Sunteți pe pagina 1din 25

¿Dónde está el psicoanálisis hoy en día?

Adán Díaz Cárcamo


Articulo publicado en
Enero / 2016
Lo que pasa con el alma es que no se ve

Psicoanálisis,
Lo que pasa con el espíritu es que no se epistemología, debates

¿De dónde viene esta conspiración de BOLETÍN TOPÍA


invisibilidades? NOVEDADES DE TOPIA EN TU
CORREO
Alejandra Pizarnik direccion de mail

  Suscribirse

Quisiera reintroducir un debate que no es nada TOPIA EN


novedoso entre psicoanalistas y detractores post- FACEBOOK
freudianos o simplemente críticos epistemólogos y
Revista Topía de Psicoan…
científicos que posicionan a la práctica 13 545 Me gusta
psicoanalítica como una charlatanería o
pseudociencia que no merece más atención en
Me gusta esta página Contactarnos
pleno desarrollo científico del siglo XXI. Lo que
hemos escuchado  desde los postulados Sé el primero de tus amigos en indicar que te gusta
esto.
científicos es que la  práctica analítica es  un
fracaso como actualmente se plantea desde
ciertos desarrollos cognitivos, científicos,
ARTÍCULOS
conductuales, neurológicos, etc.
RECIENTES
Sin embargo, este mensaje que nos están dando Contra los nuevos
los críticos debería echar a andar nuestro ajustes y en defensa de
pensamiento para tratar de posicionar la práctica la Salud Mental
Por Enrique Carpintero,
analítica a los tiempos que corren hoy en día. Esto Por Enrique Carpintero,
no quiere decir que tengamos respuestas para César Hazaki, Alejandro
Vainer
todo y que nos volvamos aguerridos a la defensa
del psicoanálisis  porque ello nos posicionaría Por una memoria crítica
como Amos de un saber, lo cual, claro está, no (A 40 años del golpe
somos. cívico-militar en la
Argentina)
El mensaje que hemos recibido por parte de varios Por Enrique Carpintero
críticos versa fundamentalmente sobre una
Hágase la luz: La
cuestión: El psicoanálisis no es una ciencia, más
electricidad y los
bien es una charlatanería. Mario Bunge, por
cambios culturales
ejemplo, es un filósofo, matemático y Por César Hazaki
epistemólogo argentino que critica fuertemente al
Desigualdad, umbrales
psicoanálisis (a tal grado de ponerlo en la posición
de una parapsicología) porque no posee un
de violencia estatal y
estatuto científico en el sentido de que no se agenda de derechos
pueden medir ni cuantificar sus efectos; además humanos
Por Maristella Svampa
sostiene que el psicoanálisis está muerto en todo
el mundo a excepción de Francia y de Argentina La Salud Mental en la
donde la práctica continúa teniendo un fuerte era macrista
peso incluso entre los legos. Por Psicólogos en Frente

NOTAS DE LOS
Postula claramente que la actitud de los analistas
BLOGS
es oscura porque no publican papers en revistas
científicas y porque nadie los controla como los Poesía de pensamiento:
médicos psiquiatras que trabajan bajo un control Palabras e ideas
del blog Cabaret Freud
hospitalario e institucional donde tienen que estar
sometidos a revisión científica; tampoco llevan Las 7 vidas del Gato
estadísticas de los pacientes curados, ni datos Barbieri
cuantitativos que demuestren cosas como “Fulano del blog Notas musicales
de tal llegó a terapia en X situación y terminó su Almendra en Obras
proceso en Y en un lapso de X tiempo, bajo la del blog Notas musicales
administración de tal prueba, medida con tal
Mercedes Sosa en
instrumento, utilizando tal metodología y
Argentina
del blog Notas musicales
obteniendo los siguientes resultados. “Nada de del blog Notas musicales
esto hace el análisis en los pacientes, no evalúa, A la izquierda del jazz
no pone a prueba ninguna hipótesis, no tienen la del blog Notas musicales
menor idea de esto”[1]
ULTIMAS REVISTAS
  El planeta
Otra de las cuestiones que retoma es que en
insomne. Una
ninguna universidad se dan cursos de subjetividad que
psicoanálisis excepto en la Universidad de Buenos
no duerme.
Aires y en la Sorbona de París. Además Bunge
culpa a Freud del supuesto atraso de las
neurociencias porque a causa del psicoanálisis se
olvidaron del cerebro y de los procesos neuronales
que al parecer darían las respuestas para entender
la mente. Es decir, se le achaca al psicoanálisis la
culpabilidad  de que haya habido atraso en 
desarrollo científico.

