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Evaluación del trastorno neurocognitivo

Para la valoración de los trastornos neurocognitivos (demencias) es importante identificar


el funcionamiento cognitivo general del paciente con la finalidad de poder contar con un
perfil neuropsicológico y junto con las características clínicas, poder identificar si estamos
ante un caso de demencia o no. Aunado a esto, es importante valorar la calidad de vida del
paciente, así como la realización de las actividades cotidianas e instrumentales de la vida
diaria, de manera que podamos identificar si se trata de un trastorno neurocognitivo mayor
o leve y cual es el tipo de trastorno.

En la actualidad, existen diferentes escalas para poder llevar a cabo una valoración general
del paciente con sospechas de demencia.

• La Escala de deterioro global de Reisberg [Global Deterioration Scale (GDS)] permite


identificar, a partir de las características del paciente, en qué fase de evolución se
encuentra el trastorno, o descartar la presencia de este. La escala presenta 7 grados,
donde el grado 1 es ausencia de alteración cognitiva y el grado 7 es un defecto
cognitivo muy grave o incapacitante totalmente.
• El índice de Barthel permite valorar la realización de las actividades básicas de la vida
diaria del paciente (comer, vestirse, usar el retrete, etc.). Por su parte, la escala de
Lawton y Brody arrojan datos de la realización de las actividades instrumentales de
la vida diaria (usar el teléfono, hacer compras, lavar ropa, etc.).
• La escala Quality of Life in Alzheimer’s Disease (QOL-AD) evalúa aspectos de calidad
de vida del paciente a partir de lo reportado por él y su cuidador. Incluye 7
dimensiones del bienestar: fisíco, psicológico y social, funcionalidad,
autopercepción de salud, interacción social e intercción con el entorno.
Actualmente existe una validación de este instrumento en pacientes mexicanos con
demencias de tipo Alzheimer, vascular y mixta.
• El DSM 5 indica que para diagnosticar un trastorno neurocognitivo es necesario que
el paciente muestre evidencia de un declive cognitivo significativo en comparación
con el nivel previo en uno o mas dominios cognitivos (atención compleja, función
ejecutiva, aprendizaje y memoria, lenguaje, habilidad perceptual motora o cognición
social). Para ello se puede hacer uso de diferentes test estandarizados que arrojan
datos confiables en cuanto al rendimiento cognitivo, entre estos se encuentran los
siguientes:
o BANFE-2: permite valorar funciones ejecutivas relacionadas con el
funcionamiento de la corteza prefrontal (control inhibitorio, procesamiento,
riesgo-beneficio, flexibilidad mental, planeación, abstracción,
metamemoria, memoria de trabajo, fluidez verbal y categorización).
o Torre de londres: valora planeación. No se encuentra estandarizada en
población mexicana.
o Test de clasificación de cartas de Wisconsin: permite obtener datos de
flexibilidad mental. No se encuentra estandarizada para población mexicana.
o Neuropsi breve: ofrece un perfil cognitivo de un amplio espectro de
fuinciones cognitivas. Ayuda a tener una idea general del desempeño del
paciente para poder realizar una valoracion mas profunda en los aspectos
que generen sospecha de deterioro a partir de los resultados del test.
o Neuropsi atención y memoria: permite obtener datos del funcionamiento
cognitivo del paciente en areas como atención selectiva y sostenida,
funciones ejecutivas necesarias para la atención, y memoria visual y verbal
en aspectos de codificación, almacenamiento y evocación de dicha
información.
o Programa integrado de exploración neuropsicológica Test Barcelona
Revisado: a partir de este test es posible obtener un perfil neuropsicológico
general del paciente. Se incluyen perfiles ilustrativos para enfermedad de
Alzheimer de inicio precoz, trastorno cognitivo leve de tipo amnésico,
trastorno cognitivo leve amnesico de alto riesgo de evolución, demencia
moderada, enfermedad de Pick y amnesia por anoxia cerebral.
o Escala Wechsler de Inteligencia para Adultos (WAIS-IV) permite obtener
datos de la capacidad intelectual del paciente, lo que permitiría tener un
comparativo con el nivel premórbido obtenido a través de la anamnésis.

Para lograr identificar el tipo de trastorno neurocognitivo del paciente, es importante tener
en cuenta los datos de historia clínica, examen mental y estudios de imagen ya que es
necesario especificar el tipo de trastorno, ya que cada uno tiene características particulares
que unicamente se logran identificar haciendo un análisis conjunto de toda la información
con la que se cuenta (rendimiento en los test, estudios de imagen, datos clínicos, etc.).

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