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CONSIDERANDO:
PRIMERO. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es competente para
conocer y resolver sobre la presente denuncia de contradicción de tesis, de conformidad con lo
dispuesto en los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; 197-A de la Ley de Amparo; y, 21, fracción VIII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de
la Federación; así como el punto segundo del Acuerdo Plenario 5/2001, de veintiuno de junio de
dos mil uno, publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintinueve siguiente; por tratarse
de una contradicción suscitada entre criterios de Tribunales Colegiados de Circuito, en asuntos de
naturaleza civil, de la originaria competencia de esta Sala.
TERCERO. Los criterios que originaron la denuncia de contradicción de tesis que ahora se resuelve,
son los siguientes:
1. Las consideraciones del Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Quinto
Circuito, al resolver el dos de abril de dos mil siete, el amparo directo civil **********, son las
siguientes:
"La figura jurídica de la posesión en el derecho positivo mexicano, tal y como se prevé en el
artículo 960 del Código Civil para el Estado de Sonora, antes transcrito, se refiere al poder físico
que se ejerce en forma directa y exclusiva sobre una cosa corporal, para su aprovechamiento total
o parcial, o para su custodia; puede ser consecuencia del goce de un derecho real o personal, o de
una situación de hecho; en este último caso, la posesión es regulada por el derecho, el cual las
promueve, garantiza y da convalidación jurídica, o por otra parte, las sanciona, exige
responsabilidades a quien las realiza y las somete a la acción punitiva del Estado.
"El concepto general de posesión que se establece en nuestro código civil, tutela la posesión de
derecho, pero también la posesión de hecho, aun y cuando ésta no provenga de un acto traslativo
de dominio, pues en el caso de la posesión de mala fe, ésta debe entenderse como un poder de
hecho que se ejerce en forma directa y exclusiva sobre la cosa corporal, en forma pública, pacífica
y por el tiempo requerido por la ley para prescribir.
"Es así, porque de la interpretación de los preceptos legales antes transcritos, se llega a concluir
que, para que una posesión pueda producir prescripción, no se exige que quien la ejerce a título
de dueño tenga como causa necesaria una transmisión del legítimo dominador de la cosa, pues
como ya se dijo, al prever el propio código la posesión de mala fe, entendida ésta tanto la ejercida
por el que entra sin título alguno para poseer, como la que ejerce quien inicia los actos posesorios
con conocimiento de los vicios de su título y que le impiden poseer con derecho (artículo 976), y
por otra parte, al preverse además en nuestro código sustantivo civil la pérdida de la posesión por
abandono y despojo, entre otros supuestos (artículo 1000, fracciones I y V), así como la
adquisición de la propiedad por prescripción adquisitiva en virtud de una posesión de mala fe
(artículo 1323, fracción III); de todo ello es de concluirse que nuestra legislación sustantiva civil, sí
establece la posibilidad de adquirir la posesión y propiedad de inmuebles, mediante vías de hecho
diversas a los actos traslativos de dominio, como el caso donde el sujeto al ver abandonado un
inmueble, entra a poseerlo física y materialmente, sin título pero con ánimo de dueño,
circunstancias que válidamente pueden ser causa generadora de su posesión, originando la
prescripción positiva o usucapión; de lo que se infiere que en el Código Civil para el Estado de
Sonora, se prevé la prescripción positiva, en virtud de un hecho jurídico, como lo es el despojo con
o sin violencia, esto es, que la causa generadora de la prescripción positiva sí puede ser el acto
realizado por los quejosos.
"En tal virtud, resulta inexacto también que conforme al artículo 1322, fracción I, del código en
consulta, para adquirir la posesión con derecho se requiera acreditar el título apto para prescribir,
sino que conforme a lo literalmente establecido en dicho precepto, se requiere que la posesión
sea en concepto de dueño si se trata de bienes, o en concepto de titular, si se trata de un derecho
real; sin perjuicio de que el hecho señalado por la actora como generador de su posesión, no sea
lícito, puesto como ya se expuso en líneas precedentes, al establecer el propio código como causas
de pérdida de la posesión, las vías de hecho y, asimismo, la posibilidad de adquirir la propiedad
mediante la prescripción, aun cuando se trate de un predio que se ha poseído de mala fe (ejercida
sin derecho), luego, contrariamente a la determinación del tribunal revisor, no es obstáculo para
tener por causa generadora de la posesión un hecho como el del caso de que se trata, donde los
actores manifestaron haber entrado en posesión del inmueble materia del litigio, porque se vieron
en la imperiosa necesidad de poseerlo porque no contaban con algún lugar dónde vivir y éste se
encontraba abandonado, invadido de maleza, en un descuido total y sin servicios públicos; es
decir, iniciaron la posesión mediante despojo, sin violencia, pero con ánimo de dueños.
"Por tanto, si bien es cierto que conforme a los artículos 1322, fracción I y 1323, fracciones III y IV,
del Código Civil del Estado, para la prescripción positiva se requiere demostrar la causa generadora
de la posesión, y que ésta se ejerció en concepto de propietario, resulta inexacto que la causa
generadora de la posesión que se exige acreditar por nuestra legislación, se trate exclusivamente
de un título apto para trasladar el dominio; si se toma en cuenta que la exigencia de ‘justo título’
que se contemplaba en el Código Civil Federal de 1884, según la cual se requería para que operara
la prescripción positiva, que la posesión se originara en un acto que fuese bastante para adquirir el
dominio, en la actualidad, los códigos civiles del país, entre ellos, el sonorense, en su artículo 1322,
fracción I, sustituyó aquel requisito, por el de ‘concepto de propietario’ que implica el ánimo o
intención y ostensible comportamiento del detentador del bien, como propietario del mismo, aun
cuando se carezca de título justo, pues se insiste, en la posesión de mala fe, puede no existir tal
justo título, sino solamente la situación de hecho mediante la cual el poseedor entra en posesión
del inmueble en calidad de dueño, sin título o derecho para ello, y en este caso concreto, no se
requiere probar para el éxito de la acción, la existencia de un título traslativo de dominio.
