresponde a un renglón. La secuencia es medir hilos estadimétricos atrás e hilo
medio en escala baja, luego lo mismo adelante (h. estadim. y medio), descorregir,
renivelar el instrumento y finalmente hacer lecturas en escalas altas adelante y atrás
(solamente para los hilos medios). Con la diferencia de hilos estadimétricos se
obtienen las distancias atrás y adelante y el valor D = distancia atrás – distancia
adelante, se computa con su signo. Por lo general D debe ser inferior a 2 ó 3 metros
y debe irse equilibrando a manera que la suma algebraica a lo largo del tramo no
supere 10m.
135

NIVELACION DE PRECISION
INSTRUMENTO MIRA N° ARR CIE VIENTO TEMP. OPERADOR:
VISIBILID
AD ------°C
VIBRACIO Fecha: / /
NES
ATRÁS ADELANTE
P H.SUPERI P H.SUPERI
U OR H.MEDIO H.MEDIO D U OR H. H.
N D H.INFER (BAJA) (ALTA) (At – N D H.INFER MEDIO MEDIO
T IOR Ad) T IOR (BAJA) (ALTA)
O SUMA O SUMA

OBSERVACIONES:
136

Debe tomarse la precaución de registrar los número de miras y hacer una cruz
para la que corresponde al arranque, a fin de poder garantizar que se cierre con la
misma mira y neutralizar cualquier error “de pié”. La temperatura media del tramo
también debe anotarse a fin de poder aplicar la corrección por dilatación.

Cada mira tiene que tener determinado su valor de metro medio para la
temperatura de referencia (t0 generalmente 15°C) como así también su coeficiente de
dilatación. Generalmente se toman los valores promedios para el par utilizado y luego
se aplica, por ejemplo, el coeficiente
0.999987 1 + 0.00000114 (t – t0)
Donde el primer valor es el del metro medio y el factor interior el coeficiente de
dilatación expresado en 1 / °C. (Los valores que aquí figuran son solo un ejemplo
supuesto)

Los casilleros correspondientes a viento visibilidad y vibraciones de aptitud de 0 a


10. Por lo general sirven para decidir en cual sentido debe hacerse la remedición, en
el caso de no satisfacerse la tolerancia entre ida y vuelta.

Siempre los tramos deben contar con un par de mediciones en ambos sentidos
que hayan entrado en tolerancia, es la única forma de lograr que los hundimientos
sistemáticos de apoyos en los cambios de estación se neutralicen. Vale decir que dos
idas o dos vueltas no son válidas.

El calculo de la línea se vuelca en una planilla resumen donde en cada renglón


se indican los desniveles para escalas baja y alta, la distancia tanto para la ida como
para la vuelta, la discrepancia  = ida + vuelta (en mm) y el valor ²/K, donde K es la
distancia promedio en kilómetros.

Si ²/K es mayor de 25 quiere decir que no se satisface la tolerancia de


“precisión” (ya que T = 5 m K) y si es mayor de 9 no se satisface la que corresponde
a “alta precisión”.

Por supuesto que, antes de calcular al valor  deben haberse promediado los
resultados de ambas escalas (alta/baja) y aplicado la corrección por metro medio y
dilatación.

Verificadas las tolerancias, se calculan los desniveles y distancias promedios de


cada tramo y se está en condiciones de someter la línea a compensación. De
manera que la “planilla resumen” concluye con los siguientes valores

PROMEDIO CORRECCION H COTA PUNTO


DISTANCIA DESNIVEL POR COMPENSADO
COMPENSACION

En las líneas de alta precisión suelen efectuarse, además, otros elementos


137

correctivos vinculados a la gravimetría. Es para tener en cuenta la convergencia de


superficie de nivel, como fue adelantando en 5.1.

La diferencia media kilométrica se puede calcular a partir de los ²/K tomando su


valor medio cuadrático
1   
 
n  K 
Dividiéndolo por 2 se puede obtener el error medio kilométrico del desnivel
medido, puesto que se trata de un doble recorrido y dividiendo, otra vez por el mismo
valor, se obtendrá el error medio kilométrico del desnivel promediado

1 1   
m1K  
2 n  K 

este es el valor “a priori”, estimado de las discrepancias entre ida, vuelta, luego
en la compensación surgirá otro (error medio cuadrático del desnivel peso 1)

5.5 COMPENSACIÓN DE UNA RED DE NIVELACIÓN MEDIANTE ECUACIONES


DE CONDICIÓN

Así como en una red de apoyo horizontal hemos expuesto una compensación
mediante variación de coordenadas, que es una variante del uso de ecuaciones de
observación, acá presentaremos la forma de compensar una red altimétrica, medida
mediante nivelación geométrica aplicando ecuaciones de condición.