Esto por supuesto no es verdad, los desarrollos


Abril / 2016
científicos siguieron, los laboratorios y los
experimentos con ratas continuaron y siguen Cuerpo,
vigentes en las universidades; las ciencias inconsciente y
neurológicas nunca desaparecieron porque pocos
han renunciado  al ideal científico; Lacan mismo
política
era psiquiatra, asimismo hay muchos analistas
que son médicos. Entonces la línea de
investigación científica nunca se detuvo. Sin
embargo, lo que parece curioso es el choque
ideológico del psicoanálisis que aún se quiere ver
dentro de un estatuto científico y de ahí la
discusión eterna que ya conocemos.

Mario Bunge apela por una psiquiatría educativa


Noviembre / 2015

Discriminación y
en donde a parte del fármaco se reeduque al Discriminación y
paciente en términos de lo bueno y malo para su
salud mental, en términos conductuales sostiene
racismo
que “hay que decirle al paciente lo que tiene que
hacer para dejar de tener una vida sintomática”.
Todo ello, por supuesto, sin ejercer un saber o
una causa que motive las conductas y los
pensamientos más íntimos del ser humano.

Otra fuerte crítica al psicoanálisis la podemos


encontrar en El libro negro del psicoanálisis[2] en
donde una serie de científicos, sociólogos y
Agosto / 2015
psicólogos trabajaron para demostrar que el
psicoanálisis no es una práctica científica sino una EDICIONES
pseudociencia pasada de moda que ya no debería RECIENTES
aplicarse al siglo XXI. Los postulados principales
de este libro eran que los pacientes de Freud
La última sesión y
nunca habían presentado mejorías y que Freud otros relatos
había modificado siempre sus teorías y sus
resultados para hacer que todo tuviera sentido
dentro de sus márgenes de lo que él llamó teoría
psicoanalítica que en realidad estaba plagaba de
mitos y de estructuras literarias, más no de una
verdadera ciencia que pusiera a prueba sus
hipótesis o que aplicara instrumentos de medición
para establecer datos duros sobre los avances de
la terapia en los pacientes.

César Hazaki
 
Espejos Rotos
Por eso vemos que la crítica que siempre ha Lo vivido y lo representable
enfrentado el psicoanálisis es acerca de su del sujeto
estatuto científico y de sus alcances terapeúticos
medibles en términos de bienestar. Por eso se le
acusa a Freud de mentir, de haber fracasado en su
terapéutica y de no poder responderle a la
epistemología de la ciencia con los argumentos
para usar el psicoanálisis como una terapia
efectiva. Además de los costosos y largos
tratamientos que sólo permiten a cierto sector de
la sociedad acceder a él y aún así, sin garantías de
que la inversión que se haga en la terapia tendrá
frutos.

León Rozitchner, Reimut


Bien, quisiera volver a tomar el tema sobre la
Reiche, Esther Díaz,
cientificidad del psicoanálisis pero no desde el
Juan Carlos Volnovich,
lugar común que todo mundo cita cuando Lacan
Cristián Sucksdorf
declara en una entrevista inédita lo siguiente: “El
(compilador)
psicoanálisis tampoco es una fe y no me gusta
llamarlo ciencia. Digamos que es una práctica y El erotismo y su
que se ocupa de lo que no anda bien”[3]. Sino
sombra
desde una perspectiva del psicoanálisis como una
El amor como potencia de
producción cultural, una construcción teórica y ser. ("Primera Mención
práctica que más bien se encuentra del lado de lo Especial del Premio Nacional
humano, lo errado, lo lleno de impasses y Ensayo Psicológico 2011-
callejones sin salida. 2014".)