"En este contexto, resulta claro que conforme a nuestra legislación, no es necesario que para
acreditar la prescripción positiva se exija acreditar haber entrado a poseer por medio de un título
traslativo de dominio, pues, como ya se dijo, tratándose de la posesión de mala fe, puede no
existir tal título, sino solamente la situación de hecho mediante la cual el poseedor entra en
posesión del inmueble en calidad de dueño, sin título o derecho para ello, pues en el caso de la
posesión de mala fe, ésta debe entenderse como un poder de hecho ejercido en forma directa y
exclusiva sobre la cosa corporal, en forma pública, pacífica y por el tiempo requerido por la ley
para prescribir."
Posteriormente, al resolver el veintiocho de febrero de dos mil ocho, el amparo directo civil
**********, sostuvo lo siguiente:
"Aquí es preciso destacar que la figura jurídica de la posesión en el derecho positivo mexicano, tal
y como lo prevé el artículo 960 del Código Civil para el Estado de Sonora se refiere al poder físico
que se ejerce en forma directa y exclusiva sobre una cosa corporal, para su aprovechamiento total
o parcial, o para su custodia; asimismo, previene que esa posesión puede ser consecuencia del
goce efectivo de un derecho real o personal, o de una situación de hecho; en este último caso la
posesión es regulada por el derecho, el cual la promueve, garantiza y da convalidación jurídica, o
por otra parte, la sanciona, exige responsabilidades a quien la realiza y la somete a la acción
punitiva del Estado.
"El concepto general de posesión que se establece en nuestro Código Civil, tutela la posesión de
derecho, pero también la posesión de hecho, aun y cuando no provenga de un acto traslativo de
dominio, como pudiera ser la posesión de mala fe, entendiéndose como un poder de hecho que se
ejerce en forma directa y exclusiva sobre la cosa corporal, en forma pública, pacífica y por el
tiempo requerido por la ley para prescribir.
"Ahora bien, partiendo de la premisa fundamental de que los hechos jurídicos producen
consecuencias de derecho, es claro que, no es indispensable que quien ejerce la acción de
prescripción positiva tenga que exhibir, como indebidamente lo resolvió el tribunal responsable,
un documento en el que conste un acto traslativo de dominio, pues el título a que se refiere el
artículo 976 del Código Civil del Estado, como el propio numeral en su última parte lo establece,
debe entenderse como la causa generadora de la posesión, es decir, el hecho o el acto jurídico por
el cual el actor entró en posesión del inmueble materia del litigio, sin que sea necesario acreditar
que se trata exclusivamente de un título apto para trasladar el dominio, si se toma en cuenta que
la exigencia de ‘justo título’ que se contemplaba en el Código Civil Federal de 1884, según la cual
se requería para que operara la prescripción positiva, que la posesión se originara en un acto que
fuese bastante para adquirir el dominio, en la actualidad, los Código Civiles del país, entre ellos, el
sonorense, en su artículo 1322, fracción I, sustituyó aquel requisito, por el de ‘concepto de
propietario’ que implica el ánimo o intención y ostensible comportamiento del detentador del
bien, como propietario de mismo.
"Lo anterior implica que, en la posesión puede no existir tal justo título, sino solamente la
situación de hecho mediante la cual el poseedor entra en posesión del inmueble en calidad de
dueño, y en este caso concreto, no se requiere probar para el éxito de la acción, la existencia de
un título traslativo de dominio, menos, un documento en que conste dicho acto, como
indebidamente lo resolvió la responsable, ya que solamente es necesario acreditar ese poder de
hecho ejercido en forma directa y exclusiva sobre la cosa corporal, en forma pública, pacífica,
continua y, por el tiempo requerido por la ley para prescribir; de manera tal que, en ningún
supuesto debe requerirse al actor del juicio de prescripción positiva, la exhibición de un
documento que contenga un acto traslativo de dominio sobre el bien que se trata de usucapir, ya
que ello no se encuentra establecido por nuestra legislación.
"Tiene aplicación a lo anterior la tesis clave V.1o.C.T.109 C, sustentada por este Primer Tribunal
Colegiado, visible en la página 2678, Tomo XXVI, julio de 2007, Novena Época, Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, cuyos rubro y texto son:
"‘PRESCRIPCIÓN POSITIVA. PARA QUE OPERE DICHA ACCIÓN, SÓLO SE REQUIERE ACREDITAR LA
CAUSA GENERADORA DE LA POSESIÓN Y QUE ÉSTA SE EJERCIÓ EN CONCEPTO DE PROPIETARIO,
CON INDEPENDENCIA DE QUE PROVENGA O NO DE UN JUSTO TÍTULO PARA TRASLADAR EL
DOMINIO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE SONORA).’ (transcribe).
En similar sentido, al resolver el quince de mayo de dos mil ocho el amparo directo civil
**********, sostuvo lo siguiente:
"Ahora bien, es de significarse que este Tribunal Colegiado ha sustentado en reiteradas ocasiones,
criterio en el sentido de que, para que opere la prescripción positiva, sólo se requiere acreditar la
causa generadora de la posesión y que ésta se haya ejercido en concepto de propietario; lo
anterior, con total independencia de que dicha posesión provenga o no de un justo título traslativo
de dominio.
"A tal conclusión arribó este tribunal, al considerar que el Código Civil para el Estado de Sonora, en
el artículo 1322, fracción I, sustituyó el requisito de ‘justo título’, por el de ‘concepto de
propietario’, que implica la intención de detentar el bien como su propietario, aun cuando se
carezca de ese justo título.