En primer lugar vamos a aclarar que, si la nivelación de 1 Km. Tiene peso 1/S,
ello surge directamente de la ley de propagación de los pesos

H = H1 + H2 + H3 + H4


S = S1 + S2 + S3 + S4
Siendo los Hi desniveles correspondientes a tramos de 1 Km. y
S1 = S2 = … S4 = 1 Km.
1/p = 1/p1 + 1/p2 + … + 1/p4
1/p = 1 + 1 + …(S veces)= S
De donde
p = 1/S
Si tuviéramos una red como la de la siguiente figura
138

Donde los puntos A y B tienen cotas predeterminadas que se deben respetar y se


han medido los Hi con el signo que corresponde al sentido convencional indicado
por las flecha adoptadas para cada línea, fácilmente se llega a la conclusión que el
sistema cuenta con 3 ecuaciones de condición, pues eliminando 3 líneas se podrían
acotar los puntos K, L, M y N, de allí que podemos calcular 3 errores de cierre
independientes.
 a  H 2  H 4  H 6
 B  H 3  H 5  H 6
C  COTA. A  H 1  H 4  H 5  H 7  COTA.B
(Nótese que sumamos los desniveles con su signo cuando el sentido de la línea
corresponde al sentido de la condición y los restamos cuando se presentan en
oposición)

Ordenando en una planilla los coeficientes ai, bi, ci, que en estos casos son +1, -1
o 0 (cero) quedan

li H1 H2 H3 H4 H5 H6 H7


ai 0 +1 0 -1 0 -1 0
bi 0 0 +1 0 -1 +1 0
ci +1 0 0 +1 +1 0 -1
pi 1/S1 1/S2 1/S3 1/S4 1/S5 1/S6 1/S7

Y se pueden formar las ecuaciones normales


 aa   ab   ac 
 p k a   p kb   p kc  a  0
     
 ab   bb   bc 
 p  k a   p  k b   p  k c  b  0
     
 ac   bc   cc 
 p k a   p kb   p kc  c  0
     
O sea
 S 2  S 4  S 6  K a  S 6 kb  S 4 k c  a  0
 S 6 k a   S 3  S 5  S 6  k b  S 5 k c  b  0
 S 4 k a  S 5 k b   S1  S 4  S 5  S 7  k c   c  0
(Como puede verse los términos cuadráticos de la diagonal principal constituyen
139

el perímetro de la condición en kilómetros y los términos de vinculación, la distancia


limítrofe cambiada de signo)

Resulto el sistema de ecuaciones se obtendrán los coeficientes correlativos ka, kb


y kc que luego se aplicarán en las correcciones
1
vi   ai k a  bi k b  ci k c 
pi
v1  S1 k c
v2  S 2 k a
v3  S 3 k b
v 4  S 4 (k a  k c )
v5  S 5 ( k b  k c )
v 6  S 6   ha  k b 
v7  S 7 (k c )
O sea que la suma algebraica del correlativo con su signo cuando el sentido
asignado a la línea coincide con la condición y con signo cambiado cuando son
opuestos, constituye la corrección por kilómetro.

En la práctica los Hi se expresan en metros, los Si (como ya dijimos) en Km. Y los


 en milímetros, entonces los k quedan en mm/Km. y las vi en mm

Por supuesto, una vez calculados los H corregidos (o compensados)


 H i   H i  vi
Deben satisfacerse las ecuaciones planteadas:
 H 2    H 4    H 6   0
 H 3    H 5    H 6   0
Cota. A   H 1    H 4    H 5   H 7  Cota.B
Y el error medio cuadrático kilométrico (de la unidad de peso) será
 vv 
 S 
m1k 
3
 vv 
m1k 
 pvv 
 S 
3 3

5.6 NOCIONES SOBRE MAREOGRAFÍA


Incluimos estos conceptos para clarificar como se puede obtener una
determinación del nivel medio del mar, que se considera una buena aproximación al
geoide, que es el origen altimétrico por excelencia.

