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Para que el Estado procure una sociedad esencialmente justa debe respetar que
un ser autónomo tenga la capacidad de alterar sus preferencias y no queden
atadas y fijadas por una socialización determinada, sino más bien permitir un
proceso que permita el desarrollo de las personas.
Conclusión:
Será muy difícil que luego de dos años de casados alguien cumpla con todos
estos requisitos y por eso es que esa misma ley establece la posibilidad de
realizar actos previos que permitan acceder al proceso previsto en la Ley 29227.
Esos actos previos son básicamente dos:
Tener una sentencia judicial firme o una acta de conciliación extrajudicial que
regule el ejercicio de la patria potestad, alimentos, tenencia y visitas de los hijos
menores de edad y/o hijos mayores con incapacidad.
Evidentemente para poder realizar estos actos previos se deberá de contar con
el acuerdo total de la esposa y esposo.
La Ley de Divorcio Rápido no resulta así muy rápida que digamos dado que
requerirá una negociación previa entre la pareja para ponerse de acuerdo en
todos estos aspectos y lamentablemente muchas veces ese acuerdo no será
posible.
También Deberá existir un acuerdo en lo que respecta a los alimentos para los
hijos y la pareja, tenencia o régimen de visitas de los hijos si los tuvieran. Es
decir se presentará una demanda con una Propuesta de Convenio en el caso
que hubieran hijos menores de 18 años o hijos mayores con discapacidad. En el
caso no haya hijos menores, se presentará un Inventario legalizado de los
bienes. Las firmas deberán legalizarse ante un Notario Público.
Tendríamos la posibilidad de aprobar o desaprobar el convenio propuesto,
cuando se trate de pensión alimenticia, la patria potestad y otros derechos de los
menores o incapaces. El Ministerio Público tiene un papel primordial pues
protegerá a la familia y a los hijos menores.
3. Considerandos:
[…] Sétimo: que luego de haberse evidenciado que las denuncias de supuestos
vicios in procedendo carecen de sustento, corresponde analizar la denuncia de
interpretación errónea del inciso 12 del artículo 333 del Código Civil, modificado
por ley 27495. Al respecto al recurrente sostiene que la citada norma prevé un
supuesto de divorcio remedio, para lo cual es suficiente demostrar la separación
sin importar quién es el culpable de esa situación, supuesto que se habría
configurado en el presente caso conforme a la constancia policial , los actuados
en un anterior proceso de divorcio seguido entre las partes y el hecho que el
demandado se encuentra recluido en el penal de San Juan de Lurigancho; no
resultado adecuada la concepción del divorcio sanción, en la que se requiere
acreditar la causa de la separación y quien es responsable de la situación,
Casación 5079-2007
Primero: Que, el A quo –entre otros- declaró fundada la demanda de divorcio por
la causal de separación hecho y también declaró fundada la reconvención de
divorcio por la causal de adulterio, contra esta decisión el actor apeló sólo sobre
el extremo de que ampara la reconvención, y la sentencia de vista -entre otros-
confirma la sentencia apelada en el extremo que declara fundada la
reconvención de divorcio por la causal de adulterio, y aprueba la consulta en
cuanto declara fundada la demanda de divorcio por separación de hecho.
Quinto: Que, de otro lado, por la institución del divorcio uno o ambos cónyuges
de acuerdo a ley pueden acudir al órgano jurisdiccional a fin de que se declare
la disolución del vínculo matrimonial entre ellos, conforme es de entenderse del
artículo 384 del Código Civil, concordado con los artículos 349, 333 y 354 de ese
mismo texto normativo.
Sexto: Que, el divorcio por causal de separación de hecho puede ser interpuesto
por cualquiera de los cónyuges lo que se busca es solucionar una situación
conflictiva por el quebrantamiento injustificado y permanente del deber de
cohabitación. A esta causal de divorcio doctrinariamente se le ha denominado
divorcio remedio que reposa en su aspecto objetivo, sin embargo, en nuestro
ordenamiento civil –debido a nuestro contexto social- está concebido no sólo
desde el aspecto objetivo (la separación de hecho), sino también reposa en el
ámbito subjetivo, pues en su análisis y aplicación el juez está obligado a
determinar al cónyuge culpable de la separación injustificada a efectos de
establecer las medidas de protección a favor del cónyuge perjudicado, análisis
en el cual debe determinarse las causas o razones que motivaron la separación
(abandono injustificado, violencia doméstica, adulterio, etc). Consecuentemente
la causal de divorcio por separación de hecho legislativamente es una de
naturaleza mixta, pues contempla características objetivas del sistema divorcio
remedio y subjetivas del sistema divorcio sanción.
Octavo: Que, es un hecho que las causales de divorcio antes analizadas son
diferentes, no obstante ello, comparten ciertos elementos comunes; pues el
sistema mixto consagrado, en nuestra legislación civil, en la causal de divorcio
por separación de hecho también es materia de debate la culpabilidad del
cónyuge causante de la violación del deber de cohabitación; al igual que en la
causal de adulterio donde se busca al cónyuge culpable de la violación del deber
de fidelidad. Asimismo, en cuanto al cónyuge culpable los efectos de la
declaración de divorcio por ambas causales son similares, toda vez que así se
infiere de lo establecido en el último párrafo del artículo 345 –A del Código Civil,
concordado con los artículos 351, 352 y 353 del Código Civil. En ese sentido, se
puede evidenciar que si bien las causales de divorcio antes aludidas son
diferentes, sin embargo, no son excluyentes.
Noveno: Además, se debe tener en cuenta el hecho que los cónyuges, moral y
jurídicamente, están sujetos a determinadas reglas o deberes que posibilitan la
vida en común, tales como el de cohabitación, fidelidad, asistencia y demás
establecidos en el Código Civil.
Décimo: Por las razones expuestas, las instancias de mérito al emitir decisión
por ambas causales de divorcio antes aludidas, en modo alguno han
contravenido las normas que garantizan el derecho a un debido proceso,
específicamente el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales, pues
se ha emitido pronunciamiento sobre todas las cuestiones puesta a debate las
mismas que no son excluyentes.