"La tesis que se menciona, aparece publicada en el Tomo XXVI, julio de 2007, página 2678 de la
Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, con el siguiente rubro y texto:
"‘PRESCRIPCIÓN POSITIVA. PARA QUE OPERE DICHA ACCIÓN, SÓLO SE REQUIERE ACREDITAR LA
CAUSA GENERADORA DE LA POSESIÓN Y QUE ÉSTA SE EJERCIÓ EN CONCEPTO DE PROPIETARIO,
CON INDEPENDENCIA DE QUE PROVENGA O NO DE UN JUSTO TÍTULO PARA TRASLADAR EL
DOMINIO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE SONORA).’ (transcribe)."
Asimismo, al resolver el cuatro de septiembre de dos mil ocho el amparo directo civil **********,
razonó lo siguiente:
"La figura jurídica de la posesión en el derecho positivo mexicano, tal y como se prevé en el
artículo 960 del Código Civil para el Estado de Sonora, antes transcrito, se refiere al poder físico
que se ejerce en forma directa y exclusiva sobre una cosa corporal, para su aprovechamiento total
o parcial, o para su custodia; puede ser consecuencia del goce de un derecho real o personal, o de
una situación de hecho; en este último caso, la posesión es regulada por el derecho, el cual las
promueve, garantiza y da convalidación jurídica, o por otra parte, la sanciona, exige
responsabilidades a quien las realiza y las somete a la acción punitiva del Estado.
"El concepto general de posesión que se establece en nuestro Código Civil, tutela la posesión de
derecho, pero también la posesión de hecho, aun y cuando ésta no provenga de un acto traslativo
de dominio, pues en el caso de la posesión de mala fe, ésta debe entenderse como un poder de
hecho que se ejerce en forma directa y exclusiva sobre la cosa corporal, en forma pública, pacífica
y por el tiempo requerido por la ley para prescribir.
"Es así, porque de la interpretación de los preceptos legales antes transcritos, se llega a concluir
que, para que una posesión pueda producir prescripción, no se exige que quien la ejerce a título
de dueño tenga como causa necesaria una transmisión del legítimo dominador de la cosa, pues
como ya se dijo, al prever el propio código incluso la posesión de mala fe, entendida ésta tanto la
ejercida por el que entra sin título alguno para poseer, como la que ejerce quien inicia los actos
posesorios con conocimiento de los vicios de su título y que le impiden poseer con derecho
(artículo 976) y, por otra parte, al preverse además en nuestro código sustantivo civil la pérdida de
la posesión por abandono y despojo, entre otros supuestos (artículo 1000, fracciones I y V), así
como la adquisición de la propiedad por prescripción adquisitiva en virtud de una posesión de
mala fe (artículo 1323, fracción III); de todo ello es de concluirse que nuestra legislación sustantiva
civil, sí establece la posibilidad de adquirir la posesión y propiedad de inmuebles, mediante vías de
hecho diversas a lo actos traslativos de dominio, como en el caso que la actora viviendo en unión
libre con **********, en el inmueble en disputa, éste quien se conducía respecto de dicho
inmueble como sólo se conduce un propietario, le regaló la casa y terreno, pues por ser de él le
cedía todos los derechos que tenía sobre el mencionado inmueble, por ser su ‘mujer a quien más
quería’, circunstancias que válidamente pueden ser causa generadora de su posesión, originando
la prescripción positiva o usucapión.
"En tal virtud, resulta inexacto también que conforme al artículo 1322, fracción I, del código en
consulta, para adquirir la posesión con derecho se requiera acreditar el título apto para prescribir,
sino que conforme a lo literalmente establecido en dicho precepto, se requiere que la posesión
sea en concepto de dueño si se trata de bienes, o en concepto de titular, si se trata de un derecho
real, puesto que como ya se expuso en líneas precedentes, al establecer el propio código como
causas de pérdida de la posesión, las vías de hecho y, asimismo, la posibilidad de adquirir la
propiedad mediante la prescripción, aun cuando se trate de un predio que se ha poseído de mala
fe (ejercida sin derecho), luego, contrariamente a la determinación del tribunal revisor, no es
necesario para tener comprobada la causa generadora de la posesión, acreditar que **********,
que según el dicho de la actora, le transmitió la propiedad del inmueble en disputa, esté
legitimado para hacer la cesión de los derechos sobre el mencionado inmueble.
"Por tanto, si bien es cierto que conforme a los artículos 1322, fracción I y 1323, fracciones III y IV,
del Código Civil del Estado, para la prescripción positiva se requiere demostrar la causa generadora
de la posesión, y que ésta se ejerció en concepto de propietario, resulta inexacto que la causa
generadora que se exige acreditar por nuestra legislación, se trate exclusivamente de un título
apto para trasladar el dominio, si se toma en cuenta que la exigencia de ‘justo título’ que se
contemplaba en el Código Civil Federal de 1884, según la cual se requería para que operara la
prescripción positiva, que la posesión se originara en un acto que fuese bastante para adquirir el
dominio, en la actualidad, los códigos civiles del país, entre ellos, el sonorense, en su artículo 1322,
fracción I, sustituyó aquel requisito, por el de ‘concepto de propietario’ que implica el ánimo o
intención y ostensible comportamiento del detentador del bien, como propietario del mismo, aun
cuando se carezca de título justo, pues se insiste, incluso en la posesión de mala fe, puede no
existir tal justo título, sino solamente la situación de hecho mediante la cual, el poseedor entra en
posesión del inmueble en calidad de dueño, sin título o derecho para ello, y en este caso concreto,
no se requiere probar para el éxito de la acción, que **********, que según el dicho de la actora,
le transmitió la propiedad del inmueble en disputa, esté legitimado para hacer la cesión de los
derechos sobre el mencionado inmueble y con ello la existencia de un título traslativo de dominio.