En principio la atracción lunisolar actúa sobre las masas oceánicas promoviendo


un abultamiento en ambos lados sobre la línea de los centros de masas 00’. El efecto
lunar es mayor que el solar.
140

El conjunto Tierra – Luna, por ejemplo, se mantiene en órbita equilibrada pues se


compensa la atracción newtoniana con la fuerza centrífuga, dicho de otra manera
más correcta, la aceleración centrípeta está provista por la atracción gravitacional por
unidad de masa. El conjunto tiene su centro de masa en C y este es el punto que se
mueve en órbita alrededor del sol.

El abultamiento 1 lo provoca la atracción que es mayor que la fuerza centrífuga y


al 2 la centrífuga alrededor de C que, en esa zona, es mayor, 1 y 2 tienden a ser
iguales por la condición de equilibrio mencionada.

En determinados momentos, próximos a la luna nueva o llena, los efectos


lunisolares se ponen en fase y se producen las mareas mayores (llamadas “de
sicigias”), cuando están a 90° próximos a los cuartos menguantes o crecientes, se
producen las mareas menores (“de cuadratura”). Debe tenerse en cuenta, además,
que la luna cambia de declinación entre +28° 30’ y -28° 30’, cumpliendo un ciclo cada
29 días y que el sol hace lo propio entre +23° 27’ y -23° 27’ con un ciclo cada 365
días produciéndose, además, una variación en la distancia de acuerdo con la
trayectoria elíptica alrededor de un foco que expresan las leyes de Kepler.

Las distancias a la luna varían desde la menor (durante el perigeo) hasta la


mayor (durante el apogeo). La distancia al sol actúa en forma similar (perihelio y
afelio).

Siguiendo aún con la concepción estática de la marea, es previsible que el efecto


de rotación terrestre en un determinado lugar, provea dos ondas de marea de distinta
amplitud, de acuerdo con el siguiente gráfico:

Pero el problema es más complejo aún ya que las masas oceánicas deben
141

cumplir con determinados principios hidrodinámicos impuestos por la propagación


libre y la topografía de los fondos y costas. Si se calcula la marea estática por
atracción lunisolar se llega a amplitudes de pocos decímetros, sin embargo las
condiciones de resonancia de algunas zonas costeras hacen que en determinados
lugares se produzcan amplitudes de varios metros.

Para aclarar estos conceptos, a continuación presentamos los regímenes típicos


de tres lugares sobre nuestro litoral atlántico: Puerto Quequen, Puerto Gallegos y
Bahía Thetis.
PUERTO QUEQUEN

MUELLE EL TURBIO (Puerto Río Gallegos)

BAHIA THETIS
.
142

Reproducción parcial de la “TABLA DE MAREAS”, public. Anual de


Servicio de Hidrografía Naval

Una forma de entender el problema dinámico es analizar el período de oscilación


que toma un líquido alojado en un recipiente, tal período depende de las dimensiones
de dicho recipiente. Análogamente una porción del océano adopta un comportamiento
similar y si ese período se aproxima a la excitación periódica tiende a la resonancia y
se producen mareas de amplitud importante. Ese fue el aporte que hizo Laplace,
agregando su teoría dinámica a la concepción estática formulada por Newton.

De toda la teoría estática, que expresa la variación de potencial por efecto


lunisolar, solamente resultan útiles los períodos (o la velocidad angular) de las
distintas ondas en las cuales se lo puede descomponer. Hay desarrollos de más de
50 componentes, experimentalmente se ha comprobado que las más significativas
son las siguientes por orden de importancia

SIMBOLO DENOMINACIÓN VEL. ANGULAR PERÍODO T(H)


(°/h)
M2 Lunar principal semidiurna 28,98 12h 25m
S2 Solar media semidiurna 30,00 12h 00m
N2 Lunar elíptica semidiurna 28,44 12h 40m
K2 Lunisolar de declinación 30,08 11h 58m
semidiurna
K1 Lunisolar de declinación 15,04 23h 56m
diurna
O1 Lunar de declinación 13,94 25h 49m
diurna
P1 Solar de declinación 14,96 24h 04m
diurna