Es por eso que hay que ponerle una mirada


antropológica al análisis y partir de sus postulados
teóricos como si fueran una verdad, pero no una
verdad universal, ni tampoco científica y por lo
tanto no medible ni equiparable a nada; sino una
verdad de cada quien, de aquella particularidad
del ser humano que lo hace único en relación con Enrique Carpintero
sí mismo y con sus significantes que lo tienen
preso; o dicho de otra manera más sencilla: los OTROS TEMAS
analistas vamos a ocuparnos del alma humana adolescencia arte cine
echa lenguaje porque al final de cuenta no hay Clínica cuerpo
que tener miedo de decir que se trabaja con “lo
cultura debates
que no se ve”, con el espíritu que ha enfermado y
desmanicomialización
pide ayuda a un analista.
discriminación grupos

Es decir que si no estamos abordando al


historia homosexualidad
Instituciones medicalización
psicoanálisis como el estudio del alma (psique) o
perspectiva de género
como un descubrimiento que cada quien hará en
su propio desplegar del discurso; y más bien si lo política Praxis
psicoanalitica
estamos queriendo entender desde la óptica de la
ciencia moderna entonces estamos parados en el Psicoanálisis
lugar equivocado porque estamos haciendo psiquiatría pulsión de muerte
representaciones ideológicas del psicoanálisis y no
salud mental
estudiando de qué se trata el psicoanálisis por sí
mismo. sexualidad Sociedad
subjetividad
Las críticas, tanto las de Bunge como las de los Más
científicos creadores del libro negro del
psicoanálisis y demás detractores me parecen una
suerte de representaciones ideológicas del
psicoanálisis ¿Por qué digo esto? Por que las
representaciones ideológicas son acercamientos
enunciativos a determinados objetos culturales
que son producto de las redes comunicacionales
que abordan sus objetos a partir de
posicionamientos, ópticas especiales y trincheras
ideológicas  que poco a poco se va naturalizando
o simbolizando creando resistencias en unos
grupos y aceptaciones en otros.

Es decir que una representación ideológica del


psicoanálisis  es un mal entendimiento del mismo.
Quizá esto ocurra porque de alguna manera así lo
planteó Freud. El vocabulario mismo de la obra
freudiana está plagado en términos científicos
tales como hipótesis, corroborar, instrumento de
investigación, sistema, medición, resultados,
investigación, etc. Porque no olvidemos que Freud
fue un médico interesado en el sistema nervioso
que tenía una formación totalmente científica
producto de sus investigaciones y de sus maestros
mentores como Hemboltz, Brücke, Herbart,
Meynert, etc. los cuales eran todos científicos,
psiquiatras y neurólogos dedicados al estudio de
la anatomía, histología, procesos neuroquímicos,
etc. (Anzieu, 1978). Igualmente Lacan al  utilizar
los matemas, la topología y la lingüística como
herramientas para la construcción científica del
psicoanálisis dio cuenta que su proyecto de alguna
manera intentaba ser científico.

La polémica entre la ciencia y el psicoanálisis

Esta es la lectura que los detractores del


psicoanálisis y es por esa razón que quisiera
poner estos cuestionamientos hacia el
psicoanálisis en el plano de la ideología. Para
entrar en el terreno de la ideología en primer lugar
es necesario dejar de lado la óptica Marxista que
dice que el entramado ideológico es el resultado
de las formaciones ideológicas constituyentes de
un complejo de representaciones y actitudes que 
son individuales y colectivas y que están
relacionadas con la posición de clase.
Esta teoría lejos de ayudarnos nos complica más
las cosas porque si pensamos que la ideología es
una formación discursiva producto de una clase
social que al encontrarse con otra producirá
conflicto y de esa manera funcionará la dialéctica
de la historia, no tomamos en cuenta un aspecto
todavía más básico: La ilusión de estar en el
origen del sentido, es decir la cuestión del efecto-
sujeto como el supuesto saber, aquel que se
supone conoce la verdad última de las cosas y que
por ejercer el poder de su saber se siente con todo
el derecho de opacar todo aquello que no encaje
en sus coordenadas de lo que éste considera
como verdadero.

Entonces una ideología sería más bien un


abrochamiento de ciertos significados grupales sin
posibilidad de diálogo o comunicación. Es lo que
pasa precisamente en los eternos debates entre
científicos que tildan a los analistas de charlatanes
literarios y los psicoanalistas que ponen  a los
científicos en el lugar de los positivistas modernos
que quieren hacer del hombre un Frankenstein. A
mi parecer hacen falta matices para no presentar
la discusión de manera maniquea.

Por el lado del discurso de la Ciencia Moderna


vemos cómo se expone a la ideología en su
dimensión fundamental: su incuestionabilidad. La
ideología, al igual que los mitos, no se cuestiona
puesto que su refutabilidad representa una
amenaza al núcleo duro de de la propia ideología.
Es así que la ideología se encamina en una sola
dirección; es decir, se concibe como una ruta 
incuestionable cuyo fin es el campo de lucha 
(Zizek, 1989).