"Es así, porque resulta claro que conforme a nuestra legislación, no es necesario que para
acreditar la prescripción positiva se exija acreditar haber entrado a poseer por medio de un título
traslativo de dominio,pues ésta debe entenderse como un poder de hecho que se ejerce en forma
directa y exclusiva sobre la cosa corporal, en forma pública, pacífica y por el tiempo requerido por
la ley para prescribir.
"Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis V.1o.C.T.109 C, sustentada por este órgano colegiado,
publicada en la página 2678, Tomo XXVI, julio de 2007, Materia Civil, Novena Época, del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, cuyo sumario a la letra dice:
"‘PRESCRIPCIÓN POSITIVA. PARA QUE OPERE DICHA ACCIÓN, SÓLO SE REQUIERE ACREDITAR LA
CAUSA GENERADORA DE LA POSESIÓN Y QUE ÉSTA SE EJERCIÓ EN CONCEPTO DE PROPIETARIO,
CON INDEPENDENCIA DE QUE PROVENGA O NO DE UN JUSTO TÍTULO PARA TRASLADAR EL
DOMINIO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE SONORA).’ (transcribe).
"También apoya a la anterior consideración, por las razones jurídicas que la informan, la
jurisprudencia 1a./J. 60/2007, aprobada por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación al resolver la contradicción de tesis **********, publicada en la página 285, Tomo XXVI,
agosto de 2007, Materia Civil, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
cuyo rubro y texto dicen:
"‘PRESCRIPCIÓN POSITIVA. PARA ADQUIRIR UN LOTE DE TERRENO A TRAVÉS DE ESTA FIGURA
DEBEN SATISFACERSE ÚNICAMENTE LOS REQUISITOS ESTABLECIDOS PARA ELLO EN LA
LEGISLACIÓN CIVIL Y NO LOS PREVISTOS EN LAS NORMAS DE DESARROLLO URBANO PARA
FRACCIONAR PREDIOS.’ (transcribe)."
Y el veintidós de enero de dos mil nueve, al resolver el amparo directo civil **********, el
Tribunal Colegiado de referencia, expuso lo siguiente:
"En este contexto, es fundado lo que esgrimen las quejosas, ya que los artículos 1322, fracción I y
1323, fracciones III y IV, del Código Civil para el Estado de Sonora, no exigen el justo título para
prescribir un bien, si no que sólo se refieren al acreditamiento del concepto de dueño, por lo que
no requieren que se exhiba el documento en el que se transmitió el dominio del bien, pues el
referido artículo 1322, dispone que la posesión necesaria para adquirir bienes o derechos reales,
debe ser en concepto de dueño si se trata de bienes, o en concepto de titular, si se trata de un
derecho real.
"Ahora bien, cabe destacar que este Tribunal Colegiado ha sustentado en reiteradas ocasiones,
criterio en el sentido de que, para que opere la prescripción positiva, sólo se requiere acreditar la
causa generadora de la posesión y que ésta se haya ejercido en concepto de propietario; lo
anterior, con total independencia de que dicha posesión provenga o no de un justo título traslativo
de dominio, porque si bien es cierto que conforme a los artículos 1322, fracción I y 1323,
fracciones III y IV, del Código Civil local, para la prescripción positiva se requiere demostrar la
causa generadora de la posesión y que ésta se ejerció en concepto de propietario; resulta inexacto
que la causa generadora de la posesión que se exige acreditar por nuestra legislación, se trate
exclusivamente de un título apto para trasladar el dominio, si se toma en cuenta que la exigencia
de ‘justo título’ que se contemplaba en el Código Civil Federal de 1884, según la cual se requería
para que operara la prescripción positiva, que la posesión se originara en un acto que fuese
bastante para adquirir el dominio, en la actualidad, los códigos civiles del país, entre ellos, el
sonorense, en su artículo 1322, fracción I, sustituyó aquel requisito, por el de ‘concepto de
propietario’ que implica el ánimo o intención y ostensible comportamiento del detentador del
bien, como propietario del mismo.
"A tal conclusión arribó este tribunal, al considerar que el Código Civil para el Estado de Sonora, en
el artículo 1322, fracción I, sustituyó el requisito de ‘justo título’, por el de ‘concepto de
propietario’, que implica la intención de detentar el bien como su propietario, aun cuando se
carezca de ese justo título.
"La tesis que se menciona, aparece publicada con el número V.1o.C.T.109 C, en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVI, julio de 2007, página 2678, con
los siguientes rubro y texto:
"‘PRESCRIPCIÓN POSITIVA. PARA QUE OPERE DICHA ACCIÓN, SÓLO SE REQUIERE ACREDITAR LA
CAUSA GENERADORA DE LA POSESIÓN Y QUE ÉSTA SE EJERCIÓ EN CONCEPTO DE PROPIETARIO,
CON INDEPENDENCIA DE QUE PROVENGA O NO DE UN JUSTO TÍTULO PARA TRASLADAR EL
DOMINIO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE SONORA).’ (transcribe)."
"Página: 996
"PRESCRIPCIÓN POSITIVA. PARA QUE OPERE DICHA ACCIÓN, SÓLO SE REQUIERE ACREDITAR LA
CAUSA GENERADORA DE LA POSESIÓN Y QUE ÉSTA SE EJERCIÓ EN CONCEPTO DE PROPIETARIO,
CON INDEPENDENCIA DE QUE PROVENGA O NO DE UN JUSTO TÍTULO PARA TRASLADAR EL
DOMINIO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE SONORA). De conformidad con los artículos 1322,
fracción I y 1323, fracciones III y IV, del Código Civil para el Estado de Sonora, para que opere la
prescripción positiva se requiere demostrar la causa generadora de la posesión, y que ésta se
ejerció en concepto de propietario; empero resulta inexacto que esa causa generadora exigida por
la citada legislación, se refiera exclusivamente a un título apto para trasladar el dominio, tomando
en cuenta que ese requisito, al que se aludía como ‘justo título’ en el Código Civil Federal de 1884
fue suprimido en la legislación civil mexicana. Así el Código Civil para el Estado de Sonora, en su
invocado artículo 1322, fracción I, sustituyó aquel requisito, por el de ‘concepto de propietario’,
que implica el ánimo o intención y ostensible comportamiento del detentador del bien, como
propietario de él, aun cuando se carezca de justo título. No puede entenderse de otra manera, lo
dispuesto por el mencionado artículo 1323, fracciones III y IV, que contempla la posesión de mala
fe, como apta para prescribir, pues en ella puede no existir el justo título, sino solamente la
situación de hecho mediante la cual la persona entra en posesión del inmueble con el ánimo de
dueño, sin un título o derecho, en forma pública, pacífica y por el tiempo requerido por la ley para
prescribir."