Por análisis armónico se pueden deducir las fases y amplitudes de cada una de
esas componentes y luego se puede hacer la predicción aplicando una expresión del
tipo:
mi  Z 0   A j cos j t i   j 
la determinación de Ai y j (amplitud y fase) se pueden hacer en forma
experimental efectuando la descomposición
A j cos j t i   i   A j cos  j cos  j t i  A j sen j sen j t i
haciendo: X j  A j cos  j e Y j  A j sen j
queda
m  Z 0   X j cos  j t i   Y j sen j t i

Donde ahora están separadas las incógnitas de los coeficientes si se tiene una
serie de lo por lo menos 15 días de altura de marea horaria (m i) se pueden calcular
los coeficientes cos j ti, sen j ti y determinar por mínimos cuadrados las incógnitas
Z0, Xj, Yj. Con estas se calcula
 Yj 
A j  X 2j  Y j2 y  j  arctg  
 X j 

El Servicio de Hidrografía Naval edita anualmente la Tabla de Mareas con


predicción para los principales puertos argentinos y algunos extranjeros próximos (de
Brasil, Uruguay y Chile)
143

Dado que el principal uso es la navegación, las alturas de las pleamares y


bajamares que corresponden a las horas en que se producen (detectadas como
máximos y mínimos relativos) se refieren a los ceros mareográficos locales que son
niveles establecidos por tratamiento estadístico de las bajamares (generalmente de
sicigias), a este mismo nivel se refieren las profundidades que figuran en la
cartografía náutica.

Para relacionar una altura mareográfica con el nivel medio del mar debe
recurrirse a este valor (Z0) que viene dado para cada puerto en que se hace la
predicción.

El “Cero del Riachuelo”, por ejemplo es el cero mareográfico del puerto de


Buenos Aires que se determinó bajando la desviación cuadrática media a partir del
promedio de bajamares.

Nivel medio Río de la Plata en Bs. As.

0,79 m

Nivel medio del mar en Mar del Plata

0,56 m

Cero del Riachuelo

En los ríos interiores no se pueden hacer predicciones mareográficas ya que su


régimen obedece a variaciones estacionales relacionadas con el ciclo hidrológico,
pero en cada puerto fluvial hay determinado también un cero hidrométrico
relacionado con las aguas bajas y determinado a través de métodos estadísticos.

Aún no han sido vinculados todos los ceros mareográficos e hidrométricos,


aunque muchos de estos últimos fueron nivelados por la actual Dirección de Vías
Navegables, en el tiempo que se hicieron la mayoría de esos trabajos e denominaba
Dirección Nacional de Navegación y Puertos del Ministerio de Obras Públicas.

Una determinación de nivel medio del mar por promedio de 30 días de


observación, brinda un valor bastante aproximado. Generalmente se acepta que una
buena determinación de ese valor debe surgir de registros de 18,67 años (ciclo en el
cual la Tierra, el Sol y la Luna vuelven a tener la misma posición relativa).
144

Los mareógrafos más elementales son de tubo con flotador acoplado mediante
una polea a un tornillo que hace desplazar un lápiz que grafica m = f(t) sobre un
papel, movido a velocidad constante por un aparato de relojería. El diámetro de la
polea y del paso del tornillo regulan la relación de escala del registro (por ejemplo
1:20 o sea 5cm de registro = 1m de diferencia de nivel). El tubo debe tener una
escala mareométrica física con un cero propio e inamovible el cual debe quedar
relacionado con el diagrama a través de lecturas o ajustes periódicos. Esta escala (o
regla), generalmente centimetrada y con un cero muy próximo al cero mareográfico
local, debe vincularse a puntos fijos en tierra (entre tres y cinco distribuidos en
semicírculo alrededor de la estación mareográfica).

Además de los registradores en los ríos, hay estaciones mareográficas de distinta


antigüedad de registro en Buenos Aires, La Plata, Torre Oyarvide (cerca de Punto
Indio), San Clemente, Mar del Plata, Quequen, Bahía Blanca, Puerto Madryn,
Comodoro Rivadavia, Puerto Deseado, Puerto Santa Cruz, Puerto Gallegos y
Ushuaia.

La vinculación de toda o gran parte de la red mareográfica brindará un sólido


nivel medio del mar unificado. Además de los mareógrafos a flotador hay otros
dispositivos más elaborados que registran los niveles a través de sensores de
presión, estos tienen la ventaja de no requerir mayores instalaciones lo cual abarata
notablemente su operación e instalación.