A nivel grupal, la ideología es una entidad 


comunicable que se comparte entre distintos
individuos provenientes de diferentes posiciones
sociales.  Siguiendo a Rouquette (2009)  la
ideología tiene como modalidad interna el
consenso, y como modalidad externa, la polémica.
El consenso da continuidad a la identidad y a la
cohesión del grupo; y la polémica al contrario,
fragmenta a los grupos y separara las identidades.
Esto puede explicarse desde el mismo concepto
de ideología propuesto por Slavoj Zizek quien
rechaza el mundo posmodernista que propone
que vivimos en una era postideológica  y se
adscribe a un pensamiento en el que sujeto es en
sí mismo un ser profundamente ideológico y
además se encuentra escindido por un  intenso
antagonismo que determina la realidad social  a
través de la cual se inserta la ideología como
aquella fuerza que refleja los flujos de información
hacia el propio emisor  para imposibilitar la
comunicación y crear  una distancia social que
asegure la identidad del grupo o de la persona.

Es por eso que en este punto hay que especificar


que en el plano de las ideologías “cada sujeto
obtiene su propio mensaje invertido” puesto que
el rasgo fundamental de las posiciones ideológicas
es que los flujos de información son meramente
centrípetos, reflexivos, internos. Es solamente a 
partir de esta “no comunicación”, de la atmósfera
de debate y conflicto entre estas dos posiciones
ideológicas  que se pueden dar aquellas
representaciones en constante tensión y que se
conocen como representaciones polémicas.

Entonces yo creo que la cuestión de la crítica al


psicoanálisis es  meramente ideológica y producto
de un malentendido histórico; es ideológica
porque no se puede establecer un consenso o un
abroche comunicacional entre un grupo científico
y otro analítico.

Ahora bien, en esta discusión hay una pregunta


por hacer ¿Qué  ha dejado a los científicos tan
molestos de que se lleve todavía a cabo una
práctica sin fundamentos universales y objetivos?
Desde la perspectiva de Slavoj Zizek (1999)
podemos tener otra lectura sobre por qué sigue
existiendo un family feud entre las neurociencias y
psicoanálisis,  por qué sigue molestando la
manera en que se tratan a los pacientes sin
fármacos ni instrumentos, ni evaluaciones ni
mediciones. O por parte de los analistas, ¿por qué
se sigue medicando al paciente? O ¿Por qué se le
reeduca en términos conductuales? Para poder
comenzar con esta interpretación habría que
retomar la teoría del robo del goce que propone
Zizek: “lo que molesta del otro es la forma en que
imita es estilo de vida de los demás porque esta
imitación se considera como un robo, un robo del
goce”.

 
El goce que se plantea aquí está  ligado al sentido
de pertenencia de un objeto que como diría René
Girard[4] “No se comparte”. Estos sentidos de
pertenencia se  configuran a partir  de lo que lo
colectivo instaura como mandato. La disputa entre
los científicos hacia los psicoanalistas y viceversa
podría explicarse precisamente porque algunos
científicos consideran que los psicoanalistas
han robado el goce y el saber de la terapéutica y
que además lo han degenerado, cambiado y
organizado de una manera que no es la legítima,
que no es científica, que no pone a prueba nada ni
tiene instrumentos de medición para corroborar
las hipótesis ( lo mismo pasa con los
psicoanalistas en contra de la ciencia); pero que
tiene como finalidad los mismos objetos de
estudio tales como la mente, la psique, el cuerpo,
la enfermedad mental, etc.

“Siempre le achacamos al ‘otro’ un goce excesivo,


quiere robarse nuestro goce (arruinando nuestro
estilo de vida) y tiene acceso a algún goce
perverso y secreto. En pocas palabras lo que nos
molesta del ‘otro’ es el modo particular en que
organiza su goce, precisamente lo extra, el exceso
que acompaña a su estilo. Para el racista, el ‘otro’
es un adicto al trabajo que roba nuestros empleos
o un flojo que vive de nuestros esfuerzos (Žižek,
1999: 47)”.