Posterior a la emisión del criterio anterior, el Tribunal Colegiado en comento lo invocó al resolver
los amparos directos civiles **********, fallado el veintiuno de enero de dos mil diez y
**********, fallado el treinta de abril de dos mil diez.
2. Las consideraciones del Segundo Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Quinto
Circuito, al resolver el dos de octubre de dos mil nueve, el amparo directo civil **********, son,
fundamentalmente, las siguientes:
"De los preceptos legales transcritos se advierte, en primer lugar, que la codificación sustantiva
para el Estado, diferencia la posesión de derecho, la posesión de hecho y la mera detentación
material.
"La posesión de derecho la define como el poder físico que se ejerce en forma directa y exclusiva
sobre la cosa corporal para su aprovechamiento total o parcial, o para su custodia, por
consecuencia del goce efectivo de un derecho real o personal; y por posesión de hecho, se refiere
a ese mismo poder físico sobre la cosa, pero derivado de una situación de hecho.
"En cambio, distingue la posesión de la mera detentación, en cuanto a que esta última es el poder
que se ejerce sobre una cosa, pero que depende del propietario y se retiene únicamente por las
órdenes e instrucciones del mismo.
"Por otra parte, conforme a lo previsto en el artículo 976, para estar en posibilidad de determinar
la buena o mala fe de quien posee, es necesario que se tome en consideración la causa
generadora de la posesión, ya que si el que adquiere la posesión de alguna cosa sin título o con
vicios conocidos por el poseedor, entonces se estaría en el supuesto de la mala fe.
"Circunstancias que deben destacarse, pues se observa que, ya sea de buena o de mala fe, es
necesario precisar la causa generadora de la posesión a fin de poder establecer los derechos que
el poseedor tiene; ya que aquél que detenta una posesión originaria tiene diferentes derechos del
que detenta una derivada.
"En ese sentido, se pronunció, la Tercera Sala del máximo Tribunal Federal, en la tesis de
jurisprudencia número 316, publicada en el Apéndice de 1995, Sexta Época, Tomo IV, parte SCJN,
página 213, número de registro: 392443, que dice:
"Ahora bien, en la especie la actora en la reconvención adujo que la posesión del inmueble objeto
de la controversia, tenía por origen el cumplimiento a la voluntad de su padre que era propietario
del inmueble y que en vida les dijo a sus hijas, entre ellas a la quejosa, que el inmueble sería suyo
cuando él muriera, como al efecto sucedió porque ocurrido el fallecimiento, la demandante entró
a poseer el inmueble y hasta la fecha ejerce tal posesión; no obstante, como lo hizo notar el
tribunal responsable mediante consideraciones no combatidas (por la inoperancia de los
conceptos de violación) en autos no quedó acreditado el supuesto testaferrato y sí por el
contrario, que el ‘causante’ de la quejosa poseía el bien como mandatario de **********.
"A este respecto procede transcribir lo previsto en los artículos 979, fracciones I y III y 997, ambos
del Código Civil para el Estado:
"(transcribe).
"La interpretación literal y sistemática de los preceptos revela que de manera fundamental la
posesión originaria sustentada en un justo título o título suficiente para ejercer dicha posesión es
idónea para alcanzar la prescripción positiva.
"En ese contexto, es indiscutible que por regla general, para obtener el dominio por prescripción
positiva es necesario que se acredite el título o causa generadora de la posesión, y es requisito
indispensable que esa posesión sea originaria o a título de propietario; y claro está que no puede
considerarse que las cosas son de esa manera si la agraviada sabía que su causante poseía el
inmueble de manera derivada, en función del mandato contenido por el propietario del fundo.
"En consecuencia, fue equivocada la premisa de la que partió la apelante y hoy quejosa al aducir
que no se necesita la existencia de un justo título para poseer y que la legislación del Estado de
Sonora protege la posesión de hecho e incluso la proveniente de un delito, pues como se ha
precisado, si bien es cierto que tales ‘posesiones’, admiten en ciertos casos la protección de la ley,
también es verdad que de manera fundamental la posesión originaria y sustentada en el justo
título es apta para la prescripción.
"En esas condiciones, se infiere que si en las constancias de autos se acreditó que los actos de
posesión que ejerció ********** fueron a nombre y cuenta de su mandante **********, en
virtud del multicitado contrato de mandato, es claro e indudable que en el caso se trata de
posesión derivada, la cual como lo declararon acertadamente la responsable y la Juez natural no
resulta apta para alcanzar la prescripción positiva."
Posteriormente, al resolver el veintitrés de octubre de dos mil nueve, el amparo directo civil
**********, sostuvo lo siguiente:
"De conformidad con el artículo 960 del Código Civil para el Estado de Sonora la posesión es el
poder físico que se ejerce en forma directa y exclusiva sobre cosa corporal para su
aprovechamiento total o parcial o para su custodia y puede ser consecuencia de una situación de
hecho (posesión de hecho) o bien, del goce efectivo de un derecho real o personal (posesión de
derecho).