Cuando no se dispone de estos medios, el recurso más elemental para


determinaciones de corto período es el de instalar escalas en la costa, las cuales
deben nivelarse entre sí y referirse, como mínimo, a un pilar de referencia.
145

Cuando se usan sensores de presión los mismos deben contrastarse con algunas
determinaciones de escalas, a los efectos de transferir al pilar los niveles registrados
y verificar el estado de calibración.

Los registros de niveles sirven fundamentalmente:


a) para determinar niveles medios u otros de referencia altimétrica
b) para hacer predicciones mareográficas
c) para reducir sondajes en batimetría o ciertos levantamientos geofísicos.

5.7 NIVELACIÓN DE CRUCES DE RÍOS (O VALLES)

Es frecuente que en las líneas de nivelación haya que cruzar ríos (o valles)
anchos (1000 ó 3000 m) en cuyo caso el método más común consiste en hacer
nivelaciones recíprocas. Dado que además de recíproca, se mida lo más
simultáneamente posible, deben usarse en ambos lados el mismo instrumento (para
invertir el efecto de excentricidad de la estación y compensar el error del nivel) se
suele recurrir a dos artificios:

1) medir primero una serie en A, luego dos en B y finalmente otra en A (para


reducir todo a tiempo medio = refracción media) (el número de las veces
en A debe coincidir con el de B)
2) medir simultáneamente en A y B con dos instrumentos y luego invertir la
posición de los mismos.

La lectura a la mira cercana se hace directamente con el anteojo y la de la mira


lejana con una “banderola” que se corre hasta que coincida con el retículo,
oportunidad en la que el mirero (que recibe instrucciones de desplazarla) procede a
leer. Otra forma es colocar la mira decimetrada (o medio decimetrada) que permite
estimar el centímetro (o el medio centímetro). Este procedimiento no es menos
preciso que el anterior ya que a esa distancia la variación de la refringencia y la
estabilidad de la visual horizontalizada hacen que la dispersión de las lecturas sea
del orden, o supere, la resolución de la lectura estimada.
146

De todas maneras el resultado debe mejorarse repitiendo la medición a distintas


horas y en distintos días.

Si es posible hay que prever dos cruces con diferencia de orientación y hacer una
compensación local que permita evaluar el error real de este tipo de determinación.
(ver figura)

El proceso de medición del desnivel del cruce se puede también reemplazar por
lo que se suele llamar “método americano” (o del Coast & Geodetic Survey,
institución que actualmente depende de la Administración Nacional de Oceanografía
y Atmósfera: NOAA de los Estados Unidos de América: USA); consiste en lograr la
lectura del horizonte del instrumento utilizando una graduación que suelen tener los
niveles a burbuja en su tornillo de elevación (o nivelador)
147

Para ello se colocan dos banderolas, por ejemplo una en 1,000 y otra en 1,500
(metros) de la mira colocada en el lado opuesto del río, de manera que una quede
por arriba y la otra por debajo del hilo medio y ambas dentro del rango del tornillo
citado.

Si llamamos L1 y L2 a los valores sobre la mira en los cuales están colocadas


dichas señales, l es el valor de la lectura del tornillo de elevación para el anteojo
nivelado y l1 – l2 las correspondientes lecturas que se obtiene de apuntar con el hilo
medio a esas señales (mediante el movimiento de dicho tornillo), se puede obtener la
lectura que correspondería al eje de colimación, horizontalizado, sobre la mira
mediante la siente interpolación lineal:
 L  L1 
L  L1   2 . l  l1 
 l 2  l1 
Los errores instrumentales, de refracción y curvatura deben tratarse de la misma
forma ya descripta.

Un medio un tanto más elaborado, es un conjunto de dos plataformas, con dos


niveles automáticos cada una. Estos niveles tienen antepuesto al objetivo una cuña
óptica que desvía el rayo un par de minutos sexagesimales, cuando esta desviación
está sobre plano horizontal no afecta la lectura sobre la mira y un giro de la cuña
producirá un cambio de la lectura del hilo horizontal sobre la mira.

El sistema tiene un dispositivo que permite medir el giro de la cuña, el cual es


proporcional a la variación de la “lectura sobre la mira”.

Aprovechando el par de niveles de cada plataforma, la lectura que corresponde a


la posición de la cuña para la visual horizontal se hace logrando la “autocolimación”
148

de los niveles, es decir sobre una se observa el retículo del otro buscando que
coincida con el giro de las respectivas cuñas.