¿No es entonces el psicoanalista un charlatán por


excelencia que con palabrerías rebuscadas, mitos
y teorías no comprobables se jacta de tratar
pacientes que padecen de una condición psíquica?
¿No es entonces, por ejemplo, Jacques Lacan un
científico frustrado que a través de su discurso
críptico impresiona pero no precisa ni dice algo en
concreto que ayude a comprender científicamente
los padecimientos del alma? ¿Qué quiso decir
Lacan en su discurso de Bruselas  cuando afirmó
lo siguiente: “Nuestra práctica es una estafa,
fanfarronear, hacer pestañear a la gente,
deslumbrarla con palabras rebuscadas, es lo que
habitualmente llamamos “rebuscado”. (…) Desde
el punto de vista ético, es insostenible nuestra
profesión; es por eso que me enferma, porque
tengo un superyó como todo el mundo.”[5]?

Esta última aseveración de Lacan pone al


psicoanálisis en el lugar del fracaso y por lo tanto
lo opone de alguna manera al éxito de la ciencia,
la que cura y comprende los padecimientos de los
llamados “enfermos mentales”. La teoría lacaniana
(en Zizek) del robo del goce  me ha parecido
importante utilizarla para explicar el conflicto
entre unos grupos y otros y además para postular
que aunque suponemos que el mundo se
transforma hacia esa supuesta comprensión y
dialogo entre unas ramas de saber y otras, en
realidad el mundo sigue siendo lo mismo que
siempre ha sido a lo largo de su historia: El
conflicto.

Posicionar el psicoanálisis a la subjetividad de la


época

Ahora bien, centrémonos ahora en una sola cosa


que es importante comprender en toda esta
polémica de si el psicoanálisis es una ciencia o no
y en dónde posicionarlo en pleno siglo XXI donde
al menos en México y en muchos otros países hay
más psicólogos y científicos que psicoanalistas.
Esto nos está diciendo algo sobre el lugar del
psicoanálisis como terapéutica tanto a nivel
nacional como mundial; nos está diciendo que la
causa freudiana sigue enfrentando la pared dura
que la ciencia le pone y la crítica que le cuestiona
sus efectos terapeúticos.

Ya Lacan habría previsto que el psicoanálisis era


una práctica que duraría lo que tendría que
durar[6] como previniendo más dificultades que se
siempre se han suscitado en la historia del
psicoanálisis, dificultades como la disoluciones,
desvíos de la teoría Freudiana,
reposicionamientos, apertura de otras ramas de la
psicología, etc.

Entonces si  ahora se posiciona al psicoanálisis en


el lugar de una práctica, de una creación o un
dispositivo cultural y no en el lugar de la ciencia  
¿Quién saldría a la defensa de su estatuto
científico? ¿Saldría una nueva vuelta a la causa
freudiana o habría que adaptarlo a las necesidades
de la época que vivimos actualmente? ¿Qué debe
mantenerse y qué debe transformarse en la teoría
analítica de acuerdo a las nuevas demandas y a las
estructuras emergentes que la sociedad
contemporánea? Porque finalmente, no se puede
poner a la práctica analítica fuera de la cultura y
de la historia; el psicoanálisis es
fundamentalmente producto de estas
dimensiones, fuera de ellas no hay psicoanálisis ni
ciencia tampoco. Entonces las condiciones de
producción social y la incidencia de la cultura en la
terapéutica trastocan al psicoanálisis de manera
significativa.

Estas preguntas sobre la transformación de la


teoría psicoanalítica van por la misma dirección en
la que Silvia Bleichmar (2006) plantea poner al
psicoanálisis a partir de la transformación de ideas
obsoletas que funcionaron perfectamente en el
tiempo de Freud o de Lacan pero que ahora ya no
son funcionales y más bien van en detrimento del
psicoanálisis. Por ejemplo,  lo que mencionó en su
seminario La construcción del sujeto ético (2006)
 sobre el Edipo y la relación del infante con los
padres que eran el modelo de familia del siglo XIX
y que ahora ha mutado a otras posibilidades en
donde la familia está recompuesta y cada vez se
ven más madres solteras, parejas gays, familias
añadidas, etc. Entonces el Edipo ya no lo instauran
forzosamente los padres sino que ocurre en cada
cultura donde un adulto pauta las legalidades
correspondientes para que el goce del adulto no
se desborde sobre el cuerpo del niño. No
necesariamente tienen que ser los padres.
 