"Por tanto, si el precepto se interpreta en forma sistemática con el numeral 998 que dice que sólo
la posesión que se adquiere y disfruta a título de dueño es apta para prescribir, entonces, debe
entenderse que cuando se ejerce un poder de hecho sobre una cosa pero no se encuentra
fundado en un acto traslativo de dominio, quien ejerce tal poder es un simple detentador o en su
caso podría considerarse como un ‘poseedor de hecho’; pero jamás podrá alcanzar la prescripción.
En cambio, cuando el poder de hecho sobre la cosa se sustenta en un acto jurídico que da derecho
a poseer, la posesión sí es idónea para prescribir.
"Ciertamente, al prever el legislador en el artículo 998 del Código Civil para el Estado de Sonora
que sólo la posesión que se adquiere y disfruta en concepto de dueño de la cosa puede producir la
prescripción, su intención fue la de garantizar que únicamente quienes adquirieran la posesión en
esos términos, podrían también prescribir. La postura contraria, equivale a hacer prevalecer el
hecho en lugar del derecho y se llegaría al extremo de dar la razón a quien entró a ocupar la
propiedad o posesión de otro, con la plena conciencia de que no tiene derecho alguno y, de paso
se estaría alentando a las personas que hasta la fecha han respetado las propiedades y posesiones
de otros, para que las invadieran, pues sabrían de antemano que aún en esas condiciones podrían
convertirse en sus dueños.
"Todas las disposiciones legales tienen una razón de ser o ratio legis. En un régimen de derecho
como el nuestro, es lógico pensar que las que protegen la posesión tienen su fundamento racional
en la presunción de que, atrás del derecho posesorio, exista una figura jurídica prevista por la ley
que genera el derecho a poseer, precisamente por eso el artículo 963 prevé que es viable la
protección jurídica de la ‘posesión de hecho’ empero, el indicado numeral de ninguna manera
dispone que el poseedor sin título alguno puede prescribir, aunque se comporte como propietario.
"Luego, es claro que para que opere la usucapión es necesario que se entre a poseer por virtud de
un acto traslativo de dominio que genere el derecho de propiedad y que constituye el título y, por
lo mismo, es también razonable que para proteger la posesión se acredite que se adquirió en
virtud de un título que se funde en un precepto legal o figura jurídica que genere el derecho a
poseer, independientemente de que este título pudiera estar viciado, pues esa situación se
ventilará en todo caso, ante la potestad jurisdiccional.
"En ese tenor, no basta para adquirir el dominio por prescripción que quien la ejerce realice todos
los actos inherentes o conducirse como dueño del bien, sino que es menester un acto traslativo de
dominio o justo título sustentada en alguna de las figuras jurídicas que prevé la ley que constituya
una base objetiva que fundada y razonablemente produzca la convicción de que asiste derecho
para poseer el bien de que se trate, y es factible que ese acto tenga vicios, pues de lo contrario, no
se haría hincapié en la posesión sino en el derecho relativo."
Como una cuestión previa, cabe precisar que el Tribunal Pleno de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación estableció nuevos criterios para determinar la existencia de una contradicción de
tesis.
De esta manera, esta Primera Sala se apoya en el criterio sustentado por el Tribunal Pleno, al
resolver, por unanimidad de diez votos, en sesión de treinta de abril de dos mil nueve, la
contradicción de tesis **********, en cuanto a que de los artículos 107, fracción XIII, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 197 y 197-A de la Ley de Amparo, se
advierte que la existencia de la contradicción de criterios está condicionada a que las Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación o los Tribunales Colegiados de Circuito, en las sentencias
que pronuncien sostengan tesis contradictorias, entendiéndose por tesis el criterio adoptado por
el juzgador a través de argumentaciones lógico-jurídicas para justificar su decisión en una
controversia, lo que determina que la contradicción de tesis se actualiza cuando dos o más
órganos jurisdiccionales terminales adoptan criterios jurídicos discrepantes sobre un mismo punto
de derecho.
De lo anterior se sigue, que la actual integración del Pleno de este Alto Tribunal consideró que la
existencia de la contradicción de tesis debe estar condicionada a que las Salas de esta Corte o los
Tribunales Colegiados de Circuito en las sentencias que pronuncien:
a) Sostengan tesis contradictorias, entendiéndose por tesis el criterio adoptado por el juzgador a
través de argumentaciones lógico-jurídicas para justificar su decisión en una controversia; y,
b) Que dos o más órganos jurisdiccionales terminales adopten criterios jurídicos discrepantes
sobre un mismo punto de derecho, independientemente de que las cuestiones fácticas que lo
originan no sean exactamente iguales.
La finalidad de dicha determinación es definir puntos jurídicos que den seguridad jurídica a los
gobernados, pues para ello fue creada desde la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos la figura jurídica de la contradicción de tesis.
Sirven de apoyo a lo expuesto, las tesis emitidas por el Tribunal Pleno, que son del tenor siguiente:
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Página: 7
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Tesis: P. XLVII/2009
"Página: 67
También son aplicables al caso, los criterios de esta Primera Sala, cuyo contenido es el siguiente:
"Novena Época
"Página: 122
"Novena Época
"Página: 123
"Contradicción de tesis **********. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo, ambos en Materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito. 17 de junio de 2009.
Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías, Roberto
Lara Chagoyán y Raúl Manuel Mejía Garza."
Los Tribunales Colegiados de referencia analizaron un mismo punto jurídico, derivado de una
cuestión fáctica similar, puesto que en cada asunto, se planteó el acreditamiento de la
prescripción positiva respecto de inmuebles cuyos poseedores no acreditaban que la causa
generadora de la posesión provenía de un justo título para trasladar el dominio.