En general, un instrumento quedará con su visual hacia. arriba de la horizontal y


el otro hacia abajo.

La mira emplazada del otro lado del río (o valle) tiene una disposición de dos
marcas similares al caso anterior (A –B) y las lecturas se obtienen con una
interpolación similar a la ya indicada, donde el valor “l” corresponde a la
autocolimación.

Por supuesto el método implica varios promedios. Primero para cada


instrumento, luego para el par de niveles montados en cada plataforma.
Posteriormente deben invertirse los equipos dispuestos en cada margen y efectuar
otra determinación simultánea recíproca y deben promediarse. El desnivel final
surgirá del promedio de los cuatro desniveles medidos, dos en cada sentido.

5.8 NIVELACIÓN MOTORIZADA

El avance más significativo que tuvo la nivelación en la primera mitad del siglo XX
fue la adopción de los dispositivos de horizontalización automática. Con los mismos,
en zonas relativamente llanas y con el operador y mireros caminando, se logran
rendimientos que superan levemente un avance de un kilómetro por hora. Para
mejorar esta velocidad durante los últimos años se diseñaron vehículos y soportes
adecuados que facilitan el transporte y colocación de miras, apoyo y nivel; con estos
elementos se ha duplicado y hasta triplicado el rendimiento citado. En realidad hay
dos versiones, una netamente geométrica a la cual se le agregan miras con
graduación codificada para la lectura automática con las características que
analizaremos más adelante.

La otra es una combinación de distanciómetro y teodolito (estación total) y las


miras se reemplazan por prismas reflectores, vale decir que se trata de una
nivelación trigonométrica de precisión; el almacenamiento de lecturas de ángulos
verticales y distancias se hace sobre soporte magnético para posterior
procesamiento. El último sistema (trigonométrico) se justifica solamente en terrenos
ondulados, en donde el anterior requiere un elevado número de estaciones que baja
el rendimiento y desmejora la exactitud.

Volviendo a la nivelación geométrica con miras diagramadas con código de


barras (similar a los que se introducen en los productos con su característica y precio
que se leen en las cajas de supermercados), los niveles cuentan con una ventana
colocada en la posición que generalmente esta destinada al retículo, donde un
sensor recibe la imagen de un tramo de la mira y la compara con el diagrama que
tiene cargado en su memoria y consecuentemente puede obtener con muy buena
precisión una lectura equivalente al “hilo medio” y una distancia estadimétrica
relacionada con la longitud del registro vertical de la ventana.
149

Este procedimiento es considerablemente preciso pero no admite distancias


aparato – mira muy superiores a los 40 metros, razón por la cual es muy apto para
nivelaciones de alta precisión y poco eficiente para requerimientos “de precisión” o
topográficos.

5.9 NIVELACIÓN Y ALTIMETRÍA

El término NIVELACIÓN se debería reservar para procedimientos vinculados al


uso de medios que horizontalizan o verticalizan usando el campo de gravedad, a las
nivelaciones geométricas y trigonométricas tal vez se las pueda agregar la
hidrostática (con nivel de manguera o con superficies de agua poco perturbadas
como los lagos o lagunas poco perturbadas). Pero hay otras mediciones altimétricas
como la barométrica y la satelitaria, donde se miden alturas con cierta independencia
de campo de gravedad; esas ALTIMETRÍAS (en inglés HEIGHTING) no deberían ser
llamadas nivelaciones (en inglés LEVELING) y para compatibilizarlas con las
nivelaciones propiamente dichas deberían corregirse (la barométrica con algún
conocimiento de la variación horizontal de la presión atmosférica y la satelitaria con el
conocimiento del “modelado del geoide”, que toma en consideración la falta de
paralelismo de las superficies de nivel.

Afortunadamente, la República Argentina concluyó con casi la totalidad de sus


líneas de nivelación de alta precisión si bien todavía falta perfeccionarla, aunque sea
para fines científicos, su existencia servirá para que las mediciones altimétricas
mediante medios satelitarios se usen, prácticamente en todos los casos, como un
método de interpolación ayudados por diagramas de corrección elaborados
fundamentalmente mediante comparación de alturas sobre el elipsoide con valores
nivelados, en algunos casos ayudados con datos gravimétricos o modelaciones
generales que se están elaborando a través de varios proyectos científicos
internacionales. Estos temas serán tratados en capítulos posteriores.

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