Lo mismo ocurre con las funciones materna y


paterna, Bleichmar afirma que hay colegas que
dicen que las parejas homosexuales no pueden
ejercer sus funciones paterna o materna porque
falta el padre o falta la madre; todo este tipo de
“detalles” que necesitan un nuevo lugar y una serie
de matices en la teoría de acuerdo a las
transformaciones sociales que vivimos en el siglo
XXI.

Entonces, volviendo a la tarea de intentar


redimensionar al psicoanálisis en su terapéutica
actual habría que otorgar las concesiones a la
crítica de la ciencia y de algunos filósofos porque
al hablar de análisis no estamos hablando de una
ciencia sino de una práctica que sigue abierta para
que sea repensada y mejorada para que encuentre
algunas salidas y abra espacios a otros laberintos
e impasses porque finalmente se trata de una
práctica humana que obviamente se presta al
error.

El psicoanálisis en ese sentido es una antropología


porque es construido por los humanos, no es un
descubrimiento; es decir, no es que el
inconsciente u otros conceptos estuvieran allí y
pudieran ser localizables (como lo han estado las
neuronas, las dendritas, los axones, etc); el
psicoanálisis, como dice Didier Anzieu (1978), es
una invención que Freud hizo a partir de su propio
análisis y de su experiencia como científico
neurólogo, su formación filosófica, literaria y
mitológica. Por  eso se trata de una práctica que
poco tiene que ver con la ciencia. De esa manera,
ahora es posible desligarlo de ella.

Ahora bien ¿Por qué seguimos queriendo ver al


análisis con los ojos de la ciencia? ¿Por qué pesa
tanto eso en algunos? ¿Por qué se siguen armando
debates e intentos de hacer dialogar dos cosas
totalmente distintas como la psicología científica y
el psicoanálisis? En alguna ocasión recuerdo que
me encontraba tomando un curso en la facultad
de ciencias del comportamiento y a una
compañera psicóloga le llamó la atención que yo
quisiera estar allí cuando a la par me formaba
como psicoanalista. En cierta manera, aquella
curiosidad era comprensible pero yo simplemente
estaba allí porque en esa época yo también tenía
una fuerte inclinación por la psicología científica.
Ella me invitó a un debate que habría entre un
catedrático neurólogo de la Universidad de
Harvard y un psicoanalista lacaniano en donde ella
aseguraba que el catedrático de Harvard “pondría
en ridículo” al psicoanalista porque los
psicoanalistas no operaban bajo ningún principio
de lógica o cientificidad mientras que los clínicos
científicos tenían todas las de ganar en un debate
así.

En primera, yo ahora, después de algunos años,


me pregunto ¿Qué clase de circo era eso donde
una psicoanalista hablaría con un científico?, ¿se
trataba de un round a tres caídas, de mostrar
quien tenía la razón? Esto me recuerda también un
poco al debate de Lacan con Chomsky donde éste
último llamó a Lacan charlacan y Lacan por su
cuenta dio un discurso acerca de no pensar con la
cabeza sino con los pies… etc. Toda esta suerte
de sucesos ante los ojos de los demás, de los
legos, pasa ser preciso, obviamente demeritan al
psicoanálisis por no estar en el lugar donde debe
estar. Los analistas deben  tener un poco de
sentido común para no caer en estos juegos
porque querer establecer un debate de esta suerte
es como querer establecer un diálogo de un
ingeniero naval con un poeta, para exagerar un
poco. Repito: la práctica del psicoanálisis tiene
poco que ver con la ciencia, tiene que ver más
bien con la subjetividad, con las cosas que no se
ven, con el espíritu.

También hay analistas que no creen siquiera en el


espíritu. Jean Allouch pronunció en una
conferencia sobre su libro “El amor Lacan”[7] que
el problema del psicoanálisis es que se afinca en
la psicología cuando a estas alturas el
psicoanálisis ya no tiene nada que ver con ésta
sino  a lo que  se más se asemeja es a lo
espiritual. Aunque muchos analistas amantes del
significante no estén de acuerdo, para Allouch el
psicoanálisis continúa siendo  más del orden del
alma que de otra cosa.