Ante ello, el Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Quinto Circuito estimó
que si bien para que opere la prescripción positiva se requiere demostrar la causa generadora de
la posesión y que ésta se ejerció en concepto de propietario, pero que ello no se refiere
necesariamente a un título apto para trasladar el dominio, puesto que en el Código Civil para el
Estado de Sonora se sustituyó el término de justo título por el de concepto de propietario, mismo
que implica la existencia de un ánimo o intención, así como el ostensible comportamiento del
detentador del bien, como propietario del mismo, aun cuando carezca del referido justo título.
Por su parte, el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Quinto Circuito
estimó que dado que sólo la posesión que se adquiere y disfruta a título de dueño es apta para
que opere la prescripción positiva, y cuando ésta no se encuentra fundada en un acto traslativo de
dominio o justo título, quien la ejerce es un simple detentador o poseedor de hecho, por lo que no
puede reclamar la prescripción en cita, para cuya existencia es necesario que se acredite el título o
causa generadora de la posesión, que debe ser originario o a título de dueño.
De lo anterior se aprecia que al resolver asuntos similares puestos a su consideración, los órganos
colegiados examinaron la misma cuestión jurídica, es decir si para acreditar la prescripción positiva
respecto de un inmueble se requiere acreditar que la causa generadora de la posesión proviene de
justo título, entendido éste como un acto jurídico traslativo de dominio.
Debe señalarse, que por lo que hace al amparo directo civil **********, el mismo debe quedar
fuera de la contradicción atento a que se refiere a una situación distinta, ya que aborda la
hipótesis de una persona que cuya causa de posesión es el "cumplimiento de la voluntad de su
padre, que en vida dijo que el inmueble sería suyo", habiéndose demostrado en el juicio que tal
ascendiente era mandatario del dueño del bien, y que esa era la causa de su posesión.
Como puede apreciarse, tal sentencia se refiere a una posesión derivada que en ningún caso
puede generar la prescripción adquisitiva, a pesar de la buena fe de la poseedora, que como
causahabiente de su padre no puede modificar el motivo de la posesión, según se desprende del
artículo 999 del Código Civil para el Estado de Sonora, en los siguientes términos:
"Artículo 999. Se presume que la posesión se sigue disfrutando en el mismo concepto en que se
adquirió, a menos que se pruebe que ha cambiado la causa de la posesión."
En relación con este punto cobra aplicación la jurisprudencia sustentada por el Tribunal Pleno, que
es la siguiente:
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Página: 77
"CONTRADICCIÓN DE TESIS. PARA QUE PROCEDA LA DENUNCIA BASTA QUE EN LAS SENTENCIAS SE
SUSTENTEN CRITERIOS DISCREPANTES. Los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Federal,
197 y 197-A de la Ley de Amparo establecen el procedimiento para dirimir las contradicciones de
tesis que sustenten los Tribunales Colegiados de Circuito o las Salas de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación. El vocablo ‘tesis’ que se emplea en dichos dispositivos debe entenderse en
un sentido amplio, o sea, como la expresión de un criterio que se sustenta en relación con un tema
determinado por los órganos jurisdiccionales en su quehacer legal de resolver los asuntos que se
someten a su consideración, sin que sea necesario que esté expuesta de manera formal, mediante
una redacción especial, en la que se distinga un rubro, un texto, los datos de identificación del
asunto en donde se sostuvo y, menos aún, que constituya jurisprudencia obligatoria en los
términos previstos por los artículos 192 y 193 de la Ley de Amparo, porque ni la Ley Fundamental
ni la ordinaria establecen esos requisitos. Por tanto, para denunciar una contradicción de tesis,
basta con que se hayan sustentado criterios discrepantes sobre la misma cuestión por Salas de la
Suprema Corte o Tribunales Colegiados de Circuito, en resoluciones dictadas en asuntos de su
competencia."
QUINTO. Debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el criterio sustentado por esta Primera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en términos de las consideraciones siguientes:
"Artículo 1322. La posesión necesaria para adquirir bienes o derechos reales debe ser:
"II. Pacífica;
"III. Continua;
"IV. Pública;
"V. Cierta."
La posesión puede ser derivada u originaria: la primera es aquella que ejerce sobre la cosa una
persona que no tiene excusa para ostentarse como dueño, porque la causa generadora de su
posesión proviene del mismo dueño, de manera que la posesión se ejerce precisamente en
nombre o con consentimiento del dueño; es decir, que constituye una posesión indirecta o
derivada.
"Quinta Época
"Tomo CXVI
"Página: 258
"PRESCRIPCIÓN POSITIVA, REQUISITOS PARA LA. Para que pueda operarse la prescripción, es
requisito esencial que la posesión sea en concepto de propietario, para lo cual debe demostrarse
la existencia de un título que sea causa generadora de la posesión; y si no se prueba la existencia
de un acto que haya dado origen a la posesión, y ni siquiera se manifiesta cuál es la causa
generadora, no puede aquélla producir la prescripción.
"Amparo civil directo **********. **********. 28 de abril de 1953. Unanimidad de cinco votos.
La publicación no menciona el nombre del ponente."
Debe destacarse que el concepto de dueño es un requisito esencial que debe presentar la
posesión para que pueda prescribirse, en tanto que las categorías de pacífica, continua, pública y
cierta, son cualidades que debe reunir la misma, según se deduce de los artículos 998, 1307,
párrafo primero y 1323 del Código Civil para el Estado de Sonora, que señalan lo siguiente:
"Artículo 998. Sólo la posesión que se adquiere y disfruta en concepto de dueño de la cosa poseída
puede producir la prescripción."
"Artículo 1307. Se llama prescripción positiva la forma de adquirir bienes o derechos mediante la
posesión en concepto de dueño o de titular de un derecho real, ejercida en forma pacífica,
continua, pública y cierta, por el tiempo que fije la ley. Tratándose de derechos reales de garantía,
no se podrán adquirir por prescripción."