¿Y por qué decir eso? Porque para Allouch el


proyecto lacaniano visto como un proyecto
científico es un verdadero fracaso. El mismo Lacan
declaró que a nadie importaría el psicoanálisis en
determinado tiempo, la Escuela Freudiana de
Paris se disolvió porque ya había digresiones, el
mismo Allouch sostiene que la introducción del
estructuralismo, la lingüística, los matemas y la
topología fracasaron en el intento de crear una
ciencia. Entonces,¿ qué sucede con el psicoanálisis
ahora? “Sucede que no se sabe lo que pasará con
él, ni tampoco importa mucho” asevera Allouch.

Lo cierto es que  pienso que la verdadera causa


perdida es la del debate de las ciencias con el
psicoanálisis. El descubrimiento de área de Brocca
es un gran hallazgo para la ciencia porque se
postula que gran parte del lenguaje se genera allí;
sin embargo, hay casos en donde se pierde la
mitad de cerebro y éste    se las arregla para
encontrar en otras áreas las funciones que
aparentemente perdió. Entonces, ¿qué sucede con
la función subjetiva? Pasa que  ésta se encuentra
fuera del marco científico y aún, si quisiéramos
verlo dentro de éste no se ha podido hasta ahora
localizar las funciones subjetivas en las
resonancias, tomografías o cualquier otra imagen.

Hay científicos como Antonio Damasio que aún se


cuestiona ¿Dónde está el lenguaje en el cerebro?
Como si hubiera un saber sobre éste; lo que
buscan los científicos a mí me parece que quedará
sin respuesta, en el misterio, como mucho de lo
que rodea a las neurociencias. Quieren saber,
encontrar un correlato biológico que explique en
su totalidad los fenómenos mentales, quieren
entender al hombre. Esto me hace recordar un
poco a los ocultos de la película Dark
City[8] quienes eran unos alienígenas  sin
emociones que querían entender el alma del ser
humano pero se topaban que cada vez que
parecían llegar a una comprensión se les escapaba
algo, ese algo que se les escapaba era el alma
misma sobre la cual no tenían capacidad de hacer
transferencia. Entonces nunca lograban entender
qué era lo que realmente pasaba en la
individualidad del sujeto.

Por otro lado también hay neurocientíficos como


Edelman y Tononi[9] que postulan la imposibilidad
de localizar funciones subjetivas en el sistema
nervioso central. Esto nos está dando una pista de
que en cuestiones del estudio de la mente desde
su óptica científica presenta grandes dificultades,
problemas e igual de impasses que presenta el
psicoanálisis, la diferencia es que los analistas no
nos posicionamos como amos de un saber porque
no nos encontramos inmersos en el discurso de la
ciencia.

Tanto las terapias como los medicamentos no son


garantía de salud mental. He conocido casos
terapeúticos (de cualquier orientación) que son
exitosos como casos de psiquiatría que también
son exitosos en términos de aliviar un síntoma. En
cambio otros no lo son ni en psiquiatría, ni en
terapia (cual sea). Lo cierto es que no se puede
decir que un tipo de saber ejerce una cura como si
la cura fuera un resultado lógico, como si tuviera
que darse a fortiori. Las críticas de que el
psicoanálisis no cura me parecen acertadas
porque no se busca curar; más bien se trata de
 que el paciente encuentre por sí mismo aquellos
síntomas que le aquejan.

Sin duda hay que repensar la terapéutica a los


tiempos que corren. No podemos quedarnos a
decir obviedades, tonterías o a repetir los
postulados freudianos, lacanianos, klenianos, etc
como si no pudiéramos pensar por nosotros
mismos; tampoco se trata de desechar la teoría y
volvernos unos revolucionarios sino más bien ir
poniéndonos de acuerdo para ver lo que todavía
es vigente y lo que no. Críticas al psicoanálisis
siempre va haber, siempre las ha habido desde su
creación; sin embargo no por ello debemos
quedarnos callados sin posicionar al psicoanálisis
en su lugar: una terapeútica del alma que como
decía Freud ayuda a que el sufrimiento neurótico
pase a ser una desdicha común.

 
 

REFERENCIAS:

Anzieu, D. (1978) El autoanálisis de Freud y el


descubrimiento del psicoanálisis. Siglo XXI,
México.

Bleichmar, S. (2006) La construcción del sujeto


ético. Paidós, Buenos Aires.

Girard, R. (1983) La violencia y lo sagrado.


Barcelona, Anagrama.

 
Rouquette, Louis, M. (2009) Representaciones e
ideología: Una explicación psicosocial. En Polis,
Vol 5, Num 1, pp. 143-160. UAM, Ixtapalapa.

Zizek, S.  (1989) <<¿Cómo inventó Marx el


síntoma?>> En El sublime objeto de la ideología.
México, Siglo XXI.

Zizek, S. (1989) <<Che vuoi>> En El sublime


objeto de la ideología. México, Siglo XXI.

1 Elagoraonline(2011). “Aguafiestas LXXXIII”. [En


línea]. Argentina, disponible
en: http://www.youtube.com/watch?v=IPts-
E0WY4o  [Accesado el día 01 de junio de 2013].

[2] Meyer, Catherine (2005) “El libro negro del


psicoanálisis : Vivir, pensar y sentirse mejor sin
Freud”  [En línea]. Francia, disponible
en:http://www.slideshare.net/brianboru/el-libro-
negro-del-psicoanlisis[Accesado el día 02 de junio
de 2013].

[3] Lacan, Jacques (1974) “Entrevista hecha por


Emilio Granzotto: Magazine Literaire” [En línea].
Francia, disponible
en:http://www.psicocuestiones.com.ar/index.php?
option=com_content&view=article&id=63:entrevista-
a-jacques-lacan&catid=38:articulos[Accesado el
día 28 de mayo de 2013].

[4] La tesis original de René Girard (1983) tiene


una propuesta que podría ayudar a entender el
conflicto desde una dimensión antropológica;
básicamente dice que los objetos susceptibles de
desearse son de dos tipos: por principio están los
que se dejan compartir porque imitar el deseo que
inspiran esos objetos suscita la simpatía entre los
que comparten el mismo deseo. Pero también
están los objetos incompartibles, objetos que
están demasiado atados para dejar que alguien los
imite. La convergencia de dos deseos  sobre el
mismo objeto no compartible hace que el modelo
y su imitador no puedan compartir el mismo
objeto sin que se vuelva un obstáculo uno para el
otro; por lo tanto la indiferencia, lejos de poner fin
a la imitación, la redobla y la vuelve recíproca. Es
lo que Girard llama la rivalidad mimética, extraño
proceso de feedback negativo que alberga
secretamente  grandes cantidades de envidia,
celos y odio.

[5]Jacques Lacan; 26 de febrero de 1977, en una


conferencia que dictó en Bruselas y fue publicada
por Le Nouvel Observateur, Nº 880, p. 88.

[6]

[7] Allouch, Jean (2012). “¿Dónde está el


psicoanálisis hoy?”. [En línea]. Argentina,
disponible en:http://www.youtube.com/watch?
v=6hbbC8b5Y2o [Accesado el día 28 de mayo de
2013].

[8] Dark City es una película neo-noir de ciencia


ficción de 1998 escrita y dirigida por Alex Proyas.
Fue protagonizada por Rufus Sewell, Kiefer
Sutherland, Jennifer Connelly y William Hurt.
Sewell interpreta a John Murdoch, un hombre que
sufre de amnesia y que se encuentra acusado de
asesinato; Murdoch intenta descubrir su verdadera
identidad para limpiar su nombre mientras escapa
de la policía y un misterioso grupo conocido como
“los ocultos”.

[9]Edelman G. Tononi J. (2012). “El universo de la


conciencia”. [En línea]. San Diego, California.
Disponible
en:http://es.scribd.com/doc/6865441/Edelman-
Gerald-y-Tononi-Giulio-El-universo-de-la-
conciencia-Libros-en-espanol-ciencias[Accesado
el día 30 de mayo de 2013].

TEMAS: Psicoanálisis, epistemología, debates

Seguir a @revistatopia 954 seguidores

Revista Topía de Psicoanálisis, Sociedad y Cultura
13 545 Me gusta

Me gusta esta página Contactarnos

TE PUEDE INTERESAR

Acerca de "La El Psicoanalistas ¿Quiénes le


Acerca de "La El Psicoanalistas ¿Quiénes le
etificación del psicoanálisis ventrílocuos temen al Dr.
psicoanálisis. es un plural Michel Tort Freud?
Calamidad " Enrique Enrique
Carpintero Carpintero
de Jean
Allouch
Juan Carlos
Volnovich

Un paradigma
de época: lo
innombrable
de la pulsión
de muerte
Enrique
Carpintero

ARTICULOS DE AUTOR
¿Dónde está el psicoanálisis hoy en
día?

S-ar putea să vă placă și