"Artículo 1323. Los bienes inmuebles y los derechos reales sobre inmuebles, susceptibles de
prescripción positiva, se adquieren con los requisitos mencionados;
"I. En cinco años, cuando se poseen en concepto de dueño o de titular del derecho real, con buena
fe, y de manera pacífica, continua, cierta y pública;
"II. En cinco años, cuando los inmuebles o derechos reales hayan sido objeto de una inscripción de
posesión;
"III. En diez años, cuando se posean de mala fe, si la posesión es en concepto de propietario o de
titular del derecho y se ejerce en forma pacífica, continua, pública y de manera cierta;
"IV. Se aumentará en una tercera parte el tiempo señalado en las fracciones I y III, si se demuestra,
por quien tenga interés jurídico en ello, que el poseedor de finca rústica no la ha cultivado durante
más de tres años, o que por no haber hecho el poseedor de finca urbana las reparaciones
necesarias, ésta ha permanecido deshabitada la mayor parte del tiempo que ha estado en su
poder."
"Sexta Época
"Página: 220
"PRESCRIPCIÓN POSITIVA. POSESIÓN SIN TÍTULO. Para que la prescripción se opere en virtud de la
posesión no basta con la simple ocupación de un bien por muchos años yque quien lo ocupa se
haga llamar propietario, pues debe llenar los demás requisitos exigidos por la ley, o sea que
realmente lo ocupe en concepto de propietario, esto es, por una causa o motivo que le dé ese
carácter a los ojos de la ley y del público en general y no simplemente porque él así se ostenta o se
haga llamar; en otros términos, deben llenarse las exigencias que quedan comprendidas en la
colocación legal de cada una de estas características de la posesión apta para usucapir.
"Amparo directo **********. **********. 24 de febrero de 1960. Cinco votos. Ponente: José
López Lira.
"Amparo directo **********. **********. 16 de enero de 1958. Cinco votos. Ponente: Alfonso
Guzmán Neyra."
Lo anterior se desprende del artículo 960 del Código Civil para el Estado de Sonora, que dice:
"Artículo 960. El poder físico que se ejerce en forma directa y exclusiva sobre cosa corporal para su
aprovechamiento total o parcial, o para su custodia, puede ser consecuencia del goce efectivo de
un derecho real o personal, o de una situación de hecho. En el primer caso, se es poseedor en
derecho; en el segundo, se es poseedor de hecho, salvo lo dispuesto en el artículo 963. Pero aun
este tipo de posesión es garantizado por la ley en los casos expresos que consigna, en cuanto
puede llegar a constituir un derecho o convalidar jurídicamente el hecho.
"Las situaciones de posesión de hecho son reguladas por el derecho, en cuanto: o bien las
promueve, garantiza y les da convalidación jurídica; o bien las sanciona, exige responsabilidades a
quienes las realizan y aun las somete a la acción punitiva del Estado, según hayan sido sus
circunstancias constitutivas.
"Posee un derecho, el que de hecho goza de él; ostentándose como titular del mismo al obtener
en nombre propio los beneficios inherentes a su ejercicio."
Lo anterior, no tiene nada que ver con la buena o mala fe, ya que el concepto de dueño no
proviene del fuero interno del poseedor, sino que lo tiene precisamente quien entró a poseer la
cosa mediante un acto o hecho que le permite ostentarse como tal, con exclusión de los demás,
pudiendo incluso tratarse de un acto o hecho lícito o ilícito, atento a que en el ordenamiento
jurídico que se estudia, únicamente el poseedor originario puede usucapir, y la posesión originaria
puede ser justa (o jurídica) o de hecho.
La primera tiene como causa generadora un justo título, entendido como un acto o hecho jurídico
traslativo de dominio, o que jurídicamente sea apto para adquirir la propiedad, aunque en
determinado caso, por la naturaleza del acto o por vicios en su celebración, no haya producido
jurídicamente la transmisión de la propiedad; la segunda por su parte, tiene como causa
generadora, una situación de hecho, debiéndose señalar que ambas pueden producir la
prescripción positiva; por ello, además de que el poseedor deberá probar el tiempo por el que
ininterrumpidamente poseyó (cinco o diez años según el caso, atendiendo al citado artículo 1323
del Código Civil para el Estado de Sonora), deberá probar siempre la causa generadora de la
posesión, y ello conduce a las siguientes vertientes:
1. Si el poseedor pretende que se declare su adquisición por usucapión, por haber detentado la
cosa durante cinco años en su calidad de poseedor originario, jurídico y de buena fe, debe
exigírsele que demuestre el justo título, precisamente porque en él se basa su pretensión.
2. Si el poseedor pretende que se declare su adquisición por usucapión, por haber detentado la
cosa durante cinco años en su calidad de poseedor originario, de hecho y de buena fe, debe
exigírsele que pruebe el hecho generador de la posesión.
3. Si el poseedor pretende que se declare su adquisición por usucapión, por haber detentado la
cosa durante diez años en su calidad de poseedor originario, de hecho, aunque de mala fe, debe
exigírsele que pruebe el hecho generador de la posesión.
En estas condiciones, esta Primera Sala estima que debe prevalecer con carácter de
jurisprudencia, el criterio redactado con los siguientes rubro y texto:
PRIMERO.-Sí existe contradicción entre los criterios sustentados por el Primero y Segundo
Tribunales Colegiados, ambos en Materias Civil y de Trabajo del Quinto Circuito, a que este
expediente se refiere.
SEGUNDO.-Se declara que debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el criterio sostenido
por esta Primera Sala, en los términos de la tesis redactada en el considerando quinto del presente
fallo.
TERCERO.-Dése publicidad a la presente tesis en términos del artículo 195 de la Ley de Amparo.
Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad de
cuatro votos de los señores Ministros José Ramón Cossío Díaz, Juan N. Silva Meza (ponente), Olga
Sánchez Cordero de García Villegas y presidente Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.